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Ensayo Partidos Políticos Venezuela Dcho Constitucional

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PARTIDOS POLITICOS

Introducción
Los Partidos Políticos
Origen y Formación de los Partidos Políticos Modernos
Bipartidismo y Multipartidismo
Partido Único y Partido Monopolístico
Clases de Partidos

 Partido de Formación Abierta, Formación Corporativa y


Deformación Cerrada.
 Partidos de Masas y Partidos de Cuadro
 Partidos Nacionales, Partidos Nacionalista y Partidos
Internacionalistas.
 Partidos Ortodoxos, Partidos Heterodoxos y Partidos Ateos.
 Partidos Democráticos y Partidos Totalitarios

Institucionalización Formal de los Partidos

 Objetivos de la Institucionalización de Partidos


Criticas a los Partidos. Apartidismo y Antipartidismo

 La Partidocracia
Los Movimientos Políticos y los Grupos de Presión
Conclusión
Bibliografía
Partidos Políticos

Son los más importantes medios de expresión de las inquietudes y


anhelos de las opiniones públicas de los particulares, y son los canales
naturales de comunicación entre los gobernantes y los gobernados. Estos
son vitales para que pueda existir un régimen democrático (el cual exige
que haya por lo menos dos partidos distintos) de aquí que la pluralidad de
partidos políticos sea una de las condiciones básicas para la democracia
liberal.
De los partidos políticos se pueden dar muchos conceptos, pero todos
hablan de 2 puntos esenciales; medios de expresión de la opinión pública
buscando el manejo del poder del estado, para que a través de el estado
obtener sus objetivos.
Para Edmund burke “un partido es un grupo de hombres unidos a fin
de promover, mediante sus esfuerzos conjunto, el interés nacional, sobre la
base de algún principio en el que todos ellos coincidan”. Para Lenin “ un
partido político en general y particular, no tendría derecho a la existencia,
no seria mas que un pobre cero a la izquierda, si renunciara al poder,
teniendo la posibilidad de conseguirlo” Para Burdeau “ un partido político,
es toda agrupación de individuos que pretendieron los mismos objetivos, se
esfuerzan por alcanzarlos, intentando a la vez, la adhesión de mayor
números de ciudadanos y conquistar el poder o por lo menos influir en él”
Para Giovanni Sartorii “ sus partidos políticos son conductos de expresión, ó
instrumentos para representar al pueblo al expresar sus exigencia. Los
partidos están hechos para comunicarle a las autoridades sus deseos” en el
Diccionario de Ciencias jurídicas, políticas y sociales los partidos políticos
son las agrupaciones de personas que con distinto ideario una de otras,
sostienen opiniones políticas que pretenden hacer prevalecer a efectos de
la orientación y de la gobernación del Estado”.
El jurista Hans Kelsen, ha explicado con profundidad, la necesidad
que existe de los partidos en las democracias. El Dice: es patente de
existencia política positiva por no poder ejercer ninguna influencia efectiva
en la formación de la voluntad del estado, por consiguiente, la democracia
solo e posible cuando los individuos, se reúnen en organizaciones definidas
por diversos fines políticos, de tal manera que entre el individuo y el estado
se interponga aquellas colectividades que agrupan en forma de partidos
políticos las voluntades de los individuos en forma coincidente. La
democracia necesaria e inevitablemente, requiere un estado de partidos.

Origen y Formación de los Partidos Políticos Modernos

Origen de los Primeros Partidos Políticos

Para entender el origen de los partidos modernos hay que aclarar


que a lo largo de la historia, las sociedades siempre han estado dividida en
distintos bandos, esos bandos o corrientes son los partidos políticos de hoy y
en día.
Según Duvergen, los partidos modernos datan apenas a mediados del
siglo XIX, ellos se fueron perfilando en el siglo XVII, en Inglaterra, durante
el proceso de formación del parlamentarismo, apareciendo en el seno de las
cámaras, de los partidos “Torie y whig”, con tendencias ideológicas uno
defensor de las prerrogativas de la corona, el otro defensor de los fueros
del parlamento.
Aparecieron tiempos después en la etapa inicial de la revolución
francesa, en el seno de la asamblea constituyente de 1789, los clubs
originalmente de carácter regional o provincial, transformaron en partidos.
(aunque no adoptaron ese nombre) destacándose de los girandinos (liberales
partidarios de la monarquía limitada) los jacobinos y los "cordeleros", eran
un grupo de diputados, que se reunían en antiguos conventos de esas
ordenes, tenían ideas comunes y propósitos idénticos, (asociación
ideológico)
En los Estados Unidos, los partidos surgieron a partir de la de
independencia. (Con la Republica) Estos partidos republicanos y federalistas
se crearon de la rivalidad planteados de la convención de Filadelfia, entre
Thomas Jefferson y Alexander Hamilton. (primeros abogados por los
derechos de los estados miembros de la federación)
El origen de los partidos modernos se sitúa en el seno de los
parlamentos y en las contiendas electorales, sabemos que los primeros
partidos, de Inglaterra, Estados Unidos, Francia y demás países, surgieron a
finales del siglo XVIII y en la mitad del XIX, más no eran partidos de masas,
sino de elites, y en casos de carácter liberal burgués. Durante un largo
tiempo los partidos fueron vistos con temor y desconfianza no solo por los
gobiernos autocráticos, sino también por vastos sectores de la opinión. Así
George Washington en su famoso mensaje de despedida decía:
“Os he advertido ya el peligro que entraña la división en partidos,
sobre todo si está basada en la discriminación geográfica. Y advertir las
desastrosas consecuencias que pueden resultar del espíritu partidario en
general.
Desgraciadamente este espíritu es innato en todas relaciones con las
más fuertes pasiones humana. Esto existe bajo diversas formas en todas los
gobiernos, reprimiendo, controlando ó ahogado, pero se observa
principalmente en los gobiernos populares, del cual con frecuencia se
convierte en su enemigo”. Y Simón Bolívar también dijo en su famosa
última proclamación, declaró: “si mi muerte contribuye a que cesen los
partidos y consolide la unión, yo bajare tranquilo al sepulcro”
Así también como en diversas partes de América y Europa se
levantaron grandes veces de la causa democrática, para advertir los peligros
del partidismo. Lo cierto es, como lo reconocía el procer norteamericano,
“el espíritu del partido está arraigado en las más fuertes pasiones humanas,
y encuentra su cause natural de expresión en el régimen democrático
liberal.
A finales del siglo XIX, Bluntschli afirmaba, que “ los partidos
políticos se muestran en todas partes donde la vida política se desarrolla
libremente. Desaparecen solo en los pueblos indiferentes de asuntos
públicos ú oprimidos por un poder violento. Es decir, que en su ausencia es
signo de incapacidad o de opresión a todo esto se puede decir que: Un
partido (parte) la palabra misma lo indica es siempre una fracción de un
todo, no representa entonces el sentimiento de una parte de la nación.
Puede combatir los otros partidos, no puede ignorarlos ni hacerlo
desaparecer, no puedo existir solo, existe de un partido opuesto lo que le
da el ser y la vida.

Formación de los Partidos Políticos de Venezuela

Antecedentes. Siglo XIX

En la historia de Venezuela tienen singular importancia los partidos


políticos, cuyo origen arranca desde el nacimiento institucional de la
República. Considerase el primer partido que existió en el país a la Sociedad
Patriótica, fundada por un grupo de revolucionarios a fines de 1810, o
comienzos de 1811. La actuación de algunos de sus miembros, como
Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Miguel Peña, Francisco Espejo, dio a
esta sociedad un cariz abiertamente político, al punto que su actuación fue
similar a la de un partido político y se convirtió en elemento de presión
para lograr que el Congreso Nacional se decidiera a proclamar la
Independencia. Esta asociación, que tuvo en su composición las mismas
características de los partidos modernos, llegó a contar hasta 600 miembros
solamente en Caracas, instalándose también filiales en Barcelona, Barinas,
Valencia y Puerto Cabello. Sus miembros se destacaron en los Congresos, en
las funciones públicas y en la guerra, a la que fueron a defender sus
principios. Tuvo su vocero periodístico, El Patriota de Venezuela, cuya
redacción estuvo a cargo principalmente de Vicente Salias y Antonio Muñoz
Tébar. Del ala radical que militaba en sus filas salió el llamado Club de los
Sin Camisa, presidido por el sacerdote José Joaquín Liendo y Larrea.

Facciones y Grupos Personalistas

En el tiempo de la revolución, ya en 1811, se dividió la opinión entre


godos y patriotas. En el Congreso del mismo año se distingue entre
centralistas y federalistas. La guerra será entre facciones armadas:
realistas y republicanos. Durante la Gran Colombia, a partir de 1821, por el
descontento que sobrevino por esta la capital en Bogotá y nombrarse
vicepresidente al general Francisco de Paula Santander, se formó el Partido
de Caracas. Después surgieron los grupos personalistas: paecistas,
santanderistas y bolivarianos. Posteriormente al movimiento de Valencia
conocido como La Cosiata (1826), saldrá el Partido Separatista, el que dará
al traste con la gran República fundada por Simón Bolívar. En la Revolución
de las Reformas (1835), fueron llamados reformistas sus partidarios y
constitucionalistas los que respaldaron al gobierno. Empero, todos los
surgidos desde el fin de la Sociedad Patriótica en 1812 hasta 1840 no tenían
la estructura de partidos políticos, sino que eran más bien facciones o
grupos personalistas. Una de las pocas instituciones que intentó revivir el
espíritu de la Sociedad Patriótica fue la Sociedad Republicana, de breve
existencia en 1830-1831, entre cuyos dirigentes figuraba Gerónimo Pompa.

Partido Conservador

A principios del segundo período presidencial del general José


Antonio Páez (1839), los campos políticos se definen. Ante el empuje de la
oposición, los conservadores empiezan a organizarse. Su jefe es el general
Páez; él es el caudillo, la personificación del gobierno, el prestigio que
sostiene el andamiaje político. Se habla de la necesidad de los partidos y
éstos empiezan a delinearse. El que defiende al gobierno es el Partido
Conservador. Sus dirigentes son los altos funcionarios, por lo que sus
organismos de dirección se confunden con los órganos del Estado. Se le ha
nombrado también «godo», «constitucional», «legalista», «civilista»,
«ministerial» y «oligárquico». Su núcleo económico es el sector mercantil y
un pequeño resto del mantuanismo aristocrático. Por eso el término
«conservador» es adecuado para distinguirlo en el campo de las luchas
políticas. Fue el partido gobernante hasta comienzos de 1848, aun cuando,
por las razones expuestas, no tuvo propiamente una estructura organizada
como partido.

Partido Liberal

A mediados de 1840 un grupo de hombres notables de Caracas,


principalmente civiles, por iniciativa del hacendado y escritor Tomás
Lander resuelven fundar una asociación con el ánimo de participar en los
debates públicos. Desde 1838 había iniciado gestiones en tal sentido el
propio Lander, quien con un grupo de conciudadanos publicó un programa
de acción en el periódico La Bandera Nacional. Pero la idea no se concreta
sino en 1840; originalmente se piensa en un partido de carácter local y se
le nombra Sociedad Liberal de Caracas. Después se denominará Partido
Liberal y extenderá su acción a toda la República. Con el fin de poner en
marcha su programa se acordó fundar el periódico El Venezolano y se
designó para redactarlo a Antonio Leocadio Guzmán. En el primer editorial,
en agosto de 1840, Guzmán adopta el lema «hombres nuevos, principio
alternativo», que viene a ser la consigna agitativa, el grito de combate del
nuevo partido.
Será, ciertamente, el gran táctico del partido y sus campañas
periodísticas lo acercarán, cada vez más, a la masa popular. En pocos
años, el liberalismo se hace un robusto movimiento que funciona en las
principales ciudades del país. Hacia mediados de la década de 1840, cuando
sus miembros intervienen en los comicios electorales, se autodenominará
Gran Partido Liberal y tendrá como candidato presidencial, lanzado en
Caracas, al propio Guzmán, aun cuando un sector del partido, acaudillado
por Blas Bruzual, promoverá desde Barcelona la candidatura del general
José Gregorio Monagas. En 1845, de las reuniones liberales celebradas en
Caracas surgirá un programa elaborado por el candidato conjuntamente
con los letrados José Manuel García y Manuel María Echeandía. Fue una
asociación de encontrados intereses porque en su composición policlasista
predominaron los sectores pudientes, pero su acción hizo que los sectores
populares adquirieran una conciencia de lucha, lo que vendrá, con el
tiempo a culminar como realización práctica, en la Guerra Federal. Desde
la década de 1840 los liberales usan como color distintivo el amarillo, que
campea en sus banderas y luego será adoptado por los federalistas, en
tanto los conservadores y los centralistas se distinguen por el color rojo de
sus enseñas.

Tadeístas y Gregorianos

El primero de los Monagas que llega al poder es José Tadeo (1847-


1851), a quien sucede su hermano José Gregorio (1851-1855). Al principio se
cree que el primero habría de tener una influencia decisiva en la dirección
del gobierno del segundo; pero, en la práctica, no fue así. José Gregorio
Monagas formó su propio grupo y los partidarios de ambos se enfrentaron
como adversarios. Por lo tanto, a partir de 1851, se manifiestan 2
tendencias, la de los gregorianos, que detentan el poder, y la de los
tadeístas, quienes sintiéndose perseguidos, se aprestan a la lucha; ésta, sin
embargo, no llega a la contienda armada, sino que se manifiesta sólo en el
plano político; al mismo tiempo, tadeístas y gregorianos permanecen
unidos, por encima de sus divergencias, a la hora de enfrentar los intentos
de Páez y los conservadores para desalojarlos del poder.

Partido Federal

Después del derrocamiento de José Tadeo Monagas en su segundo


período (1858), se constituye en Caracas la Sociedad Democrática de Santa
Rosalía. Aunque muchos antiguos liberales aparecen en sus filas el término
liberal parece extinguido. Ahora se llaman federales. Pero el Partido
Federal propiamente dicho será fundado en la isla de Saint Thomas por un
grupo de venezolanos expatriados. Éstos, el 15 de octubre de 1858, crean
una Junta Patriótica de Venezuela que preside Félix María Alfonzo,
figurando como secretario Carlos Sanabria y 3 vocales. Son ellos quienes
redactan el primer programa de la Federación. El 20 de febrero de 1859, el
comandante Tirso Salaverría asalta el cuartel de Coro y proclama la
Federación. El 22 llega el general Ezequiel Zamora de Curazao para asumir
la jefatura de operaciones y comienza así la Guerra Federal. Ésta terminará
con el Tratado de Coche (24.4.1863) y con el ascenso al poder del general
Juan Crisóstomo Falcón. Durante la guerra se producen enfrentamientos en
el campo centralista entre los conservadores civilistas que apoyan a los
presidentes Manuel Felipe de Tovar y Pedro Gual, y los dictatoriales que
promueven (y al fin logran) que Páez asuma la dictadura, encabezados por
Pedro José Rojas; entre los conservadores civilistas existe un grupo muy
militante, al que sus adversarios llaman «los epilépticos», uno de cuyos
miembros es Juan Vicente González.

Los Lincheros de Santa Rosalía

Durante el gobierno de los «azules» (1868-1870) los partidarios de


José Ruperto Monagas fundaron en Caracas una agrupación denominada
Sociedad Política y Religiosa de Santa Rosalía, la que pronto fue conocida
como Los Lincheros. Aunque aparentemente con finalidades electorales,
estos «lincheros» se organizaron para la acción directa y violenta, por lo
que pronto se hicieron temidos en la ciudad.

Partidos de Guzmán Blanco

A los pocos meses de haber sido derrocado el gobierno de la


federación que presidía el mariscal Falcón (26.6.1868), regresó a Venezuela
Antonio Guzmán Blanco. Inmediatamente se dio a la tarea de estructurar
un movimiento político que culminó en la Unión Liberal. Circunstancias
adversas hicieron que Guzmán saliera nuevamente al exilio (agosto 1869).
En poco tiempo organiza una expedición e invade por Curamichate, en el
estado Falcón, desde donde inicia una campaña que lo trae triunfante hasta
Caracas, que toma por asalto (abril 1870). Tan pronto como llega al poder,
transforma la Unión Liberal en Partido Liberal de Venezuela, el que más
tarde se denominará Gran Partido Liberal Amarillo. Este partido actuó en
las 3 etapas del gobierno de Guzmán Blanco: El Septenio (1870-1877), el
Quinquenio (1879-1884) y el Bienio de la Aclamación (1886-1888).

Continuistas y legalistas

En 1892 Raimundo Andueza Palacio pretendió seguir en el poder


prolongando su gobierno por un régimen de facto, lo que trajo la revolución
de Joaquín Crespo. Se planteó entonces la cuestión entre facciones
armadas: los continuistas, seguidores de Andueza, y los legalistas,
partidarios de Crespo. Después del triunfo de la revolución (octubre 1892),
Crespo fundó el Partido de la Reconstitución Liberal. Cuatro años después,
en 1896, Alberto González Briceño pretendió fundar un Partido Popular
Obrero, el que habría podido constituir un importante ensayo laborista en
Venezuela.

Partido Liberal Nacionalista

En 1897 Alejandro Urbaneja fundó el Partido Liberal Nacionalista, el


que postuló como candidato a la Presidencia de la República al general José
Manuel Hernández, el Mocho. Este partido inició en Venezuela unas
campañas electorales modernas y puso en práctica los mítines públicos y
las giras por la provincia. Fue un movimiento de gran relevancia en los
comicios de 1897 y su candidato constituyó un extraño fenómeno de
atracción colectiva.

Partidos Regionales

En las luchas de provincia, los bandos políticos liberales o


conservadores tenían los nombres más originales. Por ejemplo, en las
elecciones de 1834 peleábanse en Maracaibo el gobierno local los
«Tembleques» (liberales) y los «Campesinos» (conservadores). Desde 1840
se enfrentaron en Ciudad Bolívar los «Filántropos» (liberales) y los
«Antropófagos» (conservadores). En 1848, se oponen en el Táchira los
«Güífaros» (monagueros-liberales) y los «Calungos» (paecistas-
conservadores); lo mismo sucedía en Barcelona con los «Chorreados»
(liberales guzmancistas) y los «Chupapiedras» (liberales antiguzmancistas).
En Barquisimeto el pleito fue entre los «Chuíos» (guzmancistas) y los
«Chuaos» (antiguzmancistas). En Coro eran irreconciliables los
«Independientes» (antiguzmancistas) y los «Incondicionales»
(guzmancistas); igual actitud tenían en el Guárico los «Turupiales»
(liberales) y los «Arrendajos» (conservadores). En Barinas los liberales eran
llamados «Capuceros» y en los Andes «Lagartijos»; en Trujillo existían
además los «Langostas» (antiguzmancistas). También en los Andes los
conservadores eran calificados de «Ponchos» y finalmente, a principios del
siglo XX, en San Felipe (Edo. Yaracuy) disputábanse el dominio político los
«Morrocoyes» y los «Bicicletas», ambos de tendencia liberal. M.V.M.
Siglo XX

1900-1936; Muerte, Letargo e Incubación

Al iniciarse cronológicamente el siglo XX, Venezuela está gobernada


por Cipriano Castro; a partir de 1908 y hasta 1935 lo será por Juan Vicente
Gómez. Castro intenta personificar la causa liberal, pero de una manera
personalista, sin cuajar ninguna estructura partidista o cosa que se le
parezca, en el sentido moderno de esos términos, es decir, organizaciones
con continuidad de ideas globales sobre la sociedad y de líneas
programáticas que tiendan a una cierta autonomía institucional, alejándose
del personalismo de los partidos decimonónicos y que propendan, a través
de ese aparato institucional, al encuadramiento organizado de las masas y
de los sectores sociales. Con Juan Vicente Gómez, que también se reclama
de la «Causa» y llámese «Rehabilitador», la vida partidista venezolana se
simplifica. De hecho, no hay actividad de partidos políticos en suelo
nacional; pero el período gomecista es, a la vez que de letargo, un período
de incubación. El régimen suscita en los estudiantes un romanticismo
libertario que, a falta de partidos, se cobija en la Federación de Estudiantes
de Venezuela (FEV), cuya oposición al gobierno de Gómez estallará en los
sucesos del año 1928, que culminaran en la prisión o el exilio de los
dirigentes estudiantiles. La FEV vivirá una segunda y corta etapa de vida en
1936.
Por otra parte, estudiantes e intelectuales, profesionales y algunos
obreros conocen las ideas políticas que circulan en el mundo. Sea en el
exilio, sea en la prisión, sea en tertulias de parques y librerías, los jóvenes
leen y comentan en forma autodidacta textos de Carlos Marx, Vladimir Ilich
Lenin, León Trotsky, Henri Barbusse, Oswald Spengler, José Ortega y
Gasset, Federico Nietzsche y otros autores europeos. Posteriormente,
elementos de la doctrina social de la Iglesia y noticias e ideas del fascismo
italiano y del «New Deal» entran también en el campo de conocimiento y
discusión de una juventud, universitaria o no, animada de ese romanticismo
libertario que sirve de marco emocional a las variadas mescolanzas
ideológicas que podían resultar de lecturas tan dispares y tan desigualmente
organizadas. Es así como se forman varios partidos en el exilio, 2 de los
cuales son embriones de partidos que han llegado hasta hoy: el Partido
Revolucionario Venezolano (PRV) y la Agrupación Revolucionaria de
Izquierda (ARDI); el primero es el germen del futuro Partido Comunista,
mientras que el segundo, formado esencialmente por estudiantes exiliados
a raíz de los sucesos de 1928, es el embrión de los futuros partidos
reformistas-populistas de Venezuela. El ideario de ambos partidos se inspira
en el marxismo, siendo desde luego más ortodoxo en sus planteamientos el
PRV. A la muerte de Gómez, todo ese fermento contenido se dispara y se
organiza.

1936-1948; Hervidero, Formación, Proliferación, Consolidación

En efecto, después de la muerte de Gómez aparece una primera gran


camada de partidos de la Venezuela moderna. Una parte de ella, la menos
significativa y duradera, la componen intentos de revivir los viejos partidos
históricos del siglo XIX. Ejemplos de ello son el Partido Liberal Amarillo
Histórico, el Partido Liberal del Táchira, el Partido Nacionalista y el Gran
Partido Liberal.
Otra parte la componen partidos representativos de sectores
vinculados al gomecismo o al lopecismo y que se crearon para combatir las
ideas marxistas; como la Liga de Defensa Nacional y la Agrupación Cívica
Bolivariana. Una tercera parte la componen los partidos que expresan ese
fermento al cual se ha hecho referencia. Es esta parte la más dinámica y
la de mayores consecuencias para el futuro. Constituye también los
embriones de los principales partidos modernos venezolanos. Sin embargo,
en esta primera etapa los partidos de este último grupo son de corta vida y
se disuelven y fusionan de manera vertiginosa. Entre ellos están: el Partido
Revolucionario Progresista (PRP), de ideología marxista; el Movimiento de
Organización Venezolana (ORVE) que reunió destacadas y algo heterogéneas
figuras del pensamiento venezolano de entonces, que planteó ideas de
modernización del Estado, de la economía y la sociedad y que, después de
algunas decantaciones, quedó como un partido que sería otro antecesor, al
igual que ARDI, de Acción Democrática; el Bloque Nacional Democrático,
zuliano, de ideas progresistas y modernizadoras muy similares a las de
ORVE; la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), que es una disidencia de la
FEV, ocurrida en 1937 y liderada por Rafael Caldera, Lorenzo Fernández y
Pedro José Lara Peña, motivada según sus autores por el predominio en la
FEV de un pensamiento genéricamente marxista.
La UNE nacerá con un ideario socialcristiano, siendo en los años de
su nacimiento llamativo sus simpatías por el falangismo español y el bando
del general Francisco Franco en la guerra civil española. La UNE, después de
pasar por las etapas de Acción Electoral en 1938, Movimiento de Acción
Nacionalista y Acción Nacional, es el embrión del partido social cristiano
COPEI. Las divisiones y subdivisiones de estos partidos servirán de base a la
historia de los partidos políticos venezolanos desde entonces hasta hoy, en
una dialéctica a la que podrán incorporarse sectores y partidos
provenientes del gomecismo como ya ocurre en cierta medida con la
formación de la UNE. Al lado de los partidos mencionados hay, y seguirán
habiendo durante los años de López Contreras (1936-1941), pequeñas,
numerosas y transitorias agrupaciones políticas de la más diversa índole y
alcance, que desaparecerán sin dejar huella, sea para disolverse en otra
agrupación política más significativa, sea para alimentar otro intento
transitorio. Vale la pena recordar a la Unión Nacional Republicana (1936),
intento significativo de formar un partido que representase los intereses
empresariales más avanzados. Parece haber sido el intento más serio y
duradero de participación política organizada por parte de los dirigentes de
la actividad económica. Intentos de fusión de ORVE, del PRP, del BND y
otros partidos de izquierda culminan en la constitución del Partido
Democrático Nacional (PDN) que empieza funcionando clandestinamente.
Rómulo Betancourt y Jóvito Villalba están en él. En la clandestinidad, este
partido sufrió un proceso de deslinde entre quienes propiciaban un partido
marxista ortodoxo, clasista e internacionalista y quienes defendían,
liderados por Rómulo Betancourt, la idea de un partido reformista,
policlasista y nacionalista; estos últimos dominaron y los comunistas se
fueron del partido. El PDN no pudo ser legalizado ni tampoco el Partido
Democrático Venezolano (PDV), «disfraz» del PDN, por ser considerado por
el gobierno de López Contreras portavoz de ideas comunistas, proscritas por
el inciso 6º del artículo 32 de la Constitución Nacional de 1936. En 1941, ya
derogado el inciso 6º, nace Acción Democrática, partido compuesto por los
hombres del PDN.
Los demás partidos continúan en su proceso de decantación y
consolidación. En particular, el Partido Comunista de Venezuela (PCV),
alcanza su legalización en 1945. Durante los gobiernos de Eleazar López
Contreras e Isaías Medina Angarita, se constituyen sendas agrupaciones
oficialistas: la de López Contreras es la Agrupación Cívica Bolivariana,
estructurada con los cuadros de la Administración Pública, inspirada en el
pensamiento bolivariano genéricamente entendido y expresada
pragmáticamente en el Programa de Febrero de López Contreras; el
partido medinista es el Partido Democrático Venezolano (PDV), compuesto
por intelectuales, profesionales y empleados públicos. El golpe de Estado
del 18 de octubre de 1945 y el proceso de vivificación política que significa,
tiene, desde el punto de vista de la historia de los partidos políticos, las
siguientes consecuencias: aparecen en 1946 el Comité de Organización
Política Electoral Independiente (COPEI) y Unión Republicana Democrática
(URD) de inspiración socialcristiana el uno, aunque electoralmente
alimentado al principio por una clientela conservadora, católica y andina, y
de inspiración «nacionalista, democrática, revolucionaria y popular» el
otro. Nacen en un ambiente político dominado por Acción Democrática, lo
que se demuestra con los resultados electorales de 1947. En los años que
van de 1945 a 1948, la lucha política en general y la partidista en particular
se intensifican progresivamente. El predominio de Acción Democrática
provoca en este partido (así parecen reconocerlo hoy retrospectivamente
casi todos los actores involucrados en aquel entonces) conductas sectarias,
imprudentes y prepotentes.
Esto tiene importancia por los efectos eventuales que pudiera tener
en la política venezolana la pugnaz relación que entonces se entabló entre
los que con el tiempo llegarían a ser los 2 más importantes partidos
venezolanos, AD y COPEI.

Breve Recapitulación Intermedia

Recapitulando lo referido a la etapa de formación inicial de los


partidos políticos venezolanos que tendrían más importancia a partir de
1945 y sobre todo a partir de 1958 y que son Acción Democrática, COPEI,
URD y el PCV, después de la muerte de Gómez se abren varias «líneas
genealógicas»:
Una primera línea parte de la FEV y de ARDI, nacida cuando Gómez,
sigue simultáneamente con ORVE, el BND y otros grupos menores, luego
con el PDN clandestino y culmina en AD; otra línea parte de un sector de la
FEV, continúa con UNE, Acción Electoral, Movimiento de Acción Nacional,
Acción Nacional, y termina en COPEI; otra línea parte de otros miembros de
la FEV, continúa en parte del PDN, se vincula al medinismo y culmina en
URD. Estos «linajes» no son nítidos. Se entrecruzan con frecuencia al calor
de una dinámica muy acelerada, facilitada por lo frágil que son esos
partidos organizativamente, por sus difíciles condiciones de actuación, que
dificultan su consolidación y estructuración, por lo afines que son muchas
veces los programas y las ideas de base y por las relaciones personales de
antigua data que con frecuencia tienen los dirigentes de todas esas
agrupaciones. Más enrevesada aún es la línea genealógica de lo que será el
PCV. Lo es por lo clandestino de su actuación, por las tácticas que adopta
de dispersión y penetración de otras organizaciones como ORVE o el PDN y
por las frecuentes divisiones que hubo entre los grupos comunistas. Este
sería, sin embargo, su linaje: PRV, PCV, PRP, PCV (zuliano), parte del PDN,
Unión Popular Venezolana (UPV) y de nuevo, a partir de 1945, PCV.
Organizativamente, la mayoría de los numerosos partidos que aparecen y
desaparecen fugazmente en el período considerado son partidos de notables
sin estructura organizativa.
Los partidos que están en la línea que culmina en AD o en el PCV
han ido tejiendo una red organizativa con doble estructuración: una calcada
sobre la división político administrativa y otra sobre los grupos y sectores
sociales (sindicatos, gremios, etc.) Los partidos se abocan a crear, penetrar
y controlar estas organizaciones, para convertirlas en instrumentos del
poder y de la voluntad del partido. También URD y COPEI adoptarán esta
vía organizativa; pero será después de 1945 o de 1958 cuando esas
organizaciones adquirirán toda su solidez, capacidad de penetración y
variantes diferenciadoras. Desde el punto de vista ideológico, la línea que
culmina en COPEI se inspira doctrinariamente en el pensamiento social de la
Iglesia, pero mucho de su contenido social concreto, mucha de su clientela
política real viene, al comienzo, de sectores sociales conservadores, que
poco saben de socialcristianismo. Sin embargo, esa inspiración doctrinaria
servirá de base para una acelerada evolución posterior de dicho partido en
un sentido popular. El resto de los partidos sobre los que más se ha
insistido, como ARDI, PRV, ORVE, PDN, parten de un clima ideológico
dominado por una recepción, más o menos ortodoxa, del marxismo y por el
problema de cómo podría ser aplicada esa teoría a una situación como la
venezolana. El pensamiento aprista peruano tuvo influencia en la respuesta
que se le dio a ese problema, también el tema del nacionalismo y del
antilatifundismo configuraron el perfil ideológico de estos partidos,
cualquiera de los cuales hubiese podido reconocerse en esta definición:
«…partidos revolucionarios, democráticos, nacionalistas, antiimperialistas y
antifeudales…» Sería la mayor o menor ortodoxia marxista, o la mayor o
menor velocidad con que se diluía la influencia de este pensamiento, la que
introduciría las diferencias ideológicas entre esos partidos de la llamada
«izquierda».

Un Paréntesis; 1948-1958.

El 24 de noviembre de 1948 el gobierno del presidente Rómulo


Gallegos y de Acción Democrática es derrocado por un golpe militar; el
partido pasa a la clandestinidad y poco más tarde, lo hará el PCV; luego
URD y COPEI verán también prohibida su actividad política. Empieza un
duro período de clandestinidad, especialmente para AD y el PCV, que los
lleva a la cooperación y a la radicalización de sectores de la juventud adeca
que, en 1961, se irán de AD y formarán el Movimiento de Izquierda
Revolucionario (MIR). Si bien, desde 1952, la actividad partidista
desaparece, la fortaleza de los partidos se mantiene; así lo demuestra el
vigor con que reaparecen o la rapidez con la que se recuperan a la caída del
gobierno de Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1958. Es así como, ese
mismo año, entran de nuevo a copar la escena política los 4 grandes
partidos: AD, URD, COPEI, PCV.

A Partir de 1958

El proceso que desde entonces va a vivir es mucho menos


accidentado que el que experimentaron sus antecesores. Los datos y
canales ideológicos, organizativos, personales están mucho más
consolidados y delimitados. Los partidos empiezan a transitar a «velocidad
de crucero» unos hacia la expansión y otros hacia la decadencia. Además
de los 4 grandes partidos mencionados, entre 1945 y 1952 y entre 1958 y
1986, se han fundado numeroso partidos, micropartidos y agrupaciones
políticas, 200 aproximadamente. Pero su significación es obviamente muy
pequeña. Solo los 4 partidos mencionados y algunas de las divisiones a las
que han dado lugar han tenido verdadera importancia. Dos de los partidos
«madres», URD y el PCV, han visto muy disminuida su importancia y en el
caso de URD, sin que de él haya salido ningún nuevo grupo importante.
Desde 1958 hasta el presente han ocurrido procesos diferentes en los que
eran para esa fecha los 4 principales partidos. AD, COPEI y URD entraron en
un proceso de convivencia y de limazón de las asperezas y rencores creados
durante el trienio 1945-1948. Ello les permitió llegar a los acuerdos
necesarios para apuntalar el incipiente y vacilante nuevo régimen político,
como fue el caso con el Pacto de Punto Fijo de 1958 entre AD, COPEI y URD.
Los 2 primeros han experimentado una gran consolidación organizativa,
penetrando sus organizaciones hasta los últimos resquicios regionales y
sectoriales del país; también un proceso de modernización ideológica.
Acción Democrática se ha ido vinculando cada vez más con el
pensamiento socialdemócrata mundial, llegando a ser miembro importante
de la Internacional Socialista. COPEI se ha ido deslastrando del
conservadurismo que signó sus inicios, convirtiéndose en un partido de
raigambre popular; También ha reforzado sus conexiones con la democracia
cristiana mundial, de cuya Internacional es miembro prominente. Para
1973, AD y COPEI se han convertido en los 2 principales partidos
venezolanos y entre ambos han obtenido, desde entonces, más del 80% los
votos en las diferentes elecciones; su preeminencia ha hecho que el sistema
político venezolano sea, de hecho, un sistema bipartidista. De ambos
partidos ha salido la mayor parte del personal político y burocrático que ha
gobernado a Venezuela desde 1959. Han estado sometidos a liderazgos
personales, AD con Rómulo Betancourt y más discutible y transitoriamente,
con Carlos Andrés Pérez; COPEI con Rafael Caldera. AD ha estado sometido
además a un proceso de divisiones del que salieron 3 partidos: el
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), el Partido Revolucionario de
Integración Nacional (PRIN) y el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP).
COPEI no ha sufrido divisiones de importancia. URD también vivió una
expansión organizativa, un liderazgo personal, el de Jóvito Villalba, y un
auge popular que duró hasta 1968; en las elecciones de esa fecha decayó
irrecuperablemente, para convertirse en un pequeño partido prestigiado por
su líder Jóvito Villalba y de posiciones muy cambiantes en el juego político.
Sufrió en 1966 un desprendimiento importante, liderado por Alirio
Ugarte Pelayo que no sobrevivió a la inmediata muerte de ese dirigente, y
luego otro mucho menor dirigido por Leonardo Montiel Ortega, con el
nombre de Renovación Nacional (MORENA). El PCV pasó por las etapas de un
relativo auge en 1959 y 1960, de la derrota militar de la subversión armada
(1966 aproximadamente), y por la etapa del proceso de reacomodo y vuelta
a la vida democrática hasta 1971, fecha en la que sufrió la división que dio
origen al Movimiento al Socialismo (MAS). Los partidos más importantes de
los que han nacido de las divisiones de los partidos «madre» son el MIR, el
MEP y el MAS. El MIR se ha mantenido como un pequeño y tenaz partido
marxista, luego de sufrir la derrota militar de los años 1960. El MEP ha
experimentado un proceso de decadencia agudo: desde 1968 cuando nació
grande hasta 1973 cuando descendió dramática y al parecer
irrecuperablemente. Ello ha significado un deterioro organizativo
importante. Ideológicamente, el MEP se ha convertido en un partido
socialista radical. El MAS, que ha significado una renovación importante en
el pensamiento político venezolano, aportándole una nueva versión de la
idea socialista, se ha estancado organizativa y electoralmente, sin que, por
ahora, pueda saberse si se trata de un estancamiento definitivo. Del MIR y
el PCV se han desprendido numerosos grupos que han alimentado los restos
de subversión que han quedado en las décadas de 1970 y el 1980.
Más allá de estas evoluciones, importa destacar el papel, positivo y
negativo a la vez, de los partidos políticos en Venezuela desde 1958. En el
período que va de 1936 a 1945, que cubre la etapa de formación de los
partidos, sus avatares dejan comparativamente intacta la marcha de la vida
del Estado. Son años decisivos para la historia partidista, pero no porque en
aquellos años los partidos fueran importantes, sino porque en ellos se
forman los que serán luego, partidos importantes. En efecto,
posteriormente, en 1945 primero y a partir de 1958 después, los partidos
han provisto al Estado de la mayoría de su personal político, han penetrado
casi todas las organizaciones sociales, cuando no las han creado; sus
intereses han sido los principales motores y frenos de las actuaciones del
Estado venezolano. Son ellos los que canalizan el mayor número de
demandas sociales, los que controlan las opciones sobre las que habrá de
escoger el ciudadano elector. Son parte del esqueleto fundamental del
sistema político venezolano, más aún, las fuentes principales de la gente y
de las ideas concretas que dan vida a la estructura del Estado. Por todo ello
se dice que la democracia venezolana es una democracia de partidos.
D.B.U.

Bipartidismo y Multipartidismo

Dentro del régimen de la Democracia liberal, según la pluralidad de


los partidos, pueden darse dos modalidades, uno el Bipartidismo, que
significa que solo los grandes partidos se presenten como alternativo real
del poder, y el Multipartidismo, que es la coherencia de más de dos
partidos con posibilidades reales de convertirse en alternativa de poder. En
cualquiera de los dos casos, no deben de referírsele como sistema, sino
como fenómeno de carácter sociológico e histórico.
El Bipartidismo, se da en aquellos países, en los cuales por una
arraigada tradición política los pueblos se han acostumbrado a elegir entre
dos grandes partidos políticos, sin que terceros partidos hayan logrado
producir una importante o grande opinión pública, hasta el punto de
obtener grandes e importantes resultados electorales: como ejemplos
clásicos del Bipartidismo, está el caso de Colombia, el caso de Inglaterra,
en donde hace muchísimo tiempo, el electorado se había dividido entre dos
partidos el conservador (tory) y el liberal (Whig). También en el caso de
Estados Unidos, lo ha hecho siempre entre los partidos republicanos y
partidos democráticos, quienes reconocen y defienden los principios de este
régimen, pero el cual siempre han tenido diferencias ideológicas, más o
menos acentuada según las épocas y circunstancias.
El Bipartidismo, como es visto, no excluye la existencia de terceros
partidos, aparentemente implica una restricción al pluralismo político. Pero
a la realidad ésta, tiene ventajas apreciables, porque puede presentar la
opinión pública una más clara alternativa de poder entre partidos de
gobiernos y partidos de oposición, de esta forma conseguir la mayor
estabilidad política e institucional ya que el partido que tenga mayoría
puede gobernar de manera más holgada, con sus propios programas. Esto se
puede constatar tanto en Inglaterra, Estados Unidos, y Colombia, que por el
hecho de ser muy seguramente, el país de mayor estabilidad institucional
no es ajeno al fenómeno Bipartidista. No obstante la aguda crisis que ha
travesado Colombia y estos últimos tiempos, se debe a los dos partidos
tradicionales que se presentan, y el pueblo ha buscado opciones nuevas de
alternativas reales de poder.
El Multipartidismo, (la existencia de más de dos partidos con
opciones electorales análogas) ha sido un fenómeno que frecuentado las
democracias modernas en casi todo el mundo. Teóricamente es más
Democrático, por que, ofrece mayores opciones al electorado. Por lo
general lleva formaciones de coaliciones transitoria, movidos por fines
electorales y políticos de ocasión, a lo cual se puede decir de una
inestabilidad política, y no le presentan alternativas claras de poder al
pueblo.
La inestabilidad política ha sido una constante en países
tradicionalmente multipartidistas, como en Italia, que en las últimas
cuatros década, se a podido producir más de cincuenta crisis
gubernamentales, también en Francia la IV república (1946 – 1958) donde
frecuentemente se hacían cambios de gobiernos, también se vio en:
Argentina, Brasil, Bolivia, y la mayoría de países latinoamericanos, en
donde a la larga la ausencia de partidos democráticos ha contribuido a la
sucesión de golpes de estado y dictaduras. Al contrario de Países como:
Costa Rica – Venezuela, que han consolidado el bipartidismo, han
encontrado una mayor estabilidad política e institucional.
En los últimos tiempos se ha producido en países de tradición
multipartidista una marcada tendencia hacia el bipartidismo, por el
surgimiento de dos partidos dispersos en dos grandes partidos ello se ha
visto en países como: la República federal de Alemania (social Democracia y
Democracia cristiano), Argentina (UCR o racialísmo y justicialismo o
peronismo), España (PSOE y alianza popular de centro derecha), Perú
(acción popular y APRA), Israel (laborista y likud) o Uruguay (blanco y
colorado), y de la comunidad británica como: Australia (liberal y laborista)
y Canadá (conservador progresista y liberal). En otros casos el bipartidismo
se presenta con la forma de alianzas de partidos o de movimientos que se
presentan unidos a las elecciones y forman gobiernos de coalición. Ejemplo:
Francia, durante el régimen d V República, en cada elección se formaron
dos bloques, uno con predominancia del antiguo gaullismo, y otro con
predominancia del partido social, lo mismo sucedió en Italia. También
coaliciones polarizadas en los últimos años en países: Brasil, Ecuador,
Suecia, Australia, Bélgica, Grecia, Portugal, y últimamente en Chile.

Partido Único y Partido Monopolístico

Los casos de partido único se encuentran también en los regímenes


totalitarios de extrema derecha, como el Mussolini en Italia, con el partido
fascista, y el de Hitler en Alemania, con el partido nacional-socialista. La
segunda situación, la del partido único que respalda al gobierno, se da en
regímenes totalitarios, en los cuales, aunque ese partido no está
expresamente consagrado como tal en la Constitución, de hecho sirve base
política. Ejemplos típicos de esta situación los encontramos con el Partido
Colorado de Paraguay, que sostuvo la dictadura de Stroessner, o el Partido
Liberal de Nicaragua que sostuvo la dictadura legalmente en la dictadura de
Franco. Se trata, en todo caso, de "partidos" o "movimientos" que son
auspiciados por el régimen de turno, para que le sirvan de soporte político,
refundidos muchas veces con l soporte militar.
Por partido monopolístico se entiende todas las posiciones
importantes del Estado-Gobierno, Parlamento, órganos judiciales, sobre la
base de un "real o supuesto" respaldo masivo de electorado. Aunque puedan
no ser partidos únicos y toleren la existencia de segundos partidos
minoritarios, no comparten con estos el poder ni es mínima parte.
La existencia de partidos monopolísticos supone una desfiguración de
la democracia, sobre todo teniendo en cuenta que en está régimen, por lo
general el electorado es manipulado a través de diversos sistemas como lo
son el control de los medios de información y comunicación y del aparato
estatal. Ejemplos típicos de partidos monopolísticos son el Partido
Revolucionario Institucional(PRI) en México, el Partido del Congreso en la
India, el Partido Nacional Democrático en Egipto y los Partidos que, con
diferentes denominaciones, sustentan regímenes socialistas o personalista
en varios países del llamado Tercer Mundo.

Clases de Partidos

Pueden darse diversas clasificaciones de partidos, según su


organización, su estructura interna, su enunciación doctrinaria, su
cobertura geográfica, su postura religiosa o, lo que es más importante, su
ideología. De acuerdo con lo anterior los Partidos pueden clasificarse así:
Partidos de Formación Abierta, de Formación Corporativa y de
Formación Cerrada

Son de formación abierta, aquellos partidos cuyos miembros adhieren


en su simple calidad de ciudadanos, sin que tengan que pertenecer a
determinada organización intermedia, y sin que tengan que pertenecer a
determinada organización intermedia, y sin que se les exija formación
ideológica previa ni otros requisitos especiales para su inscripción como
miembros.
La mayoría e los partidos democráticos existentes en las democracias
clásicas "al menos en las de América Latina" son de esta clase. Los de
formación corporativa exigen que su adherentes pertenezcan
preventivamente a determinadas agrupaciones sociales, como sindicatos,
asociaciones o iglesias.
Los de formación cerrada son aquellos que requieren de sus
militantes una preparación previa de formación ideológica y lleno de
requisitos como ciertas normas de conducta, carnetización, contribución
económica entre otros.

Partidos Declarativos y Partidos Orgánicos

En los primeros existe una declaración de principios, por lo general


muy vaga, a la cual militantes pueden adherir de manera expresa o tácita.
Así se socializaron en Colombia por ejemplo, los partidos tradicionales
"Liberal y Conservador" a mediados del siglo pasado; el liberal, mediante la
publicación en La Civilización del programa elaborado por Mariano Ospina
Rodríguez y José Eusebio Caro, también con la enunciación de principios
generales, algunos coincidentes con los del liberalismo, como antes se
señalo.
Los Partidos orgánicos son los que proclaman un programa completo,
tanto de aspiraciones doctrinarias o ideológicas, como de obligaciones para
sus militares: en ellos existe un esquema estatutario en el que se define con
claridad su organización interna y sus objetivos.

Partidos de Masas y Partidos de Cuadros

Esta clasificación ha sido adoptada por Duverger en su obra "Los


Partidos Políticos". La estructura de los partidos de masas fue concebida por
los socialista y adoptada luego por los comunistas, los fascistas, en cierta
medida, por los demócratas-cristianos y algunos otros partidos
democráticos contemporáneos. Su objetivo es el de llegar al mayor numero
posible de adherente, atreves de una intensa y permanente campaña de
divulgación ideológica, imponiendo además una estricta disciplina
intelectual y una lealtad a toda prueba a los principios doctrinarios y a las
jerarquías oficiales. Los partidos de cuadro le dan mayor importancia a la
elite dirigente; se interesa más por la calidad de sus miembros que por la
cantidad. Tienden a reunir estamentos notables, agrupados en comités
directivos o directorios, de los cuales salgan las orientaciones dirigidas
potencial electoral.

Partidos Nacionales, Partidos Nacionalistas y Partidos Internacionales

Los primeros son aquellos cuyos programas y objetivos se circunscribe


al marco de un Estado, de una comunidad nacional. Los nacionalistas son
aquellos partido cuyo objetivo primordial es la defensa de un régimen
autónomo nacional frente a la amenaza, eventual o efectiva de alguna
potencia imperialista. Los partidos internacionalista son aquellos que no
circunscribe su acción política al marco de un Estado, sino que busca
implantar su ideología en todo el mundo. El partido comunista es, por
definición, internacionalista.

Partidos Ortodoxos, Partidos Heterodoxos y Partidos Ateos

Los primeros son aquellos cuyo programa esta oficial y abiertamente


comprometido con un determinado credo religioso. El partido conservador
colombiano a pertenecido a esta categoría. Lo segundo son aquellos que se
limitan a proclamar la libertad cultos, si exigir de sus adherentes ninguna
profesión de fe especifica; pero CAME también dentro de esta categoría, los
partidos oficialmente laicos, como el PRI de México. Los Partidos Ateos, son
aquellos que rechazan abiertamente toda profesión de fe religiosa, como es
el caso de partido comunista.

Partidos Democráticos y Partidos Totalitarios

En realidad en el ejercicio del poder en el que se conoce si un


partido es auténticamente democrático, o si tiene vocación totalitaria; se
han dado muchos casos de partidos que, en su proceso de formación están
colocados en oposición a un gobierno, se dice democrático, pero una ves
conquistado el poder se torna en partido totalitario, desconociendo los
principios de la democracia y, lo más frecuente constituyéndose en partidos
único. Por lo demás los partidos totalitarios se ubican ideológicamente en la
extremas: Izquierda o Derecha
Institucionalización Formal de los Partidos

Aunque en el régimen de la democracia liberal, el funcionamiento de


partidos políticos es siempre reconocido como elemento básico, pero la
existencia de estos se desenvolvía al margen del ordenamiento jurídico no
por que estuvieran en contra de él sino porque carecían de una
reglamentación o estatuto legal para su funcionamiento. Pero de un tiempo
para acá se ha visto la necesidad de que la actividad de os partidos se
enmarque dentro de un cuadro constitucional y legal, dándoles a estos el
carácter de órganos de asociaciones, o de instituciones del Estado. Desde el
punto de vista jurídico dice Biscaretti.
“Los partidos aparecen como particulares asociaciones políticas
caracterizadas por que están compuestas por ciudadanos reunidos con el
fin común de influir en la orientación política general del gobierno
valiéndose de una organización estable, basada sobre un vinculo jurídico
bien definido”. A continuación sobresale Loewenstein considerando que
“Ninguna Constitución refleja ni remotamente, la arrolladora influencia de
los partidos políticos en la dinámica del proceso del poder, que yace en el
hecho de que son ellos los que designan mantiene y destruyen a los
detentadores del poder en el gobierno y en el parlamento”.
Los primeros intentos de encuadrar jurídicamente a los partidos se
hicieron al final de la primera guerra mundial debida, sobre todo, a la
fuerza que cobro la idea de vigorizar la Constitucionalizacion de los Estados
en busca de una mayor racionalización del poder, o sea el intento de
someter al derecho todo el conjunto de la vida social. Ya en la Constitución
Mexicana de 1917 se establecía que “Es prerrogativa de todo ciudadano
asociarse para tratar los asuntos políticos del país” (Art. 34), la Constitución
Alemana de 1919, se establecía que “toda asociación puede adquirir la
personalidad jurídica conforme a las prescripciones del derecho civil. Esa
personalidad no puede serle negada por el hecho de perseguir un fin
político, social o religioso” (Art. 124).
Después de la segunda guerra mundial, varios países europeos
consideraron necesario Institucionalizar los partidos políticos a través de sus
respectivas constituciones, especialmente aquellos que venían de padecer
regímenes totalitarios.

Objetivos de la Institucionalización de los Partidos.

La Institucionalización legal de los partidos tiene importantes


objetivos, como son los siguientes:

a) Racionalizar la lucha partidista, fijando pautas legales entro de las


cuales esta debe enmarcarse.
b) Garantizar la financiación de los partidos por vías legales,
evitando que estos apelen a procedimientos poco ortodoxo o a
fuentes turbias para obtener esa financiación, lo cual conduce a
prácticas corruptas.
c) Facilitar el control y vigilancia que el estado debe ejercer sobre
el origen y manejo de los fondos económicos de los partidos.
d) Exigir requisitos mínimos para la formación y supervivencia de los
partidos, como son los de que estos tengan un mínimo racional de
adherentes y de electores comprobados, unos estatutos por los
cuales se rija su organización interna, un programa conocido que
incluya su plataforma ideológica de suerte que la opinión publica
pueda evaluarlos, unos cuadros directivos debidamente identificados
de manera que sean legalmente responsables de los actos del partido
etc.
e) Impedir la actuación de partidos o agrupaciones políticas
fantasmas, que sin tener autentico respaldo popular ni propósitos
ideológicos, explotan económica y moralmente a los incautos que
adhieren a ellos
f) Favorecer al darle a los partidos el carácter de instituciones serias
y responsables, comprometidas a respetar la constitución y las leyes
el Estado.

Criticas a los Partidos. Apartidismo y Antipartidismo.

Es cierto que la existencia de pluralidad de partidos es característica


de la democracia liberal, no loes menos el que dentro de la democracia
puedan existir sectores de opinión que cuestionen seriamente los partidos y
que reivindican su derecho a ser independientes de estos, es decir a no
tener, partido. En algunos casos esos sectores son simplemente
apartidistas, en otros antipartidista, es decir opuestos a la existencia de
partidos. Las Razones que argumentan básicamente estos son tres:

a) Que los partidos por naturaleza dividen o enfrenta por lo cual son
contrarios ala unidad nacional.
b) Que la organización y burocracia de los partidos, en lugar de
representar la voluntad de los individuos que los forman
representa los intereses de una oligarquía que los controla y
dirige.
c) Que los partidos falsean los principios y practicas fundamentales
del régimen representativo y convierten la democracia en una
democracia ejercida por ellos mismos.
La primera tesis ha sido sostenida desde el nacimiento de los partidos
políticos, por personalidades como Bolívar Washintong y Napoleón. Los
defensores de esta tesis parten de la base de que cada partido lucha por sus
propios intereses los cuales no siempre coinciden con los de la nación y
muchas veces son contrarios a estos. La lucha por el poder es consustancial
a los partidos, implica la lucha entre los ciudadanos de una misma nación,
lo cual contribuye al debilitamiento del estado y pone en peligro la unidad
nacional.
La segunda tesis ha tenido en el sociólogo Robert Michels a su más
esclarecido exponente. Fue él quien hizo en su obra “Partidos Políticos” el
primer análisis detallado sobre los partidos políticos. En esa obra planteo
Michels su famosa “Ley de Hierro de la oligarquía”: la democracia conduce
a la oligarquía y contiene necesariamente un núcleo oligárquico.
Esa Ley característica esencial de todo conglomerado humano que
tiende a constituir camarillas y subclases, esta, como toda otra ley
sociológica donde en toda organización, ya sea de partido político u otra
asociación de este tipo, se manifiesta la tendencia aristocrática con toda
claridad desarrollándose como consecuencia de la organización que todos
los partidos llegan a dividirse en una minoría de directivos y una mayoría de
directivos en otro aparte de su obra explica: El partido, en tanto que
formación exterior, mecanismo no se identifica necesariamente con el
conjunto de sus miembros, y menos aun con la clase. Al convertirse en un
bien en si, al darse fines a intereses propios, se separa poco a poco de la
clase que representa, invirtiendo los objetivos para los cuales fueron
creados; y en lugar de representar la voluntad de sus electores, representan
la voluntad de sus dirigentes los cuales tratan de imponer a los miembros
del partido dediciones tomadas por ellos; y así la llamada disciplina de
partido coarta muchas veces la libertad y la iniciativa individuales.
La tercera Tesis, es decir que los partidos falsean los principios del
régimen representativo, se basa en que al obtener un partido la mayoría en
los cuerpos colegiados – Principalmente en el parlamento – y la jefatura de
gobierno, impone gracias a esa mayoría, sus programas inspirados y
elaborados por sus propias directivas y así los debates parlamentarios
resultan pues, un rito, cuyo desenlace ya se conoce, y no un verdadera
confrontación de ideas con miras a lograr un acuerdo entre las distintas
corrientes de opinión política.
Es indiscutible que todas estas tesis tienen fundamentos valederos;
pero no es menos cierto que en la medida en que las democracias maduran
y los pueblos alcanzan un mayor grado de desarrollo cultural y político los
partidos tienden a también a democratizarse mas internamente y
interpretar mejor los verdaderos anhelos y necesidades e la comunidad.

La Partidocracia

Otra de las críticas mas se veras que se hacen a los partidos es la de


que sobre todo en democracias frágiles es que cuando los partidos mas
fuertes al convertirse en detentadores del poder publico, acaban siendo el
único medio de que dispone el ciudadano para hacer efectivo su derecho a
la participación en el manejo de los asuntos públicos siendo ello así la
necesidad de pertenecer a alguno de los partidos para poder desempeñar
posiciones en el estado sobre todo las posiciones mas significativas, hace
que los partidos se conviertan en elites que monopolizan el ejercicio del
poder, y que por fuera de ellos no sea posible participar en dicho ejercicio.
Este fenómeno se traduce en el hecho de que ya no es la pertenencia
a una determinada clase social (Oligarquía), o económica (Plutocracia) o
religiosa Teocracia, sino a un partido que facilita al ciudadano acceder a los
niveles de mando y dirección dentro del estado.
Para contrarrestar este fenómeno es necesario que en una verdadera
democracia se abran también los canales de participación en la dirección de
los asuntos públicos a los ciudadanos que no se sienten identificados o
comprometidos con los partidos políticos.

Los Movimientos Políticos y los Grupos de Presión.

Distinto del concepto de partido político es el de “movimiento


político”. En tanto el primero es una organización estable, con vocación e
permanencia que debe ceñirse a unos determinados principios ideológicos y
que tienen una estructura orgánica definida, los Movimientos políticos son,
básicamente organizaciones coyunturales, en las cuales no necesariamente
hay coincidencia ideológica sino que buscan unos objetivos determinados
generalmente de tipo electoral.
De hay que los movimientos políticos estén conformados por fuerzas
provenientes de distintas vertientes de opinión, incluso no políticas. Por
ello por lo general estos movimientos están conformados por sectores
minoritarios de origen partidista o por grupos dispersos de ciudadanos
movidos por intereses coincidentes que muchas veces no son de índole
partidista.
En consecuencia lo que caracteriza a los movimientos políticos son
los siguientes aspectos.
a) Su carácter coyuntural y transitorio.
b) Su pluralidad ideológica.
c) Su no-sometimiento a la rigidez de la disciplina partidaria.
d) No persiguen fines exclusivamente político-partidista, sino que
estos pueden ser de carácter cívico, religioso o de otra índole.
e) No tiene un programa doctrinario uniforme y preestablecido.
Por otro lado los “Grupos de Presión” son agrupaciones de hecho es
decir no constituidas mediante procedimientos jurídicos o políticos y por lo
tanto no encuadradas formalmente dentro de la normatividad constitucional
o legal de un estado, que buscan influir ante los órganos del poder en
beneficio de sus propios intereses y sin asumir la responsabilidad de la
decisión política.
Los llamados “grupos de presión” están constituidos generalmente
por fuerzas de tipo económico, como los gremios de la producción o las
grandes empresas nacionales o multinacionales, o tipo social, como las
centrales obreras o grandes sindicatos; su objetivo pues es el de actuar
frente a los poderes establecidos como un poder mas que busca la
satisfacción de sus propios intereses.
El poder de los grupos de presión dependerá en última instancia de la
manera en que pueda influir efectivamente en las decisiones que adopten
los órganos institucionales del poder público de manera especial el gobierno
y el congreso. Su inferencia en l manejo de estado y de la administración
varia según el tipo de régimen de que se trate; E l grado de independencia
de los gobernantes de turno cual quiera que sea el tipo de régimen político,
dependerá del poder efectivo de los grupos de presión.
BIBLIOGRAFÍA

ACOSTA ESPINOSA, NELSON y HEINRICH GORODECKAS.


La ad equidad: análisis de una gramática política. Caracas:
Ediciones Centauro, 1985.
AGUDELO CÁCERES, LILIAN. Imagen y poder: la caída electoral de
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México: Editorial Diana, 1971;
ANGULO RIVAS, ALFREDO. Adiós a la utopía. Mérida: Alfadi l;
Universidad de Los Andes, 1993;
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Imprenta Nacional de M. de Briceño, 1855
BRUNI CELLI, MARCO TULIO. Acción Democrática y los primeros
programas políticos: del Plan de Barranquilla a la candidatura
simbólica de Rómulo Gallegos. 1931-1941. Caracas: Ediciones
Centauro, 1980;
UNIVERSIDAD YACAMBU
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO
LA MORA – CABUDARE

Partidos Políticos

Integrantes: Flores Yennifher C.I 16.794.153


José A. Campo C.I 16.951.274
Andhersón Rójas C.I 16.973.956
Pedro Pérez C.I 17.505.860
Profesor: Ely Colmenaréz
Sección: 01T

07 de Julio del 2004


INTRODUCCIÓN

En todo país que funcione el sistema democrático es primordial la


existencia de organizadores definidas por diversos fines en este caso,
políticos; estos grupos son los llamados Partidos Políticos que analizaremos
luego en diferentes aspectos tales como su definición, evolución, criticas,
movimientos entre otros aspectos.
Todo esto con la finalidad de que conozcamos aún más la importancia
que estos tiene el régimen Político del país ya que estos tienen la necesidad
de que un pueblo de manifieste sus organizaciones a todo lo que se conoce
con respecto al estado.
CONCLUSIÓN

La experiencia del sistema democrático venezolano de múltiples


partidos, aunque relativamente corta, ha sido intensa en los últimos

cincuenta años del siglo xx. Los partidos han contribuido a la consolidación

del sistema político, han monopolizado la participación política en el


sentido de ser ellos los únicos a quienes correspondió formar gobierno y han
canalizado la participación política de nuevos grupos sociales. A partir de
1988 el sistema de partidos, al igual que el sistema económico-social que lo
ha sostenido, entra en crisis.
Nuestro Partidos políticos modernos tienen su origen en los
movimientos estudiantiles de 1928 ocurridos durante la dictadura de Juan
Vicente Gómez, ya que por estar prohibida y perseguida la oposición
política, fueron prácticamente los estudiantes y sus organización es el único
canal de expresión contrario al régimen. Es a partir de 1936, con el
gobierno del general E. López Contreras, pero especialmente de 1945, bajo
el gobierno del general I Medina Angarita "cuando se elimina la prohibición
constitucional que tenía la izquierda venezolana para actuar políticamente
y se establecen las libertades públicas y garantías políticas" que los partidos
comienzan a consolidar la ocupación del espacio político y social. De la
Unión Nacional de Estudiantes nacerá Acción Electoral que, después de
1945, toma el nombre de Comité de Organización política Electoral
Independiente (COPEI)de orientación social cristiana.
En 1946, como oposición de la izquierda democrática el partido AD,
se fundará Unión Republicana Democrática, como el MIR en 1960, el
Movimiento al Socialismo (MAS), en 1970; de la fractura de COPEI,
Convergencia Nacional. Otras organizaciones se han derivado de
movimientos obreros, como la causa R, por ejemplo que se dividirá en la
década de 90 para dar origen a Patria para Todos (PPT), o de organizaciones
empresariales, como el Movimiento Desarrollista, de vida efímera. Y otros
más han sido movimientos aluvionales que, alrededor de una figura
presidenciable, logran aglutinar al electorado; entre estos últimos tenemos
a Independientes Pro-Frente Nacional (FND) que candidateaba a Arturo
Uslar Pietri para Presidente de la República; Convergencia Nacional a Rafael
Caldera; y el Movimiento Quinta República (MVR), integrante del Polo
Patriótico, a Hugo Chávez Frías.
El partido Ad dominará las elecciones en varios periodos y llevará a la
presidencia a Rómulo Gallegos (1946), Rómulo Bentancourt (1959(, fundador
del partido; Raíl Leoni (1964), Carlos Amndrés Pérez (1974 y 1989) y Jaime
Lusinchi (1984). COPEI ocupará la presidencia con Rafael Caldera (1969),
fundador del partido, y Luis Herrera Campins (1979). Comprobamos así que,
si bien el sistema de partidos en Venezuela es multipartidista, sólo han
tenido posibilidades reales de ejercer el poder durante cuarenta años de
partidos: AD y COPEI; y únicamente con la segunda presidencia a Rafael
Caldera (1994), apoyado por Convergencia y otros grupos aliados, y la de
Hugo Chávez Frías (1999) con respaldo del MVR y otras fuerzas políticas
agrupadas bajo la denominación de Polo Patriótico, es que dos novísimas
organizaciones rompen el monopolio AD/COPEI y colocan a sus candidatos
como Presidentes de la República.
La influencia de estos partidos sobre la sociedad civil quedó
comprobada en el control y meditación que ejercieron sobre muchas de sus
formas de organización, especialmente los sindicatos y los gremios
profesionales.

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