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Actividad #2 Segundo Año TM y TT
Actividad #2 Segundo Año TM y TT
Actividad #2 Segundo Año TM y TT
AGRUPAMIENTO: 2° AÑO TM Y TT
RECUERDEN QUE LOS TRABAJOS DEBEN SER ENTREGADOS AL MAIL DEL AREA
lenguayliteratura106@gmail.com , O SER ENTREGADOS DURANTE LA PRESENCIALIDAD. LOS TRABAJOS
SON OBLIGATORIOS.
ACTIVIDAD N ° 2
-A fines del siglo XVII- dijo el escritor Félix Durand, con su modo retórico, lleno de simetrías y
comparaciones-, en una casa de Cannon Row, en el barrio de Westminster, John Locke opinó que el
entendimiento de los individuos era como un cuarto vacío, que recibía las impresiones de las ideas; dos
siglos más tarde Gastón Leroux, en su escritorio de la redacción de Le Matin, frente al rumoroso boulevard,
pensó que un crimen en una habitación cerrada podía impresionar el entendimiento de los individuos y
escribió El misterio del cuarto amarillo. […]
Se detuvo para tomar aliento. Era el momento propicio. Y todos, por un instante, se interrumpieron entre
sí, en su afán de interrumpirlo. Y a todos se adelantó ella, no tanto por su rapidez, sino porque Durant,
después de mirar fugazmente las caras, la prefirió y la escuchó, como quien prefiere en el día una onda a
otra onda. Un rostro bronceado, los ojos claros y el cabello rubio ceniciento. La llamaban señora de
Echagüe, y visitaba el club de golf por primera vez, integrando un equipo rival. La tormenta había
inmovilizado a los jugadores en un hall de amplias ventanas, contra las cuales se obstinaba la lluvia; varios
temas habían languidecido hasta que Durant impuso el suyo.
-Usted había prometido –dijo ella- contarnos el asunto de la desaparición del collar.
- Sí; pero relátenos los hechos – logró colaborar el doctor Argüello Soria.
Exageraba su entusiasmo por los “hechos” porque quería demostrar su seriedad. La seriedad era la llave de
su éxito, junto con los anteojos y el sombrero Orión.
-Les hablé de Gastón Leroux – continuó Félix Durand, lanzando una mirada pétrea al doctor Argüello Soria -
, porque el collar de Florencia Domselaar desapareció de un cuarto cerrado, vigilado por mi amigo el
inspector Agostini y custodiado por numerosos pesquisantes. […]
El señor Arquímedes Olaguer, fabricante de tejidos, que jugaba al golf para adelgazar, y su esposa, que
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jugaba para impedir que su marido adelgazara con otras mujeres, acercaron sus sillas.
Ese asunto siempre me interesó – dijo el fabricante de tejidos-. Se dijo que en la desaparición del collar
hubo algo de sobrenatural.
- “Florencia Domselaar de Núñez tenía sesenta años, pero representaba diez menos. Después de una vida
de viajes por Europa se había instalado en Buenos Aires, en un departamento del barrio Norte. Su única
preocupación era su nieta Ernestina Vidal Núñez, joven autoritaria y vehemente, que vivía con ella desde la
muerte de sus padres. Florencia era una mujer de gustos acentuadamente convencionales; se sometía a lo
que estaba “bien” y huía de lo que estaba “mal”, aceptando el contenido de estos conceptos sin averiguar
su origen. So se le hubiera preguntado quién los establecía, habría supuesto lógicamente que era alguien
que “era bien”. Se juntaba con amigas que profesaban las mismas normas y, a esa altura de sus vidas,
tomaban los mismos remedios. […]
“La fortuna de Florencia Domselaar estaba constituida por cuatro casas en el barrio Sur, alquiladas a bajo
precio, trescientas acciones de “labor Regional”, sociedad de crédito agrícola, y el famoso collar de perlas
del mahará de Rasendra, comprado por su marido, el doctor Napoleón Núñez, en Amsterdam, en 1926. El
collar estaba valuado en más de medio millón de pesos y debía ser entregado a Ernestina Vidal Núñez,
como dote, el día de su casamiento. El casamiento de Ernestina había sido fijado para el primero de
septiembre. Cinco días antes, Florencia se presentó en la división de investigaciones y denunció que
personas desconocidas habían tratado de violar su pequeña caja de hierro, donde guardaba el collar, en su
departamento de la calle Juncal. El inspector Agostini fue encargado del caso.
“Era un hombre incrédulo y curtido, el polo opuesto del investigador racionalista de las novelas, pero con
bastante experiencia y espíritu de iniciativa. […]
Para evitar una segunda incursión, Agostini estableció una vigilancia constante. El treinta de agosto
Florencia se despertó al ruido de alguien que andaba en la casa, corrió la ventana y llamó al pesquisante
que permanecía en la calle por la noche. El hombre corrió, revisó el departamento y todos los alrededores,
pero no encontró al merodeador. Todo esto hizo que el inspector redoblara la vigilancia y comprometiera
en el caso a su amor propio. Se resolvió que durante la fiesta posterior a la ceremonia estarían atentos
varios pesquisantes. Se resolvió, además, que los regalos serán exhibidos en la última pieza del
departamento, que sólo tenía una puerta y una pequeña ventana hacia un patio interior. […]
“El primero de septiembre los invitados empezaron a llegar a las nueve. A las diez la fiesta estaba en su
apogeo y las luces refulgían en las joyas de las mujeres y en las pecheras blancas de los hombres. En el
último cuarto del departamento se exhibían los regalos. Había cuatro vitrinas con joyas, objetos de arte,
cerámicas y regalos diversos, y una mesa baja, cubierta con seda roja, donde estaba el collar. Detrás de la
mesa, una repisa con dos floreros grandes, transparentes, llenos de agua cristalina. […] El inspector
Agostini, después de cerrar la pequeña ventana que daba al patio interior de la casa, había asegurado la
manija de la misma con alambre. En el patio interior estaba un pesquisante, por si alguien, en un rapto de
audacia, rompía el vidrio de la ventana y arrojaba el collar. La puerta estaba permanentemente vigilada por
dos hombres de confianza. […] A las doce de la noche, cuando ya el baile se desarrollaba con toda
animación. Florencia reunió a los amigos más íntimos y procedió a una entrega simbólica del collar a su
nieta. […]
Las personas que habían presenciado el acto y el nuevo matrimonio fueron invitadas por Florencia a pasar
al salón; luego ésta y Agostini dieron un último vistazo y la primera cerró la puerta con llave. […] A la una
de la mañana Florencia quiso verificar si todo estaba en orden, entró en la pieza, comprobó que nada
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faltaba y volvió a salir.
“Una hora después el inspector Agostini sugirió a la dueña de casa la conveniencia de guardar el collar en la
pequeña caja de hierro que había en el living. […] De ambas gargantas se escapó un grito de asombro. ¡El
collar había desaparecido! […]La ventana que daba al patio estaba cerrada y el alambre colocado por el
inspector no había sido tocado.”
-Nadie había salido- dijo Durant al terminar su relato- desde la última inspección hecha por Florencia a la
una de la mañana. El collar desapareció entre la una y las dos, cuando entraron de nuevo Florencia y el
inspector. En ese lapso nadie entró ni salió. […]
-No; salvo que usted llame magia al juego maravilloso de la mente. […]
- El robo no podía haberse efectuado después de abierta la puerta; la única solución es, pues, que el collar
desapareció antes de cerrada la habitación por última vez. […] Florencia, cuando entró a la una a verificar
la existencia del collar, lo arrojó en uno de los jarrones. Éste tenía un disolvente y el collar, que era de
material plástico, desapareció. […]
Había sorprendido, con embarazo, una mirada irónica clavada en su rostro. Optó por interrumpir el relato
con un pretexto convencional:
- Hubo robo, pero las personas vinculadas al hecho pertenecen a círculos… este… Hay cosas que es mejor
no mencionar… Está aclarando. Me parece que me voy a la estación. […]
Al llegar a la puerta oyó la voz clara de la señora de Echagüe y ese taconeo rítmico y duro de las mujeres
esbeltas. […]
-Usted tiene que disculparme – dijo Durand, cuando entraron en la vereda arbolada – sólo al final
comprendí que estaba cometiendo una indiscreción.
- No se preocupe. Yo misma lo alenté. Además, usted no tenía por qué saber que mi nombre de soltera es
Vidal Núñez. Me molestó que me definiera como autoritaria y vehemente, pero en seguida me di cuenta
de que eso se lo transmitió el comisario. Yo me opuse a que siguiera la investigación contra mi abuela. De
todos modos, yo lo sabía todo…
-Sí; lo vendió en Europa, en uno de nuestros viajes. De modo que estuvo bien que usted se refiriera a
Gastón Leroux. Hizo fabricar luego una réplica en material plástico y esperó el día de mi casamiento, en el
que se debía entregar la joya. Pero después pensó que yo descubriría el engaño e inventó el robo perfecto.
Yo acepté la farsa. ¿Para qué hacerla sufrir? De todos modos, ella se había gastado el dinero conmigo.
Cuando llegaron a la vía férrea el viento había ya barrido las últimas nubes. El sol resbaló en el cielo y se
hundió detrás de los árboles, agitando sus dedos de luz.
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2- El escritor Félix Durant relata el caso a un auditorio en el club de golf. Algunos de los presentes
exigen al narrador determinadas actitudes. Marquen en el texto los párrafos correspondientes y
unan con flechas en el siguiente cuadro.
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4- La señora Florencia Domselaar pertenece a una clase social acomodada. Enumeren cinco indicios
que la ubiquen en esta posición social.
5- Antes de la desaparición del collar, Florencia Domselaar denuncia episodios de intento de robo.
Señálenlos en el cuento y completen el siguiente cuadro.
Segundo episodio
6- Elijan entre los motivos siguientes cuáles pueden haber influido en la decisión de Florencia
Domselaar para hacer desaparecer el falso collar y justifiquen.
7- Sobre el final del cuento, el narrador interrumpe su relato. Señalen las razones que impulsan esta
actitud.
8- Como si fuesen parte de un jurado, analicen si puede considerarse a la Sra. Echagüe como cómplice
del hecho.
EL CUENTO.
El cuento es una narración, relativamente breve, de hechos ficcionales y resulta, sin duda, el género
discursivo literario más popular. La trama predominante es narrativa- aunque también se incluyen
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descripciones-, porque se narran acciones y acontecimientos. La finalidad es crear una obra
estética, por lo que predomina en este género la función poética del lenguaje.
Sus características más destacadas son. Su carácter ficcional, dado que los hechos narrados no son
reales, sino producto de la imaginación creadora; la brevedad: un cuento puede leerse
ininterrumpidamente, en una solo sesión de lectura; la intensidad: todo tiende a lograr, en el lector,
un efecto singular y único que puede aparecer al final del cuento.
Existen distintos tipos de cuentos. De acuerdo con su temática y con los diferentes efectos que
provocan en los lectores, se puede distinguir entre: cuentos realistas, maravillosos, de terror, de
ciencia ficción y policiales.
EL CUENTO POLICIAL.
El cuento policial narra la investigación de un delito o crimen, llevada a cabo por un investigador
que debe resolver el enigma planteado.
Entre los distintos de cuentos policiales, el más conocido es e que se denomina narración de
enigma.
El policial de enigma se caracteriza por presentar un delito y describir el proceso de la investigación
que permite descubrir al culpable. El misterio es explicado por un detective mediante el examen de
los hechos materiales y psicológicos, aplicando un método de análisis racional y de observación.
En resumen, los elementos estructurales de de un cuento policial de enigma son: un delito o un
asesinato que se transforma en un enigma a resolver; uno o varios sospechosos de culpabilidad; un
detective a cargo de la investigación: un método de investigación lógica para analizar todos los
indicios- huellas, posadas, documentos, cartas, notas- y también las declaraciones de los
sospechosos y de los testigos. Con estos elementos, el investigador elabora diferentes hipótesis, es
decir, ideas acerca de quién puede ser el responsable. Finalmente, profundiza la investigación y
busca pruebas condenatorias contra el culpable.
1- Relean la definición de cuento. Con referencia a “EL COLLAR”, marquen con una cruz todas
las opciones que les parezcan correctas.
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2- Lean atentamente los elementos estructurales del cuento policial de enigma y completen
las siguientes oraciones.