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Las Imágenes de La Modernidad

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Las imágenes de la modernidad


La fotografía en el Valle del Cauca, 1880-1900

Por: Brayhan Arevalo Meneses

La fotografía es una de las fuentes visuales más usada por la disciplina histórica y aunque
nadie desconoce su potencialidad interpretativa, en ocasiones se sigue usando como un simple
recurso ilustrativo.1 En el caso colombiano, la historiografía sobre la fotografía se ha enfocado en
explicar las condiciones de su aparición, difusión y contenidos. Para aquellas investigaciones que
ubican sus objetos de estudio en el siglo XIX se destacan temas que abordan los pineros en el
oficio fotográfico, las técnicas y el análisis de fotografías familiares, paisajes urbanos, retratos
personales y tarjetas de visitas. 2 En menor cantidad se encuentran aquellas fotografías que
intentaban mostrar el proceso de modernización económica en el cual el país intentaba insertarse
como parte del proyecto de construcción del Estado Nación en la segunda mitad del siglo XIX. 3
Dichas fotografías capturaron la construcción de vías férreas, la llegada de las locomotoras, los
barcos de vapor, el telégrafo, la maquinaria agrícola, la inauguración de acueductos, el alumbrado
público, la apertura de nuevas fábricas, la venta de medicinas extranjeras y las nuevos mecanismos
económicos que facilitaban el comercio externo como lo eran los bancos y las sociedades
comerciales. Dichas imágenes circularon de forma limitada en los archivos familiares y otras lo
hicieron en la prensa local a través a través de la técnica del grabado. Este ensayo aborda
solamente una parte de esas fotografías que fueron huella de la modernidad y se concentra sobre
aquellas que capturaron la introducción de la maquinaria agrícola y la acción de los comerciantes
al Valle del Cauca entre 1880 y 1900 (Ver mapa anexo 1).4
El Archivo del Patrimonio Fotográfico y Fílmico del Valle del Cauca de la Biblioteca
Departamental Jorge Garcés Borrero en Cali, conserva la mayor cantidad de fotografías de estos
años. De allí seleccioné algunas que muestran la tecnificación de los principales cultivos de
exportación y el comercio, teniendo en cuenta que la producción agrícola y la función de los
comerciantes fueron los principales ejes sobre los cuales se fundó la inserción de la región a la
economía mundial. Tanto para el gobierno central como para los regionales, participar de las
dinámicas del mercado mundial, es decir, exportar materias primas e importar productos
industriales, significó hacer parte de proceso de modernización global que adelantaba el mercado
liberal bajo la consigna del laissez-faire.5 Los grandes iconos de este proceso fueron los
ferrocarriles y vapores transoceánicos, vistos en América Latina como los vehículos que
transportaban desde el mundo noratlántico la modernidad condensada en las nuevas ideas, los
adelantos científicos, los migrantes, las máquinas a vapor y las modas. Y lo hacían desafiando las
largas distancias, las debilidades financieras de los nuevos Estados nacionales, las barreras fiscales
y sobre todo la difícil geografía montañosa que separaba la sierra de las costas. 6

1
Peter Burke habla de la invisibilidad de lo visual haciendo referencia a la utilización de imágenes por los
historiadores como simples recursos que ilustran conclusiones a las que han llegado por otros medios. Peter
Burke. Visto y no visto. Uso de la imagen como documento histórico. (Barcelona: Crítica, 2005) 12
2
Ver la Introducción de Eduardo Serrano. Historia de la fotografía en Colombia. (Bogotá: Museo de arte
Moderno, 1984). Otra aproximación general al estudio fotográfico desde la historia en: Ricardo Rivadeneira.
“Gabinetes fotográficos: dispositivos, oficios y prácticas comerciales” en Credencial Historia No. 313 (2016)
3
Malcolm Deas. “Fotografía y política” en Credencial Historia No. 75 (1996).
4
Esta región es una región alejada del centro de poder económico y político bogotano, y su configuración
económica sólo fue posible gracias a la conexión con el Océano Pacifico a través del Puerto de Buenaventura.
5
Karl Polanyi. La gran transformación los orígenes políticos y económicos de nuestro tiempo.(1944) (Buenos
Aires: FCE, 2007)
6
Kim Clark. La obra redentora. El ferrocarril y la nación en Ecuador, 1895-1930. (Quito: UASB-CEN, 2004)
0
Varias investigaciones han estudiado estas relaciones entre medios de transporte,
fotografía y la modernidad, demostrando que existen múltiples interpretaciones y que el tema no
está agotado.7 De acuerdo con lo anterior, este ensayo aborda la relación entre la práctica
fotográfica, la actividad de los comerciantes y la introducción de máquinas para los cultivos del
café y la caña de azúcar, bajo la premisa que todos estos procesos hicieron parte de la modernidad.
Y entiendo por modernidad un concepto que los habitantes del Valle del Cauca usaban de forma
cotidiana y para casi todos los aspectos de la vida en los cuales veían un cambio con respecto al
anterior sistema colonial, acompañado, casi siempre, de la palabra progreso. 8 Tal era la
familiaridad del concepto que se usaba en la literatura, la prensa, la agricultura, la comida, la salud
y hasta en las formas de vestir. En este último aspecto los consumidores de prendas de vestir
importadas de Europa fueron considerados modernos como se puede apreciar en el siguiente
anuncio de prensa donde el concepto es puesto entre paréntesis para resaltar su importancia: “El
almacén de la Sociedad Comercial Hermanos Naranjo en Cali ofrece a sus clientes: […] lienzos,
perales, zarazas, paños y sombreros y toques importados para señoras (modernas)”. 9
Por otro lado, es importante considerar que la fotografía por sí misma fue una actividad
moderna donde los fotógrafos, en principio, no fueron considerados artistas sino que esta actividad
complementaba otras que tenían que ver con la ciencia, la política, el periodismo y la literatura. 10
De acuerdo con Daniel Girardin “la fotografía es un arte, a veces incluso más que un arte y a
menudo algo más allá del arte”.11 En el caso vallecaucano no es posible establecer que la fotografía
adquiriera un estatus plenamente artístico, aunque no se desconoce su utilización por parte de
pintores, retratistas y al final del siglo por periodistas, coleccionistas y archiveros. 12 De igual
manera, hay que decir que la difusión de esta práctica se hizo de forma discontinua a través de
Academias donde profesores formados en Europa enseñaban a sus aprendices las nuevas técnicas
de encuadre e impresión y en algunas universidades donde se dictaron cátedras esporádicas de
fotografía.13
La estructura del ensayo se divide en dos apartados: el primero aborda las fotografías que
muestran el progreso material de las máquinas que servían para modernizar la agricultura. En el

7
Natalia Majluf. “Rastros de un paisaje ausente: fotografía y cultura visual en el área andina”. En Caiana. Revista
de Historia del Arte y Cultura Visual del Centro Argentino de Investigadores de Arte (CAIA), No 3, Año 2013
(diciembre), 1-15
8
El historiador francés François Guizot fue muy leído en Colombia según se puede apreciar en varias citas y
bibliotecas personales. En un apartado de su obra se puede leer: “[Una hipótesis de la idea de progreso y
desarrollo] revela la idea de un pueblo que marcha, no á cambiar de estado, sino para mudar de situación: de un
pueblo, en fin, cuya condición social se estiende y se mejora. Así la idea de progreso parece constituir el
pensamiento capital que encierra la palabra la palabra civilización”. François Guizot. Historia de la civilización
europea, o sea curso general de historia moderna desde la caída del Imperio Romano hasta la Revolución
Francesa. (Madrid: Est. Literario- tipográfico de P. Madoz y L. Sagasti, 1846) 16.
9
Paréntesis del original. El ferrocarril, 28 agosto de 1896. Biblioteca Luis Ángel Arango (BLAA), Hemeroteca, f. 4
10
La fotografía comenzó siendo un dispositivo técnico muy exclusivo para convertirse hacia finales del siglo XIX
en una práctica cotidiana de amplio consumo gracias a la mezcla de las labores comerciales y los progresos
técnicos: “los gabinetes fotográficos extendían sus servicios a tiendas de importación de mercancías a las que
llegaban los productos que se habían puesto de moda en París y Londres”. En: Ricardo Rivadeneira Velásquez.
“Gabinetes fotográficos: dispositivos, oficios y prácticas comerciales”…
11
Citado en Joan Fontcuberta. Fotografía. Crisis de historia. (Barcelona: Actar, 2004) 87
12
El caso del artista, periodista y político bogotano Alberto Urdaneta (1845-1887) es ejemplar: tenía una gran
colección de fotografías sobre su viaje a Francia, obras de arte italianas, retratos de políticos colombianos,
paisajes y modas que utilizaba en su práctica como dibujante y pintor. Además las proveía a periódicos como El
papel ilustrado que las convertía en xilografías que ilustraba los artículos. Pilar Moreno. “Urdaneta, Paredes,
Racines y la fotografía” en Credencial Historia No. 75 (1996).
13
José D. Laso en la Escuela de Bellas Artes de Quito impartió una materia sobre fotografía en 1908. Salazar
Betty, et. al. El oficio de la fotografía en Quito. (Cuenca: Don Bosco, 2011) 47. En Colombia fue algunos años más
temprano, Eduardo Serrano. Historia de la fotografía en Colombia… 22-56
1
segundo explora las fotografías donde aparecen los comerciantes vallecaucanos mostrando sus
nuevos mecanismos comerciales, las modas Europas y los nuevos espacios de comercio.
I. Las imágenes de la modernidad material

Phanor Eder, hijo de un rico comerciante letón que se trasladó al Valle del Cauca en la
segunda mitad del siglo XIX, escribió una biografía de su padre Santiago Eder a partir de
documentos, fotografías familiares y su propia memoria. En un pasaje dedicado a mostrar los
cambios tecnológicos en 1868 dice: “Mi padre fué el primero en introducir el arado moderno para
reemplazar el viejo arado español […] fue también Santiago Eder, el primero en traer otros
implementos modernos […] Enseñó a los caucanos a no tener miedo a la maquinaria”. 14 Santiago
Eder fue un dinámico comerciante que fundó varias sociedades comerciales dedicadas a la compra
de productos agrícolas para la exportación y la importación de productos industriales. Esta
actividad le permitió ganar un gran reconocimiento social que permeó los ámbitos políticos,
intelectuales y científicos de la región, al punto que su nombre y sus acciones se convirtieron en
referente de la modernidad. Una prueba de ello es que fue el primero en introducir un coche de
ruedas en Palmira en 1890 y participar activamente de la pavimentación y construcción de puentes
en la ciudad. Su hijo recuerda que “los caucanos que no habían estado en el exterior ni en Bogotá
no conocían los carruajes: Santiago y los vehículos de ruedas llegaron a ser sinónimos para los
Palmiranos”.15
Santiago Eder también fue dueño de varias haciendas en el Valle, entre ellas La Manuelita
y La Rita, dedicadas a los cultivos de exportación. En esta última el cultivo del café se inició en
1870 y su primera cosecha se hizo con semillas traídas de Jamaica que resultaron muy productivas
y sus ganancias sirvieron para fundar la sociedad Palmyra Coffe Plnatation Company en Londres.
Para 1873 esta hacienda ya contaba con un descerezador y un despulpador de fabricación inglesa
que procesaba la producción de 30.000 arbustos (ver Fotografía 1). Cuando Eder vendió la
hacienda en 1878, los arbustos llegaban a los 80.000, con una producción de unas 100 toneladas
anuales. Este cultivo se mantuvo hasta 1897 cuando fue transformado en cañaduzales cuya
rentabilidad fue mayor debido a los altos precios internacionales.

Fotografía 1. s. n. (1891). Máquina [descerezadora] y secadora de Café en la Hacienda La Rita & 102904. Palmira:
Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero (BDJGB).

14
Phanor Eder. El fundador Santiago M. Eder. (Bogotá: Flota Mercante Grancolombiana, 1981) 494
15
Cuando se presentó la primera función del cinematógrafo en Palmira en 1903 la gente vio en la pantalla aun
borrosa y movida a los bomberos de Nueva york en sus carros tirados por caballos y gritaron: “Don Santiago en
su coche”. Phanor Eder. El Fundador Santiago M. Eder… 492
2
Por su parte, los cultivos de caña de azúcar también fueron introducidos en la
modernización tecnológica con la instalación de ingenios que mejoraban ostensiblemente el
proceso de refinamiento. Un trapiche de Palmira en 1880 producía casi 400 panes de azúcar
ordinaria al día con molinos tirados por mulas o bueyes, mientras un ingenio con maquinaria a
vapor por estos mismos años y en el mismo lugar producía 5 toneladas diarias de azúcar refinada
(ver fotografía 2).16

Fotografía 2. s. n. (1891). Fabricación de azúcar en La Manuelita & 102895. Palmira: (BDJGB).


La introducción de maquinaria agrícola fue un evento que mereció ser fotografiado como
lo fue la construcción del ferrocarril, la construcción del puerto de Buenaventura, la llegada del
primer barco de vapor por el río Cauca en 1888 o el primer coche de ruedas tirado por caballos . Se
trataba de un momento de cambios en el cual la producción agrícola se insertaba en la modernidad
con el uso de adelantos tecnológicos traídos del mundo moderno, es decir, de Europa y los Estados
Unidos. Las dos fotografías anteriores muestran esa relación entre trabajo manual, máquinas y
hacendados. La presencia de una secadora, descerezadora, pailas de cobre y ejes rotativos movidos
por vapor en las alejadas haciendas vallecaucanas, junto a los trabajadores y el dueño de la
hacienda, se convirtieron en referentes del progreso. Según Phanor Eder, esas fotografías dan
cuenta de los grandes aportes de su padre a la economía regional y son prueba del gran esfuerzo
realizado para llevarlas allí. Eso se evidencia en la siguiente imagen, donde se muestra lo difícil
que era transportar la maquinaria desde el puerto de Buenaventura hasta las haciendas del interior
vallecaucano, donde había que superar una distancia de 125 kilómetros y una inclinación de casi
1.000 metros sobre el nivel del mar (Ver fotografía 3).17

16
. El fundador Santiago M. Eder… 469-487, 507 y 547.
17
Desde 1872 se inició la construcción del Ferrocarril de Cauca o también llamado del Pacífico. Se firmaron
contratos con más de cinco empresas nacionales y extranjeras, que terminaron por convertir el proyecto en el
más costoso y más demorado de la segunda mitad del siglo XIX (55 kilómetros en 35 años). Para finales del siglo
apenas cubría el trayecto Buenaventura – Córdoba de modo que las mercancías eran movidas por varios
sistemas de transporte como eran las recuas de mulas, canoas y carruajes. Juan Santiago Correa. De
Buenaventura al Caribe: el ferrocarril del Pacífico y la conexión interoceánica (1872-2012). (Bogotá: Colegio de
Estudios Superiores de Administración CESA, 2012)
3
Fotografía 4. Transporte de maquinaria para los trapiches por caminos de herradura de Buenaventura a Cali.
[1900]. La mujer que mira la acción es Italia Ceturri de Eder, casada con Carlos Eder Benjamín, hijo de Santiago Eder.
Archivo Manuelita S.A.
Pero la modernidad material en el Valle del Cauca no se reduce únicamente al uso de
maquinaria agrícola y los medios de transporte. También hicieron parte de ella la construcción de
teatros públicos, hospitales, alcantarillados, acueductos, mataderos y la fotografía. 18 Quizás
ninguna práctica cultural moderna fue más asequible para la mayoría de los vallecaucanos que
tomarse una foto. Aunque en principio esto sólo fue posible para las elites políticas y económicas,
luego del paso del daguerrotipo al colodión húmedo, los costos se redujeron y el fotógrafo pasó de
ser un aficionado interesado en el proceso científico a un oficio de mayor movilidad que
incursionó en la vida social, el arte y la prensa. 19 En varios periódicos el servicio fotográfico se
promocionó a domicilio y una especialidad eran los “retratos al estilo Rembrandt”; otros por su
parte, crearon sociedades comerciales cuyo objeto era “ejercer la industria y explotar el arte de
fotografía en todos sus ramos”.20 Pero este oficio tuvo que superar varios inconvenientes entre los
que se cuentan la inexistencia de un mercado de repuestos, capacitación y ausencia de manuales de
uso. Aun así, era frecuente encontrar comerciantes vendiendo implementos de fotografía, como da
cuenta una carta cruzada entre un comerciante de Buenaventura, Eduardo Ferrer, y el político y
comerciante vallecaucano Ignacio Palau en 1894. Allí, Ferrer ofrece a Palau: “accesorios para
fotografía que recibí hace un año de Francia y Estados Unidos” [reflactores, papel albuminado,
cubetas, barniz, vidrio opaco, fuelles, entre otros] y los vende cómodamente por letras al 100%”.21
Con todo, es posible afirmar que la fotografía que mostraba la tecnificación de la
producción agrícola en las haciendas vallecaucanas vinculó dos elementos modernos: la difícil
introducción de máquinas a vapor desde la costa Pacífica hasta la Sierra y la práctica fotográfica.
A esto se sumó la labor de la Sociedad de Fomento Industrial de Cali, creada en 1869, que apoyó
la importación de plantas de tabaco cubanas, cafetos jamaiquinos, pastos africanos, alambres de
púas norteamericanos y vacas holandesas. 22 Así, se configuró un imaginario moderno en donde el

18
Phanor Eder. El Fundador Santiago M. Eder… 526-530; El Correo del Valle. Periódico literario, industrial y
noticioso. Octubre 28 de 1897, Biblioteca Luis Ángel Arango (BLAA), Sala Raros y Manuscritos, f. 2.
19
Natalia Majluf. “Rastros de un paisaje ausente: fotografía y cultura visual en el área andina”…. Juan Camilo
Escobar. “Fotografía y sociedad en Colombia durante el siglo XIX, una aproximación desde el oficio ejercido en
Antioquia”. En Credencial Historia 313 (2016)
20
Pilar Moreno. “Urdaneta, Paredes, Racines y la fotografía”...20
21
Ignacio Palau. Correspondencia. Archivo Manuel María Buenaventura. (BLAA), Sala Raros y Manuscritos, c. 4, f.
18, Carta de 28 Julio 1894.
22
Richard Hyland. Sociedad y economía en el Valle del Cauca. El crédito y la economía, 1851-1880. Tomo IV.
(Bogotá: Banco Popular, 1983) 216. Editorial del El ferrocarril, 12 de julio 1878. (BLAA) Hemeroteca, f. 3; Evaristo
García. Climas del Valle del Cauca (1915). En: Archivo Richard Hyland. Universidad de los Andes (OAD), c. 1, c. 2,
f. 179; Alonso Valencia. Empresarios y políticos en el Estado Soberano del Cauca, 1860-1895. (Cali: Universidad
del Valle, 1993). 160 y 204. Las importaciones de ganado Cebú al Valle se iniciaron en 1901 para mejorar los
animales de tiro en los cañaduzales, ver: Shawn Van Ausdal. “Carne tropical: el fracaso del packinghouse y la
dieta nacional”, 2017. Inédito. p. 20.
4
uso de adelantos tecnológicos extranjeros se erigió como un sinónimo de progreso que pretendía
imitar las formas de producción agropecuarias europeas y norteamericanas.

II. Las imágenes de la modernidad comercial

Los comerciantes fueron los principales actores de la vida económica del Valle del Cauca
y quizás el grupo social más consolidado y reconocido. Su acción no sólo se concentraba en las
operaciones comerciales de compra y venta de mercancías, sino que integraba otras esferas como
la ocupación de cargos públicos, minería, trasportes, bancos, especulación de tierras y la
construcción de obras públicas cuyo pago fue recibido en tierras baldías o bonos que cambiaron
por impuestos.23 Los lazos matrimoniales entre familias comerciantes y terratenientes estrechó sus
vínculos a través de la ampliación de terrenos, fusión y creación de sociedades comerciales,
aumento y diversificación de las inversiones. 24 De esa manera, los comerciantes conformaron una
elite que rápidamente se convirtió en referente de la modernidad debido a que eran ellos los que
traían las mercancías extranjeras al Valle, las vendían en sus almacenes y farmacias, y las usaban
como una forma de distinción social.
Según Bourdieu, el consumo de bienes y la manera de consumirlos estaban relacionados
con el capital escolar y el origen social de los consumidores. Esto quiere decir la adquisición de
objetos es un indicador de las distancias que diferencian los grupos sociales en tanto representan
campos culturales diferentes. La distancia entre estos campos es lo que se define como distinción y
se puede representar de forma vertical ya que los campos culturales están diferenciados por
condiciones sociales y económicas que son las que permiten adquirir los objetos y usarlos. Aunque
la tesis de Bourdieu sobre la existencia de una lógica del gusto determinada por el capital cultural
de los individuos estaba pensada para la Francia de la segunda mitad del siglo XX, podría
funcionar para entender las lógicas del gusto y la distinción en la sociedad vallecaucana
decimonónica. La principal razón es que el capital escolar y el origen familiar asociado al poder
económico de los comerciantes vallecaucanos configuraban las condiciones de posibilidad de
acceso a los bienes materiales que creaban distancias entre los diferentes grupos sociales. 25
La mayoría de las sociedades comerciales que se establecieron en el Valle del Cauca
fueron fundadas entre1870 y 1890 debido a la confluencia de varios factores. Quizás los más
relevantes fueron la apertura del camino de ruedas que comunicaba Cali con Buenaventura,
aumento de la producción agropecuaria, apertura del tramo ferroviario Córdoba- Buenaventura,
instalación del telégrafo y el arribo de los vapores transoceánicos al puerto de Buenaventura. En la
fotografía 5 se pueden observar algunos de los miembros de la Sociedad Comercial Menotti, cuya
sede se encontraba en la Calle del Comercio, muy cerca de la aduana en Buenaventura. 26

23
En 1857 Sergio Arboleda decía que los comerciantes en el Cauca invertían sus ahorros en propiedades “porque
las revoluciones, dicen, no podrán llevarse los edificios”. En: Alonso Valencia. Empresas y políticos en el Estado
Soberano del Cauca, 1860-1895... 177. Sobre la adjudicación de baldíos y el sostenimiento del Estado
colombiano a través de este medio ver: Catherine LeGrand. Colonización y protesta campesina en Colombia:
1850-1930. (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 1988) 31-42.
24
Como agentes enviaban información sobre la demanda local y recibían las mercancías funcionando como
proveedores.
25
Pierre Bourdieu. La distinción. Criterios y bases sociales del gusto. (Bogotá: Taurus-Santillana, 1998) 100
26
Jacques Aprile-Gniset. Génesis de Buenaventura: memorias de Cascajal. (Cali: Universidad del Pacífico, 2002)
273-285.
5
Fotografía 5. Foto Brando (1890). José Antonio Mayolo, Maximiliano Peña, Leopoldo Mercado y Ulpiano
Mercado, en la casa Menotti fundada en 1878, almacén que ofrecía variedad de productos importados para el
hogar & B145. Buenaventura: (BDJGB).
Francisco y su hermano Alfonso Menotti llegaron a Popayán en la década de 1880 y lo
primero que hicieron fue comprar la hacienda Sicilia, donde criaron ganado y plantaron café. Ante
la necesidad de vender estos productos en el mercado externo con el mayor provecho posible,
junto con otros comerciantes locales como el ganadero José Domínguez y la familia Mercado,
fundaron la Sociedad Comercial Menotti & Cía. Esta se encargó del negocio de la importación y
venta de la sal de sechura que venía del Perú. 27 Para esto, contrataron agentes comerciales que
vivían en los puertos de Paita y Pisco con el propósito de garantizar el envío de los pesados
cargamentos en las goletas y enviar la información sobre el número de piedras salinas
transportadas a través del telégrafo.28
La sociedad Menotti se extendió hasta Buga, donde José Domínguez y su familia tenían
varias haciendas dedicadas a la ganadería. Allí controlaron la venta de sal para el consumo
doméstico y la ceba del ganado, y abrieron almacenes para la venta de productos importados,
sobre todo de Francia, gracias a la vinculación con el comerciante francés Julio Bertin. Por su
parte, los negocios con el comerciante importador de Buenaventura Miguel Mercado, conocido por
los habitantes del puerto como el patrón Mercado y padre de Leopoldo y Ulpiano que parecen en
la anterior fotografía, se dedicaron a la importación de alimentos, bebidas y textiles que
encontraban con bajos precios en los puertos de Europa y después vendían en los centros poblados
del Valle del Cauca.29 Una muestra de esas importaciones se puede apreciar en la fotografía 5,
donde se pueden identificar varias botellas de licores importados.
El consumo de bebidas alcohólicas importadas (whiskey, brandi, ginebra y vinos) fue una
práctica de distinción social en la sociedad vallecaucana. El brandy, la ginebra y el whisky eran
bebidas muy costosas que los sectores populares no podían comprar. Era muy difícil que un peón
vallecaucano con un salario anual entre $75 y $100 pesos comprara una botella de brandy que en
el mercado de Cali costaba unos $6 pesos, es decir, casi un mes de sueldo. 30 Esto no pasaba con los
vinos, donde un barril de origen español podía costar $13 pesos y su consumo era considerado
nutritivo y medicinal. Así lo expresaba el ministro de hacienda Paúl en 1888: “motivos
relacionados con la salud, por lo general débil de nuestras poblaciones han militado en favor de la
idea de bajar los derechos sobre esta clase de vinos”. 31 A pesar de esto, las bebidas de mayor

27
VALENCIA Llano, Alonso. Empresarios y políticos… Pp. 198 y 243.
28
Archivo General de la Nación (AGN), Sección Republica (SR), Aduanas Buenaventura, t. 8, ff. 93-95.
29
AGN, SR, Aduanas Buenaventura, t. 8, ff. 199-309 (1890-1892). Y véase también Arroyo Reina, Jairo Henry.
Historia de las prácticas empresariales en el valle del Cauca. (Cali: Universidad del Valle, 2006) 237-238; Phanor
Eder (1958). El fundador Santiago M. Eder… 586-590 y, Jacques Aprile-Gniset. Génesis de Buenaventura… 273-
288.
30
Pedro Bravo. Informe del Ministerio de Hacienda de la República de Colombia al Congreso Constitucional de
1894. (Bogotá: imprenta Medardo Rivas, 1894) 23; El ferrocarril. 4 diciembre de 1896, (BLAA), Hemeroteca. f. 4
6
consumo por los campesinos y obreros eran los aguardientes destilados de forma doméstica y las
bebidas fermentadas conocidas como chichas o guarapos.32
Todo lo anterior indica que las representaciones asociadas a los licores extranjeros de alto
valor y a las bebidas fermentadas locales marcaron distinciones sociales de consumo. Las primeras
se consideraban bebidas espirituosas que limpiaban la sangre y revitalizaban el cuerpo. 33 Además,
su consumo se hacía en espacios sociales exclusivos como salones literarios o las salas de las casas
más acomodadas. Contrario a esto, las bebidas fermentadas hechas en los solares y chicherías se
consideraron foco del alcoholismo y causa de la degeneración de las razas. Frente a la práctica de
beber chicha o guarapo el discurso médico y político realizó fuertes críticas y terminó por
asociarlo con la vagancia y la pobreza. 34
Otra forma de distinción social que usaron los comerciantes fue el vestuario. Aunque se
desconoce el precio de las telas y las prendas de vestir confeccionadas en el Valle del Cauca, se
puede decir que las había de todos los precios y calidades. Esto se puede observar en la publicidad
comercial del almacén de los Hermanos Gonzáles en Buga que anunciaba que acaban de recibir:
“A la moda de Paris. Sombreros para señoras y para hombres, los puños y cuellos de tino, las
zapatillas, las bonitas corbatas y selectos perfumes”. 35 Lo mismo pasaba con el almacén de Ramón
Herrera Vélez en Cali que “acaba de recibir artículos franceses de novedad. Vestidos completos
para hombre. Sobretodos, sacos, levitas, chalecos, pantalones, camisa corbatas blancas i de
diferentes colores, sombreros de tubo,
calzado superior, pañuelos de lino i todo lo
necesario para un cachaco a la última moda
de Paris”.36
Las telas y ropa confeccionada de
alta y baja calidad se vendían en los mismos
almacenes, por lo cual, el lugar de venta no
representa un elemento de distinción. Lo
mismo que el estilo parisino tampoco era
determinante porque la mayoría de personas
podían acudir a los sastres que seguían
revistas de modas extranjeras. 37 Una de ellas
era La estación: “un periódico de modas
para señoras. La mejor guía de modas.
Ultimas modas de Paris” que alcanzó a tener
2.000 grabados y 48 figurines ilustrados al
año por una suscripción que se podía hacer
en el almacén Manuel Sinisterra en Cali por
31
Felipe Paúl. Informe presentado al Congreso de la República en sus secciones ordinarias de 1890. Por el
Ministro de Hacienda. (Bogotá: Casa Editorial J.J. Pérez, 1890) 116
32
Los aguardientes en algunos lugares pagaban el estaco, pero en el Valle del Cauca esta práctica fue
desmontada hacia 1870. Por su parte, las chichas y guarapos no pagaban impuestos. Iván Calvo y Marta Saade.
La ciudad en cuarentena. Chicha, patología y profilaxis. (Bogotá: Ministerio de la Cultura, 2002)
33
Víctor García. Remedios secretos y drogas heroicas: historia de los medicamentos en Antioquia 1900-1940.
(Medellín: Universidad Nacional de Colombia, 2008) 64-65.
34
José María Cordovez Moure. Reminiscencias escogidas de Santafé y Bogotá. (Bogotá : Ministerio de Cultura:
Biblioteca Nacional de Colombia, 2015) 183
35
El ferrocarril. 28 agosto de 1896, (BLAA), Hemeroteca, f. 4
36
El ferrocarril. 19 de julio de 1878, (BLAA), Hemeroteca, f. 4. Cachaco hacía referencia a un bogotano vestido
con levita y sombrero que se diferenciaba de un guache que vestía ruana y andaba descalzo.
37
En 1886 en Buga había ocho talleres de sastrería conformados por directores y oficiales. Adolfo Artehortúa.
“Buga en la Regeneración”. En: Lenín Floréz y Adolfo Artehortúa. Estudios sobre la Regeneración. (Cali: Imprenta
Departamental, 1987) 83-121 y 89
7
$12 pesos.38 Quizás la única forma de distinción era la calidad de las telas y la fotografía. Capturar
estos vestidos en lugares como los depósitos de las sociedades comerciales fue una manera de
resaltar su labor. En la fotografía 6 se pueden apreciar los comerciantes Carlos Belden y José
Alfredo Wheeler, cruzados de piernas, junto a otro sujeto más joven, quizás alguno de sus hijos.
Otras fotografías familiares o retratos personales usaron telones de fondo con paisajes
Europeos con la intención de mostrar su cercanía con esas costumbres y espacio. En esta fotografía
el telón de fondo sigue los mismos patrones porque intenta mostrar el local comercial y los bultos
de café para la exportación como una forma de contacto entre el mundo local y el extranjero. Así
mismo, hay otro encuentro entre las nuevas prácticas comerciales modernas y la presencia de
elementos de la cultura tradicional como la hamaca o el mismo hecho de soportar de forma serena
los vestidos formales con saco y corbata en Palmira donde la temperatura promedio es de 30°C. 39
Este significado de valor exclusivo que le dieron los comerciantes a los vestidos y las
bebidas alcohólicas importadas fue construido de forma particular y hace referencia a la vida
social de las cosas y sus significados específicos. 40 Aunque hubo intentos locales de fabricar vinos,
bebidas espirituosas y talleres de sastrería que seguían la moda parisina, ninguno de ellos alcanzó
el mismo significado cultural que tenían los importados. 41 El largo viaje de las mercancías en
barcos de vapor, promovidos por los comerciantes, desde los puertos europeos que daban la vuelta
por Cabo de Hornos o cruzaban en Fotografía 6. s.n. (1884). Constantino Meyendorf, fue
ferrocarril Panamá, hasta el puerto de descendiente de una de las familias principales de nobles de las
Buenaventura y de allí remontar la provincias bálticas y en Colombia emprendió negocios
agrícolas; en 1884 formó una sociedad con Carlos Belden y
Cordillera Occidental hasta el Valle del José Alfredo Wheeler que denominaron "Meyendorf, Belden y
Cuaca, le daban a los productos importados Wheeler" & 300058. Palmira: (BDJGB).
un significado de distinción y modernidad.
Otro tipo de fotografías que muestran este mismo proceso del encuentro de la modernidad y la
tradición son las de los días de mercado y las calles de comercio. Allí es evidente la intención de
mostrar las diferencias entre las ventas callejeras de productos locales en la plaza central, en
contraste con los nuevos almacenes, depósitos, farmacias y tiendas comerciales ubicadas de forma
organizada sobre las calles de comercio (Ver anexo 2).

Conclusiones

Un estudio visual más profundo debería incorporar el análisis del acto fotográfico, es decir
de las condiciones de producción de las imágenes, propósitos, formas de circulación, conservación
y profundizar sobre el oficio de los fotógrafos.42 Además debería considerar algo que Peter Burke
señala sobre el impacto de las imágenes en la imaginación de quien escribe la historia. 43 Este
ensayo solamente abordó algunas fotografías que capturaron ciertos acontecimientos que fueron
considerados modernos. Para el historiador William Sewell algunos acontecimientos generan
transformaciones culturales que rearticulan las estructuras sociales. Aunque su estudio se basa en
uno de los acontecimientos más importantes de la historia moderna como lo es la toma de la
Bastilla, demuestra que todo acontecimiento está determinado por las condiciones particulares del

38
El ferrocarril. 19 de julio de 1896, (BLAA), Hemeroteca, f. 1
39
Pablo Rodríguez. “Retratos de familia, una manera de hacer historia: Imágenes visuales del entramado social”
en Credencial Historia No. 84 (1996)
40
Arjun Appadurai. La vida social de las cosas. Perspectiva cultural de las mercancías. (México: Grijalbo, 1991) 67
41
El ferrocarril. 4 diciembre de 1896. (BLAA), Hemeroteca. f. 1.
42
Philippe Dubois. El acto fotográfico. De la representación a la recepción. (Buenos Aires: Paidós, 1986).
43
Perter Burke. Visto y no visto. Uso de la imagen como documento histórico… 16-17
8
entorno social, creatividad colectiva, rituales, emociones elevadas, aceleración del tiempo y
concentración del espacio.44
De esta manera, introducir maquinaria agrícola y crear sociedades comerciales en el Valle
del Cauca se podrían considerar dos acontecimientos que alteraron la estructura socioeconómica
de las formas de producción y los mecanismos de comercialización. Dichos acontecimientos,
como indica Sewell, fueron posibles gracias a la agencia de los terratenientes y comerciantes,
hicieron parte del imaginario social de la región, se concentraron espacialmente en las haciendas y
calles del comercio, transformaron los tiempos trabajo al reducir los periodos producción e
intercambio de bienes y sobre todo, hicieron parte de rituales. En este último caso no se trató de
ceremonias, procesiones o asesinatos simbólicos como pasó en París en 1789, sino en la captura
del acontecimiento a través de la fotografía. Esta práctica, se enmarcó en un sistema de valores y
creencias específicas que no perseguían fines artísticos, ni expositivos45, ni filantrópicos,46 no
guardaban la nostalgia del retrato 47 y tampoco tenían fines económicos explícitos. 48 Su intención
fue más cercana a la elaboración de objetos de la memoria cuya intención era “no olvidar lo que
debe ser recordado”, como un mecanismo por el cual los sujetos dejan huellas de su agencia que
luego se convierten en testimonios.49
Hoy sabemos que la mayoría de las fuentes que utiliza la historia no fueron creadas con
fines académicos ni mucho menos históricos, sin embargo, en las fotografías aquí analizadas
pareciera que pretendían ser huella de algo. Descubrir esos significados es precisamente la tarea
del historiador quien a través de un cuestionario convierte las fotografías en “pruebas
documentales” 50 o “vestigios” que siguen la crítica de los testimonios visuales. 51 De esta manera,
las imágenes de la modernidad en el Valle del Cauca son prueba del difícil proceso de
modernización regional que debía superar las dificultades geográficas, culturales y las distancias
que lo separaban del mundo noratlántico moderno. Un proceso adelantado principalmente por
hombres, que si bien posaron ante los lentes de las cámaras de forma premeditada 52, no usaron
telones de fondo artificiales dispuestos dentro de estudios fotográficos, sino que fueron tomadas en
exteriores donde resaltaban los nuevos espacios económicos que había consolidado la modernidad.

44
William Sewell, “Historical events as Transformations of Structures. Inventing Revolution at the Bastille”. En
Theory and Society 25, n. 6 (diciembre 1996) 841-881.
45
La primera gran exposición fotográfica se hizo en el Salón de Bellas Artes de París en 1859. Marie-Loup Sougez.
Historia general de la fotografía. (Madrid: Cátedra, 2007) 226-228
46
Deborah Poole señala que algunas misiones religiosas fotografiaron campesinos e indígenas en el Perú para
pedir limosnas y buscar apoyos. Deborah Poole. Visión, raza y modernidad: una economía visual del mundo
andino de imágenes. (Lima: Sur Casa de Estudios del Socialismo, 2000) 240
47
Algunos retratos atravesados por la nostalgia son los de los niños muertos. Pablo Rodríguez. “Retratos de
familia, una manera de hacer historia…”. Está práctica era muy frecuente al punto que aparecía promocionada
en la prensa: “Los que deseen tener consigo la imagen del ser amado, la del amigo, la de la madre, la del hijo,
ocurran pronto al retratista, compren sus retratos cuando sea tiempo de que se hagan con esactitud [sic];
porque cuando el día que la enfermedad i la muerte hayan desfigurado el objeto cuyo retrato se solicita, ya será
demasiado tarde”. Citado por Rafael Sanín. “Retratos al daguerreotipo”. En La Miscelánea de Antioquia.
(Medellín, 28 de febrero, 1857).
48
En el Perú algunas fotografías de ferrocarriles se tomaron con el propositito de conseguir préstamos e
inversiones del exterior. Natalia Majluf. “Rastros de un paisaje ausente: fotografía y cultura visual en el área
andina”
49
Elizabeth Collingwood. El filo fotográfico de la historia. Walter Benjamín y el olvido de lo inolvidable. (Santiago:
Metales pesados, 2009) 15-87
50
Paul Ricoeur. La memoria, la historia, el olvido. (Madrid: Editorial Trotta, 2003) 220-235
51
Burke prefiere llamarles vestigios del pasado antes que fuentes visuales y aboga por una crítica visual parecida
a la documental, pero teniendo en cuenta que las imágenes tiene un lenguaje visual propio, que se transforma
cuando se pasa al escrito. Perter Burke. Visto y no visto. Uso de la imagen como documento histórico… 18
52
En un estudio sobre la fotografía Barthes dice que posar implica una fabricación instantánea de otro cuerpo,
una transformación por adelantado en imagen. Roland Barthes. La cámara lúcida. Notas sobre la fotografía.
(Barcelona: Paidós, 1997) 41
9
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Anexo 1. Espacio de estudio

Región del Valle del Cauca 1880-1900

Anexo 2. Contraste entre tiendas tradiciones y modernas

11
Tiendas tradicionales
de venta de Almacenes, depósitos
tubérculos, carne, y farmacias
frutas, lácteos y otros modernos, donde se
productos locales vendían artículos
importados

s. n. & s. n. (1885). Plaza de La Constitución & A583. Santiago de Cali: (BDJGB)

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