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Del Banco Agrario A Las Cajas Rurales
Del Banco Agrario A Las Cajas Rurales
Del Banco Agrario A Las Cajas Rurales
Resumen
1. Introducción
Conforme la preocupación sobre la estabilización de la economía peruana va
perdiendo protagonismo frente a la necesidad de concentrar esfuerzos en
promover un patrón de crecimiento sostenido, diversos requerimientos han
empezado a hacerse patentes. Entre las más notorios está la tarea de construir
un nuevo sistema financiero rural, que sea sostenible y tenga una ampl ia
cobertura. Según la teoría económica, los sistemas financieros cumplen un
importante papel en la promoción del crecimiento. Concretamente, dicho
papel se cumple a través de dos mecanismos: la confluencia de la oferta y la
demanda de recursos prestables, que permite la canalización de éstos hacia las
actividades de mayor retorno social; y, la distribución del riesgo entre un
gran número de agentes económicos, reduciendo la volatilidad de los ingresos
individuales o fan1iliares.
1. Este artículo forma parte de los resultados del proyecto "Mercados rurales y desarrollo
agrario en una econt>mía de mercado", realizado por el autor en el marco del Consorcio de
Investigación Económica ,auspiciado por el Centro Interna cional de Investigación para c:l Dc:sarro
llo y la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional. Este artículo estuvo sujeto al sistema
de arbitraje implementado por el Consorcio. Aunque este trabajo se ha beneficiado de los
comentarios de Javic:r Alvarado, Javier Escoba! y César Falconí, cualquier c:rror constituye
responsabilidad exclusiva del autor.
8 MARTI N VALD IVIA
/\ ellos habría que agregar una tercera función, usual m e1ite omitida en la
literatura sobre el tema : el esti mulo a la tlexi bili zación del aparato prod
uctivo, permitiendo a ésre adapta rse a las cambiantes condiciones del
mercado. Este último aspecto resulta fundamental para explicar la velocidad con
que una economía adopta la transformación productiva que suelen promover los
progra mas de ajust e estructural.
Pero, por otro lado, la literatura y l a propia evidencia empírica m uestran
tam bién que, debido a los altos costos de intermediación y a imperfecciones en
los fluj os de información, existen serias limitaciones a la i n teracción entre las
instituciones financieras formales y los grupos de productores pequeños, tanto
en el sector rura l como en el urbano. En tanto estos sect0res son considerados
los de mayor runamismo potenc ial en términos de generación de empleo, puede
parecer necesaria la intervención del Estado para hacer viable el acceso al crédito
por parte de estos sectores. Esta solución, no obstante, es siempre objeto de
ardua polémica.
La desactivación del Banco Agrario, eje del sistema financiero rural, dejó
huérfano de crédito formal al sector agrario.La alternativa planteada por el actual
gobierno, constituida por el retorno de la banca comercial y la formación de
Cajas Rurales de Ahorro y Crédito (CRACs), no ha logrado consol idarse debido
a una serie de factores técnicos y políticos. Ante ello, han comenzado a oírse
voces que claman por la reinstalación del sistema financiero formal estatal,
propuesta q ue sin em bargo no se sustenta en un diagnóstico serio de Ja situación
del sector, ni en un cabal entendimiento de la problemáti ca específica de sistemas
financieros vinculados al sector rural.
En todo caso, la pregunta crucial no está referida a J a utilidad o inconven ien
cia de la intervención estatal, sino más bien a cuáles son las variables claves
para garantizar el funcionamiento sostenido de un sistema financiero formal al
cual tengan acceso los peq u eños productores del campo y la ciudad. Este
trabajo pretende precisamente, en base a un marco conceptual adecuado para el
análisis de los mercados financieros rurales, aportar algunos criterios para el
diseño de un sistema financiero rural eficiente y de amplia cobertura.
El artículo está dividido en seis seccion es, incluyendo esta introducción. En
la segunda sección se plantea un marco conceptua l para el análisis de la eficiencia
de las instituciones financieras rurales (IFRs), poniendo énfasis en los problemas
de cobertura y sostenibilidad de agentes financieros formales. Dicho enfoque es
utilizado en el resto del trabajo para evaluar la experiencia pasada y analizar las
perspectivas del financiamiento rural formal en el Perú. En la tercera sección se
discute la experiencia del Banco Agrario durante los ú l timos treinta años,
encontrándose que estuvo caracterizada por una escasa capacidad de acceso a los
sectores rurales más pobres; la evidencia revisada sugiere además q ue las causas
de sus problemas de sosten i bilidad fueron fu nda mentalmente de origen externo.
La cuarta sección consiste a su vez en una evaluación de la propuesta de sistem a
8 MARTIN
fin.rnciero rural del Jctnal gobierno, destacando sus bondades, dcsn udJndo sus
debilidades y explicando las razones q ue ha n llevado al atraso de su consolid 1-
ción. La q u inta sección incluye algunas reflexiones sobre las características
básicas de un sistema financiero rural sostenible, a la luz del enfoque teórico
presentado y de la experiencia internacional. Final mente , en la sexta sección se
reseñan las concl usiones del estudio.
2. Véase Hoff y Stiglitz ( 1990) para una discusión sobre l.1 importancia de los modelos de
información imperfecta para el análisis de mercados de crédito rural en países en desarrollo.
JO MARTI N VALDIVIA
2.1 Sostenibilidad
El problema de la sosteni bi l idad de las IFRs se puede discutir a nivel
macrocconómico y a nivel microeconómico o sectorial. En el primer caso, la
discusión involucra a la política monetaria y de reguJaC:ión del sistema
financiero; en el segundo caso, Ja discusión está referida a las características
propias de la actividad agropecuaria, que continúa siendo el eje dinamizador de
las economías rurales.
En lo que respecta al entorno macroeconómico, más allá de los ciclos de
política generados por las crisis periódicas, durante casi tres décadas y hasta
1990 prevaleció en la economía peruana una política monetaria expansiva y la
llamada política de represión financiera. El establecimiento de topes para las
tasas de interés nominales activas por debajo de la tasa de crecimiento de los
precios afectó la sostenibilidad del sistema financiero'; el efecto de tal medida
sobre las tasas pasivas hizo que los depósitos en el sistema financiero se
vieran fuertemente afectados en términos reales, habiéndose reducido a niveles
mínimos hacia fines de los años ochenta (Cáceres y Nagamine 1991). En tal
contexto, las institucio nes financieras fueron a duras penas capaces de
sostenerse, conforme se acentua ba el proceso inflacionario. En el largo plazo,
los montos prestables se redujeron en términos reales, a medida que los
agentes económicos encontraban alterna tivas de ahorro más rentables; en el
caso de la banca de fomento, fue necesaria la transferencia de recursos del
Tesoro Públ ico.
4. Nótese que los servicios de ahorro no tienen problc:mas de información asimétrica. L.is
limitaciones para su ofrecimiento están más relacionadas con la sostenibilidad de la acti\'id.id
crediticia o aseguradora de.: las IFR.s. Este aspecto se desarrolla con mayor deulle más adeldnte.
5. Ver Barddla (1990) o BabJ Nilio y otros (1985) para una descripción detallad.i de estos
procesos.
12 IAIUI\'ALDl\'I \
8. Otra Í<lrma de: distribuir riesgo es incurpor.ir a la carter de las IFRs d financiamiento de
actividades no agropecuarias. Sin embargo, el carácter mayoritariamc:nte agr.irio de la estructura
productiva de los hogares rurales limita esta posibilidad en d corto y mediano plazos.
9. Uno de: los argumentos a favor de la captaciún dd ahorro rural es que éste permite a l¡¡s IFRs
controlar mejor la solvencia económica y moral de: sus prc:scaurins (condicionando el otorgamiento
de: un préstamo a la apertura de una cuent.i corriente en la instituciún prest.itariJ ). Este: requisito
evita que las IFRs c.kb.111 diseiiar mecanismos más sofisticados par.1 obtener información sobre los
prestatarios potenciales.
J4 MARTI N VALDIVIA
2.2 Cobertura
El problema de cobertura puede analizarse tanto en relación a la amplitud de
los servicios prestados por las IFRs (ahorros, préstamos o seguros contra
determi nadas eventos que afecten el ingreso de los hogares rurales de una
determinada región), como en relación al número de beneficiarios.
Laimportancia del acceso de estos hogares a dichos servicios financieros se
hace notoria a través de sus efectos sobre dos variables: la distribución del
ingreso y la eficiencia económica. En general, el acceso a servicios
financieros permite a los hogares rurales mejorar su manejo de la
incertidumbre (al reducir su vulnerabilidad ante eventos negativos de
cualquier tipo), así como su capacidad de respuesta a las señales de mercado.
Por ejemplo, el crédito les permite acceder a paquetes tecnológicos de i
mpacto significativo sobre los rendimientos y la rentabilidad de sus
actividades productivas. De otro lado, la posibilidad de tener cuentas
bancarias introduce mecanismos de ahorro preventivo potencialmente más
eficientes que los tradi
cionalmente utilizados por los hogares rurales de la Sierra 10 .Resulta así social
mente deseable que los hogares rurales accedan a estos servicios: recuérdese que
en ese sector se concentran las familias·más pobres del país. No obstante, si bien
un mejor acceso a crédi to, o a un seguro agrario, puede contribuir
significativamente al alivio de la pobreza, tal política debe estar inmersa en una
estrategia global que incluya la superación de"imperfecciones en otros mercados
claves: el laboral, el de comercialización, el de generación y adopción de
tecnología, entre otros. De lo contrario, se puede caer en la tentación de brindar
los servicios financieros de manera subsidiada y poco técnica, impidiendo su
consolidación.
En cuanto al número de usuarios, desde el punto de vista de la eficiencia
económica la presencia de asimetrías de i nformación motiva que la práctica
del racionamiento del crédito sea la óptima para los prestamistas, en perjuicio
de los agricultores más pobres. Ello quiere decir que ciertos hogares
rurales no
10. El mantenimiento de activos fisicos (ganado) y de dólares son prácticas que crecieron
conforme la inc:ficiencia se fue acentuando durante la década pasada. Un sistema financiero sin
regulaciones podría evenrnalmemc ofrecer mejores alternativas de ahorro a los hogares rurales .
DEL BANCO AGRAIUO A LAS CAJAS RURALES 1 5
Gráfico 1
Fuentes de colocaciones del Banco Agrario 1973 - 1989
2.0 --·····-- - - - - -- - -- - -- - - --- - -- - -- --- - --- - -- - - - -- - - --- - - -- - - - ---- - --- - --- - - -- - --- - --- - --
1.8 ·······
1.6 --O y A/Colocaciones
--- BCR/Colocaeiones
1.
Otros PaS1voslColocacoones
4
1.
2
1.
0
0.8
0.
6
0.4
0.2 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987
1988 1989
o.o
Fuente: Memoria SBS, 1989.
Elaboración : GRADE.
13. Obviamente, luego de J.i Reforma Agraria los clientes del Banco Agrario dejaron de ser
los antiguos clientes de la banca comercial; sin embargo, no cambió d patrón de concentración
en cultivos y actividades. El gobierno de García fue una excepción parci.il en cantodurance ese
período se redirigiú el financiamiento hacia la zona del Trapecio Andino a tra,·és del programa
de crédito cero. Escoba! ( 1992), sin embargo, muestra que d subsidio credit icio siguió
concc:ntrado en los cultivos tradicionales de la Cosr.i.
18 MARTI:-.: VALDIVIA
Gráfico 2
Distribución del crédito agrario por fuente sistema bancario 1950 - 1980
12.00
•Banco Agrano
10.00
s.... a Banca Comen:ial
8.00
" '
"'
. . ,o' 6.00
Q
" )
" e'Q)
g
4.00
.".,e'
!"l 2.00
'l
:§. 0.00
Cuadro l
Montos totales prestados anualmente por el Banco Agrario
(millones de dólares corrientes - 1976-91)
1976 27 1,324 20 .8
1977 344 l ,644 20.9
1978 245 l,173 20.9 .
1979 399 1,674 23.8
1980 562 2,155 26.1
1981 646 2,973 21.7
1982 573 2,693 21.3
1983 458 2,180 21.0
1984 532 2,279 23.4
1985 392 1,590 24.6
1986 775 2,641 29.4
1987 590 2,135 27.6
1988 281 1,326 21.2
1989 538 2,27 23.7
1990 15 2,451
3 0.6
1991 45 3,121 1.4
15. Nótese que la actividad crediticia del Banco Agrario había quebrado con anterioridad al
anuncio de su liquidación, en 1991. El rnonw real de los préstamos otorgados en 1990 fue
irrisorio respecto a los nivdcs promedio en años anteriores.
20 IART!N VALDIVIA
Cuadro 2
Distribución por clase de los montos prestados por el Banco Agrar io
(en porcentaje)
16. Otro fuctor explicativo es t1ue los gobiernos durante el período revisado rccurncron .i.
orros mecanismos, más all.í de la asignac1ún de uedun, para favorece a ciertos grupos de
prodtctoc:s. Oc hecho, las políticas de fijación de pn:cms y de: proVlsiún de bu:ncs púbh..:m
umh1en habnan sido dctcrnunantes en la asignaci<»n de rc.:ursos.
17 FI •"ío pecuario y la' d<:t1v1dadcs Je .:omcrci.tliz.i.ciún fueron los rubros que siguieron en
in1port;J1K-Ja , aunque de b..M.iinlc k10:.i.
DEI. Bt\NCO AGRAR I O A Lt\S CAJAS RV L\.ALES 21
Tan sólo tn:s cul tivos, algodón, arroz y papa, acapararon entre 2/3 y 3/4 del
crédi to otorgado por d Banco Agrario para este fin (véase el cuad ro 3)1 .
Cuadro 3
Distribución por cultivos del crédito para
avío agrícola otorgado por el Banco Agrario
(porcentajes )
18. Esta participación se reduce a entre 55 y 60% cuando se: revisan l as hc:ctárc:as aviadas, lo
que demuestra que estos cultivos son además altamente intensivos en el uso de crédito (Ministerio
de: AgriculturJ 1992: cuadro 7.12).
22 MART!N \'ALD!\'I '\
Cuadro 4
Distribució n por region es del crédito otorgado por el Banco Agra rio
En pri mer lugar, los cul t i vos sujetos de créd ito del B:mco Agrario (
fundamen talmen te papa, arroz, maíz :imarillo duro y algodón ) n o sólo
mostra ban alta rentabilidad , sino que además generaban ingresos de relativa
menor volatilidad: salvo la papa, dichos cultivos estaban entre los que prod
ucían ingresos reales por hectárea con un menor coeficiente de variabilidad
(véase el • cuadro A.2 del anexo) 19 Estos resultados sugieren que la política
crediticia del Banco Agrario no dejó de ser consecuente con la minimización
de riesgo. Que el ingreso por cultivo de papa tuviera mayor variabilidad puede
responder a que la inten ción política de respaldar el culti"o no se tradujo en
u na menor volatilidad de su precio, siendo también posible que los ingresos
promedio a escala nacional sean poco releva n tes, en tanto el B:mco Agrario
concentró sus préstamos en las zonas paperas de la Costa, que en promedio
tienen mayores rend imientos y menor variabil idad climática 20 •
Por otro lado, la concentración regional del crédito otorgado en la Costa por
el Banco Agrario no contradice la hipótesis de un posi ble compor tamiento
basado en información asi métrica. En efecto, los producrorcs de dicha región
tien en un nivel de ingreso mayor y u na mayor integración al mercado, variables
que les dan mayor rentabilidad, permitiendo además al prestamista u na mejor
infor maci ón respecto a sus prestatarios potenciales. Si n embargo, sólo el
análisis de las características de los hogares q ue accedieron a crédito del Banco
Agrario puede dar una idea más cabal al respecto21•
19. Dicho cuadro muestra el rank i ng de las difcrcnciJS logarítmicas de los ingresos. Las
pruebas Dackcy Fullc:r mostraron que esta sene: eran estacionarias para un buen número de
cultivos (no así la de niveles). El cuadro A.l muestra el ranking de nriabilidad de los niveles de
ingreso.
20. El arrol fue también 1111 ,ult1vo importante políticamente: en did10 caso la presión política
se m.111ifestó además en el m.mcjo del precio (y no sólo en d ororgamac:nlll dc cn dito).
21. Valdi, ia (1994) muestra cúmo él crédito fom1al, fundamenulmc:ntc del Banco Agrario, se
concentró en !os hogares m' pudu.•nrc,. En concreto, una mejor douc:iún inicial de capital
humano, calidad de tierra y valor Je: al'll"º' fi¡os, entre: otros factores, clcvabJ significativame n
te:
l.1 proh•bilidad de acceso a crédito de: dadu fuenre.
......
En lo. que respecta a la sosreni bilidad del Banco Agrario, no se cuenta con
información suficiente para analizar rigurosamente tal variable. Sin embargo, se
puede decir q ue la institución, por su cobertura nacional, habría cu mplido una
fu nción i mpor tante en la transferencia de recursos financieros entre hogares y
regiones, de acuerdo a los requeri mientos definidos por las malas campañas y la
estacionalidad del i ngreso. Sin embargo, su eficiencia habría estado afectada por
distorsiones de orden político o de regulación financiera. En el caso de la
distribución del riesgo, no se dio un cobro adicional para cubri r la posibilidad de
una mala campaña, sino que se mantuvo u na tasa de interés baja, Jo q u e
obligó a demandar crecientes transferencias de recursos del Tesoro Público para
cubrir las pérdidas. Las transferencias de recursos entre regiones se habrían
basado fu ndamenta lmente en el poder político relativo de cada una de ellas,
Jo que habría llevado a la descapitalización de las zonas más alejadas.
En concl usión, el análisis de las actividades del Banco Agra rio m uestra q ue
su eficiencia en términosde cobertura de la población objetivo yde
autosostenibilidad fue bastante pobre, aunque no siempre por incompetencia de
sus fu ncionarios22 • En real idad, el uso exclusivo de mecanismos tradicionales
de asignació n de crédito li mitó sus posibilidades de expansión. De otro lado,
la creciente importancia de las transferencias del Banco Central de Reserva
evidencia que el Banco Agrario no era una institución autososteni ble. Sin
embargo, no es posi ble distinguir si ello responde a los problemas de orden
macroeconómico, o a los de orden sectorial. No se cuen ta con i n formación
sobre la car tera m orosa del Banco Agrario desagregada por departa mentos o
regiones, y por ello no se puede eval uar su capacidad para transfer ir
recursos entre hogares rurales de diferentes regiones de acuerdo a criterios de
riesgo y estacional idad. Más aun, no se puede analizar la cartera morosa
agregada reportada a la Superintendencia de Banca y Seguros,pues éstaestaría
distorsionada por la recurrente práctica decondonaciones que mantuvo el Banco
Agrario, que respondía a consideraciones fundamental mente políticas.
22. La ineficiencia social generada por las prácticas del Banco Agrario no implica su no
optinulidad: al contrario, dichas acti vidades se ajust an a un comportam iento óptimo ante asimetrías
de información, en un contexto en que sólo se consideran mecanismos tradicion.tlcs de asign3ci6n
de crédito En general, la ineficiencia social de la nptimizaciÍln privada resulta de Id diferente
asignación de los recursos financic:ros en rdación a l caso con inform ación perfecta.
24 1\IART! \ ALDl\'1-\
26. El D.L. 25509 creú el BJnco de Fomento Nacional, que fue concebido como una insrituciém
financiera de segundo piso . Sin embargo, ni dicha ky m mnguna otra norma aclararon las
atribuciones y funciones de c:std instituciún, CU)'a C:>listc:ncia se mantiene t'.tnicamc:nte c:n el papel.
27. Hasta esa fecha habían entrado en fu ncionamiento las siguientes CRACs: la de Camaná,
Tumbay (Huánuco), SJn Martín, Seiior de Luren (ka), Los Libertadores (Ayarncho), Valle: del río
ApurÍmdc -Enc: y Id de Quillabamba (Cuzco). Otras ocho CRACs habían sido autorizadas para su
organización, estando en trámite la autorización de funcionamiento .
.26 MAH.TI :"< Vi\LOJ\'11\
G ráfico 3
Colocaciones de la banca comercial en el sector agropec uario y total
1- Agropecuario Tolal -
28. Un aspecto legal que limita la posibilidad de conseguir los fondos de una misma región
es que mnguno de los S<.>Cius puede tener más del 5% de las acciones. También dc:bc tenerse
presente, sin emhJrgo,que laagriculturJ nn ha recuperado su rentabilidad de: años pJsados, y ello
puede haber afectado la disponibilidad de capicalc:s par c:l financiamiento del Kctor
29 Las siete en funcion.unicnto contban a octubre de 1994 con un e-apical total de ocho
m 1llones de soles.
30. Esa concentración de la CRAC' en 1.011.1 de mayor desarrollo relativo ra se da entre las
que
están operando
DE! llANCO AG RA IUO A LAS CAJAS Rl'IV\LES 27
31 . No debe perderse de vist,1, en todo caso, que la titulación y la 111:1 jora en la rentabilidad
de: la actividad agropecuaria sólo alivian, sin resolver, el problema del financiamiento agrario
brindado por la banca comercial y las qRACs, debido a la presencia de asimetrías de información .
28 MARTIN VALDI\'IA
32. En el Perú, su utilización como prcnd;t de garantía no era pcrmitidJ por la ley hasta 1990;
sin embargo, puede supom:rse ql1e h1 p(>Scsión de un título haya sido usad.1 como mecanismo
de sdccciún.
33. L:1dedarnción de insolvencia sud" d.u lugar J una investigación, la cual puede terminar en
l a rdinanciación dd préstamo (> ..-n 1,1 c1..-u1c1ún de las garantías Asa, (.1 rcducciún de la pérdida
rncctk cuando la declaración de 111sulvcnn;1 del prcsrarario <e encucntrJ 1nfi111dJda. Ello, sin
cnlhJrµo, requiere la cxistc:n.:ia de un s1srcm.• soctJI de coaccil>n ctiuclll<'.
Dbl. HAN< O AGRAIUO A L\'I C,\JAS RL'RALES 29
34. Lo prem:upJ111<: c:s que ni las CRACs m la mayor parte de bancos comerciales muestran
imerés por ello. l\arrantcs y Trivelli ( 1993) dan cuenta de las dcc!Aradas intenciones de la CRAC
de Cañete de sólo presta r par.1el cultivo de algodún, al menos en los pnmc:ms ;1ños, a fin de
reducir 1 mínimo el 111,d de nesgo. Ello confirma que las pr.íctic.is crt'llitidas no han de cambia r
naturalmente con la p1 l\ atizaciún de las inst11uc1oncs financieras, .11 mcnm en el corto plato. Súlo
el R.mco Wicssc h a mostr.1do i nterés, habiéndose: asociado con ONGs tanto en Huaral como en
fcrrcñafc para cxpcnmcnrar con prog;ra111.1 crcdi ti (ios bJsados c11 l ,1 lonform aci(m de Grupos de
Soli d;iridad.
30 t.lt\RTIN \'.\LDl\'11\
35. Los u>1ncrciantcs prestan cxclus1vamc:mc: como parte de su csqucm.1de <lllllcr.:i.1hz.i<-iún, y por
IJntn. no suelen ct.tbleccr tolsas de interés c:xplícit.is.
DEL HA:-:co AGR.AIUO A l.AS CAJAS lll'RALcS 31
6. Conclusiones
Como hemos señalado a lo largo de este estudio, la carencia de un sistema
fi nanciero rural formal ha afectado la capacidad de respuesta del sector agrario
a las n uevas condiciones de mercado que hoy impera n en la economía peruana;
en particu lar, el efecto es nororio en los productores q ue eran clientes habituales
del Banco Agrario. Tal situación ha generado presiones en favor de reinstaurar
un banco de fomento agropecuario, lo q ue implicaría un peligroso retorno a
viejas pr:ícricas de subsidio, camufladas bajo la forma de crédito. La discusión de
la prob lemática del sistema fi nanciero rural en una economía como la peruana
ha mostrado que la formación de un sistema ineficiente como ése termi nará
beneficiando sólo a un peq ueño grupo de productores con capacidad de
infl uencia política.
El diagnóstico de base de este estudio identifica a la naturaleza y magnitud de
los costos de transacción , h1 i ncertidumbre y la estacionalidad de los ingresos
agropecuarios como los princi pal es obstáculos para el desarrollo de un sistema
36. Véase Ncwbcry y Stiglirz ( 1981) p.r a una explicación dctat!Atl.l de: los problemas de
esquemas de: cstab11izaciú11 de prccms o S<:guros de crédito. . . .
37. P.tr.t dio es 1111portantc que estJs inst1tuc1t>11c:s dc:sarrolkn mcc.1111smns de as1gnacinn de:
crcdito que reduzcan los costos de: tramac..:ión.
DEL BANCO AGRARI O A LAS CAJAS RU Rld ,ES 33
i nanciero rural formal sosteni ble, que atienda a los sectores menos
favon:cidos de b población. El análisis de la experiencia crediticia rural d uran
te la époc.i del Banco Agrario ha mostrado que esa institución ruvo serios
problemas para extender su cobertura debido a Ja ineficiencia de sus
mecanismos de selección, monitorco y coacción; puede cspecu larse que el
nivel naciona l de sus operaciones bien podría haberle permitido manejar mejor
Ja incertidum bre y la estacionalidad de los ingresos agropecuarios,
asegurando su sostenibilidad. A su vez, la alternativa de sistema fi nanciero
rur,11 propuesta por el actual gobierno reprodu ce algu nas de las m ismas
deficiencias, tanto en los mecan ismos de asignación de crédito como en la
sostenibilidad de las IFRs invol ucradas, en particular las CRACs.
La consolidación de la propuesta gubernamental requiere fundamental men te
de dos políticas que aún no han sido emprendidas: el desarrollo o adopción de
mecanismos de asignación de crédito que permitan extender la cobertura sin
aumentar el riesgo de la cartera de las 1f Rs, y la consolidación de u na insti
tución fi nanciera "de segundo·piso" que englobe a las IFRs de pri mer piso de
naturaleza local. Ello permitiría transferir recursos entre regiones de acuerdo a
los req ue rimien tos que establece la naturaleza y magnitud de la incertidum
bre y la estacionalidad de la actividad agrícola.
Los mecanismos de asignación de crédito para red ucir los costos de transac
ción de la actividad crediticia rural pueden extraerse de la propia experiencia en
ese medio. Se deben analizar las posibil idades de reprod ucir a mayor escala
algunos mecanismos no tradicionales que util i za el llamado sector i nformal. La
gama de tales mecanismos es amplia y diversa, y pueden hacer que las institucio
nes fi nancieras formales lleguen a los pequeños productores, o a los hogares
rurales en general. Resultan de particular importancia la formación de grupos de
solidaridad o la utilización de las comunidades campesinas de la Sierra como
departamentos de crédito. Ambos mecanismos reducen los costos de transacción
mediante la transferencia de responsabilidad a los propios prestatarios organiza
dos, que cuentan con mejor i nformación sobre los sujetos de crédito y los shocks
que les afectan en cada campaña. Sin embargo, el éxito de este tipo de
mecanismos depende fundamentalmente de la capacidad de construir un entor
no de mutua conveniencia entre las IFRs involucradas y los grupos de produc
tores, lo que implica desterrar la práctica de condonaciones per iódicas a los
prestatarios q ue se declaran insolventes.
Una IFR "de segundo piso" también permitiría reducir los costos de
transacción de la actividad crediticia rural mediante dos vías: reduciendo el
ratio fondo de garantía/monto prestado necesario para garantizar la
sostenibilidad de u na IFR, y permitiendo un manejo más eficiente de los
recursos financieros entre el fin de la cosecha y la siembra de la siguiente
campaña. Más aún, en el mediano plazo, la consolidación de una IFR "de
segundo piso" sentaría las bases para la formación de un esquema de seguro de
crédito que extienda las posi bilidades de
DEI BANCO AGRARI O A LAS CAJA RU RALES 35
Mt\lff l N VALDIVIA
distribución de ric'\go a los propios hogares rurales prestatarios Si bien 1.1 Bibliografía
diversificación de las actividades financiadas por cada IFR, incl uyendo activida
des no agropcwari,1s, permiti ría red u cir el riesgo de la cartera, cst estrategia
está lim itada por el carácte r fundamentalmente agropecuario de la actividad ADA.MS, Dale W.
cconó mica rural. l 984 "Are the Argu mcnt\ for Cheap Agricultura! Credit Sound?". En
Estos dos componentes propu estos para garantizar la sostembilidad )' cober Adams, Graham y Von Pischke ( 1984).
tura de u n sistema financiero rural deben necesariamente ser considerados en ADAMS, Dale W. y D.A. FITCHETI, (eds.)
cualquier diseño de política crediticia para el sector rura l. Sólo así se pod rá 1992 Informal Finance in Low-Income Countries. Westview Press,
evitar otro fracaso del sistema financi ero ru ral , sea a través de su quiebra Inc., Bou lder.
futura o de su limitac ión a un pequeño grupo de productores ubicados en ADAMS, Dale W., D .I l. G RAJTAM y J.D. VON PISCHKE, (eds.)
las region es m ás desarrolladas del país . 1984 Undermining Rural Development with Cheap Credit .Westview
Specia l Sllld ics i n Social , Political, and Economic
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