Bosquejo Salmo 1
Bosquejo Salmo 1
Bosquejo Salmo 1
Introducción
¿En dónde se encuentra nuestra felicidad? ¿Qué es lo que amamos? ¿Cómo tener una
relación con Dios? ¿Qué nos motiva a obedecer y relacionarnos con él?
Cuando hablamos de amar a Dios, se trata de entregarle nuestro corazón a Él, nuestros
anhelos, nuestro deleite.
Contexto
Se dice que los Salmos son como una anatomía (estudios de las partes del cuerpo) del
alma porque los salmos expresan todos los sentimientos y emociones humanos que no
estén expresados en otra parte de la Biblia, hay duda, tristeza, enojo, alegría, esperanza,
todas las expresiones que agitan y mueven nuestro corazón.
Lo interesante de los Salmos es que no vemos la censura de Dios para reprimir o silenciar
estos sentimientos. Las emociones y sentimientos son permitidos y podemos expresarlo
delante de Dios. Pero aparte de ser un desahogo de emociones, los Salmos son una
declaración de que a pesar de las por las situaciones que estamos pasando, en donde
nuestras emociones afloran, seguimos confiando en Dios, en sus promesas, en su carácter.
Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante
guerra, Yo estaré confiado. Salmo 27:3
El primer salmo es la puerta de entrada a todos los salmos. En este salmo se presenta un
claro contraste entre los justos y los malvados. ¿Dónde está la diferencia entre el justo y el
malvado? El Salmo nos lleva al lugar donde radica esa diferencia, que es en el corazón. El
cambio siempre es de adentro hacia afuera. Si tu quieres cambiar tu vida, tu forma de
pensar, tu forma de actuar, debes cambiar tu corazón -recuerden que en la Biblia mente y
corazón están unidos.
Desarrollo
1.- La diferencia entre alguien que ama Dios (justo) y alguien que no lo ama (malvados)
Bienaventurado el varón
La primera palabra es bienaventurado, significa literalmente feliz, dichoso, alegre y es usada
para referirse al justo. Hay alegría para quien vive para Dios, hay bienaventuranza, hay
felicidad. Podemos suponer primero que existe la felicidad para el hombre, no la felicidad
que nos muestra la sociedad, sino una felicidad bíblica.
El orden de los verbos parecen indicar un estilo de vida al mal que va empeorando, en el
que uno primero anda en el consejo de los malos, luego se detiene en el camino y
finalmente establece su lugar permanente en compañía de los malvados, se sienta en la
silla de los escarnecedores.
Esto describe la vida inmersa en el pecado, porque el pecado va de a poco en la vida hasta
destruirnos o dominarnos por completo. Empieza con un pensamiento y termina con un
estilo de vida alejado de Dios
Por un lado, así vivíamos todos nosotros antes de conocer a Dios. Ahora veamos cómo vive
el hombre bienaventurado. La diferencia básica entonces entre estos el justo y el malvado,
está en aquello que cautiva su corazón, aquello que consideramos precioso.
En esto consiste la vida cristiana, en vivir deleitado en Dios, Salmo 27:4 Una cosa he
demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi
vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
Cuando busco deleitarse en Dios por consecuencia evitaremos la caída, la tentación. No
podemos reducir la vida cristiana a evitar caer en el pecado, evitar. Cuando te deleitas en el
Señor, evitarás el pecado. Si vamos a hacer algo que sea amar a Dios con todo el corazón,
alma y fuerzas.
No se trata de una cuestión de comportamiento sino que del corazón, porque su corazón
está en deleitarse en el Señor entonces su vida es marcada por seguir el consejo de Dios,
andar en sus caminos y tener una identidad marcada por Cristo.
Necesitas transformar tu corazón por medio del evangelio, no solo para salvarte sino que
para cambiar toda tu vida. Entregando nuestro corazón a Dios, búscale y lo hallarás porque
Él está disponible ahora. Para deleitarte en Dios necesitamos nutrir nuestro conocimiento,
llenarnos de Cristo disciplinar nuestro corazón y esto cambiará automáticamente nuestra
forma de andar, nuestra forma de vivir.
está su delicia, contentamiento, voluntad, querer, placer, deseo, una cosa valiosa,
una cuestión.
¿Está Dios tu placer mayor, está tu corazón deseando conocerle y amarle más?
Y en su ley medita de día y de noche. El verbo acá literalmente significa emitir un sonido,
como ese sonido que uno hace cuando lee en voz baja, pero también quiere decir
reflexionar. Bienaventurado el hombre que busca la guía de Dios para su vida.
Cuántos meditamos en su palabra, no una meditación para vaciar nuestra mente y ponerla
en blanco, sino para llenar la mente de Cristo, de sus palabras, recordarlo y recordarlo y
recordarlo, de día y de noche.
Diagrama para nutrir el corazón o alimentar nuestra relación con Dios, lo básico:
Esta metáfora no es de un árbol que por casualidad nació al lado de un río o corrientes de
agua, sino que de alguien que intencionalmente lo plantó y lo cercó de fuentes de agua para
que su nutrición no falte.
En la vida cristiana somos plantados por Dios mismo como nuestro labrador, la gracia, el
perdón, la misericordia no faltarán, serán como corrientes de agua. Nunca dependes de tus
propios esfuerzos para permanecer en el Señor, nunca se trata de tu propia voluntad.
Hay transformación para tu corazón, la conducta no viene antes del corazón cautivado es el
corazón cautivado y después vienen los frutos. Aferrados a Él nuestras vidas cambiarán, así
como los frutos toman su tiempo, es de forma paulatina. No te frustres si no ves los cambios
rápidos, si eres árbol plantado por Él vas a producir frutos en su tiempo. Sigue buscando
más que cambiar, deleitarte en el Señor, ten paciencia.
Si somos árbol plantados por Él, vamos a cambiar, un corazón que se deleita en el Señor
prosperará.
c) Y todo lo que hace, prosperará. Y todo lo que hace, prosperará: Dios es nuestro
labrador, así que veremos resultados sí o sí, Dios no nos dejará como estamos, él nos
santifica, él nos transforma nuestra vida será firme y nuestra vida estará enraizada en el
evangelio, tendremos raíces fuertes que nos permitirán soportar las pruebas, vencer la
tentación, vivir una vida comprometida con nuestro Señor.
No se trata de recibir bendiciones, millones, se trata de lo que dice el Salmista, -deléitate así
mismo en el Señor y él concederá las peticiones de tu corazón, porque un corazón deleitado
en el Señor va a pedir y desear cosas que son de la voluntad de Dios.
San Agustín dijo “ama al Señor y haz lo que quieras”, porque amando a Dios vas a hacer lo
que Él desea, amar lo que Él ama, es tu corazón el que debe cambiar. Esto nos llevará a
ser un esposo fiel que sirve a su esposa, un padre que conduce con amor a sus hijos para
que puedan ver el evangelio influenciando sus decisiones.
¿Hoy vas a ser alguien que se deleita en Dios, que depende de Él, o vas a ser o eres
alguien autosuficiente que no necesita de nadie para vivir, que cree saberlas todas, que
jamás pide perdón, que no reconoce su condición de una persona necesitada -
Bienaventurados los pobres de espíritu, que no se arrepiente? ¿O quieres ser alguien que
depende de Cristo?
Ven a Cristo, cree en el evangelio, llénate de Él. Gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él. Salmo 34:8
Y que los malvados que desprecian a Dios, aunque parezcan felices por un tiempo, al final
llegarán a una miserable destrucción. (Ver versículos 5-6)
Enseñanzas:
1.- ¿Quiénes nos están influenciando? ¿De dónde nos estamos alimentando, quiénes nos
están encaminando para tomar decisiones?
2.- El amor a Dios, el deleite en Él, es lo que perdurará. Arraiga tu vida en Dios, Él debe ser
tu único anhelo, no desperdicies tu vida.