Savater Filosofía
Savater Filosofía
Savater Filosofía
Según el
autor la ética es la práctica de reflexionar acerca de lo que vamos a hacer y los
motivos por los cuales actuamos de esa manera. Generalmente vivimos de forma
poco consciente, ya que estamos ocupados en el día a día, lo cual no nos deja pensar
demasiado. Sin embargo, de vez en cuando algo interrumpe ese estado y nos obliga a
pensar ¿Ahora qué hago?, ¿Digo que sí o que no?, ¿Voy o no voy? Estas preguntas
nos señalan distintas opciones éticas, nos hacen razonar hasta llegar a la respuesta
que creemos más adecuada.
Savater menciona dos motivos por los que los seres humanos debemos razonar y
entrenarnos para la ética.
El primer motivo es que no tenemos más remedio. Esto hace referencia a que hay
ciertos aspectos de la vida en los que no podemos razonar ni dar nuestra opinión,
porque ya nos son dados. No podemos elegir ser humanos o no, es algo que nos
viene impuesto. Tampoco podemos elegir el año en que nacimos, ni el país natal, ni
nuestros padres. Como plantea Heidegger, los seres humanos contamos con un
estado de yecto, es decir, que fuimos arrojados a este mundo en ciertas condiciones
que no podemos modificar. Es solo en base a esto que podemos tomar ciertas
decisiones, buscando vivir de una forma auténtica al reconocer nuestra condición de
finitud.
Savater plantea que, si nos comparamos con los animales, nos damos cuenta de que
tenemos un amplio campo de elección. Los demás seres vivos parecen estar
programados para ser lo que su especie les designa. Nacen sabiendo lo que deben
hacer para sobrevivir y están sumamente especializados en ello. En cambio, los
humanos venimos al mundo con capacidades potenciales, y debemos orientar
nuestras acciones sociales e intelectuales. Al no estar circunscritos a una sola tarea,
los humanos podemos elegir entre cosas distintas, y hemos desarrollado estrategias
y culturas que nos permiten adaptarnos. Contamos con un amplio campo de
elección. Sin embargo, esto conlleva responsabilidades, ya que tenemos que decidir
qué vamos a hacer con nuestra vida y justificar esas decisiones. Esta diferencia entre
animales y seres humanos se vincula con lo planteado por Max Scheler. Según este
autor, además de los grados psicofísicos del ser, lo que nos diferencia esencialmente
de los animales es que poseemos espíritu, lo cual nos da independencia, libertad y
autonomía. Según Scheler, al ser seres espirituales ya no estamos vinculados solo al
instinto o al medio que nos rodea, sino que nos encontramos abiertos al mundo. El
espíritu nos permite tener conciencia de nosotros mismos, lo cual se relaciona
directamente con la ética, ya que el ser conscientes nos permite razonar y elegir en
base a lo que consideramos correcto.
Por otro lado, Fernando Sabater plantea como segunda razón para la ética que los
seres humanos somos una especie vulnerable. Es decir, que es muy fácil hacernos
daño, tanto físico como moral y sentimental. Somos seres frágiles, constantemente
amenazados por la muerte. Porque somos mortales es que aparece la deliberación
ética. Si fuéramos inmortales podríamos hacer lo que quisiéramos, ya que no nos
afectaría. En cambio, la vida humana sigue una dirección y no se puede retroceder.
Es una vida irrepetible y única para cada ser humano. No solo estamos amenazados
por la muerte física, sino también por la muerte social, la muerte sentimental o la
muerte de la salud. Por esto Savater plantea que debemos tener miramientos con
nuestros pares. Esto hace referencia a la predisposición ética, es decir, mirar a los
otros, fijarnos en cómo son y que necesitan. Otra característica que tenemos los
seres humanos es que podemos expresar con las facciones una gran cantidad de
emociones. Es por esto que podemos comprender lo que le sucede a otra persona
con solo ver su expresión, y a la vez ponernos en su lugar. De esto se trata la
empatía. Según el autor esto es propio del ser humano, cuando decimos que una
persona es “humana” nos referimos a que es sensible a la vulnerabilidad de los
demás. Los seres humanos tenemos la capacidad de entender el dolor y la fragilidad
ajena. Esto se relaciona con lo que plantea Edgar Morin acerca de la comprensión
intersubjetiva. Esta se trata de comprender a los demás sin necesidad de una
explicación. Es una comprensión humana, de sujeto a sujeto, e incluye un proceso de
identificación con el otro, apertura y generosidad. Además, Morin hace referencia a
la ética de la comprensión. Se trata de un arte de vivir, que nos permite comprender
de forma desinteresada, es decir, comprender antes de juzgar. Esto nos conduce
hacia la humanización de las relaciones humanas.
Según Savater, la libertad de elección y nuestra condición vulnerable son las bases de
la ética y nos imponen obligaciones. La reflexión ética nos permite ayudarnos a
convivir mejor, a pensar que clase de vida preferimos. Debemos reflexionar
constantemente, durante el tiempo que dure nuestra existencia.
Por otro lado, en el apartado “Internet y realidad”, Fernando Savater plantea que no
considera que el internet haya atrofiado la sensibilidad de los humanos, sino que hoy
en día debemos elegir entre una realidad virtual y una realidad presente. Muchas
veces la realidad virtual nos acostumbra a ver todo como un espectáculo. Esto no nos
permite diferenciar lo que es real de lo virtual. Actualmente la realidad virtual está
por todas partes y la frontera se ha desdibujado, es fácil confundirse.
Esto se relaciona con el planteo de Joseph Gevaert, acerca de la idea de hombre.
Según este autor, el desarrollo creciente de la tecnología genera una mayor
incertidumbre acerca de lo que constituye el ser del hombre. Por lo que
probablemente estemos atravesando una de las mayores crisis de identidad de la
historia. Si logramos redescubrir lo fundamental de nuestro ser, podremos controlar
la expansión tecnológica y recuperar nuestra verdadera identidad.
Con respecto a la moral, Savater plantea que actualmente internet plantea el
problema de la veracidad. Cualquier persona desde su casa puede enviar mensajes
falsos, erróneos, nocivos tanto a conocidos como a desconocidos. Esta posibilidad
genera un gran desafío moral, ya que podemos herir a los demás sin que nadie nos
vigile y sin tener que rendir cuentas. Por lo tanto, el internet y las redes además de
aumentar nuestro poder aumentan nuestra responsabilidad. Debemos tener una
conciencia moral que nos permita ponernos en el lugar del otro, para así evitar
herirlo.
Con respecto a la educación, actualmente a través de la tecnología los niños pueden
acceder muy fácilmente a cualquier tipo de información. A diferencia de épocas
pasadas en las cuales el mayor conocimiento era brindado por la escuela. Por lo
tanto, Según Savater, hoy en día la prioridad de la escuela ya no debe ser informar
sino guiar a los alumnos a través de la información que les llega constantemente, de
manera que logren conocimientos veraces. Se debe educar al niño para que pueda
distinguir la calidad de los materiales.
Además, plantea que hoy en día a través de las redes sociales nos estamos
habituando a escribir en la menor cantidad de caracteres posible. Lo cual hace que se
pierda lo fundamental del pensamiento, la argumentación. Por lo tanto, una tarea de
la escuela actual es fomentar y recuperar esa capacidad.
Otro problema actual con respecto a la tecnología es la pérdida de atención. Esto no
solo afecta a los niños, sino a todas las edades. Según Savater, este es un problema
preocupante, ya que considera que todo lo que es importante en la vida, el
conocimiento, el amor, incluso los avances sociales, exigen atención. Sin esta no hay
progreso, civilización ni desarrollo humano. Por lo que hoy en día el reto central de la
educación es recuperar la atención del alumno.
En el apartado “La Felicidad” Fernando Savater plantea que muchas veces se vincula
a la felicidad con la obtención de ciertos logros. Sin embargo, el estado de felicidad
completa no es posible para los humanos, siempre vamos a tener momentos
difíciles, pero esto nos permite conocer la felicidad. Según Savater las cosas malas de
la vida nos demuestran un contraste que intensifica y mejora lo bueno. La
experiencia de lo bueno y lo malo es lo que nos permite valorar las cosas. Somos
felices porque nos arriesgamos, ya que al saber que todo es breve y fugitivo, que
siempre estamos en riesgo, adquieren mayor sentido nuestras decisiones. Tampoco
tenemos elección, porque no podemos imaginar una vida sin muerte.
Con respecto a dios, en el apartado “Religión, Dios y muerte” Fernando Savater plantea
que nunca ha entendido que es dios, que la gente habla como si lo conociera, pero a él
no le resulta algo familiar. Además, plantea que no entiende la expresión “amor a dios”,
ya que el amor que nosotros conocemos es aquel que sentimos por otros seres humanos
y por algunos seres vivos. Es un amor marcado por la preocupación de conservar a las
personas que queremos, que no se vayan. Dios es nuestra idea de lo eterno, algo que no
se puede ir, por lo tanto, no se puede amar a un ser indestructible. En referencia a la
muerte, según Savater, todo lo que conocemos lo aprendemos observando la ausencia
de los demás. Nuestra propia muerte nos resulta impensable, aunque todos decimos
que nos vamos a morir, en el fondo no lo creemos. Pero la muerte de los demás es
creíble y real porque la podemos experimentar. El pensamiento de Savater se vincula
con Heidegger al plantear que reflexionar sobre la muerte nos ayuda a entender nuestra
condición y sentir amor por la vida.
Por otro lado, Savater plantea como problema la idea que se ha mantenido durante
siglos, de que la moral está subordinada a la religión. Sin embargo, la religión es algo
respetable solo para quien crea, mientras que la auténtica moral es algo que vale tanto
para los creyentes como para los no creyentes. Una diferencia básica entre religión y
moral es que cada una tiene un objetivo diferente: mientras que la moral persigue una
vida mejor, la religión busca algo mejor que la vida. Savater cuestiona las religiones, ya
que según él lo que plantean es un pago por portarte bien, es una especie de soborno.
Las religiones son un derecho de cada ciudadano, pero no pueden constituirse como un
deber para nadie. Lo planteado por Savater acerca de la religión se vincula con la teoría
judeo-cristiana del hombre. Según esta teoría antropológica, el hombre fue creado a
imagen y semejanza de dios. Está conformado por un cuerpo y un alma, y al morir esta
podrá alcanzar la vida eterna, pero solo si durante la vida terrenal cumplió con las
normas éticas impuestas por la religión, es decir, los mandamientos.