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Actividad en Casa

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Nombres y Apellidos del Estudiante: Grado: DÉCIMO

Periodo: Tercero
Docente: Jacobo Alexander Canchala Palacios Duración: 4 horas
Área: Ciencias Económicas y Políticas
ESTÁNDARES:
➢ Participo constructivamente en iniciativas o proyectos a favor de la no-violencia en el nivel local o global.
➢ Expreso rechazo ante toda forma de discriminación o exclusión social y hago uso de los mecanismos
democráticos para la superación de la discriminación y el respeto a la diversidad.
EJES TEMÁTICOS:
1. Las normas constitucionales que hacen posible la preservación de las diferencias culturales y políticas y que
regulan nuestra convivencia.
2. Respeto por las diferentes culturas, grupos sociales y políticos.

MOMENTO DE REFLEXIÓN

La política es la herramienta para transformar lo imposible en realidad, pero es sólo una herramienta, no lo puede
hacer ella por sí sola, necesita de brazos que la ayuden a lograr el objetivo. Anónimo

ORIENTACIONES
1. Lea la guía teniendo en cuenta las orientaciones del profesor(a).
2. Realice las actividades en los tiempos de clase y desarrolle en su cuaderno las actividades propuestas.
3. Acuda al diccionario o internet para aclarar dudas y ampliar su conocimiento.
4. La evaluación se hace en forma continua y permanente mediante la revisión de las actividades en clase y
participación.

PRACTICA

Hagamos la siguiente lectura crítica:

Carta del Jefe Seattle al presidente de los Estados Unidos

Nota

El presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, envía en 1854 una oferta al jefe Seattle, dela tribu
Suwamish, para comprarle los territorios del noroeste de los Estados Unidos que hoy forman el Estado de
Washington. A cambio, promete crear una "reservación" para el pueblo indígena. El jefe Seattle responde en
1855.
Jefe Seattle
El Gran Jefe Blanco de Washington ha ordenado hacernos saber que nos quiere comprar las tierras. El
Gran Jefe Blanco nos ha enviado también palabras de amistad y de buena voluntad. Mucho apreciamos
esta gentileza, porque sabemos que poca falta le hace nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta
pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego a tomar
nuestras tierras. El Gran Jefe Blanco de Washington podrá confiar en la palabra del jefe Seattle con la
misma certeza que espera el retorno de las estaciones. Como las estrellas inmutables son mis palabras.

¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros una idea
extraña. Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted
se proponga comprarlos?

Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de
arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son
sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva
consigo la historia del piel roja.

Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra de origen cuando van a caminar entre las estrellas.
Nuestros muertos jamás se olvidan de esta bella tierra, pues ella es la madre del hombre piel
roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas;
el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de
las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertenecen a la misma familia.

Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco en Wáshington manda decir que desea comprar nuestra tierra,
pide mucho de nosotros. El Gran Jefe Blanco dice que nos reservará un lugar donde podamos vivir
satisfechos. Él será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por lo tanto, nosotros vamos a
considerar su oferta de comprar nuestra tierra. Pero eso no será fácil. Esta tierra es sagrada para
nosotros. Esta agua brillante que se escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua,
sino la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, ustedes deberán recordar que ella es
sagrada, y deberán enseñar a sus niños que ella es sagrada y que cada reflejo sobre las aguas limpias
de los lagos hablan de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de los ríos es
la voz de mis antepasados.

Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nuestras canoas y alimentan a
nuestros niños. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñar a sus hijos que los
ríos son nuestros hermanos, y los suyos también. Por lo tanto, ustedes deberán dar a los ríos la bondad
que le dedicarían a cualquier hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres. Para él una porción de tierra tiene
el mismo significado que cualquier otra, pues es un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra
aquello que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue
su camino. Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa. Roba de la tierra aquello que
sería de sus hijos y no le importa.

La sepultura de su padre y los derechos de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, a la tierra, a su
hermano y al cielo como cosas que puedan ser compradas, saqueadas, vendidas como carneros o
adornos coloridos. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solamente un desierto.

Yo no entiendo, nuestras costumbres son diferentes de las suyas. Tal vez sea porque soy un
salvaje y no comprendo.

florecer de las hojas en la primavera o el batir las alas de un insecto. Más tal vez sea porque soy un
hombre
No hay unsalvaje y no comprendo.
lugar quieto El ruido
en las ciudades del parece
hombresolamente insultarlugar
blanco. Ningún los oídos.
donde se pueda oír el
¿Qué resta de la vida si un hombre no puede oír el llorar solitario de un ave o el croar nocturno de las ranas
alrededor de un lago? Yo soy un hombre piel roja y no comprendo. El indio prefiere el suave murmullo del
viento encrespando la superficie del lago, y el propio viento, limpio por una lluvia diurna o perfumado por los
pinos.

El aire es de mucho valor para el hombre piel roja, pues todas las cosas comparten el mismo aire
-el animal, el árbol, el hombre- todos comparten el mismo soplo. Parece que el hombre blanco no siente el aire
que respira. Como una persona agonizante, es insensible al mal olor. Pero si vendemos nuestra tierra al hombre
blanco, él debe recordar que el aire es valioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con la vida que
mantiene. El viento que dio a nuestros abuelos su primer respiro, también recibió su último suspiro. Si les
vendemos nuestra tierra, ustedes deben mantenerla intacta y sagrada, como un lugar donde hasta el mismo
hombre blanco pueda saborear el viento azucarado por las flores de los prados.

Por lo tanto, vamos a meditar sobre la oferta de comprar nuestra tierra. Si decidimos aceptar, impondré una
condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.

Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna otra forma de actuar. Vi un millar de búfalos pudriéndose en la
planicie, abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren al pasar. Yo soy un hombre salvaje y
no comprendo cómo es que el caballo humeante de hierro puede ser más importante que el búfalo, que nosotros
sacrificamos solamente para sobrevivir.

¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran soledad de
espíritu, pues lo que ocurra con los animales en breve ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo.

Ustedes deben enseñar a sus niños que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la
tierra, digan a sus hijos que ella fue enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a sus niños lo que
enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos
de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos.

Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que
sabemos: todas las cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.

Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; él es
simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.

Incluso el hombre blanco, cuyo Dios camina y habla como él, de amigo a amigo, no puede estar exento del
destino común. Es posible que seamos hermanos, a pesar de todo. Veremos. De una cosa estamos seguros que el
hombre blanco llegará a descubrir algún día: nuestro Dios es el mismo Dios.

Ustedes podrán pensar que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra; pero no es posible, Él es el Dios del
hombre, y su compasión es igual para el hombre piel roja como para el hombre piel blanca.

La tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador. Los blancos también pasarán; tal vez más rápido
que todas las otras tribus. Contaminen sus camas y una noche serán sofocados por sus propios desechos.

Dios que los trajo a estas tierras y por alguna razón especial les dio el dominio sobre la tierra y sobre el hombre
piel roja.

Este destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos el que los búfalos sean exterminados, los
caballos bravíos sean todos domados, los rincones secretos del bosque denso sean impregnados del olor de
muchos hombres y la visión de las montañas obstruida por hilosde hablar.

Cuando nos despojen de esta tierra, ustedes brillarán intensamente iluminados por la fuerza del
¿Qué ha sucedido con el bosque espeso? Desapareció.

¿Qué ha sucedido con el águila? Desapareció.

La vida ha terminado. Ahora empieza la supervivencia.

Fuente: http://www.ciudadseva.com/textos/otros/carta_del_jefe_seattle_al_presidente_de_los_estados_unidos.htm
En grupos, discutan sobre los siguientes tópicos:
1. La oferta del Presidente de Estados Unidos al Jefe Seattle.
2. El motivo central de la carta enviada por el gran Jefe Piel Roja Seattle al Presidente de los Estados Unidos de
América Franklin Pierce.
3. Las características de la tribu Suwamish.
4. El sentido de AMISTAD para el presidente de EEUU Franklin Pierce.
5. El valor de la CONFIANZA EN LA PALABRA para el Jefe Seattle.
6. El significado de LA MADRE TIERRA para la tribu.
7. La importancia del MEDIO AMBIENTE para todos los seres vivos.
8. La pertinencia de la carta aplicada en nuestros días. ¿Hay casos similares?
9. El maltrato, discriminación y coerción a los grupos culturales se manifiesta en nuestro país en repetidas
ocasiones y Norte de Santander no es la excepción. ¿Conoce casos recientes? Menciónelos.
10. Dice el jefe de la tribu: “Yo no entiendo, nuestras costumbres son diferentes de las suyas. Tal vez sea porque
soy un salvaje y no comprendo”. ¿Cómo interpreta esta afirmación?

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