El Racismo Antiindígena en Alcides Arguedas y Luis Vargas Piñera - Montaron Mena
El Racismo Antiindígena en Alcides Arguedas y Luis Vargas Piñera - Montaron Mena
El Racismo Antiindígena en Alcides Arguedas y Luis Vargas Piñera - Montaron Mena
7
Cabe mencionar que, en 1896, Nervo había escrito “Raza muerta”; el largo poema
La raza de bronce consta de ciento ochenta y seis versos de arte mayor (casi todos ende-
casílabos, aunque también hay alejandrinos de catorce sílabas, con mayoría de sextetos
y cuartetos, siempre de rimas consonantes) y se encuentra divido en nueve partes, véase
Mª Teresa González de Garay Fernández, “Amado Nervo y sus evocaciones de la ‘Raza
de bronce’”, en de: <http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/amado-nervo-y-sus-
evocaciones-de-la-raza-de-bronce/html/2fc5a082-01f3-4641-969a-1d47cead2496_2.
html>. Consultada el 10-viii-2014. Agradezco a Carmen Collado por haberme recomen-
dado la lectura de La raza de bronce.
8
“La representación ocurre a través de un proceso de percepción e interpretación de un
referente, el objeto (en un sentido amplio) representado […] la representación constituye
más bien la estructura de comprensión a través de la cual el sujeto mira el mundo: sus
‘cosmovisiones’, su mentalidad, su percepción histórica”, Felipe Victoriano y Claudia
Darrigrandi, “Representación”, en Szurmuk y Mackee Irwin, Diccionario de estudios
culturales latinoamericanos [n. 3], pp. 249-250.
Cuadernos Americanos 165 (México, 2018/3), pp. 145-157. 147
María Esther Montanaro Mena
9
María Esther Montanaro, Una mirada a los indígenas del porfiriato: Enrique
C. Creel y la Ley para el mejoramiento y cultura de la raza tarahumara, de 1906, en
el estado de Chihuahua, México, unam, 2008. El interés por Luis Vargas Piñera se ha
mantenido en el estudio que realizo en el marco de la tesis de doctorado titulada La re-
presentación de los rarámuri: imágenes fotográficas 1892-1929, actualmente en curso
en la misma institución.
10
Juan Luis Sariego, “Prólogo”, en Montanaro, Una mirada a los indígenas [n. 9], p. 13.
11
Datos biográficos de Luis Vargas Piñera en Francisco Almada, Diccionario de
historia, geografía y biografía chihuahuense, Chihuahua, Talleres Gráficos del Gobierno
de Chihuahua, 1927, p. 376.
148 Cuadernos Americanos 165 (México, 2018/3), pp. 145-157.
El racismo antiindígena en Alcides Arguedas y Luis Vargas Piñera
12
Agradezco los comentarios de Carlos González Herrera, vía correo electrónico
del 19 de julio de 2014, con respecto a la labor educativa de Vargas Piñera.
13
Agradezco al padre Dizán Vázquez la reproducción de la entrada dedicada a Luis
Vargas Piñera, en Almada, Diccionario [n. 11].
14
“Dedico esta obra a la memoria de mi excelente amigo, y compañero en el Instituto
Científico y Literario del Estado [de Chihuahua], Sr. José María Ponce de León, el más
eminente geógrafo, historiador y estadístico de Chihuahua, quien revisó, y corrigió de su
puño y letra, el original de la presente Geografía, meses antes del 20 de marzo de 1924, en
que dejó de existir”, Luis Vargas Piñera (de la Escuela Normal de México), Chihuahua:
geografía escolar, Chihuahua, Sociedad de Edición y Librería Franco-Americana S.A.
[Antigua Librería de Ch. Bouret y el Libro Francés Unidos], 1930.
15
El grupo de los Científicos fue responsable en gran medida de impulsar el dis-
curso y la política “integradora” del indio en la sociedad mexicana. Formó parte de
dicha agrupación Justo Sierra, como uno de los miembros más destacados del régimen
de Porfirio Díaz, véase Montanaro, ¿Exclusión o integración? [n. 4], p. 102. Conviene
recordar que el propio Sierra formó parte de la llamada Generación del 900, junto con
Manuel González Prada, José Enrique Rodó y José Enrique Varona: “A partir del credo
modernista y del internacionalismo estos escritores y otros más, se plantean los efectos
del acelerado proceso de expansión de la América del Norte con la América hispana y
todas las consecuencias que se harían sentir en dicha coyuntura histórica”, Barzuna,
“Introducción” [n. 3], p. 6.
Cuadernos Americanos 165 (México, 2018/3), pp. 145-157. 149
María Esther Montanaro Mena
Ahí tenéis el conjunto abigarrado de una raza. Sus miembros están tan indi-
ferentes, que apenas si se trasciende en su mueca escéptica una curiosidad de
niño enfermo, al hallarse ante la cámara fotográfica. Siempre están mudos,
o hablan quedo, tan quedamente que no parece sino que siguen creyendo
que están á dos pasos del encomendero.
¡Pobre indio, pobre tarahumara! ¡Qué extraño que eres en tu propia
casa y qué miserable que eres en la abundancia de tu América cantada! Me
explico tu mueca excéptica [sic] como la de una alma helada [...]
Y cuanto más pienso en los tarahumares y con ellos en todos los indios
del país —que son unos en esencia—, más míseros los veo y más grandes
los presiento [...]
¡Oh raza, oh promesa: Altamirano es tu despertar! ¡Cuántas bondades
esconden tu desnudez, tu vagancia y tu miseria! Por eso la cultura te reclama.
Y particularmente aquí en Chihuahua; sí porque tus individuos se cuentan
por millares, y son fuerza y agilidad sorprendentes; arte y labor de muestra
admirable, corazón e inteligencia por tus cultos, revelación excelsa.17
Las citas anteriores dejan ver parte de los dilemas a los que se
enfrentaba la élite chihuahuense al plantear la integración de la
población tarahumara a la vida “civilizada” y moderna. La pluma
de Vargas Piñera dejó al descubierto algunos prejuicios e ideas por
entonces vigentes, así como también una de las preocupaciones
propias de la época, tal y como era la identidad nacional. El autor
usa ingeniosamente varias personas gramaticales a manera de
16
Pocos días después de haberle comunicado a Creel sus primeras impresiones
acerca de la puesta en marcha del proyecto de construcción de escuelas dedicadas a la
población tarahumara, Parra le informa: “muy pronto escribiré un artículo ensalzando
como se merece tu filantrópica idea de ilustrar a los tarahumares [sic], para incorpo-
rarlos a la patria y a la humanidad”, Carta de Porfirio Parra a Enrique Creel, México,
23 de marzo de 1905, fec, cxci, Carpeta 1/3, Legajo 22, en Montanaro, ¿Exclusión o
integración? [n. 4], p. 179.
17
Luis Vargas Piñera, “Invocación a la raza tarahumara: propósito del fotograbado
que la representa”, Revista Chihuahuense (México, Chihuahua), tomo i, núm. 1 (15 de
abril de 1909), pp. 13-18.
150 Cuadernos Americanos 165 (México, 2018/3), pp. 145-157.
El racismo antiindígena en Alcides Arguedas y Luis Vargas Piñera
es porque el elemento de raza predomina en ella […] Todo esto, el abuso del
alcohol, el exceso de trabajo, la mala y deficiente alimentación, la absoluta
falta de higiene, van minando el vigor prodigioso de la raza.27
Los males que usted señala con tan valiente sinceridad y tan firme razo-
namiento, no son exclusivos de Bolivia; son, en su mayor parte, y más o
menos grado, males hispanoamericanos: y hemos de considerarlos como
transitorios y luchar contra ellos animados por la esperanza y la fe en el
porvenir. Usted titula su libro: pueblo enfermo. Yo lo titularía: Pueblo niño.
Es concepto más amplio y justo quizás, y no excluye, sino que, en cierto
modo, incluye al otro: porque la primera infancia tiene enfermedades pro-
pias y peculiares, cuyo más eficaz remedio radica en la propia fuerza de la
vida, nueva y pujante, para saltar sobre los obstáculos que se le oponen.28
30
Vargas Piñera, “Sobre la enseñanza de los tarahumares: ¿dónde están los indios,
cuáles escuelas requieren y en qué lugares deben abrirse?”, Revista Chihuahuense (Mé-
xico, Chihuahua), tomo i, núm. 3 (15 de mayo de 1909), p. 18.
154 Cuadernos Americanos 165 (México, 2018/3), pp. 145-157.
El racismo antiindígena en Alcides Arguedas y Luis Vargas Piñera
A manera de cierre
Resumen
Abstract
Contrast of the essay Pueblo enfermo (1909), by Bolivian writer Alcides Argue-
das, with the 15-article series of the Mexican Luis Vargas Piñera, as published
in Revista Chihuahuense (April 1909-May 1911). Through both contemporary
Latin-American intellectuals’ work, and explanation on racism both as social
phenomenon and still present ideology is here offered.
Anexo