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Estructura de Un Discurso

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¿Cómo hacer un discurso?

1. Conoce a tu público
Antes de empezar a escribir tu discurso, es importante que conozcas a tu público. ¿Cuál
es la edad media del público? ¿Se trata de un grupo profesional o de una reunión más
informal? ¿Cuáles son los intereses de tu público? ¿Es público de una conferencia, una
feria o exposición?
Si conoces a tu público, podrás adaptar tu discurso para que les resulte más adecuado e
interesante.

2. Definir el objetivo del discurso


Los objetivos de un discurso te ayudarán a definir la línea a seguir a lo largo del mismo.
¿Qué quieres que el público se lleve de tu discurso? ¿Cuáles son los principales mensajes
que quieres transmitir? ¿Se trata de una presentación informativa o quieres persuadir a
tu público para que pase a la acción en relación a tu nuevo producto o servicio?
Márcate objetivos por categorías (comunicación, comercial, marca personal, etc.) y
diseña tu discurso en consecuencia.

3. Estructurar el discurso
Un buen discurso debe tener una estructura clara y lógica. Puedes estructurar tu
discurso en tres partes: la introducción, el cuerpo del discurso y la conclusión (incluida
una posible llamada a la acción). Es fundamental empezar a escribir en cuanto tengas
las primeras ideas en la cabeza, ya que estas ideas espontáneas suelen ser las mejores
para un discurso bien pensado y natural.

La introducción tiene que captar la atención del público y darle una idea de lo que
vendrá después. El cuerpo del discurso tiene que contener la información principal que
quieres transmitir, y la conclusión ha de resumir los puntos clave y sintetizar los
mensajes más importantes que has abordado en tu discurso.
4. Materializar los ejemplos
Para que tu discurso sea más interesante y memorable, utiliza ejemplos concretos para
ilustrar lo que quieres decir. Los ejemplos concretos permiten a tu público visualizar lo
que quieres decir, haciendo que tu discurso sea más claro y fácil de recordar. Pueden
ser anécdotas de tu vida personal o profesional, referencias a acontecimientos de
actualidad, etc.

5. Utilizar transiciones bien pensadas


Todo buen discurso se compone de transiciones bien pensadas y correctamente
ejecutadas. Las transiciones son frases o palabras que enlazan las distintas partes del
discurso. Estas permiten al público seguir el hilo de la historia y comprender mejor la
relación entre las distintas partes. Cada transición debe utilizarse con un propósito
específico, como introducir un nuevo tema, pasar de un tema a otro, recapitular un
punto o anunciar la conclusión.

6. Elementos de presentación para un buen discurso


Para que tu discurso sea más dinámico y atractivo, utiliza elementos de presentación
tradicionales como gráficos, vídeos, imágenes, diapositivas de PowerPoint sencillas y
ligeras, etc. Esto te ayudará a estructurar tu discurso y a que tu audiencia siga el hilo de
tu presentación.

7. Ensayar mucho sin memorizar


El trabajo es el mejor amigo del ponente y el enemigo de la inspiración. Es importante
planificar, entrenarse y, sobre todo, ensayar el discurso con frecuencia. Sin embargo,
ten cuidado de no memorizar todo el texto, ya que esto podría jugarte una mala pasada
si tienes lagunas durante tu discurso. También porque deja poco margen para la
espontaneidad, la originalidad y la naturalidad en la presentación.

El público necesita una interacción espontánea, que le dé la impresión de que estás


improvisando y no de que todo está planeado. Memorizar los distintos componentes
del discurso, incluidas las articulaciones, y la capacidad de enlazarlas entre sí, requiere
práctica diaria.
8. Lenguaje claro y sencillo
Es importante utilizar un lenguaje claro y sencillo para que el público pueda entender
fácilmente los mensajes clave del discurso. Evita utilizar jerga técnica o palabras
complicadas, a menos que te dirijas a un público especializado (temas políticos,
científicos, tecnológicos, etc.). Además, adapta tu semántica a la edad media de los
presentes. Cuanto más se ajuste tu discurso al perfil del público, más probabilidades
tendrás de que tu presentación tenga éxito y sea escuchada.

9. Captar la atención del público durante el discurso


Una vez en el escenario, la tarea de pronunciar un buen discurso es completamente
distinta. De hecho, tendrás que enfrentarte a docenas o incluso cientos de personas
delante de ti, cuyos ojos estarán fijos en ti. La mirada también es un elemento crucial
para cualquier ponente a lo largo de un discurso. Crea interés y una conexión con tu
público. Nunca centres la mirada en un punto del centro del espacio, sino hacia los
lados. Por último, intenta jugar con tu lenguaje corporal para llegar a más personas del
público cuando transmitas los mensajes más importantes de tu discurso. Esto es
especialmente importante en el caso de un discurso político o comercial para
promocionar un producto o servicio.

10. Tener confianza y entusiasmo


La confianza y el entusiasmo son elementos clave de un buen discurso. Tu actitud
general se reflejará en la reacción de tu público. Si afrontas el comienzo de tu discurso
con entusiasmo, confianza y sin estrés, es más probable que el público te escuche y se
interese por tu discurso. De ahí la importancia, una vez más, de prepararlo, no de
aprenderlo de memoria.

11. Una conclusión que deje huella


Por último, la conclusión del discurso debe ser especialmente impactante y causar una
buena impresión final en el público. Resume sus puntos clave de forma concisa y
concluye en un tono positivo e inspirador. El público ha de tener un resumen de los
puntos clave de tu discurso y ser capaz de encontrar los mensajes principales que has
ido transmitiendo a lo largo del mismo. Por último, no olvides agradecer al público su
asistencia y estar abierto a preguntas y respuestas.
Un discurso efectivo generalmente sigue una estructura clara y organizada que ayuda a
mantener la atención de la audiencia y transmitir el mensaje de manera coherente. Aquí
tienes algunos pasos para estructurar un discurso:

1. Introducción:
- Comienza con una frase impactante, una pregunta provocadora o una anécdota para
captar la atención de la audiencia.
- Presenta el tema y el propósito del discurso de manera clara y concisa.
- Establece tu credibilidad como orador y explica por qué eres el indicado para hablar
sobre el tema.

2. Desarrollo:
- Organiza tus ideas en secciones o puntos principales que sean fáciles de seguir.
- Presenta tus argumentos de forma lógica y secuencial, utilizando ejemplos, datos y
evidencias para respaldar tus afirmaciones.
- Utiliza transiciones suaves para mantener la coherencia entre las diferentes partes del
discurso.

3. Conclusión:
- Resuma los puntos principales del discurso de forma breve y concisa.
- Destaca la importancia de los temas que has tratado y deja una impresión duradera en
la audiencia.
- Cierra con una frase poderosa o una llamada a la acción que motive a la audiencia a
reflexionar o actuar sobre lo que has presentado.

Recuerda practicar tu discurso varias veces para familiarizarte con el contenido y ganar
confianza, y no olvides adaptarte a tu audiencia y mantener un tono y ritmo adecuados
para mantener su interés.

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