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RITUAL DE LA Iniciacion Cristiana de Adultos OK

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RITUAL DE LA

INICIACION CRISTIANA
DE ADULTOS

MONSEÑOR RIGOBERTO CORREDOR


BERMÚDEZ
PBRO. JOHN JAIRO GRANADA GIRALDO

PARROQUIA SAN FRANCISCO DE PAULA


DIÓCESIS DE PEREIRA
FORMA SIMPLIFICADA DE LA
INICIACIÓN DE UN ADULTO

RITO DE ADMISIÓN

245. Mientras los fieles, según la oportunidad, entonan un salmo o himno


apropiado, el Obispo, revestido con los sagrados ornamentos, sale de la iglesia, o
al atrio o se queda en el pórtico, o bien en algún otro sitio adecuado de la iglesia,
donde espera el candidato con su padrino (o madrina), antes de la liturgia de la
palabra.

246. El celebrante saluda con amabilidad al candidato, y le habla a él, a su padrino


y a todos los asistentes, mostrando el gozo y satisfacción de la Iglesia, y evoca, si
lo juzga oportuno, las circunstancias concretas y los sentimientos religiosos con
que el candidato se enfrentó al comenzar su itinerario espiritual, hasta llegar a
dar el paso actual.

Entonces el celebrante interroga a el candidato, primero, si es preciso, acerca de


su nombre y apellido, a no ser que sean conocidos los nombres, por ser muy
pocos los candidatos. Esto se puede hacer del modo siguiente, o de otro modo
parecido:

Celebrante:

¿Cómo te llamas?

Candidato:

YANQIU HUANG ZHU


247. Entonces el celebrante, vuelto hacia el candidato y, le interroga (con mitra):

YANQIU HUANG ZHU, ¿qué pide a la Iglesia de Dios?


Candidato:
· La fe.
Celebrante:
· ¿Qué le otorga la fe?

Candidato:
· La vida eterna.

También puede hacer las preguntas el celebrante con otras palabras, y


aceptar respuestas libres y espontáneas del candidato: v.gr., después de la
primera pregunta: ¿Qué pides? ¿Qué quieres? ¿Para qué?, se puede responder:
la gracia de Dios, el ingreso en la Iglesia, o bien: la vida eterna u otra respuesta
conveniente, a las cuales el celebrante acomodará sus preguntas sucesivas.

248. Después el celebrante, acomodando de nuevo sus palabras a las respuestas


recibidas, hablará otra vez al candidato con estas u otras palabras semejantes:

Ésta es la vida eterna, que conozcan al Dios verdadero y a su enviado,


Jesucristo. Él, resucitado de entre los muertos, ha sido constituido por
Dios dueño de la vida y Señor de todo el universo, visible e invisible.
Pero no nos pedirían hoy esta vida juntamente con el Bautismo, si no
conocieran ya a Cristo y quisieran hacerse sus discípulos. Por eso yo en
nombre de esta comunidad cristiana os pregunto ¿Ha oído antes sus
palabras? ¿Quiere guardar sus mandamientos? ¿Está unido
fraternalmente a la comunidad y han tomado parte en sus oraciones?
Y finalmente, ¿ha cumplido todo esto, para hacerse cristiano?

Candidato:
· Sí, lo he cumplido.

El celebrante, con las manos juntas, concluye diciendo (sin mitra):


Oremos.
Te damos gracias Padre misericordioso, por este hermano nuestro,
a quien ayudaste de muchas maneras para que te buscara,
y hoy ante la Iglesia, responden a tu llamamiento.
Concédele, pues, benignamente,
que logre llegar con alegría
a la plena realización
de tu designio de amor.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos:
· Amén.

Entrada en la Iglesia (con mitra y báculo)

251. Después el celebrante invita al candidato con estas palabras:

Hermano, entra en el templo,


para que tomes parte con nosotros
en la mesa de la palabra de Dios.

Y el candidato entra en la iglesia. Mientras tanto se entona algún canto


apropiado.

LITURGIA DE LA PALABRA

252. Cuando los candidatos con sus padrinos (madrinas) hayan llegado a sus
puestos, y el celebrante al presbiterio, omitidos los ritos iniciales de la Misa,
comienza la liturgia de la palabra.
Lecturas y homilía
253. Las lecturas con los salmos responsoriales y los versículos antes del
Evangelio se eligen de entre los que se indican en el n. 388 del Ritual de Iniciación
Cristiana de Adultos; se pueden tomar también las lecturas del domingo o
festividad del día. Después se tiene la homilía.
Súplicas y rito penitencial

254. Después de la homilía se acercan el candidato ante el celebrante. Entonces


introduce con las siguientes palabras las súplicas (Sin mitra y manos juntas):

Oremos por este querido candidato, que pide los sacramentos de


Cristo, y también por nosotros pecadores, para que, acercándonos a
Cristo con corazón creyente y penitente, caminemos sin desmayo en la
renovación de la vida.
R./ Escúchanos, Señor

. Para que en todos nosotros se digne renovar y encender el sentido


de la verdadera penitencia, roguemos al Señor.
R./ Escúchanos, Señor

· Para que los que hemos muerto al pecado por el Bautismo, salvados
por Cristo, podamos mostrar su gracia, roguemos al Señor.
R./ Escúchanos, Señor.

· Para que este siervo, que confía en la misericordia de Dios con


corazón arrepentido, se disponga a salir al encuentro de Cristo
Salvador, roguemos al Señor.
R. / Escúchanos, Señor.

· Para que siguiendo a Cristo, que quita el pecado del mundo, sane
del contagio de este pecado y rompa todas sus ataduras, roguemos al
Señor.
R./ Escúchanos, Señor.
· Para que sea purificado por el Espíritu Santo y bajo su guía sea
dirigido a la santidad plena, roguemos al Señor.
R./ Escúchanos, Señor.

· Para que sepultado con Cristo por el sacramento del Bautismo,


muera al pecado y siempre vivan para Dios, roguemos al Señor.
R./ Escúchanos, Señor.

· Para que acercándose al Padre, produzcan frutos de santidad y


caridad, roguemos al Señor.
R./ Escúchanos, Señor.

· Para que el mundo entero, en favor del cual el Padre entregó a su


amado Hijo, crean en su amor y a él se convierta, roguemos al Señor.
R./ Escúchanos, Señor.

El candidato, arrodillado, pronuncia juntamente con toda la asamblea la


confesión general.

Yo confieso
ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos
y a vosotros, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
Oración del exorcismo

255. Omitido el “Misereatur” (“Dios todopoderoso tenga misericordia de


nosotros”), el celebrante concluye diciendo la oración siguiente (manos
extendidas):

Señor Dios omnipotente,


que enviaste a tu Hijo unigénito
para darle al hombre,
sometido a la esclavitud del pecado,
la libertad de tus hijos,
humildemente te rogamos por este siervo tuyo,
que ha experimentado los halagos de este mundo
y las tentaciones del diablo,
y ahora reconoce en tu presencia sus pecados;
líbralo por la pasión y resurrección de tu Hijo
del poder de las tinieblas,
y, fortalecido con la gracia del mismo Cristo,
guárdalo sin interrupción en el camino de su vida.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos:
Amén.
Monición del celebrante

1. Antes de empezar las letanías los que van a bautizarse con sus padrinos
y madrinas se acercan a la fuente bautismal, ante la cual se detienen, sin
impedir la visión a los fieles. Pero si son muchos los que van a ser
bautizados, pueden trasladarse a la fuente bautismal mientras se cantan
las letanías.

El celebrante se dirige a los presentes, y les hace esta o parecida monición:

Queridos hermanos, pidamos con insistencia la


misericordia de Dios Padre omnipotente en favor de
este siervo de Dios YANQIU HUANG ZHU que pide
el santo Bautismo. Y a quien él llamó y ha conducido
hastaeste momento, le conceda con abundancia luz
y vigor para abrazarse a Cristo con fortaleza de corazón
y para profesar la fe de la Iglesia. Y que le conceda
también la renovación del Espíritu Santo, que con
insistencia vamos a invocar sobre esta agua.

Letanías

2. Después se cantan las letanías, en las que se pueden añadir algunos


nombres de Santos, especialmente el del Titular de la iglesia o de los Patronos
del lugar, y de los Patronos de los que van a ser bautizados.

Señor, ten piedad.


Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros.
San Miguel, ruega por nosotros.
Santos Ángeles de Dios, rogad por nosotros.
San Juan Bautista, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Santos Pedro y Pablo, rogad por nosotros.
San Andrés, ruega por nosotros.
San Juan, ruega por nosotros.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros.
San Esteban, ruega por nosotros.
San Ignacio de Antioquía, ruega por nosotros.
San Lorenzo, ruega por nosotros.
Santas Perpetua y Felicidad, rogad por nosotros.
Santa Inés, ruega por nosotros.
San Gregorio, ruega por nosotros.
San Agustín, ruega por nosotros.
San Atanasio, ruega por nosotros.
San Basilio, ruega por nosotros.
San Martín, ruega por nosotros.
San Benito, ruega por nosotros.
Santos Francisco y Domingo, rogad por nosotros.
San Francisco Javier, ruega por nosotros.
San Juan María Vianney, ruega por nosotros.
Santa Catalina de Siena, ruega por nosotros.
Santa Teresa de Jesús, ruega por nosotros.
Santos y Santas de Dios, rogad por nosotros.
Muéstrate propicio, líbranos, Señor.
De todo mal, líbranos, Señor.
De todo pecado, líbranos, Señor.
De la muerte eterna, líbranos, Señor.
Por tu encarnación, líbranos, Señor.
Por tu muerte y resurrección, líbranos, Señor.
Por el envío del Espíritu Santo, líbranos, Señor.
Nosotros, que somos pecadores, te rogamos, óyenos.
Para que regeneres a estos elegidos
con la gracia del Bautismo, te rogamos, óyenos.
Jesús, Hijo de Dios vivo, te rogamos, óyenos.
Cristo, óyenos.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Cristo, escúchanos.

Bendición del agua

3. Entonces el celebrante, vuelto hacia la fuente bautismal, pronuncia la


bendición siguiente:

Oh Dios, que realizas en tus sacramentos


obras admirables con tu poder invisible,
y de diversos modos te has servido de tu criatura el agua
para significar la gracia del Bautismo.
Oh Dios, cuyo Espíritu,
en los orígenes del mundo,
se cernía sobre las aguas,
para que ya desde entonces
concibieran el poder de santificar.
Oh Dios, que incluso en las aguas torrenciales del diluvio
prefiguraste el nacimiento de la nueva humanidad, de
modo que una misma agua
pusiera fin al pecado y diera origen a la santidad.
Oh Dios, que hiciste pasar a pie enjuto
por el Mar Rojo a los hijos de Abrahán,
para que el pueblo liberado de la esclavitud del Faraón
fuera imagen de la familia de los bautizados. Oh Dios, cuyo
Hijo, al ser bautizado por Juan en el agua del Jordán,
fue ungido por el Espíritu Santo;
colgado en la cruz,
vertió de su costado agua, junto con la sangre;
y después de su resurrección mandó a sus apóstoles: «Id y
haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo».
Mira ahora a tu Iglesia en oración
y abre para ella la fuente del Bautismo. Que esta agua
reciba, por el Espíritu Santo, la gracia de tu Unigénito,
para que el hombre, creado a tu imagen
y limpio en el Bautismo,
muera al hombre viejo
y renazca, como niño, a nueva vida
por el agua y el Espíritu Santo.
El celebrante toca el agua con la mano derecha y prosigue:
Te pedimos, Señor, que el poder del Espíritu Santo,
por tu Hijo, descienda sobre el agua de esta fuente,
para que los sepultados con Cristo en su muerte
por el Bautismo,
resuciten con él a la vida.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos:
Amén.

Renuncia

4. Acabada la consagración de la fuente, el celebrante interroga a todos


los elegidos a la vez:
Fórmula A
¿Renunciáis a Satanás, y a todas sus obras y seducciones?
Elegidos:
Sí, renuncio.
Celebrante:
¿Y a todas sus obras?
Elegidos:
Sí, renuncio.
Celebrante:
¿Y a todas sus seducciones?
Elegidos:
Sí, renuncio.

Unción con el Óleo de los catecúmenos

5. El celebrante dice:

Para que el poder de Cristo Salvador


os fortalezca,
os ungimos con este óleo de salvación
en el nombre del mismo Jesucristo,
Señor nuestro,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
Elegido:
Amén.

El elegido es ungido con el Óleo de los catecúmenos en el pecho, o en ambas


manos, o también en otras partes del cuerpo, si parece oportuno.

Profesión de fe

6. Después el celebrante, informándose a tiempo nuevamente del nombre


delque van a ser bautizado le interroga:

YANQIU HUANG ZHU, ¿crees en Dios, Padre


todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
Elegido:
Sí, creo.
Celebrante:
¿Crees en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que
nació de santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de
entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?
Elegido:
Sí, creo.
Celebrante:
¿Crees en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en
la comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, en
la resurrección de la carne y en la vida eterna?
Elegido:
Sí, creo.

Rito del Bautismo

7. Si el Bautismo se hace derramando el agua, el celebrante saca el agua


bautismal de la fuente y, derramándola tres veces sobre la cabeza inclinada
del elegido, le bautiza en el nombre de la Santísima Trinidad:

YANQIU HUANG ZHU, yo te bautizo en el nombre del Padre


derrama el agua por primera vez
y del Hijo
derrama el agua por segunda vez.
y del Espíritu Santo.
derrama el agua por tercera vez.

1. Mientras se realiza el rito, es de desear que se entone algún canto por el


pueblo. También se puede hacer alguna lectura, o guardar un religioso
silencio.

RITOS EXPLANATIVOS
2. Después del Bautismo, se desarrollan a continuación los ritos
explanativos (nn. 224-226). Acabados éstos, de ordinario se celebra la
Confirmación (nn. 227- 231); en este caso se omite la unción después del
Bautismo.

Imposición de la vestidura blanca

3. El celebrante dice:
YANQIU HUANG ZHU sois ya nueva criatura
y habéis sido revestido de Cristo; recibid, pues, la blanca
vestidura, que habéis de llevar limpia de mancha ante el
tribunal de nuestro Señor Jesucristo,
para alcanzar la vida eterna.
Bautizados:
Amén.
A las palabras Recibid, pues, la blanca vestidura los padrinos o madrinas imponen
a los neófitos la vestidura blanca, a no ser que las costumbres locales aconsejen otro
color más a propósito.
Si se juzga conveniente, se puede omitir todo este rito.

Entrega del cirio encendido

4. Después el celebrante toma, o al menos toca, con las manos el cirio


pascual,diciendo:
Acercaos para que entregaros la luz.
Entonces, el celebrante dice:
Habéis sido transformado en luz de Cristo.
Caminad siempre como hijo de la luz,
a fin de que, perseverando en la fe,
podáis salir con todos los santos
al encuentro del Señor.
Bautizado:
Amén.

CELEBRACIÓN DE LA CONFIRMACIÓN
1. Si el Bautismo lo confiere el Obispo, conviene que sea también él quien
confiera seguidamente la Confirmación.
Si no está presente el Obispo, el presbítero que haya administrado el
Bautismo puede administrar la Confirmación.
2. El celebrante habla brevemente a los neófitos, con estas o parecidas palabras:

Querido neófito, regenerado ya en Cristo y


transformado en miembro suyo y de su pueblo
sacerdotal, ahora sólo os falta recibir el Espíritu Santo, que
ha sido derramado sobre nosotros, el mismo Espíritu que
envió el Señor sobre los Apóstoles el día de Pentecostés, y
que ellos y sus sucesores confieren a los bautizados.
Recibiréis igualmente la fuerza prometida del Espíritu
Santo, con la que, configurado más perfectamente a
Cristo, deis testimonio de la pasión yresurrección del
Señor, y os hagáis miembros activos de la Iglesia, para
edificar el Cuerpo de Cristo en la fe y en la caridad.
Después el celebrante (teniendo junto así a los presbíteros que le asisten), de pie y
con las manos juntas, vuelto al pueblo, dice:
Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso y
pidámosle que derrame el Espíritu Santo sobre este
neófito, para que lo fortalezca con la abundancia de sus
dones, lo consagre con su unción espiritual y haga de él
imagen perfecta de Jesucristo.
Y todos oran en silencio durante algunos momentos.

3. Seguidamente el celebrante (y los presbíteros que le asisten) imponen


las manos sobre todos los que van a recibir la Confirmación; pero sólo el
celebrante dice:

Dios todopoderoso,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que regeneraste, por el agua y el Espíritu Santo, a este
siervo tuyo
y lo libraste del pecado,
escucha nuestra oración
y envía sobre él el Espíritu Santo Paráclito; llénalo de
espíritu de sabiduría y de inteligencia, de espíritu de
consejo y de fortaleza, de espíritu de ciencia y de piedad,
y cólmalo del espíritu de tu santo temor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

4. Entonces un ministro ofrece al celebrante el santo Crisma, y los que van


a confirmarse se acercan uno a uno al celebrante; o si se prefiere, el mismo
celebrante se acerca a ellos. El celebrante, con la punta del pulgar derecho
empapada en el Crisma, hacela señal de la cruz en la frente del neófito,
diciendo:

YANQIU HUANG ZHU, recibe por esta señal el Don del Espíritu
Santo.
El confirmado:
Amén.
El celebrante añade:
La paz sea contigo.
El confirmado:
Y con tu espíritu.
Si otros presbíteros asisten al celebrante para conferir el sacramento, el Obispo, si
está presente, les ofrece a todos los vasos sagrados del santo Crisma.
Los que van a confirmarse se acercan al celebrante o a los presbíteros; o bien el
celebrante y los presbíteros se acercan a los confirmandos, a los que ungen del
modo dicho.
Durante la unción se puede entonar algún canto apropiado.

CELEBRACIÓN DE LA RENOVACIÓN DE
VOTOS MATRIMONIALES
El celebrante dice:

Queridos esposos, el Dios rico en amor y en misericordia


se ha hecho presente en ustedes. Por el sacramento del
matrimonio les confirió la gracia de amarse mutuamente
en Cristo y de manifestar el misterio de su amor a la
Iglesia. Es él quien, por mediación de María, mantiene
joven su amor y entrega incondicional del uno al otro.
Hoy queremos pedirle que renueve en sus corazones la
gracia que un día les confirió ante el altar.
Los invito a tomarse de la mano para renovar el
compromiso de amor que los unió en el sacramento del
matrimonio, por lo cual les pregunto
El celebrante dice:
Al renovar el sacramento del matrimonio, ¿están
dispuestos a continuar amándose y respetándose
mutuamente durante toda la vida?
Esposos: ¡Sí, estamos dispuestos!
El celebrante dice:
¿Quieren esforzarse para hacer de su hogar una iglesia-
doméstica, presencia viva del amor de Cristo por su
Iglesia?
Esposos:
¡Sí, queremos!
El celebrante dice
En comunión con Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey,
¿creen ustedes que han sido elegidos para vivir la
vocación de santidad matrimonial y familiar en medio del
mundo, dando testimonio del Evangelio y haciendo
realidad el reino de Dios en la vida familiar?
Esposos:
¡Sí, creemos!
El celebrante dice
Por lo mismo, ¿están dispuestos a continuar educando,
con un amor responsable y generoso, a los hijos que Dios
les ha concedido y a conducirlos a una vivencia cada día
más profunda del Evangelio de Cristo y de las enseñanzas
de su Iglesia?
Esposos:
¡Sí, estamos dispuestos!
El celebrante dice
Así pues, ya que quieren renovar el sacramento del
matrimonio que los une en una profunda alianza de
amor, les pido que expresen su mutuo amor ante Dios y
la Iglesia. (Se vuelven el uno hacia el otro y dirigiéndose el uno al otro
dicen)

Esposo:
Yo YANQIU HUANG ZHU nuevamente te recibo a ti
ANGÉLICA MARÍA LÓPEZ SILVA como mi esposa. Y,
con la ayuda del Espíritu Santo, prometo, ante Dios Padre
y la Iglesia, continuar siéndote fiel, en lo favorable y en lo
adverso, con salud o enfermedad, y, así, seguir amándote
y respetándote todos los días de mi vida, como Cristo
ama y se entrega a su Iglesia. Quiero profundizar contigo
la comunidad santa y fecunda que vivimos,
sumergiéndola cada día más en el misterio de la
redención, para gloria de la Santísima Trinidad. Amén.

Esposa:
Yo ANGÉLICA MARÍA LÓPEZ SILVA nuevamente te
recibo a ti YANQIU HUANG ZHU como mi esposo. Y,
con la ayuda del Espíritu Santo, prometo, ante Dios Padre
y la Iglesia, continuar siéndote fiel, en lo favorable y en lo
adverso, con salud o enfermedad, y, así, seguir amándote
y respetándote todos los días de mi vida como Cristo ama
y se entrega a su Iglesia. Quiero profundizar contigo la
comunidad santa y fecunda que vivimos, sumergiéndola
cada día más en el misterio de la redención, para gloria
de la Santísima Trinidad. Amén.

El celebrante dice
Que lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.

Todos responden:

Así sea

CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA

5. Omitido el Símbolo, inmediatamente se hace la oración universal, en la


cualparticipan los neófitos por primera vez.
Algunos de ellos llevan las ofrendas al altar.
6. En la Plegaria eucarística I, se hace mención de los neófitos en el Hanc
igitur (Acepta, Señor, en tu bondad...), y de los padrinos en el Memento
(Acuérdate, Señor,...) (n. 377). Si se toman las Plegarias eucarísticas II, III
o IV, añádase la cláusula en favor de los neófitos, que se encuentra en el
n. 391.

7. Conviene que los neófitos reciban la sagrada Comunión bajo ambas


especies, junto con los padrinos, madrinas, padres y cónyuges, más los
catequistas seglares.
Antes de la comunión, o sea antes del Ecce Agnus Dei (Este es el Cordero
de Dios), el celebrante puede exponer brevemente el valor de tan excelso misterio,
que es la culminación de la iniciación y centro de toda la vida cristiana.

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