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Cap 1, Cap 2, Cap 4, Cisneros Cap 1, Cap 2, Cap 3, Cap 4 Klaric
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Dany
Eri
Tefi
La capacidad que poseen todos los seres humanos para pensar, comprar y actuar de acuerdo
con un conjunto de principios o código de valores, sobre la conveniencia o inconveniencia de
tomar una decisión en algún aspecto de su vida, se le conoce como la racionalidad.
Los últimos avances de las neurociencias han demostrado que la toma de decisiones de
consumo no es un proceso racional. Es decir, los clientes no examinan conscientemente los
atributos de un producto o servicio para adquirirlo. En la mayoría de los casos, el proceso de
selección es relativamente automático y deriva de hábitos y otras fuerzas metas conscientes,
entre las cuales gravitan la propia historia, la personalidad, las características neurofisiológicas
y el contexto físico y social que nos rodea. (Glimcher, 2010, p. 83.)
La razón es simple, el ser humano no puede vivir sin consumir, y cuando los estándares de
consumo se han instalado en la corteza cerebral a manera de impronta, el hombre solo
satisfará su consumo, a su nivel original, es decir, a sus necesidades creadas, por lo tanto,
vivimos en un espiral de consumo, que se recompone en los entornos y sociedades que
afronta con los tiempos. De hecho, esta es la verdadera comprologia, la necesidad imperante
de comprar y comprar, que se basa en crear para las nuevas sociedades, imponer las marcas y
códigos de los nuevos retos, sin olvidar, que lo básico, se supone alcanzado.
Si contemplamos hoy las emociones básicas del ser humano, encontraremos la evidencia que
hemos ignorado.
Una de las primeras realidades de las decisiones emocionales que generan verdaderas olas
económicas, es la representada por los deseos biológicos básicos, entre ellos, el deseo sexual
es quien genera grandes ganancias. Desde que el Hombre habitó el planeta, la sexualidad ha
formado parte de la supervivencia, y ha estado presente a lo largo de la historia en todas las
formas de expresión cultural. El deseo sexual es un sentimiento más fuerte que el odio, el
miedo o la tristeza. Y es la realidad económica del sexo la que desarrolla verdaderas industrias.
Esta industria es tan fuerte que soporta crisis económicas mundiales como la del 2008 con
facilidad, las cifras de 2010, en la industria de la pornografía, confirman que es un negocio en
ascenso, y se encuentra lejos de sufrir depresiones económicas. Los ingresos de la industria de
la pornografía a nivel mundial, según Forbes, fueron de 97 mil millones de dólares al año, con
China a la cabeza, seguida por Corea del Sur, Japón y Estados Unidos.
Cada segundo se gasta poco más de tres mil dólares en pornografía en todo el planeta y cada
segundo 28.258 internautas ven material pornográfico en la red. Actualmente, las ganancias
de la industria pornográfica son superiores a las de todas las grandes compañías de tecnología
juntas, incluyendo a Microsoft, Google, Amazon, eBay, Yahoo!, y Apple.
Todos los seres humanos desean mantenerse seguros y a salvo por ello la importancia de los
noticieros de televisión, los periódicos, la Internet, la radio. El dilema diario de muchas
personas consiste en si se justifica salir a las calles, si no es mejor quedarse en casa y hacer una
vida totalmente virtual. Las consultas por ataques de pánico se han multiplicado en los
consultorios médicos.
La economía emocional deja de ser exclusiva de los economistas para convertirse en la visión
humana de los procesos económicos. El verdadero desarrollo surge de la integración de los
valores espirituales, intelectuales, sociales, vitales, afectivos, estéticos y éticos.
Descubriendo la Economía Emocional.
El Hombre es un ser sumamente completo y complejo, para la interpretación del rol del
hombre frente a su entorno, la economía explica solamente si el Hombre mismo existe, es
decir, la economía existe porque el hombre existe. Las decisiones económicas son decisiones
de supervivencia, obedecen a la búsqueda de satisfacción para sus necesidades básicas.
Las decisiones económicas se tornan ahora más diversas, no es solamente la supervivencia, los
niveles de deseo y gusto se han expandido, las libertades de raza, género y devoción política,
impactan en el consumo, los medios electrónicos y la tecnología de punta, hacen lo propio con
cada sentido del cuerpo humano, vivimos entre pantallas y bits. El placer que genera la
tecnología en el mundo actual, es semejante al placer sexual, la búsqueda por ser el primero
en tener el último Smartphone, Ipod, Ipad, es semejante a una carrera de rally, los
compradores literalmente se pelean por ser los primeros en obtenerlos.
La neuroeconomía tan solo posee una parte de la verdad, en ningún momento es absoluta; al
contrario, la Economía Emocional es totalmente integral.
En la economía emocional está presente la necesidad de amor y respeto que todo hombre
natural demanda. El Hombre deja de ser un BIT o número, para convertirse en el centro de la
historia. Los grupos humanos en general están buscando identificación y unidad, y esta solo
puede ocurrir en un entorno que comprenda, explique, valore y sea afín a todos los sentidos
del ser humano.
1. El ser humano en toda su dimensión: La economía emocional integra todas las ciencias
sociales, incluida la neurociencia, porque traza un camino para intentar moldear sobre el
comportamiento las acciones de la sociedad.
La economía emocional analiza los juegos de decisiones que enfrenta el Hombre cada minuto.
Entiende las características propias de la presión de la sociedad sobre el comportamiento
humano. Acepta los comportamientos oscuros del Hombre, intenta explicar los componentes
económicos del crimen y la descomposición social.
El ser social El ser humano es un ser social por naturaleza, acostumbrado a vivir en
clanes, y en comunidad. De igual forma, en ambientes de reglas y normas. El Hombre
no ha dejado de inventar cosas nuevas. Los seres humanos poseen razón e instintos, la
parte emocional, aquella que domina. El ser humano es libre, tiene conciencia de su
grandeza y de sus limitaciones y lucha por cada vez vivir más y mejor.
El ser religioso El Hombre busca constantemente su explicación a la divinidad,
conciencia y espíritu lo cual lo hace entendedor de la espiritualidad de la vida y del
cosmos.
El ser económico El ser humano explica su papel en el mundo mediante el consumo,
consume desde que nace, satisface sus más elementales necesidades biológicas,
después desarrolla y crea nuevas necesidades. Las ansias por satisfacer esas
necesidades son insaciables, los medios para obtenerlos son y serán siempre
insuficientes.
2. La industria basada en los sentimientos, fantasías, emoción e imaginación: La economía
emocional integra las industrias que promueven cambios emocionales en el consumo de
bienes y servicios. Ya no son tan solo productos y servicios que satisfacen necesidades, son
productos y servicios que significan Algo especial para Alguien.
3. El desarrollo económico está dado por el talento humano, no por las máquinas: La
Economía Emocional rescata la inteligencia y el talento del Hombre, como el principal factor de
producción, no desconoce el valor de la infraestructura, ni los demás factores de la
producción, mas hace énfasis en el valor de las ideas, los sentimientos, la imaginación, la
emoción y el liderazgo creativo del hombre. El talento y el desarrollo de todas las áreas de
inteligencia emocional y normal, son la base para la competitividad de las organizaciones.
Peter Drucker advierte, en su obra, Gerencia para el Futuro, (Managing for the Future), p. 154,
“lo único que importará cada vez más en la economía nacional, así como en la internacional
será la actuación de los directivos al hacer productivo el conocimiento”.
La innovación está clasificada de diferentes maneras: las derivaciones en las aplicaciones de las
tecnologías, las ciencias administrativas, los procesos de producción, los procesos educativos,
demandan continuamente un esfuerzo de innovación. La innovación del producto o
reinvenciones de los mismos, constituyen el tipo más común de innovación, hasta en un 70 por
ciento, hacen parte de la actividad en una compañía. Otros puntos de innovación incluyen
iniciativas de reducción en costos y complejidad, buscando sinergia entre las áreas funcionales
de la empresa.
Estamos en una época de gran incertidumbre, grandes cambios y transformaciones, todos los
días ocurren nuevas estimaciones económicas, de marketing y se desarrollan nuevos
mercados. Por su parte, las organizaciones deben adaptarse a su entorno si quieren sobrevivir,
para ello deben ser organizaciones abiertas, vivas y que interactúen continuamente mostrando
una gran identificación y permeabilidad tanto de información como de tecnología, gestionando
la innovación y el conocimiento. Algunas empresas sí están preparadas y lo demuestran
creciendo en esta época de modo sostenible y gradual. La gran mayoría no, lo que demuestra
la gran ineficiencia que se tiene en el ámbito empresarial. El aprendizaje para la adaptación en
la tercera ola es sencillamente la gestión del cambio emocional y la tolerancia a la
incertidumbre y la imprevisibilidad.
a) Permitir que cada uno de los miembros de los equipos directivos exprese sus emociones e
interpretaciones del entorno, códigos organizacionales y de producción sin restringirlos, así al
entrar en contacto con las situaciones emocionales del consumidor permite conectarse de
mejor manera.
De hecho, las empresas emocionales crean nuevos espacios en donde caben los consumidores
por lo que representan y buscan de ellos mismos, es decir, se centran en océanos azules y
crean una ventaja competitiva sostenible en el tiempo.
El grupo de gestión emocional está compuesto por los talentos directivos que
entienden el comportamiento cambiante de los entornos; es aquel con la capacidad de
recolectar e interpretar información de los ambientes en los que se desenvuelve la
empresa, tomar decisiones con base en esa interpretación y hacer un seguimiento a
los resultados alcanzados con las mismas. Se adapta al cambio rápidamente y
transmite las nuevas necesidades de los ambientes identificados.
2. Practican todos los valores que se han impuesto, es decir, la empresa emocional ofrece de lo
que vive en su interior. No produce nada que no brinde valor al cliente.
7. Son orientadas al colaborador, entienden que si cuidan a su gente ésta replicará ese
comportamiento cuidando la empresa, proveedores y clientes.
8. Son orientadas al proceso, se posicionan en calidad y aprenden que un buen proceso dará
un buen resultado.
9. Buscan soluciones y desarrollan una gran capacidad para crear, innovar y transformar las
rutinas diarias; logran aprovechar la oportunidad de mejora y aprendizaje que un error
conlleva.
10. Son direccionadas al equilibrio y al clima, perciben que un profesional que disfruta con su
trabajo es mucho más eficaz, eficiente y productivo.
Podemos sentir emociones de dos tipos: positivas y negativas, las personas experimentamos
emociones positivas cuando lo que percibimos supone una ayuda para nuestro bienestar y
sentimos emociones negativas cuando lo que percibimos es una amenaza para nuestra
sensación de seguridad y desarrollo personal.
Analizando en detalle esta división planteada por Mclean, es posible encontrar la estructura
del cerebro en donde el Neuromarketing tiene su asiento.
1) Sistema Reptil o Paleoncefalo. (Instintos) Esta parte del cerebro está formada por los
ganglios basales, el tallo cerebral y el sistema reticular. Es la parte del cerebro más
primaria, se desarrollo hace unos 500 millones de años. Se caracteriza por ser asiento de
la inteligencia básica, llamada también inteligencia de las rutinas.
Las conductas del cerebro Reptil son inconscientes y automáticas, no solo en funciones
básicas, también en las que se refieren a la preservación de la especie y a los cambios
fisiológicos necesarios para la sobrevivencia, por lo tanto es un tipo de conducta muy
resistente al cambio. Las personas actúan desde esta estructura en atención a sus
necesidades vitales.
La razón es que el cerebro Límbico se encarga del manejo de los sentimientos grandes y
pequeños, desde ira hasta odio, amor, pasión, tristeza, animosidad, furia, etc. La mente
emocional es mucho más rápida que la mente racional, se activa con rapidez sin
detenerse a analizar las consecuencias de una acción, sigue una lógica asociativa y un
pensamiento categórico. Promueve la productividad, la satisfacción en el trabajo y en el
aprendizaje.
Esta parte del cerebro energiza la conducta para el logro de las metas. Se estimula por la
vista, olores, recuerdos que pueden causar miedo, deseo y formas primitivas de celos. Es
el fiel atractivo para incorporar aventuras espaciales de recuerdos y satisfactores. Es
capaz de poner el pasado en el presente por tanto, se produce aprendizaje y se activa
cuando nos emocionamos.
El marketing emocional explota lo que el mismo consumidor le está entregando, sus ideales y
su explicación del mundo en que vive para incentivarlo a la compra y la fidelización con la
marca y la empresa. Se va imponiendo con mayor auge porque se ha comprobado que es más
efectivo que el mercadeo basado en razonamientos o en la lógica de la compra, pues la lógica
se enfrasca en pensamientos de cubrir una escasez y la parte emocional en sentirse genial
sobre el dinero que va a gastar, tanto que no le importa volverlo a hacer cada vez.
En una sociedad en la que las diferencias de edad, sexo o clase social se confunden, la
clasificación por estilos de vida y los mensajes emocionales son el nuevo componente del
marketing para llegar al consumidor actual.
Anteriormente para identificar un target, se hacía una referencia de edad, clase social, e ingreso
per cápita. Después el marketing evoluciona hacia la integración de las variables
sociodemográficas: si se tenían hijos, la localización geográfica, si se vivía en el centro, en el
norte o en el sur de la ciudad; toda una experiencia de estratificación por ingresos y gastos,
intentando interpretar su nivel de ingreso disponible. Lo anterior ahora no es significativo, ni
valido, ni aceptable, para discriminar a un grupo de consumidores. La nueva clasificación intenta
identificar sentimientos, emociones, espiritualidad, consumismo, voracidad de marcas. Es una
nueva forma de segmentar extraordinariamente refinada y requiere herramientas más
cualitativas, capaces de lograr generar respuestas anticipadas para conquistar el corazón del
consumidor tan solo por un segundo.
Detrás de las nuevas tribus hay un cambio de valores que influyen de forma directa en sus
decisiones de compra y su forma de entender los mensajes de marketing. Miremos algunos
pilares
y principios para el marketing emocional de los micromercados de hoy:
Sentirse joven: ¿Quién no sueña con ser joven eternamente, con seguir siendo
admirado por la belleza de la juventud? La búsqueda de esa posibilidad, ser jóvenes
más tiempo, ha hecho que la gente se niegue a envejecer, es un efecto demostración
total, queremos ser estrellas de cien años que no envejecen. La cirugía estética, la
alimentación sana, el cuidado del cuerpo, han convertido el concepto de juventud en el
valor de mayor peso de la sociedad actual. Las fórmulas para revertir la edad son
arrebatadas literalmente de los estantes en las tiendas cosméticas. Y la juventud ha
dejado de ser una edad para convertirse en un estilo de vida. El resultado es un
mercado enorme en el que todo vale. Están en auge los negocios relacionados con la
plenitud física (deporte, actividades de riesgo, viajar...), el ocio (teatro, cine, recreación...),
los cuales logran que se compre juventud al precio que sea, sentirse joven, parecer
joven, ser joven, es el objetivo.
El mundo digital: La tecnología ha dejado de ser una herramienta útil para convertirse
en un estilo de vida. Por eso, la tecnología del mundo laboral se empieza a trasladar al
mercado del ocio.
Esta nueva realidad obliga a los profesionales a conservar la capacidad para innovar, asombrarse
y aprender. Sin embargo, la economía emocional considera que las tendencias también
cambiarán, la expresión de esta nueva sociedad se ve saturada por el efecto demostración de
los poderosos hacia los más vulnerables, y estos ejercerán también un cambio social que debe
ser medido. El marketing emocional debe ser ético.
El código emocional crea verdades para cada consumidor asumiendo las tendencias de los
grupos sociales, definiendo a estos mismos, y desarrollando nuevas tribus. Y en sí, afecta el
entorno económico, social y político, y a su vez es afectado por estos mismos.
Los estudios de marketing demuestran que básicamente la mitad de los consumidores están
dispuestos a adoptar a corto plazo las novedades del mercado, mientras que la otra mitad
pertenece a un tipo de consumidor que se aferra más a sus hábitos de consumo. Estos últimos
pueden llegar a cambiar, pero lo harán cuando el producto esté completamente extendido en
el mercado.
El efecto de la gran bola de nieve: Los vasos comunicantes del marketing, enseñan que
cuando una tendencia está instalada en la mente de los consumidores, está sola puede
arrastrar verdaderas olas de consumo en periodos de tiempo determinados. Es el caso de
fenómenos sociales y deportivos, como por ejemplo la realización de un mundial de Futbol.
Pero, lejos de estas olas, ¿cómo llega a convertirse un nuevo producto en un fenómeno de
masas? Gracias a una gran bola de nieve que empieza por los consumidores pioneros, aquellos
que representan el 2,5% de la sociedad y que están siempre pendientes de todas las
novedades que salen a la luz. Estos consumidores pioneros, que en principio son minoría, son
aquellos que fabrican el espejo de consumo, en donde millones se reflejan.
Son personas activas que prueban las novedades, marcas y productos, las adaptan a sus
propios gustos y comparten sus experiencias con todos sus conocidos, influyendo de forma
decisiva en el comportamiento de los demás. Lo más interesante de este fenómeno, es que
una vez insertado el chip del consumo, o en otras palabras, el código emocional por hacerse
con todo lo tecnológico, el mundo entero se encamina hacia esa meta.
Un grupo pequeño, pero muy poderoso: La pregunta del millón para las empresas es ¿Cómo
hacer que sus productos lleguen a ese 15 o 20% de consumidores activos? La mayoría de estos
innovadores son solteros menores de 35 años y parejas sin hijos, tendencia que va en
aumento. Estos grupos de consumo no se limitan a seguir una moda en particular, están
dispuestos a aceptar las nuevas propuestas procedentes de todos los ámbitos, especialmente
si se trata de productos eficaces y tecnológicos que les facilite la existencia y mejoren su
imagen.
En 1994 el periodista Mark Simpson utilizó por primera vez la palabra metro sexual (un mix
entre la metrópoli y el hombre, heterosexual u homosexual), para referirse al tipo de hombre
ejecutivo, guapo, de facciones finas, que por su status y su condición de vedette empresarial.
Corrían los 90’s y en New York, abundaban estos personajes, todos los conocían, tal vez
muchos los miraban con cierta envidia, y les admiraban en secreto. Lo que hizo Simpson fue
simplemente llamarlos y diferenciarlos de alguna manera y en ese instante creó un código
emocional, belleza masculina. A partir de entonces, el mercado de consumo masculino ha
dado un salto de gigante.
Simpson inventó esta expresión para criticar a los hombres que consumen productos
tradicionalmente utilizados por mujeres, pero su crítica provocó justo el efecto contrario. Una
vez que el público tuvo una palabra y una imagen
El übersexual o retrosexual, como le llaman otros, sería un hombre de los de antes, pero
actualizado. Un hombre que sabe potenciar sus rasgos masculinos sin perder su sensibilidad,
aunque su sensibilidad tiene más que ver con el gusto por los trajes sobrios y elegantes, con el
aprecio por los mejores vinos y los mejores puros. En este caso, el código emocional, es fuerza
y belleza.
Niveles
El nivel lo que soy es un esfuerzo por aprender a venderse uno mismo. La historia de cada
persona es tan diferente como los copos de nieve; los seres humanos siempre estamos
comunicando nuestra historia genética, cultural y emocional. El aprender a observar lo que dice
nuestro cuerpo es un acercamiento para poder comprender lo que dice la estructura física de
los demás consumidores, de cierto tipo de gente, de cierto tipo de tribu o de cierta clase social.
La estructura mental es una constante búsqueda de motivos de consumo, desde el mismo
instante del inicio de cualquier comunicación hay una venta involuntaria de nosotros mismos.
Tomemos por ejemplo, el lenguaje de los ojos un tipo de comunicación más rápida y más
concreta que las palabras. Esta se puede definir como un intercambio constante de información
emocional. La información visual que se absorbe cuando se mira el rostro de quien habla
multiplica por seis la comprensión de las palabras por parte del oyente según un estudio
dirigido por el Colegio Baylor de Medicina en Houston (Estados Unidos).
Wei Ji Ma (2009) director del estudio, explica, el cerebro utiliza la información visual de los
movimientos de la cara y los labios de la persona que habla para interpretar lo que se oye y este
beneficio aumenta cuando se está en un entorno con mayor ruido.
Los datos de la lectura de labios ayudan a los científicos a comprender cómo el cerebro integra
dos clases diferentes de estímulos para llegar a una conclusión. Los investigadores desarrollaron
un modelo matemático que les permitía predecir el éxito que tendría una persona al integrar la
información visual y auditiva.
En el experimento se mostraban vídeos de individuos en los que una persona decía una palabra.
Si la persona se presentaba con normalidad, la información visual proporcionaba un gran
beneficio cuando se integraba con la información auditiva, sobre todo cuando el ruido de fondo
era moderado. Sin embargo, si la persona era un dibujo animado que no vocalizaba la palabra,
la
información visual ayudaba pero no mucho.
El lenguaje sin palabras, sea visual o gestual, es una interpretación emocional, obviamente,
genera códigos de comunicación, la adaptación de los acentos locales, con el acento madre, es
otra manera de nueva comunicación. En este caso, es la nueva jerga, o palabras propias del
grupo social. En este sentido, las expresiones y movimientos son percepciones de un lenguaje
anterior, es decir, de la historia emocional de cada ser humano. Llámese herencia genética o
herencia cultural, el lenguaje gestual desarrolla actividades de compra y venta de nosotros
mismos.
Muchos de los estudios sobre cómo reconocemos las expresiones faciales han venido
empleando modelos estáticos de expresiones intensas. Una nueva investigación revela que el
movimiento facial, por mínimo que sea, desde una ceja arqueándose hasta unos labios
curvándose es de hecho una parte extremadamente importante del mecanismo que nos permite
identificar las expresiones faciales sutiles.
Aunque hay expresiones físicas comunes que denotan actitudes de verdad, mentira, pánico,
sorpresa y tristeza, cada persona guarda para sí ciertos gestos y expresiones que son
aprendidas,
heredadas y tienen su periodo de tiempo especial para aparecer. Los test de expresiones son
utilizados por psicólogos de selección de personal y están adaptados a ese objetivo, pero
constituyen una herramienta válida para el marketing emocional.
Quizás, lo que arrojan estos tests, son un principio del camino a conocernos a nosotros mismos,
el cuerpo habla por sí mismo, aun cuando las palabras no se pronuncien. El código emocional
comprende estas expresiones faciales y de comunicación que son imperceptibles para muchos,
pero que deben ser señal de mercado en el diseño de productos.
Sin embargo, el nivel lo que soy no solo implica el conocimiento de nuestras formas físicas es
también comprender nuestra interactividad con los sentidos. La correspondencia que hacemos
del entorno ambiental es una variable relevante para el marketing emocional. Se pueden
describir comportamientos de compra a partir de las condiciones cambiantes del clima,
relacionadas con
los cambios en el ánimo de la personas. Y por supuesto, cambios en el clima y el medio
ambiente debido a los cambios en el consumo de los seres humanos.
En cierta forma, el auge de los Malls (shopping center o centros comerciales) como ciudades
dentro de las ciudades, empieza a expandirse, en parte gracias a las constantes lluvias que
incentivan en el consumidor buscar un lugar cálido y alegre, que genere un bienestar y abrigo al
frío y al agua, en donde no sea necesario salir y sufrir el espantoso tráfico vehicular para acceder
a una experiencia grata de compra. Esta tendencia cultural de los Malls es irreversible y en cierta
manera, es el entorno predilecto para el marketing, porque reúne la ambientación social que los
consumidores reclaman y persiguen.
Antropología cultural
La antropología cultural intenta explicar a la sociedad
y las culturas humanas, describiendo y explicando,
analizando e interpretando las similitudes y
diferencias humanas. Para estudiar e interpretar la
diversidad cultural los antropólogos culturales
realizan dos tipos de actividad: la etnografía (basada
en el trabajo de campo) y la etnología (basada en la
comparación transcultural). La etnografía
proporciona una descripción de un grupo, una
sociedad o cultura particulares.
El ser humano necesita conectarse a su historia cultural, no solo genética, es decir, el Árbol
Genealógico encierra secretos y significados de actitudes y herencias, pero el trasfondo cultural
es más importante, porque es el que trasmite la información del pasado, y del encuentro de
entornos anteriores, hacia los gustos presentes del consumidor de hoy.
Es importante anotar, que cada consumidor es tan diferente y tan impredecible como el que
más, y esto es así, precisamente porque requiere de una comprensión extensa de su historia
personal.
La historia emocional adquirida, en el caso de los europeos que desean aprender a bailar salsa,
desde su perspectiva lógica, olvidando el ancestro de raza, calor y trópico que sostiene esta
cultura. El aspecto cultural es soporte para la Historia Emocional Interna Personal (HEIP), y en
esta, se empieza a descubrir el Código Emocional.
Los códigos emocionales vienen y van entre culturas, se reafirman y crean nuevos parámetros,
sin embargo, la conexión entre ellos es el principio del entendimiento y punto de encuentro en
el consumo.
Los padres son aprendices del nivel tecnológico de la vida diaria, muchos de ellos se sienten
torpes y temerosos por no acceder con la misma destreza que sus descendientes, sin embargo,
el Entorno es tan poderoso que obliga al adulto a incorporarse plenamente en un tiempo
mínimo de adaptación. Esta identificación forzada con el medio ambiente informático lo torna
observador,
analizador y explorador de las nuevas corrientes, por ende del consumo de ellas, convirtiéndolo
a corto plazo en experto del mismo ambiente. Seguramente sus inquietudes tecnológicas de
antaño seguirán estando presentes, algunas veces añorando el teléfono negro de disco, pero
algo es seguro, su conexión emocional con la tecnología se produjo y no hay vuelta atrás,
porque el consumo de ésta comienza a ser tan efectivo y tan definitivo en la vida como un bien
de primera necesidad.
Cuando se conoce el medio ambiente y se investiga al respecto es más fácil dominarlo, pero si
se continúa en la ignorancia el Entorno es el dominante, y por lo tanto será el que determinará
las reglas del consumo.
El entorno nos ofrece una diversidad de tribus culturales informáticas producidas casi en serie
por las redes sociales. La influencia de Facebook, Twitter, Instagram, etc., crea actitudes, inclusive
nuevos dialectos, entre estas mismas hordas de cibernautas. La popularidad de las redes
sociales es innegable, la facilidad de entrada y salida las convierten en un verdadero mercado de
competencia perfecta, en donde se ofrecen, además de bienes y servicios.
Hoy por hoy todo es comercializable, inclusive las creencias. La libertad de cultos ha hecho
posible que el mercado tome su parte, lo que en el pasado represento mística y adoración. La
espiritualidad es un buen negocio, influye personas, hogares, países enteros, encuentra la
brecha generacional y combina lo sacro con lo tecnológico de manera vertiginosa.
Al unísono con la espiritualidad, la política cumple su rol; las implicaciones emocionales son las
que forman el ideario colectivo de líderes, de hecho, estos también descansan en aspectos
místicos y sagrados.
El negocio espiritual es posible por la emotividad del fiel y son los pastores quienes más han
entendido el poder del código emocional, en esencia ellos lo tenían desde el principio, ahora lo
han perfeccionado.
A través de la historia organizacional de las compañías, las emociones han sido reprimidas y en
muchas ocasiones se les ha restado importancia. El tema emocional fue dejado de lado hasta
principios del año 2000, cuando se comienza a hablar de promover un lugar de trabajo en
donde todo sea especial y los empleados se sientan como en casa. Nace entonces el concepto
del BEST PLACE TO WORK o GREAT PLACE TO WORK, como una alternativa de mejoramiento en
las condiciones del ambiente de trabajo, en especial de la relación personal y única de cada
trabajador con su oficina, lugar en donde pasa la mayor parte de su vida.
En concreto se puede afirmar que las competencias emocionales entendidas como “el conjunto
de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para comprender, expresar y
regular de forma apropiada los fenómenos emocionales” (Bisquerra. R., Orientaciones y
Tutoriales, 2000, p. 123), son mejorables durante toda la vida aunque surjan desde el
nacimiento, y apuntan a adoptar una actitud positiva frente a la vida, lo cual hoy en día muchas
veces se percibe ausente en algunos seres humanos.
Una cultura organizacional hoy día en las empresas debe enfocarse en el reconocimiento del Ser
Emocional, esto es, adquirir un mejor reconocimiento de las propias emociones; identificar las
de los otros; desarrollar la habilidad de controlar las propias; prevenir los efectos perjudiciales
de los sentimientos negativos; desarrollar la habilidad para generar emociones positivas;
desarrollar una mayor competencia emocional; desarrollar la habilidad de automotivarse;
adoptar una actitud positiva frente la vida; aprender a fluir constructivamente en la búsqueda y
desarrollo de los procesos productivos e insertar un código emocional único a su trabajo.
Las organizaciones, por naturaleza, son lugares emocionales. Los líderes inspiran a través de las
emociones. Los empleados se motivan a través de la emoción. Las investigaciones demuestran
que los clientes suelen comprar nuestro producto debido a una conexión emocional que
establecemos con ellos. La forma en que conscientemente utilizamos la emoción, al adoptar una
actitud positiva habitual y cómo controlamos las emociones negativas es parte de la intención
de su empresa o un producto derivado de él, y ambos afectan los rendimientos financieros.
El código emocional presente en las líneas de trabajo esta insertado a través de la comunicación
formal e informal, un buen liderazgo inspirador identifica este código, y a partir de su
compresión puede desarrollar una motivación eficaz con base al componente de sentimientos.
Es deber de los líderes aprender a aprovechar las energías positivas y hablar emocionalmente
conectándose con su audiencia. Ya sea que trate de informar al equipo que ha logrado sus
metas de ventas para el mes o que quiera celebrar una victoria de servicio al cliente, la energía
emocional crea entusiasmo, pero es tarea del líder entender el nivel de emociones positivas que
la cultura deba disfrutar y asegurarse de que esto coincida con las expectativas de sus
empleados.
La capacitación tradicional de los vendedores en casi todo el mundo es mecánica y lo que hace
es volverlo un robot, ya que entrenándolo se pierde la esencia, el carisma y la emocionalidad
que lo caracteriza. Es necesario brindar las técnicas y consejos de venta básicos, pero cuidando
su instinto de vendedor.
Sin embargo, hay que tener mucho cuidado, no se debe tratar de inculcar exclusivamente
elementos mecánicos, ni pasarse al otro extremo de fundamentarse solamente en aspectos
emocionales. En cualquiera de los dos casos, lo más probable es que no matemos su esencia
de vendedores o que, por lo menos, no la afectemos de manera importante.
Cada uno tiene que aprender la ciencia de elaborar el discurso, no repetir una expresión fija.
Se ofrecen ejemplos de frases que puede servir, pero jamás se promoverá enseñar recetas,
sino los criterios de neuroventas.
Para un vendedor de zapatos la idea base es quee entienda que debido a que las mujeres
tienen muchos cambios hormonales, se van a emocionar de manera especial en diferentes
momentos con el calzado y le van a ayudar a expresarse. Por eso, sabe que tiene que
preguntarle cómo quiere sentirse en sus nuevos zapatos y para qué momento especial los
quiere, de tal manera que pueda determinar cuáles les ofrece.
Cada vendedor se enfrenta a situaciones diferentes y es imposible que una receta se ajuste
siempre, por ello es mejor enseñar los criterios, las estructuras y los elementos para que cada
uno los ajuste a su realidad y se construya su propia comunicación efectiva.
El éxito no es saber qué decir o qué hacer sino por qué decir o hacer algo, esa es la estructura y
el modelo de las nueroventas, en los casos más avanzados, enseñan programación
neurolingüística basada en principios generales cuya funcionalidad no ha sido demostrada para
el mundo de las ventas.
No existen fórmulas mágicas de neuroventas, lo que existen son bases y principios que te
ayudan a adaptarte a cualquier cultura, categoría y situación, logrando el éxito en el trabajo.
En la cadena Starbucks adiestran a sus vendedores de forma mecánica en unas pocas cosas,
sobre todo en la preparación de las bebidas, pero el gran concepto de capacitación es
orgánico. Le dicen a cada empleado: “De ahora en adelante, tú tienes una sola misión en
Starbucks: ser el mejor vecino”. El mejor vecino es el que siempre saluda amablemente, sabe
el nombre de todos, muestra interés por todos, es hospitalario, servicial, entre otras
cualidades. Lo importante aquí es que le implantaron en el cerebro de sus empleados el efecto
positivo de generar valor para los demás a través de su trabajo.
¿Por qué las neuroventas con una ciencia?
Las neuroventas se consideran una ciencia porque todos sus conocimientos están
fundamentados a partir de hallazgos obtenidos a través de estudios objetivos, siguiendo
principios metodológicos sistemáticos. Durante 15 años han permitido llegar no solo a
información verdaderamente confiable, sino a una plataforma de principios y postulados que
le son propias y no genéricas a otras ciencias. Gracias a las neuroventas, lo que al principio
fueron solo hipótesis, ahora son herramientas probadas y validadas científicamente.
Nosotros lo hicimos por años con los EEG que requerían gel y era de lo mejor que se conseguía.
Pero además de las molestias que generaban, el problema principal era que con estos equipos
no podíamos entrar a probar la venta de un carro o de unos zapatos y saber qué pasaba en el
cerebro durante un proceso real.
Ahora, este caso es inalámbrico y tiene sensores secos, por lo que ya no necesitamos usar el
gel en nuestros estudios. Por lo que, los sensores permiten que las personas puedan
desplazarse, permitiendo que la data puede ser capturada y visualizada en tiempo real o
almacenada dentro del casco mismo.
Lo espectacular de esta tecnología es que se puede usar en diferentes ambientes para probar y
validar los discursos de ventas reales, permitiendo modelar, refutar o aprobar hipótesis, que se
convierten en principios fundamentales de esta ciencia llamada neuroventas.
Esta metodología es tan precisa que puede dar a conocer cuál es la palabra de una oración que
más conecta al cerebro y, por tanto, establecer cuáles de las tantas frases del vendedor están
dando resultados y cuáles no, para poder optimizar su discurso de ventas.
Es importante recordar que las neuroventas obliga a seguir una serie de principios éticos,
donde siempre debe estar por encima de todo el cliente. Se debe resguardar la integridad de
quienes se acercan a nosotros y centrarnos en ser solucionadores de problemas, así como una
herramienta útil para ayudar a cubrir necesidades a través de los productos y servicios que
ofrecemos. El éxito se logra con transparencia y honestidad.
La decisión es la racionalidad escogiendo uno de los tres escenarios emocionales. Una vez que
se identifique el código instintivo, la meta final es generar química en el cerebro que provoque
una emoción positiva que favorezca la valoración del producto.
Ejemplo:
Escenario 2: La racionalidad dice que ese modelo no es tan lindo, pero es más funcional. La
emocionalidad dice que se sentirá muy inteligente porque se demostrará que es racional
(resultado de una pura emoción).
Escenario 3: La racionalidad dice que el modelo Y le conviene más porque está en oferta, 2x1,
pero el tipo que le cae mal en el salón de clases tiene una igual así que ya no la quiere. Se
esfumó la racionalidad.
Una vez construidas esas tres emocionalidades, el cerebro se decide por una de ellas,
dependiendo de cada persona. Ninguno de nosotros es realmente consciente de por qué
compra, creemos saberlo, pero no es verdad, es una situación inconsciente.
Para poder aterrizar y hacer efectiva la activación de los tres cerebros en las relaciones e
intensidades que Paúl McLean plantea, se debe activar de manera estratégica tres respuestas
cerebrales que son la atención, la emoción y la recordación, las cuales son medibles por medio
de las tecnologías ya mencionadas.
La gente puede tener intuición que lo guía hacia cierto producto, pero el vendedor es quien
debe relacionarlos y aseverar esa intuición. Compramos de manera inconsciente, con tan sólo
una pizca de racionalidad, por lo tanto, cuanto más racional se hace el discurso, el vendedor se
está metiendo en un pozo sin salida.
Las emociones hacen que la gente pague un 20% o 30% más por productos similares, dejando
el precio a un lado. Cuando se pierde la conexión emocional con el cliente, el precio se vuelve
un monstruo, el vendedor que cree que el precio es lo más importante no sabe vender o tiene
un pésimo producto.
Otro de los neurotransmisores es la dopamina, un químico del cerebro que permite sentir
placer cuando realizamos ciertas actividades. El cerebro usa ese mismo circuito para
recompensarse cuando toma decisiones, llega a la meta. Ese es el objetivo del vendedor,
provocar esa sustancia en el cliente y lograr su satisfacción personal cuando culmine la
compra, esto se logra en primero lugar, haciendo que la persona se sienta inteligente, única,
mostrándole valores agregados y hasta estratégica cuando elige comprarte. El error común es
que el vendedor le haga sentir tonto al cliente, especialmente en productos tecnológicos.
La acetilcolina, otro neurotransmisor, el cerebro siempre quiere aprender y necesita que cada
experiencia le genere más adaptabilidad, que lo haga más eficaz, que le brinde mejores
herramientas y pueda sobrevivir, es decir, es una esponja que absorbe información. El
vendedor nunca debe impedir que las personas expresen sus dudas, más bien despejar cada
una de ellas, es mejor recibir una información que se desea a una que no ha solicitado.
Endorfinas, uno de los neurotransmisores más estudiados hoy en día, los circuitos que alivian
el dolor de un puntapié, no son los mismos que un dolor de un fracaso amoroso. Las personas
valoran mucho quitarse el dolor de encima, por eso los vendedores deben centrarse en dar
una solución a un dolor o a algo que genera malestar en el cliente, más no tratar de dar sólo
aspectos positivos. Hay que aprovechar las malas experiencias que los clientes han tenido.
No se necesita que todos los neurotransmisores estén activos al mismo tiempo para que el
proceso de venta funcione, pero se necesita de un proceso:
1. Buscar la liberación de noradrenalina, ser novedoso, conseguir empatía y usar terapia del
espejo.
Mientras que las historias negativas provocan atención, las historias positivas generan acción,
por ejemplo, vender un espacio publicitario en una revista, aspecto negativo: “Mire señor, lo
primero que debe saber es que muchas revistas están desapareciendo en todo el mundo, las
buenas crecen, pero las malas se desvanecen por el masivo acceso a internet” aspecto
positivo: ¿Sabía usted que el cerebro conecta 30% más si ve su publicidad en algo impreso, que
en Internet o en algún medio digital? Esto apoyado con el estudio donde se descubrió el dato
provoca que el cliente se interese por la compra. Aspecto neutro: El cliente dudoso dirá que le
deje pensar, vendedor: “claro que sí, es importante que usted piense muy bien dónde va a
invertir su dinero, pero voy a aprovechar para dejarle este artículo y este y este más para
demostrarle que al invertir en impresos arriesga menos su dinero”
Todo lo que compramos en la vida sirve para reducir de alguna forma nuestros niveles de
miedo. Cuando más temor se tiene, más consumista se vuelve. Los bienes materiales se han
creado para ir cubriendo inseguridades y vacíos que se generan a través de diferentes
momentos de nuestras vidas. Hay que vender productos buenos que cambien y mejoren la
vida, generando valor al ser humano. Las personas más espiritualistas tienen menos necesidad
de comprar ya que la gente espiritual pierde los miedos.
Como vendedor el objetivo es conocer los temores existentes en el futuro cliente para ser
quien dé la solución. Las marcas que son honestas, cubren las inseguridades y necesidades de
los seres humanos, protegiéndolos y cuidándolos.
Conclusiones
Cap 1
Así funcionan las neuroventas: tenemos el objetivo de poner a tu alcance las estructuras, para
que al entenderlas puedas adaptar tú mismo los contenidos de forma estratégica.
Ventas tradicionales: mencionar todo para ver si algo pega. Neuroventas: decir pocas cosas,
pero contundentes.