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Pirámide de Maslow

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Pirámide de las necesidades humanas de Maslow

La Pirámide de Maslow forma parte de una teoría psicológica que inquiere acerca de la
motivación y las necesidades del ser humano: aquello que nos lleva a actuar tal y como lo
hacemos. Según Abraham Maslow, un psicólogo humanista, nuestras acciones nacen de la
motivación dirigida hacia el objetivo de cubrir ciertas necesidades, las cuales pueden ser
ordenadas según la importancia que tienen para nuestro bienestar.

Es decir, que Maslow proponía una teoría según la cual existe una jerarquía de las necesidades
humanas, y defendió que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres
humanos desarrollamos necesidades y deseos más elevados. A partir de esta jerarquización se
establece lo que se conoce como Pirámide de Maslow.

Abraham Maslow introdujo por primera vez el concepto de la jerarquía de necesidades en su


artículo “A Theory of Human Motivation” en 1943 y en su libro “Motivation and Personality”.
Más tarde, el hecho de que esta jerarquía soliese ser representada gráficamente en forma de
pirámide hizo que el núcleo de la teoría pasase a ser conocido como pirámide de Maslow, cuya
popularidad es notable incluso hoy en día, décadas después de que fuese propuesta por
primera vez.

La Pirámide de Maslow: ¿qué es?

Maslow

Mientras que algunas escuelas existentes a mediados del siglo XX (el psicoanálisis o el
conductismo) se centraban en conductas problemáticas y en el aprendizaje desde un ser
pasivo y sin demasiadas opciones de influir en el entorno más de lo que este influye en él,
Maslow estaba más preocupado en aprender sobre qué hace a la gente más feliz y lo que se
puede hacer para mejorar el desarrollo personal y la autorrealización.

Como humanista, su idea era que las personas tienen un deseo innato para autorrealizarse,
para ser lo que quieran ser, y que cuentan con la capacidad para perseguir sus objetivos de
manera autónoma si se encuentran en un ambiente propicio. Sin embargo, los diferentes
objetivos que se persiguen en cada momento dependen de qué meta se han conseguido y
cuáles quedan por cumplir, según la pirámide de necesidades. Para aspirar a las metas de
autorrealización, antes han de cubrirse las necesidades anteriores como la alimentación, la
seguridad, etc. Por ejemplo, solo nos preocupamos de temas relacionados con la
autorrealización si estamos seguros que tenemos un trabajo estable, comida asegurada y unas
amistades que nos aceptan.
En la Pirámide de Maslow, desde las necesidades más básicas hasta las necesidades más
complejas, esta jerarquía está compuesta por cinco niveles. Las necesidades básicas se ubican
en la base de la pirámide, mientras que las necesidades más complejas se encuentran en la
parte alta.

Así pues, las cinco categorías de necesidades de la Pirámide de Maslow son: fisiológicas, de
seguridad, de afiliación, de reconocimiento y de autorrealización; siendo las necesidades
fisiológicas las de más bajo nivel, y subiendo niveles en el orden indicado. Eso sí, como hemos
visto, la representación visual en forma de pirámide es una aportación posterior al
planteamiento de este modelo explicativo por parte de Maslow. Sin embargo, aquí la
trataremos como si fuese equivalente a la jerarquía de necesidades descrita por este
psicólogo.

Tipos de necesidades

En la pirámide de Maslow, este investigador habla acerca de las necesidades instintivas y hace
una distinción entre necesidades “deficitarias” (fisiológicas, de seguridad, de afiliación, de
reconocimiento) y de “desarrollo del ser” (autorrealización). La diferencia existente entre una
y otra se debe a que las “deficitarias” se refieren a una carencia, mientras que las de
“desarrollo del ser” hacen referencia al quehacer del individuo. Satisfacer las necesidades
deficitarias es importante para evitar consecuencias o sentimientos displacenteros.

Las necesidades del “desarrollo del ser”, por su parte, son importantes para el crecimiento
personal, y no tienen que ver con el déficit de algo, sino con el deseo de crecer como persona.

Así pues, la pirámide de Maslow tiene 5 niveles de necesidades. Son los siguientes.

1. Necesidades fisiológicas

Incluyen las necesidades vitales para la supervivencia y son de orden biológico. Dentro de este
grupo, encontramos necesidades como: necesidad de respirar, de beber agua, de dormir, de
comer, de sexo, de refugio.

Así pues, en este estrato de necesidades se encuentran aquellas que hacen posibles los
procesos biológicos más fundamentales que hacen que la existencia del cuerpo sea viable.
Proporcionan cobertura a las funciones fisiológicas que mantienen el equilibrio en nuestros
tejidos, células, órganos y, especialmente, nuestro sistema nervioso.
Maslow piensa que estas necesidades son las más básicas en la jerarquía, ya que las demás
necesidades son secundarias hasta que no se hayan cubierto las de este nivel.

2. Necesidades de seguridad

En esta parte de la pirámide de Maslow se incluyen las necesidades de seguridad son


necesarias para vivir, pero están a un nivel diferente que las necesidades fisiológicas. Es decir,
hasta que las primeras no se satisfacen, no surge un segundo eslabón de necesidades que se
orienta a la seguridad personal, al orden, la estabilidad y la protección.

Puede decirse que las necesidades que pertenecen a este nivel de la pirámide de Maslow
tienen que ver con las expectativas y con el modo en el que las condiciones de vida permiten
desarrollar proyectos a medio y a largo plazo. Se fundamentan en una especie de "colchón"
basado tanto en bienes como en derechos y capital social.

Aquí figuran: la seguridad física, de empleo, de ingresos y recursos, familiar, de salud, etc.

3. Necesidades de afiliación

Maslow describe estas necesidades como menos básicas, y tienen sentido cuando las
necesidades anteriores están satisfechas.

Para Maslow, esta necesidad se expresa cuando las personas buscan superar los sentimientos
de soledad y sentir que hay vínculos afectivos entre ellas y ciertas personas. Es decir, cuando
se intenta trascender el ámbito individual y establecer vínculos con el entorno social.

Estas necesidades se presentan continuamente en la vida diaria, cuando el ser humano


muestra deseos de casarse, de tener una familia, de ser parte de una comunidad, ser miembro
de una iglesia o asistir a un club social. La pertenencia a un colectivo, ya sea más o menos
pequeño, ayuda a aportar sentido a lo que se hace en el día a día, y además el contacto
personal y las relaciones sociales que favorecen estos lazos nos estimulan de un modo que,
para Maslow, la experiencia resultante puede ser calificada de necesidad.

Ejemplos de estas necesidades son el amor correspondido, el afecto y la pertenencia o


afiliación a un cierto grupo social.

4. Necesidades de reconocimiento
Este nivel de la jerarquía de necesidades humanas también es conocido como necesidades de
estima, y tiene que ver con el modo en el que nos valoramos nosotros y nos valoran los demás,
el resto de la sociedad.

Tras cubrir las necesidades de los tres primeros niveles de la Pirámide de Maslow, aparecen las
necesidades de reconocimiento como aquellas que favorecen el fortalecimiento de la
autoestima, el reconocimiento hacia la propia persona, el logro particular y el respeto hacia los
demás; al satisfacer dichas necesidades, la persona se siente segura de sí misma y piensa que
es valiosa dentro de la sociedad. Cuando estas necesidades no son satisfechas, las personas se
sienten inferiores y sin valor.

Esta necesisad de la jerarquía de Maslow se entiende mejor como una manera de sentirse bien
con el propio autoconcepto a través de esas cosas de nosotros mismos que vemos reflejadas
en el modo en el que los demás nos tratan.

Según Maslow existen dos necesidades de reconocimiento: una inferior, que incluye el respeto
de los demás, la necesidad de estatus, fama, gloria, reconocimiento, atención, reputación, y
dignidad; y otra superior, que determina la necesidad de respeto de sí mismo, incluyendo
sentimientos como autoconfianza, competencia, logro, independencia y libertad.

Así pues, este nivel de la jerarquía de necesidades humanas se basa en todas aquellas ventajas
que supone el hecho de gozar de un buen estatus a los ojos de los demás.

5. Necesidades de autorrealización

Por último, en el nivel más alto se encuentran las necesidades de autorrealización y el


desarrollo de las necesidades internas, el desarrollo espiritual, moral, la búsqueda de una
misión en la vida, la ayuda desinteresada hacia los demás, etc.

Este nivel de la pirámide de Maslow es uno de los rangos de la jerarquía de necesidades más
difíciles de definir, porque tiene que ver con objetivos altamente abstractos y que no se
consiguen con acciones concretas, sino con cadenas de acciones que se producen durante
periodos relativamente largos. Por consiguiente, cada individuo tendrá necesidades de
autorrealización diferentes y personalizadas.

Críticas a la Pirámide de Maslow

Pese a que algunas investigaciones dan soporte a la teoría de Abraham Maslow, la mayoría de
los datos recopilados en muchas investigaciones no parecen ir en la misma línea que la
pirámide de Maslow. Por ejemplo, Wahba y Bridwell (1986) concluyen que hay poca evidencia
para demostrar la jerarquía postulada por Maslow, a pesar de que aún hoy en día es muy
popular.

Además, la Pirámide de Maslow también ha recibido críticas por ser difícil de probar su
concepto de autorrealización, ya que es muy abstracto. A fin de cuentas, en ciencia es
necesario especificar muy bien el significado de las palabras y proponer unas implicaciones
"operacionales" de ellas, y si un concepto deja mucho margen para la interpretación, no es
posible realizar investigaciones orientadas a estudiar lo mismo, ni extraer conclusiones claras.
Muchos de los conceptos y categorías descritas en la pirámide de las necesidades de Maslow
son demasiado ambiguas como para poder ser estudiadas científicamente.

En un estudio publicado en 2011, investigadores de la Universidad de Illinois pusieron a prueba


la pirámide de Maslow y descubrieron que la satisfacción de las necesidades de la pirámide
correlacionaba con la felicidad de la persona. Pero esta investigación, al contrario que la teoría
de Maslow, concluyó que las necesidades de reconocimiento y autorrealización también eran
importantes pese a que no estuvieran cubiertas las necesidades más básicas. Por lo tanto,
cuestionaba la secuencialidad que Maslow propuso en su teoría: no hacía falta tener cumplidas
necesidades básicas para aspirar a alcanzar los objetivos relacionados con las necesidades más
refinadas.

Por otro lado, la investigación de Maslow estaba basada en una muestra de individuos muy
pequeña y, potr lo tanto, poco representativa. La crítica a su metodología hace referencia a
que él mismo eligió a las personas que consideraba autorrealizadas, tras leer sobre ellos o
hablar con ellos y llegar a conclusiones acerca de lo que es la autorrealización. De hecho, las
personas a las que Maslow entrevistó a la hora de realizar su pirámide de necesidades
difícilmente pueden representar a la mayoría de la población humana, ya que eran personas
pertenecientes a la cultura occidental, ricas o muy influyentes. Algunas de las personas a las
que investigó son Albert Einstein o Eleanor Roosvelt. La pirámide de Maslow fue creada a
partir del estudio de los casos excepcionales, más que de lo que resulta normal en las
poblaciones humanas.

La relevancia y el legado de esta teoría

Independientemente de estas críticas, la pirámide de Maslow representa un aporte


importante en un cambio de visión dentro de la psicología y contribuyó a establecer una
tercera fuerza dentro de la profesión (las otras dos fuerzas principales eran el psicoanálisis y el
conductismo). Su enfoque con respecto a la psicología y de la vida en general inspira
entusiasmo, ya no parte del supuesto de que las personas son seres pasivos, ni se centra en las
conductas patológicas. El estudio de las motivaciones y de los patrones de conducta no
vinculados a los trastornos mentales llegó a ser una muestra de que la psicología no tiene por
qué limitarse a la salud mental.
Por otro lado, los trabajos de Maslow fueron un primer intento de estudiar algo de suma
importancia: el bien común, esos elementos contextuales que son prioritarios para todas las
personas. Si la necesidad de tener acceso a alimentos es uno de los aspectos más importantes
para las personas, es posible proponer modelos de gestión de los espacios que tengan en
cuenta este principio.

Además, la pirámide de Maslow ha tenido una gran repercusión no solamente en la psicología,


sino que también ha sido importante en el mundo empresarial (especialmente en el
marketing, pero también en el mundo de los Recursos Humanos) o en el deporte, por ejemplo.
El hecho de que establezca una jerarquía de necesidades aporta una manera fácil e intuitiva de
establecer planes para motivar y para generar productos atractivos dependiendo del tipo de
personas sobre las que se pretenda influir.

La Psicología científica actual debe seguir investigando sobre qué es aquello que nos motiva y
nos lleva a aspirar a objetivos, y puede que la pirámide de Maslow no sea un constructo que
permita explicar bien cómo actuamos, pero por lo menos es un primer ladrillo en este tipo de
estudios y puede ser utilizado como referencia. Eso sí, hace falta seguir trabajando para
generar conceptos concretos que se presten a la investigación científica, más allá de la
apelación a ideas vagas que pueden significar cosas diferentes para cada individuo.

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