Acuerdos de Paz
Acuerdos de Paz
Acuerdos de Paz
GRUPO NO. 1
Jackelin de Leon
Daniela Anzueto Leal
Ingris Neydi Cruz
Saydi Loricelda Roblero
Esmeralda Lesvi Pérez.
Acuerdos de paz en Guatemala
El proceso de negociación se inició en 1987 y concluyó 9 años después. La firma
del acuerdo final y definitivo se llevó a cabo el 29 de diciembre de 1996 en el Palacio
Nacional de la Cultura. Con información de la Agencia Guatemalteca de Noticia.
Esos Acuerdos de Paz de Guatemala pretendían lograr una Paz firme y duradera
para un país centroamericano que todavía no se ha librado de otros tipos de nuevas
violencias. Los Derechos Económicos, Sociales y Culturales que en aquellos
acuerdos se firmaron están todavía lejos de lograrse para una mayoría social que
sigue padeciendo la injusticia, la inequidad, la pobreza y la falta de desarrollo.
Dar sostenibilidad de lo logrado (la paz que implica el callar de las armas y el inicio
del proceso de construcción de la paz positiva) dependerá del cumplimiento de los
compromisos suscritos durante todo el proceso de paz, pues esos acuerdos
constituyen la agenda para la construcción de una sociedad no excluyente, en todos
los ámbitos. Si no son sostenibles los logros alcanzados, se verán frustradas las
aspiraciones del pueblo guatemalteco de lograr una sociedad justa.
La viabilidad del proceso que se desarrolle a raíz del Acuerdo de Paz Firme y
Duradera requiere arduos esfuerzos por parte del Estado y el pueblo guatemalteco.
Tras la firma del acuerdo, Guatemala está formalmente en paz. Para lograr en la
práctica un estado de paz que signifique la ausencia de violencia directa e indirecta,
se hace necesario llevar adelante un proceso en busca de desarrollo y justicia, sin
exclusiones. Para ello se necesita poner en un lugar privilegiado a los derechos
humanos, pero no sólo a los derechos cívicos y políticos, sino también a los
derechos económicos, sociales y culturales, e incluso los derechos de solidaridad,
para que con la plena observancia de éstos se logre la completa dignificación y
felicidad humanas.
"Los modelos de Estado que definen políticas 'desde arriba', que se reservan las
decisiones fundamentales, al margen de una genuina participación de la sociedad,
corren el riesgo de ser contradictorios con los intereses y necesidades de los
diversos sectores y grupos sociales y étnicos. Por lo cual, se requiere de una
profunda reforma del Estado que permita democratizar las decisiones en relación a
las políticas nacionales y propiciar la participación de la sociedad, no sólo a través
de los partidos políticos, sino también, por medio de todos aquellos grupos,
asociaciones y movimientos sociales que constituyen modalidades de expresión
concreta de una democracia participativa".
Más adelante, el mismo autor hace un acopio de las condiciones que, a su juicio,
deben imperar para que una paz firme y duradera sea lograda, las cuales, por su
viabilidad de llevarlas a la práctica y por su congruencia con los acuerdos logrados,
consideramos interesantes conocer:
"Se reconoce que la finalización de la negociación política es trascendental, pero la
construcción de la paz significa un proceso gradual e integral. Para alcanzar la paz
es necesario iniciar programas de reducción de la pobreza, lograr la reconciliación
nacional, la consolidación de la democracia y avanzar en el desarrollo humano
sostenible a nivel local, regional y nacional. En este contexto, el cumplimiento de los
compromisos es un factor que propulsará las bases para la paz firme y duradera.