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Abigail
Abigail
Abigail
Yo creo que una mujer sensata tiene en su corazón una alta dosis de humildad para saber
doblegar su orgullo y darle más valor a la gente, que a la elocuencia, o; a la intensidad de sus
palabras. La gente capaz de sopesar el daño que pueden producir sus palabras en el otro
(algunos incluso irremediables) es escasa.
Cuando el mal se avecina (tenga la forma que tenga) nuestras palabras tienen un alto poder para
vencerlo. El punto clave está en cómo vayan sazonadas. Abigail supo sazonar las suyas con
humildad y tuvo una actitud de respeto y valentía frente a David.
“Cuando Abigaíl vio a David, rápidamente se bajó del asno y se inclinó ante David sin levantar la
vista, luego se arrojó a sus pies, mientras decía: «Señor mío, ¡que caiga sobre mí el pecado de
mi esposo! Pero antes te ruego que me permitas hablar”.
1 Samuel 25:23-44 RVC
Prácticamente le está diciendo: “Si usted lo desea, máteme a mí, pero no acabe con la vida de
todo ésta gente inocente”.
¡Cuánta valentía y humildad! ¡Cuánta sensatez en su discurso al mostrarle a David todo el peso
que tendría en su consciencia si cometía ese acto tan atroz! Adicionalmente lo lleva a darse
cuenta de cómo quedaría él frente a Dios si tomaba una decisión apresurada y sin considerar su
intervención.
Parte II
Pudo buscar ayuda en otra parte para sacar a la gente de ese lugar, ya que su marido Nabal
tenía una posición económica muy buena. No me extrañaría que siendo tan inteligente hubiese
encontrado otras formas para escapar de aquella situación.
Pero decide presentarse con la cabeza abajo frente a este hombre prendido en ira, llevarle un
presente para arreglar la situación y pedirle perdón por algo que ella no había hecho.
Eso se llama sensatez.
Logró conmover a David, calmar su ira y salvo a toda una comunidad de la muerte.
La mujer sensata sazona sus palabras con humildad y con ellas vence todo el mal que se avecina
para los suyos y para sí misma.
La mujer sensata es una mujer que vence la situación, no a las personas.
La mujer sensata es una mujer que se refugia en Dios para salvar a los que ama.
Mi oración personal
AnaLa madre de Samuel
Lección 3
Un carácter marcado por la
fe.
La competencia entre mujeres tiene data desde hace miles de años. En los tiempos
bíblicos aquella mujer que más podía parir era considerada por la sociedad como más
valiosa o se le tenía en alta estima. En la actualidad acudimos a otros estereotipos o
seguimos ciertos patrones para encajonar a las mujeres según su nivel de valor: “La más
bonita, la más inteligente, con más éxito profesional, la que tenga mejor dominio entre
trabajo – maternidad, la más ordenada, la que tiene más plata, la que tiene el matrimonio
perfecto, la que se viste mejor, la que se cuida mejor, etc, etc.” Estas situaciones nos
pueden llevar a sentir que no tenemos control y que estamos en desventaja respecto a
las demás.
¡Cuán buena es la palabra de Dios al quitarnos todas esas etiquetas y sacarnos de esos
cajones!
¡Cuán bueno es Dios al considerarnos de forma integral y hacerlo usando una sola
Aquel que dio su vida por mí, me mostró a precio de dolor y sangre que mi valor no es
superficial. No es efímero y no responde a lo que dice cualquiera.
Bendita sea la cruz donde mi buen Dios derramó su amor por mí y sobre la cual pongo
mi mirada cuando este mundo quiere castigarme con sus juicios.
Bendito el Dios que me amó desde el principio. Sólo él acude a mis llamados de auxilio
cuando más lo necesito.
Mi oración personal
Dalila Lección 4
Una relación basada en la traición y la deslealtad.
Texto bíblico: Jueces 14:1-16:23
Resumen la de historia:
Dalila en hebreo "la que debilitó, ‘desarraigó’ o ‘empobreció". Los filisteos, enemigos de Israel, se
dirigieron a ella para descubrir el secreto de la fuerza de Sansón. Tres veces preguntó Dalila a
Sansón el secreto de su fuerza y tres veces él le dio una respuesta falsa, una mentira. A la
cuarta le dio la auténtica razón (que no se cortaba el pelo en cumplimiento de un voto a Dios) y
Dalila le traicionó con sus enemigos.
Versículo bíblico:
Preguntas orientadoras:
¿Qué aprendizaje te deja esta historia sobre la influencia de las personas en nuestras vidas?
Parte I
Y también sucede que ese papel de “alguien digno” lo ocupamos nosotras en la vida de
una persona. Siempre vendrá algún alma necesitando ser escuchado y contenido. Así
que, asumimos el rol del que escucha. El tema de este papel es que tiene sobre sí
mismo una carga: La carga de la lealtad.
Cuando se propone este tema, la mayoría de las personas suelen dar una respuesta
superficial, diciendo: "Yo solo hablo de temas delicados con Dios". ”Yo no confío en
nadie, sólo en Dios”.
Sin embargo, somos personas creadas para existir en sociedad, crear relaciones
íntimas, formar lazos, conversar e intercambiar ideas con otros. Una persona que no
hable con nadie corre el riesgo de quedar aislada emocionalmente e inclusive
enfermarse físicamente.
Nacemos con la necesidad de expresar.
El recién nacido ¡llora! Y con su llanto anuncia al mundo: “¡aquí estoy!”
Conozco el triste caso de una mujer que por muchos años sufrió de un dolor de cabeza
del que no hablaba. Un día estalló en un ACV y solo hasta unos minutos antes de entrar
a terapia intensiva habló sobre los síntomas que padecía hacia ya mucho tiempo.
Esa pobre mujer falleció.
Entonces, no es sano no hablar con nadie y tampoco es sano hablar con todo el mundo.
Por lo tanto, lo que necesitamos es una mezcla de discernimiento, humildad y obediencia
a Dios en nuestras relaciones interpersonales.
Discernimiento para mirar más allá de lo que está frente a nuestras
narices. Humildad para corregir nuestras decisiones.
Obediencia para aceptar la voluntad de Dios y agradarle con nuestras decisiones.
Sansón no tuvo discernimiento para pesar las palabras manipuladoras que salían de la
boca de Dalila y actuó de forma desobediente al dejarse llevar por sus pasiones y
deseos.
Parte II
Yo creo que esta historia nos ayuda a despertar ante lo peligroso que puede ser
depositar nuestra confianza en una persona desleal, por más pasión, cariño y amor nos
despierte.
O peor aún, que el papel de Dalila (la que debilita) lo estemos interpretando nosotras
mismas en la vida de alguien más.
Todos queremos gozar de buenas relaciones donde la traición brille por su ausencia. El
problema es que nos concentramos tanto en encontrar amistad y lealtad afuera pero se
nos olvida empezar desde adentro. En nuestro corazón.
Ante tantas búsquedas sin sentido que hacemos… busquemos dentro de nosotros
mismos un corazón que escuche, que sepa callar, que ame a la luz de la verdad, que
corrija con sabiduría, que no se deje engañar, que le duela el dolor del otro y que obre
con fidelidad.
Un corazón leal.
Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida.
Proverbios 4:23 (NTV)
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