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Historia de La Soldadura

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HISTORIA DE LA SOLDADURA

La historia de la soldadura está íntimamente relacionada a la


evolución del hombre y con muchos de los hitos importantes del ser
humano. Desde la época más antigua, el hombre ha buscado formas
de unir materiales para crear herramientas, armas, estructuras y, en
última instancia, mejorar los utensilios y objetos de su alrededor,
usando las últimas tecnologías. En este artículo, repasaremos toda la
historia de la soldadura, desde sus inicios primitivos hasta las
técnicas modernas de soldadura, destacando los avances clave que
han dado forma a esta disciplina a lo largo del tiempo y terminando
con las últimas tecnologías aplicadas a la educación de trabajo.

La Soldadura en la prehistoria: Forja y


Martillado
La soldadura tiene sus raíces en los albores de la civilización. En la
Edad de Bronce, los artesanos utilizaban métodos primitivos, como el
calentamiento de metales y el uso de martillos, para unir piezas
metálicas. Aunque la soldadura en sí misma como disciplina aún no
había tomado forma, estas primeras técnicas sentaron las bases para
el desarrollo futuro de la unión de metales.
Una de las primeras formas en la historia de la soldadura fue la forja y
martillado, hace más de 3,000 años. Los herreros calentaban el metal
hasta que se volvía maleable y luego lo unían mediante el martillado
repetido. Es una técnica de estado sólido, es decir, que los metales se
unen en este estado mediante el martilleo, y no se funden (estado
líquido), como veremos más adelante.
Esta técnica rudimentaria permitió la creación de herramientas y
armas más duraderas. La forja y martillado eran utilizados en la
construcción de espadas, lanzas y otros objetos que fueron esenciales
para el desarrollo de las civilizaciones antiguas.

La Soldadura por fragua en la Edad Antigua


En el siglo I d.C., los romanos desarrollaron por primera vez un
proceso de soldadura fuerte del oro hacia el año 60 d.C., registrado
por el autor romano Plinio.

Los soldados romanos también dependían de la soldadura para


reparar sus armaduras y armas. Estas aplicaciones fueron
fundamentales para mantener la cohesión del vasto imperio y para su
crecimiento económico y social.
Otro hecho significativo data del año 310 d.C. cuando se construyó en
India un vasto pilar de 5 toneladas de hierro mediante soldadura, hoy
en día patrimonio de la humanidad.

Historia de la soldadura en la Edad Media


En la Edad Media, los herreros y artesanos perfeccionaron las
técnicas de soldadura con soplete y forja. El uso de sopletes
alimentados por fuelles permitió un mayor control sobre la
temperatura, lo que se traduciría en uniones más sólidas y
precisas. Estas habilidades fueron ampliamente utilizadas en la
construcción de armaduras y en la creación de objetos
ornamentales que tan comunes eran en aquella época.

Una de las aplicaciones más notables de la soldadura en la Edad


Media fue en la construcción de las catedrales y monumentos
cristianos. Los herreros comenzaron a utilizar técnicas avanzadas de
soldadura para ensamblar las complejas estructuras de hierro que
sostenían las vidrieras y las bóvedas de estas majestuosas
construcciones, aunque el gran cambio llegaría con la revolución
industrial. En esta etapa, la soldadura fue un elemento básico para la
creación de muchos de los monumentos y símbolos de la grandeza de
la Edad Media.

La Revolución Industrial y la Soldadura por


Arco
La revolución industrial fue un punto de inflexión en la historia
de la soldadura y trajo consigo el desarrollo de nuevos métodos
y técnicas.

Uno de los desarrollos más importantes fue el uso del arco eléctrico.
El arco eléctrico fue desarrollado en 1802 por Sir Humphrey Davy, y
fue utilizado por primera vez para soldar en 1881 por C.L. Coffin. La
soldadura por arco eléctrico era mucho más rápida y eficiente que los
métodos de soldadura anteriores, y rápidamente se convirtió en el
proceso de soldadura más utilizado.

Otro desarrollo importante en la soldadura durante la revolución


industrial fue el uso del oxígeno y el acetileno. El oxígeno y el
acetileno se descubrieron en 1802 y 1836, respectivamente, y se
combinaron por primera vez para soldar en 1892 por Norman
Lockyer. La soldadura con oxígeno y acetileno era mucho más
caliente que los métodos de soldadura anteriores, y se utilizaba para
soldar metales más gruesos.

Los procesos de soldadura que se desarrollaron durante la revolución


industrial ayudaron a dar forma a la forma en que fabricamos los
productos y construimos las estructuras. La soldadura hizo posible
construir estructuras más grandes y complejas, y ayudó a reducir los
costos de producción. La soldadura también hizo posible fabricar
productos que eran más ligeros y resistentes, y que tenían una vida
útil más larga.

Otro desarrollo importante en la soldadura durante la revolución


industrial fue el uso del oxígeno y el acetileno. El oxígeno y el
acetileno se descubrieron en 1802 y 1836, respectivamente, y se
combinaron por primera vez para soldar en 1892 por Norman
Lockyer. La soldadura con oxígeno y acetileno era mucho más
caliente que los métodos de soldadura anteriores, y se utilizaba para
soldar metales más gruesos.

Los procesos de soldadura que se desarrollaron durante la revolución


industrial ayudaron a dar forma a la forma en que fabricamos los
productos y construimos las estructuras. La soldadura hizo posible
construir estructuras más grandes y complejas, y ayudó a reducir los
costos de producción. La soldadura también hizo posible fabricar
productos que eran más ligeros y resistentes, y que tenían una vida
útil más larga.

Historia de la soldadura en el Siglo XX


El siglo XX vio el desarrollo de nuevos procesos de soldadura,
como la soldadura MIG (metal inert gas) y la soldadura TIG
(tungsten inert gas). Estos procesos utilizan gases inertes para
proteger el metal del oxígeno, lo que produce soldaduras de alta
calidad y menos emisiones de humo y gases tóxicos.

La soldadura MIG se popularizó en la década de 1940 y se convirtió


en una técnica común en la industria de la construcción y en la
fabricación de automóviles. Utiliza un electrodo continuo de alambre
que se alimenta automáticamente a través de una pistola de
soldadura. La soldadura TIG, por otro lado, es conocida por su alta
precisión y se utiliza para soldar metales no ferrosos y aleaciones
delicadas.

Un ejemplo de su extendido uso es la construcción de estructuras de


gran envergadura, como los puentes y los edificios. En 1937, se
construyó el Golden Gate Bridge en San Francisco utilizando la
soldadura por arco eléctrico.

El uso de soldadura en la industria aeroespacial también tuvo un gran


impacto en la historia. La soldadura por puntos y la soldadura láser se
convirtieron en técnicas esenciales en la fabricación de aviones y
naves espaciales. Estas técnicas permitieron unir piezas con mayor
precisión y con menos peso, lo que resultó en aviones más ligeros y
eficientes.

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