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Caso María Rodríguez

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Yuliana Lantigua, MA.

Gestora de Psicología Clínica.


CINGEP- FEBRERO - 2024

UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS


ESCUELA DE PSICOLOGÍA

Caso de Estudio: Caso María Rodríguez

María, es una mujer 35 años, casada, madre de dos hijos, profesora de primaria.

Cuando María era niña, sufrió una infección intestinal grave por beber agua contaminada en un
viaje familiar. Desde entonces, desarrolló un miedo excesivo a las bacterias y los gérmenes, y
empezó a lavarse las manos con frecuencia y a evitar el contacto con objetos o personas que
consideraba sucios. Luego de este suceso la vida de María dio un cambio rotundo. En su
adolescencia, presenció un accidente de tráfico en el que murió una amiga suya muy cercana.
Desde entonces, ella se siente culpable e impotente, y empezó a creer que podía evitar que
ocurrieran desgracias si mantenía todo bajo control y ordenado.

A Pesar de los sucesos estresantes María ha tenido que experimentar, se graduó de la


universidad y labora como maestra de primaria, y formó una bella familia y tiene dos hijos. Sin
embargo, en la actualidad las secuelas de todas esas malas experiencias que María ha
experimentado le persiguen al día de hoy, interfiriendo con las actividades normales que ella
realiza en su cotidianidad.

En uno de esos días soleados que ella solía pasear en el parque para tomar aire fresco, sufrió un
robo en su casa mientras estaba fuera. Desde entonces, desarrolló una paranoia y una
desconfianza hacia los extraños, y empezó a verificar compulsivamente que todo estaba seguro
antes de salir o dormir.

En las mañanas ella debe levantarse muy temprano, pues hay una serie de cosas que debe
realizar para sentirse bien.

Se levanta temprano y se dirige al baño. Antes de entrar, se pone unos guantes de látex y unas
zapatillas desechables, para no contaminar el suelo ni las superficies. Se ducha con agua muy
caliente y jabón antibacterial, frotando su cuerpo con fuerza hasta que se enrojece. Se lava el
pelo tres veces, contando hasta diez cada vez que se aplica el champú. Se cepilla los dientes
durante diez minutos, cambiando de cepillo cada dos días. Se seca con una toalla limpia y se
viste con ropa recién lavada y planchada, que guarda en bolsas de plástico para evitar el polvo.

María baja a la cocina y prepara el desayuno para ella y su familia. Antes de tocar cualquier
alimento, se lava las manos con agua hirviendo y jabón, y se pone otro par de guantes. Revisa
las fechas de caducidad de todos los productos, y tira a la basura los que están próximos a vencer
o tienen algún defecto. Limpia la mesa, los platos, los cubiertos y las tazas con suficiente cloro,
y los enjuaga varias veces con agua caliente. Sirve el desayuno con cuidado, sin dejar que nada
Yuliana Lantigua, MA.
Gestora de Psicología Clínica.
CINGEP- FEBRERO - 2024

se derrame o se salga del plato. Come poco y rápido, sin disfrutar de la comida ni de la compañía
de su esposo y sus hijos.

Luego, sale de su casa y se dirige a su carro. Antes de entrar, limpia el volante, la palanca de
cambios, el freno de mano y los asientos con una toallita desinfectante. Se pone el cinturón de
seguridad y arranca el motor. Conduce con nerviosismo, evitando los baches, los charcos y los
semáforos en rojo. Llega a su escuela con media hora de antelación, para tener tiempo de
limpiar y ordenar su aula antes de que lleguen los alumnos. Repasa la lista de asistencia, el
horario, el material y las actividades del día, comprobando que todo está correcto y completo.

María imparte sus clases con rigidez y autoritarismo, sin permitir ninguna improvisación o
participación espontánea de los alumnos. Les exige que mantengan sus pupitres limpios y
ordenados, que no hablen ni se muevan de sus sitios, que no compartan ni intercambien sus
cosas, que no hagan ruido ni molesten a los demás. Les corrige constantemente, señalando sus
errores y fallos, sin reconocer sus aciertos o esfuerzos. Les pone deberes excesivos y difíciles,
que revisa con lupa y califica con severidad.

Al final de la tarde María sale de su escuela y vuelve a su casa. Antes de entrar, se quita los
zapatos y la ropa que llevaba puesta, y los mete en una bolsa aparte para lavarlos después. Se
ducha otra vez con agua caliente y jabón, siguiendo el mismo ritual que por la mañana. Se pone
ropa cómoda y limpia, y se dispone a hacer las tareas domésticas. Limpia la casa de arriba abajo,
sin dejar un rincón sin limpiar. Ordena los armarios, los cajones, las estanterías y los muebles,
siguiendo un criterio estricto de tamaño, forma o color. Cocina la cena para su familia, siguiendo
las mismas precauciones que para el desayuno.

En la hora de la cena, María come sus alimentos cena con su familia, sin prestar atención a lo
que le cuentan sobre su día. Les recuerda que tienen que hacer sus deberes, lavarse los dientes,
ponerse el pijama y acostarse pronto. Les acompaña a sus habitaciones y les da las buenas
noches. Antes de irse a su dormitorio, verifica que todas las luces están apagadas, todos los
grifos están cerrados, todas las puertas están cerradas con llave y todas las ventanas.

Para el momento de acostarse María se siente muy mal consigo misma, sabe que muchas cosas
de las que hace están mal, pero se siente aun peor sino las realiza.

Motivo de consulta:

María acude a consulta porque Siente vergüenza y culpa por su conducta, y teme perder el
control o enfermarse si no cumple con sus rituales.
Yuliana Lantigua, MA.
Gestora de Psicología Clínica.
CINGEP- FEBRERO - 2024

Actividad practica

A partir del siguiente caso de estudio, prepare un plan psicoterapéutico tomando en cuenta los
aspectos de la Terapia de Aceptación y Compromiso, ACT y responda las siguientes preguntas:

¿Qué emociones parece experimentar María?

¿Qué creencias subyacentes podrían estar contribuyendo a sus comportamientos


compulsivos?

¿Cómo crees que la rigidez de María afecta su calidad de vida y sus relaciones?

Plan de tratamiento y técnicas a utilizar en este caso.

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