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1musica Cubana Estilos

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INTRODUCCIÖN

En realidad, incontables autores muy notables han escrito y profundizado sobre el tema de
nuestros géneros musicales. Sin embargo, he pensado que de igual manera existe aún la
necesidad imperiosa de encontrar de forma consecutiva, un aporte sensato sobre
determinadas características, ya que muchos músicos, compositores e intérpretes jóvenes se
dedican a la llamada música "salsa" que tiene sus raíces , estructuras ritmáticas y
armónicas en este legado de incontables géneros que llegaron unos por transculturación y
otros se originaron en nuestra tierra cubana.
Ya al comienzo del Siglo XVIII, a lo largo de toda la Isla de Cuba, surgieron diferentes
danzas folklóricas y populares creadas por el pueblo con una simbiosis de elementos
hispánicos y africanos, dada la propia historia de Cuba, su colonización por Españá y la
entrada a la misma de cientos de miles de esclavos africanos. También a fines del Siglo
XVIII llegan a las costas de la región oriental, colonos franceses y esclavos de origen
haitiano que venían emigrando, e introducen un género llamado Cocoyé de procedencia
dahomeyana.
Estos transculturaron sus cantos y bailes, que muy pronto sonarían en los carnavales de
Santiago de Cuba, incluso en el año 1849 un músico español llamado Julián Reino dirigió
en la Plaza de Armas Santiaguera, un arreglo del canto El Cocoyé, captado y transcripto
por el maestro catalán José Casamitjana.
Este baile fué el que hizo muy famosas a las mulatas María de la O y María de la Luz, que
bailaban en las comparsas que ellas mismas dirigían.
Músicos de origen cubano como Ignacio Cervantes, pianista y compositor nacido en La
Habana, que cursó estudios en el Conservatorio de París, introducen en el repertorio de la
música cubana, nuevas formas danzarias, incluyendo obras para piano, con modalidades
de nacionalismo en su estructura.
Muchos otros compositores le dedicaron gran parte de su sus pensamientos musicales y sus
obras a las danzas, como lo fueron Laureano Fuentes, posteriormente Ernesto Lecuona y
Alejandro García Caturla, quienes enriquecieron grandemente la técnica de piano y ritmo
de estas refinadas y elegantes obras danzarias de calidad insuperable.
Es de destacar que Ignacio Cervantes, gran pianista y compositor de esta época creó
decenas de piezas para piano y entre las danzas podemos mencionar La solitaria, No me
toques, Un recuerdo, La celosa, Almendares, El velorio, entre otras, donde encontramos
numerosas combinaciones armónicas, que las realzan como modelo clásico de esta forma
musical.
A finales del Siglo XVIII, y más o menos por el año 1762, dada la estancia de los ingleses en
la Habana, surge un hecho histórico musical muy importante, conociéndose en la capital de
la isla la llamada contradanza europea. que por esos años estaba muy de moda en
Inglaterra.
Este género definido y bailable comienza a cautivar los salones. Se cree que es originaria de
los normandos. Pero a su vez la contra-dance se introduce en la isla por franceses y
emigrados dominicanos que la traen a un estilo francés que tuvo gran influencia sobre los
compositores de música popular y bailable en Cuba. Este género está considerado dentro
de las llamadas piezas de cuadro, las que también se introducían en el país provenientes de
España.

La Contradanza, La Habanera

El nombre de Contradanza viene de la fusión de dos palabras inglesas; contry=campo,


dance=danza, lo que pudiéramos llamar danza campestre.
Poco después de ello devino la Contradanza criolla, la cuál tenía bien definidas las figuras o
pasillos bailables nombrados: paseo, cadena, sostenido y cedazo.
Una parte del baile era tranquilo; luego las dos últimas partes eran vivas o picantes. Casi
todas las Contradanzas fueron escritas en compás de tres por cuatro, aunque hubo
contradanzas de seis por ocho.
Cada una constaba de dos partes de dieciséis compases cada una. En este género de nuestra
música, elementos procedentes de la cultura africana también permearon su estructura.
Entre las provincias Oriente y La Habana existieron marcadas diferencias en las
composiciones. La Contradanza Habanera tenía un sello más elegante y la Contradanza
Oriental un sello más popular. Los primeros compositores contradancistas de Cuba fueron:
Tomás Vueltas y Flores, Manuel Saumell Enrique Guerrero, José I. Fernández Coca,
Nicolás Muñoz Zayas y otros.
En 1803 fué compuesta y publicada la Contradanza criolla titulada San Pascual Bailón,
que es la más antígua que se conserva y ya en 1842 comienzan a componerse contradanzas
cantadas, que son las que dan lugar a la Habanera.
Ya en el Siglo XIX se tornan más definidos los géneros.
Numerosas compañías europeas comienzan a visitar La Habana, entre ellas cabe
mencionar la Compañía "Los Ravel" quienes crearon en Francia el famoso Ballet Giselle,
cuyo debut en el año 1948 se efectuó en el Teatro Tacón de la capital cubana, interpretado
por la famosa bailarina Fanny Elssler, una de las más grandes del Siglo XIX.
También a mitad de este Siglo XIX surgen las llamadas Habaneras, que son originadas de
las Contradanzas o en la Danza Criolla.
Esta manifestación bailable tuvo su mayor auge durante la segunda mitad del Siglo XIX.
Compositores europeos como Debussy, Faure, Saint Saens, tuvieron gran influencia en la
estructura de este y otros géneros que también iban surgiendo en otros países de
Latinoamérica, como el tango argentino.
La Habanera se caracterizó, por su lirismo melodioso, y un cadencioso balance de su
estructura ritmática. Se escribe en compás de tres por cuatro; tiene además una
introducción que precede sus dos partes de ocho a dieciséis compases cada una. Su métrica
es binaria y regular, aún si adopta alguna variante en su primer tiempo.
Luego, al transcurrir el tiempo este género fué quedando más como un género vocal,
desapareciendo como baile. Como un ejemplo de Habanera cantada tenemos la nombrada
"Habanera Tú", del compositor Sánchez de Fuentes, nacido en La Habana el 3 de Abril de
1874. Cursó estudios de piano como discípulo de Ignacio Cervantes y Carlos Anckermann.
Fué además director de los primeros conciertos típicos cubanos.
Entre sus obras figuran además Linda Cubana, Mírame así, Corazón, Vivir sin tus
caricias, Por tus ojos, entre otras muchas piezas renombradas.
La llamada Habanera -Tango es una modalidad africana que se dejó escuchar y ver mucho
en los teatros, tenía el mismo diseño rítmico que la Habanera cubana y fué muy usada por
autores en las composiciones de contradanzas.

La Danza, La Criolla, El Danzón

A mitad del Siglo XIX, (1851-1922) época esta muy fecunda en la cultura cubana, surge un
género bailable llamado Danzón, derivado también de la danza criolla.
Su nombre llega como un aumentativo de la palabra Danza. Está considerado un baile de
salón integrado por parejas que a su vez pueden formar figuras con arcos y ramos de
flores.
El compositor Miguel Failde fué el creador del primer danzón nombrado "Las Alturas de
Simpson", que se extrenó el 1 de Enero de 1879 en el Liceo de la ciudad de Matanzas.
Failde fué un compositor, cornetista y director de orquesta. Comenzó desde niño su carrera
en la música en la Ciudad de Matanzas, Cuba. Su padre, Cándido Failde fué trombonista, y
ya a los doce años tocaba cornetín en la Banda de Bomberos de Matanzas.
Continuó su superación musical hasta llegar a dominar la viola y el contrabajo, tocando en
conciertos de música culta. Fué profesor de música, fundó su orquesta típica que tuvo
mucho renombre en Matanzas y en todo el país.
Después de su primer danzón le siguieron obras como: Antón pirulero, Los tirabuzones, La
malagueña, A la Habana me voy, El mondonguito, entre otras piezas, danzas, valses,
pasodobles y marchas.
El danzón como género se escribe en compás de dos por cuatro. Comienza con una
introducción de ocho compases, que se repite para hacer un total de diez y seis antes de
entrar a la llamada parte del clarinete. Esta primera parte es más movida que la segunda,
ya que está escrita como ya lo hemos dicho, para la agilidad del clarinete y la flauta, que en
determinados segmentos puede llegar a un verdadero virtuosismo dentro de la
improvisación, pues puede lucirse plenamente la técnica del flautista. Luego se vuelve a la
introducción que sirve como de puente, y posteriormente se pasa a la parte de los metales.
(violín en las orquestas Típicas o Charangas), que por la mayor duración de las figuras nos
trae un ritmo más lento.
Su longitud es de treinta y dos compases, y se vuelve a la introducción repetida.
En 1878 la popularidad del Danzón fué tan grande que se organizaron Concursos para
premiar al que mejor lo presentara, esto se celebró en el local del Teatro Albisu de la
ciudad de La Habana, resultando ser un acontecimiento muy especial para los
compositores que allí se dieron cita y se motivaron a seguir cultivando este género musical.
El Danzón en el último tiempo tiene un movimiento más acelerado. A veces su cadencia se
asemeja a la Rumba o al Son.
José Urfé buscó un nuevo elemento rítmico en el son oriental para estructurar así su
Danzón titulado "El Bombín de Barreto", el cuál fué notable en la definición del típico
danzón cubano.
Luego, al transcurrir los años en este género, el pianista y compositor de origen
camagüeyano Joaquín Mendível escribe el primer danzón en compás binario, (dos por dos)
para su mejor asimilación por músicos extranjeros y de esta forma poderlo introducir en
Norteamérica. Este compositor escribió 46 danzones.
Este género fué quien dio origen al Danzonete, que fué un género cantable y bailable que se
puso muy de moda después que pasó el gran entusiasmo del danzón, siendo una mezcla de
danzón, son y guaracha.

El danzonete

El Danzonete tiene la misma idea que la introducción del Danzón, con ocho compases que
se repiten para hacer los dieciséis, mientras que en el Danzonete estos dieciséis se tocan
seguidos, en el Danzonete se tocan las maracas en lugar del güiro en la última parte, a
diferencia también en el Danzonete se empieza a componer acompañamiento de canto y los
integrantes de la orquesta lo corean.
La parte del violín se mantiene igual al Danzón. Después se le adicionó una parte vocal con
breve coda, lo que hace que el cantante o solista se destaque mucho, llegando a ser el centro
de la atención popular. Luego el montuno final suele convertirse casi en una guaracha,
tomando así el Danzonete un buen lugar entre los géneros cantados y bailados de la época.
"Rompiendo la rutina" fué el primer Danzonete cubano del compositor habanero Aniceto
Díaz, flautista y saxofonista que desde fines del Siglo XIX formó parte de la orquesta de
Miguel Failde. Más adelante fundó su propia orquesta, y su primer Danzonete se estrenó en
un baile del Casino Español matancero. Luego compuso otros danzonetes, entre los que
figuran El Trigémino, El cocodrilo, Zona franca, Dulce imagen y Engreída.
Este género o baile se impuso con mucha facilidad por su aire tan alegre y ritmático que
una vez que se escucha incita el cuerpo a moverse.
Por estos años, a partir de la habanera, el danzón y el Danzonete, surgen géneros cantables,
dada la participación de vocalistas en la canción popular. De allí nace la llamada Criolla,
cuyo género fué compuesto por Luis Casas Romero, nativo de la ciudad de Camagüey, quien a
los doce años ya tocaba la flauta en la orquesta de la Sociedad Popular de Santa Cecilia. En el
año 1904 se trasladó a La Habana, contratado para dirigir la Orquesta del Teatro Martí.
Integrado como primer flautista de casi todas las orquestas de los teatros habaneros de
principio de siglo. Dirigió la orquesta del Teatro Payret y es en 1909 cuando se estrena su
criolla "Carmela", inaugurando este género dentro de la cancionística popular cubana.
Entre otras criollas de Luis Casas Romero podemos mencionar El Mambí, Mi casita, Soy
cubano, y Camagüeyana. Además compuso zarzuelas, danzas, oberturas, marchas,
recibiendo numerosos premios por su labor creadora.
La Criolla tiene una línea melódica fluida y una superposición de seis por ocho sobre un
acompañamiento de tres por cuatro, su diseño es rítmico y su aire andante.
Al mismo tiempo que la criolla hacía gala en los teatros de las ciudades, en los campos
cubanos surgía la guajira como un género cantable. Este género refería en sus temas,
asuntos de los campesinos, de manera idílica o bucólica, con estrofas versadas casi siempre
bajo el modelo de la décima.
Su primera parte se escribe en modo menor y la segunda en mayor. En la guajira se
alternan los ritmos en tres por cuatro y seis por ocho; concluye siempre con la dominante
del tono en que está compuesta.
Años después surgió una modalidad llamada Guajira-son, que fué una fusión entre estos
géneros.
Al mismo tiempo en este proceso de desarrollo de la música cubana, ya en el Siglo XVIII
cobra vida otra manifestación o género cantable llamado Punto Guajiro.

La Autora:

Vivianne Alegret

¿Qué es la salsa?
¿De donde viene? estos pensamientos y otras inquietudes en 1994 me hicieron escribir
(consultando a grandes maestros de la música cubana, autores de libros), esta ponencia o
trabajo en forma de panorámica sobre los ritmos y bailes de la música popular cubana, para
llegar a la conclusión del origen de la llamada Salsa. Así mismo este estudio me hizo investigar y
conocer el surgimiento de nuestro folclor, sus bailes, asi como la influencia exterior sobre
nuestra cultura y géneros. Hace poco me dije que esta ponencia no debia quedar sin conocerce,
sé que hay libros de música cubana muy buenos como los consultados por mi y autores
maravillosos, pero a mi lado contaba en ese momento con un gran músico de Cuba el maestro,
arreglista y compositor Joaquín Mendível quien me alentó y también me enseñó mucho con sus
aportaciones a este trabajo que humildemente quiero dejar publicado para las nuevas
generaciones.
Es breve, ya que está compactado como una ponencia y puede ser útil a quien desee conocer más
de nuestra música cubana.

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