Xolocotzi - Fenomenologia de La Vida Factica
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Xolocotzi - Fenomenologia de La Vida Factica
FENOMENOLOGIA
,,
DELAVIDAFACTICA
Heidegger y su camino
a Ser y tiempo
., •
UNIVERSIDAD
IBEROAMERICANA
CIUOAI) l)f M ÉXICO
Copyright d fTlat0r al
2
El modo de tratamiento fenomenológico:
intuición reflexiva e intuición hermenéutica
a) Observaciones preliminares
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,
ANGEL XOLOCOTZI Y ÁÑEZ
Ahora bien , la vida y la vivencia en tanto origerz no pueden ser dadas en una
forma determi nada, sino que se hallan en c ie rta lejanía [Fer11e] que de algún
modo debe convertirse en cercanía. Acercar el asu nto se logra solamente mediante
un método que de forma explícita tenga como objetivo este acercamiento. El acer-
camiento cons iste, pues, en un quitar la lejanía, en un desalejar. Y este acerca-
miento desalejador que permite un ''acceso" al origen es lo que Heidegger 1.lama
"método científico originario". 6 Y, como sabemos, esto lo constituye para Heidegger
desde 1919 la fenomenología.
En diversos escritos Heidegger sostuvo que él siempre permaneció dentro de la
fenomenología. 7 Por su parte, Ht1sserl , desde mediados de los años veinte, pensaba
J Cf. Dilthey. Gesa11Jrnelte Schrifr.e11 XIX , p. 390 [Crítica de la razón histórica. p. 341.
4 M . Riedel. Fiir eine zweire Philosophie. p. 69.
5 GA 58, p. 26.
6 lbitie1n.
7 C f . SuZ. p. >X íSyT. p. 6 1]; " Me in bisherige Weg", en GA 66. p. 4 13; " Die G rundfrage
nach de m Sei n se lh., t"· ( 1946). e n Heitleg,<:er Studies 2, 1986, rei n1preso en GA 16, p. 423; "Aus
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FENOMENC)LOGÍA DE l.A VIDA FÁCTICA
He llegado a la triste conclusión de que filosóficame nte no tengo nada que ve r con
este sentido profundo heideggeriano, con esta geni al acient ificidad; que la c rítica
pública y secreta se basa en crasos malentendidos; que él está en vías de fo rn1ación
de una fi losofía sistemática de tal tipo que hace imposible para siempre aquel lo a lo
que he dedicado toda mi vida. 9
Dos años antes ( 1929), en una carta a R. Ingarden, Husserl precisa: ''He llega-
do a la conclusión de que no puedo integrar la obra [de Heidegger] en e l n1arco de
mi fenomenología, infortunadamente también debo rechazarla por completo en
sentido metódico y en lo esencial también en sentido temático'' . 111
einem Gesprach von der Sprache" ( 1953/1954), en UzS, pp. 95 y 121 [De can1i110 <ti habla, pp.
72 y 90-91 ]; ·'Protokoll zu einem Seminar über den Vortrag ·zeir ttnd Sein ' " , en ZSD. p. 48
[Tie111po .\-' ser. pp. 64-65]; "Ei n Vorwort" (Carta a W. Ric hradson. 1962). en Philr>sophisches
Jahrbu ch 72, 1964/ 1965, p. 399.
8 Briefwechsel 11. p. 182.
<J /bitleni, p. 184. Para un análi sis detallado de la relac ión Husserl -Heidegger en torno a la
fenomenología cf. R. Cri sti n (ed.), Elln1urid Hu sserl-Martín HeideR._í(er. Phti110111e1iologie ( 1927).
10 Briefwec/isel 111, p. 254. En una carta de 1927 Husserl escribe a R. lngarden lo siguiente:
" Heidegger l legó a ser un ami go cercano y yo pertenezco a sus admiradores, tanto que ahora
debo arrepentirme, que su obra (y también sus lecciones) tanto en el método como en el conte-
nido aparecen como algo esencialmente diferente de mi s obras y lecciones"; Carta del 19 de
nov iembre de 1927, en ibi<le111, p. 234.
61
11 Esta tes is defiende J . García Gainza en s u tesis doctoral, Heitlegger .v la cuel·ti611 tlel
v<1lor. En una peligrosa pretensión de decir algo " diferente" la autorn plantea que Heidegger
nunca abandonó el s uelo neokantiano. po r ejemp lo. en la p. t90.
12 Esta tesis es defendida, e ntre otros. por Poggeler y Morri son. En El c<1111ino del pe11sar tle
Mttrti11 Heidc:gger PC>ggeler escribe lo siguiente: ''La conferencia ¿Qué es nierafísica ?, pronun-
c iada con ocas ió n del acceso de Heidegger a ta cátedra friburguesa con10 sucesor de Husserl,
s ig nifico e l adiós a la fenomenología , cuyo nombre aparece en los pri1neros momentos del perío-
do f riburgués 1nás bien como homenaje al Re11ius loci; más tarde no apnrecerá ya más en el título
de los cursos y trabajos de Heidegger", p. 92. Morrison indica algo semejante en " Husserl and
Heidegger: The Parting of the Ways". De alguna forma, Rodríguez ta1nbién representa esta pos-
tura al con siderar el ver fenomenológico solamente en términos reflex ivos. Y ya que Heidegger
de entrada rechaza la re fl exión, entonces éste se encuentra e n una " gran di stancia respecto,
prec isa mente, de la forma de mirar y de Ja actitud filosófica, el corazó n de Ja fenomenología" y.
más adelante, indica que" . .. e l pen samiento de Heidegger se ve abocado a un modo de tratar las
cosas y los proble n1as c uya re lac ión co n el "ver" fenomenológico se hace cada vez menos paten-
te": H er1ne11éutica .Y subjetividad, pp. 88 y 92-93.
13 Cf. lo que Heidegger expresamente dijo al respecto: UzS, p. t 21 [De ca111in<J al habla, pp.
90-91] y ZSD, p. 90 [Tie1npo y ser, p. l02].
14 S11Z, p. 35 [S)1T, p. 58).
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FENOMENOLOGÍA DE LA VIDA FÁCTICA
St.1s capacidades recepti vas son mínimas [de Heidegger], es lo más contrario a un aco-
modaticio. Una personalidad totalmente original, rondándose a sí mis mo y buscando
la manera fundada propiamente y creando dedicada mente. Su forma de ver, de tra-
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bajar feno me nol ógicamente y el ca mpo mis mo de sus inte reses - nada de eso está ,
to111ado s implemente de 111f, sino que arraigado en su propia ori gi nalidad [ .. . ] El
habla sobre aq uello que la investigación profunda prospectiva y fe nomenológica-
de las ciencias del espíritu le enseña ... is
A partir de esta cita podemos establecer que Husserl descubrió en las primeras
lecciones de Heidegger ( 19 t 9- 1923) una ori ginalidad propia que él caracteriza
cor1 tres rasgos: el n,zodo de ver fe,.1ome1zológico, el ntodo ferzomeno lógic·o d e
tra/Jajar y el carrzpo de la investigación. Con esto Husserl estaba descubriendo en
J 922 lo que determinaría todo el camino del pensar heideggeriano: un a forma
feno1nenológica originaria. 19 Husserl estaba, pues, alabando aquello que años más
tarde condenaría. En la época de las primeras leccio.nes, según el. propio Husserl,
Heidegger vio en forma fenomenológica, pero a la vez su investigación no era una
simple transposición de la feno menología de Husserl , sino una fenomenología
.. arraigada en su propia origi nalidad''.
Por consiguiente, no podemos decir simplemente que este arraigo o modo pro-
pio se hallaba fuera de la fenomenología. Si Husserl caracteriza este arraigo u ori gi-
nalidad como fenomenológicos, entonces esto da a entender que Heidegger compartía
el suelo fe nomenológico con él. Pero si para Husserl la fenomenología sólo podía
ser vista como fenomenología reflexiva trascendental, ¿cómo es que consideró los
•
trabajos de Heidegger como fenomenológicos? Por un lado, Husserl reconoció la
propia originalidad fenomenológica de Heidegger, pero, por otro, la fenomenolo-
gía en él era posible solamente en cuanto reflexiva trascendental. Por ello creo que.
a partir de esta ambigüedad, Husserl había dejado abierta la posibilidad de otra apre-
hensión del principio feno menológico. En este sentido, Heidegger estaba desde un
principio en el marco general de la fenomeno logía, pero no en el marco trascen-
dental. Sin embargo, Husserl no llegó a ver las consecuencias que tendría tal origina-
lidad de Heidegger, no vio que el planteamiento heideggeriano era fundamentalmente
incompatible con la figura reflexiva trascendental de la fenomenología .
rs Briefivechsel V. p. 150. En 1927 Husserl expresa esto de otra forma: "La1n entab lemente
yo no deter1niné su for mación fi losó fi ca, obviamente ya era de for rna propia cuando estudió mis
escritos"; carta a R. lngarden del 19 de noviembre de J 927, Brieftveclzsel 111, p. 234.
19 Aunque aqu í hago hincapié en la cita de 1922, Husserl ya tenía en la mira el "desarro llo
filosófico" del joven Heidegger desde 1920. co mo lo ates tigua una carra dirig ida a Natorp el l l
de febrero de ese año: "Con Ja energía más grande se ha iniciado íHeidegger] en Ja fenomenolo-
gía y tiende, en general, a la fu ndamentación más segura para su pensar filosófico''; Brie.fivechse/
v. p. 140.
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20 Antoni o Z irión ha sostenido en di versos foros que cal principi o o, como más ade lan te
también llamaremos, máxima de investigación ("ir a las cosas mi smas'') no es lo determinante
en la fenornenología. Zirión y yo tu vimos la oportunidad de disc utir al respecto en el Primer
Coloquio de Hermenéuti ca y Fenomenología organizado por la Universidad Iberoamericana en
septiembre de
,
2002. Cf. Antoni o Z iri ón, " La noción de fenomenología y el llamado a las cosas
mismas"; y Angel Xolocotzi, "Retroceder a las cosas mi srnas sin supuestos. Réplica a Antoni o
Zirión". en Xolocotzi (coord .), Her1ne11e1ítica yfeno1ne11ología. Pri111er Coloquio, pp. 3 1-67 .
65
tigación" .21 En este sentido el trabajo científico de la filosofía en tanto que ciencia
originaria. es decir, como fenomenología, se mueve ''en esferas de intuición direc-
ta''.22 Esta exigencia fundamental de la fenomenología ya la había expresado
Husserl en la introducción al segundo volumen de las Investigacio11es lógicas:
"Queremos retroceder a las 'cosas mismas'''. 23 En el§ 19 de las Ideas/ es expre-
sada esta exigencia de la siguiente manera: "Juzgar sobre las cosas racional o
científicamente quiere decir dirigirse por las cosas mismas, o retroceder desde los
dichos y las opiniones hasta las cosas mismas, interrogándolas tales cuales se dan
en sí mis mas y rechazando a un lado todos los prejuicios extraños a ellas''. 24
''Retroceder a las cosas mismas" fenomenológicamente significa retroceder al
origen . En otras palabras: "Retroceder a las cosas mismas'' quiere decir ver las
cosas como tales. Cuando la cosa sólo ha llegado a ser accesible mediante teorías,
puntos de vista y opiniones, entonces hablar de origen significa desencubrir la
cosa como tal. Es decir, la cosa por lo general se halla encubierta. Su encubri-
miento puede ser de diversa forma, por ejemplo, puede estar deformada. 25 La
máxima fenomenológica pretende retroceder al origen de la deformación que ha
surgido y contir1uado en las opiniones y teorías.
La 111áxima muestra un carácter repulsivo y uno indicativo. En las IL el carácter
repulsivo se expresa en un apartarse ''de intuiciones remotas, confusas, impro-
pias,,26 o en ''la exclusión de toda suposición que no pueda ser realizada fenome-
nológicamente con entera plenitud''. 27 Este carácter repl1lsivo remite a la vez al
carácter indicativo o positivo: a la intuición propia o a suposiciones que puedan
realizarse fenomenológicamente. Sólo así será vista la cosa misma.
Pero esta máxima remite sólo al modo de proceder, es decir, a cómo debe uno
acercarse a los fenómenos o como Heidegger escribe en SyT, al modo de tratamien-
to de los fenómenos. 28 La máxima no se refiere a ni11gún c¡ué quiditativo de los
objetos de la investigación . Por ello Heidegger dirá que '' la expresión fenomeno-
logía significa primariamente una concepción metodoJógica" .29
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FENOM ENOLOGÍ A DE LA VIDA FÁCTICA
.
Si la máxima no se refiere a ningún qué quiditativo, entonces ésta debe ser
entendida en un sentido formal . Con el término ''formal'' se quiere destacar aquí
una aprehensión general sin una determinación quiditativa específica. Es decir, la
máxima remite sólo al modo conio puede mostrarse evidentemente lo quiditativo
del objeto correspondiente. Lo formal del principio de investigación expone sólo
este hecho fundamental del proceder metódico. Con esto también se insinúa que lo
formal-fundamental de la máxima tiene la posibilidad de ser desformalizado. La
desformalización puede darse en diversos niveles, dependie11do del tipo de objeto
de i1ivestigació11. Esta posibilidad de desfor111alización de lo formal de la máxima
permite un espacio libre en el marco de la investigación fenomenológica y, a su
vez, es la que permite hablar de fenomenología en varios sentidos y no sólo en el
marco del planteamiento husserliano.
Pero la máxima de investigación de la fenomenología no debe ser entendida
como una simple frase, sino que al fundamentar a la fenomenología como método.
queda caracterizada por Husserl como principio fundamental.
En las IL este principio fundamental es mencionado como ''principio de la
falta de supuestos'' ;30 en las Ideas les caracterizado como ''principio de todos los
principios'':l 1 y en las MC es llamado ''principio de evidencia''. 31 Estos tres títulos
se refieren al mismo estado de cosas. Pero, ¿qué significa concretamente el prin-
cipio fundamental de la fenomenología? Lo expondremos a continuación tomando
la formulación que Husserl lleva a cabo en las Ideas l . En el § 24 Husserl escribe:
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Á NGEL X OLOCOTZI Y ÁÑEZ
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F ENOMENOLOGf A DE LA VIDA FÁCTICA
a) Observaciones preliminares
En e l § 77 de las Ideas I Husserl escribe: ''el método fenomenológico se mueve
íntegramente en actos de la reflexió n''. 36 Husserl utiliza el término "reflex ión'' en
dos sentidos: como la retroflexió n en dirección a la vivencia intencio nal y como el
giro de la mirada en torno al objeto intencional. Ya que el primer se nti do de re-
fl ex ión se dirige a la vivencia como tal y ésta se encuentra determinada intencio-
nalmente, es decir, está dirigida a un o bjeto intencio nal, podemos caracteri zar
este tipo de reflexión como reflexión en sentido ar11plio . Es decir, la refl exión e
dirige en primera instancia al acto, pero en él se incluye al objeto intencional, aun
cuando éste no es tematizado expresamente. Este sentido de reflexió n fue desarro-
ll ado por Husserl desde la introducción al segundo volumen de la /L .
El segundo sentido de reflexión no se diri ge a la vivenc ia como tal, sino al
objeto intenc io nal. Aquí ocurre un giro de la mirada e n torno al mi smo o bjeto
intenc io nal, po r eso en este caso hablamos de re.fiexión. en sentido estrecho. Se-
gún mi interpretación, este sentido de refl exió n ya Husserl lo tenía en mente, en la
6a. Investigació n lógica a·1introducir la intuición categorial.
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actos, sino que vivimos en actos. La vivencia nos es ''consciente'' en cierta forma,
pero no de la misma manera en que nos es consciente el objeto intencional al que
se dirige la vivencia. La ''intencionalidad de la conciencia'' refiere únicamente a
su estar dirigido a un objeto. En este sentido, la vivencia no está dirigida a ella misma.
Para que llegue a ser objeto de una inte1itio debe romperse el estar absorbido en
el que se encuentra en tanto que vivencia prerreflexiva. Para encontrarme en la
actitud reflexiva, entonces debo romper la vivencia en la que estoy absorbido. Por
ello podemos decir que reflexionar en sentido negativo significa romper la viven-
cia en cuanto tal.
Romper la vivencia de modo positivo se entiende como un edificar: Ja intuición
reflexiva se dirige al acto correspondiente y, en este dirigirse, el acto pasa a ser
objeto. La caracterización positiva del reflexionar consiste en la modificación de
los actos en objetos intencionales. Es decir, la vivencia prerreflexiva puede me-
diante otra vivencia llegar a ser una vivencia reflexionada. Esto sería una retro-
flexión (reflectere) hacia la vivencia vivida hasta ahí en forma no reflexionada.
La nueva cogitatio es una reflexión en tanto que vivencia propia dirigida a la
vivencia prerret1exiva, pasando a ser con ello una vivencia reflexionada.
Por eso la reflexión debe ser entendida tanto como un rompimiento del llevarse a
cabo la vivencia, como la modificación de ésta en objeto intencional . Que se trata de
una modificación lo vio Husserl claramente desde la 5a. Investigación lógica:
Queda claro que mediante la reflexión en sentido amplio ya ocurre una modi-
ficación de la vivencia, que debe ser entendida aquí como la modificación del
no ser-objeto en el ser-objeto. Pero esto no quiere decir que Husserl, al hablar de
vivencia no reflexionada se refiera a la esfera preteorética, de modo que aquí la
modificación mentara la modificación de·lo preteorético en lo teorético. La inter-
pretación de la actitud natural en Husserl muestra que las vivencias prerretlexivas
se hallan ya inmersas en la actitud teórica. En otras palabras: las vi vencías
irreflexivas no son vi vencías preteoréticas, las que sólo pudieran llegar a ser
vivencias objetivadas mediante el giro reflexivo de la mirada. En tanto que viven-
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FENOMENOLOGÍA DE LA VIDA FÁCTICA
cias vividas irreflexivamente ya están tocadas por el modo de ver teorético, aun-
que todavía no estén tematizadas de manera reflexiva; es decir, de antemano están
despojadas de su carácter preteorético.
Cuando Husserl dice que una vivencia llega a ser objeto mediante la reflexión.
no se refiere a ninguna cosificación, sino al hecho de que sólo así puede la viven-
cia llegar a ser un objeto intencional . Al reflexionar vemos la vivencia como un
objeto intencional . Sólo así es vista, está ahí, es dada, y este darse pertenece nece-
sariamente a la actitud teórica.
De allí que haya que entender la reflexión en sentido amplio como una modifi-
cación de la vivencia. Esto indica que la reflexión para Husserl significa un acto
intencional propio escalonado. Veamos esto.
Ya hemos indicado que aJ estar absorbido en mis vivencias intencionales co-
tidianas estoy a la vez dirigido a objetos que aparecen en esas vivencias . Por
ejemplo: al escribir estas líneas estoy dirigido al papel, al bolígrafo, al escrito-
rio ... pero no veo el acto ''escribir estas líneas'' co1no tal. Sólo al dejar de escribir,
al interrumpir la vivencia, y al dirigir la mirada a la vivencia inmediata ocurrida
mediante otra vivencia, la vivencia reflexiva, aparece el ''escribir estas líneas'' como
acto. ''Ésta [la reflexión] altera esencialmente la anterior vivencia ingenua ha-
ciéndola perder el modo primitivo de 'directa', precisamente por hacer objeto suyo
lo que antes era vivencia, y no nada objetivo." 39 En este rompimiento del llevarse
a cabo y aparición del acto como objeto ya he cambiado mi actitud. Esta nueva
actitud, inmersa en la actitud teórica, ocurre como una ''modificación de un grado
superior''. 4 º Podemos decir que el acto ocurre en tanto que vivencia simple, la cual
se muestra como un no-saber. Sólo que a partir de la reflexión aparece la posibili-
dad de un saber de ella. Por ello argumenta Husserl que la reflexión es ''el rótulo que
designa el método de conciencia para el conocimiento de la conciencia en general'' .41
Esto nos permite considerar que la reflexión en Husserl contiene otro rasgo
esencial: mediante ella es dada también la posibilidad del conocimiento: ''sólo por
medio de actos de experiencia reflexiva sabemos algo de las corrientes de las
vivencias y de la necesaria referencia de ellas al yo puro''. 42 Con ello, la tarea
científica de la fenomenología husserliaRa puede llevarse a cabo sólo mediante el
hacer objeto reflexivo. De otro modo: sólo puede ser cognoscible aquello que se
somete a la modificación reflexiva.
39 Hua 1. p. 72 [MC. p. 81 ].
40 Hua 111/l, p. 166 [Ideas l. p. 176].
41 lbidetn, p. 165 [Ibídem, p. 176].
42 lbideni. p. 168 [lbide'11, p. 179].
71
En la tercera sección de las Ideas I Husserl se refiere a otro tipo de reflexión que
hasta ese momento ''fue malamente descuidado'' .4 :\ Refle.,t ión no significa aquí el
hacer objeto la vivencia antes no reflexionada, sino el llevar a cabo una modifica-
ción en torno al objeto intencional de la vivencia. La mirada en torno al objeto se
dirige a otros momentos del mismo objeto que no habían sido vistos, por lo que
ocurre aquí un giro de la mirada. Para comprender este otro sentido de reflexió11
tenemos que comprender Ja aparición del objeto intencional.
Uno de los logros más reconocidos de Husserl es la tajante separación entre las
vivencias que están dirigidas a un objeto y las que no. En este punto se halla una
diferencia fundamental con la interpretación de Franz Brentano.
Para Brentano, los ''fenómenos psíquicos" tienen la característica de contener
un objeto inmanente: ''todo fenómeno psíquico está caracterizado por[ ... ] la refe-
rencia a un contenido, la dirección hacia un objeto''. 44 Los fenómenos psíquicos
están, pues, en relación con un contenido, se dirigen a un objeto, y se diferencian
de los fenómenos físicos en tanto que a los primeros ''les es inherente algo objetual''.
En otras palabras: Brentano atribuyó a todos los f'enómenos ps íqui cos, en contra-
posición a los físicos, una objetualidad inmanente. Por ello todos los contenidos
psíqui cos son en él contenidos intencionales. La esencia de los fenómenos psíqui-
cos está en su carácter intencional.
Sin embargo, Husserl observa que en esta interpretación el hecho de que el
objeto intencional sea contenido inmanentemente no significa necesariamente que
el objeto intencional sea el objeto de mi intención. 45 Esto lo indica claramente en
la 2a. Investigación lógica: "'Que el correspondiente total de sensaciones o imáge-
nes es vivido y, en tal sentido, es consciente, no quiere decir, no puede querer
decir que sea objeto de una conciencia, en el sentido de un percibir, de un repre-
sentar, de un juzgar dirigido sobre él'' .46
En Brentano todos los contenidos ps íquicos son intencionales, mientras que
Husserl radicaliza esta concepción e introduce una separación esencial entre las
vivencias. Para Husserl lo fundamental ·no se refiere a la división entre lo psíquico
y lo físico, sino a la correlación entre lo intencional y lo efectivo [Reelle].
L ogische U11tersuchu1igen.
46 Hult XIX/ l, A 160 [/l l. p. 336].
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Las vivencias intencio nales se caracteri zan por su referencia a un objeto, por
su estar dirigidas a un o bjeto. Si pienso, pienso necesaria mente algo; si espero,
espero algo; s i veo, veo algo; s i escucho, escucho algo ... Husserl destaca la parti-
cularidad de estas vivencias de la siguiente forma: ''Si está presente esta vivencia,
hállase implícito en su propia esericia, que quede eo ipso veri ficada la ' referenc ia
intencional a un objeto', que haya eo ipso un objeto ' presente intencionalme nte'';
pues lo uno y lo otro quieren decir exactamente lo mismo".47 ' Vi vencia intencio-
nal' significa tener concie nc ia de algo, pero a la vez podemos decir que 'algo'
impli ca la conciencia. Po r e ll o dice Husserl que ''no hay dos cosas que estén
presentes en el modo de la vivencia[ ... ], si no que sólo hay presente una cosa, la
vivencia intencio nal, cuyo carácter descriptivo esencial es justamente la intenció n
respecti va''. 48 O como lo indica en otro apartado : ''No hay ning una diferencia
entre el contenido vivido o consciente y la vivenc ia misma. Lo sentido, por ejem-
plo, no es otra cosa que la sensación'' .49
Suficiente mente conocido es que aquello que Husserl entiende por "'intencio-
nalidad'' refiere a la estructura esencial de la conciencia. ''Conciencia'' no signifi-
ca, pues, ninguna unidad sustancial. sino que nombra una relaciórz. Conciencia
es s iempre conciencia de algo. La vivencia e n su esencia no se muestra como un
proceso psíquico, sino como una relación intencio nal. El anál isis fenomenológico
se dirige a la esencia intencional de la vivencia, es decir, a la conc iencia. Pero, ¿en
qué cons iste precisamente esta esencia de la vivencia intencio nal? La respuesta no
debe remitirnos a una o bjetualidad inmanente, como en e l caso de la interpreta-
c ió n de Brentano; más bien, ésta debe hallarse en e l marco de la diferenc iació n
entre lo intenc ional y lo efecti vo [Reelle] . Es decir, para comprender adecuada-
mente la esencia de la vivencia de bemos anali zar Ja re lació n entre su apre.h ensió n
y su intenció n de acto.
Por medio de un ejemplo intentaremos aclarar el planteamiento husserliano:
llevo a cabo un acto, una vivencia intencio nal, con10 po r ejemplo ver un bo lí-
grafo. Veo algo ''real'': el b0lígrafo está sobre e l escritorio. Ver es un modo deter-
minado del percibir. Al ver el bolígrafo lo percibo. En el ver e l bolígrafo estoy
dirigido al bolígrafo y no al ver. El bolígrafo me aparece como cosa que es vista
por mí. El bolígrafo es una cosa que aparece: esta cosa me aparece. Es perc ibida
47 l bitle1n, A 352 [I L 2, p. 495] . Husserl se refiere a esto de la sig uiente forn1a : "No hay
ni nguna diferencia entre el co nte nido vivido o consc ie nte y ta vivencia mis ma. Lo se ntido. po r
eje1np lo, no es o tra cosa que ta sen sación", H ua XIX/ l. A 330 [JL 2. p. 4 791.
4 8 lbide1n , A 352 [lbi<lern, p. 495J.
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ANGEL XoLocoTzt Y ÁÑEZ
por mí en una forma determinada: la veo. Pero, ¿qué ocurre al ver el bolígrafo? Se
me presentan sensaciones de color. Yo ''vivo'' un ''contenido'' o me es consciente,
pero esto no es el objeto ''bolígrafo''. El objeto no es vivido, sino visto. Por ello
Husserl dice que: ''Las se1isaciones, e igualmente los actos que las aperciben, son
vividos, pero no parecen objetivamente; no son vistos, ni oídos, ni percibidos con
ningún sentido. Los objetos, por otra parte, aparecen; son percibidos, pero 110 son
vividos''. 50
¿Cómo puede explicarse que apercibo sensaciones, pero veo un objeto? En el
ver vivencia! del objeto éste es percibido. En el ver aparece el objeto, pero éste no
es vivido. Por eso dice Husserl que no hay que confundir la cosa qiie aparece
con la aparición de la cosa, co11 la vivencia de la aparición. Lo primero, la cosa,
aparece ~ lo segundo, la aparición de la cosa, es vivida. Por ello en la aparición de
un objeto veo un objeto y no sensaciones de color, así como al escuchar una
canción escucho la canción y no sensaciones de tono. Husserl aclara esto de la
siguiente forma: ''en el acto de aparecer es vivida la complexión de sensaciones,
pero es a la vez 'aprehendida', 'apercibida' de cierto modo y en este carácter
fenomenológico de la aprehensión animadora de las sensaciones, consiste lo que
llamamos aparecer el objeto''.51
El bolígrafo, en tanto que objeto de mi ver, aparece por medio de las sensacio-
nes y su aprehensión. Sin embargo, este objeto en tanto que pertenece a la reali-
dad espacio temporal no está contenido inmanentemente en mi vivencia. El
bolígrafo es un objeto real que es trascendente a mi vivencia. Pero, entonces,
¿cómo aparece el objeto en el acto? ¿Cómo aparece el bolígrafo en el ver? No está
contenido en forma real en la vivencia sino de otro modo: en el modo intencional.
Es decir, mi vivencia (el ver un bolígrafo) está dirigida a un objeto, pero éste no
está realmente inmanente en la vivencia, sino sólo intencionalmente. El modo in-
tencional es como el objeto aparece en la conciencia.
En tanto que el bolígrafo aparece intencionalmente en la conciencia, pero a la
vez la aparición del objeto sólo es posible mediante la vivencia de las sensaciones
y su aprehensión, Husserl hace la ''diferencia" entre dos contenidos en la concien-
cia: la vivencia de la aparición, o aparición de la cosa, en el lado de los nexos de
la conciencia y la cosa que aparece en el lado del mundo fenoménico. Uno se
refiere a aquello que constituye efectivamente [reell] la vivencia intencional, esto
es, las sensaciones y aprehensiones. El otro a lo que está contenido intencionalmente
en la conciencia, es decir, el objeto que aparece.
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fENOMENOLOGIA DE LA VIDA FÁCTICA
Para aclarar esto podemos decir lo siguiente: cada acto de la conciencia está
relacionado directamente con objetos reales. La trascendencia del mundo real en
contraposición a la conciencia no es negada por Husserl, pero adquiere una nueva
interpretación de sentido. El mundo real no es trascendente en tanto que separado
del ''yo'' y de sus vivencias de la conciencia, y es sólo accesible mediante imáge-
nes representativas inherentes a ella. Es más, el mundo real es trascendente en
tanto que apreliendido por el ego cogitador. En su ser aprehendido intencional de
acuerdo con la conciencia y en su tener conciencia es trascendente en contraposi-
ción a los actos que tienen conciencia y a los actos aprehensores del mundo real.
Este estado esencial fenomenológico Husserl lo caracteriza en la 5a. Investiga-
ción lógica como la diferencia ''entre el contenido efectivo [reell] de un acto y su
contenido iritencional''. 52 En el anexo a los parágrafos 11 y 20 de la 5a. Investiga-
ción Husserl indica además que el objeto intencional, es decir, el contenido de la
representación, es el mismo que el real, que es su objeto exterior, y que sería
contradictorio diferenciar entre ambos, dado que el objeto trascendente no sería
en absoluto objeto de esta representación si éste no fuese su objeto intencional. 53
La diferencia entre objeto real e intencional podemos caracterizarla como diferen-
cia entre la inmanencia efectiva [reell] e intencional. Así pues, el objeto intencional
en tanto trascendente no está fuera de la conciencia, sino inmanente en ella, pero
no del modo en que los actos y las partes componentes del acto son inmanentes. El
objeto intencional es sólo inmanente en tanto que .m entado [verniei11te] conscien-
temente, ya que él mi smo no tiene el modo de ser de la conciencia, sino el modo de
ser de la realidad mundana. En este sentido debe entenderse que Husserl llegue a
hablar de trascende1icia inmanente.
A partir de esto ya podemos considerar que lo efectivo [Reelle] de un acto, en
cuanto constituyente, es propiamente lo que se encuentra en la conciencia. Lo que
se encuentra es lo que liay en la conciencia: un acto o vivencia intencional . En la
conciencia no encontramos objetos independientes, sino vivencias con un objeto
intencional. Podemos afirmar entonces que la conciencia se forma en estos actos.
Por ello el análisis de las IL se dirige principalmente al lado efectivo [reell], a los
actos. Y aquí surge el peligro de ver este despliegue como una simple ''psicología
del conocimiento''. Sólo podemos evitar esta interpretación si tenemos a la vi sta el
objetivo guía de Husserl.
En el § 14 de la 5a. Investigación Husserl escribe: ''Más importante aún son
para nosotros las diferencias entre la existencia del contenido en el sentido de la
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ÁNGEL XOLOCOTZI YÁÑEZ
A11te todo es muy de advertir que todo pasar de un fenómeno a l a reflexión que l o
anal i za en sus ingredientes o a la refl exión de dirección enteramente distinta que
anal i za su nóema, da origen a nuevos fenómenos y, por canto, i ncurriríamos en
muchos errores si conf undiésemos los nuevos fenómenos, que en cierto modo son
tran sform aciones de los an tiguos, co.n éstos, y atribu yésemos a los primeros lo qt1e
haya de i11grediente o de noemático en los últi mos.57
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F ENOM ENOLOGÍA DE L A VIDA FÁCTICA
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ANGEL XoLocoTZr YÁÑEZ
Por su parte, la así llamada ''actitud teórica" hace explícito o propio aquello
que anteriormente no fue aprehendido de forma categórica. En este sentido. aque-
llo que era ''preteoréticamente'' consciente y objetual llega a ser propiamente cons-
.
ciente.
En este punto debemos llamar la atención sobre lo que aquí Husserl caracteri-
za como ''preteorético''. Con este término se refiere a lo que se encuentra fuera
de esta determinada actitud objetivante, de esta ''actitud teórica'', es decir, lo
dado de la intuición sensible y lo dado de los otros modos fundados de la intui-
ción. En sentido estricto, lo ''preteorético'' en Husserl ya es teorético o se halla
desde un principio en el marco teorético de su fenomenología. La aquí llamada
''actitud teórica'' significa hacer explícito lo ya implícitamente teorético. Por ello
lo propiamente consciente se obtiene mediante esta actitud. En este sentido, el
paso de lo ''preteorético'' a lo ''teorético'' es el paso de lo implícito a lo explícito
bajo la guía de la reflexión.
De acuerdo con Husserl podemos decir que la ''actitud teórica'' es un " modo
distinguido fenomenológico" en el que se encuentra el yo. En Ja ''actitud teórica''
los objetos no están para mí simplemente ahí, sino que los aprehendo cognosciti-
vamente, son objetivados . El yo es entonces aprehendedor u objetivador. Los ob-
jetos son mentados objetivamente. Esto indica que si los objetos son dados
"preteoréticamente'', ''sólo mediante un giro de la mirada teórica, mediante un
cambio del interés teórico, salen ellas [las vivencias] del estadio del constituir
preteórico al del teórico'' .60 Esta posibilidad es una peculiaridad de la actitud
teórica: •'todos los actos que no son desde un principio teóricos pueden convertir-
se en actos teóricos mediante un cambio de actitud''. 61
Se puede aclarar esto en relación con un ejemplo: si veo el pastel que acabo de
hornear y lo encuentro ''delicioso'' o ''apetecible'', estoy ya en una actitud disfrutante
en la cual no sólo percibo sensiblemente el pastel, sino que lo encuentro ''con
cierto gusto''. Pero este ''gusto'' es un predicado que no está en relación con el
acto ''ver el pastel'', sino con el objeto pastel. Esta actitud disfrutante puede pasar a
la teórica si yo en lugar de llevar a cabo el acto disfrutante paso a otro modo
mediante el cambio de actitud: ''es todavía vivencia, pero no vivo en ella en el
sentido señalado''. 62 Ocurre, pues, un giro de la mirada en relación con el objeto
mi smo. Mediante este determinado giro de la mirada descubro lo cognoscible en
el objeto, lo categorial.
78
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FENOMENOLOGÍA DE LA VIDA FÁCTICA
Este otro concepto de reflexión nos permite ver con c laridad que la fenome-
nología husserliana es de entrada una fenomenología reflexiva. Es decir, si el
objetivo de Husserl fue guiado cognoscitiva y teoréticamente, entonces la citada
intuición en el principio de todos los principios no puede ser una intui ción sen-
sible prefilosófica. Más bien es una cognoscible-teorética, es decir, una categorial,
la cual descubre a.lgo en el objeto que la intuición prefilosófica no puede revelar
y esto significa que esencialmente sólo es posible en el modo reflexivo. Ella puede
llevarse a cabo solamente mediante el giro específico de la mirada de lo antes no
visto en el objeto, es decir, mediante la reflexión en sentido estrecho. En la intui-
ción cognoscible-teorética no ocurre de entrada un hacer objeto al acto, sino una
modificación de lo objetual y un cambio de actitud por parte del yo observador.
En resumen, podemos afirmar lo siguiente:
a) La intuición sensible
Husserl hace la diferenciación estricta entre intuición sensible y categorial . En e l
sexto capítulo de la 6a. Investigación lógica lleva a cabo un análisis al respecto.
Aquí obviamente hay que cuidarnos de interpretaciones unilaterales.
79
80
co mo verdad lógica, sino q ue es un empalme. una adecuac ió n, e n la cual la intu icíón tiene un
papel deter1nina nte. Po r e ll o Dascu r seña la con razó n q ue uno podría hablar e n este caso de
"verdad intu iti va"; cf. F. Dastur. " Heidegger und die Logische U nters uc hunge n" , en Heiclegger
Studies, 7 ( 1991 ), p. 46. E n este sentido, la verdad en Husserl no permanece rete ni da e n e l
j ui cio, pero un ida a él, como ya ha señalado Watanabe. Cf. J. Watanabe, "Categori al lntuition
and the Unders tandi ng of Beí ng in Husserl and Heidegger", en J. Salli s (ed.), Reacling Heidegger.
c·o111n1en1orations, pp. 109- 117; aq uí 110-115.
81
82
83
b) La intitición categorial
77 Vier Se111inc1re (=VS), p. 111 ; Zur Sache eles Detikens. p. 86 [Tie111po .v ser. p. 99) . Cf. F.
Oa stur. " Heidegger und die Logische Untersuchungen"; Watanabe, "Categori al lntuition and
the Understanding of Being in Husserl and Heidegger". Cf. especialmente: E. Richter, " Heideggers
Kritik am Konzept ei ner Phanomenologie des BewujJtseins", en P.-L . Coriando (ed.), Vo1n Rii1sel
des Begrifjs. pp. 7-29.
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F ENOMENOLOGÍA DE LA VIDA FÁCTICA
78 C f. J . Taminiaux, "Heidegger and Husserl 's Logical ln vesti gation s". e n J . Sallis (ed.),
Raclical Plieno1nenology , pp. 58-83. Ta mini aux conc luye s u análisis de la sigu ien te forma : '·There
exi sts therefore a version o f the o ntological di fference in Husserl's earl y work"; p. 80.
79 C f. Bernet/Ke rn/M arbach, Ed1nu11d Husserl , p. l 66.
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ANGEL XoLoc oTZ1 Y ÁÑEZ
80 Sin embargo, este excedente no sólo se halla en las afirmaciones mencionadas sino, por
ejemplo, también cuando se dice " papel blanco", lo que e sto s ignifica: papel si e1ido blanco.
Aquí se empalma "la intención de ta palabra blanco [ ... ] sólo parc ialmente con e l mo mento de
color de l objeto que aparece": Hua XIX/2, A 603 [ll 2, p. 695].
8 1 Cf. Hita XIX/2, p. A 611[/l2, pp. 700-701].
s2 Si recordamos el cuadro de las catego rías de Kant podemos ver la pertene ncia de lo no
sensible al sujeto . Cantidad, cualidad, modalidad y relació n no perte necen a la intuició n sensi-
ble, co mo espacio y tiempo, sino al entendimiento. A partir de esto se puede comprender bien la
expresión de Kant: "ser no es un predicado real del objeto'', ya que éste no pertenece realmente
al contenido cósico (<¡ué) de una cosa. El ser en un sentjdo precrítico fue visto como una deter-
minació n perteneciente a la cosa. Sin embargo, para Kant, ser no es cósico, no es objetual. Más
bien. para Kant, ser como existencia o como posición absoluta debe ser entendido ..en referencia
a la facultad de nuestro entendimiento"; debe ser visto, pues, como ser-posible, ser-real o ser-
necesario. Y esto significa verlo como modalidad. Cf. Heidegger, "Kants These über das Sein",
en GA 9, pp. 451-ss; GA 24, p. 35 -ss; VS. p. 114.
S'.l GA 20, p. 80.
84 Cf. K. Held, " He idegger und das Prinzip der Phanomenologie" e n A. Gethmann-Siefert/
O. P()ggeler (ed.). H eidegger un{/ {Íie praktische Philosophie, p. 112. En el seminario de Ziihringen
en 1973 He idegger caracteriza la intuici ón categorial como "una intui c ió n que deja ver una
categoría, o una intuici ó n (un ser presente para), la cual es~~ dirigi<La direc tame nte hacia
un a categl)ría"; VS, p. 113.
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FENOMENOLOGÍA DE LA VIDA FÁCTICA
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F ENOMENOLOGÍA DE LA VIDA FÁCTICA
91 En es te punto nos alejamos de la interpre tació n de He ld, e n ta nto que é l adj udic a la
dime nsió n de la evidencia de los categoriales a la fun c ió n de la rat io cog11nsce11cli y al mi s mo
tiempo a la de la ratio esserzdi. La do ble fu nció n de los categoriales, a los q ue se refi ere Hel d,
debe ser separada en estas dos síntesis. De ah í, lo categori a l pe rtenece a la intuic ió n y este
conoci miento de la inte nción sig nificativa debe ser n1odificada. Según Hu sserl, só lo aquí ocurre
e l conoc imiento. Cf. He ld , " Heidegger und das Prinzip ... ", p. 11 3.
89
90
94 M . Heidegger, " Über das Zeitverstandni s in der Phlinomenologie und im Denken der
Seinsfrage", en H . Gehri g (ed.), Phiinomenologie - lebendig otler tot ?, Bade nia, Karl sruhe.
1969, p. 47.
95 En "Quatre princ ipes de la phéno ménologie", en Re vue de Métaphysique et de Morale.
96. 1991 . pp. 3-ss. M . Henry incurre en un error interpretativo cuando separa el principio de
todos los pri11cipios de la máxima de investigación "a las cosas mismas ". Con ello no logra ver
lo que la intuic ión originaria dadora del principio describe: que las cosas son ellas mi smas. En
este sentido, hemos señalado que ambas mientan el mi smo e stado de cosas.
96 ZSD , p. 70 [Tienipo y ser, p. 84] .
91
letra este principio, sino que ''se situó en la tradición de la filosofía moderna". 97
En la famosa carta a Richardson, Heidegger pone esto en claro: ''mientras tanto
' la fenomenología' , en el sentido de Husserl, se convirtió en una distinguida posi-
ción filosófica determinada, constituida a partir de Descartes, Kant y Fichte [ ... ]
en contra de esta posición filosófica se tomó distancia con la pregunta por el ser
desplegada en 'Ser y tiempo' y esto, como aún pienso actualmente, con base en un
adecuado abocarse al principio de la fenomenología''. 98 Cuando Heidegger acen-
túa una y otra vez que la fenomenología no es ningún pu11to de vista, corriente o
pos ición, 99 su aparente rechazo al principio de la fenomenología se dirige a la
posi ción filosófica ya infiltrada en el principio de todos los principios, más preci-
samente contra la posición cartesiana. 100 La intensa discusión con Descartes que
Heidegger llevó a cabo en los seminarios de Le Thor es indirectamente, como ya
lo vieron Marion y Greisch, una discusión con Husserl. 101 Klaus Held no ve tampo-
co en la crítica de Heidegger al inmanentismo husserliana de la conciencia una
suspensión del principio fenomenológico, sino el esfuerzo de encontrar una salida
al dilema en el que cayó Husserl. El dilema es que Husserl, en el principio de
todos los princi pi os, descubrió ''el predarse de una dimensión de apertura
transubjetiva'', pero que a su vez tu vo que ser asegurado m ediante e l inma ne ntis mo
de la conciencia. 102
El rechazo a la posición de Husserl no aparece únicamente en los últimos tra-
bajos de Heidegger. Como veremos, Heidegger tuvo ya desde las primeras leccio-
nes en Friburgo una actitud crítica en relación con esa posición trans mitida. En
1946 Heidegger se refiere a ello en forma retrospectiva:
92
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FENOM ENOLOGÍA DE LA VIDA FÁCTICA
Sólo mediante el encuentro con Husserl , cuyos escritos obvi amente yo ya conoc ía,
pero que de hecho sólo había leído como otros escritos filosóficos, obtttve una relación
vi va y fructífera con eJ llevarse a cabo real del preguntar y describir fenomenológicos
[ ... ]En ello estaba yo desde un principio y siempre afuera de la posición filosófi ca
de Husserl en el sentido de una filosofía trascendental de la concienc ia.103
Con todo lo hasta aquí expuesto se puede percibir que lo que Heidegger rechaza
de la fenomenología husserliana es la posición fil osófica; no acepta la figura de la
desformaJización husserliana del principio fundamental. Esta figura se muestra
temáticamente como cartesianismo; en el la la desformali zación permanece prisio-
nera de la subjetividad . Metódicamente se muestra como reflex ión, y es la forma
mediante la cual procede.
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f ENOMENOLOGf A DE LA VIDA FÁCTICA
I 06 Heidegger ya había· vi sto la neutralidad del principio en la primera edic ió n de las /1ives-
ti¡:aciones lógicas; por ell o escribe en retrospectiva que éstas "permanecieron filosóficamente
neutrales" ; ZSD, p. 84 [Tie1npo y ser , p. 98].
101 GA, 56/57, p. 109.
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ÁNGEL X0Locon1YÁÑEZ
a) Nota preliminar
96
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F ENOM ENOLOGÍA DE LA VIDA FÁCTICA
debe tomar en consideración estrictamente el punto que las une, lo que ambas com-
parten. Hasta el momento ha quedado claro que lo determinante de la fenomenología
se halla en el principio de todos los pri11cipios, es decir, en la máxima de la investi-
gación fenomenológica ''a las cosas mismas''. Este principio o máxima presenta dos
características centrales: es el punto de unión de toda fenomen.o logía y, en este sen-
tido, podemos considerarlo como "neutral''. Cada apropiación determinada de este
principio constituye ya una desformalización de su puro enunciamiento formal .
Husserl mismo con su modo de tratamiento ~e los fenómenos llevó a cabo la primera
desformalización del principio. Heidegger lleva a cabo otra desformalización, aunque
más original que la de Husserl en tanto que ésta se funda en aquélla, como veremos.
El hecho de que la dimensión hermenéutica sea el fundamento de la fenomeno-
logía reflexiva no significa qt1~ esta última de alguna forma ya haya descubierto lo
hermenéutico. A la fenomenología reflexiva le está esencialmente encubierta la
dimensión hermenéutica. Esto hay que acentuarlo para evitar interpretaciones in-
adecuadas que pretenden ubicar la dimensión hermenéutica ya en los trabajos
reflexivos de Husserl .1 11
También cuando hablamos de fenomenología herrrienéutica se presenta el pe-
ligro interpretativo de ver esto simplemente como unafusión de dos posic iones
filosóficas diferentes, como "fusión'', por ejemplo, de Dilthey y Husserl 112 o de
111 En este error incurren Jos trabajos de J. Grondin y J. Caputo. El primero escri be en " Die
he rmeneuti sc he Intuitio n zwische n Husserl und Heidegger" lo sigu iente: " la pregunta husserliana
sobre la constitución de sentido ya es h.er111enéutica en tanto que ésta se abre e ll a mi sma a la
intencionalidad detrás de cada posic ió n, detrás de cada cosa dada. La intención quiere decir que
la cosa se halla en un llevarse a cabo o preconcepción comprendedora. La intentio se asenieja en
ciertafomw a un proyectar", en /nrnitte1i der 'Zeit. Beitrage zur europliiscl1e11 Gegetiwartsphilosophie.
Fesrschrift fiir Manfret/ Riedel. pp. 271-277, aquí pp. 212-ss. Al respecto pode mos decir que
para Hu sserl la constituc ió n de sentido se puede llevar a cabo so lamente e n la posic ió n trascen-
dental, es decir. e lla es posible sólo mediante la t1tOXlÍ y la reducció n. Caputo, en " Husserl ,
He idegger and the Question of a ' Hermeneutic' Phenomenology... escribe: " Husserl 's notion of a
prede l ineated ho ri zon is o f decisive import.ance to Heidegger 's notion of projecti ve understandi ng
(entwer.fendes Verstehe11) [ ... ] Hence we wanl to show that Hu sserl 's ph.eno1nenolog)1is l lt bott<Jrn
already a proro-her11ieneutics, already a philosophy of the presuppos iti o ns whic h infiltrate and
condition thematic acts". Más abajo: ··1 do not see that 1/iere is any serious differe11ce betwee11
Hei(fegger a11d Hu sserl on the quesrion o.f tlze projectiveness of inte111ional lije, of its dependence
u pon anticipatory structures in order to make its way around the world", e n Husserl Studies l ,
1984, pp. 157-178, aquí, pp. 168 y 176. C uando Caputo no ve una "diferenc ia importan te" e
interpreta la fenomenología husserliana como ya hermenéutica, me parece que no acierta e n lo
fundamental de ambas propuestas filosófi cas.
11 2 Gadamer inc urre e n es te e rro r de inte rpretac ió n c uand o en " Die Gesc hi c hte de r
Philosophie" escribe: "Todavía se refleja en el intento de Heidegger por modificar ~a concepción
97
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Según Heidegger, una vivencia unitaria debe ser explícitamente tematizada de tal
modo que su expresión pueda interpretarse en forma hermenéutica y no a partir
de •'argumentos'' teóricos. Heidegger parte de la vivencia del ver su lugar, en
se funden en la intuición hermenéutica. Cf. Ptsggeler, Neu~ Wege mit Heidegger, p. 24. También
In-S uk Kim sigue esta línea de interpretación en su tesis doctoral Phiinome1iologie des ft1kti.vche11
Lebens, p. 63.
114 En Aut-Aut, 223-224 (enero-abril, 1988), p. 6.
98
11s GA 56/57. p. 71 .
11 6 En relación con la hermenéutica de Heidegger. cf. C. Jamme. " Heideggers frUhe
BegrUndung der Hermeneutik", en Dilthey-Jahrbuch 4 ( J986-87); G. Scholtz, "Was ist und seit
wann gibt es 'hermeneutische Philosophie'?", en Dilthey-Jahrbttch 8, 1992-1993.
111 GA 56/57, p. 117.
11 s En la lección invernal de 1919/1920 hay diversos lugares que apoyan esta diferencia. Cf.
99
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ANGEL X OLOCOTZI YÁÑEZ
1 19 Por eso en Unterwegs :.ur Sprache. Heidegger escribe: .. De todo ello se deduce cl ara-
mente que lo her1nenéutico no qui ere decir primera1nente in terpretar sino que, antes aun. si gni -
fica el rrae r mensaje y noticia": UzS. p. 122 [De ct11nino al habltt, p. 9 ! ] .
12° En l os pri 1neros parágrafos de Ser y riernpo Heidegger destacará el papel que desempeña
esta intuición co 1nprendedora que ser<í anali zada como un a categoría perteneci ente al Dc1seirz.
La comprensi ón. tal como es anali zada en Ser y tie1npn, no es ningún modo específico de trabaj o
de un ámbi to del saber como son las cienci as del espíritu , sino que es una determinaci ón onto-
lógi ca del ser humano visto en su base como Dasei11 y no simplemente como aninial rarionale. El
análisis concreto de Ser y tien1po se detiene precisamente en el análi si s del mundo circundante,
que en l as primeras lecci ones se llamó vi vencia del mundo circundante, porque con ello Heidegger
quiere subrayar el primer acceso que tene1nos a las cosas: no de entrada como objetos perceptivos,
si no como seres a la mano cuyo qué no es ninguna sustanci a o idea, sino l a condición respectiva
[BC'~l'a ndrnis] en la que están in1nersos. Esa condición respectiva tiene otro l ado frente al Dasein:
l a significat ivi dad. L a si gnificati vidad, como ·mundaneidad del mundo, es prec i sa1nente lo que
per1nite un pun to de encuentro entre esos otros modos de ser como son los útiles y el.Dasei11 en
su modo de ser comprendedor afecti vo de ser. Con la vivencia del mundo circundante H eidegger
rompe con l a idea de ser en general , heredada de la tradici ón, donde el Dasein era una cosa más
en el .. mundo". cuya base era l a atcreri crt<;, l a percepción, como primer acceso al mundo. La
v ivenc i a del mundo ci rcund ante muestra otra manera de acceder al ser y al mundo y esto es sólo
posihle en ranco que ya se ha ll evado a cabo un a tran sforn1ación de la esencia del ser humano,
ah<)ra ya no visto como razón percepti va. sino como Dasein co mprendedor de ser. Pode111os
conc luir que si a l a base del ser humano como a11i111t1l rationale se hall aba l a percepción, a la
base del ser humano como Dasei11 se hall a la comprensión.
1'21 Cf. lo que Hei degger escribe al respecto en 1923: " Atendiendo más bien a su signifi cado
ori ginario. el término qui ere decir: determinada unid ad en la rea li zaci ón. del tpµr¡vEÚElV (de l
comuni car), es decir del interpretar que lleva al encuentro, vi sión, manej o y concepto {fe la
facticitlad"; CA 63, p. 14 [Ontología. Hernzenéutica de la facticidad·; p. 33).
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ÁNGEL X0Locon1 YÁÑEZ
A partir de esto podemos decir que el pri11cipio de todos los pri1icipios en su carác-
ter ateorético muestra precisamente el modo de proceder del intuir e interpretar lo
124 Con lo entornado intento traducir aquello a Jo que se refiere Heidegger con UnJweltliche.,·.
es decir, aquello que encontramos originariamente en el e1itorno [ Umwelt].
12s GA 56151, p. 111 .
' 26 GA 61. p. 90.
121 S1LZ, p. 149 [SyT, p . 173).
102
visto hermenéuticamente. Sin embargo, hay que observar que lo intuido hermenéuti-
camente en Heidegger se diferencia de lo dacio reflexivamente en Husserl; en lo
intuido hermenéuticamente se muestra el fenómeno originario en su modo tácito.
Hacer expreso el fenómeno no significa salirse de lo intuido comprensivamente,
sino que esto es tematizado e interpretado expresamente en forma acompañante.
Si el principio de todos los principios es entendido formalmente, entonces éste
de entrada no expresa nada reflexionado. Por ello lo determinante para Heidegger
es mostrar qué , expresa el principio en el marco originario de la fenomenología
hermenéutica. Esta es la razón por la cual Heidegger utiliza diversas formulaciones
que refieren a la esfera originaria de la vivencia del entorno: la intención origina-
ria de la verdadera vida [die Urintention des wahrhaften Lebens], la posición
origi1zaria de la vivencia y del vivir en cuanto tal [die Urhaltu.n g des Erlebens
und Lebens als solchen}. y la simpatía de la vida [Lebenssympathie]. 128 La inten-
ción originaria de la vida remite al carácter inimitable del fenómeno del origen. Ya
hemos indicado que no es la vida y el vivenciar en su carácter teorético derivado,
sino la vida y el vivenciar en su carácter de mundo circundante originario lo que
constituye la posición originaria de la vida. La actitud teórica es más una posi-
ción modificada. La posición originaria del vivir y vivenciar es caracterizada por
Heidegger como una simpatía de la vida, en tanto que ésta significa la concordan-
cia vivencia! de la vida consigo misma. Todos estos rasgos esenciales del vivir y
vivenciar remiten a la vez a un posible acceso temático: al modo de acceso
hermenéutico.
Con todo esto se puede afirmar que el principio de todos los pri1zcipio.f en su inter-
pretación ateorética constituye la posición metódica fundamental de la fenomeno-
logía herrnenéutica. Ello nos deja ver que Heidegger se propuso desde las primeras
lecciones una cierta seguridad metódica. Este hilo conductor nos lleva hasta el§ 7
de SyT. Ahí el análisis se dirige al modo de tratamiento de los fenómenos en el méto-
do fenomenológico hermenéutico, aunque el desarrollo se apoye sólo en la máxima
de investigación fenomenológica y el principio de todos los principios no sea men-
cionado. Al respecto ya hemos señalado que ambos se refieren a lo mismo.
Con ha.s e en lo expuesto hasta el momento podemos comprender más clara-
mente que el término ''fenomenología'' en primer lugar refiere a la relació n
<pcxtvóµEvov-A.óyo<;. Esta relación en Husserl es vista como la relación entre la
síntesis fenoménica y la síntesis lógica. Por ello escribe Heidegger en el semestre
invernal de 1920/1921 que la fenomenología ''da el A.óyo~ de los fenómenos'' . 129
103
.
130 Cuando señalamos dicho paraleli smo lo hacemos básicamente por dos razones: l ) Para
demostrar la estructura fenomenol ógica formal sobre Ja que Heidegger sig ue apoyado, esto es.
en el principi<J de todos Los principios. Y 2) para ver la cercanía que Heidegger tiene con las
/11vestf.~acio11es l6g;ct,is y con ello, cuestionar las interprétaci ones que pretenden ver la fenome-
nología hermenéutica de Heidegger en cercanía de la fenomenología trascendental husserli ana
(Ideas !). Esto último ha sido interpretado así por l os siguientes: R. Thurnher, " Hu sserl Ideen
und Heideggers Sein und Zei t", en A . Baumer/M. Benedikt (eds.), Gelehrte1irepublik untl
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