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Catecismo Biblico y Apologetico
Catecismo Biblico y Apologetico
Catecismo Biblico y Apologetico
BREVE CATECISMO
CATÓLICO
BÍBLICO Y APOLOGÉTICO
Con la aprovación de Mons.
Juan Abelardo Mata Guevara, SDB.
Obispo de la Diócesis de Estelí, Nicaragua
Contiene:
La FE, el Credo explicado,
la Moral, los Diez Mandamientos,
los Siete Sacramentos,
la Oración, el Padre Nuestro, el Ave María.
Todo está explicado con referencias bíblicas
y explicaciones que defenden la FE católica
y demuestran su veracidad.
1
Primera Edición, Guatemala:
5000 ejemplares, Diciembre 2011
Segunda Edición, Guatemala
5000 ejemplares, Mayo 2012
Tercera Edición, Guatemala
5,000 ejemplares, Mayo 2013
Cuarta Edición, Guatemala
5,000 ejemplares, Agosto 2013
Impresión
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BREVE CATECISMO
CATÓLICO
BÍBLICO Y APOLOGÉTICO
4
Prefacio
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A principios de 1983, el futuro papa Benedicto pro-
nunció en Francia una conferencia precisamente
sobre la “nueva catequesis”. Dijo entre otras cosas:
«El primer error grave fue suprimir el catecismo,
declarándolo superado; a lo largo de estos años, ha
sido ésta una decisión universal en la Iglesia, pero
esto no quita que haya sido una decisión errónea o,
al menos, apresurada.» Ahora insiste: «Es necesa-
rio tener presente que, desde los primeros tiempos
del cristianismo, aparece un “núcleo” permanente e
irrenunciable de la catequesis, es decir, de la forma-
ción en la fe. […] Toda la exposición sobre la fe se
halla organizada en torno a cuatro elementos funda-
mentales: el Credo, el Pater Noster, el Decálogo, los
Sacramentos. Esta es la base de la vida del cristiano,
la síntesis del Magisterio de la Iglesia, fundado en la
Escritura y en la Tradición. El cristiano encuentra
aquí lo que debe creer (el Símbolo o Credo), esperar
(el Pater Noster), hacer (el Decálogo) y el espacio
vital en que todo esto debe cumplirse (los Sacramen-
tos). Esta estructura fundamental ha sido abandona-
da en demasiadas catequesis actuales, con el resul-
tado que comprobamos: la disgregación del sensus
dei [sentido de la Fe] en las nuevas generaciones,
a menudo incapaces de una visión de conjunto de su
religión».
En efecto, en cada siglo el porvenir del cristianis-
mo católico depende de la enseñanza de la FE a los
niños y jóvenes. En cada siglo el futuro del mundo
depende de la predicación de la Fe católica. Hoy,
por no tener fe en la vida eterna, la gente ya no tie-
ne esperanza y tampoco caridad. Todos reclamamos
justicia. Todo esto es fruto de la FE, donde no hay
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FE auténtica, no hay esperanza, no hay caridad, no
hay tampoco justicia. El desorden actual en el mun-
do es fruto de la pérdida de la FE divina y católica
en el pueblo. El católico, a pesar de las tentaciones
humanas, sabe que debe actuar como un hijo de
Dios y respetar la vida y bienes de sus hermanos y
si no obra bien tendrá que dar cuentas a Dios mismo
que juzgará a cada uno según sus obras (San Lucas
6, 36-37; Sabiduría 6, 2-7).
Este Catecismo es un tesoro para todos: para prepa-
rar a los niños y jóvenes a la primera Comunión, a la
Confrmación y a la Conesión. También para prepa-
rar a los novios al Sacramento del Matrimonio, por-
que permite revisar las nociones básicas que todo
católico debe saber para sacar fruto de los demás
Sacramentos. Este Catecismo ayuda también a los
adultos, a los papás, a los jóvenes, a los ancianos,
incluso, a refrescar su memoria y saber los puntos
fundamentales de la FE católica que han olvidado o
nunca aprendido.
Si quiere usted profundizar la Fe católica, además de
los catecismos que Ud. conoce ya, le aconsejamos
consultar en Internet la rica biblioteca católica (www.
statveritas.com.ar) y bajar y leer el Catecismo Ro-
mano del Concilio de Trento, el Catecismo del Papa
San Pío X que, dice el papa BENEDICTO XVI,
“fue para muchos una guía segura en el aprendiza-
je de las verdades de la fe por su lenguaje sencillo,
claro y preciso y por su efcacia expositiva”. (http://
www.zenit.org/article-36263?l=spanish).
Preliminares
1. ¿Quién nos ha creado?
Nos ha creado Dios.
Referencias bíblicas: Génesis 1, 1; 2, 7. 22: He-
chos 17, 26. Hemos recibido la vida y el ser, debe-
mos ser agradecidos con Dios.
2. ¿Para qué nos ha creado Dios?
Dios nos ha creado para conocerle, amar-
le y servirle en esta vida, y después verle
y gozarle eternamente en la otra.
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Referencias bíblicas: San Juan 17, 3; San Ma-
teo 25, 46: “Los malos irán al suplicio eterno y los
justos a la vida eterna”; San Juan 5, 29. I Tesa-
lonicenses 5, 9-10. El conocer a Dios produce el
amor y la caridad. El ignorar a Dios es causa de
tantos problemas en el mundo, tantos crímenes,
tantas injusticias. Con el pan de cada día, la cosa
más necesaria para un pueblo es el Catecismo
que contiene la crema de la BIBLIA Y DE LA TRA-
DICIÓN APOSTÓLICA. Este conocimiento es luz
para los hombres, esta luz produce justicia, paz,
seguridad, vida normal. La Biblia enseña que la
ignorancia de las cosas de Dios es el peor de
los males. ¿De dónde viene que “la mentira y la
maldición, el homicidio y el robo, el adulterio lo
inunden todo; y que una maldad alcanza a otra,
sino de que no hay ciencia de Dios sobre la tie-
rra”? (Oseas 4, 1). Dios mismo se queja dicien-
do: “Mi pueblo perece por falta de conocimiento”
(Oseas 4, 6). Estimado lector, le aconsejo leer y
volver a leer todo este librito, propagarlo, ofrecer-
lo, regalarlo a muchas personas. Porque hacien-
do esto, usted les haría un gran bien; pues nece-
sitan este conocimiento para poder servir a Dios,
evitando muchos pecados, errores, sufrimientos,
y nalmente salvarse. San Antonio María Claret
decía que: “La mejor limosna que se puede hacer
hoy es ofrecer un buen libro.” Dios recompensa
toda obra de caridad. Insisto: propague este libri-
to, ofrézcalo, regálelo. Todos nos quejamos de la
inseguridad y problemas. Pero, en lo concreto,
¿qué hacemos para que la gente sea mejor?
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3. ¿Qué debemos hacer para conocer,
amar y servir a Dios?
Para conocer, amar y servir a Dios, debe-
mos saber y practicar lo que nos enseña
la Doctrina Cristiana.
Referencias bíblicas: San Mateo 28, 18-19; 25,
34-46; I Pedro 1, 19-21. El conocimiento produ-
ce el amor, el amor produce el servir, el servir es
cumplimiento de los Mandamientos de Dios. El
cumplimiento de los Mandamientos de Dios pro-
duce justicia, paz y concordia, bienestar y tranqui-
lidad privada y pública. Un pueblo que no conoce
a Dios no lo ama, si no conoce y no ama a Dios
tampoco cumple sus Mandamientos. Del no cum-
plimento de los Mandamientos, vienen tantos
problemas en la sociedad. El Catecismo que
contiene la crema de la Biblia, es la base de toda
civilización verdadera, y justicia, es base de la paz
y concordia frutos de la justicia. El Catecismo im-
pide que cada uno sea el juez supremo del
bien y del mal, del justo e injusto. El Catecismo
impide el relativismo que tantas veces lamenta el
Papa. La civilización cristiana católica fue fruto
de la enseñanza bíblica y apostólica mediante el
Catecismo. Haber suprimido el Catecismo en las
escuelas es haber entregado a la juventud a los
vicios, a la ignorancia y al egoísmo. Un joven que
no sabe porqué vive en este mundo, se entrega
a las cosas de este mundo, a sus bienes falsos y
sus placeres que animalizan al hombre.
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3. ¿Qué es la Doctrina Cristiana?
La Doctrina Cristiana es la que predicó
Jesucristo y nos enseña la Iglesia Católi-
ca.
Referencias bíblicas: San Mateo 16, 18. Jesu-
cristo Nuestro Señor conó su Doctrina y su Evan-
gelio a su Iglesia para predicarlo y enseñarlo a los
hombres. Esta Iglesia del Dios vivo es “columna
y fundamento de la Verdad”, dice San Pablo (1ª.
Timoteo 3, 15). Esta Iglesia columna y fundamen-
to de la Verdad, es la Iglesia cristiana universal,
es decir, la Iglesia Católica, por ser la única que
tiene 2000 años (Mateo 28, 18-19). Jesucristo es
“el Camino, la Verdad y la Vida” (San Juan 14, 6).
Ama a Jesús quien ama la Verdad, y la Verdad es
que Jesús fundó una Iglesia y dejó representan-
tes suyos en carne y huesos a quienes conó su
Evangelio y su misión, sus poderes. Cristo mandó
a los Apóstoles y los Apóstoles designaron como
sucesores legítimos: Obispos y Sacerdotes cató-
licos. Ahora bien, la Iglesia Católica que viene de
los Apóstoles es la Iglesia que predica el verda-
dero Evangelio de Cristo que a ella ue conado.
Fuera de ella no hay nada seguro sino mezcla de
mil errores inventados por hombres, que nunca
recibieron ninguna misión ni de Cristo ni de sus
legítimos representantes (San Lucas 10, 16; 2ª
Corintios 11, 13-15). Todo el que es de la verdad
escucha la voz de Jesús quien dice: MI IGLESIA
es la fundada sobre PEDRO, primer Papa (San
Juan 18, 37; San Mateo 16, 18). Rechazar esta
IGLESIA que Cristo dejó como continuadora suya
12
y robarse la Biblia para fundar su secta es pecado
mortal; esto constituye una grandísima responsa-
bilidad delante de Dios mismo, quien pedirá cuen-
tas a los falsos profetas (San Mateo 7, 15-23). Los
pastores protestantes que empezaron 1521 años
después de Cristo, nunca recibieron ninguna mi-
sión, ningún permiso, ningún poder ni de Cristo, ni
de los Apóstoles de Cristo, ni de los sucesores de
los Apóstoles. Estos sucesores de los Apóstoles
son el Papa y los Obispos católicos. Por lo tanto,
los llamados pastores protestantes no tienen nin-
gún poder sagrado, ninguna legitimidad, ninguna
autoridad, ninguna garantía. Son usurpadores de
una unción que nadie les conó. Por ejemplo: Un
soldado o un ocial expulsado del ejército ya no
tiene ninguna misión legítima, no puede autopro-
clamarse general y nombrar ociales y reclutar
soldados. Así pasó con Lutero. Cuando este sa-
cerdote católico fue expulsado de la Iglesia de
Cristo, ya no tenía ningún poder, ninguna mi-
sión, ninguna autoridad legítima para nombrar
pastores legítimos. Lo que hizo Lutero y otros
fundadores de sectas contradice a Cristo, quien
dijo a sus Apóstoles y sucesores, lugartenientes:
“Quien a Uds. escucha a mí me escucha, quien
a Uds. menosprecia, a mí me menosprecia” (San
Lucas 10, 16). El mismo Cristo prometió a su Igle-
sia, la que Él fundó, que con ella se quedaría to-
dos los días hasta el n del mundo (San Mateo 28,
19-20). Fuera de las autoridades legítimas y sus
legítimos sucesores, que Cristo dejó hace dos mil
años, nadie puede ejercitar un legítimo poder en
nombre de Cristo.
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5. ¿Qué comprende la Doctrina Cris-
tiana Católica?
La Doctrina Cristiana comprende las ver-
dades que debemos creer, los deberes
que hemos de practicar y los medios que
hemos de emplear para santicarnos.
Nota explicativa: Las verdades son los artículos
de nuestra Fe, o sea, el Credo. Los deberes son
la Moral, o sea, los 10 Mandamientos de Dios. Los
medios de santicación son los Siete Sacramen-
tos y la Oración.
6. ¿Quién es cristiano?
Cristiano es el que estando bautizado
cree y profesa la Doctrina Cristiana y obe-
dece a los legítimos pastores de la Iglesia
que fundó Cristo hace dos mil años. Cató-
lico es un Cristiano miembro de la Iglesia
Universal que Cristo fundó.
Nota explicativa: Estos pastores legítimos son el
Papa, los Obispos y los Sacerdotes (San Lucas
10, 16). Para ser verdadero cristiano hace falta
tener la misma Fe, misma Moral y mismos Sacra-
mentos de dos mil años (Hechos 11, 26). Todos
los eles cristianos juntos, unidos, orman una
asamblea cristiana universal, en griego: Igle-
sia Católica. De hecho, Cristo quiso únicamente
una Iglesia Católica, es decir, una Iglesia uni-
versal, internacional, mundial que abarca a todos
los pueblos cristianos que creen en su Evangelio
(Mateo 16, 18; 25, 19). Cristo nunca quiso una
14
infnidad de sectas (San Lucas 10, 16; I Timo-
teo 4, 1). Como la palabra τα βιβλια, ta biblia que
signica los libros, viene del griego y en español,
se dice Biblia, así la palabra Εκκλησια καθολικη
Ekklesia catholike, Iglesia Católica en español,
lo que signica asamblea cristiana universal, la
que comenzó con Cristo y sus Apóstoles, la que
existe desde hace dos mil años. Por esta razón
separarse de esta Iglesia Católica es renunciar a
Cristo y rebelarse contra Cristo, es hacer un gran
pecado. Cristo no dejó la Biblia como manza-
na de discordia, sino dejó una Iglesia con sus
jefes y responsables en carne y huesos, boca
y ojos. (Buscar en internet Padres Apostólicos).
7. ¿Sois cristiano?
Sí, soy cristiano por la gracia de Dios.
Nota explicativa: Ser cristiano es ser miembro
de la Iglesia que Cristo fundó, y esta Iglesia es
universal, es decir Católica. Católico signica ser
cristiano universal, ser hijo de la Iglesia que Cristo
fundó y que empezó con los Apóstoles. Los miem-
bros de varias sectas protestantes se dicen cris-
tianos. Pero no siguen las huellas de los primeros
cristianos, quienes todos eran católicos. Decirse
cristiano y rechazar las autoridades que Cristo
dejó es algo ilógico; es una grave desobediencia
a Cristo, es vivir en la ilusión (San Lucas 10, 16).
ORACIONES:
1.- Ave María Purísima, sin pecado original
concebida.
2.- ¡Jesús, María, José!
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LECCIÓN 2
La señal de la Cruz
8. ¿Cuál es la Señal del Cristiano?
La señal del cristiano es la Santa Cruz.
Referencias bíblicas: 1ª. Corintios 1, 17-18; Gá-
latas 5, 11; 6, 12; Filipenses 3, 18; San Mateo 10,
18; San Lucas 9, 23. San Pablo dice: “Jamás me
gloriaré a no ser en la Cruz de Nuestro Señor
Jesucristo” (Gálatas 6, 14). Por su muerte en la
Cruz, Cristo nos salvó, la Cruz es símbolo del
amor de Cristo por nosotros. La Cruz nos re-
cuerda lo que hizo Cristo por nosotros y su victoria
sobre el diablo y el inerno; por esta razón las víc-
timas del error no quieren la Cruz. La Biblia habla
siempre de una manera positiva de la Cruz de
Cristo. Rechazar la Cruz de Cristo es contrario a
la verdadera Biblia. (Efesios 2, 16).
17
13. ¿Cuándo debemos hacer la señal
de la Cruz?
Debemos hacer la señal de la Cruz, prin-
cipalmente, al levantarnos y al acostar-
nos, al entrar a la iglesia, al principiar la
oración y el trabajo, antes y después de
las comidas, y en toda clase de peligros.
Nota explicativa: Hacer la señal de la Cruz es in-
vocar a Cristo, a la Santísima Trinidad, al Dios úni-
co y verdadero. San Pablo dice en Colosenses 3,
17: “Todo lo que hacéis de palabra o de obra,
hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús,
dando gracias a Dios Padre.”
ORACIÓN:
1.- Por la señal de la Santa Cruz, + de nues-
tros enemigos, + líbranos Señor, + Dios nues-
tro. En el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
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PRIMERA PARTE
Las verdades
que debemos creer:
EL CREDO,
o sea, LA FE
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LECCIÓN 3
El Credo
14. ¿En dónde se hallan las verdades
que debemos creer?
Las verdades que debemos creer se ha-
llan en el Credo o Símbolo de los Após-
toles.
Nota explicativa: El Credo contiene el resumen
de la Fe cristiana, los puntos fundamentales que
debemos creer para salvarnos (San Marcos 16,
16). Se aconseja leer (en Internet) los comenta-
rios que el príncipe de los biblistas y teólogos ca-
tólicos, Santo Tomás de Aquino, da del Credo.
15. ¿Por qué se le llama al Credo, Sím-
bolo de los Apóstoles?
Porque fue compuesto y enseñado por
los Apóstoles.
Nota explicativa: Los Apóstoles enseñaron oral-
mente un resumen de las verdades fundamentales
que Cristo les había enseñado. Y lo comunicaron a
la Iglesia. El conjunto de todas las Iglesias locales
de los diferentes países forman una Iglesia cristia-
na universal, en griego se dijo Εκκλησια καθολικη,
Ekklesia katholike, y en español Iglesia Católica.
Esta Iglesia Católica es la que Cristo quiso, pues-
to que mandó predicar a todos los pueblos (San
Mateo 28, 19). La Iglesia que abarca a todos
los pueblos, es una Iglesia universal, en grie-
go universal se dice católico. Únicamente esta
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Iglesia Católica posee todo lo que enseñaron los
Apóstoles y sus legítimos sucesores, es decir, los
Papas, Obispos y Sacerdotes católicos eles a la
Fe de siempre. Ella sola sabe el sentido correcto
y la auténtica interpretación de los textos bíblicos,
porque los recibió oralmente antes de escribirlos;
además, ella sola recibió el Espíritu Santo y la mi-
sión de predicar y salvar a la gente. Separarse de
esta Iglesia Católica es separarse de Cristo y
rebelarse contra Cristo (San Lucas 10, 16; San
Mateo 7, 15-23). Separarse de la Iglesia legíti-
ma es pecado. Separarse de la Iglesia que viene
de los Apóstoles es vivir en la ilusión, es perder la
Fe verdadera que salva, es salir del camino, es
perder la Vida y la Verdad que es Cristo, puesto
que Cristo sigue su obra de salvación mediante
su Iglesia, la que Él fundó hace dos mil años. Úni-
camente a la Iglesia Católica Cristo prometió su
asistencia hasta el n del mundo (San Mateo 28,
20). Esto es algo serio, es una condición de vida
y muerte eterna. ¡Dejemos de lado el orgullo que
no es obra de Dios! Las críticas lanzadas contra la
Iglesia Católica no son siempre ciertas. Los malos
católicos no son la Iglesia Católica. Son hijos fo-
jos o pecadores. Para libertarse de unos vicios no
es necesario hacerse protestante y renunciar a la
Iglesia de Cristo. Es un grave error.
22
LECClÓN 4
Dios
17. ¿Quién es Dios?
Dios es un ser espiritual, innitamente
perfecto, eterno, creador y dueño y señor
de todas las cosas.
Referencias bíblicas: Sabiduría 13, 15; Roma-
nos 1, 20; San Pablo en Hechos 17, 28 dice: “Por-
que en Él vivimos, y nos movemos y existimos”.
23
exigentes, creen en armaciones aceptadas muy
a la ligera; creen en el falso dios-evolucionismo.
24
es el ser que existe por sí mismo. Mientras las
creaturas han recibido y siguen recibiendo de
Dios el ser y la existencia en cada momento.
ORACIÓN:
El Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en los Cielos,
santicado sea tu nombre; venga a noso-
tros tu reino; hágase tu voluntad, así en
la tierra como en el Cielo.
El pan nuestro de cada día dánosle hoy,
y perdónanos nuestras deudas, así como
nosotros perdonamos a nuestros deudo-
res; y no nos dejes caer en la tentación;
mas líbranos del mal. Amén
25
LECCIÓN 5
Dios Creador
23. ¿Por qué decimos que Dios es to-
dopoderoso?
Decimos que Dios es todopoderoso por-
que hace todo cuanto quiere, como quie-
re y cuando quiere.
Referencias bíblicas: Isaías 40, 17. Dios es po-
der innito, bueno y santo.
26
26. ¿Cuida Dios de sus criaturas?
Sí, Dios cuida de sus criaturas y las con-
serva y gobierna por su admirable Provi-
dencia.
Referencias bíblicas: Sabiduría 8,1; Hechos
17, 25; Colosenses 1, 17; Hebreos 1, 3; 1ª. Pe-
dro 5, 7; Apocalipsis 17, 28. No estamos solos, el
Todopoderoso nos ama y se ocupa de nosotros.
Él conoce el conjunto del plan. Nunca debemos
desanimarnos.
27
LECCIÓN 6
La Santísima Trinidad
28. ¿Qué es un Misterio?
Un Misterio es una verdad revelada por
Dios y que debemos creer aunque no la
podamos comprender.
Referencias bíblicas: Hebreos 6, 18: “Es impo-
sible que Dios mienta”. Tito 1, 2; Romanos 23, 4.
28
Hijo y del Espíritu Santo” . San Lucas 1, 35; 2ª
Corintios 13, 13; San Mateo 3, 16-17.
29
No; las tres Personas de la Santísima Tri-
nidad no son más que un solo y mismo
Dios porque tienen una sola naturaleza
divina.
Referencias bíblicas: En San Juan 10, 30, Cristo
dice: “Yo y el Padre somos una misma cosa”, es
decir una misma divinidad; (San Juan 14, 10). Los
Testigos de Jehová, Mormones y Musulmanes,
por ejemplo, que rechazan el dogma de la Fe en
la Trinidad, rechazan lo que Dios reveló acerca de
sí mismo; rechazan el conocimiento auténtico del
Dios único y verdadero. Por ejemplo, el sol es
uno sin embargo, es fuego y calor y luz al mismo
tiempo. Dios es uno y único: Dios piensa, es el
Padre; su pensamiento, su sabiduría, su inteligen-
cia, su Palabra es el Hijo; Dios Padre e Hijo se
aman de un amor innito, este Amor innito es el
Espíritu Santo. El Ser divino es uno. El Padre, el
Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios, el Dios
vivo y verdadero. Otro ejemplo: la manzana tiene
sabor, color y olor, sin embargo, es un solo ser. El
alma humana es una, sin embargo, tiene memo-
ria, inteligencia y voluntad.
ORACIONES:
1.- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu San-
to: Como era en el principio, ahora y siempre
y por los siglos de los siglos. Amén.
2.- Jaculatoria: Jesús, María, José, tened
piedad de nosotros.
30
LECCIÓN 7
Ángeles y demonios
34. ¿Qué son los Ángeles?
Los Ángeles son espíritus puros, creados
por Dios para su gloria y su servicio.
Referencias bíblicas: Génesis 3, 16; 16, 7; 22,
11; Daniel 7, 10; Colosenses 1, 16; 1ª. Tesaloni-
censes 4, 16; Apocalipsis 5, 11. Dios creó a todos
los ángeles buenos y los hizo santos.
31
37. ¿Qué son los demonios?
Los demonios son ángeles malos que se
rebelaron contra Dios.
Referencias bíblicas: 2ª. Pedro 2, 4: “Dios no
perdonó a los ángeles que pecaron…”; San Juan
8, 44. Dios ha creado Ángeles buenos, unos de
ellos usaron mal de su libertad y pecando se hi-
cieron malos, son los demonios. Los ángeles pe-
cadores guardaron su ser de ángel, su ciencia y
poder; pueden utilizar estos dones para hacer el
mal mediante la hechicería y las sectas, etc. ¡No
meterse en estas cosas! El que reza, se conesa,
comulga, se casa por la Iglesia, se instruye co-
rrectamente en la Religión Católica está protegido
contra las maldades del demonio. Ser tentado no
es pecado. Rechazar la tentación es victoria. Al
contrario, puede caer bajo el infujo del demonio,
el que escucha música rock, vive en pecado de
unión libre o pecado contra natura, frecuenta lu-
gares de pecado, mira películas indecentes y pe-
caminosas, cree en supersticiones, frecuenta su-
puestos videntes y hace parte de las sectas, etc.
(1 Corintios 6, 9-10; Apocalipsis 22, 15; I Timoteo
4,1). ¡San Miguel Arcángel, ruega por nosotros!
38. ¿Cuáles son las ocupaciones de
los demonios?
Los demonios se ocupan en tentar a los
hombres en este mundo y en atormentar
a los condenados en el inerno.
Referencias bíblicas: San Mateo 25, 41; 1ª. Pe-
dro 5, 8; Apocalipsis 20, 10. Para vencer al demo-
32
nio es necesario no hacer caso de la tentación,
menospreciarla y hacer el contrario de lo que
sugiere. Ser tentado no es pecado. Es necesa-
rio cuidarse, no exponerse a lo que es pecado
o conduce al pecado: Malas compañías, Internet
indecente, personas y lugares donde uno puede
ser tentado y perderse. El demonio puede ha-
cerse pasar por el Espíritu Santo para engañar
a la gente. Cuidarse de las sectas pentecostales,
protestantes y carismáticas aunque se digan ca-
tólicas. Al demonio le gusta mucho hacerse pa-
sar por el Espíritu Santo. Aunque haya supues-
tos milagros y la gente hable lenguas cuidarse
como de la peste de estas sectas. Esto no viene
de Dios. (Mateo 7, 15-23; 2ª Corintios 11, 13-14).
Dios nunca hace un milagro en favor de algo
falso. El demonio mezcla lo bueno con lo malo
para engañar. Bajo su infujo uno puede sentirse
muy bien. ¡Cuidado! Con tal de engañar, el demo-
nio puede hacer muchas cosas que parecen bue-
nas al inicio: Dejar unos vicios por ejemplo. (Ver
San Ignacio de Loyola, Ejercicios espirituales, No.
333). Rechazar el pecado es rechazar a Satanás
y sus desgracias. (Efesios 6,12).
ORACIONES:
1.- Ángel del Señor, que sois mi custodio por
un especial favor de la divina caridad para
conmigo, dignaos iluminarme, ampararme,
guiarme y gobernarme. Amén (San Mateo 18,
10).
2.- Jaculatoria: ¡Señor mío y Dios mío!
33
LECCIÓN 8
El hombre
39. ¿Qué es el hombre?
El hombre es una criatura racional, com-
puesta de cuerpo y alma.
Referencias bíblicas: Génesis 1, 27; 2, 7. Acer-
ca de un joven muerto; Elías profeta oró diciendo:
“¡Yahvé, Dios, mío! Que vuelva te ruego, el alma
de este niño a entrar en él. Y volvió dentro del
niño su alma y revivió” (1 Reyes, 17, 21-22).
34
las pandillas no existen. Pero no dejan de existir el
Sida o las pandillas ; existen independientemente
de lo que yo pueda armar a la ligera.
36
nacieron dos mil años después de los Apóstoles,
no han escuchado a los Apóstoles ni a sus suce-
sores inmediatos, no han visto nada, no pueden
saber lo que hacían los Apóstoles, sin embargo,
toman un libro que no habla ni contiene todo lo
que Cristo dijo o hizo (Juan 20, 30; 21, 25). Fun-
dar su secta es rebeldía contra Dios y engaño
contra los hombres (San Lucas 10, 16; 1 Timoteo
4, 1; 2ª Timoteo 4, 3).
ORACIÓN:
Ave María
Dios te salve María; llena eres de gracia; el
Señor es contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre
Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por noso-
tros pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
En latín: AVE MARÍA, grátia plena,
Dóminus tecum, benedícta tu
in muliéribus, et benedíctus
fructus ventris tui, Jesus.
Sancta María, Mater Dei,
ora pro nobis peccatóribus,
nunc et in hora mortis nostræ. Amen.
El Ave Maria es una oración muy bíblica, recha-
zarla es rechazar el mismo Evangelio.
San Lucas 1, 28; 1, 42-43.
37
LECCIÓN 9
38
46. ¿Cómo se hizo hombre el Hijo de
Dios?
El Hijo de Dios se hizo hombre tomando
un cuerpo y un alma semejantes a los
nuestros, en el seno de la Santísima Vir-
gen, por obra del Espíritu Santo.
Referencias bíblicas: San Mateo 1, 20; San Lu-
cas 1, 35. Jesucristo es Dios y hombre al mismo
tiempo. El Hijo es Dios: Juan 1,1; 20, 28; Roma-
nos 9, 5; Tito 2, 13. Los Testigos de Jehová alsi-
can deliberadamente estos textos bíblicos, enga-
ñan a sus víctimas con la misma Biblia mani-
pulada. Esta secta nació 1871 años después de
Cristo y de sus Apóstoles; engaña hábilmente en
nombre de Dios y de su palabra. Un verdadero
católico nunca discute religión con los no católi-
cos, tampoco los recibe en su casa. El hecho de
no hacerles caso, es ayudarlos porque si nadie
les hace caso o recibe sus folletos, esto los des-
anima. Entre ellos hay gente de buena voluntad
pero engañada y esta gente sirve para sembrar
sus pésimos errores.
39
un Salvador: Génesis 3, 15; San Mateo 20, 28;
Efesios 1, 7; Colosenses 1, 14.
48. ¿Cómo se llama el Hijo de Dios he-
cho hombre?
El Hijo de Dios hecho hombre se llama
Jesucristo.
Referencias bíblicas: San Mateo 1, 21. Jesús
signica Dios que salva; Cristo signica el Ungido,
el que está lleno del Espíritu Santo.
40
LECCIÓN 10
41
55. ¿Qué se entiende por vida oculta
de Jesucristo?
La vida oculta de Jesucristo es el tiem-
po que pasó en Nazaret con sus padres,
hasta la edad de treinta años.
Referencias bíblicas: San Lucas 2,51; 4, 16.
Vida oculta signica que Cristo no actuaba públi-
camente todavía. Trata de su infancia y juventud.
56. ¿Cómo fue la vida de Jesucristo en
Nazaret?
La vida de Jesucristo en Nazaret fue vida
de humildad, pobreza, trabajo y obedien-
cia.
Referencias bíblicas: San Lucas 3, 51. Cristo en
su infancia y juventud da el ejemplo al joven cris-
tiano que no debe ser mimado.
57. ¿Cuáles son los principales acon-
tecimientos de la vida oculta del
Salvador?
Los principales acontecimientos de la vida
oculta del Salvador son: La circuncisión,
la adoración de los Magos, la presenta-
ción en el Templo, la huida a Egipto y su
ida al Templo a la edad de doce años.
Referencias bíblicas: San Mateo 2,1; 2, 13; San
Lucas 2, 21-52.
ORACIÓN:
Credo (Ver lección 3, Pág. 21 y 22).
42
LECCIÓN 11
La Santísima
Virgen María
58. ¿Quién es la Santísima Virgen Ma-
ría?
La Santísima Virgen María es la Madre
de Dios y la más pura y santa de todas
las criaturas.
Referencias bíblicas: San Lucas 1, 28. El Ángel
mandado por Dios dijo a María: “Salve, llena de
gracia, (es decir, de santidad), el Señor es con-
tigo”. Veneramos y respetamos a María porque
está escrito en la Biblia y profetizado: “Me llama-
rán bienaventurada todas las generaciones
porque ha hecho en mí maravillas el Poderoso,
su Nombre es santo.” Nunca se dejará de honrar
a María porque es profecía. Los católicos siguen
cumpliendo la profecía mientras los que no ve-
neran y honran a María contradicen la Biblia y la
manipulan haciendo al Espíritu Santo mentiroso.
Sin embargo, Dios no cambia, los mentirosos se
separan de la Iglesia que Cristo fundó y confun-
den a la pobre gente con la Biblia manipulada. No
actúan según la voluntad de Dios que quiere una
sola Iglesia, la que Él mismo fundó sobre San Pe-
dro (San Mateo 16, 18; san Lucas 10, 16).
43
59. ¿Cómo sabemos que la Santísima
Virgen María es Madre de Dios?
Sabemos que la Santísima Virgen María
es Madre de Dios porque es Madre de Je-
sucristo, que es Dios verdadero.
Referencias bíblicas: “El Ángel le dijo: No temas,
María… concebirás en tu seno y darás a luz a un
hijo, a quién pondrás por nombre Jesús, Él será
grande y llamado Hijo del Altísimo… El HIJO en-
gendrado será santo, será llamado Hijo de Dios”
(San Lucas 1, 30-36). Jesucristo es Dios y hom-
bre al mismo tiempo (San Juan 1,1-14). Se ama y
honra a su Madre pero no se adora, puesto que
adorar es reconocer a Dios como el Creador y
Señor. Se adora a Dios sólo y se ama y respeta
a sus hijos y siervos, nada más. El Éxodo 20, 5 no
puede de ninguna manera aplicarse al caso de los
santos, este versículo habla únicamente de los
falsos dioses paganos y punto. La prueba: La
encontramos en el mismo Éxodo 25, 18: Dios mis-
mo manda fabricar dos imágenes de Querubines
que son Ángeles. Dios en la Biblia prohíbe a los
falsos dioses y no los santos. Decir otra cosa
es manipular la Biblia, mentir en nombre de Dios,
pecar y merecer un gran castigo de falso profeta.
44
servó de toda mancha de pecado y la en-
riqueció con gracias abundantísimas.
Referencias bíblicas: Génesis 3, 14. Cristo, hijo
de la Mujer aplastó la cabeza de la serpiente in-
fernal. Su Madre no podía estar ni siquiera un ins-
tante bajo el poder del enemigo. Los que hablan
mal de la Virgen María pecan, porque hablan
mal de la misma Madre de Dios que se hizo
hombre para salvarnos. El que respeta al rey,
respeta a la madre del rey. Los que hablan mal de
la Doctrina Católica acerca de María no saben de
qué hablan, puesto que no la conocen. Prestan a
los católicos creencias que no tienen. Esto no es
justo. La mentira no viene de Dios.
ORACIÓN:
La Salve.- Dios te salve, Reina y Madre de
misericordia; vida, dulzura y esperanza nues-
tra, Dios te salve. A ti clamamos los desterra-
dos hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y
llorando en este valle de lágrimas. ¡Ea!, pues,
Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros
esos tus ojos misericordiosos. Y después de
este destierro, muéstranos a Jesús, fruto ben-
dito de tu vientre. ¡Oh clemente! ¡Oh piadosa!
¡Oh dulce Virgen María!
V. Ruega por nosotros santa Madre de Dios;
R. Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Jesucristo. Amén.
46
LECCIÓN 12
47
en el Espíritu Santo y fuego (San Mateo 3, 11;
San Lucas 3, 16). Mezclar los dos bautismos es
confundir las cosas y no entender nada de lo que
está en la Biblia (1ª. Pedro 1, 20; 2, 1; 1ª. Timo-
teo 1, 7). Solamente la Iglesia Católica de dos mil
años conoce el sentido exacto de las palabras de
la Biblia y sabe lo que hacían o decían los Apósto-
les. Separarse de ella es ponerse en gran peligro
de manipular el libro Sagrado y pecar contra Dios
y contra el prójimo. Mucha gente en las sectas,
pensando hacer el bien, hace el mal, actúa contra
la voluntad de Dios que quiere una Iglesia (San
Mateo 16,18) y una Iglesia disciplinada y no un
caos de sectas (San Lucas 10,16). Ahora bien,
sabemos por Cristo mismo que el demonio actua-
rá mediante los falsos profetas que harán maravi-
llas a los ojos de los imprudentes (San Mateo 7,
15-23).
48
y sus legítimos representantes: Papa, Obispos,
Sacerdotes Católicos (San Lucas 10, 16).
49
verdadera bebida. …”. (San Juan 6, 35-59). Uno
debe comulgar teniendo el alma limpia de todo
pecado mortal confesándose, porque comulgar
en pecado es pecado de sacrilegio (1ª. Corintios
11, 27). Únicamente la Iglesia Católica que viene
directamente de los Apóstoles sabe lo que signi-
can estas palabras acerca del Cuerpo y Sangre
de Cristo. Por esta razón los protestantes serios y
profundos se hacen católicos y los católicos igno-
rantes y superciales se hacen protestantes. Los
protestantes por no tener sacerdocio no tienen
Misa, no tienen el Cuerpo y Sangre de Cristo.
ORACIONES:
1.- Comunión espiritual: ¡Oh Jesús mío!,
creo en Vos y Os adoro realmente presen-
te en el Santísimo Sacramento del altar; me
arrepiento de haberos ofendido; Os amo y
Os deseo; venid a mi corazón; me uno a Vos;
nunca Os separéis de mí.
2.- Jaculatoria: ¡Señor mío y Dios mío!
50
LECClÓN 13
La Redención
68. ¿Cuál es el Misterio de la Reden-
ción?
El Misterio de la Redención es el Misterio
de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor
Jesucristo.
Referencias bíblicas: 1ª. Juan 3, 16: “Cristo dio
su vida por nosotros”. San Pablo dice: “Cristo nos
amó y se entregó por nosotros en oblación y sacri-
cio de ragante y suave olor” (Efesios 5, 2).
51
69. ¿Por qué quiso Jesucristo padecer
y morir?
Jesucristo quiso padecer y morir para
satisfacer a Dios por nuestros pecados y
merecernos el cielo.
Referencias bíblicas: San Juan 3, 14-15. 1ª.
Juan 4, 10. San Mateo 20, 28; San Marcos 10, 45;
Efesios 1, 7; Colosenses 1, 14.
52
los azotes, la coronación de espinas y la
crucixión.
Referencias bíblicas: San Mateo 26, 36-43; 26,
14; 26, 27; 27, 29. 27, 32. 50.
53
LECCIÓN 14
El Sagrado Corazón de
Jesús
74. ¿Qué ultraje recibió Jesucristo en
la Cruz después de muerto?
Un soldado atravesó el costado de Jesu-
cristo con una lanza que penetró hasta su
adorable Corazón.
Referencias bíblicas: San Juan 19, 34.
54
77. ¿Cuáles son las principales formas
de la devoción al Sagrado Corazón
de Jesús?
Las principales formas de la devoción al
Sagrado Corazón de Jesús son: la Comu-
nión frecuente y reparadora, la celebra-
ción del Primer Viernes de cada mes y el
Apostolado de la Oración.
ORACIONES:
1.- Ofrecimiento: ¡Divino Corazón de Jesús!,
por medio del Corazón Inmaculado de Ma-
ría, yo me consagro a Vos y Os ofrezco to-
das mis oraciones y trabajos, sufrimientos
y alegrías de hoy, en reparación de nues-
tros pecados, para que venga a nosotros
vuestro Reino, y por las intenciones por
las que Os inmoláis continuamente en el
Altar. Os las ofrezco en particular... (Inten-
ción del mes).
2.- Jaculatoria: Corazón Sacratísimo de Je-
sús, tened piedad de nosotros.
55
LECClÓN 15
Resurrección de
Jesucristo
78. ¿Qué sucedió con el Cuerpo de Je-
sucristo después de muerto?
El Cuerpo de Jesucristo fue bajado de la
cruz y puesto en un sepulcro.
Referencias bíblicas: San Juan 19, 38-42.
56
Alma con su Cuerpo para nunca más mo-
rir.
Referencias bíblicas: Romanos 6, 9: “Cristo re-
sucitado ya no muere, la muerte ya no tiene domi-
no sobre Él.” San Mateo 28; San Marcos 16; San
Lucas 24; San Juan 20, 21; Hechos 2,32-33; 1ª.
Corintios 15, 3-5. El que niega la Resurrección de
Cristo es un hereje y no católico. (Efesio 1, 20).
57
LECCIÓN 16
Ascensión de Jesucristo
83. ¿Qué nos enseñan las palabras
“subió a los Cielos”?
Estas palabras nos enseñan que Jesu-
cristo subió al Cielo en Cuerpo y Alma,
por su propio poder, en presencia de sus
discípulos.
Referencias bíblicas: San Mateo 28, 16-20; Mar-
cos 16,14-20; Hechos 1, 1-11.
58
“ha de venir a juzgar a los vivos y a
los muertos”?
Por estas palabras entendemos, que al
n del mundo, Jesucristo volverá a la tie-
rra visiblemente, para juzgar a todos los
hombres y darles el premio o el castigo
que hayan merecido.
Referencias bíblicas: San Mateo 24, 30; 25, 31-
46. Los verdaderos católicos no guardan rencor,
perdonan porque creen que Dios juzgará a todos
y hará justicia en su tiempo. Además, perdonar
por amor de Dios, da paz al alma y salud al cuer-
po. Recemos por nuestros enemigos.
ORACIÓN: El Yo Pecador:
Yo Pecador, me coneso a Dios Todopodero-
so, a la bienaventurada siempre Virgen Ma-
ría, al bienaventurado San Miguel Arcángel,
al bienaventurado San Juan Bautista, a los
Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, a
todos los Santos y a vos Padre, que pequé
gravemente con el pensamiento, palabra y
obra: por mi culpa, por mi culpa, por mi graví-
sima culpa.
Por tanto, ruego a la bienaventurada siempre
Virgen María, al bienaventurado San Miguel
Arcángel, al bienaventurado San Juan Bau-
tista, a los Santos Apóstoles San Pedro y San
Pablo, a todos los Santos y a vos Padre, que
roguéis por mí a Dios nuestro Señor. Amén.
59
LECCIÓN 17
El Espíritu Santo
87. ¿Quién es el Espíritu Santo?
El Espíritu Santo es la tercera Persona de
la Santísima Trinidad, Dios como el Padre
y el Hijo.
Referencias bíblicas: San Mateo 28, 19; San
Juan 15, 26; Gálatas 4,6: “Dios envió el Espíritu
de su Hijo a vuestros corazones”.
60
88. ¿En dónde está el Espíritu Santo?
El Espíritu Santo está en todas partes
porque es Dios, pero de un modo particu-
lar en el Cielo y en las almas de los que
están en gracia de Dios.
Referencias bíblicas: Hechos 2, 33. Una perso-
na que vive en pecado mortal no tiene al Espíritu
Santo. Un católico que abandona la Iglesia Ca-
tólica y se hace protestante peca mortalmente,
pierde la gracia santicante y con ella pierde al
Espíritu Santo. Lo que uno experimenta en las
sectas no es obra del Espíritu Santo. A parte de
la Iglesia legítima que es la Católica, ninguna igle-
sia fundada después es verdadera, ninguna tiene
el Espíritu Santo ni puede darlo.
61
Referencias bíblicas: Hechos 2, 1-4. El Espíri-
tu Santo es Dios (Juan 15, 26; Hechos 5, 3-4).
La secta protestante pentecostal pretende tener
el Espíritu Santo y sus dones; por esta razón se
hace llamar pentecostal. Pero esto es falso. El
Espíritu Santo fue comunicado a la Iglesia Cató-
lica que Cristo fundó hace dos mil años, en esta
Iglesia está y fuera de ella Cristo no tiene ninguna
otra. No es el verdadero Espíritu Santo que actúa
en las sectas protestantes. Dios no miente ni cam-
bia: la Iglesia Católica tiene dos mil años y es una,
las sectas protestantes nacieron de la rebeldía
del sacerdote excomulgado Martín Lutero, hace
menos de 500 años; estas sectas se han dividido
en miles de pequeñas sectas que no tienen ni la
misma fe, ni la misma moral, ni la misma autori-
dad ni, sobre todo, tienen ninguna legitimidad. La
división, la confusión no es obra de Dios.
91. ¿Cómo viene a nuestras almas el
Espíritu Santo?
El Espíritu Santo viene a nuestras almas
por el Bautismo y, particularmente, por la
Conrmación.
Referencias bíblicas: Los Santos Apóstoles,
Pedro y Juan, oraron e impusieron las manos so-
bre los bautizados para que recibiesen el Espíri-
tu Santo (Hechos 2, 1-4). Los Apóstoles dejaron
como lugartenientes a los Obispos y Sacerdotes.
Nadie puede dar el Espíritu Santo si no es Obispo
o Sacerdote (Hechos 8, 14-17). El Espíritu Santo
se comunica mediante los Sacramentos, y espe-
cialmente el sacramento de la confrmación. Los
62
pentecostales y carismáticos no tienen ningún po-
der legítimo; están bajo un infujo extraño que se
hace pasar por el Espíritu Santo. Jamás aceptar
una imposición de manos en estas sectas aunque
se digan católicas; esto abre la puerta de su alma
al infujo malo. El demonio le gusta hacerse
pasar por el Espíritu Santo, actuar sobre sus
víctimas con cosas de supuestos milagros,
llantos, lenguas. ¡Cuidado! Esto es sumamente
peligroso y comunica un espíritu de orgullo y he-
rejía (2ª Corintios 11, 13-14; San Mateo 7, 15-23).
64
LECCIÓN 18
La Iglesia
93. ¿Qué es la Iglesia?
La Iglesia es la sociedad de los eles cris-
tianos que obedecen a la autoridad del
Papa y de los Obispos.
Referencias bíblicas: Cristo dijo a san Pedro:
“Tú eres Pedro y sobre esta piedra edicaré MI
Iglesia”, no dijo mis iglesias (San Mateo 16, 18).
Cristo jamás dio poder a otras personas para
fundar iglesias separadas y opuestas a la que
Él fundó hace dos mil años. Al contrario, mu-
chas veces nos dijo: cuídense de los falsos pro-
fetas que se hacen pasar por lo que no son. San
Mateo 23, 11; 7, 15-23; 2ª. Corintios 11, 13-14.
Cristo da mucha importancia a la unión, concor-
dia, obediencia y rechaza toda división entre sus
discípulos. Por esta razón dejó a San Pedro (y
65
sus sucesores, los demás Papas), como encar-
gados de todos los eles cristianos. Cristo dijo a
los Apóstoles y a sus sucesores legítimos “quien
a vosotros escucha a mí me escucha, quien a
vosotros rechaza a mí me rechaza” (San Lucas
10, 16). Toda persona que se separa de la Igle-
sia Católica y Apostólica hace un enorme pecado
contra la caridad y la voluntad de Cristo, se enga-
ña y engaña, en nombre de Cristo, a las ovejas de
Cristo. La Iglesia Católica del siglo 1 hasta el 21,
siempre tuvo Papas, Obispos y Sacerdotes como
legítimos sucesores de los Apóstoles de Cris-
to. Todo fundador de secta es un rebelde, sem-
brador de confusión y desorden, es instrumento
de perdición que predica a su modo un Evange-
lio distinto del que predicaron los Apóstoles y sus
legítimos sucesores, por esta razón cae bajo la
maldición de San Pablo (Gálatas 1, 8; 1ª. Tm 4,1).
Las sectas mezclan cosas buenas y malas: las
buenas son lo que robaron a la Iglesia legítima,
las malas son los errores que enseñan en nombre
de Dios. Salir de la Iglesia de Dios es exponerse a
alsicar la palabra de Dios; es grandísima respon-
sabilidad. La palabra de Dios, el santo Evangelio,
ue conada únicamente a la Iglesia legítima, que
es Una, Santa, Católica y Apostólica: es también
Romana porque en Roma San Pedro y San Pablo
dejaron el depósito de la Fe y sus lugartenientes
para protegerlo y comunicarlo integralmente (1Tm
6, 20). Se aconseja consultar la rica biblioteca
electrónica: statveritas.com.ar
68
Para indicar que la Iglesia tiene otro jefe
invisible que es Jesucristo, su fundador.
Nota explicativa: Pedro, representa a Cristo y
se apoya en Él. El Papa es el siervo de los sier-
vos de Dios. El jefe real e invisible de la Iglesia
es Cristo; el Papa lo representa, actúa y guía al
rebaño en nombre y por la autoridad del Jefe ver-
dadero que es Cristo (San Juan 21, 15-17). Cris-
to no dejó su rebaño a la merced de cualquier
fundador de secta que usurpa una autoridad
divina que nunca recibió. Los protestantes pe-
can gravemente por el hecho de haber rechazado
los representantes legítimos que Cristo dejó, y a
quien Él dijo: “Quien a vosotros escucha a mí
me escucha, quien a vosotros rechaza a mí me
rechaza” (San Lucas 10, 16). Los que rechazan
con obstinación las autoridades legítimas caen
bajo los juicios de Dios (San Mateo 7, 15-23).
Apropiarse de la Biblia que la Iglesia recibió de
los Apóstoles y utilizarla contra la Iglesia legítima
que es la Católica, es gran pecado e injusticia.
Hay un fraude que no viene de Dios. Por esta ra-
zón hay tanta confusión, división, fragmentación,
entre las sectas supuestamente evangélicas que
no obedecen a los legítimos representantes de los
cuales habla el Evangelio (San Lucas 10, 16).
69
Obispos.
Referencias bíblicas: Hechos 20, 28; Tito 1, 5:
San Pablo pide a Tito constituir presbíteros en
cada ciudad en Creta. En Griego, ancianos, (pres-
biteroi), presbíteros, es decir, Sacerdotes en cas-
tellano. El anciano o el joven por el hecho de re-
cibir la imposición de las manos de los Apóstoles,
era consagrado anciano, es decir Sacerdote inde-
pendientemente de su edad real (1 Tmoteo 4, 12).
La palabra Papa, en griego, signica, papá, padre
en orma de cariño. Obispo, (episcopos), signica
el Sacerdote mayor, supervisor, jefe de los demás
Sacerdotes. Los Apóstoles dejaron lugartenien-
tes legítimos para evitar la división, el robo de la
BIBLIA y las sectas (2ª. Timoteo 2,2). San Pablo
dejó como Obispo a Timoteo a quien pide guar-
de el DEPÓSITO DE LA FE (1ª. Timoteo 6, 20)
y trasmita a hombres eles lo que él había oído
del mismo San Pablo. Es importante notar esto:
San Pablo confía a hombres vivos el DEPÓSI-
TO DE LA FE, no lo confía al papel muerto que
no habla y que puede ser manipulado y causar la
ruina espiritual de las almas en nombre de Dios.
Rechazar a las autoridades dejadas por Cris-
to es rechazar a Cristo y a Dios Padre que lo
mandó (San Lucas 10, 16). Ahora, los Apóstoles
dejaron lugartenientes con los mismos poderes
en la Iglesia de dos mil años: Papa, Obispos, Sa-
cerdotes. Rechazar a estas autoridades es antibí-
blico y pecado gravísimo (2ª. Corintios 11, 13-14;
Gál 1, 8; 1ª. Pedro 1, 20). Que haya a veces unos
malos Sacerdotes es otro asunto. Si estos malos
Sacerdotes no se arrepienten y no hacen mucha
70
penitencia irán al inerno eterno por sus pecados
y escándalos. Todo católico que no cumple con la
Ley de Cristo, que vive y muere en pecado mortal
irá al inerno. Sin embargo, los cristianos católi-
cos tienen todos los medios que Cristo dejó para
salvarse, mientras que los cristianos separados
por sus errores se han privado de muchos medios
que Cristo dejó y que ellos no utilizan a causa de
su mala interpretación de la Biblia. Por ejemplo:
el perdón de los pecados, es decir, la Confesión
(San Juan 20, 23), o la recepción del Cuerpo de
Cristo (San Juan 6, 54). Un pastor protestante no
tiene ningún poder sacerdotal para consagrar el
Cuerpo y Sangre de Cristo. Del siglo I hasta el
siglo XVI, todos los feles cristianos han creí-
do que únicamente un Sacerdote consagrado
por el Obispo puede consagrar el Cuerpo de
Cristo. Los pastores protestantes no tienen este
poder. Lo que hacen es una alsicación de la e
cristiana de dos mil años.
76
mensaje de Cristo y ueron excomulgados por la
Iglesia legítima. Lutero, sacerdote católico, por
sus graves errores en materia de e, ue excomul-
gado en 1521. Él es el padre y responsable del
caos actual. Todas las sectas actuales que cada
día nacen, nacen por la culpa de Lutero quien
dijo: Que cada uno puede leer la Biblia fuera de la
Iglesia e interpretarla libremente. El Espíritu Santo
no tiene nada que ver en esta confusión provoca-
da por un sacerdote rebelde y orgullosísimo con-
tra la autoridad legítima. La prueba que Lutero no
habló de parte del Espíritu Santo es que su secta
original se dividió en miles de sectas contradicto-
rias y opuestas. “De Dios nadie se burla” (Gálatas,
6,7). Hoy la mayoría de los evangélicos luteranos
en Europa son ateos. La confusión, división, frag-
mentación no viene de Dios sino del diablo. San
Pablo profetizó que habría sectas (Hechos 20,
28).
Es infel el que no tiene la Fe cristiana. Es hereje
el que niega con obstinación un punto de la Fe
divina y católica comunicada por los Apóstoles a
la Iglesia. Es cismático el que desobedece a los
Pastores legítimos de la Iglesia: Papa, Obispos
y Sacerdotes. Es apóstata el que rechaza la Fe
cristiana en la cual fue bautizado. Es excomulga-
do el que está expulsado de la Iglesia por culpas
gravísimas y errores de Fe. Hoy se habla de her-
manos separados y esperados.
ORACIÓN:
Acto de Contrición: Señor mío Jesucristo,
Dios y Hombre verdadero, Creador y Reden-
tor mío; por ser Vos quien sois y porque Os
amo sobre todas las cosas, me pesa de ha-
beros oendido; propongo rmemente nunca
más pecar y apartarme de todas las ocasio-
nes de ofenderos, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta. Amén.
79
LECCIÓN 20
Postrimerías:
La muerte y el juicio
106. ¿Qué son las postrimerías?
Las postrimerías son las últimas cosas
que han de acontecer al hombre.
107. ¿Cuáles son las postrimerías del
hombre?
Las postrimerías del hombre son cuatro:
muerte, juicio, inerno y gloria.
Referencias bíblicas: Hebreos 9, 27-28; San Lu-
cas 16, 22; San Mateo 25, 46; 2ª Tesalonicenses
1, 10; 1ª Juan 3,2; 1ª Corintios 13, 12; Filipenses,
3,20; Apocalipsis 22, 4.
80
108. ¿Qué es la muerte?
La muerte es la separación temporal del
alma y del cuerpo.
109. ¿Qué será de nuestro cuerpo des-
pués de la muerte?
Después de la muerte, nuestro cuerpo
será sepultado y quedará reducido a pol-
vo hasta el día de la resurrección.
Referencias bíblicas: Isaías 26, 19; 1ª. Tesaloni-
censes 4, 16: “Los muertos en Cristo resucitarán”.
82
LECCIÓN 21
El cielo, el inferno y el
purgatorio
112. ¿Qué es el Cielo?
El Cielo es un lugar de delicias donde los
Santos gozan con Dios de felicidad per-
fecta y perdurable.
Referencias bíblicas: San Pablo dice: “Enton-
ces Le veremos cara a cara” (1ª. Corintios 13, 12).
San Juan dice que veremos a Dios “tal cual es”
(1ª. Juan 3,2); San Mateo 5, 8: En el Paraíso ya
83
no hay dolores, penas, sufrimientos. Hay felicidad,
gozo y dicha para siempre. Las penas y dolores
sufridos en la tierra preparan el gozo y dicha del
cielo; purican y hermosean el alma.
85
Referencias bíblicas: Vemos que en el 2º. Libro
de los Macabeos 12, 42-46 se ofrecieron “sacri-
cios expiatorios por los muertos para que
fueran absueltos de sus pecados”. 1ª. Corintios
3, 10-15: Siempre la Iglesia rezó por los difuntos.
Esto es algo consolador de saber que podemos
ayudar todavía a nuestros difuntos. Que los pro-
testantes digan lo que quieran, nosotros católicos
somos los hijos directos y legítimos de los Apósto-
les, creemos y hacemos lo que la Iglesia Católica
y Apostólica nos enseña hace 21 siglos y punto.
ORACIONES:
1.- Acto de esperanza: Dios mío, espero con
rme conanza que me daréis, por los méritos
de Jesucristo, vuestra gracia en este mundo y
vuestra gloria en el otro, porque me lo habéis
prometido y sois el a vuestras promesas.
2.- Jaculatoria: Que las almas de los eles
difuntos por la misericordia divina, descansen
en paz. Así sea.
86
LECClÓN 22
La resurrección
y la vida eterna
118. ¿Qué quiere decir “la resurrección
de la carne”?
Quiere decir que al n del mundo todos
los hombres resucitarán con los mismos
cuerpos y almas que tuvieron en esta
vida.
Referencias bíblicas: San Juan 5, 28-29; Roma-
nos 2, 7; 6, 23; Daniel 12, 12; Isaías 26, 19; San
Lucas 1, 37: “Nada hay imposible para Dios”. Los
resucitados, para la gloria, no tendrán defectos
físicos, al contrario tendrán cuerpos muy hermo-
sos.
ORACIÓN:
El “Yo pecador” (ver lección 16 Pág. 59).
Cristo dijo:
Los malos “irán al suplicio eterno, y los
justos a la vida eterna”. (San Mateo 25,
46) Para ir al Cielo hace falta creer en
Dios y seguir su Ley, para ir al inerno no
es necesario creer, puesto que dijo Cris-
to: “El que no cree será condenado” (Mar-
cos: 16,16). No llegará a tal destino el que
no quiere tomar el camino que conduce a
tal destino. Dios respeta nuestra libertad.
(Romanos 2, 6-9).
89
SEGUNDA PARTE
LOS MANDAMIENTOS
90
LECCIÓN 23
Mandamientos
de la Ley de Dios
123. ¿Basta para salvarnos estar bau-
tizados y creer las verdades de la
fe?
No. Para salvarnos debemos, además,
cumplir los mandamientos de la Ley de
Dios y los de la Iglesia.
Referencias bíblicas: Cristo dijo “Si quieres en-
trar en la vida eterna, guarda los mandamientos”
(San Mateo 19, 17). Para guardar los mandamien-
tos hace falta rezar, confesarse, comulgar, pedir
mucho a Dios para tener la fuerza de hacer el bien
y evitar el mal. La lectura de los libros de Santos
y del Santo Evangelio ayudan mucho para no de-
jarnos engañar por las falsas ideas de gente que
no piensa en su salvación, sino que considera el
placer del momento como lo más importante.
ORACIÓN:
Acto de caridad: Dios mío, Os amo con todo
mi corazón y sobre todas las cosas, porque
sois innitamente bueno y amable, y amo a mi
prójimo como a mí mismo por amor vuestro.
93
LECCIÓN 24
Primer Mandamiento:
amar a Dios sobre todas
las cosas
127. ¿Qué nos manda el primer Man-
damiento de la Ley de Dios?
El primer Mandamiento de la Ley de Dios
nos manda adorarle a Él sólo y amarle
más que a todas las criaturas.
Referencias bíblicas: Éxodo 20, 1-2; San Mateo
4,10; San Marcos 12, 29-30.
96
mismo mandó abricarlos (Éxodo 25, 18). El mis-
mo san Pablo decía a los Corintios: “Os exhorto a
ser imitadores míos” por ser “su padre” en la fe,
por haberlos engendrado en Cristo por el Evan-
gelio (1ª Corintios 4, 16; 2ª Tesalonicenses 3,7).
Debemos imitar a los Santos, porque ellos fueron
imitadores de Cristo, y Cristo los utilizó y sigue
utilizándolos hoy para ayudar a sus hermanos. El
hecho de utilizar a las criaturas es señal de poder
y magnanimidad de Dios y no falta de poder.
97
fabricación de imágenes buenas que representan
a los amigos de Dios. Los protestantes muchas
veces deliberadamente para confundir a la gente
ignorante, utilizan el Éxodo 20, 5 no harás imáge-
nes pero no dicen imágenes de falsos dioses.
Calicar a los Santos de ídolos es injusto y also,
es una mentira que no viene de Dios. Manipular
la Palabra de Dios es algo diabólico, es una ver-
güenza, es un pecado. Predicadores y especialis-
tas de la Biblia como San Jerónimo (quien tradujo
la Biblia del hebreo, arameo y griego al latín, lla-
mada “Vulgata latina”), San Juan Crisóstomo, san
Agustín, Santo Tomás de Aquino y miles otros que
explicaron toda la Biblia, y que pueden poner a to-
dos los pastores protestantes en su bolsa, no eran
unos tontos, sino auténticos conocedores y segui-
dores de la Biblia y, sin embargo, veneraban a
los Santos por amor a Dios quien los hizo santos.
Es fácil acusar con una mentira supuestamente
bíblica y, después, argumentar contra la legítima
Iglesia o contra el prójimo que no sigue a la secta.
Un hermano que ama a su hermano no deja de
amar a sus padres, precisamente ama a su her-
mano porque es hijo de sus padres. Mientras los
protestantes no se ponen a la escuela de la Igle-
sia auténtica, dirán muchas cosas falsas y harán
injusticias en nombre de la Biblia mal explicada.
Dios les pedirá cuentas. (San Mateo 7, 15-25)
99
LECCIÓN 25
Segundo Mandamiento:
no jurar el Santo
Nombre de Dios en vano
133. ¿Qué prohíbe el segundo Manda-
miento de la Ley de Dios?
El segundo Mandamiento de la Ley de
Dios prohíbe jurar en vano y decir blasfe-
mias e imprecaciones.
Referencias bíblicas: Éxodo 20, 7; San Mateo
5, 33-37. Hablar mal de Dios es grande pecado.
100
137. ¿Qué son imprecaciones?
Imprecaciones son palabras que expre-
san el deseo de algún mal para sí o para
otros.
Nota explicativa: Jamás desear el mal contra sí
mismo, porque lo deseado puede suceder. Esto
dará poder al demonio sobre uno mismo.
101
LECCION 26
Tercer Mandamiento:
santifcar las festas
139. ¿Qué nos manda el tercer Manda-
miento de la Ley de Dios?
El tercer Mandamiento de la Ley de Dios
nos manda santicar los domingos y es-
tas de precepto.
Referencias bíblicas: Éxodo 20, 9-10. En el An-
tiguo Testamento el día del Señor era el sábado.
En el Nuevo Testamento el día del Señor pasó a
102
ser el domingo, puesto que Cristo resucitó el do-
mingo y el Espíritu Santo vino sobre los Apóstoles
el domingo también. Domingo signica día del
Señor (San Marcos 16,2; Hechos 20, 7).
103
Referencias bíblicas: San Mateo 25, 35-46.
obras de caridad como visitar a los enfermos, pri-
sioneros o hacer propaganda de la Fe católica,
para que los pobres no se dejen engañar por las
sectas, que con una biblia manipulada les quitan
el don de la verdadera fe y los sacan de la Igle-
sia Católica, que es la auténtica Iglesia que Cristo
fundó. San Francisco de Sales, quien convirtió a
unos 72,000 protestantes, decía que: “El grado
supremo de la caridad cristiana es preocupar-
se por la salvación del prójimo.” En nuestros
días hay más gente que se preocupa más -bajo
apariencia de bien- para perder a las almas que
en salvarlas. Las sectas propagan cosas mezcla-
das. Lo bueno que tienen es católico, lo malo que
tienen proviene de su interpretación del mensaje,
robado a la Iglesia y explicado uera de ella. Cris-
to nunca les dio una Biblia.
ORACIONES:
1.- El “Acordaos” (Ver lección 25 Pág. 101).
2.- Jaculatoria: Oh María sin pecado Conce-
bida, rogad por nosotros que acudimos a Vos.
104
LECCIÓN 27
Cuarto Mandamiento:
honrar padre y madre
144. ¿Qué nos manda el cuarto Man-
damiento de la Ley de Dios?
El cuarto Mandamiento de la Ley de Dios
nos manda amar, obedecer y respetar a
nuestros padres, y asistirlos en sus nece-
sidades.
Referencias bíblicas: Éxodo 20, 12: El que honra
a su padre y madre tiene una recompensa de larga
vida. Eclesiástico 3,14; Tobías 4, 3-4; Efesios 6,
1-3; Colosenses 3, 20. Obedecer a sus papás es
obedecer a Dios, cuando mandan cosas justas.
105
145. ¿Qué es amar a nuestros padres?
Amar a nuestros padres es desearles y
hacerles todo el bien posible y evitarles
disgustos.
146. ¿Quién obedece a sus padres?
Obedece a sus padres el que cumple bien
todo lo que le mandan, siempre que no
sea contra la Ley de Dios o de la Iglesia.
147. ¿Cómo respetaremos a nuestros
padres?
Respetaremos a nuestros padres siendo
con ellos atentos en palabras y obras, y
callando sus defectos.
148. ¿Cómo hemos de asistir a nues-
tros padres?
Ayudándolos en todo cuanto podamos,
con cariño y gratitud, y rogando por ellos.
Nota explicativa: Cuando los papás son ya an-
cianos o enfermos, debemos rezar con ellos y
por ellos, llamar al Sacerdote para confesarlos y
darles la Santa Comunión a menudo. Cuando hay
peligro de muerte o una operación quirúrgica, pe-
dir para ellos los Santos Óleos. En el momento de
su muerte estar al lado del enfermo y rezar mucho
en este momento para protegerlo de las últimas
tentaciones del demonio y alcanzarle gracias y
ayuda divina. Darles una sepultura cristiana y no
cremar sus cuerpos. Cremar es una costumbre
106
pagana y atea que penetró en la Iglesia Católica
a partir del año 1962. La voluntad de la Iglesia es
seguir la sepultura; como Cristo fue sepultado y
resucitó, así nuestros difuntos deben ser sepulta-
dos y resucitarán. En caso de peste, por ejemplo,
se puede cremar y no en tiempo normal.
ORACIONES:
1.- Padre Nuestro, Avemaría y Gloria (Ver lec-
ción 4, 8 y 6).
2.- Jaculatoria: Dulce Corazón de María, sed
mi Salvación.
107
LECCIÓN 28
Quinto Mandamiento:
no matar
150. ¿Qué prohíbe el quinto Manda-
miento de la Ley de Dios?
El quinto Mandamiento de la Ley de Dios
prohíbe cualquier acto que cause daño al
prójimo o a uno mismo, en el alma o en
el cuerpo.
Referencias bíblicas: Éxodo 20, 13; San Mateo
5, 43-44. El aborto es un asesinato: Todos los que
aconsejan, ayudan, participan en un aborto car-
gan con el pecado del asesinato de un inocen-
te. La droga y el exceso de alcohol, ser ebrio son
también pecados. Es pecado manejar, también, a
alta velocidad cuando no se debe, o manejar en
estado de ebriedad. (1Corintios 6, 9-12).
108
dola, ya adulteró con ella en su corazón”. San Ma-
teo, 5, 28. Todo lo que es minifalda, pantalones
apretados, blusas escotadas, shorts, ropa trans-
parente está mal. Una mujer que se dice cristiana
y piadosa cubre su cuerpo (San Mateo 18, 7-11).
ORACIÓN:
Acto de Contrición (Ver lección 19 Pág. 79).
109
LECCIÓN 29
Sexto Mandamiento:
no fornicar.
Noveno Mandamiento:
no desear la mujer del
prójimo.
156. ¿Qué prohíbe el sexto Manda-
miento de la Ley de Dios?
El sexto Mandamiento de la Ley de Dios
prohíbe las acciones, palabras y miradas
contra la pureza.
Referencias bíblicas: Éxodo 20,14. “¿No sabéis
que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo
que está en vosotros? Huid de la fornicación”
(1ª. Corintios 6,15-20). Todos los que fabrican,
propagan, venden o compran la pornografía par-
ticipan de este pecado que es el pecado que más
gusta al demonio, dice Santo Tomás de Aquino. El
que propaga la pornografía, con revistas o Inter-
net comete un gran pecado. La mujer que se vis-
te mal, que enseña su cuerpo peca y hace pecar
también. Los padres de familia, jefes de empresa
o esposos que dejan a su gente vestir de una ma-
nera provocativa e indecente, no cumplen con sus
deberes; favorecen el pecado y el demonio.
112
LECClÓN 30
Séptimo Mandamiento:
no hurtar.
Décimo Mandamiento:
no codiciar los
bienes ajenos.
160. ¿Qué prohíbe el séptimo Manda-
miento de la Ley de Dios?
El séptimo Mandamiento de la Ley de
Dios prohíbe quitar injustamente lo ajeno
contra la voluntad de su dueño y todo lo
que puede causar perjuicio al prójimo en
sus bienes.
Referencias bíblicas: Éxodo 20, 15; Jeremías
22, 13; 1ª. Corintios 6, 10. Kilo, metro y precio jus-
tos. Libra correcta. Efesios 4, 28.
ORACIÓN:
Bendita sea tu pureza (Ver lección 29. Pág.
112).
Octavo Mandamiento:
no levantar falso
testimonio ni mentir
165. ¿Qué prohíbe el octavo Manda-
miento de la Ley de Dios?
El octavo Mandamiento de la Ley de Dios
prohíbe las mentiras, los falsos testimo-
nios y, en general, todo lo que perjudica
al prójimo en su honra.
Referencias bíblicas: Éxodo 20, 16; Eesios 4,
25-29. Santiago 5,12. No participar en los chis-
mes, calumnias, mentiras contra el prójimo. Los
periodistas, escritores que propagan a sabien-
das calumnias contra la fama y honor del prójimo
pecan gravemente. Los políticos que engañan a
sabiendas a su pueblo y lo conducen a la ruina,
pecan. Acerca de los políticos la Biblia dice: “El
poder fue dado por el Señor (…) que examina-
rá vuestras obras y escudriñará vuestros pensa-
mientos. (….) De los que mandan se ha de hacer
un severo juicio” (Sabiduría 6, 3-5).
115
167. ¿Qué es levantar falso testimo-
nio?
Levantar falso testimonio es mentir ante
los jueces legítimos.
168. ¿Nunca está permitido mentir?
No, porque la mentira ofende a Dios y
deshonra al que la proere.
Nota explicativa: La mentira ofende a Dios, con-
tenta al demonio, hace perder la conanza ajena.
Uno no tiene la obligación de decir sus secretos
a gente curiosa o chismosa. En ese caso hacer
una broma.
ORACIÓN
Acto de contrición: Señor mío Jesucristo,
Dios y hombre verdadero, Creador y Reden-
tor mío: por ser Vos quien sois y porque Os
amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón de haberos oendido; propongo r-
memente nunca más pecar y apartarme de
todas las ocasiones de ofenderos, confesar-
me y cumplir la penitencia que me fuere im-
puesta.
Os ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos
en satisfacción de todos mis pecados, y confío
en vuestra bondad innita, que me los perdo-
naréis por los méritos de vuestra preciosísima
Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia
para enmendarme y perseverar en vuestro
santo servicio hasta el n de mi vida. Amén.
116
LECCIÓN 32
Mandamientos de la Iglesia
169. ¿Cuáles son los principales Man-
damientos de la Iglesia?
Los principales Mandamientos de la Igle-
sia son cinco:
lº Oír Misa entera los domingos y estas
de guardar.
2º Confesar a lo menos una vez al año.
3º Comulgar por Pascua Florida.
4º Ayunar cuando lo manda la Santa Ma-
dre Iglesia.
117
5º Pagar diezmos y primicias a la Iglesia
de Dios.
Nota explicativa: La Iglesia mediante estos Man-
damientos explicita lo que dice el Santo Evangelio
y la sagrada Tradición Apostólica: Por ejemplo,
para entrar en la vida eterna, Cristo dijo de comer
su Cuerpo y beber su Sangre, (San Juan 6, 55).
170 ¿Cuál es el primer Mandamiento
de la Iglesia?
El primer Mandamiento de la Iglesia es:
Oír Misa entera los domingos y estas de
guardar.
Referencias bíblicas: Hechos 2, 42. Antes el día
del Señor era el sábado, en el Nuevo Testamento
el día del Señor es el domingo, porque el día do-
mingo resucitó Cristo. (Hechos 20, 7).
119
LECCIÓN 33
Segundo y tercer
mandamientos
de la Iglesia
175. ¿Cuál es el segundo Mandamien-
to de la Iglesia?
El segundo Mandamiento de la Iglesia es:
Confesar por lo menos una vez al año.
176. ¿Qué es confesarse?
Confesarse es declarar los pecados al
Sacerdote para que los perdone en nom-
bre de Dios.
Referencias bíblicas: Santiago 5, 16; San Juan
20, 23. En la Confesión es Cristo quien perdona
mediante su ministro, el Sacerdote.
121
guemos con frecuencia y, aun, cada día.
Referencias bíblicas: Cristo dijo: “Si no coméis
la Carne del Hijo del Hombre y no bebéis su San-
gre no tendréis vida en vosotros. El que come mi
Carne y bebe mi Sangre tiene la vida eterna y yo
lo resucitaré el último día” (San Juan 6, 53-54).
Únicamente la Iglesia Católica tiene este poder de
consagrar el Cuerpo de Cristo, porque lo recibió
de los Apóstoles mediante sus legítimos suceso-
res Papas y Obispos durante unos 2000 años.
ORACIONES:
1.- Comunión espiritual: ¡Oh Jesús mío!,
creo en Vos y Os adoro realmente presen-
te en el Santísimo Sacramento del altar;
me arrepiento de haberos ofendido; Os
amo y Os deseo; venid a mi corazón; me
uno a Vos; nunca Os separéis de mí.
2.- Jaculatoria: ¡Señor mío y Dios mío!
122
LECCIÓN 34
Cuarto y quinto
Mandamientos de la
Iglesia
182. ¿Cuál es el cuarto Mandamiento
de la Iglesia?
El cuarto Mandamiento de la Iglesia es:
Ayunar cuando lo manda la Santa Madre
Iglesia.
Referencias bíblicas: San Mateo 6, 16-18. Se
pide ayunar el miércoles de Ceniza y Viernes San-
to. Pero uno puede ayunar también todos los vier-
nes del año, en honor de la Pasión y Muerte de
Cristo; o al memos todos los viernes de Cuaresma.
124
ORACIONES:
Acto de contrición: Señor mío Jesucristo,
Dios y hombre verdadero, Creador y Reden-
tor mío: por ser Vos quien sois y porque os
amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón de haberos oendido; propongo r-
memente nunca más pecar y apartarme de
todas las ocasiones de ofenderos, confesar-
me y cumplir la penitencia que me fuere im-
puesta.
Os ofrezco, Señor, mi vida, obras y traba-
jos en satisfacción de todos mis pecados, y
conío en vuestra bondad innita, que me los
perdonaréis por los méritos de vuestra pre-
ciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me da-
réis gracia para enmendarme y perseverar en
vuestro santo servicio hasta el n de mi vida.
Amén.
Jaculatoria: Jesús mío, perdón y misericor-
dia.
Cristo dijo:
“…Si no hiciereis penitencia,
todos igualmente pereceréis”
(San Lucas 13, 3).
125
LECCIÓN 35
Virtudes morales
y teologales
188. ¿Qué es una virtud?
Virtud es una disposición habitual del
alma, que nos mueve a obrar el bien y
evitar el mal.
Nota explicativa: Si la disposición del alma es
buena, inclinada al bien, el hombre actúa bien,
se hace justo, honrado, bueno y produce actitu-
des buenas. Si el hombre está inclinado al mal,
entonces produce actitudes malas que lo hacen
desdichado y causan problemas con los demás.
Por ejemplo, una persona que piensa que los Diez
Mandamientos de la Ley de Dios no son nada, en-
tonces sus actitudes no serán siempre conformes
a los Diez Mandamientos. Es lógico.
126
Referencias bíblicas: Proverbios 2,2; 1ª. Timo-
teo 6, 11; Efesios 6,10; Eclesiástico 18,30.
128
gracia en esta vida, y después la gloria
del Cielo.
Referencias bíblicas: Salmo 37,3; Tito 1,2; He-
breos 10, 23. La presunción y desesperación son
pecados contra la esperanza. Hace falta humildad
y paciencia siempre, y donde quiera y en todo. Es
presuntuoso el que piensa salvarse sin practicar
la virtud y recibir los Santos Sacramentos.
194. ¿Qué es caridad?
La caridad es una virtud que nos hace
amar a Dios sobre todas las cosas y al
prójimo como a nosotros mismos, por
amor de Dios.
Referencias bíblicas: San Mateo 5, 44-45; 22,
35-40; San Juan 15,12; 1ª. Corintios 13; 1ª. Juan
4, 7-9. Por esta razón vivir en pecado mortal es
perder el amor divino, es ser como un cadáver
ambulante. Un verdadero católico vive siempre en
gracia de Dios para poder amar a Dios y al próji-
mo. Efectos de la caridad: alegría o gozo, mise-
ricordia, benecencia, limosna y corrección rater-
na. Vicios opuestos a la caridad: odio, pereza
espiritual, envidia, discordia, cisma (no someterse
a la Autoridad legítima de la Iglesia), guerra, riña,
sedición, escándalo (es decir, hacer o decir algo
capaz de ocasionar la ruina espiritual del prójimo;
por ejemplo, vestirse mal, mentir sin vergüenza,
vivir en unión libre). Ver Gálatas, 5, 19-26.
ORACIÓN:
Actos de fe, esperanza y caridad (Ver leccio-
nes 18, 2l y 23).
129
LECCIÓN 36
El pecado
195. ¿Qué es pecado?
Pecado es toda desobediencia voluntaria
a la Ley de Dios o de la Iglesia.
Referencias bíblicas: “El que comete pecado
traspasa la Ley” (1ª. Juan 3,4); Génesis 3, 6. Hay
dos clases de pecado: el pecado original y el pe-
cado actual o personal. El pecado original es un
pecado heredado de nuestros primeros padres;
es nacer separado de Dios, nacer sin la gracia o
sea sin la santidad. El pecado actual es un peca-
do que uno mismo comete libremente. El pecado
personal se divide en dos clases: venial y mortal.
(Santiago 4, 17. San Lucas 12, 47).
130
196. ¿Qué pecado se llama mortal?
Se llama pecado mortal el que se comete
en cosa grave, con plena advertencia y
libre consentimiento.
Nota explicativa: Porque el hombre tiene liber-
tad, carga también con la responsabilidad de sus
acciones. Dios nos dio la libertad para el bien y
jamás para el mal. El pecado mortal abre la puer-
ta del inerno, cierra la del Cielo, nos separa de
Dios y da poder al diablo sobre el que lo comete.
“Quien comete el pecado es del diablo” (1ª Juan
3, 8). El que está en pecado mortal, está como
suspendido al borde de un volcán, puede en cual-
quier momento caer en el inerno eterno, si muere
sin arrepentimiento y sin Confesión. (1ª Corintios
6, 9-10). Si uno muere en pecado mortal, va di-
rectamente al inerno eterno. Para quitar todo pe-
cado de su alma es necesario arrepentirse, pedir
misericordia a Dios y confesarse sinceramente de
todos sus pecados, sin ocultar ninguno de ellos,
por muy horribles que sean. La Confesión sincera
destruye todo pecado y santica. Cristo instituyó
la Confesión y es Él quien perdona mediante su
Sacerdote. San Juan 20, 23, Efesios 6, 12.
LOS SACRAMENTOS
134
LECCIÓN 37
La gracia
Nota explicativa: Cristo vino por los pecadores
y no por los justos. Jesús es el Dios Salvador;
dio su vida por nosotros en la Cruz y la salvación
merecida nos la comunica mediante, la Fe en Él,
y en los medios que nos dejó: Los Sacramentos
tal como siete canales que transmiten el Agua que
da la Vida. Los Sacramentos nos dan la Vida de
Dios, es decir, la santidad y nos comunican la sal-
vación de Cristo.
201. ¿Qué es la gracia?
La gracia es un don sobrenatural que
Dios nos concede gratuitamente, por los
méritos de Jesucristo, para ayudarnos a
conseguir la vida eterna.
Referencias bíblicas: “Dios que es rico en mise-
ricordia, por el gran amor con que nos amó, y es-
tando nosotros muertos por nuestros delitos, nos
dio vida por Cristo” (Efesios 2,4; Romanos 11,6;
San Juan 6, 44-65). San Pablo dice en Filipenses
2,13: “Dios es el que obra en vosotros el querer
y el llevar a cabo”. Hebreos 13, 21; Romanos 3,
24. “Son justicados gratuitamente por su gracia”.
Gratuitamente Dios nos salva por los méritos de
Cristo. Pero una vez bautizados hemos renun-
ciando a Satanás y sus obras. El cristiano bau-
tizado debe hacer buenas obras por el amor de
Dios y seguir la ley de Cristo. No son las obras
que nos salvan, las obras son señal del amor de
135
Dios y del prójimo por amor a Dios. El que no hace
buenas obras no ama a Cristo y no cumple su ley
(San Mateo 25,34-46).
136
una piedra. Así pasa con el alma que comete un
pecado mortal. La gracia se va, el alma queda
separada de Dios, como muerta a la vida divi-
na. Además el pecado mortal cierra la puerta del
Cielo, abre la del inerno, y el alma queda como
suspendida al borde del inerno eterno. Por esta
razón si uno cometió un pecado grave debería,
cuanto antes, confesarse (San Juan 20, 22-23),
pedir perdón a Dios y recuperar la gracia perdida.
Junto con la gracia divina Dios derrama en el alma
la Fe viva, la Esperanza, la Caridad, la Prudencia,
la Justicia, la Fortaleza y la Templanza, y los siete
dones del Espíritu Santo.
137
206. ¿Cómo se obtiene la gracia de
Dios?
La gracia de Dios se obtiene principal-
mente por medio de los Sacramentos y
la Oración.
Referencias bíblicas: San Lucas 18, 1: Cristo
dijo: “Es necesario orar en todo tiempo y nunca
desfallecer”. San Mateo 26, 41: “Velad y orad para
no entrar en tentación” (Lucas 21, 36). En cada
conesión y comunión crece la gracia santican-
te junto con las virtudes teologales, morales y los
siete dones del Espíritu Santo.
ORACIONES:
1.- Ángel del Señor, que sois mi custodio por
un especial favor de la divina caridad para
conmigo, dignaos iluminarme, ampararme,
guiarme y gobernarme. Amén
2.- Jaculatoria: ¡Señor mío y Dios mío!
Cristo dijo:
“Es necesario orar en todo tiempo y
nunca desfallecer”
(San Mateo 26, 41)
“Velad y orad para no entrar en
tentación”
(San Lucas 21, 36).
138
LECCIÓN 38
Sacramentos
207. ¿Qué son los Sacramentos?
Los Sacramentos son signos sensibles
instituidos por Jesucristo para producir la
gracia en nosotros y santicarnos.
Referencias bíblicas: San Mateo 28, 19. Los Sa-
cramentos son como siete canales que nos trans-
miten la salvación de Cristo. Fueron conados por
Cristo a los Apóstoles y por los Apóstoles a la Igle-
sia Católica que empezó con ellos. Los Apóstoles
se consideran como “ministros y administradores
de los misterios de Dios”, no como autores (1ª.
Corintios 4, 1; 3,5). El Sacerdote es únicamente
instrumento de Dios. Es Cristo Dios quien comuni-
ca al creyente su gracia y salvación mediante los
Sacramentos. Cristo utilizó a los Apóstoles para
139
bautizar, por ejemplo, y utiliza hoy a los Sacerdo-
tes como ministros, nada más. Los pastores pro-
testantes no han recibido ningún poder ni misión.
Ningún Apóstol o sucesor de Apóstoles les dio mi-
sión de predicar o de bautizar. ¿Por qué? Porque
las sectas llamadas evangélicas empezaron 1521
años después de los Apóstoles. Por esta razón se
apoyan únicamente sobre un libro mudo que no
puede contradecir sus pretensiones. La Biblia no
puede hablar, mientras la Iglesia habla, explica,
explicita y rechaza el error y sus autores. Por esta
razón Cristo undó una Iglesia y conó su jeatura
a san Pedro y sus sucesores, los demás Papas
(San Mateo 16, 18), y prometió estar con ellos
hasta el n del mundo. (San Mateo 28, 19).
142
LECCIÓN 39
Bautismo
212. ¿Cuál es el más necesario de to-
dos los Sacramentos?
El más necesario de todos los Sacramen-
tos es el Bautismo, porque sin él nadie
puede salvarse ni recibir los demás Sa-
cramentos.
Referencias bíblicas: “El que creyere y fuere bau-
tizado, se salvará” (San Marcos 16,16).Cristo ar-
ma: “Quien no renaciere del agua y del Espíritu no
puede entrar en el reino de los Cielos” (San Juan
3,5). Hechos 8, 2; Efesios 5,26; 2ª. Timoteo 1,6;
143
Tito 3,5; 1ª. Pedro 3, 21. Nuestro Señor no hace
diferencia entre niños y adultos. Desde los
Apóstoles la Iglesia siempre bautizó a todos:
niños y adultos. Un niño es una criatura amada
de Dios, tiene derecho a recibir la vida eterna. La
Biblia manda bautizar a toda criatura. La Biblia es
el Libro Sagrado de la Iglesia Católica, ella sola
sabe lo que signican los textos escritos, ella sola
que empezó con los Apóstoles sabe lo que hacían
o decían los santos Apóstoles y sus legítimos su-
cesores. Que las sectas protestantes pidan a la
Santa Madre Iglesia de dos mil años lo que ha-
cían los Apóstoles, ella les instruirá y les expli-
cará correctamente la Palabra de Dios, puesto
que recibió de los Apóstoles la Palabra divina
de viva voz y por escrito (2ª Tesalonicenses 2,
15). Ella es testigo ocular y maestra encargada
de lo que se hizo y se dijo desde el primer siglo.
Toda persona que utiliza este libro Santo fuera de
la Iglesia legítima y Católica, se pone en peligro
de alsicarlo con sus propias interpretaciones y
conducir a la gente en camino equivocado. Dios le
pedirá terribles cuentas. San Pablo nos advierte:
“No os engañéis: Dios no se deja burlar” (Gálatas
6, 7). Falsicar el Evangelio atrae maldición de
Dios. (Gálatas 1, 8).
145
tural sobre la cabeza del que lo recibe,
diciendo al mismo tiempo: “Yo te bautizo,
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo”.
Referencias bíblicas: Mateo 28, 19. En la Biblia
hay dos cosas diferentes que se llaman Bautismo:
el Bautismo de penitencia predicado por Juan Bau-
tista y el Bautismo del Espíritu Santo y fuego que
instituyó Cristo. Confundir estas cosas es mal in-
terpretar la Biblia y alsicarla (Mateo 3, 11; 28,19).
147
LECCIÓN 40
Confrmación
218. ¿Qué es la Confrmación?
La Conrmación es un Sacramento por
el cual recibimos al Espíritu Santo con la
abundancia de sus dones.
Referencias bíblicas: “…sólo habían sido bauti-
zados en el nombre del Señor Jesús. Entonces,
los apóstoles les impusieron las manos y recibie-
ron el Espíritu Santo”. Hechos 8, 15-17; Hechos
19, 5-6; Hechos 2, 1-4. Hechos 1, 7-8; 1ª Juan 4,
4-6. Sólo los Obispos y Sacerdotes pueden comu-
nicar al Espíritu Santo.
148
219. ¿Quién es el ministro ordinario de
la Confrmación?
El ministro ordinario de la Conrmación
es el Obispo en el rito Romano de la Igle-
sia Católica.
Referencias bíblicas: Los Obispos son los su-
cesores de los Apóstoles; vemos que en los He-
chos 8, 14-17, son los Apóstoles que conrman,
es decir comunican el Espíritu Santo. Lo que pasa
en las sectas protestantes y grupos de infuencia
pentecostal de origen protestante no tiene nada
que ver con el Espíritu Santo. En las sectas, los
espíritus malos se hacen pasar por el Espíri-
tu Santo. Los ángeles pecadores conservaron
su naturaleza de ángeles: Pueden hacer muchas
cosas hasta prodigios, hablar por la boca de los
hombres, curar y hacer que los hombres se sien-
tan muy bien. ¡¡¡Cuidado, cuidado, nunca acep-
tar que alguien les imponga las manos en estas
asambleas que un católico no debe nunca fre-
cuentar!!! Las sectas fundadas por hombres no
tienen ninguna protección contra las trampas de
los demonios, que mezclan lo bueno con lo malo,
para engañar mejor a las almas. 2ª Cor 11, 13-14.
149
de ellos y les da una palmadita en el ros-
tro.
221. ¿Qué es el Santo Crisma?
El Santo Crisma es aceite de oliva mez-
clado con bálsamo, que el Obispo consa-
gra el Jueves Santo.
222. ¿Cuáles son los dones del Espíri-
tu Santo?
Los dones del Espíritu Santo son siete:
sabiduría, entendimiento, consejo, forta-
leza, ciencia, piedad y temor de Dios.
Referencias bíblicas: Isaías 11, 2; Efesios 4, 12-
15. Los siete dones del Espíritu Santo son como
siete antenas que captan las luces y fuerzas del
Espíritu Santo. (Se aconseja leer el excelente li-
bro del Padre Philipon: Los sacramentos en la
vida cristiana, editorial Éxodo. Consultar también
sspx.org.mx; statveritas.com.ar).
ORACIONES:
1.- Venid, Espíritu Santo (Ver lección 17. Pág.
64 ).
2.- Jaculatoria: Oh María, sin pecado conce-
bida, rogad por nosotros que acudimos a Vos.
150
LECCIÓN 41
Eucaristía
223. ¿Qué es la Eucaristía?
La Eucaristía es un Sacramento que con-
tiene real y verdaderamente el Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
bajo las especies de pan y vino.
224. ¿En qué momento se cambian el
pan y vino en Cuerpo y Sangre de
Jesucristo?
El pan y vino se cambian en Cuerpo y
Sangre de Jesucristo durante la Santa
Misa, en el momento de la Consagración.
Referencias bíblicas: “El Señor Jesús, en la no-
che en que fue entregado, tomó el pan y después
de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros... Y asimismo,
después de cenar, tomó el cáliz diciendo: Éste es
el cáliz de la nueva alianza en mi Sangre; cuantas
veces lo bebáis, haced esto en conmemoración
mía” (1ª. Corintios 11,23-26). Sólo los Sacerdotes
tienen el poder de consagrar el Cuerpo de Cristo.
ORACIONES:
1.- Acto de adoración (Ver Lección 24. Pág. 99).
2.- Jaculatoria: ¡Señor mío y Dios mío!
152
LECCIÓN 42
Comunión
228. ¿Qué es la Comunión?
La Comunión es el acto de recibir a Je-
sucristo en la Eucaristía, para nuestro ali-
mento espiritual.
Referencias bíblicas: Cristo dijo: “Mi Carne es
verdadera comida y mi Sangre verdadera bebida”
(San Juan 6, 55). Todos los cristianos herederos
de los Apóstoles, en todos los lugares donde se
predicó el Evangelio, han recibido la Doctrina de
153
los Apóstoles acerca de la Misa: El pan y el vino
consagrados por el Sacerdote ordenado válida-
mente son Cuerpo y Sangre, Alma y Divinidad
de Cristo. El hereje Martín Lutero y sus víctimas
han hecho de la Divina Hostia un mero símbolo.
Y bien, esto es falso. Los católicos tenemos la fe
de 2000 años y las sectas tienen como fe la he-
rejía de Lutero, un pobre sacerdote expulsado de
la Iglesia. La diferencia es enorme. Lutero no hizo
ninguna reforma sino que provocó una revolución
que ha destruido la fe cristiana auténtica y, en su
lugar, puso la opinión de cualquier fundador de
sectas que piensa sacar de la Biblia lo que pre-
dica. Toda armación que contradice la e de dos
mil años está condenada por san Pablo con ana-
tema (Gálatas 1, 8).
154
la conciencia. Hace falta antes confesarse y des-
pués comulgar. Un pequeño enojo, una mentirilla
es pecado venial, no prohíbe la Comunión.
231. ¿Qué conviene hacer antes de la
Comunión?
Antes de la Comunión, conviene prepa-
rarse con la devota asistencia a la Santa
Misa o con actos de fe, esperanza, amor,
humildad y deseo.
Nota explicativa: Mientras más uno se prepara
bien para la Comunión más recibe gracia y santi-
dad, más progresa en la vida espiritual y virtudes.
155
Referencias bíblicas: Cristo dijo: “Si alguno come
de este Pan, vivirá para siempre, y el Pan que yo
le daré es mi Carne para la vida del mundo… El
que come mi Carne y bebe mi Sangre tiene la vida
eterna y yo lo resucitaré el último día” (San Juan
6, 51 y 54). Es de lamentar mucho la situación de
los protestantes: Piensan tener el Cuerpo de Cris-
to y sus promesas, y no tienen nada por el hecho
de no tener Sacerdotes ordenados válidamente
para consagrar el Cuerpo de Cristo. El pastor es
un predicador, es un simple laico sin ningún
poder sacerdotal. Desde Lutero hasta hoy los
más profundos de los pastores protestantes que
han estudiado el tema hasta el fondo, todos piden
entrar en la Iglesia Católica, que es la Iglesia legí-
tima. Ningún católico serio, profundo, bien for-
mado se hace protestante. Todo protestante
profundo, bien instruido, sincero, amante de
la verdad y temeroso de Dios se hace cristiano
católico. Los que mantienen, propagan, favore-
cen los errores protestantes pecan y son injustos
con las almas. Cristo confó su salvación a su
Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostó-
lica, y no a las diferentes sectas que son falsas
iglesias que Cristo no fundó y que son usurpado-
ras de función.
ORACIONES:
1.- Acto de Comunión espiritual (Ver lección
12. Pág. 50).
2.- Jaculatoria: Dulce Corazón de Jesús,
sed mi amor.
156
LECCIÓN 43
Primera Comunión
234. ¿Es importante la Primera Comu-
nión?
Sí, la Primera Comunión es muy impor-
tante porque ejerce gran infuencia sobre
toda la vida.
235. ¿A qué edad debe hacerse la Pri-
mera Comunión?
La Primera Comunión debe hacerse a la
edad de razón, esto es, alrededor de los
siete años.
157
236. ¿Qué conocimientos se requieren
para la Primera Comunión?
Para la Primera Comunión se requiere el
conocimiento de los principales Misterios
de la fe y saber distinguir entre el Pan Eu-
carístico y el pan ordinario.
237. ¿Conviene comulgar a menudo
después de la Primera Comu-
nión?
Sí, después de la Primera Comunión
conviene acercarse con frecuencia a la
Sagrada mesa, y aún diariamente si es
posible.
Referencias bíblicas: San Juan 6, 51-57. El niño
que comulga desde los siete años recibe muchas
bendiciones y luces; purica su sangre y está me-
jor armado para el tiempo de pubertad y juventud.
238. ¿Qué práctica especial se reco-
mienda para el día de la Primera
Comunión?
Se recomienda, para el día de la Primera
Comunión, la renovación solemne de las
promesas del Bautismo.
ORACIONES:
1.- Renovación de las promesas del Bautis-
mo (Ver lección 39. Pág. 147).
2.- Jaculatoria: Dulce Corazón de María,
sed mi salvación.
158
LECCIÓN 44
Penitencia
Cristo vino por los pecadores y no por los justos.
Jesús es Dios, el Salvador. Dio su vida por noso-
tros en la Cruz y el perdón merecido llega hasta
nosotros mediante los Sacramentos. El pecado,
el desorden nos abruma, fastidia, nos quita la paz
y tranquilidad, nos hace desdichados. Cristo nos
dice: “Venid a mí todos los que estáis fatigados
y cargados y yo os aliviaré” (San Mateo 11, 28).
Como Cristo dejó el Bautismo como signo y me-
dio de salvación y santicación; dejó también, la
Confesión o perdón de los pecados como medio
de puricarnos del pecado cometido después del
bautizo. (San Juan 20, 23).
161
ORACIÓN:
162
LECCIÓN 45
Confesión
246. ¿Estamos obligados a confesar
todos los pecados?
Para que la Confesión sea buena, esta-
mos obligados a confesar todos los pe-
cados mortales que recordamos haber
cometido (Ver lección 36: El pecado Pág.
130)
Nota explicativa: El pecado es mortal cuando
están reunidas las tres condiciones siguientes:
materia grave, plena advertencia y libre consenti-
miento. Yo sé que es pecado, quiero hacerlo y es
materia grave. Ejemplo: No ir a Misa, abortar etc.
163
imponga; 5º) rezar el “acto de contrición”
mientras el Sacerdote le da la absolución.
Nota explicativa: Si uno no sabe el Confteor,
es decir, el “Yo Pecador”, puede leerlo, o decirlo
antes de presentarse a la Confesión. Si no sabe
confesarse, puede pedir ayuda al Padre que con-
esa. De hecho, la Conesión es muy sencilla:
Confesarse es decir al Sacerdote sus pecados
con arrepentimiento y voluntad sincera de corre-
girse. Se dicen los pecados al Sacerdote porque
recibió el poder de perdonarlos en nombre y por
la autoridad de Cristo. Hacer su examen de con-
ciencia es pensar en los Diez Mandamientos y
los Mandamientos de la Iglesia, en los pecados
capitales y sobre el deber de estado; pensar en lo
malo que uno hizo para arrepentirse y corregirse
en el futuro; pensar también en el bien que uno
no hizo pudiendo hacerlo. Esto se llama pecado
de omisión. La Confesión fortalece el alma.
164
249. ¿Cuándo se hace mala Confe-
sión?
Se hace mala Confesión cuando se calla
por vergüenza algún pecado mortal o fal-
tan el dolor o el propósito de la enmienda.
250. ¿Qué debe hacer el que se ha con-
fesado mal?
El que se ha confesado mal debe volver a
confesar todos los pecados mortales co-
metidos desde la última Confesión bien
hecha.
Nota explicativa: Mientras uno esté en pecado
mortal no tiene paz ni tranquilidad. La paz, la ale-
gría y el pecado mortal no pueden coexistir. El
que tiene pecados no confesados que pida ayuda
a Dios; y con ánimo y conanza diga al Sacerdote
todos sus pecados sin ocultar ninguno, así re-
cibirá el perdón total y tendrá la paz y la santidad
que Dios quiere comunicarle. Un pecado, por muy
horrible o vergonzoso que sea, tiene remedio con
tal de que se diga una vez. Cristo es misericordio-
so, vino para los pecadores, no rechaza a nadie.
ORACIONES:
El “Yo pecador” (Ver lección 16. Pág. 58).
Jaculatoria: Jesús mío, misericordia.
165
LECCIÓN 46
Absolución, Satisfacción y
las Indulgencias
251. ¿Qué es la absolución?
La absolución es el perdón de los peca-
dos que concede el Sacerdote, en nom-
bre de Jesucristo, al penitente bien dis-
puesto.
Referencias bíblicas: Cristo prometió sólo a los
Apóstoles el poder de absolver los pecados (San
Mateo 18,18), y tan sólo a ellos conrió tal potes-
tad (San Juan 20, 23). Este poder divino pasó de
los Apóstoles a sus sucesores en el Sacerdocio
Católico, es decir cristiano universal. Únicamente
el Papa, el Obispo o el Cardenal, que es también
Obispo, y el Sacerdote tienen este poder. El día
de su Resurrección victoriosa sobre el inerno, el
pecado y el demonio, Cristo dijo a sus Apóstoles:
“Como me envió mi Padre, así yo os envío. Di-
ciendo esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu
Santo; a quienes perdonaréis los pecados, les
serán perdonados; a quienes los retuviereis,
les serán retenidos” (Juan 20, 21-23). Este po-
der divino del perdón de los pecados, Cristo lo
conere como perpetuo (que debe permanecer en
la Iglesia), puesto que prometió de estar con los
Apóstoles y sus sucesores hasta el n del mun-
do (San Mateo 28, 20). Cristo pensó en todas las
generaciones de todos los siglos, por esta razón
166
dejó los Sacramentos como medios en SU IGLE-
SIA para comunicarnos su salvación. El escritor
inglés Gilbert K. Chesterton conesa que se
hizo católico para recibir el perdón de los peca-
dos, puesto que la Iglesia Católica es la única que
puede perdonarlos por ser la única fundada por
Cristo. Es curioso que Martín Lutero siguiera con-
esándose hasta el n de su vida con un Sacerdo-
te (Enciclopedia catequética, Por Alferd Barth, ed.
Paulinas, Madrid, 1963, tomo II, página 701-702).
Como es Cristo quien bautiza, es Cristo quien
consagra su Cuerpo y Sangre; es Cristo quien
mediante el Sacerdote, su ministro, perdona
los pecados. El Sacerdote es instrumento de
Cristo, quien actúa en los Sacramentos. El Sa-
cerdote jamás puede decir nada de lo que escu-
cha como representante de Cristo en la Confe-
sión. El Sacerdote que hablara de la Confesión
de fulano, cometería pecado mortal que conduce
al inerno, queda directamente excomulgado, es
decir, expulsado de la Iglesia Católica.
167
la oración, el ayuno, la limosna, con el
amor, el arrepentimiento, el espíritu de
penitencia y las indulgencias.
254. ¿Qué es indulgencia?
Indulgencia es el perdón, concedido por
la Iglesia, de la pena temporal debida por
los pecados ya perdonados en cuanto a
la culpa.
Nota explicativa: Todo pecado grave da origen,
en quien lo comete, a una culpa y a una pena.
La culpa queda perdonada por la Confesión. Uno
debe satisfacer por la pena merecida, por el peca-
do hecho después del Bautismo. La Indulgencia
consiste en esto: Cuando alguien comete un pe-
cado y se arrepiente y se conesa, Dios le per-
dona, pero le queda algo pendiente. Esta obliga-
ción (deuda, o penas temporales), que nos queda
pendiente puede eliminarse total o parcialmente,
mediante la práctica de Indulgencias. La deuda o
pena temporal, consecuencia del pecado, debe-
mos expiarla en el tiempo, es decir en este mun-
do o en el purgatorio, puesto que nada manchado
puede entrar en el Reino de los Cielos.
168
256. ¿Qué se requiere para ganar las
Indulgencias?
Para ganar las Indulgencias se requiere
estar en gracia de Dios y hacer lo que
para ello se ordena.
Nota explicativa: Dios es tan misericordioso que
en todo tiempo aplica a los cristianos, por la inter-
cesión de la Iglesia, los méritos de Cristo y de los
Santos unidos a los de Cristo. ¿Qué es bautizar
sino aplicar los méritos de Cristo a un alma?
La Indulgencia es como una amnistía, cancela-
ción de las penas que aún habría que pagar. Fue-
ra de los méritos de Cristo no hay nada. Santo
Tomás de Aquino dice: “Los méritos superabun-
dantes de Cristo y de los Santos son un bien co-
mún de toda la Iglesia. Ahora bien, lo que es bien
común de la Iglesia se reparte entre cada uno de
los miembros según la voluntad del que dirige la
comunidad.” Un ejemplo: Una persona está en la
cárcel porque debe diez mil dólares por sus faltas:
Sus amigos se sacrican, juntan el dinero y pagan
en su lugar la deuda, él ya no debe nada. Cristo,
y unidos a Cristo sus mejores discípulos, los San-
tos, se han sacricado para alcanzar méritos. Los
merecimientos de Cristo y de sus Santos forman
un tesoro de donde la Iglesia administradora, en
nombre de Cristo, otorga y ayuda a los hijos ne-
cesitados.
La Indulgencia se aplica a los vivos en manera de
la absolución, y a los difuntos en manera de sufra-
gio. Las críticas de los protestantes no son ni jus-
169
tas ni bíblicas, no saben de qué hablan. Querien-
do defender la primacía de Cristo, llegan a errores
graves. San Juan Crisóstomo que murió en el año
407, más de 1110 años antes de la rebeldía de
Lutero, decía: “Las oraciones, los sacricios y las
intercesiones de los unos pueden obtener el per-
dón para los otros” (Homilía 41, acerca de la 1ª
Corintios 5). Todo se hace por Cristo, en nombre
de Cristo y por los méritos de Cristo.
UN CONSEJO IMPORTANTE.
Acércate con frecuencia a la Confesión: La
Confesión frecuente sirve para tener una concien-
cia delicada, atenta y conada; exige un examen
regular de nuestros defectos, ayuda a obtener un
profundo conocimiento de la situación de nuestra
alma y a vencer hasta los más pequeños defec-
tos. El que se conesa con recuencia pone em-
peño, de Confesión en Confesión, para dominar
sus defectos, hacer buenas obras y tener buenos
sentimientos. Dios asiste al Confesor mediante
el Espíritu Santo para que pueda darnos buenos
consejos y orientaciones, nos llama la atención
sobre los peligros y ocasiones de pecado, y nos
atiende para seguir por el camino del divino ser-
vicio.
ORACIÓN:
¡Oh Señora y Madre mía! me ofrezco todo a
Vos, y en prueba de mi lial aecto, Os consa-
gro en este día mis ojos, mis oídos y lengua,
mi corazón y todo mi ser. Ya que soy todo
vuestro, oh Madre de piedad, guardadme y
defendedme como cosa y posesión vuestra.
Amén.
170
LECCION 47
173
LECCIÓN 48
Orden Sacerdotal
y el Matrimonio
262. ¿Qué es el Orden Sacerdotal?
El Orden Sacerdotal es un Sacramento
que da poder y gracia para ejercer digna-
mente las funciones eclesiásticas.
Referencias bíblicas: Cristo, por el hecho de ser
Dios y hombre al mismo tiempo, es el SUMO SA-
CERDOTE DEL NUEVO TESTAMENTO. Cristo
Sacerdote dijo a los Apóstoles: “Como el Padre
me envió, así yo os envío a vosotros” (San Juan
20,21); (San Mateo 28,19, San Juan 20,23). San
Pablo, hablando de los Apóstoles, arma: “Somos
embajadores de Cristo, como si Dios os exhor-
tase por medio de nosotros” (2ª. Corintios 5,
20). El día de la Última Cena, Cristo consagró a
los Apóstoles Sacerdotes del Nuevo Testamento,
dándoles poder para consagrar su Cuerpo cuan-
do dijo hagan esto en memoria mía. Este poder
fue dado únicamente a los Apóstoles y a quienes
los Apóstoles lo comunicaron: Papas, Obispos y
Sacerdotes. Los pastores protestantes no tienen
ningún poder sacerdotal. Los poderes de predi-
car, bautizar, perdonar los pecados, consagrar el
Cuerpo del Señor y dirigir al rebaño del Señor en
nombre de Cristo fueron comunicados por Cristo
a los Apóstoles. Los Apóstoles los comunicaron
a sus sucesores: Papas, Obispos y Sacerdotes,
174
únicamente en la Iglesia Católica. Por esta razón
los pastores protestantes que quieren ser autén-
ticos y legítimos pastores se hacen católicos. Los
pastores que pretenden consagrar pan y vino no
tienen ningún poder para hacerlo y no tienen el
Cuerpo y Sangre de Cristo, de los cuales depende
la salvación eterna (San Juan 6, 48-59). No tienen
nada por desgracia. No decir estas cosas tan fun-
damentales es faltar a la caridad para con ellos y
sus gentes, que piensan tener el Cuerpo de Cris-
to, mientras no tienen absolutamente nada. Todo
es vacío. Su buena fe no cambia nada. Por esta
razón los protestantes serios y profundos siempre
se hacen católicos, mienstras que los católicos ig-
norantes se hacen protestantes.
176
rar las dicultades con la condición de no vivir en
pecado mortal separándose de Dios. Los esposos
que se conesan, comulgan cada semana, rezan,
viven según el plan de Dios, siempre superan las
dicultades, mientras los que viven en pecado
mortal mediante el adulterio, la contracepción, tie-
nen enormes dicultades. ¿Quieres triunar en tu
Matrimonio y ser feliz? Vive santamente el Sacra-
mento, rechaza todo pecado mortal de tu hogar.
(Eesios 5, 22-33) La contracepción articial, bajo
todas sus formas, es pecado y no atrae la ben-
dición de Dios. De hecho vemos en la Biblia que
Dios quita la vida a Onán por no querer tener hijos
a propósito (Génesis 38, 9-10).
177
CUARTA PARTE
LA ORACIÓN
178
LECCIÓN 49
La oración
267. ¿Qué es la Oración?
Oración es la elevación del alma a Dios
para adorarle, darle gracias, pedirle per-
dón y pedirle favores.
Referencias bíblicas: San Mateo 6, 5-13.
180
LECCIÓN 50
El Padrenuestro
El mismo hijo de Dios, nuestro Señor Je-
sucristo, nos ha enseñado a rezar:
273. ¿Cuál es la Oración vocal más ex-
celente?
La Oración vocal más excelente es el Pa-
drenuestro, que nos enseñó el mismo Je-
sucristo.
Referencias bíblicas: San Mateo 6, 9-13.
ORACIONES:
1.- El Padrenuestro (Ver lección 4. Pág. 25).
2.- Jesús, José y María (Ver lección 20. Pág.
81).
182
LECCIÓN 51
El Avemaría
278. ¿Cuál es la mejor Oración, des-
pués del Padrenuestro?
Después del Padrenuestro, la mejor Ora-
ción es el Avemaría.
279. ¿Qué es el Avemaría?
El Avemaría es una Oración que empieza
con el saludo del Ángel Gabriel a María
Santísima en la Anunciación, y termina
con una humilde plegaria.
Referencias bíblicas: San Lucas 1, 28 y 42.
183
Dirigimos a María las palabras del Ángel
porque recuerdan el saludo que más pue-
de agradarle y que mejor dispone su co-
razón en favor nuestro.
281. ¿Qué pedimos en la segunda par-
te del Avemaría?
En la segunda parte del Avemaría pedi-
mos a la Madre de Dios que nos alcance
la gracia de vivir y morir santamente.
Referencias bíblicas: “María, de la cual nació Je-
sús, llamado Cristo” (San Mateo 1, 16).
ORACIONES:
1.- Dios te salve, María, Hija de Dios Padre;
Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo;
Dios te salve, María, Esposa de Dios Es-
píritu Santo.
2.- Bendita sea tu pureza. (Ver Pág. 188).
184
APÉNDICE
ORACIONES
QUE TODO BUEN CRISTIANO DEBE SABER
DE MEMORIA
187
dosa! ¡Oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las pro-
mesas de Jesucristo. Amén.
9.- Actos de fe, esperanza y caridad
Acto de Fe: Dios mío, creo rmemente todas las
verdades que cree y enseña vuestra Santa Igle-
sia, porque Vos, Verdad infalible, se las habéis
revelado.
Acto de esperanza: Dios mío, espero con rme
conanza que me daréis, por los méritos de Je-
sucristo, vuestra gracia en este mundo y vuestra
gloria en el otro, porque me lo habéis prometido y
sois el a vuestras promesas.
Acto de caridad: ¡Dios mío!, Os amo con todo
mi corazón y sobre todas las cosas, porque sois
innitamente bueno y amable, y amo a mi prójimo
como a mí mismo, por amor vuestro.
188
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A TI, celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día,
alma, vida y corazón,
mírame con compasión;
no me dejes, Madre mía.
12.- La Comunión espiritual
¡Oh Jesús mío!, creo en Vos y Os adoro realmen-
te presente en el Santísimo Sacramento del altar;
me arrepiento de haberos ofendido; Os amo y Os
deseo; venid a mi corazón; me uno a Vos; nunca
Os separéis de mí.
13.- Jesús, José y María
Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma
mía;
Jesús, José y María, asistidme en mi última ago-
nía;
Jesús, José y María, haced que viva y muera en
vuestra santa compañía.
14.- El Acordaos
Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que ja-
más se ha oído decir que ninguno de cuantos ha
acudido a vuestra protección, implorando vuestra
asistencia y reclamando vuestro socorro, haya
sido abandonado de Vos. Animado con esta con-
189
anza, a Vos también acudo, oh Madre, Virgen de
las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis peca-
dos me atrevo a aparecer ante vuestra presencia
soberana. ¡Oh Madre de Dios! No desechéis mis
súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas be-
nignamente. Amén.
15.- El Ángel del Señor
Ángel del Señor, que sois mi custodio por un es-
pecial favor de la divina caridad para conmigo,
dignaos iluminarme, ampararme, guiarme y go-
bernarme. Amén.
190
REFLEXIONES SOBRE
EL CATECISMO
SU NECESIDAD Y SUS FRUTOS
La sociedad está enferma: ¡Y qué enferme-
dad! El Papa San Pío X, en el inicio del siglo XX,
hacía ese diagnóstico, “Nuestro mundo sufre un
mal: la lejanía de Dios. Los hombres se han
alejado de Dios, han prescindido de Él en el
ordenamiento político y social. Todo lo demás
son claras consecuencias de esa postura[1]”.
El santo Papa “tuvo la percepción na de los
hombres que pulsan de cerca las conciencias:
nuestros pueblos pierden la fe porque una pla-
ga corroe los fundamentos en que se apoya: la
ignorancia religiosa. Es necesario enseñar el
catecismo[2].” El Papa quiere que se dé a cada
bautizado, desde la niñez, un profundo conoci-
miento de Cristo y de su santa Ley, para poder ha-
cer frente a las fuerzas anticristianas. En efecto,
durante tres siglos “el esfuerzo del mal por desen-
raizar del corazón de los hombres el pensamiento
de Dios ha sido titánico. Se ha acostumbrado a los
pueblos a vivir sin Él. La sociedad contemporánea
recoge los frutos de siembra satánica. Crece la in-
tranquilidad, crece la injusticia. Es absurdo buscar
la justicia y la paz lejos de Dios. Donde falta Dios,
reina la injusticia, y apartada la justicia, la paz se
desploma[3]”. Para remediar la crisis espiritual y
191
social actual, que causa la dislocación de la fami-
lia y de la sociedad; para proteger a los jóvenes
contra los vicios y las sectas ¿qué solución tiene
la Iglesia Católica? Enseñarles un verdadero Ca-
tecismo católico que contenga el conjunto integral
de la fe, de la moral y del culto católico. Veamos
ahora lo que dicen la Sagrada Biblia, el Magisterio
de la Iglesia y los Santos acerca de la necesidad y
utilidad de una sólida formación religiosa:
La Sagrada Escritura
La Biblia enseña que la ignorancia de las co-
sas de Dios es el peor de los males. ¿De dónde
viene que “la mentira y la maldición, el homicidio
y el robo, el adulterio lo inunden todo; y que una
maldad alcanza a otra, sino de que no hay cien-
cia de Dios sobre la tierra”? (Oseas, 4, 1). Dios
mismo se queja diciendo: “Mi pueblo perece por
falta de conocimiento” (Oseas, 4, 6).
El niño instruido en la ciencia de Dios e incli-
nado a la práctica de la virtud, desde sus tiernos
años, rara vez olvidará en lo restante de su vida
los principios grabados en su corazón (Proverbios
22, 6).
En el Bautismo, el niño recibe la fe en ger-
men. Es preciso durante su niñez y juventud expli-
carle esa misma fe sistematizada en el Catecismo
en cuatro partes:
1) Todas las verdades que Dios nos reveló (el
dogma).
192
2) Los Mandamientos que debemos guardar (la
moral).
3) Los medios de santicación que son los Sa-
cramentos (el culto).
4) La Oración (el culto).
Acaso no dijo Nuestro Señor Jesucristo de
bautizar: “A todos los pueblos enseñándoles a
conservar todo cuanto os he mandado” (Mateo
28, 19-20). Y ¿cómo conservarán lo que mandó
Cristo si no lo conocen? Y ¿cómo lo conocerán
realmente, si los jóvenes quedan con unas nocio-
nes adquiridas para la Primera Comunión y que
rápidamente se olvidan o se hacen confusas en
su mente? Para evitar esa plaga de la ignorancia,
la Iglesia en su Magisterio, insiste mucho sobre
la comunicación el y completa de la Doctrina
de Cristo, claramente presentada en el Catecis-
mo tradicional.
El magisterio de la Iglesia
En su Derecho Canónico, la Iglesia manda:
“Es deber propio y gravísimo, especialmente
de los pastores de almas, el procurar la ins-
trucción catequística del pueblo cristiano”
(Canon 1329 edición 1917, Canon 774, ed. 1983).
“No solamente los padres y los demás que
hacen sus veces, sino también los amos y padri-
nos tienen obligación de procurar que todos sus
súbditos o encomendados aprendan el Catecis-
mo” (C.1336, ed. 1917):
193
“1. Todos los eles han de ser educados des-
de la infancia, de tal suerte que no sólo no se les
enseñe ninguna cosa contraria a la Religión Cató-
lica y a la honestidad de las costumbres, sino que
ha de ocupar el primer lugar la instrucción re-
ligiosa y moral.
2. No solamente los padres, sino también
cuantos hacen sus veces, tienen derecho y de-
ber gravísimo de procurar la educación cristia-
na de los hijos” (C.1372, ed. de 1917).
“En toda escuela elemental se ha de dar a los
niños una instrucción religiosa proporcionada a su
edad.
A los jóvenes que frecuentan las escuelas
medias y las superiores, se les debe dar una ins-
trucción religiosa más completa.” (C. 1373, ed. de
1917; edición 1983 C. 776 a 780).
195
los ministros del Señor, ya es crecidísimo y
aumenta cada día más, el número de los que
todo lo ignoran en materia de religión, o tienen
de Dios y de la fe cristiana un concepto tal,
que en plena luz de verdad católica, les permi-
te de vivir como paganos. ¡Ah! Cuán grande es
el número, no diremos de niños, pero de adultos
y hasta ancianos encorvados por la edad, que ig-
noran absolutamente los principales misterios de
la fe”. Y como consecuencia de esa ignorancia,
esas personas tienen “por lícito forjar y mantener
odios contra el prójimo, hacer contratos inicuos,
explotar negocios infames, hacer préstamos usu-
reros y constituirse en reos de otras prevarica-
ciones semejantes. (...) Alimentan en sus almas,
que carecen de principios religiosos, los pensa-
mientos más perversos, y hacen el número de
sus iniquidades mayor que el de cabellos de su
cabeza.” (AN 11). Y esos vicios se encuentran no
sólo en la gente del campo, sino también en la
gente que se envanece en su saber y sus diplo-
mas. Concluyendo la encíclica, el Papa se dirige a
los Obispos y les pide: “Os rogamos y suplicamos
que observéis cuán grandes son los estragos
que produce en las almas la sola ignorancia de
las cosas divinas. (… no dejéis, de procurar,
ante todas las cosas, con todo empeño, con
todo el celo, con toda la solicitud de que sois
capaces, que el conocimiento de la Doctrina
Cristiana llegue a todos los eles y se incul-
que profundamente en sus almas” (AN 22). San
Pío X quería que “el Catecismo pudiera entrar en
las escuelas con total dignidad, con porte airoso,
196
como ‘primer libro’, el más digno de atención[4]”,
porque el Catecismo es un ecaz “remedio a la
plaga de la ignorancia religiosa, raíz verdadera
de nuestros males[5]”.
197
¿“No es, acaso, esta negación o menosprecio
de Dios, Creador Juez Supremo del hombre, la
fuente principal de la creciente inundación del mal
que preocupa hoy día a los hombres de bien, y
siembra el camino de la vida humana de tantos
hogares destrozados? Si los hombres que creen
en Dios no lo glorican como a Dios, ni le dan gra-
cias; si la fe es mantenida oculta en el secreto del
aposento, mientras la inmodestia, la malicia, la
avaricia y toda suerte de maldad son ampliamente
practicadas en los salones y públicas reuniones,
¿es acaso de extrañar que Dios los entregue a los
perversos deseos de su corazón para la inmundi-
cia (...) y los hombres se vuelven llenos de envi-
dia, homicidas, fraudulentos, enemigos de Dios,
ultrajadores, soberbios, altaneros, desobedientes
a sus padres, indiferentes, desleales, y despiada-
dos”? (Rom. 1, 18-32 [7]”).
Los santos hablan del catecismo
San Antonio María Claret (Autobiografía No.
275) dice que el Catecismo preserva a los niños
“del error, de vicio, y de la ignorancia, y los forma
en la virtud”. El mismo Santo escribía que el re-
medio para neutralizar a los sectarios y destruir
sus calumnias “es la formación de un buen cle-
ro (Sacerdotes), sabio, virtuoso, celoso y de
oración, por una parte, y, catequizar y predicar
a los niños, niñas y demás gentes y hacer cir-
cular libros buenos y hojas sueltas [8]”.
“Veo –decía- que el mundo está perdido, y
no sé hallar otro medio que la formación de un
198
buen clero (...), el segundo medio es la formación
de la juventud de ambos sexos” (S. Claret, E.A.
n. 170). “El mundo está saturado de sociología
y falto de Catecismo. Todo el mundo piensa en
los derechos y nadie en los deberes... El Camino
recto (Catecismo—devocionario escrito por San
Claret) para ir al Cielo es también el más recto
y seguro para vivir en la tierra. Yo sólo veo aquel
catálogo de deberes de los diferentes estados:
deberes de los padres, de los hijos, de los ma-
ridos, de los jóvenes, de los hacendados, de los
pobres, de los negociantes, de los artesanos y de
los trabajadores del campo. En ninguna parte ha-
bla de derechos (S. Claret, EA, pág. 425, nota 34:
Si cada uno cumple con sus deberes, entonces
respetará los derechos de los demás).
San Juan de Ávila se dedicaba a la instrucción
de los niños y decía: “ganada esta tierna edad,
se ganaba y recobraba toda la república; porque
los pequeños pasan a ser grandes y por su mano
se gobierna la república. La buena educación y
enseñanza de la Doctrina Cristiana es la fuente
y raíz de todos los bienes y felicidades de una re-
pública, al paso que el educar mal a la juventud
es envenenar las fuentes comunes” (citado por S.
Claret, EA 280). La ignorancia del Catecismo es
un peligro nacional. En efecto “Los que no saben
la Doctrina Cristiana son ciegos sin guía, sin luz,
en tinieblas; son árboles sin raíz; navegantes sin
brújula ni timón; soldados sin armas; trabajadores
sin pan.[9]” (S. Claret EA, 287). Ya en el siglo XV
Juan Gersón, rector de la Sorbona, la Universi-
dad de París, escribía: “Habrá quien se admire de
199
que nos amenace un gran cataclismo religioso y
social, cuando ya son muchos los que tienen por
indigno de un teólogo, de un famoso literato, o
de hombres investidos de alguna dignidad ecle-
siástica, que se dediquen a la enseñanza de la
doctrina, sobre todo a los niños?” (S. Claret E.A.
287). En el siglo 16, no hubieran existido Lutero,
Calvino y los numerosos fundadores de la herejía
protestante, causando tantos males, si la ignoran-
cia y la corrupción de costumbres no les hubieran
abierto el camino y preparado los pueblos.
¿Habrían las sectas protestantes, en nues-
tros días, arrancando al catolicismo millones de
almas, si los Sacerdotes y padres de familia hu-
bieran dado un Catecismo completo, católico, ín-
tegro, a los bautizados? Si hoy muchos jóvenes
son indiferentes en materia religiosa y buscan
el sentido de su existencia en el esoterismo, es
decir, en doctrinas supersticiosas y falsas, que
en muchos casos tienen en forma clara o “bajo
el agua” cultos satánicos; eso signica un grado
elevado de ignorancia de las bases de la Religión
Católica.
A lo anterior, debemos agregar con el car-
denal Ratzinger que muchos de los nuevos ca-
tecismos católicos, no son ni completos ni claros
(Informe sobre la fe, BAC, 7ma. edición páginas
80 y 81). Para alimentar nuestra fe sería bueno
consultar los Catecismos católicos de siempre: El
de San Pío X, el del Padre Jerónimo Ripalda o
el Catecismo Romano del Concilio de Trento. (Se
puede bajar de Internet estos Catecismos muy in-
200
teresantes y completos).
Ya en 1946 el Papa Pío XII lanzaba ese grito
de alarma: “El Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia,
está amenazado no sólo por poderes extraños,
sino también por fuerzas internas de debilidad y
decaimiento. Habéis sido alertados del peligro.
La creciente debilidad, el desvitalizante progreso
que ha ido avanzando, en no pocas partes de la
Iglesia, se debe principalmente a la ignorancia
o por lo menos al conocimiento supercial de
las Verdades religiosas enseñadas por el Divi-
no Redentor a todos[10]”. El Papa Juan Pablo
II decia que están equivocados los que quie-
ren suprimir el catecismo con preguntas y res-
puestas. El papa BENEDICTO XVI, hablando del
Catecismo de San Pío X dijo que este Catecismo“fue
para muchos una guía segura en el aprendizaje de
las verdades de la fe por su lenguaje sencillo, claro
y preciso y por su ecacia expositiva” http://www.
zenit.org/article-36263?l=spanish
Conclusión:
Frutos del catecismo
Enseñar en forma completa el Catecismo
católico a los niños es el medio más adecuado
y seguro de reformar la familia y arraigar só-
lidamente en ella la virtud; si las familias son
reformadas, como consecuencia, la sociedad
también será reformada. El Catecismo sirve:
Para mantener siempre encendida en el pueblo
la llama de la fe y despiertas las conciencias para
201
protegerse contra la corrupción de las costumbres
públicas y privadas, y salvarse.
“El Catecismo es luz que ilumina las inteligen-
cias y las guía por los caminos del recto vivir; la
bandera y programa de Jesucristo y de su Iglesia;
la teología del Evangelio en pequeño compendio;
el más ecaz instrumento para la buena educa-
ción; la base y undamento, sólido y rme, sobre
el que se ha de asentar la vida cristiana; la ver-
dadera clave para hallar la solución de todas las
cuestiones sociales; el código de la sana moral;
el conjunto de verdades y preceptos que, como
precioso eslabón, nos une con Dios[11]”.
En el Catecismo el niño aprende a vivir como
debe hacerlo todo hombre honrado y cristiano;
aprende a conocer a Dios, a reverenciarle y ser-
virle. “Entreguemos en nombre de Dios, a estas
almas tiernas a Jesucristo, antes que, sojuzgados
por la pasión, venga el demonio a apoderarse de
ellas[12]”.
Hagamos lo posible para inculcar el Catecis-
mo a nuestros hijos, aunque estén grandes. Lea-
mos cada semana unas páginas de nuestro Ca-
tecismo. Ofrezcamos Catecismos como limosna.
Tratemos de ser catequistas. Así, con la ayuda de
Dios, podremos evitar muchos errores y conducir-
nos en el camino de la eterna Salvación.
Referencias y bibliografía
[1] José María Javierre, Pío X. Historia ejem-
plar y divertida del Papa santo y querido en
nuestro siglo, Madrid, 1984 p. 200.
202
[2] J. M. Javierre, Pío X. p 161.
[3] J. M. Javierre, Pío X. p 200.
[4] J. M. Javierre, Pío X. p 245.
[5] J.M. Javierre, Pío X. p 200.
[6] Carta de la Secretaría de Estado al III Con-
greso Catequístico de Milán, 1 de octubre
de 1939.
[7] Radiomensaje al Congreso Catequístico de
los Estados Unidos 1946.
[8] San Antonio María Claret, Escritos autobio-
grácos) Madrid, BAC, 1981, pág. 367, n.
734-35; (en adelante EA en el texto).
[9] S. Claret EA, 287.
[10] Radiomensaje de Pío XII al Congreso Cate-
quístico de los Estados Unidos. 1946.
[11] P. Ramón J. De Muñana Méndez, SJ. El
Sacerdote en oración, meditaciones, Bil-
bao, 1962, pág. 313, no. 361
[12] P. José Mach, Tesoro del Sacerdote,
Barcelona, 1891, 11a edición Españo-
la, p. 783.
http://www.mercaba.org/ARTICULOS/C/cate-
cismo_necesidad_frutos.htm
Consultar: statveritas.com.ar
Sus comentarios a: email:
sspxguatemala@gmail.com
203
¿Qué edad tiene
tu iglesia?
SI ERES CATÓLICO, APOSTÓLICO Y RO-
MANO, tú sabes que tu Iglesia fue fundada en el
año 33 de la era cristiana por Jesucristo, el Hijo
de Dios, quien dijo a San Pedro: “Tu eres Pedro y
sobre esta piedra edifcaré MI IGLESIA”. (San
Mateo 16, 18). Esta Iglesia desde San Pedro has-
ta hoy tuvo 266 Papas sucesores de San Pedro.
205
saber que tu religión fue fundada por Carlos Taze
Russell en 1870, y modicada por su discípulo
Rutherford en 1918.
SI ERES UN CIENTÍFICO CRISTIANO, mi-
rarás el año 1879 como el año en que nació tu
religión, que fue fundada por Mary Baker Eddy.
SI ERES DE LAS “IGLESIAS EVANGÉLICAS
O PENTECOSTALES”, tu secta protestante fue
importada de Estados Unidos y empezó por los
años 1960.
Cristo a nadie dio misión de fundar igle-
sias y sembrar la confunsión entre sus ovejas.
Una Iglesia fundada por hombres no es la Iglesia
de Cristo puesto que Cristo fundó su Iglesia hace
2000 años. Dejemos de jugar con la Bíblia mani-
pulada.
Los PROTESTANTES nunca fueron de Jesu-
cristo. Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre fundó
SU Iglesia sobre la roca inconmovible de PEDRO
(San Mateo, 16, 18) que fue el primer Papa. Des-
de San Pedro hasta el año 2013 hubo 266 Papas
sucesores legítimos de San Pedro. El Papa tiene
la función de San Pedro: Apacentar el rebaño de
Cristo (ovejas y corderos, sacerdotes y eles), de-
fender el rebaño contra las divisiones y errores,
sectas y charlatanes (Juan 21, 15-17).
206
SABES TAMBIÉN QUE JESUCRISTO DIJO:
“Guardaos de los alsos proetas que vienen
a vosotros disfrazados con pieles de ovejas,
mas por dentro son lobos voraces. Por sus
frutos u obras los conoceréis” (San Mateo, 7,
15-16).
Y QUE ASIMISMO, JESUCRISTO DIJO: “En
tal tiempo, si alguno os dice: el Cristo o Mesías
está aquí o allí, no le creáis: porque aparecerán
falsos cristos y falsos profetas, y harán alarde de
grandes maravillas y prodigios, de manera que
aún los escogidos, si posible fuera, caerían en el
error” (San Mateo, 24, 23-24).
Por consiguiente, no te dejes engañar por los
llamados “pastores” protestantes, de cualquier
secta que sean, que quieren con sus falsas doc-
trinas apartarte de la Iglesia Católica, Apostólica y
Romana, que es la única verdadera, fundada por
Nuestro Señor Jesucristo, que es, como Él mis-
mo lo dijo: “el Camino, la Verdad y la Vida” (San
Juan, 14, 6). Nadie es verdadero cristiano si no
es miembro e hijo de la Iglesia cristiana universal.
En efecto, Iglesia católica signica Asamblea
cristiana universal, la que congrega a todos los
eles de Cristo desde los Apóstoles hasta hoy.
http://www.statveritas.com.ar/Varios/Que%20
edad%20tiene%20su%20iglesia.htm
207
Hace 2000 años…
208
modo, haciendo “discípulos” y sembrando con-
fusión y división entre los católicos ignorantes.
¿Acaso todo esto puede ser fruto del Espí-
ritu Santo de Cristo? ¿Reconoce Cristo a estas
36,000 iglesias como suyas o las rechaza, pues-
to que Él no las fundó y a nadie dio autoridad
para fundarlas? Frente a la confusión provocada
por las sectas y los falsos profetas, para no dejar-
se engañar y perderse (Mateo 7, 15-23) ¿cómo
saber con certeza cuál es la verdadera Iglesia que
Cristo fundó?
209
legítima, la que escribió la Biblia, la que reci-
bió el Espíritu Santo, la que salva.
4. Ahora bien, la historia nos dice que la Igle-
sia católica, es decir, la Iglesia cristiana uni-
versal, es la única Iglesia que tiene vein-
tiún siglos, y que esta misma Iglesia viene
de los Apóstoles, a través de sus legítimos
sucesores. Desde San Pedro, martirizado en
el año 67 en Roma por el emperador romano
Nerón, hasta el Papa Francisco I, esta Igle-
sia tiene un jefe, que es el representante de
Cristo en la Tierra y sucesor legítimo de San
Pedro, ahora llamado Papa.
5. Únicamente la Iglesia católica y apostóli-
ca, que ha tenido 266 papas, puede pro-
porcionarnos una lista de sus jefes, desde
San Pedro hasta el Papa actual. Ninguna
otra iglesia puede ofrecernos esta lista de la
sucesión apostólica. Si no puede mostrarnos
este documento, signica que ue undada
después. Y si fue fundada después, no es una
Iglesia legítima, ni verdadera, ni bíblica; no
puede ser obra de Cristo. Y si no es obra de
Cristo, esta “iglesia”, fundada por supuestos
profetas, no puede predicar correctamente el
Evangelio, ni santicar, ni salvar, aunque ar-
me a la ligera ser de Cristo (Mateo 7, 15-23).
Es un instrumento de perdición que confunde
a la gente, ya que Cristo arma que “Surgi-
210
rán muchos falsos profetas y extraviarán a
muchos.” (Mateo 24, 11).
6. Cristo, por ser Dios, no puede equivocarse ni
engañarnos: prometió a Sus Apóstoles y
a Sus sucesores que Él estaría con ellos
hasta el fn del mundo y que las uerzas
del mal no podrían prevalecer contra Su
Iglesia (Mateo 28, 17-19). Por consiguiente,
pretender que la Iglesia verdadera se acabó
en el siglo cuarto y que el emperador Cons-
tantino “fundó la Iglesia católica” es antibíblico
y antihistórico; es una armación indigna de
un hombre sensato.
7. Los que inventan supuestas iglesias desobe-
decen a Cristo y a Sus legítimos represen-
tantes, a quienes Él dijo: “Quien a vosotros
escucha, a Mí me escucha y quien a voso-
tros rechaza, me rechaza a Mí; ahora bien,
quien me rechaza a Mí rechaza a Aquel que
me envió.” (Lucas 10, 16).
8. La Iglesia católica y la Biblia son inseparables.
A los que rechazan la Iglesia católica y apos-
tólica, pero se sirven de la Biblia, que la mis-
ma Iglesia católica recibió, escribió, decimos:
Cristo, por ser Dios, es sabio y prudente;
no dejó la Biblia como una manzana de la
discordia entre Sus discípulos y los que se
hacen pasar por Sus discípulos, fundando
sectas. Cristo fundó una Iglesia, dejó un re-
211
presentante, que fue San Pedro y luego sus
legítimos sucesores, para predicar, interpretar
y defender Su Evangelio contra los manipula-
dores de la Biblia (II Pedro 1, 20; Gál. 1, 8; II
Cor. 11, 13-14). La Biblia en manos de los
fundadores de sectas no puede defender-
se, no tiene boca para desmentir sus fal-
sas interpretaciones y malas aplicaciones.
9. La Iglesia verdadera necesariamente es UNA,
SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA y debe
tener 2000 años. Debe tener la misma fe, la
misma moral, la misma autoridad mediante la
legítima sucesión apostólica y la misma en-
señanza, desde Cristo hasta hoy. Ahora bien,
aparte de la Iglesia católica, ninguna de las
36,000 iglesias protestantes cumple con es-
tas condiciones (Juan 17, 20). Cristo quiere
que todos sus discípulos sean unidos en “un
solo rebaño y un solo pastor” (Juan 10, 16),
una Iglesia puesto que Cristo dijo: “Tu es Pe-
dro y sobre esta piedra edicaré MI IGLESIA”
(Mateo 16, 18). San Pablo dice que hay: “Un
solo Señor, una sola fe, un solo bautismo”
(Efesios 4, 5). Cristo nunca quiso un caos de
sectas opuestas y contradictorias.
212
ORACIONES DE LA MAÑANA
Pongámonos en la presencia de Dios y
adoremos su Santo Nombre
¡OH Santísima y augustísima Trinidad, Dios
uno en tres Personas! Creo que estás aquí pre-
sente. Te adoro con sentimiento de la más pro-
funda humildad, y te ofrezco de todo corazón, los
homenajes que son debidos a tu soberana ma-
jestad.
Acto de fe
Dios mío, creo rmemente todo lo que cree y
enseña la Santa Iglesia Católica, Apostólica, Ro-
mana, porque eres Tú, Verdad infalible, quien se
lo ha revelado.
Acto de esperanza
Dios mío, espero con rme conanza, que
me has de dar, por los meritos de Jesucristo, tu
gracia en este mundo, y, observando tus manda-
mientos, tu gloria en el otro; porque así me lo has
prometido y eres todopoderoso, bueno y el a tus
promesas.
Acto de caridad
Dios mío, te amo con todo el corazón, con
toda mi alma, con todas mis fuerzas y sobre todas
213
las cosas, por ser innitamente bueno e innita-
mente amable; y a mi prójimo como a mi mismo,
por tu amor.
Demos gracias a Dios por los benef-
cios que nos ha hecho y ofrezcámonos a
Él
Te doy, Oh Dios, humildemente gracias por
todos los benecios que hasta aquí me has dis-
pensado, y si he llegado a este día, es por un
afecto nuevo de tu bondad. Quiero, por lo mismo,
emplearlo únicamente en tu servicio; Te consa-
gro todos los pensamientos, acciones y trabajos.
Bendícelos, Señor, a n de que no haya ninguno
que no éste animado de amor y no atienda a tu
mayor gloria.
Hagamos una frme resolución de evi-
tar el pecado y evitar la virtud
Adorable Jesús mío, divino modelo de perfec-
ción a que debemos aspirar, quiero hacerme se-
mejante a Ti, en cuanto sea posible: dulce, humil-
de, casto, celoso, sufrido, caritativo y resignado
como Tú. Procuraré especialmente no caer hoy
en las faltas que más a menudo cometo, y de las
cuales deseo sinceramente corregirme.
Pidamos al Señor las gracias que
necesitamos.
Dios mío, Tu conoces mi faqueza. Yo no
214
puedo nada sin el auxilio de tu gracia. No me la
rehúses, oh Dios mío, concédemela según mis
necesidades. Dame fuerza bastante para evitar
todo el mal que Tú prohíbes, para practicar todo
el bien que de mí esperas, y para sufrir con
paciencia todas las penalidades que a bien tengas
enviarme.
Padre Nuestro (ver página 185-186)
Ave María
Credo, (formula corta)
Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador
del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su
único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por
obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa
María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pi-
lato; ue crucicado, muerto y sepultado; descen-
dió a los inernos; al tercer día resucitó de entre
los muertos; y subió a los cielos; está sentado a la
derecha del Padre, y desde allí ha de venir a juz-
gar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu
Santo, la Santa Iglesia católica, la Comunión de
los Santos, el perdón de los pecados, la resurrec-
ción de la carne y la vida eterna. Amén.
El “Yo” pecador
Yo, pecador, me coneso a Dios todopodero-
so, a la bienaventurada siempre Virgen María, al
bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaven-
turado San Juan Bautista, a los Santos Apóstoles
215
Pedro y Pablo, a todos los Santos, y a vos, padre,
que pequé gravemente con el pensamiento, pa-
labra y obra, por mi culpa, por mi culpa, por mi
grandísima culpa; por tanto, ruego a la bienaven-
turada siempre Virgen María, al bienaventurado
San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan
Bautista, a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, a
todos los Santos, y a vos, padre, que roguéis por
mi a Dios Nuestro Señor.
Invoquemos a la Santísima Virgen, a
San José, a nuestro Ángel Custodio y a
nuestro Santo Patrón
Virgen Santísima, Madre de Dios, madre y
patrona mía, yo me pongo bajo tu protección; me
arrojo conado en el seno de tu misericordia. Se,
Madre de bondad, mi refugio en mis necesida-
des, mi consuelo en mis penas y mi abogada cer-
ca de tu adorable Hijo, hoy y todos los días de mi
vida, y sobre todo en la hora de mi muerte.
Oh San José, Padre virginal de Jesús, purí-
simo Esposo de la Virgen María, rogad cada día
por nosotros al mismo Jesús, para que, defendi-
dos con las armas de vuestra gracias y luchando
legítimamente durante la vida, seamos coronados
por El mismo en la muerte.
Ángel de Dios, que sois mi custodio, bajo
cuya tutela me ha encomendado la divina piedad,
en este día iluminadme, guardarme, regidme, go-
216
bernadme. Así sea.
Celestial patrono, con cuyo nombre me glo-
río, rogad siempre a Dios mí: conrmadme en la
fe; robustecedme en la virtud; defendedme en la
lucha, para que vencedor del maligno enemigo,
merezca conseguir la gloria eterna. Amén
217
Gracias os damos, Dios Omnipotente, por to-
dos los benecios que de vuestra bondad hemos
recibido. Amén. Padrenuestro y Avemaría.
El Señor nos dé su paz y después la vida eter-
na. Amén.
EN LOS MOMENTOS DE IMPACIENCIA.-
No blasfemes ni reniegues; reza pide a Dios o
bien exclama: Dios mío, dadme paciencia; Madre
mía, refrena mi lengua.
REZA EL ÁNGELUS TRES VECES AL DÍA,
como es costumbre, y así merecerás las bendicio-
nes de tu Madre del Cielo.
ORACIONES DE LA NOCHE
Pongámonos en la presencia de Dios,
y adorémosle
Te adoro, Dios mío, con el acatamiento que
me inspira la presencia de su soberana grandeza.
Creo en Ti, porque eres la Verdad misma; espero
en Ti, porque eres innitamente bueno;
Te amo con todo mi corazón, porque eres su-
mamente noble, y amo al prójimo como a mi mis-
mo y por amor tuyo.
Demos gracias a Dios por todos los fa-
vores que nos ha prodigado
218
¿Cómo agradecerte, Dios mío, todos los bie-
nes que he recibido de Ti? Tú has pensado en
mi desde toda la eternidad, me has sacado de la
nada, me has dado tu vida para rescatarme y me
colmas a diario de innitos avores.
¡Ah Señor!, ¿Qué puedo hacer en agradeci-
miento por tanta bondad?
Uníos a mi, espíritus bienaventurados, para
alabar al Dios de las misericordias, que no cesa
hacer bien a más ingrata de sus criaturas.
Pidamos a Dios conocimiento de nuestros
pecados
Fuente eterna de Luz, Espíritu Santo, disipa
las tinieblas que me ocultan la fealdad y la malicia
del pecado. Hazme concebir un horror tan grande.
Oh Dios mío, que le odie, si es posible, tanto
como le odias Tú mismo, y que nada tema tanto
como el cometerlo en lo venidero.
Examen de Conciencia
Para con Dios: Amor de Dios sobre todas
las cosas
Negligencias y omisiones en mis deberes de
religión -Irreverencias a la Iglesia- Santicación
del domingo- Falta de respeto a las personas y
cosas santas- Sudas sobre La fe- Respeto huma-
no- Blasfemias- Murmuraciones- Falta de Con-
219
anza o de resignación- Resistencias a la gracia.
Para con el prójimo: Amor al prójimo
por Dios
Falta de solicitud-Falta de obediencia-Peniten-
cia-Aspereza-Desprecio Frialdad- Odio- Envidia-
Injurias- Burlas- CalumniasMaledicencias- Perdón
de las injurias -Falsos testimonios-Violencias-
Mentiras-Malos ejemplos- Incitación al mal- Es-
cándalo- Injusticias- Deudas- Hurtos- Deberes
para con la patria- Deberes Sociales.
Para consigo mismo: Santifcación
Enmienda de mi principal defecto-Practica
de mi virtud dominante- Sencillez- Generosi-
dad- Orgullo – Vanidad – Avaricia – Sensualidad
en deseos, miradas, lecturas, palabras, acciones
– Intemperancia – Gula - Molicie- Falta de morti-
cación – Ira – Impaciencia – Pereza en e cumpli-
miento de mis deberes de estado.
Acto de Contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verda-
dero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos
quien sois, bondad innita y por que os amo so-
bre todas las cosas, me pesa de todo corazón ha-
beros ofendido, también me pesa porque podéis
castigarme con las penas del inerno.
220
Animado con tu divina gracia, propongo rme-
mente nunca mas pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuera impuesta, para el perdón
de mis pecados.
Os ofrezco mi vida, mis obras y trabajos,
en satisacción de todos mis pecados, conó en
vuestra bondad y misericordia innita, me los per-
donareis por los meritos de vuestra preciosísima
Sangre, pasión, muerte; me daréis gracia para
enmendarme y para perseverar en vuestro santo
servicio hasta el n del mundo. Amén.
Hagamos un propósito frme de nunca
más pecar
¡Cuando desearías, Oh Dios mío, no haber-
te ofendido jamás! Más, ya que he tenido, Señor,
Esa gracia, te quiero mostrar el dolor que siento,
por una conducta del todo contraria a la que has-
ta aquí he observado. Renuncio desde ahora al
pecado y la ocasión del pecado, sobre todo aquél
en que caigo con mas frecuencia. Y si Te dignas
concédeme la gracia, como yo Te la pido y la es-
pero, he de cumplir elmente con mis deberes, y
nada será capaz de detenerme cundo se trate de
tu servicio. Amén.
Padre Nuestro
Ave María
Yo Pecador
221
Encomendémonos a Dios, a la Virgen
María y a los Santos
Bendice, Oh Dios mío, el descanso que voy
a tomar para reparar mis uerzas, a n de servirte
mejor. Virgen Santísima, Madre de Dios y mi úni-
ca esperanza después de El; San José, Santo Pa-
trono mío, interceded por mi; protegedme durante
la noche, todo el tiempo de mi vida y en la hora de
mi muerte. Así sea.
Oración Ángel de mi Guarda
Ángel de Dios, que sois mi custodio, a mi, que
os he sido encomendado por la celestial piedad,
en esta noche iluminadme, guardadme, regidme,
gobernadme. Así sea.
Roguemos por vivos y por los feles
difuntos
Derrama, Señor, tus bendiciones sobre mis
padres, mis hermanos, mis amigos y mis enemi-
gos. Protege a todos aquellos que me has dado
por maestros, así espirituales como temporales.
Socorre a los pobres, prisioneros, afigidos, cami-
nantes, enfermos, agonizantes. Convierte a los
herejes e ilumina a los eles. Dios de bondad y
misericordia, ten piedad también de las Almas de
lo eles que se hallan en el purgatorio. Acelera
el n de sus penas, concede el descanso y la luz
eterna a aquellos por los cuales tengo mas obliga-
ción de orar. Amén.
222
PROMESAS DE LA VIRGEN
MARÍA A LOS DEVOTOS DEL
SANTO ROSARIO
La Santísima Virgen le hizo al Beato Fray Alano
de la Roche, O. P., las siguientes promesas:
1ª. Quien me sirviere rezando constantemente
mi Rosario recibirá cualquier gracia que me
pida.
2ª. Prometo mi especialísima protección y gran-
des benecios a los que rezaren devotamen-
te mi Rosario.
3ª. El Rosario será un escudo fortísimo contra el
inerno, destruirá los vicios, librará de peca-
dos y abatirá la herejía.
4ª. El Rosario hará germinar las virtudes y que
las almas consigan copiosamente la miseri-
cordia divina; sustituirá en el corazón de los
hombres el amor de Dios al amor del mundo,
y los elevará a desear las cosas celestiales
y eternas. ¡Cuántas almas por este medio se
santicarán!
5ª. El alma que se me encomiende por el Rosa-
rio se salvará (los moribundos; los expuestos
a graves peligros; los niños recién concebi-
dos que van a morir a manos de nuevos He-
rodes u otras causas, etc.,)
6ª. El que con devoción rezare mi Rosario, con-
siderando sus misterios, no será oprimido
por la desgracia, ni morirá de muerte repenti-
223
na. Se convertirá si es pecador, perseverará
en la gracia si es justo, y en todo caso será
admitido a la vida eterna.
7ª. Los verdaderos devotos de mi Rosario no
morirán sin los auxilios de la Iglesia.
8ª. Quiero que todos los que rezan mi Rosario
tengan en vida la luz y la plenitud de la gracia
y sean partícipes de los méritos de los San-
tos.
9ª. Yo libro muy pronto del Purgatorio a las al-
mas devotas del Rosario.
10ª. Los verdaderos hijos de mi Rosario gozarán
en el Cielo de una gloria singular.
11ª. Todo cuanto se pidiere por medio del Rosario
se alcanzará prontamente.
12ª. Socorreré en todas sus necesidades que los
que propaguen mi Rosario.
13ª. He impetrado de mi Hijo que todos los cofra-
des del Rosario tengan en vida y en muerte
como hermanos (benefactores) a todos los
bienaventurados de la corte celestial.
14ª. Los que rezan mi Rosario son todos hijos
míos muy amados, y hermanos (asimismo
predilectos) de mi unigénito Jesús.
15ª. La devoción del Santo Rosario es una señal
maniesta de predestinación a la gloria.
Fuente: López, Jeremías. Grandes Promesas de la Virgen.
Divulgaciones Benécas. Cáceres, España, 1988.
224
EL SANTO ROSARIO
modo de rezarlo
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemi-
gos, líbranos, Señor, Dios Nuestro. En el nombre
del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Luego se reza el Acto de Contrición
ACTO DE CONTRICIÓN:
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien
sois y porque os amo sobre todas las cosas, me
pesa de todo corazón de haberos ofendido, pro-
pongo rmemente nunca más pecar, apartarme de
las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir
la penitencia que me fuera impuesta. Os ofrezco,
Señor, mi vida, obras y trabajos en satisfacción de
mis pecados y confío en vuestra Bondad y Mise-
ricordia innita me los perdonareis por los mereci-
mientos de vuestra preciosísima sangre, pasión y
muerte y me daréis gracia para nunca más pecar,
enmendarme y perseverar en vuestro santo servi-
cio hasta el n de mi vida. Amén.
Luego se reza el Credo de los apóstoles (fórmula
corta).
CREDO:
Creo en Dios Padre Todopoderoso creador del
225
cielo y de la tierra. Y en Jesucristo su único Hijo,
nuestro Señor; que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María
Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilatos;
ue crucicado, muerto y sepultado; descendió
a los inernos; y al tercer día resucitó de entre
los muertos; subió a los cielos y está sentado a
la diestra de Dios Padre; desde allí ha de venir a
juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Es-
píritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión
de los Santos, el perdón de los pecados, la resu-
rrección de los muertos y la vida eterna. Amén.
Luego el Padre Nuestro.
PADRE NUESTRO:
v. Padre Nuestro, que estás en los cielos, santi-
cado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad así en la tierra como en el cie-
lo.
R. El Pan nuestro de cada día dánosle hoy; perdó-
nanos nuestras deudas, así como nosotros perdo-
namos a nuestros deudores; y no nos dejes caer
en tentación; mas líbranos del mal. Amén.
Luego un Gloria al Padre.
GLORIA AL PADRE:
v. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
226
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por
lo siglos de los siglos. Amén.
Y las jaculatorias:
v. Oh Jesús mío,
R. Perdonad nuestros pecados, líbradnos del fue-
go del inerno, llevad al cielo a todas las almas, y
socorred especialmente a las más necesitadas de
vuestra divina misericordia. Amén.
v. Ave María Purísima,
R. Sin pecado concebida.
Nota: el Gloria al Padre y las jaculatorias se rezan
después de cada misterio.
Ahora vienen los Cinco Misterios que le corres-
ponden a cada día. En cada misterio se reza un
Padre Nuestro, diez Ave Marías, un Gloria al Pa-
dre y las Jaculatorias.
MISTERIOS GOZOSOS:
(SE REZAN LOS DÍAS LUNES Y JUEVES)
Primer Misterio: la Anunciación del Ángel y la En-
carnación del Verbo. Fruto de este misterio: la
virtud de la humildad (Lc 1, 26-38).
Segundo Misterio: la Visitación de María a su Pri-
ma Sta. Isabel. Fruto: la caridad fraterna (Lc 1,
39-56).
227
Tercer Misterio: el Nacimiento del Salvador. Fru-
to: el espíritu de pobreza (Lc 2, 1-20; Mt 2, 1-12).
Cuarto Misterio: la Presentación del Niño Jesús en
el Templo y la Puricación legal de María Santísi-
ma. Fruto: la obediencia y la pureza (Lc 2, 21-40).
Quinto Misterio: el Niño Jesús perdido y hallado
en el Templo. Fruto: buscar a Dios en todas las
cosas (Lc 2, 41-52).
MISTERIOS DOLOROSOS:
(SE REZAN LOS DÍAS MARTES Y VIERNES)
Primer Misterio: la Agonía. Fruto: la contrición de
nuestros pecados (Lc 22, 39-46).
Segundo Misterio: la Flagelación. Fruto: la morti-
cación corporal (Jn 18, 36-19).
Tercer Misterio: la Coronación de Espinas. Fruto: la
morticación del espíritu y del corazón (Mt 27, 27-31).
Cuarto Misterio: Jesús lleva su Cruz a cuestas.
Fruto: la paciencia en las pruebas (Lc 23, 26-32).
Quinto Misterio: la Crucixión. Fruto: el don de sí
mismo a la obra de la redención (Lc 23, 33-49).
MISTERIOS GLORIOSOS:
(SE REZAN LOS DÍAS MIÉRCOLES, SÁBADOS
Y DOMINGOS)
Primer Misterio: la Resurrección de Nuestro Se-
ñor Jesucristo. Fruto: la fe (Lc 24, 1-12).
228
Segundo Misterio: la Ascensión de Nuestro Señor
Jesucristo a los cielos. Fruto: la esperanza y el
deseo del cielo (Hech 1, 4-11).
Tercer Misterio: la venida del Espíritu Santo sobre
Nuestra Señora y los Apóstoles. Fruto: la caridad
y los dones del Espíritu Santo (Hech 2, 1-13).
Cuarto Misterio: la Asunción de Nuestra Señora.
Fruto: la gracia de una buena muerte (Lc 1, 48-49).
Quinto Misterio: la Coronación de la Santísima
Virgen en el Cielo como Reina y Señora de todo
lo creado. Fruto: la verdadera devoción a la San-
tísima Virgen María (Ap 12, 1).
Ahora se reza la Salutación, con las tres Ave
Marías, como sigue.
Dios te salve, María Santísima, Hija bien amada
de Dios Padre, Virgen purísima antes del parto,
en tus manos encomiendo mi fe para que la
alumbres, llena eres de gracia…
Dios te salve, María Santísima, Madre admirable
de Dios Hijo, Virgen purísima durante del parto,
en tus manos encomiendo mi esperanza para que
la alientes, llena eres de gracia
Dios te salve, María Santísima, castísima Esposa
de Dios Espíritu Santo, Virgen purísima después
del parto, en tus manos encomiendo mi caridad
para que la infames, llena eres de gracia
229
Dios te salve, María Santísima, Templo, Trono y
Sagrario, de la Santísima Trinidad, Virgen conce-
bida sin mancha de pecado original, alcánzanos
Madre Mía, la perseverancia nal, no nos dejes
vivir, ni mucho menos morir en pecado mortal.
Amén.
DIOS TE SALVE:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti
suspiramos gimiendo y llorando en este valle de
lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos.
Y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente! ¡oh pia-
dosa!
¡Oh dulce virgen María! Amén.
LETANÍAS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:
Son las letanías más antiguas después de las de
los Santos.
v. Señor, ten misericordia de nosotros.
R. Señor, ten misericordia de nosotros.
v. Cristo, ten misericordia de nosotros.
R. Cristo, ten misericordia de nosotros.
v. Señor, ten misericordia de nosotros.
R. Señor, ten misericordia de nosotros.
230
v. Cristo, óyenos.
R. Cristo, óyenos.
v. Cristo, escúchanos.
R. Cristo, escúchanos.
v. Dios Padre celestial,
Ten misericordia de nosotros.
R. Dios Hijo Redentor del mundo,
Ten misericordia de nosotros.
v. Dios Espíritu Santo,
Ten misericordia de nosotros.
R. Trinidad Santa, un solo Dios,
Ten misericordia de nosotros.
v. Santa María, R. ruega por nosotros.
v. Santa Madre de Dios, R. ruega por nosotros.
Santa Virgen de las vírgenes,
R. ruega por nosotros.
Madre de Cristo, ruega por nosotros.
Madre de la divina gracia, ruega por nosotros.
Madre purísima, ruega por nosotros.
Madre Castísima, ruega por nosotros.
Madre virginal, ruega por nosotros.
Madre incorrupta, ruega por nosotros.
Madre inmaculada, ruega por nosotros.
Madre amable, ruega por nosotros.
Madre admirable, ruega por nosotros.
Madre del buen consejo, ruega por nosotros.
Madre del Creador, ruega por nosotros.
Madre del Salvador, ruega por nosotros.
Virgen prudentísima, ruega por nosotros.
Virgen digna de veneración, ruega por nosotros.
231
Virgen digna de alabanza, ruega por nosotros.
Virgen poderosa, ruega por nosotros.
Virgen clemente, ruega por nosotros.
Virgen el, ruega por nosotros.
Espejo de Justicia, ruega por nosotros.
Trono de sabiduría, ruega por nosotros.
Causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.
Vaso espiritual, ruega por nosotros.
Vaso digno de honor, ruega por nosotros.
Vaso insigne de devoción, ruega por nosotros.
Rosa mística, ruega por nosotros.
Torre de David, ruega por nosotros.
Torre de marl, ruega por nosotros.
Casa de oro, ruega por nosotros.
Arca de alianza, ruega por nosotros.
Puerta del cielo, ruega por nosotros.
Estrella de la mañana, ruega por nosotros.
Salud de los enfermos, ruega por nosotros.
Refugio de los pecadores, ruega por nosotros.
Consuelo de los afigidos, ruega por nosotros.
Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.
Reina de los Ángeles, ruega por nosotros.
Reina de los Patriarcas, ruega por nosotros.
Reina de los Profetas, ruega por nosotros.
Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros.
Reina de los Mártires, ruega por nosotros.
Reina de los Confesores, ruega por nosotros.
Reina de las Vírgenes, ruega por nosotros.
Reina de todos los Santos, ruega por nosotros.
Reina concebida sin pecado original, ruega por
nosotros.
232
Reina elevada al cielo, ruega por nosotros.
Reina del Santísimo Rosario, ruega por nosotros.
Reina de la paz, ruega por nosotros.
v. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mun-
do. R. Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Ten piedad y misericordia de nosotros.
v. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las pro-
mesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Oremos.
v. Te rogamos, Señor Dios, que nos concedas a
nosotros, tus siervos, gozar de perpetua salud de
alma y cuerpo, por la gloriosa intercesión de la
bienaventurada siempre Virgen María, seamos
librados de las tristezas presentes y disfrutar de
la eterna alegría. Por Jesucristo, Nuestro Señor.
R. Amén.
AVE MARÍA:
v. Dios te salve María; llena eres de gracia; el
Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.
233
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por no-
sotros, pecadores ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
ANGELUS
3 veces al día se reza esta oración para agra-
decer a Nuestro Señor de haberse hecho hom-
bre y felicitar a la Virgen Santa de haber sido
elegida como madre del Jesucristo
v. El ángel del Señor anunció a María.
R. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…
v. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…
v. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…
v. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las pro-
mesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo.
ORACIÓN
v. Te suplicamos, Señor, derrama tu gracia en
nuestras almas para que los que por el anuncio
234
del ángel, hemos conocido la encarnación de tu
Hijo Jesucristo, por su pasión y su cruz, llegue-
mos a la gloria de su resurrección.
Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
R. Amén.
EN TIEMPO DE PASCUA: en lugar del ángelus
se reza lo siguiente
Reina del cielo, alégrate, aleluya: El que merecis-
te engendrar, aleluya:
Resucitó, como lo había dicho, aleluya: Ruega a
Dios por nosotros. Aleluya.
v. Regocíjate y alégrate, Virgen María, aleluya.
R. Porque verdaderamente ha resucitado el Se-
ñor. Aleluya.
ORACIÓN.
v. ¡Oh Dios!, que por la resurrección de tu Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo, te has dignado llenar
de alegría al mundo, te suplicamos nos concedas
que por su Madre la Virgen María, participemos
de los gozos de la vida eterna. Por el mismo Cris-
to Señor nuestro. R. Amén.
235
236
ÍNDICE
1ª Preliminares .............................................. 9
2ª La señal de la Cruz ................................. 16
PRIMERA PARTE
LAS VERDADES QUE DEBEMOS CREER
3ª El Credo .................................................. 20
4ª Dios ......................................................... 23
5ª Dios Creador .......................................... 26
6ª La Santísima Trinidad ............................. 28
7ª Ángeles y demonios................................ 31
8ª El Hombre .............................................. 34
9ª La Encarnación del Hijo de Dios ............. 38
10ª Vida oculta de Jesucristo ........................ 41
11ª La Santísima Virgen María...................... 43
12ª Vida pública de Jesucristo ...................... 47
13ª La Redención .......................................... 51
14ª El Sagrado Corazón de Jesús ................ 54
15ª Resurrección de Jesucristo .................... 56
16ª Ascensión de Jesucristo ......................... 58
17ª El Espíritu Santo ..................................... 60
18ª La Iglesia................................................. 65
19ª La Comunión de los Santos .................... 75
20ª Postrimerías ............................................ 80
21ª El Cielo, el inerno, etc. .......................... 83
22ª La Resurrección, etc ............................... 87
SEGUNDA PARTE
LOS DEBERES QUE DEBEMOS PRACTICAR
23ª Mandamientos de la Ley de Dios............ 91
237
24ª Primer mandamiento............................... 94
25ª Segundo mandamiento ......................... 100
26ª Tercer mandamiento ............................. 102
27ª Cuarto mandamiento............................. 105
28ª Quinto mandamiento............................. 108
29ª Sexto y noveno mandamientos............. 110
30ª Séptimo y décimo mandamientos ......... 113
31ª Octavo mandamiento ............................ 115
32ª Mandamientos de la Iglesia .................. 117
33ª 2º y 3º mandamientos de la Iglesia ....... 120
34ª 4º y 5º mandamientos de la Iglesia ....... 123
35ª Virtudes morales y teologales ............... 126
36ª El pecado .............................................. 130
Angelus........................................................... 234
Regina Caeli Laetare.......................................235
LAUS DEO!
239