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Apuntes - Historia Del Arte

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PRIMERA PARTE

Preguntas cortas [3 puntos] Elegir 6 de 10 enunciados [0,50 pts. cada una]

Estelas tartésicas
Las estelas tartésicas son monumentos pétreos tallados con inscripciones que
datan de la Edad del Hierro en la península ibérica, específicamente asociadas
con la cultura tartésica (antigua civilización que existió en la región de la actual
Andalucía).
Características:
● Inscripciones: Las estelas tartésicas suelen llevar inscripciones escritas en
una escritura paleohispánica
● Iconografía: Muchas estelas incluyen motivos iconográficos como figuras
humanas, animales, y símbolos, proporcionando información sobre la
cosmogonía y creencias de la cultura tartésica.
● Material: talladas en piedra, y suelen ser de forma rectangular o rectangular
con una parte superior redondeada.
● Contexto arqueológico: Se han descubierto en contextos arqueológicos que
sugieren su uso en rituales religiosos o funerarios. Algunas han sido
encontradas en necrópolis o lugares de enterramiento.
● Estela de Ategua : se dice que es un homenaje a este guerrero, pues está colocado
sobre una pila, acompañado de otro individuo que se lamenta junto a animales
sacrificados para el más allá. Se interpreta que la figura humana a la derecha es él
mismo de nuevo tirando un carro hacia la luz. Este guerrero podría pertenecer a los
pueblos del mar. Sigue un patrón similar a algunos jarrones atenienses donde hay
animales sacrificados, carros, y cuerpo al descubierto. Sin embargo esto es solo una
interpretación.

La forma de piel de toro en la cultura tartésica

● Geografía: La forma de piel de toro describe la configuración geográfica de


la península ibérica, destacando su perfil que se asemeja a la silueta de un
toro con la cabeza en el noroeste y la cola en el sureste.
● Culturalmente: Indica la relación especial que los tartesios tenían con su
entorno natural.
Obras: réplica del altar en forma de piel de toro del yacimiento de Cancho en Badajoz y el
Tesoro del Carambolo.

Los poblados íberos

Sus poblados suelen estar en zonas altas y están recorridos por murallas, como
por ejemplo Puntal dels Llops (Valencia). Los poblados varían mucho de tamaño
pero casi todos están asociados a grandes ciudades.
La muralla es un elemento fundamental no solo a nivel defensivo sino a nivel
representativo. Suponemos que tenían una muy buena infantería que salía de la
muralla a pelear. Lo sabemos gracias a una escultura “Jinete alanceando al
enemigo”.
No usaban tejas, solo techumbre de paja con tal vez algunos entramados de
madera y las paredes de adobe y yeso.
Poblado de Ullastret es el de más relevancia en la zona de Girona, casi
considerado una ciudad.
Castellet de Bernabé es mucho más pequeño que dependería de otro grande,
sigue el esquema de calle central con articulaciones a los lados. Tiene como
característica defensiva una puerta acodada (la cual se remonta a un origen
mesopotamico)

Edificios dedicados al culto :


● Palatinos
● Cuevas y abrigos
● Santuario control territorial
● Grandes santuarios supraterrenales

Habría altares domésticos, pero los de mayor importancia serían supraurbanos y


muy en relación con la naturaleza. Es muy complejo establecer las creencias
religiosas de los íberos. Desconocemos sus mitos, no podemos interpretar sus
textos. Tan solo podemos fijarnos en sus figurillas y enterramientos.

Los santuarios íberos


Santuario rupestre Cueva de la Lobera (Jaén) : Excavado directamente en la roca.
Se han hallado exvotos antropomorfos y animales.

Santuario heroico del Cortijo del Pajarillo: Una zona muy boscosa en la que se
encuentran figuras de gran tamaño (humana y animal). Se ha supuesto un altar al
aire libre (tipo flan). Podría representar a un guerrero que va a luchar contra un
lobo, en medio hay un niño, desnudo y atrapado. Las orejas del lobo se
encuentran hacia atrás y parece que recula porque su oponente es más fuerte. Es
típico este tipo de representaciones de “El Héroe contra la bestia”. En Teseo contra
la cerda sujeta con una mano el manto y con la otra el cuchillo, exactamente igual
que con el íbero.

Necrópolis ibérica Cerro Santuario de Baza (Granada) : en la tumba 155 la


profundidad es escasa, las cuatro esquinas del cuadrado casi perfecto hay talladas
formas circulares seguramente para ubicar vasijas. Ahí se halló la Dama de Baza.
La necrópolis del Cerro del Santuario ha permitido reconstruir la representación
de un linaje gentilicio ibero de inicios del siglo IV a.C. La asociación del tamaño de
la tumba, de su estructura constructiva, la cantidad y calidad del ajuar y la
disposición en el espacio funerario de cada enterramiento en relación con los
demás, ha permitido concluir la existencia de una estructura espacial en tres
grupos de enterramientos.

Los espacios funerarios de los íberos

Espacios funerarios :
● Tumbas de pozo (Necrópolis de El Cabo en Andorra)
● Estructuras túmulos escalonadas
● Estructuras “hipogeicas”
● Cámara de piedra y adobe
● Monumentos turriformes
● Pilares-estela
● Estelas decoradas
● Plataformas decoradas

Los cuerpos eran incinerados con ropas y ajuar rico que hemos actualmente
encontrado gracias a la arqueología. Hay una diversidad de vasijas funerarias.
Algunos jarrones griegos que se usarían para el vino al llegar aquí cambian su
función.

Tipos de arcos en la Hispania romana

Arco de Medio Punto: Este tipo de arco es característico de la arquitectura romana


y se caracteriza por tener una forma semicircular. Es simple y eficiente en
términos de distribución de carga. Ejemplo: El Acueducto de Segovia

Arco de Descarga: Los arcos de descarga se utilizaban para aliviar la presión sobre
una puerta o una abertura. Se colocaban sobre la entrada principal de un edificio
para redistribuir el peso hacia los lados. Ejemplo: En la muralla de Tarragona

Arco de Triunfo: Los arcos de triunfo eran monumentales y se construían para


conmemorar victorias militares o eventos importantes. Estos arcos solían tener
tres aberturas y estaban ricamente decorados. Ejemplo: El Arco de Bará en
Tarragona es un arco de triunfo que conmemora la victoria de Augusto sobre los
partos.

Arco de Doble Luz: Este tipo de arco consta de dos luces (aberturas) separadas por
una columna o pilastra central. Se utilizaba en la construcción de puentes y
acueductos. Ejemplo: El Puente de Alcántara en la provincia de Cáceres

Arco de Medio Punto Peraltado: Un arco de medio punto peraltado es aquel cuyo
centro es más alto que las enjutas, creando una forma más esbelta y estilizada.
Ejemplo: El Acueducto de los Milagros en Mérida
Arco de Elipse: Aunque menos común, algunos arcos en la arquitectura romana
podían tener una forma elíptica, especialmente en estructuras como teatros y
anfiteatros. Ejemplo: El Teatro Romano de Mérida

Los mosaicos pavimentales en la Hispania romana

Los mosaicos pavimentales en la Hispania romana representan una forma


artística y decorativa de expresión arquitectónica que floreció durante la
dominación romana en la península ibérica. Estos mosaicos, compuestos por
pequeñas piezas de piedra, cerámica o vidrio llamadas teselas, se utilizaban para
embellecer suelos y crear diseños intrincados y coloridos. Los temas de los
mosaicos pavimentales variaban desde motivos geométricos simples hasta
representaciones detalladas de escenas mitológicas, de la vida cotidiana o de la
naturaleza.
Los romanos construían los mosaicos con pequeñas piezas llamadas teselas, Las
teselas son piezas de forma más o menos cúbica, hechas de rocas calcáreas o
material de vidrio o cerámica, muy cuidadas y elaboradas y de distintos tamaños. El
artista las disponía sobre la superficie, como un puzzle, distribuyendo el color y la
forma y aglomerándolas con una masa de cemento.

Mosaicos de la Villa romana de La Malena -> Matrimonio frente a diversas


divinidades. Bodas de Cadmo y Armonía. Los dioses se posan en la tierra para un
banquete junto a los humanos. También existió la teoría de que fuera un encargo
de sabios para el culto, pero dicha interpretación no ha sido confirmada pues no
hay restos de otras imágenes que la avalen. Plutarco decía que se encendían 5
velas para que 5 dioses cuidasen la prosperidad de los matrimonios. Sobre todo a
Diana, a la que las mujeres invocan durante los dolores del parto.

Sarcófagos paleocristianos en la península ibérica

Los sarcófagos paleocristianos en la península ibérica son testimonios


arqueológicos de la presencia y desarrollo del cristianismo en la región
durante los primeros siglos de la era cristiana. Estos sarcófagos, utilizados
para enterrar a los difuntos, reflejan las prácticas funerarias de las
comunidades cristianas y muestran la evolución de la iconografía cristiana
en el contexto peninsular. Características principales: iconografía cristiana,
adaptación de motivos clásicos, uso de inscripciones en latín, diversidad
estilística y contexto funerario. Ejemplos: Sarcófago de San Justo de La
vega, Sarcófago trilogía petrina y sarcófago de leocadio
Escultura privada y pública:

Los encargos de complejos escultóricos públicos casi siempre se


encontraban en foros, teatros, o zonas de libre acceso para que fueran
observadas. Representaban a deidades clásicas (Ceres, Venus, Jupiter) ,
emperadores para su veneración, autoridades sociales y religiosas, e incluso
los evergetas (financiador de obras públicas por altruismo cívico). La
técnica era sofisticada, con estudios de telas y estilo barroquizante, y el
estilo imperial u oficial, aunque en muchos casos se mezclaba con la
tradición local. La propaganda política era una de sus principales funciones.
Ej: Conjunto de foro colonial de Mérida, la Ceres de Norba Caesarina y la
Venus de Itálica.
La escultura pública consta principalmente de retratos principalmente
para glorificar una personalidad en vida o conmemorar su muerte. Su
realización es de busto, ecuestre, cuerpo entero, y togato sedes. La técnica
es muy realista pero también idealizada por influencias etrusca

Orfebrería corte asturiana:

Se desarrolló en el ámbito litúrgico y fue financiada por el poder regio. La


mayoría de las obras fueron regalos de los reyes a las iglesias como
manifestación de su poder. Se caracterizaban los relicarios por tener un
cuerpo o alma en madera y ser revestida en láminas de plata u oro, y con
piedras preciosas incrustadas, motivos angelicales o vegetales, pero con
forma de cruz o arquetas como en los casos de la arca santa que contenía
los restos de Jesus e inspirará el estilo ramirense, de la cruz de los ángeles,
la arqueta de San Genadio (Astorga) con un tetramorfo en la tapa, y la
arqueta de las ágatas. Tiene motivos iconográficos algunos con influencia
bizantino.

Orfebrería visigoda:
fíbulas aquiliformes de Alovera: Siglo VI. Forma de águila como su nombre
lo indica, de técnica hispana y estética bizantina, hecha de oro, bronce y
vidrio. Al ser los godos nómadas daban importancia a objetos portables.
Para la decoración se usa la técnica del alveolado
Tesoro de Guarrazar: Está compuesto por coronas y cruces donadas a las
iglesias para ser votivas y no usadas. Destacan en las coronas de Recesvinto
y Suintila, hechas en oro y con perlas y zafiros engastados. Se usaron como
técnica engastados y piedras incrustadas en alveolos para las letras de las
coronas. Las cruces son repujadas de tipo germánico pero las coronas son
plenamente bizantinas. Datan del siglo VII y fueron descubiertas en 1850
en una excavación ya que se enterraron y escondieron en una caja para
que no fuese destruidas por los árabes.

Fernando I y Sancha:
Fernando al casarse con Sancha toma la corona y se forma el reino de
León. Instauran el pago de parias, controla las taifas y promociona el Cluny.
Ellos mandaron construir San Isidoro en materiales imperecederos a
diferencia de su antecesor Alfonso V, y no pudieron terminarlo en vida por
lo que fue finalizado el Panteón por Urraca.
El beato de Fernando y Sancha de 1047, el copista es facundo y financiado por los
reyes, con el fin de vincularse a la religión y la política, muy evidente por la
sublime decoración y ricos detalles en oro. Se utilizaría seguramente para ritos
funerarios de los monarcas o de un panteón real, por lo que seguramente fue
encargado a una rodean con relaciones regias.
El crucifijo de Fernando I y Sancha hecho en marfil muy importante para la herbolaría
española y el primero en el que se representa a Cristo en cuerpo ya que en verdad es un
relicario que guarda un fragmento de la cruz de madera. Fue un regalo cuando llegaron los
restos de San Isidoro a León. Su fisonomía es la de un vivo y una mirada penetrante. De
destacan la influencia árabe, el pelo con trenzas y la barba. En el anverso hay decoraciones
vegetales y animales, los 4 evangelistas y el agnus dei.
La arqueta de reliquias de San Juan: solo llega el cuerpo de madera ya que las laminas
fueron robada. Fue hecho para guardar la mandíbula del santo. La estructura del objeto por
la tapa a cuatro aguas y estructura cuadrada es una referencia arquitectónica. Se
representa un agnus dei y tetramorfo en la tapa, y el colegio apostólico en en los laterales

Crismón de la catedral de San Pedro de Jaca

El maestro de Jaca es el escultor del crismón de la catedral de San Pedro de Jaca, que se
encuentra en la fachada occidental de la misma, la llamada Magna Porta, y se fecha hacia
1115. En la base del crismón se lee la inscripción latina: “Si quieres vivir, tú, que estás
sometido a la ley de la muerte, ven aquí suplicante, renunciando a los alimentos venenosos.
Limpia de vicios tu corazón para que no perezcas de una segunda muerte”.
El crismón cuenta con ocho brazos que terminan en remates triangulares. Está dentro de una
orla en la que se lee la inscripción siguiente: “En esta escultura, lector, debes interpretar lo
siguiente: P, el Padre, A, el Hijo, SPS, doble es el Espíritu. Estos tres son en verdad por
derecho propio un único y mismo Señor”. En el brazo central superior se lee la letra P, en el
brazo central inferior la S, en el brazo izquierdo la Alfa griega y en el brazo derecho la
Omega griega, además se lee la X, como resultado del cruce de los brazos en aspa del
crismón. Entre los brazos del crismón se cuentan ocho pétalos de margaritas.
A la derecha del crismón un león con la boca abierta tiene bajo sus garras a un oso y a un
basilisco, y sobre él se lee la inscripción latina “IMPIVM MORTIS CON, CVLCANS E LEO
FORTIS”, que se traduce por “El poderoso león aplasta al imperio de la muerte”
A la izquierda del crismón un león con la boca cerrada protege bajo sus garras a un penitente
que se postra ante él mientras caza una serpiente, y sobre él se lee la inscripción latina
“PARCERE STERNENTI, LEO SCIT XPSQ PETEND”, que se traduce por “El león sabe
perdonar al caído, y Cristo a quien le implora”.
En cuanto a los aspectos formales el crismón de la catedral de San Pedro de Jaca se
ajusta a los de la escultura románica, que sacrificaba la belleza formal en favor de la
trasmisión del mensaje doctrinal. La función principal es didáctica. Se trata de un
bajorrelieve con un acusado antinaturalismo.
Catedral de Santiago de compostela: Cripta y pórtico
Pórtico:
Transición románico-gótico encargada por Fernando II. Lo componen 3
puertas, la principal en el medio. En las columnas laterales del arco central
se representa a los apóstoles a la derecha (San Pedro, Pablo, Santiago
(menor) y Juan) y los profetas a la izquierda (Moisés, Isaías, Daniel y
Jeremias), coronados todos con capiteles. Los ángeles al lado de ellos
aparecen con los instrumentos de la pasión. En el tímpano se representan
los 24 ancianos del apocalipsis con instrumentos musicales. El parteluz de
dicho arco se compone por la figura de Santiago Apóstol con la apariencia
de peregrino y coronado con un capitel donde se representan las
tentaciones de cristo. En el arco derecho representa el Juicio final por
medio de sus arquivoltas, y en las jamba santos como San Lucas, Marcos,
Felipe y Andrés. En la puerta izquierda, se representa en sus arcos las 10
tribus de israel, dios creador que bendice al peregrino y escenas del
antiguo testamento, y en las jambas se muestra a Oseas y Joel.
La cripta fue construida en 1879 por el reformita ferreiro inspirándose en los
primeros monumento cristianoos. Las dos escaleras conducen al sarcófago
de Santiago y sus apóstoles, una caja de madera forrada de una urna de
plata a dos aguas, decorado con veneras y un cromos central

La portada de Platerías de Santiago de Compostela


La portada de Platerías de la Catedral de Santiago de Compostela,
construida en el siglo XII, es un ejemplo destacado del románico
compostelano. Caracterizada por su complejidad escultórica, presenta
relieves con escenas bíblicas, como la Adoración de los Magos. Los detalles
geométricos y vegetales reflejan influencias del arte musulmán y
mozárabe. La figura del Maestro Mateo, escultor principal, es evidente en
esta obra maestra. La portada de Platerías, como parte del conjunto
catedralicio, representa la riqueza artística y espiritual del Camino de
Santiago, siendo un hito significativo en la historia del arte románico en
España.
El retrato imperial
Durante la época romana, Hispania experimentó la influencia de estilos
artísticos romanos, especialmente en las áreas urbanas y en aquellos
lugares donde se establecieron colonias romanas. Los retratos imperiales
eran comunes en edificios públicos, templos y residencias de élite. Estos
retratos se caracterizaban por su realismo y la expresión de virtudes
imperiales, destacando la importancia de la figura del emperador y su
conexión con la autoridad divina. Ejemplos : Retrato de Augusto de Prima
Porta y Retrato de Trajano en Itálica.

Características básicas: realismo idealizado, expresión de poder,conexión


con lo divino, ubicación en espacios públicos y privados e influencia
duradera

Recópolis
Recópolis es una antigua ciudad de origen visigodo situada en
Guadalajara. Fue mandada construir por Leovigildo en honor a su hijo
Recaredo en 578. Funcionó como un centro urbano importante, capital de
una provincia denominada Celtiberia, de límites imprecisos, al este de la
Carpetania (Toledo, la capital del reino). El conjunto está considerado “uno
de los yacimientos más trascendentes de la Edad Media al ser la única
ciudad de nueva planta construida por iniciativa estatal en los inicios de la
Alta Edad Media en Europa”
El yacimiento de Recópolis se encuentra en proceso de excavación, aunque
los trabajos realizados muestran ya trazos de una organización y
jerarquización que en la actualidad constituyen el ejemplo más
significativo de las concepciones urbanísticas de la época visigoda. De esta
ciudad, realizada con un plan urbanístico preconcebido, las excavaciones
han descubierto la existencia de un conjunto palatino, formado por tres
edificios palaciales de dos plantas, así como una iglesia, edificios todos ellos
que contenían destacadas piezas artísticas.

La influencia del abad Oliba en la arquitectura hispana


El abad Oliba, destacado líder eclesiástico y político en la Cataluña
medieval (siglo X-XI), influyó significativamente en la arquitectura hispana
mediante su mecenazgo y promoción de la construcción de importantes
monasterios, como el de Ripoll y el de Santa María de Montserrat. Su apoyo
a la arquitectura románica dejó un legado duradero, caracterizado por la
simplicidad estructural, los arcos de medio punto y la robustez de las
construcciones. Además, fomentó la incorporación de elementos
decorativos, como capiteles esculpidos, reflejando la espiritualidad y
riqueza cultural de la época. La influencia de Oliba en la arquitectura
hispana persiste como testimonio de su visión artística y su contribución al
desarrollo del románico en la región.

Principales edificios de la Toledo visigoda


La Toledo visigoda, entre los siglos VI y VII, destacó por su arquitectura
religiosa. El principal edificio fue la iglesia de San Juan Bautista, construida
por Leovigildo y posteriormente transformada por Recaredo. Este templo
fue un hito arquitectónico por su planta basilical y el uso de arcos de
herradura visigodos. Además, la iglesia de Santa María de Melque, una
basílica visigoda en la provincia de Toledo, es un ejemplo notable. Aunque
no subsisten muchos vestigios, estas construcciones evidencian la
influencia arquitectónica visigoda, que fusionó elementos romanos con la
singularidad de los arcos de herradura, sentando las bases para la
arquitectura mozárabe posterior.

La arquitectura religiosa de repoblación


La arquitectura religiosa de repoblación en España, desarrollada entre los
siglos X y XIII, se caracterizó por la construcción de iglesias románicas en
zonas recién repobladas tras la Reconquista. Estos edificios, como la iglesia
de San Martín de Fromista, presentaban una estructura robusta con muros
de sillería, ábsides semicirculares y elementos decorativos escultóricos. La
función defensiva también se reflejaba en algunas torres campanario.
Estas iglesias, influenciadas por el románico europeo, fueron centros de la
vida comunitaria y espiritual, marcando la identidad de las nuevas
poblaciones cristianas en la península.

Representaciones figurativas en las iglesias visigodas


Las iglesias visigodas en España, construidas entre los siglos VI y VIII,
exhiben escasas representaciones figurativas. Predominaba una
decoración geométrica y abstracta, reflejando la influencia bizantina y la
aversión visigoda a las imágenes religiosas. Sin embargo, en algunos
lugares como la iglesia de San Juan de Baños, se encuentran vestigios de
relieves esquemáticos y simbólicos. Estas representaciones, limitadas en
número y estilo, contrastan con la riqueza ornamental de otras tradiciones
artísticas contemporáneas, marcando la particularidad de la expresión
visual en el contexto visigodo.

La Urbs regia de Alfonso II


La Urbs regia fue un proyecto urbanístico encabezado por el rey Alfonso II
de Asturias en el siglo IX, con Oviedo como centro. Este plan incluyó la
construcción de la iglesia de San Salvador, precursora de la Catedral de
Oviedo, y la edificación de estructuras palatinas y defensivas. La ciudad fue
concebida como un centro político y religioso, destacando por su trazado
regular y la introducción de elementos arquitectónicos asturianos, como
las ventanas en arco de herradura. La Urbs regia simboliza el renacimiento
cultural y arquitectónico en el periodo asturiano y su contribución a la
historia urbana de España.

La miniatura mozárabe
La miniatura mozárabe, desarrollada en los scriptoria de monasterios
cristianos en la península ibérica entre los siglos IX y XI, fue una forma
distintiva de iluminación de manuscritos. Caracterizada por su fusión de
estilos visigodos, bizantinos y musulmanes, la miniatura mozárabe exhibe
ricos colores, detalles intrincados y composiciones geométricas. Los
Evangelios de Oviedo y el Beato de Liébana son ejemplos destacados. Esta
expresión artística, influida por la convivencia cultural de la época,
representa un puente entre las tradiciones visigodas y el posterior arte
románico en la península.

Los capiteles del panteón de San Isidoro de León


Los capiteles del Panteón de San Isidoro de León, datados en el siglo XI,
son ejemplos destacados de la escultura románica en España. Exhiben una
rica iconografía que combina elementos religiosos y profanos, como
escenas bíblicas y motivos vegetales. La maestría técnica se refleja en la
variedad de detalles y la expresividad de las figuras esculpidas. La
influencia mozárabe es evidente en la decoración, que presenta ciertos
rasgos orientales y elementos geométricos. Estos capiteles del Panteón de
San Isidoro representan la fusión de influencias culturales y estilísticas,
destacando la riqueza artística del románico en la historia del arte español.
Las portadas de la iglesia de San Isidoro de León
Las portadas de la iglesia de San Isidoro de León, representativas del
románico español del siglo XI, son destacadas por su rica ornamentación
escultórica. La Puerta del Cordero y la Puerta del Perdón muestran relieves
detallados con escenas bíblicas y símbolos cristianos, evidenciando una
influencia mozárabe y oriental en la iconografía. Los capiteles presentan
una maestría técnica excepcional, con motivos vegetales y animales. Estas
portadas, marcadas por la armonía compositiva y la expresividad, ilustran
la complejidad artística del románico leonés y su contribución al
patrimonio arquitectónico y escultórico de España.

Arquitectura del primer románico en Navarra y Aragón


La arquitectura del primer Románico en Navarra y Aragón, desarrollada
entre los siglos XI y XII, se caracteriza por la sencillez y robustez de sus
construcciones. Ejemplos notables incluyen la iglesia de Santiago en
Sangüesa (Navarra) y la catedral de Jaca (Aragón). Estas estructuras
exhiben influencias mozárabes y lombardas, con ábsides semicirculares,
arcos de medio punto y decoración escultórica austera. La simplicidad
estructural y la funcionalidad litúrgica prevalecen, reflejando la transición
del arte prerrománico al románico en la región, marcada por la presencia
de elementos autóctonos y la conexión con las corrientes artísticas
europeas.

El conjunto arquitectónico del monte Naranco


El conjunto arquitectónico del monte Naranco, en Asturias, España,
destaca por tres notables edificaciones del siglo IX. La iglesia de Santa
María del Naranco, originalmente un palacio, presenta una estructura
prerrománica con arcos de herradura y decoración esquemática. San
Miguel de Lillo, también prerrománica, exhibe una complejidad
arquitectónica y decorativa similar. El Palacio de Ramiro I, aunque no se
encuentra bien conservado, muestra características arquitectónicas
asturianas. Estos monumentos reflejan la singularidad de la arquitectura
asturiana de la época, fusionando elementos visigodos, romanos y
orientales, y son Patrimonio de la Humanidad.
SEGUNDA PARTE
Comentarios de obras [3 puntos] Comentario de cuatro obras,
correspondientes a las cuatro unidades evaluables del temario

TEMA 2

Yacimiento de Cancho Roano


Santuario extramuros construido en un periodo de transición . Desde las
primeras capas se ha encontrado resto de ceniza. Tenía alrededor un foso
defensivo que conectaba con un riachuelo que surtiría de agua el templo.
Estaría recubierto de cal, bases de piedra y cimientos de tierra muy
compactada. En los muros se conservan encalados en las paredes. Se han
encontrado restos de pizarra azul. La techumbre probablemente fuese
plana. Al principio se supuso que podría ser un palacio pero es demasiado
pequeño y está demasiado alejado. Se confirma que es un santuario por
los altares encontrados aunque la presencia de monedas y objetos de valor
hizo pensar que debía tener algún tipo de papel económico. Al final la idea
más aceptada es que era un espacio político-económico en el que a su vez
se llevaba a cabo el culto. Se han hallado cerámicas procedentes de Grecia,
figuras de pasta vítrea, caballo de bronce y vasijas de oro para rituales.
A finales del siglo V a.C coincidiendo con la llegada de los celtas, este
templo fue cubierto de tierra, probablemente para evitar un saqueo.
Dentro de esta obra se han encontrado lugares dedicados a la vida
cotidiana, lo que nos hace suponer que aquí vivirían las familias de
antiguas dinastías cuyos antepasados habían podido llegar a ser
deificados.
La obra bifronte del domador de caballos es un modelo recurrente en
tartessos y es muy importante porque se asemeja al bronce de Carriazo,
donde se representa a una diosa fenicia que imita a la diosa egipcia Ator
(sincretismo)

Tesoro del carambolo


Santuario también asociado al ámbito comercial. Espacio o pasillos
sagrados con conchas que no debían ser pisados.
El tesoro de El Carambolo : son 21 precias de oro de casi 3 kilos, algo poco
habitual para la época. La piel de animal abierta típica de los tartessos. Se
aprecian técnicas fenicias pero también hay piezas como los brazaletes
que son más continentales. Al ser casi 3 kilos probablemente no fuera
pensado para vestir sino para adornar una escultura a la que rendían culto.
Igualmente en la actualidad, las vírgenes en procesión tienen su propio
ajuar.
Hay otra teoría en la que los adornos serían para dos vacas a las que
sacrificar en un rito y un monje.

Tesoro de Aliseda
Un ajuar funerario pues se encontró en una tumba. Hay una jarrita
importada la cual tiene inscripciones egipcias dedicadas a Isis. El laminado
y el repujado son de tradición indigena pero el granulado es una técnica
fenicia. También hay un brasero.
Hay distintas figuras asociadas a la eternidad en los brazaletes y la lucha
del héroe contra el león (Gilgamesh y Hércules). Uso del oro por su carácter
semántico. Esta tumba es considerada principesca y hace alusión a un
linaje importante. También hay quien dice que simplemente es una
acumulación de riquezas que pretendía esconderse. La bibliografía que
usamos no es concluyente. Ante esta imprecisión existe un gran debate
técnico.

Conjunto escultórico del Santuario Heroico del Cortijo del Pajarillo


El yacimiento íbero lo constituye un enorme lienzo de piedra de 80 x 8m,
con estructura de acceso por el norte con unas pequeñas escaleras que
dan acceso a un corredor delantero o pódium que desemboca en otras
escaleras de mayores dimensiones que en origen estaban flanqueadas por
dos leones. El resto del conjunto escultórico se situaría en lo alto de una
torre recubierta de barro, ubicada en la zona central. Las esculturas
representan a un lobo, un guerrero, dos grifos, un muchacho joven y un
carnívoro. En el interior de la estructura se localizaron tres habitaciones,
siendo excavadas dos. Se conectaban a través de un pasillo. El área de culto
del santuario está fortificada, pero casi con total seguridad no con fines
militares. En la parte trasera de la estructura se documentaron
aterrazamientos y muros destinados posiblemente a la contención del
terreno.
Dama de Baza
Estaba dentro de una cámara funeraria de 2,60 m de ancho y 1,80 m de
profundidad, donde había además un ánfora púnica que se comunicaba
con la superficie por medio de un embudo, a través del cual seguramente
se hacían desde el exterior libaciones como ofrendas líquidas. Esto indica
que se profesaba culto a la persona allí enterrada.
Delante de la dama había un pequeño amontonamiento de armas
quemadas y otros objetos que formaban la panoplia de un guerrero. Los
arqueólogos, basándose en esto, llegaron a la conclusión de que podría
tratarse del enterramiento de un importante guerrero. Sin embargo,
recientes estudios realizados por Trancho y Robledo en los restos
encontrados en el interior de la Dama revelan que éstos pertenecieron a
una mujer, que superó los veinte años, pero probablemente no pasó de los
treinta. No es el único caso de enterramientos de mujeres con armas en su
ajuar funerario.​
Las teorías que se barajan actualmente son que podría haberse tratado de
una guerrera divinizada (en relación con las falcatas y otras armas
encontradas en el yacimiento) o de una reina-sacerdotisa. Si bien el
carácter sacro de la persona allí enterrada es más que evidente, no lo es
tanto su carácter guerrero. Es posible que dichas falcatas sean simples
ofrendas o demarcadores del prestigio social del que gozaba la persona allí
enterrada (debido a lo costosa que era la elaboración de una de estas
«espadas»), por lo que se tiende a pensar que se tratara con más
probabilidad de una figura femenina de gran importancia social, como una
reina o hechicera.
La dama está sentada en un trono que tiene unas alas bastante largas en
el respaldo. Las patas delanteras del trono son garras de león. La superficie
está rematada con la técnica del estucado y pintada después en azul, rojo,
castaño y negro, todo ello aglutinado con yeso.
Su rostro muestra unas facciones mediterráneas. Tiene el pelo negro, con
dos grandes ondas laterales que asoman por debajo de un tocado
compuesto por una cofia o tiara que cubre parcialmente las orejas y que
además está decorada con tres bandas. Lleva unos pendientes de gran
tamaño que están huecos y que cuelgan directamente del lóbulo de la
oreja. El cuello está cubierto por cuatro gargantillas y a continuación luce
un collar formado por cuentas en forma de tonel al que se enganchan
cinco colgantes. Otro gran collar se muestra con tres piezas en forma de
corazón. En los dedos tiene numerosos anillos y en cada muñeca se
pueden ver varios aros.
Monumento de Pozo Moro
Asociado a la cremación, los romanos también usaban torres para ello. Se
han encontrado restos humanos que nos hace pensar que podría ser un
hombre de 50 años. Parte del ajuar es de cerámica griega. También se
piensa que puede ser una torre de almas, espíritus variados que se
encuentran ahí para que una diosa alada (plasmada en relieve en la piedra)
les guíe hacía el más allá (figura psicopompo probablemente del neolítico)
Posee un basamento de tres escalones, un relieve en las cuatro esquinas,
un nuevo basamento, un segundo cuerpo, una fila de leones y termina en
forma piramidal, que simboliza el máximo de energía que necesita el
cuerpo para ir al más allá.
El sentido turriforme es el del árbol de la vida, uniendo la parte terrenal con
la celeste. Es la referencia del hombre en la Tierra y en el más allá.
Los leones forman un bloque adosado al sepulcro. Aparece el león con las
fauces abiertas. El león es un animal de signo positivo y carácter solar. Es
un símbolo de protección que defiende el cuerpo y las cenizas. El referente
es el toro alado del mundo mesopotámico. Al tener las fauces abiertas, el
león tiene sentido de monstruo andrófago, que es el encargado de
purificar las almas en los paraísos. Fin apotropaico = Que mágicamente
conjura o previene la mala suerte o las influencias malignas.
Los leones profilácticos han sido asociados a los sepulcros neohititas.
En semejanzas con otras obras turriformes es posible que en origen tuviera
una pirámide en la parte superior o una escultura de bulto redondo.
Hay investigadores que afirman que haber encontrado restos humanos
cerca de la obra no significa que sea un sepulcro; pues puede ser esa torre
de almas antes mencionadas.
En la cara este figura el relieve conocido como "El banquete", que muestra a
varios seres de aspecto monstruoso. A la derecha, uno de ellos porta en una
mano un cuchillo afalcatado, al tiempo que toca con la otra una cabeza
humana que sobresale de un caldero, el cual está sobre lo que parece un
fuego. En la parte izquierda del relieve se sitúa, entronizado, otro de estos
seres, que aparece con doble cabeza y lenguas bífidas, y que parece dispuesto
a engullir a un humano en otro caldero, que sostiene en su mano derecha.
Con la izquierda agarra la pata de un jabalí muerto, tendido boca arriba sobre
una mesa. En el centro de la composición, un tercer ser le ofrece al anterior
otro cuenco. Para autores como Olmos y Chapa, este relieve, como parte de
una "heroización" del rey o jefe enterrado, representaría un peligro extremo de
ultratumba del que aquel lograría escapar.​Otros, como Blázquez y Heider, lo
han asociado al sacrificio humano infantil de los pueblos semitas,
representado aquí por deidades ctónicas que devoran su carne.​

El jabalí bifronte : simétrico, con agujeros en los ojos que en su tiempo


estarían de vidrio. Sus hocicos van al suelo y se enredan en sus cabezas
serpientes medio antropomorfa probablemente asociado a la
inmortalidad.

El árbol de la fecundidad : guardianes de un jardín idílico, figura masculina


que irrumpe en él y lo domina.

Hierogamia: unión sexual sagrada, hace alusión al matrimonio de los


dioses que dan lugar a la humanidad, un sentido cosmológico.

Guerrero con penacho del que parecen salir llamas, parece que tiene un
escudo y porta un cinturón que es asociado a personajes importantes o
heroicos.

Desde el punto de vista estético las tallas son rudimentarias, con diferente
tamaño (función jerárquica), son figuras orientalizantes, rotundas, con
piernas fuertes, arcaizantes

Dama de Elche
La Dama de Elche es una escultura en piedra caliza que mide
aproximadamente 56 centímetros de altura y data del periodo íbero,
específicamente del siglo V a.C. Su descubrimiento tuvo lugar en el
yacimiento arqueológico de La Alcudia, cerca de Elche, España, en 1897.

La figura representa a una mujer con una compleja indumentaria,


destacando una diadema que rodea su cabeza y se extiende hacia atrás de
manera majestuosa. En la parte posterior posee una oquedad que sugiere
su posible uso como urna funeraria. Originalmente estuvo policromada y
con los ojos rellenos de pasta vítrea.

La vestimenta de la Dama de Elche incluye una túnica ricamente decorada


con motivos florales y geométricos, así como collares y pendientes
elaborados. La presencia de detalles tan intrincados y refinados sugiere
una alta habilidad artística por parte de los escultores íberos de la época.
Su estilo refleja influencias de las culturas íbera, griega y fenicia. La
escultura muestra una maestría técnica en la talla de la piedra caliza, con
detalles finos y una expresión facial serena.
La escultura ha generado considerable interés y debate en el ámbito
arqueológico y artístico. Su función original y la identidad de la figura
representada siguen siendo en gran medida desconocidas. Algunos
expertos sugieren que podría representar a una sacerdotisa, una deidad o
una aristócrata, pero aún no se ha llegado a un consenso definitivo.

La Dama de Elche es una pieza fundamental para comprender la cultura


íbera y su conexión con otras civilizaciones del Mediterráneo antiguo.
Actualmente, la escultura se encuentra en el Museo Arqueológico
Nacional.
TEMA 3

Iglesias compactas, poco luminosas, íntimas y pequeñas. Estas


características se le atribuyen posteriormente a todas las iglesias
románicas. Las plantas cruciformes y longitudinales. Se busca
compartimentar con las necesidades de la liturgia de ese momento, el
presbiterio era de vital importancia, de hecho al altar mañor no podía
acceder todo el clero, la mayoría se quedaban rezando en la parte del
coro. El crucero suele ir simbolizado con un cimborrio ya que se dice que
ahí era donde Cristo apoyó su cabeza. Material: sillería colocada a hueso, y
ladrillo a la romana para los arcos y las bóvedas. Los muros cumplen una
función de sujeción, por lo que a veces existe ausencia de contrafuertes.

El arco de herradura: ¿islámico? ¿occidental? Hay un eterno debate. Se


van a reutilizar arcos y capiteles de época clásica. El sarcófago de Écija lo
reutilizaron como frente de mesa de la liturgia.

Iglesia de San Juan de Baños

Se hace en el 661 por encargo de Recesvinto para uso parroquial en honor


a San Juan Bautista, vinculado a unas supuestas aguas milagrosas de un
pozo junto a la obra. Sin embargo, no hay baptisterio, se deja ahí la duda.
Tenía 3 ábsides independientes que terminan siendo unificados. Capiteles
reaprovechados que sujetan arcos de herradura. Los interiores han sido
modificados. La luz y su misticismo. La cubierta de la nave central es de
madera a dos aguas cubierta de tejas. En el ábside se conserva la cenefa
original y las ventanas tienen unos vanos con una estética de orfebrería.
Hay un gran arco de herradura que separa la nave del altar mayor. La
placa está a una altura extraña pues no se puede leer. “Martit Juan
Bautista precursor del Señor, recibe esta edificación erigida en ofrenda
con valor eterno” La cruz patada es un posible símbolo regio.

Los orígenes cristianos de la iglesia de San Juan de Baños, ya durante la época de la


Monarquía Visigoda, hay que remontarse al año 661, cuando, por orden del rey Recesvinto
y según consta en una lápida de consagración aparecida en el propio templo, fue
mandada construir bajo la tutela de la sede episcopal palentina.

La tradición popular cuenta que la iniciativa del rey Recesvinto de fundar el santuario se
debió a que, regresando el monarca junto a su comitiva de una exitosa campaña contra
los vascones, paró a descansar en estos pagos cerriteños al sentirse algo indispuesto
aquejado de una dolencia renal, la cual, tras beber agua del manantial que brotaba en el
lugar, se sintió totalmente curado, levantando como agradecimiento un templo en honor
de San Juan Bautista.

Construida a base de grandes sillares perfectamente labrados y aparejados a hueso (sin


argamasa), la iglesia presenta en la actualidad, tras un pórtico o nártex abovedado a los
pies, una planta ligeramente trapezoidal que va ensanchando a medida que se aproxima
a la zona presbiteral.

El cuerpo del templo se estructura en tres naves -la central más alta y ancha- separadas
por arcos de ligera herradura apeados sobre ocho columnas romanas que, en número de
cuatro a cada lado, quedan coronadas por diferentes capiteles entre los que encontramos
tanto romanos reaprovechados como de factura visigótica.

Las tres naves que conforman el cuerpo principal del templo quedan divididas mediante
arcos de ligera herradura que, en número de cuatro a cada lado, descansan sobre
columnas cilíndricas de mármol reaprovechadas de construcciones romanas del entorno
desaparecidas.

Dichas columnas rematan en interesantísimos capiteles de cestas troncopiramidales, de


los cuales, llama poderosamente la atención el más próximo a la cabecera hacia el lado
norte; un capitel tardorromano de la más pura tradición corintia y que, probablemente,
sería reaprovechado del templo de Esculapio.

El resto de cestas, sin alcanzar la perfección técnica de la anteriormente descrita, siguen


en el modelo hispanorromano a base de pencas y fórmulas avolutadas, como queriendo
imitarla.

Tan solo los dos capiteles más próximos a los pies del templo, de factura claramente
visigoda, se alejan de la tradición técnica clásica y, aunque pretenden copiarla, no
alcanzan su perfección formal, quedándose en formas vegetales bastante esquemáticas.

Como la portada principal, el arco triunfal que da a paso a la capilla mayor


despliega un arco de ligera herradura abrazado por una moldura exterior
decorada a base de zarcillos vegetales, siendo destacada la dovela clave del arco
mediante un relieve de una cruz de brazos rematados en formas avolutadas que
también vendría a recordar a los tesoros votivos visigodos.

Por encima del arco triunfal encontramos, incrustada en el muro y enmarcada por cuatro
ménsulas de decoración discoidea en espiral, una réplica de la lápida fundacional por la
que el rey Recesvinto dedicaba la fundación de la iglesia a San Juan Bautista. En la
inscripción, realizada a base de caracteres incisos de trazo algo irregular, puede leerse,
según traducciones de los especialistas, los siguientes versos:

"Precursor del señor, mártir Juan Bautista posee esta casa, construida como don eterno, la
cual, yo mismo, Recesvinto rey, devoto y amador de tu nombre, te dediqué, por derecho
propio, en el año tercero, después del décimo como compañero ínclito del reino. En la Era
seiscientos noventa y nueve"

La portada de acceso al templo, situada en el cuerpo avanzado a modo de pórtico o


nártex a los pies, se compone de un vano de ligera herradura sobrepasada un tercio de la
longitud del radio, quedando perfilado por un arco dovelado en cuya clave fue tallada una
cruz patada que, en cierta manera, recuerda en su forma a las cruces votivas típicas de los
tesoros que enriquecían el interior de las iglesias visigóticas.

Abrazando el trasdós del arco se despliega, a modo de guardapolvo, una


encantadora cenefa labrada a bisel formando cuatripétalas que, unidas entre sí
por sus extremos, conforman discos tangentes; una fórmula decorativa que se
repite tanto en las jambas de la propia portada, como dibujando frisos que
recorren horizontalmente los muros exteriores de la fábrica en convivencia con
otras piezas decorativas recolocadas a lo largo y ancho del paramento externo del
edificio.

Iglesia de San Pedro de la Nave

Tiene una arquitectura de tensión por usar tanto la planta griega y la


latina. De nuevo muros macizos, y rasgados con vanos para generar algo
de iluminación. Las columnas de la nave principal en verdad no soportan
ningún peso, pero su función es más significativa. Se señala el cimborrio
donde se cruzan las dos naves. En su interior al tener unas cenefas que
recorren los muros rompe con ese pensamiento de nuevo de sobriedad.
Las bases de las columnas aparecen las primeras formas teleomórficas de
los evangelistas (los animales vinculadas a cada uno), y se debe a su
importancia por la importancia que tiene ellos en la iglesia. Las columnas
no tienen un papel real de sustentación de la arquitectura, es meramente
simbólico. Juego de los volúmenes, además del cimborrio se proyectan al
exterior esas habitaciones laterales, existen cenefas que rompen el
ascetismo. La ergastula podría funcionar como sacristía o celda. Las basas
de las columnas presentan las primeras figuras antropomorfas de los
evangelistas. Es una gran metáfora “el evangelio sustenta la propia
iglesia”. Los capiteles más próximos al presbiterio son aves picando
racimos de uva (los fieles beben la sangre de cristo) , las que flanquean el
altar mayor hacen alusión a los ríos del paraíso (estas imágenes poseen
una iconografía más compleja ya que eran observadas por personas más
instruidas) en las demás salen episodios más conocidos como “el
sacrificio de Isaac” y “Daniel y los leones”

Daniel en el foso de los leones tiene que ver con el bautismo. En este
ejemplo se modifica la historia original, Daniel aparece en el agua, y los
leones beben de ella mientras él está en actitud orante (la salvación a
través del bautismo) Matiz funerario de un creyente que alcanza la vida
eterna.
Es un prefiguración del sacrificio que debe hacer un padre viendo morir a
su hijo tal como pasó con Jesucristo. El cordero aparece como agnus dei
en vez de ser un simple animal que fue intercambiado. La talla de la
piedra nos recuerda a oriente, los tallos imbricado con animales, ojos
almendrados…etc

La representación de San Felipe el cual dudó de Cristo. El artista se inspiró


en una fuente apócrifa. El barco se asocia a los egipcios (Isis)
La duda de Santo Tomás (todos los que aparecen dudaron de su fé)

Materiales : piedra arenisca de color rojizo dispuesta en sillares bien


escuadrados de diferentes medidas. Mármol en las columnas y madera en
algunas cubiertas.

Planta: Tradicionalmente se ha dicho que la planta combina una estructura


cruciforme con una basilical. Inicialmente, la planta sería de cruz con dos
dependencias laterales al chorus. Posteriormente se añadirían dos naves a
los pies. Ahora vamos a describir los espacios que encontramos en el
interior de la iglesia.
El cuerpo central(el crucero ): Accedemos a él a través de un arco de
herradura que apea sobre las columnas que están adosadas a dos pilares.
Este espacio se cubre con arista no original. Es posible que éste fuera el
lugar donde se impartiría la comunión.

El transepto está formado por:


· Dos espacios, uno a cada lado del crucero, y que vienen a ser la
continuación de las naves laterales, con la particularidad de que hay un
pilar que interrumpe el tránsito diáfano de esas naves a estos espacios. Se
cubren con bóveda no original.
· Dos pórticos: son dos espacios que sobresalen del resto del edificio, a
través de los cuales se accede al templo. Sobre el vano de acceso a esos
pórticos se encuentra otro vano que da a una cámara oculta, similar a la
que se encuentra sobre el arco de la capilla mayor. Los pórticos se cubren
con cubiertas no originales.

Ábside : Se accede a la capilla mayor a través, de nuevo, de un arco de


herradura que apean sobre columnas adosadas a pilares. Su forma, como
es normal en el prerrománico visigodo es rectangular (casi cuadrada) por
dentro y por fuera. Por encima del arco de ingreso se encuentra un
pequeño vano que da acceso a una cámara oculta (¿función de guardar
tesoro?). La capilla mayor se cubre con bóveda de cañón original.

Arcos: Como es característico del arte prerrománico visigodo, nos


encontramos con arcos de herradura, cerrados un tercio del radio. Los arcos
son:
o Tres transversales: uno entre la nave central y el crucero, otro entre el
crucero y el chorus y el último entre el chorus y la capilla mayor.
o También observamos otros dos transversales, pero que no arrancan
desde el suelo entre las naves laterales y los espacios del transepto.
o Seis longitudinales entre la nave central y las laterales (tres de cada
lado)
o Otros dos longitudinales entre el crucero y los dos espacios contiguos a
los lados.

Capiteles: Son capiteles de forma troncocónica y con un ancho ábaco.


o Columnas de acceso de las naves al crucero: presentan en la cesta del
capitel dos temas claramente reconocibles, Daniel en el foso de los leones y
El sacrificio de Isaac. Son, por tanto, dos temas que parecen incidir en la
importancia de la fe para lograr la salvación. En las caras laterales del
capitel aparecen cuatro cabezas de apóstoles que, en algún momento, se
apartaron o dudaron de Cristo (Felipe, Tomás, Pedro y Pablo). Otros
historiadores ven en esos apóstoles un mensaje para los monjes, pues
fueron cuatro personajes vitales en la difusión del cristianismo. En las basas
de esas columnas se encuentra la representación del tetramorfos, quizás
por la importancia de los evangelistas como base sobre la que se levanta la
Iglesia. En los ábacos hay entrelazos con aves y piñas.

Columnas de acceso a la capilla mayor: presentan en la cesta unos motivos


geométricos que parecen arcos y que se han interpretado como
simplificaciones, esquematizaciones de la Jerusalén celeste. En los ábacos
vemos unas ondulaciones que algunos interpretan como serpientes, el
pecado vencido y expulsado de la capilla mayor.

Tesoro de Guarrazar

Sacralización de un complemento regio. Estaban enterradas en unas cajas


(escondidas en la época para protegerlas) Las piezas van desde el 621 hasta
el 672 aprox. La estética copiada de los bizantinos. Existe la posibilidad de
que dichas coronas religiosas fueran copias de la que llevaba el rey que la
encargó.

San Julián de Prados


Fuera de extramuros se encuentra San Julián de los Prados, pero tiene está
unida a la monarquía y tiene una estructura monacal.
San Julián y su esposa querían ser religiosos pero no pudieron por un
matrimonio concertado pero ambos se mantuvieron vírgenes, es probable
que Alfonso hiciera lo mismo pues no tuvo descendencia. Este templo
podría haber sido usado por el rey de manera intermitente para realizar
una especie de peregrinación y recluirse para vivir experiencias monásticas
distanciado de la vida cotidiana. El rey no podía rezar con los monjes pero
tenía un espacio preferencial diferenciado del resto de fieles. Juega un
papel muy importante la luz que remarca el empleo del transepto. Los
arcos funcionan como barrera que diferencia un lugar de otro. Se
reutilizan columnas de época visigoda como elemento legitimador. Los
frescos no están bien conservados . En su momento, habría frisos con
estructuras arquitectónicas asturianas dibujadas con otras arquitecturas
aún más pequeñas. No habría representaciones humanas, Cristo solo
aparece pintado en forma de cruz. La policromía habría sido muy viva. La
jerusalén celeste serían la recreación de los frescos

Conjunto del monte Naranco


El arte asturiano es similar al visigodo pero tiene una esencia única y
original. La mayoría de los restos eran periféricos y por ello tan solo
podemos tener una idea aproximada de lo que podría ser Oviedo. La
similitud entre lo asturiano y lo toledano nos indica que existe una
continuidad en la historia. Lo asturiano sería una etapa final de lo que ya
había antes.

Las reliquias cobran mucha importancia como legitimación. Los edificios


no debían ser solo de la monarquía, solo que debían estar al servicio de sus
ciudadanos, de ahí que los palacios tengan espacios para la administración
y que las iglesias sean lugares de reunión.

El complejo arquitectónico al que pertenecía Santa María del Naranco


también comprendía la cercana iglesia de San Miguel de Lillo. Sin
embargo, a causa del derrumbamiento de la cabecera y de parte de las
naves de San Miguel, el Aula Regia fue transformada en iglesia,
probablemente durante el siglo XII. El edificio se ubica en el Monte
Naranco donde existía un bosque en el que abundaba la caza. La ausencia
de un ábside destinado a contener el trono del rey hace pensar que el
edificio hubo de tener carácter de palacio de campo o residencia real
dedicada al ocio.

Santa María del Naranco es una iglesia prerrománica ubicada en las


afueras de Oviedo, España, construida en el siglo IX durante el reinado de
Alfonso II. A continuación, se presenta un análisis detallado de este
destacado ejemplo de la arquitectura prerrománica asturiana:

1. Estilo Arquitectónico:

Santa María del Naranco exhibe un estilo arquitectónico prerrománico


asturiano, caracterizado por la combinación de elementos romanos,
visigodos y mozárabes. El edificio es un ejemplo de la arquitectura
asturiana que floreció durante el reinado de Alfonso II en el siglo IX.

2. Estructura:

La iglesia originalmente sirvió como palacio, pero más tarde fue adaptada
como iglesia. Presenta una planta rectangular con tres niveles: un sótano,
una iglesia en el nivel intermedio y una tribuna en la parte superior. La
distribución vertical refleja la influencia de la arquitectura romana y
paleocristiana.

3. Ornamentación Escultórica:

Los elementos decorativos de Santa María del Naranco son notables.


Relieves esculpidos adornan las columnas y capiteles con motivos
geométricos y vegetales, indicando la influencia de la ornamentación
visigoda. La combinación de elementos decorativos refleja la riqueza
cultural y la diversidad de influencias en la región.

4. Ventanas y Arcos:

Las ventanas geminadas en la nave central y los arcos de herradura son


características distintivas de la arquitectura prerrománica asturiana. Los
arcos de herradura, de origen visigodo, son un elemento típicamente
asturiano que refleja la continuidad de la tradición arquitectónica en la
región.
5. Funcionalidad y Simbolismo:

La función original de Santa María del Naranco como palacio y su posterior


adaptación como iglesia sugieren una transición de propósito que refleja la
influencia de la iglesia en la sociedad asturiana. El edificio también puede
haber tenido un simbolismo político y religioso, representando el poder de
la monarquía asturiana y su conexión con la Iglesia.

La iglesia de San Miguel de Lillo


Se trataba del templo de un conjunto palatino mandado construir por
Ramiro I en el Monte Naranco, a escasa distancia de la capital de su reino:
Oviedo. Si el actual edificio de Santa María era el propio palacio (luego
consagrada como iglesia), San Miguel de Lillo era la capilla palatina. En
origen era un extraordinariamente alargado y alto edificio completamente
abovedado con tres naves de cuatro tramos finalizado en triple ábside de
muro recto continuo a la cabecera. Dos capillas (diacónico y prótesis)
sobresalían del rectángulo perimetral del templo, como si respondiesen a
un transepto inexistente. También tenía un macizo occidental como los
Westwerk carolingios, con un piso alto de gran altura que hacía las veces
de tribuna regia para que el monarca pudiera asistir a la celebración de las
misas. Existe una tribuna especial para rey, lo cual significa esa unión de
nuevo entre política y religión.
Si la planta y sus dimensiones ya nos llaman la atención, más interesante
era aún su alzado, puesto que las naves se separaban mediante altas
columnas y arcos de medio punto. Estas bóvedas eran de medio cañón,
con arcos fajones. La nave central, de considerable elevación, equiparable
-si no superior- en impulso ascensional a lo visto en la vecina Santa María,
contrarrestaba los empujes de su bóveda con las de las naves colaterales,
también de medio cañón pero alternantes.

Las jambas son muy importantes. Las jambas de la puerta están decoradas
con dos bajorrelieves iguales de disposición vertical, esculpidos a bisel
bastante plano y bidimensional, con figuración poco naturalista,
esquemática y geometrizadas (por ejemplo, los pliegues de las túnicas son
simples ondas paralelas y el cabello de los personajes parecen cuerdas).
Los laterales de los citados relieves llevan bandas con ornamentación
geométrica en todo su espacio. La escena superior muestra a un personaje
regio sentado con los pies en un pedanyum, junto a dos de sus cortesanos.
Es un nombramiento oficial de un emperador o un cónsul (díptico del
cónsul Aerobindo). En la representación inferior aparece un león junto a un
acróbata y una bailarina en lo que se interpreta como una escena lúdica o
circense, parte de las celebraciones que conmemoran estos
nombramientos oficiales. Para Bango Torviso, esta representación
relacionada con los usos imperiales romanos y bizantinos fueron
esculpidos para prestigiar al monarca asturiano y dotar de la máxima
legitimidad al joven Reino Asturiano en su anhelo por reconquistar el
territorio perdido del antiguo Reino Visigodo, como extensión natural del
antiguo Imperio.

Muy elegantes son los ventanales con celosías de piedra o estuco que
combinan arcos geminados o triples, sobre columnas con acentuado
énfasis o engrosamiento central de los fustes en forma de barril, capiteles
corintios, soportando una estructura de redes geométricas ciertamente
espectaculares. Uno de ellos tiene una especie de rosetón que influiría
mucho posteriormente en la estética.

En el interior del edificio existen varias bazas en las que aparecen


representados los evangelistas (esta metáfora iconográfica ya la hemos
visto en otros casos)
En las pinturas aparecen posiblemente unos ángeles trompeteros
anunciando el juicio final.
Originalmente estarían los arcos policromados.

Iglesia de San Salvador de Valdediós


Fue consagrada en 892, era lugar de retiro para Alfonso. Posteriormente se
usa como monasterio. Es una obra de sillarejo y en algunas zonas casi
mampostería. Vemos la impronta islámica en los ventanales y las
cabeceras con la almena superior estilo córdoba. Esto da pie al hibridismo
cultural.
Planta basilical bastante bien conseguida con nave central más ancha por
los laterales. El rey de nuevo con la tribuna preferencial. Presenta un
pórtico lateral que protegía el acceso y era lugar de reunión e incluso
enterramiento.
El interior es un poco tosco.
La cabecera tiene tres cruces, representación anicónica de forma
triunfalista. Estaría muy policromada originalmente.
Iglesia de San Miguel de Escalada

Su planta: es de tipo basilical, dividida en tres naves acabadas en tres


ábsides, separados ambos ámbitos por el iconostasio resaltando la nave
central. En la parte sur aparece un pórtico y una torre.
Alzado: Construida en sillería, se sujeta en muros y contrafuertes, un gran
espacio abierto en el interior sustentado por columnas con arcos de
herradura y capiteles corintios muy simplificados.
El pórtico se sujeta con arcos de herradura sobre columnas con un capitel
muy sencillo.Predomina el muro sobre el vano.
La cubierta del monasterio estará construida en madera que aligera su
sustentación. Los ábsides tendrán una bóveda de aristas (ligeramente
gallonada)
Predomina lo estructural sobre lo decorativo ya que no se encuentra
mucha decoración en el interior, sólo en los capiteles y en el iconostasio
dónde se apreciará la decoración geométrica.

Es un monasterio situado en León de un estilo prerrománico, el mozárabe


más concretamente. Está construido en 913. Se aprecia este estilo por
algunos rasgos musulmanes como los arcos de herradura o la decoración
epigráfica del iconostasio al igual que los modillones de rollo que
podíamos apreciar en la mezquita de Córdoba, los techos de madera al
igual que la bóveda califal o de arista gallonada.
En el contexto histórico hemos de tener en cuenta la aparición de los
primeros reinos cristianos de descendencia visigoda que se encuentra en
el norte de España. En ellos, los mozárabes (cristianos que vivían en al
Andalus durante la época califal pero que seguían manteniendo su
religión) tomaron influencias del arte musulmán y lo aplicaron al suyo
propio.
En este caso su comitente es el clero, con fines religiosos
Una parte muy característica de este monasterio es el pórtico orientado
hacia el sur, que era la zona más cálida del edificio y recordaba a los patios
de las construcciones musulmanas y las construcciones asturianas.
Sus influencias anteriores son: las construcciones musulmanas y sus arcos
de herradura de La Mezquita de Córdoba o el pórtico. También se basarán
en las basílicas romanas por su planta basilical (Basílica de Majencio) o los
elementos visigodos y asturianos, como se aprecia en el pórtico o en el
propio iconostasio,. Posteriormente darán lugar al arte Románico y a sus
famosas catedrales, Catedral de Santiago de Compostela.
Ermita de San Baudelio de Berlanga

Se construyó sobre la cueva de los eremitas. Pese a que la primera


mención documental contrastada sobre el edificio data de 1136, es más
que probable que los orígenes cristianos del lugar se remontan a varios
siglos atrás, ya que la pequeña cueva aún conservada y accesible desde el
interior del templo parece un lugar más que propicio para el retiro de un
eremita o anacoreta en tiempos de la Hispania Tardorromana y Visigoda.
En el siglo XIII la comunidad monacal quedaría extinguida según parece
extraerse de las fuentes documentales que se refieren a San Baudelio ya
no como monasterio, sino como un humilde almacén y al cuidado de
distintos ermitaños custodios encargados de su mantenimiento y
protección a lo largo de los siglos. A principios de la decimonovena
centuria la ermita pasaría a manos privadas y, pese a que en 1917 fue
declarada Monumento Nacional, no pudo evitarse que las singulares
pinturas románicas que ornamentaban su interior fuesen vendidas por los
vecinos de Casillas, motivo por el cual en la actualidad se encuentran
dispersas entre el Museo del Prado de Madrid y distintas pinacotecas
estadounidenses. La historiografía tradicional ha venido definiendo a la
ermita de San Baudelio de Casillas de Berlanga como "la Capilla Sixtina
del arte mozárabe" y, desde siempre, ha sido una de las construcciones
peninsulares que más misterio y controversia ha generado entre
historiadores y especialistas.
Sin embargo, esa aparente pobreza exterior queda de inmediato olvidada
al atravesar el umbral de su arco de entrada, tras el cual, se despliega ante
el visitante un singularisimo universo estructural sin apenas parangón
dentro la arquitectura religiosa peninsular.

La cabecera comunica con la nave a través de un angosto arco doblado


de herradura, el cual, sólo es abordable a través de cuatro escalones que
salvan la pendiente en que se asienta, dando así la sensación de querer
marcar una separación jerárquica respecto al resto del edificio,
característica muy propia de los templos tanto prerrománicos como del
primer románico.

El bloque principal de la nave se caracteriza por el potente pilar cilíndrico


levantado en el centro del mismo, desde el cual parten ocho nervios
radiales que, engendrando arcos de herradura y evocando la forma de
una palmera, van a apear sobre los ángulos y el centro de los muros
perimetrales del templo. En la parte superior del pilar, y prácticamente
inaccesible de no ser con la ayuda de una escalera portátil, se abre un
pequeño habitáculo cubierto con una pequeñísima bóveda nervada a la
manera de crucería califal, otro de los innumerables guiños arabizantes
que encontramos en San Baudelio de Berlanga. El potente pilar es una
representación de la protección de los fieles como árbol paradisiaco de la
Jerusalén Celeste. Las pinturas muestran obras arquitectónicas y la
columna se vincula con el eremita Simeón que hizo su penitencia
viviendo más de 30 años sobre una columna.

Ha sido precisamente la existencia de este pequeño espacio elevado y


aislado uno de los motivos por los que, siempre a nivel popular y sin que
exista ningún documento que lo constate, la ermita de Casillas haya sido
puesta en relación con distintos cultos mágicos y ocultos, algo
difícilmente demostrable.

También se ha intentado explicar la existencia de este espacio en relación


a prácticas penitenciales o espirituales de los eremitas. Según esta teoría,
tan singular espacio sería un lugar de aislamiento para algún ermitaño
que, emulando a los primeros estilistas, eligiese la parte alta de una
columna como lugar de retiro y penitencia espiritual. Esta teoría parece,
cuando menos, cuestionable.

El último tramo de la nave hacia los pies queda definido por un singular
entramado de columnas desde cuyos sencillos capiteles, parten arcos de
herradura que dan lugar a diez pequeños espacios (5 + 5) cubiertos con
bovedillas esquifadas. Sobre ellas y accesible en origen desde el ingreso
occidental, se asienta, como si de un coro se tratase, una tribuna
rematada en el centro de la misma por una pequeña estructura a modo
de templete abierto mediante un arco de herradura y cubierto al interior
con bóveda de cañón. Tanto ese bosquecillo de columnas que sin duda
evoca la disposición en naves de una mezquita hispanomusulmana; como
ese templete de la tribuna que recuerda a los primitivos mihrabs califales,
han hecho que exista quienes hayan querido relacionar San Baudelio de
Casillas con un edificio de culto islámico

A lo ya indicado, se suman otras innegables coincidencias formales con lo


musulmán, como el volumen cúbico de la nave, al estilo de la Kaaba y que
las esquinas -no las caras- del edificio se orienten hacia lo puntos
cardinales, al modo islámico no cristiano.

Originalmente las pinturas tendrían ese primer registro de renacimiento


del arte grieogo clásico ya que están divididas en friso.

Por un lado, las que tradicionalmente han sido denominadas como


"pinturas bajas", compuestas por paneles que, en su mayoría y como su
nombre indica, se disponían en los registros inferiores de la nave del
edificio, aunque también se adivinan tanto en el pilar central como en los
muros del templete de la tribuna. En líneas generales, las pinturas bajas
se caracterizan por el empleo de colores muy simples y por presentar
escenas profanas de carácter animalístico y cinegético, en algunas de las
cuales, ha querido verse cierto influjo musulmán.

Por otro lado, las llamadas "pinturas altas" fueron desplegadas en los
registros superiores de los muros perimetrales, prolongándose también
por el ábside y por las bóvedas. A diferencia de las bajas, las pinturas altas
se definen por su mayor riqueza cromática y por reproducir escenografías
más complejas, siempre con la Vida de Cristo como hilo conductor. (Hay
una última cena)

Iconografía : dextera dei , agnus dei , cordero divino. Las representaciones


de animales como camellos y perros dibujados en la parte profana
pueden significar pecados o debilidades humanas. Aparece una caza de
liebres; el cazador va vestido de eclesiástico y las liebres significan la
lujuria.
Ábside

Todas del tipo llamado "pinturas altas", es decir, del mismo grupo que las
que se despliegan en los registros altos de los muros de la nave y en la
bóveda.

Muro Este
- Nivel inferior: cortinajes.
- Nivel intermedio: San Nicolás (¿) y San Baudelio flanqueando la ventana
en un marco arquitectónico. En el derrame de la ventana aparece la
paloma del Espíritu Santo en una mandorla (Todo este panel se encuentra
en Cincinnati).
- Nivel superior: Adaptándose a la bóveda, Caín y Abel ofreciendo sus
dones al Señor, que aparece representado dentro de una esfera como
Cordero Místico.

Muro Norte
- Nivel inferior: cortinajes y medallones.
- Nivel intermedio: Noli me Tangere (Cincinnati).
- Nivel superior: Escena muy perdida de complicada identificación.

Muro Oeste
- Flanqueando el arco triunfal al interior: cenefas de tallo ondulante y los
pies desnudos de un personaje.

Bóveda absidal
- Totalmente perdida, aunque es probable que dispusiese la tradicional
efigie de Cristo en Majestad flanqueada por el Tetramorfos.

Arco triunfal
- Rosca exterior: medallones y cabezas de bóvidos (Cincinnati) en el
frente; tallos ondulantes en el intradós.
- Rosca interior: Medallón con la mano de Dios (dextera domini)
sustentado por ángeles flanqueados por nubes. Aves zancudas y
casetones con un crismón en la dovela clave del intradós.

El ábside acoge la capilla central de la iglesia y se accede a ella atravesando


una gran entrada en arco de herradura que se eleva respecto a la nave
principal. En el centro de esta última se encuentra la “palmera” por la que
tantos recuerdan a san Baudelio: una columna cilíndrica de la que arrancan
ocho nervaduras con forma de de herradura, a modo de ramas de palmera,
que soportan la bóveda esquifada. Este árbol forma parte tanto de la
iconografía cristiana como de la musulmana y fue entendido por los “beatos”
como modelo de planta sólida y protectora. En la parte superior de la columna
se encuentra una pequeña linterna que, según algunas teorías, pudo utilizarse
como relicario para la custodia de textos u objetos sagrados.

La zona posterior de la nave principal presenta, además, un conjunto de


pequeñas columnas con arcos de herradura formando cinco naves
abovedadas. Sobre ellas se sitúa el coro, al que se accedía (ahora está
prohibido el ascenso por seguridad) a través de una escalera adosada al muro.
Dicho coro se completa con una pequeña tribuna con bóveda de medio
cañón, que, según Ortega Frías, fue capilla recoleta donde podían celebrarse
cultos en privado y, según Bango Torviso, una especie de tribuna para laicos
con su propio altar.

Iconografía:
Camón Aznar, Sánchez Cantón y Ortego Frías coincidieron en señalar como
mozárabes las pinturas de temática profana (cinegética) y factura más simple
y como románicas las que se refieren a capítulos de la historia sagrada y
presentan composiciones más abigarradas. Las primeras serían anteriores. Sin
embargo, un estudio de Milagros Guardia de 1982 sostiene que unas y otras
pinturas, mozárabes y románicas, son, además de contemporáneas, obras de
un mismo taller, aunque quizá no de un único maestro. El resultado sería un
tratamiento unitario, en lo plástico y en su sentido, del repertorio pictórico.

La cacería del ciervo, un asunto muy presente en la iconografía durante la


antigüedad y el medievo. Los romanos concedían a este animal un carácter
simbólico, como imagen que resguardaba del mal, y en la cultura cristiana
representa el alma. Su cornamenta, que puede ser renovada, expresaría
también regeneración. En este caso se representó al cazador a pie apuntando
al ciervo con una ballesta, como es más común en el arte cristiano.

La cacería de liebres. Un cazador a caballo, armado con un tridente y ayudado


por tres perros, persigue en el campo a liebres, animal que, en la iconografía
cristiana, simboliza la fragilidad del alma y la concupiscencia, y que tienen que
ser acosadas y derrotadas.

El halconero. Tanto en el Islam como en el medievo cristiano, la caza del


halcón era una de las manifestaciones más refinadas del arte cinegético. El
halconero, a caballo, muestra en una de sus manos el ave cazada. Es una
representación común tanto en arquetas musulmanas como en la iconografía
cristiana relativa a cetrería.

El guerrero. Se encuentra en el pretil norte de la tribuna y se le han atribuido


signos musulmanes, aunque por llevar ropa talar o escudo también puede
asociarse a modelos románicos. Como otras imágenes del pretil, esta se
completa con un friso de animales insertos en círculos junto a otros elementos
decorativos.

El elefante. La iconografía cristiana adoptó al motivo sin conocimiento directo


del animal al natural, de ahí la fantasía aplicada en sus detalles físicos. No
obstante, ya se habían representado elefantes en el arte romano y en el
musulmán, y figura entre las especies que los libros de Beatos incluyen en el
Arca de Noé. Es símbolo de humildad, y como tal se asocia a Cristo.

El elefante de San Baudelio porta un castillo sobre el lomo que se ha


interpretado como alegoría de las penalidades que se han de soportar en la
vida y del peso de los pecados.

El oso. Es un animal poco habitual en los bestiarios, pero está presente en


mosaicos antiguos y también en los Beatos, como otra especie a salvaguardar
en el Arca de Noé. Aparece incluso en el Románico asturiano, al formar parte
de la fauna de la zona. Se le ha asociado a la oscuridad de las grutas en que
vive y a la gula; quizá el guerrero que hemos mencionado antes, con quien
comparte espacio, sea encargado de vencerlo.

El dromedario. El arte paleocristiano lo representa en escenas alusivas a


historias bíblicas, sobre todo a la de los Reyes Magos. San Isidoro también le
atribuye el valor de la humildad, por arrodillarse al recibir carga y por ser
rumiante; otros autores lo asocian a la meditación. Por sus deformaciones,
quien lo realizó no debía conocer al animal y adaptaría algún modelo de la
época.

Las tres Marías ante el sepulcro. María Magdalena, María de Santiago y Salomé
aparecen de luto y con tarros de embalsamar en actitud oferente. Un ángel las
observa desde un extremo. Se trata del episodio final de la Pasión, previo a la
Resurrección.

Curación del ciego. Resurrección de Lázaro. Ambas escenas se relacionan por


aludir al poder de Jesús sobre la enfermedad y la muerte. En la curación, las
figuras se enmarcan en una arquitectura fingida cuyos rasgos estilísticos
recuerdan a los del castillo que portaba el elefante y remiten a los de las
pinturas de Maderuelo y Taüll.

Las bodas de Caná. La composición se dispone bajo dos arcos: uno cobija a los
sirvientes con la tinaja y otro el banquete de los esposos y Cristo.

Tentaciones de Jesús. La escena narra las tentaciones de Cristo en el desierto


en tres situaciones: la tentación del diablo (pintado con plumas, cuernos y
patas de rapaz) para que convierta las piedras en panes; la invitación, también
del demonio, a lanzarse desde las almenas de un templo protagonizando otro
milagro; y el rechazo de la avaricia bajo la presencia de un ángel. Su estética
también recuerda a Maderuelo.
Entrada en Jerusalén. La ciudad aparece representada por murallas y puertas
y los pobladores llevan ramas de olivo, siguiendo el evangelio de san Mateo.

Santa Cena. Su representación es convencional, simétrica y hierática como


otras pinturas contemporáneas del tema. Juan se aproxima al pecho de Cristo
en un gesto de tono filial y Judas no lleva nimbo.

Episodios de la Pasión. Los frescos de la zona alta del muro oriental, mal
conservados in situ, solo pueden intuirse en las escenas del lado izquierdo. En
estos lienzos se supone que se plasmarían otros episodios de la Pasión, como
ocurre en san Isidoro y Bagües. Luis Grau y Teógenes Ortego creen que podría
tratarse del prendimiento, la subida al calvario (más identificable), la oración
en el huerto y la crucifixión.
El testero se organiza en tres zonas: la decoración de la zona baja desapareció
en su totalidad tras instalarse allí un altar o pie de retablo en el siglo XV, la del
friso intermedio muestra las figuras de san Baudelio y san Nicolás, y en la
superior se observan restos de un luneto semicircular que acogió el cordero
místico. De ese círculo irradia una cruz griega y sobre él se proyectan dos
ángeles que sostienen la cruz y otras dos figuras, puede que sean Abel y Caín,
o Abel y Melquisedec, en actitud oferente. En la clave de la ventana aparece la
paloma alusiva al Espíritu Santo.

En los muros laterales también se distinguen otros tres niveles: el más bajo
contendría motivos ornamentales, el intermedio, escenas de la vida de Cristo,
y el superior, representaciones de personajes de la historia sagrada, pero
apenas se conservan los restos de un ángel separando, en la pared norte, un
Noli me tangere y la figura de una de las Marías.

Por último, en la capilla de la tribuna, se pintó, seguramente en una época


posterior al resto de las representaciones, una Adoración de los Magos. El
intradós en herradura muestra medallones de águilas y la bóveda de cañón
culmina con el Dextera Domini flanqueado por el arcángel san Miguel y otro
ángel matando al dragón.
TEMA 4

Puerta del Perdón en San Isidoro de León


Por ella acceden los peregrinos al interior del templo, si bien se abre
solamente en los Años Santos. Lo innovador de la misma radica en su
tímpano decorado. Es la primera vez que en este arte se plasman tres
escenas concatenadas en este elemento. Una verdadera ilustración para el
peregrino (hoy lo llamaríamos "comic" o "tira") en la que se le instruye
sobre la muerte y resurrección de Cristo.

Esta portada consta de dos arquivoltas doveladas levemente peraltadas,


compuestas de grueso baquetón flanqueado por sendas escocias . Apean
por medio de imposta decorada con palmetas en capiteles decorados en
sus cestas con entrelazo esculpido al aire, lo que ha propiciado su
desaparición en gran medida.

Por fuera, guardapolvo de ajedrezado jaqués. Una moldura decorada con


palmetas, trazando un amplio segundo semicírculo que arranca del
extremo distal de la prolongación decorada de los ábacos, define una
amplia superficie en cuyos laterales se empotraron sendas imágenes
escultóricas de cuerpo entero de los santos Pedro y Pablo .
San Pablo a nuestra izquierda con los Evangelios en la izquierda y
mostrando la palma de la diestra. Aparece con amplia vestidura sobre la
que porta túnica de airosos pliegues. Sus pies descansan sobre ménsula en
la que está epigrafiado su nombre. Su cabeza barbada muestra una
calvicie hipocrática y se halla orlada por nimbo decorado con pequeños
bezantes en su círculo exterior. Dos botones florales rematan los ángulos
superiores del conjunto .

A nuestro lado derecho de la puerta, san Pedro asimismo apeado en


ménsula. En esta ocasión no parece figurar su nombre, quizá porque el
portar tan conocido atributo en la siniestra (las llaves) es suficiente carta de
presentación. Su cara aparece juvenil con una mandíbula fuerte que me
recuerda modelos tardo romanos del emperador Constantino el Magno.
Nimbo y botones florales similares a los de San Pablo. Porta báculo
episcopal y está vestido con la casulla litúrgica decorada con motivos
florales en cuello y tira central. Calza -al igual que san Pablo- leves
sandalias. A penas una suela con tiras de sujeción ,"Las sandalias del
pescador". Sobre este conjunto, un tejaroz sustentado por 11 canecillos
completa la escena.
Pero sin duda lo más interesante de esta portada es la decoración de su
tímpano. En él se advierte la mano del maestro Esteban con su peculiar
forma de hacer y sus mofletudos personajes

La escena central muestra el descendimiento de la cruz ("el abajamiento").


Un personaje con largas tenazas está retirando el clavo de la mano
izquierda de Cristo, mientras que la Virgen sujeta el brazo ya liberado de la
Cruz. A pesar del dramatismo intrínseco del momento, los personajes de la
escena transmiten sensación de serenidad. Por encima, a ambos lados de
la cruz, sendos ángeles turiferarios de aspecto orondo se encajan en el
espacio existente.

A nuestra derecha, la segunda de las escenas en orden cronológico,


muestra a las santas mujeres que acuden al sepulcro de Cristo portando
ungüentarios bajo sus túnicas. De la situada junto al ángel solo se esculpió
la cara, quedando en segundo plano y transmitiendo sensación de
profundidad a la escena. Un ángel muestra el sepulcro vacío porque Cristo
ha resucitado. Al igual que en la escena anterior los semblantes transmiten
hieratismo a excepción de la figura central que parece iniciar una leve
sonrisa. El sarcófago se representa bajo un arcosolio de medio punto
apeado en columnitas decoradas con entorchado y bezantes y los capiteles
lucen cuidadas volutas y hojas de acanto. Tras el, del arcosolio emerge un
ángel que retira la tapa del sarcófago mostrando el interior vacío. Sus
alargadas alas rellenan magistralmente el hueco del tímpano, enmarcando
la escena. Cara y pliegues del manto son decididamente convexos (Si el
maestro Esteban viviera en nuestro tiempo, probablemente habría sido
mecenas del escultor colombiano Botero.)

La tercera de las escenas, a nuestra izquierda, muestra la Ascensión de


Cristo a los Cielos. Epigrafiada en la periferia de esta porción de tímpano, la
leyenda que así lo confirma "ASCENDO AD PATREM MEVM..." Dos ángeles
-que lo son porque se advierten las alas en segundo plano- portan a Cristo
quien apoya sus pies en las rodillas interiores de ambos mientras que con
sus manos se aferra a la parte superior de las angelicales alas. Su rostro
enmarcado por nimbo crucífero se vuelve hacia lo alto. Una vez más
reclamo la atención en el ángel más externo.

Completan la decoración escultórica de esta portada dos mochetas que


sustentan el bello tímpano descrito. Tienen de particular que lejos de
hallarse en postura frontal, hacia el intradós, se giran decididamente hacia
el exterior mirando al peregrino que va a acceder al templo. La izquierda
descrita como un perro más parece oso por sus formas, aunque tratándose
del autor de la portada, pudiera serlo. Lleva collar con perlitas y su
expresión es más simpática que fiera. Podría ser motivo de un dibujo
animado de nuestros días. Frente a él, la otra mocheta representa lo que
parece cabeza de dragón. Esta si, es más inquietante que la anterior. La
parte libre del vano de la puerta transforma su bisel en moldura de
baquetón que continúa por la porción central del tímpano.

Puerta del Cordero en San Isidoro de León

Para dotar de importancia al flamante nuevo templo, se hacen traer las


importantes reliquias de san Isidoro que estaban en Sevilla, donde se
consideraba que corrían peligro, además de las de san Vicente de Ávila,
que se encontraban en Arlanza, y la mandíbula de san Juan Bautista, que
se había salvado del traslado a territorio astur.

La Puerta del Cordero se ubica en el muro sur de la nave (por lo tanto, en la


nave de la Epístola), y conforma el principal acceso al interior de la actual
basílica.
El tímpano, magistralmente esculpido, se enmarca en tres contundentes
arquivoltas con baquetones y ornadas con chambranas decoradas con
palmetas, que en el caso de la última arquivolta se cambia por un
ajedrezado.

A ambos lados, en las enjutas, se situaron sendas esculturas de san Isidoro,


revestido, con báculo e identificado por una inscripción epigráfica (a la
izquierda) y san Pelayo (a la derecha) ostentando un evangeliario entre los
pliegues de su manto, ambos en posición frontal.

Otras imágenes hacen su aparición en este espacio, con seguridad


reaprovechadas de la fábrica del templo anterior durante el Barroco: signos
del zodiaco (en Santiago de Compostela, por el contrario, se incluye un
menologio), músicos comandados por el rey David, animales…

La mayoría de las placas del zodíaco conservan restos de epigrafía y algo


de policromía. Además, los capiteles incluyen personajes monstruosos que
hacen referencia al pecado: una arpía, un demonio, un toro, una ser
femenino devenido fiera con garras, o directamente el fuego alusivo a los
tormentos del infierno.

Coronado por el Cordero Místico (de ahí su nombre), el tímpano incluye


una serie de claves de lectura simbólica a través de diferentes personajes
bíblicos.

La zona central de la escena inferior de la Puerta del Cordero de San Isidoro


de León detalla el sacrificio de Isaac.Es esta una escena profética, que
prefigura el sacrificio voluntario de Cristo en la Cruz. Sobre el dintel,
Abraham sujeta a su único hijo por el cabello con la mano izquierda
mientras que con la derecha se dispone a hundir su cuchillo en el abierto
hueco esternal buscando los grandes troncos vasculares de esa zona.

La mano derecha de Dios emerge de entre los arbustos y llamando su


atención, lo detiene y él vuelve hacia ese lado la cabeza.Este motivo, la
Dextera Domini, aparecerá también posteriormente en las pinturas
murales del interior del panteón regio de la actual colegiata, y simboliza la
intervención misericordiosa y justa de Dios en la historia.Cuando Dios se
manifiesta salvando la vida del muchacho en la prueba definitiva a
Abrahán, que por ello será llamado “padre de la fe”, según el relato bíblico
que hemos recogido aparece un ángel para detener la acción.En efecto, a
nuestra izquierda un ser angélico de alas muy esquemáticamente
geométricas muestra al patriarca un carnero con las patas anteriores
enredadas en la maleza, para ofrecerlo como sacrificio en lugar del
muchacho. Este «cordero» que Dios provee simbólicamente hace
referencia al propio Jesús.Pero el personaje que aparece a la derecha,
descalzándose, es también Abraham, que realiza este signo de respeto
antes de comenzar el ascenso al monte Moria. Más que un anacronismo,
podemos considerar la contemporaneidad de las dos escenas como un
recurso narrativo genuinamente medieval.

A la izquierda, sin embargo, hay otras dos figuras importantes: una que se
da la vuelta para disparar el arco, representado al modo islámico, con otra a
su lado, y una más a la derecha abriendo una puerta. Los principales
iconógrafos (Williams y Moralejo) han interpretado esta escena en clave
histórica y simbólica: “A la izquierda estaría Ismael, hijo de Abraham y su
concubina Agar, de quienes la comunidad islámica toma su origen; los
musulmanes también son llamados ismaelitas o agarenos, mientras que el
linaje del pueblo de Israel se habría continuado a través de Sara e Isaac.”Se
representa así, en este momento clave para los reinos cristianos del norte, a
la Iglesia como nuevo Israel, para heredar la promesa de salvación hecha al
pueblo elegido por la venida del Mesías.

Conviene recordar, además, la historia particular del templo, con sus


destrucciones precedentes a manos musulmanas y su condición de
baluarte espiritual por causa de las reliquias que custodia.

En el extremo derecho aparece una figura saliendo de una tienda.


Tradicionalmente se ha identificado con Sara, la mujer de Abraham. Sin
embargo, otra hipótesis muy interesante sostiene que no se trata de una
tienda sino de la representación de la sinagoga, con un personaje ignoto
cuyo gesto de aceptación hace referencia al judaísmo que reconoce a
Jesús como el Hijo de Dios en el contexto de la Parusía.

Esto completaría la representación de la tríada de las religiones


monoteístas con presencia en la Península, con el cristianismo victorioso
en el centro.

En todo caso, el Agnus Dei corona tímpano, en el interior de una mandorla


perlada y sostenido por figuras de ángeles cuya posición acusa modelos
bizantinos e incluso paleocristianos (sarcófagos romanos), con una
indumentaria sumamente cuidada, que se adhiere al cuerpo y vuela de un
modo muy vinculado al mundo clásico.
Alrededor de esta escena central, otros ángeles insisten en la idea de la
Redención, portando una cruz y señalando al cielo.

Además, este Cordero Místico tiene un nimbo crucífero, identificable


solamente con el propio Cristo; el Mesías, como Isaac, cumple la voluntad
del Padre fiado de la fe y se dirige “como un cordero al matadero”

El propio círculo de la mandorla alude a la eternidad, y es bajo esta imago


clipeata que acontece el más dramático momento: Abraham listo para
degollar al joven. Simbólicamente, la posición nos indica que Cristo se
dispone a ello, presto al sacrificio.

Por lo demás, una serie de árboles y arbustos de tratamiento naturalista,


con hojas de cuidados detalles, completan la ambientación del conjunto.
Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela

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