Spain">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Cine, Ciudad e Imagen Filmica

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 233



6FXROD'RWWRUDOHGL$WHQHR
*UDGXDWH6FKRRO

'RWWRUDWRGLULFHUFDLQ
/LQJXHFXOWXUHHVRFLHWjPRGHUQHH6FLHQ]HGHOOLQJXDJJLR
&LFOR;;;
$QQRGLGLVFXVVLRQH



&LQHFLXGDGHLPDJHQItOPLFD%DUFHORQDHQSDQWDOOD




6(7725(6&,(17,),&2',6&,3/,1$5(',$))(5(1=$//,1
7HVLGL'RWWRUDWRGL6$5$$1721,$==,PDWULFROD
,QFRWXWHODFRQ8QLYHUVLWDW3RPSHX)DEUD



&RRUGLQDWRUHGHO'RWWRUDWR    7XWRUHGHO'RWWRUDQGR

3URI(QULF%RX      3URI(QULF%RX

         
         &RWXWRUHGHO'RWWRUDQGR
         
         3URI$QWRQLR0RQHJDO
Índice

Introducción 1

1. La ciudad filmada 8

1.1 La forma della città 8

1.2 La relación entre cine y ciudad 16

1.3 De la ciudad moderna a la postmetrópolis: un recorrido cinematográfico 27

2. Barcelona, una ciudad cinematográfica 38

2.1 Barcelona y el cine: luces y sombras 38

2.2 Barcelona en las películas: de ciudad industrial a ciudad postal 53

/D%DUFHORQDGHVDUUROOLVWDXQDFLXGDG³YDPSLUL]DGD´ 72

(O³SRUFLROLVPR´ 72

3.2 Barcelona, Transilvania, 1972: Umbracle de Pere Portabella 79

3.3 Sightseeing con Drácula: viaje alucinante a la Barcelona desarrollista 84

3.4 Vampiros y poder: la vampirización de Barcelona 96

4. De cenicienta a top model: la transformación de Barcelona 106

4.1 El modelo Barcelona 106

4.2 La Barcelona olímpica: XQDFLXGDG³JXDSD´\PHGLWHUUiQHD 120

4.3 La Barcelona post-olímpica: de modelo a marca 135

5. La Barcelona turística 144

³¢4XpWLHQHQHQ%DUFHORQD"´ 144

5.2 La Barcelona de Almodóvar: Todo sobre mi madre 148

5.3 La Barcelona de los estudiantes Erasmus: /¶DXEHUJHHVSDJQROH 154

5.4 Vicky Cristina Barcelona, o los lugares comunes de Barcelona 158


%DUFHORQD³DOGHVQXGR´HOODGRRVFXURGHODFLXGDGUHYHODGRSRUHOFLQH 165

%DUFHORQD³DOGHVQXGR´ 165

6.2 En construcción: especulación y gentrificación en el Barrio Chino 167

6.3 Biutiful GH$OHMDQGUR*RQ]iOH],xiUULWXHOODGRRVFXURGHOD%DUFHORQD³JXDSD´ 174

Conclusiones 179

Imágenes 185

Bibliografía 205
A mi familia y mis otros animales
Introducción

7KHUH¶V 3DUDPRXQW 3DULV DQG 0HWUR 3DULV DQG RI


FRXUVHWKHUHDO3DULV3DUDPRXQW¶VLVWKHPRVW3DULVLDQ
of all.
Ernst Lubitsch (cit. en Shiel 128)

Envejo el meu amic Antonioni, que tan bellament ha


fotografiat la vostra ciutat i que sempre P¶KDSDUODWGH
*DXGt 3HUz D PL P¶DJUDGDULD GHVFREULU %DUFHORQD
inventant-me-la, jugant amb sedes i gelatines, en el
7HDWUR  GH &LQHFLWWj O¶XQLF UHJQH RQ HP VHQWR
GHPLUJ1RVpFDSDOWUDPDQHUDG¶DWUDSDUGHUHFREUDU
la Barcelona que jo vaig veure.
Federico Fellini (cit. en Battle 68)

El cine se ha convertido en una categoría del espacio.


Jordi Balló (cit. en Ramoneda 6)

³%DUFHORQDDYROG¶RFHOOVHP¶DSDUHL[FRPXQDDOWUDFLXWDW1RpVODPHYDSHUTXqODPHYD

O¶KHOOHJLGDDPE HOV SHXV L O¶KHGRPLQDGD DPE HO UHFRUG'HV GHOHVDOoDGHV V¶REMHFWLYDL DO

SULPHUFRSG¶XOOODIUHGRUGHODJHRPHWULDGRPLQDO¶H[SHULqQFLDLO¶HPRFLy´ 5RLJ 

A partir de la contemplación de Barcelona desde un helicóptero, Montserrat Roig en

%DUFHORQDDYROG¶RFHOO distingue dos ciudades y, por extensión, dos maneras opuestas de ver

\ H[SHULPHQWDU HO HVSDFLR XUEDQR SRU XQ ODGR OD XUEH REVHUYDGD ³D YRO G¶RFHOO´ GHVGH OD

ventanilla del helicóptero, que coincide con la Barcelona geométrica y racional proyectada

por urbanLVWDV \ DUTXLWHFWRV SRU RWUR OD FLXGDG ³OOHJLGD DPE HOV SHXV´ OD %DUFHORQD

multiforme y dinámica que experimentan los caminantes. Pero la capital catalana no es

solamente el entramado de calles, manzanas y edificios trazado por la planificación

urbanística, o el espacio ordinario que los barceloneses recorren a pie cada día. Frente a la

1
ciudad concreta de hormigón y asfalto, habitada por personas de carne y huesos, se levanta

otra, hecha de celuloide: la Barcelona filmada por los cineastas desde finales del siglo XIX.

El cine, como la literatura o la fotografía, tiene la capacidad de reflejar y registrar las

transformaciones de una ciudad a lo largo de su historia, y al mismo tiempo la de participar

activamente en la construcción del imaginario asociado a ella, influyendo así en nuestra

manera de percibirla, recordarla e imaginarla: refleja y construye, es espejo y herramienta. En

el caso de Barcelona, todos los acontecimientos, a menudo traumáticos, que han marcado su

historia (el desarrollo industrial y la expansión urbanística entre los siglos XIX y XX, la

Guerra Civil, la larga dictadura franquista, el crecimiento urbanístico incontrolado bajo la

alcaldía de Porcioles, la Transición, y por último la celebración de los Juegos Olímpicos de

1992) tienen su correspondencia en el cine documental o de ficción. Así, por un lado las

películas nos permiten observar desde una perspectiva diacrónica la evolución del paisaje

urbano y del imaginario barcelonés, y por otro nos permiten conocer las múltiples

percepciones de la ciudad desde un punto de vista sincrónico, o sea en relación con un

momento histórico determinado.

El giro espacial (spatial turn)1 experimentado en las últimas décadas por las ciencias

sociales y las humanidades ha propiciado un creciente interés por la relación entre cine y

ciudad. En el mundo anglosajón, en particular, este tema ha gozado de mucha atención, como

demuestra la nutrida lista de publicaciones que lo han abordado desde diferentes perspectivas.

Entre ellas figuran ensayos sobre cine y espacio urbano (Barber 2004; Shiel y Fitzmaurice

2003); sobre el nexo entre cine, ciudad y modernidad (Charney y Schwartz 1995; Pomerance

1
/DH[SUHVLyQ³JLURHVSDFLDO´KDFHUHIHUHQFLDDODDPSOLDUHIOH[LyQFUtWLFDTXHVHKDJHQHUDGRHQGLVWLQWDViUHDV
de investigación, especialmente desde los años ochenta del siglo pasado, sobre las valencias del espacio
(políticas, económicas, sociales, culturales), frente a la importancia extraordinaria que en la cultura occidental
tradicionalmente se había atribuido al tiempo. Este giro coincide con la eclosión de una serie de fenómenos que
obligan a una revisión del concepto de espacio, como la globalización, las nuevas tecnologías de comunicación
(internet) y la intensificación de los flujos migratorios.

2
2006); sobre cine y arquitectura (Lamster 2000; Penz y Thomas 1997); sobre cine, turismo y

branding urbano (Donald y Gammack 2007) y sobre el cinematic mapping (Bruno 2002;

Conley 2007).

Esta tesis pretende contribuir al estudio de la compleja relación entre cine y ciudad a

través del análisis de una selección de películas españolas y extranjeras que presentan un

escenario común: la ciudad de Barcelona. Dada la gran cantidad de cintas ambientadas en la

capital catalana, he decidido centrar mi investigación en dos fases específicas de la evolución

urbanística de la ciudad: el desarrollismo franquista, que coincide con la larga alcaldía de José

María de Porcioles (1957-1973), y los años que van desde la restauración de la democracia

(1979) hasta hoy. En este lapso de tiempo, tanto el paisaje urbano barcelonés como la manera

de vivir, percibir e imaginar Barcelona han cambiado radicalmente: la Barcelona gris del

franquismo, que no poseía (o casi) ningún atractivo turístico, ha dejado paso a la Barcelona

³JXDSD´\³SRGHURVD´FRQVDJUDGDSRUORV-XHJRV2OtPSLFRV y, más recientemente, a la ³PDUFD

%DUFHORQD´ XQD FLXGDG HVFDSDUDWH que se vende en el mercado global dando prioridad al

turismo y a los intereses empresariales por encima del bienestar de los ciudadanos. El análisis

del corpus fílmico sigue a grandes rasgos dos líneas de investigación, que corresponden a dos

maneras distintas de considerar la relación entre cine y ciudad: por un lado, la de la cinematic

urban archaelogy, que utiliza el cine como fuente histórica para investigar las

transformaciones urbanísticas, culturales y socioeconómicas experimentadas por la ciudad a

lo largo del tiempo; por otro, la que estudia el cine como instrumento capaz de influir en la

percepción del espacio urbano y contribuir, de forma más o menos voluntaria, a la

construcción de la imagen de la ciudad y a su promoción y comercialización en el mercado

turístico global. Me interesa indagar sobre cómo la imagen fílmica de Barcelona ha

evolucionado en relación con las profundas transformaciones urbanísticas sufridas por la

ciudad en los dos períodos escogidos, y sobre cómo el cine ha influido en la construcción y en

3
la difusión de la nueva imagen de la Barcelona post-olímpica, contribuyendo además a

relanzar la ciudad como destino turístico.

La tesis se inicia con una reflexión de carácter general sobre la relación entre cine y

ciudad a partir de los escritos de Walter Benjamin, Siegfried Kracauer y Georg Simmel, tres

autores que han reflexionado desde múltiples puntos de vista sobre las transformaciones del

espacio urbano entre los siglos XIX y XX. Se evidencia en ella cómo desde sus orígenes el

cine ha sido un atento testigo de las transformaciones del espacio urbano y al mismo tiempo la

forma de arte más persuasiva a la hora de influir en la percepción que tenemos de él. También

se incluye en este apartado un recorrido cinematográfico por la historia de la gran ciudad,

ilustrando mediante una selección de películas las metamorfosis que ha sufrido el paisaje

metropolitano desde finales del siglo XIX hasta la actualidad.

El segundo capítulo aborda distintos aspectos de la relación de Barcelona con el cine. Se

destaca el protagonismo de la capital catalana como escenario de las primeras películas

españolas, como impulsora del desarrollo del cine y de sus progresos tecnológicos, y como

centro de producción, distribución y exhibición cinematográfica. Además, tomando como

referencia el concepto de cinematic urban archaelogy elaborado por François Penz (2008;

2010), se describen las transformaciones que ha sufrido el paisaje urbano barcelonés desde

finales del siglo XIX hasta hoy a través de algunas de entre los cientos de películas que se han

realizado en la Ciudad Condal.

El capítulo siguiente se centra en la Barcelona desarrollista y en su representación

cinematográfica. El capítulo se abre con un breve panorama político, social y urbanístico de la

ciudad en los años del desarrollismo. En este período, bajo el mandato de José María de

Porcioles, el alcalde franquista por antonomasia, la ciudad experimenta un crecimiento

caótico, basado en el barraquismo y en la especulación inmobiliaria. A continuación, se

analiza la representación de la Barcelona desarrollista en la película Umbracle (1972) de Pere

4
Portabella. El film PXHVWUD XQD %DUFHORQD ³YDPSLUL]DGD´ SRU OD UHSUHVLyQ IUDQTXLVWD \ HO

porciolismo, una ciudad gris y anémica que representa metonímicamente todo un país

desangrado por más de treinta años de dictadura.

El cuarto capítulo analiza la fase más reciente de la evolución urbanística de Barcelona,

que se extiende desde las primeras elecciones municipales democráticas (1979) hasta hoy. En

esta fase la ciudad experimenta un complejo proceso de regeneración urbanística, conocido

FRPR³PRGHOR%DUFHORQD´TXHVHLQWHQVLILFDDSDUWLUGHcuando la ciudad es designada

como sede de los Juegos Olímpicos de verano de 1992. Tomando como referencia los

estudios de los urbanistas Jordi Borja (1995), Joan Busquets (1992) y Francisco Javier

Monclús (2003), se ilustran los cambios promovidos por el modelo Barcelona, entre los que

se destacan la rehabilitación del patrimonio arquitectónico modernista y la apertura del frente

marítimo. También se evidencia cómo, paralelamente a la regeneración de la fisonomía

urbana, el Ayuntamiento y el Consorci Turisme de Barcelona han construido una nueva

imagen de la capital catalana en la que algunos elementos son destacados y otros son

excluidos, de acuerdo con el modelo de ciudad que se quiere promover.

En los capítulos quinto y sexto, se analiza cómo el cine ha retratado la Barcelona post-

olímpica a través de una selección de películas de cineastas españoles y extranjeros. Se

distinguen dos maneras básicas de representar cinematográficamente la capital catalana: la

primera muestra una Barcelona idealizada, análoga a la que se vende a los turistas y a los

inversores extranjeros; la segunda ofrece una mirada más realista y crítica sobre la ciudad,

revelando sus aspectos menos agradables. Partiendo de esta distinción, en el quinto capítulo

se analizan Todo sobre mi madre (1999) del español Pedro Almodóvar, /¶DXEHUJHHVSDJQROH

(2002) del francés Cédric Klapisch y Vicky Cristina Barcelona (2008) del norteamericano

Woody Allen como muestras de la primera modalidad de representación. Se evidencia cómo,

en un contexto de creciente mercantilización de la ciudad y de su imagen, el cine ha entrado a

5
formar parte de los recursos de marketing empleados para promocionar Barcelona en el

mercado global de ciudades. Finalmente, en el último capítulo se analizan En construcción

(2001) del catalán José Luis Guerín y Biutiful (2010) del mexicano Alejandro González

Iñárritu para ejemplificar la segunda modalidad de representación cinematográfica de la

Barcelona post-olímpica.

Agradecimientos

En Cómo se hace una tesis 8PEHUWR (FR VHQWHQFLD ³(V GH PDO JXVWR GDU las gracias al

ponente. Si os ha ayudado no ha hecho más que cumplir con su obligación´. Me veo forzada a

discrepar de la opinión de tan ilustre escritor para expresar mi profunda gratitud y mi cariño al

professore Enric Bou, quien ha sido mi guía y mi maestro a lo largo de esta investigación,

ayudándome mucho más allá de lo que era estrictamente su obligación. Quiero manifestar

también mi gratitud al profesor Antonio Monegal, por la acogida recibida durante mi estancia

en la Universitat Pompeu Fabra y por sus valiosas correcciones y sugerencias en la fase final

de la redacción de esta tesis. Un agradecimiento especial a Jaume Subirana, a quien debo mi

amor por una lengua, el catalán, por una ciudad, Barcelona, y por un país, Cataluña. Mi más

sincera gratitud a las profesoras Maria Fernanda Abreu y Margalida Pons, que me invitaron a

presentar mi investigación en la Universidade Nova de Lisboa y en la Universitat de les Illes

Balears. Gracias a Enric H. March, por compartir conmigo su conocimiento enciclopédico de

Barcelona. Al personal de la VHFUHWDUtD GHO 'HSDUWDPHQW G¶+XPDQLWDWV de la Universitat

Pompeu Fabra, de la Filmoteca de Catalunya y de las bibliotecas públicas de Barcelona, por

su disponibilidad. A Cristina Cugnata y Julieta Zarco, colegas y amigas, que me han sostenido

a lo largo de la escritura de la tesis. A Albert Morales, mi profesor de catalán y querido

amigo, por su generosidad, su constante interés en mi investigación y sus preciosos consejos

personales y profesionales. A Patrizio Rigobon y Thomas Harrington, con quienes ha sido

6
siempre un placer contrastar ideas y opiniones. A todos los estudiantes de doctorado que me

han acompañado y ayudado en este camino, y en particular a Fabiola Cecere, Katiuscia Darici

y Laia Suades Juncadella. A César, Francesca y Pietro por su amistad y su hospitalidad en

Barcelona: siempre me hicieron sentir como si estuviera en mi casa. A mis amigos Borja

Gómez, Ignacio Arroyo, Ines Gheno y Marco Giralucci. A Paola Mario, por su entusiasmo, su

energía y su disponibilidad. A mis tíos, Carla y Giorgio, por su cariño y su ánimo constante.

A mi familia, humana y felina, que ha creído en mí y me ha apoyado (y soportado) en cada

momento. A ella va dedicado este trabajo.

7
1

La ciudad filmada

A quoi reconnaît-on une ville de cinéma? Ou plutôt:


TX¶HVW-FH TX¶XQH YLOOH VDQV OH FLQpPD" /HV YLOOHV TXL
Q¶RQWLQVSLUpDXFun film, ou si peu, sont condamnées à
mourir de froid. Elles sont tristes comme les pays sans
OpJHQGHVFDUHOOHVQ¶RQWSDVGHIDQW{PHVjYHQGUH
Michel Boujut (27)

1.1 La forma della città

En el otoño de 1973 Pier Paolo Pasolini participó en Io e..., un programa televisivo de la RAI

en el que se pedía a algunas figuras importantes de la cultura italiana (Andrea Zanzotto,

Alberto Moravia, Federico Fellini, Vittorio Gassmann, y otros) que explicaran las razones de

su preferencia por una determinada obra de arte. Pasolini decidió hablar de la ciudad de Orte,

en la provincia de Viterbo, y el resultado es una breve película titulada Pasolini e... la forma

della città, que fue emitida el 7 de febrero de 1974. En los primeros minutos del film,

Pasolini, acompañado por Ninetto Davoli, se encuentra a los pies de la colina donde surge

Orte. El autor italiano se pone detrás de una cámara y observa y le comenta a Davoli el paisaje

urbano que ve a través del objetivo. Al principio encuadra exclusivamente el Orte medieval,

HQFHUUDGR HQ VXV DQWLJXDV PXUDOODV HVWD LPDJHQ H[SOLFD FRUUHVSRQGH D OD FLXGDG ³HQ VX

IRUPD SHUIHFWD DEVROXWD´ )LJ   /XHJR KDFH XQ OHYH zoom hacia atrás e incluye en el

encuadre un edificio moderno situado fuera de las murallas, uno de los muchos que se

construyeron en los años del milagro económico italiano, cuya presencia, en su opinión,

perjudica la armonía y la belleza del perfil de Orte (Fig. 2). Así lo explica el autor italiano:

8
Io ho scelto una città, la città di Orte (...) ho scelto come tema la forma di una

FLWWjLOSURILORGLXQDFLWWj « +RIDWWRXQ¶LQTXDGUDWXUDFKHSULPDIDFHYDYHGHUH

soltanto la città di Orte nella sua perfezione stilistica, cioè come forma perfetta,

DVVROXWD HG q SL R PHQR O¶LQTXDGUDWXUD FRVu EDVWD FKH LR PXRYD questo affare

qui, nella macchina da presa, ed ecco che la forma della città, il profilo della città,

la massa architettonica della città, è incrinata, è rovinata, è deturpata da qualcosa

di estraneo, che è quella casa che si vede là a sinistra.

La alteración de la forma antigua de la ciudad producida por el desarrollo urbanístico de los

años sesenta se hace aún más evidente cuando Pasolini realiza una panorámica horizontal,

encuadrando una serie de anónimos bloques de pisos que se levantan justo al lado de un

imponente acueducto de época romana:

6LDPRDGHVVRGLIURQWHD2UWHGDXQDOWURSXQWRGLYLVWD « 6HODLQTXDGURYHGR

un totale ancora più perfetto di quello di prima. Cioè la forma della città è proprio

nella sua perfezione massima. Ma se panoramico da sinistra a destra, quello che ti

GLFHYR SULPD ULVXOWD LQ PRGR DQFRUD SL JUDYH «  FL VRQR DOWUH FDVH PRGHUQH

GDOO¶DVSHWWRQRQGLFRRUULELOHPDHVWUHPDPHQWHPHGLRFUHSRYHURVHQ]DIDQWDVLD

VHQ]DLQYHQ]LRQH « FKHDSSDUWHQJRQRDXQDOWURPRQGRhanno caratteri stilistici

completaPHQWHGLYHUVLGDTXHOOLGHOO¶DQWLFDFLWWjGL2UWHHODPHVFRODQ]DGHOOHGXH

FRVHLQIDVWLGLVFHqXQ¶LQFULQDWXUDXQWXUEDPHQWRGHOODIRUPDGHOORVWLOH

La reflexión de Pasolini nos interesa aquí por varias razones. En primer lugar, porque

introduce el tema que trataremos en este capítulo, es decir la relación entre cine y ciudad, la

ciudad filmada. En segundo, porque el autor italiano describe la ciudad como un espacio en

9
constante evolución, cuya forma resulta de la sXPDGHODVGLYHUVDV³FDSDV´GHHGLILFLRVTXHVH

han ido acumulando en los sucesivos periodos de urbanización (en el caso de Orte, la época

URPDQD HO 0HGLRHYR \ ORV DxRV VHVHQWD GHO VLJOR ;;  &RPR VHxDOD 'DYLG +DUYH\ ³7KH

contemporary city has many layers. It forms what we might call a palimpsest, a composite

landscape made of different built forms superimposed one upon the other with the passing of

WLPH´    $ SHVDU GH TXH HVWH QR VHD XQ FRQFHSWR QXHYR ±ya Baudelaire, ante los

grandes cambios urbanísticos promovidos en París por el prefecto Haussmann, comentaba que

³ODIRUPHG¶XQHYLOOHFKDQJHSOXVYLWHKpODVTXHOHF°XUG¶XQPRUWHO´±, para nosotros será

fundamental a la hora de recorrer, a través del cine, las transformaciones sufridas a lo largo

del tiempo por la gran ciudad, en general, y por Barcelona, en particular. Por último, a partir

de la reflexión de Pasolini podemos distinguir dos poderes opuestos del cine: el de

documentar la ciudad y el de manipularla. Desde las primeras vistas urbanas grabadas por los

hermanos Lumière, la ciudad ha sido protagonista o escenario de un número incalculable de

películas. Durante más de un siglo, el cine ha reflejado la fisonomía de las ciudades que

contemplaba, documentando los cambios, a veces traumáticos (como la destrucción

provocada por las guerras), que experimentaba el entorno urbano.2 El film de Pasolini, por

ejemplo, muestra el perfil de la ciudad de Orte a principios de los años setenta del siglo

pasado, y revela los cambios que había sufrido en la década anterior a causa de la

especulación inmobiliaria. De igual manera, muchas películas muestran lugares desaparecidos

2
Sobre el valor documental de las imágenes cinematográficas se discute prácticamente desde los orígenes del
cine. Ya en 1898, en un folleto de doce páginas titulado 8QHQRXYHOOHVRXUFHGHO¶KLVWRLUHOH&LQpPDWRJUDSKH, el
camarógrafo polaco Boleslav Matuszewski reivindicó el rol del cine como fuente para el estudio del pasado y
propuso la creación de archivos cinematográficos. En 1947, Siegfried Kracauer, en su ensayo From Caligari to
Hitler: A Psychological History of the German Film, fue pionero en analizar el nazismo como fenómeno de
masas a través de las películas realizadas en Alemania en los años de la República de Weimar (1919-1933). Sin
embargo, es sólo a partir de la publicación en 1977 del ensayo Cinéma et Histoire de Marc Ferro cuando el cine
comienza a ser valorado como documento histórico en el ámbito de la historiografía académica. Para Ferro el
FLQHHV³IXHQWH\DJHQWHGHOD+LVWRULD´  \ODVSHOtFXODVFX\DDFFLyQHVFRQWHPSRUiQHDGHOURGDMHWLHQHQOD
FDSDFLGDGGHUHVWLWXLUQRVOD³LPDJHQUHDOGHOSDVDGR´  

10
o profundamente transformados, y se han convertido en documentos de enorme valor

histórico, cultural y arquitectónico.3 A través del cine, por lo tanto, es posible observar desde

XQD SHUVSHFWLYD GLDFUyQLFD OD HYROXFLyQ GH OD ³IRUPD´ GH OD FLXGDG R GH XQD FLXGDG

determinada) desde finales del siglo XIX hasta hoy. En esta misma línea, François Penz

VRVWLHQHTXH³7KHGRFXPHQWDWLRQRI the city through films over time can potentially lead to a

IRUPRIµFLQHPDWLFXUEDQDUFKDHRORJ\¶PDNLQJYLVLEOHWKHEHFRPLQJRIWKHPRGHUQFLW\DQG

LWVVXEVHTXHQWWUDQVIRUPDWLRQVVLQFH´  6LQHPEDUJRQRGHEHPRVFDHUHQHO

error de considerar el cine como un mero reflejo de la realidad ±en este caso de la ciudad± y

confiar demasiado en el valor documental de las imágenes cinematográficas. De hecho, el

cine tiene también la capacidad de manipular la fisonomía y el espacio de la ciudad, y puede

hacerlo de varias maneras y de forma más o menos evidente. Ante todo, hay que tener en

cuenta que las ciudades que vemos en las películas son el producto de la mirada subjetiva de

los cineastas, que eligen filmar algunos de sus lugares y de sus múltiples aspectos en

detrimento de otros. A través de las películas sólo podemos alcanzar una visión parcial y

fragmentaria de una ciudad; una visión que, además, varía según los lugares y los atributos de

la ciudad seleccionados por los cineastas. De hecho, como tendremos ocasión de comprobar a

lo largo de este trabajo, películas coetáneas pueden ofrecer, y muchas veces ofrecen, visiones

distintas o incluso opuestas de la misma ciudad.4 Los cineastas, además, pueden manipular el

3
Un buen ejemplo es el film Der Himmel über Berlin (El cielo sobre Berlín, 1987) de Wim Wenders. Hoy la
mayoría de los lugares de Berlín que muestra esta película han desaparecido o bien tienen un aspecto
completamente distinto a raíz de la remodelación de la capital alemana inaugurada tras la caída del muro, de
PDQHUDTXHFRPRKDFRPHQWDGRHOPLVPR:HQGHUV³WKHZKROHILOPVXGGHQO\WXUQHGLQWRDQDUFKLYHIRUWKLQJV
WKDWDUHQ¶WDURXQGDQ\PRUH´  
4
Valga ahora citar como ejemplo las películas Vicky Cristina Barcelona (2008) de Woody Allen y Biutiful
(2010) de Alejandro González Iñárritu, que analizaremos con detalle en los capítulos 5 y 6. Ambas se desarrollan
en la Barcelona actual, aunque a primera vista resulta difícil creer que estén rodadas en la misma ciudad. Allen
quiso retratar los monumentos y los lugares emblemáticos de la capital catalana para enseñar al espectador (y
potencial turista) su cara más atractiva y seductora; Iñárritu, en cambio, eligió rodar en la periferia deteriorada de
la ciudad para mostrar las duras condiciones en que viven los inmigrantes. Si la Barcelona del director

11
espacio de la ciudad durante y después de la filmación a través de dos recursos

cinematográficos básicos: el encuadre y el montaje.

'HDFXHUGRFRQ9LOODLQHQFXDGUDUVLJQLILFD³HVFRJHUVHOHFFLRQDUUHVDOWDUORVHOHPHQWRV

VLJQLILFDWLYRV FRQ ORV TXH GHEH TXHGDUVH HO HVSHFWDGRU´   7RGR encuadre, al ser

necesariamente selectivo, implica una división del espacio: entre lo que es mostrado (campo)

y lo que es ocultado (fuera de campo) (Vila 32). A este propósito, André Bazin subraya que

³ORVOtPLWHVGHODSDQWDOODQRVRQFRPRHOYRFDEXODULo técnico podría a veces hacer creer, el

marco [cadre] de la imagen, sino una mirilla [cache] que sólo deja al descubierto una parte de

ODUHDOLGDG´  'XUDQWHHOURGDMHGHXQDHVFHQDORVFLQHDVWDVSXHGHQHOLPLQDUXQHOHPHQWR

extraño al ambiente que pretenden crear simplemente excluyéndolo del encuadre. En La

forma della città, Pasolini nos ofrece un ejemplo de como este recurso puede ser empleado

para manipular la fisonomía de una ciudad. El autor italiano encuadra el núcleo medieval de

Orte, encerrado en sus murallas, y excluye del campo visible los edificios modernos que

perjudicarían su armonía. De esta manera, Pasolini no altera solamente el perfil de Orte, sino

también la imagen mental que el espectador se formará de ella, induciéndolo a creer que la

FLXGDGFRQVHUYDLQWDFWDVXDQWLJXDILVRQRPtD VX³IRUPDSHUIHFWDDEVROXWD´ 

Por otro lado, el montaje es el proceso técnico y artístico de seleccionar, organizar y

ordenar los distintos planos filmados para construir la versión definitiva de una película o,

mejor dicho, para dotar a las imágenes de continuidad espacio-temporal (Sánchez-Biosca). A

través del montaje los cineastas pueden no sólo manipular el espacio de una ciudad, sino

también crear nuevas urbes que no existen en la realidad. Los primeros en darse cuenta de las

potencialidades del montaje en la construcción espacial fueron los cineastas soviéticos. En

uno de los célebres experimentos que realizó a principios de los años veinte, Lev Kuleshov

³IDEULFy´ XQD QXHYD FLXGDG FRPELQDQGR XQD VHULH de planos filmados en Moscú (la calle

neoyorquino es una ciudad de postal o publirreportaje, un paraíso hecho a medida para los turistas, la del
mexicano es una urbe cruel e inhóspita, un infierno de miseria y degradación.

12
Petrov cerca de los grandes almacenes Mostorg, el embarcadero del río Moscova, la calle

Prechistenka, el monumento a Gogol y la Catedral de Cristo Salvador) con un plano de la

Casa Blanca extraído de una película norteamericana, The White House in Washington.5

Algunos años más tarde, Dziga Vertov, coetáneo de Kuleshov y como él teórico del montaje,

hizo algo parecido en la sinfonía urbana Chelovek s kinoapparatom (El hombre de la cámara,

1929). En ella, el cineasta construyó una ciudad prototípica del recién constituido régimen

soviético montando imágenes de tres urbes diferentes: Moscú, Kiev y Odesa. Tomando como

referencia el experimento de Kuleshov y la película de Vertov, François Penz ha elaborado un

concepto muy útil a la hora de estudiar la construcción del espacio de la ciudad en el cine, el

GH ³JHRJUDItD FUHDWLYD´ creative geography).6 +DEODPRV GH ³JHRJUDItD FUHDWLYD´ FXDQGR

mediante el montaje de planos de diferentes lugares, incluso muy distantes entre sí, se crea un

nuevo espacio percibido como continuo por el espectador (Penz 2008: 133-37). Un ejemplo

nos ayudará a entender mejor este concepto. En el musical de la Disney The Cheetah Girls 2

(Kenny Ortega, 2006), ambientado en Barcelona, las cuatro protagonistas realizan en poco

más de tres minutos el siguiente recorrido: del Palau Dalmases, en el carrer de Montcada (Fig.

 YDQDOD5DPEOD )LJ   \ DO 0XVHX1DFLRQDO G¶$UW GH&DWDOXQ\DHQ 0RQWMXwF )LJ 

luego suben al Park Güell (Fig. 6) y finalmente acaban en el Passeig del Born (Fig. 7), cerca

de donde habían comenzado su recorrido (como dice el refrán, Roda el món i torna al Born).

Gracias al montaje, estos lugares aparecen muy cercanos o incluso contiguos, aunque en

realidad están muy distantes entre sí, como muestra el mapa (Fig. 8). El espectador que no

conozca Barcelona no se dará cuenta de la elipsis espacio-temporal.7 Por lo tanto, la

5
Kuleshov resumió así VXH[SHULHQFLD³,WEHFDPHDSSDUHQWWKDWWKURXJKPRQWDJHLWZDVSRVVLEOHWRFUHDWHDQHZ
HDUWKO\WHUUDLQWKDWGLGQRWH[LVWDQ\ZKHUH´  
6
3HQ]WRPDHVWDH[SUHVLyQGLUHFWDPHQWHGH.XOHVKRYTXLHQODXWLOL]yMXQWRFRQODGH³SDLVDMHDUWLILFLDO´SDUD
referirse a su experimento de montaje (Levaco 5).
7
Como le ha pasado a una joven turista norteamericana que, en una entrada de su blog titulada The Cheetah
Girls Lied to Us About BarcelonaVHTXHMDGHTXHODSHOtFXOD³PDGHHYHU\WKLQJVHHPDORWHDVLHUWRJHWWR´(Q

13
manipulación del espacio urbano a través del montaje influye en la imagen mental de la

ciudad que tendrá el espeFWDGRU pVWD VHUi XQD LPDJHQ ³VLQWpWLFD UHGXFLGD D KLWRV

aparentemente próximos, fácilmente reconocibles (....) y, naturalmente, sujetos a una posterior

explotación comercial (ya sea el turismo puro o más específicamente el turismo

FLQHPDWRJUiILFR ´ *iPLUVS 8QHMHPSORH[WUHPRGH³JHRJUDItDFUHDWLYD´VHHQFXHQWUDHQ

Othello (1951) de Orson Welles, donde, dentro de la misma secuencia y sin ningún tipo de

DOWHUDFLyQ GHO WLHPSR GLHJpWLFRVHSURGXFHXQ³VDOWR´HQHO HVSDFLR QR \DGHXQH[WUHPR DO

otro de la misma ciudad (como en Cheetah Girls 2), ni tan sólo de una ciudad a otra del

mismo país (como en la sinfonía urbana de Vertov), sino de un lugar a otros situados en

continentes distintos.8 $OD³JHRJUDItDFUHDWLYD´3HQ]FRQWUDSRQHOD³FRKHUHQFLDWRSRJUiILFD´

(topographical coherence). Para ilustrar este concepto hace referencia a la filmografía de Eric

5RKPHUHOFLQHDVWDTXHVHJ~QpOUHSUHVHQWD³WKHEHVWDGYRFDWHRIWRSRJUDSKLFDOFRKHUHQFH´

(Penz 2008: 126). En sus películas, de hecho, el director francés intenta evitar las

manipulaciones espacio-temporales para que el espectador se forme una imagen de la ciudad

HQ HVWH FDVR 3DUtV  OR PiV FHUFDQD SRVLEOH D OD UHDOLGDG ³7KH MRXUQH\V XQGHUWDNHQ E\ WKH

FKDUDFWHUVLQ5RKPHU¶VILOPVW\SLFDOO\PRYHWKURXgh spatially contiguous locations, the action

UHPDLQLQJFRQVLVWHQWZLWKWKHDFWXDOJHRJUDSK\RI3DULV´ 5REHUWV\+DOODP (QLa femme

GHO¶DYLDWHXU (1981), por ejemplo, Rohmer muestra con extrema precisión topográfica, y casi

en tiempo real (la secuencia dura unos 40 minutos), el recorrido del protagonista desde la

SDUWLFXODUREVHUYDODFKLFD³ZHZHUHH[SHFWLQJWREHDEOHWRJHWWRWKHSDUN>3DUN*HOO@YHU\HDVLO\%XWWKDW
GLG QRW KDSSHQ EHFDXVH ZH GLVFRYHUHG LW ZDV D  PLQXWH ZDON IURP /D 6DJUDGD )DPLOLD´
(https://www.theodysseyonline.com/the-cheetah-girls-lied-to-us-about-barcelona; fecha de acceso: 23 de abril de
2017).
8
En el documental )LOPLQJ ³2WKHOOR´ (1978), Welles explicó la compleja geografía de su Otelo: ³Iago steps
from the portico of a church in Torcello, an island in the Venetian lagoon, into a Portuguese cistern off the coast
RI$IULFD+H¶VFURVVHGWKHZRUOGDQGPRYHGEHWZHHQWZRFRQWLQHQWVLQWKHPLGGOHRIDVLQJOHVSRNHQSKUDVH
« $7XVFDQstairway and a Moorish battlement are both parts of what in the film is a single room. Roderigo
NLFNV&DVVLRLQ0D]DJDQDQGJHWVSXQFKHGEDFNLQ2UYLHWRDWKRXVDQGPLOHVDZD\´ :HOOHVVS

14
*DUHGHO¶(VWKDVWDHO3DUFGHV%XWWHV-Chaumont y sus alrededores. En esta película, subraya

3HQ] OD UHSUHVHQWDFLyQ GHO HVSDFLR XUEDQR ³LV DOZD\V WRSRJUDSKLFDOO\ FRUUHFW DQG WKHUH DUH

never any unexplained jumps across the city (...) Rohmer pays enormous attention to making

VXUHWKHFLW\LVFRUUHFWO\GHVFULEHG´ -30).

Hasta aquí hemos visto como el cine consigue manipular el espacio de la ciudad

mediante dos recursos básicos, el encuadre y el montaje. Hoy, sin embargo, con el

DGYHQLPLHQWR GH OD WHFQRORJtD GLJLWDO HO FLQH SXHGH ³PHQWLU´ GH IRUPD PXFKR PiV

VRILVWLFDGDKDFLHQGRGLIXVDODOtQHDTXHVHSDUDUHDOLGDG\ILFFLyQOD³IRUPD´GHODFLXGDG \

su luz, sus colores) puede ser modificada a voluntad, y de modo tan sutil y eficaz que ya no es

posible distinguir cuando las imágenes están o no retocadas. Gracias a la computer-generated

imagery (CGI) es posible recrear la fisonomía de una ciudad en un momento histórico

determinado (por ej. el Nueva York de los años treinta en el King Kong de Peter Jackson o la

Roma del año 180 d.C. en Gladiator), resuscitar urbes desaparecidas (por ej. Pompeya en la

homónima película de Paul W. S. Anderson) o incluso crear ciudades ficticias, ya sea

modificando urbes existentes (como en Matrix)9 o construyéndolas enteramente por

ordenador (como en Sin City). Por lo tanto, en el análisis de las representaciones

cinematográficas de la ciudad, en general, y de Barcelona, en particular, tendremos en cuenta

tanWRODFDSDFLGDGGHODFiPDUDGHGRFXPHQWDUODUHDOLGDGFRPRVXWHQGHQFLDD³PHQWLU´(Q

este capítulo, y a lo largo de todo nuestro trabajo, veremos como el cine ha sido quizá el más

atento testigo del espacio urbano, a la vez que la forma de arte más persuasiva a la hora de

influir en la percepción que tenemos de él.

9
La mayoría de las secuencias que transcurren en Mega City, la metrópoli de Matrix, se rodaron en Sydney. Para
evitar que la ciudad fuera reconocible se eliminaron digitalmente los hitos arquitectónicos que hubieran
permitido identificarla, como el Harbour Bridge y la Opera House.

15
1.2 La relación entre cine y ciudad

Desde sus orígenes el cine ha mantenido una estrecha relación con la ciudad, influyendo con

sus imágenes en nuestra manera de percibirla, recordarla e imDJLQDUOD ³(YHU VLQFH WKH

EHJLQQLQJRIFLQHPDWRJUDSK\LQWKHHDUO\V´REVHUYD+HOPXW:HLKVPDQQ³ILOP-makers

of all film genres ± fiction or documentary ± have been fascinated with the topography and

LPDJH RI WKH PRGHUQ PHWURSROLV´    &RPR HV sabido, la primera exhibición

cinematográfica pública y de pago tuvo lugar el 28 de diciembre de 1895 en el Salon Indien

del Gran Café en París, donde los hermanos Lumière proyectaron su primera película, La

VRUWLHGHO¶XVLQH/XPLqUHj/\RQ. Por lo tanto, el acto oficial de nacimiento del cine se celebra

en la ciudad, delante de un público formado por sus habitantes, y el primer film de la historia

muestra una típica escena de vida urbana, la salida de los obreros de una fábrica. 10 Por

primera vez, además, aparece en la pantalla como protagonista el público potencial del

naciente espectáculo cinematográfico: el proletariado urbano (Gubern 1973: 33). Los inicios

GHOVpSWLPRDUWHKDQOOHYDGRD0LFKHO0DULHDGHILQLUHOFLQHFRPR³XQDLQYHQFLyQXUEDQD´

porque ³QDFLy HQODVDIXHUDVGH/\RQHKL]RVX GHEXWHQORV JUDQGHV EXOHYDUHVGH3DUtV6X

UiSLGD \ HVSHFWDFXODU H[SDQVLyQ KL]R TXH DWUDYHVDUD WRGDV ODV FDSLWDOHV HQ XQR R GRV DxRV´

(cit. en Gorostiza 10). De hecho, tras el éxito conseguido en París, los Lumière empezaron a

enviar a sus operadores a las principales urbes del mundo para presentar el Cinematógrafo y

rodar nuevas cintas para ampliar su repertorio. Uno de ellos, el lionés Alexandre Promio,

llegó a Barcelona a comienzos de junio de 1896 y filmó en el puerto de la Ciudad Condal la

primera vista española, Place du port à Barcelone. Esta película es solo una de las muchas

que los camarógrafos Lumière rodaron en un entorno urbano: de las 1424 cintas que forman

el catálogo Lumière, más de tres cuartos tienen como tema o escenario principal la ciudad

10
Dos años más tarde, el catalán Fructuós Gelabert rodará en Barcelona una imitación de la película de los
Lumière, 6DOLGD GH ORV WUDEDMDGRUHV GH ³/D (VSDxD ,QGXVWULDO´ (1899), que constituye el primer film
documental del cine español.

16
(Mottet 135). En los años siguientes, el cine se desarrolla en las grandes ciudades (París,

Londres, Berlín, Turín, Nueva York... y Barcelona), donde los pioneros encuentran los

escenarios para ambientar sus películas y pueden disponer de los recursos técnicos y

económicos para realizarlas. Paralelamente, con la creación de las primeras salas de

exhibición, el cine se integra a la oferta de ocio y se convierte pronto en un fenómeno social y

comercial. En el cine de los pioneros la ciudad sigue siendo una presencia constante: muchas

de las primeras películas son vistas urbanas, a menudo filmadas desde vehículos en

movimiento, ya sean trenes, tranvías, automóviles, barcos... o góndolas.11

Para entender la relación que se establece desde el principio entre cine y ciudad, hay que

tener en cuenta que el cine se inventa y perfecciona en una época marcada por una

extraordinaria expansión urbana. Hacia finales del siglo XIX y comienzos del XX las

ciudades experimentan un desarrollo demográfico, económico y territorial sin precedentes,

que determina el surgimiento y la consolidación de una nueva entidad urbana, la metrópolis,

que se convierte en símbolo de la modernidad. Las reformas urbanísticas,12 la difusión de

11
En 3DQRUDPDGX*UDQG&DQDOYXG¶XQEDWHDX (1896) Alexandre Promio filmó a bordo de una góndola los
palacios del Canal Grande de Venecia, realizando el que se considera el primer travelling de la historia del cine.
³$UULYp j 9HQLVH HW PH UHQGDQW HQ EDWHDX GH OD JDUH j PRQ K{WHO VXU OH *UDQG &DQDO´ FXHQWD 3URmio en su
GLDULR ³MH UHJDUGDLV OHV ULYHV IXLU GHYDQW O¶HVTXLI HW MH SHQVDLV DORUV TXH VL OH FLQpPD LPPRELOH SHUPHW GH
reproduire des objets mobiles, on pourrait peut-rWUHUHWRXUQHUODSURSRVLWLRQHWHVVD\HUGHUHSURGXLUHjO¶DLGHGX
cinéma mobile des objeWVLPPRELOHV-HILVGHVXLWHXQHEDQGHTXHM¶HQYR\DLj/\RQDYHFSULqUHGHPHGLUHFH
TXH0/RXLV/XPLqUHSHQVDLWGHFHWHVVDL/DUpSRQVHIXWIDYRUDEOH´  
12
Cabe señalar la reforma de París emprendida en la segunda mitad del siglo XIX por el préfet de la Seine
Georges Eugène Haussmann, bajo el mandato de Napoleón III. Los grands travaux de transformación urbana
realizados entre 1853 y 1870 en la capital francesa incluyeron la apertura de una red de bulevares en el corazón
del núcleo medieval de la ciudad, la instalación de modernos sistemas de alcantarillado y de abastecimiento de
agua, y la construcción de mercados centrales, parques públicos y grandes palacios destinados a la cultura. La
substitución del trazado medieval de París por un sistema de grandes avenidas no fue motivada sólamente por la
necesidad de modernizar, higienizar y embellecer la ciudad, sino también por razones represivas: las nuevas
calles, rectas y anchas, impedirían la construcción de barricadas y facilitarían el desplazamiento del ejército en el
caso de que se produjeran insurrecciones populares como las de 1830 o de 1848. Como afirmó Walter Benjamin,
³7KHWUXHJRDORI+DXVVPDQQ¶VSURMHFWVZDVWRVHFXUHWKHFLW\DJDLQVWFLYLOZDU+HZDQWHGWRPDNHWKHHUHFWLRQ

17
medios de transporte rápidos y masivos (trenes, tranvías, metros), el automóvil, la

electricidad, las nuevas tecnologías constructivas, el desarrollo del capitalismo, la aparición

de una incipiente sociedad de consumo, la producción industrial en serie y la invención de

nuevos medios de comunicación (teléfono, radio), modifican radicalmente no sólo la

fisonomía de las urbes y la manera de vivir en ellas, sino también la forma de percibir la

UHDOLGDG 'H DFXHUGR FRQ 7XUYH\ ³UHDOLW\ ZDV QR ORQJHU SHUFHSWXDOO\ H[SHULHQFHG as a

smooth, spatiotemporal continuum, but rather as dynamic and fragmented, as constantly

FKDQJLQJDQGVXVFHSWLEOHWRYLROHQWUXSWXUH´  (QODVFLXGDGHVVXUJHQQXHYRVHVSDFLRVGH

sociabilidad y de consumo, que el cine retratará en numerosas películas: bulevares bordeados

de tiendas, restaurantes y cafés con terrazas, grandes almacenes, hoteles, galerías comerciales,

parques de atracciones, pabellones de exposiciones universales, mercados cubiertos en hierro

y cristal. Como observa Singer,

&LWLHV « had never been nearly as busy as they rapidly became just before the

WXUQRIWKHFHQWXU\7KHVXGGHQLQFUHDVHLQXUEDQSRSXODWLRQ « WKHHVFDODWLRQRI

commercial activity, the proliferation of signs, and the new density and

FRPSOH[LW\RIVWUHHWWUDIILF «) made the city a much more crowded, chaotic and

stimulating environment than it had ever been in the past. (73)

Al mismo tiempo que se producen estas transformaciones, se manifiesta un fuerte interés por

como el espacio metropolitano y la vida moderna afectan a los individuos. La ciudad es objeto

of barricades in Paris impossible for all time. Widening the streets is designed to make the erection of barricades
LPSRVVLEOH DQG QHZ VWUHHWV DUH WR IXUQLVK WKH VKRUWHVW URXWH EHWZHHQ WKH EDUUDFNV DQG WKH ZRUNHUV¶ GLVWULFWV
&RQWHPSRUDULHV FKULVWHQ WKH RSHUDWLRQ µVWUDWHJLF HPEHOOLVKPHQW¶´   /D LQIOXHQFLD GH OD REUD GH
+DXVVPDQQ IXHH[WUDRUGLQDULDWDQWRGHQWURFRPR IXHUDGH (XURSD³+DFLDHO PRGHORGH+DXVVPDQQHUD
generalmente aclamado como el modelo mismo del urbanismo moderno. Como tal, no tardó en ser impuesto a
ODV FLXGDGHV TXH VXUJtDQ R VH H[WHQGtDQ HQ WRGRV ORV ULQFRQHV GHO PXQGR GHVGH 6DQWLDJR D 6DLJyQ´ %HUPDQ
151).

18
de reflexión privilegiado no solamente por filósofos y sociólogos, sino también por parte de

poetas y escritores. Varios autores coinciden en establecer una correspondencia entre el ritmo

frenético de la urbe moderna y la rapidez con la que las imágenes se suceden en una película.

Ezra Pound, por ejemplo, observa que la vida en la ciudad, a diferencia de la vida en el

FDPSRWLHQHXQDQDWXUDOH]DFLQHPDWRJUiILFD³7KHOLIHRIWKHYLOODJHLVQDUUDWLYH  ,QDFLWy

WKH YLVXDO LPSUHVVLRQV VXFFHHG HDFK RWKHU RYHUODS RYHUFURVV WKH\ DUH FLQHPDWRJUDSKLF´

(110). Para Tristan Tzara, el Berlín de principios del siglo XX cambia de manera tan

vertiginosa que le parece vivir en ³DVHULDO ILOP  (YHQWV DUHXQUDYHOOLQJVo rapidly that I

KDYHWKHLPSUHVVLRQWKDWWKHZKROHRI*HUPDQ\LVDFWLQJLQIURQWRIDQHQRUPRXVOHQV´ FLWen

Metken 29).13 Mayakovski, por su parte, evidencia como los avances tecnológicos y los

nuevos medios de transporte han transformado la vida del individuo en la ciudad moderna,

convirtiéndola en una experiencia cinematográfica:

Hoy los trenes y los aeroplanos han borrado la distancia, los periódicos aportan

cotidianamente las noticias sangrientas de las pequeñas y las grandes guerras, se

puede caminar por las calles durante un año entero y no encontrar dos veces el

mismo rostro. De ahí el nerviosismo, la violencia del hombre de hoy. Sus dramas

son las chispas impetuosas pero breves del magnesio, su alegría se apaga en

quince minutos, como en el cinematógrafo. (202)

13
De hecho, entre finales del siglo XIX y principios del XX, Berlín experimentó un crecimiento demográfico y
un desarrollo urbanísticRH[WUDRUGLQDULRVVLHQFRQWDEDFRQ³VyOR´PHGLRPLOOyQGHUHVLGHQWHVHQVXV
habitantes pasaron a ser un millón, y en 1900 alcanzaron la cota de dos millones; en 1920, finalmente, tras la
anexión de los municipios circundantes, el Gran Berlín llegó a albergar cuatro millones de habitantes,
convirtiéndose en la ciudad más grande del mundo después de Londres y Nueva York (Mendes-Flohr 31). En los
DxRVYHLQWHSXHVODFDSLWDODOHPDQDVHDILUPyFRPR³WKHSDUDJRQRIXUEDQOLYLQJ  WKHPRVW$PHULcan city in
(XURSH´ .DHV 

19
En la misma línea, el escritor francés Octave Mirbeau ±cuya novela /HMRXUQDOG¶XQHIHPPH

de chambre (1900) fue llevada al cine por Jean Renoir y Luis Buñuel± compara la experiencia

GHYLDMDUHQDXWRPyYLOFRQODGHYHUXQDSHOtFXOD³/DYLe de partout se précipite, se bouscule,

DQLPpH G¶XQ PRXYHPHQW IRX G¶XQ PRXYHPHQW GH FKDUJH GH FDYDOHULH HW GLVSDUDvW

cinématographiquement, comme les arbres, les haies, les murs, les silhouettes qui bordent la

URXWH«´  14 Los fragmentos de estos autores nos recuerdan la descripción de la vida

moderna que hace el sociólogo Georg Simmel en su clásico ensayo Die Großstädte und das

Geistesleben (La metrópolis y la vida mental, 1903). Para Simmel, vivir en la metrópolis

FRPSRUWD XQ ³acrecentamiento de la vida nerviosa, que tiene su origen en el rápido e

LQLQWHUUXPSLGR LQWHUFDPELR GH LPSUHVLRQHV H[WHUQDV H LQWHUQDV´  FXUVLYD RULJLQDO  (O

sociólogo alemán identifica en la multiplicidad y en el ritmo acelerado de los estímulos

sensoriales uno de los rasgos que diferencian la vida metropolitana de la vida aldeana y rural.

(QHVWD~OWLPDREVHUYD³WDQWRHOULWPRGHODYLGDFRPRDTXHOTXHHVSURSLRDODVLPiJHQHV

VHQVRULDOHV\PHQWDOHVIOX\HGHPDQHUDPiVWUDQTXLOD\KRPRJpQHD´  3DUDKDFHUIUHQWHD

los estímulos violentos e incesantes del entorno urbano, el habitante de la ciudad desarrolla

desde los primeros años de vida una actitud blasée. La esencia de esta disposición psíquica

UHVLGHHQOD³LQFDSDFLGDGSDUDUHDFFLRQDUDQWHQXHYDVVLWXDFLRQHVFRQODHQHUJtDVXILFLHQWH´\

HQODLQGLIHUHQFLDKDFLDODVFXDOLGDGHV\HOYDORUGHODVFRVDVpVWDV³VHSUHVHQWDQDODSHUVRQD

blasée EDMRXQWRQRJULVHLQGLIHUHQFLDGR1LQJ~QREMHWRPHUHFHSUHIHUHQFLDVREUHRWUR´  

Sin profundizar en esta teoría, lo que me interesa destacar es que, como también señala

Donald (74), Simmel describe la experiencia de la vida moderna de manera esencialmente

FLQHPDWRJUiILFDHOLQGLYLGXRDILUPDVHHQFXHQWUDOLWHUDOPHQWHERPEDUGHDGRSRU³HOWXPXOWR

apresurado de impresiones inesperadas, la aglomeración de imágenes cambiantes y la tajante

14
6HJ~Q%ULDQ/DGG³WKHELUWKRIWKHPRWLRQSLFWXUH>FDQ¶W@EHVHSDUDWHGIURPWKHYLHZWKURXJKWKHZLQGVKLHOG
the automobile turned the landscape into a movie at the very time that film cameras began to capture automotive
VSHHG´  

20
GLVFRQWLQXLGDG GH WRGR OR TXH FDSWD XQD VROD PLUDGD´   (O ³DFUHFHQWDPLHQWR GH OD YLGD

QHUYLRVD´WHRUL]DGRSRU6LPPHOVHUHODFLRQDDVLPLVPRFRQHOFRQFHSWRGHshock desarrollado

por Walter Benjamin en su estudio sobre la poesía de Baudelaire para describir la experiencia

GHODPRGHUQLGDG³0RYLQJWKURXJKWUDIILF´REVHUYD%HQMDPLQ³LQYROYHVWKHLQGLYLGXDOLQD

series of shocks and collisions. At dangerous intersections, nervous impulses flow through

KLPLQ UDSLG VXFFHVVLRQOLNHWKHHQHUJ\IURP D EDWWHU\´   <PiVDGHODQWH ³7KH

shock experience [Chockerlebnis] which the passer-by has in the crowd corresponds to the

LVRODWHG µH[SHULHQFHV¶ RI WKH ZRUNHU DW KLV PDFKLQH´   3DUD %HQMamin, la violenta

estimulación sensorial que caracteriza la vida moderna ha determinado no sólo nuevos hábitos

perceptivos, sino también una necesidad muy fuerte de estímulos siempre cambiantes, y el

cine es la forma artística más adecuada para satisfacerlD³There came a day when a new and

urgent need for stimuli was met by the film. In a film, perception conditioned by shock

[chockformige Wahrnehmung@ ZDV HVWDEOLVKHG DV D IRUPDO SULQFLSOH´  15 En otras

palabras, el cine, por su naturaleza discontinua y fragmentaria, proporciona al individuo una

serie de shocks de cualidad análoga a los que experimenta el transeúnte en el tráfico de la gran

ciudad o el obrero en la cadena de montaje.

Por otro lado, los artistas y los escritores se enfrentan al reto de representar la nueva

ciudad moderna, una realidad que ya no puede ser representada mediante las fórmulas

tradicionales. ¿Cómo pintar o narrar el ritmo frenético del tráfico urbano, el bullicio de las

multitudes en las calles, la profusión de estímulos sensoriales que proporciona la naciente

metrópolis? ¿&yPRGDUFXHQWDGH³ODPHWDPRUIRVLVFRWLGLDQDGHODVFRVDVH[WHULRUHV´\GH³OD

15
En la misma línea, en una de las notas a su famoso ensayo Das Kunstwerk im Zeitalter seiner technischen
Reproduzierbarkeit (La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, 1936), Benjamin observa:
³)LOPLVWKHDUWIRUPFRUUHVSRQGLQJWRWKHLQFUHDVHGWKUHDWWROLIHWKDWIDFHVSHRSOHWRGD\+XPDQLW\¶VQHHGWR
expose itself to shock effects represents an adaptation to the dangers threatening it. Film corresponds to profound
changes in the apparatus of apperception ± changes that are experienced on the scale of private existence by each
passerby in big-city traffic, and on a historical scale by every present-GD\FLWL]HQ´  

21
EHOOH]DSDVDMHUDIXJD]GHODYLGDSUHVHQWH´" %DXGHODLUH (QHOFDPSRGHOD

pintura, las vanguardias rechazan las viejas convenciones artísticas y desarrollan nuevas

estrategias para captar y reproducir el carácter dinámico y fragmentario de la vida moderna.

Los cubistas rompen con la perspectiva, el punto de vista único y la tridimensionalidad que se

habían mantenido en la tradición pictórica occidental desde el Renacimiento y optan por

representar los objetos desde múltiples puntos de vista, ninguno de los cuales tiene autoridad

exclusiva. De esta manera, introducen en la pintura una cuarta dimensión ±el tiempo± y un

concepto que guarda una estrecha relación con la vida moderna: la simultaneidad (Giedion

434). Los futuristas italianos buscan representar el movimiento incesante y el ritmo acelerado

de la gran ciudad mediante los contrastes cromáticos, la reiteración de las formas, la

fragmentación de los objetos y la intersección de diferentes planos espaciales. Sus obras

H[SUHVDQ³WKHEHZLOGHULQJFKDQJHVLQYLVXDOVHQVDWLRQZKLFKZHUHWKRXJKWW\SLFDORIWKHFLW\

as we enter into the overwhelming vortex of modernity through its crowds, its automobiles, its

telegraphs, its bare lower-class neighbourhoods, its sounds, its shrieks, its violence, its

FUXHOWLHV LWV F\QLFLVP LWV LPSODFDEOH FDUHHULVP´ %XWOHU   (Q %DUFHORQD ORV SLQWRUHV

uruguayo-catalanes Joaquín Torres García y Rafael Barradas desarrollan el vibracionisme,

XQD VtQWHVLV RULJLQDO GH ODV SURSXHVWDV FXELVWDV \ IXWXULVWDV SRU OD TXH WUDWDQ GH ³FRSVDU HO

GLQDPLVPHGHODYLGDPRGHUQDOHVµYLEUDFLRQV¶SHUFHSWLEOHVHQO¶DWPRVIHUDGHOHVFLXWDWVDPE

els seuV DQXQFLV FULGDQHUV HO FRQWLQXDW WUjIHF GHOV PLWMDQV GH WUDQVSRUW FROÂOHFWLXV R

SDUWLFXODUV´ -DUGt  16 Los escritores, por su parte, rompen con las convenciones de la

16
Torres García define el vibracionisme GH OD VLJXLHQWH PDQHUD ³(O YLEUDFLRQLVPR HV SXHV FLHUWR
MOVIMIENTO que se determina fatalmente por el paso de una sensación de color a otra correspondiente,
siendo cada uno de estos acordes diversas notas de armonía, distintas, fundidas entre sí por acordes más sordos,
en gradación cada vez más opaca. Otro aspecto: consideremos la forma GEOMETRIZADA. Tal círculo está
formado por una serie de ángulos, tal forma irregular nos la da un rectángulo, tal objeto estará sólo iniciado: es
que cada forma de ésas buscará complementarse o rectificarse en EL ESPECTADOR, y así logra el artista otro
modo de vibración, algo viviente, QUE NO DARIAN LOS OBJETOS REPRESENTADOS NORMALMENTE
2 &203/(726´ 7RUUHV *DUFtD  cursivas y mayúsculas del original). Para una panorámica sobre este

22
novela decimonónica, concientes de que la complejidad de la vida moderna no puede ser

expresada mediante las técnicas narrativas tradicionales.17 Esta ruptura se manifiesta en la

discontinuidad narrativa, en la fragmentación del tiempo y del espacio, en la simultaneidad y

en la pluralidad de puntos de vista que encontramos, por ejemplo, en Ulysses (1922) de James

Joyce, Mrs Dalloway (1925) de Virginia Woolf, Manhattan Transfer (1925) de John Dos

Passos o Berlin Alexanderplatz (1929) de Alfred Döblin. En estas novelas la visión de la

ciudad no resulta de la descripción exhaustiva de los lugares donde transcurre la historia,

como en la novela decimonónica, sino de la acumulación de datos fragmentarios: situaciones,

impresiones, sensaciones, olores, ruidos y memorias que se suceden en el texto de manera

brusca y aparentemente caótica.18 La fragmentariedad de la narración refleja la multiplicidad

de estímulos sensoriales (Simmel) o de shocks (Benjamin) que caracteriza la experiencia de la

ciudad moderna. Paralelamente a las vanguardias artísticas y literarias, tal y como señala

Kern, en el campo de OD P~VLFD ³PDQ\ FRPSRVHUV FRQVFLRXVO\ ZURWH PXVLF WR UHIOHFW D

FKDQJLQJ ZRUOG´ /RV QXHYRV ULWPRV GHO jazz, del ragtime y de las composiciones de

vanguardia expresan el tempo acelerado de la vida moderna: ³WKH PL[WXUH RI V\QFRSDWLRQ

irregularity, and new percussive textures gave an overall impression of the hurry and

unpredictability of contemporary OLIH´ (123).19 Sin embargo, ninguna disciplina artística podía

PRYLPLHQWR YpDVH 7UHQF (OLVpH ³/¶DYDQW-garde plastique à Barcelone, le vibracionisme, Barradas et Torres-
García (1916- ´(Q6DODQ6HUJH\(OLVpH7UHQF HGV Les avant-gardes en Catalogne. París: Presses de la
Sorbonne Nouvelle, 1995.
17
Ya Baudelaire, en la dedicatoria de Le Spleen de Paris (1869), había afirmado que la descripción de la vida
PRGHUQD UHTXHUtD OD LQYHQFLyQ GH XQ QXHYR OHQJXDMH ³XQD SURVD SRpWLFD PXVLFDO SHUR VLQ ULWPR QL ULPD
suficientemente flexible y contrastada como para poder adaptarse a los movimientos líricos del alma, a las
RQGXODFLRQHVGHOVXHxRDORVVREUHVDOWRVGHODFRQFLHQFLD´  
18
Para un análisis detallado de las diferencias entre la representación de la ciudad en la novela decimonónica y
en la novela modernista anglosajona véase el capítulo 3 del excelente estudio de Stephen Kern, The modernist
novel: A critical introduction (2011).
19
Ya en 1921 T.S. Eliot había establecido una conexión entre los nuevos lenguajes musicales y la vida moderna,
al señalar que en Le Sacre du printemps Ígor Stravinski había transformado en música ³the scream of the motor

23
representar el dinamismo de la naciente metrópolis con más eficacia del cine. El séptimo arte,

el primero capaz de reproducir el movimiento, era el medio ideal para captar un paisaje

urbano que se encontraba en constante transformación. En los inicios del cine, los pioneros se

limitan a instalar la cámara en la calle y a filmar, ateniéndose a un punto de vista frontal e

inmóvil y a una única toma, el fluir incesante de las multitudes y de los medios de transporte

±el ejemplo más conocido son las ya citadas vistas urbanas grabadas por los hermanos

Lumière y por sus operadores. Sin embargo, al cabo de unos pocos años, los cineastas

introducen nuevos recursos técnicos ±los movimientos de cámara, las tipologías de planos, los

ángulos de toma y el montaje, entre otros± que le permiten abandonar la cámara fija y

representar el ritmo acelerado y los espacios fragmentarios de la ciudad desde diferentes

SXQWRV GH YLVWD (O PHMRU HMHPSOR GH HOOR VRQ ODV ³VLQIRQtDV XUEDQDV´ GH ORV DxRV YHLQWH$

WUDYpVGHOPRQWDMHREVHUYD0LQGHQHOFLQHFRQVLJXHH[SUHVDU³the visual experience of being

LQ D FLW\´ concretamente ³D VXFFHVVLRQ RI GLIIHUHQW LPDJHV DQG DQJOHV FRQVWUXFWLQJ D

perception in strong contrast to the unifying and uniform perception of a village or a

landscape; a perception radically more rapid and less continuous than that encouraged by the

traditional formV RI OLWHUDWXUH VFXOSWXUH DQG SDLQWLQJ´20 Mientras que las formas artísticas

WUDGLFLRQDOHV ³KDYH WR EUHDN WKHPVHOYHV XS LQ RUGHU WR DFKLHYH WKLV VRUW RI SHUFHSWLRQ´ ±

pensemos en los cuadros cubistas y futuristas o en el Ulysses de James Joyce± ³FLQHPD LV

FRQVWLWXWLRQDOO\DEOHWRZRUNZLWKWKLVVRUWRUPHGLXPRUODQJXDJH´  $GHPiVJUDFLDVDO

montaje, a los movimientos de la cámara, a las técnicas de slow motion y time-lapse, y a la

posibilidad de seleccionar diferentes tamaños y angulaciones de plano, el cine revela al

espectador aspectos y detalles de la ciudad invisibles a simple vista, ampliando así su

horn, the rattle of machinery, the grind of wheels, the beating of iron and steel, the roar of the underground
railway, and the other barbaric cries of modern life´  
20
Las palabras de Minden recuerdan a las de Pound que hemos citado anteriormente: ³7KHOLIHRIWKHYLOODJHLV
QDUUDWLYH  ,QDFLW\WKHYLVXDOLPSUHVVLRQVVXFFHHGHDFKRWKHURYHUODSRYHUFURVVWKH\DUHFLQHPDWRJUDSKLF´.

24
percepción y su experiencia del espacio urbano. En un famoso pasaje de La obra de arte en la

época de su reproductibilidad técnica (1936), Walter Benjamin subraya esta capacidad

reveladora de la cámara, comparando el cine con una dinamita que, al hacer explotar el

mundo tal como nos aparece habitualmente, nos descubre nuevas dimensiones de la realidad:

Our bars and city streets, our offices and furnished rooms, our railroad stations

and our factories seemed to close relentlessly around us. Then came film and

exploded this prison-world with the dynamite of the split second, so that now we

can set off calmly on journeys of adventure among its far-flung debris. With the

close-up, space expands; with slow motion, movement is extended. And just as

HQODUJHPHQWQRWPHUHO\FODULILHVZKDWZHVHHLQGLVWLQFWO\³LQDQ\FDVH´EXWEULQJV

to light entirely new structures of matter, slow motion not only reveals familiar

aspects of movements, but discloses quite unknown aspects within them (...)

Clearly, it is another nature which speaks to the camera as compared to the eye.

(2003: 265-66).

El cineasta soviético Dziga Vertov expresa ideas similares en sus escritos sobrHHO³FLQH-RMR´

(kino-glaz):

Nuestro ojo ve muy mal y muy poco; por ello, los hombres han imaginado el

microscopio para ver los fenómenos invisibles, han inventado el telescopio para

ver y explorar los mundos lejanos y desconocidos, han puesto a punto la cámara

para penetrar más profundamente en el mundo visible, para explorar y registrar

los hechos visuales, para no olvidar lo que ocurre y habrá que tener en cuenta en

lo sucesivo (76)

25
Para Vertov, el ojo de la cámara es más móvil y poderoso que el ojo humano, hecho que le

permite captar y mostrar la realidad desde puntos de vista inaccesibles a la visión limitada del

hombre:

Yo soy el cine-ojo. Yo soy el ojo mecánico. Yo, máquina, os muestro el mundo

como sólo yo puedo verlo. Desde ahora y para siempre, me libero de la

inmovilidad humana, estoy en el movimiento ininterrumpido, me acerco y me

DOHMR GH ORV REMHWRV PH GHVOL]R SRU GHEDMR VDOWR SRU HQFLPD GH HOORV «  PH

VXPHUMRDWRGDPDUFKDHQHOLQWHULRUGHODPXFKHGXPEUH « PHHOHYRDOPLVPR

tiempo que un aeroplano (26)

Tomando como referencia las palabras de Vertov, destacamos dos perspectivas que puede

adoptar la cámara para representar la ciudad, sobre las que volveremos más adelante en este

trabajo: la del mirón (voyeur) y la del caminante (walker). En La invención de lo cotidiano,

Michel de Certeau imagina la contemplación de Nueva York desde el último piso del World

Trade Center y distingue entre dos maneras de ver y experimentar la ciudad. Quien la mira

desde lo alto toma el punto de vista del mirón, que se separa de su espacio caótico y consigue

OHHUORFRPRVLIXHUD³XQ2MRVRODUXQDPLUDGDGHGLRV´

La agitación está detenida, un instante, por la visión. La masa gigantesca se

inmoviliza bajo la mirada. (...) El cuerpo ya no está atado por las calles que lo

llevan de un lado a otro según una ley anónima; ni poseído, jugador o pieza del

juego, por el rumor de tantas diferencias y por la nerviosidad del tránsito

26
neoyorquino. [La elevación] transforma en un texto que se tiene delante de sí,

bajo los RMRVHOPXQGRTXHKHFKL]DED\GHOFXDOTXHGDED³SRVHtGR´ -104)

(QFDPELRDORVSLHVGHOUDVFDFLHORVYLYHQORVFDPLQDQWHVRVHD³ORVSUDFWLFDQWHVRUGLQDULRV

GHODFLXGDG´  TXH H[SHULPHQWDQHO HVSDFLR XUEDQRVLQ SRGHUOROHHUFLHJRV SULVLRQHURs

del ruido y de la agitación de las calles. La cámara, por su capacidad de grabar lo visible en

movimiento y desplazarse a su vez en el espacio, puede filmar la ciudad tanto desde la

perspectiva del mirón como la del caminante o, en palabras de Vertov, sobrevolándola como

un aeroplano o sumergiéndose en la muchedumbre que agita sus calles. Así, también el

espectador cinematográfico puede ver la ciudad desde una posición elevada y alejada, que

KDFHOHJLEOHVXFRPSOHMLGDG\³SHWULILFDHQXQWH[WRWUDQVSDUHQWHVXRSDFDPRYLOLGDG´  R

experimentarla físicamente a ras del suelo como los transeúntes.

Recapitulando, a la luz de todas estas consideraciones, podemos entender cómo nace la

relación entre cine y ciudad: por un lado, el cine se desarrolla en una época de grandes

transformaciones (urbanísticas, sociales, económicas, tecnológicas) que modifican

radicalmente la fisonomía de las ciudades y la manera de percibir y experimentar el espacio

urbano; por otro, aparece como la herramienta más idónea para representar la naciente

metrópolis y el ritmo frenético de la vida moderna. Esta relación se establece en los inicios

del cine, pero se ha mantenido viva y fecunda hasta hoy, tanto que investigarla permite por un

lado recorrer la historia del séptimo arte y por otro estudiar como ha ido evolucionando la

forma della città desde finales del siglo XIX hasta la actualidad.

1.3 De la ciudad moderna a la postmetrópolis: un recorrido cinematográfico

Entre finales del siglo XIX y principios del XX, el lenguaje cinematográfico se desarrolla

paralelamente a la ciudad moderna. Como hemos señalado en el apartado anterior, desde su

27
nacimiento el cine se orienta de inmediato hacia la representación de la ciudad, considerada

como la quintaesencia de la modernidad. Las primeras películas de los Lumière, que pronto

serán imitadas por otros pioneros en todos los países del mundo, muestran escenas de vida

urbana: obreros saliendo de una fábrica (/D VRUWLH GH O¶XVLQH /XPLqUH j /\RQ), un tren

llegando a la estación (/¶DUULYpH G¶XQ WUain en gare de La Ciotat), peatones y carruajes

circulando en la calle (Place des Cordeliers à Lyon) (Fig. 9). Para realizar estos films, los

cineastas sacan la cámara a la calle y la mantienen fija en el suelo para que capte las personas

y los vehículos que discurren ante ella; la intención es probar a los espectadores que el cine, a

diferencia de la pintura y la fotografía, es capaz de registrar el movimiento. Como explica

Kracauer en Theory of film³,QWKHSULPLWLYHHUDZKHQWKHFDPHUDZDVIL[HGWRWKHground, it

was natural for film makers to concentrate on moving material phenomena; life on the screen

ZDVOLIHRQO\LILWPDQLIHVWHGLWVHOIWKURXJKH[WHUQDORUµREMHFWLYH¶PRWLRQ´ -34). Gracias

al ingenio de los primeros cineastas, sin embargo, el cine evoluciona rápidamente y empieza a

dotarse de un lenguaje propio que le permite mostrar la ciudad desde perspectivas inéditas.

Tan pronto como en 1896, la cámara empieza ya a moverse: primero girando sobre su punto

de apoyo (panorámica) y luego desplazándose a bordo de trenes, tranvías y otros vehículos

(travelling), dando al espectador la impresión de estar viendo el paisaje urbano desde uno de

estos medios de transporte. En los años siguientes, se logran otros avances técnicos: se

perfeccionan los movimientos de cámara, se definen los tipos de planos y de angulaciones, se

GHVFXEUHQ ODV SRVLELOLGDGHV H[SUHVLYDV TXH RIUHFH HO PRQWDMH ³$V FLQHPDWLF WHFKQLTXHV

GHYHORSHG´ REVHUYD .UDFDXHU ³ILOPV LQFUHDVLQJO\ GUHZ RQ FDPHUD PRELOLW\ DQG HGLWLQJ

devices (...) Although their strength still lay in the rendering of movements inaccessible to

other media, these movements were no longer necessarily objective. In the technically mature

ILOPµVXEMHFWLYH¶PRYHPHQWV±movements, that is, which the spectator is invited to execute±

FRQVWDQWO\FRPSHWHZLWKREMHFWLYHRQHV´  (QORVDxRVYHLQWHHOOHQJXDMHFLQHPDWRJUiILFR

28
alcanza su madurez y el cine mudo vive su edad dorada; en la misma época, superada la crisis

consiguiente a la Gran Guerra, se reanudan el crecimiento urbano y el desarrollo industrial.

Para las grandes ciudades de Europa, y sobre todo de Estados Unidos, es un período de

relativa prosperidad económica y de vida alegre y despreocupada. La madurez del lenguaje

cinematográfico y el optimismo que se respiUDED HQ ORV ³IHOLFHV YHLQWH´ VH H[SUHVDQ HQ XQ

QXHYRJpQHURItOPLFRHOGHODV³VLQIRQtDVXUEDQDV´SHOtFXODVTXHUHWUDWDQXQGtDWtSLFRHQOD

vida de una gran ciudad, documentando las distintas facetas de la urbe: desde las formas

arquitectónicas y los medios de transporte hasta las actividades diurnas y nocturnas de sus

habitantes. En ellas una amplia gama de recursos cinematográficos ±movimientos de cámara,

planos generales y primeros planos, montaje, ralentí, aceleración, sobreimpresiones, fundidos,

disolvencias...± es empleada para mostrar y celebrar los nuevos espacios, ritmos y

H[SHULHQFLDV GH OD FLXGDG PRGHUQD /D GHQRPLQDFLyQ GH ³VLQIRQtDV XUEDQDV´ SURFHGH GHO

título del film de Walter Ruttmann Berlin: Die Sinfonie der Grosstadt (Berlín: sinfonía de una

ciudad, 1927), que retrata el transcurso de un día en la capital alemana desde las primeras

horas de la madrugada hasta las últimas de la noche. La estructura de la película, además,

reproduce los movimientos que componen una sinfonía (sobre ese punto véase Mast y Kewin

168-69).21 En los años veinte y treinta las sinfonías urbanas invadieron literalmente las

pantallas cinematográficas: sin exagerar, puede decirse que cada gran ciudad de la época tiene

su propia sinfonía.22 Además de la película de Ruttmann, cabe destacar Manhatta (1921) de

21
También Lewis Mumford en The Culture of Cities (1938) utiliza la metáfora musical de la sinfonía para
describir la vida en la ciudad moderna: ³Through its complex orchestration of time and space, no less than
through the social division of labour, life in the city takes on the character of a symphony: specialized human
aptitudes, specialized instruments, give rise to sonorous results which, neither in volume nor in quality, could be
DFKLHYHGE\DQ\VLQJOHSLHFH´ (4).
22
Solo por citar algunas: Amsterdam y Regen (Joris Ivens, 1929); Belgrado y Beograd prestonica Jugoslavije
(Vojin Djordjevic, 1932); Chicago y Halsted Street (Conrad Friberg, 1934); Lisboa y Lisboa, Crónica Anedótica
(José Leitão de Barros, 1930); Marsella y Impressionen vom alten Marseiller Hafen (Vieux Port) (László
Moholy-Nagy, 1929); Milán y Stramilano &RUUDGR'¶(UULFR 0RVF~\Moscú (Mikhail Kaufman, 1926);

29
Paul Strand y Charles Sheeler, que propone una visión lírica de Nueva York inspirada en la

poesía de Walt Whitman; Rien que les heures (1926), rodada a lo largo de un día en las calles

de París por el brasileño Alberto Cavalcanti, y sobre todo Chelovek s kinoapparatom (El

hombre de la cámara, 1929), en la que Dziga Vertov exalta tanto la moderna urbe soviética

FRPRHOSRGHUGHODFiPDUD HO³FLQH-RMR´ SDUDFDSWDUODUHDOLGDG(VWDVFLQWDVFRLQFLGHQHQ

celebrar las oportunidades que la ciudad ofrece en términos de progreso, movilidad, empleo,

diversión, libertad individual y colectiva. Sin embargo, no todas las películas de los años

YHLQWH FRPSDUWHQ HVWD YLVLyQ RSWLPLVWD GH OD XUEH (Q HO FLQH H[SUHVLRQLVWD DOHPiQ ³WKH

metropolis is no longer a place for the idler searching for amusement, excitement and

diversion, but a horror-VFHQDULR IRU LWV IULJKWHQHG DQG WKUHDWHQHG LQKDELWDQWV´ :HLKVPDQQ

1997: 12). La ciudad se pobla de seres inquietantes y amenazadores: criminales (Mabuse),

locos asesinos (Caligari, Jack el Destripador), monstruos (Golem) y vampiros (Nosferatu), en

los que Kracauer ha visto una premonición de Hitler. Films como Das Cabinet des Dr.

Caligari (El gabinete del doctor Caligari, 1920) de Robert Wiene, Dr. Mabuse, der Spieler

(El doctor Mabuse, 1922) de Fritz Lang o Die Straße (La calle, 1923) de Karl Grune, reflejan

en un espejo deformador la incertidumbre y los miedos de la población alemana durante la

República de Weimar, en un país humillado por la derrota en la Primera Guerra Mundial y

agitado por profundas tensiones políticas y sociales que propiciarán el advenimiento del

nazismo (Fig. 10).

Praga y Praha v zári svetel (Svatopluk Innemann, 1928); São Paulo y São Paulo, Sinfonia da Metrópole
(Adalberto Kemeny y Rudolf Rex Lustig, 1929); Tokio y Tokai kokyogaku (Kenji Mizoguchi, 1929). También
Barcelona cuenta con su propia sinfonía urbana, realizada en un momento tan delicado como la inmediata
posguerra: Barcelona, ritmo de un día, dirigida por Antonio Román en 1939 e incorporada al catálogo de Cifesa
para la temporada 1940-41. La película, cuyo título imita el de Berlín: sinfonía de una ciudad de Walter
Ruttmann, es un retrato edulcorado de la capital catalana que pone el énfasis en su puerto, sus industrias y su
animada vida nocturna, evitando cualquier referencia a los daños provocados por la Guerra Civil y a la dureza de
la posguerra. Sobre Antonio Román véase Coira, Pepe. Antonio Román: un cineasta de la posguerra. Madrid:
Editorial Complutense, 2004.

30
Entre finales de los años veinte y principios de los treinta se produce un cambio de

importancia crucial en la historia del cine: el paso del mudo al sonoro. The jazz singer,

dirigida por Alan Crosland y estrenada el 6 de octubre de 1927, marca el inicio de la era de

los talkies. Con la llegada del sonido, no sólo los actores sino también las ciudades comienzan

D³KDEODU´ODVSHOtFXODVGHDPELHQWDFLyQXUEDQDGHKHFKRVHYHQSURQWRHQULTXHFLGDVSRUOD

incorporación de una serie de ruidos ±el murmullo de la multitud, las sirenas de las

ambulancias o de la policía, el rugido del metro, los cláxones, el chirrido de los frenos y el

ronroneo del motor de los coches, etc.± que reproducen el caos y el estruendo típicos de la

JUDQFLXGDG&RPRVHxDOD0LFKHO&KLRQ³LOVXIILWG¶XQHFDFRSKRQLHGHWURLVRXTXDWUHWRQV

différents de klaxon pour évoquer la multiplicité, le croisement de destins individuels non

FRRUGRQQpVOHUpVHDXGHWUDMHWVDQRQ\PHVTXLVRQWFDUDFWpULVWLTXHVGHODYLOOH´ -44).

A partir de este momento, además, se hará habitual, sobre todo en el cine hollywoodiense, el

uso de estereotipos musicales en la UHSUHVHQWDFLyQ GH GHWHUPLQDGDV FLXGDGHV ³3DULV HVW XQ

VRQG¶DFFRUGpRQ9LHQQHXQHPpORGLHGHFLWKDUH GHSXLVLe troisième homme) et des sons de

PDQGROLQH RX GH FKDQW WpQRULVDQW UHPSOLVVHQW O¶pFUDQ GH O¶DLU G¶XQH YLOOH G¶,WDOLH 8QH

trompette ou un saxophone solo (...) ont souvent signifié dans le film noir la solitude des

FLWpV´ &KLRQ 23 El advenimiento del cine sonoro coincidió con la crisis económica

de 1929, que, originada por la caída de la bolsa de Wall Street, se extendió en un breve lapso

de tiempo a todos los países capitalistas. La llamada Gran Depresión, que se prolongó hasta la

Segunda Guerra Mundial, tuvo un impacto devastador: la producción industrial cayó, la

construcción se paralizó, miles de bancos y empresas quebraron, el desempleo llegó a niveles

VLQSUHFHGHQWHV(ORSWLPLVPR\HOUHODWLYRELHQHVWDUGHORV³IHOLFHVYHLQWH´GHMDURQSDVRDOD

miseria y la desesperación. Los efectos de la crisis se manifestaron con mayor virulencia en

las grandes ciudades: las calles se llenaron de masas de parados buscando trabajo o haciendo

23
Volveremos sobre el papel del sonido en la representación cinematográfica de la ciudad en el capítulo 3, en el
análisis del film Umbracle (1972) de Pere Portabella.

31
FRODSDUDUHFLELUXQDUDFLyQGHSDQKXERKXHOJDVGLVWXUELRV \³PDUFKDV GHOKDPEUH´HQHO

extrarradio surgieron barrios de chabolas en las que se hacinaban centenares de familias

arruinadas por la crisis. Varias películas de los años treinta ofrecen un valioso testimonio de

las duras condiciones en las que se vivía en las ciudades durante la Gran Depresión: Kuhle

Wampe (1932) de Slatan Dudow, con la participación de Bertolt Brecht como guionista, narra

el drama de una familia proletaria de Berlín afectada por el paro y obligada a trasladarse a un

campamento de barracas en las afueras de la capital alemana; Sonnenstrahl (Rayo de sol,

1933) de Pál Fejös muestra los efectos devastadores del paro y la miseria en el proletariado

vienés; Heroes for sale (1933) de William Wellman es un crudo retrato de Chicago en 1932,

en el peor momento de la crisis: hambre, desempleo, largas colas ante los comedores sociales,

enfrentamientos entre trabajadores y policía; 0DQ¶V FDVWOH (1933) de Frank Borzage se

desarrolla en una hooverville24 ±construida ex profeso en los estudios para el rodaje± en el

Lower East Side de Manhattan, entre parados y marginados (Fig. 11). En las grandes ciudades

de Estados Unidos la crisis trajo consigo también un fuerte aumento de las actividades ilícitas

(prostitución, usura, extorsión, tráfico de alcohol y drogas) y un recrudecimiento del

gangsterismo, fenómenos que quedarán reflejados en numerosas películas de la época, como

por ejemplo Little Caesar (1931) de Mervyn LeRoy, The public enemy (1931) de William

Wellman y Scarface (1932) de Howard Hawks (Fig. 12). En estas cintas la ciudad es

representada como un lugar peligroso, cruel e inhóspito, en el que el ascenso social y el sueño

americano de la prosperity sólo pueden conseguirse mediante la violencia y el crimen.

24
Así fueron llamados los barrios de chabolas surgidos en la periferia y en los solares de las grandes ciudades de
Estados Unidos durante la Gran Depresión. El nombre era un irónico tributo al presidente Herbert Hoover, que,
en su discurso de aceptación de la candidatura republicana en las elecciones de 1928, justo antes del estallido de
la crisis, había profetizado a los ciudadanos norteamericanos la pronta desaparición del paro y de la pobreza:
³8QHPSOR\PHQWLQWKHVHQVHRIGLVWUHVVLVZLGHO\GLVDSSHDULQJ  :HLQ$PHULFDWRGD\DUHQHDUHUWRWKHILQDO
WULXPSKRYHUSRYHUW\WKDQHYHUEHIRUHLQWKHKLVWRU\RIDQ\ODQG7KHSRRUKRXVHLVYDQLVKLQJIURPDPRQJXV´
(Hoover 503).

32
Durante la Segunda Guerra Mundial las ciudades se convirtieron en objetivos militares

y fueron sometidas a bombardeos aéreos masivos que alteraron de manera irreversible su

fisonomía.25 El cine de la posguerra abunda en imágenes de urbes parcial o totalmente

destruidas por las bombas: Berlín en A foreign affair (Billy Wilder, 1948), Berlin Express

(Jacques Tourneur, 1948) y Germania anno zero (Roberto Rossellini, 1948); Londres en

Night and the City (Jules Dassin, 1950); Hiroshima en Hiroshima mon amour (Alain Resnais,

1959); Nápoles en Paisá (Roberto Rossellini, 1946); Roma en Roma città aperta (Roberto

Rossellini, 1945); Varsovia en Kanal (Andrzej Wajda, 1957) y Viena en The third man (Carol

Reed, 1949). En Alemania, uno de los países más castigados por el conflicto mundial,26 surge

un nuevo género fílmico, el Trümmerfilm ³ILOP GH HVFRPEURV´  FX\R leitmotiv es la

representación de las ruinas de las ciudades alemanas arrasadas por los bombardeos. A este

género pertenecen, entre otras, las películas Die Mörder sind unter uns (Los asesinos están

entre nosotros, 1946) de Wolfgang Staudte y Irgendwo in Berlin (En algún lugar en Berlín,

1946) de Gerhard Lamprecht, en las que el paisaje devastado de Berlín se convierte en

símbolo de un entero país material y psicológicamente destruido. En Japón, por otra parte, las

ruinas de Hiroshima y Nagasaki son el marco en el que se desarrollan las películas del

hibakusha eiga ³FLQHVREUHODVYtFWLPDVGHODERPED´), que se centran en la vida cotidiana de

los hibakusha, los supervivientes del holocausto nuclear. Entre ellas, cabe destacar Genbaku

25
Cabe señalar que el bombardeo estratégico de ciudades fue practicado por primera vez de forma sistemática en
la guerra civil española. Tras el ensayo de la Luftwaffe en Gernika, Barcelona fue la primera gran ciudad de la
historia que fue sometida a un bombardeo masivo y continuo con el fin de aterrorizar a la población civil
(Villarroya).
26
En su ensayo Luftkrieg und Literatur (Sobre la historia natural de la destrucción, 1999), W. G. Sebald nos da
la medida de la devastación sin precedentes que sufrió Alemania durante la Segunda Guerra Mundial: los
bombardeos aliados destruyeron 131 ciudades, mataron a 600.000 civiles y arrasaron tres millones y medio de
viviendas, dejando sin techo a siete millones y medio de personas. Al final de la guerra, a cada habitante de
Colonia le correspondieron 31,4 metros cúbicos de escombros, y a cada uno de Dresde 42,8 (Sebald 13).

33
no Ko (Los niños de Hiroshima, 1952) de Kaneto Shindo y Nagasaki no Kane (Las campanas

de Nagasaki GH+LGHRƿED27

Después de la Segunda Guerra Mundial empieza una etapa de reconstrucción acelerada

y de intenso desarrollo urbanístico, que transforma radicalmente la forma de las ciudades y la

manera de vivir en ellas, incluso en países que no han sido afectados por los bombardeos. La

arquitectura funcionalista se convierte rápidamente en la nueva ortodoxia, y con el apoyo de

arquitectos, empresarios y gobiernos se impone en casi todas las urbes del mundo (Rivera

191-92). En la periferia de las grandes ciudades europeas asistimos a la proliferación de

enormes conjuntos de viviendas para las clases menos favorecidas, construidos de acuerdo

con una versión adulterada y de fácil explotación por parte de los especuladores de los

principios del Movimiento Moderno.28 Según el historiador y sociólogo del cine Pierre Sorlin,

estas profundas transformaciones del paisaje urbano se expresan cinematográficamente en una

crisis en la representación de las ciudades europeas. Concretamente, para Sorlin se produce

una ³GHVWUXFFLyQ´ R ³QHJDFLyQ´ GH OD LPDJHQ GH ODV FLXGDGHV HQ SHOtFXODV TXH UHWUDWDQ

metrópolis adocenadas y desprovistas de cualquier seña de identidad que las haga

UHFRQRFLEOHVRFRPRGLUtDHOXUEDQLVWD.HYLQ/\QFK³OHJLEOHV´29

27
Sobre el Trümmerfilm véase Shandley, Robert R. Rubble films: German cinema in the shadow of the Third
Reich. Filadelfia: Temple University Press, 2001. Sobre el hibakusha eiga véase Broderick, Mick (ed.).
Hibakusha cinema: Hiroshima, Nagasaki and the nuclear image in Japanese film. Londres: Routledge, 2015.
28
Como veremos en el capítulo 3, Barcelona no representa una excepción: entre finales de los años cincuenta y
principios de los setenta, en un contexto marcado por el desarrollo industrial y la llegada de masas de
inmigrantes provenientes de las zonas más deprimidas de España, en la periferia de la capital catalana se
construyeron polígonos de viviendas de escasa superficie y mala calidad, sin dotarlos ni de las infraestructuras ni
de los equipamientos esenciales. A menudo, estos grandes conjuntos habitacionales tendrán unas dimensiones
superiores a las de los grands ensembles franceses. Algunos de ellos, en efecto, tendrán entre 15.000 y 20.000
viviendas y, por lo tanto, alojarán entre 60.000 y 80.000 habitantes: más de dos Sarcelles (el grand ensemble
francés por excelencia y uno de los primeros en ser construidos en la periferia de París) (Borja 74).
29
6REUHHOFRQFHSWRGH³OHJLELOLGDG´HODERUDGo por Lynch, véase el capítulo 5 de esta tesis.

34
Instead of being played as a counterpoint, as a supplementary delight, cities were

IODWWHQHGUHGXFHGWRSURVDLFFOLFKpV7KHUHZDVVXUHO\DµPHVVDJH¶XQGHUO\LQJWKH

pictures, something like: towns become increasingly humdrum expanses crossed

by indifferent drivers and damaged by greedy property developers. Spectators

either caught these implications or they did not but they could not miss the

dullness, the anonymity of the urbanized areas (Sorlin 128).

Para muchos cineastas europeos los grandes conjuntos de vivienda masiva, con su

arquitectura repetitiva y estandarizada, se convierten en emblema de la deshumanización de

los nuevos paisajes urbanos y del aislamiento y de la alienación que caracterizan la sociedad

de la época. Esto resulta evidente, por ejemplo, en Deux ou trois choVHV TXH MH VDLV G¶HOOH

(1967) de Jean-Luc Godard, que constituye un duro -¶DFFXVH en contra de la política de

construcción de los grands ensembles de la región parisiense (Fig. 13); en La notte (1961) de

Michelangelo Antonioni, donde el Milán moderno ±un Milán de hormigón, hierro y cristal±

es una metáfora de la incomunicación y la soledad del hombre contemporáneo, y en Mon

oncle (1958) y Playtime (1967) de Jacques Tati, donde se denuncian, a la vez que ridiculizan,

los excesos de la arquitectura funcionalista (Fig. 14). La actitud crítica del cine hacia el

desarrollo urbano posbélico se refleja también en el uso de los nuevos barrios periféricos y

suburbanos como escenarios de un futuro distópico en numerosas películas de los años

sesenta y setenta: La Défense de París en Alphaville (1965) de Jean-Luc Godard, el EUR de

Roma en La decima vittima (1965) de Elio Petri, Roehampton y Thamesmead, ambos

situados en Londres, en Fahrenheit 451 (1966) de François Truffaut y A Clockwork Orange

(1971) de Stanley Kubrick, respectivamente (Fig. 15 y 16).

Finalmente, a mitad de los años setenta empieza una nueva fase de desarrollo urbano,

que se extiende hasta hoy y que determina la conformación de la metrópolis contemporánea, a

35
la que el geográfo Edward Soja ha dado el nombre de postmetrópolis. Esta nueva forma

urbana es el producto de la intensificación de los procesos de globalización, de la revolución

de las tecnologías de información y comunicación, y de la progresiva desindustrialización de

la economía a favor del crecimiento del sector terciario. Su espacio es fluido, flexible,

IUDJPHQWDULRVXVOtPLWHVFDVLKDQGHVDSDUHFLGR³7KHERXQGDULHVRIWKHFLW\´REVHUYD6RMD

³DUHEHFRPLQJPRUHSRURXVFRQIXVLQJRXUDELOLW\WRGUDZQHDWOLQHVVHSDUDWLQJZKDWLVLQVLGH

as opposed to outside the city; between the city and the countryside, suburbia, the non-city;

between one metropolitan city-UHJLRQ DQG DQRWKHU EHWZHHQ WKH QDWXUDO DQG WKH DUWLILFLDO´

(150). En el cine, buenos ejemplos de postmetrópolis son el Los Ángeles de Short cuts

(Robert Altman, 1993), el Hong Kong de Chungking Express (Wong Kar-wai, 1994) o el

Tokio de Lost in translation (Sofia Coppola, 2003): ciudades inmensas, superpobladas y

congestionadas por el tráfico, en las que el individuo es incapaz de establecer relaciones con

los otros y con el entorno en el que vive. Además, hoy en día las ciudades se remodelan en

función de su comercialización en el mercado global y para conseguir una mayor

competitividad que les permita atraer turistas, capitales y servicios. En este contexto, el cine

es utilizado de forma creciente para promocionar la ciudad e inducir el público a visitarla,

gracias a su capacidad de conferir una identidad atractiva y diferenciada.30 Se trata de una

estrategia muy eficaz, sobre todo si consideramos el éxito que han tenido algunas películas en

la promoción de ciertos destinos turísticos: el Londres de Notting Hill (Roger Michell, 1999),

el París de Amélie (Jean-Pierre Jeunet, 2001), la Barcelona de Vicky Cristina Barcelona

(Woody Allen, 2008) o la Roma de La grande bellezza (Paolo Sorrentino, 2013).

30
Trataremos más detalladamente el papel del cine como recurso de marketing y branding urbano en el capítulo
5, en el que analizaremos tres películas ±Todo sobre mi madre, /¶DXEHUJH HVSDJQROH y Vicky Cristina
Barcelona± que han contribuido significativamente a promocionar la Barcelona post-olímpica en el mercado
turístico global.

36
Acaba aquí nuestro breve recorrido cinematográfico por la historia de la ciudad.

Teniendo en cuenta el valor documental de las imágenes cinematográficas, hemos observado

a través de una selección de películas las metamorfosis que ha sufrido el paisaje urbano desde

finales del siglo XIX hasta la actualidad: de la ciudad moderna a la postmetrópolis. Hasta aquí

hemos hablado de la ciudad en general, pero ahora ha llegado el momento de pasar a

considerar un caso particular, el de Barcelona.

37
2

Barcelona, una ciudad cinematográfica

2.1 Barcelona y el cine: luces y sombras

Entre noviembre de 1947 y febrero de 1948, en pleno franquismo, Llorenç Llobet Gràcia, un

cineasta amateur de Sabadell, realizó Vida en sombras, quizá la mejor película histórica ±y de

la historia± del cine catalán. Condenado al descrédito y al olvido bajo la dictadura por no

cumplir con los preceptos de un cine propagandístico o de puro entretenimiento, y rescatado

sólo en tiempos recientes,31 el film narra la vida de Carlos Durán, un cineasta amateur como

Llobet Gràcia, y paralelamente refleja medio siglo de historia barcelonesa y muestra los

avances tecnológicos del cine y su progresiva difusión en la capital catalana. Carlos,

interpretado por un joven Fernando Fernán Gómez, viene al mundo en una barraca de feria

durante una de las primeras exhibiciones del cinematógrafo Lumière en Barcelona; su

nacimiento, por lo tanto, coincide cronológicamente con la llegada del cine a la capital

catalana.32 Como muestra la película, antes del establecimiento de locales de exhibición

permanentes, el cine empezó a difundirse en España por medio de barracas ambulantes que se

31
Estrenada solamente en 1953 en cines de segunda categoría a causa de problemas con la censura, Vida en
sombras no fue apreciada ni por la crítica ni por el público, y sus negativos originales no fueron conservados. La
película permaneció olvidada hasta que, en 1983, la Filmoteca Española realizó una primera restauración
analógica a partir de dos copias de distribución en 16 mm. La restauración fue coordinada por Ferran Alberich,
que rodó además el documental Bajo el signo de las sombras (1984) sobre la vida y la obra de Llobet Gràcia. En
2007 apareció una nueva copia en 16 mm, de mejor calidad fotográfica, procedente de la colección Pere
Tresserra. En 2012, a partir de esta copia y de otra, también en 16 mm, Alberich coordinó una nueva restauración
de la película, esta vez en digital, a cargo de la Filmoteca de Catalunya, en colaboración con la Filmoteca
Española y los Laboratorios Deluxe de Barcelona.
32
La presentación del cinematógrafo Lumière en Barcelona tuvo lugar el 10 de diciembre de 1896 en los bajos
de uno de los estudios fotográficos más célebres y prestigiosos de la ciudad, el de los hermanos Antonio y
Emilio Fernández, conocidos bajo el seudónimo artístico de ³Napoleón´VLWXDGRHQORVQ~PHURV\GHOD
Rambla de Santa Mònica. Como ha sido ampliamente documentado por Palmira González, en esta sesión
inaugural estuvieron presentes los mismísimos hermanos Lumiere (1995: 38-39).

38
instalaban en las ciudades en tiempo de ferias o de fiestas. Al respecto, uno de los

protagonistas del cine primitivo español, el barcelonés Fructuós Gelabert, cuenta que

Por aquellos tiempos el deseo de negocio hizo que muchos empresarios montaran

unos barracones, algunos de ellos de gran capacidad, con grandes, sonoros, y

llamativos órganos, que recorrían todas las ferias y las fiestas mayores. Cuando en

un lugar determinado la gente empezaba a no acudir al barracón, recogían los

bártulos y los trasladaban a otra, y así iban recorriendo toda España, haciendo

exhibiciones del nuevo arte. (122)

En Barcelona, recuerda Gelabert, las barracas de feria se concentraban en los solares de la

UHFLpQ DELHUWD $YHQLGD GHO 0DUTXpV GHO 'XHUR FRQRFLGD SRSXODUPHQWH FRPR 3DUDOÂOHO

nombre que recibiría definitivamente en 1979.33 A los feriantes se debe la introducción de una

figura que se convertiría en una presencia habitual en las proyecciones cinematográficas hasta

ORVDxRVGLH]GHOVLJORSDVDGRHO³H[SOLFDGRU´FX\DIXQFLyQHUDFRPHQWDUDOS~EOLFRORTXH

sucedía en la pantalla, ya que las películas aún no llevaban intertítulos. Según Sánchez Vidal,

33
(O3DUDOÂOHOLQDXJXUDGRRILFLDOPHQWHHOGHRFWXEUHGHHVXQDGHODVJUDQGHVDYHQLGDVGH%DUFHORQDTXH
como la Meridiana, la Diagonal y la Gran Via, surgieron del Plan de ensanche de la ciudad diseñado por Ildefons
&HUGj(OQRPEUH³3DUDOāOHO´OHIXHGDGRSRUHOPLVPR&HUGj\VHGHEHDODFRLQFLGHQFLDGHVXWUD]DGRFRQHOGHO
paralelo terrestre de latitud 41º 22' 34" norte. Cerdà estableció la anchura de la avenida en 50 metros, pero este
tamaño no gustó a los dueños de los terrenos afectados por la apertura de la vía, que veían perjudicados sus
intereses económicos al perder una gran cantidad de superficie edificable. Ante las protestas de los propietarios,
el Ayuntamiento aprobó una ley que permitía construir edificios con pórticos de 5 metros de ancho, de manera
TXHORVPHWURVGHDQFKXUDGHO3DUDOÂOHOSUHYLVWRVHQHO3ODQ&HUGjSDVDEDQDVHUPHWURVGHFDO]DGD\GH
pórticos, 5 en cada lado de la avenida. Sin embargo, los propietarios no se decidían a construir edificios con estas
características y la urbanización de la calle avanzaba muy lentamente. Por ello, el Ayuntamiento aprobó una ley
que permitía levantar construcciones de carácter provisional, a condición de que no se utilizaran como viviendas
\QRRFXSDUDQHOHVSDFLRGHVWLQDGRDSyUWLFRV&RPRUHVXOWDGRHO3DUDOÂOHOHPSH]yDSREODUVHGHEDUUDFRQHV\
cobertizos que albergaban teatros, cinematógrafos, cafés concierto y locales de espectáculos de todo tipo,
convirtiéndose así en el eje del ocio y de la vida nocturna barcelonesa (Badenas 43-61).

39
³(OSDSHOGHOH[SOLFDGRUUHVXOWDFODYHDODXPHQWDUODGXUDFLyQ\FRPSOHMLGDGGHODVSHOtFXODV

\ DOJXQRV OOHJDURQ D VHU WDQ SRSXODUHV FRPR ORV SURSLRV DFWRUHV´ FLW HQ $PRUyV \ 'tH]

Borque 544). A menudo HO H[SOLFDGRU DFWXDED WDPELpQ FRPR ³FKDUODWiQ´ DQXQFLDQGR HO

espectáculo en la puerta del local para atraer clientes.34 Méndez-Leite narra así la aparición de

los explicadores en Barcelona:

El público barcelonés acabó aburriéndose de las películas que por entonces

carecían de letreros. Cada día acudían menos espectadores al rudimentario

espectáculo. Entonces los empresarios (...) pusieron en la puerta de entrada a un

individuo, que con voz clara y vibrante gritaba a cada instante: -¡Ésta y la otra por

veinte céntimos...! ¡Vayan pasando, señores! Así anunciaban las películas que

componían el flamante programa. Ya era esto algo, pero el público quería más.

Uno de los voceadores, acostumbrado ya a hablar en público, le propuso a la

empresa explicar los asuntos de las películas, después de haberlas estudiado

previamente. Fue el comienzo de la época más divertida y pintoresca de la Ciudad

Condal. ¡Se escuchaba cada cosa de los labios de los impertérritos explicadores!

La nueva fórmula había dado magníficos resultados, y no hubo sala donde no se

encontrase un explicador. (cit. en Pozo Arenas 27)

La figura del explicador queda reflejada en las secuencias iniciales de Vida en sombras: la

sesión cinematográfica a la que asisten los padres de Carlos es comentada por el dueño de la

barraca de feria, el señor Sancho. Este personaje, además de actuar como charlatán en la calle

34
Según Sánchez-Salas (1998: 75-78), el explicador tuvo su mayor popularidad en España entre 1904 y 1910, y
desapareció en torno a 1913; Fernández (219) y Carrière (13-14), en cambio, consideran que su desaparición no
fue total hasta principios de los años veinte.

40
para publicitar el nuevo invento de los hermanos Lumière, se convierte en explicador de las

películas durante la proyección.

A comienzos del siglo XX, el cine español se desarrolla gracias a una serie de pioneros

barceloneses (Albert Marro, Adrià Gual, los hermanos Baños y el ya citado Fructuós

Gelabert, entre otros) o que se instalan en la Ciudad Condal, como el aragonés Segundo de

Chomón. Gracias a la intensa actividad de estos cineastas, se fundan en Barcelona las

primeras empresas de producción cinematográfica del país, como la Hispano Films de Marro

y Macaya, la Films Barcelona de Gelabert, la Barcinógrafo de Adrià Gual o la Royal de los

hermanos Baños. Paralelamente, se establecen también las primeras distribuidoras, como la

Abadal, la Diorama o la Marro-Soler. A ellas debemos añadir las sucursales que las grandes

casas extranjeras, como las francesas Gaumont y Pathé, habían instalado tempranamente en la

Ciudad Condal. Por lo tanto, como señala la prensa especializada de la época, en los años diez

%DUFHORQD HV OD FDSLWDO GH OD QDFLHQWH LQGXVWULD FLQHPDWRJUiILFD HVSDxROD ³DTXt H[LVWHQ \D

importantes instituciones industriales para la fabricación de filmes; aquí está establecida la

representación de las más fuertes manufacturas extranjeras; en esta ciudad tienen su

residencia los compradores de la América Latina; aquí se halla, pues, el centro del negocio

FLQHPDWRJUiILFR HVSDxRO´ Arte y cinematografía, 15-31 de mayo de 1916, cit. en Sánchez

Oliveira 35-36). Una idea de la importancia que llegó a tener Barcelona como centro de

distribución cinematográfica puede darla el hecho de que Georges Méliès, al fundar su propia

productora, la Star Film, se preocupara de tener una sucursal en Nueva York ±el único centro

que podía competir con París en la producción de películas± y tres agencias de representación

en las ciudades que le parecieron más idoneas para expandir su negocio fuera de Francia:

Berlín, Londres... y Barcelona. El mago de Montreuil sabía que controlar Berlín le permitiría

distribuir sus películas en toda la Europa central; Londres, hacerlo en el Imperio británico; y

Barcelona, invadir el mercado hispanoamericano (Porter i Moix 85). Por esas mismas fechas,

41
en la capital catalana el cine conoce un auge de público increíble, acompañado por el

surgimiento de un gran número de locales de exhibición, que se reparten por toda la geografía

urbana. Como señala la especialista del cine primitivo catalán 3DOPLUD*RQ]iOH]HOFLQH³VH

difundió por las Ramblas arriba y por el Paralelo, hasta Sants; sobrepasó la Gran Vía, se

ramificó por el Ensanche, subió hasta Gracia y Sarriá y, por el puerto, llegó a la Barceloneta y

3XHEOR1XHYR´ FLWHQ&DSDUUyV/HUD999: 15). Las barracas de feria fueron progresivamente

sustituidas por salas cinematográficas de carácter estable y el número de cines empezó en este

período a superar el de teatros. Muchos intelectuales catalanes, y en particular los que estaban

vinculadoV DO 1RXFHQWLVPH FRPR (XJHQL G¶2UV $QWRQL 5RYLUD L 9LUJLOL -RVHS &DUQHU \ HO

católico Ramon Rucabado, no vieron con buenos ojos el éxito extraordinario del nuevo

espectáculo y manifestaron en varias ocasiones una actitud hostil hacia el séptimo arte.35 El

blanco principal de sus críticas eran la pretendida falta de valor artístico del cine, considerado

FRPRXQHVSHFWiFXORLQIHULRUGHVWLQDGRDXQS~EOLFRLQFXOWR '¶2UVORHQXPHUDEDHQWUH³HOV

QHJRFLHWV G¶H[WHQVLy SURVWLEXOjULD´  OD VXSXHVWD LQPRUDOLGDG GH las películas, que influían

negativamente en los espectadores, sobre todo en los niños; la inseguridad de los locales de

exhibición, en los que era alto el peligro de incendios a causa de la inflamabilidad de las

cintas de celuloide, y la promiscuidad favorecida por la oscuridad de las salas. Un artículo

WLWXODGR ³(OV FLQHV´ \ SXEOLFDGR HO  GH IHEUHUR GH  HQ OD UHYLVWD De tots colors nos

ofrece un buen ejemplo de la postura anticinematográfica que adoptó buena parte de la clase

intelectual catalana. (O DXWRU GHO WH[WR TXH VH ILUPD ³0LOLX´ HPSLH]D PDQLIHVWDQGR VX

SUHRFXSDFLyQDQWHODGLIXVLyQ³HSLGpPLFD´GHOFLQHHQ%DUFHORQD\SURVLJXHGHQXQFLDQGRORV

efectos nocivos de las películas en la conducta de los espectadores:

35
Sobre la oposición de los noucentistes al cine y cómo ésta se plasmó en la prensa, particularmente a través de
la campaña anticinematográfica de la revista Cataluña liderada por Ramon Rucabado, véase Minguet, Joan M.
³&ODVVLFLVPHLFLQHPD(XJHQLG¶2UVHOQRXFHQWLVPHLOHVDUWVLQGXVWULDOV´ /RFXV$P°QXV 5, 2000-2001: 291-
304.

42
Estém en plena febra cinematogràfica y seguint aixís, Barcelona aviat presentarà

O¶DVSHFWHG¶XQParalelo inmens, adornat de barraques de fusta y de construccions

artístiques (?) semblants al «Cine Doré» de la Rambla de Catalunya. 36 (...) Y veus

aquí ±are parlo en serio± com un instrument de progrés ha esdevingut un

SHUWXUEDGRUG¶LQWHOLJHQFLHVXQHVSHFWDFOHLQPRUDO\XQFRUUXSWRUGHOERQJXVW  

Pagant només un ral, se donen diversos medis per matarse un mateix o bé per

PDWDUDXQDOWUHV¶HQVHQ\HQHOVYDULDWVSURFHGLPHQWVSHUDYHULIicar un robo en la

més complerta impunitat y se donen també els medis pera seqüestrar a alguna

criatura (...) El cinematograf com els periódichs criminalistes, com les noveles

estúpides, contribueix a la perversió dels sentiments, fomenta la incultura y es

HVFROD GH FULPV GH URERV \ GH WRWV HOV PDOV LQVWLQWV TXH SRW FRYDU O¶KRPH HQ OD

seva més gran degradació. (116-17)

/DUHSULPHQGDGH0LOLXVHFLHUUDFRQXQDDILUPDFLyQFRQWXQGHQWH³(OVIHOLVVRVPRUWDOVTXH

vindràn al mon quan ja hagi passat aquesta passa, al fer designació de les edats seguiràn dient

O¶HGDW GH SHGUD O¶HGDW PLWMD ILQV DUULEDU DOV QRVWUHV WHPSV TXH¶Q GHXUjQ GLU O¶HGDW GHOV

FLQHPDWyJUDIRV´  37 Sin embargo, a pesar de sus muchos detractores, el cine siguió

ganando popularidad, de modo TXH HQ  %DUFHORQD FRQ XQD SREODFLyQ GH ³VyOR´ XQRV

600.000 habitantes, contaba con más de 130 cines, un número que la ponía a la altura de

36
El Gran Salón Cine Doré, inaugurado el 25 de diciembre de 1908 en el número 4 de la Rambla de Catalunya,
tenía una llamativa fachada de estilo modernista proyectada por los prestigiosos decoradores y escenógrafos
Salvador Alarma y Miguel Moragas (Torras 34).
37
'H PDQHUDSDUHFLGD$QWRQL5RYLUDL9LUJLOLEDMRHOVHXGyQLPR³:LIUHG´HQXQDUWtFXOR en contra del cine
que apareció el 15 de abril de 1910 en /¶HVTXHOODGHOD7RUUDW[DDILUPy³6LJOHVDYHQLUTXDQHOVQRVWUHVGLHV
VLJXLQ HQYROFDOODWV SHU OHV ERLUHV GH OD SUHKLVWRULD VH SRGUj GRQDU D OHV SUHVHQWV DQ\DGHV HO QRP G¶edat del
cinematograf, DL[tFRPSDUOHPQRVDOWUHVGHO¶edat de pedra RGHO¶edat del ferro7DOHVO¶LQFUHPHQWTXHKDSUHV\
YDSUHQHQWHQFDUDDTXHVWDPRGHUQDLQYHQFLy´  

43
Berlín, detrás de París y Nueva York (González 2001: 45). Una muestra del fervor

cinematográfico de los barceloneses es esta descripción de la gente haciendo cola para entrar

en un cine, que el escritor Alexandre Font publicó el 31 de mayo de 1906 en la revista

Joventut:

Es dia de festa. El vestibul del Cinematógrafo Maravilloso38 se troba ple com un

RX/¶HPSOHDWTXHGHVSDW[DOHVHQWUDGHVQRSRWDUULEDUDGRQDUO¶DEDVW

- Cinch entrades!

- Jo sóch primer, mestre.

- 1RVpVLKRVDETXHMRMDIDPLWMDKRUDTXHP¶HVSHUR

- Donchs jo fa tres quarts.

- Dues de preferencia!

- Una!

- Quatre!

El públich vinga ferse la competencia pera arribar a la taquilla, y el taquillero

YLQJD DQDU VHSDUDQW HQWUDGHV GHO WDORQDUL /¶DWPyVIHUD FRPHQoD D IHUVH

LUUHVSLUDEOH'HSURPSWHXQHPSOHDWREUHODSRUWDG¶DFFqVDODVDODGHSURMHFFLRQV

VH VHQW XQ ³DUD´ VRUWLW GH FHQW ERTXHV D OD YHJDGD \ OD JHQW se precipita

WXPXOWXRVDPHQW FDS D OD HVPHQWDGD SRUWD 1R OL ID UHV D Q¶DTXHOOD VHQ\RUD¶O

TXHGDU PDFDGD D FRQVHTHQFLD GH OHV HPSHQWHV OD THVWLy HV O¶HQWUDU DYLDW SHUD

tenir bon puesto 4Xq VH OL HQGRQD D Q¶DTXHVW PHQHVWUDO TXH¶O WUHSLWJLQ \ ILQV OL

estriSLQ O¶DPHULFDQD VL HV XQ GHOV SULPHUV TXH KD ORJUDW HQWUDU < D Q¶DTXHVWHV

38
1RQRVFRQVWDTXHHQ%DUFHORQDDSULQFLSLRVGHOVLJORSDVDGRKXELHUDXQFLQHOODPDGR³0DUDYLOORVR´4Xizá el
DXWRU VH UHILHUD DO FLQH ³/D 0DUDYLOOD´ VLWXDGR HQ HO Q~PHUR  GHO 3DUDOÂOHO HQWUH ODV FDOOHV 9LODGRPDW \
Comte Borrell. ³/D0DUDYLOOD´LQDXJXUDGRHOGHPD\RGHHUDXQORFDOGHYDULHGDGHVTXHSUR\HFWDED
películas durante las pausas entUH XQD DFWXDFLyQ \ OD VLJXLHQWH (UD FRQRFLGR WDPELpQ FRPR ³/D SHUOD GHO
3DUDOHOR´ ³/D0DUDYLOOD6DOyQ*R\D3DUDOÂOHO&LQHPDWzJUDIL7HDWUHV-´ 

44
QR\HVTXq¶OVLPSRUWDTXH¶OVKLUHEUHJXLQHOVYHVWLWV/RHVVHQFLDOHVHOYHXUHOHV

pelicules. (340)

También en el inicio de Vida en sombras hay muestras de la acogida entusiasta que los

barceloneses reservaron al nuevo espectáculo; además, el paso de la exhibición itinerante a la

estable se refleja en el personaje del señor Sancho, que, de dueño de la barraca de feria donde

nace Carlos, se convierte en propietario de un cine. La expansión vertiginosa del séptimo arte

en Barcelona se explica por la particular situación económica y social de la capital catalana

entre finales del siglo XIX y principios del XX. En esta época Barcelona experimenta un

crecimiento demográfico y un desarrollo industrial sin precedentes, que se producen junto a

una espectacular expansión urbanística. De hecho, en 1854 se derriban las murallas que

ceñían la ciudad y en 1860, aprobado definitivamente el Plan Cerdà, se empieza a construir el

Eixample. La ampliación de la capital catalana culmina en 1897 con la anexión de todas las

poblaciones del llano barcelonés, excepto Horta y Sarrià que serán incorporadas más tarde,

respectivamente en 1904 y 1921. Si, por un lado, la expansión urbanística ofrece nuevos

espacLRV SDUD HO RFLR \ OD YLGD QRFWXUQD FRPR HO 3DUDOÂOHO  SRU RWUR HO FUHFLPLHQWR

demográfico proporciona un público cada vez más amplio y ávido de diversión. La

Exposición Universal de 1888, además, despierta un fuerte interés por las innovaciones

tecnológicas tanto en la culta y emprendedora burguesía catalana como en las clases

populares. En este contexto, el cine, el nuevo invento que llegaba nada menos que de París, la

³FDSLWDO GH OD PRGHUQLGDG´ +DUYH\   QR SRGtD PiV TXH VXVFLWDU HO HQWXVLDVPR GH los

barceloneses y entrar enseguida a formar parte de la vida ciudadana. Por el contrario, en

Madrid el cine no gozó del mismo éxito y su difusión fue bastante escasa hasta bien entrados

los años diez del siglo pasado. Esta situación se explica teniendo en cuenta la composición

social de la capital española: por un lado, la burguesía madrileña, formada en gran parte por

45
funcionarios y burócratas, no era tan desarrollada y europeísta como la barcelonesa, y veía

con cierto recelo las novedades que llegaban del extranjero; por otro, el proletariado urbano,

que en Barcelona constituía el público natural del cine, tenía poco peso en la capital española.

Además, el cine en Madrid estaba subordinado a otros espectáculos muy arraigados en la

sociedad madrileña y que gozaban de enorme popularidad, como la zarzuela, el sainete y la

corrida (Pérez Perucha 45-47).

La hegemonía de Barcelona como centro del cine español entra en crisis después de la

Primera Guerra Mundial a causa de la inestabilidad política y social del régimen de la

Restauración, que desembocará en la dictadura del general Primo de Rivera (1923-1930). La

producción cinematográfica catalana, mayoritariamente ubicada en Barcelona, sufre en este

período un descenso muy importante: las películas realizadas entre 1919 y 1923 no llegan ni a

la mitad de las producidas en el quinquenio anterior (Caparrós Lera 1993: 19). La crisis se

agudiza por la política centralista de Primo de Rivera, que desplaza la producción

cinematográfica a Madrid y, en parte, a Valencia. Como señala Palmira González:

Solamente hemos de seguir la trayectoria de los cineastas barceloneses para

observar que la industria del cine en Barcelona vive una etapa de dispersión y

falta de recursos. El barcelonés Joan Andreu estaba establecido en Valencia,

donde desarrolló casi toda su obra cinematográfica; Josep Gaspar y Josep Maria

Maristany trabajaban en esta época como operadores de empresas valencianas y

madrileñas; Ricard de Baños también trabajaba en Madrid entre 1925-1926, igual

que Joan Vilà Vilamala; incluso Fructuós Gelabert estuvo rodando en Madrid, el

año 1925 (...) Barcelona había dejado de ser la sede principal ±y prácticamente

única± de la cinematografía del Estado por lo que se refiere a la producción. En

los años 20 sólo quedaban sombras del pasado. (cit. en Caparrós Lera 1999: 21)

46
La producción cinematográfica barcelonesa empieza a mostrar tímidos signos de recuperación

solamente a finales de los años veinte, cuando muchas empresas encargan películas

publicitarias para exhibirlas en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. El

Ajuntament y la Diputació, por su parte, promueven la realización de documentales sobre la


39
Exposición y las transformaciones urbanísticas impulsadas por su celebración. Esta

circunstancia queda reflejada en Vida en sombras, donde Carlos Durán, ya adulto, resulta

ganador de un concurso de películas sobre la Exposición y, por ello, es contratado como

operador por el señor Sancho, que se ha convertido en productor cinematográfico. Pocos años

más tarde, en 1932, el productor francés Camille Lemoine, empujado por el cineasta onubense

Francisco Elías, funda en Barcelona los primeros estudios sonoros de España, los estudios

Orphea.40 Vida en sombras se rodó en ellos entre el 15 de noviembre de 1947 y el 14 de

febrero de 1948, según consta en el expediente de la película. Inaugurados por el presidente

de la Generalitat Francesc Macià, los estudios Orphea se ubicaban en uno de los pabellones

construidos en Montjuïc para la Exposición de 1929, el Palacio de la Química. Como los

primeros estudios sonoros madrileños no fueron operativos hasta finales de 1933, todas las

películas españolas sonoras de 1932 y gran parte de las del año siguiente se filmaron en los

Orphea. El primer rodaje fue el de Pax (1932), una fábula pacifista dirigida por el propio

39
En el cine publicitario de la época destaca Ramon de Baños, que realizó películas para numerosas empresas e
instituciones: Cervezas El Águila, Catalana de Gas y Electricidad, La Obra Social de la Caixa, La Casa de
Maternidad de la Diputación, entre otras. A él se deben también algunas cintas sobre las obras públicas
realizadas con motivo de la Exposición Internacional, como por ejemplo 2EUHVG¶REHUWXUDGHOD9LD/DLHWDQD e
Inauguració de baixadors dels Ferrocarrils de Sarrià. En 1929 fue el encargado de dirigir la película oficial de
la Exposición, de la que se conservan algunas tomas nocturnas de las fuentes iluminadas de Montjuïc (Porter i
Moix 171-72).
40
Para la complicada génesis de los estudios Orphea véase Cerdán, Josetxo y Fernández Colorado, Luis.
³(VWXGLRV&LQHPDWRJUiILFRV2USKHD)LOP , ODTXtPLFDGHXQVXHxR´Cuadernos de la Academia 5 (1999): 93-
109.

47
Elías. 41 La película fue rodada sólo en versión francesa, ya que el director andaluz no logró

encontrar financiación para realizar una versión destinada al mercado nacional. El primer film

rodado con sonido directo en español fue la zarzuela Carceleras (1932) de José Buchs. En los

estudios Orphea se filmaron también el primer film hablado en catalán, El cafè de la Marina

(1933) de Domènec Pruna, basado en la obra teatral homónima de Josep Maria de Sagarra;

Maria de la O (1936) de Francisco Elías, que supuso la incorporación al cine de la gran

bailaora Carmen Amaya, y /¶(VSRLU6LHUUDGH7HUXHO (1937) de André Malraux, uno de los

films más representativos de la guerra civil española. Gracias a los Orphea y a los otros

estudios que surgieron poco después de ellos (Trilla-La Riva, Kinefon y Lepanto), en los años

anteriores a la Guerra Civil Barcelona volvió a ser la capital cinematográfica de España: entre

1932 y 1936 en la Ciudad Condal se rodaron 57 películas frente a las 48 filmadas en Madrid

(Gubern 1995: 129).

La transición del cine mudo al sonoro en España coincide con la caída de la dictadura

de Primo de Rivera y la proclamación de la Segunda República (14 de abril de 1931). 42 En

Vida en sombras, el cambio de régimen es sugerido mediante el primer plano de un crucifijo

41
6HJ~Q FXHQWD (OtDV HQ VXV PHPRULDV OD WUDPD ³LQJHQXD \ XQ SRFR GHVFDEHOODGD´ GH Pax era la siguiente:
³Pilotos audaces de un país imaginario, desde una base secreta, ponen fin a una dictadura ejercida por un tirano.
El clou de la pelícXODHUDHOµVHFXHVWUR¶GHOGLFWDGRUSRUORVTXHKR\VHOODPDUtDQORV³FRPDQGRV´GHODOLEHUWDG
en el transcurso de una función de gala ±XQD UHYLVWD FRQ µDFXDUDPD¶± a la que asistía el tirano. Éste, en la
oscuridad, era arrojado al agua y llevado a un lugar seguro por hombres-UDQDV´  
42
Recordemos que la primera película sonora, The jazz singer, dirigida por Alan Crosland e interpretada por el
FDQWDQWH$O-ROVRQVHHVWUHQyHOGHRFWXEUHGHHQHO:DUQHU¶V7KHDWUHGH1XHYD<RUN(Q(VSDxDVLQ
embargo, The jazz singer se estrenó en Madrid con dos años de retraso, en 1929, y en versión muda, ya que
todavía ninguna sala cinematográfica estaba dotada de equipos sonoros. La proyección, organizada por el Cine
Club Español, fue presentada por Ramón Gómez de la Serna, que subió al escenario con la cara pintada de negro
como el protagonista de la película. El público barcelonés, en cambio, tuvo más suerte, porque el 19 de
setiembre de 1929 pudo asistir a la proyección sonora (la primera en España) de la cinta musical Innocents of
Paris (1929) de Richard Wallace, que tuvo lugar en el cine Coliseum, donde se habían instalado los equipos de
reproducción sonora de la Western Electric. De esta película, protagonizada por Maurice Chevalier, sólo se
exhibieron en forma sonora las canciones, mientras que los diálogos se proyectaron en silencio, por estar
hablados en inglés y carecer de subtítulos (Gómez Bermúdez de Castro s.p.; Gubern 1977: 15).

48
sustituido por un cuadro de la Mariana española, mientras que las notas de una canción de The

Singing Fool (1928), una de las primeras películas habladas, anuncian el advenimiento del

cine sonoro. Para Carlos Durán los años de la República son un período muy feliz: se casa con

Ana (interpretada por María Dolores Pradera, que en la época del rodaje era la esposa de

Fernán Gómez) y sigue trabajando en el mundo del cine como crítico, en la revista Films

Selectos, y como operador, rodando reportajes para la casa de producción del señor Sancho.

Hay que destacar que Llobet Gràcia se atreve en pleno franquismo a mostrar el período

republicano sin ningún tipo de carga peyorativa; recordemos que, como subraya Sánchez

Salas, el simple hecho de instalar parte de la acción del film en dicho período suponía un

desafío muy grande del director y sus colaboradores (2009: 215). La misma audacia puede

apreciarse en el tratamiento de la guerra civil española, hecho que explica los graves

problemas que la película tuvo con la censura franquista. El estallido del conflicto es narrado

a través de un largo plano secuencia en el que Carlos y Ana escuchan por radio, mientras

están cenando, la noticia del golpe de estado del 18 de julio de 1936.43 Un noticiero informa

TXH ³HQ 0DGULG HO JRELHUQR GHO )UHQWH 3RSXODU VH KD UHXQLGR FRQ FDUiFWHU XUJHQWH D ILQ GH

examinar la situación creada por el alzamiento del ejército en Marruecos. Como protesta por

la actitud facciosa de los focos del ejército rebelde, las organizaciones sindicales obreras

CNT y UGT han declarado huelga general en toda la Península (...) en los sindicatos y centros

oficiales se reparte armamento a los frentepopulistas, quienes en este momento mantienen a

raya con su valor a los traidores de la República´ OD FXUVLYD HV PtD  /DV QRWLFLDV VRQ ODV

originales que se emitieron en la Barcelona republicana. Acabado el boletín informativo, una

voz anuncia en catalán un discurso del presidente de la Generalitat Lluís Companys. No dejan

de sorprender, en una película de 1948, el tono de ardiente defensa de la República del

43
La Guerra Civil fue el primer conflicto de la historia en el que se hizo un uso masivo de la radio como medio
GHLQIRUPDFLyQ\SURSDJDQGDHQHVWHVHQWLGRSXHGHVHUFRQVLGHUDGDFRPRHOSUHOXGLRGHODOODPDGD³EDWDOODGH
ODVRQGDV´TXHWXYROXJDUGXUDQWHOD6HJXQGD*XHUUD0XQGLDO *XLOODPHW-73).

49
noticiero y el anuncio en catalán, cuyo uso público estaba prohibido bajo la dictadura

IUDQTXLVWD3DUD6iQFKH]6DODV³ODUDGLRHVHOMXVWLILFDQWHGHTXHHVWRSXHGDDSDUecer en una

película de la época sin intención peyorativa. Es la realidad de la ciudad donde se desarrolla la

DFFLyQ´  (QODPDGUXJDGDGHOGHMXOLRFXDQGRHQ%DUFHORQDVHSURGXFHQORV

primeros enfrentamientos entre nacionales y republicanos, Carlos Durán sale de casa para ir a

filmar lo que pasa en las calles, dejando sola a su mujer embarazada (Fig. 17). Asistimos a un

tiroteo en el que mueren unos milicianos y al paso de un coche repleto de combatientes del

bando sublevado. Josep Torrella, amigo y colega de Llobet Gràcia, ha subrayado la osadía del

ILOPDOQDUUDUHOFRPLHQ]RGHODFRQWLHQGDGHVGHODSHUVSHFWLYDGHOEDQGRUHSXEOLFDQR³MDTXH

era la primera vegada que el cinema nacional localitzava la pugna en zona roja, bé que en

forma testLPRQLDOLVHQVHSDUWLGLVPH´ FLWHQ6iQFKH]6DODVFXUVLYDRULJLQDO (Q

la misma línea, Jesús González Requena, autor de una interesante interpretación de la película

HQ FODYH SVLFRDQDOtWLFD SRQH HQ HYLGHQFLD TXH HO GLUHFWRU VDEDGHOOHQVH ³RSWD, de manera

implícita pero no por ello menos contundente, por tomar la palabra desde el lado de los

YHQFLGRV´ ibid.). Cuando Carlos regresa al hogar, encuentra a su mujer fallecida a causa de

una bala perdida en un tiroteo callejero. Destrozado por el dolor, pasa a la zona controlada por

los nacionales y se alista en las filas del bando insurrecto.44 Tras una serie de imágenes

documentales de la Guerra Civil, algunos acordes del himno nacional anuncian el final de la

contienda y la victoria de los sublevados. Carlos vuelve a Barcelona, donde lleva una vida

triste y solitaria, obsesionado por el recuerdo de la trágica muerte de Ana, de la que se

considera culpable. Este intenso sentimiento de culpa le induce también a apartarse del cine:

³(O VHU RSHUDGRU WUDH D PL PHPRULD GRORURVRV UHFXHUGRV 0L SDVLyQ SRU HO FLQH´ H[SOLFD

44
Fernando Méndez-Leite hijo explica que este giro no figuraba en el guión original de la película y que fue
DxDGLGRSRU/OREHW*UjFLDWUDVODVLQGLFDFLRQHVGHODFHQVXUD³6HJ~QFXHQWD)HUUDQ$OEHULFKODFHQVXUDH[LJLyD
Llobet que, puesto que Carlos era un personaje positivo, dejara bien claro que militaba en el bando nacional, por
lo que Llobet inventó esos planos inquietantes de las piernas de Carlos caminando con carteles al fondo que
H[SOLFDQVXSDVRSRU)UDQFLDDOD]RQDIUDQTXLVWD´ FLWHQ6iQFKH]6DODV-26).

50
³KL]R TXH DEDQGRQDUD D PL HVSRVD HQ WUiJLFDV FLUFXQVWDQFLDV \ HVR OH FRVWy OD YLGD´ &RPR

señala José Luis Castro de Paz, Vida en sombras ³DQXGDFRQVLQJXODUFRQWXQGHQFLDODSpUGLGD

del objeto de deseo (Ana) con, en otro nivel significante, la muerte de ese personaje durante

las primeras escaramuzas en las calles barcelonesas, identificando después y sin ambages la

GXUD SRVJXHUUD FRQ OD KHULGD OD FLFDWUL] GHO VXMHWR´   6L OD YLGD DWRUmentada que lleva

Carlos y su incapacidad para superar el trauma de la muerte de Ana pueden ser leídas como

PHWiIRUDV GH ³XQ SDtV GHVRODGR DQJXVWLDGR SREODGR GH DJRELDQWHV \ VRPEUtRV UHFXHUGRV

VRSRUWDQGRXQFRPSOHMRGHFXOSDTXHEURWDLQFRQWURODEOH´ &Dstro de Paz 236), su renuncia al

cine refleja la crisis de la relación entre Barcelona y el séptimo arte bajo la dictadura

franquista. De hecho, a partir de 1940 la política centralista del nuevo régimen, junto a la

puesta en marcha de unos sistemas de financiación basados en la ayuda estatal, hacen que el

grueso de la producción cinematográfica se desplace a Madrid. En 1949, la Ciudad Condal

sólo cuenta con 18 productoras, frente a las 55 de la capital española (Font 1976: 47). Sin

embargo, durante la posguerra Barcelona sigue adelantándose a Madrid en lo que respecta a

las innovaciones técnicas: la primera película española en color, En un rincón de España

(1948) de Jerónimo Mihura, se rueda en los estudios Orphea y Trilla-Emisora (hasta 1948

Trilla-La Riva) con un procedimiento inventado por el ingeniero catalán Daniel Aragonés, el

Cinefotocolor, mientras que el primer largometraje español y europeo de animación en color,

Garbancito de la Mancha (1945), se realiza en los estudios Balet y Blay situados en la

avenida Virgen del Coll. También la primera película española en relieve y en color

(Cinefotocolor), el cortometraje El lago de los cisnes (1953), se rueda en Barcelona, en los

estudios Orphea, bajo la dirección de Francesc Rovira Beleta.45

En las secuencias finales de Vida en sombras, Carlos Durán es obligado por su amigo

Luis a salir de su tétrico cuarto de alquiler para ir al estreno de Rebecca (1940) en el cine

45
El advenimiento del cine en color es recordado también en Vida en sombras: mientras toma una cerveza en un
bar, Carlos oye a dos hombres que discuten sobre el futuro del Technicolor.

51
Coliseum de Barcelona.46 La visión de la película de Hitchcock tiene un efecto catártico en

Carlos, que, tras identificarse con el protagonista del film Maximilian de Winter, un hombre

acechado como él por el recuerdo de su difunta esposa, logra superar el trauma de la muerte

de Ana y el complejo de culpabilidad que lo mantenía atado al pasado. Recuperada también

su pasión por el séptimo arte, Carlos vuelve a trabajar en el mundo del cine y, gracias a la

ayuda de Luis y del Señor Sancho, llega por fin a rodar su primera película, convirtiéndose en

cineasta profesional. Por otro lado, para que Barcelona vuelva a ocupar una posición de

primer plano como plató de rodajes y centro de producción cinematográfica, habrá que

esperar todavía mucho tiempo. De hecho, bajo el franquismo, el cine rodado en la capital

FDWDODQD HV HVHQFLDOPHQWH ³GH EDMR SUHVXSXHVWo, basado en los subgéneros y políticamente

UHVLVWHQFLDO PDUJLQDO R YDQJXDUGLVWD´ &DSDUUyV /HUD    \ HV VyOR GHVSXpV GH OD

muerte de Franco, en 1975, y sobre todo tras los Juegos Olímpicos de 1992, que la ciudad

vuelve a acoger rodajes de películas de prestigio internacional.

Hasta aquí, siguiendo el hilo de Vida en sombras, hemos destacado el protagonismo de

Barcelona como impulsora del desarrollo del cine y de sus progresos tecnológicos, y como

centro de producción, distribución y exhibición cinematográfica. Dando por sentado que esto

es así, no sorprende que desde el nacimiento del cine la capital catalana haya aparecido en un

gran número de películas españolas y extranjeras. ¿Qué pueden decirnos estas cintas sobre

Barcelona y su historia? ¿Cómo han retratado esta ciudad durante más de un siglo? ¿Y cómo

46
La elección del Coliseum por parte de Llobet Gràcia no es casual. Además de ser el cine donde también en la
realidad tuvo lugar el estreno de Rebecca, fue (y es) el símbolo de una nueva etapa en la evolución de la
H[KLELFLyQFLQHPDWRJUiILFDODGHORV³SDODFLRVGHFLQH´PRQXPHQWDOHVVDODVFLQHPDWRJUiILFDVTXHHPSH]DURQD
construirse en los años veinte en las avenidas más concurridas de las grandes ciudades españolas, a imitación de
los movie palaces norteamericanos, y que tuvieron su apogeo en los años treinta y cuarenta. El Coliseum, obra
del arquitecto Francesc de Paula Nebot y del decorador Fernández Casals, fue inaugurado el 10 de octubre de
1923 en la Gran Via de les Corts Catalanes, donde está situado todavía. Sus empresarios lo presentaron como el
FLQH ³PiV PRGHUQR GH (XURSD HO PiV OXMRVR \ HO PiV FRQIRUWDEOH´ VyOR HO &apitol de Nueva York podía
VXSHUDUOR³HQFXDQWRDPRQXPHQWDOLGDGSHURQRHQFXDQWRDFRQIRUWHOHJDQFLD\GLVWLQFLyQ´ FLWHQ*RQ]iOH]
López 1987: 348).

52
la representan hoy? En el próximo apartado nos centraremos en el papel de Barcelona como

escenario cinematográfico e intentaremos recorrer la historia de la capital catalana a través de

algunas de entre los cientos de películas que se han realizado en ella.

2.2 Barcelona en las películas: de ciudad industrial a ciudad postal

Las primeras imágenes cinematográficas de Barcelona se remontan a los mismos orígenes del

séptimo arte, a finales del siglo XIX, cuando los hermanos Lumière enviaron a España a uno

de sus mejores operadores, el lionés Alexandre Promio, con el doble encargo de promocionar

el Cinematógrafo y rodar unas vistas españolas para ampliar con nuevos títulos el catálogo

Lumière. Gracias a las investigaciones de Jean-Claude Seguin, sabemos que Promio llegó a

Barcelona vía Marsella a principios de junio de 1896, procedente de Lyon, para seguir luego

su viaje hasta Madrid. A su paso por la capital catalana, rodó una cinta titulada Place du port

à Barcelone, que hoy la mayoría de los historiadores coincide en considerar la primera

película filmada no sólo en Barcelona y Cataluña, sino también en el resto de la Península. Ya

en Madrid, Promio realizaría más filmaciones: cintas que documentan maniobras militares,

como Hallebardiers de la reine³SRVWDOHVDQLPDGDV´FRPRPuerta del Sol y Porte de Tolède,

y escenas típicas como Arrivée des toréadors, que muestra algunos exteriores de la plaza de

toros de Madrid y la llegada a ella de los toreros. Según recoge la prensa de la época, Place du

port à Barcelone se estrenó en Lyon el 5 de julio de 1896, pero en el catálogo Lumière no

figura ninguna película con este título. En su excelente monografía sobre la actividad de

Promio como representante de la casa Lumière, Alexandre Promio ou les énigmes de la

lumière (1998), Jean-Claude Seguin afirma que podría tratarse de la cinta número 34 del

catálogo, 'pFKDUJHPHQWG¶XQQDYLUH, que se estrenó con este título en Vichy el 10 de julio de

1896 y en Sevilla como Descarga de un barco en el puerto de Barcelona el 8 de enero de

1897 (Fig. 18). El título Place du port à Barcelone, sin embargo, no se corresponde en

53
absoluto con las imágenes de la película número 34, que muestra el ir y venir de unos

estibadores que descargan la mercancía de un buque anclado en el puerto. Por eso, en un

estudio más reciente, Seguin avanza la hipótesis de que Promio en la misma fecha podría

haber rodado más de una cinta en la zona portuaria de Barcelona. Según el ilustre historiador,

es probable que tomara una vista de la Plaça del Portal de la Pau, situada muy cerca de la zona

de descarga del puerto, que era el eje de dos de los paseos más populares de la época: la

Rambla y el Passeig de Colom. El hecho de que sólo una de las películas realizadas en

Barcelona figure en el catálogo Lumière no debe sorprender, ya que existen más de 400 cintas

identificadas que, por uno u otro motivo, no se incluyeron en el catálogo (Letamendi y Seguin

2004: 441-46). Las hipotéticas vistas del puerto de Barcelona y las imágenes de la plaza de

toros de Madrid (en Arrivée des toréadors) rodadas por Alexandre Promio muestran las dos

Españas que coexistían a finales del siglo XIX: la de la modernidad, del comercio, de las

relaciones con el exterior, y la de lo propio y de lo castizo, la España heredera de Lagartijo y

Frascuelo (Claver Esteban 32).

A principios de agosto de 1899, tres años después de que Promio tomara sus vistas en el

puerto de Barcelona, Fructuós Gelabert, con una cámara de su invención, rodó las primeras

películas españolas que tienen como escenario la capital catalana, y concretamente el barrio

popular de Sants, que había sido anexionado a la ciudad en 1897: Salida de los trabajadores

GH ³/D (VSDxD ,QGXVWULDO´, Salida del público de la iglesia parroquial de Santa María de

Sants y Riña en un café. Con estas cintas y otras de Méliès y de los Lumière, Gelabert montó

sus primeras sesiones cinematográficas en un entoldado instalado en Sants en ocasión de la

fiesta mayor del barrio a finales de agosto de 1899. El mismo Gelabert recuerda en sus

memorias el gran éxito que tuvieron las primeras proyecciones de sus películas:

54
El éxito que tuvieron mis creaciones fue indescriptible, pues el efecto que causó a

los asistentes verse en la pantalla fue de tal júbilo, que a cada aparición en escena

estallaban en clamorosas muestras de entusiasmo. Luego procuraban que todos

sus parientes, amigos y conocidos fueran a admirarles en su papel, y así el patio se

veía siempre lleno (...) para demostrar el enorme efecto producido por mi

instalación, basta decir que, durante los seis días de la fiesta mayor, recaudé 300

duros en calderilla, que era entonces un capital (112).

6DOLGD GH ORV WUDEDMDGRUHV GH ³/D (VSDxD ,QGXVWULDO´, Salida del público de la iglesia

parroquial de Santa María de Sants y Riña en un café tienen una gran importancia desde un

punto de vista cronológico, ya que constituyen, respectivamente, los primeros documentales y

el primer film argumental realizados en España por un español. Llegados a este punto, cabe

recordar la manipulación que se efectuó durante el franquismo para adjudicar la paternidad

del cine español a Eduardo Gimeno con su película Salida de misa de doce del Pilar de

Zaragoza. En los años cuarenta, Carlos Fernández Cuenca y otros historiadores cercanos al

Régimen anticiparon la fecha de la cinta de Gimeno al 12 de octubre de 1896, es decir tres

años antes de la fecha real de su rodaje, el 5 de noviembre de 1899, para situarla delante de

Riña en un café, que el mismo Fructuós Gelabert había datado en agosto de 1897 (aunque

equivocándose, ya que, como han demostrado Seguin y Letamendi [2004], las primeras

películas del pionero catalán se remontan a agosto de 1899). Esta manipulación fue motivada

por razones políticas e ideológicas: para el régimen franquista era mejor que la primera

película española fuera la católica Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza (el culto a la

9LUJHQGHO3LODU³&DSLWDQDGHORV(MpUFLWRVQDFLRQDOHV´\³5HLQD\3DWURQDGHOD+LVSDQLGDG´

fue una constante de la España franquista) y que su autor fuera el ya fallecido Eduardo

Gimeno, cuyo heredero vivo era muy afin al Régimen, en lugar del catalán Fructuós Galbert,

55
SURYHQLHQWHGHXQDGHODVSURYLQFLDV³WUDLGRUDV´TXHIRUPDEDQSDUWHGHOD³RWUD´(VSDxDODGH

los vencidos. Que la cinta de Gimeno se ajustara más a los intereses políticos y religiosos de

la dictadura queda claro leyendo las tendenciosas palabras de Carlos Fernández Cuenca en

Promio, Jimeno y los primeros pasos del cine en España:

...esa histórica Salida de la misa de doce del Pilar de Zaragoza tiene la alta

significación de marcar el nacimiento indudable de la cinematografía española y

hacerlo, además, a diferencia de las salidas y llegadas de trenes que inician la

producción en casi todo el mundo, fijando en el celuloide un testimonio de

sensibilidad nacional: la fe religiosa, y precisamente en el templo que con justicia

suele llamarse Santuario de la Raza (cit. en Letamendi y Seguin 1998: 72)

Lamentablemente, la versión oficial de los orígenes del cine español construida bajo el

franquismo ha seguido teniendo vigencia para gran parte de los historiadores que se han

acercado, incluso en tiempos recientes, al estudio de los inicios del cine español, y continúa

recogiéndose en la mayoría de los manuales de historia del cine (Letamendi y Seguin 1998).

Volviendo a las películas de Gelabert, 6DOLGD GH ORV WUDEDMDGRUHV GH ³/D (VSDxD

,QGXVWULDO´ y Salida del público de la iglesia parroquial de Santa María de Sants muestran

dos escenas de vida cotidiana al estilo de los hermanos Lumière; la primera cinta, sin

embargo, entronca mejor con la tradición industrial y cultural barcelonesa (Caparrós Lera

 ³/D(VSDxD,QGXVWULDO´GRQGH*HODEHUWILOPyVXSURSLDVRUWLHG¶XVLQH, no era una

fábrica cualquiera: se trataba de una de las empresas textiles más grandes, modernas e

importantes de España, y era uno de los símbolos del crecimiento industrial que Barcelona

había experimentado a lo largo del siglo XIX. La película de Gelabert, por lo tanto, no debe

ser considerada sólo como una simple imitación de las salidas de fábricas u otros edificios

56
emblemáticos popularizadas por los Lumière en los inicios del cine, sino también como un

indicio de la importancia que la industria tenía en la vida de la capital catalana a finales del

VLJOR;,;(QDTXHOODpSRFDGHKHFKR%DUFHORQDHUDFRQRFLGDFRPR³HO0DQFKHVWHUFDWDOiQ´

(o español), apelativo que reflejaba de manera elocuente el extraordinario desarrollo

económico y la pujanza industrial de la ciudad.47 Riña en un café, por otra parte, era una breve

escena cómica cuyo argumento, muy sencillo, consistía en una pelea entre dos jóvenes que

competían por las atenciones de la misma chica. La cinta, probablemente inspirada o copiada

de una película anterior de Georges Méliès, Une altercation au café (1896, hoy perdida), fue

URGDGDHQHOSDWLRGHODIiEULFD³9DSRU9HOO´ 'H/DVD 48 Del film original no se conserva

ninguna copia, aunque sí una reconstrucción, realizada en 1952 por el mismo Gelabert, e

incluida en el documental El mundo de Fructuoso Gelabert (1968) de Joan Francesc de Lasa.

47
En A Hand-book for Travellers in Spain (1845), el escritor y viajero inglés Richard Ford presentaba Barcelona
FRPR³HO0DQFKHVWHUGH&DWDOXxD´DODFXDODVXYH]OODPDED³HO/DQFDVKLUHGHOD3HQtQVXOD´  (ODSHODWLYR
KL]RIRUWXQDWDQWRTXHHQ1LFROiV'tD]GH%HQMXPHDFRPHQWDEDTXH³(VKR\YR]FRP~QHQWUHWRGRVORV
viajeros observadores, que Cataluña es el Lancashire y Barcelona el Manchester de España: comparación que,
KHFKD SRU ORV RUJXOORVRV LQJOHVHV FHGH HQ PpULWR GH ORV FDWDODQHV \ GHEH FRQ MXVWLFLD HQRUJXOOHFHUORV´  
Siguiendo esta misma línea, en 1871 Friedrich Engels definía BaUFHORQD \ VXV DOUHGHGRUHV HO ³/DQFDVKLUH
PHULGLRQDOGH(VSDxD´  3RURWUDSDUWHODSULPHUDJXtD%DHGHNHUGHODSHQtQVXODLEpULFDSXEOLFDGDHQ
VHUHIHUtDDODFDSLWDOFDWDODQDFRPR³HO0DQFKHVWHUGH(VSDxD´  $VLPLVPRFDEHVHxDODUTXHHO apelativo
GH³0DQFKHVWHUFDWDOiQ´IXH\VLJXHVLHQGRXWLOL]DGRWDPELpQSDUDGHVLJQDUHOEDUULREDUFHORQpVGHO3REOHQRX
por la gran cantidad de fábricas que albergaba, mientras que el escritor Víctor Balaguer lo empleó a mediados
del siglo XIX para referirse a la ciudad de Sabadell, uno de los centros más importantes de la industria lanera
catalana (50).
48
/DIiEULFD*HOO5DPLV\&RPSDxtDSRSXODUPHQWHFRQRFLGDFRPR³9DSRU9HOO´IXHODSULPHUDLQGXVWULDGH
vapor moderna que se instaló en Sants, por entonces municipio independiente. La fábrica, fundada en 1840 por
el industrial Joan Güell, una de las personalidades más influyentes de la Barcelona de la época, empezó su
DFWLYLGDGTXHFRQVLVWtDHQODSURGXFFLyQGHSDQDV\WHUFLRSHORVHQ(ODSRGRGH³9DSRU9HOO´OHIXHSXHVWR
años después al construirse otra industria de vapor en Sants, La España Industrial, que recibió el sobrenombre de
³9DSRU 1RX´ (Q  (XVHEL *HOO KLMR GHO IXQGDGRU GHFLGLy WUDVODGDU OD SURGXFFLyQ D 6DQWD &RORPD GH
Cervelló, a un nuevo recinto fabril proyectado por Antoni Gaudí (la Colonia Güell). En 1899, año en que
Gelabert rodó Riña en un caféHO³9DSRU9HOO´DOEHUJDEDYDULRVWDOOHUHVGHSHTXHxDVHPSUHVDV

57
El siglo XX se inicia con nuevos rodajes en la capital catalana. Segundo de Chomón,

DQWHVGHUHDOL]DUVXVFpOHEUHVSHOtFXODVGHWUXFDMHVTXHOHYDOLHURQHODSHODWLYRGH³HO0pOLqV

HVSDxRO´URdó una serie de vistas de la Ciudad Condal para la casa francesa Pathé. Entre las

que se han conservado cabe destacar Barcelone, parc au crépuscule (1904), que muestra unas

imágenes del parque de la Ciutadella filmadas desde una barca que se desplaza por el pequeño

lago situado en el corazón de aquellos jardines. Algunos años más tarde, Chomón incorporará

otras vistas del parque de la Ciutadella, tomadas de nuevo desde una barca en movimiento, en

el documental Barcelone, principale ville de la Catalogne (1912), en el que incluirá también

algunas imágenes de otros lugares emblemáticos de la ciudad: el puerto, el monumento a

Colón, la Plaça del Portal de la Pau y el Passeig de Colom. Otra película significativa de

Chomón fue /¶KHUHX GH &DQ 3UXQD, que el pionero aragonés rodó a finales de 1904 en las

afueras de la capital catalana, al parecer en Horta y en los jardines de la finca Martí-Codolar

DOOtVLWXDGD ³&LQHPDPXWD+RUWD´ 49 La cinta gira en torno a una situación cómica: un joven

payés catalán, con cara de payaso y ataviado con faja y barretina, encarga a un memorialista

ODUHGDFFLyQGHXQDQXQFLR³(OKHUHGHURGH&DVD3UXQDGHVHDFDVDUVH/HHQFRQWUDUpLVHQOD

Masía de Chicha-&KLF GH +RUWD /OHYDUi HQ HO RMDO XQ UDPR GH ODXUHO´ $WUDtGDV SRU HO

anuncio, numerosas pretendientes acuden a la cita; el protagonista huye asustado y todas las

mujeres se lanzan en su persecución. La película, que se estrenó en Barcelona en diciembre de

1904, estaba inspirada en How a French Nobleman Got a Wife through the New York Herald

µ3HUVRQDO¶ &ROXPQ de Edwin S. Porter, que el público barcelonés había podido ver pocos

meses antes, en octubre de 1904. El año siguiente, Fructuós Gelabert rodó en el parque de la

Ciutadella una película de argumento sospechosamente parecido a los de las cintas de

Chomón y Porter: Los guapos de la Vaquería del Parque (1905). En ella, una supuesta

millonaria en busca de marido publicaba un anuncio en la prensa barcelonesa para convocar

49
La torre y los jardines de la finca Martí-Codolar constituyen también el escenario principal de Amor que mata
(1908) de Fructuós Gelabert.

58
en la Vaquería del parque de la Ciutadella a todos los interesados en casarse con ella.50 Una

multitud de pretendientes acudía a la cita, pero no la rica señorita, ya que el anuncio en

realidad era una broma. Según cuenta Gelabert en sus memorias la película se inspiraba en

una anécdota real, bien conocida por los barceloneses de la época; el autor de la broma había

sido el mismo dueño de la Vaquería, que había publicado en la prensa el falso anuncio con el

objetivo de atraer clientela para su local (Gelabert 119-20). Fuera como fuese, la cinta tuvo un

gran éxito y se exhibió durante más de un mes, con llenos constantes, en los cines de la

Ciudad Condal, como atestigua la prensa de l905. Entre las películas que muestran la

Barcelona de principios del siglo XX, cabe destacar también Barcelona en tramvia (1909) de

Ricard de Baños, un breve reportaje filmado desde la parte delantera de un tranvía que sube

por el passeig de Gràcia y el carrer Gran de Gràcia (entonces carrer Salmerón), cruza la plaza

Lesseps, prosigue por la Avinguda de la República Argentina y finaliza su trayecto en la calle

Craywinckel, ofreciéndonos numerosas vistas de la ciudad y sus habitantes (Fig. 19). Ricard

de Baños realizó esta cinta por encargo del Metropolitan Cinemaway, un cine barcelonés cuyo

interior simulaba un vagón de tren, donde se proyectaban exclusivamente las llamadas

phantom rides, películas filmadas mediante una cámara instalada en la parte delantera de un

vehículo en movimiento (generalmente, un tren o un tranvía).51

50
Se trataba de la Vaquería Suiza, un local que funcionó hasta 1913 como lechería y café/restaurante, cuyo
exterior reproducía el estilo característico de las granjas helvéticas. Así lo describe Joaquín Ciervo en un artículo
en La Vanguardia³HQXQDH[WHQVLyQFXELHUWDSRUFpVSHGHVDKLHUEDPHQXGLWD\WXSLGDFHUUDGDFRQDODPEUHV
pacían unas vacas majestuosas de ubres bien provistas. El jugo vital de esos animales se servía a los clientes de
ODµ9DTXHUtD6XL]D¶FXDQGRORVROLFLWDEDQ(OHVWDEOHFLPLHQWRIXHPRQWDGRHQXQFKDOHWDOHVWLORFDUDFWHUtVWLFRGH
aquella nación y contenía lo indispensable, incluso con servicios adiciónales, de cuanto se expendía en las
lecherías de aquella época. Pero la vaquería de referencia tuvo el aliciente privilegiado de instalar junto a la
alfombra de césped unas mesas, y quienes tomaban posesión de ellas podían contemplar las vacas con toda
WUDQTXLOLGDG´  
51
El Metropolitan Cinemaway se inauguró el 6 de febrero de 1909 en el número 605 de la Gran Via de les Corts
&DWDODQHV(UDXQDLPLWDFLyQGHORV+DOH¶V7RXUVQRUWHDPHULFDQRVXQDDWUDFFLyQGHIHULDTXHFRQVLVWtDHQXQRR
más vagones de ferrocarril en cuyo interior estaba instalada una pantalla donde se proyectaban phantom rides

59
En los años diez se realizaron en Barcelona numerosas películas de aventuras en

episodios, en la estela del éxito extraordinario obtenido por Fantômas (1914) de Louis

Feuillade. La más popular fue Barcelona y sus misterios (1916), formada por ocho episodios,

que fue dirigida por Albert Marro y producida por la Hispano Films. Se trataba de una

adaptación muy libre del folletín homónimo de Antonio Altadill, publicado en 1860. El

enorme éxito de la película hizo que Marro decidiera rodar una secuela (El testamento de

Diego Rocafort, 1917) y otras dos cintas del mismo género: Elva y La secta de los misteriosos

(1917). Esta última es el único ejemplo que nos ha llegado, aunque de forma fragmentaria, de

los seriales cinematográficos producidos en Barcelona por la Hispano Films. La secta de los

misteriosos está compuesta por tres episodios (Los misteriosos, La leyenda mora y Los

tesoros de la sultana) y cuenta las peripecias de una banda de delincuentes encapuchados que

persiguen un tesoro que, según una leyenda mora, perteneció a una sultana durante la

dominación árabe en España. Los interiores de la película se rodaron en el estudio de la

Hispano Films en el carrer Craywinckel, mientras que los exteriores se filmaron en varios

lugares de Barcelona, especialmente en el barrio de Gràcia y en el Park Güell, que se

convirtió en un castillo medieval, escondite del tesoro (Cardona Arnau). En esa misma época

se rodó también Barcelona, perla del Mediterráneo (1912-1913), un documental encargado

por ciudades famosas o paisajes exóticos. Los vagones estaban diseñados para oscilar, inclinarse y vibrar para
dar a los espectadores la sensación de un auténtico viaje en tren; en algunas ocasiones se utilizaban también
efectos de sonido (toques de campana, silbatos, pitidos, ruidos de la locomotora...) y máquinas para generar
viento desde el fondo del vagón. La atracción fue presentada por el ingeniero George C. Hale en la Exposición
Universal de St. Louis de 1904 y su éxito fue tan grande que Hale empezó a venderla en forma de licencia
primero en Estados Unidos y luego en el resto del mundo (Rabinovitz 77-79). Ramon de Baños, hermano y
ayudante de cámara de Ricard de Baños, nos ha dejado en sus memorias una descripción del Metropolitan
&LQHPDZD\³(QDTXHVWFLQHPDHVSURMHFWDYHQSHOÂOtFXOHVILOPDGHVH[SUHVVDPHQWRVLJXLTXHO¶HVSHFWDGRUYHLD
HOVUDLOVFRQWLQXDPHQWDOVHXGDYDQWDPpVGHOSDLVDWJHTXHVHOLDSDUHL[LDLTXHFUHDYDODLOÂOXVLyTXHHUDHOOTXL
YLDWMDYD/¶LQWHUior del cinema vagó tenia poca cabuda, semblava veritablement un vagó de tren, en el fons del
TXDOHVWDYDFROÂORFDGDODSDQWDOOD$ PpVHUDµVRQRU¶MDTXHV¶LPLWDYDHO PLOORUTXHHVSRGLDWRWVHOVVRUROOVL
DFFLGHQWVTXHHVYHLHQDOHVSHOÂOtFXOHVSURMHFWDGHV´ -35).

60
por la Sociedad de Atracción de Forasteros (entidad de fomento del turismo fundada en 1908

a instancias del Ayuntamiento de Barcelona) a la productora Cabot Films, con el objetivo de

promocionar Barcelona como destino turístico. La película muestra las dos Barcelonas que

coexistían a principios del siglo XX: por un lado, la ciudad industrial y portuaria que se había

JDQDGR HO DSHODWLYR GH ³0DQFKHVWHU FDWDOiQ´ SRU RWUR OD XUEH PRGHUQD \ FRVPRSROLWD ±³OD

FLXGDGPHQRVHVSDxRODGH(VSDxD´VHJ~QODGHILQLy(GPRQGRGH$PLFLV  ± que aspiraba

D FRQYHUWLUVH HQ HO ³3DUtV GHO 6XU´ R HQ SDODEUDV GH 3XLJ L &DGDIDOFK HQ OD ³%UXVHOHV GHO

0LJGLD´  

Los años de la dictadura de Primo de Rivera coinciden, como hemos señalado más

arriba, con el declive de la producción cinematográfica barcelonesa. En este período histórico

cabe destacar el documental Gent i paisatge de Catalunya, realizado en 1926 por Josep

Gaspar52 a partir de un guión escrito por Francisco Madrid con la colaboración de Alexandre

Plana y Josep Maria de Sagarra (los principales críticos cinematográficos, junto con Carles

Soldevila, del diario La Publicitat). La película, como indica su título, retrata varios lugares

de Cataluña (Barcelona, Montserrat, la Costa Brava...) y una serie de personajes de la vida

cultural barcelonesa de los años veinte (de Pompeu Fabra a Puig i Cadafalch, de Josep Maria

Folch i Torres a un joven Salvador Dalí) haciendo tertulias en el Ateneu Barcelonès o en la

terraza del desaparecido Hotel Colón de la Plaça de Catalunya. Asimismo, el film muestra un

recorrido por la Ciudad Condal, supuestamente filmado desde la imperial de un tranvía, muy

parecido al realizado por Ricard de Baños en Barcelona en tramvia (1909): de la Rambla a

Vallcarca, subiendo por el Passeig de Gràcia i el Carrer Gran de Gràcia. Si comparamos las

52
Josep Gaspar (1892-1970) fue un destacado fotógrafo y director de cine catalán. Como fotógrafo colaboró con
las principales revistas ilustradas de la época y fue uno de los pioneros de la fotografía aérea española. Como
cineasta es autor de una extensa filmografía, en la que cabe destacar, además de Gent i paisatge de Catalunya
(1926), Los sucesos de Barcelona (1909), un reportaje sobre la Semana Trágica de Barcelona (26-31 de julio de
1909) que desgraciadamente no se ha conservado. Para más informaciones sobre su vida y su obra, véase Ros,
0DULD7HUHVD³/D9LGDLO¶REUDGH-RVHS*DVSDUL6HUUD´Cinematògraf, vol. 1 (1983/1984). 137-69.

61
dos películas, nos damos cuenta de como Barcelona estaba creciendo a gran velocidad, y con

ella su red de transportes: en Barcelona en tramvia podemos observar que en las calles de la

ciudad circulan muy pocos automóviles y que la gente se desplaza en carro, en bicicleta o en

tranvía (el principal medio de transporte público hasta la introducción del metro); en Gent i

paisatge de Catalunya, en cambio, los carros han desaparecido, el coche se está imponiendo

como medio de transporte privado y, si miramos con atención, podemos ver una de las

primeras bocas del metro (la SULPHUD OtQHD GHO PHWUR EDXWL]DGD FRPR ³*UDQ 0HWUR´ IXH

inaugurada el 20 de diciembre de 1924).

La década de los treinta fue marcada por la Guerra Civil, que empezó el 17 de julio de

1936 con el alzamiento del ejército español en Marruecos y acabó el 1 de abril de 1939 con la

victoria de los sublevados y el inicio de la dictadura franquista. En Barcelona la guerra estalló

en la madrugada del 19 de julio, cuando varias guarniciones del ejército salieron de sus

cuarteles y se dirigieron hacia la Plaça de Catalunya, con el objetivo de ocupar los lugares

estratégicos de la ciudad y apoderarse de los centros del poder. La rebelión fue rápidamente

sofocada por los obreros barceloneses que, armados y organizados en milicias, lucharon

contra los sediciosos junto a las fuerzas leales a la Generalitat y al gobierno de la República.

Tras el fracaso del golpe militar, Barcelona quedó bajo el control de las milicias obreras, que

se apoderaron de las calles, las fábricas, los edificios públicos e incluso de las residencias de

la alta burguesía. Se abrió entonces un período revolucionario, que duró hasta mayo de 1937,

en el que el poder en la Ciudad Condal y en el resto de Cataluña estuvo en manos de los

trabajadores, con una clara hegemonía de los anarquistas de la CNT y la FAI, que habían

contribuido de manera decisiva en la derrota de la revuelta militar. El clima de euforia

revolucionaria que se respiraba en Barcelona en los primeros días de la victoria popular quedó

reflejado en la cinta Reportaje del movimiento revolucionario en Barcelona del periodista

cinematográfico y militante anarquista Mateo Santos (Fig. 20). La película, rodada entre el 19

62
y el 23 de julio de 1936, muestra una ciudad herida por los enfrentamientos armados,

³LQWHUUXPSLGD´ SRU ODV EDUULFDGDV TXH Ve han levantado en sus calles y ocupada por una

multitud alegre y bulliciosa que celebra la quema de iglesias, conventos y objetos religiosos,

símbolos de la institución que para los anarquistas encarnaba más que ninguna otra la

opresión y el oscurantismo: la Iglesia católica. Otros documentos visuales de enorme valor de

la Barcelona revolucionaria son los reportajes anarquistas Barcelona trabaja para el frente de

Mateo Santos y El entierro de Durruti, ambos de 1936. El primero muestra las actividades del

Comité Central de Abastos, controlado por la CNT, que se encargaba del aprovisionamiento

de víveres para Barcelona y el frente de Aragón; el segundo documenta la multitudinaria

despedida que el pueblo barcelonés tributó al anarquista Buenaventura Durruti, el 23 de

noviembre de 1936. A partir de marzo de 1937, y hasta el final de la Guerra Civil, la capital

catalana sufrió bombardeos aéreos intensivos por parte de la Aviación Legionaria italiana,

enviada por Mussolini en apoyo del bando franquista. Varias cintas realizadas por operadores

españoles y extranjeros documentan los efectos devastadores de los bombardeos y sus

terribles consecuencias sobre la población civil. Entre ellos, destacamos el reportaje

anarquista ¡Criminales! Bombardeo de barcelona (1937), el documental Catalunya màrtir/Le

martyre de la Catalogne (1938) producido por Laya Films, la sección cinematográfica del

Comisariado de Propaganda de la Generalitat de Cataluña, y el noticiero Barcelona: Death

rains from the sky (1938) de la British Pathé. Por último, cuando los nacionales ocuparon

Barcelona a principios de 1939, los equipos del Departamento Nacional de Cinematografía

rodaron La liberación de Barcelona y La gran parada militar de Barcelona, que muestran,

respectivamente, la entrada de las tropas franquistas en la Ciudad Condal, el 26 de enero de

1939, y el imponente desfile militar, presidido por Franco, que se celebró el 21 de febrero del

mismo año en la Diagonal de Barcelona.

63
Acabada la Guerra Civil con la victoria de los rebeldes, para Barcelona (y para el país

en su conjunto) empezó una larguísima posguerra de miseria, hambre y miedo. La dictadura

borró todo rastro de la República y ejerció una represión sistemática e implacable contra los

republicanos y los enemigos reales o supuestos del nuevo régimen. Asimismo, el franquismo

quiso hacer tierra quemada de la identidad catalana, prohibiendo el uso público del catalán e

imponiendo la castellanización de los nombres y topónimos catalanes. La película que refleja

mejor la dura realidad de la Barcelona de la posguerra es la ya citada Vida en sombras (1948)

de Llorenç Llobet Gràcia, donde la Guerra Civil es descrita como una experiencia traumática

cuyas heridas permanecen abiertas en la conciencia de la población, y el período posbélico

aparece asociado a la muerte, a la desolación y al dolor.

En los años cincuenta, Barcelona alcanza un auténtico protagonismo en las películas del

llamado cine policíaco barcelonés, que se desarrolla entre 1950 y 1963 a partir del estreno

casi simultáneo de Brigada criminal (Ignacio F. Iquino, 1950) y Apartado de correos 1001

(Julio Salvador, 1950).53 Estas dos cintas condensan las características fundamentales del

género: el rodaje en escenarios reales (algo inédito para el cine de la época, dominado por

películas históricas y folclóricas filmadas en decorados de cartón piedra); la minuciosa

reproducción de las técnicas de investigación de la policía española (consultas de fichas,

seguimiento de sospechosos, interrogatorios, escuchas), y la exaltación del trabajo de las

fuerzas del orden. Mientras que Brigada criminal se rodó en Madrid (excepto un breve

paréntesis en Barcelona), Apartado de correos 1001 se filmó en varios lugares de la Ciudad

Condal, entre los que destacan la Jefatura Superior de Policía en la Via Laietana, que fue uno

de los símbolos de la represión franquista, la antigua sede de La Vanguardia en el Carrer

53
Sobre este cine, véase Espelt, Ramon. Ficció criminal a Barcelona 1950-1963. Barcelona: Laertes, 1998;
Medina, Elena. Cine negro y policíaco español de los años cincuenta. Barcelona: Laertes, 2000; Sánchez Barba,
Francesc. Brumas del franquismo: el auge del cine negro español (1950-1965). Barcelona: Universitat de
Barcelona, 2007.

64
3HODL\ODVSRSXODUHV$WUDFFLRQHV$SRORGHO3DUDOÂOHOKR\GHVDSDUHFLGDV&RPRDILUPy5DIDHO

GH(VSDxD³ODFLXGDGGH%DUFHORQDHVWDQSURWDJRQLVta de este film como Conrado San Martín

o Manuel de Juan, entrañables variantes autóctonas del cop KROO\ZRRGLDQR´ FLWHQ&DSDUUyV

Lera 2013: 56). Tras el éxito de Apartado de Correos 1001, la capital catalana actuará como

³FLXGDG GHO FULPHQ´ HQ PXFKDV RWras películas, como por ejemplo El fugitivo de Amberes

(Miguel Iglesias, 1954), El cerco (Miguel Iglesias, 1955), Distrito Quinto (Julio Coll, 1958),

Los atracadores (Francesc Rovira-Beleta, 1962), A tiro limpio (Francisco Pérez-Dolz, 1963) y

El precio de un asesino (Miguel Lluch, 1963), sólo por citar algunas. En ellas cabe destacar la

presencia del Barrio Chino (el actual Raval) y de la zona portuaria de Barcelona como focos

de delincuencia, escenarios ideales de crímenes y delitos.54 El ambiente sórdido y caótico del

Barrio Chino, con sus callejones sucios y sus casas abigarradas, es contrapuesto al espacio

limpio y ordenado del Eixample y de los otros barrios burgueses y señoriales situados por

encima de la frontera imaginaria constituida por la Plaça de Catalunya. De esta manera, las

películas que hemos citado subrayan el contraste entre dos Barcelonas: la del norte, o sea la

FLXGDG³EXHQD´GHORVEDUULRVDOWRV\ODGHOVXUHVGHFLUOD%DUFHORQD³PDOD´VLWXDGDFHUFDGHO

puerto. Por otro lado, a partir de finales de los años setenta, una serie de films encabezada por

Perros callejeros (José Antonio de la Loma, 1976) irán definiendo una nueva dualidad entre

la Barcelona del centro y la de los suburbios (Balló 93).

En 1957 fue nombrado alcalde de Barcelona José María de Porcioles, que gobernó la

ciudad durante cuatro mandatos consecutivos. Su larga alcaldía (1957-1973) coincidió con el

período del desarrollismo, en el que España experimentó cambios significativos en el ámbito

político, económico y social. Siguiendo las directrices de los tecnócratas del Opus Dei, el

Régimen abandonó la autarquía y emprendió una serie de reformas para liberalizar la

economía, fomentar el turismo ±EDMR HO FpOHEUH OHPD ³6SDLQ LV GLIIHUHQW´± e impulsar la

54
Para Antonio Llorens, HQHVWDVSHOtFXODV³HOSXHUWRGH%DUFHORQDVHUiFRQWRGDVODVGLVWDQFLDVHOHTXLYDOHQWH
GHOD0DUVHOODIUDQFHVDFRQVXKDPSDVXWUiILFRHWF´ FLWHQ(VSHOW 

65
inversión extranjera. Estas medidas sentaron las bases para el boom económico de los años

sesenta, que permitió la difusión de un relativo bienestar material y propició la incorporación

de España al consumismo capitalista. Con la apertura de las fronteras no llegaron sólamente

turistas e inversores extranjeros, sino también ideas, valores y costumbres ajenos a la cultura

franquista, que contribuyeron a modificar la mentalidad de parte de la sociedad española. La

estrecha moral católica y el conservadurismo impuestos por el Régimen dejaron paso, sobre

todo entre la juventud, a un nuevo deseo por participar del estilo de vida y de la libertad

(política, social, moral, cultural y sexual) que existían en el resto de Europa. A estas ansias de

libertad, que se expresaron, sobre todo a partir de finales de los años sesenta, en frecuentes

protestas estudiantiles y manifestaciones de masas contra la dictadura, el franquismo

respondió endureciendo la represión. En Barcelona, los años del desarrollismo se

caracterizaron por un notable desarrollo industrial, por un fuerte incremento demográfico

debido a la llegada de miles de inmigrantes provenientes de las zonas rurales de España, y por

un aumento de la oposición política y social al franquismo. Bajo el mandato de Porcioles, la

ciudad experimentó un crecimiento caótico, basado en el barraquismo y en la especulación

inmobiliaria. La aprobación de ordenanzas urbanísticas municipales muy permisivas, hechas a

medida para los especuladores, favoreció el adocenamiento del Eixample y la destrucción

parcial del patrimonio arquitectónico modernista. Algunos edificios modernistas del

Eixample, como la casa Trinxet, obra de Puig i Cadafalch, fueron derribados con el

beneplácito del Ayuntamiento; muchos más padecieron graves mutilaciones, como por

ejemplo la supresión de las decoraciones que coronaban sus fachadas para añadir áticos y

VREUHiWLFRV ORVIDPRVRV³EDUUHWV´ RWURVVXIULHURQGDxRVDFDXVDGHODIDOWDGHPDQXWHQFLyQ

La película The Passenger (1975) de Michelangelo Antonioni, por ejemplo, nos muestra el

aspecto de la Casa Milà de Gaudí a mitad de los años setenta, después de casi dos décadas de

porciolismo: el edificio aparece ennegrecido por la contaminación, en su fachada está colgado

66
el cartel de una empresa (Cementos Molins S.A.) y su célebre tejado es un laberínto de

antenas de televisión y alambres para tender la ropa (Fig. 21 y 22). Es, sin duda, una imagen

muy diferente de La Pedrera que conocemos hoy y que podemos admirar en películas como

Vicky Cristina Barcelona (Woody Allen, 2008). Por otro lado, el fenómeno del barraquismo

JHQHUyXQDDXWpQWLFDFLXGDG³LQIRUPDO´TXHVHH[WHQGtDSRUHOIUHQWHPDUtWLPRODPRQWDxDGH

0RQWMXwF ODV FROLQDV \ ORV HVSDFLRV GHMDGRV OLEUHV SRU OD %DUFHORQD ³RILFLDO´ (Q  HQ

ocasión de la Semana del Suburbio, una serie de ponencias y actos organizados por la Iglesia

para analizar la situación del extrarradio barcelonés, se calculó que en la capital catalana había

10.352 barracas; a principios de la década siguiente, sin embargo, ya eran cerca de 20.000

³/D FRQVROLGDFLy GHO EDUUDTXLVPH 'HOV DQ\V TXDUDQWD DOV VHL[DQWD´  'H HVWD FLXGDG

³LQIRUPDO´ nos han dejado constancia películas como Los Tarantos (Francesc Rovira-Beleta,

1963), un musical ambientado entre las barracas del Somorrostro (Fig. 23);55 Aspectes i

personatges de Barcelona (Carles Barba, 1964), un irónico retrato de la Barcelona de los

sesenta, que documenta las duras condiciones de vida de los inmigrantes en las chabolas de

Can Tunis, al pie de la montaña de Montjuïc, y Largo viaje hacia la ira (Llorenç Soler, 1969),

un documental sobre la inmigración que muestra las barracas del Camp de la Bota (el lugar

donde se fusilaban a los republicanos después de la Guerra Civil) y del barrio de Torre Baró,

en las faldas de la sierra de Collserola. Para solucionar el problema del barraquismo, el

Ayuntamiento de Barcelona promovió la construcción de grandes polígonos de viviendas en

la periferia de la ciudad, que fueron destinados a realojar a los chabolistas y a dar cobijo a los

inmigrantes que seguían llegando. Como muestran las películas El último sábado (1966) de
55
El Somorrostro ±cuna de la mítica bailaora Carmen Amaya± fue un barrio de barracas que se extendía en el
frente marítimo de Barcelona desde el Hospital de Infecciosos (hoy Hospital del Mar) hasta la riera del Bogatell,
en la zona donde hoy está situado el Port Olímpic. El barrio desapareció en junio de 1966, tres años después de
que Rovira Beleta lo retratara en su película, con motivo de la celebración en el litoral barcelonés de los actos de
la Primera Semana Naval. Las barracas fueron derribadas con urgencia para permitir la ejecución en la playa de
unas maniobras navales de la Armada Española a las que iba a asistir el mismísimo general Franco. La mayoría
de los barraquistas fueron trasladados al polígono de Sant Roc de Badalona.

67
Pere Balañà y 52 domingos (1965) de Llorenç Soler, la mayoría de estos nuevos núcleos

UHVLGHQFLDOHV VH OHYDQWDEDQ OLWHUDOPHQWH HQ PHGLR GH ³OD QDGD´ FDUHFtDQ GH FRQH[LyQ FRQ

Barcelona y eran desprovistos de los equipamientos y de los servicios esenciales. Esta

Barcelona de barracas y barrios dormitorio donde se amontonaban los inmigrantes coexistía

con la Barcelona moderna y mundana de la calle Tuset, situada en la parte alta de la ciudad,

que era seGHGH DJHQFLDV SXEOLFLWDULDV ERXWLTXHVGHPRGD \ORFDOHV ³LQ´ GRQGHVHUHXQtDOD

juventud acomodada. En la capital catalana, de hecho, los sesenta no fueron sólamente años

de desarrollo industrial, inmigración masiva y especulación inmobiliaria, sino también de

eclosión de la moda, de la publicidad y del diseño. Entre los frecuentadores habituales de la

&DOOH 7XVHW UHEDXWL]DGD ³7XVHW 6WUHHW´ HQ FODUD UHIHUHQFLD DO &DUQDE\ 6WUHHW ORQGLQHQVH 

ILJXUDEDQWDPELpQORVFLQHDVWDVGHOD³(VFRODGH%DUFHORQD´XQPovimiento cinematográfico

surgido en la Ciudad Condal a mediados de los sesenta, que proponía un cine experimental,

diferente del que se hacía en Madrid y más próximo al Free Cinema y a la Nouvelle Vague.

Entre sus miembros más destacados se encontraban los barceloneses Vicente Aranda, Carles

Durán, Jacint Esteva, Jordi Grau, y el portugués José María Nunes. Las películas de estos

cineastas componen el retrato de una Barcelona compleja y contradictoria, enseñando lugares

y aspectos de la ciudad que no salen nunca en los films comerciales españoles y extranjeros

de la época, como Amor bajo cero (1960) del valenciano Ricardo Blasco y The Bobo (1967)

del norteamericano Robert Parrish. Fata Morgana (1965, Vicente Aranda) y Liberxina 90

(1970, Carles Durán) reflejan la Barcelona gris y adocenada del desarrollismo, con sus barrios

SHULIpULFRV \ VXV SOD\DV ³SUHROtPSLFDV´ RFXSDGDV SRU LQVWDODFLRQHV LQGXVWULDOHV \ OOHQDV GH

escombros; Noche de vino tinto (José Maria Nunes, 1966) es un largo recorrido por los

callejones oscuros y sucios del que fue el Barrio Chino; Dante no es únicamente severo

(1967, Jacint Esteva y Joaquim Jordà) muestra un Eixample en plena fiebre constructora;

Tuset Street (Jordi Grau y Luis Marquina, 1967) tiene como escenario principal la Barcelona

68
moderna, frívola y chic de la calle Tuset y de la discoteca Bocaccio. Pero quizá el mejor

retrato de la Barcelona desarrollista sea Umbracle (1972) de Pere Portabella, un cineasta que

desarrolló actividades comunes con diversos miembros de la Escola, a pesar de haber negado

en varias ocasiones su adscripción a este movimiento cinematográfico. Umbracle muestra una

%DUFHORQD ³YDPSLUL]DGD´ SRU OD UHSUHVLyQ IUDQTXLVWD \ HO SRUFLROLVPR XQD FLXGDG JULV \

anémica que representa metonímicamente un entero país desangrado por más de treinta años

de dictadura.56

Tras la muerte de Franco en 1975, para Barcelona empezó una época de grandes

cambios políticos, sociales... y urbanísticos. Acabado el control que la dictadura ejercía sobre

el espacio urbano, la calle volviyDVHU³O¶HVFHQDULGHWRWDPHQDGHFLUFXODFLRQVLHVWHQRVLVQR

ordinàries, per mitjà de les quals les forces socials proclamaven els termes de la seva

H[LVWqQFLD´ 'HOJDGR   /RV EDUFHORQHVHV KDUWRV GH UHSUHVLyQ VDOLHURQ D OD FDOOH SDUD

gritar, cantar y luchar por la libertad. Los homosexuales, marginados y perseguidos durante el

franquismo, empezaron a manifestarse en las Ramblas para reivindicar sus derechos, como

muestra Ocaña, retrat intermitent (1978) de Ventura Pons, un documental sobre uno de los

protagonistas de la contracultura barcelonesa de la época, el artista homosexual andaluz José

Pérez Ocaña. 57 Esta película se ha convertido en el símbolo de la Barcelona postfranquista,

una ciudad festiva y libertaria que comenzaba a renacer y a recuperar su identidad tras la larga

noche del franquismo. Para José Luis Garner Ocaña representó la primera película española

³GRQGH PiV FODUDPHQWH VH UHVSLUD XQ DPELHQWH SRVWIUDQTXLVWD   GRQGH PiV YLYR DSDUHFH

FLHUWRFOLPDGH³OLEHUDOLVPR´LQVHSDUDEOHGHWoda una tradición barcelonesa, y cuyo totem por

H[FHOHQFLD VRQ ODV 5DPEODV´ VS  7HUHQFL 0RL[ SRU VX SDUWH FRPHQWy TXH ³6H WLHQH OD

56
Analizaremos detenidamente esta película en el capítulo 3 de esta tesis.
57
Recordemos que en España la homosexualidad fue considerada un delito hasta el 11 de enero de 1979, cuando
el gobierno democrático la excluyó de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social que había sido aprobada en
1970 por las Cortes franquistas.

69
sensación, con Ocaña, de asistir a una suntuosa vomitada, donde toda una cultura largo

tiempo reprimida se manifiesta, DFDVR VLQ FRQWHQFLyQ DFDVR VLQ PHGLGD´ VS  8QD YH]

celebradas las primeras elecciones municipales democráticas en 1979, se empezó a

UHIOH[LRQDUVREUHFyPR ³UHFRQVWUXLU´%DUFHORQDGHVSXpVGHODGHVDVWURVDSROtWLFDXUEDQtVWLFD

IUDQTXLVWD ³VH SHQVDED HQ cómo reconstruir no sólo lo destruido, sino lo aparentemente

reconstruido, lo que había sido reconstruido al tiempo que se desvirtuaba: la propia ciudad

µPRGHUQD¶ HVD %DUFHORQD GH )HULDV \ &RQJUHVRV HQ WUDQFH GH SDUHFHUVH D FXDOTXLHU RWUD

ciudad de FeriaV \ &RQJUHVRV´ 9i]TXH] 0RQWDOEiQ   58 La regeneración de

Barcelona se inauguró durante la Transición y se intensificó a partir de 1986, cuando la

ciudad fue elegida como sede de los Juegos Olímpicos de 1992. Las Olimpíadas ofrecieron a

la capital catalana la oportunidad de realizar grandes cambios urbanísticos y promover su

nueva imagen a nivel mundial. Posteriormente, esta experiencia de remodelación urbanística

KD UHFLELGR HO QRPEUH GH ³0RGHOR %DUFHORQD´ \ KD VLGR HVWXGLDGD H LPLWDGD HQ HO PXQGR

como ejemplo exitoso de desarrollo urbano.59 Gracias a los los Juegos Olímpicos, la ciudad se

convirtió en atractiva no sólamente para sus habitantes y para los turistas, sino también para

los cineastas españoles y extranjeros, como prueban Barcelona (Whit Stillman, 1994),

Uncovered (Jim McBride, 1994), y especialmente Todo sobre mi madre (Pedro Almodóvar,

1999), que consagró la Barcelona post-olímpica como escenario cinematográfico. En el nuevo

milenio, el número de películas de difusión internacional rodadas en la capital catalana ha

aumentado notablemente: /¶DXEHUJHHVSDJQROH(2002), Biutiful (2010), The Cheetah Girls 2

(2006), Gaudí Afternoon (2001), The Machinist (2004), 0DQXDOHG¶DPRUH (2007), Perfume:

The story of a murderer (2006), Vicky Cristina Barcelona (2008), Zindagi Na Milegi Dobara

58
Vázquez Montalbán hace referencia aO HVORJDQ ³%DUFHORQD FLXGDG GH IHULDV \ FRQJUHVRV´ DFXxDGR EDMR HO
mandato de Porcioles por Esteban Bassols, el delegado de Servicios y Relaciones públicas del Ayuntamiento,
para promocionar Barcelona como destino de turismo de negocios.
59
Véase el capítulo 4 de esta tesis.

70
(2011)... sólo por citar algunas. La mayoría de estas cintas muestran una ciudad postal,

contribuyendo tanto a celebrar y consolidar el modelo Barcelona, como a construir y difundir

un determinado imaginario vinculado a ella. Es el caso, por ejemplo, de /¶DXEHUJHHVSDJQROH

(2002) de Cédric Klapisch, que retrata la capital catalana desde el punto de vista de un

estudiante Erasmus, o de Vicky Cristina Barcelona (2008), que es un videoclip promocional

(o un infomercial) de la ciudad y de sus encantos, financiado por la productora barcelonesa

Mediapro y el Ajuntament de Barcelona.60 Sin embargo, hay también películas que ponen en

discusión el éxito y la viabilidad del modelo Barcelona, revelando los problemas y los

conflictos que se ocultan bajo la ciudad bonita y agradable de las representaciones oficiales,

como hacen Biutiful (2010) de Alejandro González Iñárritu, que muestra las inhumanas

condiciones de vida de los inmigrantes en los suburbios, o En construcción (2001) de José

Luis Guerín, que desenmascara los fenómenos de especulación y gentrificación asociados a la

reforma urbanística del Raval.61

60
Véase el capítulo 5 de esta tesis.
61
Véase el capítulo 6 de esta tesis.

71
3

/D%DUFHORQDGHVDUUROOLVWDXQDFLXGDG³YDPSLUL]DGD´

3(O³SRUFLROLVPR´

Si quieres edificar hoy, pregúntale a Bordoy. Si quieres


edificar sobre las aceras, pregúntale a Soteras. Si
quieres edificar sobre los viales, pregúntale a Briales.62

La historia urbana de Barcelona bajo la dictadura tiende a identificarse con la alcaldía de José

María de Porcioles, ya que fue durante su largo mandato (1957-1973) cuando la ciudad sufrió

las transformaciones urbanísticas más importantes de la era franquista (Ribalta 110). En los

DxRV GH OD SRVJXHUUD GH KHFKR ³OHV LQWHUYHQFLRQV D OD FLXWDW VyQ PROW HVFDVVHV UHGXwGHV D

temes puntualVPDUFDGHVVREUHWRWDODSULPHUDGqFDGDSHUOHVVHTHOHVGHODJXHUUD´FRQOD

sóla excepción de las obras realizadas para el Congreso Eucarístico Internacional de 1952,

TXH³YDDFWXDUFRP DUHYXOVLXGHO¶DWRQLDJHQHUDO´ 'RPLQJR \ %RQHW  63 La destrucción

62
Dicho popular de los años sesenta, recogido en Fabre y Huertas (1988: 389), que aludía al poder acumulado
durante la alcaldía de Porcioles por los arquitectos municipales Emilio Bordoy (Jefe de la Unidad de
Planificación Urbana) y José Soteras (Jefe de la Unidad Operativa), y por uno de los yernos del alcalde, Alfredo
Briales, que trabajaba para una empresa de obras públicas cuya sede estaba ubicada en el mismo edificio de la
Unidad de Obras de Vialidad del Ayuntamiento de Barcelona.
63
El XXXV Congreso Eucarístico, que tuvo lugar entre el 27 de mayo y el 1 de junio de 1952, fue el primer
evento internacional que se celebró en Barcelona (y España) tras la Guerra Civil y constituyó el primer paso
hacia la normalización de las relaciones diplomáticas entre la España franquista y las democracias occidentales.
Tres años más tarde, en 1955, la entrada del país en la ONU marcaría el fin del aislamiento internacional del
Régimen. La celebración del Congreso Eucarístico ofreció también la ocasión para realizar una serie de cambios
urbanísticos de cierta importancia, entre los que cabe destacar la construcción del barrio del Congrés y la
urbanización de la parte alta de la Diagonal. En esta zona, en la plaza que sería bautizada con el nombre de Pío
XII, se levantó un imponente altar provisional, proyectado por el arquitecto municipal José Soteras, para celebrar
el acto de clausura del Congreso Eucarístico y una misa multitudinaria. En los alrededores de la plaza había un

72
causada por la Guerra Civil provocó un enorme déficit de viviendas, que se agravó por la

llegada a la capital catalana de miles de inmigrantes que huían de una España aún más

miserable. El rápido aumento de la población y la caída de la actividad constructora, fruto del

SHUtRGR GH DXWDUTXtD KLFLHURQ SUROLIHUDU HO EDUUDTXLVPR \ RWUDV IRUPDV ³DQRUPDOHV´ GH

DORMDPLHQWR FRPR ODV ³FDVDV GH GRUPLU´ ORV SLVRV VXEGLYLGLGRV ORV UHDOTXLODGRV \ ODV

³FRUHDV´ FDVDVDXWRFRQVWUXLGDVHQSDUFHODVSULYDGDV 64 La llegada de Porcioles a la alcaldía,

en 1957, marcó un cambio decisivo en la política urbana municipal. Los tiempos ya son otros:

Barcelona y España han dejado atrás la miseria de la posguerra y se encaminan hacia una

etapa de despegue económico ±lo que algunoV KLVWRULDGRUHV KDQ GHQRPLQDGR HO ³PLODJUR

HFRQyPLFR HVSDxRO´± y de gran crecimiento urbano. El mandato de Porcioles, de hecho,

coincidió con el período del desarrollismo franquista, que se caracterizó por la tímida apertura

núcleo de barracas que fueron derribadas de un día para otro, sin previo aviso, para que los millares de
peregrinos no vieran las condiciones de extrema pobreza en las que vivía una parte de la población barcelonesa.
Los barraquistas fueron realojados en los barrios de Can Clos y del Polvorí, en pisos de escasa superficie y
SpVLPDFDOLGDG&RPRH[SOLFD&DQGHO³$TXHVWHVEDUUDTXHVIHLHQPROWOOHLJDOSXQWRQDQDYHQDPXQWDUO¶DOWDU
monumental i on es produiria la magna concentració de fidels. Es van erigir aquestes dues barriades, més per tal
de resoldre la papereta que representava aquella taca en aquell marc religiós que per esperit de veritable ajuda i
JDQHV GH UHVROGUH HO SUREOHPD´ &DQGHO    6HJ~Q 0DQXHO 'HOJDGR HO &RQJUHVR (XFDUtVWLFR ³VHUYLUi
como precedente no confesado de lo que mucho más tarde será el espíritu ecuménico ±en torno ahora a los
nuevos valores místicos posmodernos± GHO)yUXP0XQGLDOGHODV&XOWXUDVHQHO´ 'HOJDGR 
64
Cabe precisar que en Barcelona el barraquismo no era un fenómeno nuevo: las primeras barracas, habitadas
por trabajadores temporales (pescadores, picapedreros y albañiles) o por sectores marginados de la población
(por ej. los gitanos), habían aparecido ya a finales del siglo XIX en el litoral y en la montaña de Montjuïc. La
situación se agravó durante el primer tercio del siglo XX, cuando el desarrollo industrial de la ciudad y las obras
de la Exposición Internacional atrajeron a miles de trabajadores que, a causa de la escasez de vivienda popular,
se vieron obligados a establecerse en los núcleos de barracas ya existentes o a levantar sus chabolas en otros
espacios libres de la ciudad. Según una estadística del Patronato Municipal de la Habitación, en 1929 en
Barcelona había ya 6.478 barracas, que albergaban a 26.172 habitantes (Rovira 189). El barraquismo alcanzó su
punto álgido a finales de la década de los cincuenta, cuando unas 100.000 personas, o sea casi el 7% de la
población barcelonesa, vivían en chabolas. Las barracas no desaparecerían de Barcelona hasta 1990, cuando, en
vísperas de los Juegos Olímpicos, el entonces alcalde de la ciudad, Pasqual Maragall, dio simbólicamente el
primer golpe de piqueta para la demolición del último núcleo de chabolas, el de Francesc Alegre, en el Carmel
³(OEDUUDTXLVPRHQOD%DUFHORQDGHOVLJOR;;´ 

73
de la dictadura hacia esquemas políticos y económicos más cercanos a los de la Europa del

momento; una apertura imprescindible para que España ingresara en los organismos

internacionales y se integrara en los circuitos económicos del capitalismo mundial. Bajo la

dirección de un equipo de tecnócratas procedentes del Opus Dei, el Régimen aprobó el Plan

de Estabilización (1959), un conjunto de medidas dirigidas a liberalizar la economía y a

fomentar las inversiones extranjeras. La combinación de estas medidas con el boom turístico,

la afluencia de remesas de los trabajadores españoles emigrados a Europa y la coyuntura

económica internacional favorable posibilitaron un fuerte, aunque desequilibrado, desarrollo

económico. La intensa industrialización de los años sesenta provocó un éxodo rural masivo

hacia las grandes ciudades y las zonas más urbanizadas de España (Madrid, Valencia,

Cataluña y el País Vasco). En el período 1961-65, se cifra en 800.000 el número de

inmigrantes llegados a Cataluña, de los que un 50% se instalaron en la provincia de Barcelona

(Busquets 240). La presión migratoria y la falta de vivienda determinaron la extensión del

fenómeno del barraquismo. Como ya hemos anticipado en el capítulo 2, los núcleos de

EDUUDFDVOOHJDURQDFRQIRUPDUXQDDXWpQWLFDFLXGDG³LQIRUPDO´TXHVH extendía por el litoral,

ODPRQWDxDGH0RQWMXwFODVFROLQDV\ORVHVSDFLRVLQWHUVWLFLDOHVGHOD%DUFHORQD³RILFLDO´En

el plano político, la nueva situación económica, social e internacional del país obligó al

gobierno franquista a aprobar una serie de leyes orientadas a ofrecer, sobre todo de cara al

exterior, una imagen más amable del Régimen. Entre ellas recordemos la Ley de Prensa e

Imprenta (1966) ±promovida por el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel

Fraga Iribarne±, la Ley de Libertad Religiosa (1967) y la Ley Orgánica del Estado (1967). Se

WUDWDED VLQ HPEDUJR GH PHGLGDV PHUDPHQWH ³FRVPpWLFDV´ TXH QR DOWHUDEDQ OD HVHQFLD

autoritaria y antidemocrática de un régimen que no cejaría en la represión de cualquier forma

de disidencia hasta el final de sus días.65

65
Basta con recordar que en julio de 1959, en concomitancia con la aprobación del Plan de Estabilización, se

74
José María de Porcioles nació en Amer (Girona) en 1904 y falleció en Villassar de Dalt

en 1993. Doctorado en Derecho por la Universidad de Barcelona, ganó las oposiciones para

notario, ejerciendo desde 1932 en Balaguer. Allí fue uno de los dirigentes locales de la Lliga

Catalana de Francesc Cambó. Durante la Guerra Civil logró huir a Francia para pasar al bando

QDFLRQDO\DFDEDGRHOFRQIOLFWRVHFRQYLUWLyHQXQRGHORVPiVtQWHJURV³FDWDODQHVGH)UDQFR´

(Riera 1998): presidente de la Diputación de Lleida entre 1940 y 1943, Director General de

los Registros y del Notariado del Ministerio de Justicia entre 1943 y 1946, notario de

Barcelona a partir de 1947, Procurador en Cortes y alcalde de Barcelona entre 1957 y 1973,

cuatro mandatos consecutivos por designación directa del Jefe del Estado. Mientras Porcioles

ejerció el oficio de alcalde, su notaría estuvo a cargo de un sustituto, el notario Manuel Ocaña

Campos. En ella se escrituraron muchas de las operaciones urbanísticas realizadas en

Barcelona durante el desarrollismo, algunas de ellas más que discutibles (Jou 124-25; Alibés

et al. 226-29).66 En constraste con la subordinación de sus tres predecesores (Miguel Mateu,

José María de Albert y Antonio María Simarro), Porcioles fue más que un alcalde y llegó a

tener más poder e influencia que ciertos ministros, asumiendo en algunas ocasiones el papel

GH ³UHSUHVHQWDQWH´ GH &DWDOXxD )DEUH \ +XHUWDV    $ ORV SRFRV PHVHV GH WRPDU

SRVHVLyQGHVXFDUJRSRUHMHPSOR³DVXVWyDOJUHJDULsmo centralista presentando un Plan de

$JXDVGH&DWDOXxDFRPRVLGLVSXVLHVHGHFRPSHWHQFLDVDWULEXLEOHVDODH[WLQWD*HQHUDOLWDW´

(Vigil y Vázquez 71), y el 21 de julio de 1960 defendió ante el Pleno de las Cortes la ley que

promulgó una nueva Ley de Orden Público, que perseguía cualqXLHU DFWR TXH DWHQWDUD D OD ³XQLGDG HVSLULWXDO
QDFLRQDO SROtWLFD \ VRFLDO GH (VSDxD´ /D GHOLEHUDGD YDJXHGDG GHO WH[WR GH OD OH\ SHUPLWtD TXH WRGD
manifestación o reunión pública no autorizada pudiera ser considerada como una amenaza para el orden público
y, por lo tanto, reprimida y penalizada. Los juicios sumarísimos y las condenas a muerte por delitos políticos no
cesaron hasta el final de la dictadura (recordemos la muerte de Joan Comorera en el penal de Burgos en 1958 y
las trágicas ejecuciones de Julián Grimau, en 1963, de Salvador Puig Antich, en 1974, y de cinco militantes de
ETA y del FRAP, en 1975). Tampoco cesó la represión de la lengua y la cultura catalanas, excluidas de la
escuela, de los usos oficiales y de los medios de comunicación.
66
Según declaraciones del propio Porcioles, en su notaría llegaron a redactarse más de 7000 escrituras al año
(Fabre y Huertas 1988: 390).

75
autorizaría la compilación del Derecho Civil Especial de Cataluña. A nivel local, ese mismo

año, Porcioles consiguió para Barcelona una Carta Municipal, que estableció nuevas

condiciones jurídico-administrativas, instituyendo un régimen especial para la capital

catalana.67 Este documentR ³VHUi OD IXHQWH MXUtGLFD TXH DPSDUDUi ODV GHFLVLRQHV \

ordenamientos municipales que regirán a la urbe desde 1960 y al mismo tiempo el

instrumento que dará un amplísimo poder de decisión política a la figura del alcalde, lo que le

permitirá gobernar la cLXGDG FRQ XQ PDUFDGR FDUiFWHU SHUVRQDO´ 0DUWt \ 0RUHQR  

Además de establecer una nueva organización burocrática del Consistorio, mediante la

creación de delegados y Juntas de Distrito, la Carta Municipal simplificó los procedimientos

para la realización de obras públicas y dotó al Ayuntamiento de nuevos mecanismos

financieros ±básicamente, la capacidad de emitir deuda y aplicar nuevos impuestos± para

hacer frente al grave déficit que la Hacienda Municipal venía arrastrando desde el final de la

Guerra Civil. El incremento en la recaudación fue significativo: el presupuesto municipal

pasó de 900 millones de pesetas, en 1957, a 7.840 millones en poco menos de 20 años (Aricó,

Mansilla y Stanchieri 5). Como señala el urbanista Joan Busquets, la Carta MunicipDO³RWRUJD

a la ciudad un mayor presupuesto, pero sobre todo una mayor agilidad financiera y

67
La Carta Municipal fue aprobada en el contexto de una de las operaciones de imagen más ambiciosas del
franquismo, la llaPDGD ³2SHUDFLyQ &DWDOXxD´ TXH FRQVLVWLy HQ XQD VHULH GH JHVWRV FRQ ORV TXH HO 5pJLPHQ
pretendía demostrar su benevolencia hacia Cataluña y la importancia que le otorgaba dentro de la estructura
política del país. Estos gestos incluyeron también la celebración de un Consejo de Ministros extraordinario en el
Palacio Real de Pedralbes, la visita del Caudillo al monasterio de Montserrat, la desmilitarización del Castillo de
Montjuïc y la autorización para compilar el Derecho Civil catalán (Ruiz Bautista 157). La aparente benevolencia
del Régimen, sin embargo, TXHGyGHVHQPDVFDUDGDSRUORVOODPDGRV³IHWVGHO3DODX´RFXUULGRVHQ%DUFHORQDHO
19 de mayo de 1960. En esta fecha se celebró en el Palau de la Música Catalana (entonces Palacio de la Música)
un concierto del Orfeó Català en homenaje al poeta Joan Maragall, en el centenario de su nacimiento. El
*REHUQDGRU&LYLO$FHGR&ROXQJDSURKLELyTXHVHLQWHUSUHWDUD³(O&DQWGHOD6HQ\HUD´±himno del Orfeó Català,
con letra del proprio Maragall, e himno oficioso de Cataluña± por sus connotaciones catalanistas. Desafiando la
prohibición, y en presencia de varios ministros franquistas, una parte del público se puso de pie y entonó el
canto, provocando la intervención de la policía. En los días siguientes fueron detenidas numerosas personas,
entre las que se hallaba el futuro presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.

76
administrativa: el Ayuntamiento puede intervenir activamente en muchas actuaciones

urbanísticas, mientras que antes no podía hacerlo, tanto por falta de recursos como por falta

GHFRPSHWHQFLDV´ %XVTXHWV eVWRXQLGRDOLQFLSLHQWHGHVDUUROORHFRQyPLFRLPSXOVDGR

por la nueva política desarrollista y al crecimiento demográfico que trajo consigo un aumento

constante de la demanda de vivienda, permitió realizar grandes proyectos urbanos, que fueron

capitalizados por los sectores financieros e inmobiliarios más próximos al franquismo.

Personalidades como Román Sanahuja, Josep María Figueras, Josep Lluís Núñez o Juan

Antonio Samaranch ±quien años más tarde, como presidente del Comité Olímpico

Internacional (COI), tendría un papel fundamental en la consecución de los Juegos Olímpicos

de 1992 para Barcelona± se convertirían en los máximos exponentes de loV ³WUDSLFKHRV

XUEDQtVWLFRV´ TXH caracterizaron la que Josep Maria de Sagarra, en unos versos satíricos,

OODPy OD %DUFHORQD ³SRUFLROHMDGD´ )DYj  'XUDQWH ORV GLHFLVpLV DxRV HQ ORV TXH 3RUFLROHV

RVWHQWy HO FDUJR GH DOFDOGH \ KDVWD HO ILQDO GH OD GLFWDGXUD HO XUEDQLVPR EDUFHORQpV ³VH

identificará con especulación, corrupFLyQ\H[FOXVLyQ´\³VXVFLWDUiIXHUWHVUHDFFLRQHVFUtWLFDV

GHORVEDUULRVSRSXODUHVVREUHWRGRSHURWDPELpQGHORVHQWRUQRVFXOWXUDOHV\SURIHVLRQDOHV´

(Borja 75). Para solucionar el problema del barraquismo y la crónica escasez de viviendas, el

Ayuntamiento de Barcelona promovió la construcción de grandes polígonos residenciales en

la periferia de la ciudad, permitiendo que se edificaran incluso en terrenos que en origen

estaban destinados a equipamiento o a zonas verdes.68 Como hemos señalado en el capítulo 1,

esta producción masiva de vivienda se inscribe en un contexto europeo marcado por el

proceso de reconstrucción y urbanización acelerada posterior a la Segunda Guerra Mundial.

En el momento de su construcción, la mayoría de los polígonos barceloneses se encontraban

68
La recalificación descontrolada del suelo urbano durante la era porciolista tuvo como consecuencia una
reducción importante de los espacios verdes previstos en el Plan Comarcal aprobado en 1953. Según Martí y
Moreno, en 1970 ya se había perdido el 28% de los espacios verdes o deportivos zonificados en el Plan (Martí y
Moreno 27).

77
en un entorno poco o nada urbanizado, estaban mal comunicados con la ciudad y carecían de

los servicios más básicos, como alumbrado, alcantarillado, escuelas o ambulatorios. Algunos

de ellos, siendo habitados casi exclusivamente por inmigrantes, eran verdaderos guetos

aislados de Barcelona y completamente cerrados en sí mismos. Lejos de resolver los graves

problemas que pretendía solucionar, este urbanismo especulativo no hizo más que

desplazarlos a la periferia de Barcelona, dando lugar a lo que se dio en llamar, muy

DFHUWDGDPHQWH³EDUUDTXLVPRYHUWLFDO´

Por RWUR ODGR HO $\XQWDPLHQWR LQWHUYLQR HQ HO WHMLGR XUEDQR ³SDUD OLEHUDU VXHOR SDUD

algunas operaciones lucrativas de torres (edificios singulares), de oficinas y viviendas para

clases medias y, sobre todo, para multiplicar las vías destinadas únicamente a la circulación y

TXH IDFLOLWDUtDQ QXHYDV RSHUDFLRQHV LQPRELOLDULDV´ %RUMD   /D DSUREDFLyQ GH RUGHQDQ]DV

urbanísticas municipales muy permisivas, hechas a medida para los especuladores, posibilitó

OR TXH )DEUH \ +XHUWDV KDQ GHILQLGR XQ ³DWHPSWDW JOREDO DO SDWULPRQL DUTXLWHFWzQLF GH

O¶(L[DPSOH´    $OJXQRV HGLILFLRV PRGHUQLVWDV FRPR OD FDVD 7ULQ[HW GH 3XLJ L

Cadafalch, fueron derribados con el beneplácito del Ayuntamiento; muchos más padecieron

graves mutilaciones, como la destrucción de sus interiores o la supresión de las decoraciones

TXH FRURQDEDQ VXV IDFKDGDV SDUD DxDGLU iWLFRV \ VREUHiWLFRV ORV IDPRVRV ³EDUUHWV´  RWURV

sufrieron daños a causa de la falta de manutención. Como resultado, el Eixample hoy en día

HVWi³WDQPDUFDWSHUOHVIDoDQHVHFOqFWLTXHVGHO¶DUTXLWHFWH-RDQ0DUJDULW6HUUDGHOODXWRUGHO

GLVVHQ\TXDVLLJXDOGHWRWVHOVHGLILFLVIHWVSHUO¶HPSUHVDFRQVWUXFWRUD1~xH]\1DYDUURFRP

per les cases aixecades durDQW O¶~OWLP WHUo GHO VHJOH SDVVDW L HO SULPHU G¶DTXHVW´ )DEUH \

Huertas 1988: 408). Paralelamente, se priorizó el transporte privado sobre el público,

fomentando el uso del automóvil (es la época del Seat 600) con actuaciones muy discutidas,

como la supresión de la red de tranvías, la construcción del Primer Cinturón de Ronda (la

actual Ronda del Mig) y la concesión del subsuelo de dominio público para la realización de

78
párkings subterráneos. Las constantes facilidades al transporte privado se tradujeron en graves

problemas de congestión, ruido y contaminación.

En este capítulo analizaremos la película Umbracle (1972) de Pere Portabella, que nos

ofrece quizá el mejor retrato cinematográfico de la Barcelona desarrollista. En este film, el

cineasta catalán refleja el clima político y social de la Barcelona del período empleando una

imaginería y recursos típicos del cine de terror, entre ellos la figura de Drácula, interpretada

por el actor británico Christopher Lee, famoso por haber encarnado a ese personaje en

P~OWLSOHVRFDVLRQHV9HUHPRVFyPRDODSUyVSHUD\PRGHUQD³&LXGDGGHIHULDV\FRQJUHVRV´

que el Ayuntamiento de Porcioles y el Régimen pretendían promover durante el

desarrollismo, Portabella contrapone una Barcelona casi terrorífica, atravesada por lo siniestro

en su acepción freudiana (Unheimlich  8QD FLXGDG ³QR PXHUWD´ ³YDPSLUL]DGD´ SRU OD

represión franquista y por el mal urbanismo que caracterizó la alcaldía de Porcioles. También

constataremos que no solamente en Umbracle, sino también en varias novelas catalanas y

españolas escritas durante el franquismo, la imaginería del miedo es empleada para retratar y

criticar la degradación de Barcelona y la falta de libertad que sus habitantes sufrían bajo el

franquismo.

3.2 Barcelona, Transilvania, 1972: Umbracle de Pere Portabella

El noticiero cinematográfico NO-DO 1418A del 9 de marzo de 197069 informa sobre la

exposición Barcelona 74, organizada por el Ayuntamiento de Porcioles, en la que se exhibían

los proyectos de reforma urbanística de la ciudad contemplados en el Programa de Actuación

Municipal 1969-1974. Junto a un breve recorrido por la exposición, el noticiero franquista

muestra una serie de lugares conocidos de la capital catalana: la Plaza de la Victoria (Plaça

Joan Carles I en el nomenclátor actXDO PiV FRQRFLGDFRPR ³&LQFG¶2URV´ OD3OD]D&DOYR

69
Disponible en: http://www.rtve.es/filmoteca/no-do/not-1418/1486729 (fecha de consulta: 15 de julio de 2017).

79
Sotelo (hoy denominada Francesc Macià), el monumento a Colón, las Reales Atarazanas y la

Avenida General Goded (Pau Casals). Las imágenes van acompañadas de la voz en off

característica de los reportajes del NO-'2 TXH QRV LQIRUPD GH TXH ³%DUFHORQD FUHFH \ VXV

SUREOHPDVPX\VHPHMDQWHVDORVGHWRGDVODVJUDQGHVXUEHVHQH[SDQVLyQVHDJXGL]DQ´3DUD

resolverlos, el Ayuntamiento prometía emprender una serie de intervenciones urbanísticas que

LQFOXtDQ³YDrios túneles que romperán el cerco de montañas que rodea la ciudad y permitirán

ODH[SDQVLyQGHO FDVFRXUEDQRSRUOD UHJLyQ GHO 9DOOpV´ 70 Lo que llama la atención de este

breve reportaje, más allá de su obvio valor documental, es la música de fondo angustiosa e

inquietante, propia de una película de terror de clase B, que no presenta ninguna relación

justificada con las imágenes ni con el comentario de la voz en off, y que mantiene al

espectador en un estado de tensión por algo desagradable que cree que va a ocurrir enseguida.

A causa del efecto perturbador de la música, las calles, los edificios y los monumentos de

%DUFHORQDHQODSDQWDOODGHMDQGHSDUHFHUQRVIDPLOLDUHVH³LQRFXRV´SDUDYROYHUVHH[WUDxRV\

amenazadores. Así, en este NO-DO la Barcelona porciolista acaba convirtiéndose en el

posible escenario de una película de terror.

Lo que acabo de decir no debería sorprendernos, porque, si bien es cierto que Cataluña

no es Transilvania y que las montañas que rodean Barcelona no son los Cárpatos, a principios

de los años setenta del siglo pasado no era imposible encontrar a Drácula paseando por las

calles de la Ciudad Condal. En efecto, entre 1970 y 1972 la capital catalana fue el escenario

de tres películas protagonizadas por el célebre vampiro: El conde Drácula (1970) del director

HVSDxRO -HV~V ³-HVV´ )UDQFR SXEOLFLWDGD FRPR OD PiV ILHO DGDSWDFLyQ MDPiV ILOPDGD GH OD

70
El NO-DO se refiere a uno de los proyectos más discutidos de Porcioles, el de construir una serie de túneles
bajo la sierra de Collserola para conectar Barcelona con el Vallés, donde el alcalde planeaba organizar en 1982
una Exposición Universal que jamás llegó a celebrarse. El proyecto inicial ±EDMR HO HVORJDQ ³/D IH PXHYH
PRQWDxDV´± preveía la apertura de tres túneles: el de Vallvidrera u Occidental, el del Tibidabo o Central y el de
Horta u Oriental. Sin embargo, a causa de insalvables dificultades de financiación, sólo se acometió el túnel de
Vallvidrera, cuyas obras comenzaron en 1970 y finalizaron, tras numerosas vicisitudes, en 1991.

80
novela de Bram Stoker;71 Vampir-Cuadecuc (1970) del catalán Pere Portabella, que es una

especie de making-of experimental del Drácula de Jess Franco, y Umbracle (1972), la película

en que se centra este capítulo, igualmente dirigida por el cineasta catalán. 72 En todas ellas el

sanguinario conde transilvano es interpretado por el actor británico Christopher Lee, el

legendario Drácula de las películas de terror de la Hammer. Su participación en las dos cintas

de Pere Portabella ha sido explicada por Domènech de la siguiente manera:

Tot va venir en ocasió que Christopher Lee era aquí per rodar una de tantes pelis

de vampirs i rosses, ara dirigida per Jess Frank, és a dir, Jesús Franco. I diuen que

Joan Brossa va tenir la ideia)LOPDUO¶DFWRUIHQWHOSHUVRQDWJHILOPDUODSHUVRQD

TXH pV O¶DFWRU %URVVD H[SOLFD TXH ³DO JUDQ DFWRU OL YD LQWHUHVVDU HO SURMHFWH

consistent en el fet que a través de la hiVWzULD GH OD PDWHL[D SHOÂOtFXOD DQpV

encadenant una sèrie de situacions en les quals la gent el confongués amb

&KULVWRSKHU /HH PDOJUDW TXH UHSUHVHQWDYD TXH QR O¶HUD DPE OD TXDO FRVD

V¶H[SORWDYD WRW HO VHX FDULVPD´ GHLD O¶DYDQWJXDUGLVWD PXQLFLSDO %URVVD i

3RUWDEHOODYDQSDUWLUSHUHVLPLUDDUDWHQLPGXHVSHOÂOtFXOHV VS

En la primera película, Vampir-Cuadecuc3RUWDEHOODILOPy RVLVHSUHILHUH³YDPSLUL]y´ HO

rodaje del Drácula de Jesús Franco, con el propósito de desvelar los procedimientos de

construcción de la ficción cinematográfica en general, y del cine fantástico y de terror en

71
Al final de los WtWXORVGHODSHOtFXODVHOHH³+DFHDxRV>VLF@TXH%UDP6WRNHUHVFULELyODPiVSRSXODUGHODV
KLVWRULDVGHKRUURU(QHVWDSHOtFXODHVUHSUHVHQWDGDSRUSULPHUDYH]FRQDEVROXWDILGHOLGDGDODREUDRULJLQDO´
72
En la misma época también dos cineastas que habían pertenecido a la Escola de Barcelona ±movimiento
cinematográfico con el que Portabella ha sido frecuentemente relacionado± trataron en sus películas la figura del
vampiro: Vicente Aranda en La novia ensangrentada (1972), basada en Carmilla de Joseph Sheridan Le Fanu, y
Jordi Grau en Ceremonia sangrienta (1973).

81
particular.73 El resultado es una obra en que se mezclan escenas del film de Franco, pero

rodadas en blanco y negro, sin diálogos y desde una angulación diferente, con planos que

revelan lo que pasa detrás de las cámaras: las sesiones de maquillaje, los actores leyendo el

guión o descansando en las pausas del rodaje, los técnicos de efectos especiales decorando el

plató con telarañas o accionando una máquina de humo para crear efecto de niebla. En el

final, en la única escena hablada, Christopher Lee se quita las lentillas rojo sangre, los

colmillos de vampiro y el bigote postizo para leer el último párrafo de la novela de Stoker, en

el que se describe la muerte de Drácula. Una secuencia de Vampir-Cuadecuc, donde Lee con

gafas de sol y vestido de calle baja por la escalinata de la fachada del Hospital de Sant Pau,

anticipa de alguna manera la siguiente película realizada por Portabella y protagonizada por el

actor británico: Umbracle (Fanés 35).

Umbracle es el cuarto y último film que Portabella realizó con la colaboración del poeta

catalán Joan Brossa, después de No compteu amb els dits (1967), de Nocturn 29 (1968) y de

la ya citada Vampir-Cuadecuc (1970). Se trata de una cinta experimental, un film

underground que nace al margen de los circuitos cinematográficos profesionales de

producción, distribución y exhibición. De hecho, en 1969 Portabella decide romper con el

OODPDGR³FLQHSRVLELOLVWD´RVHDHOFLQHTXHVHUHDOizaba conforme a los límites impuestos por

la censura y a los condicionamientos de distribuidores y exhibidores, y opta por seguir

haciendo películas desde la ilegalidad. Así, Vampir-Cuadecuc y Umbracle se rodaron sin

autorización en un formato no profesional, el 16 mm, y hasta la restauración de la democracia

se exhibieron exclusivamente en circuitos alternativos o en el extranjero. Con este giro,

3RUWDEHOOD VLWXy VX FLQH HQ XQD SRVLFLyQ SHULIpULFD R ³H[WUDWHUULWRULDO´ =XQ]XQHJXL 

distanciándose tanto del aparato industrial cinematográfico como de los modelos de

73
En el cortometraje Dracula vs. Vampir (2012), Ricard Carbonell ha confrontado mediante el uso del montaje
paralelo el Drácula de Jess Franco con el de Pere Portabella. Más recientemente, Carles Prats ha reconstruido la
KLVWRULDGHODVGRVSHOtFXODVHQHOGRFXPHQWDO³'UiFXOD%DUFHORQD´  .

82
UHSUHVHQWDFLyQLQVWLWXFLRQDOHV(OWtWXOR³8PEUDFOH´IXHVXJHULGRTXL]iVSRU%URVVDTXHKDEtD

llamado precisamente )RUDGHO¶XPEUDFOH una colección de poemas compuesta en 1968 y que

no se publicó KDVWDHO/DSDODEUD³XPEUDFOH´ ³XPEUiFXOR´HQFDVWHOODQR TXHGHVLJQD

VHJ~QHOGLFFLRQDULR)DEUDXQ³OORFGLVSRVDWGHPDQHUDTXHWRWGRQDQWSDVDO¶DLUHUHVJXDUGL

GHOVUDLJVGHOVROOHVSODQWHVTXHV¶KLSRVHQ´QRVUHPLWHDODRVFXULGDGGHODODrga noche del

franquismo ya evocada por Nocturn 29 (el número aludía a los 29 años transcurridos desde la

instauración de la dictadura). Umbracle se presenta como un collage de imágenes y sonidos

que rompe con las pautas tradicionales de la narración cinematográfica, a la vez que

cuestiona, perturba y desorienta al espectador. El mismo Christopher Lee confesó en una

entrevista que cuarenta años después la película seguía pareciéndole incomprensible:

Un umbracle és un parc amb arbres que no deixen passar el sol. No sé per què la

SHOÂOtFXODHVGLXDL[t1RHQWLQFQLLGHD(QFDUDQRVyFFDSDoG¶H[SOLFDUDTXHVWD

SHOÂOtFXOD  +LFDQWRLQRVpSHUTXq5HFLWRXQSRHPDG¶$OODQ3RHLWRFRXQD

dona nua ajaguda al llit. No sé per què. I vaig a un museu (...) Crec que era una

SHOÂOtFXODSROtWLFDSHUzpVHOTXHFUHFSHUTXqQRKRVp7RWSOHJDWpVPROWHVWUDQ\

però va ser una experiència extraordinària. (s.p.)

Las palabras del actor inglés nos dan la medida de la heterogeneidad de las secuencias que

componen la película y que le confieren el aspecto de un extraño rompecabezas. Portabella

interpone a las escenas protagonizadas por Lee una serie de materiales muy distintos:

fragmentos de películas cómicas mudas de Stan Laurel y Oliver Hardy, Charles Chaplin,

Harold Lloyd y Buster Keaton; imágenes rodadas en un matadero industrial de pollos; la

actuación de una pareja de payasos; una larga secuencia de El frente infinito (1959) de Pedro

Lazaga, que ejemplifica la estética y los valores (ejército, patria y religión católica) del cine

83
bélico de propaganda franquista; fragmentos de entrevistas a tres críticos de cine (Román

Gubern, Joan Enric Lahosa, Miguel Bilbatúa) que analizan el código de censura

cinematográfica vigente entonces en España y la situación del cine independiente español. Sin

embargo, a pesar de su estructura discontinua y fragmentaria, Umbracle mantiene cierta

coherencia interna gracias a la presencia de dos elementos unificadores, que le dan un leve

hilo argumental: el actor Christopher Lee, como encarnación de Drácula, y la ciudad de

Barcelona, que en lugar de ser un simple telón de fondo se convierte en la auténtica

protagonista de la película. Mi propuesta es leer Umbracle como una exploración

cinematográfica de la Barcelona desarrollista ±la que aparece también en el NO-DO±

realizada siguiendo los pasos de un Drácula con gafas de sol y sin colmillos, convertido por el

cineasta catalán en un elegante y aparentemente inocuo turista extranjero.

Una pregunta posible sería: ¿cómo retrata Portabella la Barcelona de los años setenta,

esta ciudad a la que los vampiros iban de vacaciones?

3.3 Sightseeing con Drácula: viaje alucinante a la Barcelona desarrollista

Siguiendo las deambulaciones de Christopher Lee, Umbracle muestra algunos lugares

conocidos de Barcelona, como el parque de la Ciutadella, el museo zoológico, la Plaça Reial,

el Arc de Triomf, la Rambla y el cine Capitol, donde se proyectaban las películas de terror de

la Hammer.74 La ciudad tiene un aire inquietante y amenazador, que refleja bien el clima

74
El cine Capitol (1926- FRQRFLGRSRSXODUPHQWHFRPR³&DQ3LVWROHV´HVWDEDHVSHFLDOL]DGRHQSHOtFXODV
western, políciacas y de terror. Situado en la Rambla, se hizo muy famoso por los grandes y llamativos carteles
que anunciaban en su fachada los estrenos semanales. Precisamente una de sus singulares fachadas publicitarias,
REUDGHODUWLVWD$QWRQL&ODYpIXHHORULJHQGHODSRGRGH³&DQ3LVWROHV´³3HUDO¶HVWUHQDGHContra el imperio del
crimen ±HOG¶RFWXEUHGH±, Clavé simulà uns terribles impactes de bala a les portes vidrieres del vestíbul
de la Rambla. Va fer-KRG¶XQDPDQHUDWDQYHUVHPEODQWTXHDOGLDVHJHQWWRWKRPFUHJXpTXHHO&DSLtol havia
HVWDWDWDFDWSHUXQJUXSG¶KRPHVDUPDWV8QDWDUGDDO¶$WHQHXEDUFHORQqVHOFULWLFG¶DUWGHLa Vanguardia ±Joan
Cortès± IHQW DOÂOXVLy D OD GHFRUDFLy GH &ODYp GLJXq D $QWRQL 6ROp >HO HPSUHVDULR GHO &DSLWRO@ TXH DOOy ±el
cinema± VHPEODYDµ&DQ3LVWROHV¶/DGHILQLFLy±prou precisa± fou molt ben rebuda per homes com Josep Maria

84
social y político de la época. Recordemos que los últimos años del franquismo se

caracterizaron por una creciente debilidad del Régimen, que se manifestó en una brutal y, a

menudo, indiscriminada represión. El aumento de la conflictividad social, política y laboral,

tuvo por respuesta un endurecimiento de las prácticas represivas (violencia policial,

amenazas, detenciones, torturas, secuestros, ejecuciones). En este escenario convulso

aparecieron también comandos de extrema derecha que realizaban impunemente acciones

violentas (palizas a manifestantes, asaltos a sedes de revistas y periódicos) contra opositores

UHDOHV R VXSXHVWRV FDOLILFDGRV JHQpULFDPHQWH GH ³URMRV´ (Q HQHUR GH  ODV DJLWDFLRQHV

estudiantiles llevaron el gobierno a decretar en toda España el estado de excepción, medida

que volvería a ser tomada el año siguiente ante la magnitud de las protestas generadas por el

Juicio de Burgos, entre las que tuvo un fuerte impacto el encierro en el monasterio de

Montserrat de trescientos intelectuales, artistas y profesionales de Cataluña, en el cual

participó el mismo Pere Portabella.75 Paralelamente al aumento de la contestación social y

política a la dictadura hubo un incremento de la violencia etarra, que culminaría con el

atentado mortal de ETA contra Carrero Blanco, la mano derecha de Franco, en diciembre de

1973 (Marín, Molinero y Ysàs). En este clima de miedo, violencia y amenaza latente, que

Portabella conocía de cerca por su militancia antifranquista, está envuelta la Barcelona de

de Sagarra, Sebastià Gasch, Josep Palau i Guillermo Diaz-Plaja ±tots ells bons clients del Capitol±, els quals
O¶HVYHQWDUHQ UHSHWLGDPHQW PLWMDQoDQW OD SUHPVD FRQWULEXLQW DL[t TXH OD JHQW V¶KL IDPLOLWDULW]pV )LQDOPHQW HO
públic, en fer-ODVHYDODFRQVDJUjG¶XQDPDQHUDGHILQLWLYD´ 0XQsó Cabús 64-65).
75
'HVGHVXSDUWLFLSDFLyQHQOD³&DSXW[LQDGD´GH HOHQFLHUURGHHVWXGLDQWHVHLQWHOHFWXDOHVTXHWXYROXJDU
en Barcelona en el convento de los Capuchinos de Sarrià) Portabella fue una figura destacada de la lucha política
contra el franquismo. Además de tomar parte en el encierro de Montserrat, el director catalán jugó un papel
importante en la constitución de la Assemblea de Catalunya (1971-77) y fue detenido por la policía franquista en
ODOODPDGD³FDLJXGDGHOV´7UDVHOILQDOGHla dictadura se dedicó intensamente a la vida política, apartándose
temporalmente del cine (entre Informe general, realizada en 1976, y su siguiente película, Pont de Varsòvia,
transcurrieron trece años). En las primeras elecciones democráticas fue elegido senador por Entesa dels Catalans,
una coalición de las fuerzas de la izquierda catalana. Posteriormente, fue diputado en el Parlament de Catalunya
(1980-88) y presidente de la Comisión Política Nacional de Iniciativa per Catalunya (1990-1999). Actualmente
preside la Fundación Alternativas.

85
Umbracle. Una Barcelona teñida de un aura siniestra y espectral, en la que se percibe la

presencia de un poder represivo siempre al acecho, y cuyos lugares más populares (la Rambla,

el parque de la Ciutadella) se vuelven casi irreconocibles. Así pues, como apunta Fèlix Fanés,

³OD SROtWLFD LUUXPSH HQ Umbracle como no lo había hecho nunca antes en el cine de

3RUWDEHOOD´   8QR GH ORV SULPHURV HQ YDORUDU HVWD SHOtFXOD \ HQ UHFRQRFHU VX FDUiFWHU

político fue el crítico cinematográfico norteamericano Jonathan Rosenbaum, que vio en ella

XQ³LQIRUPHGHSURWHVWDFRQWUDODYLGDEDMRHOUpJLPHQIUDQTXLVWD´  

Ahora bien, ¿qué estrategias emplea Portabella en Umbracle para crear la atmósfera de

pesadilla en la que aparece sumergida Barcelona? Hay dos maneras en que el cineasta catalán

confiere a la ciudad un aspecto siniestro e inquietante: a través de la presencia de Christopher

Lee como encarnación de Drácula y mediante dos recursos cinematográficos básicos, la

fotografía y el sonido. Empezamos analizando la primera de estas estrategias. En sus películas

de los años sesenta Portabella había utilizado dos célebres actores de la época, Mario Cabré

(en No compteu... y en Nocturn 29) y Lucía Bosé (en Nocturn 29), cuya sola aparición en la

pantalla ya evocaba toda una serie de características y de significaciones estereotipadas. Lo

que interesaba al director no eran los intérpretes en sí, sino la imagen que llevaban adherida y

las asociaciones que ésta producía en el espectador, o sea los actores en cuanto máscaras

(Fanés). Concretamente, el público reconocía en Lucía Bosé una personificación de la alta

burguesía, cuyos valores la actriz italiana había encarnado precedentemente en películas de

otros directores (Muerte de un ciclista de Juan Antonio Bardem; Cronaca di un amore y La

signora senza camelie de Michelangelo Antonioni). En cambio, Mario Cabré representaba por

un lado la imagen española castiza del torero y por el otro el estereotipo del gran seductor,

debido a su famoso romance con Ava Gardner durante el rodaje en Tossa de Mar de Pandora

and the Flying Dutchman (Albert Lewin, 1951). Para Portabella se trataba, entonces, de

aprovechar el cliché que llevaban adosado estos actores para situarlos en un contexto diferente

86
y producir así en el espectador un singular efecto de extrañamiento. Este procedimiento

resulta aún más evidente en Umbracle. Aquí Portabella vuelve a emplear un actor máscara, en

este caso Christopher Lee, que cualquier espectador de la época identificaría enseguida con el

Drácula de las películas de la Hammer. En una entrevista que le hicieron antes del rodaje del

film, el director explicó que había decidido utilizar a Lee para jugar con su imagen de

SHUVRQDMH GH JUDQ JXLxRO \ URPSHU DVt ODV H[SHFWDWLYDV GHO S~EOLFR ³D FXDOTXLHU HVSHFWDGRU

internacional al ver aparecer a Christopher Lee se le dispara en seguida su cliché. En la

SHOtFXOD VHUi XQ VHxRU TXH VH SDVHD WUDQTXLODPHQWH SRU HO SDVHR GH *UjFLD´ 3RUWDEHOOD

³1RFWXUQRDxR´ (QRWUDVSDODEUDVHQUmbracle Portabella convierte al más célebre

de los vampiros en un simple flâneur, en un turista que vagabundea por las calles de

Barcelona. Gracias a esta operación el cineasta catalán suscita en el público una sensación de

extrañamiento: ¿qué hace Drácula a la luz del sol? ¿Por qué lleva traje y corbata? Y, sobre

todo, ¿por qué está en Barcelona? Su presencia en la capital catalana a plena luz del día

parece paradójica, porque es bien sabido que los vampiros se queman a la luz del sol, y

también fuera de lugar, porque la literatura y el cine enseñan que Drácula debería estar en

Londres o en Transilvania. Es algo que el espectador no consigue explicar y que, por lo tanto,

le inquieta, le desorienta y le incomoda. Además, como señala Fanés, por la mera presencia de

Christopher Lee Barcelona ya se convierte en un escenario perturbador:

(QFRQWDFWRFRQORVOXJDUHVODLPDJHQGH/HH³FRQWDPLQD´VLVHSXHGHGHFLUDVt

el espacio que lo envuelve, hasta provocar un desplazamiento semántico: lo

familiar se convierte de repente en extraño (...) los lugares que hemos frecuentado

toda la vida, pese a reconocerlos, pese a identificarlos como tales, se nos muestran

de pronto teñidos de irrealidad, como consecuencia del insólito velo introducido

SRU OD SUHVHQFLD ³LQIHFFLRVD´ GHO DFWRU-máscara. Este proceso de

87
desfamiliarización adopta a menudo la forma de lo que Freud denominaba el

Unheimlich (...) proceso por el cual el mundo familiar se convierte de repente en

poco amigable, incluso hostil y aterrador. (127-28)

En un artículo de 1919, Freud definió lo Unheimlich ³ORVLQLHVWUR´ FRPR³DTXHOODVXHUWHGH

VHQVDFLyQ GH HVSDQWR TXH VH DGKLHUH D ODV FRVDV FRQRFLGDV \ IDPLOLDUHV GHVGH WLHPSR DWUiV´

(2484). Desde la perspectiva freudiana, pues, lo siniestro se da cuando lo conocido se vuelve

extraño e inquietante, cuando lo familiar y agradable de repente se torna espantoso. En

Umbracle, tal y como subraya Fanés, Barcelona adquiere un carácter siniestro por la presencia

GH&KULVWRSKHU/HHODHQFDUQDFLyQGH'UiFXODHO2WURTXH³LQIHFWD´ORVOXJDUHVIDPLOLDUHV\

agradables de la ciudad y los vuelve extraños e inhóspitos. Como resultado de este proceso de

desfamiliarización, y al igual que en el NO-DO que comentábamos al principio, la capital

catalana acaba convirtiéndose en el posible escenario de una película de terror.

Pero en Umbracle lo siniestro no se propaga solamente a través de la presencia

³LQIHFFLRVD´GHOYDPSLURVLQRWDPELpQPHGLDQWHXQDVHULHGHHVFHQDVTXHWLHQHQFRPRFRP~Q

denominador la representación, más o menos explícita, de la muerte o de la violencia ejercida

por el Régimen. En una de ellas un atónito Christopher Lee asiste a un secuestro político en

plena calle, una práctica habitual de la Brigada Político-Social (la policía secreta del

franquismo) en la fecha en que se rodó la película. Esta secuencia se enlaza temáticamente

con otra posterior, constituida por fragmentos de películas cómicas mudas, cuya función,

FRPRKDH[SOLFDGRHOSURSLR3RUWDEHOODHVGHQXHYRODGH³GHQXQFLDUODYLROqQFLDDO FDUUHU

SHUzDWUDYpVGHOPLOORUFLQHPDFzPLFTXHV¶KDIHW´ 3RUWDEHOOD³+LVWzULHV´-44). En otra

secuencia clave de la película Christopher Lee pasea por el museo zoológico del parque de la

Ciutadella, constantemente vigilado por un guardia que sirve como metáfora de la red de

espionaje y delación que existía bajo el franquismo. Toda la escena está impregnada por el

88
sentimiento freudiano de lo siniestro, que en este caso es provocado por los animales

disecados expuestos en las vitrinas del museo, es decir por seres muertos que parecen vivos.

De hecho, como señala Trías, una de las seis condiciones que según Freud propician la

emergencia de lo Unheimlich HVSUHFLVDPHQWH³ODGXGDGHTXHXQVHUDSDUHQWHPHQWHDQLPDGR

VHDHQHIHFWRYLYLHQWH\DODLQYHUVDGHTXHXQREMHWRVLQYLGDHVWpHQDOJXQDIRUPDDQLPDGR´

(34).76 La secuencia resulta aún más inquietante si tenemos en cuenta que los animales

disecados son elementos típicos de las películas de terror, donde constituyen el presagio y la

objetivación del horror. Pensemos, por ejemplo, en la colección de pájaros disecados que

adorna las paredes del motel de Norman Bates en Psycho (Alfred Hitchcock, 1960) o, sin ir

más lejos, en los animales disecados que decoran la mansión de Drácula en El conde Drácula

de Jesús Franco. En la escena que estamos analizando, además, el museo zoológico del

parque de la Ciutadella, este lugar cerrado donde se guardan colecciones de animales muertos

que parecen vivos, representa metonímicamente toda la Barcelona franquista: una ciudad de

³PXHUWRVYLYLHQWHV´/D³PXHUWHHQYLGD´77 era, de hecho, la única forma de vida posible para

miles de barceloneses obligados a soportar un Régimen que no compartían y que no les

permitía vivir y expresarse libremente.

Por último, a través de la presencia de Drácula se subvierte la imagen de la Barcelona

próspera \ PRGHUQD ³&LXGDG GH IHULDV \ FRQJUHVRV´ VHJ~Q HO HVORJDQ DFXxDGR EDMR HO

mandato de Porcioles, que el Ayuntamiento de la ciudad y la dictadura pretendían promover

76
La misma confusión entre lo vivo y lo muerto se puede observar en otra secuencia de la película que muestra
una mujer viva (Jeanine Mestre) tendida inmóvil en la cama como si fuera un cadáver.
77
Tomo esta expresión del poeta cubano Virgilio Piñera, que la utilizó para definir el dramático exilio interior
que sufrió en Cuba durante el decenio gris de la dictadura castrista (cit. en Arrufat 42). El exilio interior bajo
régimenes dictatoriales ha sido descrito con frecuencia como una condición liminar entre la vida y la muerte, en
la que los individuos sobreviven aniquilados y silenciados, convertidos en muertos vivientes. Claudio Guillén ve
HQpOXQDVXHUWHGH³YDPSLUL]DFLyQ´GHOVXMHWRTXHTXHGDGHVSRMDGRGHVXLGHQWLGDG y aislado del contexto en el
TXHYLYH³/DSHUVRQDVHGHVDQJUD(O\RVLHQWHFRPRURWD\IUDJPHQWDGDVXSURSLDQDWXUDOH]DSVLFRVRFLDO\VX
SDUWLFLSDFLyQHQORVVLVWHPDVGHVLJQRVHQTXHGHVFDQVDODYLGDFRWLGLDQD´  

89
en los años sesenta y setenta, durante la etapa desarrollista.78 Como he apuntado antes, esta

fase se caracterizó por un fuerte crecimiento económico impulsado por el desarrollo industrial

y el turismo, y por las tentativas del Régimen para mostrar hacia el exterior un rostro más

³DPDEOH´\DSHUWXULVWDWHQWDWLYDVTXHSRURWUDSDUWHQXQFDLPSOicaron la disminución de las

prácticas represivas. El franquismo necesitaba ganar credibilidad fuera de España y la imagen

de una Barcelona dinámica, moderna y acogedora iba a formar parte de su tarjeta de

presentación ante el mundo democrático occidental. ³&LXGDG GH IHULDV \ FRQJUHVRV´

proyectaba la imagen de una Barcelona industrial, pero también de una metrópolis viva,

abierta y cosmopolita que, como las otras grandes ciudades europeas, buscaba atraer turistas,

negocios y capitales extranjeros (Palou i Rubio 301). Los certámenes que se organizaban en

Montjuïc a remolque de este eslogan, puntualmente relatados en el NO-DO,79 eran utilizados

por la dictadura con fines propagandísticos para aparentar la modernidad y el progreso

HVSDxROHV IUXWR GH OD ³SD] IUDQTXLVWD´ %DUFHORQD VH FRQYLUWLy DVt HQ HO HVFDSDUDWH GH XQ

5pJLPHQHQEXVFDGHUHFRQRFLPLHQWRLQWHUQDFLRQDO$OD³&LXGDGGHIHULDV\FRQJUHVRV´TXH

celebraba la propaganda franquista, Portabella contrapone en Umbracle una Barcelona

radicalmente diferente, en la cual la presencia de Drácula revela la cara oculta y siniestra de

las imágenes atractivas que de ella difundían los aparatos oficiales. De hecho, el vampiro

tradicionalmente encarna todo lo que es contrario a la modernidad y al progreso aparentados

por el Régimen: el oscurantismo, la superstición, la brutalidad, el caos, la barbarie. Es el Otro

monstruoso que amenaza el orden establecido, la criatura infernal que trae la enfermedad y la

78
Hoy, más de cuarenta años después, el ambicioso proyecto porciolista de convertir Barcelona en una ciudad
líder en turismo de congresos se ha hecho realidad: las estadísticas de la International Congress and Convention
Association (ICCA) sitúan la capital catalana entre las cinco primeras ciudades del mundo por número de
congresistas (99.468 en 2016) y por número de eventos internacionales organizados (181 en 2016) (Fuente:
http://www.iccaworld.org/dcps/doc.cfm?docid=2082).
79
Según apuntan Fabre y Huertas(1995: 84), durante el desarrollismo las ferias organizadas en Barcelona se
convirtieron en uno de los leitmotiv de los noticieros franquistas. Quizá el mejor ejemplo de ello sea el largo
reportaje en colores Barcelona ciudad de congresos (1970) de José Luis Font.

90
muerte. Así, la película revela la contradicción que existía entre la Barcelona supuestamente

abierta, moderna y europea que la dictadura quería mostrar al exterior, y aquella otra real,

personificada por Drácula, donde había miedo, violencia, secreto y represión.

Veamos ahora los dos recursos cinematográficos que Portabella utiliza para retratar esta

%DUFHORQD ³YDPSLUL]DGD´ HV GHFLU OD IRWRJUDItD \ HO VRQLGR (Q Umbracle encontramos a

menudo una fotografía muy contrastada, obtenida mediante el uso del negativo de sonido

como negativo de imagen, hecho que confiere a Barcelona un aspecto onírico e irreal: la

ciudad y sus calles parecen estar situadas en otra dimensión, quizás aquella que existiría entre

la vida y la muerte, aquella de los no muertos. A teñir el espacio de irrealidad contribuye

también la presencia de una OX] FHJDGRUD TXH ³FDVL SDUHFH SURFHGHU GH RWUD HGDG R GH RWUR

SODQHWD´ 5RVHQEDXP \TXHFRPRVHxDOD+HUQiQGH]IXQFLRQDHQXQGREOHVHQWLGRSRU

un lado, tiene un valor formal de ruptura con la visión naturalista de la realidad propia del

cine tradiFLRQDO SRU RWUR SURPXHYH ³XQD UHSUHVHQWDFLyQ VLPEyOLFD GH ORV YDORUHV SROtWLFRV

que rigen un espacio público configurado bajo la vigilancia de un estado policial: una realidad

DVRODGDTXHFLHJDDVXVKDELWDQWHV\UHSOHWDGHIRUPDVLQH[FUXWDEOHV´ +HUQiQGez 172). El otro

estilo fotográfico que encontramos en la película, en cambio, tiene tonos grisáceos y grano

PX\YLVLEOHKHFKRTXHFRQILHUHDOSDLVDMHXUEDQRXQDVSHFWRERUURVR\HVSHFWUDOGH³FRORUGH

JRVFRPIXLJ´WDOFRPHIXHGHILQLGRSRUHOFUtWLFRde arte australiano Robert Hughes, a partir

de una expresión popular, el color de la Barcelona franquista: una tonalidad gris,

indeterminada.80

En cuanto al sonido, Umbracle presenta una banda sonora completamente

anticonvencional, que nació de la colaboración de Portabella con el pianista y compositor de

vanguardia Carles Santos. Una de sus características más destacadas, como apunta Fanés, es

80
³2QHVWULNLQJO\SRHWLF&DWDODQSKUDVHHYRNHVWKHGUDEQHVVRI%DUFHORQDWZHQW\-ILYH\HDUVDJRµcolor de gos
com fuig¶ µWKH FRORU RI D GRJ UXQQLQJ DZD\¶ ² that is, no color, indeterminacy, mud, yet with something
XQTXHVWLRQDEO\WKHUH´ +XJKHV 

91
la divergencia entre componente sonoro y componente visual: a menudo es como si la banda

sonora y la banda de imágenes pertenecieran a dos películas distintas que se desarrollan

paralelamente. De esta manera Portabella se sitúa en una línea similar a la de Eisenstein, que

en su Manifiesto del sonido KDEtDLQGLYLGXDGRSUHFLVDPHQWHHQHO³HPSOHRFRQWUDSXQWDGRGHO

VRQLGR´ (312) una de las características fundamentales del cine. Michel Chion distingue dos

WLSRVGHP~VLFDHQUHODFLyQFRQODVLWXDFLyQPRVWUDGDHQODSDQWDOOD(QHOSULPHUR³ODP~VLFD

expresa directamente su participación en la emoción de la escena, adaptando el ritmo, el tono,

y el fraseo, y eso, evidentemente, en función de códigos culturales de la tristeza, de la alegría,

GHODHPRFLyQ\GHOPRYLPLHQWR´+DEODPRVHQWRQFHVGHP~VLFD³HPSiWLFD´(QHORWURHQ

FDPELR OD P~VLFD ³PXHVWUD XQD LQGLIHUHQFLD RVWHQVible ante la situación, progresando de

PDQHUDUHJXODULPSiYLGDHLQHOXFWDEOHFRPRXQWH[WRHVFULWR´  (VHOFDVRGHODP~VLFD

de fondo angustiosa e inquietante que acompaña las imágenes de Barcelona en el NO-DO que

hemos comentado al principio, y también de la que se oye durante el paseo de Christopher

Lee por el museo zoológico en Umbracle +DEODPRV HQWRQFHV GH P~VLFD ³DQHPSiWLFD´ (Q

Theory of film (1960), Siegfried Kracauer explica el efecto de la música anempática contando

lo que le pasaba en un viejo cine de su juventud, donde un pianista decrépito y borracho

tocaba en directo la música de las películas mudas que allí se exhibían. Esta música, cuenta

Kracauer,

IROORZHG DQ XQSUHGLFWDEOH FRXUVH RI LWV RZQ «  6R LW ZDV E\ QR PHDQV

uncommon that gay tunes would sound when, in a film I watched, the indignant

Count turned his adulterous wife out of the house, and that a funeral march would

accompany the blue-tinted scene of their ultimate reconciliation. This lack of

relation between the musical themes and the action they were supposed to sustain

seemed very delightful indeed to me, for it made me see the story in a new and

92
unexpected light or, more important, challenged me to lose myself in an uncharted

wilderness opened up by allusive shots. Precisely by disregarding the images on

WKHVFUHHQWKHROGSLDQLVWFDXVHGWKHPWR\LHOGPDQ\DVHFUHW « ,QHYHUKHDUG

more fitting accompaniment. (137-38)

En otras palabras, una banda sonora anempática confiere un nuevo valor a las imágenes,

suscitando tensión y extrañamiento en el espectador. Y generar una tensión en quien ve la

película es precisamente lo que busca Portabella, como él mismo explicó:

Carles Santos nunca ha compuesto música para reforzar. Hemos utilizado los

ruidos como banda sonora para introducir elementos y referencias visuales que se

sitúan fuera de la imagen. Escuchamos el sonido de una puerta que se golpea,

llamando para poder entrar, y la puerta no está en el escenario, ni importa lo que

está pasando con ella, pero se genera una tensión entre los personajes aunque

éstos no sé den cuenta de que alguien llama. Ellos siguen haciendo lo suyo, se

genera una tensión en el espectador, que es quien me interesa. La comunicación

no la tengo con los personajes, la tengo con quien tiene que ver la película.

3RUWDEHOOD³6HVLyQFRQWLQXD´

En la secuencia de Umbracle descrita por Portabella se produce un contraste entre las

LPiJHQHV\XQVRQLGR³DFXVPiWLFR´RVHDTXHVHR\HVLQYHUVXFDXVDRULJLQDULD &KLRQ 

Tanto la música anempática como los sonidos acusmáticos son recursos típicos del cine de

suspense o de terror, donde son utilizados habitualmente para provocar tensión o miedo en el

espectador. Pensemos, por ejemplo, en el uso anempático de la música que hacen Hitchcock

en la escena del ataque de los pájaros en el parque infantil en The Birds (1963), o Dario

93
Argento en los títulos iniciales de Profondo rosso (1975). En cuanto a los sonidos

acusmáticos, son célebres los casos de la voz de la madre de Norman Bates en Psycho, cuya

identidad permanece oculta hasta el final de la película, y el de la melodía silbada que anuncia

la presencia del asesino, sin revelar su aspecto, en M (Fritz Lang, 1931). Portabella utiliza un

sonido acusmático también en otra secuencia de Umbracle, en la que se ve a Christopher Lee

paseando por las calles de Barcelona y al mismo tiempo se oye el sonido insistente de un

teléfono que no está presente en escena. Como también subraya Hernández, este sonido sitúa

al espectador en el contexto de las películas de suspense, donde el timbrazo del teléfono ±

pensemos en Dial M for Murder (Alfred Hitchcock, 1954)± anuncia habitualmente un hecho

desagradable. El espectador, por lo tanto, reacciona poniéndose en tensión, a la espera de que

algo malo ocurra tan pronto como alguien descuelgue el teléfono. Pero no pasa nada: la

secuencia acaba sin que nadie conteste la llamada y, por ende, sin que la amenaza tome forma

concreta. En ésta y en otras secuencias de la película, Portabella juega con las expectativas

suscitadas por un sonido que remite a un género cinematográfico determinado (en este caso,

el thriller) para situar al espectador en una atmósfera de angustia y miedo. Según Jonathan

Rosenbaum, el uso del sonido en Umbracle VHFRQYLHUWHHQ³XQLQVWUXPHQWRFRQWXQGHQWHGH

agresión: pocos directores después de Hitchcock y Resnais han jugado de forma tan

GHVSLDGDGD FRQ ODV H[SHFWDWLYDV QDUUDWLYDV LQFRQVFLHQWHV SDUD PROHVWDUQRV´   /DV

disonancias audiovisuales que hemos apuntado, sean éstas conseguidas oponiendo a las

imágenes una música anempática o un sonido acusmático, le sirven a Portabella para crear

una atmósfera inquietante que refleja bien el clima de miedo que se debía respirar en la

Barcelona franquista.

94
En The philosophy of horror or paradoxes of the heart (1990), Noël Carroll sostiene

que los ciclos de cine de terror se producen en períodos de convulsión política y social, 81 y

que a través del género del terror pueden expresarse las ansiedades y los miedos de una época:

³:KDW SUHVXPDEO\ KDSSHQV LQ FHUWDLQ KLVWRULFDO FLUcumstances is that the horror genre is

capable of incorporating or assimilating general social anxieties into its iconography of fear

DQGGLVWUHVV´  $GHPiVHOILOyVRIRQRUWHDPHULFDQRVHxDODTXHODLPDJLQHUtDGHOPLHGRKD

sido utilizada a menudo contUDODVIXHU]DVGHODUHSUHVLyQSROtWLFDRVRFLDO³KRUULILFLPDJHU\

can be, and has been, used in the service of politically progressive themes within given social

FRQWH[WV´  6LELHQ&DUUROOKDFHUHIHUHQFLDDODVILFFLRQHVGHWHUURUSURSLDPHQWHGLFKDs,

sus observaciones se pueden aplicar también a Umbracle. De hecho, en Umbracle Portabella

emplea una imaginería y unos recursos típicos del cine de terror (el actor Christopher Lee, la

figura de Drácula, los animales disecados, la música anempática, los sonidos acusmáticos)

SDUD FUHDU XQD FLXGDG H[WUDxD KRVWLO H LQKyVSLWD GRQGH VLWXDFLRQHV FRWLGLDQDV H ³LQRFXDV´

como el paseo de un turista o la visita a un museo se convierten en algo anómalo, perturbador.

De esta manera, el director catalán nos revela la Barcelona que el Régimen pretendía ocultar

bajo lemas publicitarios e imágenes propagandísticas de bienestar, vitalidad y progreso: una

³%DUFHORQD1RVIHUDWX´HVGHFLUXQDFLXGDG³QRPXHUWD´XQDPXHUWDYLYLHQWH(VWD%DUFHORQD

cuasi terrorífica, donde lD³PXHUWHHQYLGD´HVOD~QLFDIRUPDGHYLGDSRVLEOHIXQFLRQDHQOD

película como pars pro toto de un entero país desangrado por más de treinta años de

dictadura. Umbracle VHFRQILJXUDDVtFRPRXQPDQLILHVWRDUWtVWLFR\SROtWLFR XQ³LQIRUPHGH

81 Carroll cita como ejemplos las películas de terror del expresionismo alemán que se produjeron en medio de la crisis
de la República de Weimar; el ciclo de terror de la Universal, que se realizó en Estados Unidos durante la Gran
Depresión; la multitud de películas de terror/ciencia ficción que se hicieron en Norteamérica a principios de los años
cincuenta, en la fase temprana de la Guerra Fría. Asimismo, cabe señalar que la mayor eclosión del cine de terror
español se produjo entre finales de los años sesenta y mediados de los setenta, en uno de los períodos más
turbulentos de la historia de España. Fue esta la época en que Pere Portabella realizó Umbracle.

95
SURWHVWD´ GLUtD 5RVHQEDXP  FRQWUD OD ³YDPSLUL]DFLyQ´ GH OD VRFLHGDG \ GH OD FXOWXUD HQ OD

España del franquismo.

3.4 Vampiros y poder: la vampirización de Barcelona

En su Dictionnaire philosophique (1764), Voltaire arremetía contra la creencia en los

vampiros que persistía en pleno Siglo de las Luces, y afirmaba con ironía que los verdaderos

chupasangre eran los hombres de negocios y los agentes de bolsa que se enriquecían a

expensas del pueblo:

482,&¶HVWGDQVQRWUHGL[-KXLWLqPHVLqFOHTX¶LO\DHXGHVYDPSLUHV F¶HVWDSUqV

OH UqJQH GHV /RFNH GHV 6KDIWHVEXU\ GHV 7UHQFKDUG GHV &ROOLQV F¶HVW VRXV OH

UqJQH GHV G¶$OHPEHUW GHV 'LGHURW GHV 6DLQW-/DPEHUW GHV 'XFORV TX¶RQ D FUX

aux vampires; et que le révérend père dom Augustin Calmet (...) a imprimé et

réimprimé O¶KLVWRLUH GHV YDPSLUHV DYHF O¶DSSUREDWLRQ GH OD 6RUERQQH VLJQpH

Marcilli! Ces vampires étaient des morts qui sortaient la nuit de leurs cimetières

pour venir sucer le sang des vivans, soit à la gorge ou au ventre, après quoi ils

allaient se remettre dans leurs fosses. Les vivans sucés magrissaient, pâlissaient,

tombaient en consomption, et les morts suceurs engraissaient, prenaient des

couleurs vermeilles, étaient tout-à-IDLW DSSpWLVVDQV &¶pWDLW HQ 3RORJQH HQ

Hongrie, en Silésie, en Moravie, en Autriche, en Lorraine, que les morts fesaient

FHWWHERQQHFKqUH2QQ¶HQWHQGDLWSRLQWSDUOHUGHYDPSLUHVj/RQGUHVQLPrPHj

3DULV -¶DYRXH TXH GDQV FHV GHX[ YLOOHV LO \ HXW GHV DJLRWHXUV GHV WUDLWDQWV GHV

JHQV G¶DIIDLUHV TXL VXFqUHQW HQ SOHLQ MRXU OH VDQJ GX SHXSOH PDLV LOV Q¶pWDLHQW

point morts, quoique corrompus. Ces suceurs véritables ne demeuraient pas dans

des cimetières, mais dans des palais fort agréables. (282)

96
Desde Voltaire hasta nuestros días el vampiro ha sido utilizado con frecuencia como metáfora

GH XQ SRGHU SROtWLFR R HFRQyPLFR TXH VH DOLPHQWD H[SORWDQGR ³FKXSDQGR OD VDQJUH´  D ORV

más débiles. Para Ernest Jones, psicoanalista y biógrafo oficial de Sigmund Freud, el vampiro

UHSUHVHQWD ³D VRFLDO RU SROLWLFDO W\UDQW ZKR VXFNV WKH OLIH IURP KLV SHRSOH´   (Q HVWD

misma línea, Siegfried Kracauer en From Caligari to Hitler (1947) considera el vampiro del

Nosferatu de Murnau, junto a otras figuras tiránicas del cine expresionista alemán (Caligari,

Mabuse), como una premonición de Hitler. Otros ejemplos más recientes de políticos que han

sido representados como vampiros incluyen la ex primera ministra del Reino Unido Margaret

Thatcher (Fig. 24), el ex presidente de Estados Unidos George W. Bush (Fig. 25), el

presidente ruso Vladimir Putin (Fig. 26) o el ex primer ministro italiano Mario Monti (Fig.

27). Karl Marx, por su parte, utilizó el vampiro en su crítica de la economía política como

PHWiIRUDGHOFDSLWDOLVPRH[SORWDGRU³FDSLWDOLVGHDGODERXUWKDWYDPSLUH-like, only lives by

sucking living ODERXU DQG OLYHV WKH PRUH WKH PRUH ODERXU LW VXFNV´   /D PHWiIRUD

marxista fue retomada por Julio Cortázar en Fantomas contra los vampiros multinacionales

(1975), donde los vampiros son las empresas multinacionales que desangran a los pueblos

latinoamericanos. Más recientemente, en el contexto de la crisis financiera de 2008, el

periodista de Rolling Stone Matt Taibbi ha descrito el banco de inversión Goldman Sachs

FRPR ³D JUHDW YDPSLUH VTXLG   UHOHQWOHVVO\ MDPPLQJ LWV EORRG IXQQHO LQWR DQ\WKLQJ that

VPHOOVOLNHPRQH\´LPDJHQTXHVHKDSRSXODUL]DGRHQWUHORVDFWLYLVWDVGH2FFXS\:DOO6WUHHW

(Fig. 28). Estos ejemplos muestran cómo la metáfora del vampiro ha entrado a formar parte

del vocabulario y de la imaginería común para denunciar abusos de poder, especialmente en el

ámbito de la política y la economía.

97
9ROYLHQGR D %DUFHORQD HQWUH ORV YDPSLURV TXH ³FKXSDURQ OD VDQJUH´ D OD FLXGDG

estuvieron Francisco Franco y el alcalde José María de Porcioles. El primero, el generalísimo

Franco, tras la guerra civil ordenó en Barcelona

detenciones de todo cuanto quedaba de la vanguardia política de la República,

prohibición de todas las libertades fundamentales, prohibición del uso público del

catalán e incluso de los nombres de personas y topónimos en catalán, así también

en los nombres de establecimientos, nomenclátor de calles, como si se tratara de

cambiar toda clase de puntos cardinales: tanto de las ideas como de las palabras.

(Vázquez Montalbán 166)

En sus memorias, el cineasta español Jesús Franco recuerda al dictador como un vampiro,

GHILQLpQGROR OLWHUDOPHQWH FRPR ³HO HQHPLJR FRP~Q TXH HVWDED HQ VX FDVWLOOR GH (O 3DUGR

Drácula sorbedor de sangre GH WRGR XQ SDtV´   $xR WUDV DxR GH GLFWDGXUD IUDQTXLVWD

parecía que el Caudillo era inmortal, como Drácula, y que su Régimen se prolongaría

indefinidamente. Juan Goytisolo cuenta que en los años sesenta, mientras España se

transformaba por efecto del boom económico y de la llegada de turistas extranjeros, sólo

Franco permanecía inmutable:

Dorian Gray en los sellos, diarios o enmarcado en los despachos oficiales, en tanto

que los niños se volvían jóvenes, los jóvenes alcanzaban la edad adulta, los

adultos perdían cabellos y dientes y quienes, como Picasso o Casals, juraron no

volver a España el tiempo en que él viviera bajaban al sepulcro lejos de la tierra

en que nacieron y donde normalmente hubieran podido vivir y expresarse. (24)

98
El dictador se demoró tanto en morir, que por España empezaron a circular chistes sobre su

aparente inmortalidad.82 Para el pRHWD 5DIDHO $OEHUWL ³QR HUD LQPRUWDO VLQR LQPRULEOH WDQWR

WDUGDEDHQHQWUHJDUD'LRVVXDOPD\VXPDQRFDVLSDUDOtWLFDGHILUPDUSHQDVGHPXHUWH´  

Pero, a pesar de lo que creían Goytisolo, Alberti y buena parte de los españoles, Franco no era

invulnerable. El dictador murió finalmente el 20 de noviembre de 1975, tras una agonía que

pareció interminable.83 En su último año y medio de vida, a causa de las enfermedades que

padecía, se convirtió literalmente en uno de los muertos vivientes de las películas de Jesús

)UDQFR ³YDULRXV FRUSRUHDO DOWHUDWLRQV DQG ERGLO\ IOXLGV PDUNHG )UDQFR¶V HQG PDUEOH VNLQ

SXWUHI\LQJ IOHVK EORRG VDOLYD VZHDW DQG WHDUV «  )UDQFLVFR )UDQFR EHFDPH PRQVWURXV

WHUULI\LQJKRUULILFDQGDEMHFWDEORRG\GXPP\´ 3DYORYLü 3HURDODPDQHUDGHXQ]RPEL

o de un vampiro, el dictador sobrevivió a la muerte y siguió acechando a los vivos desde su

tumba en la sierra de Guadarrama, en el Valle de los Caídos, como parece sugerir el mismo

Pere Portabella en el comienzo de Informe general (1976), el primer largometraje que realizó

tras el final del régimen dictatorial. De hecho, en la secuencia inicial de la película, que se

GHVDUUROOD HQ HO 9DOOH GH ORV &DtGRV ³OD WXPED GH )UDQFR HV PRVWUDGD FRPR OD WXPED GHO

vampiro: garantía y amenaza al mismo tiempo. Así la de Franco durante la transición, tiempo

GHSURYLVRULHGDG´ 7RUUHOO $ODSHUYLYHQFLDVLPEyOLFD\UHDOGHOGLFWDGRUHQHOSUHVHQWH

82
Por ejemplo el siguiente, del que existen muchas variantes: en su cama yace Franco en los estertores de su
PXHUWH(OSXHEORIXHUDGHOSDODFLRGHOJRELHUQRJULWD³)UDQFR)UDQFR)UDQFR´(OGLFWDGRUORVR\H\SUHJXQWD
DVXVDFRPSDxDQWHV³¢4XpHV"´³*HQHUDOtVLPRHVHOSXHEORTXHYLHQHDGHVSHGLUVHGH8VWHG´3regunta Franco,
FRQYR]GpELO³¢$GyQGHYDHOSXHEOR"´
83
La prolongada agonía de Franco y del Régimen no fue noticia solo en España, sino también en los medios de
comunicación extranjeros. Después de la muerte del dictador, Chevy Chase incluyó en el Weekend Update del
Saturday Night Live, un sketch FyPLFRTXHFRQVLVWtDHQODSDURGLDGHXQQRWLFLHURODH[FOXVLYD³*HQHUDOLVVLPR
)UDQFLVFR)UDQFRLVVWLOOGHDG´TXHVHUHSLWLUtDFRQDOJXQDVYDULDQWHV SRUHM³*))LVVWLOOYDOLDQWO\KROGLQJRQ
in his fighWWRUHPDLQGHDG´ GXUDQWHODSULPHUD\VHJXQGDWHPSRUDGDGHO show estadounidense (disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=axByUFSa7N8; fecha de consulta: 18 de julio de 2017). En Francia, en
cambio, el periódico satírico Charlie Hebdo publicó dos portadas donde ironizaba sobre la larga agonía del
dictador y su resistencia a morirse: la SULPHUDGHOGHMXOLRGHGHFtD³)UDQFR YD PLHX[,OHVWDOOpDX
FLPHWLqUHjSLHG´ODVHJXQGDGHOGHRFWXEUHWLWXODED³8QVFDQGDOH)UDQFRHQWHUUpYLYDQW´

99
aludía también la portada del periódico ABC del 21 de noviembre de 1975, donde, bajo el

WtWXOR ³9LYR HQ OD KLVWRULD´ VH UHSURGXFtD OD IRWRJUDItD GH )UDQFR PHWLGR HQ VX DWD~G FRPR

Drácula (Fig. 29). Más recientemente, el artista Eugenio Merino ha llamado la atención sobre

la pervivencia de Franco (y del franquismo) en la sociedad y en la política españolas actuales

con su obra Always Franco, que representa al dictador congelado en un frigorífico-ataúd

decorado con el diseño de Coca-Cola.

El otro vampiro que chupó la sangre a la capital catalana durante la dictatura, el alcalde

franquistD-RVp0DUtDGH3RUFLROHVIXHFRPRKHLQGLFDGRDQWHV³XQRGHORVSURJUDPDGRUHV

PXQLFLSDOHV PiV GHFLVLYRV SDUD OD ILVRQRPtD GH %DUFHORQD´ 9i]TXH] 0RQWDOEiQ   /D

portada del libro Los negocios de Porcioles (1974) de Jesús Ynfante (Fig. 30) muestra

precisamente un Porcioles ataviado de vampiro, con referencia al hecho de que el alcalde se

enriqueció a costa de chupar la vida a Barcelona promoviendo una política urbanística

corrupta.84 En efecto, mediante ordenanzas y normas hechas a medida de la especulación,

3RUFLROHV ³GLR YtD OLEUH D OD LQLFLDWLYD SULYDGD SDUD TXH FRQVWUX\HUD FDVL OR TXH TXLVLHUD \

como quisiera, mientras el Ayuntamiento favorecía una concepción de ciudad para

automóviles, recortando aceras y plazas, haciendo de Barcelona un inmenso párking sin casi

SRVLELOLGDGGHYLGDS~EOLFDHQODVFDOOHV´ 9i]TXH]0RQWDOEiQ $VtEDMRVXDOFDOGtDOD

FLXGDG ³FUHFLy D LPSXOVRV GH OD OH\ GHO PHUFDGR DJUDYDGD SRU HO PDO JXVWR GH XQD QXHYD

EXUJXHVtD´  SHUGLHQGRPXFKDVGHVXV]RQDVYHUGHV\SDUWe de su patrimonio artístico. En

el poema visual Vampir (1989) (Fig. 31), que muestra un vampiro que sobrevuela una

hipoteca, Joan Brossa ironizó sobre los vampiros de la especulación inmobiliaria que se

enriquecieron gracias a la corrupción y a la permisividad urbanística bajo el porciolismo. A

3RUFLROHV DGHPiV HO SRHWD FDWDOiQ OH GHGLFy XQ PDFDEUR ³DQWLKRPHQDMH´ WLWXODGR Record

84
6HJ~QHODUWtFXOR³/RVPiVULFRVGH(VSDxD´SXEOLFDGRSRUHOVHPDQDULRLos Españoles (núm. 4, 16-4-73), en
1973, año en el que cedió el bastón de alcalde a Enric Masó, Porcioles poseía la décima fortuna de España,
estimada en unos 2000 millones de pesetas (Martí y Moreno 143).

100
G¶XQPDOVRQ (1989), que consiste en la reproducción en mármol de la cabeza decapitada del

alcalde ±todavía vivo en aquel momento± colocada en una bandeja de bronce sobre una silla

de despacho (Fig. 32). 85 Ya en plena democracia, Brossa volverá a utilizar la metáfora del

vampiro en el poema visual Contrafigura olímpica, esta vez para denunciar la codicia de los

bancos que habían aprovechado la oportunidad de los Juegos Olímpicos de Barcelona para

enriquecerse gracias a los préstamos concedidos a las administraciones públicas para la

realización de las obras olímpicas. El poema visual, que apareció en noviembre de 1992 en la

contraportada de la revista La veu del carreryUJDQRGHOD)HGHUDFLyG¶$VVRFLDFLRQVGH9HwQV

de Barcelona (FAVB), muestra el Nosferatu de Murnau cubriéndose el rostro con el logotipo

GHOEDQFRFDWDOiQ³/D&DL[D´HQWRQFHVSUHVLGLGRSRUHOH[GLULJHQWHIUDQTXLVWD y presidente

del Comité Olímpico Internacional Juan Antonio Samaranch (Fig. 33).86

85
La pieza nació en 1989 de un encargo del entonces alcalde de Sant Adrià de Besòs, el socialista Antoni
Meseguer, quien deseaba colocar una obra de Brossa en algún lugar de su municipio. Fue el mismo Brossa
TXLHQ³GHVSXpVGHSDVHDUXQGtDSRUHOEDUULRGH/D0LQDGH6DQW$GULj´VHJ~QH[SOLFyGHFLGLyUHDOL]DUXQD
escultura dedicada al alcalde franquista por antonomasia, José María de Porcioles. El motivo era que el polígono
de viviendas de La Mina había comenzado a construirse bajo su alcaldía en una lógica meramente especulativa,
violando los planes urbanísticos y sin asegurar a sus habitantes los servicios esenciales. La obra fue definida por
el propio Brossa FRPR XQ ³DQWLKRPHQDMH´ D 3RUFLROHV (O SRHWD H[SOLFy TXH ³KD\ HVFXOWXUDV TXH VLUYHQ SDUD
aplaudir y otras para silbar. Este último caso es el de 5HFRUGG¶XQPDOVRQ´. En 1991 Brossa entregó la pieza al
Ayuntamiento de Sant Adrià, que no se atrevió a colocarla porque atacaba a Porcioles en un momento en que su
figura estaba siendo reconocida públicamente (recordemos que en 1984 el ex alcalde franquista había recibido de
la mano de Pasqual Maragall la medalla de oro de la ciudad de Barcelona). Así 5HFRUGG¶XQmalson permaneció
guardada en el almacén municipal hasta 1995, cuando dos concejales de Iniciativa per Catalunya la instalaron en
el parque del Besòs con la complicidad de Brossa. Al cabo de un día, sin embargo, la escultura fue retirada por
orden del alcalde de Sant Adrià, el convergente Jaume Vallès, y volvió a ser ocultada en el almacén del
Ayuntamiento. En 1996 Meseguer volvió a la alcaldía e hizo colocar la obra en el vestíbulo de la Biblioteca
Pública de Sant Adrià, donde se utilizó durante años para dejar prospectos a mano. Finalmente, en 2004, Record
G¶XQ PDOVRQ OOHJy DO 0XVHX G¶+LVWzULD GH OD ,QPLJUDFLy GH &DWDOXQ\D GRQGH HVWi H[SXHVWD WRGDYtD ³5HFRUG
G¶XQPDOVRQ´ 
86
Se trataba de un número especial de la revista, con prefacio de Manuel Vázquez Montalbán, que, bajo el título
³/D%DUFHORQDGH0DUDJDOO´UHSDVDEDDOIDEpWLFDPHQWHORVSHUVRQDMHVOXJDUHVSUR\HFWRVHVFiQGDORVHWFGHOD
Barcelona olímpica. La publicación tomaba como modelo el diccionario de la Barcelona desarrollista publicado

101
A causa de la represión franquista y de la desastrosa política urbanística promovida por

Porcioles, Barcelona se convirtió en la ciudad siniestra y anémica que muestra Portabella en

Umbracle. Es interesante destacar que también numerosos escritores han retratado la

Barcelona franquista como una ciudad muerta, exangüe o cadavérica, utilizando una

imaginería mácabra propia de las novelas y las películas de terror. Veamos algunos ejemplos.

En El temps de les cireres (1976) la escritora catalana Montserrat Roig, por boca de la

SURWDJRQLVWD GH OD QRYHOD 1DWjOLD 0LUDOSHL[ GHILQH %DUFHORQD FRPR ³XQ LPPHQV FDGjYHU

HVYHQWUDW´ 1995: 93). Juan Marsé en Si te dicen que caí (1973) describe una Barcelona

³SXWUHIDFWD´FRPSDUDQGRHODVSHFWRGHODFLXGDGFRQHOFXHUSRGH)XHJXLxD³HQHVWHFXHUSR

desmedrado, en esos dientes picados y en estos ojos muertos se operaba la misteriosa

putrefacción de la ciudad, aquella indiferencia de charco enfangado recibiendo sucesivas

OOXYLDVGHKXPLOODFLRQHV\HQJDxRV´  $GHPiVFRPRHQXQDSHOtFXODGHWHUURUSRUODV

calles oscuras de esta Barcelona en descomposición vagan vampiros sedientos de sangre:

Eran siete en total y todos vestidos de negro, sólo uno llevaba boina roja y

machete al cinto y correaje, pero Luis ni siquiera pensó que podían ser lo que

parecían, vestían así para despistar, y en seguida comprendió lo que eran:

vampiros, chavales, vampiros disfrazados de falangistas y de polis, tísicos

perdidos, chupadores de sangre rematados, sin remedio: o te la chupan o se

mueren, no tienen escapatoria. Así que es verdad eso que cuentan, esos raptos de

niños, esas desapariciones misteriosas, se los llevan para sacarles la sangre y

dársela a los tuberculosos, es la pura verdad, no es un camelo. Uno de ellos

parecía un caso desesperado, estaba allí echado en un diván con el capote encima

en 1973 por la revista CAU HQXQQ~PHURPRQRJUiILFRWLWXODGR³/D%DUFHORQDGH3RUFLROHV´ HGLWDGRHQIRUPD


de libro en 1975 por la editorial Laia).

102
y tiritaba, pálido como un muerto: para él sería la sangre que sacaran esta noche,

VHJXUR´ 

En Señas de identidad (1966), Juan Goytisolo va más allá describiendo una Barcelona de

]RPELV ³XQDSUyVSHUD\IORUHFLHQWHFLXGDGGHPLOOyQ\SLFRGHFDGiYHUHV´ \FRQYLUWLHQGROD

capital catalana en un vasto cementerio:

Los mausoleos y monumentos fúnebres de Pedralbes Sarrià Bonanova construidos

como villas residenciales o torres de verano, los estrafalarios panteones gaudianos

y modern style que sobresalían del prosaico y dilatado Ensanche, los bloques de

nichos de la ciudad moderna con su denso trafico de convoyes fúnebres y muertos

que caminaban, las celdillas alvéolos y urnas del colmenar inmenso de los barrios

bajos, las chabolas barracas y chozas condenadas como sus precarios dueños al

destino insalvable de la fosa común, el cementerio estaba fuera, tu ciudad era el

cementerio. (418-19)

Una Barcelona de muertos vivientes es también lo que describe Mercè Rodoreda en La plaça

del Diamant   D WUDYpV GH OD PLUDGD GH OD SURWDJRQLVWD &RORPHWD ³FRUULD FDS D FDVD

meva i tothom era mort. Eren morts els que havien mort i els que havien quedat vius, que

WDPEp HUD FRP VL IRVVLQ PRUWV TXH YLYLHQ FRP VL HOV KDJXHVVLQ PDWDW´   (Q OD PLVPD

línea, Joan Oliver en una carta al amigo exiliado Xavier Benguerel describe toda la Cataluña

franquista como un enorme mausoleo habitado por muertos vivientes:87 ³&DWDOXQ\DFRPDWDO

pVXQPDXVROHXSHUDUDKLKDO¶DYDQWDWJHTXHHOVFDGjYHUVWHQLPOOLEHUWDWGHFDPSDUSHOSDtV

HQ IRUPD G¶HVSHFWUHV GH ERQD DSDUHQoD´ HQ %HQJXHUHO -27). Mediante la imagen de la

87
&DUPH 5LHUD VHxDOD TXH OD LPDJHQ GH ODV SHUVRQDV FRPR ³PXHUWRV YLYLHQWHV´ R ³GHVHQWHUUDGRV YLYRV´ HV
recurrente en la poesía social de la posguerra, de Gabriel Celaya a Jaime Gil de Biedma (253).

103
ciudad como cementerio de ³PXHUWRV TXH FDPLQDEDQ´ HPSOHDGD DQWHULRUPHQWH SRU /DUUD \

Dámaso Alonso,88 *R\WLVROR GHQXQFLD QR VROR OD WUiJLFD FRQGLFLyQ GH ³PXHUWH HQ YLGD´ HQ

que vivían los barceloneses bajo el franquismo, sino también el crecimiento caótico de la

ciudad durante la alcaldía de Porcioles, basado en la construcción de enormes polígonos de

YLYLHQGDVGHHVFDVDVXSHUILFLH\GHPDODFDOLGDG ODV³FHOGLOODVDOYpRORV\XUQDVGHOFROPHQDU

LQPHQVR GH ORV EDUULRV EDMRV´  \ HQ HO EDUUDTXLVPR ODV ³FKDERODV EDUUDFDV \ FKR]DV

condeQDGDV « DO GHVWLQR LQVDOYDEOH GH OD IRVD FRP~Q´  /DV ]RQDV OLEUHV \ SHULIpULFDV GH

Barcelona, incluso las que rodeaban los cementerios, estaban llenas de barracas edificadas por

ORVSREUHV\ORVLQPLJUDQWHV³ODV~OWLPDVFKR]DVVHFRQIXQGtDQFRQORVSULPHros monumentos

fúnebres, como si la frontera existente entre los dos mundos se hubiera abolido de golpe.

Charnegos pobres y barceloneses ricos, muertos dormidos y muertos despiertos: la diferencia

de unos a otros se reducía a una estricta cuestión de horizRQWDOLGDG´ *R\WLVRORSeñas 68). En

su novela Han matado a un hombre, han roto un paisaje  )UDQFHVF³3DFR´&DQGHOHO

cronista de la Barcelona marginal, recuerda que

Donde más barracas se aglomeraron, formando el núcleo más denso o numeroso,

fue entre el barrio de La Maresma y el Cementerio Viejo, haciendo caso omiso de

la vecindad de los muertos. A estas barracas las llamaban las Barracas del

&HPHQWHULR « 2WURQ~FOHRFRQVLGHUDEOHVHIRUPy HQOD0RQWDxDDO RWURODGR

sobre la Fosa, encogiéndose indiferente ²¡phs!² ante los muertos, en la

explanada de uno de los barrancos. En el verano, la peste que subía de la Fosa,

hacía insoportable la estancia allí. (195)

88
(QHODUWtFXOR³'tDGHORVGLIXQWRVGH´  \HQHOSRHPD³,QVRPQLR´  UHVSHFWLYDPHQWH

104
En los ejemplos que hemos propuesto el espacio urbano de Barcelona se caracteriza por la

misma confusión entre lo vivo y lo muerto, lo animado y lo inanimado que hemos señalado en

Umbracle, y que para Freud es uno de los motivos que propician la emergencia de lo siniestro

(Unheimlich). Del mismo modo que Portabella se sirve de imágenes y recursos propios del

FLQHGHWHUURUSDUDGHQXQFLDUODYLROHQFLDHMHUFLGDSRUHO5pJLPHQ \OD³YDPSLUL]DFLyQ´TXH

Barcelona (y España) sufrían bajo los colmillos del franquismo, así Roig, Marsé, Goytisolo y

los otros autores que hemos citado utilizan la imaginería del miedo para retratar y criticar la

degradación de la ciudad y la falta de libertad que sus habitantes padecían bajo la dictadura.

105
4

De cenicienta a top model: la transformación de Barcelona

Ella tiene poder,


Ella tiene poder,
Barcelona es poderosa,
Barcelona tiene poder.
Peret89

4.1 El modelo Barcelona

A finales de los años setenta, acabada la dictadura, la nueva Barcelona democrática se

enfrentó a la necesidad de emprender un proceso de regeneración urbana. El problema más

urgente de solucionar eran los déficits urbanísticos de los barrios periféricos construidos

durante el desarrollismo, a menudo verdaderos guetos donde se amontonaba la población

LQPLJUDGDGHODV]RQDVUXUDOHVGH(VSDxD5REHUW+XJKHVORVGHVFULELyFRQDFLHUWRFRPR³WKH

Spanish cousins of the grands ensembles (...) termitaries built by speculators under license

IURP WKH &DXGLOOR¶V SODFHPHQ GHVLJQHG ZLWKRXW SDYHG URDGV SOD\JURXQGV IRU WKH NLGV RU

other signs of thought for infrastructure or public space, quite often made of poor materials

WKDW VWDUWHG IDOOLQJ DSDUW ZLWKLQ D IHZ \HDUV´    $O DFXFLDQWH SUREOHPD GH ORV

suburbios se añadian otros, fruto de décadas de mal urbanismo y de especulación

inmobiliaria: el deterioro del casco antiguo, el adocenamiento del Eixample, la degradación

del patrimonio artístico y la falta de espacios públicos y zonas verdes, debida a una política

urbanística que había privilegiado el automóvil sobre el viandante. Además, las facilidades

concedidas al transporte privado por la administración porciolista habían generado graves

89
(VWULELOOR GH OD FDQFLyQ ³*LWDQD KHFKLFHUD´ TXH 3HUHW LQWHUSUHWy junto a Los Manolos y Los Amaya, como
colofón de la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de 1992.

106
SUREOHPDVGHFRQJHVWLyQ\GHFRQWDPLQDFLyQDF~VWLFD\DPELHQWDO%DUFHORQDODRWURUD³SHUOD

GHO 0HGLWHUUiQHR´ VH KDEtD FRQYHUWLGR HQ XQD HVSHFLH GH FHQLFLHQWD R GH ³EHOOD GXUPLHQWH

abandonada e ignorada. Era un enorme cenicero. Estaba cubierta por un manto de polvo y

PXJUH\DVtVHKDEtDJDQDGRVXDSRGROD%DUFHORQDJULV´ +XJKHVQS 4XL]iHOPHMRU

retrato de esta Barcelona postfranquista sea la canción Que bonica ets Barcelona (1980) del

trío satírico-musical La Trinca, que pone de relieve, muy irónicamente, algunos de los

problemas que afligían la ciudad (contaminación, tráfico, excesiva densidad de población y de

edificación, falta de espacios verdes, ruido, suciedad y degradación del medio urbano):90

Sota XQQ~YROG¶DQKtGULGFDUEzQLFLEDQ\DGDG¶XQPDUSRWLQHU

veureu una ciutat molt bonica, però us hi haureu de fixar molt bé.

Que bonica ets Barcelona i amb quina gràcia apilones

camions, cotxes i autobusos, edificis i persones.

Amb el tràfic i la indústria, oferint-te els seus perfums,

que orgullosa ets Barcelona, sempre has tingut molts de fums.

Barcelona estalviadora, dóna exemple als ciutadans:

ens toca un arbre raquític per cada mil habitants.

Que desperta ets Barcelona, que animats són alguns barris,

que passen les nits del lloro, desvetllats amb tants xivarris.

Entre el clàxon que refila i la moto que retruny,

TXHVRQRUDHWV%DUFHORQDTXHVH¶WVHQWG¶XQDKRUDOOXQ\

(...)

90
Se trata de una parodia de la canción Qué bonita es Barcelona, compuesta en 1948 por Manuel Moreno y
popularizada por un efímero grupo musical denominado Los Clippers. A diferencia de esta tonadilla, que exalta
ODEHOOH]DGHODFDSLWDOFDWDODQD ³4XpERQLWDHV%DUFHORQDSHUODGHO0HGLWHUUiQHR4XpERQLWRHVHOFRORUHQVX
cielo tan azul /en invierno y en verano (...) qué grandeza hay en su llano / donde juntos puso Dios / el trabajo y el
DPRUGHVGHHOPDUDO7LELGDER´ ODFDQFLyQGH/D7ULQFDVHILMDHQVXVDVSHFWRVPiVGHVDJUDGDEOHV

107
Que excitant ets Barcelona quan el ciutadà rondina,

si trepitja una relíquia del gRVVHWGHODYHʀQD

Però la cosa està prevista, i si es vol escurar el peu,

que perfecta ets Barcelona, hi ha papers per tot arreu.

Barcelona presumida, com qui es posa colorets,

DPEDQXQFLVLSLQWDGHVW¶HPSDVWLIHVOHVSDUHWV

Ciutadans de Barcelona, cal tenir més punteria

i encertar la paperera en lloc de la voravia.

La canción termina con una nota de optimismo y de confianza en el futuro de Barcelona, que

gracias al compromiso y a la perseverancia de sus habitantes volverá a ser una ciudad bonita y

habitable:

Ciutadans de Barcelona, si volem, ben aviat,

'¶DTXHVWDSLODGHEURVVDHQIDUHPXQDFLXWDW

Tot i que són temps de crisi i que la bossa no sona,

podrem dir, si fem dissabte, Barcelona es més que bona,

que bonica ets Barcelona.

La transformación urbanística de la capital catalana en los años que van de las primeras

elecciones municipales democráticas (1979) a la celebración de los Juegos Olímpicos (1992)

QRVHSXHGHHQWHQGHUVLQODSDUWLFLSDFLyQGHORVEDUFHORQHVHVHQHOSURFHVRGH³KDFHUFLXGDG´

a la que alude la canción de La Trinca. La década que precedió a la democracia se caracterizó

por una fuerte movilización social en favor de un urbanismo más igualitario y participativo,

108
que tuvo su epicentro en la acción de los movimientos vecinales.91 Las reivindicaciones de los

vecinos encontraron un apoyo y una legitimación en la crítica al urbanismo desarrollista que

expresaban, en la misma época, algunos colegios profesionales (arquitectos, ingenieros,

abogados, economistas...), sectores intelectuales y políticos progresistas, varios centros de

estudios y sobre todo la prensa local y las revistas especializadas. 92 Se produjo un amplio

consenso social sobre las intervenciones urbanísticas necesarias para mejorar la calidad de

vida en los barrios y regenerar la ciudad, un consenso que las fuerzas políticas no podían

ignorar.93 En este contexto, las primeras elecciones municipales democráticas fueron ganadas

por una coalición de izquierda formada por socialistas (PSC) y eurocomunistas (PSUC), que

contaba con el apoyo tanto de los movimientos vecinales como de los entornos profesionales

y culturales, y cuyos programas regeneracionistas y democratizadores eran valorados

91
3DUD0DQXHO&DVWHOOV³WKHVRFLDOPRELOLVDWLRQFRQFHUQLQJXUEDQLVVXHVWKDWRFFXUUHGLQWKHQHLJKERUKRRGVRI
most Spanish cities throughout the 1970s was (...) the largest and most significant urban movement in Europe
VLQFH ´   6REUH ORV PRYLPLHQWRV YHFLQDOHV HQ %DUFHORQD YpDVH $QGUHX 0DUF Barris, veïns i
democràcia. El moviment ciutadà i la reconstrucció de Barcelona %DUFHORQD /¶$YHQo  \ Huertas
Clavería, Josep Maria y Marc Andreu. Barcelona en lluita, el moviment urbà 1965-95. Barcelona: FAVB, 1996.
También Molinero, Carme y Pere Ysàs. Construint la ciutat democràtica. El moviment veïnal durant el
tardofranquisme i la transició. Barcelona: Icària, 2010.
92
Cabe recordar que en los años setenta se generalizan a nivel internacional las críticas al planeamiento
convencional y el urbanismo funcionalista, codificados en la Carta de Atenas (1943), que habían guíado el
desarrollo urbano posbélico. Por lo tanto, la toma de postura de los sectores intelectuales y profesionales
EDUFHORQHVHVHQFRQWUDGHOXUEDQLVPRGHVDUUROOLVWDGHEHVHUSXHVWDHQUHODFLyQWDPELpQFRQORVQXHYRV³YLHQWRV
culturales del urbDQLVPRHXURSHR´ 0RQFO~VVS 
93
En la construcción de este consenso, cabe destacar el papel desempeñado por el &HQWUH G¶(VWXGLV Urbans
Municipals i Territorials (&(807  HO /DERUDWRUL G¶8UEDQLVPH /8%  \ HO &HQWUH G¶(VWXGLV de Planificació
(CEP); por las UHYLVWDV &$8 \ 4XDGHUQV G¶$UTXLWHFWXUD SRU HVFULWRUHV FRPR )UDQFLVFR &DQGHO \ 0DQXHO
Vázquez Montalbán; por periodistas combativos como Josep Maria Huertas Clavería y sus discípulos (los
³KXHUWDPDURV´FRPRORVEDXWL]y-RDQGH6DJDUUD \por el arquitecto Oriol Bohigas, que tan temprano como
en 1963 publicó Barcelona entre el Pla Cerdà i el barraquisme (1963), una colección de ensayos en la que
analizaba la realidad urbana de Barcelona, dedicando especial atención al problema del barraquismo y a la
situaFLyQ GH ORV VXEXUELRV $GHPiV QR KD\ TXH ROYLGDU HO SDSHO GH ODV UHYLVWDV GH EDUULR OD ³SUHQVD SREUH´
según una famosa y afortunada definición de Maria Favà) en la concienciación de la población acerca de los
problemas de la ciudad y en la difusión de las reivindicaciones vecinales.

109
positivamente por buena parte de los sectores empresariales. A éstos, que aún sufrían los

efectos de la crisis económica de 1973, les interesaba que el nuevo gobierno municipal

promoviera un urbanismo de calidad para que invertir en la ciudad volviese a ser rentable.

Esta convergencia entre las demandas vecinales, la crítica urbana formulada por los sectores

profesionales e intelectuales y los intereses empresariales posibilitará la actuación de una

política urbana transformadora, que tendrá su punto de inflexión en 1986, cuando Barcelona

será designada como sede de las Olimpíadas de 1992 (Borja 2010: 75-78).

No hay que olvidar que la transición política a la democracia en España coincidió con

un período de recesión económica mundial y la consecuente crisis del modelo de la ciudad

industrial. Como hemos anticipado al final del capítulo 1, en la década de los setenta empieza

una fase de reestructuración de las ciudades, que, para sobrevivir en un contexto de creciente

competencia interurbana, emprenden ambiciosos proyectos de renovación, por los que buscan

dotarse de una imagen diferenciada que les permita atraer turistas e inversores. Como explica

David Harvey,

the active production of places with special qualities becomes an important stake

in spatial competition between localities, cities, regions, and nations. And it is in

this context that we can bettHU VLWXDWH WKH VWULYLQJ «  IRU FLWLHV WR IRUJH D

distinctive image and to create an atmosphere of place and tradition that will act

DVDOXUHWRERWKFDSLWDODQGSHRSOH³RIWKHULJKWVRUW´ LHZHDOWK\DQGLQIOXHQWLDO 

(1989: 295)

En este marco, Barcelona, cuya economía hasta el momento se había basado en la industria,

se ve obligada a adoptar un modelo de desarrollo diferente, fundado en el sector terciario, en

sintonía con las nuevas demandas de la economía global. Para ello, la ciudad necesitaba de

110
una nueva imagen, que sólo podía conseguirse emprendiendo profundas transformaciones

urbanísticas. El cambio de rumbo en la política urbana que pedían a voces los barceloneses,

pues, se hacía necesario también para que la capital catalana pudiera sobrevivir en el nuevo

contexto geográfico y económico descrito por Harvey. En consecuencia, el proceso de

regeneración de la ciudad que se inaugura a finales de los años setenta debe ser puesto en

relación tanto con la peculiar situación política y social que vivía Barcelona (restauración de

la democracia, fuerte movilización cívica), como con la dinámica global que provocó el paso

de la ciudad industrial a la ciudad post-industrial o, según Edward Soja, a la conformación de

la postmetrópolis contemporánea.

Otro factor que posibilitó la transformación de Barcelona fue la continuidad de los

socialistas en el gobierno de la ciudad tras las primeras elecciones municipales democráticas.

Esta continuidad facilitó la actuación de una política urbanística coherente, como ha señalado

McNeill:

3HUKDSV WKH PRVW VWULNLQJ DVSHFW RI WKH FLW\¶V GHYHORSPHQW VLQFH WKH UH-

establishment of democracy is its uninterrupted governance by a social democratic

party, the Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). Here, under the mayoralties

of Narcís Serra (1979-82), Pasqual Maragall (1982-1997), and Joan Clos (1997-

present), the city has followed a reasonably coherent and carefully rationalized

urban policy, a situation which makes it unusual both within Spain and the wider

European context. (246)94

La transformación de Barcelona puede dividirse en dos fases principales que

FRUUHVSRQGHQ D GRV HWDSDV R OtQHDV GH DFWXDFLyQ GHO OODPDGR ³PRGHOR %DUFHORQD´ (VWD

94
La hegemonía socialista en el gobierno municipal continuó hasta 2011, cuando fue elegido como alcalde de
Barcelona Xavier Trías, de Convergència i Unió. A Joan Clos (1997-2006), le siguió Jordi Hereu (2006-2011).

111
denominación se utiliza para referirse tanto al conjunto de intervenciones urbanísticas

realizadas en la capital catalana desde finales de los años setenta, como a su impacto positivo

en la calidad de vida de los barceloneses y en la economía de la ciudad. De acuerdo con

Casellas (67), los elementos configuradores del modelo Barcelona son:

1) la participación del sector privado en la financiación de proyectos urbanos;

2) la creación de entidades autónomas para dirigir el proceso de planeamiento

urbano, incluyendo su diseño y gestión;

3) el consenso creado entre administraciones públicas;

4) la introducción de la planificación estratégica;

5) la utilización de grandes acontecimientos y la cultura como estrategias de

transformación;

6) la participación ciudadana.

El modelo Barcelona ha sido ampliamente estudiado y celebrado a nivel mundial como

ejemplo exitoso de desarrollo urbano post-industrial, y se ha convertido en un referente para

otras ciudades, sobre todo europeas y latinoamericanas.95 En 1999 el éxito del modelo fue

refrendado por la concesión de la medalla de oro del Royal Institute of British Architects

5,%$  D ³%DUFHORQD LWV JRYHUQPHQW LWV FLWL]HQV DQG GHVLJQ SURIHVVLRQDOV RI DOO VRUWV´

siendo esta la primera vez que el prestigioso galardón se otorgaba a una ciudad y no a un

arquitecto o a un equipo de profesioQDOHV ³7KH 5R\DO *ROG 0HGDO  WKH &LW\ RI

95
Con la llegada del nuevo milenio, sin embargo, el modelo Barcelona ha sido crecientemente cuestionado,
sobre todo en relación a las operaciones urbanísticas realizadas a raíz de la celebración del Fórum Universal de
las Culturas (2004). Véase, por ejemplo, Borja 2010, Capel 2005, Delgado 2005 y 2007, Montaner 2004.

112
%DUFHORQD´ 96 En el mismo año, además, la experiencia de Barcelona sirvió de modelo para el

informe sobre la revitalización de las ciudades británicas que el gobierno laborista de Tony

Blair encargó a una comisión de expertos dirigida por el arquitecto Richard Rogers. En ese

GRFXPHQWRWLWXODGR³7RZDUGVDQ8UEDQ5HQDLVVDQFH´\SUHFHGLGRSRUXQSUyORJRGH3DVTXDO

0DUDJDOO5RJHUVFRQVLGHUDEDTXH³HQODFDOLGDGGHQXHVWURGLVHxRXUEDQR\GHOSODQHDPLHQWR

estratégLFRHVWDPRVSUREDEOHPHQWHDxRVGHWUiVGHOXJDUHVFRPR$PVWHUGDPR%DUFHORQD´

(cit. en Capel 6).97

La primera fase del modelo Barcelona va de 1979, año de las primeras elecciones

municipales democráticas, a 1986, cuando la ciudad es designada como sede de los Juegos

2OtPSLFRVGHYHUDQRGH3DUD0RQFO~VpVWDHVODHWDSDGHO³XUEDQLVPRFXDOLWDWLYR´HQ

la que se priorizan los proyectos de recuperación del espacio público. La política urbana de

HVWHSHUtRGRVHGHILQLyDSDUWLUGHGRVOHPDV³UHFRQVWUXLU %DUFHORQD´H³KLJLHQL]DUHOFHQWUR\

PRQXPHQWDOL]DU OD SHULIHULD´ IRUPXODGRV SRU XQR GH ORV SURWDJRQLVWDV GH OD WUDQVIRUPDFLyQ

de Barcelona, el arquitecto Oriol Bohigas.98 Con estos objetivos, se realizaron intervenciones

96
Antes, Barcelona había recibido el Harvard Prize (1987) y el Prince of Wales Prize in Urban Design (1990)
por el conjunto de reformas urbanísticas realizadas entre 1980 y 1987. En 2002, además, el jurado de la Bienal
GH$UTXLWHFWXUDGH9HQHFLDFRQFHGHUtDDODFDSLWDOFDWDODQDXQSUHPLRHVSHFLDOSRU³VXOLGHUD]JRHQHOSDQRUDPD
DUTXLWHFWyQLFRFRQHOLPSXOVRGHQXHYRVSUR\HFWRV´ $UUR\RQS 
97
El informe de la Urban Task Force guíada por Rogers señalaba como aspectos del modelo Barcelona dignos
GH VHU LPLWDGRV ³HO OLGHUD]JR HQ OD DOFDOGtD OD SUROLIHUDFLyQ GH HVSDFLRV S~EOLFRV GH FDOLGDG OD FDSDFLGDG GH
trabajar y crear aún en condiciones de escasez de recursos económicos, la asociación de capital privado y público
como estrategia inversora, la perspectiva amplia de ciudad y de futuro capaz de guiar cada intervención y
GHFLVLyQ XUEDQtVWLFD SRU SHTXHxD TXH IXHUD´ $GHPiV OD FRPLVLyQ GH H[SHUWRV GHVWDFDED ³HO FXLGDGR SRU
imbricar la regeneración urbana con la social, o la regeneración urbana pensada desde las necesidades de la
FRPXQLGDG TXH KD GH KDELWDUOD HQ SDUWLFXODU ODV GH DTXHOORV PLHPEURV PiV GHVIDYRUHFLGRV´ %DOLEUHD 
249).
98
Oriol Bohigas fue Delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona de 1980 a 1984, Consejero de
Urbanismo del Ayuntamiento de 1984 a 1990 y Concejal de Cultura del Ayuntamiento de 1991 a 1994. En
Reconstrucción de Barcelona (1986), obra fundamental para entender el urbanismo barcelonés de los años
ochenta, Bohigas afirPD³+DFHUFLXGDGTXLHUHGHFLUSRUWDQWRKLJLHQL]DUORVEDUULRVYLHMRV\³PRQXPHQWDOL]DU´

113
puntuales de pequeña escala (urbanización de calles, construcción de equipamientos, creación

de plazas y jardines) en los barrios degradados del centro histórico y en la periferia de la

FLXGDG&RPRHMHPSORVGHHVWH³XUEDQLVPRGHDFXSXQWXUD´GHVWDFDPRVOD3ODoDGHOD0HUFq

(1983) y el Jardí Emili Vendrell (1984), primeros esponjamientos de la trama urbana del

casco antiguo; la reforma de la Plaça Reial (1983); la creación de los centros cívicos de Sants

(1983), en las antiguas cocheras de tranvías, y de La Sedeta (1984), en la antigua fábrica textil

homónima en la Dreta del Eixample; la urbanización de la Via Júlia (1986), situada entre los

barrios periféricos de Verdum y Prosperitat; la construcción de los parques de Joan Miró

(1985) y de La Espanya Industrial (1985), en terrenos ocupados anteriormente por el

matadero municipal y por la empresa algodonera La Espanya Industrial (donde, como hemos

visto en el capítulo 2, se rodó la primera película de la historia del cine español); la Plaça dels

Països Catalans (1983), una plaza dura que se edificó sobre el patio de vías de la estación de

Sants, y el Moll de la Fusta (1986), primer tramo de recuperación del frente marítimo. Un

UDVJR FRP~Q D WRGDV HVWDV LQWHUYHQFLRQHV HV ³OD FDOLGDG GHO GLVHxR OD PRQXPHQWDOLGDG HO

afán de dotar a estas operaciones de elementos diferenciales, con atributos culturales,

simbólicos, que le den potencial de integración ciudadana y que proporcionen al área un plus

GH YLVLELOLGDG R GH UHFRQRFLPLHQWR VRFLDO´ %RUMD    (Q HVWD IDVH DGHPiV HO

Ayuntamiento implementó un programa de esculturas al aire libre con el doble objetivo de

dignificar los barrios más degradados, dotándolos de signos de identidad colectiva, y

promover una nueva imagen de la ciudad basada en la calidad del espacio público y del

diseño urbano. Así, las calles, las plazas y los parques de Barcelona, sobre todo en las zonas

periféricas, tradicionalmente faltas de elementos escultóricos, se llenaron de obras realizadas

por reconocidos artistas catalanes, españoles y extranjeros: Joan Miró, Xavier Corberó,

Antoni Tàpies, Eduardo Chillida, Fernando Botero, Roy Lichtenstein, Richard Serra, Claes

la ciudad nueva. Volverla a construir en los estrictos límites de lo que existe, de modo que lo que existe asuma a
XQWLHPSRFRQIRUWDELOLGDG\UHSUHVHQWDFLyQ´ : 27).

114
Oldenburg, Bryan Hunt, Beverly Pepper, Ellsworth Kelly, entre otros.99 Además, se

desempolvaron y recuperaron algunos monumentos desmantelados en su día por el régimen

franquista, como por ejemplo el del Dr. Robert y el de La República (Homenatge a Pi i

Margall) (O FUtWLFR GH DUWH 5REHUW +XJKHV GHILQLy HO SURJUDPD GH HVFXOWXUDV FRPR ³HO

proyecto más ambicioso que, en su estilo, se haya fijado desde el ayuntamiento de una ciudad

HQWRGRHOVLJOR;;´ FLWHQ0RL[ 

La segunda fase del modelo Barcelona comprende los años entre 1986 y 1992, en los

que la ciudad se prepara para acoger los Juegos Olímpicos de 1992. Para Monclús, ésta es la

HWDSDGHO³XUEDQLVPRHVWUDWpJLFR´HQODTXHVHSULYLOHJLDQODFRQVWUXFFLyQGHLQIUDHVWUXFWXUDV

y los grandes proyectos urbanos. En este período se dan nuevas condiciones políticas y

económicas que permiten acelerar e intensificar el proceso de transformación de la ciudad.

Por un lado, el fuerte liderazgo del alcalde socialista Pasqual Maragall, que supo estimular y

unificar un amplio consenso cívico; por otro, la entrada de España en la Comunidad

Económica Europea (1986), que permitió que Barcelona y otras ciudades españolas

accedieran a los Fondos Europeos para el Desarrollo Regional (FEDER). A finales de 1986,

además, la designación de la capital catalana como sede de la XXV Olimpíada determinó un

cambio de escala en las intervenciones urbanísticas y el desarrollo de mecanismos de

cooperación público-privado para la financiación de las grandes obras olímpicas.100 De hecho,

99
Sobre el programa de esculturas promovido por el Ayuntamiento de Barcelona, véase la web Barcelona
escultures: http://www.bcn.cat/publicacions/Bcn_escultures/mapabcn.html (fecha de consulta: 2 de noviembre
de 2017). También el libro de Lluis Permanyer %DUFHORQD XQ PXVHX G¶HVFXOWXUHV D O¶DLUH OOLXUH. Barcelona:
Polígrafa, 1991.
100
Antes de ser elegida como sede de los Juegos Olímpicos de 1992, Barcelona había presentado sin éxito su
candidatura para acoger los de 1924 (París), 1936 (Berlín), 1940 (cancelados a causa de la Segunda Guerra
Mundial) y 1972 (Múnich). En 1936, además, la capital catalana había organizado una Olimpíada Popular para
SURWHVWDUFRQWUDOD³2OLPStDGDQD]L´GH%HUOtQ(OHYHQWRTXHGHEtDFHOHEUDUVHGHODOGHMXOLRGHQR
pudo llevarse a cabo a causa del estallido de la Guerra Civil. Muchos de los atletas que estaban en la ciudad
decidieron quedarse para luchar por la República. El 25 de julio de 1992, en la ceremonia de apertura de los
Juegos Olímpicos de Barcelona, el alcalde Maragall empezó su discurso recordando esta frustrada Olimpíada

115
como explica Joan Busquets, Coordinador de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona en

los años ochenta, la nominación olímpica marca el paso

de la pequeña actuación a la gran intervención; (...) del proyecto simple

monográfico (una plaza, un parque, una escuela) al proyecto complejo (un

conjunto de calle, edificio y zona verde con gestión integrada); del proyecto

público al partnership (cooperación), asegurando el compromiso de la iniciativa

privada en operaciones de claro alcance general o público; de la planificación

normal a la excepcional, encontrando pautas comunes para la regulación cotidiana

de la ciudad y las grandes actuaciones del 92. (322)

La utilización de un acontecimiento excepcional como los Juegos Olímpicos para realizar

rápidamente cambios urbanísticos importantes y promocionar la ciudad a nivel internacional

es algo que ya tenía una tradición en Barcelona. Esta estrategia, de hecho, había sido

aprovechada en ocasión de la Exposición Universal de 1888 y de la Exposición Internacional

de 1929 (Capel 15). El mismo Pasqual Maragall, en su discurso de balance del año 1991,

subrayó la importancia de estos grandes eventos para el desarrollo de la ciudad y el progreso

de la sociedad barcelonesa:

La historia de nuestra ciudad, de nuestras familias, nos enseña que la progresiva

configuración de Barcelona se ha realizado a saltos. La generación de 1888 fue la

que dio el salto definitivo hacia el Ensanche, la que hizo el Parque de la

Ciudadela, la que tuvo la osadía de encargar obras a nuestros modernistas que

DQWLIDVFLVWD ³)D  DQ\V V¶KDYLD GH IHU XQD 2OLPStDGD 3RSXODU HQ DTXHVW HVWDGL GH 0RQWMXwF (O QRP GHO
preVLGHQWGHO¶2OLPStDGD3RSXODUHVWjJUDYDWDOOjGDOWDO¶DQWLJDSRUWDGHODPDUDWy(VGHLD/OXtV&RPSDQ\VLHUD
HOSUHVLGHQWGHOD*HQHUDOLWDWGH&DWDOXQ\D´

116
ahora son la admiración del mundo. La Exposición de 1929 constituyó la ocasión

para urbanizar Montjuïc, para iniciar el metro y modernizar los transportes y los

servicios urbanos. La generación de 1992 tiene que ser la que deje acabada la

Barcelona metropolitana. Esta es una secuencia natural, lógica, inevitable, a la que

no podemos renunciar. (1991, 74-75)

La imagen de una Barcelona creciendR³DVDOWRV´JUDFLDVDODRUJDQL]DFLyQGHDFRQWHFLPLHQWRV

internacionales fue abundantemente utilizada tanto en los discursos políticos y en la

publicidad institucional como en la prensa y en los análisis académicos para justificar y

legitimar el proyecto olímpico (y, posteriormente, el del Fórum Universal de las Culturas)

(Benach). Por otra parte, el hecho mismo de que Pasqual Maragall fuera nieto del poeta Joan

Maragall, que vivió en la capital catalana mientras se levantaba el Eixample y se abría la Via

Laietana,101 establecía una continuidad símbolica entre la Barcelona del pasado, la del

presente y la del futuro que se iba a construir. Tras las Olimpíadas, ya no se hablará del

alcalde Maragall como nieto del grande poeta, sino de Joan Maragall como abuelo del alcalde

que hizo grande Barcelona (Bastardes 87).

La designación de la capital catalana como sede de los Juegos Olímpicos fue saludada

FRPR³XQDDILUPDFLyQ\XQp[LWRGHWRGDODFLXGDG\GHWRGRHOSDtVHVGHFLUFRPRXQWULXQIR

patriótico de BarceloQD\&DWDOXxD´ %RUMD (OSUR\HFWRROtPSLFRJHQHUyXQFOLPD

de euforia y de ilusión colectiva, y pudo contar no solamente con un amplio consenso

ciudadano (se llegó a contar con una cifra de 60.000 voluntarios olímpicos), sino también con

el apoyo de buena parte del entorno cultural e intelectual y de los medios de comunicación. El

101
En un artículo de 1908 titulado La ciudad del ensueño, el poeta Joan Maragall imaginaba, como muchos años
PiVWDUGHKDUiVXQLHWRXQD%DUFHORQDPHMRUGHODGHOSUHVHQWHHQTXHYLYtDFRQ³QXHYRVFHQWURVGHVXIXWXUD
vida imaginaria, grandes parques populares, jardines donde jugarán los niños del 2000, estaciones centrales de
las inmensas comunicaciRQHVYtDVGHJUDQGHVDFDUUHRVSDODFLRV  WHPSORV  WHDWURV´  

117
grupo musical La Trinca, que, como hemos visto antes, había sido muy crítico con la

Barcelona postfranquista, se sumó al entusiamo general y celebró la nominación olímpica

cantando junto al alcalde Maragall la canción Barcelona més que mai.102 Sin embargo, frente

DODHXIRULDGHODPD\RUtDGHODSREODFLyQEDUFHORQHVDOD)$9% )HGHUDFLy'¶$VVRFLDFLRQV

de Veïns de Barcelona), algunas asociaciones de vecinos y un exiguo grupo de intelectuales

de izquierda, encabezado por Manuel Vázquez Montalbán, mantuvieron una actitud crítica

hacia el proyecto olímpico y se manifestaron contra determinados cambios urbanísticos

promovidos por el Ayuntamiento. Recordemos, por ejemplo, la campDxD ³$TXtKL KDJDQD´

lanzada a principios de 1987, pocos meses después de la nominación olímpica, por las

asociaciones de vecinos de Ciutat Vella para denunciar los graves problemas de deterioro

físico y social de los barrios del casco antiguo, o la de los vecinos de Poble Nou bajo el lema

³1RYROHPFDQYLDUGHEDUUL´FRQWUDODVUHPRGHODFLRQHVTXHLEDQDDIHFWDUVXEDUULR3HURORV

que se opusieron de forma más radical a los Juegos Olímpicos fueron los movimientos

sociales alternativos y contraculturales de los años ochenta, como el punk y el movimiento

okupa. Varios grupos musicales de la escena punk barcelonesa se manifestaron contra el 92 y

la política del Ayuntamiento, utilizando con frecuencia tonos violentos y agresivos. Uno de

los grupos más activos HQ HO IUHQWH DQWLROtPSLFR IXH /¶2GL 6RFLDO TXH SXVR HQ OD

102
(QHOPDUFRGHOSURJUDPD³1RSDVVDUHV´HPLWLGRSRU79HOGHDEULOGH(OWtWXORGHODFDQFLyQHUDHO
lema de la campaña publicitaria que el Ayuntamiento de Maragall había lanzado en 1985 con el objetivo de
generar en los barceloneses un sentimiento de orgullo y de pertenencia a la ciudad. Según Enric Casas, Director
GH &RPXQLFDFLyQ &RUSRUDWLYD \ &DOLGDG GHO $\XQWDPLHQWR GH %DUFHORQD GHVGH  KDVWD  ³µ%DUFelona
PpVTXHPDL¶YDVHUHOFULWTXHGHVSHUWjHOVFLXWDGDQVLHOVHQDPRUjXQDOWUHFRSGHODFLXWDWGHODVHYDFLXWDW
entre millores contínues per als Jocs Olímpics. Es va fer tremendament popular. Més que una marca era una
quasi marca: un eslògan rotund que funcionà com a marca, com a firma de tota la comunicació. Els ciutadans
O¶LQWHULRULW]DUHQHOFRQYHUWLUHQHQFULWG¶RUJXOOGHODFLXWDW0pVTXHPDLYDVHUODJUDQDSRVWDTXHFXOPLQjDPE
O¶q[LW URWXQG GHOV -RFV 2OtPSLFV GHO ´   ³%DUFHORQD PpV TXH PDL´ LQDXJXUy XQ HVWLOR GH FDPSDxDV
publicitarias municipales que pronto fue imitado por varios ayuntamientos del área metropolitana barcelonesa.
(MHPSORGHHOORVRQODVFDPSDxDV³%DGDORQDVHPSUH´ %DGDORQD ³9LODGHFDQVVt´ 9LODGHFDQV ³(O3UDWV¶KR
YDO´ OXHJR VXVWLWXLGR SRU ³9LVFD (O 3UDW´ (O 3UDW GH /OREUHJDW  \ ³/¶+ YHXV FRP Vt"´ +RVSLWDOHW GH
Llobregat).

118
contraportada de su primer disco, titulado Que pagui Pujol OD IUDVH ³0pV RGL TXH PDL´

SDURGLDQGRHOOHPD³%DUFHORQDPpVTXHPDL´ODQ]DGRSRUHO$\XQWDPLHQWR$GHPiVHOJUXSR

compuso una canción muy provocadora contra las Olimpíadas, titulada No olimpics, que se

FRQFOXtDFRQHOYHUVR³&RQWUDHO2OLPStDGD*RPD-´ ODJRPD-2 es el tipo de explosivo

que utilizó ETA en los atentados de los años ochenta y noventa). 103 Sin embargo, las

iniciativas de los colectivos antiolímpicos tuvieron muy poco eco, no sólo a causa de su

extremismo, sino también por la falta de apoyo político y la escasa visibilidad que les

concedieron los medios de comunicación.

Los Juegos Olímpicos ofrecieron la excusa perfecta para elaborar un plan de

remodelación global de la ciudad, articulado en una serie de proyectos muy ambiciosos que

debían realizarse conjuntamente. De acuerdo con Maragall (1988), los objetivos de este plan

eran:

1) la regeneración del centro histórico (Ciutat Vella y Eixample);

2) la mejora de los barrios periféricos;

3) la mejora de las redes de comunicación viarias (construcción de las rondas), aéreas

(ampliación del aeropuerto del Prat), marítimas (ampliación del puerto) y telemáticas

(construcción de laVWRUUHVGHWHOHFRPXQLFDFLRQHVGH0RQWMXʀF\&ROOVHUROD

4) la apertura de la ciudad al mar;

5) la construcción de la infraestructura necesaria para los Juegos (estadios, instalaciones

deportivas, hoteles, viviendas);

103
Sobre el movimiento punk en Barcelona, véase D. Joni. Que pagui Pujol! Una crónica punk de la Barcelona
dels 80. Barcelona: La Ciutat Invisible, 2010 y Llansamà, Jordi. Harto de todo: Una historia oral del punk en la
ciudad de Barcelona 1979-1987. Barcelona: Bcore Books, 2011.

119
6) la creación de áreas de nueva centralidad para atraer actividad económica y mejorar

la calidad de vida a nivel de barrio.104

Las grandes intervenciones urbanísticas necesarias para conseguir estos objetivos se pudieron

realizar en apenas seis años gracias a las enormes inversiones públicas y privadas propiciadas

SRUODFHOHEUDFLyQGHORV-XHJRV2OtPSLFRV'HKHFKRFRPRVHxDOD-RUGL%RUMD³/DVJUDQGHV

realizaciones infraestructurales que se realizaron en el período 87-92 hubieran requerido dos,

WUHVRFXDWURYHFHVPiVWLHPSRVLQORV-XHJRV´(1995: 7). En particular, quiero fijar la atención

en las obras que se acometieron para la regeneración de los barrios históricos (1) y la apertura

al mar (4), ya que fueron esenciales para renovar tanto la fisonomía como la imagen de la

ciudad.

4.2 La BaUFHORQDROtPSLFDXQDFLXGDG³JXDSD´\PHGLWHUUiQHD

Ayer tuve un sueño...soñé que Barcelona se abría al


mar. Y que nuevas playas, playas de verdad, aparecían
en el lugar donde hoy se levantan viejas industrias.
Soñé que bajaba caminando desde la Sagrada Familia
hasta el mar en media hora, sin que ninguna pared me
impidiera el paso...
Pasqual Maragall (cit. en Mauri y Uría 208)

104
/DV ³iUHDV GH QXHYD FHQWUDOLGDG´ FRPSUHQGtDQ WDQWR ODV FXDWUR iUHDV ROtPSLFDV 'LDJRQDO 9DOO G¶+HEURQ
Montjuïc y Poble Nou-9LOOD 2OtPSLFD  FRPR ORV OODPDGRV ³QXGRV XUEDQRV´ HV GHFLU ³QXGRV GH JUDQ
trascendencia que aparecen allí donde se entrecruzan las grandes vías de circulación, allí donde desaparecen
infraestructuras tales como estaciones y vías ferroviarias, liberando suelo urbano de gran centralidad, o allí
GRQGH TXHGDQ ORV HVSDFLRV OLPtWURIHV GH XQ EDUULR FRQ RWUR´ (QWUH HOORV HVWDEDQ OD FDOOH 7DUUDJRQD OD SOD]D
Cerdà, la plaza de las Glorias, Renfe-Meridiana, Port Vell, la prolongación de la Diagonal, etc. Se trataba de
HVSDFLRV³FUXFLDOHVSDUDHQULTXHFHUODFRKHVLyQXUEDQDGHODFLXGDGSXQWRVFODYHKDFLDGRQGHRULHQWDU\GLULJLUHO
LPSXOVRLQYHUVRU´ 0RQWDQHU .

120
La regeneración de Ciutat Vella y del Eixample se consiguió en gran parte gracias a la

campaña municipal para la protección y mejoUDGHOHVSDFLRXUEDQRGHQRPLQDGD³%DUFHORQD

SRVD¶WJXDSD´TXHVHLQLFLyDOJXQRVPHVHVDQWHVGHODSURFODPDFLyQGH%DUFHORQDFRPRVHGH

de los Juegos Olímpicos y que experimentó un desarrollo extraordinario en los años en los

que la ciudad se preparó para el gran evento.105 La campaña tenía un claro objetivo tangible,

el de incentivar la remodelación y la limpieza de las fachadas de los edificios, y otro

intangible, el de estimular un sentimiento de orgullo cívico a través de la participación de los

ciudadanos en proyectos de mejora del entorno en el que vivían (Sunyer s.p.). No hay que

olvidar que, antes del estallido de entusiasmo por la designación olímpica, la moral de los

barceloneses estaba bastante baja a causa de las secuelas de la crisis económica de 1973 y de

las condiciones lamentables en las que se encontraba todavía la ciudad. Manuel Vázquez

0RQWDOEiQUHFXHUGDTXH³TXDQYDSURVSHUDUDTXHVW HVOzJDQGHµ%DUFHORQDSRVD¶W JXDSD¶OD

ciutat estava deprimida, quasi convençuda que era un Titànic enfonsat´ FLWHQ)HUUHU9LDQD

2001: 16).106 ³%DUFHORQDSRVD¶W JXDSD´WXYRGRVYHUWLHQWHVODTXHDIHFWDEDDODVYLYLHQGDV

oficinas y establecimientos comerciales, que se hacían cargo de los gastos ayudados por las

105
La campaña se dio por finalizada en 1992, tras la celebración de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, debido a
las protestas de los ciudadanos y de las empresas de rehabilitación que pedían su continuidad, en 1994 el
Ayuntamiento decidió reactivarla, dotándola además de un nuevo instrumento de gestión: la Agència del
Paisatge urbà (a partir de 1997 Institut Municipal del Paisatge Urbà i la Qualitat de Vida). Desde 1985 hasta hoy,
³%DUFHORQD SRVD¶W JXDSD´ KD SHUPLWLGR UHKDELOLWDU PiV GH  HGLILFLRV XQ WHUFLR GHO WRWDO GH OD FLXGDG
(Sunyer s.p.). El éxito de la campaña ha sido corroborado por varios premios: Best Project 1995 de Eurocities,
premio Real Fundación de Toledo (1991), medalla Barcelona 92 y premio ACCA (1988) de la Associació
&DWDODQD GH &UtWLFV G¶$UW (Q  DGHPiV OD FDPSDxD IXH QRPLQDGD DO SUHVWLJLRVR :RUOG +DELWDW Award
otorgado por las Naciones Unidas. Muchas son las ciudades que han emprendido, con mayor o menor éxito,
FDPSDxDVGHPHMRUDGHOSDLVDMHXUEDQRWRPDQGRFRPRUHIHUHQFLD³%DUFHORQDSRVD¶WJXDSD´&LXGDGGH0p[LFR
FRQ³£eFKDPHXQDPDQLWD´ -1994), SeYLOODFRQ³3RQ6HYLOODGH(;32VLFLyQ´  5HXVFRQ³5HXVIHV
JRLJ´   9DOSDUDtVR FRQ ³9DOSDUDtVR SRQWH HQ IRUPD´   \ 2D[DFD FRQ ³0L 2D[DFD OLQGD´  
entre otras (Ferrer Viana 2011: 201).
106
El escritor se refiere al polémico artículo dH)pOL[GH$]~D³%DUFHORQDHVHO7LWiQLF´SXEOLFDGRSRUEl País el
14 de mayo de 1982, en el que Azúa utilizaba la metáfora del hundimiento del Titánic para describir el estado de
la Barcelona preolímpica.

121
subvenciones concedidas por el Ayuntamiento, y la que afectaba a los monumentos y

edificios históricos, realizada mediante el patrocinio de empresas e instituciones privadas.

(Pagès Jordà 10). La campaña, que se inició promoviendo la limpieza de fachadas, se

extendió progresivamente a otros ámbitos, e incluyó: la restauración de pinturas, mosaicos,

esgrafiados y vidrieras modernistas; el arreglo de las paredes medianeras que quedaban al

descubierto; la insonorización de viviendas y oficinas para disminuir el alto nivel de

contaminación acústica; la supresión de las barreras arquitectónicas; la mejora de las

condiciones higiénico-sanitarias de bares y restaurantes; la eliminación de rótulos,

PDUTXHVLQDV \ OXPLQRVRV SXEOLFLWDULRV DQWLHVWpWLFRV REVROHWRV R LOHJDOHV ³DPE DQXQFLV L

SLQWDGHV W¶HPSDVWLIHV OHV SDUHWV´ FDQWDED /D 7ULQFD  OD UHFXSHUDFLyQ GH ORV LQWHULRUHV GH

manzanas del Eixample (el primero fue el de la Torre de les Aigües), y finalmente la

VXVWLWXFLyQ \ XQLILFDFLyQ GH ODV DQWHQDV WHOHYLVLYDV EDMR HO OHPD ³3HQWLQD¶W JXDSD´  (O

patrocinio privado permitió restaurar un gran número de monumentos y edificios históricos, y

especialmente el legado modernista que se había deteriorado durante la dictadura a causa de la

falta de manutención.107 Quizá el mejor ejemplo de los resultados conseguidos en este campo

VHD OD UHVWDXUDFLyQ GH OD &DVD 0LOj SRSXODUPHQWH FRQRFLGD FRPR ³/D 3HGUHUD´ &omo he

107
Según David Mackay, el modernisme fue mucho más que una variante local del Art Nouveau, ya que llegó a
LGHQWLILFDUVHFRQHOPRYLPLHQWR³GHDILUPDFLyQGHOFDUiFWHUQDFLRQDOGH&DWDOXQ\D\GHVXDXWRQRPtDFXOWXUDO
IUHQWH D OD HVSDxROLGDG \ HQ DUPRQtD FRQ RWUDV WHQGHQFLDV HXURSHDV´ FLW HQ %XVTXHWV -41). En la misma
OtQHD7XVHOODILUPDTXH³H[LVWLyXQDLGHQWLILFDFLyQWiFLWDHQWUHPRGHUQLVPR\FDWDODQLVPR´ VS &DEHUHFRUGDU
que los arquitectos modernistas Domènech i Montaner y Puig i Cadafalch fueron también figuras destacadas del
catalanismo político: el primero fue uno de los fundadores de la Lliga Regionalista (1901), el segundo fue
presidente de la Mancomunitat de Catalunya (1917-1923). Por lo tanto, no es de extrañar que el régimen de
Franco, centralista y anticatalanista, condenara las obras del modernisme, símbolo de la identidad catalana, a una
lenta e inexorable degradación o, en el peor de los casos, a la demolición. Como explica Robert Hughes:
³%DUFHORQD KDG UHVLVWHG WKH FDXGLOOR %DG LGHD 7KHUH ZRXOG EH PRQH\ IRU FHPHQW ZRUNV RXWVLGH WKe city,
because the businessmen who owned them were Franco supporters. But there was not going to be money to
restore the great symbolic works of Catalanist architecture, like the Palau de la Música Catalana, because these,
OLNH WKH EHVW RI WKH FLW\¶V FXOWure, were opposed to the very spirit of Madrid centralism, of rule from outside
%DUFHORQDLWVHOI´ -31).

122
apuntado en el capítulo 2, la fachada de esta obra maestra de Gaudí estaba ennegrecida por la

polución y su célebre azotea era un laberínto de antenas de televisión y alambres para tender

la ropa, como muestra la película The Passenger (1975) de Michelangelo Antonioni. La

rehabilitación del edificio, financiada por Caixa Catalunya, empezó en 1987 y se convirtió en

XQR GH ORV HPEOHPDV GH OD FDPSDxD ³%DUFHORQD SRVD¶W JXDSD´ 6H OLPSLy OD IDFKDGD SDUD

devolverle su color original, se liberó la azotea de antenas y alambres, y finalmente se

rehabilitó el edificio entero, que luego fue transformado (salvo cinco pisos que siguen

habitados) en un centro cultural.

³%DUFHORQD SRVD¶W JXDSD´ QR VLUYLy VRODPHQWH SDUD PHMRUDU HO SDLVDMH XUEDQR \

fomentar la autoestima de los barceloneses de cara a la celebración de los Juegos Olímpicos,

sino también para convertir Barcelona en una ciudad más atractiva para turistas, inversores y

nuevos ciudadanos de alto poder adquisitivo. Como señala Andrew Smith, aunque la campaña

³ZDV D JHQXLQH DWWHPSW WR UHVWRUH EXLOGLQJV DQG FLYLF SULGH LW FDQ DOVR EH LQWHUSUHWHG DV D

sophisticated re-LPDJLQJVWUDWHJ\´  (QODPLVPDOtQHD%DOLEUHDDILUPDTXH³%DUFHORQD

SRVD¶W JXDSD´ FRQWULEX\y GH IRUPD GHFLVLYD D OD FRQVWUXFFLyQ GH XQD QXHYD LPDJHQ GH OD

ciudad y a la mejora de su oferta turística. No por casualidad la campaña benefició sobre todo

el patrimonio arquitectónico modernista, mayoritariamente situado en el Eixample, que luego

VH FRQYHUWLUtD HQ ³RQH RI WKH SLOODUV RI WKH FLW\¶V WRXULVWLF FXOWXUDO SURYLVLRQ DQG PRUH

JHQHUDOO\RILWVFRQVWUXFWHGLPDJHDQGSHUVRQDOLW\´ %DOLEUHD 

La apertura al mar fue el otro hito de la transformación de Barcelona y del proceso de

construcción de su nueva imagen. Antes de abordar las grandes intervenciones urbanísticas

TXHSHUPLWLHURQTXHODFLXGDG³UHFRQTXLVWDUD´HOPDU0HGLWHUUiQHRHVSUHFLVRVXEUD\DUTXHOD

regeneración del frente marítimo no ha sido una experiencia exclusiva de Barcelona. De

hecho, en las últimas décadas no ha habido prácticamente ciudad portuaria en el mundo

desarrollado que no haya experimentado alguna operación de cambio de uso o recuperación

123
de su frente de agua (waterfront) o de sus espacios portuarios. La especial atención de las

ciudades hacia estas áreas, abandonadas o infrautilizadas a causa del proceso global de

desindustrialización y terciarización de la economía que he comentado antes, ha sido

motivada por las potencialidades urbanísticas derivadas de su situación de centralidad, su

calidad paisajística, su valor cultural, su gran extensión y su accesibilidad (Grindlay Moreno

60). Las primeras actuaciones de regeneración de frentes marítimos o fluviales se realizaron

en los años setenta del siglo pasado en las grandes ciudades portuarias de Estados Unidos,

como Baltimore (Inner Harbor), Boston (Downtown Waterfront), Nueva York (Battery Park

&LW\  \ 6DQ )UDQFLVFR )LVKHUPDQ¶V :KDUI  (Q OtQHDV JHQHUDOHV HVWDV LQWHUYHQciones

implicaron el traslado a otros sitios de las actividades portuarias e industriales, así como la

reocupación y transformación del waterfront para albergar nuevos usos residenciales,

turísticos y comerciales, que servirían de estímulo para el relanzamiento de la economía

urbana. Por su carácter pionero y su notable éxito urbanístico y económico, estas experiencias

se convirtieron en referentes ineludibles para todas las ciudades del mundo desarrollado que, a

partir de los años ochenta, emprendieron procesos de regeneración de sus fachadas marítimas

R IOXYLDOHV (Q (XURSD HO ³PRGHOR´ HVWDGRXQLGHQVH IXH DSOLFDGR SULPHUR SRU ODV XUEHV

británicas (el caso paradigmático es la reforma de los Docklands de Londres) y luego por las

otras ciudades portuarias europeas, entre ellas Barcelona. Cabe recordar que en 1978 Pasqual

Maragall vivió algunos meses en Baltimore, donde tuvo la oportunidad de observar y estudiar

de cerca el proceso de transformación del Inner Harbor, que años más tarde le serviría de

modelo para la regeneración del frente marítimo de Barcelona.108 El mismo Maragall explicó:

³,WRRN VRPHLGHDV RIWKHFKDQJHIURP%DOWLPRUHWR WKLV SURMHFW LQ %DUFHORQD2XUVW\OHRI

course, is not the same. We are a Mediterranean town. The dimension and size are different

108
Maragall pasó una temporada como investigador y profesor invitado en el Center for Metropolitan Planning
and Research de la Johns Hopkins University de Baltimore, que años más tarde lo investiría Doctor honoris
causa.

124
WKDQ LQ %DOWLPRUH %XW WKH FRQFHSW LV WKH VDPH´ FLW HQ *ODXEHU VS  &RPR YHUHPRV OD

UHPRGHODFLyQ GHO 3RUW 9HOO HQ SDUWLFXODU PXHVWUD OD LQIOXHQFLD GHO ³HVWLOR 5RXVH´ SRU HO

promotor inmobiliario responsable de la transformación de los waterfront de Baltimore y

%RVWRQ -DPHV 5RXVH  HQ ³OD UHFRQYHUVLyQ GH ORV XVRV SRUWXDULRV HQ iUHDV SDUD HO RFLR \ HO

WXULVPR´ 0RQFO~VVS 

Hacia mediados de los años ochenta, el frente marítimo de Barcelona estaba ocupado en

su mayoría por fábricas en desuso, almacenes e instalaciones para la depuración del agua y la

incineración de residuos.109 Las playas, donde aún quedaban núcleos de barracas, estaban

separadas de la ciudad por las vías del ferrocarril, hecho que acentuaba la marginalidad del

litoral.110 A causa de la presencia de este conjunto de barreras físicas, Barcelona vivía de

espaldas al Mediterráneo. De los cinco kilómetros de costa de los que disponía la ciudad, sólo

era accesible para usos de ocio un pequeño tramo de playa de la Barceloneta, ocupado

109
Recordemos que en la segunda mitad del siglo XIX el frente marítimo de Barcelona había experimentado un
fuerte proceso de industrialización, liderado por la industria textil. Las fábricas se habían concentrado en el
actual distrito de Sant Martí y especialmente en uno de sus barrios, el Poblenou, que pasaría a ser conocido como
HO³0DQFKHVWHUFDWDOiQ´ /D SUR[LPLGDGDOSXHUWRGH%DUFHORQDHOEDMRFRVWHGHORVWHUUHQRV \OD IDFLOidad de
obtener agua para el proceso productivo fueron factores clave para la industrialización de este sector del litoral.
En el primer tercio del siglo XX se produjo la consolidación de Sant Martí como zona industrial con el desarrollo
de la industria metalúrgica y la implantación de las primeras fábricas de automóviles (Hispano-Suiza, Ford,
General Motors). Tras un período de estancamiento en la inmediata posguerra, el distrito entró en una nueva fase
de desarrollo industrial, que continuó hasta mediados de los años sesenta, gracias a la expansión de la industria
automovilística y mecano-PHWDO~UJLFD 6LQ HPEDUJR FRPR H[SOLFDQ 1DGDO \ 7DIXQHOO ³una data i una àrea
PDUTXHQODILGHODVXSUHPDFLDGH6DQW0DUWtLGRQHQSDVD  O¶HYDFXDFLyGHOHVLQG~VWULHVGHOEDUUL/¶DQ\pV
 L O¶jUHD TXH SUHQ HO UHOOHX DWUDLHQW DO VHX VL DOJXQHV GH OHV ILUPHV PpV HPEOHPjWLTXHV LQVWDOÂODGHV DO
Poblenou i la Sagrera, és la Zona Franca4XDQHOGHMXOLROG¶DTXHOODQ\IRXSURPXOJDGDXQDOOHLSHUODTXDOHV
creava un extens Polígon Industrial en terrenys del Port Franc, es donava el senyal dHVRUWLGDGHO¶DEDQGRQDPHQW
per part de la gran LQG~VWULDGHOTXHGXUDQWPROWHVGqFDGHVIRXWLQJXWSHOFRULQGXVWULDOGH&DWDOXQ\D´ 1DGDO\
Tafunell 242). A esto hay que añadir el impacto del proceso de desindustrialización y terciarización de la
economía desencadenado por la crisis del petróleo de 1973, que agravó la decadencia industrial de la zona. A
causa de estos cambios, se calcula que entre 1963 y 1990 el barrio de Poblenou perdió 1.326 industrias (Maldo:
18).
110
En 1848, la primera línea ferroviaria de España, la Barcelona-Mataró, se hizo pasar por la playa, entonces
considerada un espacio inútil.

125
parcialmente por chiringuitos y baños privados. Como he mencionado antes, el primer paso

en la recuperación del frente marítimo fue la remodelación del Moll de la Fusta, en el Port

Vell, según el proyecto del arquitecto Manuel de Solà-Morales, que empezó en mayo de 1981

y terminó a finales de 1986. Con esta intervención se consiguieron dos objetivos estratégicos

para la ciudad: por un lado, sentar las bases de una nueva relación entre Barcelona y el mar a

través de la recuperación de un tramo de frente marítimo para el paseo y el ocio ciudadano;

por otro, canalizar el intenso tráfico rodado del litoral mediante un sistema viario a distintos

niveles que no dificultura el acceso de los peatones al nuevo paseo marítimo. La

transformación del litoral barcelonés prosiguió con la aprobación, el 26 de junio de 1986, del

3OD(VSHFLDOG¶RUGHQDFLyXUEDQDGHODIDoDQDDOPDUGH%DUFHORQDDOVHFWRUGHOSDVVHLJGH

&DUOHV,LGHO¶DYLQJXGDG¶,FjULD.111 El plan, redactado por un equipo de arquitectos formado

por Josep Maria Martorell, Oriol Bohigas, David Mackay y Albert Puigdomènech, abarcaba

la reforma urbanística del frente marítimo de levante a partir de la construcción, en el área

comprendida entre el Parc de la Ciutadella y el Cementerio del Poblenou, de un nuevo núcleo

residencial, la Vila Olímpica, que después de utilizarse para albergar a los atletas participantes

en los Juegos Olímpicos de 1992 se integraría en el tejido de la ciudad. No era la primera vez

que se elaboraba un plan para la reforma urbanística del frente marítimo de levante. En 1965

se había presentado el ambicioso Plan de la Ribera, impulsado por un grupo de empresas que

ocupaban grandes extensiones de terreno en este sector. El plan, expuesto en un folleto

títulado Barcelona, una ciutat que no pot seguir YLYLQWG¶HVTXHQDDOPDU, tenía como objetivo

³FRQVWUXLUµXQD&RSDFDEDQDGHOXMRHQXQD%DUFHORQDHQSOHQDHXIRULDGHVDUUROOLVWD¶DORODUJR

de 6 km de playa y por 500 m de ancho, abarcando desde el mar hasta la calle Ramón Turró,

lo que afectaba a unas 15SHUVRQDVGHOEDUULRGHO7DXODW´ 0X[t (QHOJRELHUQR

municipal presidido por el alcalde Porcioles aprobó el plan y lo presentó públicamente con el

111
En el nomenclátor actual el passeig de Carles I es el Carrer de la Marina.

126
nuevo nombre de Plan del Sector Marítimo Oriental. Dada su naturaleza abiertamente

especulativa, el proyecto fue objeto de una fuerte oposición por parte de numerosas

asociaciones cívicas y profesionales (entre ellas el Colegio de Arquitectos), que reunieron

9000 impugnaciones contra su actuación. Las presiones populares, pero sobre todo el inicio

de la crisis económica de los años setenta, hicieron que el plan finalmente no llegara a

ejecutarse. Según Zaida Muxí, el proyecto de la Vila Olímpica aprobado años más tarde en

SOHQD GHPRFUDFLD ³SHUPLWLUtD OOHYDU D OD SUiFWLFD HO UHFKD]DGR 3ODQ GH OD 5LEera, no en su

PRUIRORJtDSHURVtHQORTXHUHVSHFWDDOQHJRFLRLQPRELOLDULR´  112 A este propósito, cabe

señalar que la superficie de suelo afectado por el Pla Especial de la Vila Olímpica era de 55

ha, significativamente menor que la del Plan de la Ribera (204 ha). Los planes diferían

también en la tipología de edificación prevista: una zona residencial de baja densidad, en el

caso de la Vila Olímpica; un área de edificación intensiva, con una densidad cinco veces

superior a la de Londres, en el caso del Plan de la Ribera (Martí y Moreno 58).

Según explica Josep Antoni Acebillo, quien fue director técnico del Instituto Municipal

de Promoción Urbanística, el organismo encargado de planificar y coordinar las obras

olímpicas, la decisión de situar la Vila OOtPSLFD HQ HO 3REOHQRX QR VH WRPy ³HQ EDVH D ODV

facilidades iniciales del sector ±ni tan siquiera la propiedad del suelo era pública± sino como

factor catalizador y como garantía para llevar a cabo la accesibilidad hasta el mar y la

ordenación definitiva GHO VHFWRU´ $FHELOOR   (O DOFDOGH 0DUDJDOO ³YLR FODUR GHVGH HO

principio que si se hacía la Vila Olímpica en Poblenou podía lograrse transformar en poco

tiempo un conjunto de vías de tren, fábricas obsoletas, solares caóticos y edificaciones

dispersas \ HQYHMHFLGDV HQ DOJR FRPSOHWDPHQWH GLVWLQWR´ (O YLHMR \ GHJUDGDGR 3REOHQRX

112
(QODPLVPDOtQHD&DEDOOpDILUPDTXH³HQEXHQDPHGLGDHODQWHSUR\HFWRGHOD creación de la Vila Olímpica
tiene sus raíces profundas en los intereses de transformación urbana que expresaron en plena dictadura los
grandes propietarios de la zona. Tampoco debería olvidarse que el primer alcalde de Barcelona surgido después
de las primeras elecciones democráticas e impulsor de la candidatura olímpica, Narcís Serra, había formado parte
GHVWDFDGDGHOJDELQHWHGHHVWXGLRVTXHHODERUyHOSUR\HFWRGHO3ODQGHOD5LEHUD´ QS 

127
³SRGtDFRQYHUWLUVHHQXQ3REOHQRXUHDOPHQWHQXHYRXQEDUULRTXHDEULHUD%DUFHORQDDOPDU

con un luminoso puerto deportivo y un barrio marítimo de clases medias como otras ciudades

PHGLWHUUiQHDV´ ³%DUFHORQD VH DEUH DO 0HGLWHUUiQHR´  /D FRQVWUXFFLyQ GH OD 9LOD 2OtPSLFD

fue una vasta y compleja operación que implicó

arrasar un obsoleto barrio industrial para levantar otro residencial y, de paso,

recuperar la fachada marítima de la ciudad; es decir, expropiar más de quinientos

mil metros cuadrados, desmantelar un trazado ferroviario cargado de historia,

soterrar otro ramal (el de Glorias), construir vías rápidas, renovar la red de

colectores de la ciudad, asegurar el frente de la costa, habilitar cuatro kilómetros

de playas, construir un nuevo puerto y, finalmente, edificar y urbanizar el citado

barrio residencial para los atletas olímpicos (Moix 1994: 119)

Los proyectos de las diferentes unidades residenciales de la Vila Olímpica se encargaron a

arquitectos o equipos de arquitectos que hubieran ganado el premio FAD (Foment de les Arts

i del Disseny) de Arquitectura. La intención era reflejar en el nuevo barrio la arquitectura

catalana del momento a través de los proyectos de tres generaciones de arquitectos y, al

mismo tiempo, evitar la uniformidad típica de los grandes proyectos gestados de una sola vez

(Blasco s.p.). Frente a la Vila Olímpica se construyó un nuevo puerto deportivo, el Port

Olímpic, presidido por dos rasgacielos de igual altura, la torre Mapfre y el Hotel Arts, y por

una imponente escultura de acero dorado en forma de pez, obra del célebre arquitecto Frank

Gehry. La operación de la Vila Olímpica, incluidas las obras de infraestructura (costa, red

viaria y alcantarillado), costó más de 200.000 millones de pesetas, una cuarta parte del total

de inversiones realizadas en Cataluña en relación directa o indirecta con las Olimpíadas (Moix

1994: 119).

128
En vísperas de los Juegos Olímpicos, Montserrat Roig comentó así la transformación

del frente marítimo de Barcelona:

3RWVHUQRHQVQ¶DGRQHPRSRWVHUVtSHUzYHWDTXtTXHD%DUFHORQDQRIHPPpV

que dir adéu sense parar. Diem adéu als carrers que poblaven els antics

VRPQLDGRUV GHO PLWH G¶,FDULD D OHV [HPHQHLHV TXH IXPHJHQ D les fàbriques de

rajola vermella on ara els fantasmes ja no troben recer. És un adéu lent, per això

QRHQVDGRQHPTXHHOGLHP1RHVWjIHWDPEFULWVHVSHFWDFXODUVFRPHOGH³£$EDMR

ODVPXUDOODV´GHO¶KLJLHQLVWD3HUH)HOLSH0RQODXPpVDYLDWpVXQDGpXYLsual. Tot

G¶XQD VH¶QV REUH XQD HVSODQDGD DOOj RQ KL KDYLD WLQJODWV L GHVFREULP XQD

panoràmica que els nostres avis no podien ni imaginar: el dit de Colom sembla

que grati els baixos del Morrot. I ara mateix, també de manera silent, comencem a

dir adéu al Port Vell, aquest port que, just fa un segle, era el port nou on pretenien

DQFRUDUHOVRSWLPLVWHVYDL[HOOVGHYDSRUDTXHOOVYDSRUVTXHV¶HQGXLHQHOVQRVWUHV

SDJHVRV FDS D OHV $PqULTXHV SHUTXq DTXHVWHV HOV FRQYHUWLVVLQ HQ ³DPHULFDQXV´

enyoradissos, constructors de cases amb balustrades i finestres amb vitralls quan

tornaven carregats de duros. (1992: 192-93)

En la primera parte del texto, la escritora barcelonesa alude a la demolición de la barriada

industrial de Icària, situada entre la Avinguda del Bogatell, el Passeig de Carles I y el

&HPHQWLUL GH O¶(VW HQ HO iUHD GHO 3REOHQRX GRQGH VH GHFLGLy HGLILFDU OD 9LOD 2OtPSLFD

³,FDULD´IXHHOQRPEUHTXHHOILOyVRIR\SROtWLFRIUDQFpVeWLHQQH&DEHWGLRDODLVODLPDJLQDULD

donde situó la acción de su novela filosófica Voyage en Icarie (1840). Esta obra preconizaba,

en la línea del socialismo utópico, una sociedad sin clases y sin propiedad privada, fundada en

el reparto igualitario del trabajo y de la riqueza. Las ideas utópicas de Cabet tuvieron mucha

129
influencia en los movimientos obreros y en los intelectuales progresistas franceses, y no

tardaron en llegar a Barcelona, donde en 1847 Narcís Monturiol creó el semanario La

Fraternitat para divulgarlas. En esa misma época, parece que un grupo de cabetianos

catalanes fundó una comuna icariana en la actual Plaça Prim del Poblenou (conocida

popularmente como Plaça dels Pescadors). Años más tarde, Ildefons Cerdà, que había entrado

HQFRQWDFWRFRQODVLGHDVGH&DEHWSRUVXDPLVWDGFRQ0XQWXULROXWLOL]yHOWRSyQLPR³,FDULD´

en su Plan de Reforma y Ensanche de Barcelona para referirse al incipiente barrio del

Poblenou. Quizá por este motivo a partir de 1916 el passeig del Cementiri, que desde

mediados del siglo XIX comenzaba en la parte alta de la Barceloneta y acababa en el

&HPHQWLUL GHO 3REOHQRX SDVy D OODPDUVH $YLQJXGD G¶,FjULD (QWUH VHSWLHPEUH GH  \

diciembre de 1989, la barriada de Icària fue demolida integralmente para hacer posible la

construcción en su lugar de la Vila Olímpica; sólo se conservaron la imponente chimenea del

complejo fabril de Can Folch, en recuerdo del pasado industrial del barrio, y la Avinguda

G¶,FjULD DXQTXHSHUGLyHOWUDPRVLWXDGRDODDOWXUDGHOD%DUFHORQHWDTXHSDVyDGHQRPLQDUVH

Carrer del Doctor Aiguader) como eje vertebrador de la Vila Olímpica. Por lo tanto, la

operación de la Vila Olímpica implicó la pérdida de una parte significativa del patrimonio

arquitectónico industrial y de un pedazo importante de la historia de ciudad. La falta de

sensibilidad demostrada hacia el legado de una parte de la Barcelona trabajadora contrasta con

la gran valoración que se hizo del patrimonio modernista, considerado la pieza clave de la

nueva imagen de la ciudad que se quería proyectar internacionalmente aprovechando la

ocasión de los Juegos Olímpicos. Las fábricas y las viviendas obreras del Poblenou, a

diferencia de los edificios modernistas del Eixample, no se consideraron suficientemente

DWUDFWLYDV \GLVWLQWLYDVSDUDPHUHFHUVHUSUHVHUYDGDVHOOHJDGRLQGXVWULDOHUDXQ³SDWULPRQLR

LQFyPRGR´SDUD OD%DUFHORQD³JXDSD´TXHVHDEUtDDO0HGLWHUUiQHR 5HYHQWyV 113

113
$QD 5HYHQWyV XWLOL]D HO FRQFHSWR GH ³SDWULPRQLRV LQFyPRGRV´ SDUD UHIHULUVH D ³DTXHOORV REMHWRV VLWLRV R

130
En la segunda parte del texto, Roig se refiere al derribo de los tinglados del Moll de la

Barceloneta, que constituían una barrera, física y visual, entre la capital catalana y el mar

MediterriQHR*UDFLDVDHVWDLQWHUYHQFLyQVHFUHyFRQWLQXLGDGHQWUHODFLXGDG\HOOLWRUDO ³HO

GLWGH&RORPVHPEODTXHJUDWLHOVEDL[RVGHO0RUURW´ ORTXHKL]RGHVFREULUXQD%DUFHORQD

LQpGLWD ³XQDSDQRUjPLFDTXHHOVQRVWUHVDYLVQRSRGLHQQLLPDJLQDU´ /DGHPolición de los

tinglados fue una de las numerosas actuaciones que se realizaron en el marco de la reforma

del Port Vell, que, junto a la operación de la Vila Olímpica, fue la otra pieza clave de la

transformación del frente marítimo barcelonés. La recuperación de la zona portuaria,

tradicionalmente aislada del resto de la ciudad, empezó en 1981 con la ya comentada

remodelación del Moll de la Fusta, y cobró un impulso definitivo con la nominación olímpica.

(QHO3RUW9HOOIXHLQFRUSRUDGRDODV³iUHDVGHQXHYDFHQWUDOLGDG´\DSDUWLUGHIXH

objeto de tres proyectos destinados a cambiar radicalmente su fisonomía y su relación con la

ciudad: la reforma del Moll de la Barceloneta (1988-1992), la remodelación del Moll

G¶(VSDQ\D -1996) y la transformación del Moll de Barcelona (1996-1999). Para

justificar la necesidad de estas actuaciones, las autoridades municipales y la prensa

UHFXUULHURQDODKLVWRULDGH%DUFHORQD\FRQFUHWDPHQWHDO³KDELWXDO´DUJXPHQWRVHJ~QHOFXDO

la capital catalana estaba aFRVWXPEUDGD D GHVDUUROODUVH ³D VDOWRV´ DSURYHFKDQGR OD

organización de grandes eventos para reconquistar determinadas zonas de la ciudad:

3ULPHU O¶DQ\  YD VHU OD &LXWDGHOOD GHVSUpV HO  OD PXQWDQ\D GH

0RQWMXwF L DUD OL KD DUULEDW O¶KRUD DO 3ort Vell. En un segle, Barcelona haurà

reconquerit tres espais que la història havia apartat de la seva jurisdicció (...) La

UHFXSHUDFLyGHO3RUW9HOOQRpVXQDLGHDG¶DYXL(OUHWUREDPHQWGHODFLXWDWDPEHO

mar és un objectiu que difícilment podria tenir més consens social i polític. El

PDQLIHVWDFLRQHVFX\DH[LVWHQFLDQRUHVXOWDGHµXWLOLGDGS~EOLFD¶RGHµLQWHUpVVRFLDO¶\TXHSXHGHOOHJDULQFOXVRD
VHUPROHVWDDOQRHQFDMDURVHUFRQWUDGLFWRULDFRQORVUD]RQDPLHQWRVFXOWXUDOHVGHOPRPHQWR´ (Reventós 291).

131
primer pas, força difícil, fou la desaparició de la línia ferroviària de servei portuari

i la urbanització del Moll de la Fusta, un espai que ha esdevingut emblemàtic per

la seva excepcionalitat. Després, i com a peça fonamental del projecte olímpic, va

venir la gran oportunitat de renovar el front marítim del Poble Nou amb la

construcció de la Vila Olímpica. La desamortització del Port Vell és, doncs, la

gran assignatura pendent. (Juliana 80)

El primer proyecto, que abarcaba la reforma del Moll de la Barceloneta, consistió

principalmente en el derribo de los tinglados comentado por Roig y en la construcción en su

lugar del Passeig Joan de Borbó, obra de los arquitectos Jordi Henrich, Olga Tarrasó y Rafael

de Cáceres. Al final del paseo, la antigua Dársena del Comercio fue convertida en un puerto

deportivo público, la Marina Port Vell, dotado de unos 200 amarres para embarcaciones de

recreo y equipado con las instalaciones más modernas. El edificio de los Almacenes

Generales de Comercio, actualmente denominado Palau de Mar, se salvó de la demolición y

se conservó como muestra de la arquitectura portuaria del siglo XIX. En 1992 fue rehabilitado

para acoger bares y restaurantes en la planta baja (algunos de ellos procedentes del derribo de

los chiringuitos de la Barceloneta) y oficinas en las plantas superiores. Hoy alberga también el

0XVHXG¶+LVWzULDGH&DWDOXQ\D

La siguiente etapa en la transformación del Port Vell supuso la remodelación del Moll

G¶(VSDQ\DVLWXDGRHQIUHQWHGel Moll de la Fusta. El muelle fue reurbanizado y convertido en

una vasta zona comercial y de ocio, que comprendía un aquárium, un cine IMAX y un centro

comercial, el Maremagnum, que albergaba tiendas de moda, bares, restaurantes, discotecas y

también un cine multisala. Para consentir el acceso directo de los peatones al muelle y al

nuevo complejo recreativo desde el Portal de la Pau, se construyó una pasarela ondulada de

más de 300 metros de longitud, la Rambla de Mar, proyectada por los arquitectos Helio Piñón

132
y Albert Viaplana (también autores del proyecto del Maremagnum). La apertura del

Maremagnum, un festival marketplace114 de sabor norteamericano, fue promovida por la

sociedad Odisea 2000, formada por importantes grupos bancarios y empresas relacionadas

con el ocio, que pudo contar con el asesoramiento de la compañía que había remodelado los

puertos de Baltimore, Boston y otras ciudades de Estados Unidos, la Enterprise

Redevelopment Company fundada por James Rouse.

Finalmente, la transformación del Port Vell planeada en 1988 culminó con la

remodelación del Moll de Barcelona, que consistió básicamente en la construcción de un

centro de negocios, el World Trade Center, y de una nueva estación marítima con dos

terminales para cruceros. El World Trade Center, proyectado por el arquitecto norteamericano

Henry N. Cobb, del prestigioso estudio Pei Cobb Freed & Partners, comprendía tres edificios

de oficinas y un hotel de lujo.

6L OD FDPSDxD ³%DUFHORQD SRVD¶W JXDSD´ SHUPLWLy UHFXSHUDU HO SDWULPRQLR

arquitectónico modernista, la operación de la Vila Olímpica y la reforma del Port Vell, por su

parte, posibilitaron que Barcelona por fin se abriera al mar como le había pedido, aún en

1911, el poeta Josep Maria López-3LFy³'yQD¶WDO PDUFLXWDW '¶DSURSTXHQ¶HWV WRW just /

PLJGHFDQWDQWODIDoG¶XQEHVWLQGUjVHOJXVW´(OQXHYRIUHQWHPDUtWLPRFRQVXVSOD\DV\VX

amplia oferta recreativa, se convirtió en un componente esencial de la nueva imagen turística

de la capital catalana. Desde los Juegos Olímpicos en adelante, Barcelona se mostrará con

114
³7KHµIHVWLYDOPDUNHWSODFH¶FRQFHSWZDVGHYHORSHGE\XUEDQSODQQHUVLQWKHVLQUHVSRQVHWRWKHXUEDQ
blight associated with deindustrialization. It urged mayors and city councils to use public-private partnerships to
rejuvenate downWRZQ DQG IRUPHU LQGXVWULDO KXEV E\ WXUQLQJ WKHP LQWR WRXULVW GHVWLQDWLRQV «  )HVWLYDO
marketplaces normally include a central mall, cultural destinations such as museums or aquariums, entertainment
YHQXHVOLNHUHVWDXUDQWVDQGEDUVDQGKRWHOV´ *DOODKHU5).

133
orgullo al mundo como una metrópolis mediterránea, tal y como la describe José Agustín

Goytisolo en los versos conclusivos de su Novísima oda a Barcelona (1993):115

he visto cómo cambia de continuo

esta ciudad, hoy ya una gran metrópoli,

que difunde cultura y cortesía

y que está abierta al mar, al mar, y al mundo (1993: 60-64).

Como sugieren estos versos, la mediterraneidad de Barcelona no está asociada solamente a

aspectos concretos (el acceso directo al mar y los cuatro kilómetros de playas recuperados

gracias a los Juegos Olímpicos), sino también a valores abstractos, como la modernidad y el

GLQDPLVPR WtSLFRV GH ODV FLXGDGHV SRUWXDULDV ³FDPELD GH FRQWLQXR´  OD WROHUDQFLD \ OD

KRVSLWDOLGDG ³GLIXQGH FXOWXUD \ FRUWHVtD´ 116 \ HO FRVPRSROLWLVPR ³HVWi DELHUWD DO PDU DO

PDU\DOPXQGR´ 

115
Barcelona cuenta con una tradición de odas a la ciudad que se extiende desde mediados del siglo XIX hasta la
actualidad. De ella forman parte, por ejemplo, las célebres Oda a Barcelona (1883) de Jacint Verdaguer, Oda
nova a Barcelona (1909) de Joan Maragall y Oda a Barcelona   GH -RDQ 2OLYHU ³3HUH 4XDUW´ \ PiV
recientemente Oda des del cel (2006) de David Castillo y Última oda a Barcelona (2008) de Lluís Calvo y Jordi
Valls. Con su Novísima oda a Barcelona, Goytisolo se sitúa explícitamente en esta tradición, relacionándose con
sus predecesores e introduciendo en el imaginario poético de Barcelona los nuevos espacios y lugares fruto de
las transformaciones olímpicas. Jordi Virallonga explica que el poeta formó parte de un equipo encargado de
defender la candidatura de Barcelona como sede olímpica y que una primera versión de la oda fue presentada en
París como parte del material de promoción de la ciudad (33).
116
El verso contiene una clara referencia al famoso elogio de Cervantes a la capital catalana en la segunda parte
del Quijote³\DVtPHSDVpGHFODURD%DUFHORQDDUFKLYRGHODFRUWHVtDDOEHUJXHGHORVH[WUDQMHURVKRVSLWDOGH
los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en
sLWLR\HQEHOOH]D~QLFD´  

134
4.3 La Barcelona post-olímpica: de modelo a marca

Hem de vendre, vendre i vendre la marca Barcelona


(...) oferir-la al món amb potència.
Pasqual Maragall (1993: 36-42)

En vísperas de la Exposición Internacional de 1929, Carles Soldevila escribió /¶DUW

G¶HQVHQ\DU%DUFHORQD (1929), una pequeña guía de la Ciudad Condal cuya lectura nos permite

confrontar la Barcelona de entonces con la de hoy, fijándonos tanto en la evolución del

paisaje urbano, como en los cambios que ha sufrido la imagen turística de la capital catalana.

La peculiaridad de esta guía es que no está dirigida al turista, sino al barcelonés que tiene que

DFRPSDxDUDXQRVDPLJRVRFRQRFLGRVH[WUDQMHURVDYLVLWDUOD³QXHYD´%DUcelona surgida de

los cambios urbanísticos realizados con motivo de la Exposición. Como precisa el subtítulo,

VH WUDWD GH XQ ³PDQXDO GHO FLFHURQH DPDWHXU TXH YRO TXHGDU Ep WRW IHQW TXHGDU Ep OD VHYD

FLXWDW´ (Q HVWD ³JXtD SDUD JXtDV´ 6ROGHYLOD VXJLHUH QR sólo un itinerario turístico que

comprende los monumentos y los sitios más significativos de la Barcelona de 1929, sino

también cómo hay que enseñar y comentar la ciudad para que los turistas se queden con una

imagen bonita y agradable de ella. Según el autor, esto se consigue seleccionando

previamente los lugares y los aspectos de la capital catalana que se deben exhibir a los

visitantes, y los que se debe tratar de ocultar para que no perjudiquen su imagen. Por lo tanto,

la tarea del cicerone no consiste en mostrar a los extranjeros la Barcelona real, con todos sus

GHIHFWRV \ VXV LQHYLWDEOHV FRQWUDVWHV VLQR HQ ³FRQVWUXLU´ XQD UHSUHVHQWDFLyQ VLQ

LPSHUIHFFLRQHVGHODFLXGDGDSWDSDUDVHUFRQVXPLGDSRUORVWXULVWDV³(OFLFHURQHSHUDILFLyR

per cortesia pot, a còpia de graduar efectes i de combinar contrastos, a còpia de subratllar o

atenuar impressions amb els seus comentaris, crear una ciutat més interessant que la que

YHLHPFDGDGLDHQHOWUjIHFGHOVQRVWUHVQHJRFLV´ FXUVLYDRULJLQDO &RPRYHUHPRV, esta

manera de enseñar Barcelona no dista mucho de la que han utilizado las campañas de

135
promoción turística de la ciudad desde los Juegos Olímpicos en adelante, hecho que ha

llevado Joan Ramon Resina a afirmar que Soldevila anticipa el actual city marketing (200).

También es interesante notar que el cicerone actúa de manera parecida al cineasta, que

selecciona mediante la cámara sólamente ciertos lugares y aspectos de la ciudad, excluyendo

los elementos extraños al ambiente que pretende crear.117 En este sentido, podemos considerar

/¶DUW G¶HQVHQ\DU Barcelona como un guión cinematográfico, que el barcelonés tiene que

SRQHUHQHVFHQDSDVRDSDVRGHODQWHGHHYHQWXDOHVWXULVWDVVLTXLHUH³TXHGDUEpWRWIHQWTXHGDU

EpODVHYDFLXWDW´Es el mismo Soldevila quien establece una relación entre la representación

WXUtVWLFD GH OD XUEH \ HO VpSWLPR DUWH FRPSDUDQGR HO JXtD D XQ GLUHFWRU GH FLQH ³$L[t

FRQFHEXWO¶RILFLGHFLFHURQHHVGHYpXQQREOHRILFLTXHWpDOJXQDVHPEODQoDDPEHOGHOSLQWRUL

del poeta, amb el del producer o del metteur en scène´ FXUVLYDRULJLQDO 118 En el próximo

capítulo, veremos como la relación entre cine, ciudad y turismo que plantea Soldevila se

refleja hoy en el uso creciente de las películas como instrumentos de branding y marketing

urbano.

No cabe duda de que Barcelona ha cambiado mucho desde la época de Soldevila. Como

hemos visto a lo largo de este capítulo, los Juegos Olímpicos de 1992 ±como en su día la

Exposición Internacional de 1929± fueron el pretexto para realizar grandes cambios

urbanísticos y compensar los déficits acumulados por la ciudad durante el franquismo.

Gracias al impulso olímpico se mejoraron los barrios periféricos, se potenciaron las

117
Véase el capítulo 1 de esta tesis.
118
El término francés metteur en scène designa tanto el director teatral como el director cinematográfico (este
último se denomina también réalisateur); sin embargo, teniendo en cuenta que Soldevila era crítico
cinematográfico en el diario La Publicitat y que en el texto figuran otras referencias al cine, creo no equivocarme
al afirmar que aquí el término se refiere precisamente al director de cine. Soldevila alude de nuevo el séptimo
arte FXDQGRDILUPDTXHXQEXHQFLFHURQHGHEHGDUDORVWXULVWDV³XQDYLVLyUjSLGDLVXSHUILFLDOGHODFLXWDWXna
SHOÂOtFXOD RQ HOV YDVWRV SDLVDWJHV DOWHUQLQ DPE DOJXQV SULPHUV WHUPHV EHQ VLJQLILFDWLXV´ -29), o también
FXDQGRUHFRPLHQGDTXHODYLVLWDDO6DOyGH6DQW-RUGLGHO3DODXGHOD*HQHUDOLWDWVHDPX\UiSLGDSRUTXH³XQD
YLVLyFLQHPDWRJUjILFDO¶DIDYRUHL[PROW´  

136
infraestructuras urbanas, se construyeron nuevos equipamientos cívicos y culturales, se

crearon parques y espacios públicos, se acometieron importantes obras de rehabilitación de

los barrios históricos y, last but not least, se abrió la ciudad al mar y se transformó el frente

marítimo en una vasta zona de ocio para ciudadanos y turistas. La gran cantidad y calidad de

estas actuaciones convirtieron Barcelona en un modelo de transformación urbana: el modelo

Barcelona. Con respecto a la época de Soldevila, los atractivos turísticos de la capital catalana

se han ampliado muchísimo, debido al afán de los gestores municipales de dotar a Barcelona

de nuevos iconos arquitectónicos para mejorar su competitividad en el mercado internacional

de destinos urbanos.119 De hecho, a las atracciones de la ciudad que destaca Soldevila, y que

todavía son visitas obligadas para cualquier turista, como la Rambla, el monumento a Colón,

el Barri Gótic o Montjuïc, hoy podemos añadir una serie de obras de arquitectos estrella

construidas antes y después de los Juegos Olímpicos: la Torre de Collserola (Norman Foster),

el Palau de Sant Jordi (Arata Isozaki), el MACBA (Richard Meier), el Fòrum (Jacques

Herzog y Pierre de Meuron), el Hotel W (Ricardo Bofill), la Torre Agbar (Jean Nouvel)...

Además, las grandes reformas urbanas realizadas en las últimas décadas han cambiado la

fisonomía y la función de ciertos barrios, que tradicionalmente quedaban fuera de los mapas

WXUtVWLFRV GH OD FLXGDG (VR HV OR TXH KD SDVDGR FRQ HO 3REOHQRX HO DQWLJXR ³0DQFKHVWHU

FDWDOiQ´ TXH OD UHJHQHUDFLyQ GHO IUHQWH PDUtWLPR KD FRQYHUWLGR HQ XQD PHta de turismo

masivo, y con el Raval, que en la época de Soldevila era conocido bajo el nombre peyorativo

GH³%DUULR&KLQR´&RPRDWHVWLJXDQXQSXxDGRGHSHOtFXODV\XQDDEXQGDQWHOLWHUDWXUDWDQWR

barcelonesa como extranjera, el Barrio Chino era uno de los barrios más degradados de

119
En el contexto de creciente competencia interurbana que caracteriza la era post-industrial, la arquitectura de
DXWRU ³VH KD FRQYHUWLGR HQ XQ HOHPHQWR GLIHUHQFLDO PHGLiWLFR XQD HVWUDWHJLD PiV GHO marketing XUEDQR´
(Tresserras 74).

137
Barcelona y un foco de prostitución y criminalidad.120 Después de un largo proceso de

reforma, que se inició en 1988 en el marco del proyecto olímpico, el barrio se ha convertido

en un polo cultural, debido a la presencia del MACBA 0XVHX G¶$UW &RQWHPSRUDQL GH

Barcelona), del CCCB (Centre de Cultura Contemporània de Barcelona) y de la Filmoteca de

Catalunya.121 La transformación ha sido también simbólica: hoy el barrio es conocido como el

5DYDO XQ QRPEUH PiV ³SROtWLFDPHQWH FRUUHFWR´ TXH KD VLGR ³ILMDGR SRU OD WRSRQLPLD GH OD

UHKDELOLWDFLyQ´ 9DOOERQDVS 122

Paralelamente a los cambios en la fisonomía urbana, se han modificado la imagen de

Barcelona y los símbolos que se utilizan para promocionar la ciudad en el mercado turístico.

A partir de la mítica fecha de 1992, el Ayuntamiento y el Consorci Turisme de Barcelona123

han promovido una nueva imagen de la capital catalana, basada en dos componentes

120
Como afirmD -RDQ 5DPRQ 5HVLQD ³In the twentieth century the Barrio Chino was overloaded with
OLWHUDWXUH´  . A título de ejemplo, citamos: La Xava (1910) de Juli Vallmitjana; Les nits de Barcelona
(1931) de Josep Maria Planes, Vida privada (1932) de Josep Maria de Sagarra; Nada (1944) de Carmen Laforet,
Journal du voleur (1949) de Jean Genet; La marge (1967) de André Peyre de Mandiargues y muchas de las
novelas de la serie del detective Pepe Carvalho de Manuel Vázquez Montalbán. El barrio también ha quedado
retratado en varias películas, entre las que cabe recordar Hay un camino a la derecha (1953) de Francesc Rovira
Beleta; La calle sin sol (1948) de Rafael Gil; El alegre Paralelo (1964) de Enric Ripoll Freixes y Josep Maria
Ramón, Noches de vino tinto (1966) de José María Nunes; Bilbao (1978) de Bigas Luna y, más recientemente,
En construcción (2001) de José Luis Guerín.
121
La creación de polos culturales ±zonas donde se concentran museos, galerías de arte, estudios-viviendas de
artistas y actividades comerciales ligadas a la cultura y al ocio± es otra estrategia de marketing urbano, que se
desarrolló a partir de los años ochenta en las ciudades de Estados Unidos, donde se acuñó el término cultural
district. Un ejemplo clásico de cultural district es el barrio de SoHo en Nueva York. En Barcelona, además del
5DYDO FDEH VHxDODU HO GLVWULWR # GHO 3REOHQRX TXH KD UHFLELGR HO DSRGR GH ³6R+R EDUFHORQpV´ 6REUH ORV
cultural districts, véase Hannigan, John. Fantasy City: Pleasure and Profit in the Postmodern Metropolis.
Londres y Nueva York: Routledge,1999.
122
De esta transformación da cuenta el documental En construcción (2001) de José Luis Guerín, que
analizaremos en el capítulo 6.
123
El Consorci Turisme de Barcelona es el ente público-privado responsable de la promoción turística de la
capital catalana. Fue creado en 1993 con un triple objetivo inicial: 1) Consolidar el turismo existente, 2) Atraer
nuevo turismo y 3) Rentabilizar la oferta comercial de la ciudad. Está formado por el Ajuntament de Barcelona,
la Cambra de Comerci y la Fundación Barcelona Promoción (Barcelona Turisme).

138
fundamentales: el modernismo y la mediterraneidad. El cambio de imagen ha sido un éxito,

como demuestra el aumento exponencial del número de turistas que visitan anualmente la

ciudad.124 La arquitectura de Antoni Gaudí, en particular, se ha convertido en el elemento

identificador y diferenciador de la ciudad en el mercado de destinos turísticos. Como

HYLGHQFLD %DOLEUHD ³1R KD\ RWUR LFRQR TXH HQ XQ PHUFDGR LQWHUQDFLRQDO VLJQLILTXH

VLQpFGRTXLFDPHQWHODFLXGDGFRQODHIHFWLYLGDGGHpVWH´  VS  En cambio, en 1929 y

durante buena parte del siglo XX la identidad de Barcelona no estaba vinculada a la herencia

modernista, ni las obras gaudinianas formaban parte de las atracciones de la ciudad que se

exhibían con orgullo a los visitantes. De hecho, en /¶DUWG¶HQVHQ\DU%DUFHORQD, la Casa Milà

GH*DXGtHVGHVFULWDFRPRXQHGLILFLR³HVWUDPEzWLF´\³G¶XQJXVWODPHQWDEOH´  HO3DODX

GHOD0~VLFDFDWDODQDGH'RPqQHFKL0RQWDQHUHVWDQIHRTXH³QRPpVXQERQSURJUDPDXV

DMXGDUj D GHVIHU OD PDOD LPSUHVVLy TXH O¶HGLILFL SURGXLUj DOV YRVWUHV WXULVWHV´   \ HQ

definitiva, toda la arquitectura modernista FDWDODQDVHGHEHGHSORUDUFRPR³XQDGHVJUjFLDGH

IDPtOLD´   $Vt OD LPDJHQ WXUtVWLFD GH OD FLXGDG TXH SURPRYtDQ 6ROGHYLOD \ RWURV

exponentes del Noucentisme se basaba principalmente en el legado medieval: la Catedral, la

Plaça del Rei, la iglesia de Santa Maria del Mar... Aún hoy estos lugares forman parte de las

atracciones más visitadas de la ciudad, pero no identifican Barcelona como un destino

turístico original y diferenciado de manera tan efectiva como la Sagrada Família, las

chimeneas de La Pedrera o el dragón hecho de trencadís del Park Güell. De ahí que las

campañas de promoción turística exploten la extravagante arquitectura de Gaudí, y no los

monumentos medievales que tanto gustaban a Soldevila, para promocionar Barcelona en el

124
Según datos del Consorci Turisme de Barcelona, en 1990 (dos años antes de las Olimpiadas) los turistas que
pasaron más de un día en la capital catalana fueron 1.732.000. Diez años después, en el 2000, la cifra casi se
duplicó, superando los tres millones. Las últimas estadísticas disponibles muestran un aumento espectacular en
el número de visitantes: en 2016, pernoctaron en la ciudad más de nueve millones de turistas. En la actualidad,
Barcelona es la cuarta ciudad más visitada de Europa, detrás de Londres, París y Roma (Ajuntament de
Barcelona).

139
mercado turístico global. Por otra parte, a la imagen de una Barcelona modernista y

mediterránea la propaganda municipal asocia también una serie de valores intangibles que

connotan positivamente la capital catalana: modernidad, dinamismo, creatividad, vitalidad,

cosmopolitismo, calidad de vida, festividad, hospitalidad. Además, para que la imagen de la

ciudad resulte siempre bonita y agradable, se ocultan de ella todos los elementos urbanos y

humanos que podrían quitarle atractivo a los ojos del turista, y también los fenómenos

negativos que el turismo fomenta y agudiza, como la especulación inmobiliaria, la

gentrificación de los barrios históricos y la turistificación de los lugares emblemáticos de la

ciudad. Así, el arte de enseñar Barcelona, hoy, consiste en crear una representación modélica

y oficial de la ciudad, que se vende a turistas e inversores como si se tratara de un producto

FRPHUFLDOODOODPDGD³PDUFD%DUFHORQD´

La configuración de la capital catalana como marca ha supuesto la progresiva

desvirtuación del modelo Barcelona, que se ha hecho patente a finales de los años noventa. Es

entonces cuando el urbanismo progresista y citizen oriented de la década anterior, motivado

por temas de justicia social y de mejora de la calidad de vida en los barrios más

desfavorecidos, es suplantado por otro que da prioridad al desarrollo económico y a costosos

macroproyectos de dudosa utilidad para la ciudadanía, como Diagonal Mar y el Fòrum, en los

que la consecución de los recursos del sector privado se convierte en factor clave. Si el

urbanismo del modelo Barcelona destacaba por la participación ciudadana y la

conceptualización de la ciudad que estaba subyaciente a cada actuación, mucho más que por

la relevancia puntual de algunos edificios, el urbanismo post-olímpico, en cambio, es un

XUEDQLVPR SDUFLDO \ IUDJPHQWDULR FRQIRUPDGR SRU ³REMHWRV VLQJXODUHV´ PDO UHODFLRQDGRV

entre sí y desconectados de la trama urbana, en los que interesa más la firma del arquitecto

que la relación de los edificios con la ciudad; un urbanismo que no se negocia abiertamente,

que sale a la luz pública cuando todo ya está decidido y que, por lo tanto, elude al interlocutor

140
local y no atiende a los problemas de los ciudadanos y a las demandas de los movimientos

sociales; un urbanismo, en definitiva, dominado por los intereses privados del mundo

empresarial (Montaner 214-15). Frente a este urbanismo, los barceloneses se sienten

progresivamente desposeídos de su ciudad, porque los grandes proyectos no se realizan para

ellos, sino en función de potenciar la marca Barcelona y mejorar su posición en el mercado

global.

Por otro lado, el papel cada vez más importante del turismo en la economía de la capital

FDWDODQDKDGHWHUPLQDGRODFRQYHUVLyQGH]RQDVHQWHUDVGHODFLXGDGHQSDUTXHVWHPiWLFRV³OD

FLXGDG µFHQWUDO¶ KLVWyULFD PRQXPHQWDO \ FtYLFD ±véase la Rambla± está ocupada por los

WXULVWDV\SRUODVµDWUDFFLRQHV¶GHVWLQDGDVDHOORVWLHQGDVGHVRXYHQLUVfast food, very typical,

HVWDWXDV KXPDQDV \ VHXGRDUWHVDQtDV JOREDOL]DGDV´ %RUMD    $O PLVPR Wiempo, los

barrios colonizados por el turismo masivo han sufrido un proceso de gentrificación, perdiendo

su población original en favor de otra de mayor poder adquisitivo. Así, en lugar de devolver la

ciudad a sus habitantes, como pretendía el urbanismo integrador y redistributivo del modelo

Barcelona, se ha acabado por entregarla a los turistas, expulsando a sus ciudadanos. Ya a

principios de la década de los noventa, mientras la capital catalana estaba en plena

transformación, Montserrat Roig había advertido el peligro de que Barcelona se convirtiera en

un parque temático accesible solamente a una minoría de privilegiados. De hecho, la escritora

FRQFOXtDHOWH[WRTXHKHPRVFLWDGRHQHODSDUWDGRDQWHULRUSUHJXQWiQGRVH³4XLQDDURPDHQV

DUULEDUj G¶DTXHVWD PDr que descobrirem amb nous passeigs i platges? Serà una reproducció

G¶XQD SRVWDO WURSLFDO" /D YLVLy G¶XQ 0LDPL DWURWLQDW" 6HUj HO PDU G¶XQV TXDQWV R HO PDU GH

WRWKRP"´ (1992: 193). Hoy parece que los temores de Montserrat Roig se han convertido en

realidad%DUFHORQDHVFDGDYH]PHQRVODFLXGDG³GHWRWKRP´\PXFKRPiVOD³G¶XQVTXDQWV´

es decir de los turistas, de los inversores y de todos los que pueden permitirse disfrutarla. A

pesar de eso, el Ayuntamiento, el Consorci Turisme de Barcelona y algunos medios de

141
comunicación siguen promoviendo la imagen de una Barcelona acogedora y solidaria, además

de modernista y mediterránea, donde todos tienen acceso a una buena calidad de vida y

pueden gozar de los encantos que ofrece la ciudad.

Por todo lo dicho, es evidente que hoy coexisten, de forma cada vez más conflictiva,

GRV %DUFHORQDV SRUXQODGRODGHODVUHSUHVHQWDFLRQHVRILFLDOHVOD³PDUFD%DUFHORQD´TXH

Manuel Delgado ha comparado a una top model ³XQD PXMHU  TXH KD VLGR HQWUHQDGD SDUD

permanecer permanentemente atractiva y seductora, que se pasa el tiempo maquillándose y

poniéndose guapa ante el espejo, para después exhibirse o ser exhibida en la pasarela de las

ciudades-fashion, lo más in HQ PDWHULD XUEDQD´    SRU RWUR OD %DUFHORQD UHDO VLQ

maquillaje, una metrópolis atravesada por profundas tensiones urbanísticas y sociales. Esa

doble cara de la capital catalana se refleja en la distinción, elaborada por Michel de Certeau,

entre la ciudad como concepto, forjada por el poder político y la planificación urbanística, y la

ciudad como espacio vivido, practicado por sus habitantes. La primera es racional, ordenada,

uniforme; una ciudad más para ser vista que para ser vivida: para nosotros hoy corresponde a

la marca Barcelona. La segunda es el producto de las operaciones cotidianas por las que los

individuos se reapropian del espacio urbano ordenado y controlado por los políticos y los

planificadores, y en consecuencia es una urbe heterogénea, dinámica, inestable: en nuestro

análisis es la Barcelona compleja y conflictiva, situada en el margen de la ciudad turística.

En los próximos capítulos veremos, a través de una selección de películas, cómo el cine

ha conseguido retratar la ambivalencia de la capital catalana. En efecto, podemos distinguir a

grandes rasgos dos maneras básicas de representar cinematográficamente la Barcelona post-

olímpica. La primera, que analizaremos en el quinto capítulo, contribuye más o menos

voluntariamente D FRQVROLGDU \ SURPRFLRQDU OD ³PDUFD %DUFHORQD´ PRVWUDQGR XQD FLXGDG

idealizada, análoga a la que se vende a los turistas. La segunda, que trataremos en el sexto

capítulo, ofrece una mirada más crítica sobre la capital catalana, centrándose en los problemas

142
que la afligen (especulación, gentrificación, desigualdades sociales, inmigración ilegal) y

retratando la existencia de los que viven en el margen de la ciudad turística.

143
5

La Barcelona turística en el cine

5³¢4XpWLHQHQHQ%DUFHORQD"´

En la célebre entrevista que François Truffaut le hizo a principios de los años sesenta, Alfred

Hitchcock comentó su película The secret agent (1936) de la siguiente manera:

Uno de los aspectos interesantes del film es que transcurre en Suiza; entonces me

GLMH ³¢4Xp WLHQHQ HQ 6XL]D"´ 7LHQHQ HO FKRFRODWH FRQ OHFKH WLHQHQ ORV $OSHV

tienen las danzas folklóricas, tienen lagos y yo sabía que tenía que nutrir la

película de elementos que pertenecieran todos a Suiza. (...) Procedo así siempre

que es posible. (...) Hay que tratar de utilizar dramáticamente todos estos

elementos locales; ¡se deben emplear los lagos para ahogar a la gente y los Alpes

para hacerla caer por los precipicios! (cit. en Truffaut 88)

Empiezo citando estas palabras del maestro del suspense para introducir algunas

consideraciones preliminares sobre el tema de este capítulo, es decir sobre la representación

cinematográfica de la Barcelona turística. En primer lugar, lo que me parece interesante de

este irónico comentario de Hitchcock sobre su propio film es que establece una relación entre

el cineasta y el visitante. De hecho, el director inglés mira Suiza desde fuera, con los ojos de

un visitante extranjero, reduciéndola en su película a una serie de imágenes estereotipadas

(chocolate, Alpes, lagos y danzas folklóricas). Así, Hitchcock retrata la Suiza pintoresca y

tópica que describen las guías turísticas y que forma parte del imaginario popular de todo

aquel que no sea suizo. En otras películas del maestro del suspense son las ciudades las que

reciben este mismo tratamiento: baste pensar, por ejemplo, en la Niza de To catch a thief

144
(1955) o en el Rio de Janeiro de Notorious (1946), representados como escenarios de

postal.125 Ahora bien, a lo largo de este capítulo veremos cómo tres cineastas muy distintos, el

español Pedro Almodóvar, el francés Cédric Klapisch y el norteamericano Woody Allen, han

retratado Barcelona adoptando como Hitchcock el punto de vista del turista, sin involucrarse

excesivamente en la compleja realidad urbanística, social y cultural de la capital catalana. Las

tres películas que analizaremos a continuación, o sea Todo sobre mi madre (1999), /¶DXEHUJH

espagnole (2002) y Vicky Cristina Barcelona (2008), muestran una ciudad idealizada,

convertida en un lugar exótico, que no presenta ninguna de las tensiones ni de las

contradicciones que caracterizan la Barcelona contemporánea. Es la ciudad turística, modélica

y oficial que promocionan las autoridades, el Consorci Turisme de Barcelona y algunos

medios de comunicación. Almodóvar, Klapisch y Allen seleccionan solamente algunos

aspectos de la capital catalana, los más bonitos y agradables, excluyendo los elementos

negativos que podrían perjudicar su encanto: por un lado exaltan el modernismo y la

mediterraneidad, que singularizan a Barcelona y le proveen de una identidad especial, por otro

ocultan los lugares marginales y los problemas de la ciudad (especulación, gentrificación,

inmigración, pobreza...). Si después de haber visto Todo sobre mi madre, /¶DXEHUJH

espagnole y Vicky Cristina Barcelona DOJXLHQQRVSUHJXQWDUDFRPRD+LWFKFRFN³TXpWLHQHQ

en BarcelRQD"´QXHVWUDUHVSXHVWDVHUtDVHQFLOODHLQPHGLDWDHQ%DUFHORQDWLHQHQOD6DJUDGD

Família, Gaudí, el modernismo, La Rambla, las playas y el mar Mediterráneo. Estas películas

nos ofrecen, pues, una imagen de la capital catalana que es tanto atractiva como parcial,

superficial y engañadora. Donald y Gammack establecen una relación entre esta visión

cinematográfica idealizada y fragmentaria de la ciudad y la imagen que de ella plasma el city

branding:

125
6REUHODUHODFLyQHQWUHODVSHOtFXODVGH+LWFKFRFN\HOWXULVPRYpDVHHOFDStWXOR³7KHWRXULVWZKRNQHZWRR
PXFK´GHOHQVD\RThe Wrong House: The Architecture of Alfred Hitchcock (2007) de Steven Jacobs.

145
Briefly, a film presents an idea of place, a series of snapshots, a sequence of

celluloid images, all of which are framed by the narrative and couched visually in

tonal and chromatic intensity. The cinematic image is stylised and partial, and

does not replicate the city as such, but it does present a cumulative version of

what it might look and feel like. The suggestive power of the film image is allied

to the passion and emotive power of a city to attract loyalty and love from its

residents and visitors. We might describe branding in a not dissimilar way. A city

brand is not a city, but it does offer a convenient and suggestive idea of one,

something that can be used in place of complexity in order to convey the power

and attraction of place. Like cinema, branding is deceitful in so far as it makes

highly strategic decisions about which face to show the world. (168)

Ahora bien, las películas que analizaremos en este capítulo contribuyen precisamente al

branding GH OD FDSLWDO FDWDODQD D VX FRQYHUVLyQ HQ XQ SURGXFWR FRPHUFLDO OD ³PDUFD

%DUFHORQD´ 'H KHFKR OD Fiudad que retratan Almodóvar, Klapisch y Allen presenta los

PLVPRVDWULEXWRVGHODPDUFD%DUFHORQDH[DOWDGRVHQHODQXQFLRSXEOLFLWDULR³6RPHUHDVRQVWR

FKRRVH%DUFHORQD´ SURGXFLGRSRUHO&RQVRUFL7XULVPHGHODFLXGDG³FRVPRSROLWDQKRPHRI

Gaudí, mediterranean, cultural, tasty, walkable, friendly, modernist, dynamic, stylish,

VSDUNOLQJ´ 126 En los últimos años, el cine se ha convertido en uno de los ejes de la promoción

de la marca Barcelona, como demuestran la implicación del Ajuntament y de la Generalitat en

la financiación de la película Vicky Cristina Barcelona (concebida como un spot para

publicitar la capital catalana en el mercado turístico mundial), y la existencia de la Barcelona-

Catalunya Film Commission, un organismo encargado de promover la Ciudad Condal y

126
Disponible en http://vimeo.com/4390802 (consultado el 2 de octubre de 2017)

146
Cataluña como espacio para rodajes.127 Según explican Tooke y Baker, el cine ofrece varias

ventajas respecto a otros recursos de promoción turística. En primer lugar, en las películas

³WKHSORWFUHDWHVDFRQWH[WXDOSDFNDJHLQZKLFKDWWUDFWLRQVand unique tourist experiences can

EHJURXQGHG´Además, ³IROORZLQJWKHLQLWLDODSSHDOILOPVFDQEHFRPHUHFXUULQJHYHQWVLIUH-

released in cinemas, on nationwide television networks and as video-cassettes. Repeated

viewing reinforces the initial effect, eQKDQFLQJ LQWHUHVW LQ WKH GHVWLQDWLRQ´ Por último ³WKH

exposure a film gives a city, province or country is an advertisement viewed by 72 million

SHRSOHWKHDYHUDJHZRUOGZLGHVFUHHQDXGLHQFHIRUDPRYLH´  De ahí que actualmente el

cine sea explotado de forma cada vez más frecuente como instrumento de city marketing e

inductor de turismo. Como he dicho antes, las películas que analizaremos en este capítulo han

contribuido al branding de la Barcelona post-olímpica y a su promoción en el mercado

turístico global. El éxito que estas cintas han conseguido en promover la capital catalana

reside en su capacidad de crear una imagen de la ciudad no solamente bonita y agradable, sino

también clara y fácil de entender y recordar por el público. Una imagen cinematográfica

GRWDGDGHODFXDOLGDGYLVXDOTXH.HYLQ/\QFKKDGHQRPLQDGR³OHJLELOLW\´ ³OHJLELOLGDG´ TXH

consiste en la facilidad con la que sus partes

can be recognized and can be organized into a coherent pattern. Just as this printed

page, if it is visible, can be visually grasped as a related pattern of recognizable

symbols, so a legible city would be one whose districts or landmarks or pathways

are easily identifiable and are easily grouped into an over-all pattern (2-3).

En otras palabras, Todo sobre mi madre, /¶DXEHUJH HVSDJQROH y Vicky Cristina Barcelona

consiguen construir una imagen cinematográfica de la capital catalana en la que el espectador

127
Creada a partir de la Barcelona Plató Film Commission instituida en 1996.

147
SXHGH ³OHHU´ \ UHFRQRFHU VLQ HVIXHU]R ORV HOHPHQWRV TXH FDUDFWHUL]DQ OD FLXGDG 'H KHFKR

viendo estas películas el público puede identificar fácilmente los principales barrios

³GLVWULFWV´ VLWLRVVREUHVDOLHQWHV ³ODQGPDUNV´ \FDPLQRV ³SDWKZD\V´ GH%DUFHORQD&RPR

ejemplos de barrios muy reconocibles en estas cintas podemos citar el Raval y el Gòtic; como

sitios sobresalientes la Sagrada Família, La Pedrera y el Park Güell; como caminos La

5DPEOD\HO3DVVHLJ0DUtWLP/D³OHJLELOLGDG´GHODLPDJHQGHODFLXGDGHVWiHVWUHFKDPHQWH

UHODFLRQDGDFRQRWURFRQFHSWRHODERUDGRSRU/\QFKHOGH³LPDJHDELOLW\´ ³LPDJLQDELOLGDG´ 

Para el urbanista norteamericano OD ³LPDJLQDELOLGDG´ HV ³WKDW TXDOLW\ LQ D SK\VLFDO REMHFW

ZKLFK JLYHV LW D KLJK SUREDELOLW\ RI HYRNLQJ D VWURQJ LPDJH LQ DQ\ JLYHQ REVHUYHU´  

Aplicando este concepto a la representación cinematográfica de la ciudad, podemos decir que

OD ³OHJLELOLGDG´ TXH FDUDFWHUL]D OD %DUFHORQD UHWUDWDGD SRU $OPRGyYDU .ODSLVFK \ $OOHQ

suscita en cualquier espectador una imagen mental de la capital catalana con un alto grado de

³LPDJLQDELOLGDG´HVGHFLUYLJRURVD\SHUVistente en la memoria. Ahora bien, una imagen de la

ciudad que es atractiva, fuerte y muy reconocible, es también fácilmente vendible y

consumible: es, en definitiva, una imagen de marca.

En el curso de este capítulo veremos como Todo sobre mi madre, /¶DXEerge espagnole

y Vicky Cristina Barcelona construyen desde tres puntos de vista distintos una marca turística

atractiva y exitosa de la capital catalana, que está basada en una imagen de la ciudad

FDUDFWHUL]DGDSRUXQDDOWD³OHJLELOLGDG´\XQDIXHUWH³LPDJLQDELOLGDG´

5.2 La Barcelona de Almodóvar: Todo sobre mi madre

Todo sobre mi madre de Pedro Almodóvar, estrenada en 1999, fue sin duda la película que

hizo conocer al mundo la Barcelona post-olímpica, consagrándola como escenario

cinematográfico. De hecho, además de conseguir un éxito rotundo, tanto de crítica como de

público, Todo sobre mi madre ganó una serie de premios muy prestigiosos, incluso el Óscar al

148
mejor film de habla no inglesa, convirtiéndose así en la primera película de repercusión

internacional en retratar la capital catalana después de los grandes cambios urbanísticos de los

años ochenta y noventa. Este film, el primero que el director manchego no ambientó

enteramente en Madrid, narra la historia de Manuela, una madre soltera que tras la muerte de

su único hijo decide buscar al padre del chico. Con esta intención deja Madrid, la ciudad

donde vive, y se traslada a Barcelona, donde acabará por reencontrarse con el padre del hijo

fallecido, un transexual de nombre Lola. El viaje en tren de Manuela desde Madrid a

Barcelona a través de un largo túnel es una prolongación de otro viaje que ella realizó en el

SDVDGR FRPR OH RtPRV H[SOLFDU HQ VX PRQyORJR LQWHULRU LQLFLDO ³+DFH GLHFLVLHWH DxRV KLFH

este mismo trayecto. Pero al revés. De Barcelona a Madrid. También venía huyendo, pero no

estaba sola. Traía a Esteban dentro de mí. Entonces huía de su padre. Y ahora voy en su

EXVFD´ (O ODUJR W~QHO TXH FRPXQLFD 0DGULG \ %DUFHORQD SDUHFH VLPXODU HO LQWHULRU GH XQ

cordón umbilical, como muchos críticos han subrayado (Acevedo-Muñoz 2004; Amago 2007;

Seguin 2009; Sobrer 2004). Esta imagen, que precede un plano de Barcelona a vista de pájaro,

SDUHFHVXJHULUTXHODFDSLWDO FDWDODQDVHUiODFLXGDGGHO ³UHQDFLPLHQWR´ GH0DQXHOD$Vt OD

Barcelona de Todo sobre mi madre se configura, ante todo, como un lugar de transformación.

Además, según apunta Josep Miquel Sobrer, en la película de Almodóvar Madrid aparece

FRPR XQD XUEH LQPyYLO ³D VWDWLF FLW\´  TXH FRQWUDVWD FRQ %DUFHORQD OD FLXGDG GLQiPLFD

donde los personajes cambian y evolucionan. De hecho ³LW LV LQ %DUFHORQD WKDW WZR PHQ

become women, that a nun gets pregnant and is infected with AIDS, and that two other

FKDUDFWHUVXQGHUJRLPSRUWDQWSV\FKRORJLFDOFKDQJHVEHIRUHPRYLQJEDFNWR0DGULG´ 6REUHU

127). Estas consideraciones nos llevan a señalar el primer tópico presente en el retrato de la

FDSLWDO FDWDODQD TXH UHDOL]D $OPRGyYDU HO GH %DUFHORQD FRPR ³FDSLWDO GH OD PRGHUQLGDG´

frente a un Madrid más tradicionalista y conservador. En otras palabras, Todo sobre mi madre

presenta Barcelona como una ciudad más dinámica, progresista y avanzada socialmente que

149
Madrid y el resto de España. En la Barcelona retratada por el director manchego podemos

reconocer también otros dos tópicos, en parte relacionados con éste de OD ³FDSLWDO GH OD

PRGHUQLGDG´TXHDFDEDPRVGHH[SOLFDUHOGHOD³FLXGDGGHORVSURVWtEXORV´DVRFLDGRDOPLWR

GHO %DUULR &KLQR \ HO GHOD³FLXGDGGHDFRJLGD´FRQVDJUDGRSRU&HUYDQWHVHQHO Quijote y

utilizado a menudo en las campañas de city marketing para difundir la imagen, tanto atractiva

como artificial, de una Barcelona mestiza y multicultural, donde la diversidad siempre es

bienvenida. Además, Almodóvar basa su representación cinematográfica de la Ciudad Condal

en el modernismo y en la mediterraneidad, o sea los dos ejes de la imagen turística actual de

la capital catalana. Ahora bien, como veremos, el modernismo, la mediterraneidad, el

multiculturalismo y la promiscuidad de la Barcelona de Almodóvar caracterizan también los

retratos de la capital catalana que proponen las otras películas que analizaremos en el curso de

este capítulo.

En Todo sobre mi madre Barcelona es introducida con un panorama nocturno desde la

montaña del Tibidabo hacia el mar, seguido por una vista de la Sagrada Família de Antoni

Gaudí. Estas imágenes iniciales son muy significativas porque no identifican solamente la

ciudad donde se desarrolla la película, sino también sus principales atractivos turísticos: el

mar y la arquitectura modernista. A lo largo del film la mediterraneidad de Barcelona es

subrayada por la presencia recurrente del mar y de las palmeras, y por la cálida luz del sol que

ilumina sus calles, haciendo resplandecer en mil colores las fachadas de los edificios

modernistas. Incluso el Hospital del Mar y el cemHQWHULR GH0RQWMXʀFGRQGHVHGHVDUUROODQ

algunas de las secuencias más dramáticas de la película, están situados en un entorno

mediterráneo. La presencia del mar, de las palmeras, del sol y del cielo azul en estos lugares,

normalmente asociados a la muerte, a la enfermedad y al dolor, refuerza la imagen de

Barcelona como ciudad alegre y llena de vida. Además de la Sagrada Família, que es el

símbolo de la ciudad y su atracción turística más visitada, en la película aparecen también

150
otras joyas de la arquitectura modernista: el Palau de la Música Catalana, situado delante del

piso de Agrado, un transexual amigo de Manuela; la Casa del Gremi dels Velers, que se ve

durante uno de los paseos de Manuela y Agrado por Ciutat Vella, y las Cases Ramos, donde

vive la familia de otro personaje del film, la hermana Rosa. En diversos momentos de Todo

sobre mi madre Almodóvar se detiene en filmar estos palacios, mostrando en los detalles las

fantasiosas decoraciones de sus fachadas, e incluso los motivos florales que adornan las

paredes de sus interiores. Así, en lugar de ser un simple telón de fondo, la arquitectura

modernista se convierte en muchas ocasiones en la auténtica protagonista de la película, tanto

TXH VH KD OOHJDGR D HVFULELU TXH $OPRGyYDU KD KHFKR ³PpV SHU OD promoció turística de

Barcelona que totes les campanyes de la Generalitat i el AjuntDPHQWDOKRUD´ 4XLQWDQD126).

La otra cara de la Barcelona luminosa y variopinta del modernismo es representada por el

Campo, un lugar periférico frecuentado por prostitutas y travestís que aparece al comienzo del

film, y por algunas zonas degradadas de Ciutat Vella donde se encuentran los drogadictos. Sin

embargo, como señala Balibrea, la presencia de esta población marginal no comporta la

escenificación de conflictos urbanos, ni tampoco la puesta en cuestión de la imagen turística

de la capital catalana. De hecho, como he señalado antes, Almodóvar no hace más que

UHFLFODUDFWXDOL]iQGRORHOYLHMRWySLFRGHOD³FLXGDGGHORVSURVWtEXORV´VLQQLQJXQDYROXQWDG

de criticar las realidades de degradación y marginación que oculta la Barcelona post-olímpica.

Según Jordi Castellanos, el director manchego se ha limitado a reducir la Ciudad Condal a

³XQFRPSHQGLRGHODVLPiJHQHVFRQWUDODVTXHKDEtDOXFKDGRODLQWHOHFWXDOLGDGFDWDODQa desde

VLHPSUHODFLXGDGGHODVSXWDVGHOGLVWULWRTXLQWRGHOEDUULRFKLQR´DXQTXHPH]FODGDVFRQ

³XQD DUWLILFLRVD FRPELQDFLyQ GH LPiJHQHV PRGHUQLVWDV ODV PLVPDV TXH KD YHQGLGR OD

%DUFHORQDSRVWROtPSLFD´  (OWySLFRGHOD³FLXGDGGHORVSURVWtEXORV´QDFHDSULQFLSLRV

GHO VLJOR SDVDGR GXUDQWH ORV DxRV ³JORULRVRV´ GHO %DUULR &KLQR \ VH GLIXQGH IXHUD GH

Cataluña a través de la literatura: Vida privada (1932) de Josep Maria de Sagarra, Journal

151
G¶XQ YROHXU (1949) de Jean Genet, La marge (1967) de André Pieyre de Mandiargue y las

novelas de Manuel Vázquez Montalbán no son más que algunas de las obras que retratan la

Barcelona oscura y pecaminosa del Distrito Quinto. La notoriedad de este enclave urbano, a la

vez céntrico y marginal, se debe también al cine, que lo utilizó a menudo como escenario de

sórdidas historias de crimen.128 Actualmente, después del esponjament al que fue sometido

durante la década de los noventa, el Barrio Chino se ha convertido en uno de los símbolos de

la regeneración urbanística de Barcelona realizada a raíz de los Juegos Olímpicos. Su

transformación es precisamente el argumento de la película En construcción (2001) de José

Luis Guerin que, como veremos en el próximo capítulo, ofrece un retrato del barrio alejado de

los tópicos. Sin embargo, a pesar de la rehabilitación de las áreas urbanas marginales y

degradadas, y de todas las campañas de marketing que promocionan Barcelona como ejemplo

de ciudad limpia, segura y ordenada, en el imaginario colectivo la capital catalana sigue

siendo asociada a la juerga nocturna, a la libertad sexual y a una moralidad relajada, como

muestran Todo sobre mi madre y también las dos películas que analizaremos a continuación.

Así, no debe extrañar encontrar en Internet una agencia turística que organiza rutas por la

³%DUFHORQDFDOLHQWH\FDQDOOD´TXHKDUiQGHVFXEULUDORVIRUDVWHURVODFLXGDG³SHFDPLQRVDGH

PRUDOGXGRVDGHYLFLRVGLYHUVRV´VLWXDGD³HQHOFRUD]yQGHO%DUULR&KLQR´

Otro aspecto notable de la Barcelona almodovariana es el multiculturalismo, que queda

subrayado en la secuencia del film ambientada en el Carrer Allada Vermell, en el barrio de La

Ribera. En esta escena, Manuela y Rosa conversan sentadas en un banco situado en esta

amplia calle peatonal, mientras en segundo plano niños de diversas nacionalidades juegan y

saltan a la cuerda (Fig. 34). Con una panorámica descendiente, Almodóvar nos muestra

también las fachadas viejas y deterioradas de las casas que rodean la calle, con la ropa tendida

en los balcones. En esta secuencia el director manchego representa la Barcelona de los

128
Véase el capítulo 3 de esta tesis.

152
LQPLJUDQWHV LQWURGXFLHQGR WDPELpQ HQ OD SHOtFXOD HO WySLFR GH OD ³FLXGDG GH DFRJLGD´ OD

capital catalana aparece así como una ciudad abierta y tolerante, donde conviven

pacíficamente personas de lenguas y culturas diferentes. El Ajuntament ha utilizado a menudo

esta imagen de una Barcelona cosmopolita y solidaria para atraer turistas e inversores,

llegando incluso a inventar y organizar un evento internacional para promocionarla: el Fórum

de las Culturas de 2004. Ahora bien, tanto la propaganda municipal como Todo sobre mi

madre H[DOWDQ XQ ³PXOWLFXOWXUDOLVPR HVFpQLFR´ 'HOJDGR    TXH HVFRQGH ORV

problemas de marginación y de falta de integración de los inmigrantes que afligen a la capital

catalana y que sí mostrarán películas como Biutiful o En construcción. Así, mientras que

Iñárritu y Guerín, como veremos en el próximo capítulo, indagan la compleja realidad social y

cultural barcelonesa, sin ocultar sus contrastes, Almodóvar la reduce a un escenario de postal.

Recapitulando, Todo sobre mi madre retrata la capital catalana utilizando la iconografía

turística oficial a base de modernismo y mediterraneidad, y presentándola como una ciudad

abierta y cosmopolita, de acuerdo con la propaganda municipal. Además, la presencia en la

película de algunos ambientes marginales, así como de los personajes típicos del cine de

Almodóvar (prostitutas, travestís, drogadictos, transexuales), confiere a Barcelona un aire

canalla que, en lugar de perjudicar su imagen turística, la hace aún más atractiva. De hecho, el

film no hace más que confirmar el mito de los bajos fondos barceloneses y de la libertad

sexual y de costumbres que los espectadores asocian en su imaginación a la capital catalana.

Así, a través de una mezcla peculiar de modernismo, mediterraneidad, multiculturalismo y

promiscuidad, Almodóvar construye una imagen turística de Barcelona particularmente

atractiva y seductora, que se encuentra en sintonía tanto con el imaginario de los extranjeros

como con la propaganda municipal.

153
5.3 La Barcelona de los estudiantes Erasmus: /¶DXEHUJHHVSDJQROH

Estrenada en 2002, la comedia /¶DXEHUJHHVSDJQROH del director francés Cédric Klapisch es

FRQVLGHUDGDODSULPHUD³SHOtFXOD(UDVPXV´RVHDHOSULPHUILOPVREUHODVH[SHULHQFLDVGHORs

estudiantes de este popular programa europeo de movilidad académica. La película, rodada

casi enteramente en Barcelona, cuenta la historia de Xavier, un joven estudiante francés que,

gracias a una beca Erasmus, se traslada a la capital catalana para aprender español y

completar su carrera universitaria. Allí, el protagonista comparte un piso con otros seis

estudiantes de distintas nacionalidades: un alemán, un danés, un italiano, una inglesa, una

belga y una catalana. En el curso del film asistimos a la vida cotidiana de Xavier en este

apartamento ruidoso y desordenado,129 y a las experiencias que vive durante su permanencia

en la Ciudad Condal: amores, traiciones, problemas de convivencia, nuevas amistades y,

sobre todo, fiestas nocturnas. En /¶DXEHUJHHVSDgnole la capital catalana es retratada desde el

punto de vista de los estudiantes Erasmus que, como Xavier y sus compañeros de piso, llegan

cada año a la ciudad atraídos no solamente por la calidad de sus universidades, sino también

por su amplia oferta de ocio. Barcelona es vista como un lugar exótico, un paraíso

metropolitano donde todo está permitido, la diversidad es siempre bienvenida y los jóvenes

extranjeros pueden gozar de una libertad desconocida en su patria. Por lo tanto, en /¶DXEHUJH

espagnole la capital catalana es asociada nuevamente a la juerga nocturna y a una moralidad

UHODMDGD\WDPELpQDOWySLFRGHOD³FLXGDGGHDFRJLGD´ HQHVWHFDVRGHMyYHQHVXQLYHUVLWDULRV

extranjeros) que hemos señalado a propósito de Todo sobre mi madre. De hecho, Barcelona

aparece como una ciudad abierta, cosmopolita y tolerante, donde el protagonista, lejos de su

familia, se siente libre de ser sí mismo, de divertirse y de vivir nuevas experiencias. Otros

aspectos que caracterizan la Ciudad Condal, y que el film subraya repetidamente, son la

129
(OWtWXORGHODSHOtFXODVHUHILHUHSUHFLVDPHQWHDOSLVRGRQGHYLYH;DYLHUHQIUDQFpVXQ³DXEHUJHHVSDJQROH´
es un lugar ruidoso, desordenado, lleno de gente y donde puede pasar cualquier cosa.
(http://www.expressio.fr/expressions/une-auberge-espagnole.php, consultado el 2 de octubre de 2017)

154
libertad sexual y lo excitante de la vida nocturna. En Barcelona es muy fácil tener aventuras

sexuales, o al menos eso es lo que muestra la película de Cédric Klapisch: tanto Xavier como

dos de sus compañeras de piso tienen un romance durante su año de Erasmus. Además, en

todas las secuencias de sexo entre el protagonista y su amante Anne Sophie, la ciudad es una

presencia destacada: el primer intento que Xavier hace para seducirla ocurre en la cabina del

teleférico del puerto,130 con una vista áerea de Barcelona como telón de fondo; luego, el

protagonista consigue besarla en el famoso banco ondulado de la terraza del Park Güell; por

último, un panorama de la ciudad acompaña el momento en que hacen el amor (Fig. 35).

Todas estas secuencias presentan la capital catalana como un escenario romántico, sensual y

excitante, potenciando su atractivo a los ojos del espectador. En particular, según apuntan

Derakhshani y Zachman ³characterized by lack of boundaries, experimentation and

references to nature, *DXGL¶V ZRUN VHHPV WKH SHUIHFW VHWWLQJ IRU ;DYLHU¶V OHDUQLQJ DQG

SUDFWLFLQJWKHDUWRIORYHPDNLQJ´  Sin embargo, en /¶DXEHUJHHVSDJQROH el sexo no es

más que una de las muchas diversiones que Barcelona ofrece a los estudiantes Erasmus: por la

noche, las calles de la ciudad se llenan de gente y de ruido, y es posible escoger entre una

vasta gama de bares y discotecas. Klapisch muestra la bulliciosa vida nocturna barcelonesa en

una larga secuencia del film ambientada en el Raval, el otrora Barrio Chino. Como los

protagonistas de Noche de vino tinto (José María Nunes, 1966), Xavier y sus compañeros de

piso pasan toda una noche de juerga en este barrio, y al final acaban en la plaza de Sant

Agustí cantando y tocando la guitarra. Ahora bien, si confrontamos la película de Klapisch

con la de Nunes, nos damos cuenta de cómo el Barrio Chino ha cambiado durante los años

ochenta y noventa. En /¶DXEHUJHHVSDJQROH podemos ver que conserva un cierto aire canalla

y sigue siendo un eje de la vida nocturna barcelonesa, pero en él ya no hay traza de los bares

130
El teleférico del puerto ha sido utilizado como escenario cinematográfico también por Antonioni en su
película The passenger (1975). En una secuencia de este film, el protagonista David Locke (Jack Nicholson)
mira Barcelona a vista de pájaro desde una de sus cabinas.

155
de mala muerte donde iban de copas los protagonistas de Noche de vino tinto, sustituidos por

discotecas y locales de diseño. También las plazas y las callejuelas del barrio han perdido la

sordidez que tenían en la película de Nunes. De hecho, hoy el Raval se ha convertido en un

barrio de moda entre los jóvenes y también en un lugar de atracción turística, debido a la

presencia del cluster cultural de la Plaça dels Àngels, que comprende el MACBA (Museu

G¶$UW &Rntemporani de Barcelona) y el CCCB (Centre de Cultura Contemporània de

Barcelona). En una secuencia de /¶DXEHUJH HVSDJQROH, en la que Xavier y Anne Sophie

pasean por el Raval, podemos observar precisamente la zona del barrio situada alrededor de

esta plaza, que en 2001 (el año de rodaje del film) estaba todavía en pleno proceso de

transformación (Fig. 36). En efecto, la película muestra que cerca del MACBA había un

descampado donde se estaba construyendo un edificio, concretamente la que hoy es una sede

de la Universitat de Barcelona. El Raval no es el único lugar de la ciudad transformado a raíz

de los Juegos Olímpicos que aparece en el film. De hecho, a lo largo de la película Klapisch

muestra repetidamente el frente marítimo de Barcelona que, según hemos visto en el capítulo

anterior, ha sido una de las zonas más afectadas por la regeneración urbanística realizada en

ocasión de las Olimpíadas: en diversas secuencias podemos observar la playa de la

Barceloneta, el Passeig Marítim, la Rambla del Mar y el Maremagnum. Como en Todo sobre

sobre mi madre, la vista recurrente del mar, de las playas y de las palmeras subraya la

mediterraneidad de la capital catalana. Además, como señala Balibrea, su presencia está

vinculada a la transformación del protagonista, que en esta Barcelona cálida, sensual y

mediterránea, del todo diferente de París, donde vive habitualmente, llegará a comprenderse a

sí mismo y a cambiar su vida. En efecto, en /¶DXEHUJHHVSDJQROH la capital catalana, con su

carácter mediterráneo y su arquitectura variopinta y extravagante, contrasta con el París gris y

ordinario que aparece en algunas secuencias del film. Mientras que Barcelona representa la

creatividad, el caos, la pasión y la libertad, París es asociado a la autoridad, al orden y a la

156
monotonía. Este retrato de la capital catalana aparece influenciado por la imagen estereotipada

de España todavía vigente en Francia. De hecho, para la mayoría de los franceses cruzar los

Pirineos aún significa entrar en una tierra exótica y salvaje, donde todo es fiesta, música, sol y

playa. A difundir esta visión tópica de España no han contribuido solamente el cine y la

literatura, sino también la promoción turística que se hizo durante el desarrollismo, bajo el

IDPRVR OHPD ³6SDLQ LV GLIIHUHQW´ 3DUD .ODSLVFK QR KD\ QDda que distinga Barcelona de las

otras ciudades españolas. En efecto, aunque al principio de /¶DXEHUJHHVSDJQROH se mencione

el catalán y el pa amb tomàquet como elementos que diferencian la identidad barcelonesa y

catalana de la española, en el resto de la película la Ciudad Condal es reducida a los tópicos

de la españolidad (mar, sol, playa, fiesta). Se trata de la misma visión reductora de Barcelona

que también encontraremos en Vicky Cristina Barcelona, donde Woody Allen no distingue

entre la capital catalana y Oviedo, uniformándolas bajo su mirada estereotipada. Así, en estas

películas el único elemento que singulariza Barcelona, confiriéndole una identidad peculiar e

inconfundible, es la arquitectura modernista y, sobre todo, las obras de Antoni Gaudí.

Resumiendo, en /¶DXEHUJH HVSDJQROH encontramos una Barcelona idealizada y

estereotipada que forma parte del imaginario juvenil europeo actual. La capital catalana es

retratada como una ciudad abierta, tolerante y cosmopolita, donde los jóvenes extranjeros

pueden vivir nuevas experiencias y gozar de una libertad sexual y de costumbres que

desconocen en su patria. Además, la película documenta algunas de las transformaciones

urbanísticas que Barcelona ha sufrido a raíz de los Juegos Olímpicos y exalta la

medLWHUUDQHLGDG³UHFRQTXLVWDGD´GHODFLXGDG)LQDOPHQWHKHPRVVHxDODGRTXHHQHOUHWUDWR

de la capital catalana confluyen también los tópicos de la españolidad, asociados a la visión

estereotipada de España que tienen muchos franceses.

157
5.4 Vicky Cristina Barcelona, o los lugares comunes de Barcelona

La comedia Vicky Cristina Barcelona de Woody Allen, estrenada en 2008, es un ejemplo

excelente de cómo el cine puede ser empleado con éxito para promocionar un destino

turístico, en este caso la ciudad de Barcelona. De hecho, como ya hemos señalado al final del

capítulo 1, la explotación del cine como instrumento de city marketing e inductor de turismo

es un fenómeno cada vez más extendido. Estudios recientes demuestran que mediante las

películas es posible construir o potenciar la imagen de una ciudad, mejorando su

posicionamiento en el mercado turístico (Busby and Klug 2001; Riley, Baker y Van Doren

1998). Esta imagen, para ser inmediatamente reconocible por el público y fácilmente

vendible, debe basarse en los símbolos más notables de la ciudad y en los tópicos asociados a

la cultura local. Además, para que resulte atractiva se hace necesario eliminar de ella

cualquier elemento negativo o indeseable que perjudique su encanto. Como veremos, la

imagen de la Ciudad Condal que Woody Allen construye en su película responde

precisamente a estos parámetros de representación.

Antes de analizar la Barcelona que aparece en el film, es preciso destacar que Vicky

Cristina Barcelona, a diferencia de Todo sobre mi madre y de /¶DXEHUJH HVSDJQROH, fue

concebida como un recurso para promocionar la capital catalana. De hecho, su realización fue

financiada en parte por el Ajuntament de Barcelona y la Generalitat de Catalunya, que

consideraron la película de Allen un medio excelente para promover Barcelona como destino

turístico en el mercado internacional. Eso explica por qué Vicky Cristina Barcelona parece un

spot publicitario de la Ciudad Condal, como más de un crítico ha señalado. Un spot que, no lo

olvidemos, hace referencia ya en el título al producto comercial que promociona (Barcelona y

su marca). El film cumplió con las expectativas de los entes públicos catalanes, consiguiendo

un gran éxito comercial y proyectando en todo el mundo una imagen turística atractiva y

deseable de la capital catalana. La película de Woody Allen cuenta la historia de Vicky y

158
Cristina, dos jóvenes mujeres estadounidenses que van a pasar el verano en Barcelona. Allí,

ambas tienen un flirteo con Juan Antonio, un pintor que mantiene una relación conflictiva con

su ex-mujer, la caliente y vengativa María Elena. Vicky Cristina Barcelona retrata

exclusivamente la Barcelona turística, modélica y oficial que aparece en las guías y en las

campañas publicitarias del Ajuntament, contribuyendo de esta manera a consolidar y difundir

LQWHUQDFLRQDOPHQWHODOODPDGD³PDUFD%DUFHORQD´:RRG\$OOHQPLUD\UHSUHVHQWDODFDSLWDO

catalana desde el punto de vista de un turista norteamericano que, como Vicky y Cristina, está

de vacaciones en la ciudad. Así, Barcelona se convierte en un escenario exótico, caracterizado

por una hermosa mezcla de belleza urbana, sintetizada en la arquitectura de Gaudí, y natural,

por la proximidad de las montañas y del mar Mediterráneo. De hecho, el mismo director

neoyorquino explicó que había qXHULGR ³UHWUDWDU XQ OXJDU H[yWLFR URPiQWLFR \ HVWLPXODQWH

para la imaginación de dos turistas norteamericanas que llegan a la ciudad de vacaciones. Un

OXJDU FRQ FDULVPD \ OD UHFHWD GHO 0HGLWHUUiQHR´131 La película empieza con una vista del

mural de Joan Miró que cubre la fachada de la Terminal 2 del aeropuerto de Barcelona, donde

las protagonistas acaban de llegar. A continuación, el espectador acompaña a Vicky y Cristina

en su viaje en taxi hacia la capital catalana, mientras una voz en off introduce la historia y

presenta brevemente el carácter de las dos jóvenes norteamericanas. En estas secuencias

iniciales Woody Allen sitúa la película en un lugar concreto, la ciudad de Barcelona, mediante

una serie de referencias explícitas a la capital catalana: el mural de Miró, una señal en la

carretera y las múltiples menciones a Barcelona que hace el narrador en off durante el

recorrido en taxi de Vicky y Cristina, menciones que serán reiteradas en el curso del film.

Además, no hay que olvidar que el nombre de la ciudad aparece en el título de la película

durante los créditos iniciales, por lo que incluso el espectador más distraído se dará cuenta de

que la historia se desarrolla en Barcelona. Al principio de Vicky Cristina Barcelona el

131
En http://elpais.com/diario/2008/09/21/catalunya/1221959244_850215.html (consultado el 2 de octubre de
2017).

159
narrador también nos explica que Vicky está haciendo un máster sobre la identidad catalana, y

que ha viajado a la Ciudad Condal precisamente para profundizar su conocimiento de la

cultura local. Sin embargo, a pesar de esta referencia inicial a la existencia de unos rasgos

identitarios que distinguen Cataluña del resto de España, en el retrato de Barcelona que realiza

Woody Allen no hay ningún elemento que revele su catalanidad. De hecho, la lengua

catalana, como en Todo sobre mi madre,132 brilla por su ausencia, y Vicky no la conoce ni

quiere aprenderla (en cambio frecuentará un curso de español). Además, para la joven

norteamericana la cultura local consiste exclusivamente en la arquitectura de Gaudí y en la

JDVWURQRPtD FDWDODQD 6HJ~Q DSXQWD 6XVDQ 'L*LDFRPR ³OD WULD G¶DTXHVWD FRPELQDFió

G¶DUTXLWHFWXUD PRGHUQLVWD L JDVWURQRPLD QR pV FDS DFFLGHQW 6yQ GRV SURGXFWHV FXOWXUDOV

IjFLOPHQW H[SRUWDEOHV D O¶HVWUDQJHU L FRQVXPLEOHV VHQVH TXH HO FRQVXPLGRUWXULVWD KDJL GH

saber contextualitzar-los en una realitat social, històrica, cultural i poltWLFDPpVjPSOLD´ 

3). Así, a lo largo de todo un verano pasado en la Ciudad Condal, Vicky y Cristina no

aprenderán nada sobre la cultura catalana. En cambio, como veremos más adelante, lo que sí

conocerán las protagonistas, y con ellas los espectadores, serán algunos de los tópicos de la

españolidad. Tras instalarse en Barcelona en casa de unos parientes lejanos de Vicky, las dos

protagonistas comienzan a visitar los tesoros artísticos de la ciudad, empezando por las obras

de Gaudí y Miró, como nos informa puntualmente el narrador, convertido en guía turístico.

Ante los ojos del espectador desfilan la Sagrada Família, la terraza del museo Miró y el Jardí

dels guerrers de La Pedrera. Así, las primeras imágenes de la película exaltan Barcelona como

ciudad de arte y de diseño, patria de Antoni Gaudí y de la arquitectura modernista. Más

adelante Woody Allen mostrará también otras joyas del modernismo: el Park Güell y la Finca

Güell de Gaudí, la taberna Els Quatre Gats de Puig i Cadafalch y el Hospital de la Santa Creu

i Sant Pau de Domènech i Montaner. La arquitectura modernista y, sobre todo, las obras

132
(QHIHFWRVHJ~QDSXQWD-RVHS0LTXHO6REUHUHQODSHOtFXODGH$OPRGyYDUWHQHPRV³Todo sobre mi madre,
pero sin mi madre, sin mi lengua materna, sHQVHODPHYDOOHQJXDPDWHUQD´  

160
gaudinianas son una presencia constante en las películas ambientadas en la capital catalana: la

Sagrada Família, el símbolo de la ciudad, aparece incluso en Biutiful de Alejandro González

Iñárritu aunque, como veremos más tarde, este film retrate la Barcelona de los suburbios que

se queda al margen de las representaciones oficiales. Después de la Barcelona modernista y

gaudiniana, el director neoyorquino exalta la Barcelona mediterránea, bajo el pretexto de una

excursión en barco de Vicky y Cristina. Como en Todo sobre mi madre y /¶DXEHUJH

espagnole, a lo largo del film la cálida luz del sol, el mar, y el cielo perennemente azul

subrayan la mediterraneidad de la capital catalana. Así el retrato de Barcelona realizado por

Woody Allen coincide con la imagen turística de la ciudad, basada en la oferta cultural (Gaudí

y el modernismo) y de ocio (sol, mar y playa), que promociona el Consorci Turisme. Sin

embargo, en la película el atractivo natural de la capital catalana no se reduce a su posición

privilegiada frente al mar Mediterráneo: varias secuencias muestran las montañas que rodean

la ciudad, donde Juan Antonio, Cristina y María Elena corren en bicicleta o hacen románticos

picnics. En estas escenas Barcelona se convierte en un lugar idílico donde no se ha perdido el

contacto con la naturaleza, en un paraíso donde reinan la paz y la armonía. En el curso del

film la llegada de Doug, el novio norteamericano de Vicky, y la afición de Cristina por la

fotografía justifican una larga serie de visitas turísticas a la ciudad, en búsqueda de sus lugares

más atractivos. Así, en Vicky Cristina Barcelona aparecen prácticamente todos los sitios

señalados en las guías turísticas: el Barri Gòtic con la plaza de Sant Felip Neri, el parque de la

Ciutadella, el barrio de La Ribera con la iglesia de Santa Maria del Mar, el antiguo parque de

atracciones del Tibidabo, el Raval con el MACBA, y finalmente La Rambla, uno de los

lugares más conocidos de la ciudad, y que por eso aparece en todas las películas que retratan

la Barcelona turística y oficial.133 Por la noche de costumbre las protagonistas salen a tapear

en algún lujoso restaurante, y luego asisten a un concierto de guitarra española en una terraza

133
Solo por citar algunas: /¶DXEHUJH HVSDJQROH (Cédric Klapisch, 2002), 7XWWR O¶DPRUH GHO PRQGR (Riccardo
Grandi, 2010), Cheetah Girls 2 (Kenny Ortega, 2006).

161
o en un romántico patio. Es entonces cuando nos damos cuenta de que Woody Allen está

mezclando a su retrato de la Ciudad Condal algunos tópicos de la españolidad que no

pertenecen a la cultura barcelonesa ni a la catalana: salir a tapear es una costumbre madrileña,

y los conciertos de guitarra en los patios se van a ver en Sevilla. Además, el macho Juan

Antonio y la fogosa y vengativa María Elena son una réplica de Don Juan y Carmen, los dos

personajes estereotipados que forman parte del imaginario popular, literario y cinematográfico

sobre España. De esta manera, la Ciudad Condal acaba por convertirse en el escenario de una

españolada. En las secuencias de la película ambientadas en Oviedo es aún más evidente que

Woody Allen lo mezcla todo, sin diferenciar entre la geografía y la cultura de Cataluña,

Asturias o Andalucía. De hecho, el Oviedo de Vicky Cristina Barcelona se parece en todo a la

capital catalana: un paraíso de arte y naturaleza situado frente al mar, con restaurantes muy

chic donde tapear, y románticos patios en estilo sevillano donde asistir a conciertos de

guitarra clásica española. Incluso la calidad de la luz que ilumina las dos ciudades es la

misma, como señala DiGiacomo:

$O¶HVWLXODOOXPGH%DUFHORQDDFRVWXPDDVHUXQa llum blanca, aclaparadora [...]

3HUz OD %DUFHORQD GH :RRG\ $OOHQ WDO FRP O¶KD IRWRJUDILDGD -DYLHU

$JXLUUHVDUREHHVWjEDQ\DGDG¶XQDOOXPGDXUDGDPpVFRPODOOXPGH7DUUDJRQD

A més a més, curiosament, la llum aquesta daurada no canvia quan Vicky,

CristLQDL-XDQ$QWRQLRVH¶QYDQDSDVVDUXQFDSGHVHWPDQDD2YLHGR1RVDOWUHV

sabem que Oviedo és a Astúries, però un públic nordamericà no sabria distingir el

mar cantàbric del mediterrani, sobretot quan la qualitat de la llum i el color de

O¶DLJXDVyQH[DFWDPHQWHOVPDWHL[RV´ 

162
En el curso de la película el personaje de Juan Antonio se define por oposición respecto a

Doug, el novio norteamericano de Vicky: tanto el primero aparece pasional, desinhibido y

carismático, como el segundo racional, ñoño y mediocre. De forma parecida, Barcelona, con

los colores del modernismo y la belleza de su entorno natural, contrasta con Nueva York,

donde vive Doug, que aparece siempre como un lugar frío, gris y anónimo. Así, tanto en

Vicky Cristina Barcelona como en Todo sobre mi madre y en /¶DXEHUJHHVSDJQROH, el retrato

de la capital catalana se construye en parte a través del contraste con otra ciudad (Madrid,

París o Nueva York) que presenta características negativas y opuestas. Por último, es preciso

subrayar que la Barcelona de Woody Allen, a diferencia de la de Almodóvar o de Klapisch,

no parece en ningún momento una ciudad multicultural, donde conviven lenguas y culturas

diferentes. De hecho, en Vicky Cristina Barcelona los inmigrantes, que representan una parte

no irrelevante de la población barcelonesa, prácticamente no existen. Como apunta Curry, el

GLUHFWRUQHR\RUTXLQR³PLQLPL]HVDQGPDNHVH[WUDQHRXVWKHPXOWLFXOWXUDOIDFWVRI%DUFHORQD´

\DVtKDFLHQGR³>KH@GHOLYHUVWRKLVDXGLHQFHD%DUFHORQDEHUHIWRILWVSHRSOH from Ecuador,

Peru, Morocco, Columbia, Argentina, Pakistan, Africa, and China, whose population has

JURZQ WKURXJKRXW WKH FLW\ RYHU WKH SDVW  \HDUV´ -82). Sin embargo, eso no debe

extrañar, porque los inmigrantes, y con ellos todas las problemáticas relativas a la

LQPLJUDFLyQ VHUtDQ XQD SUHVHQFLD LQFyPRGD HQ OD %DUFHORQD ³SLMD´ GH OD upper class que

retrata Woody Allen. En efecto, todos los personajes de la película, tanto los norteamericanos

como los españoles, son unos privilegiados que disfrutan de la ciudad sin reparar en gastos.

Así, el director neoyorquino retrata exclusivamente la Barcelona de los ricos y de los turistas

(ricos), que consiste en una sucesión de lugares idílicos, rincones pintorescos, edificios

modernistas, locales de diseño, restaurantes chic, mansiones con piscina, y patios en estilo

sevillano. El reverso oscuro de este parque temático para ricos es la ciudad periférica y

marginal, que Biutiful de Iñárritu representa como un infierno de miseria y degradación.

163
Recapitulando, Vicky Cristina Barcelona es un largo videoclip promocional de la capital

FDWDODQDTXHUHWUDWDH[FOXVLYDPHQWHODFLXGDG ³JXDSD´ \PRGpOLFDTXH DSDUHFHHQODV JXtDV

turísticas y en la propaganda municipal. Woody Allen, utilizando la iconografía turística

oficial a base de modernismo y mediterraneidad, presenta Barcelona como un lugar exótico y

romántico, que concilia belleza urbana y natural. Además, en el retrato de la ciudad que

ofrece la película confluyen también algunos elementos tópicos de la españolidad (tapas,

guitarras, patios sevillanos, los personajes de Don Juan y Carmen), que hacen que al final la

capital catalana se parezca a cualquier otra ciudad española. Finalmente, hemos señalado que

Woody Allen convierte Barcelona en un parque temático para turistas y ciudadanos ricos, del

que queda excluída la verdadera población de la ciudad.

164
6

%DUFHORQD³DOGHVQXGR´

el lado oscuro de la ciudad revelado por el cine

6%DUFHORQD³DOGHVQXGR´

Al principio de The Naked City (Jules Dassin, 1948), una de las obras maestras del cine noir

estadounidense, la voz en off del narrador, el productor Mark Hellinger, nos advierte de que

vamos a ver una película distinta de las que se realizaban por entonces:

Ladies and gentleman, the motion picture you are about to see is called The Naked

City. My name is Mark Hellinger, and I was in charge of its production. And I

may as ZHOOWHOO\RXIUDQNO\WKDWLW¶s a bit diffeUHQWWKDQPRVWRIWKHILOPV\RX¶YH

HYHUVHHQ>«@$V \RXVHHZH¶re flying over an island, a city. A particular city.

And this is a story of a number of people, and also a story of the city itself. It was

not photographed in a studio. Quite the contrary. Barry Fitzgerald, our star,

Howard Duff, Dorothy Hart, Don Taylor, Ted de Corsia, and the other actors,

played out their roles in the streets, in the apartment houses, in the skyscrapers of

New York itself... and along with them, a great many thousand New Yorkers

played out their roles as well. This is the city as it is. Hot summer pavements, the

children at play, the buildings in their naked stone, the people, without make-up.

Como remarca el narrador, lo que distingue el noir de Jules Dassin de las otras películas de

los años cuarenta es el realismo con que retrata Nueva York: en lugar de ser filmada en los

backlots de los estudios hollywoodienses, como era costumbre por entonces, The Naked City

fue rodada enteramente en exteriores, en las calles y en los edificios de la Gran Manzana.

165
Además, la película no muestra una Nueva York de postal, como hace por ejemplo On the

town (Stanley Donen y Gene Kelly, 1949),134 sino la ciudad real, tal cual es (o, al menos, tal

FRPRODYHHOGLUHFWRU FRQVXVGHIHFWRV\VXVFRQWUDGLFFLRQHV³WKHFLW\DVLWLV´ODFLXGDG³DO

GHVQXGR´&RPRORVPDHVWURVGHOQHRUUHDOLVPRLWDOLDQR en el que se inspiraba, Jules Dassin no

está interesado en mostrar los monumentos y los lugares más atractivos de la ciudad, ni la

vida de la upper class norteamericana, sino en retratar la compleja geografía urbana y humana

de la Nueva York de los años cuarenta: a lo largo de la película, siguiendo las investigaciones

sobre un asesinato, recorremos las callejuelas oscuras y peligrosas del Lower East Side, nos

adentramos en los barrios marginales donde se esconde el submundo neoyorquino, y

asistimos a la vLGDFRWLGLDQDGHORVKDELWDQWHVUHDOHVGHODFLXGDG ³WKHSHRSOHZLWKRXWPDNH-

XS´ -XOHV'DVVLQQRPLUD1XHYD<RUNFRQORVRMRVGHXQYLVLWDQWHH[WUDQMHURUHGXFLpQGRODD

una serie de vistas de postal, sino desde la perspectiva de uno de sus ocho millones de

ciudadanos, que se enfrentan cada día a la dureza de la vida en la metrópolis. Así, The Naked

City es un ejemplo excelente de cómo el cine puede ser empleado para documentar la

heterogeneidad del ambiente urbano y social de la gran ciudad, sin ocultar sus aspectos

negativos (los barrios marginales, la criminalidad, la pobreza de las clases populares).135

A lo largo de este capítulo veremos cómo dos cineastas contemporáneos, el catalán José

Luis Guerín y el mexicano Alejandro González Iñárritu, han retratado Barcelona adoptando

como Jules Dassin un punto de vista distinto al del visitante, dando cuenta de la compleja

realidad urbanística, social y cultural de la capital catalana. Las dos películas que

analizaremos a continuación, En construcción y Biutiful, revelan el lado oscuro de la


134
On the town, estrenada un año después de The naked City, fue la primera película musical rodada, al menos
en parte, en exteriores. Las secuencias iniciales de este musical parecen un spot de Nueva York: en menos de
cinco minutos desfilan ante los ojos del espectador las principales atracciones turísticas de la ciudad (el puente
de Brooklyn, Wall Street, Little Italy, Chinatown, la Estatua de la Libertad, el Empire State Building, Central
Park, la Fifth Avenue) acompañadas por una canción cautivadora.
135
Sobre la representación de la geografía urbana y social de Nueva York en The Naked City veáse el capítulo
³1DNHGFLWLHV´GHOHQVD\RFilm Noir and the Spaces of Modernity (2004) de Edward Dimendberg.

166
Barcelona turística y modélica retratada por Almodóvar, Klapisch y Allen, y exaltada por el

city marketing. De hecho, estos dos films muestran algunos de los conflictos y de los

problemas sociales que caracterizan la Barcelona contemporánea, y que permanecen ocultos

en Todo sobre mi madre, /¶DXEHUJH HVSDJQROH y Vicky Cristina Barcelona: el primero

desenmascara los fenómenos de especulación inmobiliaria y gentrificación asociados a la

reforma urbanística del Barrio Chino; el segundo documenta la marginación, la miseria y la

explotación de los inmigrantes ilegales. A la Barcelona turística y modélica donde transcurren

las películas que hemos comentado en el capítulo anterior, En construcción y Biutiful

contraponen una geografía urbana y humana radicalmente opuesta. En efecto, Guerín e

Iñárritu muestran los suburbios y los barrios degradados de la ciudad que no figuran en las

guías turísticas, y los protagonistas de sus películas son los pobres, los marginados y los

inmigrantes, o VHDORVH[FOXLGRVGHOD%DUFHORQD³JXDSD´

En el curso de este capítulo veremos cómo En construcción y Biutiful, en lugar de

UHSUHVHQWDU XQD %DUFHORQD GH SRVWDO QRV PXHVWUDQ OD FLXGDG ³ZLWKRXW PDNH-XS´ FRQ VXV

defectos y sus inevitables contrastes: BarFHORQD³DVLWLV´OD&LXGDG&RQGDO³DOGHVQXGR´

6.2 En construcción: especulación y gentrificación en el Barrio Chino

En construcción de José Luis Guerín, estrenada en 2001, documenta una fase de las grandes

obras de regeneración urbanística que convirtieron el Barrio Chino de Barcelona, un barrio

marginal y degradado, foco de prostitución y criminalidad, en un lugar de atracción turística y

en un importante centro cultural. La transformación del Barrio Chino, que se inició en 1988

en el marco del proyecto olímpico y continuó hasta 2002, fue también simbólica: hoy el barrio

HVFRQRFLGRFRPRHO5DYDOXQQRPEUHGHRULJHQPHGLHYDOPiV³SROtWLFDPHQWHFRUUHFWR´TXH

KDVLGR³ILMDGRSRUODWRSRQLPLDGHODUHKDELOLWDFLyQ´ 9DOOERQD +DEODQGRHQWpUPLQRV

cinematográficos, En construcción muestra cómo se ha pasado del Barrio Chino oscuro y

167
degradado de Bilbao (Bigas Luna, 1978) y Noche de vino tinto (José Maria Nunes, 1966), al

Raval luminoso y cool de /¶DXEHUJH HVSDJQROH (Cédric Klapisch, 2002) y Vicky Cristina

Barcelona (Woody Allen, 2008). La película revela cómo esta transformación, justificada por

la necesidad de recuperar un área urbana marginal y degradada, encubre una cruda

especulación inmobiliaria y la reorganización de la estructura social del barrio. En

construcción se realizó en el marco del Máster en Documental de Creación organizado en

1998 por la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Entre 1998 y 2000, Guerín, ayudado por

un grupo de estudiantes del máster,136 filmó el Barrio Chino y sus vecinos, rodando cerca de

120 horas de imágenes, de las que finalmente se montaron poco más de dos. Con En

construcción el cineasta barcelonés consiguió acercarse a un público más amplio, también

gracias a los numerosos premios que ganó el film, entre los que cabe destacar el premio

especial del jurado del Festival Internacional de Cine de San Sebastián y el premio Goya 2002

al mejor documental. La película de Guerín sigue la construcción de un nuevo bloque de

viviendas en el futuro Raval, desde la demolición de los viejos edificios deteriorados hasta el

final de las obras y la venta de los apartamentos a ciudadanos de un nivel social y económico

más alto del que tenían sus antiguos vecinos. El mismo Guerín explicó que con En

construcción pretendía mostrar cómo los cambios del paisaje urbano implican también una

mutación en el paisaje humano (2002): siguiendo la construcción del inmueble y la vida

cotidiana de los habitantes del Barrio Chino, el film no documenta solamente la

transformación del barrio, sino también la de su población, provocada por un proceso de

gentrificación impulsado por la reforma urbanística y la especulación inmobiliaria. De hecho,

la regeneración del espacio urbano y la mejora de la imagen del barrio, con la consecuente

136
Amanda Villavieja y Marta Andreu se ocuparon del sonido; Mercedes Álvarez (que en 2005 realizará su
primer largometraje, El cielo gira) y Núria Esquerra trabajaron en el montaje final de la película; Abel García
fue ayudante de dirección; Alex Gaultier fue el director de la fotografía y Francina Cirera la ayudante de
producción.

168
subida del valor del suelo y del precio de la vivienda, conlleva la expulsión de sus antiguos

residentes, en gran parte ancianos, inmigrantes o marginados, que son reemplazados por

nuevos habitantes de mayor poder adquisitivo.

En construcción se articula en tres partes, que corresponden a tres fases distintas de la

historia del Barrio Chino. La primera, que coincide con las secuencias iniciales, nos muestra,

a través de un montaje de imágenes en blanco y negro procedentes de otras películas, el

aspecto y la población del barrio a finales de los años cincuenta e inicios de los sesenta del

siglo pasado. Al principio de la película una panorámica aérea del puerto y de las fábricas de

la capital catalana, sacada de Sin la sonrisa de Dios (Juli Salvador, 1955), nos sitúa en el

tiempo y en el espacio: estamos en Barcelona, en una época en que la economía de la ciudad

estaba basaba todavía en el comercio y en la industria, y en que las chimeneas de las fábricas

eran un elemento preponderante del paisaje urbano. Luego, a través de algunas escenas

procedentes de El alegre Paralelo (Enric Ripoll-Freixes y Josep Maria Ramon, 1964) y de las

filmaciones en 8 mm de Joan Colom (1960) nos adentramos en el Barrio Chino de principios

de los años sesenta: un lugar degradado y marginal, repleto de prostíbulos, tabernas y teatros

(en el film aparece la Bodega Apolo), y habitado sobre todo por pobres, prostitutas e

inmigrantes. Sin embargo, estas secuencias caracterizan positivamente el Chino,

presentándolo como un barrio lleno de bullicio y de vida, con un ambiente alegre y festivo,

aunque marcado por el vicio y la miseria. Después de estas escenas iniciales, el blanco y

negro deja paso al color y entramos en el Barrio Chino de finales de los años noventa filmado

por Guerín. Es entonces cuando empieza la segunda parte de En construcción, que abarca casi

toda la película, en la que asistimos a las obras de construcción de un nuevo bloque de

viviendas en el barrio y a la vida cotidiana de los habitantes del Chino. La ubicación del

inmueble escogido para el rodaje es muy significativa: el edificio está situado cerca de la

antigua iglesia románica de Sant Pau del Camp, y desde sus ventanas se pueden ver el teatro

169
$SRORGHO3DUDOÂOHO\ODVWUHVFKLPHQHDVGHODDQWLJXDFHQWUDOHOpFWULFDFRQRFLGDSRSXODUPHQWH

como La Canadenca, dos lugares que aparecían también en las secuencias iniciales en blanco

y negro. A través de la elección de este sitio, Guerín nos presenta el Barrio Chino como un

espacio urbano heterogéneo, donde se sobreponen distintas fases de la historia de Barcelona,

y que aún mantiene vestigios de la dominación romana,137 del pasado industrial de la ciudad y

GHODpSRFDHQTXHHO3DUDOÂOHOHUDHO%URDGZD\EDUFHORQpV8QEDUULROOHQRGHKLVWRULDTXHVLQ

embargo, está destinado a desaparecer al final del siglo XX, como anuncia el subtítulo de la

SHOtFXOD³FRVDVYLVWDV\RtGDVGXUDQWHODFRQVWUXFFLyQGHXQQXHYRLQPXHEOHHQ(O&KLQRXQ

EDUULRSRSXODUGH%DUFHORQDTXHQDFH\PXHUHFRQHOVLJOR´(QXQRGHORVSULPHURVSODQRVGH

la segunda parte de En construcción un cartel del Ajuntament de Barcelona muestra la

Rambla del Raval, una larga y ancha avenida con palmeras que será construida en el marco de

ODV³REUHVG¶XUEDQLW]DFLyGHOQRXHVSDLS~EOLFGHO3OD&HQWUDOGHO5DYDO´$GHPiVVLPLUDPRV

con atención, nos damos cuenta de que en en la parte baja del cartel alguien ha añadido una

SLQWDGD GH SURWHVWD ³DVFR GH 3(5,´138 La imagen bonita, moderna y ordenada de la futura

Rambla del Raval dibujada en el cartel contrasta con lo decrépito y caótico del entorno urbano

que muestran los planos siguientes de la película: calles estrechas y sucias, edificios

DELJDUUDGRV SDUHGHV GHVFRQFKDGDV \ OOHQDV GH SLQWDGDV XQD GH HOODV GLFH ³'HUULERV QR

UHKDELOLWDFLyQ Vt´ EDOFRQHV UHSOHWRV GHURSDWHQGLGDGHVFDPSDGRV (VXQ escenario que no

difiere mucho del que retrataban El alegre Paralelo y Joan Colom, aunque aparezca aún más

degradado por el paso del tiempo y la falta de rehabilitación. También los habitantes del

barrio que se ven a continuación no han cambiado respecto al pasado: vagabundos,

prostitutas, drogadictos, pobres, inmigrantes, marginados y muchos ancianos. Las secuencias

iniciales de la segunda parte de En construcción, pues, desempeñan una triple función: en

137
A lo largo de la película asistimos también al hallazgo de un grupo de tumbas de época tardorromana (siglo
IV-VI) en el solar donde se excavan los cimientos del nuevo edificio.
138
3(5,HVHODFUyQLPRGH³3ODQ(VSHFLDOGH5HIRUPD,QWHULRU´

170
primer lugar, introducen el argumento de la película, es decir la regeneración urbanística del

Barrio Chino promovida por el Ajuntament de Barcelona a finales de los años noventa; luego,

retratan el aspecto y la población del barrio antes de su transformación; por último, sugieren a

través de algunos detalOHV ODV SLQWDGDV GH SURWHVWD ³DVFR GH 3(5,´ \ ³'HUULERV QR

UHKDELOLWDFLyQVt´ TXHKD\TXLHQVHRSRQHDOPpWRGRDGRSWDGRSDUDUHIRUPDUHOEDUULRTXHQR

está basado en la rehabilitación de los edificios degradados sino en su demolición, que trae

como consecuencia el desalojo de los vecinos. En la segunda parte de la película asistimos al

levantamiento de un nuevo bloque de viviendas en el barrio, piso tras piso, y con ello también

a las conversaciones que mantienen los obreros que trabajan en la construcción del edificio, y

a la vida cotidiana de los habitantes del Chino, que se ve afectada por los cambios

urbanísticos. El tejido social del barrio se desintegra a medida que se derriban los viejos

inmuebles deteriorados para construir el nuevo bloque de apartamentos: las piquetas y los

bulldozers no arrasan solamente los edificios, sino también las personas que viven dentro de

ellos. De hecho, los vecinos desalojados no podrán volver a sus casas, como aprendemos de

un diálogo entre dos obreros marroquís en eOTXHXQROHGLFHDORWUR³KDEtDPXFKRVYHFLQRV

que han vivido toda su vida aquí y les han echado (...) les dan ochenta mil pesetas y ellos

YHQGHQ ORV SLVRV SRU YHLQWH PLOORQHV´ (V HQWRQFHV FXDQGR TXHGD FODUR TXH GHWUiV GH OD

transformación del Barrio Chino hay una operación de especulación inmobiliaria, y que los

destinatarios de los cambios urbanísticos que se están realizando no son los habitantes del

barrio, sino otros ciudadanos de nivel social y económico más elevado que tienen los recursos

para comprar las nuevas viviendas. En efecto, a través de la reforma urbanística del Barrio

Chino, el Ajuntament de Barcelona y la empresa mixta Procivesa139 se proponen también

reorganizar la estructura social del barrio, favoreciendo un proceso de gentrificación que lleve

a la progresiva substitución de la población pobre y marginal del barrio por una nueva,

139
Procivesa (Promoció de Ciutat Vella S.A.) es la sociedad, financiada de forma mayoritaria por el Ajuntament
de Barcelona, que gestiona las intervenciones urbanísticas en el casco antiguo de la Ciudad Condal.

171
formada básicamente por ciudadanos de clase media. Los futuros habitantes del nuevo Raval

aparecen en las secuencias que cierran la película, que coinciden con la tercera y última parte

de En construcción. En los minutos finales del film, Guerín muestra los potenciales

compradores que visitan los nuevos apartamentos acompañados de una agente inmobiliaria.

Se trata de ciudadanos de clase media, ajenos al barrio, que quieren instalarse allí por la

posición central y el prestigio del inmueble, aunque no les gusten ni el entorno ni los vecinos.

De hecho, se expresan en términos muy despectivos hacia el aspecto del barrio y de sus

KDELWDQWHV ³HVSHUHPRVTXHFRQORVDxos todo esto sean casas nuevas y las vistas sean todas

PXFKR PiV ERQLWDV´ ³HO TXH QR YXOO pV TXH SHQJLQ URED DO EDOFy´  VH SUHRFXSDQ SRU OD

seguridad del edificio, y hablan también de poner una cortina en el balcón para ocultar la vista

de las fachadas dHVFRQFKDGDV GH ORV HGLILFLRV FLUFXQVWDQWHV SRUTXH ³ID OOHLJ´ *XHUtQ

caracteriza estos potenciales inquilinos de manera negativa, presentándolos como unos

³LQWUXVRV´ XQRV ³FRQTXLVWDGRUHV´ TXH WRPDQ SRVHVLyQ GH XQ EDUULR TXH QR OHV SHUWHQHFH

quitando a los antiguos vecinos su espacio vital. Con la llegada de los futuros propietarios de

las nuevas viviendas se concluye el proceso de transformación del microcosmo urbano y

social del Barrio Chino documentado por En construcción: en el plano urbano un inmueble

moderno, espacioso y confortable ha reemplazado unos viejos edificios degradados; en el

plano social nuevos inquilinos de mayor poder adquisitivo han sustituido los antiguos vecinos

(gentrificación). El proceso de construcción (y destrucción) urbana y humana140 al que hemos

asistido a lo largo del film es precisamente el que determinará, con el paso del tiempo y el

avance de la especulación inmobiliaria, la muerte del Barrio Chino anunciada por el subtítulo

de la película. La historia de los vecinos del inmueble cerca de Sant Pau del Camp es análoga

a aquella de los habitantes de otras zonas del Chino, desalojados para construir el MACBA

140
&RPRFRPHQWy1~ULD(VFXU³XQRYDD YHUODSHOtFXODSHQVDQGRTXHHVpVWD XQD KLVWRULDGHFRQVWUXFFLyQ y
destrucción de edificios y se encuentra con la construcción y destrucción de seres humanos. Unos degradados,
RWURVDSXQWRGHVDOYDUVHYDULRVFRQSRFRIXWXURPXFKRVVLQSUHVHQWH´ 

172
(1995) o más recientemente la Filmoteca de Catalunya (2012), solo por citar algunos

ejemplos.141 Estas intervenciones urbanísticas han supuesto el derribo de manzanas enteras de

edificios, y con ello la transformación del paisaje urbano y social de otras áreas del barrio.

Así, lo que está desapareciendo no es solamente el pequeño mundo urbano y humano

retratado por Guerín, sino el Barrio Chino entero, y con él un pedazo de la historia de

Barcelona. En construcción nos muestra un ejemplo de cómo se ha actuado (y se sigue

actuando) el esponjament del centro histórico de Barcelona, o sea, según explica el

antropólogo Manuel Delgado  GHVKDFLpQGRVH³GHORVHOHPHQWRVWDQWRLQPXHEOHVFRPR

humanos que pudieran suponer un obstáculo para la reapropiación del barrio por parte de

FODVHVPHGLDV \DOWDVDQVLRVDVGHXQEDxRGHYHQHUDELOLGDGKLVWyULFD´3DUDHOOR³VHLQ\HFWD

saber, culturD \ VDQR DPELHQWH MXYHQLO DOOt GRQGH DQWHV KDEtD VRODPHQWH YLGD´ PLHQWUDV

³SURVLJXHODFDPSDxDGHGHSRUWDFLyQ \ERUUDGRGHSREUHV HQPDUFKDGHVGHKDFHDxRV HQ HO

VHFWRU´   (Q HO FDVR GHO %DUULR &KLQR HO UHVXOWDGR GH HVWH SURFHVR GH esponjament o

³KLJLHQL]DFLyQ´ HV FRPR GHFtDPRV PiV DUULED VX FRQYHUVLyQ HQ HO 5DYDO GH /¶DXEHUJH

espagnole y Vicky Cristina Barcelona, un barrio glamuroso que atrae turistas, estudiantes,

LQYHUVRUHV \ QXHYRV UHVLGHQWHV ³SROtWLFDPHQWH FRUUHFWRV´ (Q RWUDV SDODEUDV XQ EDUULR

FRQYHUWLGR HQ XQ VLPSOH DWUDFWLYR GH OD %DUFHORQD ³JXDSD´ \ PRGpOLFD SUR\HFWDGD SRU ODV

autoridades.

Recapitulando, En construcción desenmascara los fenómenos de especulación y

gentrificación asociados a la conversión del Barrio Chino en el actual Raval, revelando así el

lado oscuro de la regeneración urbanística de la capital catalana. Guerín muestra como la

reforma de un barrio degradado del centro histórico de la ciudad se realiza arrasando edificios

141
O de los vecinos del barrio de La Ribera cuyas viviendas fueron derribadas en el año 2000 para construir un
parking a disposición de los turistas que acuden al Museo Picasso, al Born y a la iglesia de Santa Maria del Mar.
El solar antes ocupado por los edificios demolidos, donde al final no se construyó el aparcamiento previsto por el
$MXQWDPHQWHVFRQRFLGRFRPRHO³IRUDWGHODYHUJRQ\D´

173
y personas que no encajan en la Barcelona limpia, segura y atractiva proyectada por las

autoridades. Además, los cambios urbanísticos no benefician a los vecinos originales del

barrio, expulsados de sus casas, sino a nuevos residentes de nivel social y económico

superior. Por lo tanto, vivir en el nuevo Raval (y en la nueva Barcelona) no está al alcance de

todos los ciudadanos, sino solamente de una minoría de privilegiados. Los otros, o sea los

excluidos de la ciudad modélica y oficial, viven en los suburbios, frecuentemente en

condiciones muy duras, como veremos en Biutiful de Alejandro González Iñárritu.

6.3 Biutiful GH$OHMDQGUR*RQ]iOH],xiUULWXHOODGRRVFXURGHOD%DUFHORQD³JXDSD´

Biutiful de Alejandro González Iñárritu es la película que ha proporcionado más visibilidad

internacional a la capital catalana, junto a Vicky Cristina Barcelona y a Todo sobre mi madre.

Estrenado en 2010, este film cuenta los últimos meses de vida de un hombre llamado Uxbal,

padre de dos hijos pequeños, que sobrevive en el submundo de Barcelona haciendo de

intermediario en negocios ilegales como el tráfico de inmigrantes sin papeles o el comercio de

productos falsificados. A través de las vicisitudes de Uxbal, Iñárritu aborda algunos

problemas muy actuales que afectan no solamente a Barcelona, sino también a otras grandes

ciudades del mundo: la inmigración clandestina, la explotación laboral, la pobreza y la

marginación social. Para acercarse a estas realidades y conocer el submundo barcelonés que

quería retratar, el director mexicano vivió dos años en la capital catalana, explorando los

suburbios y los barrios marginales de la ciudad y entrevistando a muchos inmigrantes chinos

y africanos. Luego, en función de conseguir un mayor realismo, incorporó algunos de ellos a

la película como actores no profesionales (un recurso que ya había utilizado en Babel, su film

anterior de 2006).142 Biutiful muestra la Barcelona compleja y conflictiva que permanece

142
&RQUHVSHFWRDODVLQYHVWLJDFLRQHVSUHYLDVDOURGDMH,xiUULWXH[SOLFyORVLJXLHQWH³,LQWHUYLHZHGKXQGUHGVRI
Chinese immigrants, I went to the real places, I went with the police to riots and to get the people that were
doing the exploiting. Some of the places that I shot the film are places where these things really happened.

174
oculta en Todo sobre mi madre, /¶DXEHUJHHVSDJQROH y Vicky Cristina Barcelona. A la ciudad

atractiva, excitante y cosmopolita que retratan estas películas, Iñárritu contrapone una

geografía urbana y humana completamente diferente. De hecho, en Biutiful cobran

protagonismo los excluidos de la ciudad turística y modélica proyectada por las autoridades y

promocionada por el city marketing, o sea los inmigrantes y los sectores más pobres y

marginales de la sociedad barcelonesa. Estas categorías sociales no están presentes en las

películas que hemos comentado en el capítulo anterior, o si aparecen, como en Todo sobre mi

madre, es solamente paUDPRVWUDU\H[DOWDUXQ³PXOWLFXOWXUDOLVPRHVFpQLFR´ 'HOJDGR

143), que esconde los reales problemas de marginación y de falta de integración de los

inmigrantes que afligen a la Ciudad Condal. En cambio, todos los personajes de la película de

Iñárritu son inmigrantes, comenzando por el protagonista, que es un xarnego,143 o sea un

inmigrante español de habla no catalana. Si en Vicky Cristina Barcelona y en /¶DXEHUJH

espagnole la capital catalana es retratada desde el punto de vista de unos extranjeros

relativamente acomodados (turistas o estudiantes Erasmus), en Biutiful es vista desde la

perspectiva completamente distinta del protagonista, un ciudadano pobre que lucha cada día

por sobrevivir. Su vida transcurre en sitios de Barcelona normalmente invisibles para los

turistas y poco utilizados como localizaciones cinematográficas: los rincones más oscuros y

Ninety percent of the Chinese guys that are in Biutiful are people who have actually been in those conditions.
The Africans live in those houses. So all that research I did. Then to cast all these people and use all these non-
actors, I wanted to use all these hyper-realistic elements. Not as a documentary but to get truth to the universe
that I was presenting. 6R DOO WKH WKLQJV WKDW \RX VHH LQ WKHUH DUH UHDOO\ UHDOO\ UHDOO\ UHDO´ HQ
http://www.vulture.com/2010/12/biutiful_director_alejandro_go.html, consultado el 2 de octubre de 2017)
143
6HJ~Q HO 'LFFLRQDUL GH OD /OHQJXD &DWDODQD GHO ,QVWLWXW G¶(VWXGLV &DWDODQV HO WpUPLQR xarnego significa
³LPPLJUDQWFDVWHOODQRSDUODQWUHVLGHQWD&DWDOXQ\DGLWGHVSHFWLYDPHQW´(OXVRGHHVWDSDODEUDVHGLIXQGLyHQORV
años cincuenta y sesenta del siglo pasado, cuando llegaron a Cataluña grandes oleadas de inmigrantes
SURFHGHQWHV GH ODV RWUDV UHJLRQHV GH (VSDxD +R\ FRPR H[SOLFD -RUGL 3XQWt DXQTXH ³QR V
XWLOLW]L REHUWDPHQW
tothom la segueix tenint al cap. Té més de quaranta anys i continua vigent i despectiva, sense canviar el seu
VHQWLW LQLFLDO´ HQ http://www.ara.cat/cultura/Jordi_Punti-Els_castellans_0_464354008.html, consultado el 2 de
octubre de 2017).

175
menos agradables del Raval (los que aún no han sufrido el proceso de esponjament que

muestra En construcción), y algunos barrios de Badalona y Santa Coloma de Gramenet, dos

municipios que forman parte del área metropolitana barcelonesa. Estas zonas marginales y

degradadas de la capital catalana, habitadas por pobres e inmigrantes, constituyen el escenario

principal de la película. La Barcelona retratada pRU ,xiUULWX SXHV HV XQD PHWUySROLV ³IHD´

RVFXUD \O~JXEUH UDGLFDOPHQWHRSXHVWD DOD FLXGDG³JXDSD´OXPLQRVD \ YDULRSLQWDGH Todo

sobre mi madre, /¶DXEHUJH HVSDJQROH y Vicky Cristina Barcelona. En dos secuencias de

Biutiful, en particular, el director mexicano subvierte la imagen turística de Barcelona basada

en el modernismo y en la mediterraneidad que construyen estos films: en la primera, la

Sagrada Família, el símbolo de la ciudad y su atracción más visitada, es convertida en una

visión terrible y amenazadora, que parece presagiar la muerte del protagonista (Fig. 37). Las

torres de la basílica de Gaudí, que se perfilan en un cielo oscuro y contaminado, recuerdan las

tres chimeneas de la central térmica de Sant Adrià de Besòs, que aparecen en otras escenas de

la película.144 En la segunda secuencia, una de las más impresionantes del film, el mar lleva a

la playa de la Barceloneta los cadáveres de unos inmigrantes chinos, convirtiendo así en una

visión de pesadilla la Barcelona mediterránea retratada por Almodóvar, Klapisch y Allen, y

exaltada por la propaganda municipal (Fig. 38).

Las primeras escenas de Biutiful ambientadas en la capital catalana nos introducen en el

que será el escenario principal de la película, o sea la Barcelona más pobre y marginal.

Siguiendo los desplazamientos de Uxbal, recorremos calles oscuras y sucias, rodeadas de

edificios viejos y deteriorados, y entramos en infraviviendas y en sótanos insalubres donde se

hacinan los inmigrantes clandestinos. Mientras que en las películas que hemos comentado en

144
La central térmica con sus tres chimeneas aparece también en varias escenas de The machinist (Brad
Anderson, 2004), un thriller psicológico rodado en los polígonos industriales de Badalona y Sant Adrià de Besòs
(utilizados para recrear el ambiente de una ciudad industrial norteamericana), en Petit indi (2009) del director
catalán Marc Recha, y en Els nens salvatges (2012) de Patricia Ferreira, un drama juvenil ambientado en la
Barcelona más marginal.

176
el capítulo anterior prevalecen las escenas rodadas en exteriores, Biutiful transcurre en gran

parte en interiores sombríos y claustrofóbicos, porque Iñárritu no está interesado en retratar

las bellezas arquitectónicas y paisajísticas de la capital catalana, sino los ambientes miserables

en que viven los inmigrantes. La metrópolis degradada, sórdida y gris donde se desarrollan las

secuencias iniciales contrasta con la Barcelona que aparece a continuación, la de La Rambla y

del passeig de Gràcia, donde la gente pasea, hace shopping o toma un aperitivo en las terrazas

de los bares. Sin embargo, Iñárritu no saca la mejor cara de la Ciudad Condal ni cuando filma

sus zonas más turísticas. De hecho, después de algunos breves planos en que retrata La

Rambla de los turistas, el director mexicano revela el lado menos agradable del paseo más

conocido de Barcelona, mostrando los inmigrantes africanos que venden copias de bolsos de

marca y dvds pirateados en las aceras, justo al lado de las tiendas más lujosas. Además, La

Rambla es el escenario de una larga y cruda secuencia en que la policía carga con violencia

contra los manteros senegaleses, persiguiéndolos hasta la plaça Reial. Por lo tanto, mientras

que en Todo sobre mi madre la presencia de los inmigrantes no comporta la escenificación de

conflictos urbanos, en Biutiful en cambio produce violentos contrastes que se manifiestan

abiertamente y conllevan la puesta en cuestión de la imagen turística de Barcelona exaltada

por Almodóvar. Si el director manchego representa la capital catalana según el tópico de la

³FLXGDG GH DFRJLGD´ R VHD FRPR XQD XUEH DELHUWD WROHUDQWH \ VROLGDULD GRQGH FRQYLYHQ

pacíficamente personas de lenguas y culturas diferentes, Iñárritu nos ofrece de ella una visión

radicalmente opuesta y marcada por un pesimismo sin salida. De hecho, en la Barcelona de

Biutiful los inmigrantes son rechazados y marginados en los suburbios, donde viven, trabajan

y mueren en condiciones inhumanas. No hay esperanza para ellos: morir es la única

alternativa a la explotación laboral o a la deportación. A medida que nos acercamos al final de

la película las muertes se multiplican: primero, a causa de una fuga de gas, mueren los

inmigrantes chinos encerrados en un sótano insalubre; luego, el mafioso que los explotaba es

177
asesinado por su amante; por último, después de una larga agonía, el protagonista muere de

cáncer. Así, mientras que las películas que hemos comentado en el capítulo anterior muestran

una Barcelona alegre y vital, Biutiful retrata la capital catalana como un lugar donde reinan el

dolor, la enfermedad y la muerte.

Resumiendo, Biutiful muestra la Barcelona compleja y conflictiva que se queda al

margen de las representaciones oficiales y permanece oculta en Todo sobre mi madre,

/¶DXEHUJH HVSDJQROH y Vicky Cristina Barcelona. A la ciudad modélica retratada por estas

películas y exaltada por el city marketing, Iñárritu contrapone una geografía urbana y humana

radicalmente opuesta. De hecho, Biutiful transcurre casi exclusivamente en los suburbios y en

las zonas marginales y degradadas de la Ciudad Condal que no figuran en las guías turísticas,

y sus protagonistas son los pobres y los inmigrantes, o sea los excluidos de la Barcelona

³JXDSD´,xiUULWXVXEYLHUWHODLPDJHQWXUtVWLFDGHODFDSLWDOFDWDODQDPRVWUDQGRXQD ciudad gris

y lúgubre, sin modernismo (excluyendo una aparición fugaz de la Sagrada Família) y sin

mediterraneidad. Además, Biutiful OH GD OD YXHOWD DO WySLFR GH %DUFHORQD FRPR ³FLXGDG GH

DFRJLGD´UHYHODQGRORVSUREOHPDVGHPDUJLQDFLyQ\GHH[SORWDFLyQGe los inmigrantes que se

RFXOWDQ EDMR HO ³PXOWLFXOWXUDOLVPR HVFpQLFR´ H[DOWDGR SRU Todo sobre mi madre y la

propaganda municipal.

178
Conclusiones

The worst thing is that when you finish the typewriter


GRHVQ¶WDSSODXG
Orson Welles

A lo largo de este trabajo hemos visto cómo desde sus orígenes el cine ha mantenido una

estrecha relación con la ciudad de Barcelona, documentando sus transformaciones sociales,

culturales y urbanísticas, e influyendo con sus imágenes en nuestra manera de percibir,

recordar e imaginar la capital catalana. Tras haber recorrido a través de una selección de

películas la historia de Barcelona desde 1896 ±fecha del primer film rodado en la ciudad±

hasta hoy, nos hemos centrado en dos períodos clave en la evolución de la fisonomía y de la

imagen de la capital catalana, y en cómo el cine los ha representado: el desarrollismo

franquista, que coincide con la larga alcaldía de José María de Porcioles (1957-1973), y el

período post-olímpico (1992-hoy). Hemos explicado que la Barcelona actual es el resultado

GHO OODPDGR ³PRGHOR %DUFHORQD´ XQ FRPSOHMR SURFHVR GH regeneración urbanística que se

inaugura durante la Transición y experimenta un desarrollo extraordinario a partir de 1986,

cuando la capital catalana es designada como sede de los Juegos Olímpicos de 1992. Las

Olimpíadas permitieron por un lado realizar rápidamente una serie de intervenciones

urbanísticas de gran alcance, como la rehabilitación del centro histórico y la apertura del

frente PDUtWLPR\SRURWURSURPRFLRQDUOD³QXHYD´%DUFHORQD\³SRQHUODHQHOPDSD´±según

una expresión popularizada por el alcalde Maragall± como destino atractivo para turistas e

inversores. Las Olimpíadas marcan un antes y un después no sólo en la historia de Barcelona,

sino también en su relación con el cine. En efecto, tras la regeneración urbanística, el éxito de

los Juegos y la puesta en marcha de una política de promoción específica, la capital catalana

179
se ha convertido en uno de los destinos turísticos más visitados del mundo, y también en un

escenario de rodaje muy atractivo para los cineastas españoles y extranjeros, como prueba el

gran número de películas que se han filmado en ella desde finales de los años noventa. Se ha

construido una nueva imagen turística de la ciudad en torno a dos ejes fundamentales: el

patrimonio arquitectónico PRGHUQLVWD UHYDORUL]DGR PHGLDQWH OD FDPSDxD ³%DUFHORQD SRVD¶W

JXDSD´\ODPHGLWHUUDQHLGDG reconquistada gracias a la transformación del frente marítimo.

A estos elementos se asocian una serie de valores que connotan positivamente la capital

catalana (modernidad, multiculturalismo, tolerancia, cosmopolitismo, alegría, sensualidad).

Además, para que la imagen de la ciudad resulte siempre atractiva se ocultan los elementos

negativos que podrían perjudicar su encanto: los lugares marginales y degradados, las

tensiones y los conflictos sociales que agitan el tejido urbano, y también los fenómenos que el

turismo fomenta y agudiza, como por ejemplo la gentrificación de los centros históricos y la

especulación inmobiliaria. Es así que el Ajuntament, el Consorci Turisme de Barcelona y

algunos medios de comunicación han promovido una representación idealizada de la capital

catalana que se vende a turistas e inversores como si se tratara de un producto comercial: la

llaPDGD³PDUFD %DUFHORQD´(QORV~OWLPRVDxRVDODSURPRFLyQGHODFDSLWDOFDWDODQDFRPR

marca en el mercado mundial ha contribuido también el cine, convertido en instrumento de

city marketing, como demuestra la implicación del Ajuntament y de la Generalitat en la

financiación de la película Vicky Cristina Barcelona, concebida como un spot o un

infomercial para publicitar la capital catalana en el mercado turístico mundial. Frente a la

Barcelona turística que las instituciones y el city marketing se esfuerzan constantemente en

³SRQHU JXDSD´ SDUD DWUDHU WXULVWDV H LQYHUVRUHV HVWi OD FLXGDG UHDO VLQ PDTXLOODMH con sus

defectos y sus contradicciones. Una ciudad donde aumentan los niveles de miseria y de

marginación, donde se derriban los barrios que no encajan en los proyectos de la

administración y de los especuladores, expulsando a sus habitantes, y donde se convierten

180
zonas enteras en parques temáticos para turistas y ciudadanos ricos. Por lo tanto, hemos

subrayado que hoy coexisten, de forma cada vez más conflictiva, dos Barcelonas: la de la

³PDUFD %DUFHORQD´ R VHD OD FLXGDG-fashion modernista y mediterránea que se vende en el

mercado global, y su reverso oscuro, que consiste en la Barcelona real, una metrópolis

atravesada por profundas tensiones sociales, culturales y urbanísticas.

Partiendo de estas consideraciones, a lo largo de nuestra investigación hemos visto a

través de una selección de películas cómo el cine ha conseguido retratar la doble cara de la

capital catalana. Hemos distinguido a grandes rasgos dos maneras básicas de representar

cinematográficamente la Barcelona post-olímpica: la primera utiliza la iconografía oficial a

base de modernismo y mediterraneidad y elimina de la imagen de la ciudad cualquier aspecto

indeseable para el espectador, conWULEX\HQGRDVtDUHIRU]DUOD³PDUFD%DUFHORQD´ODVHJXQGD

ofrece una mirada más crítica sobre la capital catalana, revelando los problemas que la afligen

(especulación, gentrificación, inmigración) y retratando los barrios marginales y las duras

condiciones en que viven sus habitantes. Para ilustrar la primera modalidad de representación

cinematográfica de Barcelona hemos escogido Todo sobre mi madre (1999) del español Pedro

Almodóvar, /¶DXEHUJH HVSDJQROH (2002) del francés Cédric Klapisch y Vicky Cristina

Barcelona (2008) del norteamericano Woody Allen. Estas tres películas retratan una ciudad

idealizada, que no presenta ninguna de las tensiones sociales, culturales y urbanísticas que

caracterizan la Barcelona post-olímpica. Una ciudad top-model que enseña al espectador (y

potencial turista) su cara más guapa y seductora, y oculta bajo el maquillaje los elementos

desagradables que podrían perjudicar su atractivo. En efecto, hemos visto que Almodóvar,

Klapisch y Allen retratan los monumentos y los sitios sobresalientes de Barcelona, sin mostrar

casi nunca los lugares degradados o la verdadera población de la capital catalana, formada

también por pobres, marginados e inmigrantes. Así haciendo, construyen una imagen turística

de la ciudad que parece salida de la antigua Guía Azul que Roland Barthes criticaba por

181
³UHGXFLUODJHRJUDItDDODGHVFULSFLyQGHXQPXQGR PRQXPHQWDO´HQTXH³ODKXPDQLGDG  

GHVDSDUHFHHQSURYHFKRH[FOXVLYRGHVXVPRQXPHQWRV´ -107). Esta imagen, como apunta

Barthes, no responde a ninguna de las preguntas que el lector, o en nuestro caso el espectador,

SXHGH SODQWHDUVH VREUH ³XQ SDLVDMH UHDO TXH H[LVWH´   $GHPiV KHPRV subrayado que

Almodóvar, Klapisch y Allen representan Barcelona utilizando también algunos de los

tópicos sobre la ciudad o sobre España que pertenecen a su propia cultura: el primero la

retrata desde el SXQWRGHYLVWDGHORVHVSDxROHVRVHDFRPR³FDSLWDOGHODPRGHUQLGDG´IUHQWH

a un Madrid más WUDGLFLRQDOLVWD \ FRQVHUYDGRU ³FLXGDG GH DFRJLGD´ \ ³FLXGDG GH ORV

pURVWtEXORV´HOVHJXQGRODDVRFLDD los tópicos de la españolidad (mar, sol, playa, fiesta) que

caracterizan la visión estereotipada de España que tienen muchos franceses, y también los

estudiantes Erasmus; el último la convierte en un compendio de los lugares comunes sobre

España (tapas, guitarras, patios sevillanos, los personajes de Don Juan y Carmen) que forman

parte del imaginario de los norteamericanos.

Para ilustrar la segunda manera de representar cinematográficamente la ciudad post-

olímpica, hemos escogido En construcción (2001) del catalán José Luis Guerín y Biutiful

(2010) del mexicano Alejandro González Iñárritu. Estas dos películas muestran la otra cara de

la Barcelona post-olímpica que permanecía oculta en los filmes de Almodóvar, Klapisch y

Allen. En ellas la Barcelona top-model aparece sin maquillaje, revelando sus imperfecciones y

sus contrastes. De hecho, Guerín e Iñárritu dejan de lado la ciudad modernista y mediterránea

de Todo sobre mi madre, /¶DXEHUJH HVSDJQROH y Vicky Cristina Barcelona para retratar los

suburbios y los barrios degradados donde viven los excluidos de la Barcelona-fashion

(pobres, marginados, inmigrantes), y documentar algunos de los problemas que afectan a la

capital catalana (especulación, gentrificación, inmigración, pobreza). De esta manera,

construyen una imagen de Barcelona que, a causa de la ausencia casi total de monumentos y

sitios sobresalientes, es difícilmente reconocible para quien no conoce a fondo la ciudad, pero

182
que al mismo tiempo resulta mucho menos reductora que aquella de las representaciones

oficiales. Concluyendo, a lo largo de esta investigación hemos visto cómo el cine consigue

retratar desde distintos puntos de vista la realidad compleja, problemática y contradictoria de

la Barcelona postolímpica. Las películas que hemos analizado muestran dos ciudades,

antitéticas pero al mismo tiempo complementarias, que conviven de forma cada vez más

conflictiva: la Barcelona real, con su compleja geografía urbana y humana, y la Barcelona

idealizada, de la que se han expulsado muchos elementos urbanos y humanos que no encajan

en la ciudad atractiva pensada exclusivamente, como dice Miguel de Unamuno en sus

Andanzas y visiones españolas³SDUDODJDOHUtDSDUDDVRPEUDUDOIRUDVWHUR´ 1922: 153). En

1906, después de un viaje a la capital catalana, el escritor vasco describió Barcelona como una

ciudad bifronte:

Es innegable que Barcelona es una hermosa ciudad, a lo menos por fuera, en su

atavío y ornato de ropaje (...) Fachadas no faltan en Barcelona, y hasta podría

decirse que es la ciudad de las fachadas. La fachada lo domina todo y casi todo es

allí fachadoso, permítaseme el voquible. Y en esta espléndida ciudad, de

magníficas fachadas, que parecen construidas para asombrar y deslumbrar a los

visitantes y huéspedes, el tifus hace estragos por falta de un buen sistema de

desagüe. Y ello se comprende: las fachadas se ven, desde luego; el alcantarillado

no (1950: 398).

Las palabras de Unamuno ilustran, una vez más, el contraste entre una ciudad que las

autoridades y el city marketing ³SRQHQJXDSD´GHFDUDDWXULVWDVinversores y ciudadanos de

elevado poder adquisitivo, y la ciudad pobre y marginal que se trata de silenciar y mantener

183
invisible. El cine puede rehuir la realidad, limitándose a mostrar una Barcelona ³IDFKDGRVD´R

puede encararse a ella, revelando lo que la ciudad escoQGHEDMR³VXDWDYtR\RUQDWRGHrRSDMH´

184
Imágenes

Figura 1. La forma della città HQFXDGUH TXH PXHVWUD OD FLXGDG GH2UWHHQ VX ³IRUPD
SHUIHFWDDEVROXWD´

Figura 2. La forma della città: encuadre que muestra los edificios modernos situados fuera
de las murallas de Orte.

185
Figura 3. The Cheetah Girls 2. Palau Dalmases (Barcelona).

Figura 4. The Cheetah Girls 2. La Rambla (Barcelona).

186
Figura 5. The Cheetah Girls 20XVHX1DFLRQDOG¶$UWGH&DWDOXQ\D %DUFHORQD 

Figura 6. The Cheetah Girls 2. Park Güell (Barcelona).

187
Figura 7. The Cheetah Girls 2. Passeig del Born (Barcelona).

188
Figura 8. Mapa de Barcelona que muestra la elipsis espacial en The Cheetah Girls 2.

Leyenda

A: Palau Dalmases
B: La Rambla
C: Museu NaciRQDOG¶$UWGH&DWDOXQ\D
D: Park Güell
E: Passeig del Born.

189
Figura 9. Place des Cordeliers à Lyon (Auguste y Louis Lumière, 1895). En la imagen,
uno de los primeros tranvías a tracción animal.

Figura 10. En Die straße (Walter Grune, 1923) la ciudad es una entidad hostil que parece
acechar al protagonista.

190
Figura 11. Spencer Tracy, en el papel de un hombre anuncio, y Loretta Young, en el de
una desempleada, en la hooverville de 0DQ¶VFDVWOH (Frank Borzage, 1933).

Figura 12. En Scarface (Howard Hawks, 1932) la ciudad es un lugar peligroso donde la
muerte está a la vuelta de la esquina.

191
Figura 13. 'HX[RXWURLVFKRVHVTXHMHVDLVG¶HOOH (Jean-Luc Godard, 1967). En el fondo,
los bloques-colmena del barrio La Cité des Quatre Mille del municipio de La Courneuve,
en la periferia de París.

Figura 14. La Villa Arpel de Mon Oncle (Jacques Tati, 1958) es una parodia de la machine
à habiter lecorbuseriana.

192
Figura 15. Los bloques de viviendas de inspiración lecorbusierana del Alton Estate, en el
barrio suburbano de Roehampton (Londres), en Fahrenheit 451 (François Truffaut, 1966).

Figura 16. A Clockwork Orange (Stanley Kubrick, 1971). En el fondo, los bloques de
estilo brutalista del Thamesmead South Housing Estate, en el sureste de Londres.

193
Figura 17. Vida en sombras (1948). Carlos filma los enfrentamientos en las
calles de Barcelona el día de la sublevación militar.

Figura 18. La primera película rodada en Barcelona: Déchargement d¶un navire


(1896) de Alexandre Promio

194
Figura 19. El passeig de Gràcia a principios del siglo XX en Barcelona en tramvia
(1909) de Ricard de Baños.

Figura 20. Reportaje del movimiento revolucionario en Barcelona (1936).

195
Figura 21. The Passenger (1975). La fachada de La Pedrera.

Figura 22. The Passenger (1975). La azotea de La Pedrera.

196
Figura 23. La Barcelona "informal" en Los Tarantos (1963).

Figura 24. Cartel de propaganda del Partido Nacional Escocés (SNP), ca. 1982.

197
Figura 25. Portada de The Village Voice del 26 de octubre de 2004.

Figura 26. Portada de The Economist del 1 de noviembre de 2003.

198
Figura 27. Viñeta satírica de Giannelli en la portada del Corriere della sera del 7
de diciembre de 2011.

Figura 28. Cartel de protesta contra Goldman Sachs, realizado por la artista y
activista de Occupy Wall Street Molly Crabapple, septiembre de 2011.

199
Figura 29. ¿Franco o Drácula? Portada de ABC del 21 de noviembre de 1975.

Figura 30. El alcalde de Barcelona José María de Porcioles ataviado de vampiro


en la portada del libro Los negocios de Porcioles (1974) de Jesús Ynfante.

200
Figura 31. Vampir (1989), poema visual de Joan Brossa.

Figura 32. 5HFRUGG¶XQPDOVRQ (1989) de Joan Brossa. Es curioso notar que en las
películas y novelas de terror la decapitación es precisamente uno de los métodos
utilizados para matar a los vampiros.

201
Figura 33. Contrafigura olímpica (1992), poema visual de Joan Brossa.

Figura 34. Todo sobre mi madre (1999). Manuela y Rosa conversan sentadas en un banco situado en el
carrer Allada Vermell, en el barrio de La Ribera.

202
Figura 35. L'auberge espagnole (2002). Un panorama de Barcelona acompaña el momento en que
Xavier y Anne Sophie hacen el amor.

Figura 36. L¶auberge espagnole (2002). Xavier y Anne Sophie pasean por un Raval en
plena transformación.

203
Figura 37. En Biutiful (2010), la Sagrada Família aparece como una visión terrible y
amenazadora.

Figura 38. Biutiful (2010). Iñárritu convierte la Barcelona post-olímpica en una visión de
pesadilla.

204
Bibliografía

$FHELOOR -RVHS $QWRQL ³(O SURJUHVLYR FDPELR GH HVFDOD HQ ODV LQWHUYHQFLRQHV XUEDQDV GH

Barcelona (1980- ´Urbanismo 17 (1992): 10-25.

Acevedo-Muñoz, ErnesWR 5 ³7KH %RG\ DQG 6SDLQ 3HGUR $OPRGyYDU¶V $OO $ERXW 0\

0RWKHU´Quarterly Review of Film and Video 21 (2004): 25-38.

Alberti, Rafael. La arboleda perdida, 2 Tercero y cuarto libros (1931-1987). Madrid: Alianza

Editorial, 1998.

Alibes, Josep Maria et al. La Barcelona de Porcioles. Barcelona: Laia, 1975.

$PDJR 6DPXHO ³7RGR VREUH %DUFHORQD 5HILJXULQJ 6SDQLVK ,GHQWLWLHV LQ 5HFHQW (XURSHDQ

&LQHPD´Hispanic Research Journal, Vol. 8, 1 (2007): 11-25.

Amorós, Andrés y José María Díez Borque (eds). Historia de los espectáculos en España.

Madrid: Castalia, 1999.

$ULFy *LXVHSSH -RVp $QWRQLR 0DQVLOOD \ 0DUFR /XFD 6WDQFKLHUL ³(O OHJDGR SRUFLROLVWD

Extracción de rentas, dinastías de poder y desplazamiento de clases populares en las

políticas urbanísticas de la %DUFHORQD FRQWHPSRUiQHD´ Working Paper Series

Contested_Cities. Serie IV-3B, artículo 3-512.

$UUR\R)UDQFHVF³/D%LHQDOGH9HQHFLDSUHPLDODDUTXLWHFWXUDGH%DUFHORQD´El País. N.p.

8 de setiembre de 2002. Web. 22 de setiembre 2017.

https://elpais.com/diario/2002/09/08/cultura/1031436005_850215.html

Arrufat, Antón. Virgilio Piñera: entre él y yo. La Habana: Unión, 1994.

Badenas, Miquel. (O 3DUDOÂOHO KLVWzULD G¶XQ PLWH 8Q EDUUL GH GLYHUVLy L G¶HVSHFWDFOHV D

Barcelona. Lleida: Pagès editors, 1998.

Baedeker, Karl. Spain and Portugal: Handbook for Travellers. Leipzig: Karl Baedeker, 1898.

205
Balaguer, Víctor. Guia de Barcelona á Tarrasa, por el ferro-carril. Barcelona: Imprenta

Nueva, de Jaime Jepús y Ramon Villegas, 1857.

%DOLEUHD 0DUL 3D] ³%DUFHORQD 'HO 0RGHOR D OD 0DUFD´ -HV~V &DUULOOR \ ,JQDFLR (VWHOOD

Noriega (eds). Desacuerdos 3. Sobre Arte, Políticas y Esfera Pública en el Estado

Español. Barcelona: Arteleku-MACBA-Universidad Internacional de Andalucia, 2005.

263-67.

±±±. ³(O µPRGHOR %DUFHORQD¶ GH cool Britannia a London 2012´ Josep Maria Montaner,

Fernando Álvarez y Zaida Muxí (eds). Archivo crítico modelo Barcelona 1973-2004.

Barcelona: Ajuntament de Barcelona, Departament de Composició Arquitectònica de

O¶(76$%-UPC, 2011. 248-53.

%DOOy -RUGL ³8Q IDQWjVWLF SODWy QDWXUDO´ Barcelona, Metrópolis Mediterránia 6 (octubre-

diciembre 1987): 91-95.

Baños, Ramon de. Un pioner del cinema cDWDOjDO¶$PD]zQLD. Barcelona: Ixia, 1991.

Barber, Stephen. Projected Cities: Cinema and Urban Space. Londres: Reaktion Books,

2004.

³%DUFHORQDVHDEUHDO0HGLWHUUiQHR´La Vanguardia (15/03/1991): 20.

%DVWDUGHV (QULF ³(QWUHYLVWD D 3DVTXDO 0DUDJDOO µGH la ciutat dels prodigis a la ciutat del

IXWXU¶´/¶2SLQLy6RFLDOLVWD. Revista política i de pensament 5 (1987): 87-100.

%DWOOH -RUGL ³/D OOXP GH +ROO\ZRRG HQ WHPSV RPEUtYROV´ Barcelona Metrópolis

Mediterránia 6 (1987): 64-68.

Baudelaire, Charles. El pintor de la vida moderna. Murcia: Colegio Oficial de Aparejadores y

Arquitectos Técnicos, 1995.

±±±. Pequeños poemas en prosa. Barcelona: Bosch, 1987.

Bazin, André. ¿Qué es el cine?. Madrid: Rialp, 1990.

206
%HQDFK1~ULD³/DUHLQYHQFLyQGHODFLXGDGHQXQFRQWHQWRJOREDOPHUFDQWLOL]DGR´0DUFHOR

Martínez Hermida (ed.). Ciudad y comunicación. Madrid: Editorial Fragua, 2010. 109-

22.

Benguerel, Xavier. 0HPzULDG¶XQH[LOL. Barcelona: Edicions 62, 1982.

%HQMDPLQ:DOWHU³2Q6RPH0RWLIVLQ%DXGHODLUH´Selected Writings, Volume 4, 1938-1940.

Walter Benjamin. Harvard: Harvard University Press, 2003. 313-55.

±±±. The Arcades Project. Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1999.

±±± ³7KH :RUN RI $UW LQ WKH $JH RI ,WV 7HFKQRORJLFDO 5HSURGXFLELOLW\ 7KLUG 9HUVLRQ´

Selected Writings, Volume 4, 1938-1940. Walter Benjamin. Harvard: Harvard

University Press, 2003. 251-83.

Berman, Marshall. Todo lo sólido desvanece en el aire: la experiencia de la modernidad.

Madrid: Siglo XXI de España Editores, 1988.

Biutiful. Dir. Alejandro González Iñárritu. Prod. Menageatroz, Mod Producciones, Focus

Features, Televisión Española (TVE), Televisió de Catalunya (TV3), Ikiru Films, Cha

Cha Chá Films. España y México, 2010, 148 min.

%ODVFR-RVp$QWRQLR³,QWHUYHQLUHQODFLXGDGFRQVROLGDGD/D9LOOD2OtPSLFDGH%DUFHORQD´

Urban Networks, n.p. 20 de mayo de 2012. Web. 7 de noviembre de 2017. http://urban-

networks.blogspot.it/2012/05/intervenir-en-la-ciudad-consolidada-la.html#more

%RKLJDV2ULRO³/RVHTXLSDPLHQWRVGHORVDxRVRFKHQWD´0DULQD3DOj\2OJD6XELUyV HGV 

Barcelona contemporánea, 1856-1999 %DUFHORQD &&&% H ,QVWLWXW G¶(GLFLRQV GH OD

Diputació de Barcelona, 1996.

±±±. Reconstrucción de Barcelona. Madrid: MOPU, 1986.

Borja, Jordi. Barcelona, un modelo de transformación urbana, 1980-1995. Quito: Programa

de Gestión Urbana, 1995.

±±±. Luces y sombras del urbanismo de Barcelona. Barcelona: UOC, 2010.

207
%RXMXW 0LFKHO ³&LQpPDV YLOOHV RXYHUWHV´ )UDQoRLV 1LQH\ \ )UDQoRLV %DUUp HGV  Visions

8UEDLQHV9LOOHVG¶(XURSHjO¶écran. París: Centre Georges Pompidou, 1994.

Bruno, Giuliana. Atlas of emotion: journeys in art, architecture, and film. Londres y Nueva

York: Verso, 2002.

Busquets, Joan. Barcelona: la construcción urbanística de una ciudad compacta. Madrid:

MAPFRE, 1992.

Butler, Christopher. Early Modernism: Literature, Music and Painting in Europe, 1900-1916.

Oxford: Clarendon Press, 1994.

&DEDOOp)UDQFHVF³'HVDSDUHFHHOEDUULRGH,FDULDQDFHOD9LOD2OtPSLFD´Biblio 3W. Revista

Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales XV, 895 (9). 5 de noviembre de 2010.

http://www.ub.edu/geocrit/b3w-895/b3w-895-9.htm

Candel, Francisco. Els altres catalans. Barcelona: Edicions 62, 1964.

±±±. Han matado a un hombre, han roto un paisaje. Barcelona: José Janés, 1959.

&DSDUUyV /HUD -RVp 0DUtD ³%DUFHORQD HVFHQDULR \ SURWDJRQLVWD GH SHOtFXODV´ Ciudades

europeas en el cine. M. Gloria Camarero Gómez (ed.). Ciudades europeas en el cine.

Madrid: Akal, 2013. 47-65.

±±±. (OFLQHHVSDxROGHODGHPRFUDFLDGHODPXHUWHGH)UDQFRDO³FDPELR´VRFLDOLVWD -

1989). Barcelona: Anthropos, 1992.

±±±. Historia crítica del cine español (desde 1897 hasta hoy). Barcelona: Ariel, 1999.

Caparrós Lera, José María et al. El cine en Cataluña: una aproximación histórica. Barcelona:

Promociones y Publicaciones Universitarias, 1993.

Capel, Horacio. El modelo Barcelona: un examen crítico. Barcelona: Ediciones del Serbal,

2005.

&DUGRQD$UQDX5RVD³/DUHFXSHUDFLyQGHODYHUVLyQSDUDHOPHUFDGRDOHPiQGHLa secta de

los misteriosos $OEHUWR0DUUR ´Secuencias 26 (2013): 66-80.

208
Carrière, Jean-Claude. /HILOPTX¶RQQHYRLWSDV. París: Plon, 1996.

Carroll, Noël. The Philosophy of Horror or Paradoxes of the Heart. New York: Routledge,

1990.

&DVDV(QULF³6RPXQDPDUFDS~EOLFDYDORUDGDSHOVFLXWDGDQV´(QULF&DVDVet al. Barcelona

comunica 2000-2003. Barcelona: Actar/Ajuntament de Barcelona, 2003.

&DVHOODV $QWzQLD ³/DV OLPLWDFLRQHV GHO µPRGHOR %DUFHORQD¶ 8QD OHFWXUD GHVGH 8UEDQ

5HJLPH$QDO\VLV´'RFXPHQWVG¶$QjOLVL*HRJUjILFD 48 (2006): 61-81.

&DVWHOODQRV-RUGL³%DUFHORQDODVWUHVFDUDVGHOHVSHMRGHO%DUULR&KLQRDO5DYDO´Revista de

Filología Románica, anejo III (2002): 189-202.

Castells, Manuel. The City and the Grassroots: A Cross-Cultural Theory of Urban Social

Movements. Londres: Edward Arnold, 1983.

&DVWURGH3D]-RVp /XLV³&UX]DGD5HYROXFLyQ UHFRQFLOLDFLyQYLVLRQHV GHOD*Xerra en el

FLQH HVSDxRO GXUDQWH HO SULPHU GHFHQLR SRVEpOLFR´ Cine + Guerra Civil: nuevos

hallazgos: aproximaciones analíticas e historiográficas. José Luis Castro de Paz y

David Castro de Paz (eds). A Coruña: Universidade da Coruña, 2009.

Certeau, Michel de. La invención de lo cotidiano: artes de hacer. México: Universidad

iberoamericana, 1996.

Cervantes, Miguel de. El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Madrid: Casa

editorial Saturnino Calleja Fernández, 1605.

Charney, Leo y Vanessa Schwartz (eds). Cinema and the Invention of Modern Life. Berkeley

y Los Ángeles: University of California Press, 1995.

Chion, Michel. La audiovisión. Introducción a un análisis conjunto de la imagen y el sonido.

Barcelona: Paidós, 1993.

±±±. La toile trouée. París: EditLRQVGHO¶(WRLOH

209
&LHUYR -RDTXtQ ³$TXHOORV WLHPSRV GHO 3DUTXH GH OD &LXGDGHOD´ La Vanguardia

(05/07/1956): 15.

³&LQHPDPXWD+RUWD(VWXGLVD0DUWt&RGRODULDOFDUUHU$PLOFDU´Memòria dels barris.

N.p., 30 de octubre de 2013. Web. 19 de junio de 2017.

http://memoriadelsbarris.blogspot.it/2013/10/marti-codolar-al-cinema.html

Claver Esteban, José María. Luces y rejas: estereotipos andaluces en el cine costumbrista

español (1896-1939). Sevilla: Fundación Pública Andaluza Centro de Estudios

Andaluces, Consejería de la Presidencia e Igualdad, Junta de Andalucía, 2012.

Conley, Tom. Cartographic Cinema. Minneapolis: University of Minnesota Press, 2007.

Cortázar, Julio. Fantomas contra los vampiros multinacionales. Una utopía realizable.

México: Excelsior, 1975.

&XUU\5HQpH5³:RRG\$OOHQ¶V*UDQG6FKHPH7KH:KLWHQLQJRI0DQKDWWDQ/RQGRQDQG

%DUFHORQD´ 3HWHU - %DLOH\ \ 6DP % *LUJXV HGV  A Companion to Woody Allen.

Wiley-Blackwell, 2013. 277-293.

De Amicis, Edmondo. España: impresiones de un viaje hecho durante el reinado de Don

Amadeo I. Barcelona: Maucci, 1899.

De Lasa, Joan Francesc. El món de Fructuós Gelabert. Barcelona, Filmoteca de Catalunya,

1988.

DelgDGR0DQXHO³(OIRUDWGHODYHUJRQ\D´La Veu del Carrer 98 (2006): 11.

±±±. (ORJLGHOYLDQDQWGHO³PRGHO%DUFHORQD´DOD%DUFHORQDUHDO. Barcelona: Edicions de

1984, 2005.

±±±³(OPLHGRDOJXHWR RSRUTXpVHSURFXUDHYLWDUODFRQFHQWUDFLyQH[FHVLYDGHpobres en la

FLXGDG ´ Exceso y escasez en la era global: la nueva complejidad de la política, la

economía, el sujeto, la ciudad y el arte. Las Palmas: Obra Social de la Caja de Canarias,

2008. 133-53.

210
±±±. La ciudad mentirosa: fraude y miseria del modelo Barcelona. Madrid: Libros de la

Catarata, 2007.

±±±. ³/DIHVWLYDOLW]DFLyGHOHVSDLS~EOLF´. Barcelona contemporània 1856-1999. Palà, Marina

\ 2OJD 6XELUyV HGV  %DUFHORQD &&&% ,QVWLWXW G¶(GLFLRQV GH OD 'LSXWDFLy GH

Barcelona, 1996. 218.

Derakhshani, ManD\-HQQLIHU=DFKPDQ³µ8QHKLVWRLUHGHGpFROODJH¶The art of intercultural

LGHQWLW\DQGVHQVLYLW\LQ/¶$XEHUJH(VSDJQROH´Transitions. Journal of franco-iberian

studies vol. 1, 1, (2005): 126-39.

Díaz de Benjumea, Nicolás. Costumbres del universo, tomo 1. Barcelona: Librería de los

Señores Alou Hermanos, 1864.

'L*LDFRPR6XVDQ³µ9LFN\&ULVWLQD%DUFHORQD¶YLVWDSHUXQDDQWURSzORJD´Quaderns-e de

O¶,QVWLWXW&DWDOjG¶$QWURSRORJLD 11/2008a. http://www.antropologia.cat/quaderns-e-116

(consultado el 2 de octubre de 2017)

Dimendberg, Edward. Film Noir and the Spaces of Modernity. Cambridge, Mass.: Harvard

University Press, 2004.

'RPqQHFK-RDQGH'pX³$GpXD&KULVWRSKHU/HH´Núvol. N.p., 17 de junio de 2015. Web.

26 de diciembre de 2016. http://www.nuvol.com/opinio/adeu-a-christopher-lee

Domingo, Miquel y Maria Rosa Bonet. Barcelona i els moviments socials urbans. Barcelona:

Editorial Mediterrània, 1998.

Donald, James. Imagining the Modern City. Londres: Athlone Press, 1999.

Donald, Stephanie y John G. Gammack. Tourism and the Branded City. Film and Identity on

the Pacific Rim. Ashgate, 2007.

'¶2UV(XJHQLObra catalana completa, vol. 1. Barcelona: Editorial Selecta, 1950.

(LVHQVWHLQ 6HUJHL ³0DQLILHVWR GHO VRQLGR´ (Q Teoría y técnica cinematográficas. Madrid:

Rialp, 1989.

211
³(O EDUUDTXLVPR HQ OD %DUFHORQD GHO VLJOR ;;´ Lameva.barcelona. Web. 2 de agosto de

2017. http://lameva.barcelona.cat/barcelonablog/es/tu-ayuntamiento/el-barraquismo-en-

la-barcelona-del-siglo-xx

Elías, Francisco. Anatomía de un fantasma: historia clínica del cine español. Barcelona: obra

inédita, 1971.

Eliot, Thomas Stearns. 7KH DQQRWDWHG :DVWH /DQG ZLWK (OLRW¶V FRQWHPSRUDU\ SURVH. New

Haven, Conn.: Yale University Press, 2006.

En construcción. Dir. José Luis Guerín. Prod. Ovídeo TV S.A. España, 2001, 125 min.

(QJHOV)ULHGULFK³2XWOLQHRIDQDSSHDORIWKHJHQHUDOFRXQFLOWRWKHZHDYHUV¶DQGVSLQQHUV¶

WUDGH XQLRQV RI 0DQFKHVWHU IRU DVVLVWDQFH WR WKH VSDQLVK WH[WLOH ZRUNHUV¶ VWULNH´

Collected Works, vol. 22. Friedrich Engels y Karl Marx. Londres: Lawrence and

Wishart, 1986. 295-96.

(VFXU1~ULD³&LQHFRQWUDHOROYLGR/DSHOtFXODGH*XHUtQµ(QFRQVWUXFFLyQ¶UHYLYHHO%DUULR

&KLQRVHSXOWDGRSRUHO5DYDO´La Vanguardia, Vivir en Barcelona (06/11/2001): 1.

Espelt, Ramon. Ficció criminal a Barcelona 1950-1963. Barcelona: Laertes, 1998.

Expósito, Marcelo (ed.). Historias sin argumento: el cine de Pere Portabella. Valencia:

Ediciones de la Mirada y MACBA, 2001.

Fabre, Jaume y Josep Maria Huertas. Barcelona 1888- OD FRQVWUXFFLy G¶XQD FLXWDW

Barcelona: Publicacions de Barcelona, 1988.

±±± ³/D FLXWDW GXUDQWH HO IUDQTXLVPH´ Retrat de barcelona 2. García Espuche, Albert y

Teresa Navas (eds). Barcelona: CCCB y Ajuntament de Barcelona, 1995. 75-85.

Fanés, Fèlix. Pere Portabella. Avantguarda, cinema, política. Barcelona: Pòrtic, 2008.

)DYj0DULD³/DVDJD6DQDKXMDHOVSDOHWHVGH3RUFLROHV´Avui (14/11/2009): 7.

)HUQiQGH] /XLV 0LJXHO ³8QD ILJXUD GHVFRQRFLGD GHO HVSHFWiFXOR ILQLVHFXODU HVSDxRO HO

H[SOLFDGRU GH SHOtFXODV´ Literatura modernista y tiempo del 98: actas del congreso

212
internacional, Lugo, 17 al 20 de noviembre de 1998. Javier Serrano Alonso et al. (eds).

Santiago de Compostela: Universidad de Santiago de Compostela, 2000.

Ferrer Viana, Ferran. El paisatge urbà, un punt de trobada. Barcelona: Edicions Universitat

Barcelona, 2001.

±±± ³(O SDWULPRQLR GH OR FRWLGLDQR ³%DUFHORQD SRVD¶W JXDSD´ -RVHS 0DULD 0RQWDQHU

Fernando Álvarez y Zaida Muxí (eds). Archivo crítico modelo Barcelona 1973-2004.

Barcelona: Ajuntament de Barcelona, Departament de Composició Arquitectònica de

O¶(76$%-UPC, 2011. 196-201.

Ferro, Marc. Cine e Historia. Barcelona: Gustavo Gili, 1980.

Font, Domènec. Del azul al verde: el cine español durante el franquismo. Barcelona: Avance,

1976.

)RQW$OH[DQGUH³(OFLQHPDWyJUDI´Joventut (31/05/1906): 340-41.

Ford, Richard. A Hand-book for Travellers in Spain, vol. 1. Londres: John Murray, 1845.

Franco, Jesús. Memorias del tío Jess. Madrid: Suma de Letras, 2005.

)UHXG 6LJPXQG ³/R VLQLHVWUR´ Obras Completas VII. Sigmund Freud. Madrid: Biblioteca

Nueva, 1974.

*DOODKHU &DURO\Q ³$QWL-VWDWLVP´ Key Concepts in Political Geography. Carolyn Gallaher,

Carl Dahlman, Mary Gilmartin et al. (eds). Londres y Los Angeles: SAGE, 2009. 260-

272.

*iPLU $JXVWtQ ³/D FRQVLGHUDFLyQ GHO HVSDFLR JHRJUiILFR \ HO SDLVDMH HQ HO FLQH´ Scripta

Nova XVI, 403 (2012): s.p. Web. 26 de febrero de 2017.

http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-403.htm.

*HODEHUW )UXFWXyV ³$SRUWDFLRQHV D OD KLVWRULD GH OD FLQHPDWRJrafía española ( 1940- ´

Memorias de dos pioneros: Francisco Elias y Fructuós Gelabert. José María Caparrós

213
Lera (ed.). Barcelona: Centro de Investigaciones Literarias Españolas e

Hispanoamericanas, 1992.

Giedion, Sigfried. Espacio, tiempo y arquitectura: Origen y desarrollo de una nueva

tradición. Barcelona: Reverté, 2009.

*ODXEHU%LOO³0D\RURI%DUFHORQDVWDUVLQVHTXHOWR,QQHU+DUERU´The Baltimore Sun. N.p.

22 de junio de 1992. Web. 27 de octubre de 2017.

http://articles.baltimoresun.com/1992-07-22/sports/1992204203_1_maragall-

waterfront-spain

*yPH]%HUP~GH]GH&DVWUR5DPLUR³/DWUDQVIRUPDFLyQGHOFLQHVRQRURHQ(VSDxD -

1931). Los costHV HFRQyPLFRV´ 6S  :HE  GH PD\R GH 

http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc4q7v1

González López, Palmira. Els any daurats del cinema clàssic a Barcelona (1906-1923).

Barcelona: Institut del Teatre, 1987.

±±±³/RVTXLQFHSULPHURVDxRVGHOFLQHHQFDWDOXxD´Artigrama 16 (2001): 39-74.

±±±³/DOOHJDGDGHOFLQHD%DUFHORQD\ODVSULPHUDVVDODVGHSUR\HFFLyQ -1900). '¶DUW

5HYLVWDGHO'HSDUWDPHQWG¶+LVWzULDGHO¶$UW 21 (1995): 37-56.

Gorostiza, Jorge. Panorámicas urbanas: 50 películas esenciales sobre la ciudad. Barcelona:

Editorial UOC, 2016.

Goytisolo, José Agustín. Novísima oda a Barcelona. Barcelona: Lumen, 1993.

Goytisolo, Juan. Pájaro que ensucia su propio nido. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2001.

±±±. Señas de identidad. Madrid: Alianza, 1999.

*ULQGOD\ 0RUHQR $OHMDQGUR ³&LXGDGHV \ SXHUWRV´ Ciudades: Revista del Instituto

Universitario de Urbanística de la Universidad de Valladolid 11 (2008): 53-80.

GXDUQHU-RVp/XLV³2FDxD5HWUDW,QWHUPLWHQW´Els films de la Rambla. Web. 10 de julio de

2017. http://www.venturapons.cat/Castella/peli%20ocanya%20cast.html

214
*XEHUQ5RPiQ³(l cine sonoro (1930- ´Historia del cine español. Román Gubern et

al. (eds). Madrid: Cátedra, 1995.

±±±. El cine sonoro en la Segunda República, 1929-1936. Barcelona: Lumen, 1977.

±±±. Historia del cine, vol. 1. Barcelona: Lumen, 1973.

Guerín, José LuLV³(VSHFLDOEn construcción´Media (abril 2002).

Guillamet, Jaume. Història del periodisme: Notícies, periodistes i mitjans de comunicació.

Valencia: Publicacions de la Universitat de Valencia, 2003.

Guillén, Claudio. El sol de los desterrados. Literatura y exilio. Barcelona: Quaderns Crema,

1995.

Harvey, David. Paris, Capital of Modernity. Nueva York: Routledge, 2004.

±±± ³8UEDQ 3ODFHV LQ WKH µ*OREDO 9LOODJH¶ 5HIOHFWLRQV RQ WKH 8UEDQ &RQGLWLRQ LQ /DWH

7ZHQWLHWK &HQWXU\ &DSLWDOLVP´ World Cities and the Future of the Metropolis. Luigi

Mazza (ed.). Milán: Electa, 1988. 21-33.

±±±. The condition of postmodernity. Cambridge: Blackwell Publishers, 1989.

Hernández, Rubén. Pere Portabella. Hacia una política del relato cinematográfico. Madrid:

Errata naturae, 2008.

Hoover, Herbert. Public papers of the Presidents of the United States: Herbert Hoover;

Containing the public messages, speeches, and statements of the president. Washington,

D.C.: U.S. Government Printing Office, 1974.

Hughes, Robert. Barcelona. Barcelona: Anagrama, 1992.

±±±. Barcelona, the Great Enchantress. Washington: National Geographic Society, 2004.

±±±³3UHJyQGHOD)LHVWD0D\RUGHOD0HUFq´ Laxarxa. N.p., 15 de octubre de 2000.

Web. 17 de septiembre de 2017. http://www.laxarxa.com/altres/noticia/b-cataluna-y-

barcelona-vistas-por-robert-hughes-pregon-de-la-fiesta-mayor-de-la-merce-2000-b

215
Jacobs, Steven. The Wrong House: The Architecture of Alfred Hitchcock. Rotterdam: 010

Publishers, 2007.

Jardí, Enric. Rafael Barradas a Catalunya i altres artistes que passaren la mar. Barcelona:

Generalitat de Catalunya, 1992.

Jones, Ernest. On the nightmare. London: Hogarth press, 1931.

-RX/OXtV³'HUHFKRVKLVWyULFRV&RPSLODFLyQ\&yGLJR&LYLOXQDPLVPDOHJLWLPLGDG´-DGR

Boletín de la Academia Vasca de Derecho 21 (2011): 121-53.

-XOLDQD(QULF³/¶KRUDGHO3RUW9HOO´Barcelona Metròpolis Mediterrània 12 (1988): 80-83.

.DHV $QWRQ ³/HDYLQJ +RPH )LOP 0LJUDWLRQ DQG WKH 8UEDQ ([SHULHQFH´ New German

Critique 74 (Spring/Summer 1998): 179-92.

Kern, Stephen. The Culture of Time and Space, 1880-1918. With a new preface. Cambridge,

Mass.: Harvard University Press, 2003.

.RROKDDV5HP³7KH*HQHULF&LW\´¶0/;/. Rem Koolhaas, Hans Werlemann y Bruce

Mau. Nueva York: The Monacelli Press, 1995. 1248-64.

Kracauer, Siegfried. From Caligari to Hitler. A psychological history of the German film.

Princeton: Princeton UP, 2004.

Kracauer, Siegfried. Theory of film: The Redemption of Physical Reality. Nueva York: Oxford

University Press, 1960.

Kuleshov, Lev. Kuleshov on Film: Writings of Lev Kuleshov. Berkeley: University of

California Press, 1974.

³/D FRQVROLGDFLy GHO EDUUDTXLVPH 'HOV DQ\V TXDUDQWD DOV VHL[DQWD´ Barraques. N.p., 2008.

Web. 7 de julio de 2017. http://www.barraques.cat/ca/2-la-consolidacio-del-

barraquisme-anys-40-60.php

Ladd, Brian. Autophobia: love and hate in the automotive age. Chicago: University of

Chicago Press, 2008.

216
/¶DXEHUJH HVSDJQROH. Dir. Cédric Klapisch. Prod. Bac Films, Ce Qui Me Meut Motion

Pictures, France 2 Cinéma, Mate Films, Mate Producciones S.A., StudioCanal, Vía

Digital. España y Francia. 2002, 122 min.

Lamster, Mark. Architecture and Film. Nueva York: Princeton Architectural Press, 2000.

³/D0DUDYLOOD6DOyQ*R\D3DUDOāOHO&LQHPDWzJUDIL7HDWUH V- ´Barcelofília.

N.p., 28 de febrero de 2014. Web. 2 de mayo de 2017.

http://barcelofilia.blogspot.it/2014/02/la-maravilla-salon-goya-cinematograf-i.html

/HH &KULVWRSKHU ³&KULVWRpher Lee: Billy Wilder és el director més brillant amb qui he

WUHEDOODW´ Ara. N.p., 18 de agosto de 2013. Web. 20 de julio de 2017.

http://www.ara.cat/premium/cultura/Christopher-Lee-Billy-Wilder-

treballat_0_976702339.html

Letamendi, Jon y Jean-Claude Seguin. La cuna fantasma del cine español. Barcelona: CIMS,

1998.

±±±. Los orígenes del cine en Cataluña. Barcelona: Filmoteca de Catalunya, 2004.

LevaFR5RQDOG³,QWURGXFWLRQ´Kuleshov on Film: Writings of Lev Kuleshov. Lev Kuleshov.

Berkeley: University of California Press, 1974. 1-40.

Lynch, Kevin. The image of the city. Cambridge, Mass.: M.I.T. Press, 1990.

0DOGR 7HR ³%DUFHORQD HQ OD JORFDOLW]DFLy´ 8QLy WHPSRUDO G¶HVFULEHV HGV  Barcelona:

marca registrada. Un model per desarmar. Barcelona: Virus, 2004. 13-25.

Maragall, Joan. Obres completes. Obra castellana vol. 2. Barcelona: Selecta, 1961.

Maragall, Pasqual. /¶HVWDW GH OD FLXWDW -1990. DisFXUVRV GH EDODQo G¶DQ\ GH 3DVTXDO

Maragall i Mira, Alcalde de Barcelona. Barcelona: Ajuntament de Barcelona, 1991.

±±±. Urbanisme a Barcelona: Plans cap al 92. Barcelona: Ajuntament de Barcelona, 1988.

Marín, José María, Carme Molinero, y Pere Ysàs. Historia política de España. Madrid: Istmo,

2001.

217
Marsé, Juan. Si te dicen que caí. 2 vols. Madrid: Cátedra, 2010.

Martí, Francisco y Eduardo Moreno. Barcelona ¿a dónde vas?. Barcelona: Dirosa, 1974.

Marx, Karl. Capital. A critique of political economy. New York: The Modern Library, 1906.

0D\DNRYVNL9ODGLPLU³(OFLQHPDWyJUDIROHJLVODGRUGHXQDµPRGD¶HVWpWLFD´La vanguardia

en el cine. François Albera (ed.). En Albera, François Buenos Aires: Ediciones

Manantial, 2009. 201-03.

Mauri, Luis y Lluís Uría. La Gota malaia, una biografía de Pasqual Maragall. Barcelona:

Edicions 62, 1998.

0F1HLOO 'RQDOG ³%DUFHORQD 8UEDQ LGHQWLW\ -´ Arizona Journal of Hispanic

Cultural Studies 6 (2002): 245-61.

Mendes-)ORKU 3DXO ³7KH %HUOLQ -HZ DV &RVPRSROLWDQ´ Berlin Metropolis: Jews and the

New Culture, 1890-1918. Emily D. Bilski. Berkeley, Calif.: University of California

Press, 1999. 14-31.

0HWNHQ*QWHU³5HJDUGVVXUOD)UDQFHHWO¶$OOHPDJQH´Paris-Berlin. Rapports et contrastes

france-allegmagne 1900-1933. Marie-Laure Besnard-Bernadac y Günter Metken (eds).

París: Éditions du Centre Georges Pompidou/Éditions Gallimard, 1992. 26-39.

³0LOLX´³(OVFLQHV´De tots colors (19/02/1909): 116-18.

0LQGHQ0LFKDHO³7KHFLW\LQHDUO\FLQHPD Metropolis, Berlin and October´. Unreal City:

Urban Experience in Modern European Literature and Art. David Kelley y Edward

Timms (eds). Manchester: Manchester University Press, 1985. 193-213.

Mirbeau, Octave. La 628-E8. París: Éditions du Boucher, 2003.

Moix, Llàtzer. La ciudad de los arquitectos. Barcelona: Anagrama, 1994.

0RL[7HUHQFL³'H/D'LRVD2FDxD$6HEDVWLiQ(O0iUWLU´Els films de la Rambla. Web. 10

de julio de 2017. http://www.venturapons.cat/Castella/peli%20ocanya%20cast.html

218
0RQFO~V )UDQFLVFR -DYLHU ³(O µPRGHOR %DUFHORQD¶ ¢8QD IyUPXOD RULJLQDO" 'H OD

µUHFRQVWUXFFLyQ¶ D ORV SUR\HFWRV XUEDQRV HVWUDWpJLFRV - ´  Perspectivas

Urbanas/Urban Perspectives. 2003. Web. 23 de setiembre de 2017.

http://www.etsav.upc.es/personals/iphs2004/urbper/num03/art03-3.htm

0RQWDQHU -RVHS 0DULD ³/D HYROXFLyQ GHO PRGHOR %DUFHORQD - ´  -20. Jordi

Borja et al. Urbanismo en el siglo XXI: una visión crítica: Bilbao, Madrid, Valencia,

Barcelona %DUFHORQD 83& \ (VFROD 7qFQLFD 6XSHULRU G¶$UTXLWHFWXUD GH %DUFHORQD

2004.

0RWWHW -HDQ ³(OHPHQWRV SDUD XQD JHQHDORJtD GHO SDLVDMH HVWDGRXQLGHQVH - ´

Historia mundial del cine vol. 1, tomo 1. Gian Piero Brunetta (ed.). Madrid: Akal, 2011.

135-60.

Mumford, Lewis. The Culture of Cities. San Diego (Calif.): Harcourt Brace & Company,

1996.

Munsó Cabús, Joan. Els cinemes de Barcelona. Barcelona: Proa/Ajuntament de Barcelona,

1995.

0X[t=DLGD³/D9LOOD2OtPSLFDGH%DUFHORQDRHO3ODQGHOD5LEHUDUHYLVLWDGR´Josep Maria

Montaner, Fernando Álvarez y Zaida Muxí (eds). Archivo crítico modelo Barcelona

1973-2004. Barcelona: Ajuntament de Barcelona, Departament de Composició

$UTXLWHFWzQLFDGHO¶(76$%-UPC, 2011. 76-98.

Nadal, Jordi y Xavier Tafunell. Sant Martí de Provençals, pulmó industrial de Barcelona

(1847-1992). Barcelona: Columna, 1992.

3DJqV-RUGj9LFHQo³%DUFHORQDSRQWHJXDSD´Catalònia 17 (1990): 10-12.

Palou i Rubio, Saida. %DUFHORQDGHVWLQDFLyWXUtVWLFD8QVHJOHG¶LPDWJHVLSURPRFLyS~EOLFD.

Bellcaire G¶(PSRUGj(GLFLRQV9LWHOÂOD

219
±±±. ³/D FLXGDG ILQJLGD 5HSUHVHQWDFLRQHV \ PHPRULDV GH OD %DUFHORQD WXUtVWLFD´ Pasos.

Revista de turismo y patrimonio cultural vol. 4, 1 (2006). 13-28.

3DYORYLü 7DWMDQD Despotic Bodies and Transgressive Bodies. Spanish Culture from

Francisco Franco to Jesús Franco. Albany: SUNY Press, 2003.

Pomerance, Murray. Cinema and Modernity. New Brunswick: Rutgers University Press,

2006.

3RUWDEHOOD 3HUH ³+LVWzULHV VHQVH DUJXPHQW (QWUHYLVWD D 3HUH 3RUWDEHOOD´ Projeccions de

cinema 4 (2002): s. p.

±±±³1RFWXUQRDxR(QWUHYLVWDFRQ3HUH3RUWDEHOOD´Historias sin argumento: el cine de

Pere Portabella. Marcelo Expósito (ed.). Valencia: Ediciones de la Mirada y MACBA,

2001. 245-55.

±±±³6HVLyQFRQWLQXDRODUXWLQDGHODFRPRGDGRU´Historias sin argumento: el cine de Pere

Portabella. Marcelo Expósito (ed.). Valencia: Ediciones de la Mirada y MACBA, 2001.

121-41.

3HQ] )UDQoRLV ³)URP 7RSRJUDSKLFDO &RKHUHQFH WR &UHDWLYH *HRJUDSK\ 5RKPHU¶V The

$YLDWRU¶V:LIH DQG5LYHWWH¶VPont du Nord´Cities in Transition: the moving image and

the modern metropolis. Andrew Webber y Emma Wilson (eds). Londres: Wallflower

Press, 2008. 123-40.

±±±³7KH5HDO&LW\LQWKH5HHO&LW\7RZDUGVD0HWKRGRORJ\WKURXJKWKH&DVHRI Amélie´

The City and the Moving Image: Urban Projections. Richard Koeck y Les Roberts

(eds). Nueva York: Palgrave Macmillan, 2010.

Penz, François y Maureen Thomas (eds). &LQHPD  DUFKLWHFWXUH 0pOLqV 0DOOHW-Stevens,

multimedia. Londres: British Film Institute, 1997.

Penz, François y Andong Lu (eds). Urban cinematics: understanding urban phenomena

through the moving image. Bristol: Intellect, 2011.

220
3HQ] )UDQoRLV $LOHHQ 5HLG \ 0DXUHHQ 7KRPDV ³&LQHPDWLF 8UEDQ $UFKDHORJ\ 7KH

%DWWHUVHD &DVH´ )UDQoRLV 3HQ] \ 5LFKDUG .RHFN Cinematic Urban Geographies.

Nueva York: Palgrave Macmillan, 2017.

3pUH] 3HUXFKD -XOLR ³1DUUDFLyQ GH XQ DFLDJR GHVWLQR - ´ Historia del cine

español. Román Gubern (ed.). Madrid: Cátedra, 1995. 19-121.

Porter i Moix, Miquel. Història del cinema a Catalunya 1895-1990. Barcelona: Generalitat de

Catalunya, Departament de Cultura, 1992.

3RXQG(]UD³5HYLHZRI&RFWHDX¶Vµ3RHVLHV±¶´The Dial (1921): s.p.

Pozo Arenas, Santiago. La industria del cine en España: legislación y aspectos económicos

(1896-1970). Barcelona: Universitat de Barcelona, 1984.

3URPLR $OH[DQGUH ³&DUQHW GH URXWH´ Histoire du cinématographe. Guillaume-Michel

Coissac. París: Cinéopse/Gauthier-Villars, 1925.

3XLJL&DGDIDOFK-RVHS³(OJpQLGHORUGUHHFRQyPLFK´La Veu de Catalunya (26/04/1909):

3.

4XLQWDQDÈQJHO³,PDWJHFLQHPDLWXULVPH$OJXQHVFRQVWUXFFLRQVLPDJLQjULHVSHUDOGHVLJ´

Tour-ismes: la derrota de la dissensió: itineraris crítics. Barcelona: Fundació Antoni

Tàpies/Fòrum de les Cultures, 2004.

Rabinovitz, Lauren. Electric dreamland: amusement parks, movies, and American

modernism. New York: Columbia University Press, 2012.

5DPRQHGD-RVHS³(OHVSDFLRGHO FLQH´-RUGL%DOOy\$QGUpV +LVSDQR HGV  La ciutat dels

cineastes. Barcelona: Centre de Cultura Contemporània de Barcelona/Diputació de

Barcelona, 2001. 6-7.

³5HFRUG G¶XQ PDOVRQ´ Accions i territori. N.p., 13 de enero de 2013. Web. 21 de julio de

2017. https://accionsiterritori.com/2013/01/13/record-dun-malson

221
Resina, Joan Ramon. %DUFHORQD¶VYRFDWLRQRIPRGHUQLW\ULVHDQGGHFOLQHRIDQXUEDQLPDJH.

Stanford, Calif.: Stanford University Press, 2008.

5LEDOWD-RUJH³/DGLFWDGXUDGH)UDQFR-´Barcelona. La metropolis en la era de

la fotografia, 1860-2004. Jorge Ribalta (ed.). Barcelona: RM Verlag, 2016.

Riera, Carme. La Escuela de Barcelona. Barcelona: Anagrama, 1988.

Riera, Ignasi. Los catalanes de Franco. Barcelona: Plaza y Janés, 1998.

Rivera, David. Tabula rasa: el Movimiento Moderno y la ciudad maquinista en el cine (1960-

2000). Madrid: Fundación Diego de Sagredo, 2005.

5REHUWV/HV \-XOLD+DOODP³)LOPDQG6SDWLDOLW\2XWOLQHRID1HZ(PSLULFLVP´ Locating

the Moving Image: New Approaches to Film and Place. Les Roberts y Julia Hallam

(eds). Bloomington; Indianapolis: Indiana University Press, 2014. 1-30.

Rodoreda, Mercè. Obres completes. Barcelona: Edicions 62, 1984.

Roig, Montserrat y Xavier Miserachs. %DUFHORQDDYROG¶RFHOO. Barcelona: Edicions 62, 1987.

Roig, Montserrat. El temps de les cireres. Barcelona: Edicions 62, 1995.

±±±. Un pensament de sal, un pessic de pebre. Dietari obert 1990-1991. Barcelona: Edicions

62, 1992.

5RVHQEDXP -RQDWKDQ ³3HUH 3RUWDEHOOD´ Historias sin argumento: el cine de Pere

Portabella. Marcelo Expósito (ed.). Valencia: Ediciones de la Mirada y MACBA, 2001.

301-06.

Rovira, Josep Maria. La arquitectura catalana de la modernidad. Barcelona: Edicions de la

Universitat Politècnica de Catalunya, 1987.

Ruiz Bautista, Eduardo. Tiempo de censura: la represión editorial durante el franquismo.

Gijón: Trea, 2008.

Sánchez-Biosca, Vicente. Teoría del montaje cinematográfico. Valencia: Filmoteca de la

Generalitat Valenciana, 1991.

222
Sánchez Oliveira, Enrique. Aproximación histórica al cineasta Francisco Elías Riquelme

(1890 - 1977). Sevilla: Universidad de Sevilla, 2003.

6iQFKH]6DODV'DQLHO³/DILJXUDGHOH[SOLFDGRUHQORVLQLFLRVGHOFLQHHVSDxRO´Cuadernos

de la Academia 2 (Enero 1998): 73-84.

±±± ³Vida en sombras R OD SHOtFXOD GHO KHFKL]DGR´ El Espíritu del caos: representación y

recepción de las imágenes durante el franquismo. Laura Gómez Vaquero y Daniel

Sánchez Salas (eds). Madrid: Ocho y Medio, 2009.

Seguin, Jean-Claude. Alexandre Promio ou les énigmes de la lumière 3DUtV /¶+DUPDWWDQ

1998.

±±±. Pedro Almodóvar, o la deriva de los cuerpos. Murcia: Tres Fronteras, 2009.

Shiel, Mark. Hollywood cinema and the real Los Angeles. Londres: Reaktion Books, 2012.

Shiel, Mark y Tony Fitzmaurice. Screening the City. Londres: Verso, 2003.

6LPPHO *HRUJ ³/D PHWUySROLV \ OD YLGD PHQWDO´ Antología de sociología urbana. Mario

Bassols et al. (eds). México: Universidad Nacional Autónoma de México: 1988.

6LQJHU %HQ ³0RGHUQLW\ +\SHUVWLPXOXV DQG WKH 5LVH RI 3RSXODU 6HQVDWLRQDOLVP´ Cinema

and the Invention of Modern Life. Leo Charney y Vanessa Schwartz (eds). Berkeley y

Los Ángeles: University of California Press, 1995. 72-102.

6PLWK $QGUHZ ³&RQFHSWXDOL]LQJ &LW\ ,PDJH &KDQJH 7KH µ5H-,PDJLQJ¶ RI %DUFHORQD´

Tourism Geographies 7, 4 (2005): 398-423.

Sobrer, Josep 0LTXHO ³La gran encisera WKUHH RGHV WR %DUFHORQD DQG D ILOP´ Catalan

Review, XVIII, 1-2 (2004): 121-28.

Soldevila, Carles. /¶DUWG¶HQVHQ\DU%DUFHORQD%DUFHORQD/OLEUHVGHO¶ËQGH[

Sorlin, Pierre. European Cinemas, European Societies 1939-1990. Londres y Nueva York:

Routledge, 2004.

223
Soja, Edward W. Postmetropolis. Critical Studies of Cities and Regions. Oxford: Blackwell,

2000.

6XQ\HU5RJHU³£%DUFHORQDSRQWHIHD´Rogersunyer. N.p., 11 de octubre de 2016. Web. 2 de

octubre de 2017. http://www.rogersunyer.com/es/articulos/ciudades/barcelona-ponte-

fea/

7DLEEL0DWW³7KH*UHDW$PHULFDQ%XEEOH0DFKLQH´Rolling Stone 2009: n.p. Web. 20 Dec.

2016. http://www.rollingstone.com/politics/news/the-great-american-bubble-machine-

20100405

³7KH5R\DO*ROG0HGDO WKH&LW\RI %DUFHORQD´ Journal of Architecture 4, 3 (1999):

229-44.

Todo sobre mi madre. Dir. Pedro Almodóvar. Prod. El Deseo, Renn Productions, France 2

Cinéma, Vía Digital. España y Francia, 1999, 101 min.

7RRNH1\0%DNHU³6HHLQJLVEHOLHYLQJWKHHIIHFWRIILOPRQYLVLWRUQXPEHUVWRVFUHHQHG

locations´Tourism Management 17, 2 (1996): 87-94.

7RUUDV-RUGL³µ£$O'RUpDO'RUpKR\RQXQFD¶  ´La Vanguardia (21/07/1992): 34.

±±±³0HWURSROLWDQ&LQHPDZD\´La Vanguardia (10/03/1973): 49.

7RUUHOO-RVHS³3DUDLJQRUDUQRVPHQRV/DUHFRQVLGHUDFLyQGHO SDVDGRGXUDQWHODWUDQVLFLyQ´

Cuadernos de la Academia 6 (1999): 79-90.

Torres García, Joaquín. Universalismo constructivo. Madrid: Alianza, 1984.

Trías, Eugenio. Lo bello y lo siniestro. Barcelona: Seix Barral, 1982.

Truffaut, François. El cine según Hitchcock. Madrid: Alianza Editorial, 1974.

Turvey, Malcom. The Filming of Modern Life: European Avant-Garde Film of the 1920s.

Cambridge, Mass.: MIT Press, 2011.

Tusell, Javier. Historia de España en el siglo XX: Del 98 a la proclamación de la República.

Tomo 1. Madrid: Taurus, 1998.

224
Umbracle. Dir. Pere Portabella. Prod. Films 59. España, 1972, min. 85.

Vázquez Montalbán, Manuel. Barcelonas. Barcelona: Empúries, 1987.

Vertov, Dziga. El cine-ojo. Madrid: Fundamentos, 1973.

Vicky Cristina Barcelona. Dir. Woody Allen. Prod. The Weinstein Company, Mediapro,

Gravier Productions, Antena 3 Films, Antena 3 Televisión, Televisió de Catalunya

(TV3). España y Estados Unidos, 2008, min. 96.

Vigil y Vázquez, Manuel. Entre el franquismo y el catalanismo: con Picasso en medio.

Barcelona: Plaza & Janés, 1981.

Vila, Santiago. La escenografía: cine y arquitectura. Madrid: Cátedra, 1997.

Villain, Dominique. El encuadre cinematográfico. Barcelona: Paidós, 1997.

Villarroya, Joan. Els bombardeigs de Barcelona durant la guerra civil (1936 - 1939).

%DUFHORQD3XEOLFDFLRQVGHO¶$EDGLDGH0RQWVHUUDW

Voltaire. ¯XYUHVFRPSOqWHV de Voltaire VIII. París: Furne, 1835-38.

:HLKVPDQQ+HOPXW³&LQp-City Strolls: Imagery, Form, Language and Meaning of the City

)LOP´ Urban Cinematics: Understanding Urban Phenomena Through the Moving

Image. François Penz y Andong Lu (eds). Bristol: Intellect, 2011.

±±±³7KH&LW\LQ7ZLOLJKW&KDUWLQJWKH*HQUHRIWKHµ&LW\)LOP¶´Cinema & Architecture:

Méliès, Mallet-Stevens, Multimedia. François Penz y Maureen Thomas (eds). Londres:

BFI, 1997.

Welles, Orson. )LOPLQJ³2WKHOOR´. 1978. Film.

Wenders, Wim. The Act of Seeing: Essays and Conversations. Londres y Boston: Faber &

Faber, 1997.

³:LIUHG´ $QWRQL 5RYLUD L 9LUJLOL  ³/¶HGDW GHO FLQHPDWRJUDI´ /¶HVTXHlla de la Torratxa

(15/04/1910): 226.

225
Ynfante, Jesús. La prodigiosa aventura del Opus Dei. Génesis y desarrollo de la Santa Mafia.

París: Ruedo Ibérico.

=XQ]XQHJXL 6DQWRV ³3RUWDEHOOD H[WUDWHUULWRULDO´ Historias sin argumento: el cine de Pere

Portabella. Marcelo Expósito (ed.). Valencia: Ediciones de la Mirada y MACBA, 2001.

29-41.

226

También podría gustarte