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Acuerdos de Paz

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DERECHOS HUMANOS

GRUPO NO. 1

Jackelin de Leon
Daniela Anzueto Leal
Ingris Neydi Cruz
Saydi Loricelda Roblero
Esmeralda Lesvi Pérez.
Acuerdos de paz en Guatemala
El proceso de negociación se inició en 1987 y concluyó 9 años después. La firma
del acuerdo final y definitivo se llevó a cabo el 29 de diciembre de 1996 en el Palacio
Nacional de la Cultura. Con información de la Agencia Guatemalteca de Noticia.

Los Acuerdos de Paz de Guatemala se firmaron en diciembre de 1996 y acabaron


con un conflicto armado interno que había desangrado al país durante 36 años y en
el que murieron más de 200.000 guatemaltecos, la mayoría población civil. España
acompañó entonces aquellas históricas conversaciones con la esperanza de que
sirvieran para abrir un nuevo proyecto de país y democracia para Guatemala.

Dichos acuerdos, que pusieron fin a la guerra civil en Guatemala, vinieron


precedidos de Los Acuerdos de Paz en Centroamérica Esquipulas I y II, que
promovieron salidas dialogadas y negociadas a conflictos armados que sometían a
toda la región centroamericana a una violencia inusitada y a la población una
violación de derechos humanos sin precedentes.

Esos Acuerdos de Paz de Guatemala pretendían lograr una Paz firme y duradera
para un país centroamericano que todavía no se ha librado de otros tipos de nuevas
violencias. Los Derechos Económicos, Sociales y Culturales que en aquellos
acuerdos se firmaron están todavía lejos de lograrse para una mayoría social que
sigue padeciendo la injusticia, la inequidad, la pobreza y la falta de desarrollo.

Por ello, y en el marco de la Agenda 2030 de Naciones Unidas para la consecución


de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, 25 años después estos acuerdos
merecen ser valorados desde el convencimiento firme de que la Paz, la Justicia y
los Derechos Humanos son aspiraciones imprescindibles para la vida de los pueblos
y de la humanidad.
Acuerdos alcanzados
Acuerdos de paz firma duradera.
Al presente Acuerdo de Paz Firme y Duradera quedan integrados todos los
Acuerdos suscritos con base en el Acuerdo Marco sobre Democratización para la
Búsqueda de la Paz por Medios Políticos, suscrito en la Ciudad de Querétaro,
México, el 25 de julio de 1991 y a partir del Acuerdo Marco para la Reanudación del
Proceso de Negociación entre el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria
Nacional Guatemalteca, suscrito en la Ciudad de México el 10 de enero de 1994.
Dichos acuerdos son:
El Acuerdo Global sobre Derechos Humanos, suscrito en la Ciudad de México el 29
de marzo de 1994;
El Acuerdo para el Reasentamiento de las Poblaciones Desarraigadas por el
Enfrentamiento Armado, suscrito en Oslo el 17 de junio de 1994; El Acuerdo sobre
el Establecimiento de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de las
Violaciones a los Derechos Humanos y los Hechos de Violencia que han Causado
Sufrimientos a la Población Guatemalteca, suscrito en Oslo el 23 de junio de 1994;
El Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, suscrito en la
Ciudad de México el 31 de marzo de 1995;
El Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria, suscrito en la
Ciudad de México el 6 de mayo de 1996;
El Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder civil y Función del Ejército en una
Sociedad Democrática, suscrito en la Ciudad de México el 19 de septiembre de
1996;
El Acuerdo sobre el Definitivo Cese al Fuego, suscrito en Oslo el 4 de diciembre de
1996; El Acuerdo sobre Reformas Constitucionales y Régimen Electoral, suscrito en
Estocolmo el 7 de diciembre de 1996;
El Acuerdo sobre Bases para la Incorporación de URNG a la Legalidad, suscrito en
Madrid el 12 de diciembre de 1996;
El Acuerdo sobre Cronograma para la Implementación, Cumplimiento y Verificación
de los Acuerdos de Paz, suscrito en la Ciudad de Guatemala el 29 de diciembre de
1996.
16. Con excepción del Acuerdo Global sobre Derechos Humanos, que está en
vigencia desde su suscripción, todos los acuerdos integrados al Acuerdo de Paz
Firme y Duradera cobran formal y total vigencia en el momento de la firma del
presente Acuerdo.
Fundamento de del derecho a la paz y su protección
El derecho a la paz es un derecho tanto en el ámbito nacional o interno como en el
internacional. Es tan cierta la afirmación de que no puede haber paz sin derechos
humanos como la de que no puede haber derechos humanos sin paz referida a la
vida interior de los Estados y a la situación internacional.

Guatemala a través de su artículo 46 le otorga preeminencia a los Tratados


Internacionales en materia de Derechos Humanos, y la paz es un derecho
fundamental, por lo tanto, es un paso adelante entre naciones que nuestro país logre
adherirse a sistemas irenológicos contemporáneos

La sostenibilidad de la paz lograda en el acuerdo de paz firme


y duradera

Es riesgoso afirmar que lo logrado mediante la suscripción del Acuerdo de Paz


Firme y Duradera sea precisamente la paz, toda vez que hemos afirmado que paz
es un concepto que implica un estado de desarrollo y pleno respeto de los derechos
humanos, y esos elementos estuvieron ausentes de Guatemala durante mucho
tiempo. Por ello, resulta lógico advertir que la paz no es alcanzable mediante
decreto. Sin embargo, si se puede afirmar que se ha alcanzado la paz negativa (o
sea, que se han logrado callar las armas) y se ha entrado en un proceso activo de
construcción de la paz positiva en la que gobierno y pueblo han comenzado a formar
parte. Dar inicio a ese proceso de transformación ameritó grandes esfuerzos,
debiéndose redoblarlos a efecto de dar sostenibilidad al proceso.

Dar sostenibilidad de lo logrado (la paz que implica el callar de las armas y el inicio
del proceso de construcción de la paz positiva) dependerá del cumplimiento de los
compromisos suscritos durante todo el proceso de paz, pues esos acuerdos
constituyen la agenda para la construcción de una sociedad no excluyente, en todos
los ámbitos. Si no son sostenibles los logros alcanzados, se verán frustradas las
aspiraciones del pueblo guatemalteco de lograr una sociedad justa.

La viabilidad del proceso que se desarrolle a raíz del Acuerdo de Paz Firme y
Duradera requiere arduos esfuerzos por parte del Estado y el pueblo guatemalteco.
Tras la firma del acuerdo, Guatemala está formalmente en paz. Para lograr en la
práctica un estado de paz que signifique la ausencia de violencia directa e indirecta,
se hace necesario llevar adelante un proceso en busca de desarrollo y justicia, sin
exclusiones. Para ello se necesita poner en un lugar privilegiado a los derechos
humanos, pero no sólo a los derechos cívicos y políticos, sino también a los
derechos económicos, sociales y culturales, e incluso los derechos de solidaridad,
para que con la plena observancia de éstos se logre la completa dignificación y
felicidad humanas.

Es imprescindible que el aparato estatal se fortalezca para que pueda constituirse


en impulsor de la vigencia plena de los derechos humanos individuales y colectivos.

La capacidad para cumplir eficazmente con los compromisos de los acuerdos


plantea la necesidad de consolidar la democracia, promover un desarrollo que sea
sostenible y, en fin, crear las condiciones integrales para que la paz sea realmente
firme y duradera, evitándose con ello los riesgos de la reversión del proceso. La
consolidación de la democracia y el logro el desarrollo socio-económico sostenible,
suponen un desafío de mediano y largo plazo cuyo punto de partida debe ser la
ejecución de los acuerdos de paz.

La modernización del Estado debe gestarse a efecto de lograr nuevas y mejores


relaciones con los gobernados. Debemos olvidarnos del Estado autoritario que
decide sin tomar en cuenta los intereses de los gobernados. Al respecto, es
pertinente traer a luz la siguiente observación formulada por Oscar Lionel Figueredo
Ara:

"Los modelos de Estado que definen políticas 'desde arriba', que se reservan las
decisiones fundamentales, al margen de una genuina participación de la sociedad,
corren el riesgo de ser contradictorios con los intereses y necesidades de los
diversos sectores y grupos sociales y étnicos. Por lo cual, se requiere de una
profunda reforma del Estado que permita democratizar las decisiones en relación a
las políticas nacionales y propiciar la participación de la sociedad, no sólo a través
de los partidos políticos, sino también, por medio de todos aquellos grupos,
asociaciones y movimientos sociales que constituyen modalidades de expresión
concreta de una democracia participativa".

Más adelante, el mismo autor hace un acopio de las condiciones que, a su juicio,
deben imperar para que una paz firme y duradera sea lograda, las cuales, por su
viabilidad de llevarlas a la práctica y por su congruencia con los acuerdos logrados,
consideramos interesantes conocer:
"Se reconoce que la finalización de la negociación política es trascendental, pero la
construcción de la paz significa un proceso gradual e integral. Para alcanzar la paz
es necesario iniciar programas de reducción de la pobreza, lograr la reconciliación
nacional, la consolidación de la democracia y avanzar en el desarrollo humano
sostenible a nivel local, regional y nacional. En este contexto, el cumplimiento de los
compromisos es un factor que propulsará las bases para la paz firme y duradera.

También es indispensable e insustituible el esfuerzo interno de todos los sectores


sociales, involucrándose en el proceso de creación de nuevas bases de convivencia
social, política, económica, cultural e ideológica, que garantizarán la estructuración
de una nueva sociedad en Guatemala. Es fundamental, aceptar que todos los
sectores de la sociedad guatemalteca tienen una responsabilidad que asumir en el
proceso de ejecución y fiscalización del cumplimiento de los acuerdos; ésta será la
base fundamental para empezar la construcción de la paz firme y duradera.

Para ir concluyendo, en la construcción de la paz se requiere realizar acciones


sustantivas como las siguientes:
 Convocar a un gran esfuerzo intersectorial participativo para obtener
consensos en torno a los proyectos del plan de paz y avanzar en acciones
específicas de reconciliación nacional y prevención de conflictos.

 Formular y llevar adelante un plan integral en contra de la impunidad,


aspecto medular para cumplir con el Acuerdo global sobre derechos
humanos.

 Apoyar todas las iniciativas que permitan el fortalecimiento institucional y la


autonomía del Organismo judicial, del Ministerio público y de la Fiscalía
general de la nación, componentes fundamentales de la correcta
administración de justicia y en el funcionamiento eficaz del Estado de
derecho...

Finalmente, es importante resaltar que la paz en Guatemala, su firma y su


construcción, es parte de un proceso necesario para iniciar la solución de los
principales problemas que afectan al país. Y el cumplimiento de los Acuerdos
derivados de la negociación es lo que permitirá a la población lograr en los
hechos la satisfacción de sus necesidades. Sólo una nación unida bajo los
criterios de respeto y el reconocimiento de la diversidad podrá hacerle frente
con éxito a los grandes y complejos problemas nacionales".
Es necesario advertir que la etapa post proceso de paz puede encontrar obstáculos
desalentadores. La paz que se ha intentando construir no es un estado alcanzable
automáticamente, sino que amerita complejos e incesantes esfuerzos, debiéndose
tener presente que los problemas siempre pueden presentarse. Edelberto Torres-
Rivas expresa la siguiente observación, refiriéndose a posibles problemas que
pueda enfrentar el período de consolidación de la paz:

"Las raíces de la violencia están presentes y continuarán operando al margen de la


paz, así como ellas se hacían presentes al margen de la guerra. La violencia política
está siendo sustituida por la violencia despolitizada, cruda, criminal. Es previsible
que aumente por un tiempo y que esa sensación de caos que hoy día existe en el
interior de la vida diaria de los guatemaltecos constituya el mayor de los obstáculos
para consolidar la paz".
Conclusión
Los Acuerdos de Paz fueron suscritos por el Gobierno de Guatemala y la Unidad
Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) entre 1991 y 1996. El objetivo fue
alcanzar soluciones pacíficas a los principales problemas que generó el conflicto
armado interno.

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