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Duschatzky - Tutelados y Asistidos CAP 1 Y 2

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TRAMAS SOCIALES TUTELADOS YASISTIDOS

Directora de colección
Irene Gojman Programas sociales,
1. Cecilia Moise políticas públicas y
Prevención y psicoanálisis

2. G. Cardarelli y !ví. Rosenfeld


subjetividad
Las participaciones de la pobreza

3. Rugo A. Míguez
SILVIA DUSCHATZKV (COMPILADORA)
Uso de sustancias psicoactivas

4. Francisco Morales Calatayud


GRACIELA CARDARELLI
Introducdón a la psicología de la salud MARA COSTA
5. Enrique Saforcada RAFAEL GAGLIANO
La psicología sanitaria en las nuevas perspectivas PATRICIA REDONDO
de la salud pzíblica
MÓNICA ROSENFELD
6. Susana Huberman
Cómo se fon11an los capacitadores JOSÉ YUNI

~11~
7. Silvia Schlemenson (comp.)
Leer y escribir en contextos sociales complejos

8. O. Nirenberg, ]. Brawerman y V. Ruiz PAIDÓS


Evaluar para la transfomwción Buenos Aires
Barcelona
9. Silvia Duschatzky (comp.) México
Tutelados y asistidos
ÍNDICE

Cubierta de Gustavo Macri Los autores ........................ :............................................... 11


Introducción, por Silvia Duschatzky ........................... ... 15
.\lotivo de cubierta: Foto de Jorge Boido

1' edición, 2000


~ Capítulo 1: Con las mejores intenciones.
Acerca de la relación entre el Estado
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titu- pedagógico y los agentes sociales, por
lares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la repro·
ducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, Graciela Card~lli y Mónica Rosenfeld .. .... .......... 23
comprendidos la reprografia y el tratamiento informático, y la distribución Introducción .................................................................. 23
de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.
l. La sociedad civil ..... .... .... .... .... ... ..... ... .... .. .. ..... ...... ... 27
© 2000 de todas las ediciones 2. Los agentes sociales como producción
Editorial Paidós SAICF
socio-estatal .............................................................. 38
Defensa 599, Buenos Aires 3. La construcción de los sujetos en la orientación
e-mail: paidosliterario@ciudad.com.ar y gestión de los programas sociales ........................ 42
Ediciones Paidós Ibérica SA
Mariano Cubí, 92, Barcelona
Consideraciones finales.................................................. 58
Editorial Paidós Mexicana SA
Rubén Darío 118, México DF \J Capítulo 2: Las infancias de la minoridad.
Queda hecho el depósito que prc,·iene la Ley 11.723
Una mirada histórica desde las políticas
Impreso en la Argentina. Printed in Argentina públicas, por .i\Iara Costa y Rafael S. Gagliano 69
l. El discurso de la protección ...................... .............. 69
Impreso en Gráfica MPS
Santiago del Estero 338, Lanús, en agosto de 2000
2. Pasajes y corredores de la infancia: el puente como
promesa de cambio .................................................. 77
3.. Los circuitos de la nifiez y de la minoridad ............ 82
ISBN 950-12-4509-8
4. Algunas tópicas y sus marcas.................................... 87

7
Silvia Duschatzky

se construye un sujeto mayor escolarizado, sujetado al CAPÍTULO 1


tutelaje institucional.
En la era de las políticas sociales, el mayor peligro no Con las mejores intenciones
está en el despliegue de programas compensatorios, sino Acerca de la relación entre el Estado
en convertir la contingencia en la fatalidad del destino de pedagógico y los agentes sociales
la globalización. La exclusión en sus múltiples formas
(económicas, sociales, políticas y culturales) no se resuel- Graciela Cardare/ti
ve en los muros de los programas sociales, pero evitarlos Mónica Rosenfeld
no garantiza que vayamos por un buen camino. Los ho-
rizontes de posibilidad no pueden vislumbrarse si no de- La inquietante experiencia de verse excluido, 110 sólo de las
safiamos al pensamiento y a la política. opiniones sino de toda la experiencia vital de un gran mí-
mero de nuestros contemporáneos, es una de las característi-
cas y paradojas de las sociedades democráticas modernas.
SILVIA DUSCHATZKY La preocupación por la masiva, obstinada y exasperante
otredad de los otros, ocupa el centro de las reflexiones de es-
te trabajo .

Bibliografía
.. HIRSCH.MAN, 1991

Augé, M. (1994): Los no-lugares. Una antropología de la sobremo- Introducción


dernidad, Barcelona, Gedisa.
Banco Mundial (1990): lnfonne sobre el desarrollo mundial: la En los tiempos que corren se asiste a un achicamien-
pobreza, Washington, D.C., 1990. to de la agenda de la política social y se enfatiza como
Castel, R. "lndividualisme et liberalisme", en Questions au libe- objetivo excluyente "atender las situaciones de pobreza
mlisme, Bruselas, Publicaciones de las Facultades Universi- extrema; abandonando así otros objetivos como la reduc-
tarias Saint-Louis. ción de la incertidumbre, la distribución progresiva de
CEPAL (1995): Focalización y pobreza, Cuadernos de la CEPAL 1
los ingresos, la movilidad social" (Lo Vuolo y Barbeito,
nº 71, Santiago de Chile, Naciones Unidas.
Ferrer, A. (1998): "América Latina y la globalización", en Re- 1999).
vista de la Cepa!. Cincuenta años. Reflexiones sobre Amb-ica la- Estos enunciados y prácticas suponen la fragmenta-
tina y el Caribe, Santiago de Chile. ción misma de la cotidianidad de la población destinata-
PNUD (1991): lnfonne sobre desarrollo humano, 1991, Bogotá, ria y la construcción de modalidades de subjetivación le-
Tercer Mundo. gitima_nte que no reconocen ideas y/o propuestas
Rosanvallon, P. y Fitoussi, J. (1997): La nueva era de las desi- alternativas diferentes de las que postula la agenda de los
gualdades, Buenos Aires, Manantial. programas para pobres. La segmentación de las necesi-
dades de los "grupos objetivo" y la consecuente multipli-

22 23
Graciela Cardarelli y Mónica Roscnfeld Con las mejores intenciones

cación, dispersión y superposición de programas y pro- mo y en qué medida estos "modelos" difusamente pro-
yectos del Estado y de las organizaciones no guberna- puestos ponen en juego los criterios de inclusión social
mentales se transforma en su efec;:to inevitable. que subyacen tras estos programas, la concepción del
Con las mejores intenciones y capturando las dimen- "otro" en situación de desventaja gue sosti_en~tl9i.PIQ­
siones de los problemas sociales que la política económi- gramadores sociales Yt.. fundamentalmente, los códigos de
ca permite generosamente apropiar, ~ramas y _i~ión..que..conform_a_~l~1J1-º-delQ_lggitirrtª-do~_y!,n~,u­
pro)'."ectos sociales se han ~bs~1?-~~~-!:_l~Y,~r~~tia_i_11~12te _Jg_~mr_e_elEstado y sus "u~~1Ei~~~", mo~_elo_ql!~~~ist~~za
. en.l_qs aspecto..§_Rsicosocialec; de la pQ...br~'.?-ª..(º-.dS!J.ün~i­ . jpentidades_qu_~y~9_s~__c;l~fin~.1l P9EJ~_pe_,rt~~eE~i~ efe ;>
-~ncia), construyendo una -persp~~tiva valor~tjyª<;:~ntra-
- d;- ei; la -;olida;i4:i~~-~~e-pare~_ }r-:e~-T~il~yación <le la --
·
clase..:-
Estas identidades nuevas/no tan nuevas son -para es-
'-- ''~ut-;~-sti~~~a-,'.-E~to recuerda los vie'os paradi as en ·los te documento- las e os a entes sociales Líderes y ani-
q~e ~ld~ffo de la modernidad consistía en cambiar as niadores comunitarios, madres cuida oras, organizac10-
conductas ''tradicionales" de los marginados p_.9rgue ope- ~ de la sociedad civil son los actores privilegj_a~o~_E_a_r_a
--rahan como escollos al progreso ilíñlltacfolº1.!:_d~lry - "resolver, apoyar, incentivar" la participación <;_~l_!U_~i~<l­
· Rosentela;-r<J91J. ria como eje para la resolución de las "necesid.)fu_~nti-
Actualmente, en el marco de gobiernos democráticos, das". Pequeños proyectos productivos, letrinas, centros
el avance del ~onocimiento sobre las situaciones de po- ~~itarios, cent~?s infantiles, ~tcétera, ?cescansan pa-, ~
breza y la profesionalización de la temática aportan un ra su 1mplement~1on en un con1unto de pobres espe- ki
discurso valorativo y técnico más sofisticado. Es impen- ciales" capacitados y apoyados por el Estado, organismos
"able que no figure en la retórica de las políticas sociales, no gubernamentales u organismos internacionales, para
sea cual fuere la escala de impacto del programa o pro- cruzar el puente de la marginalidad a la_~br~za dign~< '.
yecto que se postule, la direccionalidad hacia la "cons- siempre bajo las premisas de la solidaridad entre iguales. •
trucción de una ciudadanía plena". La importancia otorgada a los agentes sociales se en-
Esta "plenitud" de la ciudadanía no es tal. Tiene co- marca en los "signos de los tiempos". La movilización

f¡ mo características, entre otras, la pasividad, la recreación


de un tipo de subjetividad que se rige desde la lógica del
-- nstante (Fernández, 1993) y de las expectativas recorta-
social ya no es el eje de las políticas participativas, ni si-
quiera desde el discurso. La participación es hoy "repre-
sentación" despersonalizada a través de las numerosas
ldas. mediaciones entre la gente y el Estado. Los agentes so-
Puede pensarse que todo programa o proyecto cons- ciales son entonces "representantes" necesarios de la po-
.1'
tituye un conjunto de instrumentos que operan e imple- blación objetivo, más allá de las bases sobre las que se
mentan distintos modelos imaginados que atienden a la funda su representatividad, que pueden ser múltiples, le-
ciudadanía. Pero el uso y abuso del término y su carácter gítimas y/o basadas en cooptaciones y/o cálculos de inte-
meramente declarativo lleva a interrogarse acerca de có- rés. Los programas sociales también necesitan de repre-
24 25
·'
Gmciela Cardarelli y J.,,fónica Rosenfeld Con las mejores intenciones

sentantes -o delegados-, aunque no tengan demasiado dividuales y colectivas. Las formas simbólicas conforman
en cuenta el grado de democratización de los procesos de un campo común en donde se articulan las imágenes, las
selección y promoción de estos dentro de la dinámica de ideas y las acciones.
los barrios y las comunidades. Siguiendo esta línea, para el presente trabajo, los pro-
En este sentido, si bien los programas a los que se alu- yectos y programas que "descansan" para su implemen-
de en este trabajo tienen referencias concretas a proyec- tación en la figura de los agentes sociales se constituyen
tos que se implementan desde el Estado nacional argen- en dispositivos políticos y sociales, que producen una
tino, son demostrativos de las lógicas que subyacen bajo forma de tratamiento de los grupos pobres -atributos y
las políticas compensatorias que recorren América latina, reglas de juego naturalizadas- que impactan en la subje-
con fuerte influencia de los organismos bilaterales de tividad de todos los actores involucrados. Estos progra-
,, cooperación. Así, comparten una misma concepción y mas y más allá de los resultados que obtienen, se sitúan
º1) construcción d~ la alteridad "pobre" y una misma priori- en los que se podría llamar el "espacio formativo" de la
dad en las acciones basadas en el "incremento del capital L_población a la que se orientan.
humanó". 1 Las autoras están directamente implicadas en estas re-
Estas construcciomes se han colocado en el corazón flexiones como programadoras sociales, consultoras y
del imaginario social sobre la pobreza y sus instrumen- responsables de proyectos. La actitud autocrítica es la
tos, constituyeñdo en ese universo representaciones cris- que sustenta el trabajo, se trata de compartir los equívo-
talizadas y legitimadas de las jerarquías, los estilos de do- cos, los errores y, a veces, la desesperación por ser parte
minación y los conflictos que se despliegan en .el de la obstinada otredad de los otros y la corresponsabili-
escenario de actuación de los programas. Cada actor, ca- dad en la construcción del discurso circulante.
da agente social tiene su lugar, su identidad y su razón de
ser, se comparten valores, se modelan conductas in-
1. La sociedad civil
1. "Más allá de que la preocupación del Banco Mundial esté en la so-
lidez de las operaciones de los préstamos que realiza a los países y en el Los enfoques actuales de política social, asociados ali
cumplimiento de ciertas pautas de funcionamiento estructural de la socie- modelo de democracias con economías abiertas, supone]
dad, puede identificarse su visión de la pobreza tanto en los arreglos que
promueva como en los criterios de evaluación que utiliza. En estos ele-
una reestructuración político-institucional y programáti-
mentos es fácil reconocer que prevalecen ciertos presupuestos propios de ca, cuyos ejes fundamentales son el paso del "universalis
la economía del bienestar y la teoría del capital humano". El BM prevé, mo" a la focalización y la priorización de políticas com-
para la reducción de la pobreza, una estrategia de crecimiento económi- pensatorias. En este escenario se propicia un estilo de
co y una de servicios básicos para los pobres: "Por lo tanto una aproxima-
ción comprensiva de la pobreza incluye transferencias bien focalizadas y relaciones entre el Estado y la sociedad civil que intenta
redes de seguridad para implementar la estrategia básica" (Banco constituir una suerte de wel(are mix. Ello implica que dis-
Mundial, 1991, en Bombarolo, 1998). tin~os actores -sector público, organizaciones no guber-
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Graciela Cardarelli y Mónica Roscnfe!d Con las mejores intenciones
namentales y referentes de las comunidades sumergidas- sociedad civil" se fundamenta en que esta sería el ámbito
gestionen cooperativamente la satisfacción de necesida- de actuación más cercano al individuo en su carácter de
des sociales. ciudadano. En la comunidad política y técnica de los~
Estas formas asociativas no son nuevas. Según cuáles programadores sociales existe un consenso tácito sobre!'\
hayan sido los escenarios sociopolíticos y económicos de este tema. 4
las últimas décadas, la relación entre el sector del gobier- Lo interesante y paradójico que trae la posmoderni-'
no "dedicado a los pobres"Z Y las organizaciones de la SO- dad es que entre quienes postulan el protagonismo de 1
ciedad civil (antes instituciones intermedias u ONG) sociedad civil coexisten tanto los partidarios del "Estado
atravesó por distintos estilos de interacción. 3 A medida mínimo" como los que procuran un mayor control a la
que el Estado se reduce progresivamente y que las orga- discrecionalidad de los funcionarios gubernamentales,
nizaciones partidarias y sectoriales entran en crisis a la quienes propugnan una comunidad solidaria, o quienes
par que se producen las reformas en el aparato estatal asimilan directamente sociedad civil a sociedad de mer-
(privatizaciones, desregulación, racionalización), se van cado, quienes pretenden aggiomar la acción caritativa y
modificando los canales de formación y transmisión de quienes intentan generar nuevas experiencias de promo-
demandas. Así es como el Estado "asistencial" va distri- ción y desarrollo social.
buyendo sus recursos a actores de la sociedad civil cada\ Al respecto, Norbert Lechner (1999) expresa:
vez más heterogéneos y disgregados, constituyendo me- ,
~anismo~ ~e relación que ava~zaro~ desde el asistencia- 1.)- Sociedad Civil es como muchos conceptos venerables, un térmi-
hsmo clas1co a fonnas de chentehsmo que combinan ~ no ambiguo, de ctnnotaciones muy diferentes y de carácter polé-
personalismo con tecnocracia. mico, que sirve más que nada para señalar una problemática. Pre-
cisamente la ambivalencia del término hace a su eficacia política
Debe reconocerse asimismo que el Estado siempre pues permite invocarla sin precisar qué se entiende por sociedad
actuó en el área social como organizador de los meca- civil.
nismos de control político institucional y cultural esta-
b~eci~os para los actores de la sociedad civil y sus orga-
mzac10nes.
4. En el docuinento de Georges y Paiuk (1998), en el marco de una
Por otra parte, la progresiva legitimidad que adquie- interesante investigación evaluativa aplicada a cinco municipios, se expli-
re en las políticas su orientación al "fortalecimiento de la cita: "Desde el Programa se propone enriquecer la noción de ciudadano,
que implica no sólo el reconocimiento de la igualdad, sino también mu-
chos aspectos relacionados con el ser y el tener de los hombres, es decir
2. Este sector estatal de la pobreza se fue conformando progresiva- con la oportunidad de desarrollar sus capacidades y acceder socialmente
mente a la manera de "gobierno paralelo" y residual, en el que se refugia- a la producción de recursos (económicos, sociales y culturales)". Bajo es-
ron las "políticas blandas" asistenciales y promocionales no cubiertas por te marco de referencia de la "ciudadanía" y apelando a Anurtya Sen, se
los sectores clásicos de la política social. elaboró el marco de referencia de la evaluación del Programa de Fortalc-
3. Estos modelos de interacción y los actores que la constituyen están cin}iento de la Sociedad Civil de la Secretaría de Desarrollo Social de la
desarrollados en Cardarclli y Rosenfeld (1997). Nación (Buenos Aires, 1998).

28 29
Graciela Cardarelli y Mónica Rosenfeld Con las mejores intenciones

Este autor desarrolla la interpretación del término en igualitario que, según Tocqueville, hacía de la sociedad·
América latina, donde se manifiestan dos contextos prin- civil el fundamento de la democracia estadounidense.
cipales de significación: la sociedad civil en contraposición al En este marco de la reconstitución de la matriz de re-
&tado autoritario y la sociedad civil en referencia a la sociedad lación entre el Estado y la sociedad civil, en los sectores
de mercado (Lechner, 1996). Sintéticamente en el primer de gobierno dedicados a los pobres, la apelación al "fo~­
· caso, la demanda a la sociedad civil expresa una motiva- talecimiento de la sociedad civil" no escapa a las amb1-
~ ción antiautoritaria que, desde una perspectiva neoliberal, " d
gu.. edades señaladas. A la vez que se repro ucen s1mu -
" . 1
visualiza en toda acción estatal una interferencia indebida táneamente estas diversas concepciones, se pro uce " un
. " d
en el libre juego de las fuerzas sociales. Desde otra pers- sistema propio de orientaciones valorativas, normativas Y
pectiva, más ligada a la tradición marxista, el fortaleci- de propuestas. Estas se materializan en programas que
miento de la sociedad civil apunta a una repolitización de revitalizan el protagonismo de las personas y los grupos
la sociedad, emancipada de la tutela estatal. excluidos en la mejora de la calidad de vida de sus "co- ·.
Lechner advierte que en ambos planteos la motiva- munidades", contribuyendo a la construcción de promo-,'
ción antiautoritaria puede desembocar en un ataque a la tores sociales, a los que "s_e les asigna un nombre" (?~ga-' t .
institucionalidad deJ,¡1.ocrática, especialmente al sistema nizaciones, líderes, ammadores) que los legitima \\
Q) de partidos. "Fácilmente el elogio al ciudadano abstrac-
to desemboca't!n la apología del libre mercado", en tan-
especialmente en el contexto de las interacciones con el A;
Estado (local, nacional).
to se identificaría a la sociedad civil con un orden auto- " Siguiendo a Lechner, las sociedades de los homb,res y
rregulado. mujeres pobres, organizados o no en su :ategona de
El segundo punto de referencia para la invocación de agentes sociales y fortaleciendo sus cap~c1~ades -~oy
@ la sociedad civil es la sociedad de mercado. También en también llamadas "habilidades para la vida -, podnan
este caso se sobreponen concepciones contradictorias. "superar la asfixia que provoca el Estado y el egoísmo
Por un lado implica que la libertad del ciudadano se fun- que gobierna el mercado" (Martínez Nogueira, 1996).
da en la libertad del mercado y, por lo tanto, existe una D~ hecho! en los programas sociales p_ara pob~es se
intencionalidad de despolitizar la vida social. Pero desde ~~resa clarament~olis~rriia c!_~l térmmo . soc1eda7d
otra concepción, la invocación a la sociedad civil apunta _9.yil". Independ!~DJementule.Jas fundam~~tac10nes teo-
a la defensa de las formas de organización social y de las ricas a las q1!LJ_e__apele, l~ s_~ciedad civil es hoi_no~~da~
identidades colectivas amenazadas por la creciente mer- los g!]!p_os_qu.._e__sLeJKU..eJ¿tran .en _l_a~_CO~l.:!_l?:!?~d~s,__~~~
cantilización de las relaciones sociales. Este pensamiento . tendidas como conjuntos de pers~as "que comparten
idealiza a las distintas modalidades de acción colectiva --~na historia conocimientos, tradiciones, c~~tumbres Y
como formas de autodeterminación democrática, sin ad- -~bl~~as y n~ ~antienen _relac~ones
vertir que en ellas pueden subsistir relaciones autorita-
rio-clientelísticas, muy distantes del asociacionismo

30
· --·---
entre sí, se reconocen pertenecientes a una 1!11sma uk.J.1-

31
J
¡
1
Grnciela Cardare/ti y "Mónica Rosenfeld 1 Con las mejores intenciones

-~dad y pueden realizar actividades conjuntas". En estas que los carenciados y resistentes al cambio se integraran
comuriidades; las-iiistifuciones y organizaciones son: a la dinámica del desarrollo global. 5
Hoy parece existir un reviva/ aggiornado de esas con-
.1
[... ] comisión vecinal, comision~s de trabajo comunitario, socie- cepciones. Nadie se atrevería a denostar a la democracia
da?es de fo_mento, bibliotec~s'. clubes, partidos políticos y grupos
mas pequenos como las fam1has. [...] Todos estos grupos forman ' ni a la noción de derechos de ciudadanía, ni a cuestionar
la doctrina del "derrame", pero la política social del ajus-
la S.O~IEDAD CIVIL: personas con derechos y obligaciones, es
decir cmdadanos, y organizaciones con reconocimiento social que te, divorciada de la de la distribución de la riqueza, se ve
en forma permanente se relacionan buscando el crecimiento de la reducida a estructurar los programas y proyectos sociales
c~munidad. La participación ciudadana ayuda a encontrar solu-
en el eje de la solidaridad de los grupos, en la "comuni-
c10nes a los problemas locales (Manual de los Animadores Comzmi-
tarios, 1998). dad organizada" y en un Estado "socio" y mandatario del
fortalecimiento de las capacidades sociales y del apoyo a
T~~~ién cabe .mencionar la singular (y reduccionista) iniciativas locales autogeneradas y participativas. 6
defimc1on de sociedad civil que proponen los consulto- Aún bajo esta "neo-subsidiariedad", el poder guber-
res del Banco Mundial: "La sociedad civil es un conjun- namental en la constitución de las identidades de los "be-
to de diversas instituciones no gubernamentales lo sufi- neficiarios" no es menor, ya que el Estado, en el campo
cientemen~ fuerte para generar acciones colectivas para de las políticas focalizadas dirigidas a los más pobres, no
alcanzar sus metas (excluido el fin de lucro)" (Cesilini y ha disminuido. "La intervención se hace cada vez más
Senderowitsch, 2000). sutil, más indirecta, menos ligada a aparatos administra-
Se expresa en esta definición un "modelo" de socie- tivos y más relacio~da con ámbitos de influenr:i,1 en los
dad civil que reconoce formas múltiples de pertenencia, que el Estado es una pieza clave" (Castel, 1997). Las de-
que pueden compartir intereses pero no necesariamente mandas de la pobreza siguen orientándose hacia el Esta-
do que, aunque más reducido y dependiente de créditos
u~idad .de ob~etivos o :omunidad de propósitos y, menos
aun, onentac1ones hacia una acción colectiva que supon- externos, sigue sosteniendo el poder político y el capital
ga procesos de confrontación y negociación. simbólico para imponer visiones (y divisiones) sociales,
Se ha caído en el reducto comunitarista de los sesenta
cuando se esperaba que capacitando a los grupos "tradi~
cionales" y juntándolos para resolver sus problemas in- 5. Para más detalles acerca de los p3radigmas vigentes en las últimas
décadas véase Cardarelli y Rosenfeld (1991).
medi~tos, estos podrían subirse al tren de progreso que 6. "El Estado activo asociado a una comunidad organizada y trabajcH1-
maneJaban los esquemas desarrollistas de la época. do conjuntamente, con el propósito de lograr un modelo más justo para
Cuando la política social estaba subordinada a la econó- todos los habitantes de la nación. [... ] queremos un Estado que promueva
el fortalecimiento de la sociedad civil" (extraído del discurso de apertura
mica, no existían obstáculos estructurales (en las teorías del Quinto Encuentro Nacional del Programa de Fortalecimiento de la
circulantes y en el pensamiento político autoritario) para Sociedad Civil, 1998).

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Graciela Cardarelli y Mónica Rosenfeld Con las mejores intenciones

en términos de capacidad de influencia para determinar ticipantes:J Lo que más nos gustó fue trabajar en grupo con uni-
dad. La responsabilidad que el Proyecto confió en nosotros, per-
la ubicación de las personas y los grupos dentro del espa- mitiendo el libre manejo del dinero. El corte de cintas parecía al-
cio social y para negociar e imponer criterios de apoyo go irreal. La emoción que sentimos cuando prendieron las luces
técnico y económico .. de la avenida [...] (Diario Abierto POPAR, 1998).
Estas consideraciones tampoco pueden soslayar la
historia de la Argentina, en la que muchas de las expre- Más allá de los beneficios logrados con la ayuda eco-
siones de la sociedad civil se fundieron con el Estado y nómica y la asistencia técnica, estas frases nos vuelven a
construyeron múltiples roles y lealtades -un líder sindi- remitir a las confusiones conceptuales y prácticas que
cal podía ser a la vez dirigente partidario y funcionario planteaba Lechner: ¿Los pobladores solidarios de esa zo-
estatal-. Hoy, más que nunca, las personas y los grupos na tocada por la varita mágica del programa han consti-
objetivo de los programas (una organización vecinal, un tuido un micromundo autorregulado, aunque fortalecido
animador o líder comunitario, una madre cuidadora) se con el apoyo estatal? ¿Cuáles son los grados de autonomía
debaten en múltiples pertenencias, lealtades y funciones: que han tenido al plantear necesidades (y derechos) en un Jj
so~ a la vez sujetos de las capacitaciones propias de los mercado asistencial despolitizado y con una agenda prefi- (/
programas, educadoras de niños, representantes de gru- jada de propuestas? ¿Estos proyectos colaboran en la con-
pos barri&les, punteros/as de partidos políticos, emplea- solidación de nuevas formas de organización social y de
dos/as del gobierno local, jefes o jefas de familia que re- defensa de identidades colectivas? ¿Agradecer al Estado
ciben subsidios, etcétera. por facilitar fondos o "permitir" que los pobres manejen
Se constituyen en parte de una sociedad civil "de usos el dinero para las obras tiene algo que ver con el asocia-
múltiples", pero a la vez son personas y grupos a los que cionismo igualitario de Tocqueville o es una expresión de
las vinculaciones con los sectores sociales del Estado les un vinculo claramente desigual entre quien distribuye y
permitieron acceder a satisfactores (o resolver "necesida- quien recibe recursos? ¿Qué tipo de subjetivación legiti-
des sentidas", según el discurso de algunos programas), mante de la población se construye entre beneficiarios y
que difícilmente hubiesen logrado por la vía del ingreso benefactores, bajo una representación de la sociedad civil
devenido del trabajo. con débil autonomía y acotada al campo de la pobreza?
La publicación de uno de los proyectos vigentes, Dia- Siguiendo estas reflexiones, en el campo de los pro-
rio Abierto (el relato de una experiencia de pobladores de gramas sociales ha cobrado fuerza el concepto de "capi-
la provincia del Chaco), reseña: tal social", con una clara influencia del discurso del Ban-
co Mundial.
Los beneficiarios son vecinos del barrio Estudiantes y presenta-
Asimismo, como en el caso del término "sociedad ci-
ron un proyecto cuando se inició la etapa de promoción del pro-
yecto en la localidad. El barrio presentó dos proyectos, uno de le- vil", el de capital social se aplica a hechos y contextos di-
trinas y el otro de alcantarillado y sendero peatonal: ambos símiles, prestándose a múltiples interpretaciones. En es-
respondían a necesidades sentidas por los vecinos. [Dicen los par- te trabajo sólo se realizarán algunas consideraciones que

34 35
Gracicla Cardare11i y Mónica Roscnfeld Con las mejores intenciones

remitan más directamente al uso del término como re- nales y el armado y consolidación de organizaciones y
curso justificatorio de la orientación de ciertos progra- formas asociativas entre diversos actores locales. 8
mas sociales, que se sitúan en la esfera de la sociabilidad En un reduccionismo mayor se sostiene que el mejo-
y ayuda mutua de los grupos más desventajados, escin- ramiento del capital social contribuiría a hacer más efec-
diéndolos de la realidad económica y política en la que tivas las operaciones en programas de "alivio a la pobre-
están insertos. Se trataría de "buscar soluciones no eco- za".
nómicas y menos costosas a los problemas sociales" (Por-
tes y Bomparolo, 1998). Las normas, la confianza, las redes de reciprocidad en una comu-
nidad (el capital social) son importantes elementos para reducir la
Así se proclama la importancia del fortalecimiento de
vulnerabilidad y hacer crecer las oportunidades de los asenta-
organizaciones y redes comunitarias como herramientas núentos pobres para afrontar las crisis (Banco Mundial, citado en
para que ellas mismas logren afrontar y superar las crisis Bombarolo, 1998).
económicas, ampliando progresivamente el concepto de
capital social como activo individual para convertirse en Para las poblaciones pobres habría una suerte de ca-
mi rasgo ponderado de las comunidades y hasta de las pital social a estimular, que. generaría una "alteridad in-
naciones. 7 cluyente" en los que menos µenen -con apoyo fo"aliza-
Pese ~las diferencias que se encuentran en la literatu- do del Estado-. Un territorio de pobreza solidaria, con
ra sobre el tema, existiría un cierto consenso en conside- fronteras para la verdadera inserción social, donde los in-
rar que el capital social representa la aptitud de los acto- dividuos son despC!,Íados de sus condicionamientos histó-
res para asegurarse beneficios en virtud de la pertenencía
a redes u otras estructuras sociales. Desde las políticas 8. Emparentado con estas ideas surge el concepto de "resiliencia",
sociales, estas premisas se han resignificado en la valori- que se define como la capacidad de recobrar y mantener conductas adap-
zación del trípode formado por el fortalecimiento insti- tativas luego de atravesar situaciones de daño (agresivas, estresantes).
La pregunta clave que se hace este concepto, asumido por bs ciencias
tucional, el incremento de destrezas y capacidades perso-
de la salud y en general aplicado a niños y jóvenes, es por qué en condi-
ciones similares de estrés, dolor (y pobreza), algunos de ellos logran su
perar la situación y tener· una 'ida positiva, mientras que otros no lo lo
gran. Desde hace algunos años, a fin de responder a esta preguntJ, se
7. Para Pierre Bourdieu ( 1980), quien realizó el primer análisis siste- intenta sistematizar, a modo de un listado, los factores protectores indi,i-
mático contemporáneo del capital social, éste se define como "el conjun- duales y ambientales para desarrollar las modalidades e instrumentos de
to de recursos actuales o potenciales ligados a la posesión de una red dura- intervención preventivos que trabajen sobre estos factores. De esta mane-
ble de relaciones más o menos institucionalizadas de interconocimiento y ra se abre un abanico de debilidades y fortalezas indi\iduaks y comunita-
de interreconcimiento, o, en otros tém1inos, en la pertenecía a un grupo, rias que merecerían "tratamientos" específicos para "pobrezas específi-
como un conjunto de agentes que no están sólo dotados de propiedades cas", sin cuestionar en absoluto los contextos socioeconómicos, base de
comunes (susceptibles de ser percibidas por el observador, por los otros o estos escenarios de vulnerabilidades.
por ellos mismos) sino también unidos por relaciones permanentes y úti- También estas orientaciones apelan a la construcción de redes comu-
les". nitarias, como factores de "contención".

36 37
Graciela Cardare/ti y Mónica Rosenfeld
Con las 7!lejores intendoues
ricos, socioeconómicos y culturales. Esto permite que
En medio de esta corriente de ideas, que revaloriza a
aparezcan como iguales en el pensamiento y en la nor-
la sociedad civil como espacio privilegiado de despliegue
mativa de las políticas públicas y que pueda disimularse
y organización de "mallas de contención de la pobreza",
la desigualdad económica y social.
se diseñan y ejecutan programas que le otorgan un lugar
Por ello, los programas sociales operan en medio de
sustantivo a diferentes actores que cumplen roles especí-
esta división artificial entre lo olítico, lo económico y lo
ficos en sus comunidades, denominadas genéricamente
socia , o público y lo P-rivado la sociedad o 1t1ca y a so-
'§agentes socia es '.
'" ciedad civil, reservándose_e.le.s_pacio de las "necesi a es
stas guras no nacen del "invento" de técnicos o
__ sentidas", los micrQP.J:.Qµ:ct~ el capital social_y]I arma-
funcionarios estatales. Constituyen una producción ori-
~ do .de grupos solidarios y democráticos en la "sociedad
ginalmente social, guiada en la mayoría de los casos por
civil". La negociación social, las alianzas estratég~la
vocaciones altruistas y solidarias, combinadas con las ló-
Toññaélón de líderes son metodologías y técnicaA,_e.n_ie-
gicas propias del voluntariado en tanto cálculos de inte-
- neral importadas de la gestión empresarial, gue apuntan
reses de orden religioso, político, económico, de prestigio
a las dimensiunes...que...atienden~tamie~~-q~ la
y reconocimiento social, etcétera. Los animadores co-
~lnerabilidad. Las alabras y los discursos "de moda",
munitarios, las madres cuidadoras, TaSorgamzac10nes de
~ como el que aquí se reseñan, escamotean e e a e
base ytas promotoras de salud_~n io~~~
/ '\J los facto~s económicos olíticos ue homogeneizaii a - representativos de este universo de "agentes sociales"
los sectores mas po res.
--~ las asoélacfo~~~~ber;~ine;tá1es de asís- ' -
-~ncia y aesaITollo social. Son agentes sociales en tanto ,
- son "losqueooráñ-éñ-terreño" como ejecutores directos
2. Los agentes sociales como producción -_-ªe-~~fone_uocj-ªJ_~s. --
socio-estatal En este sentido, el diccionario define agente como
"todo lo que obra", "el que obra por otros"; "persona que
Tal como se vio anteriormente, las premisas de forta- obra y tiene facultad para hacer algo"; "dícese de la per-
lecimiento de la sociedad civil han cobrado cuerpo en la sona que ejecuta las acciones"; "intermediario oficial-
formulación de programas específicos por parte del Es- mente autorizado para ejecutar operaciones: policía,
tado, en el marco de diferentes propuestas de políticas agente de bolsa de negocios, etcétera".
que se orientan a los grupos de extrema pobreza. Estas se Al ser apelados y legitimados como eje de los progra-
enmarcan en el pasaje desde una concepción de oferta mas sociales, ellos van constituyendo progresivamente
estatal de servicios sociales a una más centrada en la in- para sí una suerte de "identidad dividida", aunque fun-
vocación a la demanda, entendida como transferencia de cional, ·que combina (simplificadamente) el rol de pro-
funciones, responsabilidades y recursos financieros a motores y acompañantes de transformaciones de la vida
usuarios/beneficiarios. cotidiana de sus barrios con el de "delegados del Estado
descentralizado" o de cuasi-funcionarios territorializa-
38
39
Graciela Cm·darelli y Mónica Rosenfeld Con las mejores intenciones

dos. Una función social establecida y convalidada hasta rencia de virtudes altruistas a los técnicos. Uno no existe
por la misma denominación con que los bautiza el pro- sin el otro.
yecto y que, a la vez, completa la necesidad de los indivi- Buena parte de este contingente de agentes sociales
duos de contar con referencias comunes externas, otor- son mujeres, convocadas desde su rol de madres, en me-
gantes de una identidad que los une a sus pares. dio de un escenario donde la familia -unidad doméstica-
' En el interjuego de fusiones Estado/grupo sociales, amplía sus funciones a la vez que se incrementan sus res-
estos agentes se van conformando como una producción ponsabilidades en la atención de las necesidades básicas
social-estatal, con identidades segmentadas según cuáles propias y comunitarias. Así, desde. el pensamiento
sean la orientación, el "nombre" y los atributos a través dominante, se considera que las actividades, por ejemplo,
de los cuales son designados en cada programa. de alimentación y cuidado de los niños son inherentes a
Los agentes sociales se inscriben usualmente en servi- las mujeres-madres, cualquiera que sea el contexto de
cios "neodomésticos" o de "reparación", siempre enmar- precariedad en el que se desplieguen. Aunque en este
cados en situaciones intermedias entre el trabajo y la trabajo no se profundizará acerca de las consideraciones
asistencia, formando parte de múltiples submercados de de género vale señalar que, en la apreciación que se rea-
la pobreza, hoy reivindicados como "economías de esca- liza de estos trabajos "neodomésticos" suele no tenerse
la solidarias" y cada vez más alejados de la modernidad. en cuenta que las mujeres están marcadas por la superpo-
No es ajelto a estas cuestiones el debate que se plantea en sición de la condición de pobreza y su condición de gé-
los escritorios de quienes formulan o evalúan los progra- nero, por lo que su salida al campo laboral se realiza den-
mas sociales acerca de la legitimidad de que estos agen- tro de un abanico•muy limitado de alternativas que las
tes sociales reciban o no alguna ayuda o incentivo econó- confina a empleos de baja remuneración, generalmente
mico por su "trabajo". en el sector informal y a tiempo parcial (Cortés, 1991).
· Se ha consolidado así un vasto sistema simbólico en el Una de las características principales de los~~~
campo de los "programas para los pobres" compartido m.as sociales que apelan a estos agentes es la clara ori~n:
por la colectividad profesional, política y de los "benefi- . tación hacia los pobres marn~s!_<l!1~2~ dig_ip_gyjr.fg_1~ -
ciarios", que genera imaginarios compartidos a través de de.los_o_t_ms_p_o_bres IJ.Or su menor capacidad_para haf.<;I
\ , los cuales también los agentes sociales elaboran una re- uso de las estructuras de o ~tunid_ade~-~~2!enJ~~i y~ ~e_a
~ presentación de sí mismos, marcan la distribución de sus Q.Eganizán ose para satisfacer demandas d~_pi~n-~~-L~e.~~
oles y de las posiciones sociales, expresan creencias co-
unes y fijan especialmente modelos formadores (a los
- vici~hando las ofertas der~in-~ educ_atiyQ y
_Jas _cl.tl_I_!].e~c:?_ck>J~Qral__(Katzñ1an~T999; Sen, 1998).
ue apela el Estado y la filantropía privada), como el del
'líder comunitario democrático", la "madre cuidadora
_Pareciera que este tipo- de programas tienen como !!=
~alidad principal "evitar" 9Ee los _E~es ~~gan_~n ~~~­
bnegada", "la O_NG buena y eficaz", etcétera. marginalidad (atendiendo a los atributos señalados ante-
· El altruismo demandado a la poblaciones pobres ali-
normente) y/o tratar de "traerlos" hacia UiljLw>~~
menta a través del agradecimiento una suerte de transfe-
41
40
Graciela Cardare/ti y Mónica Rosenfeld Con las mejores intenciones

más digna, lo gue supone un peldaño más elevado. Este fectuosamente la compl~jidad del universo simbólico de ·
ascenso que se propone para los agentes sociales y sus co- los pobres.
munidades supone un camino de una sola vía, marcada
por las tradicionales formas de autogestión con apoyo es- Los sistemas simbólicos sobre los cuales se apoya y a través de loj
tatal y operando sobre la dimensión psicosocial de la ~­ cuales trabaja la imaginación social, se construyen sobre la~ ex~e­
breza. riencias de los agentes sociales, pero también sobre sus aspirac10-
nes, deseos e intereses (Grignon y Passeron, 1989).
La pérdida de autoestima y de la capacidad de organización social
es la frontera que separa a la pobreza de la marginalidad de la cual El dispositivo imaginario asegura a un grupo so.cial ~
difícilmente se vuelve {Eduardo Amadeo, secretario de Desarro- esquema colectivo de interpretación de las experiencias
llo Social, Documento SI Programa de Fortalecimiento de la So- individuales tan complejas como variadas. Este es el
marco dond~ operan los programas sociales que al nomi-
ciedad Civil, 1997).

nar y "definir" la identidad de la población objetivo mar-


can el territorio y las fronteras de las pobrezas, estable-
3. La construcción de los sujetos en la orientación
y gestión de k>s programas sociales cen las relaciones entre los actores, forman imágenes de
líderes, promotoras/es, madres cuidadoras, dentro de un
Las instituciones sociales, y en este caso las que se di- campo de experiencias rodeado de un horizonte de ex-
rigen a los pobres, participan del universo simbólico pectativas, temores y esper~nza~. .
que las rodea y dan forma a los marcos de su funciona- De esta manera, el imagmano social es uno de los re-
miento. guladores de la vida colectiva y un ?is~ositivo de control
Toda sociedad debe inventar e imaginar la legitimidad y de ejercicio del poder. Por cons1gu1ente, el lugar que
que le otorga al poder y todo poder debe imponer su escenifica los conflictos sociales.
legitimidad. A las relaciones de fuerza y poderío se le · Para intentar dar cuenta de la complejidad que asume
agregan siempre relaciones de sentido de grado variable. la relación tanto de los actores (gubernamentales y de la
' .
Hay una construcción política, técnica y social de la po- sociedad civil) como de los universos simbólicos que m-
breza, que varía históricamente, que hegemoniza el actor ciden en la construcción de los "otros", el análisis de los
de mayor poder relativo y que es quien lidera la cons- procesos de constitución de los agentes sociales en lo~ pro-
trucción de un imaginario social respecto de las pobla- gramas de intervención gubernamentales se orgamza en
ciones en situación de pobreza. Esta construcción crista- tres esferas o dimensiones interrelacionadas: la esfera re-
liza y legitima las percepciones y las modalidades de tórica '.la esfera burocrática o de gestión y la de control
intervención que adopta el Estado y la sociedad como social.
paradigmas de políticas. Esta operación no es unívoca ya
que el sentido común legitimador procesa e integra de-

42 43
Gracie/a Cardare!li y Mónim Rosenfe/d Con las mejores intenciones
Esfera retórica
tensiones conceptuales que contienen estos programas,
más allá de los presupuestos que pueden sostener teórica-
La esfera retórica denota _los atributos con los que se mente los cuadros técnicos. Tomando este documento·
califica a la población desde el discurso. Estos atributos como ejemplo, puede observarse que, partiendo de la no-
caracterizan el estatuto que ubica y clasifica a los indivi-
ción y reflexión teórica en torno a la ciudadanía social y
duos en la sociedad, en detrimento de otros sostenes de
de una definición multidimensional de la pobreza -aun-
su identidad, que no son considerados en el "discurso" de
que sin consideraciones sobre la distribución del .in~re­
los programas. En este discurso se comprueba especial-
so-, se produce, al momento de ingresar a los obJet:Ivos
, mente que la esfera del trabajo no es tenida en cuenta. 9
\\[Los a~entes son inte~pelados generalmente en su lugar
de vecmos de un barno o zona con carencias.
del programa, un salto argumental en el texto. Se pasa,
entonces, progresivamente a asimilar los problemas cen-
trales de la población a la falta de "competencias sociales"
A modo de ejemplo, el animador comunitario
y en consecuencia el Estado contribuye a refo:zar or-!ª
(... ] tiene que ser observador y respetuoso de la cultura de esa co- ganización social a través de propuestas educatlv~s mf~r­
munidad, pues allí se encuentran las formas de organización, los males que se orienten a cualificar a las personas. Esto sig-
modos de comunicarse, los tipos de liderazgo y los valores que nifica crear espacios donde la gente pueda descubrir sus
forman el hacer y el querer de la comunidad [...] incluyan inicia- posibilidades y competencias para trabajar con otros en la
tivas pará""su desarrollo cultural, social, político, etc. [...] Es trans-
formar el individualismo comirtiéndolo en un SI a la comunidad. comunidad y recuperar valores comunitarios como la éti-
(Manual de los Animadores Comunitarios, 1998). ca de la solidaridad, la convivencia y la participación so-
cial [...]. En este sentido el objetivo básico de las acciones
En las definiciones programáticas, el concepto de del programa se orientan a transferir herramientas que
igualdad social está casi ausente, salvo en la apelación (en faciliten la instalación de prácticas sociales, producti\·as y
caso de proyectos de infancia) a la igualdad de oportuni- culturales que permitan el crecimiento y desarrollo d.: Ls
dades. Claramente se percibe la ausencia de una defini- organizaciones y grupos comunitarios, a fin de afianzar
ción de la "noción de igualdad social como capacidad las capacidades y competencias personales y sociocomu-
continua e igual de acceso a los bienes colectivos" (Ro- nitarias [... ] (Paiuk y Georges, 1999). _.
-sanvallon, 1995). Tal como se señaló anteriormente, los objetivos de los
En el ya mencionado trabajo de evaluación de uno de programas se circunscriben a la esfera psicosocial del de-
los programas consultados (Paiuk y Georges, 1998) el de- sarrollo de "capacidades individuales y grupales", evitan-
sarrollo del marco de referencia pone en evidencia las do las alusiones directas a las causas más estructurales de
la pobreza y focalizando sus premisas en la idea de "in-
9. "El trabajo es, como todos aceptan, la llave que pem1itc disfrutar
cremento del capital social" en términos asimilables, se .
de la ciudadanía social" (Castel, 1997). insíste, al viejo comunitarismo y al self reliance. /

4.¡
45
.~,

< •

Graciela Cardarel!i y Mónica Rosenfeld


Con las mejores intenciones
~a ~elación fam~lia-co~unidad y comunidad-familia puede con-
\erttrs~ e': un _clfculo VIrruoso que no sólo refuerza al conjunto
No puede ignorarse que todo poder apunta a tener un
comumtano'. ~moque además llega al interior de las familias [...]. papel privilegiado en la emisión de los discursos que con-
Nuestra opc10n por lo comunitario como eje de la política social ducen a los imaginarios sociales, del mismo modo que
no se agota.en esta coyunrura. El fortalecimiento, la promoción busca conservar cierto control sobre los circuitos de di-
de las capacidades de las personas son objetivos permanentes.'º fusión (Baczko, 1991).
• Sin embargo (y sin olvidar los atributos de quienes
" Den~o .de ,~sta d~mensión se incluye el modo en que los tienen el poder), aunque el discurso de los programas se
beneficianos son mterpelados y cómo el discurso de los legitima por la presencia del Estado como productor (y
programas expresa la construcción de un contrato relacio- dado que no surge de un invento), no es una construc-
nal entr~ los. agentes sociales y entre ellos y el Estado. ción cerrada, sino que es el resultado de un proceso de
~l cr~t~no,,rredo~inante asumiría el tipo de "ciuda- "conversación" entre los actores involucrados. Conver-
dama asistida , resumida en la noción que proclama que sación que tiene a los técnicos como detentadores (y re-
los pobres deben ser asistidos en su desarrollo. No se presentantes) del poder. Estos formulan las propuestas,
7 c?~c.eptua~i~a. la ciudadanía ~~c-~~!-~~Il1?.~~?ilitantedela nominan a los sujetos, establecen descripciones y expli-
l\ cIVIl Y la pohtica, s~ trataría en cambio de una ciudadanía caciones, enunciados teóricos, con los cuales los agentes \
~~ _¿~bsidiad~" o tutelada gue ªEorta a fa construcción de se identificarán a lo largo de todo el proceso. A los suje- ·
__sujetos soc~~~ aptos pa.ra moverse "con más cantidru;Ld~ tos con menor poder relativo les "conviene" identificar-
competencias en el umverso de su inmediatez. · se con las argumentaciones del proyecto que los nomina,
- , 1 re~orte dentro del que se mueven estos programas y con el lugar protagónico que ocupan en él, ya que esto
no permite avanzar más que discursivamente en el con- los inscribe en una estructura dadora de sentido en un
c~?to de ciudadanía. Se omite la promoción de toda ac- espacio recortado, particularmente en el contexto actual
Cion concerniente a la agregación de demandas y acción de desafiliación social.
c?,lectiv~ ..Además, el concepto de red reemplaza esta vi- En el campo de operación de los programas, las inte-
s10n pohtica, proclamándola como articulación horizon- racciones adquieren un sentido que trasciende lo coti-
t~l ("a~ianzas estratégicas") de pobres entre sí y con fun- diano. Se trata de "ser parte de", a modo de socializa-
c10nanos del Estado como "contraparte". ción secundaria (Castel, 1997), ya que recoloca a los
agentes en mundos institucionales, aunque sumamente
10. Palabras extr.aídas de la conferencia presentada por el Lic. Eduar- frágiles.
~~ Ama~e~, secretar10_de Desarrollo Social de la Nación, en el panel "Po-
hacas publicas, mecanismos de exigibilidad y reformas institucionales pa-
ra ~l. cumplimient? de derechos" durante el Encuentro Federal sobre
P~liacas de Infancia y Adolescencia, realizado en Mendoza, agosto 1997. Esfera ·burocrática o de gestión
Cit~do en ."~~~mad~ a pr:sentación de proyectos para la promoción de la
sociedad ~IV!] , Presidencia de la Nación, Secretaría de Desarrollo Social _El principio mismo de lo político es producir libertad mediante la
Buenos Aires, 1997. '
ampliación de la esfera de las opciones, en tanto el arte de la ges-

46
47
Gmciela Cardare/ti y Mónica Rosenfeld
Con /as mejores intenciones
tión consiste a la inversa en reducirla: el problema bien planteado
es aquel que no ofrece más que una solución (Castel, 1997). progresivamente a la población de carne y hueso ~as el
problema que se pretende resolver. ~l tecnocratismo
' La programación social genera la ilusión de una efica- coexiste paradójicamente y con relativ~ paz ~on una
cia inmediata sobre la realidad e implica una clara reduc- suerte de paternalismo y populismo social qu.~ impreg-
ción de las complejidades. Así es como la planificación nan las identidades y modalidades de actuac10n de l.os
desde el Estado se expresa en un conjunto de programas agentes sociales, de los técnicos y funcionarios en lo~ dis_-
que relatan historias unitarias, cuando sabemos que cual- tintos niveles de actuación del programayn nux de
quier historia social lo es de la diversidad. ~lientelismo con modernización. .
La gestión de los programas involucra numerosas me- En esta línea cabe mencionar también que el "as1sten-
diaciones, de las que no da cuenta el proceso de formu- cialismo" estatal, como sistema de "reparto" y c~n los
lación de las propuestas. Estas mediaciones de todo tipo grupos objetivo (en especial las ONG y las mu3eres),
constituyen cajas negras en el momento de la formula- identificados técnica y políticamente como eficaces .ad-
ción, que se abren en sus propios campos de actuación y ministradoras de la caridad, se fue imbricando suces~va­
reinventan a los programas y a las personas. Las lógicas mente con pautas clientelares, a la par q~~ ~as orgamza-
políticas, el punterismo y los conflictos barriales, entre ciones voceras de los pobres fueron deb1htandose en su
otros tanto~ son los componentes de la vida real que capacidad de agregar demandas y acceder a los recursos
pondrán en tensión, todo el tiempo, los valores procla- financieros externos. 11
mados y la racionalidad instrumental del programa. Otro de los cowponentes centrales de los programas
.
' Desde los "escritorios", los beneficiarios de los servi- es la evaluación, particularmente en los que .cuen~,an ?ºn
) cios quedan enmarcados en categorías jurídico-adminis- financiamiento externo. Se trata de "evaluac10nes mas o
\
trativas y privados de su pertenencia concreta a colecti- 1
vos reales. Los individuos se "liberan" de otras 11. El clientelismo va más allá de un vínculo desigual e.ntre qui_e_n dis-·

~
tribuye y quien recibe . recursos, b"tenes o serVIc10s,
· · propio
. tamb1en del
b"
pertenencias, porque para tomar parte de los programas
asistencialismo. Supone, entre otros atributos, la presencia de una com !-
es necesario que se "presenten" como la "figura" que se nación peculiar de desigualdad y asimetría de poder con ~na. aparente s~­ ~?
espera que representen, por lo que es lógico que preva- lidaridad mutua en términos de identidad pers~~al y _sent.Jrrnent~s y obl~.- -;:
lezcan los cálculos de interés como principios de la ac- gacioncs interpersonales. Este modelo ele relac10n cl1entelar, a d1fcrdcnc1a
'. ción (Goffman, 1981). del asistcncialismo, implica sobre to do, ¡a presencia · d e una norma
l e re-
. >

~~
ciprocidad, una serie de significados compartidos ~u~ sostengan :is ~c~dio-
Aun cuando estos escenarios complejos y personaliza- .
nes de mtercam b'10. H oy mas
, que nunc a, estos significados
. . compa1tl
" d'os
dos son conocidos por los programadores sociales, se va adquieren la forma de una suerte de "sentido común legitn~ador : un .;s-
curso público, una cierta racionalización circulante, un con¡unto de reg as
constituyendo una "impersonalidad" neutral en los espa-
no escritas que permiten que ambos acto.res _se reconozca~1 como .prota~ f
cios de formulación y gestión centralizada, a medida que onistas de un espacio de relaciones iguahtanas .Y co~~part1das en la. esfc
se fortalecen y refinan los criterios técnicos, que borran ~a utilitaria (costos y beneficios) y en la esfera snnbohca (valores e mter-
pretaciones sociales).

48
49
Graciela Cardare/Ji y Mónim Rosenfeld

menos sofisticadas pero caracterizadas, en general, por


1 Con las mejores intmciones

sión de la evaluación repite y refrenda la existencia del


una ausencia de debates sobre el sentido de la práctica. programa y con ello su legitimidad.
Es interesante destacar que en el caso de los programas Es interesante destacar que las evaluaciones realizadas
con financiamiento del país se visualiza la coherencia en- dan cuenta de la existencia de "una marcada diferencia
tre las premisas orientadas a incrementar el capital social entre los logros de los proyectos de capacitación y los de
y las evaluaciones que apuntan a identificar el "quantum" infraestructura".
de autoestima o de nuevas capacidades que se "instala-
ron" en las comunidades. En los programas financiados En lo relativo a la eficacia, apropiación y obtención de las metas
propuestas [...).Los proyectos de capacitación en su mayoría no
por los organismos bilaterales de cooperación, las eva-
respondieron a los objetivos planteados [... ) existió un importante
luaciones tienden a buscar, en cambio, impactos sobre desgranamiento entre los beneficiarios de los proyectos de capa-
dimensiones operativas. No hay evaluaciones del sentido citación.
final en términos de inserción social, de construcción
real de ciudadanía, de seguimiento de trayectorias grupa- Cabe señalar que las personas que ejecutaron la in-
les e· individuales, etcétera. A la vez, estas evaluaciones fraestructura recibieron honorarios por ello. En un mer-
parecen ser tautológticas: cado tan restringido de ingresos es dable esperar el éxi-
to y cumplimiento de tales metas. Respecto de los
[...) una de"Ias mayores fortalezas del programa fue haber logrado proyectos de capacitación debería preguntarse por el
concretar proyectos en concordancia con los que se había ofreci-
do en la fase de promoción [...) la correspondencia entre necesi-
contenido de la currícula y las metodología de transfe-
dades sentidas y priorizadas fue alta. El grado de eficacia del pro- rencia: coherencia de sentidos y significantes entre do-
yecto en atender la necesidad priorizada fue también alta. centes y beneficiarios. ¿Las necesidades sentidas pudie-
ron ser decodificadas en el marco de los mundos
En otro punto se señala que "existió un amplio con- simbólicos de los actores involucrados en el procesos de
senso en que de no haber sido por el programa las nece- capacitación?
sidades no se hubieran cumplido" 12 • Esto es obvio, los Durante el proceso de gestión y a medida que el pro-
programas "llave en mano" intervienen con una masa de grama y los agentes involucrados se establecen en los es-
recursos y propuestas a las poblaciones más desatendidas pacios comunitarios estatales y se instalan socialmente
de la sociedad y a partir de los cuales construyen necesi- como buenos y altruistas se convierten en delegados y
dades reales pero contingentes, entr-;Tas que se seleccio- "héroes" necesarios del programa. Los resultados espe-
ñan fas que parecen más adecuadas. Esta última dimen- rados respecto de los cambios de situación a los que el
programa se dirige suelen subordinarse a la ponderación
12. Evaluación ex post Programa Fondos Participativos de Inversión de los atributos de las figuras de los agentes (madres cui-
Social, Evaluación Social, Económica y Técnica de Proyectos (FOPAR), dadpras, líderes comunitarios). Se van modificando, así,
mimeo sin fecha. los vínculos entre legitimidad y desempeño previstos en

50 51
Graciela Cardarelli y Mónica Rosenfeld
1 Con las mejores intenciones

el "diseño técnico". La legitimidad "construida" entre para crear significados y definiciones de identidad que
los agentes y los técnicos se autonomiza de los efectos contrastan con la determinación creciente de la vida indi-
reales (y de los conflictos) que se desencadenan en el es- vidual y colectiva por el poder tecnocrático impersonal.
pacio territorial._~n los programas orientados a la prime-
__rª_!Dfa,_!1cia, por ejé-~, se subordinan los r~sul~ados en Muchas veces la acción colectiva contemporánea asume la forma
-.~l desarrollo nsicosocial de los niños pequeños a las nue- de talleres sumergidos en la vida cotidiana. Dentro de estos talle-
res se realiza una experimentación a través de una práctica direc-
vas capacidades de negociación y desempeño comrnma- ta de marcos alternativos de sentido, en consecuencia de un com-
rio delismadrescwcfodoras. srblen, en este documen- promiso personal que permanece sumergido y casi invisible
tü;se valonzan fuertemente-estos logros, poco se sabe (i\1elucci, 199 5).
acerca del impacto que el programa tiene en la situación
de los niños, ni en los cambios en los modelos de género ·Pero a lo largo de los procesos de gestión y, más allá
o en la democratización de las familias y las organizacio- de las buenas intenciones originales, estos agentes se van
nes.13 constituyendo en "recursos" de distintos actores sociales
Es evidente que en el marco de estos programas y pro- que disputan clientelas: los propios programas para sr;s-
yectos, los agentes participantes (en particular el caso de tentarse y permanecer, los políticos locales, los gol::crn'JS
..
las mujeres) han encontrado el espacio de oportunidad municipales, las ONG .
Es importante señalar que en el tránsito de los pro-
gramas y proyecto~ esta "conversación", a la que se alu-
13. Sobre el tema de las mujeres con actividades participativas: "Un dió anteriormente, puede favorecer un reconocimiento
enfoque global, abarcativo de toda la participación y todas las organiza-
ciones femeninas conduce, muchas veces, a enfoques en cierto modo in-
mutuo y permitir un cambio de "sintonía" de los técni-
genuos, en los cuales se presenta a las mujeres -especialmente las de sec- cos y de los agentes. Los documentos evaluativos dan
tores populares- como heroínas y se las eleva al nivel de mitos. O, por el cuenta de ello:
contrario, se destacan sus logros en cuanto aumento de la autoestima, ca-
pacidad de gestión, pero se duda seriamente acerca de los avances relati-
Aunque en los destinatarios de la capacitación se manifiesta el
vos a los cambios en los modelos de género o en la democratización de las
disponer de información acerca de cómo promover adecuada-
instituciones -la familiar y las organizaciones-. Considero que frecuente-
mente el desarrollo de los niños, la brecha entre discursos y prác-
\ / mente, nos movemos entre uno y otro enfoque, precisamente por no con-
~tar con suficientes estudios en profundidad con una perspectiva microso- ticas, especialmente en los que hace al vínculo entre adultos y ni-
/ ! cial de las vidas de esas mujeres, las de sus maridos e hijos, sin abandonar ños es significativa. Este distanciamiento entre discursos y
ij las relaciones con el contexto sociopolítico general [... ]. Interesa compa- prácticas también se manifiesta en el vínculo entre capacitadores
rar lo que sucede con las mujeres que participan en diferentes organiza- y capacitados, grupos de madres y padres cuidadores y familias
ciones de base así como en los gremios y partidos políticos, para avanzar (Promoción del Desarrollo Infantil, documento interno, s/f.).
en la focalización de los ámbitos participativos que ofrecen mayores posi-
bilidades de democratización en las mismas organizaciones y en las es-
tructuras de las unidades domésticas de estas mujeres" (Schmukler y Di
Marco, 1997).

52 53
Graciela Cardarelli y Afónica Rosenfeld Con las mejores intenciones
Esfera del control social diferentes poderes (los gobiernos surgidos en las eleccio-
nes se ven tentados a gobernar por sobre los partidos, le-
La esfera del control social atraviesa a las demás de- gislaturas, tribunales y grupos de interés), 3) la desactiva-
nota os ist:mtos mecamsmos a través de los cuales os ción de la participación para evitar que un exceso de
actores con ma or oder ejercen su influencia para legi- demandas devenga ingobernable la situación, dada la clá-
timar romover visiones, 1 eas, proyectos -ypr:üügo- sica incompatibilidad tendencia! entre capitalismo y de-
nismos sociales en as areas e o reza en el orden ma-
- terial y simbólico. Estos mecanismos interrelaciona os
mocracia en países pobres, 4) el tendido de una malla de¡·
asistencialismo social para los indigentes con el fin de
arecieran ser los de onta io con 1c10n rent~ impedir que sus demandas insatisfechas logren organici- .~
E contagio implica la difusion de experiencias ~"mo­ dad (Gaveglio y Manero, 1998). \
delos de intervención" o best practices) de un país a otro (o Esta capacidad de control se da, entonces, en el mar-
dentro del país), esencialmente por la vía del efecto de- co de un sistema político que recoge escasamente las de-
mostración y la actividad de diseminación de las consul- mandas sociales, tanto por la crisis de representatividad
torías internacionales. La influencia de los organismos como por las propias lógicas de atención a la pobreza.
financieros y de las ONG consideradas "exitosas" es muy Así, difícilmente pued~urgir identidades sociales fuer::-
importante en estas transferencias. tes, con capacidad para movilizar a otros actores signifi-
El cons~timiento de estos modelos es un mecanismo cativos en torno a reformas institucionales y sociales más
voluntario, que también incluye la aceptación de norma- sustanciales. La arena estatal no requiere ni convoca a ta-
tivas técnicas y de gestión y criterios de prioridad. les identidades, ni tampoco alienta la acción instituciona-
El condicionamiento, en cambio, implica sanciones lizada de los agentes frente al Estado.
para los que no cumplen con las prescripciones (por
ejemplo, de los acreedores). Se "condiciona" la ayuda ex- Finalmente los réditos obtenidos por estos actores provienen más
terna y los apoyos nacionales al seguimiento de una lógi- bien de su capacidad informal de presión y del uso táctico que ha-
ca legitimada en el campo de las "propuestas para po- cen de las reglas vigentes (Calderón y Dos Santos, 1995).
bres".
Pero el control social se manifiesta, fundamentalmen- Sin embargo, los gobiernos democráticos desde sus
te, en los efectos que estos enfoques y prácticas tienen en áreas sociales han promovido tanto el contacto "cara a
la inhibición de la acción colectiva, entendida como ac- cara" con las poblaciones como la apertura de espacios
ción productora de solidaridad y cambio social e institu- de encuentro y asociación entre los agentes sociales y en-
cional. Colocando esta problemática en un marco mayor, tre ellos y el Estado. Pero, los productos de estos en-
surgen las siguientes reflexiones: ¿Cuáles serían las ca- cuentros son, generalmente, listados de necesidades y
racterísticas de las actuales democracias latinoamerica- propuestas que, aunque pudiesen haber atravesado en su
nas? Podríamos enumerar, entre otras: 1) el apego a lo formulación procesos conflictivos y cuestionadores al
procedimental, 2) la atenuación de los controles entre los con"texto sociopolítico y económico, son procesadas fi-

54 55
Graciela Cardare11i y l}rfónica Rosenfcld
1 1 Con las mejores intenciones
j
nalmente como demandas que serán absorbidas por to-
dos los actores, esquivando las tensiones que contienen. 14
Las únicas demandas procesables terminan siendo aquellas cuya\
satisfacción es posible en los más rigurosos marcos del sistema. 1
Este tipo de acción -atomizada e instrumental- es parte Y produc-1 ~

Este conjunto de demandas e iniciativas conforma una to de un proceso histórico en el que se combina, con relativa con- -
agenda predecible, que no salta la barrera de la viabilidad sistencia, una democratización restringida (sin innovaciones insti-
y que sostiene al Estado en el rol de "capacitador y for- tucionales que incrementen la representación de lo social en el
talecedor" de la "sociedad civil". Vale la pena destacar sistema político) con una modernización instrumental del apara-
to estatal. Esto compromete la articulación entre derechos civiles,
que:
sociales y políticos (Calderón y dos Santos, 1995).

14. En el Quinto Encuentro Nacional del Programa de Fortaleci-


miento de la Sociedad Civil, realizado entre el 13 y el 15 de octubre de
Estas formas de control social podrían alentar la con-
1998 en la provincia de Córdoba, en su documento final y en el capítulo 1 centración de poder de ciertos agentes sociales coopta-
correspondiente a madres y padres cuidadores en el desarrollo infantil, se ) dos y que conforman el círculo de clientes permanentes
seleccionaron las siguientes necesidades y propuestas: participar para me- : de los proyectos sociales, frente a otros que permanecen)
jorar la calidad de vida en los barrios, trabajar en atención y prevención
de la salud; intercambiar ideas y esfuerzos; proyectos de actividades cul- fuera de este mercado o que son parte de una masa críti-
turales, educativos, de ayuda alimentaria; lograr la participación; conten- ca que circunda alternativamente a los agentes high. Ca-
ción y apoyo a niños y sus familias; evitar la proliferación de niños indo- bría también suponer que este contexto propiciaría una
cumentados; ~jorar las posibilidades de acceso a la escuela primaria de
los niños; acordar el trabajo a seguir con y por los niños; asistir con ropa
forma de jerarquización social entre líderes comunitarios
y alimentos; estimular el desarrollo cultural, emocional y alimenticio de y promotores, que siempre acceden al apoyo que pro-
los niños con muy pocos recursos o sin ellos; gestionar recursos para ga- veen los program-:s y otros, que sólo eventualmente o
rantizar el funcionamiento de los centros de cuidados infantiles; campa-
nunca se constituyen en beneficiarios de los programas.
ñas de vacunación; obtener información acerca de recursos; acordar con
clubes espacios para la actividad física de los niños; elaborar y gestionar En estas condiciones de acceso juega un papel muy im-
proyectos de manera asociada; garantizar la seguridad de los niños; traba- portante el "crédito" que el Estado nacional otorga a la
jar en conjunto con la escuela aspectos del desarrollo educativo de los ni- ONG o al gobierno local que avala a tal o cual grupo de
ños; desarrollo espiritual de los niños y sus familias. En el capítulo referi- J
do a la gestión asociada en el desarrollo local, se visualiza unanimidad base y a tal o cual agente comunitario. 15
hacia la promoción social y la autogestión para el desarrollo local; se re-
quiere una mayor articulación y promoción de todos los programas na-
cionales puestos en marcha; se ve necesario apuntar hacia una mayor des- 15. Este aspecto es interesante: algunas organizaciones de la sociedad
centralización de recursos en general para transparentar el poder; se civil que en general tienen, de origen o adquirido, un perfil técnico y son
considera importante fortalecer las redes de municipios que permiten reconocidas por la calidad y eficacia de su trabajo, acceden con cierta fa-
conseguir información y movilización de recursos; se apunta hacia una ca- cilidad a los fondos financieros disponible en el Estado nacional, tanto
pacitación continua como modo de integrar activamente a los vecinos; se porque suelen ser fluidas las relaciones interpersonales como por ser con-
apuesta a estrategias para fortalecer los procesos asociativos con el fin de vocadas para recibir estas partidas con argumentos contundentes: la via-
revertir experiencias negativas, capacitar al equipo municipal y apuntar a bilidad técnica que ofrece la organización, asegurando un impacto segu-
una capacitación conjunta con la comunidad como paso para acordar ro y alta visibilidad para quien otorga los fondos. Muchas veces esta
diagnósticos sobre los proyectos que pueden resolver las problemáticas viaoilidad esconde acuerdos políticos unilaterales entre el Estado y la or-
sociales de los municipios. ganización, pero mediada por niveles positivos de éxito de la operación.

56 57
Graciela Cardarelli y A1ó11ica Rosenfeld Con las mejores intenciones

Consideraciones finales estos roles asignados y legitimados subjetivamente, su-


friendo a la vez en sus campos de actuación las tensiones
Todo programa o proyecto social opera sobre la base entre:
de una concepción social y políticamente convalidada so-
bre quienes son "los otros", no solamente en términos de • conservatismo e innovación;
cuáles son las categorías de personas en condiciones de • apelación al Estado y autonomía;
r~esgo que requieren de intervención estatal, 16 sino a par- • agregación y sectarismo de demandas.
tir de una representación social de la vida cotidiana de los
"diferentes", de sus necesidades y expectativas. Se esta- Sin procesar estas tensiones, los programas y proyec-
le~~ así'. para cada propuesta programática, una demar- tos sociales que apelan a la revalorización de la sociedad
cacion discursiva y operacional que le da identidad a los civil se han resignado, finalmente, a adscribir a una con-
actores participantes y al tipo de relaciones que se esta- cepción de ciudadanía acotada y referenciada por una
blece entre ellos, en un juego de búsqueda de consensos agenda discrecional y restringida. Centrada, fundamen-
que · ~cepta conflictos "tolerables" y que difícilmente talmente, en el fortalecimiento de las capacidades y ha-
uestlona el "sent'i'do" de estas creencias y prácticas. bilidades de los más pobres para adquirir bienes y servi-
En este.universo, la apelación a los agentes sociales cios (y capacidad de gestión para demandar y tramitar lo
en lo~ programas y proyectos forma parte de un proce- que los programas proponen). El ciudadano "objetivo de ;
so mas general que caracteriza a las actuales democra- las propuestas" aparece más como un consumidor de la ,/~
cias latinoamericanas, en las que se observa un mix de oferta de los programas que como un sujeto de derechos 1
deleg~ción, representación (de intereses) y partic¡pacíón sociales y políticos. ,--.\
(Garcia Delgado, 1998). Los agentes sociales encarnan 1 En la medida en que la política social esté divorciada

lI G e las políticas económicas, es inevitable que el valor de


a igualdad sea solapado y la ciudadanía se subsuma (a pe-
ar de la retórica) en una faceta recortada de la misma.
~~· "T~do Estado de Bienestar debe operar sobre la base de una con- ¡
~ _nrogramas sociales orientados a la gente con ma}:_Q::
c~pc1on social. y políticamente convalidada con respecto a cufoto es sufi-
c1e~t; en las c_Jr~unstancias d~das, una definición que a su vez implica una res privaciones recogen especialmente una de las caras
noc10n ?e que mveles de desigualdad, necesidad social e inseguridad, qué -h psicosocial- de la ciudadanía: a~u.ella.9ueJa.s hal~.!.li!~j-~
categonas de personas en condición de riesgo deben ser aceptadas, al me- Tormar parte de un proceso de sociahzac10n y de negocia- \. ~
nos ~or el ~oment~,_como contingencias soportables y tolerables que no
requieren 1~tervenc10n -ya sea porque son consideradas menores, 0 por- ción con actores estatªks_y..d.eJLQ!!~!'_Q~Q~ie_d_a_cic:ivjl~- ·
que se cons1d~ra que los afectados por las mismas son capaces de afron- _ra oh.tener ciertas mejor.a_~~~-su~.~9ºdicic;>nes ~e vida y
tar:as. dependiendo de sus propios recursos monetarios y sociales-. La ~-e~a_Eital sociª1JQ_ql!~.D..~~..P.9E~: !_:,a ciudadanía se
practica de~ Estado de Bienestar está inmersa en un conjunto ampliamen-
~ra en capítulos y le deja a los proyectos para pobres
t~ compartido de s~puestos de fondo, concernientes a una noción opera-
c10nalmente apropiada de justicia social" (Offe, 1996). el "módulo" gue le ofrece a los agentes sociales un espa-~

58 59
Gmcie/a Cardare//i y Mónica Rosenfe/d í
¡ Con las mejores intenciones

cio de "escucha". Como se dijo en un trabajo anterior


I
1 caigan, en su carácter de representantes y de " expertos "
(Cardarelli y Rosenfeld, 1998): l ~acitados, en una suerte aeourocratizac1on, desarro-=.
·nanaose a la vez mtereses corporativos, que originen
[...] los grupos en situación de desventaja encuentran en estos pro-
yectos, la única opción de protagonismo -aunque sea limitada-en 1 brechas eñtre ellos y sos "representados". ._.,
asuntos que les conciernen y que les ofrecen ámbitos de sociabi- Se instaura de este modo un contrato entre la oferta y
, f, lidad, identidad, lealtades internas y vinculaciones con sectores de la demanda, que no aparece ante los ojos de nadie ni come,
1 · ."1oder, además del acceso a bienes esenciales y a la capacidad de
•.
gestión para involucrar a familias enteras en el mercado asisten-
1 control social ni como construcción de subjetividades h.:-
terónomas, porque es asumida por los programadores,
cial. Por ello ¿a quién le conviene la opción de salida? 1'
agentes sociales y la población que los rodea como :'reglas
del juego necesarias". 18 A la vez, estos procesos estimulan
Se han registrado grandes avances en la dimensión
instrumental-tecnocrática que se caracterizó en el punto una dinámica autorreferencial de las instituciones públicas
que proveen de recursos, capacitan y evalúan.
referido a la esfera burocrática. Los nuevos paradigmas
de la gerencia social prácticamente han impregnado to- La racionalidad instrumental termina siendo, enton-
ces, justificatoria de las representaciones dominantes y
das las líneas programáticas del Estado y de las ONG.
consolida los cálculos de interés (de los técnicos y de la
Esto implica un importante salto cualitativo en la ade-
población), por encima de las reflexiones sobre qué tipo
cuación y <.modernización de las tecnologías de gestión
de identidades se van configurando.
social. Paralelamente, se produce la incorporación de
nuevos temas al "módulo" ciudadano de las políticas so- En el marco de expectativas recortadas para los que
menos tienen, a través de estas formas de relación entre
ciales: la capacitación de los beneficiarios en las comple-
jidades que revisten las instancias de formulación, imple-
mentación y evaluación de los proyectos. Con lo cual se 18. "Cuando un individuo' desempeña un papel, solicita implícita-
estaría retroalimentando un circuito permanente de ca- mente a sus observadores que tomen en serio la impresión promo;ida an-
te ellos. Se les pide que crean que el sujeto que ven ?osee en ;calidad los
pacitaciones para el desarrollo de competencias y habili- atributos que aparenta poseer, que la tarea que realiza tcndra las conse-
dades que contribuiría a la mercantilización de la gestión cuencias que en forma implícita pretende y que, en general, las cosas s_on
social.:. Es posible aventurar que estos a~ntes, más allúJ.§ como aparentan ser. Sería conveniente iniciar un ~xamcn de las ac~ia~t~­
ncs invirtiendo el problema y observando la propia confianza del 111d1V1-
las voluntades y motivaciones altruistas que los impul_saq., 1 duo en la impresión de realidad que intenta engendrar en aquellos entre
---,~-----

quienes se encuentra. En un extremo, se descubre que ~I actuante puede


creer por completo en sus propios actos, puede estar smccramcnte con-
17. En Cardarclli y Rosenfeld (1998) se retoman los conocidos con-
ceptos de Albert Hirschman (1970) sobre "voz" y "salida". Dice el autor
1 vencido de que la impresión de realidad que pone en escena es la verda-
que "en instituciones permeables a la producción de cambios por la voz 1 dera realidad.
1 En el otro extremo descubrimos que el actuante puede no engañarse
de sus miembros, la opción por quedarse y entablar una acción reivindi-
cativa interna es mayor que en instituciones donde a la voz le está vedado
un lugar real". En estos últimos casos se elige la opción de exit.
¡ con su propia rutina. El actuante puede querer guiar la convicción de su
público sólo como un medio para otros fines, sin un interés fundamental
en la concepción que de él o de la situación tiene éste" (Goffman, 1989).
1
60 61

1
Grnciela Cardarelfi y Mónica Rosenfeld Con las mejores intenciones

el Estado, los agentes sociales y otras organizaciones y de la sociedad civil para constituir un lugar común -un
grupos participantes, ¿no se estaría instaurando una for- espacio público- donde los ciudadanos se reúnan para
ma sutil de dominación política y de legitimación subje- debatir los horizontes deseados. El rol de los agentes so-
tiva, expresada en el autocontrol social que obtura la ciales como activadores de iniciativas concretas cobraría
agregación de demandas? 19 nuevos sentidos en la medida en que cada espacio de in-
No obstante, vale recuperar las potencialidades que teracción facilitada por los proyectos vaya integrando un
tienen las instancias de articulación comunitaria e inte- campo de deliberación y acción colectiva que impacte en
ractoral como espacio de oportunidad para construir una .1
las relaciones de poder. Solo así los agentes socia es se\
1

ciudadanía más plena. constituirían en actores sociales y las problemáticas que\


abordan los programas se transformarían en problemas,
Tal como fue pensada la noción moderna de ciudadanía, con todo
el valor innegable de su creación histórica, queda prisionera en el
políticos.
ámbito estatal. El desafío es poder también pensarla desde la es-
fera de la sociedad civil, desde un lugar con capacidad de transfor-
mación y participación. El debate planteado en estos términos nos Bibliografía
lleva a explorar otras vías para su reformulación. Como dice Pier-
paolo Dona ti hayque desestatizar la ciudadanía para tornarla más Baczko, Bronislav (1991): Los imaginarios sociales, memorias y es-
societaria.,.En otras palabras, el concepto de ciudadanía no debe- r. .,
peranzas colectivas, Buenos Ai res, N ueva \ 1s10n. .
ría quedar agotado en una figura portadora de derechos, que se
Bombarolo, Félix (1998): "Capital social. Buscando un hon-
ejerce frente al Estado, sino que podría integrar la práctica que se
desarrolle en el interior de una vasta red de asociaciones que operan- zonte para las políticas y programas de desarrollo en Amé-
do desde la sociedad civil pueda contribuir a la peifección del orden colec- rica latina", Cuademos de Análisis, Programa PROMESHA,
tivo. El ciudadano también se reconoce en la práctica de todos los días, en Universidad de Lund (Suecia), Universidad de Cochabam-
su conexión con el mrso cotidiano de las cosas. Se busca de esta manera, ba (Bolivia), Buenos Aires.
construir una dimensión comunitaria de la ciudadanía. (Quiroga, 1999; Bourdieu, Pierre (1980): "Le Capital Social", Actes de la Recher-
el subrayado es nuestro). che en Sciences Sociales, nº 31, París.
Calderón, Fernando y dos Santos, Mario (1995): Sociedades sin
La vocación pedagógica y promotora de la solidaridad atajos, Buenos Aires, Paidós. , . " ..
social que conllevan estos programas es necesaria, pero Card3relli, Graciela y Rosenfeld, Momea (1991): La paruc1-
p3ción al borde de un ataque de nervios", Cuadernos de Tra-
no suficiente. Se trataría de trascender los micromundos
bajo, nº 9, U1\TJCEF, Buenos Aires: . . . ,,
--(1997): "Clientelismo fase supenor del as1stenc1alismo ,
en 1º Congreso Municipal de Imestigación y Políticas S_o-
19. Como bien postula Gruner (1998): "nos encontramos inmersos
ciales. "De las necesidades a los derechos", Red Rosano,
en una situación de crisis del pensamiento que muchas veces dificulta la
percepción de nuevas formas de dominación y violencia (objetiva y subje- U1\TJCEF y Municipalidad de Rosario, Rosario. . .
tiva) que supone la posmodernidad, formas que adoptan unas caracterís- --.(1998): Las participaciones de la pobreza, Buenos Aires, Pa1-
ticas extraordinariamente complejas, ambivalentes y contradictorias". dós.

62 63
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