Alcazar de Sevilla
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Prohibida la reproducción total o parcial de la revista “El Real Alcázar de Sevilla”.
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Índice
Historia 7
El Alcázar hasta el siglo XIV 7
Desde el siglo XV hasta el presente 8
Palacios9
Palacio mudéjar o de Pedro I 9
Palacio Gótico 13
Jardines15
Fuentes17
El Alcázar de Sevilla
HISTORIA
El Alcázar hasta el siglo XIV
El conjunto del Real Alcázar de Sevilla tiene su origen en la que sentaron las bases de otras actividades humanas, y sus leyen-
evolución que la antigua Híspalis romana, la Spali de tiempo das que forman hoy parte de la historia de Sevilla. Posteriormente
de los godos, experimentó durante la Alta Edad Media, cuan- los almorávides cerrarían el espacio de gobierno extendiéndolo
do la ciudad pasó a denominarse Ixbilia. Y más concretamente hasta el Guadalquivir. Los almohades, en el siglo XII, completa-
a comienzos del siglo X, en el momento en que el Califa de rían las obras de época árabe con otras edificaciones de las que
Córdoba Abderrahmán III an-Násir ordenó, en el 913, el le- todavía nos quedan restos que constituyen una muestra única en
vantamiento de un nuevo recinto de gobierno, la Dar al-Imara, el mundo. La Casa de la Contratación por ejemplo.
en el flanco meridional de la ciudad, según los testimonios más
fidedignos. Antes la sede del poder Omeya de al-Andalus es- La conquista castellana del territorio en 1248-49 dotó al Real
tuvo dentro del espacio de la ciudad bajo-imperial romana, no Alcázar de la condición que permanece hasta nuestros días:
lejos de la mezquita aljama hispalense, localizada en la actual sede de la Corona y ámbito del poder municipal de la ciudad. Se
Colegiata del Salvador. El espacio de poder más característico levantaron entonces, sobre las bases anteriores, en una integra-
de Sevilla se encontró ya ligado al puerto de la ciudad, la sede ción histórica de culturas que forma parte de la misma esencia de
más relevante de su actividad económica. Sevilla, palacios como el Gótico, en el que Alfonso X plasma las
concepciones del nuevo marco cultural en el que se ha integrado
El antiguo puerto de la ciudad, en los terrenos de la actual la ciudad. El Palacio Mudéjar de Pedro I, a mitad del siglo XIV,
Plaza del Triunfo, la Explanada de los Banu Jaldún se llamaba hace aparecer de nuevo antiguas concepciones mediterráneas en
entonces, fue desplazándose en dirección oeste hasta el curso versión árabe, cuando al-Andalus ya era una entidad dominada
principal del Guadalquivir, mientras el brazo secundario que por la Corona de Castilla
discurría desde la actual Alameda de Hércules, atravesando
por la calle Tetuán hasta la Plaza Nueva, desaparecía como vía A este marco se añaden los elementos que dan vida al Real Alcá-
fluvial del espacio urbano. Menos en los momentos en que las zar de Sevilla en cada momento: los nuevos usos de los espacios,
crecidas le devolvían su espacio. los jardines, el agua que aparece por todos los rincones, en una
especie de compensación al Guadalquivir al que se le fue quitan-
Al palacio de gobierno Omeya del siglo X se añadiría poste- do el espacio. Y los colectivos y personas que le dieron vida a
riormente el Alcázar Nuevo de los abbadíes, los gobernantes edificios y construcciones en cada momento y que poblaron el
de Sevilla y su entorno durante el siglo X. Este Palacio de aire que todavía sigue fluyendo desde la Puerta del León a la
al-Mubarak, el Bendito, fue ya el centro de la vida oficial y lite- de la Alcoba, sobre el arroyo Tagarete, oculto hoy en el paisaje
raria de la ciudad, con los poetas, como el soberano al-Mutamid, que vio nacer el actual Real Alcázar hace once siglos.
El Real Alcázar de Sevilla 07
Desde el siglo XV hasta el presente
Desde comienzos de la Edad Moderna, la constante vincula- Otros recintos del Alcázar tuvieron peor suerte, como el des-
Historia
ción del Alcázar sevillano con la corona de España se constata dichado proceso de transformación del delicioso Patio de las
en continuas transformaciones del edificio que intentaron Muñecas, que se encuentra muy modificado por restauraciones
acomodar su interior al gusto de los nuevos tiempos. Así, se del siglo XIX que hicieron desaparecer su primitivo encanto.
reformó el piso alto del Patio de las Doncellas, que adqui-
rió una fisonomía renacentista de gusto italiano. También se Magníficas aportaciones renacentistas enriquecieron el acerbo
renovaron sus yeserías y se modificaron los arcos de la galería artístico del Alcázar sevillano, como el admirable altar de azu-
inferior. lejos realizado en 1504 por Francisco Niculoso Pisano y que se
encuentra en el oratorio de los Reyes Católicos.
Se construyeron a lo largo del siglo XVI espléndidos arteso-
nados que aún mantenían la estética mudéjar y que no traicio- El esplendor renacentista brilla en los llamados Salones de Car-
nan al primigenio espíritu del edificio; entre estos artesonados los V, precedidos por una monumental entrada realizado por el
hay que destacar especialmente el que cubre el amplio espacio arquitecto van der Borch después del terremoto que sufrió Sevi-
del Salón de Embajadores. lla en 1755. En este pórtico se refleja el gusto clasicista sucesor de
la estética barroca en la mitad del siglo XVIII. En los salones in-
teriores se guardan magníficas colecciones de tapices que narran
la conquista de Túnez por Carlos V. Estos tapices son realizados
por Cristóbal de Augusta a mediados del siglo XVI.
Fachada
En un primer instante una acequia estaba flanqueada por dos las que se accede bajo tres arcos de sabor califal
piletas que separaban dos jardines deprimidos. Estos fueron cordobés, llevan hacia el Patio de las Muñecas
más tarde eliminados y sustituidos por un estanque central, al y a la Sala de Infantes, desde el que se puede acceder a los
estilo nazarí de Granada. jardines.
Al fondo una amplia puerta da acceso al Salón de Emba- En las ventanas de esta zona, los cristales se enmarcan dentro
jadores. Las leyendas epigráficas de las puertas de madera de una celosía en la que figura, en árabe, el nombre de Dios
hacen mención a “los embajadores nobles y venturosos” que con leyenda doble realizada en espejo.
Alcoba Real
de Sevilla. Los muros presentan zócalos de azulejos realizados Carlos V, con las efigies del caballero y la dama representando
por Cristóbal de Augusta. al emperador y su esposa, también se sustituyen los pilares por
ménsulas manieristas y se pintan las bóvedas.
Sala gótica (de las bóvedas o de Fiestas)
Salón de los Tapices
Durante el siglo XVI se llamó Sala de Fiestas porque en ella
se celebraron los banquetes con ocasión de las boda real del Ubicada frente al patio del crucero, esta sala se reconstruyó
rey Carlos I. Durante el reinado de Felipe II fue remodelada de nueva planta a partir del Terremoto de Lisboa. Constituye
para adaptarla al gusto de la época, dándole un toque más re un salón decorado con grandes tapices que representan la
nacentista conquista de Túnez en 1535 por el emperador Carlos; son de
origen flamenco y fueron tejidos por Francisco y Cornelio Van
Los muros se cubrieron con zócalos altos de azulejos, entre der Gotte. Los tapices originales, pertenecientes al Patrimonio
los que destacan los realizados por el ceramista Cristóbal de Nacional, en la actualidad forman parte de la colección del
Palacio Real de Madrid, y fueron restaurados en el año 2000.
Augusta entre 1577 y 1583, en los que se rinde homenaje a Estos fueron ejecutados en Bruselas a partir de 1546 por encar-
go de la regente María de Hungría, hermana del emperador
Carlos V; los diseños son de Jan Cornelisz Vermeyen y Pieter
Coecke van Aelst, y fueron tejidos en el taller de Willem de
Pannemaker.
Este proyecto consigue la puesta a punto de cada una de las Una fuente de agua con un órgano hidráulico, de tuberías
fuentes afectadas, mediante procesos de limpieza, consolida de plomo, y con un sistema que funciona con la presión del
ción y protección, procurando la recuperación de las funciones agua, que proporciona aire a la trompeta de la estatua y la hace
prácticas y estéticas, la revalorización de los espacios y la me sonar. La música que emite el órgano se basa en dos piezas de
jora de los jardines y espacios del Real Alcázar. Se ha iniciado Francisco de Correa Arauxo, compositor del siglo XVII.
con las fuentes del jardín de la Danza y de las Damas.
Nombre Estilo Siglo Mando Real
El Álcazar de Sevilla
tiempo, desde finales del siglo XI hasta nuestros días y que desde sus muros ha contemplado la influencia de las distintas culturas
que han pasado por Sevilla.
El Alcázar es fiel testigo de la historia de Sevilla, marcada por la diversidad de culturas y los legados que estas han dejado en nues-
tra ciudad. Pasear por sus veredas extendidas de naranjos y mirtos nos transporta a otro momento, a otra época, que sin duda han
marcado la trayectoria de nuestra ciudad.
Esta revista permite mirar al Alcázar a través de unas imágenes que extraen la esencia de este palacio invitando a todo aquel que
lo desee a visitar sus jardines, fuentes, palacios y sus salones, y a conocer las numerosas leyendas y anécdotas de lo acaecido en
su interior.
Os invito a conocer los rincones de este conjunto arquitectónico de una belleza excepcional y hacer un recorrido por la historia.
Disfrutar de esta belleza y los secretos de este palacio no es fácil tarea, pero a través de esta página podremos comprobar cómo el
Alcázar ha servido de espejo para que la ciudad se reconozca en el tiempo.