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Exposicion Trabajo Final
Exposicion Trabajo Final
Exposicion Trabajo Final
SANTA MERAN
Fueron muchas las literaturas filosóficas que salieron a la luz pública durante
la dictadura de Trujillo, entre los cuales está el de Juan Francisco Sánchez, que
se publica en 1956: El pensamiento filosófico en Santo Domingo. La
Lógica de Andrés López Medrano.
Andrés Avelino García Solano publica su obra Metafísica Categorial en 1942,
antes de que Sartre publicara El Ser y la Nada en 1943, obra donde el filósofo
francés esboza por primera vez su teoría de la libertad. Juan Francisco
Sánchez confronta también públicamente al existencialismo con dos obras, una
de las cuales aparece aquí: «Sobre el existencialismo».
FILOSOFIA ACTUAL
YAQUIRA MONTILLA
2. Ontología del ser social: El filósofo dominicano Juan Bosch desarrolló una
ontología del ser social por naturaleza y que la sociedad es la fuente de su
existencia y desarrollo. Está ontología ha sido una influencia importante en la
filosofía latinoamericana y en la teoría crítica.
3. Filosofía política: Varios filósofos dominicanos han desarrollado una reflexión
crítica sobre la política y la democracia en el país. Entre ellos se encuentran
Manuel De Jesús Galván, quién escribió sobre la democracia y la participación
ciudadana en el siglo XIX, y Orlando Inoa, quien ha reflexionado sobre la
democracia y los derechos humanos en la era contemporánea.
Juan Bosch.
Un pensamiento auténtico, caribeño y latinoamericano El problema del derecho
a ser del pensamiento filosófico, social y político latinoamericano y caribeño no
constituye una simple cuestión de disquisiciones intelectuales, sino que tiene
profundas raíces ideológicas y está aparejado al reconocimiento de todo el
valor de la cultura latinoamericana. El pensamiento latinoamericano ha sabido
nutrirse de lo mejor que ha creado la filosofía, las ciencias, las artes, y otras
formas de pensamiento, ya sea político, jurídico, etc., con el fin de elevar al
hombre de estas tierras a planos superiores de realización, planos cada vez
más humanos, más solidarios y más productivos, que pueden dar paso a que
exista una verdadera autenticidad de la filosofía y un pensamiento
genuinamente americano. Sobre el tema Pablo Guadarrama plantea que lo
auténtico “debe ser considerado todo aquel producto cultural, material o
espiritual que se corresponda con las principales exigencias del hombre para
mejorar su dominio sobre sus condiciones de existencia en cualquier época
histórica y en cualquier parte, aun cuando ello presuponga la imitación de lo
creado por otros hombres” (Guadarrama, 1985, p. 60). En la historia universal
una filosofía ha sido original y auténtica cuando no ha planteado simplemente
ideas nuevas, sino cuando estas se han correspondido con las exigencias
históricas de su momento, en los diferentes planos, sociopolíticos, económicos,
ideológicos y científicos, y cuando ha sido capaz de crear y de transformar. La
mayoría de los investigadores burgueses de la filosofía latinoamericana
coinciden en señalar como elemento de su originalidad, la vocación
humanística de esta. El pensamiento filosófico en América Latina ha constituido
también, como en otras latitudes, un proceso de emancipación mental, de
superación de los mecanismos enajenantes que han tratado de anular al
hombre. Este pensamiento ha dialogado permanentemente con el pensamiento
de otras culturas, entre las que sobresale, naturalmente, la europea, pero no
exclusivamente con ella. En el desarrollo de la filosofía latinoamericana se ha
producido una permanente lucha por las ideas de corte humanista y
desalentadoras que a la larga se han impuesto contra las distintas formas de
conservadurismo y alienación. Estas han formado parte de la tradición del
pensamiento latinoamericano que se distinguen por el carácter emancipador y
por la función social progresista que han desempeñado (Larroyo, 1974, p. 56).
En esta línea ideológica se ubica el pensamiento de Juan Bosch, cuyo
quehacer intelectual se centra en la recuperación del ser dominicano, de su
identidad, a partir del ejercicio político y literario. El pensamiento social y
político de Bosch, de amplia vocación latinoamericana y caribeña, hunde sus
raíces en el quehacer intelectual de Hostos y Ureña, figuras puertorriqueña y
dominicana de indudable filiación americanista, antiimperialista y patriótica.
Juan Bosch, con su obra teórica y práctica, se empeñó en hacer de la
República Dominicana una nación de democracia y de libertad plena de los
hombres, a partir de un ideal que pretendía recuperar esos principios perdidos
por el pueblo dominicano, a raíz de la presencia de más de un gobierno como
el de Rafael L. Trujillo y de las intervenciones yanquis a las que fue sometida
en muchas ocasiones y que se aferraba a lo más progresista del pensamiento
dominicano