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Bibliatodo Diccionario
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1. m. Libro de los judíos que contiene las glosas y paráfrasis caldeas de la Escritura.
(a) El de Onquelos, que pudiera ser el más antiguo, sobre el Pentateuco. Es una versión muy fiel del
texto de la Torá, con paráfrasis sólo de algunos pasajes poéticos, como (Génesis 49:2) «Juntaos y
oíd, hijos de Jacob, Y escuchad a vuestro padre Israel». (Números 24:2) «y alzando sus ojos, vio a
Israel alojado por sus tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre él». (Deuteronomio 32:2) «Goteará
como la lluvia mi enseñanza; Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la
grama, Y como las gotas sobre la hierba». Los términos tradicionales reciben traducción moderna
(Ismaelita se transforma en árabe, etc.). Se plantea la cuestión de si Onquelos fue una persona real.
Ciertos indicios parecen militar en favor de una paternidad colectiva, en particular las afirmaciones
contradictorias del Talmud babilónico y del de Jerusalén. Según Schiller-Szinessy, Onquelos sería
sin embargo un personaje histórico que habría vivido a comienzos del siglo II d.C. El problema si-
gue en pie. Escrito en arameo palestino, esta obra parece haber recibido su forma definitiva en Babi-
lonia alrededor del siglo IV. Su autoridad fue grande entre los judíos, si se juzga por las frecuentes
citas que se hallan en el Talmud. Publicado en Bolonia por primera vez en 1482; A. Berliner publicó
una edición crítica (Berlín, 1884).
(b) El de Jonatán ben Uziel, que incluye los profetas y los libros históricos; es probablemente más
antiguo que el de Onquelos y se atribuye al mejor de los ochenta discípulos de Hillel (Talmud). Sin
embargo, su autenticidad es dudosa. Del hecho que utiliza el Targum de Onquelos para las citas del
Pentateuco, se puede estimar que recibió su forma definitiva en Babilonia a mediados del siglo IV.
Este targum ha gozado de gran autoridad en el seno del judaísmo. Fue impreso en 1517 en la Biblia
del Rabinato.
(c) Un targum samaritano del Pentateuco, en dialecto arameo samaritano, con términos bárbaros, y
del que faltan muchos capítulos (siglo VI).
(d) El Pseudo-Jonatán, sobre el Pentateuco, que tiene dos recensiones: el targum yerusalmi I (con el
Pentateuco completo), probablemente del siglo VII, y el targum yerusalmi II, muy incompleto. Im-
preso en Venecia en 1591.
(e) El targum de José el Ciego (o el Tuerto), sobre los Hagiógrafos (Job, Salmos, Proverbios). Pro-
bablemente una manipulación del texto siríaco de la Peschitto para Proverbios, una trad. del heb.
para ciertos salmos, y una paráfrasis para otros. De origen relativamente reciente.
(f) El targum de los Cinco Megilloth (rollos), comprendiendo Rut, Ester, Eclesiastés, Cantar de los
Cantares y Lamentaciones. Se poseen varias copias diferentes. Estos targumes no tienen demasiado
valor. El de Ester incluye muchas adiciones legendarias. Fecha: de los siglos XII a XIV. Impreso
por primera vez en la Biblia del Rabinato en 1517.
(g) El targum de las Crónicas, descubierto sólo en el siglo XVII en la biblioteca de Erfurt, donde ha-
bía quedado dentro de un ms. Impreso en el año 1680 y editado por Wilkins, en Cambridge, en
1715.
(l) Un targum de Jerusalén sobre los profetas, conocido sólo por una nota marginal del ms. 154 de
Kennicot. Un descubrimiento bastante reciente (1956) ha sido el del targum Neofiti, sobre el Penta-
teuco, una versión mayormente literal, aunque presenta numerosas paráfrasis al texto original. Su
gran importancia radica en el hecho de que procede del siglo I o II d.C., y que su arameo es el de
Galilea de tiempos del Señor.El valor de la literatura targúmica. A pesar de la gran libertad de inter-
pretación, los targumes, especialmente los de mayor antigüedad, y muy especialmente el Neofiti,
tienen un gran interés en cuanto al conocimiento de los problemas teológicos de los judíos desde el
siglo I a.C. al siglo II d.C.: la preexistencia de la Torá, la Angeología, el juicio, la resurrección y
cuestiones mesiánicas. El targum de Jonatán ben Uziel, indudablemente el más mesiánico de todos,
no presenta a Moisés sólo bajo el aspecto de un caudillo militar y victorioso, sino que también lo
concibe bajo el aspecto del hombre de dolores que deberá pasar por la muerte, y precursor del hijo
glorioso de David.
Basados en una tradición oral que, según los targumes, se remonta a un período variable entre el si-
glo II a.C. y el II d.C., no parecen poder aportar nada de utilidad a la crítica del texto masorético. Se
trata de versiones arameas frecuentemente defectuosas en las que el texto no se presenta más que en
raras ocasiones como una transcripción en el sentido clásico del término. Por lo general, los targu-
mes son paráfrasis, a excepción de la mayor parte del de Onquelos y de buena parte del Neofiti. Así,
no son de gran valor como testigos de la exactitud del texto heb. del AT. (véase TEXTO Y VERSIO-
NES CLÁSICAS DE LA BIBLIA.)
Bibliografía: Thomson, J. E. H.: «Targum», en ISBE, vol. V, PP. 2910-2914 (Wm. Eerdmans, Grand
Rapids, 1946); Díez Macho, A.: «Biblia vi, 4», en GER, vol. 4, PP. 174-176 (Rialp, Madrid, 1971).