Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Meteoro

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

Meteoro

Astronomía

Meteoro, en su uso astronómico, es un concepto que se reserva para distinguir el fenómeno


luminoso que se produce por la ionización del aire cuando un meteoroide atraviesa nuestra
atmósfera. Es sinónimo de estrella fugaz, término impropio, ya que no se trata de estrellas.
Meteoro, en su uso astronómico, es un concepto que se reserva para distinguir
el fenómeno luminoso que se produce por la ionización del aire cuando
un meteoroide atraviesa nuestra atmósfera.1 Es sinónimo de estrella fugaz, término impropio,
ya que no se trata de estrellas.23
Según la terminología adoptada en nuestros días se tienen las siguientes definiciones
básicas:4

 Meteoroide: son partículas de polvo y hielo o rocas de hasta decenas de metros


que se encuentran en el espacio producto del paso de algún cometa o restos de
la formación del Sistema Solar.
 Meteoro: es un fenómeno luminoso consistente en un meteoroide atravesando la
atmósfera terrestre, a veces dejando detrás una estela persistente. Su definición
popular es la de estrella fugaz.

 Meteorito: son los meteoroides que alcanzan la superficie de la Tierra debido a


que no se desintegran por completo en la atmósfera.
Los meteoros más luminosos, que superan la magnitud estelar de -4m llegando hasta -22m,
son habitualmente llamados bólidos o bolas de fuego.
Los meteoros se forman cuando un meteoroide que se encuentra en el espacio entra en
la atmósfera terrestre y, por efecto de la fricción, se quema en las capas altas de la atmósfera.
El meteoro se origina en la atmósfera superior de la Tierra a altitudes de 85 a 115 kilómetros,
producida por el ingreso en la tierra de un meteoroide a alta velocidad. Se estima que unos
100 millones de meteoros pueden ser observados a simple vista en todo el planeta a lo largo
de 24 horas. Un típico meteoro de magnitud +2 es producido por un meteoroide de 8
milímetros de diámetro. Ocasionalmente, la llegada de un meteoroide más grande de lo
habitual produce una bola de fuego extremadamente brillante.5
El fenómeno de los meteoros puede originarse por: partículas que comparten una misma
órbita alrededor del Sol, que producen una «lluvia de meteoros»; o, por partículas solitarias y
de carácter aleatorio, que dan origen a «meteoros esporádicos».5
La aparición de meteoros es un hecho muy frecuente y generalmente se ven a simple vista,
con excepción de los llamados meteoros telescópicos que necesitan de al menos unos
binoculares para su observación. En una noche oscura y despejada se pueden detectar sin
ayuda de instrumentos hasta 10 meteoros por hora, pero a intervalos irregulares (pueden
pasar diez o veinte minutos sin que observe ninguno); sin embargo, en las épocas
denominadas de lluvia de estrellas se llegan a observar de 10 a 60 por hora (uno cada
minuto). La contaminación lumínica hace que en las ciudades sea muy difícil disfrutar de este
tipo de observaciones. También la presencia de la luna, sobre todo, en su fase llena, impide la
observación de los meteoros.
Más raro es un fenómeno más deslumbrante: el de un bólido (meteoros de magnitud inferior a
-4, la magnitud de Venus). Atraviesan rápidamente el cielo, dejan tras sí una estela luminosa y
a veces estallan con un ruido análogo al de un disparo de artillería.
No todas las noches del año son igual de intensas en cuanto a meteoros. Las fechas más
notables tienen lugar aproximadamente el 12 de agosto (Perseidas) y el 13 de diciembre
las Gemínidas. Cada cierto número de años se repiten lluvias excepcionales en tasa de
meteoros visibles por hora, como las Leónidas de 1966 y 1999.
Cuando se trata de lluvias de meteoros, las trayectorias de las diferentes estrellas fugaces
parecen provenir de un mismo lugar de la esfera celeste, punto al que se da el nombre
de radiante. Es un efecto de perspectiva, pues todos van paralelos, pero igual que las vías del
tren, parecen converger hacia el infinito. El radiante tiene relación directa con la órbita de los
meteoroides que originan la lluvia de meteoros.
Las lluvias de meteoros más importantes llevan el nombre de las constelaciones en que se
encuentra el radiante, al que se añade la letra griega de la estrella más próxima. Así, por
ejemplo, tenemos las Líridas, las Perseidas, las Leónidas, las gamma Acuáridas.
Un meteoroide que no se consume en su paso por la atmósfera (fase en la que es visible
como meteoro) y llega a estrellarse en la superficie terrestre, dada su energía, puede producir
un cráter de impacto. El material fundido terrestre que se esparce de tal cráter puede enfriarse
y solidificarse en un objeto conocido como tectita. Los fragmentos del cuerpo extraterrestre se
denominan meteoritos.
Las partículas de polvo de meteoro dejadas por meteoroides en caída pueden persistir en la
atmósfera hasta algunos meses. Estas partículas pueden afectar el clima, ya sea por
dispersar radiación electromagnética o por catalizar reacciones químicas en la atmósfera
superior.

También podría gustarte