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Tarea 1, Aborígenes y llegada de Colón

Josias M. Peguero Santana | 2024 0165

Instituto tecnológico de las Américas, Tecnólogo en Software

Historia dominicana, Yahaira García

13 de mayo, 2024
Capítulo 1, La población aborigen

● Origen de la población en las antillas

● Llegada de los arauacos

● Jerarquía social

● Organización social

● Otros grupos

La historia de la población en las Antillas es un relato fascinante que se remonta a

miles de años atrás, con un trasfondo rico en culturas y tradiciones indígenas. Uno

de los grupos más destacados que habitaban estas islas antes de la llegada de los

europeos eran los arahuacos, una civilización proveniente de América del Sur que

emigró hacia las Antillas hace aproximadamente 4.000 años. Estos pueblos,

originarios de la región de la cuenca del Orinoco, se establecieron en las Antillas

Mayores, como Cuba, La Española (actualmente compartida por Haití y la República

Dominicana), Jamaica y Puerto Rico, y desarrollaron sociedades agrícolas

avanzadas, cultivando cultivos como la yuca, el maíz, las batatas y otros alimentos

básicos.

La estructura social de los arahuacos era jerárquica y organizada. Estaban liderados

por caciques, que eran los jefes políticos y religiosos de sus comunidades, con un

poder considerable sobre su gente. Los caciques eran asistidos por taínos, que eran

nobles que desempeñaban funciones de consejeros y líderes militares. Por debajo

de ellos se encontraban los plebeyos, que constituían la mayoría de la población y

se dedicaban a actividades agrícolas, artesanales y domésticas. Por último, estaban


los esclavos, que podían ser prisioneros de guerra o personas endeudadas y tenían

un estatus social inferior.

La organización social de los arahuacos se basaba en una estructura familiar

extendida, donde varias generaciones vivían juntas en grandes casas comunales

llamadas "bohíos". Estas comunidades estaban interconectadas mediante redes de

intercambio y alianzas matrimoniales, lo que fortalecía los lazos sociales y

económicos entre diferentes grupos y regiones.

Además de los arahuacos, otras etnias habitaron las Antillas en diferentes

momentos de la historia precolombina. Entre ellas se destacan los caribes, un grupo

amerindio proveniente de América del Sur que invadió las Antillas Menores,

desplazando o asimilando a los arahuacos en algunas regiones. Los caribes eran

conocidos por su ferocidad y se dedicaban principalmente a la caza, la pesca y la

guerra.

Otro grupo importante fueron los taínos, una cultura arahuaca que se desarrolló

principalmente en la isla de La Española, así como en Puerto Rico y Cuba. Los

taínos compartían muchas similitudes con los arahuacos en términos de idioma,

cultura y organización social, aunque desarrollaron características distintivas en

cada región donde se asentaron. Estas culturas indígenas dejaron un legado

duradero en las Antillas, aunque lamentablemente su historia fue interrumpida por la

llegada de los europeos a finales del siglo XV, lo que marcó el comienzo de un

período de profundos cambios para la región.


Capítulo 2, Cristóbal Colón y la conquista española

Llegada de Colón a América primer contacto con los aborígenes

La llegada de Cristóbal Colón a América en 1492 marcó un momento trascendental

en la historia mundial, ya que abrió un nuevo capítulo de exploración, colonización y

contacto entre Europa y el continente americano. Colón, navegando bajo la bandera

de los Reyes Católicos de España, arribó a la isla de Guanahani en lo que hoy se

conoce como las Bahamas, creyendo haber llegado a las Indias Orientales. Este

encuentro accidental llevó a los primeros contactos entre los europeos y los pueblos

indígenas de América.

Los primeros encuentros entre Colón y los aborígenes caribes y taínos fueron

inicialmente marcados por la curiosidad mutua y el intercambio de bienes. Sin

embargo, las relaciones entre los recién llegados europeos y los nativos americanos

pronto se tornaron más complejas y conflictivas. Los europeos, motivados por la

búsqueda de oro y otras riquezas, establecieron asentamientos en las islas del

Caribe y comenzaron a explotar a los indígenas como mano de obra en la minería y

la agricultura, imponiendo un sistema de trabajo coercitivo que provocó tensiones y

resistencia por parte de los nativos.

Este período inicial de contacto entre europeos y aborígenes americanos sentó las

bases para la colonización europea de América y tuvo profundas implicaciones tanto

para los pueblos indígenas como para la historia mundial. Las enfermedades

introducidas por los europeos diezmaron a las poblaciones indígenas, mientras que

la explotación y la violencia resultaron en la destrucción de muchas culturas y


sociedades nativas. Este encuentro también condujo a intercambios culturales y

biológicos que transformaron tanto a América como a Europa, marcando el inicio de

una nueva era en la historia global.

Primera lucha entre españoles y aborígenes

La primera lucha documentada entre españoles y aborígenes en América ocurrió

poco después del desembarco de Cristóbal Colón en 1492, en la isla de La

Española, actualmente compartida por Haití y la República Dominicana. Los

primeros enfrentamientos se dieron cuando los colonizadores españoles, bajo el

mando de Colón, establecieron un asentamiento en la costa norte de la isla llamado

La Navidad. Sin embargo, las relaciones entre los españoles y los taínos locales se

deterioraron rápidamente debido a desacuerdos sobre el intercambio de bienes y la

imposición de tributos.

El conflicto estalló cuando los españoles intentaron mantener el control sobre los

nativos mediante métodos coercitivos, incluida la esclavitud. Esta situación llevó a

una revuelta por parte de los taínos en 1495, quienes atacaron y destruyeron el

asentamiento de La Navidad, matando a varios de los colonos. Este evento marcó el

inicio de un ciclo de violencia y resistencia entre los españoles y los pueblos

indígenas de América que caracterizaría la colonización europea en el continente

durante siglos.
La lucha en La Navidad fue un presagio de los conflictos más amplios que se

desataron en las décadas siguientes, a medida que los españoles extendían su

dominio sobre América y enfrentaban la resistencia de numerosas culturas

indígenas. Estos enfrentamientos no solo tuvieron consecuencias devastadoras

para las poblaciones nativas, sino que también dieron forma al desarrollo de la

colonización europea en el Nuevo Mundo y sentaron las bases para la formación de

nuevas sociedades y estructuras de poder en América.

Llegan más españoles

Después del primer viaje de Colón en 1492, más españoles comenzaron a llegar a

América en expediciones de exploración y colonización financiadas por la corona

española y particulares interesados en la búsqueda de riquezas y nuevas tierras.

Estas expediciones se dirigieron principalmente hacia las islas del Caribe y las

costas del continente americano, como las de Hernán Cortés a México y las de

Francisco Pizarro a Perú.

La llegada de más españoles trajo consigo un aumento en los enfrentamientos con

los pueblos indígenas. A menudo, estos conflictos estaban motivados por la

búsqueda de oro y otros recursos naturales, así como por la imposición del dominio

español sobre las poblaciones nativas. Las expediciones españolas no solo

involucraron a soldados y colonos, sino también a misioneros religiosos que

buscaban convertir a los indígenas al cristianismo.


Estas llegadas posteriores marcaron el comienzo de una nueva fase en la historia

de América, caracterizada por la expansión del imperio español en el continente y la

interacción continua, a menudo violenta, entre los europeos y los pueblos indígenas.

A medida que más españoles llegaban y se establecían en América, se

establecieron nuevas colonias y se establecieron estructuras de gobierno que

transformaron profundamente la geografía y la sociedad de la región.

Tributos y represión a la población aborigen

El sistema de tributos y la represión hacia la población aborigen fueron

características importantes de la colonización española en América. Los españoles

impusieron tributos a los pueblos indígenas como una forma de extraer recursos

económicos de las comunidades locales y sostener el sistema colonial. Estos

tributos podían consistir en productos agrícolas, como maíz, cacao o algodón, o en

trabajo forzado en las minas, en la agricultura o en la construcción de

infraestructuras coloniales.

La imposición de tributos y el trabajo forzado a menudo estaban acompañados de

represión y violencia por parte de los españoles y sus autoridades coloniales. Los

indígenas que se resistían a pagar tributos o trabajar como mano de obra eran

castigados severamente, a menudo mediante la aplicación de leyes coloniales

draconianas o el uso de la fuerza militar. Las rebeliones indígenas eran comunes en

respuesta a estas formas de opresión, aunque a menudo eran brutalmente

reprimidas por las fuerzas españolas.


Además de la imposición de tributos y la represión directa, los indígenas también

sufrieron enormemente debido a las enfermedades introducidas por los europeos,

como la viruela, el sarampión y la gripe, para las cuales no tenían inmunidad. Estas

enfermedades se propagaron rápidamente entre las poblaciones nativas, causando

devastadoras pandemias que diezmaron a comunidades enteras y debilitaron aún

más su capacidad de resistencia frente a la dominación colonial.

Conflicto entre españoles y aborígenes

(Me auxilie de fuentes externas ya que este punto era similar a otro punto del

capítulo)

Durante todo este libro he podido ver varias razones (no solo en este capítulo), así

que las agrupé todas y puse las que me parecían más probables.

1. Ambiciones coloniales: Los españoles llegaron a América con el objetivo de

colonizar y explotar sus recursos en nombre de la corona española. Esta ambición

colonial llevó a la búsqueda de oro, plata y otros recursos naturales, así como al

establecimiento de asentamientos permanentes que requerían mano de obra

indígena.

2. Diferencias culturales y lingüísticas: Los españoles y los pueblos indígenas de

América tenían sistemas culturales, sociales y lingüísticos muy diferentes. Esta falta

de comprensión mutua a menudo llevaba a malentendidos y conflictos,

especialmente en lo que respecta a las prácticas religiosas, las costumbres sociales

y las normas de propiedad.


3. Imposición de la religión y la cultura españolas: Los misioneros españoles

buscaban convertir a los indígenas al cristianismo y suprimir sus prácticas religiosas

y culturales tradicionales. Esto llevó a la resistencia por parte de algunos pueblos

indígenas, quienes se negaban a abandonar sus creencias y tradiciones

ancestrales.

4. Explotación y opresión: Los españoles impusieron tributos y trabajo forzado a

los indígenas, lo que resultó en la explotación económica y el empobrecimiento de

las comunidades nativas. La resistencia a estas formas de opresión a menudo

desencadenaba represalias por parte de las autoridades coloniales, lo que

exacerbaba las tensiones y alimentaba el ciclo de conflicto.

Acuerdo de los rebeldes roldanistas y la destitución de Colon

El acuerdo de los rebeldes roldanistas y la destitución de Colón se refiere a un

evento histórico ocurrido durante el segundo viaje de Cristóbal Colón a América en

1494. Durante esta expedición, un grupo de colonos españoles liderados por

Francisco Roldán se rebeló contra el gobierno de Colón en La Española, la isla que

hoy comparten Haití y la República Dominicana.

Los roldanistas, como se conocía a los rebeldes liderados por Roldán, estaban

descontentos con las políticas de Colón, especialmente en lo que respecta a la

distribución de tierras y recursos, así como a las condiciones de trabajo impuestas a

los colonos españoles y a los indígenas locales. La rebelión se intensificó a medida


que Roldán ganó apoyo entre los colonos descontentos y se enfrentó abiertamente

al gobierno de Colón.

Ante la creciente rebelión, Colón se vio obligado a negociar con los roldanistas. En

1497, se llegó a un acuerdo conocido como los "Capitulaciones de Santa Fe", en las

cuales Colón accedió a otorgar tierras y privilegios a los rebeldes a cambio de su

lealtad y apoyo. Sin embargo, las tensiones continuaron y, finalmente, la corona

española intervino, enviando a un nuevo gobernador, Francisco de Bobadilla, para

restaurar el orden en La Española.

Bobadilla llegó a la isla en 1500 y, tras una investigación, arrestó a Colón y a sus

hermanos por maltrato y abuso de poder. Colón fue enviado de regreso a España

como prisionero, lo que marcó su destitución como gobernador de las Indias. Este

evento marcó un punto de inflexión en la relación de Colón con la corona española y

en la administración colonial en América, aunque Colón eventualmente recuperaría

parte de su posición y prestigio en años posteriores.


Los 4 viajes de Colón a América

Los cuatro viajes de Cristóbal Colón a América representan un capítulo fundamental

en la historia de la humanidad, marcando el inicio de la era de la exploración y la

colonización europea en el continente americano. Cada uno de estos viajes estuvo

lleno de aventuras, desafíos y consecuencias que resonaron en todo el mundo.

El primer viaje de Colón, que comenzó el 3 de agosto de 1492, fue un audaz intento

de encontrar una nueva ruta hacia Asia navegando hacia el oeste desde Europa.

Con tres barcos —la Santa María, la Pinta y la Niña—, Colón zarpó de Palos,

España, y después de más de dos meses en el mar, el 12 de octubre de 1492, llegó

a una isla del archipiélago de las Bahamas, a la que llamó San Salvador. Este

encuentro histórico no solo cambió el mapa del mundo conocido, sino que también

estableció un vínculo duradero entre Europa y América.

El segundo viaje de Colón, iniciado el 25 de septiembre de 1493, fue aún más

ambicioso. Con una flota de 17 barcos y alrededor de 1.200 hombres, Colón se

propuso establecer colonias permanentes en las tierras recién descubiertas.

Durante este viaje, exploró las Antillas Menores, Puerto Rico y Jamaica, y estableció

asentamientos en La Española. Sin embargo, este período también estuvo marcado

por tensiones con los indígenas locales y conflictos internos entre los colonos, lo

que indicó los desafíos de la empresa colonial.

El tercer viaje de Colón, que comenzó el 30 de mayo de 1498, tuvo como objetivo

explorar nuevas rutas hacia el sur. Esta vez, Colón llegó a la costa de América del

Sur en lo que hoy es Venezuela. Exploró el Golfo de Paria y la desembocadura del


río Orinoco, pero no encontró las riquezas esperadas. Además, enfrentó problemas

de mala gestión en La Española, lo que resultó en su arresto y su retorno a España

en 1500.

El cuarto y último viaje de Colón, que comenzó el 11 de mayo de 1502, fue quizás el

más arduo y desalentador de todos. Con menos recursos y enfrentando la oposición

de sus detractores en la corte española, Colón se embarcó en una expedición hacia

América Central en busca de una ruta hacia Asia occidental. A pesar de explorar las

costas de Honduras, Nicaragua y Panamá, enfrentó dificultades debido a tormentas

y descontento entre su tripulación. Aunque no encontró la ruta deseada, sus

exploraciones contribuyeron al conocimiento europeo del continente americano.

Los cuatro viajes de Cristóbal Colón a América fueron un hito trascendental en la

historia mundial, abriendo nuevas fronteras y conectando culturas de diferentes

continentes. Estos viajes no solo marcaron el comienzo de la colonización europea

en América, sino que también tuvieron un impacto duradero en el desarrollo político,

económico y cultural del mundo moderno.

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