Desobediencia+Vital Julio+César+Payán+de+La+Roche
Desobediencia+Vital Julio+César+Payán+de+La+Roche
Desobediencia+Vital Julio+César+Payán+de+La+Roche
Prólogo............................................................................................. 5
Presentación ................................................................................... 7
Introducción ................................................................................... 9
1
2 DESOBEDIENCIA VITAL
Un buen día una viejecita vino a visitarse, como ya había hecho otras veces,
pero en esta ocasión dejó encima de la mesa un recorte del periódico local:
«es para que tengas información de esta enfermedad», dijo. Era la entrevista
a una mujer diagnosticada de fibromialgia. Me llamó la atención su actitud
insumisa; si bien se lamentaba de sus dolores diarios, no aceptaba la sentencia
vitalicia que le habían pronosticado. También destacaba la intervención de un
tumor craneal en su juventud; en Terapia Neural, por defecto, damos mucha
importancia a los antecedentes quirúrgicos y a las cicatrices.
Helida rios c. Alves
leda-rios@hotmail.com
Estuve tres días dándole vueltas, y sin la intención de crear precedente, decidí
789.954.265-00
vencer mi soberbia. La llamé yo (el médico) a ella (la paciente), invitándola a
que acudiera a mi consultorio. Me imaginaba lo que podía pasar por su
cabeza: «un médico a quien no conozco de nada me llama a casa para que
acuda a su despacho para tratarme con una terapia de la que no he oído
hablar nunca».
Hablamos por teléfono como si hiciese tiempo que nos conocíamos. Acudió a
los pocos días. Intercambiamos dudas, ideas, sentimientos, datos. Inyecté
procaína 0.5% en la cicatriz de su intervención y afloró la magia que hacía días
se estaba germinando: inmediatamente dejó de sentir dolor por mucho que se
apretase, se desinchó de ipso facto, « mira!, se me ven los nudillos de la mano»,
dijo. Ya no notaba ese cansancio que la agotaba hasta entonces. Se puso a llorar
y nos abrazamos.
¿Dónde se encuentra la magia? ... en la respuesta de su sistema nervioso al
tratamiento realizado, en la actitud de ella ante el diagnóstico impuesto, en la
batalla contra mi soberbia, en la viejecita que trae el recorte del periódico, en el
periodista que hace la entrevista. La magia no está en todo sino en el todo, las
partes no pueden ser interpretadas por separado. Algo así como lo que nos
cuenta Payán en este libro: el chamán invita a las nubes a danzar con él en vez
de torpedearlas para que suelten la lluvia. A veces las nubes aceptan bailar,
otras, no. Depende.
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Prólogo
La desobediencia vital propone una ética cósmica, una ética que no tiene
necesariamente la recompensa de la felicidad, sino que nos une no sólo con
los seres humanos, sino con los árboles, con los ríos, con las estrellas; que nos
hace ciudadanos del cosmos, sin respuestas. El misterio sigue siendo el mismo,
pero abiertos a otros lenguajes, a otras racionalidades y a distintos paradigmas.
La desestabilización es muy fuerte, porque parte de la insurgencia de
uno mismo, de darse cuenta de la trampa, de saber que no hay recetarios,
ni dogmas, ni vademécum, ni caminos
Helida rios señalados.
c. Alves La promueve un ser que
vive en permanente construcción, que pasó de la docencia en una facul-
leda-rios@hotmail.com
tad de medicina, de la que conserva la rigurosidad de estudio, a la búsque-
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da incansable de otras realidades y que hoy nos propone desobedecer, vol-
ver a pensar, volver a pasar por el cedazo del corazón.
Julio César Payán constata que el pensamiento latinoamericano está
vivo. Su vitalidad, su fuerza, su facultad de realizar síntesis y plantearse
hipótesis originales, la capacidad perturbadora de sus ideas son contunden-
tes: hay que desaprender para llegar a comprender; hay que desobedecer
para poder curarse; hay que revisar la racionalidad cartesiana que en los
últimos tres siglos ha marcado el sendero de nuestro pensamiento, porque
desde allí hemos fragmentado, hemos congelado lo que deberíamos dejar
moverse por ser dinámico, porque nos hemos distanciado absurdamente de
la naturaleza y de nuestra propia humanidad.
Julio César, quien ha tenido contacto con disciplinas no sólo médicas,
sino que tiene un largo trabajo académico, comunitario, político activista
y de conocimiento de culturas indígenas y negras, conjuga y discierne. ¿Un
chamán anarquista? ¿Un científico brujo? ¿Un libre pensador convocando
al azar? Preferiría decir que es un orden emergente de este continente lati-
noamericano que expresa tradición y rigor de pensamiento, lucha social y
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6 DESOBEDIENCIA VITAL
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8 DESOBEDIENCIA VITAL
esparcido por los corazones de muchos, que así como yo lo han permitido,
o mejor, que así como yo. han quedado rendidos ante la esperanza de sus
ideas, de su mirada y de su sonrisa.
Estoy convencida de que el espíritu de su obra poco o nada tiene que
ver con los limitados espacios de la medicina, de las ciencias sociales, o de
la política. Las fronteras se van haciendo borrosas a medida que va avan-
zando en el camino hacia su propia coherencia. Su esencia se resume en
sólo dos palabras: amor y fe.
Sus pasos no se detienen; va aclarando lo inexpresable mientras que la
vida poco a poco va reemplazando el discurso. Sigue adelante como un
acto de responsabilidad consigo mismo, con la ingenuidad de un niño, con
el valor de un joven, con la tenacidad de un adulto y con la sabiduría de
un anciano, en busca de algo que tampoco ha podido expresar, algo que se
me parece a la felicidad. Helida
Algo querios
se siente y se piensa, que está y no está
c. Alves
al mismo tiempo, algoleda-rios@hotmail.com
que desde siempre ha sido la causa y el efecto de una
vida que poco a poco sobrepasará los límites de la complejidad misma...
789.954.265-00
La heterodoxia en la heterodoxia
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pia forma de ver la vida. En esos momentos usted puede sentirse muy incó-
modo, pero si no se deja amilanar se encontrará con la posibilidad de reen-
cantar y reconstruir la realidad y, por supuesto, el mundo, su mundo.
El libro lo introduce o la introduce en el mundo de lo llamado alter-
nativo (palabra que también cuestiona), en donde se topará con una rea-
lidad enorme, invisible, misteriosa, mágica, chamánica, llena de colores y
tonos que seguramente usted no había imaginado; y le muestra el mundo
de la heterodoxia en lo social, lo político, lo vital, lo cotidiano y, obvia-
mente, en lo médico. Pero en sus páginas, alerta una y otra vez sobre el
peligro de trasladar sencillamente el pensamiento ortodoxo de lugar, esto
es, de ver en lo alternativo o heterodoxo únicamente técnicas y no verda-
deras concepciones que pueden revolucionar la vida.
Hay una pensamiento oficial disfrazado de rebeldía que nos venden
todos los días. Pero lo que el librorios
Helida presenta es una verdadera heterodoxia
c. Alves
que le mueve a usted leda-rios@hotmail.com
el piso conceptual y lo invita a pensar, a ser libre, a
la irreverencia y a la desobediencia vital.
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La esperanza
Crecimiento personal
El diálogo
Los aportes
Mi petición
Iniciando el viaje
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16 DESOBEDIENCIA VITAL
sentantes nos lo quita y nos libera. Desde ese momento, se nos signa con
la maldición del NO PODER: no poder hacer uno las cosas más vitales.
Siempre y ante las dificultades de nuestro destino tiene que llegar un
poder, casi siempre institucionalizado, a liberarnos de los peligros de un
mundo que nos acecha y que está fuera de nosotros, que nos invade y
que nos causa males y dolores. Le tememos al mundo, pero a pesar de
eso, nos dicen que lo cuidemos, que no lo destruyamos; es un contrasen-
tido, y es una de las causas de que la ecología no sea entendida en toda
su integridad.
El ser humano va por la vida con un sello impuesto de incapacidad e
impotencia; todos nos convertimos en pacientes, pasivos, y cada vez nues-
tra cultura nos torna más incapaces.
Antes, por ejemplo, el niño aprendía sus primeras letras de la mano de
la abuela, o de la tía o de sus padres;
Helida riosahora la presión se dirige a llevar al
c. Alves
chico desde muy pequeño al jardín escolar,
leda-rios@hotmail.com donde lo toma el poder de la
educación, el poder de la enseñanza que lo aconducta para ponerlo a su
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servicio y para que repita una lección muy bien aprendida. El autoapren-
dizaje sólo se acepta si es dirigido por un video, de lo que ya hay bastantes
ejemplos en la calle.
—Ahora veo, es otra manera de entender, ver y relacionarse con la
enfermedad...
—Así es, la enfermedad puede tener varios significados: por una parte,
el modelo médico convencional reconoce un punto de vista meramente
biológico; para él la enfermedad representa una alteración de un orden
previamente establecido, es salirse de un modelo o de una norma, o de una
uniformidad. Enfermo es aquel que no es igual o que no se comporta igual
a como lo establece la normalidad o la normatividad estadística. A esa sali-
da de la norma se le buscan y achacan causas externas como microbios,
contaminantes, virus, alteraciones genéticas, etc., que actúan como causa
efecto. Se confunde así estar en la norma con estar sano, y no se aceptan
estados individuales de salud.
Ésta es la visión imperante en nuestra cultura, la que justifica todo el
accionar y la parafernalia médica ortodoxa, la que se enseña en las escue-
Más allá de la curación: la enfermedad como metáfora de un propósito vital 17
1 Sócrates dice: «Glauco, préstame tu oído, escucha lo que tengo para decirte:
represéntate a unos hombres encerrados en una especie de vivienda subterránea en
forma de caverna, cuya entrada, abierta a la luz, se extiende en toda su longitud. Allí,
desde su infancia, los hombres están encadenados por el cuello y por las piernas, de suer-
te que permanecen inmóviles y sólo pueden ver los objetos que tienen delante, pues las
cadenas les impiden volver la cabeza. Detrás de ellos, a cierta distancia y altura, hay un
fuego cuyo resplandor los alumbra, y entre ese fuego y los cautivos se alza una tapia.
»Figúrate, además, a lo largo de la tapia, a unos hombres que llevan objetos de toda
clase y que se elevan por encima de ella, objetos que representan, en piedra o madera,
figuras de hombres y animales y de mil formas diferentes, ¿podrán ver otra cosa que no
sea su sombra? Helida rios c. Alves
»¿Qué más pueden ver?
leda-rios@hotmail.com
»Y si pudieran hablar entre sí, ¿no juzgas que considerarían objetos reales las som-
bras que vieran? 789.954.265-00
»Necesariamente.
»Considera ahora lo que naturalmente le sucedería si a uno de esos cautivos lo
libran de sus cadenas y se le obliga a ponerse súbitamente de pie, volver la cabeza, cami-
nar, mirar la luz. ¿Qué habría de responder, entonces, si se le dijera que momentos antes
sólo veía vanas sombras y que ahora goza de una visión verdadera? ¿No piensas que que-
daría perplejo y que aquello que antes veía habría de parecerle más verdadero que lo que
ahora se le muestra? Y en caso de que se lo arrancara por fuerza de la caverna y no se le
soltara hasta sacarlo a la luz del sol necesitaría acostumbrarse para ver los objetos de la
región superior. Por último creo yo, podría fijar su vista en el sol y sería capaz de con-
templarlo, no sólo en las aguas o en otras superficies que lo reflejaran, sino tal cual es,
y allí donde verdaderamente se encuentra.
»Necesariamente, dijo Glauco.
»Después de lo cual, reflexionando sobre el sol, llegará a la conclusión de que éste
gobierna todo en el mundo visible y que, de una manera u otra, es la causa de cuanto
veía en la caverna...
»Y ahora considera lo siguiente: supongamos que ese hombre desciende a la caver-
na y va a sentarse en su antiguo lugar. Si cuando su vista se halla todavía nublada, antes
de que sus ojos se adapten a la oscuridad, tuviera que competir con los que continuaron
encadenados, dando su opinión sobre aquellas sombras, ¿no se expondría a que se rían
de él? Si alguien ensayara libertarlos y conducirlos a la región de la luz, y ellos pudieran
apoderarse de él y matarlo, ¿es que no lo matarían?
»Con toda seguridad, dijo Glauco.»
20 DESOBEDIENCIA VITAL
su teleología o su propósito. Esto es algo que trabajan muy bien los inves-
tigadores en cibernética social.
—¿Para cumplir su propósito es que el ser humano hace la enfermedad?
—Sí. Estamos acostumbrados a ver las causas de las cosas de una mane-
ra de pasado a presente: A es causa de B; B a su vez, de C; C de D; D de E,
y así más o menos en hechos sucesivos; eso es una causa eficiente según
Aristóteles. Pero hay la llamada causa final aristotélica, que implica un
propósito, que sería una causa que actúa desde el futuro (yo hago esto por-
que busco o voy para...), es un nivel diferente a la causa desde el pasado.
El problema es que la teleología en el ser humano es desconocida, es decir,
no sabemos nada de su futuro, de su destino o propósito y, la verdad, tam-
poco sabemos nada de su pasado... Por eso, algo importante es aceptar tam-
bién nuestra ignorancia y hacer a un lado la soberbia del que cree que tiene
o debe tener una explicación pararios
Helida todo.c.Las abuelas decían que «la igno-
Alves
rancia es atrevida»... fíjese que, a veces,
leda-rios@hotmail.com se pone una bata de ciencia y se
pasea por todos los lugares. 789.954.265-00
—¿Es algo como un determinismo?
—Las teleologías, en el caso de los seres del universo, no son indivi-
duales, sino que están todas relacionadas entre sí. Por eso, no se trata de
un determinismo individual; pues dentro de ese aparente determinismo se
juega una gran complejidad donde aparecen propiedades emergentes,
como ocurre con los sistemas de alta complejidad. Se podría decir que
todos estamos unidos por una teleología universal. Tal vez, los poetas lo
vean más claro, pues cuando la racionalidad se torna insuficiente, la metá-
fora es el camino.
No puedo dar una respuesta más precisa, estamos ante el misterio del
ser humano.
—¿Qué pasa con las epidemias?
—Lo colectivo es más que la suma de las individualidades, así que una
epidemia es un fenómeno colectivo de enfermedad en el que un grupo
social reclama atención política, económica, del Estado o de cualquier otra
índole. Si el aparato sanitario lo supiera interpretar, vería la epidemia
como un indicador o una forma en que la sociedad encara un conflicto. No
Más allá de la curación: la enfermedad como metáfora de un propósito vital 27
mente por varios monos ante la mirada de los científicos. Entre 1952 y
1958, todos los monos jóvenes aprendieron a lavar las patatas dulces para
que fuesen más sabrosas. Sólo los adultos que imitaron a sus hijos apren-
dieron esta mejora social. Otros adultos continuaron comiendo las patatas
dulces sucias de arena. Entonces, sucedió algo asombroso. En el otoño de
1958, cierto número de monos lavaba sus patatas dulces... si bien se desco-
noce el número exacto de ellos. Supongamos que cuando el sol salió una
mañana, había 99 monos en la isla Koshima que ya habían aprendido a
lavar las patatas dulces. Supongamos también que aquella mañana, el
mono número 100 aprendió a lavar las patatas. ¡Y ENTONCES SUCEDIÓ!
Aquella tarde, todos los monos de la tribu lavaron sus patatas antes de
comerlas. ¡La suma de energía de aquel centésimo mono creó, en cierto
modo, una masa crítica y a través de ella, una eclosión ideológica!
»Pero, lo más sorprendente
Helidaobservado
rios c. por los científicos, es que la cos-
Alves
tumbre de lavar las patatas dulces cruzó
leda-rios@hotmail.comespontáneamente el mar... ¡Las
colonias de monos de otras islas y el grupo continental de monos de
789.954.265-00
Takasakiyama empezaron también a lavar sus patatas dulces!
»Aunque el número exacto puede variar, el fenómeno del centésimo
mono significa que cuando un número limitado de personas conoce un
nuevo método, sólo es propiedad consciente de tales personas; pero existe
un punto en el que con una persona más que se sintonice con el nuevo
conocimiento, éste llega a todo el mundo!»5
Podríamos decir que el mono número cien permitió que aflorara la
quinta dimensión.
El experimento conceptual de Einstein Podosky Rosen, demostrado
por Clauser y Aspect, que también ilustra este punto de la quinta dimen-
sión, consiste en que dos electrones que han sido gemelos en un átomo se
aceleran en forma divergente y en el momento en que se cambia el giro
(spin) de uno, simultáneamente se altera el giro del otro, no importa a
cuántos años luz de distancia esté. Hay una especie de conciencia univer-
5 Tomado de: Actualidades administrativas. Ecopetrol n.o 37. Dirigida por Alberto
Merlano Alcocer, Administrador Vicepresidente. Bogotá, julio de 1992.
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sal que une a los electrones o los comunica simultáneamente, como ocu-
rre con los árboles y los monos, y con otras muchas cosas: es la quinta
dimensión planteada, ni más ni menos importante que las cuatro conoci-
das o aceptadas hasta ahora. En las culturas indígenas se aprecia mucho
esto, yo no creo que sea magia, creo que es una realidad que nosotros no
queremos ver, como no querían ver los señores feudales la dimensión de la
perspectiva.
Aristóteles clasificó; Galileo, Descartes, Newton, Bacon y Comte
cuantificaron y dijeron que sólo era real lo cuantificable; Einstein y la ter-
modinámica añadieron la flecha del tiempo; la física cuántica y la teoría
de sistemas integraron y demostraron que entre los fenómenos de lo
viviente hay una relación constante. Es decir, que las cosas, en lo vivien-
te, no son tanto causadas como relacionadas. Pienso que el siguiente paso
es la cualificación, el valor de lo rios
Helida no medible, de lo subjetivo; eso sería el
c. Alves
puesto de la quinta dimensión.
leda-rios@hotmail.com
Morris Berman en «El789.954.265-00
reencantamiento del mundo» habla de una
conciencia participativa.
—¿En la práctica diaria, cómo siente o palpa esa conciencia universal?
—En la mejoría de los enfermos. A la ortodoxia le interesa que al
enfermo se le quite eso que llaman enfermedad, que para nosotros no es
más que un síntoma. Nosotros buscamos ver, no sólo la desaparición de
esos síntomas, sino también cambios en el aspecto mental; el enfermo se
torna más optimista, de mejor ánimo. Para mí, eso es un reflejo tanto de la
trascendencia como de la conciencia a la que me refiero.
—Sin embargo, en un orden social y económico establecido la enfer-
medad también tiene una dimensión política, no es bienvenida y hay que
quitarla, borrarla, hay que solucionarla de alguna manera porque la perso-
na o el ser total, como usted dice, debe producir. Hay un régimen, un
modelo de producción donde no se permite la enfermedad; estamos atra-
pados en un modelo social y de desarrollo que casi no permite la lectura
que usted plantea.
—Esto tiene que ver con lo que llamamos el modelo médico. Como he
dicho, se requieren cambios en lo político, lo social, lo cultural para que
Más allá de la curación: la enfermedad como metáfora de un propósito vital 35
esta visión tenga acogida. Por eso es riesgoso comparar sistemas médicos
de diferentes culturas, pues todo sistema médico es producto de una histo-
ria y sólo puede existir en cierto contexto ambiental, político, cultural,
muchas veces al servicio de intereses económicos y, en fin, dentro de un
sistema total que le da validez. En la medida en que cambien esos contex-
tos también lo hará el modelo médico, que se modificará como consecuen-
cia del cambio de esas influencias económicas, políticas o filosóficas.
No nos hagamos ilusiones, el modelo médico se adapta a las condicio-
nes imperantes, está al servicio de los intereses, no es una parte aislada de
lo demás. La verdad triste y dolorosa es que el antiguo grito «Sólo cam-
biando el sistema habrá salud para el pueblo» tiene toda su validez. Pero
no está nada claro a qué otro sistema se quiere llegar; puede ser más inhu-
mano y hegemónico que el actual.
En los siglos XVII, XVIII y XIXrios
Helida se realizó una gran revolución del pen-
c. Alves
samiento, era la épocaleda-rios@hotmail.com
de Descartes, Newton, Boyle y todos esos pensado-
res que pusieron las bases 789.954.265-00
del paradigma del pensamiento científico y
social del momento (ver apéndice). Pero fue sólo en el siglo XX con la revo-
lución industrial capitalista que ese pensamiento tuvo aplicabilidad prác-
tica, que se pudo ejecutar, y se encontró que comparar al hombre con una
máquina era rentable. Cuando se vio que el pensamiento sí servía a inte-
reses económicos, tomó fuerza y validez el modelo cartesiano y allí llegó el
modelo médico actual, como resultado, acomodándose a esos cambios eco-
nómicos, políticos y del pensamiento, poniéndose además, al servicio de
ellos. El modelo médico no es ni tan puro ni tan casto, ni está aislado de
las realidades políticas. Esto lo deberían analizar los médicos y todo el per-
sonal sanitario; si ellos no lo saben, no lo piensan y no lo vuelven cons-
ciente y de discusión diaria, la blusa blanca se convierte en la encubrido-
ra y justificadora de las injusticias sociales; yo creo que ésta es una de las
realidades más tristes en estos tiempos.
El sistema sanitario actual está hecho para un modelo de desarrollo,
para que el ser produzca para una sociedad de consumo.
Como decía el yerno de Marx, las cosas están hechas para que los tra-
bajadores laboren horas extras haciendo cosas que los mismos trabajadores
36 DESOBEDIENCIA VITAL
comprarán, con lo que ganarán laborando horas extras. Así mismo, con ese
modelo de desarrollo se hacen vías y transportes más rápidos para que el
trabajador vaya más rápido a vender su plusvalía. Y aun más triste, muchas
de esas obras las paga el mismo obrero en forma de impuestos, y él mismo
las aplaude como «progreso»; es otra cara de lo que es ser manipulador-
manipulado.
Por eso la visión que planteamos tiene connotaciones políticas, socia-
les, económicas, culturales; es un planteamiento comprometido con la
lucha social.
El sistema de seguridad social está hecho para mantener al trabajador
a un nivel de producción, por eso el afiliado nunca estará contento con él,
por eso tampoco estos planteamientos pueden tener mucha divulgación,
pues se vuelven subversivos, por eso aún nos falta mucho camino por reco-
rrer para llegar al mono número
Helida cien.
rios c. Alves
—Me parece arrasador el panorama planteado por usted...
leda-rios@hotmail.com
—Si no fuera realmente789.954.265-00
nuevo, controversial, divergente, alternativo,
desestabilizador, libertario, molesto para algunos, anarquista para otros,
quizá no valdría la pena escribir ni publicar esto.
gías, para limpiar el aura, para airear el cuerpo astral, para sacarle el quite
al karma.
Como se ve, en la mala alternativa también hay un mercado persa de
estupideces y un neoliberalismo del alma. Yo diría que esos no son hetero-
doxos o alternativos, son sencillamente ortodoxos camuflados de hetero-
doxos, pues su concepción no ha cambiado. Como decía el abuelo, «la
mona aunque la vistan de seda, mona se queda».
—¿Qué es lo realmente alternativo que se le puede brindar a la gente
para que piense o trabaje en su salud?
—Debemos aprender a pensar, a no dejarnos meter gato por liebre; hay
que estimular cambios en el pensamiento, darle a la gente herramientas
para que entienda que todos cabemos en este universo, para que no se deje
manipular, para que respete al diferente y no caiga en dogmas, para que no
busque quién le llene lasHelida
expectativas
riosmalsanas.
c. AlvesHay que hacer un trabajo
educativo desde el senti-pensar. Esto no
leda-rios@hotmail.comes fácil, pero si se mira alrededor
se nota que poco a poco se están dando cambios, a veces sin que nos demos
789.954.265-00
cuenta y a veces a pesar de nosotros mismos.
—Hay grandes escritores que durante sus períodos de fiebre escribie-
ron sus grandes obras, Thomas Mann por ejemplo; como si la enfermedad
hubiera sido un momento de reposo y de autoencuentro...
—No sólo Thomas Mann; nuestros abuelos, nuestros padres, los indí-
genas, los negros, tienen otras miradas de la enfermedad, como una forma
de socializarse, de reencontrarse consigo mismo. Recuerde los sudores, los
remedios de la tía medio bruja cuya foto está a veces en un álbum viejo, y
que a veces mostramos con orgullo. Ellos SE curaban, trascendían, se reen-
contraban; porque trascender es también autoencontrarse. Actualmente a
la persona LA curan y la ponen a producir rápidamente.
Si uno es capaz de mirar las cosas desde otro ángulo, comienza a ver
diferente y más claramente la sabiduría; entiende que los abuelos vivían
mejor su proceso de enfermedad.
Quiero aclarar que trascender no es como escalar las gradas del éxito;
tampoco la única forma de trascender es enfermándose. No hay que caer
en dogmas ni verdades inamovibles.
38 DESOBEDIENCIA VITAL
La ortodoxia en la heterodoxia
—¿Desde cuándo y por qué usted se vuelve tan crítico frente a la medi-
cina ortodoxa?
41
42 DESOBEDIENCIA VITAL
gente cree que uniendo una cantidad de mediocridades se logra hacer algo
bueno; es como si pensáramos que un burro detrás de un burro y detrás de
otro burro, hasta completar treinta o cuarenta burros, pueden formar una
locomotora o un avión.
Soy muy crítico de eso, son sólo corsarios que cambiaron de espada.
—Pero, puesto que usted cree en lo alternativo y lo ejerce, debe tener
su lado rescatable.
—Claro. También hay muchos y muchas que son honestos, que no
irrespetan las otras racionalidades ni las otras culturas, que no asaltan; pue-
den ser ortodoxos o alternativos, enfermeros, enfermeras, quiroprácticos,
yerbateros, etc. A ellos los recuerdo cuando hablo de estas cosas, ellos y
ellas, muchos médicos, periodistas, historiadores, profesores y profesoras
son honestos, gente común que nos ha impulsado en todo momento, de
ellos siempre uno tiene un grato recuerdo,
Helida de ellos saca uno la fuerza para
rios c. Alves
creer en la vida y paraleda-rios@hotmail.com
mantenerse en las utopías...
Por eso creo que a lo alternativo debemos ponerle rigurosidad, huma-
789.954.265-00
nismo, ciencia y conciencia, senti-pensar. Poco a poco va apareciendo la
importancia de nuevos paradigmas, no sólo en el campo científico, sino
también en el social, el económico, el político, para relacionarnos de otra
manera con nosotros mismos, con la naturaleza y con la vida; y para
enfrentar las dificultades que nos agobian. Recuerdo aquí una sentencia de
Einstein: «La complejidad de los problemas actuales no se puede resolver
con el mismo nivel de pensamiento que lo generó... Nuestra forma de pen-
sar tradicional nos tiene aprisionados en esquemas que explican nuestra
incapacidad de encontrar nuevos caminos.»
La heterodoxia en la heterodoxia
mirar al enfermo con otros ojos y con otras miradas y eso se lo da única-
mente el cambio de racionalidades; no únicamente para ver al enfermo
sino para relacionarnos con la vida.
En síntesis, lo postura verdaderamente alternativa conlleva cambios
sustanciales en nuestra relación, no sólo con los demás y con la naturale-
za, sino con nosotros mismos, pues produce serios desgarros y alteraciones
en lo más profundo de nuestro ser.
Por eso, porque con estas concepciones se cambia la realidad construi-
da, muchas personas se ven confrontadas con la realidad misma, y se sien-
ten duramente atacadas. Este discurso puede aparecer entonces agresivo
para algunos, puede producir bien sea parálisis o bien sea un duro rechazo
que puede llegar hasta a generar violencia. Es una confrontación con uno
mismo, con su yo y con la realidad que uno ha creado. A veces, se reva-
lúan o se desmontan muchas creencias
Helida rios c.y prejuicios,
Alves dando incluso la falsa
sensación de quedar sin bases; es, pues,
leda-rios@hotmail.comuna construcción que se tiene que
hacer diariamente pero sin 789.954.265-00
caer nunca en dogmas ni en principios inamo-
vibles. Recuerde el verso de Apollinaire:
También podemos ilustrar esto con un pasaje muy hermoso del libro
«El reencantamiento del mundo» de Morris Berman:6 «Cuando el indio
hace la danza de la lluvia, por ejemplo, no está asumiendo una respuesta
automática. Aquí no hay ninguna tecnología fallida, más bien, está invi-
tando a las nubes a que se le unan, para que respondan a la invocación. En
efecto les está pidiendo que hagan el amor con él, y como cualquier aman-
can hechos históricos desde otros puntos de vista. Pascal decía: «Lo con-
trario de una verdad profunda no es un error, sino una verdad contraria.»
Siempre las preguntas sin respuesta están presentes en nuestra vida,
pues poco sabemos de ella. Un pensador decía que cuando nos inventamos
las respuestas, con gran frecuencia caemos en los fetiches. Fernando
Savater se pregunta, para qué preocuparnos por lo que hay después de la
vida, si el misterio está aquí mismo y en ella.
Esos conocimientos esotéricos, que hay que filtrar muy bien, como
todo conocimiento, me enseñaron mucho; aprendí, por ejemplo, que nues-
tros sabios más antiguos también manejaban un discurso y a través de ese
discurso construían una realidad. Vemos por ejemplo, que el sentido
común que algunos creen innato, es también una construcción. Einstein
decía que el sentido común no es más que los prejuicios que nos han sem-
brado antes de los 18 años.Helida rios c. Alves
El esoterismo me enseñó, que muchas veces, nuestros modernos cono-
leda-rios@hotmail.com
cimientos y nuestras modernas investigaciones es como si siguiéramos unas
789.954.265-00
huellas en una playa y de pronto nos diéramos cuenta de que esas huellas
que seguimos no son más que las dejadas anteriormente por nosotros mis-
mos, es como caminar en un eterno círculo, esto lo expresaba Sir Arthur
Eddington, uno de los precursores de la física cuántica.
El misterio, lo oculto, siempre ha estado presente en nuestras vidas. Tal
vez en la Edad Media el esoterismo se trasladó a los alquimistas, también
ellos nos dejaron muchas enseñanzas. Tal como plantea Jung, la alquimia
en su época era un mapa del inconsciente humano; recuerde usted que la
adivinación no es rival del conocimiento, es parte del cuerpo central del
conocimiento en sí mismo, como lo expresaba Michael Foucault.
En fin, los conocimientos esotéricos, los de los alquimistas y otros más
recientes, en los cuales puedo incluir las teorías angelicales o alienígenas,
me han enseñado a mirar otras realidades y otras maneras de ver el mundo,
casi todos, al fin de cuentas, tienen una gran dosis de holístico en sus prin-
cipios y concepciones.
Por ejemplo, si los médicos fueran capaces de tener más fe, y por lo
tanto, se la dieran a sus enfermos, verían más curaciones y milagros en sus
50 DESOBEDIENCIA VITAL
7 Carl Jung. La Nueva Era. Temas ocultos. Citado por Elvira Marteles. Puerto Rico,
Edit. Contrastes, 1995.
52 DESOBEDIENCIA VITAL
Sin embargo, eso mismo nos da muchas esperanzas. Creo que somos la
reserva del crecimiento del mundo, aquí está la llama que se mueve en todas
direcciones; ahora tenemos que recrear la realidad que nos han vendido, para
crear una nuestra que podrá ser compartida por el resto del mundo.
—Varias veces ha planteado usted que el problema es político, ¿cómo o
en qué corriente se puede situar el pensamiento político de lo alternativo?
—Es difícil encasillarlo, y además sería contradictorio.
—¿Por qué?
—Porque tanto el utilitarismo liberal, ideología base del capitalismo,
como el marxismo materialista, ideología del comunismo, son filosofías
racionalistas, desarrollistas, tecnócratas, fuera de la escala humana, indivi-
dualista una y generalizadora la otra. Ellas anteponen la producción, la ins-
titución o el partido al ser humano.
Tampoco podemos caer en elrios
Helida fetiche
c. del individualismo, tan en boga
Alves
actualmente, y que lleva a aislar al hombre
leda-rios@hotmail.com de todo lo social. Nosotros
estamos hablando de «singularidades interdependientes», de interrelacio-
789.954.265-00
nes con todos y con el universo, del individuo en relación con la masa, y
de ésta con el individuo.
El utilitarismo pretende respetar al individuo y asegurar su libertad,
pero no tiene en cuenta la dimensión social y cooperativa del hombre, y
plantea relaciones de competencia y de agresivo ejecutar. El marxismo
somete lo individual al partido, al Estado o a las masas; alguien decía que
«el marxismo es el cristianismo del proletariado»; no estoy de acuerdo,
pero la verdad es que la mala interpretación que se ha hecho de Marx, ha
convertido al marxismo en otro buscador de culpables.
Volviendo a la singularidad interdependiente, tenemos que conjugar
ambas cosas, la peculiaridad individualista con la asociación cooperativa,
lo cual puede ser un socialismo libertario o anarquismo; hace como un
siglo lo llamaron socialismo utópico.
Políticamente hay que propender por un desarrollo a escala humana
en todo: la ciencia, la cultura, la economía, la política, etc.
Como dice Luis Racionero en Filosofías del Underground «La revolu-
ción psicológica y la praxis política se entrelazan dialécticamente en todo
Lo alternativo y lo esotérico: realidades que se encuentran 55
57
58 DESOBEDIENCIA VITAL
por eso siguen una lógica matemática, y a veces es difícil entenderlos con la
lógica que sólo utiliza cuatro dimensiones y con las limitaciones del lengua-
je. Con esas investigaciones cuánticas se vio, por ejemplo, que las llamadas
«leyes naturales» que tanta soberbia despertaron en Laplace no eran ni tan
leyes ni tan naturales en el campo atómico, es decir, que en éste aparecen
otras fuerzas, y aún más, se mueve en once y veintiún dimensiones.
Según la mirada de Descartes, Newton, Comte, Pasteur, Bacon y toda
esa pléyade de pensadores y estudiosos que hicieron la gran revolución del
conocimiento de los siglos XVI al XIX y que dieron origen a nuestra racio-
nalidad actual, en la naturaleza el determinismo y la predicción eran indi-
sociables y se podían llevar a fórmulas matemáticas; pero ese determinis-
mo y esa predicción newtoniana tambalearon con la llegada de la mecáni-
ca cuántica.
Este punto lo aclara un texto reciente
Helida rios c.deAlves
James Lighthill (Proceedingnof
the Royal Society of London, 1986), donde
leda-rios@hotmail.com declara que tendría que hablar
en nombre de la gran fraternidad mundial de los practicantes de la mecá-
789.954.265-00
nica. «Deseamos excusarnos colectivamente por haber inducido a error al
conjunto del público cultivado mediante ideas difundidas respecto al
determinismo que satisfacen las leyes del movimiento de Newton que, des-
pués de 1960, se comprobó que eran inexactas.»
La física cuántica nos hizo ver que los átomos, los quantos, los quarks
no se rigen por certidumbres ni determinismos, sino que se mueven en el
ambiente y en el concepto de las probabilidades. Ya en la segunda mitad
del siglo XX, esto le sirvió a Ilya Prigogine, Premio Nobel de química en
1977, y a sus colaboradores de la Universidad Libre de Bruselas, para pre-
sentar de manera clara y coherente la teoría de los sistemas, que para fun-
cionar tienen que estar alejados del equilibrio. Estos sistemas se encuen-
tran, son propios, de los seres vivos.
La mecánica cuántica cuestionó muchas verdades que se creían
inamovibles y demostró que no eran absolutas. Demostró por ejemplo, con
el principio de indeterminismo de Heissemberg, que las cosas pueden
albergar varios fenómenos contradictorios que les permiten ser aparente-
mente contradictorias en sí mismas; algo insólito e inaceptable para el car-
Siglo XX, ciencia y alternativas. La revolución ortodoxa en la ortodoxia 61
Dalí «en una bola de fuego quemante, que incluso derrite los relojes en un
árido paisaje desértico».
—¿Qué lugar ocupa, entonces, la mecánica cartesiana, newtoniana?
—La mirada cartesiana que fue una revolución del pensamiento no
puede ser negada. Lo que se intenta, es que, de acuerdo con sus mismos
postulados, acepte la duda, deponga la certidumbre, deje de comportarse
como una nueva religión y permita un diálogo con otras racionalidades;
ésta es una de las posibilidades que se presentan cuando se habla de nue-
vos paradigmas. En pocas palabras, que acepte la desobediencia vital y ¡que
cada uno de nosotros se arriesgue a inaugurarla!
Hay que tener mucho cuidado de no caer otra vez en dogmas e insti-
tuciones que tienen respuestas para todo, que se vuelven resplandores hos-
tiles. No se trata de crear más dogmas, sino de abrir espacios de diálogo que
acepten racionalidades no cartesianas,
Helida rios c.que la misma racionalidad impe-
Alves
rante ha llamado irracionales como una manera
leda-rios@hotmail.com de clasificarlas para des-
calificarlas y desconocerlas.789.954.265-00
—¿Qué otros eventos intervinieron en el resquebrajamiento del para-
digma mecanicista?
—Se producían cambios muy grandes. En 1905, Einstein incorporó la
dimensión espacio-tiempo y pasamos de un universo de tres dimensiones a
uno de cuatro; Jung reestructuraba la psique. Los dos llegaron a la conclu-
sión de la unidad del mundo: Einstein con la famosa frase «Dios no juega
a los dados» y Jung, con su teoría del Unus Mundus, hacían referencia a
una resonancia de todo el universo, de todo el cosmos, que hace que las
partes sólo puedan ser vistas en relación y en función de red con el todo.
Como quien dice que no hay partes y así el todo vital (bio-lógica) no es el
resultante de la mera suma mecánica y matemática de las partes, sino la
representación emergente de la relación de ellas entre sí mismas y su
entorno; o podemos ya hablar que el todo, o lo que se llama todo, es un
orden emergente de lo que se ha llamado partes, que será mejor verlas
como sucesos en redes.
Posteriormente, en las décadas de los setenta y ochenta se demostró
matemáticamente la existencia de esa red de relaciones al comprobarse
64 DESOBEDIENCIA VITAL
que cualquier cosa que ocurra en un lugar del universo tiene repercusión
en otro sitio de él, no importa lo alejados que estén.
En la teoría del caos (comportamientos irregulares e imprevisibles pero
deterministas que adoptan los seres vivos), se ejemplificó esto con la famo-
sa frase: «El sólo batir de las alas de una mariposa en el Brasil puede ser fac-
tor alterador del clima en el polo norte», esto para describir esa red no
medible aún que conecta al universo, no como hilos que se entrecruzan,
sino como conocimiento o conciencia que hace que todo lo viviente se
relacione entre sí, formando como una inmensa tela de araña, de hilos
invisibles, o mejor, tal vez, sin hilos, o como un tejido sin costuras, según
lo han tratado de definir algunos.
A principios de los años sesenta, L. Von Bertalanfy dijo, que el enfo-
que mecanicista que prevalecía entonces, parecía descuidar o incluso
rechazar cuanto hay de esencial
Helida en el fenómeno
rios c. Alves de la vida. El sabio pre-
conizó una concepción orgánica de la
leda-rios@hotmail.com biología, puso en evidencia la
importancia de considerar al organismo como un todo o un sistema y dio
789.954.265-00
por objetivo principal de las ciencias biológicas el descubrimiento de los
principios de la organización a todos los niveles y la necesidad de este
enfoque por sistemas. Es decir, que hay que privilegiar el todo más que las
partes, teniendo en cuenta que «el hecho que el esquema mecanicista de
encadenamientos causales y aislables* y el tratamiento dicotómico había
resultado ser insuficiente para tener en cuenta y afrontar nuevos proble-
mas teóricos». Se resquebraja completamente el estudio aislado de las
partes (especialidad) para darle importancia al todo pero como sistema de
una red universal integradora (holístico), tal como lo planteó Ilya
Prigogine, durante la Conferencia de Galardonados con el Premio Nobel
en París: «Nos acercamos lentamente a una visión más unitaria en la que
nuestra descripción del universo y nuestra experiencia existencial con-
vergen de nuevo.» Otros han llamado a esto el reencantamiento del
mundo.
jados del equilibrio, que tienen su propio orden; más aún, cuando llegan al
borde del caos, o sea, a crisis límites, dan origen a nuevos órdenes y orga-
nizaciones. En lo social esto es muy importante, pues ¿hasta qué punto las
organizaciones sociales deben llegar a situaciones de alta crisis, aparente-
mente caóticas, para dar origen a otro tipo de organizaciones?
En el ser humano y en lo viviente se conjugan ambos sistemas, es sín-
tesis, es energía y materia al mismo tiempo, está construido por electrones
y por masa al mismo tiempo, es absolutamente complejo, es mecánico y
cuántico a la vez; por eso se habla en él de caos determinista. Todo esto
aumenta, por lo tanto, su complejidad y su misterio.
12 Norbert Elías. La civilización de los padres y otros ensayos. Comp. Vera Weiler,
Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Norma.
Siglo XX, ciencia y alternativas. La revolución ortodoxa en la ortodoxia 71
· »Carácter de realidad:
Helida rios c. Alves
una certeza absoluta de que lo vivido en la expe-
leda-rios@hotmail.com
riencia transpersonal o 789.954.265-00
de fusión con el universo es real, a menudo
incluso mucho más real que lo vivido de ordinario en la cotidianidad.
Como se ve, estas experiencias tienen una gran ligazón con el pensa-
miento expuesto hasta ahora. Aunque aquí no aborde estos temas con
13 Pierre Weil. Los límites del ser humano. Colección transpersonal Los libros de la
liebre de marzo. Barcelona, S.L., 1997.
72 DESOBEDIENCIA VITAL
detenimiento, hay que entender que son tan importantes como los hallaz-
gos de la física, la termodinámica o la cibernética.
—¿Qué acontecimientos políticos han sido relevantes para este tema?
—Para mí hay dos a resaltar: por una parte los movimientos feminis-
tas que posteriormente, más decantados y con mayor compromiso social y
político, se tornan en movimientos de género. En esta corriente política y
social hay una gran riqueza y sensibilidad que impulsará la revolución tan
necesaria en estos momentos. Pienso que el proceso de género es uno de
los motores de estos cambios que no están por venir, sino que ya comenza-
ron. Así como cuando se habla de lo alternativo en la salud, surge el pen-
samiento de las medicinas alternativas, cuando se habla de lo alternativo
en lo social, surge el pensamiento de género, de lo ecológico y del desarro-
llo sostenible; todo esto está entrelazado.
Es importante traer algunos
Helidaapartes
rios c.deAlves
Las que saben... subculturas de
mujeres de Dolores Juliano: «Es que si se parte
leda-rios@hotmail.com de la base que el orden exis-
tente es el único posible, consecuencia necesaria de ciertos procesos —de
789.954.265-00
aquellos que realmente se han producido históricamente— o incluso,
de ciertas bases biológicas (como proponen los diversos racismos y sexis-
mos), la posibilidad misma de una mirada diferente se ve como una corrup-
ción profunda de la organización. La subcultura femenina por consiguien-
te —tantas veces identificada con “su naturaleza” y no con la cultura— se
interpreta como la imagen misma de la subversión.»
«Este planteamiento obliga a recuperar la especificidad femenina a par-
tir de la teoría del caos, camino también válido para recuperar la validez de
la actividad diferencial de cualquier otra subcultura o minoría étnica. Pero
hay que señalar que la contrapartida de este desorden radical que represen-
ta lo femenino es la idea de un orden patriarcal continuado, que está lejos
de ser una evidencia y que es en sí una construcción cultural legitimadora.»
En otro aparte dice: «Desde el punto de vista epistemológico, la cien-
cia, en tanto que, generada históricamente por los hombres, es vista por el
feminismo cultural como forzosamente androcéntrica, antiecologista y
militarista. La propuesta consiste entonces, en reemplazarla por una nueva
ciencia que se apoye en las virtudes femeninas, fundamentalmente en la
Siglo XX, ciencia y alternativas. La revolución ortodoxa en la ortodoxia 73
75
76 DESOBEDIENCIA VITAL
como partes aisladas, como piñones del reloj del que ya hemos hablado
(especialidad).
Si el paciente, por ejemplo, se queja de varias dolencias, como infla-
mación de estómago, dolores e hinchazones en sus articulaciones y dolor
de cabeza, el médico para diagnosticarlo y clasificarlo como enfermo de
gastritis, artritis y migrañas o jaquecas, debe verlo como formado por par-
tes de una máquina y aislar esas partes entre sí; dará tres diagnósticos, o sea,
que descompondrá el todo del ser en partes y según esas partes lo clasifica-
rá como gastrítico, artrítico o migrañoso. Comienza la persona, cuerpo y
mente, a ser desconocida en su totalidad, a ser expropiada por la ciencia
que cada vez la dividirá más, no se limitará a estudiar sólo el órgano malo,
sino que entrará hasta lo más íntimo de las células de ese órgano para hacer
una descripción anatómica microscópica o molecular de los daños encon-
trados; a esa descripciónHelida
la llamará diagnóstico,
rios c. Alvesy basado en él hablará de
pronóstico y tratamiento y se erigirá en juez y parte; es decir, la descripción
leda-rios@hotmail.com
del hecho se convierte en 789.954.265-00
la realidad y la verdad: así, poco a poco nos
hemos apartado de la realidad para crear una realidad virtual, una perfec-
ta cueva de Platón.
El modelo médico expropia así el cuerpo del enfermo, lo disecciona, lo
divide en partes que al final no relaciona con el todo, lo cual es completa-
mente anticientífico.
Científicos como Murray Gell-Mann, Premio Nobel y nada alternati-
vo, en su libro «El quark y el jaguar» plantea: «Todo lo que nos rodea son,
al fin de cuentas, hechos relacionados entre sí. Naturalmente pueden con-
siderarse como entidades separadas y estudiarse de esta forma. No obstan-
te, ¡qué diferente resulta cuando los contemplamos como parte de un
todo! Muchos elementos dejan de ser sólo detalles para memorizar, ya que
su relación permite elaborar una descripción comprimida, una forma de
teoría, un esquema que los comprende y resume y en cuyo marco comien-
zan a tener un sentido. El mundo se hace más comprensible.»14
res, si somos más libres, más tolerantes, menos lineales, menos hegemóni-
cos, menos soberbios, si somos capaces de desprendernos de las caretas y
disfraces, si somos capaces de inaugurar la desobediencia vital, en fin, si
SOMOS.
—Pero de alguna manera necesitamos un discurso para explicar lo que
nos pasa, un discurso de cualquier orden, incluso éste que usted está expo-
niendo.
—Sí, el discurso, la teoría, la explicación, pueden existir, al fin y al
cabo, es una manera de comunicarnos. El problema se presenta cuando el
discurso que trata de explicar una parte de la realidad lo volvemos la rea-
lidad, cuando no nos deja verla y comenzamos a interpretarla de una
manera malsana, inconveniente y absurda; y, peor aún, cuando descalifi-
camos, desde nuestra posición, cualquier otro discurso (lo denominamos o
clasificamos como esotérico, irracional,
Helida rios c.mágico,
Alveso cualquier otro apelativo
despreciativo), es que,leda-rios@hotmail.com
con gran frecuencia, denominamos para descalifi-
car o para esconder la ignorancia.
789.954.265-00
En los hospitales, las clínicas y los consultorios, en cada enfermo que
se mejora o cura podríamos ver un milagro. Para mí la realidad es induda-
blemente milagrosa, pero el discurso lineal, mecanicista y soberbio con el
cual llenamos malsanamente las expectativas, no nos deja ver, saborear y
vivir ese milagro; aunque no se debe olvidar que las cosas tienen que ser
siempre con conocimiento y con sentimiento.
En algo tan natural como el parto, podemos ver los desastres que causa
la excesiva importancia que se le da al discurso y la distorsión que produ-
ce en los hechos. El sistema médico operativizó y aparatizó —llenó de apa-
ratos— un acto tan sencillo y familiar como debe ser el nacimiento; lo vol-
vió médicos, enfermeras, clínicas, olores, alcohol, mertiolate, camillas de
partos, luces, desgarros, episiotomía, cicatrices, nalgada, cesáreas a discre-
ción, gritos, cuidados intensivos, monitores, etc. Llevó a tal estado las
cosas que las mujeres europeas blancas del siglo XVII fueron obligadas, por
moda impuesta por la realeza, a parir, o sea, a pujar acostadas; eso de pujar
horizontales por fuerza de la ciencia y por ser signo de distinción de clase,
se volvió de uso normal, violando el sentido común de pujar en cuclillas,
86 DESOBEDIENCIA VITAL
89
90 DESOBEDIENCIA VITAL
—En términos sencillos significa que por una parte seguimos leyes de
masa como la de gravitación o la de aceleración u otras, es decir, somos
materia sólida; por ejemplo, si nos lanzamos de un quinto piso vamos a ter-
minar en el suelo siguiendo leyes gravitatorias de masa. Pero también esta-
mos constituidos por átomos, fotones, electrones, protones, fermiones,
bosones, quarks y otras partículas subatómicas; es decir, estamos conforma-
dos por elementos de energía que no siguen las leyes de masa, pero que son
constituyentes de las partes más íntimas de nuestras células y que siguen
principios de tipo micro, atómicos, cuánticos. Por ejemplo, las enzimas que
son como las grandes fábricas ahorradoras de energía de nuestras células
responden a las probabilidades cuánticas.
Pero la fisiología médica y el grueso público aún no han tenido acceso
a estas informaciones y mucho menos a aplicarlas, pues sus enunciados,
como he planteado, abren grandesrios
Helida grietas
c. tanto
Alvesen el conocimiento como
en la ciencia clásica. Por consiguiente, no
leda-rios@hotmail.com es que estos factores cuánticos
no existan en nuestra vida;789.954.265-00
el problema es que no han sido reconocidos
con todas sus consecuencias, ni por las universidades ni por los investiga-
dores ortodoxos.
Quiero repetir realidades muy naturales pero muy poco aprehendidas:
somos materia (mecano) y energía (cuántico) a la vez; y cuando digo ener-
gía no me refiero al espíritu ni al alma ni a conceptos espurios, me refiero
a la de los órganos, como el hígado, el corazón, los riñones, la piel, el dedo
gordo o las uñas, lo que pasa es que hasta ahora nos hemos quedado sólo
en la materia.
Lo interesante y cuestionador es que no hemos tomado la energía en
serio y con todas sus connotaciones, sino que muchas veces se la ha torna-
do en una entelequia, en una palabreja con la que se quiere explicar todo.
Energías que suben, que bajan, que entran, que salen, que son buenas o
malas, que matan o curan, es decir, energías que tapan la ignorancia y la
falta de rigor de muchas personas.
El admirado cura Camilo Torres decía que «no sólo de pan vive el
hombre, pero también vive de pan»; yo lo parodio diciendo que no sólo
energía (cuántico) es el hombre, pero también es energía.
92 DESOBEDIENCIA VITAL
El caleidoscopio de la complejidad
de una medicina que se acerque al ser humano como sistema de alta com-
plejidad (recordar que somos mecánico-cuánticos, materia y energía) con
su capacidad de auto-eco organización debe llegar a él con mucho respeto,
aceptando el desconocimiento, reconociendo la capacidad y el poder del
otro e impulsando sus potencialidades de autogestión y autonomía. Ésta es
la base del ejercicio de una buena terapia neural, o de cualquier modalidad
que quiera llamarse alternativa.
Por su parte, los sistemas sociales sí que son de alta complejidad, tie-
nen su propia dinámica, su propio imaginario, sus propias expectativas,
intereses o biografías.
Cuando los investigadores sociales creen que la comunidad puede ser
estudiada o investigada objetivamente, no entienden que no hay realidad
u objetividad por fuera de nosotros, sino una red, cometen los mismos erro-
res que cuando el médicoHelida
aconducta
riosal c.
paciente
Alvespara someterlo a determi-
nado modelo. leda-rios@hotmail.com
En lo social no puede haber modelos, ni en lo económico ni en lo polí-
789.954.265-00
tico, por eso cada sociedad debe ser impulsada y respetada en la búsqueda
de su propio orden. En la Fundación para la Comunicación Popular
—Funcop Cauca— hemos investigado y trabajado básicamente este estilo
que es el de investigación, acción, partición (IAP); en ese sentido el soció-
logo Orlando Falls Borda es un maestro, yo diría que ha sido inspirador de
nuestro trabajo. Pero en la familia, y en todo, esta sociedad es muy dada a
tener modelos: modelos de pareja, modelo de desarrollo, modelo económi-
co, modelo de democracia, modelo de belleza (90-60-90), etc. El modelo
lleva a comparar la realidad con una realidad «modelada» de mentiras; el
grave problema es que casi siempre terminamos adorando al modelo y des-
preciando y depredando la realidad para adaptarla a ese modelo, cayendo
en lo que ya hemos llamado realidad virtual o pararrealidad o parapacien-
te o «ello».
Si se le quiere hacer daño a una comunidad, basta con enviarle médi-
cos o sociólogos o humanistas o trabajadores sociales que adoren modelos
sanitarios, políticos o sociológicos y traten de someter la comunidad a ese
modelo, bien sea éste liberal, marxista, conservador, biológico o de cual-
98 DESOBEDIENCIA VITAL
quier otro tipo, ya que frente a una modalidad dominadora lo único que
puede crecer es la esclavitud.
—Pero, imponer y seguir modelos es lo que se hace casi siempre.
—Sí, desgraciadamente eso se hace casi a diario; la derecha, la izquier-
da, los ortodoxos o los heterodoxos; siempre se quiere seguir con el juegui-
to de manipuladores-manipulados, seguir viviendo como en la cueva de
Platón. Por eso los sistemas de alta complejidad, lo cuántico, lo caótico o
lo termodinámicamente abierto aún no encuentran su sitio en lo social ni
en lo biológico. Una vez un médico me dijo que eso sonaba a ciencia fic-
ción, yo le contesté que lo que a él lo afectaba era la ortodoxo-ignorancia.
—Pasemos a la acausalidad.
—La ACAUSALIDAD es muy difícil de comprender en nuestra racionali-
dad, dada siempre a buscar causas, linealidades: «Songo le dio a Borondongo,
Borondongo le dio a Bernabé,
HelidaBernabé
rios c.le pegó
Alvesa Muchilongo...» y así una
eterna cadena, no sóloleda-rios@hotmail.com
de causalidades, sino de culpabilidades. Lin-Yutang
decía que para cristianizar un oriental primero había que culpabilizarlo o al
789.954.265-00
menos hacerlo sentir culpable; yo diría causante o causa de algo.
Pero no todas las culturas han manejado las cosas como causa-efecto o
multicausalidad-efecto. Luis Racionero en el capítulo «Taoísmo: los ritos
vitales de la naturaleza» de su libro «Filosofías del Underground», dice:
«Ante la coherencia del pensamiento chino es preciso aceptar que la
mente humana ha seguido al menos dos caminos de avance desde el pri-
mitivo pensamiento de participación mística: uno, el tomado por los grie-
gos, que refina los conceptos de causación hasta llegar a la explicación de
los fenómenos naturales que les da Demócrito; y otro, el seguido por los
chinos, de sistematizar el universo como sucesos en una configuración o
estructura según la cual se ordenan las influencias mutuas de las partes en
el todo. En la visión griega del mundo, si una partícula de materia ocupa
un punto en el espacio-tiempo, es porque otra partícula la ha empujado
allí; en la visión china, es porque toma su lugar junto a otras partículas, son
un campo de fuerza. Mientras el pensamiento griego se apartó de las ideas
primitivas de homología hacia conceptos de causación mecánica que lle-
varían a la ciencia renacentista, el pensamiento chino desarrolló el aspec-
Sistemas de alta complejidad 99
17 Speransky. Bases para una nueva teoría de la medicina. Buenos Aires, Editorial
Psique.
100 DESOBEDIENCIA VITAL
Como médico veo muy claro que la lucha de la medicina contra las
bacterias y los virus la perdimos, pero no nos damos cuenta o no queremos
aceptar esa derrota. Cada vez aparecen antibióticos más potentes y más
dañinos; pero cada vez aparecen también bacterias más resistentes produc-
toras de enfermedades infecciosas crónicas ya incurables; igual sucede con
los virus. Pienso, pues, que el camino de causa efecto ha sido equivocado,
pero ¿quién se atreve a echar eso para atrás, si hay grandes capitales eco-
nómicos y grandes intereses científicos que sostienen ese error?
En lo social es lo mismo. En la década de los sesenta en Colombia,
genios racionalistas lineales y con fines políticos dijeron que uno de nuestros
problemas de pobreza era que había muchos pobres porque las mujeres
pobres se dedicaban a engendrar y a parir pobres; inundaron a las mujeres de
anticonceptivos y ligaduras de trompas y a los hombres de vasectomías, claro
que los machos no se comieron el cuento;
Helida rios además el modelo médico es
c. Alves
machista así que comoleda-rios@hotmail.com
perro no come perro, macho no le cree a macho. Se
obligó a las mujeres a planificar, pues se pensaba linealmente que evitando
789.954.265-00
que nacieran pobres la pobreza disminuiría; ése fue uno de los grandes «apor-
tes» del sistema médico al desarrollo de este país que ahora tiene más pobres
y más violencia.
Yo no soy enemigo de la planificación familiar ni del aborto, sino de la
concepción con que se aplicó esta política desde la academia; yo me pro-
nuncié en su contra cuando era catedrático ortodoxo; obviamente nunca
nos escucharon, como creo que tampoco lo hagan ahora; pero ¡qué impor-
ta! El tiempo, aunque sea relativo, termina por aclarar las cuestiones y con
el paso de los siglos, quizás las cosas y la racionalidad cambien.
No es acabando la droga como se evita que haya drogadictos, ni sata-
nizando el pecado como se evita que haya pecadores, no es que muerto el
perro se acabe la rabia; el problema es que nosotros muchas veces hemos
comparado los sistemas mecánicos con lo viviente y de esas comparacio-
nes sacamos conclusiones que queremos hacer aparecer como verdades.
Con mucha facilidad decimos que el corazón es una bomba aspirante-
impelente, que la vista es como un juego de lentes, que las articulaciones
y músculos se comportan como palancas o que el cerebro funciona como
Sistemas de alta complejidad 101
más perfectas que las europeas; el problema fue que nos arrasó el modelo
griego (ahora es el gringo), pero yo creo que ya es hora de revisar nuestra
propia historia administrativa y política precolombina, allí puede estar tam-
bién ese conocimiento perdido. Como plantea Sergio Ramírez, escritor y
antiguo vicepresidente de Nicaragua: «De nuestro continente, el Nuevo
Mundo, ahora más que antes, habrá de surgir una nueva calidad de respues-
tas, largamente esperadas. La democracia real, la libertad como parámetro
de la verdadera integración social, la justicia económica sin discriminacio-
nes, el triunfo de una identidad continental son las sustancias del aporte
creativo y novedoso que tarde o temprano habremos de ofrecer a la huma-
nidad. La utopía latinoamericana apenas empieza a nacer.»18
La historia, así como la medicina están aún por analizarse bajo otros
parámetros.
—¿Qué es la fractalidad?
Helida rios c. Alves
—Del conocimiento de que el todo está en la parte se desprende la
leda-rios@hotmail.com
característica que se ha llamado FRACTALIDAD.
789.954.265-00
La fractalidad es entonces como el todo se dibuja en la parte, o se repi-
te en ella, puede ser como un modelo o fórmula o principio que se repite
en la naturaleza. Esto ha dado origen a las matemáticas y la geometría de
los fractales, ya que esas fórmulas o principios se llevan a fórmulas mate-
máticas, que tienen mucho que ver con las matemáticas del caos.
Las nubes a veces toman la forma de las montañas o cordilleras sobre
las que se sientan, para utilizar una figura indígena, o un rayo puede seme-
jar las figuras de las raíces de un árbol; los poetas con sus metáforas han
visto claro la fractalidad; «sólo el agua en movimiento sirve para calmar la
sed, te esperaré junto a una lágrima».
Pero la fractalidad no es mecánica, no se debe caer en el error de pen-
sar que desde una parte se puede descubrir y discernir el todo, o que un
rayo es igual a las raíces de un árbol; en estos casos nos referimos al espíri-
tu, a la esencia o al conocimiento del todo en la parte que se refleja en una
figura, o en la formación de cristales.
¿Será posible vernos desde otros ángulos? ¿Será posible que pongamos
vertical el horizonte y le demos un giro a nuestra visión del mundo para
que descubramos nuevos arrullos, para que veamos los dioses de los otros,
nuevas figuras, otras simbologías
Helida yrios
otrasc.posibilidades?
Alves
El mensaje de este leda-rios@hotmail.com
capítulo dedicado a los paradigmas es que lo intente-
mos, que no perdamos las esperanzas. Recordemos que lo más interesante que
789.954.265-00
tiene la vida es que para ella siempre hay muchos tiempos —para ella nunca
es tarde— pero a los seres humanos sí se nos está acabando el nuestro.
Este capítulo sobre los paradigmas trata de resumir o sistematizar las
experiencias de muchos años, de muchos autores y de muchas personas. Es
una propuesta de lo que hay que hacer, o de lo posible; puede ser, aunque
parezca contradictorio, un buen bocado de pragmatismo.
Hay que leerlo con calma, sin furia y con mucha esperanza.
107
108 DESOBEDIENCIA VITAL
vida, pues muchos de sus enunciados son válidos y gracias a ella la huma-
nidad ha avanzado hacia la modernidad y ahora se acerca a la llamada pos-
modernidad. La racionalidad cartesiana fue revolucionaria en su naci-
miento, se enfrentó al dogma religioso, permitió y permite predecir y
conocer con leyes matemáticas nuestro lugar en el universo.
Esta concepción y racionalidad ha iluminado las grandes revoluciones
de nuestro tiempo y ha estado presente en ellas: la revolución francesa, la
revolución industrial, la revolución del conocimiento, el nacimiento del
capitalismo, del marxismo y otras tantas; ha sido opositora de dogmas que
aprisionaron durante mucho tiempo al ser humano. El pensamiento y la
racionalidad ortodoxo-cartesiana están en nuestros genes, y no se pueden
negar o desconocer impunemente.
Sin embargo, también ha sido mal tratada, y con el correr del tiempo
se convirtió, en contra de sus principios,
Helida en una nueva religión, en otro
rios c. Alves
dogma que quiere dar leda-rios@hotmail.com
respuesta a todo y que sólo acepta sus propios postu-
lados; esa es esencialmente 789.954.265-00
la falla y lo que he querido expresar.
La ortodoxia, la racionalidad cartesiana, debe aceptar la existencia de
otras racionalidades y de otras posibilidades, y no caer en los errores de
desconocerlos con soberbia llamándolos magia, brujería, charlatanería o
irracionalidad. Tampoco puede pretender coptarlos y ponerlos bajo su
poder, no se puede tratar de imponer el método científico a otras raciona-
lidades, no se las puede ni debe irrespetar.
En lo médico tengo experiencias tanto en la visión ortodoxa como en
la alternativa. Las ideas que presento son creación de muchas personas,
muchas experiencias, muchos enfermos y muchas vivencias que aún están
por recopilar; son una creación colectiva. Cuando se comenzaron a cono-
cer las medicinas alternativas se presentó un enfrentamiento entre nos-
otros los «alternativos» y los «ortodoxos» o universitarios o facultativos;
fue una época que afortunadamente se superó, pero hay que aceptar que
esa confrontación fue necesaria y nos sirvió para lograr y ocupar un espa-
cio. Gracias a muchas personas, en especial a Germán Duque Mejía —de
quien en Colombia y América latina debe haber siempre un recuerdo,
pues fue la llama que nos iluminó a todos— a su terquedad, a su mística, yo
Nuevos paradigmas 109
más alto va, debe caminar con más cuidado, los pasos serán más cortos y
quizá la incertidumbre puede ser mayor.
—En su discurso se nota mucha vehemencia, muchos deseos de que la
gente entienda una visión diferente.
—La vehemencia siempre lo acompañará a uno, son también cuestio-
nes ortodoxas, genéticas. Lo importante es que los lectores no se dejen
obnubilar por esa vehemencia y comprendan los nuevos conceptos.
—Usted ha hablado sobre la necesidad de nuevos paradigmas, ¿qué es
un paradigma?
—Hay muchas definiciones de paradigmas; importantes historiadores
de la ciencia, como Thomas S. Khun, proponen muchas, sin embargo, voy
a enunciar la que me parece que se acerca a nuestras ideas y que más se
entiende. También debo aclarar que hay muchas clases de paradigmas.
Un paradigma socialHelida
es «la pléyade
rios c.deAlves
conceptos, valores, percepcio-
nes y prácticas compartidas por una comunidad
leda-rios@hotmail.com que conforman una visión
específica de la realidad, y a789.954.265-00
su vez da las bases para la organización de esta
misma comunidad.»19
Comienzo a hablar de un paradigma social, ya que la ciencia o los
modelos sanitarios se conforman y comportan de acuerdo con los paradig-
mas de la sociedad o comunidad dentro de la que están; por eso en todo
este discurso se mezcla lo social, lo político, lo filosófico, lo cotidiano y lo
biológico científico.
Se podría resumir más esa definición diciendo que es la forma como
una sociedad lee su realidad y les encuentra explicación a los fenómenos
que observa todos los días. Es decir, es el discurso que la sociedad crea de
la realidad para entenderla; pero ese discurso no se queda allí, ya que la
sociedad o comunidad misma se organiza según él, por eso hemos dicho
que es como un monstruo que se alimenta a sí mismo.
Si analizamos nuestra sociedad actual con desarrollo de tipo competiti-
vo, alejado del ser humano; con modelos de desarrollo que utilizan al hom-
bre y a la naturaleza; con destrucción del medio ambiente; con guerras reli-
19 Thomas S. Khun. ¿Qué son las revoluciones científicas? Barcelona, Altaya, 1987.
Nuevos paradigmas 111
giosas y étnicas aún presentes al iniciar el siglo XXI (a finales del siglo XIX no
se hubiera pensado que a principios del XXI habría estas causas guerreras);
con fenómenos económicos neoliberales y de globalización que hacen que el
ser humano ya no se sienta ciudadano ni de la Tierra; con personas que se
sienten exiliadas y extrañas en su propia patria, desplazados de su mundo y
de su cotidianidad; con mayor amplitud de la brecha entre ricos, cada vez
más pocos, pero más poderosos, y pobres cada vez más abundantes, tenemos
que aceptar que revisar el discurso que nos alimenta, es decir, revisar paradig-
mas sociales, es un acto de desobediencia vital y de urgente supervivencia.
Ahora bien, es posible que para que se vea claramente la necesidad de
esas transformaciones tengamos que llegar a la catástrofe total o presentar-
se hechos y fenómenos que nos arranquen del amodorramiento actual; no
se puede aventurar nada, pero pienso y he aclarado que se requieren con
urgencia nuevos paradigmas sociales.
Helida rios c. Alves
— ¿Y qué es un paradigma científico?
leda-rios@hotmail.com
—Es casi igual que el paradigma social: «El paradigma científico está
789.954.265-00
constituido por los supuestos teóricos generales, leyes y técnicas de aplica-
ción que adoptan los miembros de una comunidad o rama de la ciencia,
que a su vez justifican y dan credibilidad a sus inventos y descubrimientos
que al final también justifican y mantienen los supuestos teóricos que les
dieron origen.»
Es entonces el hijo del monstruo social que al igual que su progenitor
se alimenta a sí mismo.
—¿Por qué se requieren nuevos paradigmas en la ciencia?
—La respuesta puede ser muy simple: al ser los paradigmas científicos
resultantes de paradigmas sociales y al verse la necesidad de cambiar los
últimos, necesariamente se tiene que presentar un cambio de los primeros.
Para mí, esto es lo más claro y por eso considero tan importante los con-
ceptos, lo político y lo social. Se necesita tener mucha miopía histórica
para creer que se pueden hacer cambios realmente válidos y revoluciona-
rios en la ciencia sin tocar el aparato social y político. Así entendido, esto
reafirma que lo llamado «alternativo» debe ser total y tener compromisos
revolucionarios con la comunidad.
112 DESOBEDIENCIA VITAL
rentes tampoco caben o se explican por los antiguos paradigmas, así como
los movimientos de género y ecologistas también los resquebrajan; esto
demuestra que la necesidad del cambio, además de evidente, es de absolu-
ta urgencia, es una cuestión de sobrevivencia.
Pero los paradigmas como las instituciones siempre luchan y se quie-
ren mantener antes de sus necesarios cambios. La postura de Khun fue: «El
estudio empírico muestra que el concepto de racionalidad que hemos man-
tenido hasta ahora no es válido. Modifiquémoslo.» No significa que pro-
bemos otra vez, sino algo así como cambiar de tercio; para ser reiterativo,
los nuevos avances no se pueden añadir al edificio científico compuesto
por viejos ladrillos, hay que cambiar los ladrillos y remover también los
cimientos.
—¿Cuánto tiempo cree usted que transcurrirá antes de que las institu-
ciones de antiguos paradigmas
Helida lesrios
den paso a los nuevos?
c. Alves
—Dos cosas que veo se están derrumbando,
leda-rios@hotmail.com incluso antes de lo espera-
do, y que acelerarán la conciencia de nuevos paradigmas sin: el patriarca-
789.954.265-00
do y la visión antropocéntrica de la vida. El patriarcado, que ha sido uno
de los ejes del mecanicismo lo veo ahora en muchas dificultades debido a
los movimientos feministas y de género y al manifiesto cansancio y agota-
miento de ese papel maligno y desgastador que le ha tocado representar a
los machos en nuestras culturas.
Por otra parte, la visión antropocéntrica con la que se ha estudiado el
mundo y los diferentes fenómenos sociales o políticos, comienza a ser cues-
tionada desde varios frentes. Biólogos y biólogas como la Dra. Lynn
Margulis, antropólogos(as) e investigadores(as) aceptan y demuestran que la
aparición del ser humano fue un paso más, no el último, de las manifestacio-
nes de la vida que se inició hace unos 15.000 millones de años, luego apare-
ció en forma de bacterias de baja complejidad, pero a partir de esas bacterias
y por procesos sistémicos complejos y de emergencia (cooperación más que
competencia), aparecimos los seres humanos. Pero la evolución continúa,
somos otra pauta en ese desarrollo de la vida, nunca el culmen de ella.
Cuando el antropocentrismo y el patriarcado se debiliten más ocurrirá
en el mundo un fenómeno científico y cultural semejante a lo que aconte-
114 DESOBEDIENCIA VITAL
ció cuando la humanidad se dio perfecta cuenta que la tierra no era plana,
sino redonda, y que no éramos el centro del universo, sino que girábamos
alrededor del sol. Por otra parte, creo que ya se están dando otros cambios;
los movimientos sociales y políticos de los años sesenta fueron los inicia-
les, es decir, sólo van cuarenta años. El paradigma cartesiano, con la com-
plicidad de la Revolución francesa, tomó, para ser reconocido, los siglos
XVII, XVIII y XIX; así que, teniendo en cuenta factores como las autopistas
informáticas, la globalización, etc., nos pueden faltar unos dos o tres siglos,
por eso no nos debemos angustiar mucho; pero como el camino es tan
largo iniciemos de una vez la desobediencia vital.
tra mejor una anécdota: hace años, estaba en mi consultorio con otro
médico a quien trataba de enseñar esta concepción; en ese momento llegó
una enferma con un ataque de «asma» y me puse a charlar con ella mien-
tras le colocaba —manteniendo la actitud de dicha concepción— unas
agujas de terapia neural; el colega, que había hecho algún curso de acupun-
tura me dijo: «Yo he visto quitar ataques de asma con tal o cual recetario
de acupuntura»; entonces le contesté: «Coleguita, yo también he visto
quitar ataques de éstos en los hospitales, con adrenalina, corticoides, este-
roides, inmunosupresores y otra cantidad de droga. Lo que interesa, no es
sólo quitar el ataque, lo que importa es el proceso (los medios) con que se
obtiene el resultado (el fin).» Importa además del resultado, que el orga-
nismo gane experiencia, sabiduría y trascienda.
En lo social ocurre de manera semejante. Es diferente cuando a la
comunidad, el Estado, elHelida
Gobierno, unac.organización
rios Alves filantrópica, etc., le
dice que necesita una leda-rios@hotmail.com
escuela o un acueducto y se lo construye, a cuando
es la comunidad misma la 789.954.265-00
que identifica sus necesidades (autodiagnósti-
co), aclara por qué las tiene y ella misma resuelve sus propias necesidades
y no las impuestas por el observador o por el que la interviene en un
momento dado.
Así, que además de los resultados, que son válidos, tenemos que recu-
perar el valor del proceso; repetir que el fin no justifica los medios, sino
que los medios justifican el fin, que debería ser uno de los principios éticos
en la política.
Igualmente en las DESCRIPCIONES OBJETIVAS y en el proceso mental
objetivo (AP) tenemos que incluir la EPISTEMOLOGÍA (NP), los ¿por qué
sé que sé, o por qué pienso que pienso? O ¿será que pienso o me piensan?
O ¿piensan por mí y yo repito?
Un escritor amigo que trabajó mucho en los derechos alternativos,
entre ellos el derecho a la utopía y al asombro y que puede ver el universo
en un grano de arena, me decía que a la gente no hay que preguntarle para
dónde va sino para dónde la llevan.
Esas objetividades nos han llevado a las estadísticas, a querer masificar,
UNIFORMAR (AP), a confundir el orden propio, singular y cambiante que
120 DESOBEDIENCIA VITAL
··
789.954.265-00
»Del amor que subyuga, al amor que libera.
»De la rigidez, a la flexibilidad como fortaleza.
más difícil cuando no hay recetarios, cuando no hay técnicas, cuando hay que
hacer «el camino al andar». ¿Cuál es su experiencia en estas situaciones?
—Es difícil, ya que se trata no sólo de aprender, sino de aprehender en
un medio social que se rige por el racionalismo cartesiano que, como dije,
está en nuestros genes.
La sociedad conspira contra los nuevos paradigmas, siempre quiere
tener explicación a todo, no acepta preguntas sin respuestas, aún más, le
aterran los interrogantes, para ella esas colitas (¿ ?) son abismos a los que
no se debe asomar, y prefiere entonces crear nuevos mitos y fetiches, a que-
darse sin respuestas. Antes de inventarnos más cuentos tenemos que
aprender a aceptar el misterio de la vida.
Por otro lado, la incertidumbre no tiene cabida en nuestras temerosas
vidas. Pero no nos damos cuenta que las certidumbres a que se nos tiene
acostumbrados son a las Helida
del sometido,
rios ac.lasAlves
de quien sólo puede pensar en
una dirección y caminar por el sendero
leda-rios@hotmail.com que le han trazado; la educación
no crea hombres libres, sino789.954.265-00
lacayos sostenedores de esas falsas certidum-
bres. No nos damos cuenta de esto, y cuando lo vemos nos apresuramos a
cambiar las falsas certidumbres por otras: los horóscopos, nuevas reglas, los
gurús, los maestros, las técnicas, etc. Nos comportamos como presos que
sólo cambian de cárceles y de carceleros, pero como las cárceles y los car-
celeros somos nosotros mismos, las cosas se ven un poco más difíciles, al
igual que la metáfora de la cueva de Platón.
Es muy fácil ver lógicos estos nuevos paradigmas, hasta cierto punto es
mirar nuevamente al romanticismo sin caer en posiciones antiintelectua-
les o totalmente irracionales. Tampoco estos paradigmas son novedosos ni
invenciones de mentes febriles, como ya he aclarado.
Pero, definitivamente, llevarlos a la práctica diaria es difícil, por lo
menos para mí lo fue al comienzo, después no fue igual... fue mucho más
difícil, pero afortunadamente, al final... ¡se ponen todavía más difíciles!
Intentarlo todos los días hace parte de la felicidad y la desobediencia vital y
del asombro cotidiano.
Otro problema que se encuentra con mucha frecuencia es que noso-
tros, a toda hora preocupados por «crear las condiciones que necesitamos
124 DESOBEDIENCIA VITAL
para nuestro accionar», como quien trata de manipular y dirigir la vida (así
son los luchadores por la vida, los self-made, los batalladores, etc.), no nos
damos cuenta de que en las condiciones existentes hay grandes sincronías
y posibilidades que nos permitirían muchas cosas si tuviéramos la capaci-
dad de entregarnos a ellas, de dejarnos llevar por ellas, si pudiéramos
«enritmarnos» con ellas, algo así como seguir su ritmo y volvernos ritmo a
la vez; como el barco en el mar que despliega sus velas para aprovechar las
olas y el viento, pero él es a su vez, la ola, el mar y el viento.
Como ya aceptamos que la incompletud es una parte integral del
nuevo paradigma lo que hemos dicho hasta aquí tampoco se puede conver-
tir en un dogma, así que tenemos que pasar al: «DEPENDE» y al «A VECES».
—¿Qué quiere decir?
—«Depende» y «a veces» dan posibilidades. Si en nuestra educación
se utilizaran más estos dos términos,
Helida noc.
rios eseAlves
lapidario «siempre» (¿Me que-
rrás siempre de igual forma, amor?), la vida
leda-rios@hotmail.com sería más fácil para nosotros.
Por ejemplo, propongo el789.954.265-00
ejercicio de decir «a veces» y «depende» al final
de los diez mandamientos... al hacerlo se notará una leve felicidad y se tran-
quilizará un poco. En el esquema reinante (AP), esto puede ser visto como
inmoral, utilitario, desvergonzado, caótico o imposible, pero recuerde que en
los nuevos paradigmas hay principios como los de solidaridad, misericordia,
justicia, compasión (término que significa sentir con la pasión del otro), etc.
¡Qué bueno sería que los maestros de todas las clases, concluyeran sus
más severas aseveraciones con «a veces» y «depende»!
Aterrizando
127
128 DESOBEDIENCIA VITAL
sabio relacionado con todo el universo y que debe buscar un orden propio
gracias a una conciencia universal o quinta dimensión que está implícita
en él, que le es propia, y que se asemeja entre otros al Unus Mundus, el
orden implicado y la resonancia mórfica.
¿Puede ser éste un resumen de lo expresado hasta ahora?
—Sí, como diría Cantinflas, un resumen muy resumido...
—Explíquenos ahora cómo lleva usted todo esto a la práctica. Por
ejemplo, según esos puntos de vista, y ya no sólo desde lo teleológico ¿por
qué se enferma uno? ¿Por qué una persona hace una enfermedad? O ¿siem-
pre es el dolor un determinante para cumplir con la teleología?
—Mi trabajo diario es con la terapia neural y por tanto me referiré a
este tipo de terapéutica para contar cómo la ideas expresadas hasta aquí se
reflejan en la práctica diaria.
Quiero aclarar que no siemprerios
Helida el organismo
c. Alvesdebe hacer una enferme-
dad en el devenir de su teleología; hay mucha gente que pasa la vida sin
leda-rios@hotmail.com
necesidad de hacerla; aún 789.954.265-00
más, no creo que sea el sufrimiento el mejor
camino hacia la teleología; así que surge la pregunta ¿por qué en ocasiones
se hace? Bien, se hace porque se presentan eventualidades, sincronismos o
factores desconocidos que llevan al organismo a almacenar memorias de
irritaciones o afecciones que hacen que su devenir no sea singularmente
adecuado, ya que esas irritaciones conforman nudos o diques que no le per-
miten la armonía con su entorno.
Según estudios e investigaciones hechos por Pavlov (Premio Nobel de
Medicina)21 y Speransky22 a inicios del siglo XX, las irritaciones físicas
(heridas, cicatrices, inflamaciones, golpes, etc.), químicas, (toxinas, conta-
minantes, daños ecológicos, restos bacterianos, etc.) y eléctricas o de otros
tipos pueden dejar una memoria irritativa en cualquier parte del organismo.
Por ejemplo: en el momento del parto se presentan desgarros en el útero
o en la vagina que se curan sin ningún problema; pero puede ocurrir que el
organismo no «olvide» esas irritaciones sino que las almacene o las guarde,
es decir, se puede curar de ellas pero quedar en su memoria. Esto puede ocu-
rrir con cualquier agresión externa o interna que sufra el organismo.
El organismo cura, pero no sana u olvida y entonces, una inflamación,
una infección, una enfermedad o un trauma, quedan almacenados en su
memoria.
Por su parte, esa memoria se almacena en el sistema nervioso (cerebro,
médula espinal o nervios periféricos) y es la causa de que en un momento
dado las energías y las informaciones del organismo no corran adecuada-
mente y se presente una enfermedad. Para que el organismo fluya como
debe ser y no se presente la enfermedad, el médico debe descubrir en qué
sitios del sistema nervioso están las irritaciones, llegar a ellas y colocar
impulsos que permitan que el organismo las elabore, las olvide o las trans-
forme para que su devenir se normalice
Helida rios c.según su propio orden. Ésta es la
Alves
base de la terapia neural.
leda-rios@hotmail.com
Como se puede apreciar, es una visión paradigmática y totalmente
789.954.265-00
diferente al abordaje de la medicina oficial, por eso la terapia neural hace
parte de las llamadas medicinas alternativas.
El punto de vista oficial u ortodoxo considera que la infección o infla-
mación se produce por un germen; mientras nosotros creemos que el orga-
nismo, al tener una o varias irritaciones que lo agobian, cambia o altera su
terreno hacia un estado inflamatorio, y es este cambio el que conlleva la
aparición del germen. Así que, desde nuestro punto de vista el germen no
es la causa sino el indicador o el catalizador necesario de una inflamación.
Pero el asunto no es sólo de gérmenes o bacterias sino que en el orga-
nismo, por alteraciones en sus mecanismos de memoria, se presentan cam-
bios que alteran el terreno y favorecen la aparición de cualquier tipo de
enfermedad o patología, llámese como se llame. Por eso, cuando a un neu-
ral terapeuta le preguntan si con la terapia neural se tratan hipertensión,
lupus, sida, cáncer, o cualquier otro diagnóstico o enfermedad, siempre se
responde que hay que tratar al enfermo o a la enferma y esperar cómo reac-
ciona su organismo a una terapia adecuada; pues no se tratan enfermeda-
des sino enfermos.
130 DESOBEDIENCIA VITAL
dos del equilibrio) pero que son sincrónicos, algunas de esas irritaciones
permanecen como memoria que se almacena en el sistema nervioso
(cerebro, médula, nervios periféricos, etc.) y no permiten el flujo ade-
cuado de información y energías. El resultado o manifestación de esta
alteración es lo que se llama enfermedad. Así que el accionar de la tera-
pia neural se basa en llegar con agujas y con anestésicos locales a sitios
específicos para que el organismo module según su singularidad esas irri-
taciones, fluya de una manera adecuada y no necesite hacer una enfer-
medad.
—Un ejemplo ilustraría mejor como actúa la terapia neural.
—Es importante recordar que hablamos de enfermos y no de enferme-
dades, por lo tanto, los ejemplos son irrepetibles; por eso, mientras la orto-
doxia habla de casos, de diagnósticos o de enfermedades, nosotros habla-
mos de procesos singulares.
Helida rios c. Alves
Una señora de 45 años de edad consulta por dolores e inflamaciones en
leda-rios@hotmail.com
las articulaciones, es decir, lo que llaman artritis. Al interrogarla recuerda
789.954.265-00
que después de su segundo parto comenzó a sentir molestias en las manos
que posteriormente se agravaron y se generalizaron a las otras articulacio-
nes. En este caso, el médico puede pensar que la irritación que desencade-
nó el proceso comenzó en el parto, por desgarros en útero o en vagina que
dejaron irritaciones no «olvidadas». En este caso concreto el tratamiento
consistirá en colocar agujas de terapia neural en zonas del sistema nervioso
del útero o de la vagina.
—¿Son así de fáciles y lineales las experiencias?
—No; el anterior es un ejemplo particularmente sencillo para aclarar.
Una persona durante su vida puede tener muchas irritaciones, inflamacio-
nes, cirugías que dejan cicatrices, etc., y no todas quedan en la memoria;
así que se necesitan conocimientos de relaciones de acupuntura, relacio-
nes anatómicas y fisiológicas, intuición, conocimiento y manejo de las téc-
nicas, y comprensión e introspección de las concepciones que llevan a un
cambio de actitud del médico y le permiten hacer una buena terapia neu-
ral. Pero las cosas no son tan lineales, aunque también hay muchas ocasio-
nes en que de todas formas son sencillas. Complejidad no es igual a com-
Bases de la terapia neural 133
Odontología neurofocal
—¿Qué tienen que ver los dientes y las muelas con las irritaciones y
con la memoria?
—Cualquier tipo de irritación puede producir alteraciones, y en los
dientes y encías hay irritaciones, muchas creadas por los odontólogos. Por
ejemplo, hay algunas personas que pueden presentar enfermedades después
de tratamientos de conductos que dejan irritaciones e inflamaciones en sus
huesos mandibular o maxilar, por tanto, para nosotros es sumamente
importante el proceso odontológico o la boca, que es del enfermo y no del
odontólogo.
—¿Insinúa que los odontólogos no pueden hacer tratamientos de con-
ducto y sólo deben limitarse a extraer las piezas dentarias?
—¡Ni más faltaba! Los odontólogos
Helida rios c.deben
Alvesrealizar su trabajo como los
médicos (inmersos todos en el modelo
leda-rios@hotmail.comsanitario que tanto hemos critica-
do). Lo que se pide es que no conviertan al cliente en un gran diente y no
789.954.265-00
desatiendan el todo. Ellos pueden ser especialistas o artesanos en la boca,
pero tener en cuenta el cliente, igual como debe ser con los médicos espe-
cialistas.
Para el ejercicio de la terapia neural es indispensable la asociación medi-
cina-odontología, pero como hemos insistido, con paradigmas que les per-
mitan acercarse a los enfermos y a la vida de otra manera. En Colombia y en
el mundo nos hacen mucha falta odontólogos y odontólogas con una mejor
visión del ser humano, profesionales como la odontóloga Yosette Osorio que
se ha dedicado a reestructurar el pensamiento de los odontólogos.
—¿El problema con la odontología es únicamente de tratamiento de
conductos?
—No; son muchos. Por ejemplo, en los círculos de los odontólogos se
discute el problema de las amalgamas o calzas que están conformadas por
varios metales como mercurio, cobre, zinc, etc. Hay diferentes opiniones
en cuanto a si esos metales al unirse con la saliva sufren corrosiones y
pequeñísimas cantidades de ellos entran al organismo y producen intoxi-
caciones que son causa de muchas enfermedades; tal como ocurre con
Bases de la terapia neural 135
Así que ese diálogo, ese fluir es muy importante. La terapia neural y la
medicina verdadera se deben ejercer así, no contrarreloj o llenando una
cantidad de papeles previamente escritos. Protocolos de consultas lo lla-
man algunos burócratas médicos.
La relación humana es tan importante como los dientes o las cicatrices.
No se puede olvidar el senti-pensar, el sentimiento y el conocimiento.
—Pero en la relación médico-enfermo hay muchos prejuicios...
—Sí. Desde el momento en que el médico quiere clasificar al enfermo
según sus propios conocimientos, poner diagnósticos clasificadores y pro-
nósticos la relación no marcha.
La concepción es básica, no es mejor neural terapeuta el que más agu-
jas tenga o coloque, sino el que sea capaz de pensar rompiendo prejuicios
y etiquetas, el médico debe de acercarse al lenguaje de lo viviente. Insisto
en que la actitud es lo Helida
importante
riosy c.
se Alves
trata no sólo de reencantar el
mundo, sino de reconstruirlo. ¡Vaya labor
leda-rios@hotmail.comla que nos tocó!
—La entrevista al enfermo, su biografía, es más un diálogo en el que
789.954.265-00
médico y enfermo deben escucharse mutuamente ¿luego qué sigue?
—Un examen que se puede llamar energético, en el cual, además de
las pruebas convencionales, se hacen algunas especiales que ayudan a pre-
cisar más el punto en que se deben colocar las agujas de terapia neural. Éste
no es el lugar para extenderme más, pues el tema daría para otro libro.
—La aguja que usted coloca en un punto del enfermo produce todos
los cambios para que él se cure, para que modifique su irritación y fluya sin
necesidad de hacer una enfermedad. ¿Por qué esas aplicaciones actúan en
todo el enfermo?
—Ya sabemos que con el anestésico local se llega a un sitio específico
del organismo o del sistema nervioso donde se supone que hay una memo-
ria o recuerdo de una irritación (cicatrices, golpes, inflamaciones anterio-
res, etc.). Pero el organismo no sólo responde en ese punto, sino que lleva
o integra ese impulso a la corteza cerebral (esto está comprobado con
tomografías computarizadas del cerebro, por trabajos del físico inglés Pen-
Rose, de biólogos, neurofisiólogos, de Pavlov y de Speransky, de N. Winner,
de especialistas en biocibernética y otros). Ese impulso se integra funcio-
138 DESOBEDIENCIA VITAL
Y de la comida qué
gran cantidad de productos del agro se hace con monocultivos que dese-
quilibran el suelo y hacen necesarios los químicos, hasta el pasto que
comen las vacas está desequilibrado; el agua potable tiene cloro y sustan-
cias que desprenden las tuberías; las pastas dentales tienen flúor, los jabo-
nes pueden dar alergias, el aire y la atmósfera ya tienen suficientes rayos
ultravioleta por la destrucción de la capa de ozono que puede producir
cáncer; las carnes están llenas de hormonas, vacunas y antibióticos y el
aparato médico está comprometido. Entonces, como diría Lenin ¿qué
hacer? ¿Será que la catástrofe está detrás de la puerta? Me da lástima por-
que su discurso iba muy esperanzador.
—Y seguirá esperanzador, pues no se trata de convertirnos en uno de
los jinetes del Apocalipsis, ya que una visión catastrófica, como decir que
nada se puede comer ni respirar, es precisamente la que interesa a los gran-
des conglomerados económicos,
Helidapuesriosequivale
c. Alvesa decir «como no hay nada
qué hacer, hagámoslo leda-rios@hotmail.com
todo que todo es malo. Cuando todo es malo al fin
no hay nada malo». Pero, afortunadamente
789.954.265-00 las cosas son de otra manera,
por eso aquí está la otra cara.
Además, el organismo como ser no es un reservorio inerte de tóxicos,
los puede reciclar y utilizar para su teleología.
Analicemos al ser humano: a lo largo de su corta historia vemos que
hemos sufrido cambios y evoluciones. Por una parte hemos evolucionado en
lo físico siguiendo necesidades de adaptación, de competencia y de colabo-
ración: de la posición de cuadrúpedos pasamos a la eréctil de bipedestación,
los pulgares se volvieron los dedos de la oposición y aprendimos a agarrar y
manejar herramientas muy finas; botamos el rabo (aunque algunos andan
con él entre las piernas) y hemos construido el pensamiento. Por otra parte,
evolucionamos desde el punto de vista químico, o sea que nuestro cuerpo ha
creado sustancias, enzimas, proteínas, carbohidratos, grasas y otras que le
permiten adecuarse a esas sustancias tóxicas, neutralizarlas y eliminarlas; y a
veces, hasta las puede utilizar para su endocausalidad y teleología.
Pero el fenómeno evolutivo, adaptándose siempre a la vida, no es pro-
piedad única del ser humano; lo observamos desde los inicios de la crea-
ción. Esta potencialidad es la que me hace ser optimista.
Bases de la terapia neural 145
nació la célula más compleja, con núcleo, que fue la primitiva célula que
dio origen a plantas, animales y al ser humano. El misterio es en qué
momento una célula decidió ser vegetal, animal o humana.
Se presenta otro milagro, y es que la célula que parasitó o se introdujo
en la otra ha permanecido intacta a través de los tiempos y ahora es un
órgano indispensable para la vida de células vegetales, animales y huma-
nas. Es la mitocondria o el cloroplasto que son esas primitivas bacterias
convertidas, aunque siguen siendo bacterias, en fuentes de energía para las
células vivas. Como el ADN de la mitocondria no cambia sirve para ras-
trear las grandes migraciones humanas.
En este caso vemos que fue la cooperación, no la competencia, el
motor de la evolución. El núcleo de la nueva célula permitió un gran enro-
llamiento del ADN, lo cual favorece la posibilidad de tener mayor infor-
mación y más consistencia. Posteriormente,
Helida rios c. Alveslas células no se dividieron
exactamente igual, repitiéndose
leda-rios@hotmail.com una y otra vez, sino
como en fotocopias
que para crear la diversidad789.954.265-00
que les permitiera adaptarse más fácilmente a
un medio hostil y cambiante se inventaron el SEXO, entendido éste como
el intercambio de genes.
Así, como en un cuento, poco a poco llegamos a nuestros días y aquí
estamos usted y yo. No es cierto que toda la naturaleza y el universo se
hayan hecho únicamente o que tengan como fin único y teleológico el sur-
gimiento del ser humano. Fuimos también un accidente en toda esa red de
la vida, en toda esa teleología universal. Pero, por eso también somos tan
grandes como las estrellas o las galaxias y eso hace que en nosotros esté
también el espíritu, la potencia y el conocimiento del TODO. Se ven sur-
gir las relaciones de los sistemas de alta complejidad como la fractalidad, y
es también una explicación de la quinta dimensión.
Por no ser individuales ni únicos, sino singularidades de la red de lo
universal, es por lo que tenemos esperanzas. Por eso no le tengo tanto
miedo a los cambios ecológicos, pues tengo la esperanza que nos adaptare-
mos. Pero sí le tengo miedo a una sociedad antropocéntrica, donde por
creernos los reyes de la Creación queremos unificarlo todo y poner la natu-
raleza y las fuerzas de la vida a nuestro servicio. Si dejamos fluir la vida, si
Bases de la terapia neural 147
cipal. En todas las fases ocurre igual; por ejemplo, el organismo hace una
irritación en el estómago, una úlcera o una gastritis y sencillamente se le
bloquea con antiulcerosos. O si hace una deposición o un tumor benigno
se le extrae, o si tiene un gordo como una deposición en grasa se le succio-
na, etc.
Así, las medidas ortodoxas mal empleadas se ligan a las homotoxinas
que el organismo quiere eliminar, lo cual hace que cada vez estemos más
malos. Por eso Reckeweg las clasifica como toxinas facultativas. En este
círculo perverso, cada vez que el enfermo trata de eliminar las homotoxi-
nas es mal interpretado, se le bloquean sus fases y queda con las homoto-
xinas que quiere eliminar y con las homotoxinas facultativas.
—Pero ¿qué de esperanzador tiene esto?
—Que tiene solución, que el lector o la lectora se da cuenta de que en
vez de bloquear su organismo,
Helidahayrios
medidas médicas alternativas que pue-
c. Alves
den estimular esos mecanismos de autocuración,
leda-rios@hotmail.com de autorregulación y de
autoorganización. Es lo que789.954.265-00
he presentado, a lo largo de estas páginas.
—Queda claro que frente a esos procesos tóxicos producidos por las
homotoxinas el organismo tiene muchos mecanismos de eliminación y
neutralización, y que existen medidas médicas alternativas que —al con-
trario de la ortodoxia que los bloquea— estimulan esos mecanismos del ser
humano y hacen que él se cure. Volviendo al tema de la alimentación y las
toxinas ¿qué pautas alimenticias recomienda usted a sus enfermos para
estimular la armonía?
—Además de la cantidad de tóxicos que ingerimos con la comida y los
tóxicos facultativos, la dieta diaria promedio tiene varias carencias. Faltan
crudos en la mayoría de las comidas, las frutas y las ensaladas brillan por su
ausencia; tampoco hay granos integrales, el arroz, alimento básico en la dieta
del colombiano, generalmente es blanco y refinado, no se usa el integral;
150 DESOBEDIENCIA VITAL
—Yo diría más bien que por una medicina mal humanizada. No creo
que la medicina se pueda deshumanizar, siempre es ejercida por humanos
y con humanos. Lo que sucede, es que en un extremo está el médico que
no se puede comunicar con el enfermo, que no le habla porque siente
miedo de tener que decirle, a más del 70% de sus enfermos, que honesta-
mente no sabe qué tienen, que sus tratamientos son sintomáticos y que no
van realmente a las causas ya que no las conocen ni él ni la tan cacareada
ciencia. En el otro extremo está el médico que se dedica a decir una y otra
vez a sus enfermos lo malos que están, una y otra vez les recalca que son
incapaces de autocurarse, que no tienen posibilidades fuera de la depen-
dencia de una pastilla o una inyección, que dependen del poder médico;
de esta manera bajan la autoestima del enfermo y ejercen el mal poder del
conocimiento médico.
Por eso no creo que los médicos
Helida estén
rios c. deshumanizados,
Alves pero sí que han
perdido la fe en el ser leda-rios@hotmail.com
humano; están, entonces, mal humanizados.
Una vez en una discusión, un colega me decía que los enfermos que
789.954.265-00
nosotros tratábamos se mejoraban porque los sugestionábamos, es decir,
que se mejoraban por pura fe. Para mí fue el mayor reconocimiento que he
recibido, por tanto, le contesté que el día que yo fuera capaz de movilizar
la fe de los enfermos me consideraría al fin médico de verdad.
Cuando el paradigma antiguo se lleva a extremos, el mecanicismo, la
instrumentalización, la dependencia y el «no poder» le cierran cualquier
posibilidad al ser humano, ya no hay salvación, es el fin de la esperanza y
el reino de la dependencia y de la imposibilidad total.
Cualquier buen curandero debe ser capaz, sin charlatanería y sin men-
tiras, de estimular los procesos autocurativos del enfermo; sólo quien siem-
bre amor, misericordia o agradecimiento en la vida obtiene las mejores
cosechas.
—¿Cómo estimula la autocuración en sus enfermos?
—Por un lado, trato de mantener la concepción y tengo los conoci-
mientos que me impulsan a colocar agujas de terapia neural; pero por otra
parte, tengo mucha fe en la vida misma. No es que se ofrezcan milagros,
pero sí hay que hacer lo que uno cree que debe hacer. No hay recetarios,
158 DESOBEDIENCIA VITAL
no, que pensara que iba a mejorarse y que más bien hiciera mucha fuerza
para que ganaran los hombrecitos buenos. Para acortar la historia le cuen-
to que se curó de su problema. La medicina clásica dice que si una enfer-
ma con un diagnóstico de lupus eritematoso queda en embarazo, su pro-
nóstico se agrava, pero la señora de la historia quedó en embarazo, y por
cuestiones de seguridad social debió ir al médico reumatólogo que antes la
había tratado. Cuando la vio en embarazo, con pruebas de lupus negativas
y en muy buen estado le preguntó qué había pasado con su lupus; doña
Melcy, así se llama la señora, le contestó que ella no creía que se hubiera
curado, sino que había ido donde el doctor Payán y él la había convenci-
do de que no tenía lupus. Esto me lo contó ella misma, yo no quise, por
pudor, preguntarle la impresión que su respuesta le había causado al reu-
matólogo; supongo que él aún se debe estar preguntando qué pasó. Doña
Melcy y yo seguimos unidos
Helidapor rios
lazos c.
de Alves
amistad y de compadrazgo. Su
explicación me pareció de la mayor inteligencia
leda-rios@hotmail.com y sabiduría. Siempre me
he preguntado qué sembramos los médicos en nuestros enfermos. Creo que
789.954.265-00
somos tan enfermantes, tan rígidos, tan encasillados y encasilladores, tan
ordenados, tan dueños de la verdad y tan ensoberbecidos que, a veces, con
la mejor de las intenciones, sembramos desesperanzas y enfermedades. A
los médicos se nos han entrenado para pesquisar enfermos, como a la poli-
cía para reconocer ladrones, no para estimular la salud, sino para acabar
con la enfermedad, considerando siempre que los parámetros de enferme-
dad son antagónicos con estados singulares de salud. También desconoce-
mos, o peor aún, nos burlamos de las capacidades autocurativas de la
gente, para lo cual tenemos un nombre despreciable: efecto placebo.
Cuando hablamos de prevenir siempre pensamos en prevenir la enfer-
medad, giramos alrededor de la enfermedad. Prevenir, para mí, debe ir
encaminado a promocionar la vida digna y la salud en todos sus aspectos.
Otra paciente, que como todos, me ha enseñado mucho fue una niña
de 10 o 12 años con una enfermedad que le producía hemorragias en la
piel, moretones o hematomas espontáneos. La diagnosticaron como una
«púrpura trombocitopénica». Comencé a aplicarle la terapia neural y a
pedirle controles hematológicos pero cada vez se veía peor. Sus padres eran
160 DESOBEDIENCIA VITAL
aparentemente felices, eran seres muy buenos. Un día hablando solo con
la niña le pregunté por qué creía ella que tenía o había hecho esa enfer-
medad, me miró con sorpresa y me dijo que su papá era muy rígido con
ella. Cuando se lo comenté a la madre delante de la niña (a los niños no
se les deben ocultar cosas y deben tenerse siempre en cuenta cuando se
habla de ellos y más si ellos son los enfermos), la señora me dijo que era
cierto y que aproximadamente dos o tres meses antes de enfermarse, la
niña había dicho que se iba a «enfermar bien grave» para que le pusieran
atención en su casa. La madeja se fue desenrollando, hablamos con el
padre, la madre y la niña y la verdad es que sus morados desaparecieron, se
curó de su problema y ya tiene más de un año de seguimiento.
Todos los días los enfermos y las enfermas y la gente en general, nos da
muchas enseñanzas, el problema es que como tenemos tantos prejuicios, y
creemos que sabemos tanto, y querios
Helida sabemos para dónde vamos, ya no tene-
c. Alves
mos espacio para ver lo que todos los días
leda-rios@hotmail.com nos da la vida. Entonces, lo que
hace falta no es sólo un reencantamiento
789.954.265-00 del mundo, sino también de la
vida misma, lo que hemos llamado desobediencia vital.
—Los cambios tienen que ser muy profundos...
—Sí, todos nosotros, médicos y no médicos, tenemos una estructura
mental racionalista, positivista, materialista y mecanicista que no nos deja ver
ni nos deja tener una predisposición para ser buenos curanderos; puede que
creamos saber científicamente las causas de las enfermedades, algo ya muy
puesto en duda, pero todo eso nos aleja del ser vital, de los enfermos. Tenemos
que mermarle mucho a la soberbia, tenemos que abrirnos a nuevas posibilida-
des aún negando verdades que dábamos por absolutas. Insisto en que tenemos
que recuperar la fe y las posibilidades de autocuración de las personas, en sín-
tesis, se tienen que dar cambios en nosotros para propiciar cambios en los
demás. No podemos sembrar fe si la semilla no está en nosotros mismos.
—El discurso es fácil de entender pero ¡qué difícil es llevarlo a la práctica!
—Y los cambios nunca terminan... pero la cuestión no es sólo de fe, tam-
bién tiene sus principios biológicos que no se deben contraponer a los hechos.
Ya le decía que se dan rupturas con uno mismo, con sus ideas, con sus
creaciones, con lo que ha creído que son sus verdades o realidades.
Bases de la terapia neural 161
—No quiero terminar este diálogo sin que nos cuente la historia de la
terapia neural. ¿Cómo nació? ¿Qué papel juegan los alemanes en ella? ¿Qué
pasa en Colombia?
—Los trabajos de Pavlov y, más específicamente, los de Speransky,
marcaron los orígenes de la terapia neural. Speransky presentó sus investi-
gaciones en Rusia, Alemania y otros países europeos. Su obra principal es
«Bases para una nueva teoría de la medicina», publicada en Argentina por
la editorial Psique.
Tanto Pavlov como Speransky deben ser reconocidos por nosotros, ya
que pusieron las bases para que en los fenómenos curativos y enfermantes
se tuviera en cuenta el sistema nervioso. Pavlov los llamó procesos de cor-
ticalización, que consisten en que todo fenómeno que ocurre en el orga-
nismo es modulado por el sistema nervioso, especialmente por la corteza
cerebral; de aquí su nombre.
163
164 DESOBEDIENCIA VITAL
semana más, aprendiendo o dando los primeros pasos en terapia neural. Pues
en Germán ya había un terreno abonado para estos fenómenos. Gracias a lec-
turas como «El retorno de los brujos» el médico ortodoxo había comenzado
a introducirse en la senda de lo esotérico. Guillermo Ferguson, médico
colombiano decía que «el médico que sólo medicina sabe, ni medicina sabe».
En otras palabras, que para saber medicina el médico tiene que buscar otras
disciplinas y conocimientos humanos para entender su papel en el mundo de
los seres vivos.
Germán vino a Colombia, pero regresó a Alemania para permanecer
varios meses conociendo, ya no sólo la terapia neural, sino también otras
medicinas como la homeopatía, el naturismo y la acupuntura. Es decir, abrió
los ojos a lo que la ortodoxia le había negado.
Concomitando con esto se introdujo más en el esoterismo. El libro «El
sendero de los Maestros»Helida
se convirtió
riosenc.uno de sus inspiradores. Todo esto
Alves
le permitió captar de entrada toda la grandeza
leda-rios@hotmail.com de la terapia neural y permi-
tió que germinara su semilla789.954.265-00
en Germán y en Colombia.
Regresó a la hacienda familiar «Los Robles» en Popayán, tal vez en el
año 1972.
De regreso a Colombia se encontró con su hermano Jorge Alberto, que
también había estudiado en Alemania —era ya una persona de prestigio
en la Banca y el derecho americanos— y quien en esa época presentaba
intensos dolores de espalda que mermaban su capacidad laboral. En su ofi-
cina de burócrata Germán, le colocó sus primeras aplicaciones de terapia
neural y Jorge Alberto se curó. Testigo de este hecho fue un médico que
hoy ocupa la dirección de una afamada clínica; él miró el fenómeno y su
curación, pero no estaba preparado para verlo.
Esto ocurre con alguna frecuencia, a veces negamos lo que vemos, pre-
ferimos que sigan vivos los viejos paradigmas y los prejuicios. Pocos años
después Jorge Alberto dejó su carrera como banquero para integrar el gran
grupo de trabajo de «Los Robles».
En fin, Germán llegó a «Los Robles» cargado de medicina alternativa,
de misticismo y de esoterismo. Eso es una mezcla explosiva, es casi mesiá-
nico. Creyó tener un total conocimiento de lo que hacía, el éxito lo acom-
Historia de la terapia neural 169
pañaba, además era muy inteligente, muy trabajador y muy generoso con
sus conocimientos. Más que generoso con sus conocimientos yo diría que
sentía la necesidad o la compulsión de compartirlos. Trabajaba sin cesar
desde primeras horas de la madrugada hasta la noche, traducía los libros
del alemán al castellano, explicaba y ejercía el esoterismo, creía con mís-
tica, vociferaba contra la academia y además obtenía éxitos. Por todo esto
se ganó su fama de loco o de brujo.
Por una parte, el mesianismo de Germán fue negativo, ya que hizo que
él se viera como salvador de la medicina y los enfermos de América, lo
cual le dio un toque de soberbia, que ya por familia tenía. Pero por otra
parte, gracias a su fuerza y a su conocimiento influía mucho en otros médi-
cos, transmitía su valor y su convicción impulsándonos a todos a seguir
siempre hacia adelante.
Además «Los Robles» aglutinó
Helida riosgran
c. cantidad
Alves de médicos y personas
que creían posible la ilusión;
leda-rios@hotmail.com homeópatas, natu-
allí llegaron acupuntores,
ristas, esotéricos, místicos, buenos, malos, buscadores de fortuna, estafado-
789.954.265-00
res, religiosos y hasta marxistas como era yo en esa época.
Pero lo importante es que «Los Robles» se convirtió en una academia
del saber alternativo, se enriqueció con doña Inés la madre de Germán,
Jorge Alberto su hermano, la negra Carmen, doña Amelia, Gabrielita,
Betty, Chela, Iluminada, Manolo, Lucía Barreras que fue la primera odon-
tóloga, y en fin, con una lista interminable de gente que buscaba otras
posibilidades en la vida.
En 1973 Germán y su combo o parche de «Los Robles» abren el paso
en Colombia al reconocimiento de las medicinas alternativas y de la tera-
pia neural en particular.
Pero como había médicos de otros países, el fenómeno no se redujo a
Colombia, sino que se expandió al mundo hispanohablante. Además de
Colombia, se fundaron organizaciones médicas en varios países como
México, Honduras, Panamá, Venezuela, Ecuador y Perú. Germán tradujo
más de diez libros del alemán al castellano, publicó muchísimos boletines,
viajó y viajamos a muchos lugares buscando métodos alternativos de cura-
ción: los remedios de un peruano, los metales de un venezolano, la radies-
170 DESOBEDIENCIA VITAL
tesia, el naturismo, la brujería, las medicinas indígenas, las negras, las cha-
mánicas, las alienígenas y muchas otras.
Hasta cierto punto yo podría decir que se llegó a presentar una intoxi-
cación de métodos alternativos; todo eso traspasado por el entusiasmo, el
misticismo, la ciencia, la filosofía, el esoterismo, la política, la convicción
y el compromiso social en mi caso.
Pero todo eso nos sirvió, ya que adquirimos una visión de lo holís-
tico. Estudiábamos mucho, discutíamos, creamos esperanzas y soñába-
mos juntos. Si hubo algo que caracterizó a ese grupo inicial, fue el
humor. La verdad es que nos reíamos de nosotros mismos, de nuestros
sueños, y de nuestros detractores. Cometimos errores, teníamos una
visión ortodoxa, no teníamos claros los conceptos, ésos los hemos cons-
truido al caminar. Había mucha responsabilidad, éramos muy diferentes
entre nosotros, pero nosHelida
unía el interés
rios c.por la gente y la seguridad, como
Alves
la tengo aún hoy, de leda-rios@hotmail.com
que el modelo médico imperante no es una pro-
puesta adecuada para la época actual, y menos para el pueblo latino-
789.954.265-00
americano. Tampoco creo que sea la respuesta para cualquier pueblo
desarrollado o no.
Yo quise establecer el día de las brujas como el de los médicos alterna-
tivos, al fin y al cabo decían que éramos brujos. A propósito, tengo una
anécdota: un día una señora llegó a mi consultorio, venía desde Armenia
para que le diera el número de la lotería. Yo cerré los ojos, le di cualquier
cifra y ¡vaya milagro... la señora no se ganó nunca la lotería!
—Pero retomemos la historia.
—En Rusia Speransky oteó el papel del sistema nervioso y los
Vischñevsky iniciaron su práctica clínica. En Alemania los Huneke prime-
ro y Dosch después demostraron que la terapia neural sí funciona con
muchísimos enfermos. Adler marcó el saber odontológico y su papel en la
clínica diaria. Y en América, Germán Duque la situó, la expandió y le dio
un toque místico y esotérico; explicó la terapia neural desde el alma de los
siglos, abría sus manos —era un gesto característico de él— y sembraba
muchas semillas.
—¿Todas las semillas fueron buenas?
Historia de la terapia neural 171
177
178 DESOBEDIENCIA VITAL
dad de los siglos XIX y XX. Definió el espacio político en que se desarrolla-
ron las luchas que la siguieron, y la consiguiente estructuración de corrien-
tes filosóficas y políticas, tales como el liberalismo, el conservadurismo, el
socialismo y el marxismo. Sus principales temas fueron la razón y la ley, el
Estado, la naturaleza de la propiedad, las relaciones entre las clases socia-
les, la administración pública, la centralización, el nacionalismo, y sobre
todo, el igualitarismo y la democracia. Sus principios fueron la libertad, la
igualdad, y el poder soberano del pueblo como pilar fundamental.
La Revolución Industrial, que se inició en Inglaterra en 1770 y se
difundió posteriormente al mundo continental, y que sigue aún presente
en nuestra época, fue un momento importante del desarrollo del capitalis-
mo, que se venía gestando desde antes. Con la revolución industrial se pro-
ducen significativos cambios sociales que impulsan el desarrollo de las
ciencias sociales como una manera
Helida de responder
rios c. Alvesa la necesidad de pensar
las nuevas realidades leda-rios@hotmail.com
sociales. Uno de los cambios sociales que más ha
marcado el desarrollo de las789.954.265-00
ciencias sociales es el progresivo deterioro de
la situación de la clase obrera naciente, desastrosa consecuencia del capi-
talismo, que motivó el pensamiento marxista y la ideología socialista.
El significativo alcance de estos cambios en la sociedad europea expli-
ca por qué se establece como tema central de las ciencias sociales del siglo
30
XIX el paso de una sociedad tradicional a una sociedad moderna. La teo-
ría sociológica se construye sobre el análisis de dicho proceso, sus caracte-
rísticas y conflictos. Se trata de dos tipos de sociedad con características
evidentemente diferentes, con diversos intereses y con diferentes maneras
de entenderse y de vivirse. La sociedad nueva (moderna) se piensa de otra
forma. A diferencia de la sociedad tradicional, donde lo divino abarcaba
casi todas las explicaciones de su realidad, la sociedad moderna comienza a
entenderse con respecto a sí misma. Y las ciencias sociales constituyen una
de las formas privilegiadas, como la sociedad moderna se piensa a sí misma.
La primacía de la acción
Si bien las ciencias sociales se han desarrollado, como hemos visto, sobre
la base del humanismo propio del Renacimiento y de la Ilustración, sus pre-
supuestos básicos están en contraposición con el individualismo y el racio-
Surge a finales del siglo XVIII en Alemania como una reacción al culto a la
razón promovido especialmente por la Ilustración. El romanticismo fue un
movimiento no sólo cultural, sino también político y social, que surgió en
una Europa conmocionada por la Revolución Industrial y la Revolución
Francesa. Estas revoluciones eran la expresión del culto que se le rendía, ya
no a fuerzas divinas, sino a la razón del hombre y a su capacidad de trans-
formar, recrear y apoderarse del mundo tanto natural como social.33
El romanticismo fue igualmente un producto de las posiciones extre-
mas de los ilustrados que minimizaban la posibilidad de desarrollar visio-
nes diferentes de la vida social por fuera de los muros de la razón y del
modelo de las ciencias naturales.34 El romanticismo, en el marco de una
concepción organicista, evocaba la valoración del «yo», de lo místico, de
lo espiritual y de lo histórico. «Fue un movimiento de revitalización cul-
tural»35 que buscaba sustituir
Helidala política
rios c.por la estética, la crítica social por
Alves
la cultural, la libertad leda-rios@hotmail.com
política por la artística. Quería entender al hombre
a través de sus creaciones, 789.954.265-00
sentimientos, sueños y valores espirituales; de
sus relaciones sociales y de su entorno cultural.
El conflicto que se presenta entre la Ilustración y el Romanticismo se
podría resumir en el valor que asigna cada uno de los dos movimientos al
papel de la razón en la vida humana. El romanticismo relativiza el significa-
do de la razón; a través de ella sólo se puede explicar parcialmente la realidad.
Este conflicto en las ciencias sociales se resuelve mediante la aprehensión de
algunos elementos de ambas corrientes ideológicas. De la Ilustración asumen
la idea de que tanto el mundo social como el natural tienen para el hombre
una inteligibilidad y un sentido que es posible descifrar y la confianza en la
33 «El Romanticismo fue una actitud vital, una manera de asumir el mundo y nues-
tra presencia en él.» William Ospina. Es tarde para el hombre, capítulo «Los románticos
y el futuro». Colombia, Norma, 1994; p. 13.
34 Estas frases son representativas del romanticismo: «El artista es capaz de trans-
mitir algo que los filósofos no pueden expresar» y «el arte puede llevarnos más cerca de
lo inefable». Gaarder, Jostein. Opus cit.
35 Gouldner, Alwin. Romanticismo y Clasicismo: estructuras profundas de la ciencia
social, en La sociología actual: renovación y crítica. Madrid, Alianza Editorial, 1979.
Las ciencias sociales como una forma de pensamiento 187
capacidad del ser humano para manejar su entorno. Del Romanticismo reco-
gen el presupuesto de que la manera de llegar a la comprensión del hombre y
de la sociedad, no es la razón, sino una realidad «anterior» a ella, que es defi-
nida de manera distinta de acuerdo con cada pensador. Algunos, como
Schopenhauer,36 por ejemplo, la denominan «la voluntad», otros «el afec-
to», «la historia», «la tradición», etc. Las ciencias sociales colocan en ese
lugar «prerracional» a la sociedad como tal, considerada como la verdadera
fuente y origen de todo cuanto encontramos en la vida humana: no es la
razón la definición primaria del hombre, sino su mundo social y cultural.
La crítica al individualismo, que las ciencias sociales recogen del
romanticismo, ha tomado en la sociología dos caminos, o dos maneras
diferentes de entender la sociedad y el hombre como ser social: la sociolo-
gía del sistema social y la sociología de la acción social.37
La sociología del sistema
Helidasocial se basa
rios en un «modelo coactivo» que
c. Alves
considera a la sociedadleda-rios@hotmail.com
autónoma e independiente de los intereses, deseos
y posibilidades de las personas; los individuos dependen totalmente de ella
789.954.265-00
y, por lo tanto, carecen de una autonomía propia. Su ética es pesimista y
fatalista. Lo colectivo determina el funcionamiento del hombre; el papel de
éste es nulo y no existe posibilidad de realizar cambios a partir de esfuerzos
individuales. El origen de esta sociología se encuentra en la oposición que
tanto el Romanticismo como el conservadurismo, a finales del siglo XVIII y
comienzos del XIX, llevaron a cabo contra el pensamiento individualista y
optimista de la Ilustración.
La sociología de la acción social se basa en un «modelo interactivo»,
que entiende la sociedad como resultado de la interacción de los sujetos.
El determinismo y la historicidad
La primacía de la observación
sociales, entendidas como una nueva manera de ver los procesos sociales.
Por ello, para comprender el desarrollo de las ciencias sociales, es impor-
tante comprender la ciencia moderna, y la manera como ésta entiende y
trabaja sus objetos de estudio.
En su afán por entender el funcionamiento de la naturaleza, el hombre
ha construido elementos científico-teóricos como representaciones de su
propia lectura de la realidad. Elementos tan firmes como el pensamiento
filosófico de cada época lo ha permitido y tan frágiles como la inevitable
presencia de los nuevos conocimientos y nuevas maneras de interpretar la
naturaleza lo han facilitado. Son entonces los conocimientos científicos
relativos al pensamiento del hombre, productos y artífices al mismo tiem-
po de la interpretación que se hace del mundo; su carácter de historicidad
permite comprender sus limitaciones e incompletudes, entendiendo a la
ciencia, no como la totalidad
Helidade las verdades
rios sobre las cuales se desarrolla
c. Alves
el hombre, sino comoleda-rios@hotmail.com
parte del resultado de su relación con la naturaleza
y de su esfuerzo por entenderla.
789.954.265-00
El modelo que primaba antes del siglo XVIII era una herencia de la cul-
tura griega,46 en sus dos versiones. Por una parte, el modelo racionalista
matemático, cuya máxima expresión se encuentra en la filosofía de Platón
y en la geometría euclidiana, y el modelo aristotélico, que en el estudio del
mundo físico tiene una orientación significativamente más empírica.
Aristóteles buscaba las «causas» físicas que habría detrás de los fenómenos
del universo, tenía una concepción teleológica de la naturaleza, es decir,
veía en el mundo natural características humanas, como el propósito o la
finalidad. Su física era cualitativa en la medida en que buscaba las cuali-
dades empíricas observables de los fenómenos. El surgimiento de la cien-
46 «Los griegos fueron, no solamente los primeros con la audacia suficiente como
para concebir una ley y un orden en el caos de los fenómenos, sino también los prime-
ros con el genio suficiente como para describir algunos de los planes subyacentes a los
que la naturaleza aparentemente se ajusta. (...) De todos los triunfos del pensamiento
especulativo de los griegos, el más completamente nuevo fue su concepción de que el
cosmos opera de acuerdo con las leyes matemáticas al alcance del pensamiento huma-
no.» Kline, Morris. Las matemáticas. La pérdida de la certidumbre. La génesis de las verda-
des matemáticas; p. 10.
Las ciencias sociales como una forma de pensamiento 195
47 Nicolás Copérnico (1473-1543), astrónomo polaco que expuso los tres movi-
mientos de la Tierra a partir de los cuales construye una nueva teoría astronómica.
48 Johannes Kepler (1571-1630), matemático y astrónomo alemán que enunció las
tres grandes leyes del movimiento planetario y confirmó la hipótesis de Copérnico.
49 Galileo Galilei (1564-1642), naturalista, matemático y astrónomo italiano,
quien aportó importantes innovaciones al método científico, reivindicó el papel de la
experimentación y la observación, más que el estudio teórico.
50 «Las matemáticas proporcionaban un firme asidero para entender el funciona-
miento de la naturaleza que disolvía el misterio y la sustituía por la ley y el orden.»
Kline, Morris, opus cit., Introducción. La tesis.
196 DESOBEDIENCIA VITAL
ción de los hechos, a las que denomina «ídolos».55 Para este autor el sujeto
que observa tiene un papel negativo en la construcción del conocimiento, ya
que sus ideas son falsas por no ser producto de la experiencia. Por lo tanto,
propone la inducción como la única manera de operar en la ciencia. Este
procedimiento consiste en establecer leyes o proposiciones de carácter gene-
ral o universal a partir de observaciones particulares, tal como se presentan
en la experiencia misma. Lo verdaderamente revolucionario de la propuesta
de Bacon no es la introducción de la experiencia en la investigación cientí-
fica, que Aristóteles ya había considerado dentro de sus planteamientos; lo
novedoso es la manera rigurosa y sistemática de tratar el problema.
Descartes por su parte plantea un método de investigación científica
basado en el razonamiento. Como producto de su propia experiencia inte-
lectual y del ejercicio personal del pensamiento, llega a la conclusión de
que existe un método único que permite
Helida rios c.descubrir
Alves las verdades de todas las
formas posibles de conocimiento (filosófico
leda-rios@hotmail.com o científico), de una manera
mucho más efectiva y certera de como hasta entonces se había realizado.
789.954.265-00
Este método, en su opinión, garantizaba el descubrimiento de certezas y de
leyes naturales en todas las ramas de la ciencia;56 siguiendo los pasos de su
método nada escaparía a la ciencia. Descartes estaba interesado en averi-
guar lo que el hombre podía llegar a saber con toda certeza, convencido de
la posibilidad de alcanzar la verdad con la ciencia y el razonamiento.
Concebía de una manera mecánica al hombre y su mundo (visión mecani-
cista), hasta el punto de plantear la posibilidad de entender por separado lo
espiritual y lo material, y de dar primacía al alma (pensamiento) sobre el
cuerpo. De allí su tan conocida afirmación «pienso, luego existo». El plan-
teamiento del método cartesiano inspira la filosofía desde el siglo XVII hasta
el siglo XVIII, y establece las bases del pensamiento occidental hegemónico
hasta nuestros días, que desde comienzos de este siglo muchos pensadores y
movimientos ideológicos han comenzado a cuestionar y a replantear.
No obstante, la versión mecanicista de Descartes no es compatible con
las características del objeto de estudio de las ciencias sociales ni el de las
ciencias naturales. La idea de que el todo se puede descomponer en sus
partes más simples para descubrir aisladamente su razón de ser y para luego
clasificar y ordenar como si fueran partes de un rompecabezas, no se puede
trasladar a la complejidad del hombre, de la sociedad y de la vida. El todo
(universo, cuerpo, alma, sociedad, etc.) no se forma por la unión de ele-
mentos aislados. En la vida social nada es igual a la suma de sus partes.57
La sociedad es el resultado de singularidades interdependientes que no
pueden ser entendidas por separado, ya que su sentido lo da precisamente
la interacción con el todo. Por ejemplo, las categorías de padre, hijo, espo-
so o madre, sólo son comprensibles
Helida riosen suc.relación
Alvesmutua. No se puede defi-
nir al ser humano porleda-rios@hotmail.com
fuera de su contexto social, la parte no se puede
entender sin el todo. Así como en la biología ninguna parte del cuerpo
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tiene sentido por fuera de la referencia a la totalidad del ser al que perte-
nece. Las ciencias sociales son anticartesianas, con excepción de la econo-
mía que, por las características de los problemas que plantea, sí se rige en
alguna medida por la linearidad y el mecanicismo que Descartes propuso.
La ciencia moderna es el resultado de la combinación del racionalis-
mo y el empirismo o, en otros términos, de la combinación de las tradicio-
nes que empiezan con Descartes y Bacon; y la medicina occidental ha esta-
blecido su discurso y práctica sobre esta ciencia, y por medio de ella se
desarrolla y valida. Así como en la práctica científica Newton revoluciona
la investigación con una concepción dualista de la ciencia, en la filosofía es
Kant58 quien hace el intento de conciliar estas dos maneras de entender