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Módulo 4 Psicofisiología

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Módulo 4: Procesos Integradores: inteligencia,

pensamiento y comportamiento

IN TR ODUCCIÓN AL MÓDULO

Introducción

UN IDAD 9: PSICOFISIOLOGÍA DE LA IN TELIGEN CIA Y EL PEN SAMIEN TO

Introducción a la unidad

Tema 1: Psico siología de la Inteligencia y el Pensamiento

Tema 2: Bases neurofuncionales. Su relación con la especialización hemisférica

Tema 3: Inteligencia. Alteraciones bióticas y psicosociales de la Inteligencia

Tema 4: Alteraciones de la Ideación. Alteraciones del pensamiento

Cierre de la unidad

UN IDAD 10: PSICOFISIOLOGÍA DEL COMPOR TAMIEN TO

Introducción a la unidad
Tema 1: Psico siología del comportamiento

Tema 2: Estudios Complementarios de la Psico siología

Tema 3: Principios de Psicofarmacología

Cierre de la unidad

CIER R E DEL MÓDULO

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Lección 1 de 13

Introducción

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En este módulo desarrollaremos los últimos temas del programa y, como la lógica lo indica, son los procesos más
complejos en cuanto a que integran todos los procesos que hemos visto con anterioridad. Que sean los más
integradores no implica que sean los más importantes, ya que efectivamente, sin los restantes procesos no podrían
llevarse a cabo.

Al mismo tiempo, veremos algunos recursos con los que cuenta la Psicofisiología y la Clínica para estudiar y tratar
tanto el funcionamiento normal como el patológico, brindando elementos indispensables para lograr acercarnos más
al conocimiento de nosotros mismos.
Como siempre, daremos los lineamientos estructurales que nuestra experiencia indica que son centrales en la
comprensión de las temáticas y ustedes completarán el recorrido con la lectura de la bibliografía obligatoria.

Motta (2019)

Objetivos del módulo

Describir los aspectos bióticos, psíquicos y sociales de la inteligencia, el pensamiento y el


comportamiento

Definir, reconocer y describir las alteraciones de los procesos en relación con los diferentes cuadros
clínicos en los que se presentan

Comprender las características elementales de los métodos complementarios de estudio.


psicofisiológico, en sus aspectos investigativo y diagnóstico

Conocer los aspectos generales de la psicofarmacología


Contenidos del módulo

Unidad 9- Psicofisiología de la Inteligencia y el Pensamiento

9.1. Psicofisiología de la Inteligencia y el Pensamiento

9.2. Bases neurofuncionales. Su relación con la especialización hemisférica.

9.3. Inteligencia. Alteraciones bióticas y psicosociales de la Inteligencia. Ejemplos de cuadros clínicos relacionados
con alteraciones de la inteligencia.

9.4. Alteraciones de la Ideación. Alteraciones del pensamiento

Unidad 10- Psicofisiología del comportamiento

10.1. Psicofisiología del comportamiento

10.2. Estudios Complementarios de la Psicofisiología

10.3. Principios de Psicofarmacología

Tengo Síndrome de Tourette 2

El video nos muestra varios testimonios de uno de los cuadros clínicos que mejor ejemplifica los tics como una de las
alteraciones de la conducta voluntaria, el Síndrome de Tourette. Es importante que se comprenda que la molestia de
quienes rodean a las personas que tienen el síndrome no es ni remotamente comparable al padecimiento de los
afectados. Observen las estrategias que se ven obligados a desarrollar para intentar ser aceptados en los grupos.
Tengo el Síndrome de Tourette (2 de 3)

Marianoaste. (2009) Tengo Síndrome de Tourette 2. Recuperado en diciembre de 2019 de: https://www.youtube.com/watch?

v=mJnCpOfMUqo
Lección 2 de 13

Introducción a la unidad

¿A qué llamamos ser inteligente?

Contenidos de la unidad

1 Psicofisiología de la Inteligencia y el Pensamiento

2 Bases neurofuncionales. Su relación con la especialización hemisférica

3 Inteligencia. Alteraciones bióticas y psicosociales de la Inteligencia. Ejemplos de cuadros clínicos


relacionados con alteraciones de la inteligencia
4 Alteraciones de la Ideación. Alteraciones del pensamiento

Si le preguntáramos a muchas personas qué es ser inteligente, obtendríamos muchas respuestas diferentes, pero
seguramente, la mayoría orientadas al alto rendimiento académico o laboral. Prendados de siglos de educación
enciclopedista, culturalmente priorizamos la ilustración como indicador de inteligencia, pero, sin embargo, no
necesariamente es sinónimo de capacidad para utilizar los propios recursos para lograr una vida con sentido que
redunde en autorrealización. Entonces, ¿Qué es ser inteligente?

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Lección 3 de 13

Tema 1: Psicofisiología de la Inteligencia y el


Pensamiento

Hablar de inteligencia es una tarea compleja ya que no es una entidad


física objetivamente observable, sino que es un constructo. Por lo tanto,
su definición depende de los avatares de la ciencia en cada época y
sociedad.

De esta manera, hay teóricos que la han conceptualizado de muy diversas


maneras. Para dar sólo algunos ejemplos, Spearman (1927, citado en
Raven, Court, Raven, 1996) consideraba que hay un factor común que
impregna todos los procesos cognitivos (factor g) y es independiente de la
capacidad de utilizar material cultural. Más contemporáneamente,
Gardner (1983) ha postulado que existen múltiples inteligencias. Entre
estas teorías hay una gama indescriptible.

Si bien no es nuestro objetivo aquí describir todas las teorías de la inteligencia, sí queremos señalar que no es un
tema menor en qué teoría nos posicionamos al evaluar el nivel intelectual de una persona: todos los test tienen una
fundamentación teórica y es en base a ella que están construidos. De ese modo, los resultados obtenidos no
representan tanto a la persona en sí misma, como a su respuesta a ese tipo particular de pruebas. Por otro lado, el
Cociente Intelectual (CI), como número abstracto producto del cálculo ponderado a partir del puntaje en diversas
pruebas, no dice nada del perfil de inteligencia de esa persona, es decir, de los aspectos privilegiados o
desfavorecidos que es lo que realmente permite describir los recursos para la resolución de problemas y,
consecuentemente, planificar estrategias terapéuticas en el caso que sean necesarias.

Piaget conceptualiza la inteligencia a lo largo de toda su obra, pero lo


central es que señala que su objetivo es la adaptación (1990).

En ese sentido, es un camino a recorrer porque la adaptación es constante en relación a los desafíos que el medio nos
propone. De esta manera, la inteligencia no es un punto de partida, no es una capacidad con la que nacemos y está
determinada y, por lo tanto, nos limita, sino que es un punto al que tendemos (Piaget, 1990). Así, es cierto que
partimos de ciertos modos funcionales heredados, traemos la potencia de desarrollar la inteligencia; lo que suceda a
partir de ese potencial dependerá de las posibilidades de acción que se le permitan al niño y de los componentes
sociales que acompañen este desarrollo (Piaget, 1972).

Entonces, como el proceso complejo que es, la inteligencia se desarrolla


por las interrelaciones de los aspectos bióticos, psíquicos y sociales.

“(…) la maduración del sistema nervioso abre simplemente una serie de posibilidades (y la no maduración lleva
consigo una serie de imposibilidades), pero sin que estas posibilidades den lugar a una actualización inmediata
mientras las condiciones de experiencia material o de interacción social no provoquen esta actualización ”

- Piaget (1991. PP. 149-150)


Agrega, sin negar la necesariedad de las bases neurofuncionales, que desarrollaremos en breve, que:

“(…)el sistema nervioso y su tardía maduración (mielogénesis y, principalmente, cito-endogénesis) se limitan así a
abrir un cierto campo de posibilidades en cuyo interior se actualizarán un cierto número de conductas (y sin duda
muy pocas en relación con el número de posibilidades que aún están abiertas); pero esta actualización supone ciertas
condiciones de experiencia física (manipulación de los objetos, etc., lo que es esencial, igualmente, para la lógica) y
ciertas condiciones sociales (intercambio regulado de las informaciones, control mutuo, etc.) y son estas diversas
condiciones las que determinan el perfeccionamiento de lo que la maduración hace simplemente posible. ”

- Piaget (1991. PP. 150)

Entonces, “… afectividad e inteligencia son indisociables y constituyen


los dos aspectos complementarios de toda conducta humana.” (Piaget,
1991, P. 25). El motor de la conducta son los afectos y el impulso
motivacional; la inteligencia cumple con los aspectos instrumentales.

Hablar del pensamiento es adentrarnos en uno de los procesos más característicamente humanos, junto con el
lenguaje.

La dificultad de su estudio radica en que:


“Si bien el yo es consciente del contenido de su pensamiento, ignora las razones estructurales y funcionales que lo
obligan a pensar de tal manera; dicho de otra forma, ignora el mecanismo íntimo que dirige el pensamiento”

- Piaget (1972, P. 39)

Más allá de ello, y a pesar de las limitaciones metodológicas, la ciencia se


ha dedicado a estudiar el proceso de ideación, denominado así porque su
resultado son las ideas, elemento constitutivo del pensamiento. Este proceso
no se limita a una asociación simple, sino que integra los resultados de
múltiples procesos como la percepción, la memoria, la conciencia, el
lenguaje, el aprendizaje, la motivación, etc.

Se parte del concepto, abstracción producto de la integración,


comparación y asociación de las imágenes. Es así que el punto de partida
de los procesos intelectuales es la sensopercepción y el proceso de
conceptualización extrae los rasgos distintivos de una categoría de
objetos (Mas Colombo, 2011).

A partir de la construcción de secuencias temporalizadas de imágenes o conceptos que representan simbólicamente


cosas o eventos, producimos juicios (Muñoz Gutiérrez, s.f.).

Son proposiciones de las que se


puede determinar si son verdaderos o
falsos y he ahí su innegable relación

Los juicios con el lenguaje. Una vez


desarrollado un juicio, éste puede
ponerse en relación con otros y
obtener así secuencias deductivas o

Decíamos que los juicios son secuencias temporalizadas de conceptos, además de que, en los razonamientos, se
enlazan de una determinada manera; por eso, el pensamiento tiene un determinado curso y fluye en un cierto sentido,
siguiendo una idea directriz, que en definitiva es la que lo conduce al objetivo y le da coherencia.

A pesar de esta descripción del pensamiento, que podemos llamar lógico o racional, existe antes, tanto onto como
filogenéticamente, el pensamiento mágico, propio de los niños y los pueblos primitivos; pero que se integra y aparece
en determinadas circunstancias aún en adultos con pensamiento formal. Un ejemplo son las supersticiones.

Los 12 pilares de la inteligencia

El video presenta los avances que pueden hacerse en el estudio de la inteligencia a partir de los métodos
complementarios que contribuyen a la investigación del funcionamiento del cerebro, a partir de lo cual pueden
modificarse algunas conceptualizaciones.

ACCEDER A WEB

Punset, E. (conductor) .(2011). Los 12 pilares de la inteligencia. En Redes, episodio 81, RTVE. Recuperado en diciembre de

2019 de: http://www.rtve.es/television/20110127/redes-12-pilares-inteligencia/398689.shtml


Lección 4 de 13

Tema 2: Bases neurofuncionales. Su relación con la


especialización hemisférica

Tanto respecto de la inteligencia como respecto del pensamiento, lo


primero que aparece como base neurofuncional son los lóbulos
prefrontales. Esto es cierto, sobre todo considerando el izquierdo
asociado al razonamiento lógico y práctico, en tanto el derecho, rige la
intuición y el pensamiento trascendental (Imbriano, 1983).

Sin embargo, y retomando la idea de que la inteligencia y el pensamiento requieren y a la vez regulan los otros
procesos, necesariamente debemos considerar la intervención del resto del sistema nervioso.

“Actuar inteligentemente no depende solamente de contar con más información sino de poder hacer una síntesis
adecuada entre los datos externos a nosotros y los internos, que se vinculan tanto con nuestra historia como con
nuestras metas.”

- Mas Colombo, Risueño, Motta. (2003, P.2)


Las conexiones cortico-subcorticales que establece [el lóbulo prefrontal]
con otras áreas corticales y con el sistema límbico le permiten construir a
través del tiempo la significación y el sentido de la conducta. Esta
información que llega al LPF se debe a las proyecciones reticulares que, a
su vez, a manera de circuito reverberante, retroproyecta a las estructuras
subcorticales. Las áreas secundarias de corteza posterior brindan el
almacenamiento de la información percibida sensorialmente, en tanto
que el sistema límbico carga pulsional y afectivamente esa información
almacenada con relación a las experiencias vividas. A partir de esto, esta
región anterior del cerebro es la que está íntimamente implicada en la
organización de intenciones y planes (Mas Colombo, Risueño, Motta,
2003, P. 6) y, por tanto, de la conducta adaptativa.
Lección 5 de 13

Tema 3: Inteligencia. Alteraciones bióticas y


psicosociales de la Inteligencia

Sin duda, los cuadros más ejemplificadores de una alteración


biótica de la inteligencia, es decir, de la capacidad global para la
adaptación, son la discapacidad intelectual y las demencias.

D I S C A PA C I D A D I N T E L E C T U A L DEMENCIAS

En éste caso el problema radica en lesiones del sistema nervioso de diversas etiologías (noxas teratogénicas,
infecciones perinatales, etc.) (Mas Colombo, 2011). Encontraremos, en la evaluación objetiva del cociente
intelectual (CI) una marcada disminución; la inteligencia se desarrolla de manera lenta e incompleta. Sin embargo,
un CI nada nos dice del potencial que ese niño tiene puesto que éste no depende solamente de las condiciones del
sistema nervioso, sino, también de la habilitación que recibe de sus padres para constituirse como ser deseante
autónomo, capaz de ocupar un lugar en la sociedad y de cómo la sociedad los aloja como integrantes de pleno
derecho. Así, lo que se observa es que, a igual CI, los niños pueden desempeñarse de manera más o menos
adaptativa.

D I S C A PA C I D A D I N T E L E C T U A L DEMENCIAS
En el caso de los trastornos neurocognitivos mayores (demencias) lo que sucede es el deterioro global, adquirido,
debido a un proceso neurodegenerativo (APA, 2014). Las causas son variables (vasculares, genéticas, etc.) dando
lugar a cuadros específicos (Enfermedad de Alzheimer, demencia vascular, etc.) y llevan a la persona a la pérdida
total de autonomía.
Lección 6 de 13

Tema 4: Alteraciones de la Ideación. Alteraciones del


pensamiento

Decíamos que el pensamiento tiene como contenido la idea;


además, decíamos que tiene un curso y fluye en un determinado
sentido.

Si tomamos como punto de partida esta caracterización resulta sencilla la clasificación de sus alteraciones.
Cuadro 1: Elaboración propia (2019)

Alteraciones del contenido

Idea delirante

Se origina en un juicio perturbado, de donde se deriva su cualidad patológica. Se caracteriza por ser irreductible,
incorregible, lo que la diferencia de una simple idea errónea originada en la ignorancia, ya que el paciente no la
modifica, aunque haya evidencias incontrovertibles de su falsedad. Como se origina en un juicio perturbado, para la
persona es consistente, por lo que es egosintónica y condiciona la conducta (Mas Colombo et al., 2011). Además,
que se origine en un juicio perturbado no debe hacernos pensar que las ideas delirantes siempre son inverosímiles;
su cualidad patológica no deriva de su falta de credibilidad sino del proceso alterado por el que se originó.

Idea obsesiva

Aparece de manera reiterada e intrusiva, el paciente intenta evitarlas o suprimirlas, por lo que son egodistónicas,
pero se le imponen, generando malestar y ansiedad que lo llevan a realizar actos compulsivos, como rituales, para
contrarrestarlas. (APAL, s.f.)

Idea sobrevalorada

Son ideas firmemente establecidas, el paciente está íntimamente convencido de su veracidad, por lo que las defiende
con gran fuerza; pero no rechaza totalmente los argumentos y evidencias en su contra, llegando a veces a reconocer
su carácter exagerado e inflexible. Motivan conductas de acuerdo con su temática. No siempre es fácil diferenciar
una idea delirante de una sobrevalorada. (APAL, s.f.)

Idea fija

Se caracterizan por estar casi permanentemente presentes durante un período de tiempo. A veces son involuntarias y
a veces son mantenidas voluntariamente, aunque no necesariamente motivan conductas específicas. Son ejemplos,
preocupaciones constantes por la situación laboral, económica, sexual, etc. (APAL, s.f.)
Alteraciones del curso

Del ritmo

Bradipsiquia

El ritmo del pensamiento está lentificado.

Taquipsiquia

El ritmo del pensamiento está acelerado lo que puede provocar que se pase de una idea a otra sin completarlas (fuga
de ideas) (APAL, s.f.)

De la coherencia

Incoherencia

El paciente salta de un tema a otro, perdiendo el principio de finalidad del pensamiento lógico, la impresión que
recibe el observador es que transmite, sin posibilidad de control, selección ni jerarquización, imágenes internas que
fluyen desordenadamente (Capponi, 1987)
Fuga de ideas

Asociada a la taquipsiquia, el paciente parece mostrar excesiva capacidad asociativa, por lo que las ideas aparecen
incesantemente por asociaciones laxas. (Pifarré, 2018)

Disgregación

El paciente aborda un tema, pero pierde la ilación por la irrupción de ideas secundarias que, por tener relaciones
tangenciales con el tema, hacen que el discurso en conjunto muestre un sentido, aunque a veces sea muy difícil de
extraer (Capponi, 1987).

De la fluidez

Perseveración

Durante el discurso el sujeto repite palabras, ideas o temas originalmente relacionadas con la idea directriz (Gómez
Feria-Prieto, 2019).

Estereotipia

Repetición de una idea que no tiene que ver con las preguntas del entrevistador (Nachar et al., 2018)
Interceptación

El curso de las ideas se interrumpe antes de que haya logrado el objetivo y se pueda comunicar. (APAL, s.f.)

Pararrespuesta

Las respuestas del paciente no son pertinentes respecto del curso de la conversación (APAL, s.f.), lo que habla de un
flujo de pensamiento que ve interrumpida su fluidez

Viscosidad

El pensamiento es pegajoso, el paciente tiene dificultad para avanzar en los razonamientos (Capponi, 1987)

Verbigeración

Es la repetición monótona, por lo general con bajo volumen, de frases, palabras y hasta sílabas. (APAL, s.f.)

Rigidez

La persona está adherida a una idea y le resulta muy dificultoso pasar a otra, lo que condiciona fuertemente la
conducta (Marietán, 1994)
Lección 7 de 13

Cierre de la unidad

¿A qué llamamos ser inteligente?

Sin duda, todos debemos haber conocido personas cuyo rendimiento laboral, escolar, etc., nos hace pensar “¡qué
inteligente!”; muchas veces, lo asociamos a que tiene gran vocabulario, se le da bien la matemática, etc. Sin
embargo, no toma buenas decisiones, en su vida personal comete sistemáticamente los mismos errores, tiene
dificultades para mantener relaciones satisfactorias.

Solemos confundir inteligencia con ilustración intelectual y a partir de ello evaluamos, dictaminamos y encasillamos
temerariamente; la experiencia nos enseña que todos tienen potencial, cada uno el suyo, cada uno a su manera.
Ignorar la experiencia es, cuanto menos, poco inteligente.
Conclusión

Solemos confundir inteligencia con ilustración intelectual y a partir de ello evaluamos, dictaminamos y encasillamos
temerariamente; la experiencia nos enseña que todos tienen potencial, cada uno el suyo, cada uno a su manera.
Ignorar la experiencia es, cuanto menos, poco inteligente. Rescatar lo que cada uno puede, rescatar el para qué hacia
el que cada uno conduce su conducta, es dar un paso adelante en la humanización de la práctica profesional.

Bibliografía

de referencia

Asociación Psiquiátrica de América Latina (APAL) (s.f.) Pensamiento. Recuperado en diciembre de 2019 de:
http://www.apalweb.org/docs/semiologia3.pdf

American Psychiatric Association (2014) Manual Diagnóstico y estadístico de trastornos mentales. 5ta.
Edición. Editorial Médica Panamericana.

Capponi, R. (1987) Psicopatología y semiología psiquiátrica. Universidad Católica de Chile. Recuperado en


diciembre de 2019 de: http://www.bibliodrogas.gob.cl/biblioteca/documentos/SICOLOGIA_5192.PDF

Cortada de Kohan, N. (2001) Constructos psicológicos y variables. Psicología y Psicopedagogía Año 2, nro.
2. Recuperado en diciembre de 2019 de:
https://web.archive.org/web/20071011204951/http://www.salvador.edu.ar/psic/ua1-9pub02-8-03.htm

Gardner, H. (1983) Inteligencias múltiples. Buenos Aires: Paidós

Gómez Feria-Prieto, I. (2019) Glosario de términos psicopatológicos e históricos psiquiátricos. Recuperado


en diciembre de 2019 de: https://psiquiatria.com/glosario/

Marietán, H. (1994) Pensamiento. En Semiología Psiquiátrica y Psicopatía, Cap. XI. Recuperado en


diciembre de 2019 de: http://www.psicopatia.com.ar/semiologia_psiquiatrica/capitulo11.html

Mas Colombo, E. y otros (2011) Clínica Psicofisiopatológica. Buenos Aires: ECUA

Mas Colombo, E., Risueño, A., Motta, I. (2003) Función ejecutiva y conductas impulsivas. En Cuarto
Congreso Virtual Interpsiquis 2003. Recuperado en diciembre de 2019 de:
https://www.researchgate.net/profile/Iris_Motta/publication/237348624_Funcion_ejecutiva_y_conductas_imp
ulsivasI/links/0f3175389eafbcbc33000000/Funcion-ejecutiva-y-conductas-impulsivasI.pdf
Muñoz Gutiérrez, C. (s.f.) Introducción a la lógica. Recuperado en diciembre de 2019 de:
https://webs.ucm.es/info/pslogica/cdn.pdf

Nachar, R., Castañeda, C., Mena, C., González, A. (2018) Aspectos básicos del examen mental. Universidad
Finis Terrae. Recuperado en diciembre de 2019 de: https://www.medfinis.cl/img/manuales/examen-mental-
uft.pdf

Piaget, J. (1972) Estudios de psicología genética. Buenos Aires: Emecé Editores

Piaget, J. (1990) El nacimiento de la inteligencia en el niño. México: Grijalbo

Piaget, J. (1991) Seis estudios de psicología. Buenos Aires: Editorial Labor

Pifarré, J. (2018) Trastornos del pensamiento y del lenguaje. CEDE. Recuperado en diciembre de 2019 de:
https://www.pir.es/impugnaciones2018/pregunta77/cap45%20Trast%20PENSAMIENTO%20y%20LENGUA
JE.pdf

Raven, J., Court, J., Raven, J. (1996) Raven Matrices progresivas. Madrid: TEA Ediciones

de lectura obligatoria

Mas Colombo y col. Clínica Psicofisiopatológica. Capítulo 10 y 11. PP. 247-271


Lección 8 de 13

Introducción a la unidad

¿En qué sentido la conducta pone de manifiesto nuestro ir siendo


en el mundo?

Contenidos de la unidad

1 Psicofisiología del comportamiento

2 Estudios Complementarios de la Psicofisiología

3 Principios de Psicofarmacología
Hablar de comportamiento humano implica referirnos al resultado integrativo de todos los procesos
biopsicosociocognitivos que constituyen la existencia del hombre. Estudiar cada uno de los procesos por separado no
es más que un artilugio didáctico para poner cierto orden y profundizar los conceptos, atendiendo a que la ciencia es
analítica y especializada (Bunge, 2001). Sin embargo, esta especialización no debe hacernos perder de vista que el
hombre que tenemos delante es uno y su comportamiento manifiesta su singular manera de ir siendo en el mundo.

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Lección 9 de 13

Tema 1: Psicofisiología del comportamiento

Psicofisiología del comportamiento. El hombre como unidad biopsicosocial/


Bases Neurofuncionales

En tanto unidad biopsicosocial, el hombre despliega su existencia en el mundo con toda la complejidad que implica
la integración de su realidad biótica, sus posibilidades desde lo psíquico y la normativa social que organiza los
intercambios con los otros.

Figura 1: Elaboración propia (2019)

Es en este sentido que podemos decir que el humano, en pleno ejercicio


de su conciencia de libertad, de manera permanente intenta actuar
compatibilizando lo que quiere, lo que puede y lo que debe, evaluando la
conveniencia de las acciones para rescatar el sentido de su vida.
En este trabajo vital nada es fácil, la contradicción acompaña su existencia y pone de manifiesto inevitablemente la
angustiosa elección y la más angustiosa no-elección, cuando no, las consecuencias de acciones que se nos impusieron
bajo el imperio del inconsciente porque, como nos enseñó Freud (1917), nuestro “yo no es amo en su propia casa” (P.
135). A ello deben sumarse las alteraciones provocadas por disfunciones en las formaciones nerviosas
específicamente relacionadas con el control voluntario de la conducta.

Desde el punto de vista neurofuncional, la conducta volitiva resulta de


la integración prefrontal de la carga gnósica de la corteza posterior, la
carga afectivo-mnémico-motivacional del sistema límbico, con la
confluencia cerebelosa que participa de la construcción de la
temporoespacialidad (Imbriano, 1983).

La participación prefrontal en la regulación de la conducta, a través de las funciones ejecutivas (Mas Colombo,
Risueño, Motta, 2003), queda más que claro cuando, por lesiones, esa regulación se altera, tanto hacia la falta de
iniciativa para la acción como en el síndrome dorsolateral o como hacia la desinhibición en el orbitofrontal (Risueño,
2010).

A los efectos de nuestros intereses profesionales, describiremos una actividad voluntaria en particular, las PRAXIAS.

Figura 2: Elaboración propia (2019)


Actos que cotidianamente llevamos a cabo casi sin percibir su complejidad,
como caminar, saludar, escribir, etc. son praxias (Risueño, Motta, 2013).

Es claro que, al inicio, todas estas actividades requieren de nuestra completa atención, pero, a medida que se
ejercitan, son cada vez más automáticas, aunque siempre estamos ajustándolas a la situación: por ejemplo, el proceso
de escribir está automatizado; sin embargo, requiere ajustes dependiendo de si escribimos en el pizarrón o en una
hoja cuadriculada, por ejemplo.

El proceso práxico que, como indicamos, es muy complejo, tiene dos componentes, susceptibles de alterarse
independientemente, dando, como veremos en breve, manifestaciones patológicas diferentes.

Figura 3: Elaboración propia (2019)

SISTEMA CONCEPTUAL SISTEMA DE PRODUCCIÓN


Incluye información abstracta referida al uso de los objetos y al contexto de la acción. Esta es información provista
por los procesos gnósicos. Pero, además, de involucrar gnosias respecto de los objetos, involucra el conocimiento del
propio cuerpo (somatognosia) porque de otro modo, sería imposible su manejo para llevar a cabo la acción. Por lo
tanto, y como decíamos en la introducción, estudiar las gnosias y las praxias por separado remite solamente a un
recurso que permite profundizar en su conceptualización; en la práctica, constituyen un continuo gnoso-práxico
(Risueño, Motta, 2013).

Además de requerirse procesos gnósicos, el sistema conceptual incluye también el conocimiento sobre la
organización de las acciones dentro de la secuencia lógica, por lo cual se establece un plan que las dirige hacia el
objetivo propuesto.
Así como los procesos gnósicos se asientan en las áreas posteriores del cerebro (temporal, parietal y occipital), las
actividades motrices corresponden a las áreas anteriores del mismo (frontal y prefrontal) (Risueño, Motta, 2013).

Los lóbulos prefrontales, programan, regulan y verifican la actividad práxica, siempre a partir de la información que
le proporcionan las áreas posteriores gnósicas. Su función es determinar la acción justa y necesaria para cada
ocasión; son los responsables de idear los esquemas que luego se llevarán a cabo. Por lo tanto, son el soporte
neurofuncional del sistema conceptual. De esto se desprende que la actividad planificadora se lleva a cabo cada vez
que deben realizarse nuevas acciones. Así surgen dos acciones subyacentes previas que deben ser tenidas en cuenta:
la idea “qué hacer” y el “cómo hacerlo” (Risueño, Motta, 2013).

SISTEMA CONCEPTUAL SISTEMA DE PRODUCCIÓN

Representa el conocimiento de la acción de forma sensoriomotora e incluye esquemas de acción de dichas


habilidades, así como mecanismos para llevar los mismos a la acción.

Esos esquemas de acción se corresponden con las imágenes sensoriales guardadas en áreas de la corteza parietal, que
tienen como función actividades relacionadas con el reconocimiento del cuerpo y su relación con el espacio. Este
reconocimiento gnósico va dejando huellas que posibilitan la realización de nuevas acciones con sentido (praxias), a
partir de la utilización de esquemas ya conocidos. Esto implica un complejo proceso de comparación lógica que
culminará con la modificación y enriquecimiento del esquema cada vez que el mismo se use (Risueño, Motta, 2013),
por eso, además de automatizarse, con la práctica se perfecciona.
Decíamos que las praxias se automatizan como consecuencia de la
experiencia actualizada cotidianamente. La automatización implica un
registro de la secuencia de movimientos necesarios para llevarla a cabo.
Esos patrones motores aprendidos por la experiencia, que permiten que
las acciones se automaticen y no requieran ser planificadas cada vez
que se realizan, se guardan en el cerebelo (Risueño, Motta, 2013).

Formaciones que se encuentran por debajo de la corteza cerebral, conformando lo subcortical (ganglios de la base)
aportan el control automático de la fluidez del movimiento, la melodía cinética, de modo que el mismo resulte
armonioso y que a la vista de cualquier observador la sucesión de acciones elementales se capte como una secuencia
continua (Risueño, Motta, 2013).

Alteraciones de la conducta volitiva y psicomotriz. Apraxias y dispraxias


Cuadro 1: Elaboración propia (2019)

En lo que se refiere a las alteraciones práxicas, comenzaremos por definir apraxia:


Figura 4: Elaboración propia (2019)

Esta definición implica que la persona tiene alterado el sistema conceptual y/o de producción, pero no tiene
trastornos para moverse; es decir, no hay parálisis, temblores, etc. Además, como es sabido, el prefijo “a”, en este
contexto, indica que es un trastorno adquirido.

En cambio, las dispraxias corresponden a trastornos del desarrollo:

Figura 5: Elaboración propia (2019)

Desde el punto de vista de la presentación clínica veremos que puede darse en todos los dominios motores:

MIELOCINÉTICA O R O F O N AT O R I A DE LA MIRADA DE LA MARCHA DE

Compromete actividades motoras complejas de los miembros superiores, movimientos finos (Mas Colombo, 2011).
MIELOCINÉTICA O R O F O N AT O R I A DE LA MIRADA DE LA MARCHA DE

Compromete los movimientos de la cara y de los órganos del aparato fono-respiratorio, alterando actividades como
silbar, sacar la lengua, abrir la boca, hablar, etc. (Risueño, Motta, 2013)
Figura 6: Elaboración propia (2019)

MIELOCINÉTICA O R O F O N AT O R I A DE LA MIRADA DE LA MARCHA DE

Afectando tareas de rastreo visual y lectura, por ejemplo. (Risueño, Motta, 2013).

MIELOCINÉTICA O R O F O N AT O R I A DE LA MIRADA DE LA MARCHA DE


Dificultad para deambular sin debilidad muscular, alteraciones en las acciones de miembros inferiores como patear,
imitar movimientos del examinador y trazar figuras con los pies (Prats-Viña et al., 2005).

MIELOCINÉTICA O R O F O N AT O R I A DE LA MIRADA DE LA MARCHA DE

Dificultad para reconocer en qué parte del cuerpo debe colocarse una determinada prenda y cómo hacerlo (García-
García y Perea Bartolomé, 2015).

MIELOCINÉTICA O R O F O N AT O R I A DE LA MIRADA DE LA MARCHA DE

Es la falla en la “capacidad para llevar a cabo adecuadamente tareas de ensamblajes bidimensionales o


tridimensionales y de producción y copia de dibujos” (García-García y Perea Bartolomé, 2015, P.159).

A esto debemos agregar, que todos estos tipos pueden darse de diferente manera, según sea el sistema que se
encuentre alterado; así, podemos tener:
Cuadro 2: Elaboración propia (2019)

Cerremos este apartado con dos ejemplos:

Ejemplo 1 - apraxia construccional ideatoria. Paciente de 35 años;


cuando se le ofrece el modelo del cubo, logra copiarlo. Cuando se le
solicita que dibuje un cubo sin modelo, apelando sólo a su
conceptualización, no lo logra. Esto muestra la dificultad para organizar
la producción, la que se ve facilitada cuando se le ofrece un modelo que
brinda los indicios necesarios para la tarea.
Figura 7: Elaboración propia (2019)

Figura 8: Elaboración propia (2019)

Ejemplo 2 – apraxia construccional ideomotriz. Paciente de 80 años;


cuando se le solicita copiar el cubo, no logra realizarlo adecuadamente.
Sin embargo, todo el tiempo verbaliza cómo debería hacerlo (“esto tengo
que inclinarlo porque si no, no sale”), evidenciando que “sabe” cómo
debería hacerse, tiene el concepto, pero la disfuncionalidad está en el
sistema de producción.

Figura 9: Elaboración propia (2019)

Test para la apraxia

El video muestra la evaluación de praxias (en este caso, apraxias) en una paciente que ha sufrido una lesión cerebral
izquierda, con hemiplejia derecha. Obsérvese que se enfatiza que la dificultad no radica en el trastorno motor o más
bien lo trasciende, alcanzando a dificultar la organización del movimiento, más allá de la parálisis ya que no puede
imitar las posiciones del evaluador con el lado sano.

2.3 TEST PARA LA APRAXIA


Sarmati, V. (2015) Test para la apraxia. Recuperado en diciembre de 2019 de: https://www.youtube.com/watch?v=Nsnhj61TDXg

Mujer con deterioro cognitivo progresivo y apraxia

El video muestra una mujer de 53 años que presenta antecedentes de tres años de trastornos de expresión y
comprensión del lenguaje, que intenta colocarse la chaqueta. Es importante que observen que no tiene impedido el
movimiento, sino que la dificultad se encuentra en el aspecto conceptual de cómo realizar la tarea.

Medical Mystery: A Woman with Progressive Cognitive Decline an…

Journal Watch. (2014). Medical Mystery: A Woman with Progressive Cognitive Decline and Apraxia. Recuperado en diciembre de 2019 de:

https://www.youtube.com/watch?v=L2j7_HpO_z8
Lección 10 de 13

Tema 2: Estudios Complementarios de la Psicofisiología

Electroencefalografía. Psicodermogalvanograma. Diagnóstico por imágenes

El avance tecnológico ha permitido que podamos realizar estudios,


tanto para el diagnóstico como para la investigación del funcionamiento
normal del Sistema Nervioso, que en otro momento eran impensados.

La Neuropsicología y la Psicofisiología clásica no podían más que utilizar el método lesional (Risueño, 2010):
cuando un paciente presentaba una lesión, sólo se podía esperar a su fallecimiento, abrir el cráneo, ver el lugar de la
lesión y relacionar punto a punto lesión-función. Quizá el prototipo de este tipo de trabajo fue el que realizó Broca
sobre su paciente Leborgne, que permitió localizar en el pie de la tercera circunvolución frontal izquierda el centro de
la expresión del lenguaje (Castaño, 2003). Sin embargo, en la actualidad sabemos que el localizacionismo estricto no
explica la totalidad y la complejidad de los procesos nerviosos, que ahora podemos atisbar cada vez con más
precisión. Entonces, los métodos complementarios con los que contamos hoy en día aportan datos para que cada vez
tengamos más conocimientos y, al mismo tiempo, permite ajustar diagnósticos para precisar abordajes terapéuticos.

Veamos, de manera muy abreviada, algunos de los métodos con los que contamos.

Electroencefalograma (EEG):
“El electroencefalograma es una técnica de exploración funcional del sistema nervioso central (SNC), de relativa
antigüedad, pero que aún hoy día sigue siendo una herramienta de gran ayuda para el clínico en el diagnóstico y
seguimiento de algunas patologías, como pueden ser la epilepsia, las encefalopatías, alteraciones del estado de
conciencia, infecciones del SNC, etc. Es, por otro lado, una herramienta diagnóstica con aplicaciones que están en
plena expansión, en combinación con otras técnicas neurofisiológicas, como es en el campo del estudio y diagnóstico
de la patología de sueño. ”

- Ramos-Argüelles et al. (2009, P. 69)

Es un estudio no invasivo, indoloro y de bajo costo, por lo que es de uso


muy extendido.

Creado en 1929 por Hans Berger, permite captar la


actividad eléctrica de las neuronas piramidales
ubicadas en la quinta capa de células de la corteza
cerebral, a través de electrodos adheridos al cuero
cabelludo con un gel conductor; el
electroencefalógrafo amplifica esas señales eléctricas
y las grafica (Ramos-Argüelles et al., 2009).

Esa actividad eléctrica de las células nerviosas tiene determinadas características, marcadas por la frecuencia y la
amplitud, que guardan entre ellas una relación inversamente proporcional; es decir, las ondas de alta frecuencia
tienen baja amplitud y viceversa.

“(…)los patrones de señal que se manifiestan ante eventos o comportamientos específicos se denominan ritmos”

- Reta (2012, P. 9)

Figura 10: Ritmos electroencefalográficos. Reta (2012, P. 9). Recuperado en diciembre de 2019 de:
http://www.sase.com.ar/2012/files/2012/09/ECG_PETAC_publicar.pdf
Figura 11: Ritmos electroencefalográficos. Reta (2012, P. 10). Recuperado en diciembre de 2019 de:
http://www.sase.com.ar/2012/files/2012/09/ECG_PETAC_publicar.pdf

La figura 11 muestra que la actividad eléctrica se modifica en situaciones normales (edad, sueño, actividad cognitiva,
etc.), lo que también sucede cuando estamos frente a patología; ello es lo que permite utilizar este registro para
estudiar y diagnosticar la actividad normal y patológica del cerebro.
Figura 12: Comparación de EEG normal en reposo y EGG de paciente con hipsarritmia. Cherninskyi and
Ralphelg (2018). Recuperado en diciembre de 2019 de:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Human_EEG_Comparison.jpg?uselang=es (cc)

Psicodermogalvanograma / polígrafo: Comúnmente conocido como


“detector de mentiras”, en realidad mide 4 alteraciones fisiológicas que
pueden darse en determinadas circunstancias: presión arterial, ritmo cardíaco,
ritmo respiratorio y respuesta galvánica de la piel (Anta, 2012)
Diagnóstico por imagen: entre los que se cuentan la tomografía axial
computada (TAC). La resonancia magnética nuclear (RMN), la tomografía por
emisión de positrones (PET).

La TAC, le valió a su inventor, Godfrey Hounsfield, el premio Nobel 1979. Su gran avance consistió en imaginar que
si escaneaba un objeto desde muchos ángulos podía superar la limitación de las radiografías tradicionales, que sólo
representan en dos dimensiones los órganos que, además, al no tener densidades muy diferentes, se muestras
superpuestos (Bosch, 2004). Funciona con un haz de rayos X que atraviesa al paciente produciendo “cortes”
virtuales. Esas imágenes se componen en una computadora que arroja una imagen tridimensional.

Figura 13: TAC de cabeza, corte sagital. Häggström (2019) Recuperado en diciembre de 2019 de:
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=77962210 (CC0)

Es un estudio exacto, no invasivo e indoloro.


Figura 14: RMN de cabeza, corte sagital. BiomedNMR (2015). Recuperado en diciembre de 2019 de:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Saghead.jpeg (cc)

A diferencia de la TAC, “la generación de imágenes mediante resonancia magnética [RMN] se basa en recoger las
ondas de radiofrecuencia procedentes de la estimulación de la materia sometida a la acción de un campo
electromagnético.” (Pebet, 2012, P.2), por lo que no utiliza radiación. Ofrece imágenes de mayor resolución y mayor
contraste entre tejidos blandos que la TAC.

Es un estudio cuya realización lleva mucho tiempo por lo que, al requerir que el paciente permanezca quieto, resulta
molesto en ese aspecto. Además, como utiliza un campo electromagnético, no puede aplicarse en pacientes que
tienen implantes controlados por imanes como marcapasos, implantes cocleares, etc., tampoco elementos metálicos
(Pebet, 2012)

La tomografía por emisión de positrones o PET es la técnica de imágenes


no invasiva con capacidades únicas basadas en las propiedades de los
compuestos marcados con isótopos radioactivos emisores de positrones
que usa como sondas moleculares para visualizar y medir procesos
bioquímicos in vivo. (Neubauer, 2003, P. 81)
Utiliza un acelerador de partículas y radioisótopos que, introducidos en el cuerpo por vía endovenosa, permiten
registrar la actividad metabólica de los tejidos, y con ello, su actividad funcional. Si bien tiene mayor potencia en la
detección de determinadas lesiones y alteraciones funcionales respecto de la TAC y la RMN, el elevado costo del
equipamiento hace que no sea de uso generalizado en todos los centros de salud. (de la Cueva-Barrao et al., 2009)

Figura 15: PET de cerebro normal. Maus (2010) Recuperado en diciembre de 2019 de:
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=404690 (cc)
Lección 11 de 13

Tema 3: Principios de Psicofarmacología

Los llamados trastornos mentales, las afectaciones neurológicas


de diversos tipos y las consecuencias del uso de sustancias
constituyen el 13% de la carga mundial de enfermedades, superando
a las afecciones cardiovasculares y al cáncer (Torales y Arce, 2017).

La gravedad de estos datos, fundamentalmente porque en muchos casos la plena integración social de las personas se
ve dificultada (cuando no impedida) hace indispensable que desarrollemos conocimientos profesionales para lograr
un trabajo transdisciplinario que aporte a los pacientes todos los recursos de los cuales la ciencia, en sus diferentes
disciplinas, dispone. Este conocimiento también nos permite adoptar una posición ética: ni todo requiere medicación
ni siempre es malo que se medique; las posiciones dogmáticas a favor o en contra violan el respeto por lo que
necesita el paciente, su singularidad y su padecer.

Ya Freud vislumbraba, en 1895, la existencia de sustancias que mediaban la interacción entre neuronas. Hoy
conocemos mucho acerca de estas sustancias, denominadas neurotransmisores. Por tanto, si la actividad nerviosa
depende de sustancias químicas, otras sustancias químicas podrían, actuando sobre las primeras o sobre sus
receptores, modificar su funcionamiento. Lamentablemente, este mismo principio se aplica al consumo problemático
de sustancias.
Muchos son los que sostienen que la aplicación de psicofármacos es
invasiva; sin embargo, representó un avance enorme comparado con los
procedimientos vigentes antes de que comenzaran a desarrollarse:
lobectomías, leucotomías, electroshock…

Por otra parte, resulta interesante destacar que muchos psicofármacos se desarrollaron por serendipia: por ejemplo, la
clorpromazina, sedante y antipsicótico, era originalmente un antihistamínico que, utilizado por razones médicas en
pacientes psiquiátricos, permitió constatar mejoría en sus signosintomatología mental (Salazar, Peralta, Pastor, 2009).
Del mismo modo, una gran cantidad de psicofármacos reconocidos en una determinada categoría, bajo determinadas
condiciones, pueden actuar en otras: por ejemplo, algunos antidepresivos pueden utilizarse de manera particular en
trastornos de ansiedad.

Factores intervinientes en el tratamiento psicofarmacológico: neurobióticos


(congénitos, hereditarios) y psicodinámicos

Los efectos de los psicofármacos se relacionan con dos grandes tipos de factores:

Factores específicos

Dados por el comportamiento propio del fármaco en el cuerpo. De esta manera, manejamos tres conceptos centrales:
Figura 16: elaboración propia (2019)

“La farmacocinética describe lo que el cuerpo humano le hace al fármaco, y la farmacodinámica describe lo que el
fármaco le hace al cuerpo”

- Sadock y Sadock (2012, citados en Torales y Arce, 2017. P. 78)

FA R M A C O C I N É T I C A FA R M A C O D I N Á M I C A BIODISPONIBILIDAD

Se refiere a todos los procesos biológicos que suceden desde la administración hasta su excreción. Esto incluye la vía
de administración (oral, inhalatoria, inyectable, etc.), liberación, absorción, distribución, metabolismo y excreción)
(Torales y Arce, 2017)
Estos procesos pueden estar influidos y modificados por diversidad de factores intrínsecos de la persona: sexo, edad,
dieta, enfermedades concurrentes, otros medicamentos, etc. (Adan y Prat, 2017)

FA R M A C O C I N É T I C A FA R M A C O D I N Á M I C A BIODISPONIBILIDAD

Diremos que se refiere a los mecanismos de acción del fármaco y a sus efectos. Los efectos pueden ser primarios,
que manifiestan el efecto que motivó el uso del psicofármaco, y los secundarios, los no buscados, algunos de los
cuales, además, pueden ser no deseados (Torales y Arce, 2017).
FA R M A C O C I N É T I C A FA R M A C O D I N Á M I C A BIODISPONIBILIDAD

Corresponde a la cantidad y/o velocidad de absorción del fármaco, lo que determina, por ejemplo, la posología.
(Torales y Arce, 2017)

Factores inespecíficos

Son los que no dependen directamente del efecto farmacológico del


psicofármaco pero pueden, efectivamente, modificar los efectos.

En esta categoría entra cuáles son las expectativas del paciente, del médico, de la familia y el terapeuta sobre el
psicofármaco, cuál es el grado de aceptación de la medida farmacológica adoptada, etc. Resulta de importancia que
los profesionales de la salud mental conozcan los efectos secundarios, los tiempos de acción, etc. a los efectos de
instalar estrategias que contribuyan a la adherencia al tratamiento.
Mecanismos de acción de los psicofármacos. Aspectos básicos, estructurales y
de acción de los psicofármacos. Ansiolíticos, antidepresivos, hipnóticos,
antipsicóticos, anticomiciales

Los mecanismos de acción de los psicofármacos son variados


dependiendo de sus características químicas.

Podemos enumerar de manera sucinta (Torales y Arce, 2017):

Alteración del mecanismo de neurotransmisión (inhibiendo o estimulando la síntesis, inhibiendo la


recaptación)

Alteración de la liberación de neurotransmisores

Actuando sobre los receptores como agonistas o antagonistas, estimulando o bloqueando


respectivamente

Ansiolíticos e hipnóticos

A lo largo del tiempo, los ansiolíticos y los hipnóticos forman parte de los fármacos más prescritos en gran parte de
los países desarrollados (Vicente Sánchez et al., 2013). Existen diversos tipos, los más conocidos son los que
pertenecen a la categoría de las benzodiacepinas, como el diazepam y el lorazepam. Su uso puede producir
dependencia (O’Malley y O’Malley, 2017).
Antidepresivos

Son fármacos con un margen de seguridad bastante amplio, con pocas contraindicaciones y efectos secundarios de
relativo fácil manejo. Existen diversos tipos, entre los que se encuentran los inhibidores selectivos de la recaptación
de serotonina (ISRS, los más utilizados hoy en día, fluoxetina, sertralina, paroxetina, etc.), los tricíclicos (son
inhibidores inespecíficos de varios neurotransmisores, por lo que pueden tener más efectos secundarios y causar
dependencia), los heterocíclicos o atípicos (con menos efectos secundarios que los tricíclicos pero más que los
ISRS, por ejemplo la mirtazepina), inhibidores selectivos de serotonina y noradrenalina (ISRN, actúan más rápido
que los ISRS, por ejemplo, la venlafaxina) y los nhibidores no selectivos e irreversibles de la monoaminooxidasa
(IMAO, por ejemplo, trinalcipromina, con afectos secundarios molestos como mareos, vómitos, debilidad, y
algunos potencialmente graves) (Cañadas Bustos, 2019)

Antipsicóticos

Se utilizan para controlar la signosintomatología positiva o productiva de las psicosis (alucinaciones, delirios, etc.)
(Herlyn, 2016). Existen antipsicóticos convencionales y atípicos, más modernos y de mayor eficacia, que
disminuyen los efectos extrapiramidales indeseables que son comunes en los de primera generación (por ejemplo,
haloperidol o clorpromacina). Entre los más modernos se encuentran la risperidona, olanzapina, quetiapina, etc., que
también disminuyen los signos negativos (aplanamiento afectivo, pobreza ideativa, anhedonia, etc.) (Tamminga,
2018)

Anticomiciales

Son conocidos también como anticonvulsivantes y constituyen un grupo químicamente heterogéneo. Entre ellos
contamos con carbamazepina, oxcarbazepina, barbitúricos, fenitoína, ácido valproico, suxinimidas,
benzodiazepinas, lamotrigina, etc. (Valsecia, Malgor, 2013)

Interrelación entre el tratamiento psicofarmacológico y el tratamiento


psicoterapéutico
Como hemos indicado con anterioridad, el tratamiento
psicoterapéutico se relaciona directamente con los factores inespecíficos
de la psicofarmacología.

Por otro lado, en muchas ocasiones, es la farmacoterapia la que permite al trabajo terapéutico, fundamentalmente en
aquellos casos en los que la signosintomatología del paciente impide encarar estrategias propias del tratamiento
psicopedagógico/psicológico.
Lección 12 de 13

Cierre de la unidad

¿En qué sentido la conducta pone de manifiesto nuestro ir siendo en


el mundo?

La conducta voluntaria resulta de la integración de todos los procesos que hacen a la complejidad biopsicocognitiva
humana. Así, lo que vemos es solamente la punta de iceberg, que muchas veces puede obturar la investigación de los
aspectos profundos que explican y, fundamentalmente, abren caminos a la comprensión de una persona que muestra
una particular manera de ser en el mundo.

Conclusión
Nos hemos adentrado en la posibilidad de integrar en la conducta voluntaria todos los procesos que hacen a la
complejidad biopsicocognitiva humana.

Así mismo, esbozamos algunos de los métodos de los que actualmente disponemos para estudiar, y eventualmente
diagnosticar y tratar, esos procesos y su incidencia, tanto en los aspectos normales como patológicos de la conducta.

Conocer estos datos aporta a la mirada integradora que evita sesgos por ignorancia y, por lo tanto, permite actuar con
responsabilidad.

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de lectura obligatoria

Mas Colombo y col. Clínica Psicofisiopatológica. Capítulo 12, 13 y 14. PP. 283-318
Lección 13 de 13

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