Bhabha Indentidad
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Los escritos de Homi Bhabha se han contado entre los más estimu-
lantes y originales de la teoría literaria poscolonial [...]. El lugar de la cul-
tura reúne todos estos ensayos fundacionales en el campo de la crítica cul-
tural.
ALLISON PURANIK
EL LUGAR DE LA CULTURA
MANANTIAL
Buenos Aires
Título original: The location of culture
Routledge, 1994
© 1994, Homi K. Bhabha
Bhabha, Homi K.
El lugar de la cultura. - 1a ed. 1a reimp. - Buenos Aires :
Manantial, 2007.
308 p. ; 23x16 cm.
ISBN: 978-987-500-074-2
Derechos reservados
Prohibida su reproducción total o parcial
Para Naju y Kharshedji Bhabha
ÍNDICE
Agradecimientos.............................................................................. 11
Introducción.................................................................................... 17
Tienes que
a-cen-tu-ar lo pos-i-tivo,
el-i-mi-nar lo neg-a-tivo.
Afirmarte sobre lo a-fir-mativo,
y no meterte nunca con el señor entre-medio [in-be-tween].
(estribillo de “Ac-cent-tchu-ate the Positive”, de Johnny Mercer)
CAPÍTULO I
Guerra del Golfo. Estoy convencido además de que tal dominación econó-
mica y política tiene una profunda influencia hegemónica sobre los órde-
nes de información del mundo occidental, sus medios de comunicación
populares y sus instituciones especializadas y académicas. Todo eso no es-
tá en duda.
Lo que sí exige más discusión es si los “nuevos” lenguajes de la crítica
teórica (semiótica, postestructuralista, deconstruccionista y lo demás) se li-
mitan a reflejar esas divisiones geopolíticas y sus esferas de influencia.
¿Los intereses de la teoría “occidental” necesariamente están coordinadas
con el papel hegemónico de Occidente como bloque de poder? ¿El lengua-
je de la teoría es sólo otra treta de la elite occidental culturalmente privile-
giada para producir un discurso del Otro que refuerce su propia ecuación
poder-conocimiento?
Un gran festival de cine en Occidente (aun una reunión alternativa o
contracultural como el Congreso del “Tercer Cine” en Edimburgo) nunca
deja de revelar la influencia desproporcionada del Occidente como foro
cultural, en los tres sentidos de esa palabra: como sitio de exhibición pú-
blica y discusión, como lugar de juicio y como mercado. Una película in-
dia sobre el drama de los sin techo en Bombay gana el Festival de Newcas-
tle, lo cual abre posibilidades de distribución en la India. La primera
desgarradora exposición del desastre de Bhopal la hace el Channel Four.
Un importante debate sobre la política y teoría del Tercer Cine aparece en
Screen, publicación del British Film Institute. Un artículo erudito sobre la
importante historia del neotradicionalismo y lo “popular” en el cine indio
ve la luz en Framework.3 Entre los más importantes contribuyentes al de -
sarrollo del Tercer Cine como precepto y práctica hay una cantidad de ci-
neastas y críticos del Tercer Mundo que son exiliados o émigrés en el Oc -
cidente y viven problemáticamente, a menudo peligrosamente, en los
márgenes “izquierdos” de una cultura liberal burguesa eurocéntrica. No
creo que deba mencionar nombres o lugares particulares, o detallar las ra-
zones históricas por las que el Occidente carga y explota lo que Bourdieu
llamaría su capital simbólico. La condición es demasiado conocida, y no es
mi propósito aquí hacer esas importantes distinciones entre diferentes si-
tuaciones nacionales y las dispares causas políticas e históricas colectivas
del exilio cultural. Quiero tomar posición sobre los márgenes móviles del
desplazamiento cultural (que confunde cualquier sentido profundo o “au-
téntico” de una cultura “nacional” o un intelectual “orgánico”) y pregun-
tar cuál podría ser la función de una perspectiva teórica comprometida,
una vez que se toma como punto de partida paradigmático la hibridez cul-
tural e histórica del mundo poscolonial.
¿Comprometida con qué? En este estadio de la argumentación, no
quiero identificar ningún “objeto” específico de afiliación política: el Ter-
cer Mundo, la clase obrera, la lucha feminista. Aunque tal objetivación de
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