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Rebecca Rose. 1 Seducing MR Right

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Annie D Lore (:
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Annie D Carol Strafford Ahtziri29
Kariza Meeny geral
Lore (: florbarbero lipi-lipi
Fiioree lolabayona Cindylu
Ivy Walker NnancyC Val3
Alysse Volkov Apolineah17 Bett G.
3
July Styles Tate
Moderadora de Corrección
Alessa Masllentyle
Correctoras
Andrea95 *Andreina F* Lucero Rangel
Elizabeth Nyssa Paltonika
Scarhood Meeny Marieta16
Lectura final
*Andreina F*
Diseño
Gigi
Sinopsis Capítulo 12
Capítulo 1 Capítulo 13
Capítulo 2 Capítulo 14
Capítulo 3 Capítulo 15
Capítulo 4 Capítulo 16
Capítulo 5 Capítulo 17
Capítulo 6 Capítulo 18
Capítulo 7 Capítulo 19
Capítulo 8 Capítulo 20 4

Capítulo 9 Capítulo 21
Capítulo 10 Sobre el autor
Capítulo 11
Sólo el amor puede sanar sus heridas…
El Sargento de Artillería Jake Sanders superó la guerra en
Afganistán, pero está luchando por sobrevivir a la paz en casa. Aún
marcado por sus experiencias en el extranjero, Jake ahora pasa la
mayoría de su tiempo trabajando y sirviendo en el bar de su hermano.
No está buscando‖una‖novia‖y‖evita‖las‖relaciones‖íntimas…‖hasta‖que‖
conoce a la hermosa nueva manager del bar.
La ex-bailarina Sophie Agnés no pudo apartar sus ojos de Jake al
momento en que lo vio, él estaba, después de todo, durmiendo medio
desnudo en su nueva oficina cuando llegó a su primer día de trabajo.
La química entre ellos es inmediata, y pronto no es claro quien está
seduciendo a quien. Pero Sophie teme que algo esté impidiendo que
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Jake le abra su corazón. Y un hombre con secretos oscuros tal vez no
sea el hombre para ella después de todo.
Traducido por Ivy Walker & NnancyC
Corregido por *Andreina F*

El primer paso y el paso más difícil a menudo son uno y lo mismo.Sophie se repitió
este discurso motivacional mientras sus entrañas temblaban y su estómago se
revolvía con bilis. Se sentía preparada para este cambio y estuvo trabajando en ello
a pesar de las objeciones de todos y su propio temor. Después de todo, Greenwich,
Connecticut, era un largo camino desde las afueras de Boston, y muchos del círculo
social de sus padres creían que sólo una clase inferior de personas trabajaban en
bares.
—Esta es la barra. Obviamente. —El nuevo jefe de Sophie, Dave, se volvió y
le sonrió—. Abrimos a las dos y cerramos a la una y media los jueves, viernes y
sábados. De dos a diez las otras noches. Servimos comidas pequeñas, comida típica
de bar.
Sophie escuchó al hombre antes de repasar la lista de lo que implicaría su
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trabajo de gerente en el León Hambriento Bar-&-Grill. La emoción burbujeaba en
su interior mientras los nervios bailaban bajo la piel. Absorta en sus pensamientos
sobre lo que podía aportar a su nueva posición, pasó la mano por el sedoso
mostrador de la barra color trigo. El sol entraba a raudales por la ventana de cristal
manchada, la cual tenía a un fiero león luchando contra un hombre con un palo
afilado. Las paredes eran de un color marrón claro y las cubiertas de los asientos de
las cabinas de color rojo sangre. Sus tacones hicieron clic en los marcados pisos con
paneles de madera mientras se dirigía a la parte posterior.
—Y esta es la oficina. —Dave abrió la puerta y asintió para que entrara.
Al principio, nada parecía inusual. Las paredes se encontraban en su
mayoría desnudas y de un gris azulado. Bajo la única pequeña ventana en la
habitación yacía su escritorio con múltiples pilas de papeles en espera. Todo se
veía limpio, y Sophie se detuvo bruscamente al oír el sonido de ronquidos a su
izquierda.
—¡Por el amor de Dios!—gritó Dave. Se dio la vuelta y le dio una sonrisa de
disculpa a Sophie—. Mi hermano menor, Jake.—Dave levantó una bota y empujó
la espalda desnuda del hombre dormido—. ¡Jake! ¿Dónde demonios está tu ropa?
Sintiéndose un poco sonrojada, Sophie examinó al hombre dormido. Jake se
hallaba cubierto sólo con sus boxers, y su espalda y piernas musculosas quedaban
al descubierto para su murmullo de aprobación. Una severa cicatriz, que debió haber
sido una horrible herida, se estiraba por su lado izquierdo, mientras que una más
limpia y quirúrgica corría justo debajo de ella. Cuando se movió y pasó un brazo
por encima de su cabeza, Sophie tomó una mirada apreciativa a los brazos como
troncos de árboles salpicados con marcas de viruela.
—Jake.
Jake hizo un ruido inaudible y se acurrucó más profundamente en los
cojines.
—No lo molestes por mi causa. Podemos trabajar a su alrededor.
—Bueno, de todos modos, no creo que vayamos a ser capaces de moverlo.
Maldito chico. Debe haber estado celebrando bastante duro anoche para quedarse
aquí. Tiene una llave para entrar ya que ha estado ayudando con los libros. Por
mucho que me gustaría decirte que esto no sucede, lo hace de vez en cuando. Sólo
esperaba que no te enteraras hasta que estuvieras aquí por un tiempo. Esto no
cambia tu opinión sobre el trabajo, ¿verdad?
Sophie miró al hombre mayormente desnudo durmiendo en el sofá de la
oficina. Si quería este trabajo, entonces iba a tener que acostumbrarse a la manera
de la escena del Bar-&-Grill. —Oh, no lo sé, Dave. Llegar al trabajo de vez en
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cuando y encontrar un hombre desnudo en mi sofá no parece ser una dificultad.
Dave se echó a reír y le dio otro duro empujón a Jake con su pie. —Por lo
menos tienes sentido del humor sobre esto. Bueno, deja que encienda la
computadora y voy a mostrarte en lo que lo hemos arruinado.
—Estás arruinando mi sueño, en este momento —anunció la voz tensa
desde el sofá.
—¿Dónde diablos está tu ropa, Jake?
—No lo sé, pero tengo frío.
Después de mucho esfuerzo para suprimirlo, Sophie dejó escapar un buen
resoplido. —Lo siento —le dijo a Dave.
—No es tu culpa. —Dave agarró una manta raída del armario de la oficina y
cubrió el cuerpo masivo de Jake—. Nunca sabrías que somos hermanos. Este
hombre ejercita como si fuera su trabajo.
Sophie realmente trató de mirar con desaprobación a Jake, pero sabía que no
lo logró. Los pocos hombres de su pasado nunca tuvieron un físico así, y cada uno
de ellos tenía una complexión más femenina.
—Y eso. Ese brillo en tus ojos —dijo Dave, mientras la apuntaba con el
dedo—, es el por qué lo hace.
Bajó la mirada hacia el hombre dormido, ahora cubierto por una manta.
Quería destaparlo desesperadamente, pero no se atrevió. Así que en vez de eso,
Sophie revivió el recuerdo de su torso y piernas desnudas. Sin duda tendría un
poco de fantasía sobre él más tarde. Después de todo, Sophie era una mujer que
apreciaba a un hombre de buen aspecto.
Dos largas horas más tarde, después de revisar a través de papeleo viejo y
archivos en un equipo aún más antiguo, Sophie se dio cuenta de que se hallaban en
un lío más grande del que Dave le dijo. Tal vez este trabajo era exactamente donde
se suponía que debía estar. Ideas promocionales vinieron a su cabeza sobre cómo
crear más ingresos y gastar menos, problemas que el León Hambriento parecía
estar teniendo.
Miró a la figura durmiendo frente a ella. Siempre podían tener una noche de
mujeres con bailarines masculinos. Una sonrisa maliciosa se deslizó por su rostro.
Tal vez Jake podría compensar esta terrible primera impresión siendo el
anfitrión...o bailar en ella. Quién sabe, tal vez era uno de sus trabajos secundarios.
Con un cuerpo como ese, debía estar haciendo algo que requiere mucha fuerza. 8

Como si fuera una señal, Jake se dio la vuelta y se cayó del sofá. Aterrizó
con un ruido sordo y un gruñido. Sophie salió corriendo de su deteriorada silla de
oficina y fue a su lado.
—¿Estás bien?
Jake la miró con ojos enrojecidos. Podía verlo tratando de centrarse en su
cara y no conseguir el control que necesitaba. —¿Quién eres?
—La nueva gerente. ¿Estás bien?
—Si.—Jake trajo sus rodillas hasta el pecho y apoyó la cabeza en ellas.
Sintiendo la necesidad de calmar al gigante, Sophie acarició el cabello
castaño rizado de Jake. Llegaba hasta los hombros y tenía una enorme necesidad
de un corte. —Jake —susurró.
—Creo que voy a vomitar.
Sophie retiró la papelera. —Aquí.
—Jesús. ¿Dónde está mi ropa? —A su risa se giró hacia ella—. Esto no es
divertido.
—Oh, absolutamente lo es. Tu ropa está en la mesa de al lado.
—¿Cómo lo hice...—Sus ojos rodaron un poco, y Sophie puso un brazo
alrededor del masivo hombre para evitar que se cayera.
—Esto es lo que quiero que hagas. Salí y te traje un poco de Gatorade, tienes
que beberlo. Probablemente estás deshidratado, y eso te está poniendo incluso más
enfermo que lo que sea que bebiste.
—Tal vez no quiero.
—Tal vez no tienes otra opción.
—Está bien.
Sonaba patético y Sophie no pudo evitar reírse. Agarró la botella y se la dio
con la tapa abierta. El contenedor se veía increíblemente pequeño en sus manos, y
un destello de lo que sería tenerlas en ella causó que un rubor acalorado subiera
por sus mejillas.
—Vamos a ponerte de vuelta en el sofá.—Gimió cuando ella le pasó el brazo
por encima del hombro—. Ahora, tienes que ayudarme, Jake, eres un niño grande
y soy una niña pequeña. —A quién le encantaría estar debajo de ti, sobre ti, donde quiera
que sea que quisieras que me colocara.Dio una pequeña risita por sus pensamientos
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pervertidos. Si Jake era una de las ventajas de trabajar en el León, realmente iba a
disfrutar su nuevo trabajo.

***

Jake despertó un par de horas después. Las cornetas en su cabeza finalmente


se callaron y los tambores casaron de tocar. Pero Jake sentía que fueron
reemplazados por la abrazadera que ahora apretaba su cráneo. Al menos había
dormido, incluso si no fue un sueño completamente tranquilo. No se despertó
empapado en sudor de luchar con demonios imaginarios intentando asesinarlo.
Rodó a una posición sentada y olfateó. El cocinero parecía estar haciendo
algo grasiento. El olor delicioso de aceite frito llenó sus sentidos, y Jake brevemente
se preguntó si su nueva receta estaba siendo probada. Al menos su estómago no
dio volteretas ante el aroma. Tomaría eso como una buena señal.
Poco a poco, escudriñó el viejo trastero que se convirtió en una oficina. Algo
era diferente, y no podía localizar qué. Pero por otra parte, no se sentía muy
preparado mentalmente para estar concentrándose en algo. Su cerebro comenzó a
despejarse, y el distante recuerdo de la voz de una mujer rompió a través de la
neblina. Ella le ayudó a beber una bebida energizante y le puso una toallita
húmeda en su nuca cuando vomitó, en lo que asumió, era la papelera. La
vergüenza de alguien cuidando de él le causó náuseas, una vez más, amenazó la
inversión de su ya vacío estómago. Jake era un militar, cuidaba de las personas, no
al revés. Con una mano sosteniendo su cabeza y la otra estirándose por sus
pantalones, Jake escuchó abrirse la puerta.
—Bien. Estás despierto.
No podía ver quien era la dueña de esa dulce voz, pero sabía que pertenecía
a la mujer que lo cuidó antes. Lentamente, volvió la cabeza para verla, pero se
encontraba fuera de su línea de visión. Resignado al hecho de que se encontraba
sólo en boxers y no recordaba cómo había sido desnudado, Jake intentó ponerse
sus pantalones.
—Oh, querido. Aquí, deja que te ayude.
Jake miró los ojos azules claros de su salvadora y la pequeña nariz pecosa.
El macho primitivo en él quería ver el resto de ella, pero la cabeza miserable sobre
sus hombros no se lo permitiría. Ella sonrió y le ayudó a poner un pie en sus
vaqueros y luego el siguiente. Con una pequeña contribución, Jake se levantó y ella 10

los subió.
—Creo que puedes encargarte desde aquí.
—¿No subirás la cremallera por mí?
Se mofó de él. —¿Y perderte luchando? No.
La observó caminar alrededor del escritorio de acero y sentarse. —Ese es mi
escritorio. —Ante su ceja inquisidora, Jake se explicó—: Llevo la contabilidad para
mi hermano.
—¿Así que tengo que agradecerte por este desastre?
—¿Desastre? No, se hallaban así cuando las obtuve. ¿Dónde están mis pilas
de papeles?
—Organizadas. —Sonrió con satisfacción.
Se llevó una mano a la frente y luego se sentó. —Mierda. ¿Qué demonios
pasó anoche?
—Justo ahora, esa es la pregunta del millón de dólares en la barra. Al
parecer, volviste aquí con Trixie.
—¿Trixie? ¿Conozco una Trixie?
—Bueno, si no lo hacías, ahora sí.
—Lo siento. ¿Quién eres? —Ante el golpe en la puerta, Jake gimió y la mujer
en frente de él se levantó para contestar.
—Gracias, Dave. No, no puedes entrar.
Jake escuchó a su hermano gruñir. —No veo por qué no.
—Porque puedes hostigarlo una vez que esté fuera de mi sofá. Pero ahora
mismo lo quiero de buen humor en caso de que planee vivir aquí temporalmente
por más tiempo.
—No voy a vivir aquí. —Gruñó Jake—. ¿Y quién demonios eres? —La vio
cerrar la puerta de golpe con su cadera mientras balanceaba un bol de sopa en una
mano y un sándwich sobre un plato en la otra. Había algo elegante y preciso sobre
la forma que lo hacía.
—Soy la nueva encargada. Dave me dijo que te dijera:‖‚Ya‖sabes,‖de‖la‖que‖
te conté ayer antes de que me fuera‛.
Jake se encogió. —Soy un idiota. Lo siento. Si mi cabeza saliera rodando
podría dejar de molestarte. 11

—Ten, come esto. Es caldo de pollo. Olvida el sándwich.


Tomando el bol, Jake miró a la mujer delante de él. Tenía cabello castaño
claro, manos muy pequeñas y labios pintados de rojo. Lamió sus propios labios en
respuesta al mirarlos. Suponía que debía haberlo visto haciéndolo, porque se
movió en sus pies y regresó detrás del escritorio.
—Come —lo instó.
—Gracias…‖Umm,‖todavía‖no‖sé‖tu‖nombre.
—Sophia.
—¿Sólo Sophia? —Le divertía verla rodar aquellos grandes ojos que
parecían los de una muñeca.
—Sophia Agnés. Me dicen Sophie. ¿Y tú eres?
—Jake Sanders.
—¿Jake?
—¿Sí?
—Come tu sopa o se va a enfriar.
Él lo vio. El rápido parpadeo del ojo cuando se movía para ver algo más
claramente y luego de vuelta igual de rápido. Su mirada había ido a su pecho.
Inquieto, Jake intentó recordar la última vez que una mujer le vio con el pecho
desnudo. Sophie se sentó con las manos en frente de ella, mirándolo, claramente
intentando no fijarse en que seguía medio desnudo y lleno de cicatrices. De repente
se sintió como ese sueño donde daba un discurso en la secundaria, sólo para bajar
la mirada y darse cuenta de que la única cosa que tenía puesta era su ropa interior.
Un sentimiento extraño, ya que hasta hace un ratito, eso era todo lo que tenía
puesto.
Jake puso la sopa encima de un pequeño archivador luego le dio una sonrisa
tímida. —Me dio frío. —Se agachó y recogió su camisa luego la deslizó por su
cabeza—. Gracias por mimarme. No es un gran primer día, ¿eh?
—Estás perdonado. Ahora ante el riesgo de sonar grosera…‖necesito‖volver‖
a revisar tus ingresos. O la ausencia de ellos. —La mirada en su cara le dijo a Jake
la desesperanza que sentía hacia el estado de la contabilidad, luego comenzó a
hacer clic en las teclas de nuevo.
—Si necesitas ayuda, pega un grito. En realidad, por favor, hoy susurra. —
Descubrió que le gustaba hacerla sonreír. Iluminaba su rostro y se mostraba en sus
ojos. Jake se elevó a sí mismo fuera del sofá y cogió el bol de sopa. Tanto como le
habría gustado quedarse y hacerla destellar esa sonrisa de nuevo, sabía que 12

debería salir del camino para que Sophie pudiera trabajar. Además, él
probablemente olía tan mal como se sentía.
—No saldría allí, si fuera tú. —Se volvió y la vio nunca levantando la
mirada de su computador—. Quédate. Al menos tendrás paz y tranquilidad. Están
planeando burlarse de ti, y no creo que puedas soportarlo aún.
—¿Por qué piensas eso?
—Porque todavía estás pálido.
Se rió porque‖ tenía‖ razón.‖ Se‖ sentía‖ un‖ poco‖ p{lido‖ y‖ adem{s…‖ mirar‖ una‖
mujer encantadora sentada detrás de un escritorio no era un sufrimiento. —¿Te
importaría si regreso a dormir?
—Sólo si comes la sopa primero.

***
El día pasó más rápido de lo que Sophie pensó posible. Hizo una nota
mental de traer algunas plantitas y cuadros al siguiente día para hacer más
acogedora su nueva oficina. Cuando Jake finalmente se fue a casa a dormir los
restos de su resaca, hubo abucheos y gritos de los clientes. Sophie se sentía un poco
mal por el gran chico. Sólo quería salir sin ser molestado, e incluso contempló
hacerlo por la pequeña ventana de la oficina. Sophie le aseguró que no existía
forma de que encajará ahí.
Una vez en casa, se deslizó en sus zapatillas rosas y resumió las actividades
del día a su amiga de la infancia, Kathy. La única persona con la que podía siempre
contar y que siempre la escucharía.
—Entooonces, ¿cómo es el trabajo nuevo?
—Bien. —Sophie dio una mordida a la lasaña mientras acunaba el teléfono
en su oreja—. Dave, mi jefe, es muy lindo.
—¿En serio? Cuéntame más.
—Es alto, moreno y guapo.
Kathy hizo un ruido de arcadas. —¿En serio? ¿No se te puede ocurrir algo
mejor que eso?
—Bien, bien. Es mucho más tu tipo que el mío. Dave es muy agradable, muy
considerado y tiene labios lindos. Su hermano tiene un gran cuerpo —agregó en
voz muy baja. 13

—¿Qué?¿¡Qué!? Habla más fuerte, chica.


—El hermano de Dave, Jake, estuvo desmayado en mi oficina por la mayor
parte del día, y medio desnudo. Kathy, no creo que alguna vez haya visto un
hombre con un cuerpo como ese. Quiero decir, me excitó sólo por estar acostado
allí.
Kathy soltó risitas en el teléfono. —Delicioso. ¿Qué planeas hacer con este
hermano fortachón?
—Nada. No sabría qué hacer con un hombre como ese, y soy terrible en
coquetear.
—¡Oh, vamos! Diviértete un poco. Además, tus padres no están aquí para
reprenderte, así que libérate.
—Él se ve como problemas.
—Incluso mejor.
Sophie dejó salir un fuerte resoplido. —Te diré qué. Si cambio de opinión y
decido comenzar algo con un hombre que puede hacerte sudar con una simple
mirada a sus brazos, serás la primera en saber y mi madre la última.
—¿Lo prometes?
Sophie dejó el manto de la duda guiar sus próximas palabras.—No sé,
Kathy. Tal vez es muy pronto.
—Ummm…‖quizás eres una cobarde de mierda.
—También podría ser eso.

14
Traducido SOS por Annie D & Fiioreee
Corregido por Andrea95

—Sí, mamá, estoy bien... Sí, sé que no suelo beber así... No, no voy a hacerlo
de nuevo pronto. Ayer sólo fue... —Jake entró en el León Hambriento y saludó a
los clientes habituales y a Dave. Todos ellos lo saludaron de vuelta—. No hay
necesidad de preocuparse, estoy bien.
—¿Está tu mamá al teléfono dándole al pobre Jakie un mal rato? —bromeó
Louie.
—Supongo que el chico ya no puede aguantar el alcohol —gritó Stuart
desde su taburete del bar.
Jake les mostró el dedo a todos.
—Sí, también te quiero, má.
15
Cerró su teléfono celular y miró a los clientes de más edad sentados en el
bar. Louie sonrió y dijo—: ¿Ya averiguaste quién es Trixie, Artillero?
—Escuché que es realmente hermosa —se burló Stuart.
Louie cogió su cerveza y fingió examinar el contenido. —Escuché que
también hizo un maldito tonto de sí mismo al vomitar encima de ella. —Rió.
Jake se movía como una pantera, su cuerpo bien tonificado rápido y ágil.
Louie, su presa, corrió alrededor de la barra cuando Jake se movió en su
persecución. Una de las enormes manos de Jake se aferró del brazo del otro
hombre y lo llevó al suelo en juego de buen humor. Tumbaron una silla y una
mesa mientras luchaban, y Jake podía oír a su hermano gritando pero no le prestó
atención. No hasta que un fuerte golpe de dolor vino de su oreja. Jake
instantáneamente se dio cuenta de que esos once años como un infante de marina,
la mayoría de los cuales estuvo en la primera línea, no eran rival para una mujer
con dos dedos retorciendo su oído, y a él, a la sumisión. La incredulidad trajo la
vergüenza al frente de sus pensamientos y Jake tuvo que contener la disculpa
dejada en la punta de su lengua. La mujer de pie sobre él parecía muy enojada y
endiabladamente sensual.
—Yo gano —anunció Sophie. Cuando Louie se rió, ella lo miró con una
mirada feroz. Ambos hombres estuvieron tranquilos junto con todos los clientes.
Jake la miró de arriba abajo con una sonrisa de admiración. Existía algo
perversamente atractivo sobre Sophie no siendo una presa fácil—. Quita tu culo
del suelo. Y tú... —Se volvió hacia Jake y señaló. Antes de que pudiera detenerse,
sus pies retrocedieron dos pasos—. Limpia este desastre. Luego te necesito en la
oficina. —Jake vio sus caderas balancearse mientras marchaba a la parte posterior.
Era una chica caliente.
—Maldita sea, Jake. Sí que sabes cómo impresionar a las damas. —Dave
limpió la marca seca de una taza con un paño de cocina—. Su primer día entra a su
oficina contigo desmayado desnudo en el sofá. Pasas horas allí oliendo a alcohol y
vómito, luego cuando llega a conocerte todo limpio y luciendo tan decente como
puedes, tiene que separar una pelea.
—Nosotros no estábamos peleando. —Jake recogió la mesa que derribaron.
Cuando se tambaleó con una pata rota dejó escapar una respiración agitada. Su
buen humor rápidamente se volvió agrio.
—Claro parece como si estuvieras peleando por el aspecto de mi mesa.
¿Cómo está la silla?
Jake le gruñó a su hermano.
—Lo arreglaré.
16
—Si fuera tú, sacaría estos antes de que los viera, y luego mete tu trasero en
su oficina. Esa mujer de allé es dura para desquitárselas contigo. —Cada hombre
en el bar expresó su acuerdo con Dave. Pero en lugar de comentar como quería,
Jake levantó la pequeña mesa redonda y le señaló a su socio en crimen que tomara
la silla.
—Maldita sea. Tener este lugar siendo dirigido por una mujer es la última
cosa que necesitamos. Probablemente tendrá el lugar tapizado con flores para
Navidad. —Jake colocó la mesa boca abajo y luego dio la vuelta para irse. Su
cuerpo se detuvo abruptamente a la vista de Sophie. Incluso su corazón patinó
hasta detenerse cuando sus ojos asimilaron a la mujer que tenía delante de él,
dinamita en un paquete pequeño, bonito y discreto. Una combinación que Jake
amaba en la vida y uno que ahora evitaba debido al daño que podrían causar.
—Pensaba en hacer el baño sólo con flores —le dijo Sophie—. Solamente el
de los hombres, por supuesto. —Tenía sus brazos cruzados en su pecho, y por
primera vez Jake notó los pechos de Sophie. Con sus brazos cruzados, se
acomodaban agradablemente en la parte superior y tuvo que apartar la vista de
ellos.
—Mira, Sophie. Lo siento.
—Tengo que irme. Sólo pensé en hacerte saber. Ya he hablado con Dave.
La irritación constante en sus ojos hizo que Jake diera un paso hacia ella en
lugar de alejarse
—¿Está todo bien?
—Síp. Sólo algo de mudanza sin terminar.
Ante la respuesta entrecortada de Sophie, Jake la siguió de regreso a la
oficina.
—Vaya. El lugar luce bien con algunas plantas y esas cosas.
—Gracias.
Observó con fascinación mientras ella agarraba su bolso y violentamente lo
colocaba sobre su hombro. Era tan naturalmente sexy de una forma perversa. Sus
manos picaban por tocar, su boca por saborear. No se encontraba muy seguro de
qué hacer con la atracción inesperada, así que se puso agresivo.
—¿Qué está pasando?
Con un tono ligeramente irritado, le dijo—: No es asunto tuyo.
—Bueno, creo que lo es.
—No eres mi jefe —dijo ella. 17

—Soy uno de ellos. Soy dueño de la mitad de esto. —Una sonrisa tiró de su
labio mientras hacía un gesto al edificio en el que se hallaban.
—Mira, Jake, estoy segura de que eres un buen chico y todo, pero hay
algunas cosas que son mejor no discutirlas.
—Cuando‖te‖vas‖temprano‖en‖tu‖segundo‖día…
—Dave no tiene un problema con eso. —Su voz se elevó ligeramente, y él
respetó la forma en que frenó su temperamento. Las mujeres de su pasado siempre
parecían preferir gritar y chillar. Las respiraciones cuidadosas de Sophie la
contuvieron y le dio una idea de lo que sucedería si dejaba soltar su temperamento.
Las emociones corrían por su cuerpo, desconocidas y ninguna agradable. En los
últimos años él estuvo intentando sentir algo. Cualquier cosa. Ira, dolor, alegría.
Todas parecían eludirlo, robadas la noche de la emboscada, hasta este mismo
momento en que Sophie lo desafió a pelear. Controló la frustración que sentía. Ella
no tenía la culpa de lo que vivió. Pero, seguro que comenzaba a probar su control,
y él quería información.
—A Dave no le molestaría. A mí, sí.
—Está bien. —Los talones de Sophie sonaron mientras se dirigió a él con
venganza en sus ojos. Él no estaba seguro, pero realmente pensó por un minuto
que iba picarlo en el ojo. En su lugar dijo—: Mi ex novio necesita que vaya y recoja
lo que queda en mi ex-hogar porque su novia embarazada se está mudando, en
dos días. ¿¡Ves!? Algunas cosas son mejores sin decir.
—¿Hace cuánto tiempo terminaron?
Ella golpeó su pie con impaciencia en el suelo.
—Sólo estoy haciendo preguntas. Preguntas razonables —dijo, con sus
manos levantadas en el aire.
—Seis meses si cuentas el día en que lo eché a patadas.
—Espera. ¿Túlo pateaste a él? Entonces, ¿cómo consiguió la casa?
—Es nuestra casa de verano. Nunca se sintió como un hogar de todos
modos, así que es más que bienvenido a tenerla.
Jake levantó su cabeza y miró a Sophie con un nuevo respeto por ser una
mujer fuerte, capaz, y para nada sumisa. Lo sorprendió.
—Se suponía que fuera capaz de ir este fin de semana y obtener el resto de
mis cosas, pero él decidió adelantarse y preparar el cuarto del bebé —explicó
mientras movía los pies. Era la primera emoción de dolor que mostraba, y le dijo a 18
Jake que Sophie aún seguía llevando las heridas de la ruptura.
—Lo siento. —Jake puso una mano de comprensión sobre su brazo,
esperando consolarla como ella hizo por él el día anterior.
Ella golpeó su mano.
—No te preocupes, Jake. Ya pasé el dolor. Ni siquiera me importa si no
colocó todas mis cosas en cajas. Esto no se trata de eso.
Perplejo, Jake miró profundamente en sus ojos. Vio lo que había visto en
muchos de sus compañeros, la mirada que obtienes mientras te estás preparando
para ir a la guerra. Una actitud de que lo inevitable sucedería.
—Realmente te gustaría dejarlo fuera de combate.
—Síp. Y estoy esperando que me dé una razón para hacerlo.
Jake se apoyó contra la puerta de la oficina con una sonrisa y cruzó sus
piernas por los tobillos. El fuego construyéndose en sus ojos por él al estar
obstruyendo su salida. Se preguntó qué la haría arder.
—Ayer cuando cuidabas de mí, pensé que eras un ángel.
—Lo era. Si fuera por esos chicos de ahí, hubieras tenido maquillaje en tu
rostro y tus uñas pintadas. —Se movió—. Me encantaría continuar esta
conversación, pero realmente necesito irme, Jake.
Se rió porque ella tenía tanta razón. Ellos habrían hecho eso y
probablemente mucho más.
—¿Qué pasa con Trixie? —le preguntó.
Una tímida sonrisa se formó en sus labios mientras una mano impaciente
tiraba la correa de su bolso más fuerte sobre su hombro.
Jake sacudió cabeza.
—Sabias que no existía tal Trixie.
—Te lo merecías. —Comenzó a pasearse por la habitación con movimientos
erráticos—. Tu hermano te dijo que miraba, y ahora estás intentando librarme del
asunto de mi ex. Gracias, pero necesito ir. Muévete.
No se movió cuando trató de pasarlo. Jake sabía la necesidad de sacar la
agresión reprimida, así que la dejó empujarlo, golpear sus brazos, y sisear
amenazas vulgares.
—¿Sabes cómo pedirlo?
—Muévete, ¡maldita sea! 19

Ella se volvió cada vez más volátil con bofetadas y maldiciones mientras
Jake usaba sus manos para protegerse.
—Sophie, voy a pedirte amablemente que te detengas. —Cuando lo pateó
en la espinilla, Jake se contuvo de empujarla al suelo—. Entiendo que estás molesta
y no me importa que te descargues un poco conmigo, pero eso dolió.
Sophie le gruñó. —No te habría hecho daño si sólo te movieras.
—Necesitas calmarte.
—No necesito calmarme. Necesito irme. —Intentó patearlo de nuevo, pero
Jake lo esquivó.
—Vaya, eres luchadora. Voy a pedirte de nuevo que te detengas o tendré
que detenerte.
—Sí, claro. Muévete, ¡maldita sea! —Lo empujó con ambas manos, pero
antes de que pudiera ponerse más físico, Jake la detuvo. Sujetó sus muñecas por
encima de su cabeza con una mano y la inmovilizó contra la puerta. El movimiento
dejó sólo unos pocos centímetros entre sus cuerpos vibrando.
—Sophie, ¿necesitas ayuda para traer las cosas? ¿O tal vez a alguien que
vaya y se asegure de que no haces nada estúpido? —Cuando sus ojos se
estrecharon en él, Jake repitió las preguntas.
—Puedo controlar mi temperamento muy bien, y no hay nada pesado que
tenga que conseguir. Ahora, suéltame.
Jake inclinó la cabeza hacia un lado y la examinó con el cuerpo inmóvil.
Lujuria disparó a través de su cuerpo por la mujer que tenía delante. En reflejo, se
acercó un poco más.
—Sabes, la mayoría de las mujeres se asustarían de mí haciendo esto con
ellas.
—Ni siquiera pienses en ello, Jake.
La advertencia que vio en sus ojos le hizo pensar dos veces antes de colocar
la mano en su caja torácica y lentamente moverla hacia arriba para moldear su
pecho. Había pasado tanto tiempo desde que sintió la atracción de una mujer que
se convirtió en un impulso casi incontrolable. Casi. Con un poco de control, Jake se
recordó a sí mismo que realmente no necesitaba más complicaciones en su vida.
Especialmente del tipo mujeres.
—¿Te gustaría que vaya a lo largo y lo golpee? Ni siquiera tengo que hacer 20

nada físico. —La vio procesando la información por lo que añadió—: Podría
compensar lo de ayer. Además, no voy a tener que preocuparme de tener una
llamada donde tú necesitas dinero para la fianza. Eso arruinaría mi día. —Sin
pensarlo, sus ojos recorrían su cuerpo curvilíneo. Por la forma en que se
comportaba, seguramentefue una bailarina. Tal como lo señalaba la forma en que
descansaba sobre sus dedos de los pies. Tenía su cuerpo estirado hasta más lejos de
lo que sería cómodo para alguien sin entrenamiento, y sostenía su cabeza con una
elocuencia inconfundible.
—Está bien —dijo con un tono ronco—. Ahora, por favor ¿me dejas ir? —
Cuando lo hizo, ella le dio un puñetazo en el estómago con el puño derecho. A
pesar de su abdomen tonificado, el aire salió de la boca de Jake.
—¿Qué demonios fue eso?
—Hoy y ese comentario. Además, nunca más me toques así de nuevo.
La seriedad en su rostro era real, y Jake se encontró demasiado sorprendido
para decir una palabra. Años de entrenamiento en situaciones de combate, y esta
mujer le plantó un gancho de derecha a la tripa que nunca vio venir.
—Está bien, Jake. Vamos. —Cogió su bolso y desfilaron fuera de la oficina.
Jake se quedó en el lugar por un momento para procesar el hecho de que una
mujer acababa de conseguir lo mejor de él. En su incredulidad se quedó mudo.
Vacío para todo pensamiento excepto: la próxima vez estate más alerta, y agradece que
ella no es el enemigo.

***
Le dolía el puño, pero nunca lo admitiría. Su estómago más-duro-que-la-
piedra casi le rompió la mano. Ella la flexionó mientras se sentaba en el asiento del
pasajero, con la esperanza de que Jake no se diera cuenta.
—Escucha, Sophie. Lo siento si te he asustado antes. Sólo trataba de
protegerme a mí mismo.
—No me asustas... bueno, no tanto. —Le dio una sonrisa débil—. Además,
te patearía el culo.
—En serio, nunca he sido violento con una mujer a menos que estuviera
tratando de matarme.
Cuando él la agarró de la mano y le dio un pequeño apretón, Sophie se dio
cuenta de que Jake era verdaderamente serio. En realidad parecía que se rebelaba
21
ante la perspectiva de que podría haberla asustado.
—Gracias. Pero nunca me sentí en peligro. Sabes, realmente podríamos
haber llevado mi auto —dijo.
—Sí, y puedo poner mis pies detrás de mi cabeza.
—No es tan pequeño. —Ella se rió cuando él le dio una rápida mirada
amable—. El Prius es muy cómodo y espacioso. Eso es lo que me dijo el vendedor.
—¿Cuánto mides? ¿Un metro sesenta? ¿Un metro setenta? Estoy apenas por
debajo de metro noventa y casi tan ancho.
Sophie sacudió los dados colgando del espejo retrovisor.
—Guau. No estamos dentro de nosotros mismos, ¿verdad?
—No. Sólo estoy diciendo que pones a un hombre de mi tamaño en un
coche así y no va a funcionar.
Sophie disfrutaba viéndole fruncir el ceño por el parabrisas delantero. Era
tan agradable a la vista cuando no tenía resaca y apestaba. Tenía la nariz un poco
torcida. Su piel era tan blanca que ella pensaba que muy posiblemente podría
haber alguna descendencia sueca.
—¿Siempre bebes de esa manera? Dave me dijo que te estrellabas en el sofá
con bastante frecuencia. —Ella apretó los labios para dejar de sonreír cuando le dio
una rápida mirada.
—No. Normalmente no bebo así. Y era de estrellarme allí a menudo porque
no tenía un lugar propio. Hubo un incendio eléctrico en mi edificio y estuve fuera
del poder por un tiempo. Tengo mi propio lugar ahora.
Sophie se movió en su asiento para tener una mejor vista de él.
—Por lo tanto, ¿no eres el típico tipo de hombre "animal borracho partido
para arriba y teniendo niñas ostentosas de nombre Trixie en la oficina"?
—¡Ja! En realidad soy un tipo bastante aburrido, y prefiero ser así.
—Me parece bien. —Cayeron en un sorprendentemente cómodo silencio
mientras la carretera se extendía. Después de todo, ella tenía lo que parecía ser el
fisicoculturista del año sentado a su lado; menos la venas abultadas. Su libido
comenzó a trabajar horas extras, mientras su cerebro intentaba calmarlo—. Vas a
tomar la siguiente salida y luego girar a la izquierda.
—Esta es una zona muy agradable de Sound. Me sorprende que estés
dispuesta a renunciar a ella.
22
—Está pagando un alto precio por ello. —Sophie juega con las placas de
identificación colgadas del encendedor de cigarrillos—. Además, es donde tomó a
su otra novia cuando se suponía que debía estar en viajes de negocios.
—Ouch.
Sophie se rió porla forma displicente en que sonaba su propia voz.
—Simplemente no me importa mucho. Pienso en él como una de esas bolsas
de baba de las que lees y hablas con disgusto porque no puedes evitarlo. Lo
entenderás cuando te reúnas con él.
—¿Y no visto esto cuando lo conociste? Oh, espera, déjame adivinar. Él no
era así.
Se fijó en el perfil de Jake. Su fuerte mandíbula ambientada en un ceño
sombrío, con las manos rígidas en el volante, y la realidad de que él realmente
parecía querer saber lo que pasó. —Si mantienes esa rueda más apretada vas a
romperla. Por tu reacción diría que no te gusta la rutina defensa-femenina.
—¿Qué te hace pensar eso? Estoy a favor de la igualdad de derechos, el
ahorro de la heroína y blah blah blah.
—Bueno, el blah es código para "tuve una chica que me gustaba y ella se
encontraba atrapada con algún idiota que no la trataba bien".
—¿Cómo esto se convierte en una conversación acerca de mí? Y ella ahora
está casada con ese idiota, muchas gracias.
—¿Pero puedes verteamándola?
Jake tomó lo suficientemente rápido la izquierda para tener los neumáticos
de su camioneta chillando. Las manos de Sophie golpearon el camuflaje cubriendo
sus asientos.
—Guau, he dado en el clavo. Lo siento. Sólo bromeaba.
—Está bien. Así que si sabías que él era un imbécil, ¿por qué te quedaste y
aceptaste casarte con él?
¿Cómo iba a explicarle esto a alguien que no podría entenderlo? Era casi
como el amor de cachorro. Estuvo tan ciega y no vio nada hasta que un día se dio
cuenta de que el hombre de sus sueños, aquel a quien confiaron sus padres y
aceptaron a pesar de su diferencia de edad de doce años, fue un mujeriego sólo en
busca de los grandes premios, la billetera de sus padres. El hecho de que su madre
y su padre aceptaran esta verdad era otra picadura. Fue un buen negocio para que
se casara con él. 23

—Él fue mi instructor de ballet.


—¡Sabía que eras una bailarina por la manera en que te sostienes a ti misma!
—¿En serio? ¿Has visto alguno?
—En realidad, a una de ellas —dijo, guiñándole un ojo—, pero ella hacía
piruetas en un poste.
Sophie soltó un bufido.
—Bueno. De todos modos, yo era joven cuando lo conocí y pensé en él como
un dios. Dejé a un lado el casarme con él hasta que finalmente amenazó con
dejarme. Luego establecimos una fecha para dos años más tarde.
—No hay mucho para lo del matrimonio, ¿eh?
—No hay mucho por hacer caso omiso a mis instintos, que me metió en un
montón de problemas en el mundo de la danza.
—¿Rompió unas narices?
Él era divertido, y Sophie decidió que le gustaba.
—Alguien rompió la tuya. —Ella le dio un golpe juguetón en el brazo.
—Ninguna persona rompió la mía, cariño. Volaba los restos de un coche
bomba que me golpeó justo en la cara. Confía en mí cuando digo que era mucho
más bonito una vez.
—Oh, no tengo ninguna queja con cómo te ves. Tendrás que reducir la
velocidad, por cierto. El camino de entrada está arriba en la derecha.
El olor del mar rompió sus pensamientos. Ella lo podía oír fuera de la
ventanilla del coche. La sal colgaba pesadamente en el aire, y así la hizo suspirar.
Algunas cosas nunca cambian, y esto no fue diferente. Bruce se hallaba de pie fuera
de la casa lujosa esperándola.

24
Traducido por Carol Strafford & Alysse Volkov &SOS por Annie D & Kariza
Corregido por Andrea95

Jake miró hacia el hombre esbelto parado en frente de los escalones de


piedra en forma de media luna. Llevaba pantalones negros combinados con una
impecable camisa blanca desabrochada hasta el ombligo para exponer su pecho sin
pelo. La bufanda roja descansando alrededor de su cuello ondeaba con la brisa del
océano mientras su cabello se quedaba perfectamente quieto al estar tan
embarnizado. Su piel brillaba con un resplandor amarillo, lo que provocó que Jake
hiciera una mueca ante la idea del hombre siendo tan absorto en sí mismo que
usaba el espray de bronceado del que Jake oyó hablar una vez.
―Dios,‖odio‖esta‖casa.‖Todas‖las‖tres‖historias‖de‖la‖misma.‖ ¿No‖es‖la‖cosa‖
más pretenciosa que jamás hayas visto?
Jake estacionó el camión, y antes de que Sophie consiguiera salir le tomó la
25
mano y le besó sus nudillos.
―No,‖no, no es así. Él lo es.
―¿En‖serio?‖¿Intentas‖ser‖rom{ntico‖conmigo?
Jake le guiñó un ojo.
―No,‖sólo‖quería‖molestar‖a‖tu‖ex.‖―Al‖ver‖la‖sonrisa en sus ojos prometió
hacer esto mucho más agradable. Tenía una ligera sospecha de que Sophie era el
tipo de persona que le gustaba hostigar a la gente que no le gustaba.
―¡Oye,‖ imbécil!‖ ―La‖ oyó‖ decir‖ al‖ salir‖ de‖ la‖ camioneta―.‖ No‖ puedo‖
esperar, ¿podría hacerlo?
Jake reprimió una risa y luego sonrió cuando escuchó la respuesta del
hombre.
―Sophia, mi amor, no hay necesidad de ser desagradable.
―Oh,‖pero‖creo‖que‖si‖la‖hay.
Jake se situó detrás de ella y luego puso una mano protectora sobre su
hombro. La energía negativa saliendo de ella fue suficiente para que Jake pensara
en una estrategia sobre la manera de sacarla de allí, si las cosas se salieran de
control. Una fantasía coqueteó en su cabeza, de ella haciendo algo que lo
justificaría para arrojarla encima de su hombro. Los pensamientos de Sophie
siendo presionada tan firmemente contra él hacían que las partes del cuerpo de
Jake se apretaran.
―Jake, este es Bruce. Bruce, Jake.
Cuando Bruce le tendió la mano, Jake lo miró con disgusto.
―¿Dónde‖est{n‖sus‖cosas?
―Bueno,‖ realmente‖ no‖ esperaba‖ que‖ vinieras‖ con‖ alguien,‖ cariño.‖ Quería‖
hablar contigo.
―En‖ primer‖ lugar,‖ no‖ soy‖ tu‖ cariño, y en segundo lugar, nosotros no
tenemos nada de qué hablar. En tercer lugar, ¿dónde están mis cosas, Bruce?
Jake se posicionó por delante de Sophie; su cuerpo se tensó cuando sus
instintos de protección de soldado se encendieron. Se cruzó de brazos y lo tomó
como una buena señal cuando Bruce miró nerviosamente hacia él. La misión para
intimidar fue alcanzada. Una sonrisa levantó las comisuras de su boca.
―Realmente‖ me‖ gustaría‖ hablar‖ contigo‖ a‖ solas,‖ Sophie‖ ―repitió‖ Bruce‖
mientras trataba de evitar a Jake viéndola.
Fue apagándose, y se hizo evidente que Bruce tenía más en su mente que
26
Sophie recogiendo sus cosas.
―¿Dónde‖ est{n‖ sus‖ cosas, Bruce?‖ ―Jake‖ resaltó‖ su‖ nombre‖ mientras‖
flexionaba sus enormes brazos al mismo tiempo.
Bruce se apartó de Jake y tomó a Sophie por el brazo.
―No‖quiero‖hablar‖en‖frente‖de‖él.
―Bueno,‖eso‖est{‖muy‖mal.‖¿Qué‖quieres?
La impresión de un lobo disfrazado de oveja vino a su mente cuando Bruce
miró a Jake y le dio una débil sonrisa.
―Jake,‖ ¿no?‖ ―Cuando‖ Jake‖ asintió,‖ Bruce‖ continuó―:‖ No‖ estoy‖ seguro‖ de‖
su relación con la señorita Sophia, pero te puedo asegurar que no va a ser
domesticada y todo este asunto con nosotros queda fuera de proporción. No creo
que sepas lo suficiente como para comprender que el mundo podría ser de ella si
tuviera sus asuntos en orden.
Jake se rió.
―Eres un tipo divertido, Bruce.‖―Miró‖a‖Sophie,‖quien‖colocó su lengua en
sus mejillas y le dio un asentimiento de ir por ello. La admiración por su capacidad
de‖mantener‖la‖calma‖lo‖llenaba―.‖Tenía la impresión de que eras el que tenía las
aventuras.
Bruce vaciló por un momento.
―Somos‖ hombres‖ aquí.‖ Tú,‖ evidentemente,‖ respetas las cualidades más
sutiles del cuerpo. No me puedes decir que no tienes múltiples prospectos. Como
ser humano, no creo que estemos destinados a estar con una sola mujer.
―Bueno...‖no‖puedo hablar por todos los hombres, pero te puedo decir que
Trixie ha sido la única mujer con la que he estado por un tiempo. Verás, mi familia
cree que el matrimonio es un juramento que toman dos personas para el resto de
sus vidas. Supongo que lo que estoy diciendo es, que no entiendo tu retorcida
visión‖ de‖ una‖ relación.‖ ―Jake‖ dio‖ un‖ paso‖ adelante‖ y‖ Bruce‖ dio‖ un‖ paso‖ atr{s―.‖
¿Dónde están sus cosas?
Bruce tragó visiblemente.
―En‖el‖garaje.‖Pero‖todavía‖quiero‖hablar‖con‖Sophia.‖No‖sé‖de‖donde‖viene‖
toda esta amargura. No sé lo que te pasa. Eres tan hostil últimamente. Me gustaría
realmente una oportunidad de hacer que esto funcione para ti. Lo hacemos tan
bien juntos.
Sophie se echó a reír y se acercó hacia el garaje con espacio para cuatro 27
autos.
―En‖tus‖sueños, Bruce. Y puedes dejar caer el acto soy-mejor-que-tú. Suenas
ridículo.
―Me‖ necesitas‖ y‖ lo‖ sabes.‖ Ni‖ siquiera‖ puedes‖ salir‖ al‖ escenario‖ sin‖ una‖
charla motivacional ¿Quién haría eso por ti? ¿Estetipo?‖―Empujó‖a‖Jake,‖mientras‖
todos caminaban rápidamente‖ al‖ garaje―.‖ Tengo‖ el‖ presentimiento‖ de‖ que‖ aquí,‖
cariño, te está engañando.
―¿Qué?‖―preguntaron Sophie y Jake al unísono.
―Él‖ est{‖ avanzando‖ con esta mujer Trixie. Qué nombre tan pretencioso.
Trae visiones de moteles baratos y mujeres de la noche. ¡Vamos! Escúchame, se lo
que es correcto para ti.
La habilidad de Sophie para mirar tan malamente a Bruce, como si
realmente no le importara lo que dijera porque todo esto era mentiras, impresionó
a Jake. Quería plantar su puño en la cara del hombre, pero, como un buen
sargento, sabía que debía esperar a su señal. Así que observó mientras ella, con
más esfuerzo del necesario, presionó el código para abrir la puerta del garaje.
Cuando la puerta se abría lentamente, su mirada divertida se posó en la de Jake.
―Te‖estás divirtiendo, ¿verdad?‖―‖le‖susurró‖Jake al oído.
―Quiz{s‖―respondió‖ella.
Pero antes de que ambos consiguieran caminar adentro, Bruce saltó frente a
ella.
―Vuelve‖conmigo.‖He‖estado‖miserable‖desde‖hace‖meses.
―Bruce,‖ nos‖ separamos‖ hace‖ seis‖ meses y tu novia está,
¿qué…?¿embarazada de ocho meses? ¡Fuera de mi camino! ―Sophie‖ caminó‖
alrededor de él y a través de la puerta abierta. Jake se movió rápidamente a su lado
cuando su cuerpo llegó a un alto repentino. El garaje se hallaba vacío a excepción
de un Mercedes.
―Cariño‖ ―Se apresuró a explicar Bruce―,‖ nunca pensé que vendrías con
alguien, yo...
―Pensaste‖ que‖ volvería‖ de‖ nuevo‖ a‖ ti.‖ ―El‖ puño‖ de‖ Sophie‖ se‖ levantó‖ y‖
golpeó a Bruce directo en el ojo. Mientras Jake medio se atragantó y medio se rió,
ella giró‖en‖sus‖tacones‖y‖le‖alejó,‖gritando―:‖Ahórratelo.‖He‖vivido‖sin‖las‖cosas‖en‖
ese mausoleo durante mucho tiempo. Puedo vivir sin ellas por siempre.
Jake miró al patético hombre, sollozando en el suelo del garaje. Las manos
28
de Bruce cubrían sus ojos mientras gritaba por Sophie. Orgullo llenó a Jake. Ella se
distanció de ese maldito cabrón, y tenía que admitir que ese puñetazo realmente lo
encendió. Sorprendido, miró y vio su mano en la manija de la puerta de su
camioneta.
―¿Vienes?‖―preguntó‖con‖una‖sonrisa.
Jake corrió hacia el lado del conductor y saltó.
―¡Maldita‖sea,‖chica!‖Tenía la esperanza en ser el primero en hacerlo. Pero
al‖ver‖tu‖puño‖ en‖su‖cara‖fue‖impresionante.‖―Se‖dio‖la‖vuelta‖y‖le‖sonrió,‖luego‖
por el placer de hacerlo, tomó su cara y puso un rápido beso en su frente.
―Eres‖perverso,‖Jake.‖Me‖gusta‖eso.‖―Le devolvió la sonrisa, mientras que
él‖encendió‖el‖camión―.‖Me‖siento‖mal‖de‖que‖hayas‖venido‖ hasta‖aquí‖conmigo‖
para nada.
―No‖fue‖por‖nada.‖―Jake‖sacó‖elauto y se dirigió hacia su casa―.‖Le‖diste‖
la hora a ese hijo de perra en la cara.
Ella se rió un poco.
―Porque‖sí,‖lo‖hice.
―Y‖me‖siento muy orgulloso de ello.
―¿Por‖qué‖no‖habría‖de‖hacerlo?‖Mi‖familia‖me‖enseñó‖a‖aguantar‖mierda‖
así, y ahora que he decidido no hacerlo, se siente muy liberador. Mi amiga Kathy
estará tan orgullosa. ¡Ella lo odia!
―¿Tus‖padres‖querían que ustedes estuvieran juntos?
―Mi‖madre‖cree‖que‖todos‖los‖hombres‖tienen‖sus‖indiscreciones.‖Aunque‖
no creo que mi padre lo haya logrado. ¿Yo? Siento que si alguien te ama lo
suficiente, nunca pensaría en hacer algo tan despreciable.
―¿Qué‖piensa‖tu‖madre‖sobre‖ello?
―Que‖soy‖una‖loca.‖Y‖tan‖pronto‖como‖deje‖de‖actuar‖como‖una‖niña,‖seré‖
afortunada si Bruce me perdona y me toma de vuelta.
Jake juró.
―Lo‖ siento, eso no fue agradable en absoluto. Pensarías que ella querría
más para ti.
―Las‖mujeres‖de‖la‖familia‖de‖mi madre son conocidas por ser felpudos. Yo
fui una por mucho tiempo. Las aventuras de Bruce eran tan embarazosas que
pensaba que moriría. Podía oír a la gente susurrando a mis espaldas durante la
práctica y detrás del escenario en las presentaciones. El teatro es íntimo y todo el 29
mundo sabe tus problemas.‖Todo‖era‖muy‖triste.‖―Dio un suspiro melancólico, y
Jake la miró. Parecía herida, y quería tomarla en sus brazos para consolarla. Sus
padres siempre le hicieron saber cuando pensaban que veía a alguien con quien
sería descuidado con su corazón. Nunca lo miraron mal, y podía confiar en ellos
para estar siempre allí para él. El obvio estrés que Sophie tenía con sus padres le
recordó a Jake lo verdaderamente afortunado que era.
―Bueno,‖ nunca te describiría como un felpudo. Ciertamente, no golpeas
como una.
―Hoy‖ es‖ la‖ primera‖ vez‖ que‖ he‖ dado‖ un‖ puñetazo‖ a‖ alguien‖ desde‖ la‖
escuela primaria, y lo hice dos veces. ¿Debería estar orgullosa de eso?
Cuando le tocó el hombro, Jake sintió una descarga de adrenalina, y su
libido hizo un pequeño salto. Decidirse a cambiar de tema para distraerse parecía
ser la cosa más segura.
―No me preocuparía por ello. ¿Por cuánto tiempo bailaste?
―Tenía‖tres‖años‖cuando‖comencé.
―¿Lo‖dejaste?
―Tengo‖ un‖ salón‖ de‖ baile‖ donde‖ practico‖ todas‖ las‖ mañanas.‖ Pero‖ bailar‖
profesionalmente, nunca más.
―Es‖una‖pena.‖No‖renunciaste‖a‖causa‖de‖lo‖que‖pasó‖con‖Bruce, ¿verdad?
Porque sería patético.
―No.‖―Ella‖cruzó‖sus‖brazos‖sobre‖el‖pecho‖y‖miró‖por‖la‖ventana.
―No‖ fue‖ mi‖ intención‖ insultarte. Sólo preguntaba el porqué. Estoy seguro
de que tus padres te han preguntado.
—Lo han hecho.
Cuando no dijo nada más, Jake se detuvo en un restaurante.
—Tengo hambre, y han pasado unas buenas veinte horas desde que he sido
capaz de mantener algo. ¿Vienes? —Ella lo miró con dudas, así que le aseguró—:
Te prometo que no me aprovecharé de ti allí. —Mantuvo dos dedos arriba en la
promesa de chico explorador.
—Nunca fuiste un chico explorador.
—Cielos, fui un lobezno, un chico explorador, y un águila explorador, el
cual es el mayor honor —le dijo mientras agitaba un dedo por su nariz.
—Y ahora bebes y te desmayas en el sofá del gerente. ¿Festejabas por alguna
razón en particular? 30

—Mi amigo Mitch McCabe acaba de tener su primer hijo. Le dije que me
tomaría unos por él.
Su sonrisa floreció hermosamente en su rostro, y el rocío de pecas en su
nariz atrapadas en la luz del sol.
Preguntó—: ¿Alguna‖vez‖alguien‖te‖ha‖dicho‖que‖te‖pareces‖a…?
—No lo digas, Jake. No soy fanática en ser llamada linda.
—No iba a decir eso. Sólo... —Estiró su mano y tocó su suave mejilla. Sus
ojos de muñeca se hicieron más grandes de lo que él pensó posible. Quería besarla.
Debió haber estado escrito en su rostro, porque Sophie se movió en su toque. Jake
dejó caer su mano cuando las campanas de alarma sonaron. Había pasado tanto
tiempo, él sería afortunado si recordara cómo besar—. ¿Por qué no entramos y
comemos algo? Todas esas alteraciones físicas deben haberte dejado con hambre.
Dejándola sin opción, Jake saltó del camión antes de que ella pudiera decir
algo. No quería pensar en ella como una mujer o una posible amante. Dos años
antes había jurado el celibato para ayudar a despejar su mente y concentrarse en lo
que necesitaba hacer después con su vida civil. Por supuesto, todavía no había
descubierto lo que era ese "después".
Sophie enlazó su brazo con el de él.
—Renuncié porque ya no lo amaba. No lo hacía en mucho tiempo. —Se
detuvo y jaló a Jake para que la mirara—. Sólo porque eres talentoso en algo no
significa que es lo que tienes que hacer por el resto de tu vida. Mi corazón no se
encontraba en eso mucho antes de las aventuras de Bruce. Él y mis padres me
presionaron a quedarme.
—Entiendo eso.
—¿Cómo era cuando eras parte de la milicia?
—¿Cómo sabes que estuve en las fuerzas armadas?
Puso sus ojos en blanco.
—Jake, te vi desnudo. Hay un tatuaje en la parte superior de tu brazo
derecho. Además, hay cosas de infante de la marina por todo tu camión.
—Sí, supongo que es un poco difícil esconderlo, ¿no? Me fui por razones
personales.
Ella vio una mirada atormentada en sus ojos antes de que comenzara a
caminar hacia la entrada del restaurante. Sophie corrió para alcanzarlo.
—Jake, lo siento. 31

—Deja de decir eso. Creo que te has disculpado tres veces en esta
conversación y ninguna de ellas era justificada. Cielos, nunca siquiera dijiste que te
disculpabas por golpearme.
—Eso es porque lo merecías.
Su corazón se agitó con entusiasmo cuando se rió de ella. Jake tenía carisma
y honestidad, a diferencia de la mayoría de los hombres que Sophie conocía. Su
mente retrocedió a cuando la tocó en el camión y el calor en sus ojos cuando le
acarició la mejilla. Se preguntó qué lo hizo retroceder tan de repente cuando era
obvio que había calor brotando entre ellos. ¿Existía una mujer en su pasado, o algo
más?
—La única cosa que merezco es una medalla por no golpear hasta la muerte
a ese ex tuyo. Dos por favor —le dice a la anfitriona.
—Por aquí. —Con una sonrisa, la anfitriona les muestra un reservado—.
Aquí están sus menús y la mesera estará con ustedes en un momento.
—Gracias. —Sophie se deslizó a su asiento—. Bruce puede meterse bajo tu
piel muy fácilmente —le dice a Jake.
—Es un culo pomposo.
—Me siento mal de que lo golpeé. —Sophie cogió el menú y lo abrió—.
Sabes, hubo un momento en que entrar en un lugar como éste nunca habría
ocurrido. Como bailarina tienes que seguir una dieta estricta.
—No puedo imaginarlo.
—No, no puedes. Y, viendo eso estoy más rellena que las demás bailarinas,
y realmente debo mantener el control. —Vio que sus ojos la recorrían.
—Me gustan tus curvas.
Sophie sonrió y tomó una oportunidad de ser coqueta.
—Me gusta las tuyas, Sr. Sanders. —Ante el color tenue en sus mejillas
Sophie sintió un poder que no sabía que una mujer podía poseer. Probando,
Sophie se inclinó para dejar que sus pechos descansaran sobre la mesa. Su camisa
bajó por su cuello y sabía que le daba a Jake una bonita vista—. Dime por qué no
tienes una mujer.
—La tengo. Su nombre es Trixie. —Ella vio los signos reveladores de un
hombre nervioso cuando tragó duro.
—¿Listos para ordenar? —preguntó la burbujeante camarera con una 32
enorme sonrisa.
—Sí, quiero la ensalada de pollo Cobb y agua —dijo Sophie.
Jake sonrió.
—Viviendo en el peligro con eso, Sophie. ¿Qué tal si pedimos una pizza
para los amantes de la carne?
Sophie puso una mano en su estómago.
—Arrg, no gracias. Tendría que ir por un Ginger Ale y antiácidos en el
camino a casa para asentar mi estómago. Me quedo con la ensalada.
—Un‖gran‖Bistec…a‖término‖medio…con‖puré‖de‖papas,‖no‖ensalada, y una
jarra de Coca Cola —le dijo Jake a la mesera con un guiño.
—Sabes que inventé a Trixie, ¿verdad? —le pregunto Sophie a Jake cuando
la mesera se fue.
Sus ojos se iluminaron y su sonrisa era alegre.
—¿En serio?
—En serio. Me di cuenta de eso. No el chico que tratabas de golpear más
temprano.
—¿Estas coqueteando conmigo, Sophie?
—Tal vez. ¿Por qué?, ¿hay algo malo con eso?
Jake se echó hacia atrás y la estudió.
—Estoy fuera del mercado. —Su teléfono comenzó a vibrar en la mesa y él
lo tomó—.‖ Sip…no,‖ todo‖ est{‖ bien…est{‖ bien, hablaremos luego. —Colgando, le
sonrió a Sophie—. Dave quería asegurarse de que estamos bien.
El siempre cerebro inquisitivo de Sophie rebobinó hasta Jake diciéndole a
Bruce que la única mujer que ha estado alrededor por un tiempo era Trixie.
—¿Enserio? ¿Fuera del mercado? Porque en el bar, todos los hombres que
hablaban decían que no te habías establecido en años. —Resopló cuando Jake le
dio una mirada suave—. Debe haber una historia ahí. Dime.
Jake jugaba con la pajilla de su soda.
—No se te pasa nada, ¿verdad? Tal vez en otro momento derramaré mis
tripas. Justo ahora no quiero arruinar un buen momento.
—Está bien. Entonces dime como tú y tu hermano abrieron el León
Hambriento.
Por su mirada triste, Sophie se dio cuenta de que las cicatrices de este 33

hombre eran más profundas que las que se hallaban en su cuerpo.Un cuerpo al que
desesperadamente quería ponerle las manos encima.
—Me encontraba fuera de la Guerra cuando mi hermano estuvo hablando
de abrir un restaurant. Así que pensé ¿por qué no? Sabía que cuando volviera a
casa necesitaría algo que hacer.
—¿Qué haces exactamente? Además de arruinar los libros. —Jake se inclinó
sobre la mesa y le movió la nariz; ella rió y manoteó su mano.
—Te dije que así estaban cuando llegue ahí. De hecho soy muy bueno con
mi dinero. Sólo no tenía cabeza para los negocios. ¿Cómo te involucraste en este
tipo de cosas?
—Tome clases de negocios a pesar de que mis padres y Bruce las
desaprobaban. Me alegra de que esté dando sus frutos ahora que ya dejé de bailar.
—¿Pero trabajaste en algún lugar antes? Gracias —le dijo a la mesera
mientras ponía su comida frente a él.
El cuerpo de Sophie se calentaba al ver a Jake cortar la carne y meterla en su
boca. ¿Cómo se sentirían esos masculinos labios en sus pechos?
—Umm… sí… sin embargo, el trabajo realmente apestaba. Mi jefe era un
desgraciado total. Al principio no quería irme por lo que mis padres dirían: ¿Ves?
Necesitas ser bailarina. Pero eso no es lo que quiero. Me gusta la contabilidad, la
publicidad, y todo lo que tenga que ver con ello. Suena tonto, ¿no es así?
—Nop.
Sophie lo estudió por unos segundos. Era un hombre intimidante, sin
embargo nunca se sintió amenazada por él. Cuando miró a esos profundos ojos, se
dio cuenta de que movieron la conversación de él a ella.
—Así que, Jake.
—Si.
—¿Qué es lo que haces para el negocio?
Él se rió con ganas y agitó un dedo hacia ella.
—Me atrapaste.
—Sí, lo hice. Cambias el tema muy bien. ¿Era de ayuda en la marina?
—Me venía muy bien. No hago nada para el negocio. Por los últimos años
he necesitado cuidar de algunas cosas. Cuando Dave me sugirió tomar los libros, le
sugerí contratar a alguien. 34

—Necesitabas cuidar de algunas cosas. —Sophie tomó un gran bocado de su


ensalada. Contempló al hombre en frente de ella mientras se tomaba su tiempo
para masticar—.‖ La‖ última‖ vez‖ que‖ tuve‖ que‖ ‚cuidar de algunas‖ cosas‛,‖ era‖ un‖
código‖para‖‚mí misma‛.‖¿Encontraste‖lo‖que‖buscabas?
—Tal vez, ¿tú?
Se inclinó hacia adelante, mirándolo directamente a los ojos, y dijo—: Síp.
Traducido por Meeny,NnancyC & Ivy Walker
Corregido por Elizabeth Scarhood

―Y, ¿qué‖piensas‖de‖ella?‖―preguntó‖Dave‖con‖una‖ceja‖levantada.
Jake‖miró‖a‖su‖hermano‖mientras‖levantaba‖pesas.‖―¿Qué‖hay‖que‖pensar?
―¿Qué‖pasó‖cuando‖salieron‖a‖comer?
―Nada,‖ Dave.‖ ―La voz de Jake salió forzada mientras levantaba una vez
m{s,‖ y‖ Dave‖ lo‖ ayudó‖ a‖ colocar‖ la‖ barra‖ en‖ su‖ soporte―.‖ Tuvimos‖ una‖ gran‖
conversación y eso es todo.
―¿Una‖gran‖conversación?‖Suena‖medio‖aburrido.
Jake‖ se‖ volteó‖ hacia‖ su‖ hermano‖ malhumorado.‖ ―Preguntó‖ si‖ estoy‖
involucrado‖con‖alguien‖―dijo‖mientras‖se‖limpiaba‖el‖sudor‖de‖la‖frente.
―¿En‖serio?‖¿Qué‖dijiste? 35

―¿Qué‖demonios‖crees‖que‖dije?‖―Jake‖frunció‖el‖ceño‖hacia‖el‖suelo―.‖Le‖
dije que lo estoy.
―Jake,‖ eres‖ mi‖ hermano,‖ y‖ es‖ por‖ eso‖ que‖ creo‖ que puedo ser honesto
contigo. Estás jodiendo tu vida por nada.
―No‖por‖nada.‖Y‖es‖mi‖elección.
―¿Realmente‖vas‖a‖dejar‖que‖esa‖perra‖arruine‖tu‖vida?
―Eso‖no‖es‖justo,‖Dave.‖No‖es‖sólo‖por‖ella,‖además, hay otras cosas.‖―Jake‖
estiró sus manos a través de su amplio pecho.
―Maldición, Jake. Todo lo que haces es ejercitar, comer, leer, ejercitar,
comer, leer. ¿Cuándo fue la última vez que te divertiste?
―Hace‖ un‖ par‖ de‖ días‖ cuando‖ me‖ desperté‖ desnudo‖ en‖ la‖ oficina‖ del
gerente.‖ Todavía‖ no‖ sé‖ cómo‖ llegué‖ a‖ estar‖ así.‖ ―Jake‖ le‖ dio‖ a‖ Dave una sonrisa
pícara.
―Qué‖mal‖que‖Trixie‖no‖se‖aprovechara‖de‖ti.
―Sí,‖a‖veces‖extraño‖eso.
―Bueno,‖si‖lo‖extrañas‖al‖menos‖sé‖que‖las‖partes‖todavía‖sirven.
―Gracias,‖ Dave.‖ ―Jake‖ tragó‖ de‖ su‖ agua‖ y‖ pensó‖ en‖ la‖ bailarina‖
temperamental con grandes ojos. No había anhelado la compañía de una mujer en
tanto tiempo que la sensación le pareció extraña. Caray, ¿qué hombre no querría
estar cerca de ella? Era hermosa y tenía un cruel sentido del humor. Su lenta
sonrisa siempre hacía pulular mariposas en su estómago, y a veces se encontraba a
sí mismo tropezando con su propia lengua cuando hablaban. Si buscaba un buen
momento, lo que se aseguró a sí mismo no hacía, definitivamente estaría
olfateando alrededor de Sophie. Tenía apariencia, personalidad, todos los recursos
adecuados‖ y…‖ su‖ cuerpo‖ se‖ agitaba‖ y‖ sus‖ latidos empezaban a palpitar. Mierda.
Realmente necesitaba pensar en mujeres viejas, hombres peludos y obesos, comida
podrida. De otra forma, iba a darles a todos en el gimnasio una muestra de su
masculinidad.
―Así que, Jake, ahora que hay una gerente en la oficina asumiendo tu
trabajo, ¿dejarás de venir por aquí?
Jake‖se‖encogió‖de‖hombros.‖―Nah,‖creo‖que‖podría‖quedarme‖detr{s‖de‖la‖
barra un par de horas cada noche. Darme a mí mismo algo qué hacer.
―¿O‖la‖oportunidad de mirar a alguien?
―Dave,‖realmente‖no‖estoy‖interesado. 36

―Lo‖que‖digas.‖―Dave‖se‖encogió‖de‖hombros―.‖Tengo‖que‖irme.‖¿Te‖veo‖
más tarde?
―Sí,‖claro.
Jake volvió hacia las máquinas de ejercicio detrás de él. Tal vez pasaba
demasiado tiempo allí. ¿Qué más tenía por hacer? Después de que todo se
estabilizó, Jake se encontró a sí mismo sin la mujer que amaba, sin un riñón, y sin
un lugar al cual pertenecer. Por un tiempo, pensó en viajar, pero el prospecto de
hacer algo solo parecía deprimente. ¿Qué clase de buen tiempo puede tener una
persona sola cuando los recuerdos encantados le siguen a donde quiera que vaya?
Empujó las puertas de los vestidores y fue hacia las duchas. El fuerte olor a
detergente y amoniaco disparó la mente de Jake instantáneamente a la idea de
esterilización, hospitales y heridas. Peleó con el nubarrón que intentaba cubrir su
consciencia. Sabía lo que venía a continuación, luchó desesperadamente para
permanecer en la realidad.
La regadera se sintió bien en su piel. Purificando su alma y sus recuerdos
manifestados en una alucinación. Jake se encontraba de vuelta en el hoyo. Podía
sentir el peso de su armadura y armas mientras se acuclillaba para ocultarse del
objetivo de su escuadrón.
Sin aviso, un destello de luz brillante lo cegó mientras un sonido penetrante
lo dejó sordo por lo que pareció una eternidad. Jake cubrió sus oídos y cayó de
rodillas mientras el agua se rociaba sobre él, igual a la tierra que llovía en su
delirio. Jadeando en busca de aire, Jake obligó a su mente a ver la realidad en lugar
del momento que lo cambió para siempre. Bajó la mirada hacia sus manos; agua
corría a través de sus dedos, igual a como corría la sangre cuando volteó a uno de
sus camaradas para ver si seguía con vida. Fue entonces que supo que tenían
problemas. Todos sus hombres se encontraban heridos o muertos.
¿Qué demonios pasó? ¿Por qué yo viví? Se hizo esas preguntas una y otra vez,
pero las respuestas siempre lo eludían. El plan fue entrar lo más silenciosamente
posible y luego salir de la misma forma. Pero, ¿no era siempre ese el plan? Excepto
que esta vez el adversario estuvo esperándolos, como si supieran.
Jake consideró muchas noches, preguntándose si hubo un espía. Cada vez la
respuesta era no. Era sólo una línea de ataque que salió mal, así de simple. Pero
Jake nunca hacía un plan que no saliera perfectamente. Era el mejor en lo que
hacía, y no podía aceptar que esta vez su estrategia no hubiera sido correcta. No
percibía la historia completa, y su subconsciente no lo dejaría ver lo que su mente
quería mostrarle.
Jake volvió a la realidad apretado contra la esquina de la cabina del baño. Su 37

cuerpo se sacudía violentamente mientras intentaba, una vez más, aclarar la ilusión
ante él. Esta vez funcionó, y se encontró a sí mismo exhausto. Jake cerró la llave del
agua y recostó su cabeza contra los fríos azulejos de cerámica.
Reguló su aliento e hizo una revisión mental de sí mismo, cada extremidad
seguía sujeta y no tenía heridas visibles. De pie con los hombros hacia atrás y su
cabeza en alto, Jake caminó hacia el callado vestidor y se vistió. Su cuerpo se
resistía mientras su mente intentaba aclararse. Jake no experimentaba un retroceso
en un largo tiempo, y con cada uno, rebotaba hacia atrás un poco mejor y
recordaba un poco más sobre la noche que su vida cambió.
―Partes de un rompecabezas ―le dijo su terapeuta―. Cuando tu mente esté
lista, todas encajarán juntas y recordarás.
Jake‖se‖frotó‖las‖manos‖sobre‖la‖cara‖y‖se‖dijo‖a‖sí‖mismo―:‖Coraje,‖Artillero.‖
Coraje. Estás vivo.
***

Sophie golpeó en la puerta con entusiasmo. No sabía cómo la escucharía con


todo el ruido que salía de la pequeña casa. Reconoció la melodía y la cantó en su
mente mientras esperaba una respuesta. El plan era simple: ir a la casa de Dave y
averiguar la contraseña de la computadora de la compañía, ir a casa y habar con
Kathy durante un rato, luego empaparse en un baño profundo de burbujas con
Mozart sonando bajo en el fondo.
En lugar de eso, Sophie descubrió, después de una hora intentando
contactar a Dave, que Jake cambió la contraseña cuando se hizo cargo de las
finanzas,‖y‖Dave‖la‖tenía‖‚apuntada‖en‖alguna‖parte…‛‖pero‖sería‖m{s‖f{cil‖si‖sólo‖
le preguntaba a Jake.
―Ja.‖ ―Se‖ rió‖ ante‖ la‖ locura‖ de‖ todo‖ esto,‖ porque‖ ahora‖ era‖ Jake‖ quien‖ no‖
respondía‖ su‖ teléfono‖ o‖ la‖ puerta―.‖ ¿Cómo‖ demonios‖ hacían‖ funcionar‖ este‖
negocio‖sin‖mí?‖―se preguntó a sí misma.
Al principio Sophie dudó, luego con más esfuerzo del necesario empujó la
puerta para abrirla y lo llamó. Dándose cuenta de que no podría escucharla sobre
la música, Sophie buscó la fuente del desorden. En la sala encontró una enorme
televisión LSD de cincuenta y dos pulgadas, y un equipo de sonido moderno. 38
Junto a este había filas de CDs, qué, después de una inspección más cercana, todos
parecían estar en orden alfabético. ¿Un poco obsesivo compulsivo, Jake? Con una
mano tentativa, encontró el botón de apagar el sistema de audio y sintió las
vibraciones en su cuerpo cesar inmediatamente, pero el repiqueteo en sus oídos
continuó.
―Es‖como‖estar‖en‖un‖maldito‖concierto‖―murmuró‖para‖sí.
―Es‖la‖forma‖en‖que‖me‖gusta.‖¿Qué‖demonios‖est{s‖haciendo‖en‖mi‖casa?
Ante su profunda voz, Sophie gritó y saltó con una mano en su pecho.
―¡Pudiste‖haberme‖dejado‖saber‖que‖te‖encontrabas‖ahí!
―Acabo‖de‖hacerlo‖―dijo‖Jake.
Su sonrisa la enfureció, pero no podría decir si el rubor que sentía en sus
mejillas provenía de la furia o del hecho de que Jake se hallaba de pie ante ella
medio desnudo. Pantalones cortos de que le caían bajo en las caderas, tenía el
botón superior suelto y el pecho desnudo. Miró la larga cicatriz que cruzaba su
torso y se preguntó cómo esto podía hacerlo verse más sexy.
―Te‖das‖cuenta‖que‖est{‖a‖diez grados afuera, ¿cierto?
―Sí,‖soy‖de‖sangre‖caliente.‖¿Por‖qué‖est{s‖aquí?
Observó mientras se le acercaba. Su andar tranquilo, sin esfuerzo, le dio la
impresión de una pantera a la luz de la luna. Sus ojos eran oscuros e intensos,
mientras las sombras del día por terminar la daban a su rostro una apariencia
peligrosa. ¿En qué se metió? ¿Realmente pensaba que podría manejar a este hombre? Se
detuvo a pulgadas de ella. El poderoso magnetismo animal entre ellos dio paso a
que un ronroneo bajo escapara de la garganta de Sophie.
―Nunca‖he‖sentido‖una‖atracción‖tan‖intensa‖hacia‖alguien‖antes.‖No‖estoy‖
seguro‖ qué‖ hacer‖ con‖ esta‖ ―dijo.Se‖ dejó‖ llevar‖ por‖ su‖ deseo‖ y‖ llevó‖ una‖ de‖ sus‖
manos hacia su pecho. Sophie observó con fascinación cuando sus músculos
saltaron ante su toque―. Tienes el cuerpo más increíble.
―Por‖favor.‖―Él‖tomó‖una‖respiración‖severa‖y‖entretejió sus dedos en su
cabello―.‖Sophie,‖por‖favor‖detente.
―Pero,‖ est{s‖ hal{ndome‖ hacia‖ ti.‖ ―Miró‖ hacia‖ unos‖ ojos‖ que‖ se‖ veían‖ tan‖
confundidos‖como‖se‖sentía‖ella―.‖No‖entiendo,‖Jake.
―Sólo‖estoy‖pas{ndola‖bien,‖Sophie.‖Estoy…
―…‖no‖involucrado‖con‖nadie.‖―Dio‖un‖paso‖hacia‖adelante‖por‖lo‖que‖sus‖
cuerpos‖se‖rozaron―.‖Trabajamos‖en‖el‖mismo‖lugar,‖¿lo‖recuerdas?‖―Sintiéndose‖
atrevida, Sophie se puso de puntillas y le mordisqueó la barbilla. 39

―No‖ creo‖ que‖ esta‖ sea‖ una‖ idea‖ inteligente.‖ ―Movió‖ su‖ rostro‖ para‖ darle
besos‖en‖el‖cuello―.‖Realmente‖no‖quiero‖empezar‖ningún‖tipo‖de…
―No‖ me‖ digas‖ que‖ nunca‖ has‖ hecho‖ algo‖ que‖ no‖ era‖ parte‖ de‖ un‖ plan‖
―susurró.
―Yo…‖sí,‖no…‖Maldición,‖no‖puedo‖pensar.
―¿Dónde‖est{‖su‖cerebro,‖Sargento?‖―Olía‖asombrosamente‖masculino,‖y‖el
toque de sus labios en su cuello y en sus orejas combinaban las sensaciones para
crear una tormenta de necesidad. No dejó de pensar en él o en la comida que
compartieron en el restaurante. La conexión desarrollándose entre ellos parecía
volverse más fuerte, incluso en la ausencia del otro.
―Sargento‖de‖Artillería,‖y‖fue‖al‖sur‖junto‖con‖toda‖mi‖sangre.
Atreviéndose‖a‖ser‖m{s‖audaz,‖Sophie‖le‖contó‖lo‖que‖sentía.‖―Sabes,‖Jake,‖
no vine aquí con esta intención. Sin embargo, siempre parezco encontrarte sin ropa
y me está haciendo hacer cosas que jamás pensé que haría con alguien que apenas
conozco. Esto es una locura. No puedo dejar de pensar en ti.
Con las manos en sus hombros, Jake la apartó a un brazo de distancia y la
miró‖a‖los‖ojos.‖―Voy‖a‖ir‖a‖ponerme‖una camisa.
Sophie‖tomó‖una‖profunda‖respiración.‖―De‖acuerdo,‖tal‖vez‖tienes‖razón.‖
Espacio,‖ un‖ respiro,‖ mmm…‖ ―Sonrió‖ para‖ sí‖ misma‖ cuando‖ se‖ dio‖ la‖ vuelta‖ y‖
pareció alejarse a toda velocidad. Ese también era su primer instinto, pero, ¿qué
sentido tenía huir cuando se encontrarían atraídos al otro de nuevo? Mientras
procesaba sus pensamientos; vagó por la cocina, donde una gran olla en la estufa
contenía salsa a punto de explotar. Junto a eso, la puerta del armario de especias
seguía abierta, mostrando que todos los frascos se encontraban dispuestos desde el
más pequeño al más alto, etiquetas al frente y en orden alfabético―. Eres muy
organizado, Jake.
―Me‖gusta‖saber‖dónde‖est{n‖mis‖cosas.‖No‖tiene‖nada‖de‖malo.
Sophie‖ miró‖ los‖ frascos‖ de‖ especias.‖ ―Supongo que no. ¿Podrías venir y
organizar mi cocina? Es un desastre.
―Claro,‖ ¿por qué no? Me encontraba a punto de hacer algo de pasta.
¿Quieres un poco?
Jake se estiró y cerró el armario con un golpe mientras pasaba su otra mano
a través de su cabello. Lucía un poquito incómodo con ella parada en su cocina, así
que‖ Sophie‖ retrocedió‖ para‖ darle‖ m{s‖ lugar‖ y‖ reunió‖ el‖ valor‖ para‖ preguntar―:‖
¿Me estás pidiendo que cenemos, Jake?
40
―Después‖ de‖ que‖ intentaste‖ abusar‖ de‖ mí,‖ en‖ mi‖ propia‖ sala‖ de‖ estar,‖
debería echarte a patadas en ese firme trasero que tienes, pero no lo haré.
―No‖fui‖la‖única‖haciendo‖el‖abuso,‖muchachote.‖―Jugando,‖Sophie‖fue‖ a‖
agarrar el frente de su camisa y Jake logró esquivarla.
―Manos‖para‖ti‖misma,‖damita.
―Bueno,‖pero‖tú‖comenzaste.‖―Se‖volvió‖de nuevo hacia la estufa y recogió
la cuchara al lado de la olla.
―Toma,‖permíteme.
Sophie conectó sus ojos con los suyos cuando llevó la cuchara con salsa
hacia‖ sus‖ labios.‖ Sopló‖ suavemente‖ y‖ luego‖ saboreó.‖ ―Mmm.‖ Jake,‖ es‖ delicioso.‖
―Cuando‖se‖lamió‖los‖labios, Jake rodó los ojos hacia el techo.
―¿Por‖ qué‖ estoy‖ en‖ esta‖ situación?‖ ―Con‖ cuidado‖ limpió‖ la‖ salsa‖ de‖ la‖
comisura‖ de‖ su‖ boca‖ ―.‖ Debería‖ estar‖ concentrado‖ en‖ muchísimas‖ otras‖ cosas‖
―dijo‖después‖de‖lamer‖la‖salsa‖de‖su‖pulgar.
―Quiz{s‖est{s‖atraído‖a‖contadoras‖bailarinas.‖―Se‖rió.
―Nunca‖ estuve‖ con‖ una‖ ―dijo‖ con‖ una‖ sonrisa―.‖ Podría‖ ser‖ interesante.‖
―Con‖prisa,‖agarró‖una‖olla‖del‖escurreplatos‖sobre‖la‖estufa‖y‖la‖llenó‖con‖agua―.‖
Entonces, ¿has escuchado algo de tu amigo?
―¿Amigo?
―El‖que‖consiguió‖un ojo morado recientemente.
―Oh.‖ Sí,‖ llamó‖ a‖ mis‖ padres‖ y‖ ellos‖ me‖ llamaron‖ a‖ mí.‖ Mi‖ madre‖ est{‖
decepcionada porque mostré mi ira. Al parecer, no era muy propio de una dama
como yo perder los estribos.
―Pensé‖que‖fue‖una‖de‖las‖cosas‖m{s‖sexys‖que‖he‖visto‖en‖mi‖vida.‖―Saló‖
el agua hirviendo, luego agregó unas gotas de aceite.
―Le‖haré‖saber‖eso‖la‖próxima‖vez‖que‖le‖hable.‖Mi‖padre‖se‖preocupó‖m{s‖
por‖‚el‖bar‛‖en‖el‖que‖estoy‖actualmente‖trabajando.
Jake‖le‖sonrió.‖―No‖es‖realmente‖un‖bar.
―Lo‖sé.‖Pero‖no entienden eso.
Jake‖se‖apoyó‖en‖la‖encimera‖y‖la‖observó.‖―¿Qué‖est{s‖haciendo‖aquí?
―Cenando.
―Sophie…
―Necesitaba‖la‖contraseña‖para‖el‖computador.‖Dave‖no‖la‖sabía.‖―Sonrió‖y‖
41
le coqueteó con los ojos.

***

Jake se giró para remover la pasta mientras sacudía‖ la‖ cabeza.‖ ―Tienes‖ la‖
sonrisa más hermosa.
―¿En‖serio?‖Gracias.‖―Sophie‖caminó‖hasta‖un‖gabinete‖y‖comenzó‖a‖mirar‖
las‖ fotos‖ colocadas‖ al‖ lado‖ de‖ los‖ platos‖ en‖ los‖ estantes―. Pero no parece tener
ningún efecto en ti.
―¿Qué‖ te‖ hace‖ decir‖ eso?‖ ¿Debido a que no te arrojé al sofá y te hice el
amor?‖―Quería‖hacerlo.‖El‖Señor‖sabe‖cu{nto‖quería.‖Pero‖después‖de‖tantos‖años‖
de celibato, Jake se sentía tan nervioso como un adolescente en la parte trasera de
un coche para su primera vez.
―Bueno,‖sí.
La sintió moverse hacia él, por lo que se giró y la señaló con una sonrisa en
los‖labios.‖―Dijiste‖que‖no‖me‖tocarías.
―No‖lo‖voy‖a‖hacer‖―dijo‖en‖tono‖de‖burla.
Su comportamiento juguetón hizo a sus nervios danzar, despertando su
libido. Cuando le quitó la cuchara de madera y golpeó el costado de su nalga,
gritó―:‖¡Oye!‖¿Qué‖est{s‖haciendo?
―D{ndote‖nalgadas.
El brillo de sus ojos, hizo que Jake repensara en el sofá de la sala, pero las
encimeras de la cocina se hallaban más cerca. En cambio, agarró la cuchara de
vuelta‖y‖golpeó‖su‖culo.‖―¿Cómo‖se‖siente?
Se inclinó hacia adelante para que sus labios estuvieran a un susurro de
distancia.‖―Maravilloso.
―Me‖est{s‖volviendo‖loco,‖Sophie.‖Escucha...‖sólo‖voy‖a‖ser‖directo‖contigo.‖
No he estado con una mujer en dos años.
Una‖de‖sus‖cejas‖se‖elevó.‖―¿Hay‖alguien‖con‖quien‖querías‖estar?
―No.
Su‖labio‖inferior‖sobresalió‖sólo‖un‖poquito.‖―Estoy‖jodiendo‖esto,‖¿verdad?
La estudió. No cuestionaba su confesión, pero tampoco le preguntó por qué.
Encontró ese hecho muy interesante.‖―Sí,‖est{s‖echando‖a‖perder‖todo. 42

―Bueno,‖supongo‖que‖es‖una‖buena‖cosa‖que‖prometí‖no‖tocarte‖nunca‖m{s.‖
―Sonrió―.‖Creo‖que‖necesitas‖drenar‖ese‖espagueti,‖Jake.
Mirando‖ hacia‖ abajo,‖ vio‖ que‖ la‖ pasta‖ estaba‖ casi‖ sobrecosida.‖ ―Cierto.‖
Mmm, fue una decisión personal.
―¿Tenía‖que‖ver‖con‖las‖cosas‖de‖las‖que‖necesitabas‖‚encargarte‛?‖―Abrió‖
las puertas del gabinete hasta que encontró vajilla en la que pudieran comer.
―Sí.‖ ―No‖ sabía qué tan preparado se encontraba para hablar de algo tan
privado, pero sin‖ ella‖ presionando‖ parecía‖ que‖ podía‖ ir‖ a‖ su‖ propio‖ ritmo―.‖
¿Quieres mozzarella en esto?
―Sí,‖por‖favor.
Sirvió dos platos de pasta y salsa con queso fresco rallado y los llevó a la
mesa. Una vez instalados, Jake la miró a los ojos para buscar su alma. Vio que lo
estuvo‖ esperando‖ para‖ que‖ hablara.‖ ―Volví‖ de‖ la‖guerra‖ herido,‖ un‖ poco‖ en‖ mal‖
estado de la cabeza, y mi novia me dejó por su jefe. Hicieron planes para casarse
mientras me encontraba en servicio. Me refiero a planes reales. El vestido, la iglesia,
recepción, luna de miel, lo que sea, todo estaba en orden. Todo lo que tenía que
hacer era llegar a casa para que me lo dijera. Pero al ver que volví a casa antes con
unas cuantas balas, se ofreció a posponer la boda.
Sorpresa y odio cruzaron por la cara de‖Sophie.‖―Vaya.‖Eso‖fue‖muy‖dulce‖
de la mujerzuela.
A‖su‖pesar,‖Jake‖se‖rió.‖―Sí,‖supongo‖que‖tienes‖razón‖allí.‖De‖todos‖modos,‖
ya llevaba casada alrededor de un año cuando se dio cuenta de que realmente me
amaba.
―Esto‖ se‖ pone‖ cada‖ vez‖ mejor.‖ Déjame‖ adivinar.‖ ―Sophie‖ movió‖ sus‖
pestañas‖e‖hizo‖una‖cara‖de‖cachorro‖triste,‖luego‖sollozó―.‖Jake,‖lo‖siento‖mucho.‖
Me sentía sola y me consoló cuando no te encontrabas aquí. Pero, pensaba en ti
cada vez que... ¿Cómo se llama?
―Idiota.
―Cada‖ vez‖ que‖ idiota‖ y‖ yo estábamos juntos. ¿Me puedes perdonar y
aceptarme de vuelta?
―¡No!‖ ―dijo‖Jake‖sonriendo.‖ Entonces‖hizo‖algo‖que‖nunca‖pensó‖posible.‖
Se inclinó sobre la mesa y tomó la barbilla de Sophie en una de sus manos mientras
se estiraba hacia ella, segundos antes de que sus labios se tocaran. El beso fue dulce
y terminó antes de que comenzara, pero dejó a Jake confuso. Sophie debió estar
también confundida, porque sus ojos se veían ligeramente conmocionados. 43

―No‖te‖toqué‖―dijo.
―No,‖no‖lo‖hiciste.‖Gracias‖por‖entender.
―Bésame‖una‖vez‖m{s‖y‖no‖te‖voy‖a‖molestar‖por‖el‖resto‖de‖la‖comida.
―¿Qué‖tal‖sólo‖porque‖quiero?
Se encogió de hombros, y Jake se preguntó cómo su sola presencia podía
causar que sintiera y probara cosas que quiso hacer durante años. Llevó sus labios
a los de ella, pero esta vez movió su mano de la barbilla a la parte trasera de su
cabeza. La besó más profundamente y prolongado, permitiendo a su cuerpo a
responder como quería. No, no olvidó cómo hacerlo, y se sentía maravilloso tener
sus labios sobre los suyos. Sus lenguas bailaban, y sintió su mano en su mejilla.
―Me‖est{s‖tocando‖―dijo‖contra‖su‖boca.
―No‖puedo‖evitarlo‖―susurró―.‖Tienes‖suerte‖de‖que‖no‖te‖estoy‖tirando‖
sobre la mesa y rasgándote la ropa.
Jake‖ apoyó‖ su‖ frente‖ en‖ la‖ de‖ ella.‖ ―Si‖ te portas bien, tal vez algún día te
voy a dejar hacerlo.

44
Traducido por Apolineah17 & florbarbero
Corregido por Elizabeth Scarhood

―Oye,‖ Sargento.‖ ¿Cómo‖ es‖ que‖ te‖ gusta‖ trabajar‖ para‖ tu‖ hermano‖ mayor?‖
―bromeó‖Louie.
―¿Quién‖dijo‖que‖trabajo para‖él?‖―Los‖ojos‖de‖Jake‖deambularon‖hacia‖la‖
oficina al final del pasillo. Mientras limpiaba el mostrador de cerveza se
preguntaba si alguna vez volvería a salir. Sophie se estuvo escondiendo allí toda la
semana‖ ‚organizando.‛‖ No‖ se‖ dio‖ cuenta‖ de‖ que‖ hubiera tanto por hacer. En su
mente, sólo tenía que ver los libros, hacer algunos cambios en la forma en que
gastaban su dinero y entonces reorganizar un par de cosas. Nada de eso. De nuevo,
podría haber sido por eso que la contrataron, porque Dave y él hicieron
precisamente eso y no funcionó.
―Entonces,‖¿para‖quién‖trabajas si no es para tu hermano?
45
La atención de Jake regresó a su cliente, quien prácticamente vivía en el
León Hambriento.
―Sólo‖trabajo‖para‖mí‖mismo‖y‖no‖dejes‖que‖nadie‖te‖diga‖lo‖contrario.
―En‖realidad,‖él‖ahora‖trabaja‖para‖mí.
Jake se giró hacia el sonido lírico de la voz de Sophie. Se veía tan linda hoy
en sus vaqueros holgados y su blusa naranja de corte bajo. Sin pensarlo, comenzó a
admirar su pecho y ella chasqueó los dedos hacia él.
―‖Jake‖mi‖rostro‖est{‖ac{‖arriba‖―dijo‖con‖una‖risita.
Sintió el calor en sus mejillas.
―Lo‖siento.‖Puedes‖ser‖una‖gran‖distracción.
―¿Dónde‖est{‖Dave?
―¿Por‖qué?‖―Quería‖que‖se‖quedara‖afuera‖por‖m{s‖tiempo.‖Eso‖le‖daría‖la‖
oportunidad de oler su dulce aroma y mirarla un poco más.
―Necesito‖hablar‖con‖él‖sobre‖algo‖de‖la‖publicidad.
―¿Por‖qué‖no‖puedes‖hablar‖conmigo?‖―Rodó‖los‖ojos‖hacia‖Jake,‖haciendo‖
que apretara el agarre sobre un vaso. Si lo apretaba más fuerte, seguramente lo
rompería.
―Tú‖ eres‖ un‖ socio silencioso y Dave me pidió que hablara con él sobre
todas las decisiones de publicidad.
Se lamió los labios, un movimiento involuntario, ocasionando que una
tensión sexual serpenteara por el cuerpo de Jake. Una mitad de él quería alejarla,
mientras que la otra se volvía desesperada por lanzarla encima de la barra y hacer
su camino en ella.
―Puedo‖tomar‖decisiones‖―le‖dijo.
―Est{‖ bien,‖ ¿qué‖ tal‖ una‖ fiesta‖ de‖ Halloween‖ con‖ regalos?‖ Atraería‖ a‖ las‖
personas, y he estado pensando en un nuevo menú para la cocina. ¿Algo un poco
más festivo como Guisado de Espíritus Malignos y Ensalada de Ojos?
―Bueno,‖no‖sé‖lo‖que‖es‖el‖Guisado‖de‖Espíritus‖Malignos,‖pero‖sí,‖creo‖que‖
la‖ fiesta‖ suena‖ genial.‖ ―Le‖ guiñó‖ un‖ ojo‖ y‖ luego‖ agarró‖ otro‖ vaso‖ para‖ secarlo.‖
Sabía que no debería estar pensando tanto en ella. La noche que se besaron en su
casa, fue la primera vez en años que sintió una verdadera atracción pasional hacia
una mujer. Se dijo a sí mismo que tarde o temprano desarrollaría una atracción
hacia alguien. Sin embargo, nunca imaginó que sería así, y con alguien como
Sophie. Todas las mujeres con las que salió anteriormente no tenían la fuerza, el
46
instinto o la compasión que tenía. Tampoco lo impulsaron a protegerlas tanto
emocional como físicamente, como Sophie lo hacía. ¿Por qué más habría hecho el
viaje a su casa de verano?
Era un poco atemorizante, y el desasosiego que sentía quedó claro en el
hecho de que decepcionaba a todos los que alguna vez le han importado. En
primer lugar, envió a su equipo militar directamente a una emboscada y a sus
muertes. En segundo lugar, no pudo conservar a su prometida porque no tenía la
habilidad de darle el apoyo emocional que necesitaba, y eso la empujó a los brazos
de otro hombre.
Luego se encontraba su familia. Jake siempre fue un buen hijo. Sus padres se
sentían muy orgullosos de él cuando se unió a la Marina, e hizo su camino a través
de los rangos. Cuando regresó roto se ofrecieron a vender su casa de retiro en
Florida y a mudarse de regreso, pero Jake insistió en que no lo hicieran. Siempre
fueron comprensivos y amorosos, y dejar que renunciaran a aquello por lo que
trabajaron tan duro habría sido sólo otra forma de decepcionarlos.
Jake ya no era un hombre en el que pudieran confiar. No era el hombre que
podía hacer todo bien. El equipaje que llevaba era demasiado pesado y demasiado
doloroso para él, como para ayudar a alguien más con el suyo, y ese era el por qué
ni siquiera podía pensar en intimar con Sophie.
Jake bajó la mirada hacia la pequeña y delicada mano que se envolvió sólo
parcialmente alrededor de sus bíceps. Sus ojos azul bebé y sus rosados labios le
hacían señas para que la besara de nuevo.
―¿Qué?‖―preguntó‖un‖poco‖sacudido por todo lo que sentía.
―¿Est{s‖bien?
La preocupación en sus ojos permitió que una honesta sonrisa se formara en
sus labios.
―Ahora,‖¿cómo‖no‖podría‖estarlo con una bella dama a mi lado?―Por‖este‖
comentario, Jake recibió gritos y aullidos de sus clientes habituales.
―Cierto.‖ ―Se‖ alejó‖ y‖ Jake‖ le‖ dio‖ una‖ mirada‖ de‖ advertencia‖ al‖ hombre‖
frente suyo quien la miraba de reojo desde su taburete.
―Louie,‖yo‖no‖pensaría‖en‖ello‖―le‖dijo.
―Sólo‖veía.
―Sí,‖bueno,‖no‖quiero‖que‖tampoco‖hagas‖eso.
―¿Hacer‖qué?‖―Dave venía doblando la esquina de la barra y le dio a Jake
un asentimiento.
47
―Creo‖que‖nuestro‖Jake‖tiene‖una‖cosa‖por‖la‖chica‖nueva.‖Es‖un‖poco‖lindo,‖
siendo‖ su‖ primer‖ enamoramiento‖ y‖ todo.‖ ―Louie‖ levantó‖ las‖ manos‖ en‖ derrota‖
cuando Jake le hizo una mueca.
―No‖voy‖a‖hacerte‖daño‖en‖este‖momento‖―le‖dijo‖Jake‖al‖hombre―.‖Pero,‖
si‖ m{s‖ mierda‖ sale‖ de‖ tu‖ boca,‖ me‖ veré‖ obligado‖ a‖ limpiar‖ el‖ piso‖ contigo…‖ de‖
nuevo.
―Jake,‖ sé‖ agradable‖ con‖ nuestros‖ clientes‖ o‖ haré‖ que‖ tu‖ nueva‖ novia‖ te‖
despida.
―¡Todos‖ ustedes‖ apestan!‖ ―Jake‖ tiró‖ el‖ paño‖ seco‖ y‖ se‖ dirigió‖ hacia‖ la‖
habitación del fondo. Podía escuchar a los hombres burlándose mientras lo hacía.
No era su novia, ni siquiera algo cercano a eso. Todo lo que Sophie podía ser era
una mujer de interés. ¿Y qué si era enérgica y se hallaba construida como una
mierda de ladrillo? ¿Y qué si lo hacía pensar en ligueros y bragas de encaje usados
con tacones de aguja? Era una mujer, eso era todo.
Entró a su oficina donde se encontraba inclinada, su dulce culo al aire,
recogiendo algo. El pensamiento de sus manos sobre su culo y su lengua probando
entre esas largas piernas tonificadas, hizo que Jake maldijera en voz alta y Sophie
se diera la vuelta con una mirada perpleja.
―¿Qué‖pasa?‖―preguntó‖y‖volvió‖a‖rebuscar‖en‖la‖caja‖frente‖a‖ella.
―No‖eres‖mi‖novia‖―dijo‖con‖m{s‖fuerza‖de‖la‖necesaria.
―Oh,‖ gracias‖ a‖ Dios‖ que‖ me‖ lo‖ dijiste.‖ Pensaba‖ en‖ escoger‖ la‖ vajilla.‖ ―Se‖
enderezó y trabajó algunos nudos en su espalda.
―No‖ quiero‖ ningún‖ tipo‖ de‖ relación.‖ He‖ estado‖ solo‖ durante‖ años‖ y‖ no‖
necesito la complicación en mi vida.
Una de sus cejas se levantó en una pregunta, Jake no podía negar la
sensualidad del movimiento o su reacción física. Las emociones lo inundaron en
un revoltijo caótico. Todo en ella emanaba advertencia, como un faro advertiría a
los barcos que se dirigían a costas rocosas. El Señor lo ayudara. ¿Cómo iba a
sobrevivir?
―Est{‖ bien.‖ No‖ me‖ di cuenta que nos estábamos dirigiendo hacia allá. Si
sucede‖de‖nuevo,‖por‖favor‖h{zmelo‖saber.‖―Sonrió‖y‖caminó‖hacia‖él―.‖Jake.‖No‖
voy a molestarte. A menos que eso sea lo que quieres.
―No‖quiero‖que‖hagas‖nada.‖―Tomó‖una‖respiración‖entrecortada‖mientras‖
sus manos acariciaban sus costados para descansar alrededor de su cuello.
―Entonces‖dejaré‖que‖tú‖lo‖ hagas‖todo‖―dijo,‖mientras‖movía‖de‖un tirón
48
su cabello detrás de su espalda.
―No‖ est{s‖ jugando‖ limpio.‖ ―Acarició‖ su‖ cuello‖ con‖ la‖ nariz‖ y‖ tiró‖ de‖ su‖
lóbulo‖con‖los‖dientes―.‖Oliendo‖dulce‖y‖luciendo‖hermosa.‖Me‖est{s‖seduciendo,‖
Sophie.‖ ―Una‖ de‖ sus‖ manos‖ acunó‖ firmemente‖ su‖ trasero‖ y‖ tiró‖ de‖ ella
apretadamente contra su ingle.
―Sólo‖recuerda,‖no‖te‖estoy‖tocando…‖pero‖realmente‖quiero‖hacerlo.‖―Su‖
voz se volvió grave por la pasión. La escuchó y se dio cuenta de que su voz debía
sonar igual.
Necesitando más, pero no completamente seguro de que sería capaz de
manejarla,‖ Jake‖ demandó‖ en‖ voz‖ baja―:‖ Tócame.‖ ―En‖ el‖ instante‖ en‖ que‖ sus‖
palabras salieron la mano de Sophie salió disparada entre ellos y comenzó a
masajearlo a través de los vaqueros. Las emociones llenaron su cuerpo y mente.
Sensaciones, que durante mucho tiempo permanecieron inactivas, despertaban con
la mera existencia de Sophie en su mundo. ¿Cómo podía explicarle que la guerra
dentro de él retrocedía cada vez que ella se encontraba cerca? ¿Qué cada día
aprendía a sentir de nuevo, a vivir? El fervor corrió a través su cuerpo, mientras el
mundo giraba a su alrededor. Jake se quedó sin aliento cuando su control comenzó
a deslizarse.
Sophie‖le‖besó‖el‖cuello‖y‖le‖susurró‖al‖oído―:‖Nunca‖he‖sido‖ tan‖atrevida‖
con un hombre antes. Pero parece que no puedo contenerme alrededor de ti.
―Tampoco‖parezco‖tener‖mucho‖control.‖―Su‖cuerpo‖temblaba.‖Control…‖
tenía‖que‖encontrarlo‖antes‖de‖que‖explotara‖por‖la‖fricción‖que‖su‖mano‖creaba―.‖
Espera,‖Sophie,‖yo…‖―Se‖detuvo‖sin‖cuestionar,‖y‖luciendo‖tan‖sorprendida como
se‖sentía,‖retrocedió―.‖Lo‖siento,‖Sophie.‖Debe‖parecer‖que‖estoy‖jugando‖contigo.‖
―La‖ vergüenza‖ lo‖ llenaba‖ y‖ se‖ mordió‖ el‖ labio‖ inferior‖ para‖ contener‖ las‖ palabas‖
vulgares que quería decirse a sí mismo en voz baja.
―Jake.‖ ―Puso‖ una‖ suave‖ mano‖ sobre‖ su‖ mejilla―.‖ Has‖ atravesado‖ un‖
infierno. No te preocupes, estaré aquí cuando estés listo.
―De‖verdad‖quiero‖decir‖al‖diablo‖con‖todo‖y…
―Oigan,‖¿qué‖est{‖pasando‖aquí?‖―Dave‖se‖quedó‖allí‖parado,‖mirando‖de‖
Jake a Sophie.
―Sólo‖le‖dejaba‖saber‖a‖Sophie que me iba a ir por esta noche.
―¿En‖serio?
―¿Qué‖ pasa,‖ Dave?‖ ―Sophie‖ regresó‖ a‖ su‖ caja,‖ pero‖ esta‖ vez‖ se‖ puso‖ de‖
cuclillas―.‖¿Sintiendo‖que‖te‖est{s‖perdiendo‖de‖algo?‖―Se‖giró‖y‖le‖guiñó‖el‖ojo.
49
―Sí.‖ Entra‖ aquí‖ y‖ no‖ sale‖ en‖ diez‖ minutos.‖ Tengo‖ que‖ preguntarme si se
encontraba‖ desmayado‖ en‖ tu‖ sof{.‖ ―Dave‖ le‖ dio‖ a‖ su‖ hermano‖ un‖ muy‖ natural‖
golpe en el trasero.
―Ja, ja. Muy gracioso. Está bien, termino por hoy.
Jake se fue sin mirar a ninguno de ellos, o a los clientes con ojos
interrogantes. Hizo el ridículo y Sophie fue la razón de ello. ¿Qué pasó con el
hombre con facilidad de palabras que tenía a mujeres cayendo sobre él? ¿O el
hombre que podía, y lo hizo, tomar a cualquier mujer que quisiera en la cama?
Se hallaba jodido. Eso era lo que pasaba. La mujer con la que se iba a casar
huyó con alguien más. El aguijón todavía podría estar allí, pero de alguna manera
no era tan afilado como antes. Tal vez el tiempo en verdad sanaba todas las cosas.
Tal vez conseguiría echar un polvo de nuevo. Jake se rió de sí mismo. Sólo un
hombre desesperado compararía las heridas de amor con tener sexo. Aun así se
encontró queriendo más que un rápido desahogo físico. No, no quería sólo un
cuerpo para saquear. Anhelaba risas, sonrisas tranquilas, bromas privadas
compartidas entre dos personas que han sido íntimas. Pensó en lo que sería tener a
Sophie en la cama. Esos gloriosos pechos, su musculoso cuerpo y su ardiente
personalidad serían letales. Pero al menos moriría como un hombre feliz.

***

Sophie se rió cuando Jake ya no podía oírla, por su gran poderío sexual
recién descubierto y por el hecho de que nunca afectó a un hombre de esta manera
antes. Parecía bastante divertido de que tuviera la misma influencia sobre ella.
Estar cerca de Jake le producía una necesidad física y mental. Quería bromear con
él y hablar de todo y nada a la vez. Era una emocionante comodidad que nunca
experimentó con‖un‖hombre.‖―Ese‖hombre‖es‖un‖desastre,‖Dave.
―Sophie.
Cuando‖miró‖a‖Dave,‖supo‖lo‖que‖diría‖a‖continuación.‖―No‖voy‖a‖jugar‖con‖
él. En realidad, no estoy muy segura de lo que está pasando.
―Ha‖pasado‖un‖largo‖tiempo‖desde‖que‖mi‖hermanito‖estuvo‖involucrado‖
con alguien. Le tengo una estrecha vigilancia.
―Lo‖sé,‖Dave.‖Jake‖es‖un‖hombre‖increíble.‖Me‖habló‖de‖su‖ex‖y‖que‖no‖ha‖
estado con una mujer en mucho tiempo. Parece que está interesado, pero se 50
mantiene dándome señales confusas. Primero me besa, entonces me dice que no
quiere una relación, pero termina la conversación con... bueno... entiendes el
punto. Realmente no sé cuál es mi posición con él, pero estoy dispuesta a darle
tiempo‖para‖averiguar‖lo‖que‖quiere.‖―Se‖sentó‖detr{s‖de‖su‖escritorio.
―Sophie,‖hay‖algunas‖cosas‖que‖necesitas‖saber.
―Dave, no creo que Jake apreciaría que cotilleáramos sobre él.
―Sólo‖estoy‖velando‖por‖ambos. Sophie, mírame.
Estudié‖la‖expresión‖cruda‖de‖Dave,‖dejando‖de‖sentirme‖divertida.‖―¿Qué‖
pasa, Dave?
―Jake‖se‖volvió‖un‖desastre.
―Sé‖eso.
―No,‖no‖lo‖haces.‖Has‖oído‖hablar‖de‖la‖chica‖y‖las‖balas,‖y‖del‖incendio‖en‖
su apartamento. No has oído acerca del espiral descendente en el que entró ocho
meses después de regresar a casa. Fue tan gradual que al principio nadie se dio
cuenta. Entonces se enteró que uno de nuestros amigos de la infancia murió, y tocó
fondo duramente. Jake y Chuck se encontraban realmente cerca mientras
crecíamos. Diablos, incluso se unieron a las Fuerzas Armadas juntos. Después de
unos años perdieron el rastro del otro, pero se reunieron de nuevo mientras se
encontraban‖en‖Afganist{n.‖―Dave‖se‖quedó‖en‖silencio,‖el‖dolor‖marc{ndose‖en‖
su‖cara―.‖Chuck‖seguía‖activo‖cuando‖Jake‖llegó‖a‖casa.‖Pensé‖que‖si‖me‖ponía en
contacto animaría a Jake. Encontrar a tu novia casándose con otro hombre es muy
duro.
―También‖pienso‖eso.
Dave se sentó en el sofá. Sus manos colgaban entre sus piernas mientras
encogía‖sus‖hombros,‖impotente.‖―Chuck‖se‖suicidó‖unos‖días‖antes,‖y‖su‖familia‖
no contactaba a Jake todavía.
La respiración de Sophie quedó atascada en sus pulmones. Nunca sería
capaz de imaginar la angustia que vivió Jake en los últimos años. No era justo. Un
hombre que luchó por su país, puso su vida en peligro para proteger los derechos
de los demás, y ¿así es como se le retribuyó? La idea misma dejó a Sophie
estupefacta.‖―¿Por‖qué?‖¿Cómo?
―Chuck‖se‖vistió‖con‖el‖uniforme‖militar‖completo,‖lustró‖los‖zapatos,‖aceitó‖
su arma, y se voló la cabeza. Un hombre aparentemente normal, que parecía
entero, hizo lo impensable. Sufría un trastorno de estrés postraumático. Es lo que
Jake tiene ahora.
51
―Oh,‖ Dios.‖ ―Un‖ sentimiento‖ de‖ impotencia‖ por‖ Jake‖ y‖ Chuck‖ la‖ abrumó.‖
¿Qué podía hacer para ayudar a Jake? ¿Realmente quería estar involucrada con
alguien que tenía ese tipo de problemas? Ni siquiera sabía por dónde empezar o
qué hacer.
La‖cara‖de‖Dave‖era‖sombría.‖―El‖trastorno‖de‖estrés‖postraum{tico‖es‖una‖
cosa seria.
Trató de alejar su preocupación con la esperanza de que no fuera tan malo.
―Dave,‖ he‖ estado‖ alrededor‖ de‖ Jake.‖ Est{‖ trabajando,‖ hablando,‖ viviendo en su
propia…
Dave‖negó‖con‖la‖cabeza.‖―No‖lo‖entiendes.‖Así‖es,‖hasta‖que‖algo‖lo‖activa.‖
Para Jake fue la muerte de su amigo y compañero. Si quieres estar y ser parte de su
vida, necesitas entender que el hombre fue al infierno y de regreso, pero no llegó
entero. No se siente como nosotros. No puede ver películas de terror. Los golpes
fuertes o contrafuegos de los coches hacen que se tire al suelo. Cuando llegó a casa
y toda la mierda se solucionó, vivía hora a hora, porque no existía otra manera en
que pudiera hacerlo. Las pesadillas, perderse en el tiempo, los cambios de humor.
Lo he visto tener un retroceso sólo por oler algo. Sophie, ve con cuidado. No te
puedes imaginar las cosas que ha pasado.
―No,‖ no‖ puedo.‖ ¿Ha‖ hablado‖ contigo‖ sobre‖ eso?‖ ―Se sentía un poco
enferma, por lo que colocó una mano sobre su estómago con la esperanza de
calmarse.
―No,‖ dice‖ que‖ es‖ demasiado‖ para‖ mí‖ escucharlo‖ y‖ entenderlo.‖ A‖ decir‖
verdad, no creo querer saber lo que vio Jake. No soy una persona lo
suficientemente fuerte‖como‖para‖eso.‖―Claramente‖agitado,‖se‖levantó‖y‖se‖paseó‖
por‖la‖habitación―.‖La‖mayoría‖de‖las‖personas‖no‖ lo‖ son.‖Todo‖lo‖que‖sé‖es‖que‖
llegó a casa con imágenes de cadáveres en la cabeza y el tiempo perdido. Lo
desperté de una pesadilla una vez y pensé que me iba a matar. No porque lo
desperté,‖ sino‖ porque‖ todavía‖ se‖ hallaba‖ allí‖ luchando‖ en‖ la‖ guerra.‖ ―Dave‖ se‖
quedó‖en‖silencio.‖Su‖preocupación‖tan‖evidente‖hizo‖doler‖el‖corazón‖de‖Sophie―.‖
Jake siempre quiso ser un infante de marina. Nació para ello. Era algo que tenía
que hacer. Se necesita ser una persona especial para entrar a la milicia, y alguien
incluso más excepcional para tener una relación con esa persona. Sophie, tienes
que pensar en esto.
Permaneció en silencio por un momento. Metida en sus pensamientos
acerca de un hombre en el que, por alguna razón, no podía dejar de pensar o
querer estar cerca. La conexión que tenían sólo parecía ser cada vez más fuerte, y
ahora‖Dave‖realmente‖le‖dio‖algo‖para‖pensar‖si‖planeaba‖perseguirlo.‖―Lo‖siento, 52
Dave. No tenía ni idea.
―Lo‖sé.‖Es‖por‖eso‖que‖quería‖decírtelo.‖Si‖hay‖algo‖que‖necesitas‖preguntar,‖
no‖ lo‖ dudes.‖ Jake‖ no‖ es‖ abierto‖ con‖ mucha‖ gente.‖ ―Dave‖ sonrió―.‖ Sin embargo,
parece cercano a ti.
―Le‖ tengo‖ cariño,‖ y‖ me‖ comprometo‖ a‖ hacer‖ todo‖ lo‖ que‖ pueda para no
hacerle‖ daño.‖ ―Sophie‖ tomó‖ un‖ hilo‖ suelto‖ en‖ su‖ camisa―.‖ Eres‖ un‖ muy‖ buen‖
hermano, cuidando a Jake. Me gustaría tener a alguien que haga eso por mí.
―¿Nadie‖se‖preocupa‖por‖ti,‖Sophie?
―Sólo‖ unos‖ pocos‖ buenos‖ amigos.‖ Fui‖ hija‖ única,‖ por‖ desgracia.‖ ―Tomó‖
una pila de papeles en su escritorio y los acomodó. Realmente necesitaba procesar
todo lo que Dave le dijo. El problema era que ya se preocupaba por Jake. ¿Pero se
veía amándolo? Lo deseaba en el peor de los casos, pero de alguna manera sabía
que‖ el‖ sexo‖ no‖ sería‖ suficiente.‖ Para‖ cualquiera‖ de‖ ellos―.‖ Est{‖ bien,‖ tiempo‖ de‖
diversión. Tengo algunas ideas publicitarias que quiero mostrarte. Hablé con Jake
de ello antes, pero lo único que conseguí fue que mirara mis pechos.
Dave‖sonrió.‖―Siempre‖fue un hombre de pechos.
Apretó‖los‖labios‖en‖un‖intento‖de‖reprimir‖la‖risa.‖―Est{‖bien,‖¿qué‖tal‖una‖
fiesta‖de‖Halloween?‖Creo‖que‖podemos‖armarla‖en‖tres‖semanas.‖―La‖silla‖chirrió‖
cuando Sophie se volvió hacia el ordenador.
―Vamos‖a‖hacerlo.
―Oh,‖y‖necesito una nueva silla de oficina.
―Creo‖que‖podemos‖presupuestar‖eso.
Cuando‖el‖suave‖golpe‖en‖la‖puerta‖sonó,‖ambos‖gritaron―:‖¡Entre!‖―Y‖una‖
mujer de cabello oscuro asomó la cabeza en el interior.
―Hola‖ ―dijo‖ con‖ una‖ voz‖ suave‖ como‖ una‖ pluma.‖ Sophie‖ notó‖ el rubor
instantáneo cuando su amiga miró a Dave.
―Kathy, adelante. Este es Dave. Dave, mi amiga Kathy.
Dave se quedó hipnotizado por la mujer que entró por la puerta.
―¿Dave?‖¿Est{s‖bien?
―¿Qué?‖Oh...‖sí.‖Hola.‖―Le‖tendió‖la‖mano‖a‖Kathy,‖que‖se‖removió‖ antes
de estrechársela.
―No‖estoy‖interrumpiendo‖nada,‖¿verdad?
―No‖seas‖tonta.‖Con‖Dave‖habl{bamos‖de‖celebrar‖una‖fiesta‖de‖Halloween‖
aquí. ¿Qué piensas?
53
―Mmm.‖ Bueno,‖ con‖ los‖ derechos‖ de‖ publicidad‖ y‖ los‖ premios,‖ realmente‖
podrías llevar a cabo un homicidio.‖―Los‖ojos‖de‖Kathy‖pasaron‖de‖Sophie‖a‖Dave‖
y luego al suelo.
―Kathy‖es‖contadora‖―dijo‖Sophie‖a‖Dave.
―Era‖―añadió Kathy‖débilmente―.‖Me‖despidieron‖el‖año‖pasado.
Dave‖dio‖un‖paso‖hacia‖delante‖y‖ladeó‖la‖cabeza.‖―Eso‖es‖una‖mierda.‖La‖
economía ha afectado realmente a mucha gente. ¿Estás buscando trabajo?
―Sí.
―¿No‖hubo‖suerte?
―No.‖ ―Kathy‖ le‖ dio‖ un‖ vistazo‖ a‖ Dave‖ debajo‖ de‖ sus‖ pestañas―.‖ Sin
embargo, espero que sea pronto ―dijo‖sonriendo.
Sophie vio a Dave dejar escapar el largo suspiro que estuvo conteniendo.
Sintiendo‖ la‖ necesidad‖ de‖ ayudarlos‖ a‖ ambos,‖ preguntó―:‖ Bueno,‖ Dave,‖ ¿te‖
importaría si con Kathy tomamos un descanso juntas?
―No,‖en‖absoluto‖―dijo‖mientras‖observaba‖a‖Kathy―.‖¿Por‖qué‖no‖pides‖
algo de comida y se sientan en una cabina?
Kathy aceptó‖la‖invitación‖con‖una‖sonrisa‖vacilante.‖―Gracias.
Sophie observó a Dave mientras guiaba a Kathy con una mano colocada en
la parte baja de su espalda. Dave se inclinó y le susurró algo al oído de Kathy, y
ella respondió con una risa baja. Como nunca vio a Dave coquetear con una mujer,
Sophie admiraba lo suave que parecía ser, y cuánto Kathy disfrutó de la atención.
No era frecuente ver a dos personas que fueran así desde el momento en que se
conocen. Se preguntó si Kathy debería venir con más frecuencia. No hay nada
malo en hacer un poco de emparejamiento.
Sophie se sentó en la cabina en frente de su amiga. El rostro de Kathy era
color‖rojo‖remolacha,‖sus‖ojos‖centrados‖en‖la‖mesa.‖―Me‖preguntó‖si‖estoy‖viendo‖
a‖alguien‖―le‖dijo‖a‖Sophie‖en‖un‖susurro.
―¿En‖serio?‖¿Qué‖le‖dijiste?
―Tengo‖una‖cita‖este‖fin‖de‖semana.‖―La‖decepción‖quedó‖marcada‖en‖los‖
ojos de Kathy cuando alzó la vista.
―Puedes‖cancelarla.
―¡Oh,‖no!‖Es‖nuestra‖segunda‖cita,‖y‖yo‖lo‖invité.‖―Kathy‖tiró‖de‖su‖oreja―.‖
Le dije que si no funciona, le haré saber. ¿Crees que eso fue demasiado audaz?
54
Sophie‖se‖echó‖a‖reír‖a‖pesar‖de‖la‖gravedad‖en‖la‖voz‖de‖Kathy.‖―No.‖Creo‖
que finalmente podrías estar saliendo de tu pequeño capullo, es todo. Dave es un
gran tipo.
―Entonces,‖¿por‖qué‖no‖sales‖tú con él?
―Porque‖ su‖ hermano‖ es‖ m{s‖ mi‖ tipo.‖ ―Ante‖ la‖ declaración‖ de‖ Sophie,‖
Kathy‖le‖dirigió‖una‖mirada‖de‖disgusto―.‖Bueno.‖Mi‖nuevo‖tipo‖―aclaró.
―No‖puedo‖esperar‖a‖conocerlo.‖¿Est{‖aquí?
―Señoras, aquí están sus‖ aperitivos.‖ ―Dave‖ dejó‖ los‖ platos‖ y‖ le‖ guiñó un
ojo‖a‖Kathy―.‖Si‖hay‖algo‖m{s‖que‖quieras,‖h{zmelo‖saber.
―No‖ te‖ preocupes,‖ Dave‖ ―arrulló‖ Sophie―.‖ No‖ voy‖ a‖ decirle‖ a‖ Kathy‖
acerca de tus muchas hazañas con mujeres fáciles.
Dave‖ la‖ miró‖ con‖ los‖ ojos‖ entrecerrados.‖ ―Ahora,‖ ¿por‖ qué‖ quieres‖ hacer‖
cosas‖por‖mí?‖Mujeres‖f{ciles‖―se‖burló―.‖Eso‖es‖m{s‖territorio‖de‖Jake.
Kathy‖ sonrió‖ con‖ picardía.‖ ―Entonces,‖ oí‖ que‖ Sophie‖ se‖ lanzó‖ sobre‖ tu‖
hermano. Todos sabemos la zorra en que se ha convertido.
Dave miró‖ a‖ Kathy‖ con‖ asombro‖ en‖ tanto‖ Sophie‖ empezaba‖ a‖ reír.‖ ―No‖
pongas esa cara, Dave. Esta chica puede insultarte y caminarás lejos sonriendo
porque no te darás cuenta. No es tan tranquila e inocente como hace creer.
―¿En‖serio?‖―Fue‖su‖única‖respuesta.‖Se metió en la cabina junto a Kathy.
―Al‖ parecer,‖ soy‖ una‖ mala‖ influencia‖ para‖ Sophie.‖ Al‖ menos,‖ de‖ acuerdo‖
con sus padres.
―¿En‖serio?‖―Dave tomó‖la‖mano‖de‖Kathy‖y‖la‖besó―.‖Me‖gustaría‖saber‖
qué tipo de influencia tendrías sobre mí.
―Es una bruja de carne y hueso, Dave. Ten cuidado con lo que deseas
―bromeó‖Sophie.
—Sí, Dave. —En un movimiento inusual y audaz, Kathy acercó su rostro al
de él—. Puedo hacer que te enamores con un pequeño canto.
―Creo‖que‖ya‖lo‖hiciste.

55
Traducido por lolabayona
Corregido por *Andreina F*

—Si la ignoro se alejará —le dijo Jake a su reflejo en el espejo mientras se


vestía para la fiesta de Halloween. Tenía que admitir que era una buena idea.
Habían vendido cientos de entradas, y los premios eran fenomenales.
Jake se ajustó la camisa pirata. Se veía bien, aunque era un poco parcial
pensando acerca de sí mismo. Se preguntó cómo iría Sophie, luego desechó la idea.
Probablemente no la vería en toda la noche. No con todas las personas y los
acontecimientos sucediendo. Además, trabajaría en el bar, no le daría mucho
tiempo para mirarla como se acostumbró a hacer. Le gustaba la forma en que se
volvía y le sonreía con un guiño. Siempre parecía como si supiera algo que él no.
Como si tuviera un secreto que tenía que averiguar, porque ella no iba a decirle.
Justo cuando iba a tomar las llaves del auto sonó un golpe en la puerta.
56
—¡Ya voy! —Le abrió a una muy sexy Campanita. El cabello de Sophie
ahora era rubio, y el diminuto traje verde no sólo acentuaba sus ojos, sino también
cada curva de su cuerpo.
—Oh, Dios —ladró Jake, y le cerró la puerta en la nariz. Con la espalda
apoyada contra ella, volvió a oír los golpes.
—¡Jake! ¡Esto no es divertido! Tu hermano desapareció de nuevo, y no
puedo encontrar mis llaves para abrirle a la banda. Sé que no se supone que debas
estar allí hasta dentro de otra media hora más,‖pero…‖
La interrumpió abriendo la puerta. —Lo siento —dijo riendo—, iba en
camino. Pensé en llegar temprano. Guau, te ves muy bien. —Sus ojos la recorrieron
de arriba abajo y viceversa.
—Gracias, te ves delicioso, también. ¿Puedo tener la llave? —Colocó una
mano en su cadera ladeada y batió sus ojos hacia él.
—Mierda. —La hizo girar dentro de la casa y le apoyó la espalda contra la
puerta ya cerrada. Su boca se deleitó con sus labios acogedores. La poderosa
necesidad interior lo llevó más allá de lo racional y en el ámbito de sus fantasías
más profundas. Los sabores potentes que ella emanaba le ordenaron degustar de
su rostro y cuello, siempre volviendo a esos labios deliciosos. Su cuerpo se sentía
en llamas, y ella alimentaba su fuego—. ¿Cómo lo haces? ¿Cómo haces que me
sienta de esta manera? No te detengas, por favor. —Sus manos apretaron su
trasero mientras sus labios se movieron contra su pecho.
—Jake, tenemos que irnos. —Jadeó Sophie.
—Lo sé. Pero no tienes idea de lo que me haces —dijo sobre su pecho
mientras chocaba su cadera en la de ella—. Sólo un beso más.
El ajetreo que le provocaba dominó todos sus pensamientos. Sin ella no
sentía nada, con ella sentía todo. No sabía si correr o caer de rodillas y dar gracias a
Sophie por traerlo de vuelta a la vida.

***

La fiesta se encontraba en pleno apogeo y los invitados se comportaban


correctamente por sí mismos. Sophie no pudo evitar sentirse orgullosa de que su
primer intento de conseguir más clientes fuera un éxito. Examinó la multitud y
sonrió cuando Dave la saludó con la mano. Iba vestido como el capitán de un barco
57
y‖daba‖órdenes‖a‖‚su‖equipo‛.
Sophie vio a una de sus camareras, que lucía un traje de moza de un bar. Un
cliente le daba un mal rato, por lo que Sophie le hizo señas a uno de los guardias
que contrataron para la noche. Vino pronto y habló con el alborotador. Sophie se
rió entre dientes cuando el culpable se disculpó con la camarera.
Todo iba sin problemas, así que Sophie se dirigió a la barra, sedienta y con
un poco de hambre después de horas en sus pies de Campanita. Además, quería
ver a Jake. Se veía tan guapo en su traje de pirata. Sus nervios bailaron, y sus labios
se calentaron con el recuerdo de su beso.
Y ahí se hallaba él. Con su metro noventa. Deslizó una botella de cerveza
por el bar a una mano dispuesta y le guiñó un ojo a la mujer que se encontraba
sentada frente a él. Pero Sophie vio algo en su postura vigilante. Una inquietud.
Sus ojos examinaron la habitación como si buscara algo, o ¿esperara algo? Se
acercó por detrás y le tocó el hombro. Sus movimientos eran rápidos y erráticos
para ver quién era.
—Parece que necesitas un descanso.
Se mordió el labio inferior y asintió con la cabeza. —¿Puedes encontrar a
alguien?
—Sí, ya vuelvo. —Encontró a Dave a través de la habitación hablando
íntimamente con una mujer vestida con un uniforme de policía de mala calidad.
Tenían sus cabezas juntas, los ojos intensos entre sí. Sin embargo, la mano de Dave
apretaba alrededor de su brazo para asegurar su lugar. En una inspección más
cercana, Sophie vio la mirada severa en sus ojos y sabía que no era una borracha
tratando de conquistarlo.
—¿Está todo bien aquí? —cuestionó Sophie con precaución.
—Sí. ¿Qué pasa?
—¿Puedes reemplazar a Jake? Necesita un descanso.
—¿Está bien?
La preocupación de Dave le tocó el corazón a Sophie. —Creo que la gente
está llegando a él.
—Vete —dijo a la mujer.
—Este es un lugar público, y si quiero...
—Me importa un culo de rata lo que quieres. Déjame. —La mujer miró a
Sophie—. ¿Crees que es justo cómo me está tratando Dave?
Dave se paró frente a Sophie, excluyéndola con éxito de su conversación. — 58

Ella no tiene nada que decirte. Fuera, antes de que llame a la policía. Y no vuelvas.
—Bien. —Resopló y luego se alejó.
—¿Quién era esa?
—No es de tu interés, Sophie —dijo Dave mientras se alejaba hacia la
multitud.
—Espera un maldito minuto.
La ira superó cada palabra cuando se volvió hacia ella. —He dicho que no es
de tu incumbencia. Ahora, a lo que interesa.
—¿En serio? —Sophie se cruzó de brazos—. No me gusta quedar en la
oscuridad, Dave.
—No lo estas. Y no quiero que se lo menciones a Jake.
—¿Por qué?
—Porque yo lo digo, ¿de acuerdo?
—Está bien. Pero no me gusta.
—No tiene que hacerlo.
Sophie se levantó en la punta de sus dedos del pie para ver a Dave moverse
fácilmente a través de la multitud. Luego escudriñó la habitación para ver si la
mujer misteriosa en realidad se fue. El afable Dave perdió los estribos, se dijo. La
mayoría de los días, el hombre parecía ser inquebrantable, pero este encuentro
inesperado parecía más similar a una ex intentando una reconciliación que un
cliente rebelde que se metió bajo su piel. Finalmente, Dave tocó el hombro de Jake,
y sin dudarlo Jake se dirigió a la habitación de atrás. Una fracción de segundo
antes de desaparecer, lo vio tirar del sombrero y correr la mano por su cabello.
—Oye, Dave, ¿me das dos aguas? —gritó Sophie por encima del ruido.
—Claro —refunfuñó.
Las plantó en la barra y Sophie comenzó a aventurarse hacia su oficina. En
el‖camino‖fue‖interceptada‖por‖un‖hombre‖que‖le‖preguntó‖si‖a‖sus‖‚gemelas‛‖les‖
gustaría ir a una cita. Entonces alguien la golpeó en el culo. Cuando se volvió para
ver al delincuente, nadie parecía verse culpable. Justo en su camino a la oficina, la
acorralaron dos lesbianas que le preguntaron si una fiesta que las concernía a ellas
tres sonaba divertido. Halagada, pero no interesada, Sophie se negó cortésmente.
Abrió la puerta de la oficina lentamente. Cuando vio a Jake sentado en el
sofá con la cabeza entre las manos, entró y cerró la puerta. 59

—Oye —susurró ella, después de arrodillarse frente a él con las aguas en la


mano.
Echándole un vistazo a través de los dedos cubriendo su rostro, Jake dijo—:
¿Era tan obvio que tenía que salir de allí?
—No. —Acarició su cabello hacia abajo por donde pasó sus manos a través
de él—. Sólo yo lo pude ver. Te traje un poco de agua. —Levantó la botella y él le
sonrió.
—Gracias.
—¿Demasiada gente?
—Si. De vez en cuando las multitudes llegan a mí. —Frunció el ceño—.
Gajes del oficio.
—¿Fue difícil?¿hacer lo que hiciste?
Sus ojos eran duros en los de ella, como si recordando lo que trajo su
claustrofobia también le causara dolor. El primer vistazo a su debilidad tambaleó
la mente de Sophie de nuevo a Dave y su conversación.
—Jake... —susurró ella, tomando su cara entre las manos—. Está bien.
—No, Sophie. No creo que alguna vez lo esté. Soy un cobarde ahora.
—¿Qué? —¿Qué hago? ¿Qué debo hacer? La pregunta se repetía en su cerebro
mientras trataba de pensar en palabras tranquilizadoras para ofrecerle.
—Te cerré la puerta en la cara hoy, porque asustas el infierno fuera de mí.
Se rió un poco a pesar de su seriedad y de su nerviosismo. —¿Y no crees que
tú haces eso en mí?
—Por favor. No soy un tonto.
Sophie lo observó tragar su agua mientras decidía lo siguiente para decir.
¿Cuánto quería saber realmente de él, o hacerle saber sobre ella? —Jake, no soy la
misma mujer que era incluso hace seis meses. Me desanimé de tomar riesgos, me
enseñaron a escuchar siempre a mis padres, e hice lo que me dijeron por el
mentiroso, infiel e imbécil de mi novio. ¡Diablos, ni siquiera mi nombre me queda!
—Respiró hondo antes de continuar—. Mis bordes siempre han sido un poco
duros a pesar de pulirlos implacablemente. Nunca usé groserías, y hasta te golpeé
en el estómago, no he golpeado a nadie desde la escuela primaria.
60
—Bueno, me alegro de haber sido tu primera víctima en tanto tiempo —le
dijo secamente.
—Lo que trato de decir es que he trabajado en mi misma un poco a la vez.
Cuando era niña, mis padres siempre me tenían que reprender para comportarme.
Se sentían tan orgullosos cuando acepté casarme con Bruce. Tomar el control de mi
vida no fue fácil, Jake. ¿Cuándo fue la última vez que sólo lo dejaste ir?
Jake se sentó en el sofá, estudiándola. —Así que, ¿lo que estás diciendo es
que no necesito estar a cargo nunca más?
—Sí, Sargento de Artillería. Hay algunas cosas que no puedes controlar, por
lo que debes dejar de intentar y aceptar que las cosas suceden por una razón.
Jake apartó la mirada de ella. Podía ver la agonía en su rostro, y se llevó un
poco más de su corazón. —La última vez que no estuve en control, perdí a buenos
hombres y les dispararon.
Sophie se sentó en el sofá junto a él y tiró de Jake en sus brazos. Se acercó
voluntariamente, pero sabía que todavía retenía una parte de sí mismo, una
fracción que, posiblemente, nunca sería capaz de dejar de lado.
—Todavía no estoy tan segura de mí misma —le dijo—, y sin embargo,
puedo poner esta fachada de confianza en mí misma con la esperanza de que nadie
se dé cuenta.
Sintió sus labios acariciar su cuello, y cerró los ojos.
—Nunca se sabe, Sophie. —La echó hacia atrás en el sofá, cubrió su cuerpo
con el suyo, y le tocó la cara—. Tengo que volver allí.
—Los dos tenemos. —El interior de Sophie se volvió líquido cuando él le
dio un inconfundible vistazo de la pasión apenas contenida.
—Gracias por el agua. —Jake no hizo ademán de levantarse. En cambio, se
movió una fracción y sintió la necesidad que vio en sus ojos.
—¿Algo más de lo que tengas hambre?
—Eres una mujer malvada. —Apretó su cuerpo contra ella y se frotó.
Respondió su llamado, envolviendo sus piernas alrededor de él y presionando sus
labios en su garganta.
Con una mano, él tiró de la parte delantera de su traje mientras la otra
sostenía su trasero en el lugar para que pudiera sentirlo.
—Maldita sea, te quiero ahora.
De repente, sintió su boca por todos lados. Ella luchó por respirar pero no
pudo hacerlo con la pasión con que se lanzaron el uno al otro. Su mano moldeó su 61
pecho mientras su lengua chasqueó la punta de su pezón. Él chupó y acarició su
piel, y su mano libre se deslizó entre sus piernas para burlarse de ella. Con su
contacto, Sophie sintió que perdía la perspectiva de la situación. Con las manos en
sus hombros, trató de empujarlo hacia atrás. —Jake. Jake. Tenemos que irnos. —Él
mordisqueó su pecho, y ella agarró su cabello.
—No te voy a dejar ir —le dijo.
—No creo que estemos listos para esto todavía. Pensé que lo estábamos,
pero tal vez deberíamos aprender un poco más del otro primero. Ya sabes, hacer
todo el asunto de confesión. —Debajo de él, en una maraña de miembros y lujuria,
sintió el cuerpo de Jake vacilar.
—Esto iba a ser sólo sexo —le dijo, y la besó en la piel caliente. El cuerpo de
Sophie se inclinó en respuesta.
—Sí, Jake. No acostumbro a soñar con destruir tu reputación como semental
del bar para envolverte en una relación —dijo ella, mientras su corazón le dolía. La
mordió no tan cuidadosamente en el hombro, y ella le dio un manotazo en la
cabeza—. Ahora eso no es agradable.
—No siempre soy un buen hombre, Sophie. —Jake apoyó la cabeza contra
su pecho mientras le acariciaba la espalda. Satisfecho silencio los acunó por unos
preciosos momentos—. Sophie, ¿por qué estoy tan atraído por ti? —Apoyó la
barbilla en una mano y la miró fijamente—. Eres un poco perra, cuando se te
provoca, por no mencionar rebelde.
—¿Has estado hablando con mis padres? Porque eso es simplemente
incorrecto. Y tú eres confuso y testarudo.
Sonrió. —Tienes razón. Y para que conste, tú también. —La besó con fuerza
en los labios, y sus manos comenzaron a vagar. Luego saltó del sofá y le tendió una
mano para ayudarla a levantarse—. ¿Lista?
—¿Lista? Me medio desnudaste. Burlándote de mí para distraerte. ¿Y ahora
quieres ser amable? —Empujó el sofá con un resoplido amistoso. Cuando lo vio
intentando tocarla, le dio a su mano un golpe amigable.
—Oh, lo siento. ¿He hecho para ti lo que me has estado haciendo a mí por
semanas?
Frustrada, Sophie intentó arreglarse el cabello y el traje. —¿Y qué es eso?
Cruzó sus brazos mientras se inclinaba hacia ella, Jake se echó a reír. —
¿Dejándome sintiendo confundido, inseguro, y caliente?
Entrecerró sus ojos en él, y luego se echó a reír también. —¡Sí! ¡Exactamente!
Estás confundido y sin saber si me quieres, y yo estoy tan atada en necesidad 62

sexual que creo que voy a tener que empezar a comprar las baterías para mi
vibrador.
Jake la tomó en sus brazos, y algo sensible floreció dentro de ella. Con un
suave beso, le dijo—: Sophie, voy a hacer que nuestra primera vez sea más especial
que cualquier cosa que hayas experimentado. Significa mucho que estés dispuesta
a ser comprensiva en esto.
—Jake, voy a sacudir tu mundo. —Comenzó a arreglar el camino de su
camisa que colgaba sobre su amplio pecho—. Tenemos que volver allí.
—Aquí, déjame ayudarte de nuevo en ese traje. —Puso sus manos sobre sus
pechos y los moldeó juntos.
—Eso no ayuda, Jake; eso es burlarse. —Se alzó en la punta de sus dedos de
los pies, y Sophie tocó sus labios con los suyos—. Cuando estés listo, voy a estarlo
también. —Pero, ¿su corazón? Parecía que ya poseía más de la mitad de él.
—No sé lo que hice para merecerte, pero estoy contento de haberlo hecho.
Ahora vamos a salir de aquí antes de que Dave venga a buscarnos.
Mientras salían a la fiesta, de la mano, Dave se reunió con ellos fuera de la
puerta de la oficina. —Sólo venía a comprobarlos a los dos.
—Todo está bien en el mundo —le informó Sophie.
Jake golpeó a Dave en la parte posterior. —Y no te preocupes, hermanito.
Todavía tengo mi inocencia.
Sophie se rió entre dientes mientras miraba a los hermanos bromear. Algo
había cambiado. No podía describirlo, las palabras simplemente se le escapaban.
Pero ahora entendía que la existencia de Jake acababa de convertirse en vital para
su felicidad. Y ese hecho aterrador no sólo le daba miedo, sino que la hizo sonreír
de alegría.

63
Traducido por SOS Ahtziri29 & Kariza
Corregido por *Andreina F*

En las semanas siguientes a la fiesta, las cosas progresaron muy bien. Sophie
tuvo una asombrosa noche de chicas con Kathy, algo que no habían sido capaces
de hacer en meses. Por fin fueron capaces de hablar de Jake y Dave. Kathy
realmente parecía atraída con Dave, pero debido a sus reservas, se rehusaba a
regresar al bar porque no quería que pensara que lo acosaba. Ninguna cantidad de
seguridad por parte de Sophie cambiaría su manera de pensar. Por lo tanto,
decidió dejar que el destino tomara la tarea de unir a estas dos personas, si era lo
que debía pasar.
Bruce paró de dejar mensajes en su celular. Sophie se sintió tan aliviada que
corrió a comprar el más asombroso par de zapatillas rojas que jamás vio. Una
sonrisa genuina cruzó su cara cuando miró el informe de gastos. Las cosas
empezaban a dar la vuelta. Sus padres incluso aceptaron el hecho de que no tenía 64
una crisis de ningún tipo, sino que era una mujer adulta escogiendo su propia
carrera profesional.
Sophie sorbió su café de la mañana y entonces giró su nueva silla de oficina
al gabinete detrás de ella. El reporte de gastos mostró que con los meses que
trabajó para los hermanos Sanders, el negocio tuvo un incremento del diez por
ciento. No pudo evitar sentirse orgullosa mientras archivaba la declaración. Por
supuesto,‖era‖en‖gran‖parte‖debido‖a‖la‖fiesta‖de‖Halloween…‖pero‖oigan,‖era‖sólo‖
el comienzo, y las fiestas apenas comenzaban.
Giró de nuevo a su escritorio, pero vio el sofá por la esquina de su ojo. Una
sonrisa se deslizó a través de su cara mientras pensaba en su tórrido encuentro con
Jake. Si cerraba sus ojos, Sophie todavía podía sentir sus manos y sus labios en ella.
Lo quería en la peor manera. Era peligrosamente guapo, y estaría engañándose a sí
misma si no tomara en cuenta la atracción sexual entre ellos. Pero, de alguna
manera en las últimas semanas, su lujuria por él se convirtió en un anhelo esencial
para hablar, reír y simplemente estar dentro de su presencia. Algo acerca de Jake
sacó su lado más suave. Una gracia que Sophie sólo poseía cuando bailaba por la
constante asfixia de sus padres en su verdadero carácter. Con Jake se sentía libre de
ser quien era sin preocupaciones de decir o hacer las cosas mal. Incluso parecía que
él disfrutaba sus ocasionales bordes más ásperos.
Entonces se entristeció por el conocimiento de que sus padres jamás
aprobarían a Jake. Su corazón dolía por su aprobación, sólo esta vez. No, él no
tenía la crianza de club de campo o los modales impecables que jamás titubearon
incluso cuando los desafiaba.
No, nada de eso. Jake Sanders era un buen hombre, plano y simple y eso era
lo que más le importaba a ella. Cuando miró en sus ojos, Sophie no vio la mirada
vacía de las verdaderas emociones de un hombre ido o ausente No autorizada,
como encontró que lo llamaban los Marines. En su lugar, vio a un hombre que
haría lo que sea por las personas que ama, incluso si eso significaba mantener su
distancia. Ante ese hecho, por encima de todo, movió su corazón en su dirección.
¿Cómo sería tenerlo preocupándose por ella de esa manera? ¿Saber que haría
cualquier cosa en su poder para asegurarse de que se sentía a salvo y feliz? Sophie
jamás tuvo a alguien que sacrificara todo por ella antes y se preguntaba si, dada la
oportunidad, Jake lo haría.
El golpe vino primero, entonces Dave metió su cabeza. —Oye, tienes
algunos visitantes de aspecto elegante aquí.
—Bromeas, ¿cierto?
—No. —Le dio una sonrisa dudosa—. Creo que son tus padres. Los escuché
65
hablarle a Jake.
—Ahora, eso no es gracioso, Dave. —Estudió su expresión y pronto se dio
cuenta de que hablaba en serio—. Está bien, saldré en un minuto.
Sophie entró en pánico y trató de encontrar una ruta de escape. Siempre
tendría la ventana. Podría caber y correr. No. Eso dejaría a Dave y a Jake lidiando
con ellos. Oh, Dios, ¡Jake está afuera con ellos! El pensamiento tuvo a Sophie en sus
pies y moviéndose. Abrió la puerta de la oficina lo suficientemente fuerte para
azotarla contra la pared y salió al comedor. Sophie siempre había sido conocida
por su habilidad de azotar las puertas.
Se encontraban sentados en el bar, y Jake le servía a su madre una copa de
vino tinto. El padre de Sophie daba un mansaje a su calva mientras sostenía con la
otra mano una botella de cerveza. Le dio un sentido de orgullo ese pequeño acto
de rebelión. Su madre siempre decía que las bebidas siempre se deben degustar en
una copa adecuada, no consumirla de la botella.
—Madre, padre. —Sophie puso sus manos en los dos y los besó a ambos en
las mejillas. Intentó mantener la tensión fuera de su voz, pero en vano.
Su madre se alisó el perfecto moño. —¿Qué, en el nombre del cielo, le has
hecho a tu cabello? ¿Rubio, Sophie? De verdad deberías arreglarlo de inmediato.
—A mí me gusta así, madre. ¿Qué hacen aquí?
—Queríamos ver dónde se había estado escondiendo nuestra hermosa
hija—dijo su padre.
—No me escondo. —Sophie hizo su camino tras la barra. Tomó una botella
de agua y el guiño que le ofrecía Jake—. Gracias. Madre, padre, este es Jake
Sanders. Jake, estos son mis padres. Nathanial y Antoinette Agnés.
Jake sacudió las manos de ambos. —Un placer conocerlos. Su hija es un
increíble activo para nuestro negocio.
—Vaya, gracias, Jake. —Antoinette se giró a su hija con un ojo agudo—. No
creemos que esta sea su verdadera vocación, pero tomamos con humor la idea
hasta que se decida crecer.
—Está bien —contestó Jake—. Creo que voy a pisar algunos pies aquí,
pero…
Sophie puso una mano en el bíceps de Jake y sacudió su cabeza. —Está bien.
Jake miró a los padres de ella con decepción y se giró lejos. —Estaré en la
cocina revisando el menú para esta noche —se quejó.
—Gracias, Jake. —Vio cómo la dejaba mientras que por dentro saltaba con 66
regocijo. ¡Trataba de defenderme! Se preguntaba qué le habría dicho a sus padres si
no lo hubiera detenido. Sophie se giró para ver a algunos de sus regulares como si
dijeran:oye, te cubrimos la espalda. La consoló saber cómo de aceptada era, incluso
aunque estuvieran escuchando.
Antoinette dejó escapar un largo suspiro exasperado mientras alisaba el
sedoso material de sus pantalones. —No era mi intención molestar a tu amigo.
¿Este es el hombre que te acompañó a lo de Bruce? Quiero decir, puedo ver por
qué Bruce quedó tan afectado después de que ustedes dos se dejaran.
—Jake no lo amenazó, si eso es lo que insinúas.
—Pero, su ojo negro —exclamó su madre.
—Te lo dije. Yo se lo di. ¿Bruce te dijo que Jake lo hizo? —Asco la llenaba y
se hallaba a punto de desbordarse cuando su padre acercó sus manos y tocó la de
ella.
—Nosotros estamos realmente preocupados por tu bienestar. Tu madre y yo
no queremos verte teniendo algo afectuoso, bueno sabes de lo que hablo, con
alguien que es menos adecuado.
La risa vino primero de Stuart después de Louie. Sophie se giró hacia el
hombre y le guiñó un ojo cuando Louie gritó—: ¿El Sargento Jake? ¿Golpear a
alguien? Es un malvavisco. Es de esta pequeña dama de la que necesitan cuidarse.
—Padre, madre, ignórenlos. Y te lo diré de nuevo, Jake no fue el que golpeó
a Bruce. Yo lo hice.
—No puedo creer eso —dijo Antoinette con firme descontento.
—Bueno, si nuestra pequeña niña lo golpeó, bien. Seguro que se lo tenía
bien merecido —anunció Nathanial.
—Lo hacía —dijo la profunda voz detrás de Sophie—. Soy Dave. El Jefe de
Sophie. —Extendió su mano—. Mi hermano sólo fue con ella para ayudarla a
mover sus cosas, pero Brucie-Bruce tenía otras ideas.
—Bueno, entonces, me alegro que el Sr. Sanders estuviera ahí. Pero, sigo sin
poder imaginarme qué pudo haber hecho Bruce para obtener una acción tan
violenta‖de‖tu‖parte.‖Siempre‖fue‖tan…
—Madre, el hombre me engañó y se mudó a nuestra casa de verano
mientras que su novia se encontraba embarazada. Mintió, y hacía todo lo posible
por volver a mi cama para que el cajero no se apagara. ¿Por qué no lo entienden? 67

Pensé que ambos habían aceptado esto.


Nathanial aclaró su garganta. —No sé por qué eres tan sentimental todo el
tiempo, cariño. Es sólo que ustedes dos estuvieron juntos por mucho tiempo.
Sophie se giró hacia su padre con veneno en sus ojos. Podía sentir su
traición tan potente que sus manos comenzaron a temblar de lo tóxico. —
¿Emocional?
—Sophie. —Sonó la voz de Jake en su oído.
—Cariño, la única razón por la que vinimos fue porque tenemos boletos
para el ballet el próximo sábado, y queríamos saber si te gustaría unírtenos.
—¿Y quién será mi acompañante, madre?
Su padre se aclaró la garganta y miró a su esposa. —Querida, dadas las
circunstancias, no creo que este sea el momento adecuado.
—Sí, tal vez tengas razón. Sophie, vamos a hablar de esto esta noche,
durante la cena. —Cuando Sophie se mofó de ellos, sintió a Jake frotando su mano
contra su brazo. Comenzó a hacerlo más y más últimamente. Pequeños toques,
aquí y allá, en un lugar público, donde todos podían verlos.
—Lo siento, señor y señora Agnés. Sophie tiene el turno de noche hoy.
Nathanial le dio a Jake una sonrisa de padre triste. —¿Supongo que no te
importará si tomamos a nuestra hija? Ha pasado más de un mes desde que su
madre y yo la hemos visto.
—Creo que me importaría. ¿Dos personas que tratan de convencer a mi
chica de ir al ballet con su ex-novio? Sí, creo que sí me importa. Y también creo que
le importa a Sophie, ¿verdad?
Se sentía orgullosa de él. Jake vio a través de su astucia y aun les hablaba
con respeto y tacto. Realmente adoraba a ese hombre, además, dijo que era ‚su‖
chica‛. El sonido de eso la hizo sonreírle.
—Lo siento. No nos dimos cuenta de que Sophie comenzó una relación tan
pronto después de su ruptura.
—Seis meses, madre. Eso no es tan pronto. ¿Por qué no puedes aceptar eso?
—Bueno, creo que debemos irnos. No puedes culpar a tus padres por querer
lo mejor para su hija.
Sophie gruñó.—Él no es lo mejor para mí. Desearía que ambos pudieran
entender eso.
68
Antoinette se levantó de su taburete y entregó a Nathanial su largo abrigo.
Él la ayudó sin hacer ningún comentario. Sophie suspiró. El hombre fue entrenado
y se convirtió en un pesado por culpa de su madre. Reflexionó cómo Nathanial
siempre hablaba poco, a menos que su madre estuviera ausente.
—Te amamos —le dijo Nathanial a Sophie. Luego se inclinó sobre el
mostrador y la abrazó, después susurró en su oído—: Me alegro de que lo
golpearas.
—Nathanial, por favor, no es como si no la fuéramos a volver a ver de
nuevo. —Caminaron fuera, pero no antes de que su padre le guiñara a Sophie.
Siempre era el único que la salvaba, especialmente del disgusto de su madre.
—Guau.
Caminó fuera de detrás de la barra hacia su oficina. —¡Arg! Son insufribles.
No puedo creer que hayan caído tan bajo.
Jake la siguió dentro de su oficina justo cuando Sophie comenzó a tirar
cosas. Se agachó justo a tiempo para esquivar un lápiz que pasó zumbando junto a
su cabeza. —¿¡Qué demonios!? No soy el culpable aquí.
Se sintió un poco mejor después de escuchar el crujido. —Me gusta arrojar
cosas, ¿está bien? Si estas en el camino, entonces ese es tu problema. —Con eso tiró
una caja a través de la habitación.
—Bien. Sólo no lo hagas a mi cabeza. ¿Recuerdas? Soy el que te salvó ahí.
—No has hecho tal cosa. —Ella hervía.
—¿De verdad? Puedo llamarlos y dejarles saber que no tienes realmente el
turno esta noche.
—No te atreverías. —Lo pinchó con su dedo, esperando hacerle un agujerito
en el corazón, así se daría cuenta de sus sentimientos por ella. Los pensamientos de
él pesaban demasiado, un dolor que sólo sería borrado cuando le ofreciera
fortaleza y empatía. Nunca fue el tipo de mujer que necesitaba garantías de lo que
un hombre sentía por ella. Y, sin embargo, se encontró queriendo eso y mucho más
de Jake. Las seguridades emocionales que sus padres y Bruce nunca le dieron:
estímulo, afecto, consuelo en tiempos de estrés. ¿Era eso mucho pedir? ¿Y desear
estas cosas la hacía patética y necesitada?
—No, no lo haría —le dijo, mientras tomaba su mano—. Eso te haría daño, y
nunca haría eso. —Besó su palma, y Sophie se suavizó con su toque, y su 69
espectáculo de ternura.
—Lo siento. Puedo ser muy difícil a veces. —Se puso en la punta de sus pies
para darle un beso, pero Jake retrocedió—. ¿Qué está mal?
—La última vez que hicimos eso, terminamos en el sofá.
—Podrías invitarme a cenar y podríamos besuquearnos en tu sofá, para un
cambio. —Sophie frotó su cuerpo contra el de él y sonrió cuando dejó escapar un
largo silbido.
—Dios, eres una sirena.
—No‖ quiero‖ disuadirte,‖ pero…‖ —Besó su cuello y mordió su lóbulo—.
Estoy mucho en malas películas y palomitas de mantequilla, y no me importaría
besuquearte en el sofá.
Se rió de la invitación. —Creo‖que‖puedo‖complacerte…‖mientras‖prometas‖
no arrojar nada hacia mí.
—Lo prometo.
Jake acunó su cara en sus manos y le dio un beso profundo que sintió dentro
de su alma. —¿Quieres ordenar o recoger algo en el camino ahí? —preguntó.
—Lo que sea que quieras, es tuyo.
Sin embargo, Sophie no puedo evitar preguntarse si hablaba de la comida o
de su corazón.

70
Traducido por July Styles Tate & Kariza
Corregido por *Andreina F*

Jake se despertó empapado en sudor. Cada musculo y nervio latía con una
intensidad dolorosa para comprender. Levantó una mano en frente de su rostro,
pero su nublada mente no podía registrar las extremidades de los cinco dedos que
vio. Confundido por una vertiginosa falta de comprensión salió de la cama y se
puso en posición fetal en el suelo. Su comprensión en realidad introdujo un poco
más de temblor a su cuerpo. Jake sintió que el profundo hueco en su alma se
expandía hasta la locura dentro devorando el espacio de su mente. Gritando, luchó
una última vez para sobrevivir. Renunciar nunca fue una opción. Su deber era
siempre salvar vidas y luchar por el débil. Pero, ¿qué si se había convertido en uno
de los indefensos?
Flashes de personas sin rostros con imágenes de heridas incomprensibles
71
jalaron a Jake más profundamente dentro de su propia angustia. Arañó su camino
fuera de la neblina, el vacío infierno. Una sensación muy parecida a la noche en
que se convirtió en casi ineficaz dentro de ese cráter de granada. Una luz brillando
desde la ventana cerca de él ayudó a acabar la pesadilla, pero las repercusiones
comenzaron a despejarse. Su cuerpo se sentía empapado, frío y temblando por su
húmeda piel. Mientras su estómago arremetió con una arcada seca, Jake corrió al
baño.
Desorientado y con la mente confundida, hacía casi lo imposible para
distinguir entre la realidad y las ilusiones con las que su subconsciente jugaba con
él. Su visión se hallaba borrosa, y las paredes parecían estar moviéndose Cuando
trató de levantarse sus piernas le fallaron, dejándolo con el sentimiento que más
odiaba…‖impotencia.‖No‖solo‖por su actual condición, sino porque sabía que por lo
menos en dos días no sería el mismo otra vez.
Lentamente, Jake puso una mano en el lavamanos y se impulsó hacia arriba.
En el espejo vio a un hombre en miseria. Sus ojo se veían hinchados y sus labios
ensangrentados por estar mordiéndoselos en algún momento durante la pesadilla.
Evitó mirarse directamente a los ojos por miedo a lo que podría ver, así que abrió
el abarrotado botiquín y tomó algunas pastillas. Maldijo frustrado cuando unas
pocas se resbalaron por el desagüe del lavamanos porque sus manos todavía
temblaban.
—Maldita sea. —De mala gana hizo contacto visual consigo mismo en el
espejo—. Necesitas recomponerte, amigo.
Su mente y cuerpo agotados por la guerra hicieron estragos dentro de su
cabeza, Jake se arrastró a si mismo hacia el celular para llamar a Dave.
—No voy a ir —le dijo.
—¿Estás bien?
—Sí. No. No lo he decidido aún
Preocupación cubrió la voz de Dave —¿Quieres que te envíe algo de
comida?
La idea de comer dejó a Jake con el estómago revuelto. —No, tengo
suficiente aquí, gracias.
Jake colgó el celular sin esperar una respuesta. Sabía que Dave se
preocuparía pero necesitaba que le diera su espacio.
—Y esto es por lo que probablemente no debería tener un trabajo—
murmuró a sí mismo mientras encendía los grifos de la ducha—. Estás loco.
El rocío fue bienvenido para limpiar la horrible noche. Mientras apoyaba 72

una mano en la pared de la ducha para sostenerse a sí mismo, Jake trató de


recordar aspectos del sueño. Ciertas cosas las veía claramente, otras borrosas. Así
es como habían sido durante la mayor parte de dos años. El terapista que vio
cuando regresó del extranjero le dijo que era natural que su mente bloqueara lo
que podría ser dañino para la mente. Jake solamente deseó poder recordar todo,
así los sueños podrían detenerse. ¿Lo harían? El terapista también le dijo que ese
no siempre era el caso, porque las pesadillas variaban de persona en persona y el
grado de trauma que sufrieron. Y el chico Jake había sufrido.
Jake fue a través de su día inquietamente. Ducharse, desayunar, doscientas
flexiones de brazos, habló con Dave cuando le llamó. Ducharse, almorzar, correr
quince millas en la cinta, habló con Dave porque le llamó otra vez. Ducharse, leer,
paseó por el piso por unas pocas horas, entonces salió afuera y tomó una enérgica
caminata. Solamente para volver a casa y que Dave llamara, una vez más. Harto,
Jake le exigió a Dave que parara de acecharlo, porque se sentía bien.
Cuando la luz se desvaneció fuera de su ventana, Jake se dio cuenta, con
repentino dolor y un corazón latiendo frenético que se las había manejado
exitosamente para ignorar su cuarto todo el día.
Cerrando sus ojos y tomando una profunda respiración, maldijo el caos
esperando por él y seguramente podía esperar por un poco más.
El reloj de la sala dio la hora, anunciando las seis en punto. Pollo y ensalada
esta noche para la cena, decidió mientras abría su despensa. Parecía vacía, así que
decidió que iría de compras mañana. Con la música sonando, preparó su comida
hasta que el soldado dentro de él repentinamente lo notó.
En medio latido del corazón, Jake fijó al intruso detrás de él en el piso con
sus manos detrás de su espalda y sus rodillas presionando la base de su cuello.
Cuando su mente captó lo que hacía, vio una persona de pequeña estructura
yaciendo debajo de él. Jake comenzó a entrar en pánico. Con movimientos lentos y
cautelosos aflojó su agarre y guitó su rodilla. Un puño voló y lo golpeó en la
mandíbula. Entonces el cuerpo femenino saltó hacia la esquina de los gabinetes de
la cocina y se acurrucó allí.
—¡Oh, mierda! Lo siento.—Jake se movió hacia Sophie, quien atrajo sus
rodillas hacia su pecho y envolvió sus brazos firmemente alrededor de ellas.
—¿¡Qué demonios, Jake!? —gritó ella. Tras un cuidadoso análisis, Jake se
dio cuenta que mientras su cuerpo podría haber mostrado a una mujer aterrada, el
73
comportamiento de Sophie era tan cabreado como un gato salvaje enjaulado.E igual
de peligroso, pensó mientras apretaba su mandíbula.
Se arrastró hacia ella sobre sus manos y rodillas. —Lo siento. No sabía que
eras tú la que se hallaba detrás de mí. Eso fue una reacción por instinto.—
Incómodo por la manera en que lo miró, Jake se recostó sobre sus piernas y llevó
sus manos hacia su rostro para restregarlo—. Esa no es una excusa. Dios, no quería
lastimarte, ¿lo hice? Por favor déjame verte para ver si te lastimé.
Cuando llegó a ella, Jake se preparó a sí mismo para que Sophie se alejara de
él. Pero no lo hizo. En cambio, corrió hacía él y lo tomó en sus brazos. Ese gesto de
perdón casi le hizo llorar.
—Si no hubieras tenido esa horrible música tan alta me habrías escuchado
tocando el timbre y golpeando a la puerta.
—Lo siento. —Hundió su rostro en su cabello perfumado y sostuvo
firmemente su razonamiento.
—Está bien, Jake. Estoy bien —le dijo Sophie mientras acariciaba su cabeza y
espalda.
Jake no estaba seguro cuan bien se encontraba. En tan poco tiempo ella se
convirtió en alguien con la que quería hablar y bromear. Esperaba ver su sonrisa
todos los días. La noche anterior en que compartieron una película acompañada
con palomitas y besos en el sofá, Jake era capaz de verse a sí mismo como una
persona normal. Y cuando la tentación iba más allá de sí mismo, Sophie saltó fuera
del sofá con una sonrisa y dijo buenas noches. Ahora él podría haber arruinado ese
tranquilo lugar que comenzaron a construir juntos.
Sin embargo, ella lo abrazó sin miedo y culpa. Jake pensó en todas las
mujeres quienes habían ido y venido en su vida. Ninguna jamás lo hizo sentir tan
seguro y amado. Incluso ahora, después de asustarla, ella le habló con esa dulce
voz.
—Ya sabes, tu hermano me advirtió que no viniera. Pero nunca escucho a
mis padres, así que, ¿por qué demonios iba a escucharlo a él?
Él rio un poco entre dientes y se alejó para verle la cara. —Sophie, estás loca
—Lo sé, y sólo un poco más sobre ti. —Ella le dio una sonrisa pensativa y
entonces preguntó—: ¿Estás bien? Me preocupé cuando Dave dijo que no vendrías.
¿Qué sucedió?
Escuchó eso bien, ¿no? ¿Estaba loca por él? La realización sólo hizo que
perder el control fuera mucho más grave. ¿Por qué siempre tenía que decepcionar
a los que se preocupaban por él?
74
—Estoy bien, ¿tú estás bien? Debo haberte herido. Por favor déjame ver —
declaró, con auto odio cubriendo cada palabra.
—No cambies el tema. Te pregunté qué pasó.
—Confesarémis pecados si primero me dejas ver si te herí.—Cuando la boca
de Sophie se movió en contemplación, Jake se rió—. Incluso te dejaré quedarte
para cenar, ¿está bien?
Se puso de pie antes que él, y le ofreció la mano para levantarlo del piso.—
Bien. Pero no creas que te salvarás de esta. No me importa qué tipo de militar eras.
Quiero una explicación y voy a obtenerla.
Jake tomó su mano y tiró de ella hacia él. Cuando ella se topó con su pecho,
él rodó y la recostó debajo de él. —Quiero ver. —Desabotonó la blusa y comenzó a
besar la delicada piel debajo de esta.
—Jake.
—Te golpeaste en el piso muy duro. —Frotó su cara contra su pecho—. Soy
un monstruo —murmuró contra sus pechos, después los besó.
—No, no lo eres.
Con su dedo índice, Jake rodeó una pequeña parte de su clavícula. —Te hice
daño. —Escuchó como su voz se quebraba, y asumió que Sophie también lo había
escuchado, porque acunó su cara y la llevó a la suya.
—Estoy bien. Y prometo pisar fuerte y hablar alto siempre que crea que no
sabes que estoy ahí. —Lo besó.
—Tengo que ver. —La puso sobre su estómago y deslizó su camisa. La
profunda marca roja en la base del cuello casi se lo hizo. El pensamiento de estar
delante de un pelotón de fusilamiento era más atractivo, que enfrentar este hecho,
el hecho de que lastimó su hermosa y delicada piel. Jake presionó sus labios juntos
mientras la vergüenza se apoderaba de él. Nunca puso una mano violenta sobre
una mujer antes. Tampoco encontró a alguien que fuera tan indulgente como la
mujer que descansaba frente a él—. ¿Por qué aún sigues hablándome? Sophie, lo
siento tanto. Nunca te tocaré de nuevo. —Se puso de pie y se entretuvo sacando la
lechuga del refrigerador para cortarla con venganza—. Voy a salir del bar y no
tendrás que verme de nuevo.
—¡Tú, culo egoísta! ¿Crees que las cosas serán mejores así? —Resopló,
tirando de su camisa.
—Creo que es lo mejor —murmuró—. Lo que hice fue inexcusable y…‖ —
Sintió algo duro que lo golpeó en la cabeza—. Auch, ¿qué demonios? —Girando a
75
tiempo para atrapar la cuchara de madera que le pegó, Jake la alejó de sus manos.
—No vas a ser despedido —gritó ella con furia mientras se abotonaba la
blusa.
—¿De quéhablas? —gritó.
—¿Crees que renunciar al bar va a detener lo que pasa entre nosotros? ¿Que
esa es la respuesta?
—Sí, lo creo. —El cuerpo de Jake comenzó a vibrar con frustración. ¿Cómo
podía explicarle a ella algo que no podía entender? De todos modos, ella nunca se
quedaría con él; era un lunático.
—¿Por qué?
—Porque es obvio que no puedo controlarme a mí mismo. Por el amor de
Dios, mira lo que te hice. —Agarró el brazo de ella y la arrastró por el pasillo. Sus
emociones se mezclabanen un río de locura, y la urgencia de aprehender el control
del mismo se convirtió en una perra que regañaba en su hombro.
—Jake, no voy a ser maltratada de esta manera.
La furia hizo rugir su sangre en sus oídos, poniendo su vista en su dirección.
La llevó, no muy bien, a su habitación donde las sabanas y las mantas estaban
arrojadas al suelo. Las lámparas de la mesa de noche, destrozadas en el suelo, se
mezclaron con las plumas de las almohadas. Todo parecían los restos de una
batalla. Mirando hacia ella, Jake no podía dejar de pensar en la habitación como su
zona de guerra personal. Sin embargo, cuando se volvió hacia Sophie, la
comprensión en sus ojos envió la rabia en retirada.
—Es por esto que no fui hoy. —Su tranquila voz reflejaba la derrota que
sentía por dentro—. Vivo esto cada día, Sophie. No puedo pedirte compartirlo.
—No tienes qué, estoy comenzando a pensar que sólo soy una molestia con
la que pasas el tiempo. ¿Por qué no te abres conmigo, Jake? —Lo miró, con una
lágrima rodando en su mejilla.
—Por favor no hagas eso —suplicó.
—No puedo ayudarte. Sé que no soy la persona más fácil para estar
alrededor, pero de verdad me preocupo por ti.
Él la tomó en sus brazos y ella fue de buena gana, su confusión encontrando
un buen lugar de consuelo para asentarse y descansar. —Esto no tiene nada que
ver‖contigo…—La apartó hacia atrás y la miró con una sonrisa torcida—. No eres
una persona difícil en absoluto. A veces me entiendes demasiado y eso me pone
mal. Como justo ahora.
76
—No es tu culpa, Jake. —Otra lágrima escapó y Jake la limpió.
—Me preocupo por ti, Sophie. Y simplemente no puedo soportar la idea de
herirte como hice en la cocina o como puedo hacer en el futuro. Estoy tan cansado.
—Si piensas que estás cansado ahora, espera a ver cuando terminemos la
limpieza de este desastre. —Lo besó suavemente y caminó fuera de la habitación—
. Estas cocinándome la cena, ¿o qué? —lo llamó—. Vamos a necesitar energía.
—¡Mujer! Eres un rompecabezas, un reto y una cosita muy mandona.
—Bueno, eso no se hará por sí solo.

***

Ella se sentó en el mostrador de mármol y se preguntó si había conseguido


entrar. Trataba de ser indiferente, hacer un pequeño chiste, pero temblaba
interiormente. Ningún hombre puso sus manos sobre ella antes. No podía haber
estado enojado, pero Jake la asustó lo suficientemente como para repensar la
relación que construían y considerar las posibles ramificaciones de salir con un
hombre que sufría de trastorno de estrés postraumático. Sophie fue sincera cuando
dijo que entendía lo que pasó en el piso de la cocina. No fue su culpa. Si hubiera
escuchado a Dave en primer lugar, podría haber salvado a Jake del dolor que su
sorpresiva presencia le causó.
Pero allí se encontraba, mirándola intensamente, anhelo arremolinándose en
sus ojos. Sophie se movió en el mostrador cuando la realización la golpeó: él valía
la pena cualquier lucha. No era sólo su cuerpo lo que quería, o su sentido del
humor. No, ese sentimiento era más profundo que eso. Llenó el vacío emocional
que sentía con una fuerte conexión mental.
Él le tomó la cara en sus enormes manos. Poco a poco sus labios se
encontraron, y el mundo se evaporó. Si ella pudiera sentir este amor, esta
necesidad, por el resto de su vida, estaría feliz por siempre. Detrás de sus párpados
cerrados, Sophie vio chispas en ráfagas de luz de color. Debajo de su piel, el calor
se extendió por todo su cuerpo. Cuando su deseo explotó, Sophie llevó sus manos
al cabello de él y dejó que el frenesí se hiciera cargo de ellas. Él respondió de
inmediato, envolviendo las piernas de ella alrededor de su cintura y tirando de sus
cuerpos tan cerca como dos personas podían estar. Sus manos corrían sobre ellas
mientras que sus labios se volvieron impacientes y exigentes.
77
No podía recuperar el aliento. Su pasión se apoderó de ella y su necesidad
era tan evidente que Sophie podía sentir cómo su propio cuerpo respondía
fervientemente. Él la agarro de su trasero y los aplastó aún más cerca. Sin
advertencia, Sophie quitó su boca de la de él y gimió el nombre de Jake.
Jake tomó un puñado de su cabello, y atrajo su boca de nuevo a la suya por
un beso más largo y más hambriento antes de alejarse. Vibrando con placer, Sophie
lo miró. —Jesús, Jake. —Podía sentir cómo jadeaba justo como él. La sábana de
sudor en su piel le dio a Sophie la urgencia de lamer y probar un poco más. En vez
de eso, lamió sus labios y lo probó a él ahí.
—Yo… no sé qué decir. No estoy seguro de lo que me pasó. —Los ojos de
Jake eran grandes y redondos ante la incredulidad de sus actos—. Primero, te
tengo en el piso de la cocina. Luego te arrastro hacia mi habitación, ahora te estoy
asaltando en mi cocina de nuevo. —Pasó las manos por su despeinado cabello y
sonrió—. Me gustó este más que los dos primeros.
—A mí también. Ven aquí. —Sophie alargó la mano. Cuando Jake tomó su
mano, ella metió su cuerpo entre sus piernas—. Creo que sólo estamos corriendo
en las emociones salvajes.
—Sophie, eres mi ángel guardián.
—Sí, bueno, tu protector necesita alimento.
Él puso las manos en sus rodillas y apretó. —Lo siento.
—Recuerdo un momento en que me dijiste que me disculpaba demasiado.
—Puso una mano en su mejilla izquierda—. Vamos a resolver esto, Jake. Lo
prometo.
Jake asintió con la cabeza en acuerdo. —¿Te gusta la comida china?
—Me encanta.
—Bueno. Pero necesitas ayudarme a limpiar la lechuga que comencé a picar
primero.
Sophie resopló. — Hombre. Siempre hay una trampa en todo.

78
Traducido por Kariza
Corregido por Nyssa

—Quiero saber lo que pasó. —Dave se inclinó y empujó la barra hacia abajo
al pecho de Jake.
—Esto no es divertido —se quejó Jake—. Me lastimas.
—No, no lo estoy. ¿Qué pasó?
Jake empujó la barra hacia arriba con todas sus fuerzas y a su hermano con
ello. —Puedo levantarte, Dave.
—¿Y? —Sin darse por vencido, Dave cambió de posición y presionó más—.
Tú eres el hermano pequeño, es hora de que comiences a actuar como tal. —Su voz
sonaba tensa pero seguía tratando de retener a Jake.
—No he sido pequeño desde que tenía diez. —La barra se hundió
79
lentamente hacia abajo al pecho de Jake, a pesar de su mejor esfuerzo—. ¿Qué es lo
que quieres?
—Sophie.
Con esa palabra, Jake empujó a Dave arriba y fuera de él. —¿A qué te
refieres con que quieres a Sophie? —Dejó caer la barra en el estante como si fuera
un palillo de dientes en un bote de basura.
Dave levantó las manos en defensa. —Eso no es lo que quise decir, ¡no me
golpees! Solamente quiero saber qué es lo que pasa entre ustedes dos.
Honestamente.
Jake se rió alto y duro. Se movió a su lado mientras su cuerpo se estremecía.
—Debiste ver tu cara. Se puso tan blanca como una hoja.
—¿Qué? ¿Estás jodiendo conmigo? ¡Vete a la mierda! —Dave empujó a su
hermano en el pecho con ambas manos.
—No pude evitarlo. —Su risa continúo burbujeando. Dave dejó
abruptamente la habitación, y Jake lo siguió—. Dave, ¡fue una broma!
—Bueno, no creo que fuera gracioso. Pensé que ibas a ir todo gorila sobre
mí. Jesús, Jake.
Jake apretó los labios mientras miraba a su hermano pasearse por el
vestuario. Cada uno de sus pasos resonó en las paredes de azulejos azules.
—Fue una broma inofensiva, y sólo estás muy tenso para verlo. ¿Qué es lo
que quieres saber?
Dave se giró y lo miró. Jake no podía estar seguro de qué mezcla de
emociones vio en los ojos de su hermano, pero sabía que el amor y la compresión
se encontraban en ellos.
—¿Estás durmiendo con ella?
—No, y puedo garantizar que serás el primero en saberlo cuando pase. Te
llamaré de inmediato.
Dave sacudió su cabeza. —Estoy siendo serio. ¿Estás enamorado de ella?
—No estoy seguro. Una vez más, serás el primero en saber.
—¿Le has hablado de los flashbacks?
Jake se sentó con fuerza en el banquillo y comenzó a sacar sus zapatos y sus
calcetines. —Ella apareció después del último hace unos días.
—¿Qué quieres decir, Jake? ¿Qué pasó? ¿Cómo no has ido a decirme acerca
de esto? 80

—Porque sabía cómo serias. Todo protector y mierda.


—Tengo razón de ser de esa manera. ¿Qué pasó?
—Se acercó por detrás de mí y me hizo reaccionar.
—Oh, no.
Jake se pellizcó el puente de la nariz para evitar un poco la tensión. —Sí,
luego nos fuimos por comida china.
—¿Es así como se lastimó el hombro?
Jake se detuvo en medio de despojarse la camisa. —¿De qué hablas?
—Su hombro, Jake. Tiene un infierno de golpe y ha estado tratando con eso.
—Dave lo miró pensativo por un minuto y luego dijo—: Tal vez deberías volvera la
terapia. No tienes que avergonzarte de ello.
La ira corría por las venas de Jake. No quería volver, quería seguir adelante.
—Trabajo en ello, Dave. Y ella dijo que se hallaba bien, demonios. —Dejó caer la
cabeza entre las manos—. ¿Por qué no puedo sólo ser normal?
Dave se dejó caer en el banco junto a su hermano. —Porque nunca lo fuiste.
Cuando eras niño siempre eras popular, muy rápido y eras mejor que todos los
demás. Nunca hubo límites para ti. Sobresaliste en la escuela, deportes, chicas y en
la milicia. Demonios, hermano. Fuiste el hombre más joven en ganar tu rango. Eso
dice algo. Pero hay límites ahora, y necesitas aprenderlos.
—Si era tan grandioso en todo, ¿entonces por qué siempre tienes la razón?
—Porque soy el hermano mayor.
—Dave, creo que ella puede ser la única. —Jake sacudió su cabeza con
incredulidad—. No se enoja conmigo, no me presiona para saber por qué estoy así.
Sólo entiende que es lo que soy.
—Se necesita a una mujer especial para aguantar a un militar. Especialmente
uno con equipaje.
Jake resopló. —Tengo mucho de eso, y no se siente correcto compartirlo con
ella.
Dave puso fraternalmente una mano en la espalda de Jake. —Ella no parece
del tipo que te da opción. Por cierto, mamá y papá vendrán la próxima semana. No
querían‖que‖te‖dijera,‖pero‖viendo‖que‖no‖eres‖bueno‖con‖las‖sorpresas…—Dave le
dio una sonrisa débil.
—No, supongo que no lo soy. Realmente me empiezo a preocupar por ella,
Dave. 81

—Lo sé. Creo que ella será buena para ti. Sin embargo, me preocupa. No
sabe‖cómo‖hacer‖frente‖a‖tus‖‚necesidades‛‖—dijo entre comillas—. Tal vez, si eres
serio acerca de ella, puede venir a algunas reuniones de apoyo conmigo.
—Mi temperamento no es más el problema, Dave.
—Lo sé.
—Es mi reacción instintiva, y estoy trabajando en eso. Me siento más normal
ahora que tengo mucho tiempo. Estoy de hecho sintiendo cosas, no sólo buscando
señales de otros para saber cómo se supone que debo a reaccionar. —Sabía lo que
su hermano trataba de decir, siempre tan delicadamente. Infiernos, el tipo tenía
todo el derecho de estar preocupado. Jake no estuvo en casa y fuera del hospital ni
por dos meses cuando Dave se acercó por detrás. Le rompió la nariz a Dave y le
fracturó el brazo izquierdo antes de tener el control de sí mismo.
En aquel entonces el cerebro de Jake brincó y saltó. Reaccionó mal en el
momento y con mucha fuerza. Después de un año de terapia, era más controlado
de lo que nunca imaginó. Sin embargo, quería más, Jake trataba de sentirse normal,
y comenzaba a darse cuenta de que eso podría ser posible.
—Nadie dice que no te estás poniendo mejor. Demonios, trabajaste en el bar
durante la fiesta de Halloween con todas esas personas. No sabía cómo ibas a
reaccionar a eso, pero lo hiciste bien. Estoy orgulloso de ti. —Dave tomó una
respiración profunda y pareció elegir con cuidado sus próximas palabras—. Pero,
¿estás listo para una relación? Todavía hay mucho que no recuerdas. Es un gran
paso en la confianza, Jake.
Jake observó a su hermano empujar la camisa sobre su cabeza. El hombre no
tenía ningún rasguño en su cuerpo, a diferencia del tatuado Jake, que se veía
desfigurado en algunas áreas.
Silenciosas desfiguraciones que le recordaban a otra vida que una vez creyó
con tanta convicción y que nunca cuestionó su propia mortalidad. —Sophie
apareció en el momento equivocado, en el día equivocado —dijo finalmente—. No
quiero‖herirla.‖Y‖sabiendo‖que‖lo‖hice…no‖lo‖sé,‖Dave.‖¿Debería‖olvidarme de ella?
Dave resopló. —Sí, correcto, como si ella fuera a dejar que eso pase.
—Es un infierno de mujer.
—Síp. Tuviste una buena maldita suerte de que ella no te devolviera el
golpe.
Jake se rió y empujó una camisa limpia sobre su cabeza. —Me golpeó en la 82

cabeza con una cuchara de madera.


Dave se rió. —Sabes, me gusta. Si esto no funciona entre ustedes dos,
¿puedo tener una oportunidad?
—¿Deseas morir?
—De hecho, estoy buscando una cerveza. ¿Qué dices? ¿Celebramos?
—¿Celebrar qué?
Dave le dio un pequeño empujón a su hermano. —Que podrías estar
perdiendo tu virginidad pronto.
—Eres un idiota.

***
—No lo sé, Kathy. ¿De verdad crees que debería?
Con ojos fríos, Kathy escaneó el estudio de ballet en la planta baja de Sophie.
—Sophie tienes mucho talento, eso no es la cuestión ¿Por qué no compartirlo?
—Porque entonces mi madre tratará de involucrarse.
—Por favor, no‖tomes‖esto‖de‖mala‖manera,‖pero‖¿por‖qué‖tu‖madre‖es…?
Sophie agregó las palabras que Kathy no quería decir. —¿Mandona,
arrogante, mentalmente ausente?
—Umm…‖sí.‖¿La‖maltrataron‖de‖pequeña‖o‖algo‖así?
Sophie dejó salir una larga respiración antes de responder. —No lo sé.
Nunca escuché algo como eso. Uno pensaría que por su forma de ser habría algo.
Aparte de las mujeres de mi familia jugando a la carta felpudo, no hay nada.
—Bueno, ella no es mansa ni débil.
—No, mi madre no lo es. —Sophie hizo una pirueta rápida sólo por el placer
de hacerlo—. Tal vez si nos entendiéramos mejor, podríamos tener una relación
real. Y sin embargo, no veo que eso ocurra nunca.
—Amo verte bailar. Tengo la gracia de un rinoceronte.
—Sólo no tienes pies rápidos.
—Gracias por intentar hacerme sentir mejor, pero la verdad es la verdad.
83
Las chicas se sonrieron una a la otra, y Sophie pensó cómo de especial era su
amistad de la infancia. Compartían todo, y nada se hallaba fuera de los límites para
hablar…‖excepto‖por‖lo‖que‖ocurrió‖con‖Jake.‖Sophie‖aún‖no‖se‖atrevía‖a‖hablar de
ello. Kathy no lo entendería, y Sophie no quería que su amiga juzgara a Jake antes
de conocerlo. Además, Sophie todavía no se comprendía completamente a sí
misma. Necesitaba tiempo para procesarlo y decidir qué quería exactamente.
Desafortunadamente, todos sus pensamientos seguían volviendo a necesitar a Jake.
—¿Sophie? ¿Estás bien?
—Lo siento, Kathy. Hay algunas cosas en mi mente.
—¿Tiene que ver con cierto hombre?
Sophie le dio una sonrisa burlona. —Tal vez. Lo habrías conocido si
hubieras venido a la fiesta de Halloween.
—Visitaba a mi hermano —dijo Kathy con una mirada nostálgica en los
ojos—. Adoro a sus hijos.
—Y algún día tendrás una pandilla de ellos.
—Síp, y todos aprenderán ballet de una de las mejores, cuando ella deje de
ser terca y abra su estudio.
Sophie estudió la habitación que la rodeaba. Sintió la sensación de ésta, la
inmensidad del espacio, las paredes de espejos, y la larga barra esperando por
piernas para estirar sobre ella. —Todavía no es el momento.

84
Traducido por Carol Stratford
Corregido por *Andreina F*

Las sillas eran bastante cómodas, y la mayoría de la gente parecía amable. Y


sin embargo, Jake todavía no sabía si pertenecía en lo que denominaba "clase loca"
en lugar de la terapia en grupo. Pedir ayuda parecía sentirse como una debilidad.
Fue entrenado para hacerse cargo, seguir órdenes, y poner los sentimientos y los
miedos a un lado hasta que llegara el momento de tratar con ellos. Pero después de
hablar con Dave en el gimnasio, Jake decidió que era el momento adecuado para
administrar el equipaje que había embalado y escondido con éxito. Además, ¿qué
tenía que perder?
Ninguno de los rostros eran familiares, pero todos llevaban las misma falta
de expresión. Conocía esa mirada. Era la mirada de no puedo creer que esté haciendo
esto, soy más fuerte que esto. Viendo a un hombre rodeándolo, Jake no sólo vio, sino
85
que sintió la ira malvada prominentemente expuesta con la forma en que se
sentaba. Tenía los brazos cruzados fuertemente mientras se inclinaba en su silla y
miraba fijamente a un punto por encima de la cabeza de todos. Sí, Jake sabía, que
llevó esa mirada en sí más de una vez.
―Est{‖ bien,‖ vamos‖ a‖ ir‖ por‖ la‖ habitación,‖ nos‖ presentaremos‖ y‖ diremos‖ lo‖
que trabajaremos hoy‖―dijo‖el‖director―.‖¿Quién‖va‖a‖ir‖primero?
Todo el mundo bajó su mirada o bien evitaron sus ojos para evadir la tarea
inminente.
―Iré‖ ―dijo‖ la‖ mujer‖junto‖ a‖ Jake―.‖ Soy‖ Trisha,‖ y‖ quiero‖ aprender‖ a‖ lidiar‖
mejor‖ con‖ mi‖ ansiedad.‖ ―Luego‖ miró‖ a‖ Jake.‖ Sintió‖ una‖ pequeña‖ gota‖ de‖ sudor‖
rodar por la espalda mientras apretaba sus manos firmemente juntas. Todos los
ojos se encontraban puestos en él. El corazón le latía con tanta fuerza que se
preguntó por qué todos en la sala no lo vieron palpitando en su pecho.
―Soy‖ Jake y quiero trabajar en el estrés postraum{tico.‖ ―Bueno, eso no
estuvo tan mal, decidió Jake cuando el hombre sentado a su otro lado habló. Como
andar en bicicleta.
Después de las presentaciones, el grupo se separó durante diez minutos,
luego se dividieron en grupos más pequeños para el abuso de dependencia o
apoyo emocional. A raíz de su necesidad de ayudar, Jake se acercó al hombre
irritado que aún se sentaba frente a él.
―Oye‖―dijo.
―¿Qué?
Retomando‖ una‖r{pida‖respuesta,‖Jake‖ intentó‖otra‖t{ctica.‖―No‖muy‖feliz‖
de estar aquí, ¿verdad?
Con ojos venenosos, el hombre se‖ volvió‖ y‖ enfrentó‖ a‖ Jake.‖ ―¿En‖ serio?‖
¿Puedes decírmelo? No pensé que alguien lo notaría.
―Supongo‖que‖sólo‖tengo‖buenos‖instintos.
―Bueno,‖ si‖ lo‖ hicieras,‖ no‖ habrías‖ cruzado‖ la‖ habitación‖ para‖ hablar‖
conmigo.‖―El‖hombre‖se‖puso‖de‖pie‖y‖se‖alejó.‖Luego, con un resoplido, se sentó
en una silla lejos de todo el mundo.
―Ese‖es‖el‖doctor‖Murphy‖―dijo‖Trisha‖a‖Jake―.‖Sirvió en Afganistán. No
es realmente un tipo muy amigable. Creo que vio demasiado.
―Creo‖ que‖ todos‖ vimos‖ demasiado‖ si‖ estamos‖ aquí‖ ―dijo Jake con una
sonrisa cansada.
Su‖nuevo‖amigo‖le‖dio‖una‖pequeña‖risa.‖―¿No‖es‖esa la verdad? 86

Cuando terminó el descanso, los soldados se sentaron en un pequeño


círculo para hablar de cómo iban a cumplir sus metas para el día. Jake tomó la silla
junto al Doctor Murphy, quien se sentó lejos de él.
Escuchar y ver a sus camaradas era desgarrador. Matrimonios fallando, falta
de confianza, problemas económicos, la ira y sin una verdadera comprensión de
dónde vino, el miedo al fracaso. Jake llegó lentamente a entender que debió haber
vuelto antes. Por mucho que sintió que el techo y las paredes iban a ceder o que
todo el mundo lo miraba como si fuera el lunático del año, Jake ahora se daba
cuenta de que no era el caso. Algunas de estas personas eran mucho peor que él.
No solo luchaban día a día, lucharon con la guerra cada minuto. Hablaron de
quitarse la vida, de esconderse en sus casas durante días, vivir en las calles durante
años a la vez, y estado en la cárcel. Jake había olvidado cuan afortunado era de
tener una familia que lo apoyara y una mente con algo de sonido. Luego se
encontraba el hecho de que quería empezar una relación de noviazgo. Un gran
pasoen su recuperación. Mostraba confianza, a su favor y en ella.
―Jake,‖no‖est{s‖diciendo‖mucho.‖¿Qué‖piensas?
Miró a la líder‖del‖grupo.‖―Creo‖que‖aún‖me‖pregunto‖si‖pertenezco‖aquí.
―Tú‖ pediste‖ ayuda,‖ por‖ lo‖ que‖ perteneces.‖ ―Cuando‖ el‖ grupo‖ estuvo‖ de‖
acuerdo, Jake respiró hondo y se preparó para hablar. Se sentó con sus
compañeros, las únicas personas que realmente entenderían su situación.
―Bueno,‖ estoy‖ teniendo‖ dificultades para controlar mis instintos. —El
Doctor‖ se‖ burlaba,‖ pero‖ Jake‖ lo‖ ignoró―.‖ Quiero‖ seguir‖ con‖ mi‖ vida...‖ pero‖ ¿qué‖
pasa si no puedo? Mis padres vienen a visitarme y yo... odio decepcionarlos.
―Oh,‖conozco‖ese‖sentimiento‖―dijo‖alguien.
―Es‖por‖eso‖que‖est{s‖aquí,‖Jake.‖ Para‖aprender‖las‖habilidades‖necesarias‖
para funcionar positivamente. ¿Por qué te sientes como si has decepcionado a tus
padres?
―He‖ dejado‖ un‖ montón‖ de‖ gente.‖ Soy‖ un‖ soldado.‖ Siempre lo seré.
―Respiró‖hondo‖y‖miró‖al‖Doctor‖Murphy―.‖Pero,‖¿cómo‖puedo‖vivir‖con‖lo‖que‖
he hecho, visto y no puedo recordar?
El Doctor lo miró, con el profundo‖ dolor‖ en‖ sus‖ ojos.‖ ―Cuando‖ lo‖ sepas,‖
házmelo saber.
El resto de la reunión resultó bien. Cuando Jake salió a la tarde soleada, no
sólo se sentía cansado por la mañana emocional; también se sentía un poco más
ligero. Como si un peso gigante hubiera sido levantado de sus hombros.
87

***

―Así‖que,‖¿cómo‖fue‖tu‖primer‖día?‖―Dave‖sacó‖las‖piernas‖sobre‖la mesa
de la cocina de Jake. Jake se las empujó hacia abajo.
―Saca‖ los‖ pies‖ de‖ mis‖ muebles.‖ Fui.‖ Tal‖ vez‖ no‖ estoy tan cansado como
piensas.
―Oh, no, lo estás. Nos gustas mucho, eso es todo.
Jake miró a su hermano tirar atrás una lata de refresco. El hombre era su
roca, y se dio cuenta que podría nunca habérselo dicho.
―Dave...
―¡Dios!‖No‖seas‖todo‖descuidado‖sobre‖mí,‖Jake.‖Mi‖hombría‖podría‖no‖ser‖
capaz de manejarlo. Soy el hermano mayor, y tengo que cuidar de ti. Además, has
tenido que patear mi culo una vez o dos.
―Gracias.‖Eso es todo lo que iba a decir.
Dave asintió en aceptación.
―Est{‖bien,‖‚gran‖hermano‛‖¿Qué‖pediremos‖esta‖noche?
―¿Con‖qué‖frecuencia‖vas‖a‖las‖reuniones?
Jake levantó su mirada de su búsqueda a través de la carta de menús. Dave
quería‖ hablar,‖ después‖ de‖ todo,‖ y‖ Jake‖ se‖ encontraba‖ listo‖ para‖ hacerlo.‖ ―Tres‖ o‖
cuatro veces a la semana.
―¿Y‖tu‖trastorno‖obsesivo‖compulsivo?
―Bueno...‖ supongo‖ que‖ vamos‖ a‖ trabajar‖ en‖ mis‖ compulsiones,‖ también.‖
Creo que empezaré con no recoger mis calcetines mañana por la mañana.
Dave‖agitó‖sus‖manos‖en‖el‖aire.‖―¡No‖te‖pongas salvaje con nosotros, Jake!
―Espera‖hasta‖que‖tenga‖todos‖mis‖controles‖de‖tv‖adecuadamente‖alejados.
―Ahora, esta es una charla loca. Obviamente, se necesita estar
comprometido.
―¿Qué te apetece comer?
88
―Comida‖italiana. ¿Conociste a algunos nuevos amigos?
Jake‖ sacó‖ un‖ par‖ de‖ menús‖ y‖ se‖ los‖ entregó.‖ ―Sí.‖ Hay‖ un‖ tipo‖ que‖ est{‖
empeñado en no hablar.
―Pediré‖la‖ternera‖a‖la‖parmesana.‖Vaya,‖ ¿eso‖no‖ suena‖como‖alguien‖que‖
conozco?
―Él‖me dijo‖que‖lo‖dejara‖en‖paz.‖―Jake‖le‖arrebató‖el‖papel‖de‖las‖manos‖a
Dave―.‖Pediré‖la‖berenjena.
―Ordenaré‖un‖poco‖de‖soda,‖también.‖¿Vas‖a‖sacarle‖la‖mierda?
―Ya‖ has‖ tenido‖ suficiente‖ de‖ soda,‖ Dave.‖ Sí,‖ voy‖ a‖ trabajar‖ en‖ él‖ un‖ poco‖
todos los días.
―Me‖gusta la soda, y además no tienes ninguna cerveza. ¿Eso interferirá en
su recuperación?
―Hay‖ té‖ helado‖ y‖ leche‖ en‖ la‖ nevera.‖ Tanta‖ soda‖ est{ haciendo que se
carcoma tu estómago. No, seguiré hablando con él hasta que pegue una orden de
restricción en mí.
—De acuerdo. Pero la próxima vez tienes mejor limonada. La enredada
rutina siempre trabaja con las mujeres, también, ¿sabes?
―Ja,‖ ja.‖ Ahora,‖ haré‖ la‖ llamada.‖ ―Jake‖ no‖ había‖ terminado‖ el‖ pedido
cuando Dave comenzó de nuevo.
―¿Le‖dir{s‖a‖Sophie‖acerca‖de‖esto?
―Todavía‖ no‖ estoy‖ seguro.‖ Cuando‖ fui‖ la‖ última‖ vez,‖ tuve‖ un‖ montón‖ de‖
recuerdos y esas cosas
―Así‖ que‖ puede‖ que‖ tengas‖ que‖ hacerlo.‖ Creo‖ que‖ sería‖ una‖ buena‖ cosa‖
para hacer, ya que ella ya ha visto lo que puede ocurrir.
Jake no pudo evitar fruncir el ceño. —Sí‖―dijo‖en‖voz‖baja.
―No‖quise‖molestarte,‖Jake.
―No‖ lo‖ hiciste.‖ Es‖ sólo‖ que‖ tienes‖ razón,‖ y‖ no‖ me‖ gusta.‖ ―Le‖ sonrió‖ a‖ su‖
hermano Dave para hacerle saber que no existían resentimientos. Mientras que
Dave podría haber cuidado de él en el pasado, ahora era el trabajo de Jake para que
Dave consiguiera descansar un poco. Asegurarle que todo se encontraba bien.
Dave podría ser agresivo y un poco intrusivo cuando se trataba de la recuperación
de Jake. Por otra parte, si Dave no hubiera estado, ¿estaría Jake donde se
encontraba hoy, sintiéndose demasiado bien o bastante bueno?
―Jake.‖¿Le‖vas‖a‖decir‖a‖mam{‖y‖pap{‖cuando‖llegan‖en‖el‖mañana?
89
―Basta‖ con‖ todas‖ las‖ preguntas.‖ Me‖ siento como que estoy siendo
interrogado.
―Eso‖es‖porque‖lo‖est{s.‖Responde‖a‖mi‖pregunta.
Jake‖rodó‖los‖ojos.‖―No.‖Quiero‖que‖disfruten‖de‖su‖visita.
―¿Y‖crees‖que‖por‖no‖decirles‖no van a preocuparse?
Jake entrecerró sus ojos‖a‖su‖hermano.‖―Ya‖les‖dijiste, ¿no?
―Sí,‖pero‖quieren‖escucharlo‖de‖ti.
―Dave,‖sé‖que‖cuidas de mí, pero...
―Sí,‖ sí,‖ sí‖ —interrumpió‖ Dave―.‖ Sé‖ que‖ deberías‖ haber‖ sido‖ quien‖ les‖
dijera, pero sabía que ibas a ser un gallina y estarían preocupados todo el tiempo
que estuvieran aquí. Te hice un favor, por lo que dime gracias.
Siempre fue duro estar enojado con Dave cuando solo velaba por él. Ahora,
con la presión sobre Jake, y con sus padres después de haber tenido tiempo para
procesar sus noticias, esperaba que no se cernieran tanto sobre él durante su visita.
―Bueno.‖Gracias,‖Dave.
―De‖nada.‖Ahora,‖vamos‖a‖repasar‖los‖p{jaros‖y‖las‖abejas‖para‖que‖no‖ te‖
parezcas a una virgen inexperta cuando decidas tener diversión con Sophie.
―No‖te‖preocupes. He estado leyendo un montón de Playboyúltimamente.

***

―Lo‖sé,‖lo‖sé,‖¡lo‖sé!‖―Sophie‖escondió‖sus‖piernas‖por‖debajo‖de‖ella‖en‖el‖
sofá. En las últimas semanas, ella y Kathy pasaron una enorme cantidad de tiempo
juntas. No es que Sophie jamás se haya quejado de Kathy tomando su tiempo para
viajar, mientras estaba siendo despedida, pero había extrañado a su amiga. Fue
bueno tener a alguien con quien hablar. Sophie se sentía culpable por no abordar el
tema de los recuerdos de Jake, y sus nervios empezaban a temblar por preguntarse
lo que su amiga iba a pensar.
―Realmente te est{s‖enamorando‖de‖él,‖¿no‖es‖así?‖―Kathy‖tomó‖una‖gran‖
cucharada de mantequilla de maní y helado de chocolate.
―Sí,‖ creo‖ que‖ lo‖ estoy‖ ―le‖ dijo‖ Sophie‖ a‖ su‖ amiga‖ con‖ un‖ suspiro‖
melancólico―.‖Él‖es‖tan... 90

―¿Caliente?
―¡Oh,‖sí!
―¿Físicamente‖capaz‖de‖complacer‖a‖una‖mujer?
―Creo‖que‖sí.
―¿Te‖hace‖reír?
Sophie sonrió. —Me llamó perra.
―Bueno,‖al‖parecer‖ya‖te‖conoce‖muy‖bien.‖Así‖que,‖¿cu{l‖es‖el‖problema?
Sophie decidió actuar con demasiada precaución. Necesitaba un consejo real
de‖ la‖ única‖ persona‖ en‖ quien‖ verdaderamente‖ confiaba.‖ ―¿Sabes‖ de‖ esos‖
moretones en mí?
Kathy‖puso‖lentamente‖la‖cuchara‖en‖la‖taza.‖―No‖me‖digas‖que‖él‖los‖hizo.‖
Te mereces algo mejor, Sophie. Tú, más que nadie, no puedes soportar todo el
asunto‖de‖‚mujer‖indefensa‛.
―Déjame‖explicarte...
―¿Defiendes a‖ este‖ tipo?‖ ―La‖ conmoción‖ en‖ el‖ rostro‖ de‖ Kathy‖ era‖ tan‖
evidente como su ira cuando golpeó su copa sobre la mesa.
―Él‖ tiene‖ recuerdos‖ de‖ la‖ guerra,‖ Kathy.‖ No‖ puedo‖ culparlo‖ por‖ algo‖ que‖
Dave me dijo que no hiciera.
―¿Y‖qué era?
―Que‖no‖fuera‖a‖su‖casa‖sin‖avisar.‖Dave‖me‖dijo‖que Jake no se sentía bien,
y me preocupé. Pensé que podría hacerle un poco de sopa o algo así.
―¿Qué‖pasó?
—No me escuchó venir detrás de él. Antes de darme cuenta de lo que
pasaba...‖―Sophie tomó una respiración esclarecedora―,‖me hallaba en el piso con
las manos detrás de mí y una rodilla en la espalda.
―¡Jesús,‖Sophie!‖Entonces,‖¿qué‖pasó?
―Debió‖darse‖cuenta‖de‖que‖era‖yo‖porque‖me‖soltó‖y‖se‖tomó‖la‖cara.
Kathy‖se‖rió.‖―¿Y‖eso‖qué?‖¿Tres golpes en el último mes? Tal vez erestú la
que tiene problemas.
―No‖es‖algo‖para‖estar‖orgulloso.‖Pero‖todas‖las‖fiestas‖y‖evento‖involucran‖
merecerlas.
―De‖acuerdo,‖así‖que‖él‖no‖te‖escuchó.‖No‖sé,‖cariño.‖Creo‖que‖tendr{s‖que‖
pensar realmente en esto. Parece que hay un poco de grave equipaje aquí. 91

―¿Algún?‖ Creo‖ que‖ tienes‖ una‖ película‖ completa.‖ La‖ cosa‖ es‖ que‖ quiero‖
llegar a conocerlo, entender lo que ha pasado, y estar allí para acompañarlo. No
puedo explicar este tirón que tenemos uno hacia el otro. ¿Estoy loca?
―No.‖Pero‖podría‖ser.‖―Kathy‖le‖dio‖en‖la‖pierna‖de‖Sophie‖una‖palmada‖
juguetona―.‖Es‖broma.
―Ja,‖ ja.‖ ―Sophie‖ tomó‖ una‖ cucharada‖ de‖ su‖ propio helado y se concentró
en‖ qué‖ decir‖ a‖ continuación―. Él realmente se sentía mal, Kathy. Me refiero al
punto en que iba a renunciar al León Hambriento, así nunca tendría que volver a
verlo. Parecía que iba a llorar, y entonces no paraba de disculparse. Incluso insistió
en asegurarse de que no me hirió comprobando mis heridas. Creo que si supiera
que mis brazos han sido lastimados, nunca se lo perdonaría. ¿Qué tipo de hombre
seria si fuera a extremos como ese si es un abusador?
―No‖ los‖ típicos.‖ No‖ digo que lo sea, y no estoy diciendo que no deberías
salir con él. Es sólo que... bueno, ¿está teniendo ayuda para su ira?
Sophie‖comenzó‖buscar‖una‖hebra‖en‖su‖suéter.‖―Sinceramente,‖no‖lo‖sé.‖Y,‖
no creo que lo que pasó tenga algo que ver con la ira. Creo que fue una reacción
visceral que no podía ayudar.
―Entonces,‖¿qué‖vas‖a‖hacer?
―No‖sé ―exclamó Sophie.
―Está bien, ¿cuánto te gusta?
―Tanto‖que‖me‖est{‖matando.‖Quiero‖decir‖es‖realmente‖especial.‖Tendrías‖
que haber visto la forma en que se ocupó de mis padres. Nunca he tenido a alguien
defendiéndome cuando voy a ellos.
―Bueno,‖esos son importantes puntos de bonificación en mi libro.
Se miraron la una a la otra en silencio, sin saber qué más decir a la otra. Por
último,‖Kathy‖habló―:‖Creo‖que deberías ir por ello. Si realmente no te hirió por la
ira, y es un tipo recto cuando se trata de protegerte, entonces no lo dejes ir. Pero
pienso que deberías tener cuidado, saber si está recibiendo ayuda.
―Le‖preguntaré‖a‖Dave‖mañana.
―¿Crees‖ que‖ est{‖ bien?‖ Jake‖ podría‖ cabrearse un poco por ti yendo a su
hermano en lugar de él.
―¿Crees‖que‖debería esperar hasta que Jake me diga algo? Ya Dave me dijo
que si hubiera algo‖que‖quería‖saber,‖le‖preguntara.‖―Sophie‖se sentía indecisa. No 92
quería que se viera como si se escondiera detrás de la espalda de Jake para
descubrir cosas, pero, ¿qué garantía tenía de que Jake hablaría con ella? Había
estado tan hermético sobre su pasado. Confundida, Sophie se cubrió la cara con
sus‖ manos―.‖ Escuché‖ a‖ Dave‖ diciendo‖ que‖ sus‖ padres‖ llegarán mañana. Estoy
nerviosa.
Kathy‖la‖despidió‖con‖la‖mano.‖―¿En‖serio?‖Simplemente deja que tu perra
interior salga y ellos te amarán. Y no esperes a que él venga a decírtelo, porque
puede que no lo haga.
―Lo‖sé.‖―Sophie‖se‖mordió‖el‖labio‖inferior.‖¿Por‖qué‖tiene‖que‖ser‖esto‖tan‖
complicado?―.‖ Voy‖ a‖ esperar‖ hasta‖ que‖ sus‖ padres‖ se‖ vayan o que de alguna
manera abra la puerta.
―Creo‖ que‖ es‖ un buen plan. Mientras tanto, ¿cómo piensas que están los
activos?‖ ―Kathy‖ se‖ enderezó‖ y‖ se‖ inclinó‖ hacia‖ adelante‖ a‖ la‖ espera‖ de‖ detalles‖
jugosos―.‖Después‖de‖todo,‖algún‖día‖podría‖salir‖con‖su‖hermano.
―Eres‖ tan‖ perversa,‖ Kathy.‖ No‖ es‖ de‖ extrañar‖ que‖ a mis padres no les
gustes.
―Y‖tú‖lo‖haces.
Sophie estudió a su‖ amiga‖ por‖ un‖ minuto.‖ ―Espera‖ un‖ minuto...‖ ¿podrías‖
algún día salir con su hermano?
―No‖extrañaste eso, ¿lo hiciste?
―No.‖Kathy,‖¿hay‖algo‖que no me estás diciendo?
―No‖ sé‖ si‖ hay‖ algo‖ que‖ contar.‖ Dave‖ y‖ yo‖ nos‖ encontramos‖ ayer‖ en‖ el‖
supermercado.
El‖leve‖rubor‖en‖las‖mejillas‖de‖Kathy‖le‖dijo‖a‖Sophie‖que‖había‖m{s.‖―¿Y...?
―Y‖hablamos...‖un‖poco.
―¿Sobre‖qué?
―Oh,‖no‖lo‖sé.‖Cosas.
―¿Cómo...?‖ No debería tener que sacar esto de ti. Se supone que deberías
contármelo todo.
―Él‖ pidió‖ mi‖ número.‖ ―Kathy‖ dio‖ un‖ pequeño‖ chillido―.‖ Creo‖ que‖ me‖
llamará.
Sophie se sentó en el sofá y se quedó mirando a su amiga. Nunca vio a
Kathy tan emocionada o nerviosa. ―¿Vas‖a‖responder‖si‖llama?
―¡Por‖supuesto!‖Sin embargo, no quiero parecer demasiado ansiosa. 93

Sophie se rió de su amiga. —Creo que hay un enamoramiento real en él.


La barbilla de Kathy se disparó en el aire. —De mí no. Nos acabamos de
conocer.
―Lo‖sé.‖Eso‖es lo que hace que sea taaaaan dulce.
―Estamos‖fuera‖del‖tema,‖Sophie.
Sophie se rió y le dio un mordisco a su helado. Era bueno tener una amiga
cuando‖el‖mundo‖parecía‖haberla‖abandonado.‖―¿Qué‖quieres‖saber?
―Todo.‖Ahora‖dímelo.
―Él‖ser{‖un‖ajuste‖apretado‖―dijo‖Sophie‖y‖meneó‖las‖cejas.
―¿Qué?‖ ¡De‖ ninguna‖ manera!‖ ¡Qué‖ injusto!‖ No‖ he‖ tenido‖ algo‖ así‖ en...‖
nunca. ¿Cómo lo sabes?
―Oh,‖hemos‖tenido‖un‖poco‖de‖diversión,‖aquí‖y‖all{,‖y‖me‖ dio una buena
sensación.‖ ―Sophie‖ se‖ lamió‖ los‖ labios―.‖ No‖ puedo‖ esperar para comunicarme
con él. Literalmente.
―Vas‖a‖decirme‖todos‖los‖detalles,‖Sophie.‖No‖estoy‖bromeando.‖Cada uno.
O nuestra amistad se acabó, porque justo ahora estoy viviendo indirectamente a
través de ti.
―¿Pensé‖que‖salías con un tipo llamado Sam?
Kathy se encogió de hombros. —Tuvimos un par de citas, y no sentía nada
por él. Quedó devastado.
―Bueno,‖sí‖que‖lo‖fue.‖Probablemente‖lo‖aplastaste.
―No‖ diría‖ eso.‖ Pero‖ era‖ un‖ terrible‖ besador.‖ Me‖ gustaría‖ ser‖ lo‖
suficientemente valiente para subirme a Dave y besarlo tan bien.
―Jake‖es‖un‖besador‖increíble.
―Y es por ello que tienes que decirme todo.
―Te‖diré‖tanto‖como‖me‖sea‖posible.
―¿Lo‖prometes?
―Lo‖ prometo.‖ Ahora,‖ vamos‖ a‖ ver‖ esa‖ película.‖ Mi‖ helado‖ comienza‖ a‖
derretirse.

94
Traducido SOS por Annie D, geral & lolabayona
Corregido por Meeny

―Realmente‖necesitas‖un‖toque‖m{s‖femenino‖aquí.‖―Renee‖dio‖un‖vistazo‖
al León Hambriento con una sonrisa.
―Mam{,‖ nunca‖ est{s‖ feliz‖ a‖ menos‖ que‖ haya‖ papel‖ tapiz‖ por‖ todos‖ lados.‖
―Dave‖le‖pasó‖a‖su‖padre‖una‖cerveza vespertina, y luego rieron cuando su madre
le frunció el ceño.
―Sabes‖que‖no‖me‖gusta‖que‖beba‖tan‖temprano‖―dijo‖ella.
―Cariño,‖ no‖ es‖ el‖ fin‖ del‖ mundo‖ si‖ bebo‖ una‖ cerveza‖ con‖ mis‖ dos‖ hijos‖
―respondió‖George.
―Bien‖―se‖quejó―.‖Dame‖un‖martini‖sucio1 y‖hazlo‖fuerte.‖―Se‖colocó‖en‖
un‖taburete‖y‖sonrió―.‖¡Los‖he‖extrañado‖tanto, chicos!
―También‖te‖hemos‖extrañado, mam{.‖―Jake‖besó‖la‖mejilla‖de‖su‖madre‖y‖ 95

agitó la mezcla antes de verterla en una copa para ella.


―No‖ le‖ mientas‖ a‖ tu‖ madre,‖ Jake.‖ No‖ es‖ agradable hacerlo, y te irás al
infierno por ello.
―No‖miento, papá. Sí los extraño. ¿Cuándo se mudan de regreso?
Renee‖ tosió‖ en‖ su‖ bebida.‖ ―Honestamente,‖ ¿por‖ qué‖ nos‖ mudaríamos‖ de‖
vuelta a esta bola de nieve congelada? Me encanta Florida.
―A‖su‖madre‖nunca le ha gustado Nueva Inglaterra, chicos. A mí tampoco,
ahora‖que‖puedo‖jugar‖golf‖todo‖el‖año.‖―La‖pareja‖se‖miró‖mutuamente‖y‖luego‖
se besaron.
Dave‖fingió‖tener‖arcadas.‖―¡Puaj! ¿Realmente tienen que hacer eso frente a
nosotros?
Renee‖les‖sonrió‖a‖sus‖chicos‖con‖picardía.‖―¿Quieren‖saber‖lo‖que‖hacemos‖

1Es una bebida clásica de vodka o ginebra que contiene un toque de salmuera de oliva o jugo de
aceitunas y por lo general está adornado con una aceituna.
en el jacuzzi?
―¡No!‖―gritaron‖al‖unísono.
―¿Por‖qué‖tratan,‖sistem{ticamente,‖de‖avergonzarnos?‖―Jake‖rodó‖los‖ojos‖
hacia‖el‖techo―.‖Lo‖digo‖en‖serio,‖eso‖fue‖asqueroso.
Renee agitó‖su‖mano‖para‖calmarlo.‖―Oh,‖eres‖demasiado‖mojigato.
―Entonces‖ ―George‖ se‖ movió‖ en‖ su‖ asiento‖ y‖ miró‖ a‖ Jake‖ directo‖ a‖ los‖
ojos―,‖¿quién‖es‖esta‖nueva amiga de la que hemos escuchado tanto?
―Gracias,‖Dave.‖―Jake‖le‖dio‖a‖su‖hermano‖una‖mirada‖poco‖severa.
―No‖hay‖problema.
―Sólo‖hemos‖tenido‖un‖par‖de‖citas.‖Les‖agradar{.‖Es‖determinada.‖―Jake‖
no podía ocultar la sonrisa en su rostro. Sophie era más que determinada; era una
fiera, y una que estuvo pensando seriamente llevar a la cama. Todo en ella
encendía su libido. Podía recordar épocas en las que hacer a una chica rogar por
más era su pasatiempo favorito. Lentamente, pensamientos de noches salvajes,
ataduras de seda, fresas, e inacabables horas de hacer el amor empezaron a salir a
la superficie. Si alguna vez se dejaba llevar y tomaba a Sophie, serían noches que
ambos recordarían por siempre. La tomaría en cada forma posible,
introduciéndose en ella mientras se aferraba a él con esas largas piernas de
bailarina envueltas fuerte alrededor de su cintura. Por supuesto, tendría que ser
cuidadoso. Era un hombre grande, y no sólo en estatura. Más de una vez fue 96

demasiado grande para caber. Y si bien era decepcionante en el momento, el


pensamiento hacia maravillas para el ego de un hombre.
Jake se estrelló de vuelta a la realidad cuando su padre se estiró por encima
del‖bar‖y‖le‖golpeó‖el‖brazo.‖―¿Est{s‖bien,‖hijo?‖Como‖que‖te‖fuiste‖en‖un‖pequeño‖
viaje.
―Ha‖estado‖así‖durante‖casi‖un‖mes,‖pap{.
―No‖es‖cierto,‖Dave.
―Mi‖hermanito‖podría‖estar‖perdiendo‖su‖virginidad‖pronto.‖―Dave‖puso‖
su brazo alrededor de los hombros de Jake.
Jake‖se‖lo‖sacudió.‖―Tú‖est{s‖m{s‖cerca‖de‖ser‖virgen‖que‖yo.
―¿Quién‖es‖virgen?‖―El‖suave‖sonido‖de‖su‖voz‖hizo‖que‖las‖orejas‖de‖Jake‖
se pusieran rojas.
―Ninguno‖ de‖ nosotros‖ ―respondió‖ George,‖ poniéndose‖ de‖ pie―.‖ Soy‖
George, y esta es mi esposa dolor-en-el trasero, Renee.
Renee‖terminó‖su‖trago‖y‖se‖levantó‖para‖estrecharle‖la‖mano.‖―¿Y‖tú‖eres?
Sophie permaneció de pie observándolos por lo que pareció una eternidad.
―Lo‖lamento.‖Estoy intentando ubicarlos. Nos hemos conocido antes.
Renee sonrió.
―De‖hecho,‖George‖y‖yo‖no‖estamos‖aquí‖solo‖para‖ver‖a‖nuestros‖estúpidos‖
hijos. La verdad es que queríamos volver a verte.
Jake‖salió‖del‖bar‖para‖colocarse‖junto‖a‖Sophie.‖―¿Se‖conocen‖de‖antes? ¿De
dónde?
Sophie‖sonrió.‖―Tendré‖que‖honrarte‖con‖un‖tour de force2.
Retrocedió hasta un claro de la habitación. Con la barbilla alzada y
expresión seria, Sophie levantó una de sus piernas por detrás de ella, doblando la
rodilla en un ángulo de noventa grados. Estaba bien realizado, por lo que su
rodilla quedaba más elevada que su pie.Jake no podía dejar de preguntarse cómo
lo hizo. Sostenía el brazo del lado de la pierna levantado con gracia sobre su cabeza
en una posición curvada, mientras su otro brazo se extendía hacia un lado.
Entonces Sophie comenzó a girar. Mientras su cuerpo giraba y giraba, su hermoso
rostro pausaba exitosamente en la posición exacta en que había comenzado. Jake
escuchó a sus padres y a su hermano animar, pero se sentía tan atónito como para
hacer algo más que mirar. Cuando se detuvo, él se sentó en un taburete del bar.
Sus padres corrieron hacia ella, hablando frenéticamente de lo mucho que 97
disfrutaron su actuación en el Metropolitan Opera en D.C. hace dos años.
Dave‖puso‖una‖mano‖en‖el‖hombro‖de‖Jake.‖―¿Qué‖demonios‖hace ella aquí
con nosotros?
―No‖lo‖sé.‖―Atónito, Jake sonrió cuando Sophie miró en su dirección. Pero
en sus ojos no vio alegría por lo que hizo. No se hallaba sin aliento por un trabajo
bien ejecutado. Recordó la noche que cerraron después de la fiesta de Halloween.
Farfulló y farfulló sobre lo grandioso que había salido. Sobre cómo todo el trabajo
duro valió la pena, dado lo que habían logrado. Jake se dio cuenta, con repentina
claridad, que el baile se le hacía demasiado fácil. Era natural, aunque sin pasión,
por lo menos ya no.
―Oh,‖¡Jake!‖Est{s‖entre‖la‖realeza‖y‖ni‖siquiera‖lo‖sabes‖―declaró‖su‖madre.‖
―Créeme, mam{,‖ lo‖ sé.‖ ―Tomó‖ un‖ trago de agua y le guiñó un ojo a
Sophie―.‖ ¿Te‖ gustaría‖ que‖ fuera‖ tu‖ gorila?‖ Mam{‖ y‖ pap{‖ no‖ te‖ dejar{n‖ en‖ paz‖
nunca.‖―Se‖sintió‖aliviado‖cuando‖la‖risa‖de‖Sophie‖llegó‖a‖sus‖ojos.‖Eso‖le‖gustaba‖

2 Expresión‖francesa‖que‖significa‖‚acción difícil cuya realización exige‖gran‖esfuerzo‖y‖habilidad‛.


mucho más.
―No,‖ Jake.‖ Creo‖ que‖ estoy‖ bien‖ con‖ estos‖ locos‖ fan{ticos.‖ ―Le‖ dio‖ a‖ cada‖
uno‖un‖abrazo‖y‖luego‖tomó‖un‖sorbo‖del‖agua‖de‖Jake―.‖¿Qué‖hay‖para‖hoy?
―Sólo‖otro‖día‖de‖verte‖intentando‖organizar‖el‖lugar.‖―Cuando‖se‖miraron‖
demasiado tiempo a los ojos, Renee se aclaró la garganta.
―¿Por‖qué‖ya‖no‖bailas,‖Sophie?
George‖le‖disparó‖a‖su‖esposa‖una‖mirada‖de‖advertencia.‖―Nena,‖creo‖que‖
esa es una pregunta personal.
―Est{‖bien.‖Ahora‖bailo‖para‖mí.‖
―¿Alguna‖vez‖has‖pensado‖en‖enseñar?
―Renee,‖ he‖ pensado‖ seriamente‖ en‖ ello‖ ―comenzó‖ Sophie―,‖ pero‖ no‖ lo‖
disfruto lo suficiente para enseñar. Sin la adecuada pasión, no puedes entusiasmar
a otros.
Renee asintió como diciendo que entendía. ―A‖ Jake‖ le‖ pasa‖ algo‖ bastante
parecido.
―Bien,‖ mam{.‖ No‖ tienes‖ que‖ arrastrarme‖ allí.‖ Me‖ voy‖ para‖ comenzar‖ a‖
trabajar. —Se bajó del taburete y se fue al cuarto de atrás.
En‖el‖camino,‖escuchó‖decir‖a‖su‖madre―:‖Jake‖entrenaba para ser parte del
servicio secreto, ¿sabes? Era el mejor en lo que hacía. 98

Jake cerró la puerta de la oficina detrás de él. Tal vez no debió haberse ido.
Fue un poco infantil. Sin embargo, el que su madre comenzara a hablar de su
pasada carrera, lo hizo inquietarse. No, no la extrañaba. Y su madre parecía tener
dificultades para entenderlo. A Jake le gustaba quien era y donde se encontraba
ahora, incluso si era un poco desordenado. Encendió la computadora y colocó los
pies en el escritorio, cruzándolos a la altura de los tobillos. Cuando la puerta se
abrió, no le sorprendió ver a Sophie.
―Así‖que‖eras‖un‖marine‖grande‖y‖malo.‖―Desfiló‖hacia‖él,‖mientras‖pasaba‖
un dedo a lo largo de la superficie del escritorio. Jake vio picardía en sus ojos, y
decidió que jugar un poco en el trabajo no sería tan malo.
―No‖ tienes‖ ni‖ idea.‖ ―Le‖ pasó‖ una‖ mano por el costado para ahuecar su
pecho.‖Cuando‖su‖pulgar‖rozó‖su‖pezón,‖ella‖dejó‖escapar‖un‖jadeo‖entrecortado―.‖
Eres‖tan‖hermosa.‖―Bajando‖sus‖pies,‖tiró‖de‖Sophie‖hacia‖su‖regazo.‖Ella‖fue‖ de‖
buena gana, riéndose.
―Señor‖Sanders,‖no‖creo‖que‖esta‖sea‖una buena idea.
―Probablemente‖ no.‖ ―Le‖ levantó‖ la‖ camisa‖ y‖ comenzó‖ a‖ mordisquear‖ la‖
delicada piel entre sus pechos.
―Tus‖padres‖est{n‖del‖otro‖lado‖de‖la‖puerta‖―susurró.
―Hace‖que‖sea‖mucho‖m{s‖atrevido.‖―Llevó‖su‖boca‖a‖la‖de‖ella‖y‖dejó‖que‖
las ansias que‖sentía‖por‖ella‖lo‖dominaran―.‖Nunca‖me‖cansaré‖de‖tocarte,‖Sophie.‖
―Jake.‖ ―Se‖ inclinó‖ ligeramente‖ hacia‖ atr{s―.‖ ¿Qué‖ se‖ te‖ metió?‖ No‖ hace‖
mucho me cerraste la puerta en la cara.
―Tampoco‖hace‖mucho‖que‖te‖tuve‖convertida‖en‖un‖charco‖en‖la‖mesa‖de‖
la cocina.‖―Le‖sonrió‖con‖malicia―.‖No‖puedo‖dejar‖de‖preguntarme‖como‖sería‖si‖
hiciéramos‖ eso‖ sin‖ ropa.‖ ―Con‖ una‖ mano‖ sosteniéndole‖ el‖ cuello‖ y‖ otra‖ envuelta‖
alrededor de su pecho, Jake atrapó su cuerpo con el suyo.
―Tengo‖que‖ponerme‖a‖trabajar‖―dijo‖ella contra sus labios.
―Necesito‖sentirte,‖sólo a ti. He estado despierto toda la noche pensando en
tus labios sobre mí. En lo que ellos me harían.
Los‖ojos‖de‖ella‖se‖abrieron‖como‖platos‖ante‖su‖sugestivo‖comentario.‖―Tus‖
padres están justo ahí afuera. Estás loco si crees que te la voy a chupar aquí.
Le‖sonrió‖con‖satisfacción,‖sobre‖todo‖ porque‖quería‖ver‖su‖reacción.‖―No‖
tienes sentido de la aventura.
Cuando entornó los ojos hacia él, Jake descubrió que Sophie no era de dar 99
marcha atrás ante un desafío, y encontró ese hecho estimulante.
―Muy‖bien,‖chico‖grande.‖―Se‖levantó‖de‖su‖regazo‖y‖procedió‖a‖poner‖el‖
pestillo‖ a‖la‖puerta‖de‖la‖oficina.‖Cuando‖ abrió‖la‖boca‖para‖protestar,‖ella‖dijo―:‖
¿Cuál es el problema? ¿Temes ser encontrado con los pantalones abajo?
―No.‖Soy‖un‖hombre‖hecho‖y‖derecho.‖
―Veamos‖cu{nto.‖―Se‖puso‖de‖rodillas‖delante‖de‖él.‖Jake‖decidió‖que‖ella‖
estaba o engañándolo muy bien o iba a tener el mejor placer oral de su vida.
Cuando le bajó cuidadosamente la cremallera, Jake supo que era lo último.
―Ha‖pasado‖mucho‖tiempo.
Sophie‖levantó‖la‖mirada‖hacia‖él‖y‖se‖lamió‖los‖labios.‖―Espero‖que‖no‖seas‖
de‖ los‖ que‖ gimen‖ fuerte.‖ ―Lo‖ liberó‖ de‖ sus‖ restrictivos‖ bóxer‖ y‖ lentamente‖
comenzó‖a‖acariciarlo―.‖Vaya,‖Jake.‖
Contuvo el aliento cuando le estimuló‖ la‖ punta‖ con‖ su‖ lengua.‖ ―Jesús,‖
Sophie. Quizás tenías razón.‖Realmente‖no‖deberíamos‖estar‖haciendo‖esto.‖―Sus‖
manos agarraron con fuerza los brazos de la silla mientras el deseo quemaba a
través de su cuerpo. Cuando lo tomó en su boca, la cabeza de Jake cayó hacia atrás
y sus caderas empujaron suavemente hacia ella.
―Necesitas‖ hacer‖ esto‖ r{pido,‖ Jake.‖ ―Sophie‖ sonrió‖ antes‖ de‖ lamer‖ hacia‖
arriba y alrededor del eje. Su lengua, su boca, la succión, lo hicieron delirar de
necesidad.
Ella se movía rápido. Bombeándolo y saboreándolo. Ahuecó sus bolas y
Jake sintió que alucinaba. Sus manos se aferraron a su cabello y empujó hasta el
fondo de su garganta. Cuando ella gimió, él mordió duro su labio inferior para
detener cualquier sonido. En su aturdimiento de placer Jake casi se deslizó de la
silla y cayó al suelo.
Lanzó la mano hacia un lado y envió una pila de papeles al piso. A medida
que ella aumentaba la velocidad a un nivel frenético, Jake tomó un puñado de su
cabello para mantenerla quieta mientras sus músculos se contraían y eyaculaba. El
sudor le cayó por el rostro, y su cuerpo se relajó con euforia. Cuando bajó la
mirada vio a una chica mala mirándolo.
―¿Ves‖lo‖que‖puede‖pasar‖cuando‖pierdes‖el‖control?‖Te‖volví‖un‖completo‖
desastre.
―Santo‖Dios,‖eres increíble. ―Se lanzó hacia adelante y fundió su boca con
la de ella antes de caer a la alfombra. Cuando llamaron a la puerta, ambos se
echaron a reír.
100
―¡Oye!‖ Tu‖ padre‖ y‖ yo‖ nos‖ vamos.‖ Espero‖ que‖ no‖ estés‖ muy‖ enojado‖
conmigo.
―No‖ lo‖ estoy‖ ―le gritó Jake a su madre a través de la puerta cerrada.
Cuando Renee intentó girar el pomo de la puerta, le‖ lanzó‖ un‖ guiño‖ a‖ Sophie―.‖
Salgo en un minuto, mamá. Sophie me ha estado enseñando una lección de
motivación personal. Aparentemente, cree que he tenido carencias en esa área.
―Cubrió‖la‖boca‖de‖Sophie‖para‖detener‖su‖risita.‖Sus‖ojos‖se‖arrugaron‖mientras‖
trataba de contenerse.
―Bueno,‖yo‖diría‖que‖sí,‖absolutamente.
Al oír a su madre alejarse, Jake le dijo a Sophie―:‖Ella‖lo‖sabe.
―¿Qué?‖¿Cómo‖podría?
Inclinó la cabeza‖y‖le‖sonrió.‖―Me‖siento‖genial‖―soltó‖él.
―Bien‖ por‖ ti.‖ Ahora‖ quítate‖ de‖ encima,‖ grandísimo‖ pat{n.‖ ―Se‖ rió y lo
empujó.
―Pensé‖que‖era‖un‖‚chico‖grande‛.
―No‖ hagas‖ que‖ me‖ arrepienta‖ de‖ haber‖ dicho‖ eso.‖ Y‖ ahora‖ mismo,‖ est{s‖
siendo un patán que me impide cepillarme los dientes y trabajar. ¡Deja de sonreír!
―No‖ puedo‖ evitarlo.‖ Eres‖ una‖ cosita‖ malhumorada.‖ ―Sintió‖ su‖ mano‖ un‖
tanto demasiado tarde. Jake gritó cuando Sophie le torció el pezón.
―Ahora‖quítate‖de‖encima.‖―Se‖rió.
―Caray,‖no‖tienes‖que‖ser‖tan mala.
Sophie lo sorprendió al envolver sus brazos alrededor de la parte posterior
de su cuello y lo besó.
―Me‖alegra‖que‖te‖sientas‖mejor.‖Sé‖que‖te‖molestó‖lo‖que‖tu‖madre‖me‖dijo‖
de ti.
―Vi‖ que‖ realmente‖ no‖ disfrutaste‖ de‖ mostrar‖ tu‖talento.‖ Gracias‖ por hacer
eso‖ por‖ ellos.‖ ―Jake‖ apoyó‖ su‖ frente‖ en‖ la‖ de‖ ella―.‖ Creo‖ que‖ me‖ estoy‖
enamorando de ti, Sophie Agnés.
―Creo‖ que‖ est{s‖ hablando‖ con‖ la‖ cabeza‖ equivocada‖ en‖ estos‖ momentos.‖
―Se‖rio‖cuando‖él‖le‖hizo‖cosquillas‖en‖el‖costado―.‖Est{‖bien,‖est{‖bien.‖También
me gustas.
Él‖ se‖ puso‖ de‖ pie‖ luego‖ le‖ ofreció‖ una‖ mano.‖ ―¿Qué‖ tal‖ si‖ cenamos‖ esta‖
noche?
―No. 101

Se puso de pie frente a él y Jake no pudo evitar los pensamientos sucios que
experimentó mientras que se acomodaba los jeans. La quería desnuda y gritando
su nombre.
―Ser{‖ mejor‖ limpiar.‖ De‖ lo‖ contrario,‖ m{s‖ cosas‖ ser{n‖ lanzadas‖ de‖ tu‖
escritorio. Quiero romperte salvajemente la ropa. ¿Por qué no cenas conmigo?
Sophie fue hacia su bolso y sacó un cepillo de dientes portátil y pasta dental.
Cuando Jake levantó‖la‖ceja‖inquisitivamente‖ella‖explicó―:‖Viejo‖h{bito,‖de‖viajar‖
mucho. Y necesitas pasar tiempo con tus padres.
―¿Por‖qué‖no‖puedes‖venir‖conmigo?
―Oh,‖Jake.‖No‖estamos‖preparados‖para‖eso.
Se‖cruzó‖de‖brazos,‖a‖la‖defensiva.‖―¿Nosotros?‖¿O‖tú?‖
―Ninguno de los dos. No quiero despertar una mañana y darme cuenta de
que fuimos demasiado rápido, y sentir remordimientos.
―¿Qué‖clase‖de‖remordimientos?‖―Sus‖defensas‖crecieron‖un‖poco‖debido‖
al dolor que le infligió sus palabras. Pero, no obstante, se obligó a escuchar.
―Del‖ tipo‖ que‖ vienen‖ cuando‖ saltas‖ de‖ cabeza‖ antes‖ de‖ saber‖ cu{l‖ es‖ la‖
profundidad del agua. Ahora, sé un buen chico y recoge mis papeles.
Abrió la puerta y se fue al cuarto de baño. Jake se deslizó en la silla de
oficina dándose cuenta de que ella podría tener razón. Cenar con sus padres como
que significaba un estatus de relación. Lo que acababan de compartir era
maravilloso, fuera de este mundo, ¿pero se encontraba listo para más? El cuerpo de
Jake se contrajo en respuesta, su corazón comenzó a latir rápido y con fuerza. Nada
parecía más real que ese momento. Lo sintió, lo vio, comprendió lo que sucedía a
su alrededor y en él. No, esto no era un ataque de pánico, fue el inicio de la
esperanza. Un optimismo que lo evadió, pero que ya no se escondía en las sombras
de la duda y el miedo.

***

¡Santa Mierda! Esa es la cosa más atrevida que he hecho en la vida. Sophie aún
podía saborear a Jake en su paladar, y era maravilloso. A ella nunca un hombre la
había deseado como Jake lo hacía. Era un medicamento potente al que
desesperadamente quería ser adicta. Lo anhelaba con una necesidad que la 102

mantenía despierta por las noches fantaseando, y esta pequeña dosis no iba a ser
suficiente. No se hallaba segura de poder obtener nunca lo suficiente, cuando
finalmente dejaran de bailar en torno a lo inevitable. Cepillarse los dientes se
convirtió en una hazaña, dada la enorme sonrisa que tenía en su rostro.
―Jake‖Sanders,‖tú‖ser{s‖mío.‖Haremos‖que‖esto‖funcione.
Mientras retocaba su lápiz labial, Sophie se detuvo de repente. Jake no sería
la aventura de una noche. Tendría que estar preparada para hacer frente a sus
demonios, algo sobre lo que no sabía nada, pero que se encontraba dispuesta a
aprender, porque eso era lo que hacías cuando te importaba alguien.
En el camino de vuelta a su oficina, Sophie lo oyó reír de algo que dijoDave.
Ella se detuvo y estudió su perfil. Jake se veía relajado, y llevaba una sonrisa que
realmente le llegaba a los ojos. ¿Hizo eso por él? La magnitud en que sus vidas
podrían cambiar si comenzaran una relación seria impactó en el blanco cual bala
de francotirador. Rápida, precisa y mortal, al corazón. Estaba enamorada de él.
Sophie entró en su oficina y se sentó en la misma silla en la que Jake había
reconocido su derrota. Su cuerpo se había ido, pero el recuerdo de lo sucedido
seguía en el aire con un olor dulce.
―Quiero‖esto‖―declaró―.‖M{s‖que‖nada.‖―Escuchar‖su‖risa‖otra‖vez‖hizo‖
que el corazón de Sophie se llenara de alegría, y consolidó su determinación de
aprender más acerca de su trastorno.
Jake‖asomó‖la‖cabeza‖en‖su‖puerta.‖―Oye,‖saldré‖a‖hacer‖algunas‖cosas.‖¿Te‖
veo mañana?
―No. ―Sonrió‖ cuando‖ su‖ rostro‖ lució‖ decepcionado―.‖ Sólo‖ estoy‖
bromeando, Jake.
―Típico.‖―Rodeó‖su‖escritorio‖y‖atrajo‖a‖Sophie‖hacia‖sus‖brazos.‖ Ella dejó
que sus sentimientos se dispararan cuando él presionó sus labios contra los de ella.
Sus lenguas bailaron lento, sin prisas, mientras el ritmo de sus corazones latía más
rápido.
―Jake.‖Fuera.
―Tienes‖una‖forma‖de‖hablar. —Comenzó a besarla de nuevo, pero Sophie
lo empujó a un brazo de distancia.
―Nos‖divertimos‖por‖hoy.‖Ahora,‖l{rgate‖de‖mi‖oficina‖antes‖de‖que‖llame‖
refuerzos.
―Teniente.‖―La‖saludó‖con‖una‖sonrisa‖ladeada‖y‖se‖fue.
Sophie suspiró. Oh, ese hombre se vuelve más lindo con cada minuto que pasa. 103
Traducido por Alysse Volkov & SOS por Cindylu
Corregido por Lucero Rangel

—Es una pena que no haya podido venir —se quejó George.
—No es broma. Nuestra última noche aquí y se niega rotundamente a venir.
Por el amor de Cristo, estuvimos aquí por dos semanas.
—Tal vez eres tú el que la espanta. —Jake le sonrió a sus padres—. Ustedes
son un poco feos. —La verdad era que ella dijo que tenía varias cosas de las que
encargarse. Algo que no podía perderse. Pero en el fondo de su mente, Jake se
preguntó si no tendría nada que ver con darle una oportunidad de ser más de lo
que eran, una pareja casual.
Renee negó con la cabeza. —Ella ha sido buena para ti. ¡Mira! Tu sentido del
humor está de vuelta y hay luz en tus ojos.
—Concuerdo con tu madre, hijo. 104

—¿Por qué eso tiene que ver con ella? ¿Por qué no puede ser que
simplemente esté feliz? ¿O porque me gusta lo que hago? —Jake rodó los ojos
cuando su padre se sentó adelante. Sólo lo hacía cuando realmente quería probar
su punto.
—Jake, siempre he estado‖ orgulloso‖ de‖ ti… —empezó su padre Cuando
Dave rió disimuladamente, Jack le lanzó una mirada de advertencia—, nunca te
has metido en problemas. Bueno, excepto aquella vez con la rubia en décimo
grado. Nos preocupaste.
—¿Cuál es el punto, papá?
—Eres idiota —dijo Renee demasiado fuerte. Todos alrededor se giraron
para mirarla, pero eso no la detuvo—. Tienes algo hermoso justo enfrente de ti y lo
tiras para no tomar el riesgo de una relación real y comprometida. Lo mínimo que
puedes hacer es dejar que tu hermano se la tire.
—¿Qué? —preguntó Dave.
—Escuchaste a tu madre.
El joven se aclaró la garganta. —Ella no es mi tipo, mamá. Es mandona.
—No es mandona, Dave. —Jake se dio vuelta y lo desafió con la mirada,
como hacía de adolescente con sus padres—. Y ustedes dos únicamente la quieren
por quien es ella.
George lo apuntó agresivamente con el dedo. —¡No le hables así a tu madre!
Sí, la respetamos como bailarina. Lo hace muy bien, pero no tiene nada que ver con
eso. ¡Mesera! ¡Tráeme otra cerveza para que no le pegue a mi hijo!
Ambos hermanos se cubrieron los rostros con sus manos. Sus padres no
eran conocidos por el tacto.
—Lo que decimos es que realmente te gusta, o si no, no se hubieran
encerrado en la oficina hace un par de semanas. ¡Oh, querida! —le dice a su
esposa—. ¿Crees que es por eso que no vino a cenar con nosotros esta noche?
¿Porque está avergonzada de haber tenido sexo con nuestro hijo?
—No tuvimos sexo. Y, ¿pueden bajar las voces, por favor? Le dije dónde
estaríamos y comentó que podría venir un rato.
Los pensamientos de Jake viajaron hacia la ropa que ella vistió por la tarde.
La abertura en su falda no le pareció demasiado atrevida hasta que se sentó en la
silla. Luego la corrió para demostrar su alto muslo y los ligueros que usaba. ¡Y esos
tacones color rojo! Casi se tragó la lengua al verlos. Sin embargo, cada vez que se
hallaban solos y la oportunidad de tener sexo aparecía, él retrocedía. Parecía que 105
su mente y su cuerpo vivían una lucha constante. Muchas veces se preguntó por
qué ella se quedaba con él si obviamente no sabía si eran buenos como pareja.
Demonios, se sentía confundido.
—Bien —anunció George—. Ya hemos pedido la entrada y las bebidas, así
que‖no‖creo‖que‖ella‖vaya‖a‖apa…
Y ahí se encontraba. Con el suéter de cachemira rosa y pantalones negros, y
tacones. Lo que su padre comenzó a decir se evaporó al verla.
Inconscientemente, Jake se paró y sonrió. La noche se volvió brillosa, su
vida más feliz. Y todo tenía que ver con esa mujer que caminaba hacia él con ojos
de muñeca que reflejaban la comprensión de un santo. Ahí supo que su mundo
giraba alrededor de Sophie Agnés.

***
¿En qué diablos pensaba? Fue un enorme error venir hasta aquí. Y, sin embargo,
tiró las precauciones al viento cuando éste intentó detener a Sophie y a Jake para
que no se hundieran más. Necesitaba verlo, escuchar su risa y estar con su simple
existencia. Con una frenética preocupación rebuscó entre su ropa hasta encontrar
la perfecta, entonces se decidió por el sedoso suéter rosa que sabía que a Jake le
encantaba. Lo dijo un día y no pudo dejar de tocarla por el resto del tiempo.
—Hola. —Sabía que sonaba sin aliento, porque se quedó impresionada por
el traje de camisa y corbata.
La besó lentamente y le dijo que era hermosa.
—No maltrates a la chica. —George se levantó y empujó a Jake a un lado—.
Abrázame. Estamos contentos de que hayas venido. De hecho, justo hablábamos
de ti.
Dave rodó los ojos. —Santo cielo, papá. No avergüences a Jake. Estaré para
escucharlo por siempre.
—Sólo iba a decir que como era nuestra última noche esperábamos que
apareciera.
Sophie le echó un vistazo a Jake, quien la miraba con tristeza.—Lo siento,
me retuvieron. Había algunas cosas de las que necesitaba encargarme.
Renee se inclinó cuando Sophie se sentó finalmente.
106
—¿Cómo qué?
—Mamá—advirtieron Jake y Dave al mismo tiempo.
—Está bien, chicos. Tenía que firmar algunos documentos. —Cuando Renee
abrió la boca, Sophie decidió que sería mejor que continuara—. Vendí algunas
propiedades.
—¿De verdad? —preguntó George—. ¿Dónde?
Sophie sintió el rubor en sus mejillas. —En Francia, y aquí, en el Nantucket
Sound.
—No bromees—dijo Dave. —¿Por qué querrías vender la de Francia?
Sophie sonrió cuando Jake le dio un pequeño golpe a su hermano por haber
hecho la pregunta. —Hace años que no lo visito. No tiene ningún sentido tener la
propiedad si no la visitas. La mayor parte del año la alquilo, pero un inquilino me
dijo que se hallaba interesado en comprarla. Estoy feliz de haberme desecho de
ella.
Pidió una cerveza cuando la mesera fue. Renee bebía una, y Sophie
realmente hubiera preferido vino. Incluso cuando su madre siempre despreció a
las mujeres que bebían.
La noche se alargó y cuanto más hablaba con los padres de Jake, más le
agradaban. No existía hipocresía en ellos. Decían todo lo que se les cruzaba por la
cabeza sin importarles si te gustaba o no. Le resultaba reconfortante no tener que
caminar sobre cascaras de huevo como hacía con sus padres y amigos.
Cuando la comida llegó, Jake le decía constantemente a su padre que no
hablara con la boca abierta. A la tercera vez, no pudo contener la risa.
—Ambos me recuerdan a mi tío Rick, o Richard, como mi madre solía
decirle, y mi tía Estelle. Siempre eran los que hacían a una fiesta divertida.
Recuerdo que cuando era una niña quería estar siempre a su alrededor. Mi madre
me apartaba, pero sin embargo volvía. Es el día de hoy que dice que me
influenciaron más allá de la reparación.
—¿En serio? No creo que haya nada malo contigo. Excepto, quizás, de que
te guste mi hijo —bromeó Renee.
La risa contagiosa de Jake viajó por todo el restaurante. Pasó un brazo detrás
de Sophie y le dio un abrazo afectuoso. Se veía relajado, incluso aunque el lugar se
encontraba lleno de gente. No pudo evitar que su corazón latiera de felicidad. Él
siempre se notaba un poco apagado y a la defensiva. Pero no esa noche. Ese día fue
107
el chico que sostuvo su mano debajo de la mesa y que le guiñaba cada vez que ella
la apretaba.
Cuando llegó la factura todas las manos fueron a por eso.
—La empresa lo hará esta vez —anunció Dave.
—Lo estoy intentado porque nunca pago.
—Jake —emitió Renee—. No es que nunca pagas la cuenta, es que queremos
verte más seguido por aquí. Casi nunca vienes a visitarnos.
—Te he visto cada día las últimas dos semanas —protestó Jake.
—Es un buen hijo, Renee. Incluso aunque no haya extendido belleza detrás
de sus pasos —declaró George.
—¿Quién dice que no? —se rió entre dientes Sophie, y con dedos hábiles,
deslizó la factura de todas las manos—. Desde que tengo la factura y no he sido
capaz de asistir a estas salidas más-allá-de-la-diversión-creíble, pagaré. —Acababa
de abrir su bolso cuando George le puso la mano sobre la de ella.
—Yo lo haré. —Sophie sintió que su boca se abría mientras Dave, Jake, y
Renee empezaron a discutir—. Espero que la próxima vez que no seas una extraña.
—George luego se inclinó hacia delante y la besó en la mejilla, pero no antes de
susurrar—: Eres buena para mi hijo. Gracias.
Sophie se aclaró la garganta para no empezar a llorar. Nadie había dejado
tan claro cómo fue recibida en su familia. El amor floreció para la pareja ante ella.
¿Cómo no podría? Eran tan maravillosos y, obviamente, se preocupaban
profundamente por sus hijos. Deseaba poder tener el tipo de relación con sus
propios padres que Dave y Jake tenían con ellos. Su corazón se rompió un poco
por cómo las cosas podrían haber sido diferentes. Habría tenido más risas
infantiles, dormir fuera de casa con los amigos, actividades divertidas, y comidas
con los padres de las que pudiera hablar. Y en este momento, no podía extrañar lo
que podría haber tenido si su madre no fuera tan controladora y fría.
—¿Papá? ¿Estás coqueteándole a mi mujer?
Sophie se sonrojó ante la declaración de Jake.
—No hay que preocuparse, hijo. Tu madre es la única mujer que siempre he
querido. —A continuación, se inclinó y le dio un beso escandaloso a Renee.
Sophie se tapó la boca para dejar de reír. —Mis padres morirían si vieran
eso.
Renee sonrió. —Entonces tus padres tienen que vivir un poco. 108

La noche se había enfriado a un frío amargo cuando salieron al


estacionamiento. Todos se abrazaron y dijeron adiós, y Sophie les deseó a Renee y
George un vuelo seguro de vuelta. Mientras Jake la acompañó hasta su auto,
Sophie quería preguntarle si quería pasar la noche con ella; lo tenía en la punta de
su lengua. Pero cuando la besó su cerebro se perdió, y Sophie se derritió en sus
brazos, el único pensamiento coherente que existía era lo fuerte y musculoso que
era Jake. Cómo le gustaba reír y provocarlo, pero aún dejaba saber a la gente que le
importabaque quería ser parte de sus vidas.
Admirar a su familia era fácil, y no podía recordar haber tenido un mejor
momento con gente se gustara el uno al otro tanto. Los padres de Bruce eran tan
congestionados como los de ella. Nunca bromeando sobre cosas serias o elevando
sus voces para conseguir un punto. El resto del viejo círculo social de Sophie era
tan aburrido y con necesidad‖de‖aprender‖cómo‖‚vivir‖un‖poco‛, como lo expresó
Renee.
Sophie seguía sonriendo por la cena cuando deslizó su llave y abrió la
puerta de su casa. El edificio había sido una antigua fábrica y ahora fue convertido
en condominios. Amaba los techos altos, las habitaciones grandes, y el hecho de
que era todo suyo. En la puerta había escaleras para subir a su espacio de vida,
mientras que la planta baja lo llamó su estudio de baile. Encendió las luces para
mirar el espacio abierto. A la vista de sus zapatos de ballet Sophie se sintió
obligada a ponérselos y comenzar a bailar sólo por el gusto de hacerlo. No porque
tuviera que estirarse para mantenerse en forma, sino por la felicidad y el amor.
Jake era a quien estuvo buscando toda su vida. Lo sintió desde el momento en que
se conocieron. Bueno... cuando se despertó lo suficiente como para hablar. Sophie
se rió ante el recuerdo. Claro que él tenía problemas, pero ¿quién no? Ellos podrían
trabajar en todo juntos, se lo demostraría.
La mano de Sophie bajó y alcanzo su pie en punta, un final elegante a su
baile improvisado. Lo siguió con un grito de alegría.

***

Dave miró a su hermano con disgusto. —Otra vez, ¿por qué estoy dejándote
en tu casa y no en la de Sophie?
—Porque no voy a auto-invitarme otra vez.
109
—Tiempo de la verdad. —Dave se acercó a la puerta de Jake con él—. Y
quiero una cerveza.
—Scrooge.3
—Sí. ¿Cómo fue eso?
Jake abrió la nevera y le tendió a su hermano una cerveza.—¿Cómo fue qué?
—Dijiste que sería el primero en saberlo. ¿Recuerdas?
Jake se bebió la mitad de su bebida y esperaba conseguir estar lo
suficientemente borracho como para no llamar a un taxi y llamar a la puerta de
Sophie. —No he dormido con ella.
—Nop. Pero tuviste otra diversión.
—Dave, necesitas una mujer.
—Eso es un hecho. ¿Bueno?

3 Es‖el‖personaje‖avaro‖del‖cuento‖‚Christmas‖Carol‛‖de‖Dickens.
—Alucinante. Después de dos años, no puedo creer lo que he estado
perdiéndome. Mamá y papá estando alrededor han hecho que sea casi imposible
poner mis manos sobre ella. Me siento como un adolescente con las hormonas
fuera de control. —Jake terminó su botella y tomó otra.
—Todavía no veo por qué no acabas yendo allí.
—Amigo, no lo sé. Estoy tan seguro acerca de todo esto. Si hago eso, trae
esta cosa entre nosotros a... a... mierda, no estoy seguro de querer un compromiso.
—Sí. No quieres arruinar lo bueno que tienes yendo allí. —Dave pasó una
mano señalando a las paredes vacías en la cocina de Jake—. La soltería ha sido
genial para ti.
—Dave.
—¿Sí?
—Si vas a insultarme, no puedes beber mi cerveza.
—Bueno. Entonces me voy a ir. Toma un poco más, y cuando no trabajes
para mantener tu mente fuera de ella, consigue tu culo y ve ahí. —Dave abofeteó a
su hermano en la espalda y se fue.
¡Mierda! Dave tenía razón. Sophie era donde quería estar. Se tomó su tercera
cerveza y empezó a beber. En el momento en que terminó su cuarta, no podía
recordar por qué no se encontraba en su casa.
110

***

De todas formas, nodormía así que ¿para qué molestarse en seguir


acostada? La cabeza le dolía por lo que decidió tomar un par de aspirinas y el libro
que parecía que nunca terminaría para que le ayudaran a salir de la tierra del
sueño. Sophie miró el reloj al lado de su cama. Dos de la mañana y todo tranquilo.
Tal vez eso era lo que la molestaba: el silencio.
Sus pies tocaban suavemente la alfombra de felpa del pasillo. Se ató a la
cintura la bata de seda mientras se dirigía a la cocina. Había helado en el
congelador. Chocolate. Una cucharada ayudaría a llenar el vacío de su solitaria
casa.
Sophie nunca estuvo realmente sola antes, pero esa noche, con la luna
iluminando con sus rayos plateados a través de las numerosas ventanas de su
apartamento, se sentía precisamente así, y con un anhelo por ser comprendida. En
ese momento su ex novio se hallaba en un hospital teniendo su primer hijo. Por
supuesto, Bruce la llamó mientras estaba en camino. Pensó que ella querría saberlo.
Y, ¿por qué querría saber? Ellos no estaban juntos, y Sophie se sentía agradecida
por ello. ¿Y qué si su rubia tonta iba a dar a luz? Sophie en realidad no sentía celos
o ira hacia la mujer, sólo lastima. Porque mientras Bruce podía parecer fiel por el
momento —y eso era muy difícil de creer— no lo seria por mucho tiempo.
Eventualmente él se aburriría del bebé y su madre. Era demasiada responsabilidad
para quequisiera quedarse, y luego la madre y el niño estarían solos.
Tomó una cuchara llena de helado frente al enorme ventanal que daba a la
calle frente a su casa. La calle se veía tranquila, excepto por el taxi dejando a un
hombre. Saboreó el postre, apreciando cada cucharada, cuando el desconocido fue
iluminado por la luz de una farola.
—Tiene que ser una broma. —Rápidamente, Sophie tiró la cuchara sobre el
mostrador y bajó corriendo las escalares que daban a la calle. El timbre sonó justo
cuando dio el último paso. La alegría la invadió. La anticipación la hizo torpe con
las cerraduras. Abrió la puerta y encontró a la única persona en esta tierra que
quería ver allí de pie—. Jake, ¿qué haces aquí?
—Necesitaba verte —Le acaricio la mejilla con su pulgar y le dio una
pequeña sonrisa—, ¿puedo entrar?
Sophie se apoyó contra el marco de la puerta y cruzó los brazos. —¿Qué te 111

hace pensar que quiero dejarte entrar?—bromeó. Incluso con la tenue luz del
pasillo, Sophie pudo ver su rubor extenderse hasta el cuello.
—Oh…‖no‖sé.‖Si‖quieres que me vaya, lo haré. —Se mordió el labio inferior
y Sophie sintió el suyo estremecerse.
—Eres demasiado lindo. Un hombre electrizante con un corazón de
malvavisco. No puedo creer que te des por vencido tan fácilmente. Sólo bromeaba.
Jake dio un paso adelante cuando ella lo jaló de uno de los puños de su
camisa. Por primera vez, Sophie sintió el agarre de la anticipación. Dejó de
respirar, su cuerpo palpitaba y la primitiva necesidad de estar con él, de amarlo, de
compartir momentos secretos con él, se apoderó de ella. El dolor en su corazón
hizo que sintiera la cabeza débil y su mente se sintió mareada. Pero eso no era el
comienzo de un amor adolescente, era la sensación de dos mundos opuestos
juntándose con tal fuerza que la colisión sería inevitable para cualquier persona en
negación. Ella no podía calmar los pinchazos de euforia que eran sus nervios.
—Oh, no iba a darme por vencido tan fácilmente —le dijo Jake. Su mirada
paralizó a Sophie mientras entraba en el pasillo y luego pateó la puerta que se
cerró tras de él.
—Has estado bebiendo. —Su voz temblaba, no de miedo, sino por su
acelerado corazón y su cuerpo cargado de energía sexual.
—No tanto como crees. —La inmovilizó contra la pared, la agarró del
trasero y ella subió hasta envolver sus piernas alrededor de su cintura—. Cuatro
cervezas para ser exactos, y sólo para convencerme a mí mismo de no venir aquí.
—También te deseo, Jake. Por favor. —Él respondió su suplica, agarró la
cuerda de seda y el camisón, y lo arrancó. Ella gritó cuando la boca de Jake y sus
dientes tomaron sus pechos.
—Dios mío, estás durísimo.
—Soy todo tuyo. —Tomando su cabello en un puño, llevo su boca a la de
ella. Sus cuerpos calientes en la pequeña entrada. Jake hizo un movimiento hacia
las escaleras.
—Arriba, ¿verdad?
—Sí. Al final del pasillo, dormitorio de la izquierda. —Ella jaló su camisa
sobre su cabeza y empezó a trazar besos sobre su pecho. Cuando llegó a sus
pezones, Sophie los mordió. Su cuerpo reaccionó tensándose bajo sus labios.
112
—Maldita sea, cariño. No vamos a lograrlo.
La puso en las escaleras, no llegando lejos de la primera planta. Su boca la
quemaba, sus manos la poseían, y su apetito parecía insaciable. Él arrancó el resto
de su ropa de dormir. Luego en un rápido movimiento, quitó sus bragas. Ella
sintió los besos abrazadores comenzando por el tobillo, moviéndose a toda prisa
hacia arriba.
—Sólo quiero devorarte, Sophie. Eres la mujer más hermosa que he visto en
mi vida. —Sus manos se movían por sus piernas y luego las abrió para poder
saborearla. Su lengua y sus dedos trabajaron en su cuerpo con furia, y ella se aferró
a las escaleras para evitar caerse—. Tu sabor es increíble.
Su cálido aliento le hizo cosquillas en la pequeña mata de vello. Quería
decirle lo maravilloso que la hacía sentir, que lo necesitaba tanto como él quería. Su
lengua entró en ella; su pulgar frotó el pequeño bulto hinchado. Estalló. Y antes de
que Sophie se recuperara, Jake entró en ella.
—¡Oh Jake! —Era enorme. Llenándola y estirándola tan profundamente
para darse cabida. La idea de que ningún otro hombre hubiera llegado hasta su
centro de tal manera antes, le llenó los ojos de lágrimas. Movió sus caderas y llevó
sus piernas más arriba alrededor de él. Jake gruñó y las puso sobre sus hombros y
después comenzó a bombear con fuerza. Con sus labios sobre los de ella, colocó
una mano bajo su trasero para llevar su cuerpo más profundo. Su otro brazo apoyó
su peso en las escaleras mientras Sophie se mantenía en el viaje de su vida.
Jadeante y sin poder tener un pensamiento coherente, oyó decir a su
amante—: Baja tus piernas, alrededor de mi cintura.
Hizo lo que él le dijo y pronto sintió su cuerpo elevarse, subían las escaleras
como una sola persona. La abrazó con fuerza, sin salir de ella ni un solo momento
y cada pocos segundos hundiéndose de nuevo profundamente. Con sus labios
sobre sus hombros y cuello, Sophie daba tanto como recibía. Sus manos se
deslizaron alrededor para agarrar su trasero.
Jake la sentó sobre algo frio y duro, la mesa de su cocina. Cuando la puso
sobre su espalda, sus dientes se apoderaron de uno de sus pezones. Sophie gritó y
movió sus caderas más rápido. La sensación de él la abrumaba. No sabía dónde
poner las manos o cómo moverse. Todo lo que sabía era que se sentía magnifico.
Él se puso de pie frente a ella, alto y musculoso, y endiabladamente guapo.
Sus manos posesivas viajaron por ella hasta encontrarse con el punto donde sus
cuerpos se unían. La tocó ligeramente con los dedos, llevando su urgencia a un
nuevo nivel.
113
—Córrete para mí, Sophie. Quiero ver lo que soy capaz de hacerte. Como te
vienes para mí con el menor contacto. —No se movió dentro de ella, sólo usaba sus
manos sobre su cuerpo para tocar su alma. Cuando no pudo aguantar más, su
cuerpo se inclinó sin permiso, y sintió la cima. Al final de lo que sería un delicioso
delirio, Jake lentamente salió completamente, alargando su duración, y luego
empujó dentro con fuerza. Sophie se escuchó a si misma gritar triunfante. Arriba
de ella nuevamente, bombeaba ferozmente, las uñas de ella se hundieron en su
espalda, pero no pudo evitarlo. El éxtasis que él le trajo duró por siempre, y
cuando pensó que podría volverse loca Jake la besó con fuerza. Cuando él se
convulsiono en su interior, el cuerpo de Sophie se apretó una vez más con un
nuevo orgasmo, causando que Jake soltara un aullido y por fin se liberara, un
momento espectacular.

***
Jake trató de mover el cuerpo tembloroso de Sophie.
—Por favor, no te muevas todavía —le dijo ella.
—No quiero aplastarte.
—Entonces voy a morir como una mujer feliz.
Ella tenía los ojos cerrados y una pequeña sonrisa en sus labios. Él la besó
antes de descansar su cabeza en su hombro. —No sé qué decir.
—‚Guau‛‖se‖me‖viene a la cabeza.
Se rio entre dientes y apretó uno de sus pechos. —Sólo vine a acurrucarme
contigo en el sofá.
—¿A las dos de la mañana? —Resopló Sophie.
Él sintió la urgencia de poseerla otra vez, se sintió moverse de nuevo. —
Sabes, dos años de abstinencia me enseñaron un montón de autocontrol. —Sonrió
cuando ella lo miró con suavidad.
—¿En serio? Podrías haberme engañado. Por cierto, ¿dónde estamos?
Él miró alrededor de la cocina. —No estoy seguro. Podríamos haber
atravesado la pared y estar en la mesa de la cocina de tus vecinos.
—Son unos idiotas, de cualquier modo.
—Podrían estar pensando eso de nosotros, después de todo ese ruido. —Se 114
movió dentro de ella—. Desearte va a ser un problema, señorita Agnés.
Ella llevó sus labios a los suyos, pero antes de que se tocaran, vio algo en sus
ojos. ¿Era amor? Él trató de descartarlo, pero su mente se tropezó con ese
pensamiento.
—¿Qué pasa? —preguntó ella.
Con las manos en la cara de él, Jake se encontró sin palabras. En cambio, le
mostró lo que su mente no podía. Hizo todo lo posible para ser suave cuando la
levantó en brazos y la besó con ansias de demostrar que podía ser tierno. La llevó
en brazos por el pasillo hasta el dormitorio, donde ambos se acostaron y le mostró
lo que una vez le prometió: hacer el amor lentamente. Ella era todo lo que
importaba y todo lo que necesitaba para sobrevivir. Sophie abrió su corazón para
él. Él lo sintió. Sin embargo, en lo más profundo de su mente, no sabía si podía
aceptarlo.
—Te necesito —le dijo él.
—Ámame —susurró ella.
Su petición desmoronó todos los muros que él construyó en los últimos
años. Ella lo adornó con suaves besos y lentos movimientos llenos de cariño y
deseo. Cuando Sophie se elevó por encima de él, Jake tomó sus caderas.
—No —susurró ella y llevo las manos de él a sus pechos—. Soy tuya para
tocar, degustar y amar. Soy tuya. —Con sus labios sobre los de él, selló su
promesa, entonces los envolvió a ambos en una felicidad eufórica.
Él nunca experimentó nada igual. Sus cuerpos parecían moverse como uno
solo, sabiendo lo que el otro necesitaba antes de preguntar. Sus besos enviaban
escalofríos de emociones directo al corazón de él donde se inflaron y lo dejaron
atónito.
Jake rodó a Sophie sobre su espalda. Luego besó su hombro y lentamente se
movió hasta su mandíbula. —No puedo explicar lo que siento por ti. —¿Dijo eso en
voz alta o para sí mismo? No pareció importar, porque los brazos de Sophie lo
atrajeron más cerca mientras se movían juntos lentamente. No podía tener
suficiente de su sabor, su tacto. Nada nunca se sintió tan bien, y por primera vez en
años se abrió a alguien sin precaución, un regalo que ella le dio sin saberlo. Sus
ojos se encontraron, y Jake luchó con las palabras que no podía encontrar para
explicar el dolor, la necesidad y la pasión que ella evocaba en él.
—Sólo tú —susurró Sophie.
Jake asintió, mientras sus cuerpos les mostraban lo que sus mentes todavía
115
tenían que comprender completamente.
Amor.
Traducido por NnancyC & lolabayona
Corregido por Lucero Rangel

Eran después de las ocho de la mañana cuando despertó. La cama se hallaba


vacía, pero el aroma de ella todavía permanecía en el aire. Hicieron el amor una
vez más antes de dormir y el cansancio se apoderó de ellos. Jake sonrió al techo.
Maldita sea, había olvidado lo asombroso que podría ser el sexo. Y con una mujer
muy flexible, era increíble.
Saltó de la cama de Sophie y agarró el edredón para envolverse a sí mismo.
Las paredes de su dormitorio eran de un rojo intenso, y su cama de madera de
cerezo tenía postes con detalles de hiedras que llegaban al techo. La cima de hierro
forjado sostenía un dosel blanco transparente, hábilmente acomodado para no
abrumar la vista. Era evidente que a Sophie le gustaban las cosas más refinadas en
la vida. La cama por sí misma debe haber valido miles, y eso era sin contar las
116
cómodas a juego y las mesitas de noche. Jake sacudió la cabeza con asombro.
Seguro que era una mujer con clase.
Saliendo del dormitorio extraordinario, el cual era casi de la mitad del
tamaño de la casa de él, se dijo a sí mismo no abrumarse por los cuartos enormes
de la casa, el pasillo amplio y los techos altos. Las fotografías que adornaban las
paredes eran en blanco y negro. Algunas de Sophie con amigos, otras de campos
pintorescos y otras…‖ Jake‖ ladeó la cabeza hacia la foto de un perro orinando un
árbol. Decidió que le gustaba, junto con la foto de un primer plano de la nariz de
una vaca.
Para el momento en que hizo su camino por el pasillo, se volvió aparente
que Sophie trabajaba porque quería, no porque lo necesitara. La sala de estar se
encontraba hecha en un naranja ocre relajante. Se encontró queriendo relajarse en
los sofás de cuero color chocolate que se ubicaban delante de una chimenea
enorme con una estufa de pellet construida en ella. Sophie era eficiente e, incluso
con su dinero, era todavía consciente del costo.
En la cocina, Jake encontró sus ropas cuidadosamente dobladas en una
encimera de granito amarilla, junto con su mochila. Dejó caer el edredón y
rápidamente se vistió. La cocina verde claro lo tranquilizaba, pero el café recién
hecho le llamó. Buscó una taza, y bebió el líquido negro oscuro con entusiasmo.
Pero incluso sin el impulso de la cafeína, Jake se sentía listo para cualquier cosa. Y
después de encontrar a Sophie, esperaba que ella también.
La música flotó desde el piso de arriba, la sonata romántica le hacía señas
para que encontrara sus orígenes. Cuando llegó al final del rellano, la luz natural
brillante iluminaba el salón de baile y tenía a Jake pensando en los ángeles
guardianes y en el paraíso. Espejos enormes se alineaban en las paredes. Una barra
de madera extendida por la longitud del salón, y largas cortinas transparentes de
color vainilla adornaban las ventanas enormes. Pero era la mujer en el centro del
salón la que robó su atención. Se movía con una elegancia fluida. Tenía sus ojos
cerrados y sus labios mostraban el atisbo de una sonrisa.
Jake se hundió en el suelo de madera y observó. Ella lo cautivaba. Cada
movimiento que realizaba, sencillo. La música cambió de ritmo y su cuerpo se
movió con ella. Sophie saltó a través del aire y aterrizó con una facilidad natural.
Luego giró alrededor del salón. No podía quitar los ojos de ella. Se volvió el centro
de su mundo, si no solo por ese momento, entonces comenzó a esperar que fuera
por siempre. El trance que ella colocaba en él era una profecía cautivadora de lo
que podría ser. Su corazón le dio la bienvenida y su mente caprichosa no podía
romper el hechizo. Vio su futuro aterrizar en el piso en donde ella ahora se
agachaba. La promesa de un anillo, la opulencia del día y el por siempre de vivir
117
sus vidas como uno. Cuando ella lo miró a los ojos, Jake vio niños. Sin una palabra,
se puso de pie y dejó el salón. Esto era muchísimo, demasiado rápido. Cuando la
escuchó detrás de él, Jake se giró y la envolvió en sus brazos.
—Prométeme que serás comprensiva y paciente. —Se echó atrás y miró sus
enormes ojos azules—. Quiero esto con tantas ganas, pero necesito algo.
—¿Qué, Jake?
—No sé. Hay una parte faltante de mí sin la que no puedo avanzar.
—No te des por vencido con nosotros. Podemos encontrarla juntos. —
Cuando una lágrima se deslizó por su mejilla, Jake pensó que él se desharía. Lo
último que quería era causarle dolor.
—Tal‖ vez.‖ Dime‖ que‖ esto‖ es‖ suficiente‖ por‖ ahora.‖ Que…‖ —Perdió sus
palabras cuando el timbre sonó.
—Jake, lo prometo. —Le besó en los labios—. Ve a ducharte. Tengo la
sensación de que es mi padre. Viene para desayunar un par de veces a la semana.
Jake no pudo evitar la mirada desalentadora que cruzó por su cara. —
Nunca me aprobarán.
Le golpeó el trasero y le echó. —Si no lo hicieran, no me importaría.
Maldita sea, si casi no le dijo que se había enamorado de ella. ¿Qué
demonios iba a hacer? Dejar que el tiempo pase. Ver qué sucede. Su terapeuta siempre
le decía que tomara un día a la vez. Chico, odiaba hacer eso.
Jake rápidamente se desvistió, encendió la ducha, y dio un paso bajo el rocío
de agua. La ducha doble lo hizo sonreír. A Sophie obviamente le gustaba darse
lujos. Se preguntó qué podría hacer para complacerla. ¿Quizás una tarde de picnic
en la sala de estar? Que era cómo su amigo Mitch atrajo la atención de su esposa. O
un baño de burbujas con champagne y chocolate. El pensamiento de ella en una
tina caliente con él, puso a Jake duro.
Cuando la puerta del baño se abrió, pronunció—: ¿Qué pasa?
—Nada.
Luego escuchó unas risitas.
—¿Segura? —Brazos se envolvieron alrededor de él desde atrás y no pudo
evitar sonreír cuando una de sus manos con dedos largos tomó agarre de su
orgullosa hombría.
—¿En qué has estado pensando? —preguntó ella.
118
—Tú, yo y una tina con burbujas cálidas. —Jake se giró y le pinchó en el
vientre con su pene—. ¿Crees que puedes lavarme?
—Oh, sí. —Sophie agarró el jabón y comenzó a enjabonar su pecho.
—¿Pensé que era tu padre?
—Nop. El cartero. —Después de lavarlo por completo, le entregó el jabón y
en una voz sexy dijo—: Tu turno.
—Será un placer. —Jake tomó su tiempo, constantemente frotando su
cuerpo contra el de ella, luego la enjuagó bajo el rocío de agua—. Date la vuelta y
coloca las manos en la pared. Dios, tienes el culo más hermoso. —Ella gimió
cuando él trazó con un dedo sobre su omóplato—. Ahora eso es una sorpresa. —La
mariposa en su omóplato le atrajo a trazarla con los labios.
—Mi propia pequeña rebelión.
—Oh, pienso que has contraatacado en más formas que éstas. —Se agachó y
comenzó a provocarla por deslizar tres dedos dentro y fuera de sus paredes de
terciopelo—. Estás tan mojada.
—Maldita sea, Jake. No me provoques.
Sacó los dedos y los trazó por arriba entre las mejillas de su trasero hasta la
grieta de su culo. —Abre las piernas un poco más y elévate en las puntas de tus
pies. —Se posicionó a sí mismo detrás de ella, tomando su tiempo para probar su
piel y apretar sus senos.
—Jake —dijo en una súplica sin aliento.
—Quiero escuchar el placer que te estoy dando. No te contengas. —Penetró
su calidez acogedora, todo el tiempo manteniendo un control duro.
Cuidadosamente, se movió un poquito más dentro de ella, su aliento y cuerpo
tensándose por el alivio—. Eres tan increíblemente apretada en esta posición. —
Cuando Sophie movió las caderas en un movimiento circular, Jake dejó salir una
respiración jadeante.
—¡Más! —exigió ella, y se lo dio. Centímetro por centímetro, Jake se hundió
más profundo. Sophie apoyó las manos en las paredes de la ducha mientras él le
agarraba las caderas. Con una repentina zambullida, ella gritó y, dada su posición,
se enterró más hondo que antes. La abrupta pasión que ardió a través de su cuerpo
dejó a Jake inmóvil y jadeando. Intentó retirarse, sólo un poco, pero las paredes
internas de ella se aferraron a él. Sin aliento por el apretón y el placer que Sophie le
dio, se descontroló.
Desenfrenado por ella, Jake no podía obtener suficiente, sentir suficiente.
119
Ella gritó en éxtasis y encontró cada uno de sus poderosos embistes. Cuando sintió
el cuerpo de ella mostrar la agitación con la posición, la giró y la clavó en la pared.
Con su boca capturando la de ella, Jake los llevó en una travesía sexual de placer
lleno de lujuria.
Había tenido sexo con muchas mujeres, incluso hizo el amor con unas
cuantas, pero nunca se sintió tan conectado a ninguna. Cada placer que sentía, Jake
sabía que ella también lo hacía. Sus lloriqueos y gemidos, la forma en que su
cuerpo respondía a él. Se vino una vez y nunca se detuvo. Sólo siguió corriéndose,
su control desaparecido. Se hallaban ahora en el piso del baño. Sus manos
necesitaban tocarla en todas partes. Su boca buscó saborear cada centímetro de su
piel de seda. Cuando se arqueó debajo de él, Jake se encegueció por la necesidad
del orgasmo, pero Sophie tenía otras ideas y dejó a Jake sin opciones, excepto
confiar en ella.
Se retorció, empujó y finalmente lo tenía dado vuelta. Cuando se elevó por
encima de él, Sophie se movió como un jinete de toros montaría por sus ocho
segundos. Aguantando, Jake gritó por piedad. Necesitaba luchar para controlarse,
desesperadamente se sujetó a ello, pero al final, fue incapaz de tenerlo. Sophie le
quitó el control y la única cosa que Jake podía hacer era creer que ella no abusaría.
Siempre el único a cargo, Jake se encontraba acostumbrado a dirigir. Las
personas‖lo‖veían‖por‖sus‖decisiones‖y‖órdenes,‖y‖confiaban‖en‖él‖con‖sus‖vidas.‖‚El‖
poder‖viene‖con‖un‖precio‛,‖le‖dijeron una vez. Este era el por qué siempre dictaba
con consideración cautelosa. Y por qué lo que sucedió esa noche, cuando sus
hombres murieron y su mejor amigo sangró hasta morir en sus brazos, era la
responsabilidad de Jake.
—Jake —le susurró Sophie al oído—. Suéltalo. Estoy aquí para ti.
Abriendo los ojos, las lágrimas se derramaban por su cara mientras
erupcionaba dentro de ella, luego gritó de dolor. Jadeó por aire mientras Sophie lo
atraía en sus brazos y lo sostenía. Años de auto-rencor, sueños torturantes y noches
de insomnio, todas vinieron a la superficie. Purificó su alma y hasta más. Se
lamentó por sus compañeros caídos, se lamentó por sí mismo.
Ella se quedó mientras él balbuceaba sobre lo que sucedió, detalles
sangrientos y todo. Lo tranquilizó y le susurró lo que en su corazón sabía que era
cierto, pero lo que su mente le siguió cuestionando.
—Jake, no fue tu culpa.
Era medianoche.
La quietud, ensordecedora. Sargento de Artillería Sanders aguzó el oído para 120

escuchar, pero el único sonido que oyó fue el silencio. La estrategia de evitar al enemigo y
sobrevivir.
El trabajo de Jake era para mantenerlo limpio, no matar a muchos de los enemigos
que pudiera. En su mente la escena delante de él parecía ser la misma que las muchas que
llegaron antes. Otro país pobre devastado por la guerra. Más civiles muertos, víctimas de
un gobierno de locos con el poder.
Sus ojos trataron de perforar la noche y ver a través de la negrura de lo que le
esperaba a sus hombres. Ningún sonido de animales o el viento. La calma lo puso en el
borde con una premonición de la fatalidad, mientras sus pies se movían en silencio a lo
largo del suelo del bosque.
Un pequeño sonido animó la mente de Jake con atención. Con su arma apretada
contra su pecho le puso un puño hacia arriba para indicar a sus hombres para congelar.
Luego puso una mano en la oreja que indicaba que debían escuchar. Nada. Algo no se sentía
bien. La piel de Jake arrastró con una casi dolorosa realización, era demasiado tranquilo, y
sus objetivos se hallaban ausentes de sus puestos. La realidad le dio la impresión de que la
vuelta atrás era su única opción real. Pero a los militares no les gustaban las decisiones
basadas en sentimientos viscerales y el miedo. Querían respuestas concretas y pruebas, y
Jake no tenía ninguna.
Hizo un gesto a su equipo a seguir la posición del flanco sobre el terreno rocoso.
Ellos eran infantes de marina, los miembros de una hermandad hechos para la acción con
los valores definidos de valor, honor, compromiso. Su equipo estaba formado por seis
hombres bien entrenados para infiltrarse en este compuesto enemigo. Parecía abandonado
misteriosamente a través de su visor nocturno. Se limpió el sudor de sus ojos. No existía
manera de que fuera demasiado tarde. Su inteligencia no estaba mal y tampoco lo era. Las
líneas de ataque de Jake siempre fueron ejecutadas sin consecuencias. Pero su instinto le
decía que esta vez sería diferente, a pesar de que todo fue planeado, hasta el desayuno que
comerían a su regreso.
Con un rápido mordisco a su labio, Jake dividió sus equipos arriba. La voz de James
Callahan, su siguiente en el comando y amigo, vino a través de su oído.
—Artillero, no veo una mierda.
—Mantente tranquilo.—Jake avanzó lentamente. Se concentró en su respiración
mientras la adrenalina lo empujaba. La paciencia era una necesidad para la victoria.
Esperar hasta que se muestren, esperar hasta tener un tiro limpio, esperar por…
Algo caliente y rápido pasó silbando por su rostro. —¡Abajo!
Pero ya era demasiado tarde. Caía fuego que provenía de los árboles, el suelo y el
aire. La única manera de que pudiera identificar a su lugar de origen era buscar los 121
destellos de luz que iluminaban los cañones de las armas del enemigo.
La confusión y el miedo trataron de agarrar la mente de Jake. Se le hizo un nudo en
la garganta, y respondió rápidamente a través de la radio a los otros equipos. Jake se olvidó
de las unidades fáciles del domingo por la mañana, los juegos de video que le gustaba jugar,
beber con sus amigos y su novia en su casa, junto con la otra vida que vivió allí. Nada de
eso importaba. Todo lo que era importante era conseguir que su equipo estuviera a salvo.
—Todos los equipos se dirigen al noreste de fuego superior. —Se arrastró en su
vientre, hacia el hombre que iba detrás de él. Sin voltearlo, Jake sabía que el hombre había
muerto por la carne destrozada de su garganta. Impotente, Jake se deslizó a los que seguían
con vida de la emboscada.
—¡Sargento de Artillería Jacob Sanders llamando para extracción inmediata! —Un
disparo pasó a través de la carne superior de su brazo. Maldijo crudamente y comenzó a dar
las órdenes. Sus hombres luchaban con entusiasmo y valentía, pero Jake sabía la cantidad de
arsenal que el enemigo poseía, eran superados en número.
Hizo una seña a dos hombres para captar a su compañero caído cuando se arrodilló
y se coló para cubrirlos a ellos. A través del caos escuchó una explosión a su derecha. La
iluminación brillante creando por un amanecer en la medianoche, un hermoso engaño que
llovió tierra abajo sobre Jake, entonces lo cegó por lo que pareció una eternidad. Con la
visión borrosa, dejó caer su cuerpo plano al suelo. Sus oídos resonaban y su mente gritaba,
¡muévete! Jake tropezó y corrió al refugio de un árbol, luego sacó su M16 apretada contra
su pecho.
La única explicación era que de alguna manera el enemigo sabía que su equipo iba a
venir. Su plan era perfecto; siempre lo eran.
Gritando más ordenes, Jake se movió a una posición de rodillas y comenzó a tomar al
enemigo, uno por uno. No hubo tiros desperdiciados, no entrando en pánico al fuego. Se
calmó su mente y se concentró en salvar a sus hombres. La escaramuza delante de él se
movía en cámara lenta mientras la realidad se desconectaba de su mente. No escuchó los
gritos, sólo los comandos programados para este tipo de situaciones de disparo de forma
automática de su mente a la boca. Los sonidos de zumbido del helicóptero de evacuación
podría haber traído un sentido de esperanza si Jake no hubiese visto hombres arrastrando a
los caídos o heridos a ella.
Una grieta dolorosa cortando a través de su conciencia, que entumecía la anarquía y
la sangre. Se quedó allí, con los ojos que ven el mundo delante de él a través de una
ventana; torrencial lluvia caía sobre sus paneles, deformando la vista del exterior. El cuerpo
que lo sostenía negó, ni de miedo ni enojo. Se estremeció de la distancia de su psique creada
a partir de la verdad que vivía.
—Artillero.—Jake escuchó un llamado a distancia que no podía identificar. Los 122

brazos que colgaban de sus hombros temblaron mientras su mente se escapaba de la realidad
fracturada y regresaba a la inmediata.
—Callahan, ¿dónde estás?
—¡Estamos al sureste desde su punto y jodidos con fuego sostenido!
Jake se re-dirigió a sí mismo, mientras un pantano acuoso llenó su mente y mantuvo
sus pensamientos lentos. Pasó dos heridos, uno arrastrado por el otro al punto de recogida.
Su cuerpo se detuvo a una parada para que pudiera mirarlos con incredulidad, confundido.
¿A dónde fue su cerebro? ¿Qué pasaba?
—¡Maldita sea, Sanders! ¿Dónde estás?
¡Eso es correcto! Se suponía que debía estar ayudando a Callahan. En una carrera de
velocidad completa, Jake saltó por encima de un árbol caído después de un montículo rocoso
antes de coger la vista de su camarada. Comenzó a disparar al azar con ráfagas cortas
erráticas. Cuando un chillido agudo se infiltró en el aire, cayó plano al suelo mientras la
suciedad llovía sobre él. ¿O era? Aturdido, Jake torció su cuerpo y derribando el objeto
pesado que aterrizó sobre su espalda. Se rodó al suelo con la palma hacia arriba. El anillo de
matrimonio en el dedo le guiñó un ojo a la tenue luz del fuego arsenal.
—Jesús —escuchó gritar de uno de sus hombres.
Jake rodó de vientre hacia el hombre y, una vez más, trató de parpadear la confusión
de su mente. —Vamos a pasar. —Las palabras salieron de su boca antes de que él
comprendiera totalmente la escena.
—Creo que estoy golpeado.
El cerebro de Jake se volvió a encender mientras bajaba la mirada a los restos
destrozados de la pierna del hombre, no existente por debajo de la rodilla.
—Vas a estar bien, Private. Manténgase alerta.
—Sí, señor. —El hombre sonaba tenso en shock y adrenalina. Sacó su M16 para
combatir la posición para cubrir a Jake.
Con una inclinación de cabeza Jake rodó lejos del hombre herido mientras el fuego a
su alrededor se detuvo. No es una buena señal, y la verdad pesaba en Jake. O el enemigo
cayó de nuevo en tácticas de guerrilla, o ahora estaban peinando para los rehenes. Vio a un
grupo pequeño buscando por la tierra y arbustos. Flanqueando su adversario, Jake disparó y
mató a tres. El cuarto hombre disparó mientras se retiraban y golpeo a Jake en el costado. Él
cayó al suelo en agonía sin aliento, luego rodó sobre su espalda para llevarse una mano
ensangrentada inspeccionando la herida.
123
—Mierda.
Aturdido por el dolor, Jake no podía comprender al hombre por encima de él,
hablándole. Sólo asintió con la cabeza mientras la niebla en su cerebro se volvió más gruesa,
disociándolo de su entorno. Su cabeza zumbaba y su cuerpo se volvió más pesado mientras
trataba de ayudar al hombre que lo llevó a la mitad, hacia la seguridad.
—¡Espera! —gritó Jake, distraído con incredulidad por algo que vio en la zanja que
recién explotó. Cayó de rodillas y arrastró a Callahan arriba y hacia fuera del agujero hasta
que su torso se hallaba en el regazo de Jake—. Callahan.
—¡Artillero, tenemos que irnos! —Levantado la mirada, Jake vio a hombres
luchando una batalla que no debería haber ocurrido—. Tenemos que sacarte de aquí—repitió
el hombre. Pero la mente de Jake dejó su cuerpo mientras bajaba la mirada a los ojos sin vida
que le devolvieron la mirada. Con manos temblorosas, le dio una palmada a Callahan.
—¡Arriba, soldado! ¡Tenemos que irnos!
El fuego comenzó de nuevo. Pero Jake sólo podía mirar a la cara salpicada de sangre
de Callahan. Su pecho no mostraba heridas, sus placas de identificación brillaban en la luz
del fuego arsenal, y no quedaba nada por debajo de su cintura.
El impaciente Private sacó a Jake. —Voy a arrastrarte si tengo que hacerlo —le dijo.
Los ojos de Jake se movieron sobre el tronco sin piernas de Callahan. Confusión tiró
de su conciencia mientras que, una vez más, miró a través de ese cristal acuoso al mundo
exterior. —No lo entiendo —dijo más para sí mismo que para los hombres que trataban de
ayudarlo. Jake extendió los dedos para que la sangre saliendo a borbotones del torso,
yaciendo sobre su regazo, pudiera fluir a través de ellos—. ¿Dónde está el resto de ustedes?
—¡Vámonos ahora! —Private lo apartó mientras los hombres que le rodeaban
dispararon, suprimiendo al enemigo para su huida. Jake miró hacia atrás una vez más para
ver a su amigo siendo rescatado... y luego no había nada.

124
Traducido por Bett G.
Corregido por Andrea95

El fuerte dolor de cabeza salvó a Jake del más horrible sueño. Estuvo el
exótico y maravilloso cuerpo de Sophie, entonces las cosas se pusieron mal, tuvo
un mal recuerdo y lo arruinó todo. Jake se dio la vuelta y enterró su cabeza en la
almohada. Ella fue dulce‖y‖comprensiva,‖pero…
—Oye, sé que puedes oírme.
Jake sintió un pinchazo a su lado y dejó escapar un gruñido.
—Sabes que no me asusto fácilmente. —Ella empujó un poco más, y con
repentina determinación, Jake se sentó firme.
—¿Cómo diablos llegué aquí? —Cuando Sophie lo miró desconcertada, se
dio cuenta de que no había sido un sueño, después de todo, él se hallaba en su
cama desnudo. 125

—Jake —dijo pacientemente—, quiero que tomes estas aspirinas.


La miró con un profundo suspiro.
—No fue un sueño.
—No. Pero no me hubiera gustado que lo fuera. Tienes un infierno de
energía.
En lugar de tomar las píldoras, Jake se inclinó hacia delante y le besó los
labios.
—Lo siento mucho.
—¿Por qué? ¿Por ser tú? Mierda, Jake. Hay algunos hombres que no han
pasado por la mitad de lo que has visto y hecho, y que están en el manicomio. Eres
más fuerte de lo que te das crédito. Ahora, por piedad, deja tu baño de pena y
toma las malditas aspirinas. —Le dio una sonrisa débil y luego un beso.
—¿Qué hora es? —Cuando no respondió y señaló con la cabeza las pastillas
blancas, se dio por vencido y se las tragó.
—Son las cuatro de la tarde.
—¿Qué?
—Las cuatro…
—Te escuché. Simplemente no puedo creerlo.
—Necesitabas dormir. Te voy a hacer un sándwich. Lavé tu ropa de ayer, así
que, ¿por qué no tomas una ducha y me encuentras en la cocina?
—¿Te unirás a mí?
Ella se rió y besó sus labios con fuerza:
—Tienes suerte de que hoy es domingo y es nuestro día libre. Ahora no
tientes tu suerte. Estoy teniendo un tiempo suficientemente difícil hoy sentándome
con toda esa actividad juguetona.
—Sólo‖est{s‖tratando‖de‖hacerme‖sentir‖mejor‖acerca…
Sophie levantó la mano y se apartó el cabello de los ojos:
—No tengo que hacerte sentir nada, porque sabes que está bien. De lo
contrario, habría pateado tu firme culo fuera. Ahora apestas y necesitas una ducha.
Jake la vio salir sin mirar atrás. ¿Qué suerte había tenido? Encontró a una
mujer que parecía entender y aceptar quién era. Una sombra oscura cubrió sus
pensamientos y lo arrastró hasta el infierno en el que se acostumbró a vivir.
126
¿Por qué voluntariamente sometería a una persona por la que se preocupa
profundamente a los horrores de su vida? Un paso atrás y nadie saldrá lastimado.

***

La mandíbula de Sophie dolía de ser apretada por la preocupación. Después


de que Jake se purgó a sí mismo, en cuerpo y alma, se encontraba agotado. Ella
prácticamente lo cargó a la cama y luego lo limpió. Después de eso, dormía
plácidamente en un sueño tan profundo que por un momento Sophie puso la oreja
en su pecho para asegurarse de que aún vivía.
—Respira —se dijo en voz alta mientras se inclinaba sobre el mostrador de
la cocina para apoyarse. Él está bien. Verlo tener un mal recuerdo asustó el infierno
fuera de ella. Reflexionó sobre el día en que él llamó al trabajo y ella fue a ver cómo
estaba. Jake le advirtió que era como vivía, sin saber nunca cuándo uno de estos
episodios iba a ocurrir. Ahora que cayó locamente por él, la idea de Jake pasando
por esto solo era una tortura. La necesitaba, incluso si él no iba a admitirlo.
Cuando escuchó que la ducha se encendía, Sophie se ocupó en hacerle un
sándwich y en prepararse mentalmente. Sabía que iba a tratar de ponerle fin, lo vio
en sus ojos. Bueno, sólo tenía que cortarle el paso antes.
Sonó el teléfono y el identificador de llamadas anunció una llamada de
Dave. Ella lo llamó, no tanto en pánico, pero sí con preocupación deseando saber
cuánto tiempo Jake dormiría, si se despertaría con dolor de cabeza... si iba o no la
terapia a mejorarlo, o si se hallaba condenado en un espiral descendente.
Levantó el auricular:
—¿Hola?
—¿Qué está haciendo?
—Se está dando una ducha. Parece bien, Dave. Pero no lo sabré con
seguridad hasta que salga del baño.
—Asegúrate de pisotear fuerte alrededor. No querrás venir detrás de él.
Dejó escapar un largo suspiro.
—¿Dave?
—¿Sí?
127
—¿Está recibiendo ayuda para esto? Quiero decir, ¿está hablando con
alguien a nivel profesional? —Sophie comenzó a masticarse la uña del pulgar. Esa
fue una pregunta que hubiera querido hacerle a Jake, pero dadas las circunstancias
no quería molestarlo más.
—Sí. No estoy seguro de cuánto más puedo decir sin que él quiera darme
una paliza. —La risa de Dave sonaba tensa—. No es un gran fan de que la gente lo
sepa.
—Puedo entender eso. ¿Qué hay de ti? ¿Hay algo que ayude a las familias a
apoyar a las personas con... —Hizo una pausa con la esperanza de que las palabras
adecuadas vendrían.
—Sí, lo hay. Voy a un grupo una vez al mes que está abierto a cualquier
persona. Puedes venir conmigo, si quieres.
—Me encantaría hacerlo, gracias. Umm, ¿Dave?
—¿Sí?
—¿Qué hizo para los marines? —Sophie se movió de morder una uña hacia
otra.
—Mucho, Sophie. Y algo más. —El silencio en el teléfono se hizo tangible
cuando ambos dirigieron sus pensamientos al hombre en la otra habitación—. Ha
recorrido un largo camino. Cuando volvió la primera vez y salió del hospital, no
podías conseguir que saliera de casa. Fue golpeado bastante mal. Primero con las
balas, luego por esa perra de novia que tuvo. Ella no se lo merecía y espero que se
pudra en el infierno.
Sophie se rió entre dientes:
—¿Por qué, Dave, nunca te escuché hablar tan bien de nadie?
Él se rió.
—Sí, bueno, viene de vez en cuando. Sin embargo, no te preocupes, tendrás
el privilegio de conocerla en algún momento.
—Oh, bravo, ¿puedo pasar de Jake cuando ella se detenga por el camino?
—Puedes arrojarlo en la barra y obtener tu camino hacia él... siempre y
cuando yo no esté cerca. Aunque me encantaría ver la cara de ella. —Otra pausa, y
luego—: Ella llamó el otro día para ver cómo lo estaba haciendo Jake. Quería saber
si alguna vez hablaba de ella.
—No necesito sacar mis garras, ¿verdad?
128
—Siempre están fuera, ¿no es así?
—¡Ja, ja!
—Mantén tus ojos abiertos. Ella nunca me gustó, pero tú me gustas. Haces a
mi hermano feliz. Él te necesita, Sophie.
—No hay presión, ¿verdad, Dave?
—Nop. Simplemente no te metas con él y ve derecho o te haré sufrir.
—Es por eso que me gustas tú y tu familia. Siempre van de frente. Estoy
enamorada de él, Dave, pero no puedo decírselo. Creo que lo sabe, pero tiene que
lidiar con sus sentimientos en primer lugar.
—Y yo que tenía la esperanza de que ustedes dos solo se divertían por el
placer de hacerlo.
Escuchó a Jake caminando por el pasillo.
—Escucha, él está camino a la cocina. Me tengo que ir.
—Gracias, Sophie.
—¿Por qué?
—Por cuidarlo lo suficiente para quedarte.
—Va a necesitar una palanca para deshacerse de mí.
Todavía un poco sacudida por la noche anterior, Sophie comenzó a golpear
alrededor en la cocina para asegurarse de que Jake sabía dónde se encontraba.
Luego cambió la música a una estación que a él le gustaba.
—Haces mucho ruido.
—Sí, bueno, sabemos que no soy la más graciosa de las criaturas cuando
estoy fuera de la pista de baile. —Sonrió, esperando que él lo devolviera. Cuando
él dudó, ella le dio un beso y le entregó el plato de comida—. Siéntate y come.
—¿Tú no tienes nada?
—Yo tuve desayuno y almuerzo. Tú, querido, te saltaste los dos y tuviste un
trabajo duro. —Se sentó en la mesa frente a él y comenzó a acariciar su mano sobre
el acabado liso de esta. Con su deseo encendido, la imaginación de Sophie recreó
las actividades eróticas de la noche anterior.
—¿Por qué estás sonriendo?
—Oh... sólo pensaba en todo el uso que mi mesa ha tenido últimamente.
Él le sonrió juguetonamente.
129
—Es de la altura perfecta.
—Así que dime, Jake, ¿vas a comer y correr a casa, o vas a llevarme al cine?
—¿Quieres ir al cine? ¿No crees que deberíamos hablar de lo que pasó?
Aquí viene, pensó.
—No. No, a menos que quieras.
—No, realmente no, pero siento que te debo una explicación.
Buscó sus ojos y encontró el dolor que sentía que le había infligido a ella. —
Jake, diste un gran avance.
—No‖ sé‖ si‖ lo‖ llamaría‖ un‖ ‚avance‛‖ —dijo, Jake con comillas en el aire.
Apartó su plato y luego se levantó para pasearse por la cocina. Agitado, tiró de su
cabello y le oyó apretar los dientes.
—Bueno, sé que soy nueva en esto y todo, pero, ¿alguna vez dejaste ir algo
antes?
—¿Sabes qué, Sophie? No creo que quiera hablar de ello. —En respuesta a
su tono agudo, sus defensas se levantaron. Ella apretó los labios y controló su
temperamento antes de que se le notara. Jake necesitaba comprensión y alguien
con quien desahogarse, no un argumento duro.
—Jake, si no quieres, entonces no tienes que hacerlo. —Cruzando las manos
sobre la mesa, esperó a que él respondiera. Cuando sólo la miró, preguntó—:
¿Qué?
—¡Estás loca! ¡Me derrumbé allí! ¿Qué clase de hombre hace eso? Te
ataqué…
—Ni siquiera vayas allí —dijo ella, golpeando sus manos sobre la mesa y
saltando a sus pies.
—Te hice daño —le gritó.
—¡Tu hermano me dijo que no fuera a tu casa y yo no escuché!¡Lo que pasó
es mi responsabilidad, y no puedes soportarlo!
—¿Qué? Estás loca.
—¿Y qué? —dijo con voz calmada—. Estoy loca por ti.
—¿Cómo puede ser? ¡Soy un desastre! La mayor parte del tiempo me
pregunto a quién voy a hacerle daño o defraudar después. No pude mantener a mi
equipo a salvo, por el‖amor‖de‖Dios…‖¿Cómo‖diablos‖voy‖a‖protegerte?
130
—¿Por qué crees que no mereces ser feliz? —Sus hombros cayeron, pero ella
empujó de todos modos, con la esperanza de que llegaría a un acuerdo con lo que
pasó—. No fue tu culpa. La guerra no es justa, Jake. Todos ustedes conocían los
riesgos cuando se unieron. Igual las tropas con las que estaban.
Jake se volvió de espaldas a ella. —Mi mejor amigo tenía su cuerpo
desgarrado por la mitad. Nunca lo había recordado hasta esta mañana. Al menos
antes, no lo podía imaginar en mi mente. Ahora está ahí.
El corazón le dolía por el militar que era y el soldado herido en que se
convirtió. Tomó el riesgo y fue hacia él, esperando que la dejara sostenerlo.
Apoyando la cabeza en su espalda, comenzó a acariciar sus brazos.
—Quiero ayudar. Es un honor que confíes en mí lo suficiente como para
dejarme entrar. Es lo que has hecho, Jake. Y lo que va a hacerte mejor, más fuerte.
—Sólo quiero que las cosas sean de la manera que solían ser. Era perfecto...
yo‖estaba…
—Jake,‖la‖perfección‖es‖una‖ilusión…‖una‖mentira.‖La‖verdadera perfección
está en conocer tus límites y ser capaz de vivir dentro de ellos.
Jake se burló.
—¿Puedes hacer eso?
—Estoy aprendiendo. No es tan malo. —Le dio la vuelta y empujó un
cabello suelto de su rostro—. Necesitas un corte de pelo.
—Empecé a ir de nuevo a terapia de grupo. Creo que estoy listo para
unirme al mundo otra vez.
Ella le dio un beso en los labios, mientras la alegría de su admisión hinchó
su corazón.
—Estoy tan contenta. Hemos estado esperando por ti.
—Creo que podía confiar en ti con mi vida, Sophie. Pero, ¿puedes aceptar
que eso es lo que yo solía tomar de otras personas?
Ella respondió—: Sí. —Sin dudarlo, y él la tomó en sus brazos.

131
Traducido SOS por Val3 &Lipi-Lipi
Corregido por Andrea95

―Soy‖ Jake,‖ y‖ hoy‖ voy‖ a‖ trabajar‖ en‖ descubrirme.‖ ―Miró‖ alrededor‖ de‖ la‖
habitación y vio al Doc Murphy mirando al techo como lo hacía usualmente. Se
preguntó qué podía hacer para hacer mejor el día del chico, pero no podía salir con
cualquier cosa que no sonara como mierda. Tenía que tomarse un día a la vez.
Todos aquí entendían por lo que pasaba. Todo parecía tan menospreciado, porque
en realidad, ¿cómo podía una persona entender los demonios personales de otra
persona? Cuando venía a lo militar, todos ellos hacían algo diferente, y todos lo
trataban lo mejor que podían. Jake finalmente decidió no decir nada.
―Soy‖ Murphy.‖ Hoy‖ voy‖ a‖ trabajar‖ en‖ quitar‖ a‖ todos‖ de‖ mi‖ espalda.‖ ―Se‖
encontró con la mirada de Jake.
―Buena‖suerte‖con‖eso ―le dijo Jake. Todos se rieron un poco. Incluso Doc
sonrió.
132
La siguiente hora pasó con lágrimas, gritos, y preguntas. Algunas personas
podían entender a otras, y otras no podían. Los sentimientos perdidos y sombríos
que Jake experimentó en las semanas anteriores lentamente le dieron la esperanza
y realización de que había aprendido a vivir el momento. La euforia hizo camino
hacia la sonrisa en sus labios.
―Jake,‖¿cómo‖te‖est{s‖sintiendo‖hoy?‖―Se‖empujó fuera de sus divagantes
pensamientos y se centró en la líder del equipo, Charlotte.
―Estoy‖bien.
―¿De‖veras?‖No‖has‖dicho‖mucho‖en‖el‖día‖de‖hoy.‖―Miró‖hacia‖él‖con‖una‖
mezcla de preocupación y lástima. Jake realmente odiaba esa expresión.
―Estoy‖bien. Sólo preguntándome a donde voy a ir después de aquí.
―¿A‖dónde‖quieres‖ir?
―Si‖ lo‖ supiera,‖ probablemente‖ no‖ me‖ lo‖ estuviera‖ preguntando.‖ ―Su‖
respuesta fue corta, un poco ácida y‖ se‖ arrepintió‖ tan‖ pronto‖ como‖ lo‖ dijo―.‖ Lo‖
siento.
―Muy‖ frustrante,‖ ¿no es así? Muchos de nosotros nos hacemos esa
pregunta en la que incluso no hemos pensado en lo que tenemos. Jake, ¿en dónde
quieres estar dentro en mes?
Le dio una pequeña risa.
―No‖lo sé. He estado pensado en ir de compras.
―¿Tú‖vas‖de‖compras?
Doc le dio una afable palmada en el pecho.
―¿De‖ compras?‖ Demonios,‖ ¡mis comestibles los entregan!‖ ―Hubieron‖
murmullos de estar de acuerdo y unas cuantas risas.
—Deberías tratar con Gran Y los martes‖ en‖ la‖ mañana,‖ Doc‖ ―informó‖
Jake―.‖Apenas‖hay‖alguien‖allí.
―Tal‖vez‖la‖próxima‖semana.
―¿De‖veras?‖―dijo‖Charlotte‖a‖Doc.
―Oh, Dios. Ahora está tratando de juntarnos, Sanders. Lo siento, dos
hombres en la tienda parece gay. Ahora, no tengo problemas con ese estilo de vida,
pero realmente me gustaría levantar chicas, no darles señales confusas.
―Todo‖lo‖bueno‖en‖mi‖final‖―anunció‖Jake.
―Correcto.‖Has‖estado‖saliendo‖con‖una‖mujer.‖¿Cómo‖ha‖ido‖eso,‖Jake?
133
Jake se giró hacia la líder.
―Bien.
―¿Sólo bien?
―Estoy‖pensando‖en‖tener‖un‖gato.
―¿De‖veras?‖¿Por‖qué?
―Bueno,‖ tengo‖ problemas‖ de‖ confianza,‖ y‖ creo‖ que‖ si‖ empiezo‖ con‖ algo‖
pequeño, eventualmente trabajaré en este temor.
―Suena‖razonable.‖¿Qué‖piensa‖tu‖novia?‖―Ante‖el‖silencio‖de‖Jake‖toda‖la‖
habitación‖ lo‖ miró‖ por‖ una‖ respuesta―.‖ ¿Le‖ has‖ hablado‖ sobre‖ los‖ problemas‖ de‖
confianza? ¿La razones de tenerlos?
―¿Por‖qué‖cualquiera‖de‖nosotros‖los‖tiene?
―Pero,‖¿cuáles son tus razones?
Jake cambió de posición en la silla. ¿Cómo fue que esta conversación se
dirigió hacia él? ¿No desvió la atención de él muy bien durante las pasadas
semanas?
―Simplemente‖que‖no‖creo‖que‖confíe‖en‖mí mismo, así que, ¿cómo pueden
otros confiar en mí?
―Esa‖es una‖buena‖pregunta.‖¿Le‖importaría‖a‖alguien‖responderla?‖―Sus‖
ojos escanearon‖el‖grupo―.‖¿No?‖Jake,‖¿quién eres?
Sus ojos pasearon por la habitación y descansaron en Doc, quien
simplemente se encogió de hombros.
―Soy‖el‖Sargento‖de Artillería Jacob Sanders de la Infantería de Marina.
―Sí,‖pero, ¿quién eres tú?
Sacudiendo su cabeza le dijo—: No entiendo.
―Antes‖ de‖ que‖ podamos‖ dar‖ una‖ parte‖ de‖ nosotros,‖ necesitamos‖ conocer‖
esa parte para dar y confiar en que va a ser cuidada. Ahora, no estoy diciendo que
empezar una relación está mal. Pero si te cuestionas, asegúrate de pasar más
tiempo‖ en‖ concentrarte‖ en‖ ti,‖ y‖ no‖ en‖ la‖ relación.‖ ―Charlotte‖ miró‖ al‖ grupo‖ para‖
incluirlos―.‖Éste‖es‖el‖momento‖para‖ser‖egoísta.‖Necesitas‖trabajar en ti, antes de
ser‖ un‖ ‘’nosotros’’.‖ Algunos‖ de‖ ustedes‖ tienen‖ cónyuges‖ y‖ sienten‖ la‖ presión‖ de‖
hacer todo bien. Eso no va a pasar durante la noche. Y ciertamente no va a pasar si
te distraes de mejorar. ¿Jake? 134

Le dio un bajo quejido cuando ella lo volvió a escoger. El último lugar en el


que quería estar era ser el centro de atención.
―¿Qué‖est{s‖haciendo‖hoy‖por‖ti?
Miró a su alrededor y su mente fue a un millón de direcciones diferentes.
―Ya sabes, no me he perdido ningún momento últimamente. He sido capaz
de controlar mi temperamento e ir a la tienda de compras en otras mañanas
además de los martes. La mujer que he estado viendo esdivertida, lista y hermosa.
Aun así es injusto porque siempre estoy apartando una parte de mí de ella.
―¿Qué‖parte,‖Jake?
Jake se encogió de hombros.
―Ese‖es el‖problema…‖no‖estoy‖seguro.‖No‖me‖conozco‖lo‖suficiente.‖―La‖
realización dejó un peso sofocante en sus hombros. Sospechaba que no se
encontraba listo para jugar a la casita aun. Pero había algo sobre Sophie que lo
hacía querer saber quién era ella. ¿Qué le hacía sonreír, reír, llorar? En la noche,
¿leía para dormir, o simplemente se dejaba llevar cuando la urgencia venía?
¿Cuántas veces tomó baños de burbujas en su lujosa tina? ¿Quemaba todo lo que
cocinaba, o exageraba por eso? Pero averiguar esas cosas no era el por qué se
hallaba allí. El grupo se trataba de redescubrir cosas sobre ti misto. Tu color
favorito.‖Lo‖que‖te‖hacía‖sonreír,‖reír,‖llorar―.‖Sophie‖y‖yo‖realmente‖acabamos‖de‖
empezar‖a‖salir.‖Me‖preocupo‖por‖ella.‖―Jake‖se‖quedó‖en‖silencio‖por‖ un‖rato―.‖
¿Es mucho pedirle que espere?
―¿Esperar‖a‖qué,‖Jake?
―A‖que‖esté listo.
Doc gruñó.
―Si‖ quieres‖ encontrar‖ a‖ una‖ mujer‖ que‖ espere‖ a‖ que‖ dejes‖ de‖ estar‖ loco,‖
ponla en espera. Dios sabe que mi esposa no era apta para el trabajo.
La consejera miró a sus pacientes.
―Ninguno‖de‖ustedes‖est{‖loco.‖Y‖pedirle‖a‖la‖persona‖que‖te‖importa‖que‖
entienda que necesitas más tiempo no es pedir demasiado. Debes pensar en tus
necesidades y tomar las decisiones correctas para ti. No te preocupes por lo que
otras personas piensen o cómo reaccionas a tus acciones. Eres responsable de tus
decisiones y pensamientos. No de los de alguien más.
―Una‖ vez‖ fui‖ responsable‖ por‖ los‖ de‖otras‖ personas,‖ y‖ ellos‖ murieron.‖ No‖
puedo volver a eso. No quiero la presión de tener a alguien que cuente conmigo 135

otra‖vez.‖―Jake‖miró‖sus‖manos. Cuando otra mano cubrió la suya, se sorprendió


al ver que Doc le ofrecía su apoyo.‖ Jake‖ asintió‖ para‖ mostrar‖ su‖ apreciación…‖
parecía la única cosa que Doc podía hacer sin acercarse mucho a otra persona. Un
gran avance para el doctor quién casi tomó a su propia esposa.
―Aprender‖quién‖eres‖va‖a‖venir‖con‖el‖tiempo.‖Jake, ¿qué vas a hacer por ti
hoy?
Una hora después, Jake caminó hacia su camión mientras un pequeño copo
cayó del cielo. La nieve cubrió todo con su gracia angelical y limpió la suciedad del
sucio mundo a su alrededor. La tristeza cubría la esperanza que lo había cubierto
más temprano. ¿Cuál era su manera favorita de dormir? ¿Cómo le gustaba su filete
cocinado? Sophie me hizo uno, una vez, y me volví loco al no saber.
Ella siempre hablaba de niños. Como de lindo era uno que vio mientras
andaba de compras. Cómo el niño de su prima empezó a caminar. No existía duda
en la mente de Jake sobre eso; Sophie los quería. Pero, ¿él lo hacía? ¿Podría manejar
las responsabilidades con ellos?
Mirando hacia su camión, Jake miró el frente del parabrisas. La vida seguía
con o sin él. Y se sentía cansado de perdérsela. Quería ser parte del mundo que
traía alegría y felicidad al corazón de uno. Lo necesitaba de la peor manera, y
ahora‖sabía‖cómo‖conseguirla…‖al‖cuidar‖de‖sí‖mismo.‖Una‖respuesta‖tan‖simple,‖y‖
aun así, era algo que necesitaba forzarse a hacer.
Un halcón se posó en la rama de un árbol frente a él. El pájaro miró
directamente hacia los ojos de Jake y dejó salir un chillido, como si dijera, ¿y bien?
¿Qué estas esperando?
―Nada‖ ―dijo‖ Jake‖ hacia‖ el‖ vacío‖ asiento‖ del‖ camión.‖ El‖ parabrisas‖
moviéndose de atrás hacia adelante, quitando la nieve que obstruía su visión.
Luego el nuevo amigo de Jake cayó hacia adelante en un suave deslizamiento y se
alejó volando. Jake quería ser así de libre. Para saber hacia dónde ir y tener
confianza en sí mismo―. Hoy voy a empezar a saber quién soy realmente. Eso es
lo que voy a hacer por mí.
Más determinado que nunca, Jake puso su camión en reversa. Quería a
Sophie en su vida, pero ahora mismo necesitaba encontrar su camino en una
existencia en la que pudiera vivir libremente. Esperaba que ella estuviera alrededor
hasta que floreciera, mientras la negra duda se filtraba en su corazón. Su decisión
amenazaba con empujarlo hacia un pozo de depresión. Pero en lugar de dejarla,
Jake se sorprendió y encontró anticipación. Solamente deseaba que Sophie pudiera
mostrar la misma compasión que le mostró la primera vez que se conocieron, 136
porque romper su corazón sería necesario para llegar a su meta.

***

―Querida,‖realmente‖pienso‖que‖deberías‖venir.
―Mam{,‖no‖quiero.‖―Sophie‖se paseó por su oficina con el inalámbrico en
su oreja. Algunas veces su madre era más que cabeza dura; algunas veces era un
pitbull total.
―Necesitas‖ parar‖ estas‖ maneras‖ de‖ auto-destrucción que has tomado. Tu
padre y yo no estamos aquí para recoger las piezas de tu vida.
―No‖te‖pedí‖que‖lo‖hicieras.
―No,‖no‖lo‖hiciste.‖Pero‖eso‖es‖lo‖que‖los‖padres‖hacen.
―Un‖padre quiere el bien para su hijo. Algo que ustedes dos parecen haber
olvidado cuando se trata de Bruce.
―Esto‖no‖se‖trata‖de‖Bruce.‖Te‖has‖hecho‖la‖idea‖de‖que‖se‖trata‖de‖él,‖como‖
todos sabemos, no hay vuelta atrás una vez que pasa.
―¿Qué‖quieres‖de‖mí,‖mam{?
―Quiero‖que‖mi‖pequeña‖niña‖sea‖feliz.
Sophie dio unos golpecitos con el pie en el piso de baldosas de su oficina.
―Así‖que,‖¿se dan cuenta la bolsa de baba que es Bruce?
―¿Por‖qué‖tienes‖que‖usar‖ese‖lenguaje?‖―Sophie‖escuchó‖a‖su‖madre‖dar‖
un resoplido―.‖Queremos‖pasar‖la‖noche‖con nuestra hija. ¿Es mucho pedir?
Su madre sonó excesivamente sincera, Sophie sabía que había algo que
Antoinette no le decía. Podía sentir la trampa siendo puesta, y tenía que ser
cuidadosa.
―¿Jake‖puede‖venir?‖―Ante‖la vacilación de su madre, Sophie supo que su
suposición era correcta.
―Querida,‖ él‖ puede‖ venir‖ en‖ otro‖ momento.‖ Realmente‖ quería‖ que‖
fuéramos nosotros.
Allí se encontraba: El alto tono ligero en la voz de su madre cuando no
mentía o decía la verdad. 137

―¿Quién‖es‖‘’nosotros’’?
―No‖ te‖ enojes,‖ pero‖tu‖ padre‖ y‖ yo‖tenemos‖ un‖ amigo,‖ y‖ su‖ hijo‖ est{‖ en‖ la‖
ciudad.
Sophie le dio un sonido impaciente.
―¡Tienes‖que‖estar‖bromeando!
―Él‖est{‖en‖la‖ciudad‖sólo‖para‖las‖fiestas,‖y…
―No‖voy‖a‖ir.‖―La‖rabia‖llenó‖a‖Sophie,‖pero trató de ser razonable.
—Sophie, por favor, piensa en esto. Ya le dijimos que ibas a venir. No
podemos volver atrás en nuestra palabra.
Sophie gruñó.
—Entonces ustedes no debieron haberla dado.
Antoinette se quedó en silencio por un momento.
—Esto significaría mucho para tu padre y para mí. Sabes cómo tu padre ha
estado deprimido desde que perdió todo ese dinero en la bolsa.
—¿Y esta es una manera para él de hacer nuevas conexiones para ayudar a
compensar la pérdida? —La voz de Sophie se convirtió en tranquila, incluso para
su propia comodidad, una señal segura de que su genio se hallaba a punto de
alcanzar una epopeya alta. A pesar de que le molestaba que durante el accidente
de su padre perdiera dinero en numerosas inversiones, sus padres no habían
perdido todo. Muy poco, de hecho, cuando uno miraba toda la herencia de sus
padres.
—Tenemos que unirnos como una familia. Tu padre y yo siempre hemos
estado allí para ti.
El temperamento de Sophie hervía mientras trataba de recordar si sus
padres alguna vez la apoyaron en lugar de empujarla a hacer su propia voluntad.
La triste realidad era que no podía. Con su voz bajo control, Sophie comenzó—: No
puedo ser parte de esto. Lo siento. No estaré atada a tu mundo de nuevo. No estoy
en este mundo para ayudar a proteger los bonos con tus amigos, políticos o de otra
índole. Tú y papá sólo van a tener que encontrar otra manera.
—¡Después de todo lo que hemos hecho por ti!
—Mamá. —Sophie perdió la paciencia, pero se negó a ser empujada en una
pelea a gritos—. Como padres es su trabajo hacer precisamente eso. No me hagas
138
tu títere para ganancia de ricos.
—Vas a venir y es imposible evitarlo. Estarás lista este sábado a las cuatro
de la tarde. La limusina te recogerá. Quiero que te pongas el vestido azul profundo
con el corte bajo en la espalda, y por amor de Dios, ve a la estilista. No toleraré ese
terrible color rubio. ¿Me oyes, señorita?
—¡Mamá, no voy, y eso es definitivo! —Sophie apretó el botón de finalizar
en su celular. Habría dado cualquier cosa por ver el rostro de su madre cuando la
llamada se desconectara en su oído. La mujer era insufrible. Ella no sabía cuándo
cruzaba la línea, y se preguntó si aún le importaba.
Sophie quería golpear algo, cualquier cosa. Su día no iba tan bien como ella
lo predijo. La mañana comenzó asoleada y caliente para el clima a finales de otoño.
Entonces, en el momento en que tenía que ir a trabajar, se nubló, llegó el frío y
empezó a nevar como si el fin del mundo se acercara. Su limpiaparabrisas trasero
se rompió, dejando su vista obstaculizada y peligrosa. Entonces patinó en su
aparcamiento de trabajo y casi golpeó el camión de Dave.
Sophie tiró las manos por su cabello ahora rojo. El cambio de color parecía
una buena idea. Fue una morena toda su vida, y decidió probar todos los colores
hasta que encontró algo que le gustó. Dave comentó que coincidía con su
personalidad. ¿Qué demonios se supone que significaba eso? Se envolvió más
apretada en su abrigo de lana. Algo le había sucedido al calor en su oficina,
dejándolo tan frío, que juró que podía ver su aliento. El reparador estúpido se
retrasó debido al mal tiempo, porque al parecer, mucha gente se sentía helada de
repente.
Moviendo sus dedos de los pies para asegurarse de no tenerlos congelados,
Sophie miró a su ordenador más duro de lo que necesitaba. De alguna manera hoy
los números no funcionaban a la derecha con las cifras del año pasado, que iban a
ser un problema de Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo a la vuelta de la
esquina.
—¿Por qué demonios ponen todas las vacaciones al final del año?
—Porque todo el mundo te hace miserable —le contestó Dave.
—Y eso es exactamente lo que siento. ¿Qué pasa, Dave? —Se frotó las manos
y sopló sobre ellas en busca de calor.
—¿Por qué no mueves algunas cosas al frente, así no te encuentras
congelada como una paleta? Vamos, te ayudaré.
—Debería simplemente irme a casa. Hoy me siento un poco inútil. 139

—¿Por qué? —Se sentó en el borde de su escritorio—. Eres algo,‖pero…


—Nada parece ir bien. No sé lo que pasó esta tarde para tenerlo todo como
locos. Además, acabo de colgarle a mi madre. —Lo miró con ojos tristes.
—No es una cosa divertida de hacer, Sophie.
—Lo sé. Pero ella seguía tratando de hacerme ir a cenar con ellos y algún
amigo que tiene un hijo. Quiero decir, ¿realmente? ¿Qué pasa con ella? —Después
de golpear el puño sobre la mesa, se levantó y empezó a recoger unos papeles—.
¿Vas a ayudarme a mover esta mierda? ¿O sentarte allí y ver?
Él se echó a reír.
—¡Oh!, te ayudaré. Pero si mantienes esa actitud conmigo, estoy desecho,
con las catorce pulgadas de nieve que estamos recibiendo.
—¡Catorce!
—Deberías ver el clima con mayor frecuencia. El día fue a tormenta de
nieve. —Agarró un montón de papeles y la dejó mirándolo.
—¡Dave! ¡Por favor, dime que estás bromeando! —gritó Sophie, saliendo de
su oficina. Se sacudió al ver a una morena de aspecto familiar, de cabello corto con
mechas rubias hablando con él. Ella era la mujer misteriosa de la fiesta de
Halloween. Viendo la cara de disgusto de Dave, llegó a la conclusión que era la ex
de Jake.
Sin pensar las consecuencias, se acercó a ellos. Después de colocar la
cantidad de archivos en una mesa, se volvió a Dave, que se veía incómodo entre las
dos mujeres.
—¿Quién es tu amiga, Dave?
—Ummm...
—Soy Shawna. —La mujer le extendió la mano. Sophie la miró con una ceja
levantada.
—¿En serio? ¿Quieres que sacuda eso? Tú eres la ex de Jake, ¿no es así? —La
descripción que Dave le diomurió en una morena de mala calidad, sin sentido de
la moda y muchos piercings. Y, en este momento, se veía muy confundida. Bueno,
Sophie, deberías aclarar esto.
—Sí, pero no veo que tiene de…
—No, no lo haría —interrumpió Sophie—. ¿Estás aquí buscando a Jake?
—¿No es su negocio? —se burló Shawna.
140
—Escuchen, chicas —comenzó Dave—. No creo que este sea el momento
—Oh, pero, Dave, yo sí. El lugar está vacío y ahora entiendo por qué mi día
ha ido tan mal. Me ha estado preparando para esto. —Sophie dio un paso hacia
Shawna, sus ojos se agrandaron. Sus rostros se hallaban a pocos centímetros de
distancia el uno del otro cuando Sophie comenzó—. ¿Qué demonios crees que
estás haciendo? No perteneces aquí y nadie te quiere aquí. Eres hedor de basura
blanca apestando el lugar.
La boca de Shawna se abrió.
—¿Qué? ¿Quién coño te crees que eres? Dave, ¿quién es esta persona?
Dave levantó las manos y dio un paso atrás.Sophie le sonrió a él.
—Eres un hombre inteligente. —Volvió su atención de nuevo a Shawna—.
¡Fuera de nuestro restaurante! —dijo entre dientes.
Shawna se cruzó de brazos.
—No. No sé cuál es tu problema, pero no he hecho nada para merecer esto.
¿Dave, por favor, podrías deshacerte de esta persona?
Sophie lo oyó reír y la hizo sonreír.
—Soy la novia de Jake y no aprecio que husmees al alrededor. Él no te
quiere, y si no consigues sacar tu culo fuera de aquí, te voy a sacar yo misma.
—Me gustaría verte intentarlo.
Sophie saltó como un animal hambriento sobre la presa indefensa. Agarró el
cabello de Shawna y tiró de ella hacia la puerta. Shawna gritó de dolor, y luego se
balanceó. Sophie cogió el puño en la mandíbula y la soltó. Lo siguiente que supo,
las dos rodaban en el suelo. Puños y rodillas golpearon la superficie con sus
cuerpos. Sophie podía saborear la sangre de su labio partido, pero dio un buen
golpe en el estómago de Shawna, se puso de pie sobre ella.
—¡Fuera! —Sophie arrastró a Shawna a sus pies y luego la lanzó hacia la
puerta, y aterrizó a los pies de Jake.
—¿Qué…?‖—Jake miró a su ex y luego a Sophie, que se hallaba de pie con la
barbilla firme en el aire.
—Le dije que no era bienvenida aquí y se negó a salir.
—¡Jake! Ella me atacó.
Jake miró a Shawna, luego pasó por encima de ella hacia Sophie.
—Tu labio está sangrando. —Lo limpió con la manga de su chaqueta.
—¿Hola? Podría demandar su culo por esto. 141

Con un gruñido, Jake se dio la vuelta.


—Shawna, sabes que no eres bienvenida aquí. ¿Qué demonios quieres
ahora?
—Te amo, Jake —le dijo Shawna suplicando con la mirada mientras se
doblaba sobre sus rodillas—. Ella no es la mujer para ti. Yo estaba ciega. Por favor,
llévame de vuelta. Estoy tan avergonzada. Eres la mejor cosa que me ha pasado.
—Tus mentiras no van a funcionar, Shawna. No te encontrabas allí cuando
me dispararon, cuando mi amigo murió. Sólo empeoraste todo. ¿Por qué demonios
crees que te llevaría de vuelta o escucharía tus excusas torpes, egoístas y disculpas
ahora?
—Porque te quiero. Nunca dejé de amarte. —Las lágrimas corrían por su
cara, y Sophie se burló de ella—. ¡Mírala, Jake! Ella es mala. No hice nada para
comenzar esta lucha. Ella se acercó y comenzó a balancearse. ¡No merezco esto! Por
favor, dame otra oportunidad.
Jake puso su brazo alrededor de Sophie y empezó a dirigirla de nuevo en el
edificio.
—Camina, esto es lo que hiciste. Vuelve con tu amante, Shawna. No tengo
nada para ti. No hay sentimientos en absoluto. Ni siquiera disgusto. Es sólo que no
me importas.
—Te aburrirás. ¡Y entonces vendrás corriendo de nuevo a mí!
—Lo dudo —le dijo Sophie—. No soy un pescado frío. —Le sacó la lengua y
se echó a reír cuando Dave paró a Shawna de atacarla. Shawna, muy humillada, se
sostuvo y corrió a su auto.
—Jesús, Sophie. —Jake la llevo detrás de la barra y cogió un trapo para
limpiar la sangre en la cara y las manos—. ¿Qué demonios pensabas?
Sin entender por qué, una lágrima se derramó por su mejilla.
—Ella te lastimó tanto, Jake. Sólo quería golpearle la cara.
—Bueno, diría que hiciste un buen trabajo. Tendremos suerte si no te
arrestan por agresión.
—Estás enojado conmigo. —Ella bajó la mirada hacia sus manos unidas.
—En realidad, estoy un poco excitado. Pero ese es el lado perverso de mi
mente. El otro lado te está gritando y no entiende lo que pensabas.
—No pensaba. 142

—¡No me digas!
Sus labios temblaron, cuando ella levantó la vista y lo vio sonriéndole.
—Iba a patear su culo a la calle, pero alguien me interrumpió.
—Y yo iba a dejarla —dijo Dave—. Le dije a Shawna, una vez más, que no
volviera. Dijo que iba a llamar a la policía. Le recordé que le dije en repetidas
ocasiones que tenía prohibido entrar a este establecimiento y ella se encargó de
venir aquí y sufrir las consecuencias. Si quiere llamar a la policía, adelante. Pero va
a estar en el lado perdedor. —Dave se sentó en un taburete y miró alrededor de la
barra vacía—. Creo que hay que cerrar debido a las condiciones meteorológicas.
Jake, ¿por qué no llevas a Sophie a casa, o algo así? Ha tenido un día de mierda.
—Acabo de llegar aquí.
—No te quejes, Jake. No fuiste el que sintió el miedo en su mente cuando
Shawna entró. Sabía Sophie iba a matarla y que tendría que ayudar a enterrar el
cuerpo. Felizmente, por supuesto.
Mirando completamente divertido, Jake le dijo a su hermano—: Mientras no
tenga que ayudar. He perdido bastante tiempo en ella. —Le dio un suave beso a
Sophie—. Ve a buscar tu chaqueta, pateadora. Vamos a mi casa. Está más cerca.

143
Traducido por Kariza & Val3
Corregido por Andrea95

Con sus ojos cerrados Jake tomó una respiración. No se sentía feliz.
—Sigo sin poder creer que hiciste eso.
—Yo tampoco. Lo juro. Nunca he sido una persona violenta. Es sólo
recientemente. —Ella se recargó en su espalda y comenzó a besar su pecho
desnudo—. Me gusta esto. —Su mano serpenteo debajo de la sabana para tocarlo.
—Sophie. Me tienes exhausto. Necesito combustible. —Se levantó de la
cama rápidamente y se puso sus pantalones de nuevo. Antes de dejar la habitación
volteó y miró a la mujer estirándose desnuda a través de su cama. Su cabello rojo
llamativo esparcido sobre su almohada. Imposible resistirse a ella. Jake cruzó la
habitación y recargó su cuerpo sobre el de ella—. Luces muy feliz.
—Umm. Lo estoy. —Perezosamente acarició con su mano el cabello de él 144

mientras Jack la estudiaba—. ¿Qué estás pensando, Jake? Tienes esa arruga entre
tus cejas.
—Estoy viendo tu cara magullada. —Realmente no había estado mirando el
negro y azul viniendo de la superficie bajo su ojo. No, su corazón estuvo
intentando revisar sus planes futuros, los planes futuros de ellos, buscando en su
alma por sentimientos desagradables por su condición. A ver si la inquebrantable
confianza que ella mostró empezaba a menguar. Confianza, de verdad necesitaba
aprender cómo hacerlo de nuevo. Pero era malditamente difícil, y él no podía
explicar por qué esa lucha le molestaba.
—No me lo recuerdes. ¿Puedes imaginar lo que mi madre va a decir? ¡Aggh!
—¿Por qué la atacaste?
Los ojos de Sophie miraron agudamente a los de él.
—Porque se lo merecía. No te voy a dejar ir sin una pelea, Jake.
Acostúmbrate.
Sintió su mente dar un doloroso paso hacia atrás.
—¿Disculpa?
—Me escuchaste. —Bromeo con un pellizco en su oreja.
Él intentó empujarla lejos para ponerse en una posición más segura pero ella
lo descubrió y lo atrapó con sus piernas.
—Déjame ir, Sophie.
—No lo creo. ¿Cuál es el problema, Sanders?
Ella bromeaba y él hablabaen serio. ¿Por qué no podía ver que él realmente
tenía un problema con lo que pasó?
—Quiero saber por qué trataste de aplastar su cara.
—Te lo acabo de decir. —Rió y agarró su trasero.
—No, me diste una línea de mierda. —En vano intentó, una vez más, bajarse
de ella.
—Primero que todo —dijo ella con una determinación que hacía juego con
su humor—. No irás a ningún lado. Segundo, esa no fue una línea de mierda. Tenía
justificación de hacerle eso a ella.
—Podría liberarme de ti si realmente quisiera. Ahora, déjame levantarme. —
El desafío salió antes de que se diera cuenta. Conociendo a Sophie era de saber que
no se retractaría de nada.
145
Ella levantó su barbilla.
—Inténtalo.
Él agarró sus piernas e intento desenvolverlas. Cuando ya casi sucedía, ella
las‖envolvió‖a‖su‖alrededor‖como‖una‖boa‖constrictora…mientras‖ él más peleaba,
más terreno perdía.
—¿¡Que infiernos!? Sophie, sal jodidamente de mí. —Jake intentó sofocar la
risa que salía de él.
—No.
Se las arregló para deslizarse a su alrededor así se hallaban cara a cara.
—¿Cuál es tu jodido problema?
—Esa no fue una línea de mierda, Jake. —Resopló con su labio superior en
un puchero.
—Sí, lo fue. Lo veo en tus ojos. ¿Por qué la atacaste? ¿Te dijo algo? —Sophie
soltó sus piernas de su alrededor, dejando a Jake pensar que había ganado esta
pequeña batalla. Sonrió ante la idea, pero luego vio su rostro sombrío—. Ella dijo
algo.
—No, no lo hizo.
Él observó sus movimientos entrecortados mientras ella se vestía y se
preguntaba cuál era su problema. ¿Por qué no sólo se lo decía? No necesitaba ser
protegido de Shawna. Él se encontraba por sobre eso y se en…detuvo‖ el‖
pensamiento antes de que su mente pudiera completarlo. No podía estar
enamorado de ella,¿verdad?
—Jake, te lo prometo, no dijo nada. Sólo me preocupo tanto por ti que verla
me llenó de cólera. Lo siento.
Oh, Dios,se hallaba enamorado de ella. Tenía que detener esto antes de que
llegara más lejos, antes de que le causara más daño. Jake cerró sus ojos así no podía
ver el dolor que le iba a infligir.
—No puedo hacer esto, Sophie.
—Sí, si puedes. Sólo que no lo sabes aun. Voy a conseguir algo de helado.
¿Quieres un poco?
—De esta manera, es demasiada presión. —Sus palabras detuvieron a
Sophie en la puerta de la habitación.
—Eso no es verdad —susurró.
146
—Sí, lo es. Cuando te veo, veo niños y cercas blancas. Un perro corriendo
alrededor del jardín. Sophie, eso no es para mí. Mis estados de ánimos son
impredecibles. Al final, fue una buena cosa lo que paso con Shawna…‖ romper‖
quiero decir. Sé eso ahora. ¿Puedes imaginar lo que se siente no saber si vas a
lastimar a alguien que amas en cualquier momento?
—Estás asustado —susurró ella con incredulidad goteando en cada
palabra—. ¿Aún estás enamorado de ella? Porque si eso es de lo que se trata.
Quiero saberlo.
Por primera vez en su relación, Jack sintió como que poseía todo el control
sobre lo que iba pasar a continuación. Con ese poder su corazón se hundió hasta su
estómago e hizo lo que se dio cuenta que debería haber hecho hace mucho tiempo.
—No, no lo estoy.
—Aja, no tendrías mucho problema conmigo golpeando su cara si no lo
estuvieras. —Su pecho se exhaló visiblemente y Jack luchó para llegar a calmarla.
—No he tenido ningún sentimiento por Shawna desde hace un largo
tiempo. —Jack puso sus manos en el aire tratando de detener su ira.
—¿Entonces por quéla estás usando para terminar con nosotros?
—No quiero casarme, Sophie. No quiero niños ni perros. Me gusta que mi
casa sea silenciosa y tener mi tiempo a solas. —Vio cómo su cabeza se balanceaba
hacia arriba y abajo como en acuerdo con él.
Después camino hacia él y cuando se hallaban cara a cara, Sophie le acusó—
: Eres un terrible mentiroso.
—Es lo que necesitamos. No soy parte de tu mundo de fantasía. —Ella
empujó duro su dedo en el pecho de él, Jake pensó que lo iba a perforar—. Eso no
es mi mundo de fantasía y no te atrevas a usar mi educación como una excusa para
romper sobre nosotros.
—Sophie, soy un desastre.
—Está bien, así que lo primero es que no quieres lo que piensas que yo
quiero. Después, es toda mi infancia y dinero lo que se interpone entre nosotros.
Ahora, es que eres un desastre. ¿Cuál es? Porque estoy realmente confundida y ha
sido un largo día.
—Todo eso —dijo firme, de pie. Ella necesitaba saber que una vida con él no
iba a pasar justo ahora porque necesitaba enfocarse en mejorar. Construyendo una
relación sólo sería una distracción. Ese era sólo el consuelo que se decía: tenía que 147

averiguar qué quería o necesitaba antes de poderse dar él mismo a alguien más.
No sabía por qué no le podía decir eso a ella; pero Sophie, sin darse cuenta, le dio
lo que estuvo buscando al pelear con Shawna. Ahora él lo iba a usar para su
ventaja—. Estoy terminando esto. —Vio cómo el cuerpo de ella se sacudía y Jake
instantáneamente se maldijo por herirla.
—Así que déjame ver si es correcto. Golpeé a tu ex y vas todo caliente y
mojado al respecto. Pero ahora que hemos tenido nuestra ronda en la cama,
¿quieres terminar?
—Sí…no.‖Sí,‖quiero‖terminar.‖No,‖no‖es‖porque‖ya‖hayamos‖tenido‖sexo.
—¿De verdad? —Ella dio un paso atrás e inclinó la cabeza—. Si lo ves desde
mi punto de vista, eso es exactamente lo que es.
La observó caminar hasta la cómoda y tomar un vaso olvidado.
—Sophie… —le advirtió, pero era demasiado tarde. Se estrelló contra el
muro detrás de él y se abalanzó sobre ella para detener que más cosas sean
lanzadas. Ella saltó fuera de su camino y tomó uno de sus zapatos y le golpeó la
cabeza con él.
—Bastardo.
—¡Maldición, Sophie! —Se lanzó por ella de nuevo, sólo para caer duro en el
suelo, cara abajo. Mirando hacia arriba, la vio escurrirse a través de la cama.
Saltando a tiempo para tomar uno de sus tobillos la jaló debajo de él. La
sostuvo con su cuerpo y aseguró sus brazos sobre su cabeza.
—¡Deja de pelar conmigo! Necesitaba terminar. No quiero pero tengo qué.
Sophie apretó los dientes.
—Déjame ir.
Jadeante, Jake bajó la mirada. Sus ojos brillaban con el desafío y la fiereza y
ella se ladeó a un lado para intentar morder su brazo. Era perversa, pero Jake no
pudo negar la gran erección que le había dado. La pasión y amor que mostraba
incluso en la ira rasgaron su resolución a jirones. Él se convirtió en salvaje y la
tomó sin restricciones. Jake no podía controlar la bestia que tenia de repente,
violentamente, la dejo libre. Saqueó el cuerpo de ella por su cuenta, conduciéndose
dentro. Cuando ella gritó su nombre en medio de la pasión, se movió más rápido y
duro. Castigando a ambos con la necesidad que sentían que no podían saciar.
Rodaron de la cama y golpearon el piso en un montón de extremidades y
148
furia desenfrenada. Mientras sus cuerpos se abofetearon con el calor que los
empapaba, el dulce aroma del sexo llenó el aire, creando una endorfina natural que
no podían negar. La ira brotó dentro de Jake. Ella tiró sus muros, y mientras que él
se debería haber sentido feliz, la devastación era demasiado dolorosa para las
palabras. Algo se abrió dentro de él mientras sentía que otra parte se cerraba. No
seguro de si ganaba o perdía la batalla, Jake se hundió sobre el borde donde no
existía la razón, sólo la sensación.

***

La mente y cuerpo de Sophie se sentían vencidos mientras que su corazón se


sentía roto por lo que pudieron haber construido y nunca tenido.
―Tuvimos‖sexo‖salvaje‖―dijo‖en‖voz‖alta,‖antes‖de‖que‖se‖pudiera‖detener.
Jake rodó fuera de ella y cubrió sus ojos con su antebrazo.
―Lo‖siento‖mucho.
―Dices‖eso‖muy‖a‖menudo,‖Jake.
―Y lo‖quise‖decir‖de‖esa‖manera…‖todo‖el‖tiempo.
Incómoda con el silencio que creció entre los dos, Sophie se levantó y se
comenzó a vestir. Recogió sus bragas rasgadas y el sostén roto.
―Caramba,‖Jake.‖¿Dejaste‖algo‖para‖vestir?
Le dio una sonrisita.
―Lo‖siento.
―No,‖no‖lo‖haces.
Jake se puso de rodillas en la cama y la empujó hacia él. Cuando él descansó
su cabeza en el pecho de ella, dejó escapar una respiración profunda.
―Tienes razón, no lo siento. Sophie, no quiero que te vayas, pero necesito
solucionar algunas cosas.
―Así‖ que‖ después‖ de‖ todo‖ esto,‖ sigues‖ rompiendo‖ conmigo.‖ ―Caminó‖
alejándose de él, insegura de qué decir.
―Sophie,‖por‖favor.‖―Jake‖tomó‖su‖mano‖antes‖de‖que‖se‖pudiera‖alejar―.‖
Por‖favor…‖mírame.
Cuando lo hizo, todas las emociones la llenaron. Ira, por amar a un hombre 149
que no admitiría que la ama de vuelta. Tristeza, por saber que Jake quizá necesite
más tiempo del que ella se permitía dar. Pero sobre todo, asustada de que cuando
él estuviera listo, tal vez sería demasiado tarde.
―Jake…‖ esto‖ es‖ una‖ mierda.‖ Pero‖ no‖ tengo‖ m{s‖ opción‖ que‖ respetar‖ tu‖
decisión.
―Sophie,‖es‖lo‖mejor.‖―Se‖paró‖frente a ella, temblando visiblemente.
―¿En serio? ¿Para quién? Porque todo lo que veo es siendo miserable sin ti.
―Necesitas‖tiempo.‖Acabas‖de‖romper‖con‖Bruce‖hace‖unos‖meses…
―Espera‖un‖minuto.‖―Sophie‖no‖podía‖creer‖que‖saliera con más patéticas
de las excusas―.‖¿Lo‖vas‖a‖usar‖a‖él ahora como una excusa?
―Por‖favor, escúchame.
―No,‖ya‖he‖escuchado‖suficiente‖de‖tus‖razones.‖Eres‖un‖cobarde, Jake.
―¿Disculpa?
―¡Me‖ escuchaste!‖ Eres‖ un‖ cobarde‖ y‖ estoy‖ cansada‖ de‖ esta‖ conversación.‖
Llévame‖a‖casa.‖―Sorbiendo‖un‖sollozo,‖Sophie‖miró‖a‖su‖alrededor‖buscando ropa
que ponerse.
―Ángel.‖Solo‖nos‖estamos‖conociendo.‖¿Cómo‖ puede funcionar esto?‖―Su‖
voz era suave y paciente, pero no hizo nada para calmar su ira.
―No‖me‖llames‖así.‖¿Qué‖pasó‖entre‖ayer‖y‖hoy?‖¿O‖has‖estado‖pensando‖en‖
una manera de salir?
―Supongo que ha estado a fuego lento por un tiempo. Sophie, no eres tú,
soy yo.
Se rió de él.
―¡Oh…‖ mi…‖ Dios!‖ ¡No acabas de decir eso, imbécil! Me hallaba lista para
pelear contigo, para asegurarme de que supieras cuánto te amaba. ¡Te amo, Jake!
―Sophie,‖necesito aprender a luchar mis propias batallas. No debiste haber
sido tú la que echó a Shawna.
―Cobarde‖ ―murmuró‖ ella‖ bajo‖ su‖ aliento.‖ No‖ se‖ le‖ escapó‖ que‖ él‖ no‖
hubiera reaccionado a su proclamación de amor.
―No‖ soy‖ un‖ cobarde‖―silbó a‖ través‖ de‖ sus‖ dientes―. La verdad es, si lo
hubiera forzado, Shawna no seguiría pensando que todavía hay una oportunidad.
Quiero ser capaz de poner un CD en la repisa y no ser una ruina nerviosa porque
150
no está en el lugar que corresponde. ¿Qué tal ir al centro comercial? No he estado
allí por años. Quiero ir en esta temporada de fiestas. Las paredes de mi casa están
apenas cubiertas…‖ ¿Dónde‖ est{n‖ mis‖ recuerdos felices?‖ La‖ presión‖ de‖ esto…‖
―Hizo‖una‖señal‖entre‖los‖dos―…‖es‖mucho‖para‖mí.
―¿Mucho‖para‖ti? Supongo que no cuento en esta ecuación.
―No‖ digas‖ que‖ no‖ sabes‖ que‖ es‖ verdad.‖ En‖ lo‖ profundo‖ sabes‖ que‖ tengo
razón y‖que‖ambos‖necesitamos‖tiempo,‖y‖quiz{s‖deberías‖salir‖con‖otro…
―¿¡Qué!?‖Quiero‖ir‖a‖casa.
Ambos miraron hacia la ventana y vieron la nieve cubriéndolo todo afuera.
Genial, pensó Sophie, la manera perfecta para terminar el peor día de mi vida.
―Ummm…‖¿Por‖qué‖no‖esperamos…
―Me‖llevas‖a‖casa‖o‖llamo‖un‖taxi.
Jake fue a su vestidor mientras Sophie se quitaba una lágrima de su ojo. Su
mundo se estrelló duro, y sólo quería estar en casa para revolcarse en
autocompasión. Ni siquiera su ruptura con Bruce se sintió así de devastadora.
Jake le pasó una de sus sudaderas.
―Rasgué‖tu‖camiseta.
Le arrebató la ropa ofrecida y evitó mirarle a los ojos. Él no merecía su
entendimiento; sus acciones justificaban el asesinato. Y si él no era cuidadoso ella
daría su sentencia.
―¿Segura‖de‖que‖no‖te‖quieres‖quedar‖para‖la‖cena‖y‖esperar‖a‖que‖el clima
se calme un poco?‖―Estrechó‖sus‖ojos‖a‖él‖con‖una‖mirada‖de‖querer‖matar―.‖Est{‖
bien, déjame limpiar el auto.

***

El lento camino a su casa fue agonizante y silencioso. Con cada movida del
parabrisas Jake contemplaba la idea de decir algo. No podía entender qué hizo
mal. Fueron de reírse y hacer el amor a pelear y romper. ¿Realmente era eso lo que
quería? Jake corrió una mano por su cabello. Odiaba sentirse tan confundido.
―Sophie…
―No.
151
Ella no dijo nada desde que le dijo que la llevara a casa. La tensión entre
ellos era desgarradora.
―Realmente‖ no‖ quiero‖ terminar‖ las‖ cosas‖ así‖ ―le dijo en un intento de
hacer‖que‖hablara―.‖Nos‖veremos‖en‖el‖trabajo‖y…‖―Sophie‖dejó‖salir‖una‖larga‖y‖
agitada‖respiración―.‖Est{‖bien,‖no‖vas‖a‖hablarme,‖voy‖a‖decir‖algo‖que‖necesito‖
decir.
―Guárdatelo.
La miró. Se sentaba en‖la‖esquina‖del‖asiento‖m{s‖cercana‖a‖la‖puerta…‖tan‖
lejos de él como pudiera estar. Cuando miró hacia él sus ojos se llenaron de
lágrimas.
―Lo‖ siento. Nunca quise lastimarte. Sólo estoy tratando de encontrarme a
mí mismo.
―Tienes‖una‖increíble‖manera‖de‖decir la cosa equivocada, así que ¿por qué
no simplemente te callas?
Eso probablemente sería lo mejor, pero Jake no podía hacerlo. No podía
terminar las cosas de esta manera. Necesitaba que ella entendiera su razonamiento.
Quería aclarar las cosas.
―No, Sophie, no lo haré. Me importas mucho. Te dije al principio que no
quería‖estar‖en‖una‖relación‖pero…
―Déjame‖salir.‖―Abrió‖la‖puerta,‖causando‖que‖Jake‖pisara‖el‖freno.‖El‖auto
se deslizó.
―¿Est{s‖loca?‖¡El‖carro‖se encontraba en movimiento!
―Sí, como a cinco kilómetros por hora con esta estúpida tormenta. Adiós,
Jake.
Salió del auto antes de que pudiera agarrarla.
―Maldición.‖―Jake‖salió‖de‖su‖vehículo―.‖¡Sophie, espera!‖―Fue‖corriendo‖
hacia ella, y cuando la tomó ella se dio la vuelta y le golpeó fuertemente en la cara.
―Jake‖ Sanders,‖ eres‖ la‖ persona‖ m{s‖ horrible‖ que‖ jam{s‖ he‖ conocido,‖ y‖ no‖
quiero tan siquiera volver a verte.
―Est{‖bien.‖ Pero,‖no‖ te‖voy‖a‖dejar‖caminar‖ hasta‖la‖casa,‖ incluso‖ si‖est{‖ a‖
unas cuadras. ¡Entra en el auto!
―¡No!
Determinado a hacer lo correcto, Jake la levantó y la puso sobre su hombro. 152

Sus puños le golpearon pero no le importó, porque realmente se lo merecía.


―Vas‖a‖entrar‖en‖el‖auto y así te puedo llevar a casa. Prometo que no voy a
decir nada el resto del camino.
―De‖todas‖formas,‖como‖si‖tus‖palabras‖contaran‖para‖algo.
Sus palabras cortaron más que cualquier bala lo hubiera hecho. Y las
lágrimas corriendo por su cara casi lo derribaron. ¿Qué había hecho? Ella tenía
razón. Era un cobarde y no la merecía.
El resto del corto camino pareció tomar una eternidad. Él mantuvo su
promesa y no dijo nada, a pesar de que realmente quería hacerlo. Cuando
estacionó fuera del edificio, ella salió del auto y desapareció dentro sin mirar atrás.
Le sirvió para bien romper el corazón de un ángel. Jake dio la vuelta al carro
y volvió a las calles engañosas. Al último momento dio vuelta a las ruedas y se
dirigió al León Hambriento. Necesitaba una bebida. Sólo cuando iba llegando, se
dio‖ la‖ vuelta‖ de‖ nuevo.‖ No‖ necesitaba‖ una‖ bebida…‖ necesitaba‖ a‖ su‖ hermano‖
mayor.
Traducido por NnancyC & Apolineah17
Corregido por Paltonika

—Eres un imbécil.
—Soy muy consciente de eso, Dave.
—¿Qué le dijiste?
Jake hizo una mueca. —Que no era ella, que era yo.
—Auch.
—Sí,‖eso‖es‖lo‖que‖se‖sintió,‖también…‖cuando‖me‖dio‖una‖bofetada.‖—Jake
miró a su botella de cerveza—. Me llamó un cobarde.
Dave sonrió, satisfecho. —Entonces, ¿qué vas a hacer ahora? ¿Dejar de
trabajar, ocultarte en tu casa y ahogarte en auto-compasión?
153
—Esto no es gracioso. Estoy seriamente metido en problemas aquí. No sé
qué demonios pensaba. Quiero decir, lo sé, pero sólo no pensé que dolería tanto.
—¿En serio? —Dave terminó de cortar una cebolla y luego la pasó a la olla—
. ¿Te quedas a cenar o buscarás otra misión suicida de auto-destrucción?
Jake miró por la ventana de la cocina donde las condiciones de perdida de
visibilidad le hicieron imposible ver. —Creo que me quedo a pasar la noche.
—De acuerdo, pero si despierto en la mitad de la noche contigo metiéndome
mano, va a haber un problema.
—Ja, ja. Voy a dormir en el sofá.
—Sí, y te he visto caminar sonámbulo.
Jake liberó un aliento cansado. Su corazón dolía y su estómago giraba con
disgusto. Incluso su cabeza martillaba con un constante golpeteo por la cosa idiota
que acababa de hacer. —¿Tienes algún medicamento para el dolor de cabeza?
—En el armario del baño. —Jake comenzó a caminar enfurruñado por el
pasillo cuando escuchó a su hermano gritar—: ¡Pero no va a ayudar con ser un
imbécil!
—¡Gracias! ¡Siempre puedo contar con tu apoyo! —disparó en respuesta.
Agarrando el medicamento y un vaso con agua, Jake se sentó en la tapa del
inodoro y sostuvo la cabeza entre las manos. Hubo un tiempo, cuando Sophie
cuidó de su dolor de cabeza de la misma forma. Era demasiado malo que ahora no
estuviera allí para ayudarlo. Por supuesto, ella era la razón para todo su dolor, y
sin importar lo que cualquiera dijera, hizo lo correcto. Necesitaban espacio y
tiempo‖ con…‖ no‖ podía‖ pensar‖ en‖ nada‖ m{s‖ para‖ hacer‖ su‖ separación‖ tan‖
imperativa. Mierda, estoy tan confundido. ¿Cómo podía ser que ya la extrañara? ¿No
se suponía que fueran a montar en trineo este fin de semana o algo? Jake sacó el
celular de su bolsillo. Había estado tan disgustada. El dolor en sus ojos abrió una
herida en el pecho. Quería saber si ella se encontraba bien, pero sólo estaría
jugando con su corazón si la llamaba.
Dejó caer su cabeza en vergüenza mientras su teléfono golpeaba el suelo.
Nunca habría otra mujer como ella. Cada vez que permanecían juntos se sentía
más vivo. Sólo tenía que mirarla para sentir el mundo alrededor. Las posibilidades
que le dio eran ilimitadas. Quería esa sensación de esperanza que le traía y la
seguridad de amor y entendimiento. La mente de Jake tartamudeó sobre esa
palabra: seguridad. ¿Qué sobre la seguridad de ella? 154

No podía pensar en nada más que hacer, así que regresó el medicamento a
su lugar. Una vela en su caja, esperando pacientemente para ser encendida en la
encimera del lavabo, distrajo a Jake de su agonía. Dave no era un chico de velas, así
que su madre debía haberla dejado durante la última visita. Sacando la tapa, Jake
respiró el aroma a vainilla. Hormigueó en sus fosas nasales mientras le tendía una
emboscada a su mente con un recuerdo de Sophie teniendo una vela como esta en
su baño.
—Soy patético —dijo en voz alta. Huyó de ella, asustado, usando cada
excusa que podría pensar posiblemente. La verdad era que no podía protegerla, y
Sophie merecía un hombre quien lo hiciera y pudiera luchar por ella. La verdad, lo
que ella inculcaba en él era equivocado. No era quien pensaba. Sí, esa confianza
inquebrantable en Jake le ayudaba a mostrar que aún podía tener fe en el mundo
pero, ¿qué bien haría cuando no la tenías en ti mismo?
Jake suspiró bruscamente. Su relación terminó antes de siquiera comenzar.
Nunca la llevó al cine o al teatro para hacer recuerdos que pudieran compartir. En
primavera podrían haber escalado las montañas de Nueva York y presenciado los
árboles comenzando a florecer. Acampar en el bosque, cocinar sobre fuego al aire
libre, el cabello de ella cubierto por un pañuelo; la imagen formó una sonrisa en
sus labios antes de que la realidad de que nunca se volvería verdadero derritió su
sueño. Ahora, ¿dónde se hallaban esos planes? El placer de reír juntos o estar
contentos en un silencio comprensivo, se fueron.
Las lágrimas cayeron por el rostro de Jake. Dolía sentir. También se sentía
raro. Después de años de ser disociado, todavía no sabía qué hacer con todas las
emociones pasando por él. Dolor, ira, desprecio por sí mismo y felicidad.
¿Felicidad? Sí, porque sintió aquellos sentimientos y eran sorprendentemente
buenos. Las emociones importaban lo suficiente para él, ella importaba lo
suficiente para él, la mente de Jake registró el dolor de la pérdida. Supuso que
podría ser considerado desgarrador, pero no se encontraba a punto de celebrar el
sabor agridulce de perder a Sophie y ganar sensaciones.
—Oye. —La sola palabra hizo girar a Jake hacia su hermano—. Jake, va a
estar bien. Confía en mí. —Dave puso un brazo tranquilizador alrededor de su
hermanito.
—Se siente como el infierno, hombre.
—Sí, pensaría que sí.
—Dave, ahora mismo estoy tan enojado porque ella me hizo enamorarme. Y
estoy enojado conmigo mismo por ser un debilucho. —Golpeó ambos puños en la
155
encimera del baño, la vela rodó en el lavabo producto del temblor.
—No rompas mi baño, Jake. Ve abajo y ejercita hasta que tenga la cena lista.
Te sentirás mejor.
—¡No quiero hacer ejercicios! ¡Quiero estar con Sophie! —gritó Jake. Con
una ira cegadora empujó a Dave con las dos manos.
Dave recuperó el equilibrio y le gritó—: ¡Bueno, no puedes tenerla! ¡Se
terminó por ahora y vas a tener que lidiar con ello!
—¡No quiero lidiar con ello! ¡Quiero las cosas como eran antes!
—¿Antes de qué?
—¡Antes de que estuviera todo jodido! —gritó Jake—. Cuando tenía mi
propia mente. Quiero ser normal, ¡maldita sea! ¿Eso es mucho pedir? Porque estoy
pensando que sí. Tener una vida y sentar cabeza con una mujer que amo sin el
equipaje o el miedo de que podría herirla, física o mentalmente. Sophie no está
preparada para lidiar con alguien como yo. No entiende las situaciones de vida o
muerte,‖he‖estado‖en…
—Ni yo tampoco. —Dave pasó una mano temblorosa por su cabello—. Jake,
no sabía qué hacer al comienzo. Pero mamá, papá y yo aprendimos. Sophie
también lo hará, porque te ama.
Jake miró fijamente a su hermano por tanto tiempo que comenzó a
preguntarse si alguna vez pensaba hablar. Ella dijo que lo amaba, pero la había
ignorado. Realmente era un imbécil. —¿Cómo lo sabes?
—¿Que te ama? —Resopló Dave ante su hermano—. Tú lo sabes, yo lo veo.
Demonios, todos lo ven. Date algo de tiempo, Jake. Volverás a ser tú y sabrás qué
necesitas y quieres.
—Quiero a Sophie.
Dave comenzó a contar con sus dedos. —Quieres estar en el presente, sentar
cabeza‖y‖tener‖las‖cosas‖como‖eran‖antes.‖Quieres‖ser…
—…‖normal.‖—Gruñó Jake.
—Quieres un montón de cosas.
Jake fanfarroneó. —¿Y?
—Nadie puede tener todo. Ni siquiera nosotros, entre comillas, las personas
normales. Necesitas calmarte.
Jake tomó un paso agresivo hacia su hermano. La furia y el dolor avivaron
sus palabras. —¿De verdad? ¿Y qué se supone que debería hacer para calmarme? 156
Pareces tener todo resuelto. ¿Sabes qué necesito? Dime, hermano mayor, Señor
Alborotador Reformado, ¿qué necesito hacer para arreglar esta mierda de vida que
tengo? ¿Qué puedo hacer para ser feliz y no este bastardo miserable en que me he
convertido? Me encantaría saber. Por favor, dime. ¿O primero quieres llamar a
mamá y papá? Parece que siempre estás chismeando sobre mí con ellos. Los tres
podrían haber hecho una asamblea y ocurrírseles la siguiente cosa que Jake debería
hacer.
—Eres un imbécil. No vengas aquí a sentir lástima por ti mismo y luego
esperes que tome el abuso que estás lanzando. También tengo una vida, Jake. —
Dave le dio un empujón al pecho de Jake—. Una nueva que he puesto en espera
por ti. ¡Todos lo hicimos, porque eso es lo que la familia hace! Sal de tu puto
agujero de lástima y comienza a valerte por ti mismo. He tenido suficiente de esto.
Te cuidé la espalda, voy a las reuniones, hago tus compras, te doy una increíble
cantidad de flexibilidad en el trabajo. ¡Un negocio del que eres socio, pero
difícilmente pones algo de trabajo ahí! Si quieres toda esta mierda, entonces mejor
aprendes cómo valerte por tu cuenta, porque no seré una de tus muletas, nunca
más.
El pecho de Jake jadeó con furia, como el de su hermano. Sus respiraciones
entraban con cortos jadeos y se exhalaban en largos gruñidos. Había sido un largo
tiempo desde que los dos pelearon. Tal vez demasiado.
—Sal de mi casa, Jake. No me importa si tienes que caminar en esa tormenta
de nieve de afuera. Pero no quiero tu culo desagradecido aquí.
La voz de Dave era mucho más calmada. Jake reconoció la advertencia,
señalando que su hermano se hallaba listo para explotar, y eso podría ser algo muy
malo. Dave no tenía un carácter explosivo, pero cuando lo presionabas, era mortal.
Jake aprendió esa lección una o dos veces cuando eran niños.
Eligiendo sus palabras cuidadosamente, Jake dijo—: Si es todo lo mismo
para‖ti…‖me‖gustaría‖ir‖al‖piso‖de‖abajo‖y‖hacer‖ejercicios.
Dave continuó fulminándolo con la mirada.
—Me quedaré fuera de tu camino por el resto de la noche, y en la mañana
me habré ido tan pronto como salga el sol.
Dave se dio la vuelta y se marchó.

***
157

—Ojalá nunca lo hubiera conocido. —Sorbió Sophie en el teléfono—. ¡Dios!


¿Por qué tengo que trabajar con él?
—No lo sé —le dijo Kathy en un largo suspiro.
—Esto es tan injusto. Sabes, él sólo piensa en sí mismo. Quería tener
relaciones sexuales, las cuales fueron demasiado impresionantes para olvidarlas.
¡Maldita sea! Entonces sólo así…‖—Sophie chasqueó los dedos—…‖se‖fue. Nunca
voy a hablarle de nuevo. —Resopló la nariz por enésima vez. Pañuelos usados se
derramaban fuera del cesto de basura en su dormitorio que no tenía la fuerza para
recoger—. Me dijo que necesitaba tiempo para crecer. Que necesitábamos tiempo
para crecer. ¿Puedes creer eso?
—Qué idiota.
—¡Lo sé! Cuando preguntó si me quedaría a cenar, pensé en agarrar un
cuchillo de la cocina y sacar su corazón, así entendería lo que se sentía.
—Sólo podemos esperar que se esté sintiendo como la bolsa de babas que
est{‖ siendo.‖ En‖ realidad,‖ espero‖ que‖ se‖ sienta‖ peor‖ que…‖ que…‖ no‖ lo‖ sé.‖
Simplemente tan mal que no sepa qué sentir o qué hacer.
—¿Cómo yo?
—No, cariño. Peor.
—No sé cómo voy a hacerle frente en el trabajo mañana. —¿Qué estuvo
pensando cuando decidió seducir a Jake Sanders? Obviamente tenía un brillante
letrero color neón sobre su cabeza que decía: Precaución: Mucho equipaje encima.
Pero, noooo. Sophie quería tomar su propia decisión sobre con qué tipo de hombre
quería salir y eso le quemó el culo. Si hubiera estado pensando con la cabeza y no
con‖ su…‖ casi pensó con el corazón en lugar de sus hormonas. Maldición, era una
prisionera en la guerra de Jake. Desde el momento en que puso sus ojos en él, su
cerebro se perdió—. Tienes razón, Kathy. Voy a entrar allí mañana y mostrarle
exactamente lo que se va a estar perdiendo. Hice el primer movimiento al inicio de
este desastre, ahora él va a tener que arreglar el desastre que hizo.
—¡Claro, chica! Lleva los tacones rojos también. —A falta de la respuesta de
Sophie, Kathy preguntó—: ¿Qué pasa?
—Esos son el par favorito de Jake.
Kathy dijo—: Oh, necesitas usarlos totalmente. ¿Dónde está tu perra
interior, Sophie? 158

—Derrotada. —Sorbió su nariz de nuevo y maldijo ante el dolor de los


tejidos inflamados en la piel ahora sensible.
—No, sólo se siente un poco baja de ánimos en este momento. Haz lo que se
siente bien.
—Nada se siente bien. —Otra lágrima rodó por la mejilla de Sophie desde
su lloroso corazón.
—Lo sé.
Al día siguiente las carreteras fueron despejadas a pesar de todas las
suplicas de Sophie porque no lo fueran. Había esperado una tormenta de
proporción bíblica pero en vez de ello consiguió una que vertió veinticinco
centímetros, no lo suficiente como para cerrar Nueva Inglaterra. Todo se hallaba
salado y arenoso. Frunció el ceño por la ventana mientras bebía su café, la
amargura negra llenándola de energía después de una noche de insomnio. Su
rostro era claramente un lío hinchado mientras la mirada de desolada tristeza
colgaba de sus ojos. No suplicaría. No, si él la quería, tendría que hacer la parte de
la súplica. Ella tampoco iba a hablarle. Miseria era lo que esperaba hacerlo
atravesar.
Al final resultó que Jake no se encontraba allí cuando Sophie llegó al trabajo.
Sólo Dave, y se veía molesto.
—¿Dave?
Gruñó hacia ella.
—Tengo‖ un‖ montón‖ de…‖ umm…‖ cosas‖ hoy‖ en‖ mi‖ oficina.‖ Así‖ que‖
probablemente no me verás.
—Claro, Sophie —dijo, nunca apartando la vista del portapapeles delante de
él.
—¿Estás enojado conmigo? —No existía manera en que fuera capaz de
manejar eso. Si Dave se sentía molesto y no le hablaba, bien podría renunciar e irse.
Las lágrimas picaban en sus ojos a medida que el pensamiento de su nuevo amigo
odiándola comenzaba a volverse abrumador.
Dave se giró. Sus ojos se abrieron como platos cuando tomó nota de su
apariencia. No pensó que se viera tan mal en unos simples vaqueros y una
sudadera. Su cabello se encontraba recogido en una coleta y el maquillaje fue
aplicado con mucho cuidado para cubrir las ojeras. Al parecer, no hizo un buen
trabajo.
159
—Sophie, no estoy enojado contigo. —La tomó en sus brazos—. Estoy
enfurecido con el imbécil de mi hermano.
Ella sollozó en su camisa. —Bueno, ya somos dos.
—No‖ tienes‖ que‖ estar‖ aquí.‖ Tómate‖ el‖ día‖ para‖ relajarte‖ o…‖ no‖ sé.‖ Lanza‖
dardos a una fotografía de Jake.
Se echó a reír a pesar de cómo se sentía. —La idea de ampliar una foto y
colocar un enorme tiro al blanco en ella suena como un plan. Tal vez llamaré a
Kathy para que venga y juegue conmigo.
—Bueno, si esto va a ser una fiesta. Puedes contar conmigo. —Dave besó la
parte superior de su cabeza.
—Sólo quieres ver a Kathy.
—Quizás.
Se apartó justo cuando Jake entró en el área del bar.
—Hola —dijo Jake con precaución.
Dave lo ignoró volviendo a bajar la mirada hacia su portapapeles, su rostro
en una tensa expresión irascible.
—Supongo que nadie me va a hablar.
Sophie partió con no mucho más que una mirada. Fue directamente a su
oficina y cerró la puerta con un satisfactorio golpe.
Un bajo golpe sonó en ella dos horas más tarde. Sophie dudó en responder.
—Es Dave.
Abriendo la puerta, suspiró de alivió.
—No le estás hablando tampoco, ¿eh?
—Por ahora. Pero hay algo de lo que quería hablar contigo. —Entró y se
sentó en el sofá. El sofá de ella y de Jake. Palmeó el cojín a su lado—. Siéntate.
—No, gracias.
—Siéntate, por favor.
Se sentó preguntándose si se trataban de noticias terribles, por la mirada
desconsolada de Dave. —Jake está lastimado. Y a pesar de que tenemos todo el
derecho de estar molestos con él, el derecho de no hablarle, te voy a pedir que seas
civilizada. Tenemos un negocio que atender, y no podemos aplicarle la ley del
hielo para siempre.
160
—¿Estás de acuerdo con él rompiendo conmigo? —El asombro y la furia se
estrellaron contra ella por su traición. Dave no tenía ningún derecho de defender a
Jake, incluso si era su hermano.
—No, no, no. Yo sólo…‖—Tomó una profunda respiración—. Sophie, amas
a Jake, ¿verdad?
No dijo nada. Sólo descendió la mirada hacia sus excepcionalmente blancas
zapatillas de deporte, sin saber qué decir.
Dave continuó—: Sé que lo haces. Lo que necesitas entender es que Jake es
complicado.
—No me había dado cuenta.
—Puede estar genial un día y no estarlo al siguiente. Aunque sus cambios
de humor han sido regulares en el último año, a veces no puedes saber a dónde va
a llegar o a dónde va a ir.
—Sí, diría eso.
—Sophie. —Tomó sus manos entre las suyas—. Ignóralo cuando te llame.
Diablos, lánzale dardos a su foto. Pero tenemos una responsabilidad con el León
Hambriento, y siendo el propietario, no puedo dejar que esta ruptura afecte los
negocios.
Le dio una débil sonrisa. —Entiendo.
—No renuncies a él, Sophie. Si lo amas, si verdaderamente lo amas, verás el
sufrimiento por el que ha estado pasando.
—Pero tú tampoco le estás hablando —se quejó Sophie.
—Estoy fuera de eso porque tengo que ser profesional. A nivel personal,
tengo que estar tranquilo antes de decir algo de lo que pueda arrepentirme. No va
a emborracharse con cerveza durante este tiempo.
—¿Quieres que me olvide de él terminando conmigo? ¿Es eso?
—Lo que te pido es que veas lo que pasó desde su perspectiva. No estoy
haciendo una excusa. Si estuviera de acuerdo con lo que hizo, no le estaría
aplicando la ley del hielo. Jake era un desastre anoche, Sophie.
Cruzó los brazos sobre su pecho con un resoplido. —Bien.
—Pensé que iba a demoler mi casa. En lugar de eso, optó por atacarme.
—¡Oh, Dios!
Con frustración, Dave pasó las manos por su cabello, un movimiento que 161

Sophie vio hacer a Jake numerosas veces. —No, no me gusta eso. Se encontraba en
el‖ viaje‖ de‖ ‚pobre‖ de‖ mí‛,‖ y‖ me‖ obligó a tener una discusión. Jake sólo hace eso
cuando está realmente enojado consigo mismo. Me dijo que quiere una familia, que
te quiere. Creo que simplemente no sabe qué hacer con las emociones que está
sintiendo. Al alejarse de ti, tal vez pensó que ayudaría a liberar un poco la presión
en él.
Se puso furiosa ante el hecho de que lo que decía Dave tenía sentido. —Dijo
que necesitaba llegar a conocerse a sí mismo antes de que pudiera tener una
relación.
Dave frunció el ceño. —En circunstancias normales diría que esa es una
línea‖estúpida…
—Pero estamos hablando de Jake.
—Exactamente.
Se sentaron en silencio mientras Sophie reproducía la escena en su mente. —
Quizás tienes razón. Y voy a tratar de ser profesional, por el bien del negocio. Pero
fuera‖ del‖ trabajo…‖ —Se burló. Su corazón se sentía demasiado dañado para
incluso pensar en verlo por cualquier otra razón.
—Eres lo mejor que le ha pasado. Te ama. No dejes que el dolor se
interponga en el camino del para siempre. Necesita nuestro trato silencioso y
comprensión.
—Dios, Dave. Casi suenas como un romántico.
—No se lo digas a nadie, pero lo soy. —Le dio unas palmaditas en la rodilla
y se puso de pie.
—Realmente me lastimó.
—Sí.
—Voy a tratar de mantener la mente abierta, pero no prometo nada.
—No te estoy pidiendo que lo hagas.
Sophie descendió la mirada hacia sus manos y pensó en su corazón hueco y
la vida vacía sin Jake. Todo era muy deprimente.

162
Traducido por Lipi-Lipi & Bett G.
Corregido por Marieta16

Sophie recordó que la palabra sola no se hallaba en su vocabulario, a pesar


de que eso era exactamente lo que sentía. Claro, que trataron de mantenerlo
amistoso. Sí, las cosas eran muy incómodas. Pero entonces Jake dejó de ir a
trabajar. Y a pesar de su rabia, quería llamar y averiguar si necesitaba algo o si
tuvo un nuevo episodio y, posiblemente, quería hablar. Los pensamientos de él la
perseguían. Pero al final, se convenció a sí misma de no llamarlo.
Jake consideró que necesitaban un tiempo necesario y una ruptura de la
relación que supuestamente tenían. Dejó en claro que ella ya no era parte de su
vida.
Sin embargo, Sophie no encontraba la verdad en lo que dijo sobre que
necesitaban descubrir quiénes eran. Se irritaba al admitir que Jake podría tener
163
razón.
Con los pies elegantes, Sophie se disparó a través del piso. Estuvo bailando
cada vez más desde la separación, y no era una cosa mala. Su mente comenzaba
poco a poco a aclarar más el desorden. Y, por primera vez en la vida, sintió como si
perteneciera justo donde a ese lugar.
En las semanas transcurridas desde su separación, Sophie pasó la lucha
contra todas las batallas que sus padres le lanzaron, para recoger las que requerían
de su energía, algo que se hizo muy mezquino. Después de la pelea con Jake, pasó
una buena semana.
Sophie saltó por el aire y aterrizó perfectamente. Los aplausos la trajeron de
sus pensamientos de Jake a su padre, que se encontraba parado en la puerta.
—¿Papá?
—Hola, cariño. ¿Cómo estás?
—Bien. ¿Qué te trae por aquí? —Cogió una toalla y se secó el sudor de la
frente. Su padre nunca llegó a visitarla sin ningún motivo, y generalmente su
madre se hallaba detrás de todo eso.
—Tu madre y yo estamos preocupados.
Negó con la cabeza. —Te lo aseguro. Estoy bien. —Caminando hacia él, le
dio un beso en la mejilla.
—Eres‖soltera,‖pero‖no‖sabemos‖por‖qué…‖¿El‖Sr.‖Sanders‖no‖te‖hizo‖feliz?‖
Sonaba más como una pregunta que una afirmación. Cansada, Sophie dijo:
—Sí, me hizo feliz.
—Siempre has tenido una voluntad poderosa. Dios sabe cómo tu madre y
yo tratamos de refinarte. Sin embargo, tú tienes tu propia personalidad y has
dejado muy claro que no te sientes cómoda en nuestros círculos sociales.
Nathanial miró a su hija con preocupación.
—Agradezco todo lo que has hecho por mí, papá. No es que no me gusta la
ropa elegante y el té, sólo‖ que‖ son‖ tan…‖ aburridos.‖ —Su padre dio una pequeña
sonrisa.
—Concuerdo contigo, querida. He estado aburrido de ellos durante la
mayor parte de mi vida.
—Eso es terrible, papá. ¿Por qué sigues?
—Porque amo a tu madre, y para estar con ella tengo que vivir su vida. Ella
no es la misma mujer con la que me casé, Sophie. Espero que entiendas esto.
—¿Pero, a qué renunció ella por ti? Realmente parece de un solo lado. — 164

Tomó la mano de su padre y se la apretó—. Mi madre no es una persona fácil.


—Te ama más de lo que puedas comprender. Y tiene dificultades para
dejarte ir.
Sophie le sonrió y se alejó. —Podría haberme engañado. Voy a subir por un
poco de agua. ¿Vienes?
—Ella te ha engañado. Por favor, deja de caminar y habla conmigo.
Se volvió hacia su padre. —¿Qué pasa, papá?
—Ella se aferra porque tiene miedo de dejarte ir.
—Papá, ya no soy más una niña ingenua. Ella es fría, y siempre he sido una
molestia.
—No podrías estar más equivocada. Tu madre tiene miedo de dejar que te
acerques demasiado, porque entonces podrías lastimarla. Pero si te deja ir, va a
perderte, y eso la mataría.
—Papá, ¿qué es esto?
—No voy a repetir lo que estoy a punto de decirte. ¿Entiendes?
El dolor en los ojos de su padre provocó una ola de tristeza a la abrumada
Sophie.
—¿Papá, está mal el negocio? ¿Necesitas dinero?
—No, no, no. Creo que deberíamos ir arriba —dijo su padre—. Voy a
necesitar una bebida fuerte.
Por primera vez, Sophie notó el sobre que su padre sostenía. —Es un poco
temprano, pero está bien.
Vio a su padre sentado a la mesa de la cocina. Cuando ella le sirvió dos
dedos de coñac, él puso su mano en la botella.
—Déjalo.
Cómo deseaba Sophie poder leer la mente de su padre. ¿Qué iba a
encontrar? ¿Un hombre solitario suspirando por un amor que se volvió frío y
calculador? ¿Encontraría la esperanza que un hombre tiene por el retorno de la
mujer con la que una vez se casó? ¿O estaba enfermo? Tal vez su madre se
encontraba enferma. El estómago le dio un vuelco ante la idea. La mujer puede no
ser agradable, pero era su madre.
—Papá, ¿qué es?
Deslizó el sobre manila hacia ella. Dejando su mano sobre él, dijo—: Tu 165
madre te ama más de lo que puedas intuir. Espero que esto ayude con el dolor.
Ambas han estado luchando mucho últimamente. Ella necesita dejarte ser la mujer
que eres, y ser más comprensiva.
—Papá, ella quería que yo tuviera sólo dos cosas: el ballet y Bruce. Entonces
quiso que jugara a la hija buena y coqueteara con el hijo de tu socio de negocios.
De alguna manera, no creo que esté leyendo el mensaje equivocado.
—Pensé que aun seguías enamorada de Bruce, y los dos hemos visto el error
en este sentido. Sophie, ella necesita el control sobre ti. Lo que tu madre no ha
comprendido, es que no sólo por renunciar a él, tendrá la relación que siempre ha
querido contigo.
Apartó la mano del sobre y le permitió a Sophie que lo abriera. Las primeras
cosas que se deslizaron eran fotos. Sophie sonrió, al ver a su madre en el hospital
sosteniendo a un bebé. El cabello de Antoinette era exquisito y largo. De repente
recordó que nunca había visto la imagen antes. Entonces volteó a la siguiente. Su
padre aparecía en ella, también. Se veían tan felices. Realmente radiantes.
—Nunca vi estas fotos antes. Se ven tan enamorados.
—Nosotros lo estábamos. Aun lo estamos; sólo de una forma distinta. A
veces cosas terribles le suceden a la gente, y ese tipo de desgracias es tratado de
manera diferente... por diferentes personas.
Sophie pensó en Jake. Sí entendió lo que su padre trataba de decir; sólo que
simplemente no entendía, qué tenía que ver con las imágenes. Sacó un pequeño
botín blanco con cordones rosados del sobre. —No puedo creer que no los tengan
en un álbum o algo así. Papá, deben haber treinta imágenes aquí.
Con cada imagen que miró, Sophie se dio cuenta de que su padre bebía un
poco más. Entonces vio una donde el bebé era de unos tres meses de edad. Tenía el
pelo castaño oscuro y una sonrisa sin dientes a la cámara. Había algo más. Parecía
como si estuvieran en un hospital.
—Papá, esta no soy yo. No tenía el cabello oscuro como este bebé.
—No, Sophie. Esa no eres tú —Él bebió más del líquido ámbar antes de
continuar—. Esa es tu hermana mayor. Nació cinco años antes que tú.
El asombro de Sophie la empujó hacia delante en su silla. —¿Qué?
—Tu madre y yo estábamos tan contentos. Era un bebé tan perfecto. Desde
el momento en que nació, nunca lloraba. Los médicos y enfermeras se asombraron.
Durmió‖ toda‖ la‖ noche,‖ después‖ de‖ la‖ primera‖ semana.‖ Entonces‖ ella…—Se calló,
como si no supiera qué decir a continuación.
Sophie miró la foto con asombro. Tuvo una hermana mayor. Una que no 166

sabía que existió. Sus padres borraron con éxito su existencia, y sabía que eran los
únicos objetos para demostrar que la niña una vez vivió.
—Papá —Lleóo a su lado de la mesa—. ¿Qué pasó?
—Ella se encontraba muy enferma. En dos meses y medio empezó con la
mirada perdida. Fue muy aterrador. Cuando la llevamos al hospital para hacer
algunas‖ pruebas…‖ sufrió‖ un‖ fuerte‖ ataque‖ y‖ nunca‖ despertó.‖ Esa foto de ella
sonriendo en la sala de espera fue tomada una hora antes de que la perdiéramos.
Las lágrimas corrían por la hermana perdida de Sophie y por sus padres,
que nunca supieron lo que se avecinaba. No podía imaginar el dolor desgarrador
de perder un hijo. Miró la foto en sus manos. Antoinette cambiaba al bebé mientras
se reía. Sophie nunca vio ese brillo en los ojos de su madre. Nunca estuvo de
humor y demostrado amor por Sophie, como lo hizo para este bebé.
—¿Cuál era su nombre?
Nathanial se secó los ojos. —Ángela. Ella fue nuestro ángel. Sophie,
necesitas entender. Tu madre aún está sufriendo. Ángela fue tomada de nosotros
antes de que supiéramos lo que pasaba. Antes de que pudiéramos decir adiós —
dijo en voz baja.
Sin palabras por la tragedia que sus padres sufrieron, Sophie se quedó
mirando las fotos. Recuerdos de su infancia pasaron por su mente. Momentos de
su madre abierta y riendo, y luego fría y distante. Todo tenía sentido ahora.
—Nunca fuiste un reemplazo para ella, Sophie. Fuiste querida y planeada.
Tu madre y yo pensamos que otro niño podría repararnos. Ella trató, cariño. —
Nathanial se inclinó sobre la mesa y tomó la mano de su hija—. Ella te ama tanto.
Pero tu madre no puede llegar a ti. Tienes que ir a ella.
Sophie soltó una risa triste —¿Y decir qué?
—Encontrar algo en común. Tener una cena juntas, sé paciente. Sé que es
mucho pedir.
—No tienes idea. —Rodó los ojos—. Creo que necesito un poco de café.
—Sophie, me recuerdas a tu madre. —Él se rió un poco—. Recuerdo cuando
ella y yo nos conocimos. Cielos, era la cosa más hermosa que jamás vi. Ella bailaba
ElLago de los Cisnes, y me cautivó.
—Nunca supe que mamá actuó en El Lago de los Cisnes.
—Oh, sí. Ella no fue tan exitosa como tú. Sin embargo, nunca le importó
porque le encantaba bailar. No podía apartar mis ojos de ella. Nos conocimos
167
después‖de‖su‖actuación‖y‖fue…
—Amor a primera vista —terminó Sophie.
—Sí, lo fue —anuncióNathanial.
—¿Por qué lo dejó?
—Después‖ de‖ que‖ Ángela‖ fue‖ tomada‖ de‖ nosotros…‖ tu‖ madre‖ no‖ era‖ la‖
misma. Se veía como si alguien hubiese extinguido su fuego interior que la
diferenciaba de todos los demás. Sophie, la energía que esa mujer tenía. Era
impresionante. No existíanada que no pudiera hacer. Podía iluminar una
habitación con sólo caminar en ella. Las personas la notaban no sólo por su belleza,
sino porque era tan accesible, amable, cariñosa. Amo a tu madre y también la
extraño. —Tomó su copa con pesar—. No sé si algo de esto hará una diferencia,
pero tenía que intentarlo. Tu madre pasó todo el día de ayer llorando en la cama.
Cuando traté de consolarla me dijo que se sentía muerta para el mundo. Que
perdió tanto contigo, y ahora es demasiado tarde. —Nathanial miró a su hija
suplicante—. Yo no lo creo. Por favor... Llámala.
Sophie nunca vio a su padre tan afligido. Se había equivocado todos estos
años. Su padre no era un hombre roto. Era todo lo contrario, el hombre más fuerte,
más amoroso que jamás había conocido. Se quedó con su madre porque la amaba y
entendía que sin él, seguramente moriría.
—Mamá y yo siempre nos llevamos mejor cuando vamos de compras juntas.
Tal vez un día en Boston nos haría algún bien. —Los ojos de su padre se
iluminaron—. No puedo garantizar nada, papá. Ella y yo siempre hemos estado en
desacuerdo.
—Sí. Pero creo que tu madre está dispuesta a abrirse. Me asustó ayer.
¿Su padre asustado? ¿Su madre llorando en la cama? Estas no eran las personas
que Sophie pensó que conocía. —¿Papá?
—¿Si?
—Te amo.
—Te amo, también.
Cuando Nathanial extendió sus brazos, Sophie entró en ellos. Se abrazaron
uno a otro mientras lloraban juntos.
Nada volvería a ser lo mismo. Sophie reflexionó esto mucho después de
que el conductor de su padre lo llevó a casa. Su madre resultó ser alguien que
realmente nunca conoció. Batallas adolescentes con Antoinette, luchar sobre la
168
trayectoria de su carrera, siendo empujada lejos aún permanecían constantes bajo
su madre, vigilante; ahora Sophie podía recordar y entender con una nueva
impresión. No, las heridas de Sophie y su madre no sanarían de la noche a la
mañana, pero, al menos, ahora podría comenzar a repararlas.
Sophie levantó el teléfono con una respiración profunda de valentía. —Hola,
mamá. Creo que es hora de que tú y yo vayamos de compras.

***

Jake se dio la vuelta y salió de la cama enredado en las sábanas. Schnitzel lo


miró con disgusto. —Lo siento, amigo. No quise molestarte. —Rasguñó a su nuevo
gato, quien ronroneó con fuerza—. Venga, vamos a conseguir algo de desayuno y
hacer planes para el día.
Jake se movió a su cocina con el gran gato arrastrándose. —Así que dime,
Schnitz, ¿crees que debo llamarla? Quiero decir que sólo han pasado algunas
solitarias semanas de mí siendo un idiota —El gato lo miró con la cabeza ladeada y
dio un corto maullido—. ¿No? Umm... Teniendo en cuenta que soñar con ella se ha
convertido en una cosa de cada noche, ¿todavía no lo crees?
En sus semanas de terapia, Jake aprendió a trabajar en ser él mismo y cómo
separar el militar en el interior del hombre que era ahora. Lentamente comenzó a
descubrir lo que le gustaba y no le gustaba. Encontró tiempo para hacer las cosas
que estuvo posponiendo, como desempacar cajas en su sótano. Una pequeña tarea
que mostró un éxito monumental.
Jake hizo todo lo posible para permanecer presente y no tener lapsos de
tiempo. Por volver a vivir su vida donde su subconsciente no lo capturara y
torturara sin ningún medio de escape o rescate, que era una especie de infierno que
nunca quería volver a experimentar. Donde hizo y dijo cosas sin ningún recuerdo
de ello. Era una cosa espantosa despertar una mañana y no saber qué día era.
Cuando Jakeregresó primero a casa estuvo ausente mucho tiempo. Horas aquí,
días allí. Tareas mundanas y repetitivas en un desvío mental donde vivía sin alma
y como autómata.
Se sirvió una taza de café con determinación, quedarse en el momento no
era el desafío constante que solía ser. Aprendió a mezclar las cosas de modo que el
aburrimiento no lo alcanzara. Se sentía más ligero, más libre y más él mismo de lo 169
que fue en años. Quería compartir eso con Sophie, pero no creía que ella hablaría
con él.
La había visto en el León Hambriento sólo unas pocas veces, y ella no se
reía, bromeaba, ni siquiera lo miraba. Simplemente no era lo mismo. Por supuesto,
¿cómo podría ser? Ya no estaban juntos, y Sophie parecía haber seguido adelante.
No existía ningún rumor de un hombre nuevo, pero se hablaba de que pasaba
mucho tiempo con sus padres. Su madre, en realidad. Jake se preguntaba qué
cambió entre ellos, ya que nunca consiguieron estar juntas antes. ¿Finalmente
llegaron a algún tipo de acuerdo? No podía imaginar a Sophie ceder a las exigencias
de su madre. Le dolía el corazón al saber que no había sido algo que compartían.
El gato le dio un cabezazo en la pierna. —Está bien, está bien. Voy a darte de
comer. Entonces me pondré a limpiar.
Él estaba dando a Schnitzel algo de comida de dieta cuando sonó el teléfono.
—Jake.
—Hola, Dave.
—¿Qué estás haciendo?
—Alimentando a mí chico. ¿Quieres decir hola a tío Dave, Schnitz? —El
felino no le hizo caso y siguió comiendo—. No creo que le gustes.
—Tu relación con ese gato obeso está al borde de lo raro.
—Sin embrago, él es genial. ¿Qué pasa?
—Tengo que hacer algunas cosas que surgieron hoy. ¿Crees que puedes
venir y atender la barra de cinco a diez?
El corazón de Jake se detuvo. La ansiedad dejó sus palmas sudorosas y sus
oídos sonando. La empujó hacia abajo y decidió que la honestidad era lo mejor.
—¿Sophie va a estar ahí?
—Sí, Jake. Ella trabaja aquí.
—Sólo... me preguntaba.
—¿Vas a ponerte tu mejor traje y pedir disculpas?
Un poco molesto, Jake le dijo a Dave—: Noooo. Quería asegurarme de que
no íbamos a tener el mismo traje puesto.
—Sabelotodo —bromeóDave.
—Entonces, ¿qué ocurrió?
170
—Tengo un par de entrevistas para el puesto de Sophie. Aunque, todavía
estoy esperando que pueda convencerla de quedarse. Luego tengo que ir al banco
y blah, blah, blah…
—¿Qué quieres decir con el puesto de Sophie? —La garganta de Jake se
apretó en pánico. ¿Cómo iba a ser capaz de recuperarla si se iba? ¿Él quería que ella
regresara? Jake ignoró la voz en su cabeza gritando ¡Sí!
—Puedes preguntarle al respecto cuando vengas esta noche.
—Te estoy preguntando.
—Bueno, hermanito, no vas a obtener una respuesta.
—Ya sabes, al ver que Sophie se va, ella debería encontrar su propio
reemplazo —sugirió Jake con disgusto.
—En realidad, ella tiene un amigo de la infancia que es un contador
desempleado entrando —Dave se rió—, eso suena como Sophie tratando de
tendernos una trampa más que reemplazarse a sí misma.
—Umm… —Schnitzel se frotó contra la pierna de Jake, así que se agachó
para acariciarlo—. Tío Dave dice que tengo que trabajar hoy. ¿Vas a estar bien por
ti mismo? —El gato respondió con un chillido y luego se fue a tumbarse en el sol.
—¿Jake?
—¿Sí?
—Necesitas salir más. Ah, y una cosa... pide disculpas.

171
Traducido por Meeny
Corregido por Nyssa

Oh, realmente necesitaba salir más, y con la mujer parada frente a él. No
habían intercambiado palabras o sutilezas, sin embargo, en todo lo que podía
pensar era en tocarla. Se sentía picoso, ansioso, un poco territorial con los otros
hombres que la miraban, y desesperado por escuchar su voz. Jake se sentía
sobrecargado de emociones, e iba apenas en la tercera hora de su turno de cinco
horas.
Ambos se hallaban de pie detrás de la barra cuando él hizo el movimiento
más patético para llamar su atención.
―Lo‖ siento‖ ―dijo‖ Jake,‖ mientras‖ presionaba‖ su‖ cuerpo‖ contra‖ la‖ parte‖
trasera del de ella en un intento de pasar.
―Bueno‖―dijo‖ella‖con‖tono‖irritado. 172

Jake miró a su alrededor, al establecimiento casi vacío. Intentando ser


amigable‖y‖salir‖de‖aquí‖con‖ella,‖anunció―: Podría cerrar temprano esta noche.
―Como‖sea.
Cerró‖ sus‖ ojos‖ y‖ se‖ recordó‖ que‖ merecía‖ esta‖ tortura.‖ ―Así‖ que,‖ oí‖ que‖ te‖
vas.
―En‖ realidad‖ eso‖ no‖ es‖ tu‖ problema,‖ pero‖ te‖ aseguro‖ que‖ voy‖ a‖ ocupar‖ el‖
puesto.‖―Sus‖pechos‖se‖apoyaron‖en‖la‖barra‖seductoramente cuando se recostó de
esta para tomar una copa vacía que dejó un cliente. Jake sintió su libido dar un
vuelco de excitación.
―No‖ hay‖ necesidad‖ de‖ ser‖ antip{tica,‖ Sophie.‖ ―Ella‖ fue‖ a‖ alejarse‖ pero‖ se‖
detuvo‖ cuando‖ Jake‖ dijo―:‖ Escuché‖ que‖ tú‖ y‖ tu‖ madre‖ han‖ estado pasando un
montón de tiempo juntas.
Ella‖giró‖sobre‖sus‖talones.‖―¿En‖serio?
Jake‖ se‖ encogió‖ de‖ hombros.‖ ―Hay‖ que‖ mantenerse‖ al‖ tanto‖ con‖ todos‖ los‖
chismes.
―Mi‖ madre‖ y‖ yo‖ hemos‖ llegado‖ a‖ un‖ entendimiento.‖ Y‖ no‖ es‖ de‖ tu‖
incumbencia.
―Me alegro por ti.‖―Jake‖miró‖durante‖un‖largo rato a la mujer frente a él.
La‖anhelaba,‖la‖extrañaba.‖Se‖veía‖tan‖hermosa―.‖¿Has‖estado‖enferma?
Entrecerró‖los‖ojos.‖―No.‖¿Por‖qué?
―Te‖ ves‖ como‖ si‖ hubieses‖ perdido‖ peso.‖ No‖ es‖ que‖ se‖ vea‖ mal‖ ―agregó‖
rápidamente con las manos‖levantadas―.‖Sólo‖me‖di‖cuenta.‖Es‖decir…‖eh,‖te‖ves‖
realmente bien.
―También‖ tú‖ ―murmuró.‖ Se‖ quedaron‖ mirando‖ mutuamente‖ por‖ unos‖
minutos‖y‖entonces‖Sophie‖se‖volteó‖para‖mirar‖a‖su‖alrededor―.‖Voy‖a‖extrañar‖
este lugar.
―Te‖vamos‖a‖extrañar.
Se rió con‖un‖dejo‖de‖veneno.‖―¿Vamos?‖¿O‖voy?
―Elige‖ tú.‖ ―El‖ muro‖ que‖ construyó para mantenerlo alejado parecía más
alto y grueso de lo que él imaginaba. Jake deseó saber cómo derrumbarlo con
palabras‖h{biles,‖pero‖lo‖único‖que‖pudo‖hacer‖fue‖mirarla‖y‖decir―:‖Mis CDs son
un lío.
―¿En‖serio?
El brillo en sus ojos le dio el coraje para continuar y romper la insoportable 173
tensión‖ entre‖ ellos.‖ ―Síp. Ahora mismo Black Veil Brides está colocado junto a
Daughtry.
Para su placer una sonrisa apareció en el rostro de ella. —Después de que
rompimos necesitaba algo para mantener mi mente alejada de cosas. Empecé a
bailar otra vez, y se sintió bien. Voy a enseñarles a niños en zonas de bajos
recursos. Un autobús los traerá a mi estudio.
La alegría en sus ojos mostraba una felicidad que nunca apareció antes
cuando ella hablaba sobre bailar. Esto ayudó a Jake con la culpa por herirla.
También le dio una oportunidad para entrar en una nueva conversación.
―Eso‖es‖genial,‖Sophie.‖―Guau,‖quería‖abrazarla.‖Sólo‖para‖que‖los‖nervios‖
en su cuerpo se calmaran. No era sólo la atracción física lo que lo llamaba.
Extrañaba sus conversaciones, su risa, y el cómo se sentía ella entre sus brazos.
―Realmente‖no‖puedo‖esperar.‖Los‖chicos‖que‖he‖conocido‖son‖grandiosos,‖
y me respondieron realmente bien. Tengo unos cuantos que son verdaderamente
talentosos.‖Es‖muuuy‖emocionante‖―dijo‖alegremente.
Se preguntó si ella habría abierto el estudio si hubiesen permanecido juntos.
Probablemente no. Eso reforzó el hecho de que él tenía razón. Ambos necesitaban
tiempo para sanar y encontrar sus lugares. Pero Jake no podía superar el dolor en
su corazón, la soledad y la necesidad de apartarse de toda lógica, tomarla en sus
brazos y rogarle. De alguna forma se sentía más completo cuando estaban juntos,
que estando separados.
―¿Qué‖piensa‖tu‖madre‖al‖respecto?‖―le‖preguntó.
La vio cerrarse. Una puerta de hierro cerrándose con desconfianza. Incluso
habló‖con‖cuidado.‖―Bueno…‖de hecho, me está ayudando.
Jake le pasó una cerveza a alguien y luego empezó a mezclar una bebida
para‖otro‖cliente.‖―Así‖que…‖ustedes‖dos‖realmente‖est{n‖progresando.‖Muy‖bien.
―Hemos‖estado‖hablando‖mucho.‖Supongo‖que‖cuando‖ella‖era‖m{s‖joven‖
siempre quiso hacer algo así. Admití pensar sobre ello por mí misma y como que
sucedió.‖Ha‖sido‖bueno‖para‖ambas.‖Espero‖que‖dure‖―confesó.
Jake estiró el brazo sobre el mostrador y cubrió la mano de ella con la suya.
―Yo‖también,‖Sophie.
Ella‖retiró‖la‖mano‖con‖un‖susurro.‖―No‖me‖toques.
―Dios‖mío,‖est{s‖m{s‖hermosa‖que‖nunca. ―Las‖palabras‖salieron‖y no iba
a‖ retractarse―.‖ Todo‖ lo‖ que‖ quiero‖ es‖ abrazarte,‖ pasar‖ una‖ mano‖ a‖ través‖ de‖ tu‖
cabello,‖tocar‖tu‖rostro.‖―La‖angustia‖dentro‖de‖él‖se‖convirtió‖en‖una‖hoja‖afilada‖ 174

retorciéndose‖en‖su‖corazón―.‖Cielos,‖Sophie,‖todo‖en‖lo‖que pienso es en lo suave


que es tu piel. Esa vigorosa risa que alcanza tus ojos. Cómo tu cuerpo se rinde ante
mi más leve contacto. ¿Cómo pude haberte dejado ir? ¿En qué pensaba?
―¿Eso‖ es‖ lo‖ que‖ extrañas?‖ Eres‖ un‖ asno.‖ ―Tomó‖ el‖ vaso‖ de‖ agua‖ frente‖ a‖
ella y se lo lanzó a la cara.
―¡Mierda!‖―Bajó‖la‖mirada‖hacia‖su‖ camiseta‖mojada.‖Había‖carcajadas‖al‖
otro‖extremo‖del‖bar―.‖Tenía‖razón‖y‖lo‖sabes‖―gritó‖él‖mientras‖saltaba‖tras‖ella‖
hacia la oficina de atrás.
―Este‖no‖es‖el‖momento‖ni‖el‖lugar,‖Sanders.
Pelear con ella le trajo una malvada emoción que despertó su cuerpo
completo.‖Se‖sintió‖tan‖bien‖que‖presionó‖m{s.‖―Ambos‖necesit{bamos‖descubrir‖
quiénes éramos nuevamente. Dolió como el infierno, pero no ha sido un error.
Mira todo lo que hemos logrado.
―Vete‖ al demonio.‖ ―Intentó cerrarle la puerta en la cara, pero él fue
demasiado rápido y golpeó la puerta con la mano.
―En‖verdad.‖¿Habrías‖abierto‖tu‖propio‖estudio‖de‖danza?‖―En‖el‖rostro‖de‖
Sophie‖se‖reflejó‖lo‖que‖pasaba‖por‖su‖cabeza―.‖¿Y‖bien?
―¿Esta‖es‖tu‖forma de intentar volver conmigo? ¿Hacerme decir que tenías
razón así podremos seguir adelante y follar como en los viejos tiempos?
Sorprendido‖y‖un‖poco‖insultado,‖Jake‖gritó―:‖¡No!
―¿Entonces‖de‖qué‖se‖trata‖esto?
Sophie lo miró fijamente con una malicia que él sabía que merecía. En qué
embrollo se había metido. No existían palabras para describir el vacío en el que se
encerró su‖ vida‖ por‖ su‖ ausencia.‖ ―¿No‖ hay‖ un‖ término‖ medio‖ feliz‖ al‖ que‖
podamos‖ llegar?‖ ―preguntó él, esperando que ella dijera que sí, pero sabiendo
bien que no sería así.
―Jake,‖ sal‖ de‖ mi‖ oficina‖ ―anunció‖ ella‖ cortadamente―.‖ Y‖ mantente‖ al‖
margen.
El dolor en su voz se enroscó alrededor de Jake mientras caminaba de vuelta
a la parte del frente.
Justo en ese momento la campana sobre la puerta sonó, haciéndole saber
que un cliente había entrado. Jake dio un vistazo para ver a una morena alta con
curvas sutiles. Sus afilados rasgos eran parecidos a los de un halcón, pero sus
labios se veían casi en un puchero.
175
―¿Puedo‖ayudarte?‖―dijo‖él‖hacia‖la extraña.
Ella caminó hacia él con pasos nerviosos y sus ojos se dispararon alrededor,
como‖si‖buscara‖a‖alguien.‖―¿Jake,‖cierto?
―Ese‖soy‖yo.‖¿Qué‖puedo‖hacer‖por‖ti?
―Estoy‖ aquí‖ para‖ reunirme‖ con‖ Dave.‖ Soy‖ Kathy‖ ―dijo,‖ extendiendo‖ la‖
mano―.‖¿Est{‖Sophie?
―Así‖ que‖ eres‖ la‖ misteriosa‖ Kathy.‖ Encantado‖ de‖ conocerte,‖ finalmente.‖
Sophie está atrás. Acabo de fastidiarla, así que ten cuidado.
―¿Acabas de‖ fastidiarla?‖ ―Se‖ rió sarcásticamente pero se rehusó a
mirarlo―.‖¿Cómo‖llamas a lo que le hiciste antes?
La suave‖ mirada‖ que‖ él‖ le‖ dio‖ igualó‖ su‖ tono.‖ ―Puedes‖ encontrarla‖ en‖ la‖
parte de atrás, segunda puerta a la izquierda. ¿Te gustaría algo de beber?
―Me‖encantaría‖algo‖fuerte‖para‖calmar‖mis‖nervios,‖pero sólo tomaré una
Coca Cola.
―Aquí‖tienes.‖De‖parte‖de‖la casa.‖―La‖observó‖caminar‖a‖la‖parte‖trasera.‖
Sus pasos no eran tan agraciados como los de Sophie. De hecho, todo sobre Kathy
parecía ser lo contrario. Jake levantó un vaso y empezó a secarlo mientras se
preguntaba de qué hablaban las dos mujeres. Se moría por saber si Sophie
realmente odiaba sus agallas, o si existía posibilidad de que pudieran estar juntos
nuevamente.
La campana repicó otra vez, y Dave entró al bar.‖ ―¡Tu‖ nuevo‖ amor‖ est{‖
aquí!‖―anunció Jake.
―¡Gracias‖a‖Dios!‖He‖esperado‖lo‖suficiente.‖―Dave sacudió la nieve de su
chaqueta―.‖ Empezó‖ a‖ nevar‖ afuera‖ como‖ si‖ estuviéramos‖ teniendo‖ una‖ maldita‖
ventisca.
―¿En‖serio?‖―Miró‖por‖la‖ventana―.‖No‖había‖ninguna‖hace‖un‖minuto.
―Nop.‖ Pero‖ esto‖ es‖ Nueva‖ Inglaterra.‖ Sólo‖ tenemos‖ que‖ esperar.‖ Estar{‖
soleado y cálido en un minuto.
―Cu{n‖positivo,‖hermano.‖Estamos‖en‖pleno‖invierno.
―Un‖hombre‖puede‖soñar‖y…
Jake se volteó para ver qué hizo que su hermano dejara de continuar con su
pensamiento.‖―Te‖dije‖que‖es‖tu‖tipo.‖Tiene‖una‖boca‖ligera,‖también.
Dave le dio una mirada breve a su hermano antes de caminar hacia Kathy y
176
Sophie.‖―Kathy,‖¿cómo‖est{s?
―Bien.
Se veía casi doloroso observar a su hermano y Kathy darse las manos. Ella
se ruborizó y apartó la mirada.
―¿Encontraste‖un‖buen‖estacionamiento?
―Sí.
―Est{ nevando bastante feo afuera. ¿Nevaba‖ cuando‖ llegaste?‖ ―preguntó
Dave.
―Sí.
―¿Dices‖algo‖aparte‖de‖‚sí‛?‖―Dave‖le‖dio‖una‖sonrisa‖torcida.
―Sí‖―dijo‖ella,‖volviéndose‖de‖una‖oscura‖sombra carmesí―.‖Lo‖siento.‖Yo‖
sólo…‖―Retorció sus manos y se encogió de hombros.
Sophie‖se‖acercó.‖―Te‖prometo,‖Dave,‖una‖vez‖que‖consigues‖que‖hable,‖no‖
se detiene.
―Eso‖no‖es‖tan‖cierto‖―protestó‖Kathy.
―¿Por‖qué‖no‖tomas‖la‖mesa‖de‖all{?‖―Dave‖asintió‖con‖la‖cabeza―.‖¿Jake‖
te dio algo de beber?
―Sí…‖es‖decir…‖lo‖hizo‖cuando‖llegué.
Jake‖ la‖ observó‖ alejarse.‖ ―Oye,‖ Dave.‖ ¿Quieres‖ que‖ ordene‖ algunas‖ papas‖
fritas o algo de la cocina para que tú y Kathy disfruten‖ juntos?‖ ―Cuando‖ vio‖ la‖
mirada no-me-provoques-ahorade‖ Dave,‖ reformuló‖ su‖ pregunta―.‖ ¿Te‖ gustaría‖ que‖
ordene algo para que no parezca tanto una entrevista y más como dos amigos
charlando?
―Sí.‖Hazle‖muestras‖para‖que‖ella‖pueda‖elegir.‖No‖es‖alérgica‖a‖nada,‖¿o sí,
Sophie?
―No.‖Sólo‖realmente‖tímida,‖así‖que‖sé‖amable.
―Haré‖lo‖mejor‖que‖pueda.

***

―Es‖ un‖ desahuciado‖ ―le dijo Sophie a Jake, mientras observaban a Dave
177
caminar hacia Kathy.
―Sí,‖creo‖que‖lo‖es.‖¿Quién‖habría‖pensado‖que‖un‖hombre‖podría‖volverse‖
masilla‖ en‖ la‖ mera‖ presencia‖ de‖ una‖ mujer?‖ ―Miró‖ a‖Sophie‖ mientras‖ lo‖ decía,‖ y‖
ella se movió sobre sus pies.
―Un‖hombre‖puede‖hacerle‖lo‖mismo‖a‖una‖mujer.‖―Le‖sostuvo‖la‖mirada‖
pero‖elevó‖su‖mentón―.‖Especialmente‖uno‖que‖no‖tiene‖idea‖lo‖ maravilloso‖que‖
es y se niega a disculparse por ser un idiota.
Era lindo ver el calor elevarse a las mejillas de Jake. Lo extrañaba más cada
día. Cuando Kathy fue a su oficina toda nerviosa, Sophie intentó decirle que no se
preocupara por la entrevista. Pero entonces su amiga vio la tensión en los ojos de
Sophie. Sólo esas cortas palabras de ánimo la pusieron de vuelta en el camino
correcto. La detuvo de pensar que esta parte de su vida era un callejón sin salida y
la felicidad era una señal de desvío que ella había omitido. Jake hacía lo mejor que
podía para hablarle. Prácticamente salió y dijo lo mucho que la extrañaba. Excepto
que lo único de lo que habló fue de su cuerpo y fue por eso que había sido mala
con él. El deseo en sus ojos le dijo a Sophie que Kathy tenía razón. Él también
sufría y tenía que decidir lo que quería. Era la cosa más dolorosa que ella había
hecho jamás, esperar que viniera a ella. Sin embargo, parecía ser el único
acercamiento que podía tomar.
―¿Por‖ qué‖ todos‖ siguen‖ diciendo‖ que‖ necesito‖ pedirte‖ perdón?‖ No‖ hice‖
nada‖malo‖―le‖dijo.
―¿Jake?
―Sí.
―C{llate.‖ ―Lo‖ vio‖ vacilar―.‖ No‖ vas‖ a‖ ser‖ capaz‖ de‖ ocultar‖ por‖ mucho‖
tiempo lo que sientes por mí. Está todo escrito en tu rostro.
Jake‖ enderezó‖ su‖ cuerpo‖ con‖ negación.‖ ―¿Quién‖ dice‖ que‖ estoy‖
ocultándolo? Sé lo que quiero.
―¿En‖serio?‖―Recostó un codo en la barra, recostó su barbilla en la mano y
decidió que empujar un poco en‖la‖dirección‖correcta‖no‖ sería‖malo.‖ ―Así‖que…‖
¿qué quieres? ¿A mí?
Él‖se‖lamió‖los‖labios.‖―Sí.‖Pero…
―¿Pero‖no‖lo‖suficiente‖para‖comprometerte?‖¿Me‖amas?
Cuando Jake no respondió Sophie sacudió la cabeza, se dio la vuelta y se
alejó. No podía decidir si estar de pie ahí enfrentándolo era peor que no verlo en
absoluto. Parecía ser un tira y hala que empezaba a destrozarla. 178
Traducido por Alysse Volkov
Corregido por Marieta16

—Esa chica sabe lo que está haciendo. —Dave levantó la pesa hasta que Jake
lo vio.
—¿En serio?
—Kathy tiene tantos estudios que es aterrador. No estamos pagándole como
debe ser.
Jake pensó en cómo Sophie vivía. Para ella, un sueldo era más para verificar
su independencia que para garantizar su seguridad financiera. Amaba esa vena
autosuficiente en ella. —Por lo menos el mercado es malo y es difícil encontrar un
trabajo. Esperemos que Kathy se quede con nosotros por un tiempo.
—Espero que sí. Odiaría a otro contador saliendo por esa puerta.
¿Como dejó a Sophie salir de la suya? Jake no se perdió las miradas en el trabajo
y el entendimiento silencioso que pasó entre ellos sin su tener que explicar por qué 179

necesitaba tiempo a solas. —Apuesto que lo harías —comentó con un gruñido.


—Jake, ella es una empleada, y sabes nuestra política.
—Sí.
—Estoy absolutamente rompiendo esa regla y saliendo con ella. No me
importa. Juro desde el momento en que la conocí... —Dave bajo la pesa y se
sentó—. Es la indicada —le dijo a Jake con convicción.
—Maldita sea, eso no tomó mucho tiempo.
—Te estoy diciendo. Sentado en esa cabina con ella era como estar con
alguien que había conocido toda mi vida. Y ella también lo sentía.
—¿Cómo puedes estar tan seguro de eso?
—Porque le dije, y me dijo que sentía lo mismo.
Recuperándose, Jake dio un silbido entre dientes. —Supongo que tienes que
darle las gracias a Sophie por esto.
—La llamé esta mañana y fue lo que hice. Ya sabes, Jake, es lo mejor que te
ha pasado.
—Creo que necesitamos un poco de tiempo.
—Bueno, te voy a dar un consejo fraternal si quieres o no. Creo que tienes
miedo.
Jake le dio a Dave una mirada suave. —Eso no fue un consejo, Dave.
—Estás aterrorizado y no sabes qué hacer.
—En primer lugar, nunca he estado aterrorizado por una mujer...
—Lo estás de esta —interrumpió Dave.
—No lo estoy. Y en segundo lugar... —Vaciló Jake, tratando de recordar las
razones por las que no estaban y no podían estar juntos.
—¡Eso es lo que pensaba! No tienes idea de lo que haces. Déjame decirte
Jake, vas a perderla si no haces algo.
—No puedo —susurró Jake—. Es humillante admitir que soy un cobarde.
Pero no me atrevo a ir por ella. ¿Y si me rechaza? Moriré. Sin embargo, no puedo
dejar de pensar en ella. Cómo se siente en mis brazos. Cómo se siente cuando
estamos juntos es... increíble.
—No, me equivoqué, Jake. Eres un cabrón. ¿Es en sexo todo lo que piensas
cuando piensas en ella? ¿Cuántos tienes, dieciséis? 180

—Eso no es justo, hermano. —Jake señaló a su hermano—. Hay un montón


de cosas que extraño de ella.
—¿En serio? ¿Cómo qué?
—Cómo nos reímos viendo la televisión juntos. Cómo su perfume todavía
está en el aire a pesar de que se ha ido. Ummm... cómo se siente a mi lado.
—Genial. Totalmente genial, Jake. Puedes tener eso con otras mujeres. ¿Qué
pasa con Sophie que te hace quererla? ¿O eres simplemente tan testarudo sobre esto
y no quieres admitir que estás enamorado de ella?
Jake vaciló. —No va a tomarme de vuelta de todos modos.
—Por‖dios‖santo,‖deja‖salir‖un‖‚lo‖siento‛‖de‖tu‖boca.
Jake tragó un poco de agua dándose tiempo para pensar antes de contestar.
—No quiero echar a perder su vida como lo he hecho con la mía, Dave. ¿De
acuerdo? Conseguí lastimar y matar personas.
—Jake, no vas a arruinar su vida cuando nunca has jodido la tuya. Eso era
una guerra e hiciste tu trabajo. Supéralo. —Jake se retorció de vergüenza cuando
vio a su hermano luciendo impotente por una fracción de segundo—. Tienes que
dejar de pensar así y tratar de seguir adelante.
—Lo sé —acordó Jake.
—¿Estás enamorado de ella?
—Dave, Sophie merece más que yo.
El disgusto en la voz de Dave era potente. —Sí, porque los héroes de guerra
son tales escorias. ¿Sí o no, Jake? ¿Estás enamorado de ella?
—No soy un héroe —insistió Jake mientras esquivaba cuidadosamente la
pregunta.
—¿En serio? Porque eso es lo que significan todos esos metales puestos.
—Hacía mi trabajo.
—¡Maldita sea, Jake! ¿Estás enamorado de ella?
—¡Sí! Extraño la forma en que sus ojos se iluminan cuando me ve. Echo de
menos la forma en que contesta el teléfono cuando sabe que estoy en la línea. La
forma en que me hace sentir vivo cuando creo que todo el mundo se derrumba a
mí alrededor. No me falta una parte de mí mismo cuando estoy con ella.
¿Entiendes lo que es sentirse como sólo la mitad de un hombre? Eso es lo que soy 181
sin ella. ¡Pero no soy un héroe, y estar conmigo le obliga a poner su vida en
suspenso, como lo hiciste tú! ¡Así que te he jodido, también! —Jake no podía
soportar este argumento por más tiempo y se alejó. ¿Cómo explicarle a Dave que
como militar veía las cosas de manera muy diferente? Vio a hombres que murieron
mientras se encontraban bajo su mando. Vio las víctimas inocentes quienes sólo
pasaron a quedar atrapadas en el fuego cruzado. No, él no era el héroe de nadie. Ni
siquiera el suyo.
—¡Jake!—Dave atrapó a su hermano—. ¡Espera! Déjame ponerlo de esta
manera. Cuando un hombre hace bien su trabajo todos los días, consigue una
promoción y, a veces un aumento de sueldo para las tareas mundanas que
componen su trabajo del día a día. Cuando ustedes hacen algo bien, significa que
salvaron más vidas de las que perdieron. Que luchaste por el bien común y
ganaste. Y mientras que al final del día puedes pensar que no hiciste tu trabajo lo
mejor que pudiste... todavía es un trabajo que el noventa por ciento de nosotros no
podría hacer. Debido a que no tenemos las agallas y el coraje que hombres como tú
tienen. Así que no te quedes ahí y me digas que no eres un héroe ¡porque es un
insulto para aquellos de nosotros que te admiramos! Si no puedes admitir eso, ¡al
menos reconócelo! Ella te ama por lo que eres, no por quien eras.
Dave salió estrepitosamente, dejando a Jake preguntándose si el punto de su
hermano era válido. La gente siempre lo admiraba y lo que él hizo. Desde extraños,
a los amigos de la vieja escuela, a la familia. Siempre querían saber cómo podía
hacer lo que hizo y ser el hombre que era. El hombre que solía ser. Jake recordaba
haber visto la admiración de algunos en los ojos de sus jóvenes cadetes y sabía que
una vez parecía como si conocieran a sus propios héroes. Reflexionó sobre lo
orgulloso que solía estar por lo que hizo por su país. Cómo tal vez perdió ese
orgullo con las secuelas y el cuerpo a cuerpo, su vida cambió por esto. Una vez
creyó en esta nación tanto que casi dio su vida por ella. Dada la oportunidad, ¡lo
haría de nuevo sabiendo las consecuencias? La respuesta fue fácil: Sí. Sin lugar a
dudas.
Más tarde esa noche, Jake expuso su uniforme y medallas en su cama.
Siempre se colocaban en esos casos, fueron metidos en lo alto de la estantería en el
armario de su dormitorio. No podía recordar el día que su último honor le fue
dado, porque ocurrió en el inicio de su espiral descendente. Lo que podía recordar,
sin embargo, fue un sentimiento de orgullo. Todos los hombres que él admiraba
habían conseguido esa medalla. Ahora la tenía, también. Pero, ¿qué significa el
símbolo brillante con él? ¿Es porque hizo bien su trabajo, y en la medida de sus
capacidades? ¿Que él era un héroe? ¿O es que el honor no significa nada? Jake pasó
182
el pulgar por encima. No, eso significaba algo. De lo contrario, tendría que creer
que todas las víctimas de la guerra eran por nada. Las muertes de Callahan y
Chuck serían en vano.
Demonios, Chuck voló sus sesos y dejó a su familia y amigos preguntarse
por qué. Jake sabía el por qué. Vivió el porqué todos los días. Nunca pensó que morir
en esa zanja habría sido mejor que vivir con la muerte emocional que produjo. Pero
a veces, cuando se sentía abrumado por la vida y eso le llevaba a actuar irracional,
Jake se preguntó si Chuck sólo necesitaba detener el dolor, poner fin a las
innumerables imágenes quemadas en su cerebro y la constante preocupación en
los ojos de la gente. Las víctimas no son sólo los heridos y muertos. No. Son los
hombres y mujeres que regresan a casa y descubren que mezclarse a la vida civil es
casi imposible sin apagar un interruptor; la única cosa que Chuck no pudo
encontrar una vez, la única cosa que sabía que se había ido.
Levantando la mirada, Jake encontró su reflejo en el espejo de la habitación.
¿Quién era él ahora que no respondía al nombreArtillero? ¿Qué quería hacer con el
resto de su vida ahora que sabía que tenía opciones? Contrariado, Jake puso todo
en su lugar. Mañana tendría que llamar y agradecer a Dave por ser tan franco
sobre las cosas y sacarlo por él, mientras que regresaba a sus sentidos. No, Jake no
fue la persona más fácil para estar alrededor o trabajar, pero Dave lo hizo no sólo
porque eran hermanos, sino porque entendía, respetaba y se amaban.
Jake no quería pensar más en ello. Cargaba su mente y cuerpo agotado. El
sueño llegó con facilidad, y lo mismo hicieron los dulces sueños de Sophie, la única
persona que lo cambió todo. Le enseñó a apreciar la vida de nuevo con su tranquila
comprensión y actitud de no-tomar--prisioneros. No se hallaba completo sin ella, y
no porque la guerra arrancó un abismo de dolor a través de él, sino porque su
mera ausencia lo hizo. Necesitaba recuperarla sin importar el costo. Mendigando
de rodillas hasta que lo perdonara o morir de vejez era algo que se sentía dispuesto
a hacer si eso significaba que existía una posibilidad de pasar la eternidad con ella.
Mañana. Se pondría los pantalones de niño grande y la conseguiría de vuelta
mañana.

183
Traducido SOS por July Styles Tate
Corregido por *Andreina F*

Los árboles congelados brillaban como lo harían los cristales en la luz del
sol. Puertas de autos atascadas y limpiaparabrisas rotos cuando sus propietarios
trataron de moverlos de su lugar de descanso ártico. Jake miró fuera de su ventana
y se preguntó por enésima vez lo que Sophie estaba haciendo, pensando,
planeando para la víspera de Año Nuevo.
Con el ritmo nervioso que sólo se sentía antes de ir a la batalla, Jake escaneó
sus estantes de la sala y sonrió. Se encontraban un poco desorganizados y
polvorientos. Sus ojos entonces se posaron en las fotos que colgaban en las
paredes. Una de Dave, Sophie, y él en la fiesta de Halloween. Otra de sus padres
sonriendo, y otra de él y Sophie la noche que comieron todos juntos. Dave la
capturó con su teléfono cuando Jake tiró de ella en sus brazos para darle un beso
184
de buenas noches. Se las arregló para atrapar la mirada compartida en sus ojos.
Amor. Puro, simple, frente a él. Jake casi la dejó ir, y si no fuera por Dave,
probablemente lo hubiera hecho sin jamás darse cuenta del por qué el resto de su
vida era tan miserable. Temor tiró de él mientras se ponía las botas, cogió su
chaqueta y las llaves, y luego se dirigió hacia la puerta. En su urgencia se resbaló
en el último escalón de la casa y terminó con su trasero en la nieve helada. Con el
lado derecho de su cadera adolorido, cojeó hacia su camioneta sólo para descubrir
la puerta cerrada por congelamiento.
—¡Mierda!—proclamó mientras tiraba del mango con todas sus fuerzas.
Dándose por vencido, golpeó la puerta—. ¡Te odio!
Cojeando de nuevo hacia la casa, Jake llenó una olla con agua y lo puso en la
estufa a calentar. Mientras esperaba puso sal en las escaleras para no resbalar otra
vez. Decidido a llegar a Sophie, Jake salió por la puerta con la olla de agua caliente
y lo derramó sobre la puerta del lado del conductor. Vapor salió cuando el hielo se
derritió y el pestillo quedó libre. Con su objetivo a sólo unos pocos kilómetros por
carretera tiró la olla vacía sobre el césped. Con un violento tirón, Jake giró la llave
de encendido. Hizo clic ... clic ... cliccckkk. Sabía que debió haber conseguido gas
ayer. Su línea de gas probablemente se congeló por llevar el tanque por debajo de
un cuarto y el tiempo más bajo de diez grados. Ahora ¿qué iba a hacer? La cabeza
de Jake cayó con un golpe en su volante. El claxon dio un pitido débil.
—Piensa, Jake, piensa—se ordenó a sí mismo—. ¡Dave!
Al darse cuenta de que dejó su celular en la casa, Jake se empujó fuera de su
auto y saltó por las escaleras resbaladizas. Con el teléfono en la mano, Jake marcó a
Sophie en su lugar. Si no podía verla, entonces maldita sea, iba a hablar con ella.
Sus manos empezaron a temblar cuando por fin contestó.
—¿Hola?
—Iba a pasear en trineo y me preguntaba si te gustaría venir. Sin embargo
tendrías que venir a buscarme porque mi camioneta no arranca—dijo en un
suspiro prolongado.
—Jake, ¿estás bien?
—Sí... ummm... mi camioneta no está funcionando.
—¿Le echaste suficiente gas?
Él se rió porque sabía. De alguna manera, ella siempre supo. —No, no lohice
—Yo…
—Sophie. —Él respiró hondo dispuesto a confesar su amor. —Escucha,
creo… 185

—¿Estás pensando? Lo siento, no quise ser desagradable.


—Lo menos que puedes hacer es escuchar antes de empezar a desgarrarme
de nuevo
—¿Escuchar? ¿Quieres que te escuche? Eres algo descarado, ¡Jacob Mark
Sanders!
Lo llamó por su nombre completo. El oírla decirlo con un resoplido y
exagerando las sílabas trajo una sonrisa a su cara. Él la amaba. Cada maldita cosa
sobre ella y eso incluía a su temperamento. —Sophie. —Cuando se dio cuenta de
que ella le colgó, Jake miró el teléfono y comenzó a reír. Se hallaba locamente
enamorado de ella, y parecía que iba a tener que caminar a su casa para decírselo.

***
—¡¿Cómo se atreve?! —Sophie bajó por las escaleras a su garaje. Su motor
volviendo a la vida. Su auto deslizándose en la calle, patinó antes de ganar el
control del auto. Iban a tener que sacar eso. Si Jake pensó que lucharon antes, se iba
a llevar una gran sorpresa. Tenía que dejar de jugar con sus sentimientos y hacerle
saber lo que realmente sentía por ella para que pudieran estar juntos o separados.
La simple idea de Jake con otra mujer dio al temperamento de Sophie otra razón
para golpear el pedal del acelerador.
Se deslizó en su camino de entrada cuando Jake salió de su coche. Sophie
apenas falló en chocarlo.
—¿Qué demonios estás haciendo? —gritó él.
Cerró la puerta de su coche y se dirigió hacia él. —Si piensas que vas a
tomarme como alguna ramera sólo porque no estoy trabajando más en el León,
estás muy equivocado.
—Estás loca. No sé qué demonios estás hablando. —Su mirada divertida
provocó sed de sangre a Sophie. Justo antes de que su palma hubiera realizado una
conexión satisfactoria con su rostro, Jake le cogió su mano—. No, no voy a hacerlo
de esta manera.
—¿Hacer qué? Dime que hay alguien más. Que éramos sólo una aventura y
eres feliz ahora. —Un mar de lágrimas, que retuvo durante demasiado tiempo,
comenzó a fluir. Por mucho que intentó detener la respiración de jadeo, el dolor
186
que sentía desde su abandono la abrumó. La persona fuerte que una vez fue,
desapareció. Por mucho que quería, no podía alejarse de él. ¿Qué estaba haciendo?
¿Por qué actuaba como una loca?
—Sophie. —Su voz se hizo tan suave que se preguntó si lo oyó en absoluto.
—No sé lo que estoy haciendo, Jake. Me vuelves loca. —Sus rodillas se
debilitaron cuando una lágrima escapó de la esquina de su ojo.
—Te amo, Sophie. Cada cosa loca que haces. La forma en que peleas
conmigo y no toleras mi mierda. Cómo te gusta sentarte en el sofá viendo películas
malas con la pierna izquierda doblada debajo de ti. Cuando bailas es como ver a
un ángel volar, es increíble. Puedo hacer cualquier cosa contigo y nada sin ti. Te
amo, Sophie.
No podía haber oído bien. Debía ser la sangre rugiendo en su cabeza
causando ese momento de locura. —¿Qué?—Jake envolvió su brazo alrededor de
su cintura antes de que ella pudiera hundirse en la nieve.
—Me hallaba en mi camino a tu casa para decírtelo cuando me caí por las
malditas escaleras. Entonces la puerta de mi camión estaba cerrada por
congelamiento. Luego la camioneta no arrancaba. Sophie, no soy un hombre
completo sin ti. Al principio, no sabía qué hacer con estos sentimientos que
explotaron en mí cuando te conocí. ¡Ahora lo entiendo! El amor te hace hacer cosas
ridículas. Somos amigos, amantes, confías en mí, y yo confío en ti, y eso es decir un
montón.
—Yo…
Él la besó con fiereza, su necesidad fuerte y urgente. —Por favor créeme
cuando te digo que eres tú. Sólo tú, a la que quiero. He estado esperando por ti.
Su cabeza le daba vueltas con todo lo que le decía. —Me has hecho daño.
—Lo sé. Lo siento mucho. Sophie, me falta tiempo. Y por una vez puedo
hacer algo al respecto. Eres tú. He perdido el tiempo contigo. Me sentía tan
asustado que te hice daño, que nunca me di cuenta de lo mucho que estaba
haciendo exactamente esa cosa. Me despierto con ganas de hablar contigo y luego
recuerdo que no estás allí. Quiero despertar contigo a mi lado cada mañana. No he
lavado mi almohada porque huele a ti. Echo de menos la forma en que nos reímos,
la forma en que me desafías. ¡Estoy aburrido! Oh, Dios mío, estoy taaaan aburrido
sin ti.
—¿En serio?—Esto era más de lo que podía pedir. Comenzaba a llegar a
ella, pero ella necesitaba saber—. ¿Por qué ahora
—Sabiendo que te ibas delLeón me derribó. ¿Qué pasa si nunca te veía de 187
nuevo? ¿Qué pasa si no tengo esa segunda oportunidad? Dave me preguntó por
qué eras tú. De todas las mujeres en el mundo, ¿por qué eras tú?—Se arrodilló en la
calzada helada ante ella, otra lágrima escapó de su ojo—. Sophie, hacerte daño fue
lo peor que he hecho. Te mereces un hombre que vaya a ponerse de pie y luchar
por lo que cree. Uno que te dar{‖ese‖hogar,‖niños,‖y‖un‖perro…
—Oh, Dios mío. —Su aliento escapó de sus pulmones en una ráfaga
mientras su mente se quedaba en blanco. Este era el hombre que había estado
esperando, y él se encontraba dispuesto a darle todo lo que siempre soñó.
—Me haces querer ser el hombre para darte eso. Me humillaré y voy a rogar
hasta que el último aliento‖salga‖de‖mí.‖Te‖amo.‖Yo…
—No tienes que rogar, Jake. También te amo. —Cayó de rodillas delante de
él.
Jake apoyó su frente en la de ella. —No me dejes ir. Sé que puedo salir de
esto contigo a mi lado. Es un mundo completamente nuevo para mí, y quiero que
seas parte de él. Quiero construir una familia contigo y recuerdos. La vida no
significará nada sin ti. —Escuchó a Sophie dejar escapar una risita—. ¿Qué?
—Lo siento, Jake. ¿Pensaste que tenía una opción en esto? Sólo te daba
tiempo para regresar a tu juicio. Eres mío, e iremos dentro de esa casa y te voy a
mostrar exactamente de lo que te has estado perdiendo.
—¡Caramba. ¿Debo tener miedo? Esto suena como una batalla.
—Una que te encantará perder.

188
Tempting Mr. Perfect

A
lgunas veces se siente bien ser
malo…
Dave Sanders está
compensando toda vida de
pecado. Después de dejar atrás su imprudente
pasado, dirige ahora un respetable bar & grill.
Pero mantener su lado salvaje a raya se vuelve
casi imposible cuando KAthy Mae Smith
comienza a trabajar para él. Ella es timida,
modesta, y muy, muy sexy. Una lenta, dulce
seducción nunca ha sido su estilo, pero entonces 189

Dave nunca ha querido a una mujer como esta


antes…
Gracias a su ex esposo, KAthy no sabe si
alguna vez pueda volver a confiar en un hombre.
Y ciertamente no esta perdiendo su trabajo por
saltar a la cama con su nuevo jefe caliente. Sin
embargo, Dave es bueno, cuidadoso y su
persistencia candente esta a punto de quemar a
través de sus defensas, hasta que su pasado le pase factura. ¿Si se entrega a la
verdad por Sr. Perfecto, lo perderá… o conseguirá una segunda oportunidad en
el amor?
U
na vez Rebecca Rose tomo su primera novela de romance sabía
190
que su destino se había escrito en esas páginas. Vive para
encontrar romance en la via ordinaria, haciendo cosas cotidianas,
solo creyendo que necesitas ser concientes de buscarlo. Mientras que ser
ligeramente disléxica ha creado algunos desafíos para ella, se siente obligada a
escribir sobre los personajes que viven en su cabeza.
Espera que su escritura te lleve a reír, llorar, y regocijarte con sus
personajes. Quizás incluso dejar una impresión duradera en tu alma.
¡VISÍTANOS Y ENTÉRATE DE NUESTROS 191

PROYECTOS!

¿Qué esperas?

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