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Monografia Ultima Edicion 29-9

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Instituto Modelo Ricardo Gutiérrez

Proyecto de investigación

“La ausencia del padre en la vida de un adolescente”

Autor: Toledo, Kevin Matías Nahuel

Tutora: Lic. Pomesano, Graciela Silvia

Materia: Proyecto de investigación en ciencias sociales

Curso: 6to año


Año 2022
1.1
1.2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Las familias fueron evolucionando a través del tiempo, hoy en día existen diferentes tipos de
estructuras de familias: nuclear, monoparental, compuesta, adoptiva, sin hijos, de personas
mayores, padres separados, homoparental, extensa, unipersonal y acogida. Para algunas
personas la familia se trata de un grupo de gente que comparten un espacio común y tienen
un vínculo de consanguinidad o afinidad, mientras que otros aseguran que no es necesario
que los integrantes de una familia vivan Juntos para que sea considerado una forma de
organización social.

El papel de los padres es el de formar y guiar a cada hijo partiendo de lo que es en la realidad,
para conducirle, a través de las diversas etapas de su desarrollo.

La figura paterna en la familia es sinónimo de seguridad, afecto, apoyo y, sobre todo, de


ejemplo en el crecimiento de los hijos. Hoy en día, satisfactoriamente, es más común el
involucramiento del padre en el desarrollo de sus hijos, especialmente en las actividades
cotidianas. Ello representa un beneficio inmensurable no sólo para los más pequeños, también
para los entornos familiares y en general, para toda sociedad, ya que la participación y
cercanía de los padres durante el crecimiento de sus hijos, contribuye en el desarrollo pleno
de sus capacidades afectivas, sociales y emocionales; un padre presente en la vida de sus
hijos es un gran aporte a una sociedad.

La figura del padre en el niño y el adolescente es importante porque el papá es el trasmisor de


la ley. El padre es quien indica el camino de la ética y hasta dónde debe o no llegar el hijo.

En el caso de niños menores de 10 años, el padre es el responsable de enseñarles a tomar una


distancia de la madre, pues el excesivo apego a la mamá puede ser perjudicial.

En el caso de los adolescentes, la figura paterna se encarga de enseñarles el camino del


enamoramiento, cómo tener cuidado con el exceso en el campo de la sexualidad y a ser
responsable.

La figura paterna aporta mucho a la construcción sana de la personalidad y sexualidad de los


hijos. Pero ¿qué sucede cuando el padre existe, pero nunca está presente?

Con frecuencia el padre es quien se hace ausente y la madre es quien se responsabiliza del
cuidado de los hijos. Generalmente la separación se debe a factores externos que se
manifiestan en el entorno social como: problemas en la salud, económicos, infidelidad, y
migración entre otros. Con frecuencia el padre se ausenta del hogar por las necesidades que
se presentan en el contexto, estos ya fueron mencionados, de tal forma se ve obligado a tomar
decisiones definitivas como: emigrar para darle a su familia una mejor calidad de vida, así
mismo el divorcio ya que la convivencia entre pareja suele ser insoportable y en otros casos,
el padre abandona todo tipo de responsabilidad alejándose a totalidad de los integrantes de la
familia.

Los hijos que crecen sin un padre presente se enfrentan a la figura del padre ausente y
consiste fundamentalmente en la falta de dedicación del padre a la educación de los hijos,
independientemente de si está presente dentro del hogar.
1.3 Interrogantes de la investigación

Preguntas generales

 ¿Qué es una familia?


 ¿Cómo se estructura una familia?
 ¿Cuáles son los tipos de familias en la actualidad?
 ¿Qué es ser un padre ausente?

Preguntas especificas

 ¿Cuál es el rol del padre en la familia?


 ¿Cuáles son las expectativas que tiene un hijo de su padre?
 ¿Por qué motivo el padre llega a abandonar a la familia?
 ¿Qué clase de problemas le puede ocasionar al hijo?
 ¿Cómo se supera la ausencia de un padre?
 ¿Cómo transita su adolescencia un niño sin su padre presente?
 ¿Cómo vive una familia sin su padre presente?
 ¿Cómo ayudar a un adolescente con un padre ausente?

1.3 Objetivos del proyecto

1.3.1 Objetivos Generales

 Investigar acerca de los diferentes tipos de familias en la actualidad


 Analizar el rol de los padres dentro del núcleo familiar
1.3.2 Objetivos específicos

 Identificar al padre ausente dentro de la familia


 Analizar los sentimientos de los adolescentes que no cuentan con un padre presente en su
vida
 Indagar sobre los diferentes casos por el que el padre se ausenta

1.5 Hipótesis

En la actualidad podemos ver varios casos en los que la familia sufre abandono de parte del
padre ocasionando varios problemas a la madre y a los hijos, esto se debe a diferentes
factores.

1.6 Justificativa

la presente investigación se enfoca en el estudio de como afecta el abandono del padre a la


familia y al hijo en particular.

Nos permite conocer las diferentes situaciones por las que tienen que pasar y los distintos
sentimientos que va transitando el hijo.

Se va a llevar a cabo a través de una investigación además de encuestas y entrevistas.

Está dirigido a las familias y a los adolescentes los cuales tienen un padre ausente.

Resulta relevante la temática debido a que dicha investigación manifiesta las dificultades por
la que atraviesa una familia de padres separados en la cual uno de ellos es ausente, en este
caso el padre.
I. LA FAMILIA Y SUS DIFERENTES TIPOS

Una familia es mucho más que resolver las necesidades básicas de los niños como la
alimentación y el vestido, pues tiene una gran incidencia en el desarrollo social y emocional
de todos los seres humanos. Allí adquirimos las habilidades necesarias para afrontar la vida
de adultos y desarrollar todo nuestro potencial. Nuestras familias nos conducen en formas de
ver el mundo, pensar, comportarnos y valorar la vida y la de los otros.

La familia le ayuda a los niños y niñas a aprender quienes son, desarrollar su personalidad y
les brinda apoyo emocional. El ambiente en que crecen los niños define elementos
fundamentales para el resto de su vida.

La familia es sumamente importante en el desarrollo de los niños, pues es, posiblemente, el


agente socializador que más va a influir en su crecimiento. De hecho, los niños necesitan
de los adultos durante un largo periodo de tiempo, lo que ha provocado que todas las
sociedades se organicen en torno a grupos de personas que generalmente conocemos como
“la familia”.

Pero con los cambios que han ido sucediendo en los último años respecto a las estructuras
familiares, los más pequeños, en ocasiones, han tenido que vivir entornos familiares que no
siempre son los idóneos. Las familias educan a los hijos, y su objetivo primordial debería ser
aportarles una base sólida para que puedan afrontar el futuro con las mejores garantías
posibles. En otras palabras, las familias deben ayudarles a que aprendan a ser respetuosos con
los demás, a que tengan una personalidad fuerte y resistente o adquieran seguridad afectiva y
económica, en resumen, prepararles para la una vida adulta exitosa. Por desgracia, esto no
siempre sucede así.

Durante mucho tiempo, la familia nuclear (padre, madre e hijos) se consideró el modelo
tradicional de familia. Sin embargo, los cambios económicos, políticos y socio culturales que
se han gestado a lo largo del tiempo han reconfigurado esta estructura, a tal punto que es
posible hablar de diferentes tipos de familia con características propias.
La familia nuclear es lo que conocemos como familia típica, es decir, la familia formada por
un padre, una madre y sus hijos. Las sociedades, generalmente, impulsan a sus miembros a
que formen este tipo de familias.

La familia monoparental consiste en que solo uno de los padres se hace cargo de la unidad
familiar, y, por tanto, en criar a los hijos. Suele ser la madre la que se queda con los niños,
aunque también existen casos en que los niños se quedan con el padre. Cuando solo uno de
los padres se ocupa de la familia, puede llegar a ser una carga muy grande, por lo que suelen
requerir ayuda de otros familiares cercanos, como los abuelos de los hijos. Las causas de la
formación de este tipo de familias pueden ser, un divorcio, ser madre prematura, la viudedad,
etc.

La familia compuesta, se caracteriza por estar compuesta de varias familias nucleares. La


causa más común es que se han formado otras familias tras la ruptura de pareja, y el hijo
además de vivir con su madre y su pareja, también tiene la familia de su padre y su pareja,
pudiendo llegar a tener hermanastros.

La familia adoptiva, hace referencia a los padres que adoptan a un niño. Pese a que no son
los padres biológicos, pueden desempeñar un gran rol como educadores, equivalente al de los
padres biológicos en todos los aspectos.

Las familias sin hijos, se caracterizan por no tener descendientes. En ocasiones, la


imposibilidad de procrear de los padres lleva a éstos a adoptar a un hijo. En cualquier caso,
podemos perfectamente imaginar una unidad familiar en la que, por un motivo u otro, no se
haya querido o podido tener hijos. No hay que olvidar que lo que define a una familia no es la
presencia o ausencia de hijos.
Las familias de padres mayores son familias que en algún momento formaron algún otro
tipo de estructura (nuclear, monoparental, adoptiva), pero los hijos ya se emanciparon, por lo
que ahora solo está constituida por los padres en edad avanzada.

En este tipo de familia, que podemos denominar familia de padres separados, los


progenitores se han separado tras una crisis en su relación. A pesar de que se nieguen a vivir
juntos deben seguir cumpliendo con sus deberes como padres. A diferencia de los padres
monoparentales, en los que uno de los padres lleva toda la carga de la crianza del hijo sobre
sus espaldas, los padres separados comparten funciones, aunque la madre sea, en la mayoría
de ocasiones, la que viva con el hijo.

La familia homoparental, se caracteriza por tener a dos padres (o madres)


homosexuales que adoptan a un hijo. También puede haber familias homoparentales
formadas por dos madres, obviamente. Aunque esta posibilidad suscita un amplio debate
social, los estudios han demostrado que los hijos de padres o madres homoparentales tienen
un desarrollo psicológico y emocional normal, como por ejemplo explica este informe de la
APA.

La familia extensa, se caracteriza porque la crianza de los hijos está a cargo de distintos
familiares o viven varios miembros de la familia (padres, primos, abuelos, etc.) en la misma
casa. Si alguna vez habéis visto la famosa serie “El Príncipe de Bel Air”, se puede ver como
Will vive en casa de su tío, que adopta el rol de padre de éste. También puede suceder que
uno de los hijos tenga su propio hijo y vivan todos bajo el mismo techo.

Por sus características, la familia unipersonal es probablemente uno de los tipos de familia
menos conocida, ya que se tiende a dar por hecho que una persona sola "no tiene familia". Sin
embargo, existen múltiples casos que pueden ilustrar esta estructura. Una persona soltera que
viva de forma independiente, es una familia unipersonal. Este tipo de familia también puede
surgir cuando una pareja sin hijos se divorcia o uno de sus integrantes queda viudo. Existen
otros casos en los que una persona puede constituir una familia unipersonal, como aquellos
que crecieron en instituciones de cuidado de menores o que, por múltiples razones, perdieron
el contacto con su familia o sus orígenes, y ahora se asumen como únicos integrantes de su
estructura familiar.

Las familias acogidas Son familias temporales, que generalmente está conformadas por
familias nucleares o padres sin hijos que le dan un hogar a un niño a adolescente por un
período determinado, mientras las instituciones encargadas lo ubican con una familia
adoptiva de forma definitiva. En algunos casos, algunas familias se convierten en familias de
acogida como un primer paso para prepararse para una adopción.

Las familias ensambladas son aquellas en las cuales dos adultos forman una familia y donde
al menos uno de ellos tiene un hijo de una relación previa. Este tipo de familia posee unas
características propias y una dinámica determinada diferente de la de la familiar nuclear.

Durante el transcurso de los años el concepto acerca de lo que es la familia en sí ha ido


modificándose acercándose más a la realidad de lo que representa hoy, en la sociedad
actual. Si décadas atrás sólo se tenía una concepción de la familia como la familia nuclear,
conformada por padre y madre e hijos, actualmente no existe un único modelo de familia.
No se limita a la orientación sexual de quienes la conforman, es algo bastante más complejo y
diverso.

Si entendemos la familia como el conjunto de personas unidas por nacimiento o elección en


un hogar, esta adquiere una dimensión mucho más amplia y más si tenemos en cuenta que los
diferentes modelos de familias siempre son una construcción social, consecuencia de la
sociedad y el momento en las que se desarrollan. La variedad actual exige aceptación y
respeto a sus diferentes formas.
II. EL ROL DEL PADRE Y SU AUSENCIA

Cocinar, cambiar pañales, hacer las actividades escolares, llevar los niños al médico también
son tareas de un padre. Es por esto que es fundamental resaltar la importancia de los papás
involucrados en la crianza de los niños; del protagonismo y la influencia sobre el crecimiento,
desarrollo y la vida en general, de los hijos. 

Y ¿cómo? El padre es clave en la familia y en el desarrollo de los niños, es una figura de


apoyo, seguridad, que permite adquirir mayor autonomía e independencia en los hijos.

Desde la disciplina positiva, la presencia del padre dentro de la crianza es fundamental. La


regulación emocional y la enseñanza de herramientas para la vida no es responsabilidad solo
de la madre, también es del padre. Los hijos son responsabilidad de dos.  

“Un padre es alguien que sabe estar presente, que ama, que cuida y
se responsabiliza de aquello que da sentido a su vida: su familia”.
Valeria Sabater, psicóloga.

La participación paterna se asocia positivamente con el rendimiento cognitivo preescolar y en


el desarrollo de la interacción social, y la cantidad de tiempo que pasan los padres con sus
hijos influye positivamente en el desarrollo emocional y conductual del niño en diferentes
fases de la vida. A la vez el tiempo que pasan los padres con sus hijos, se relaciona
directamente con la sensibilidad y el involucramiento paterno.

Por ejemplo, se demostró que los padres y las madres interactúan de manera diferente con su
hijo: los padres tienden a relacionarse más por medio del juego, mientras que las madres lo
hacen mostrándoles un juguete, hablándoles o moviéndoles el osito. Esta manera de
interacción del padre con su hijo va a ser uno de los mecanismos por los cuales se desarrolla
la relación emocional entre el bebé y su padre, sobre todo cuando el padre no está tan
directamente involucrado en los cuidados físicos del niño. Así mismo, es común ver que los
padres interactúan con los niños cuando estos están calmados y relajados y que, ante la
angustia de los niños, algunos padres suelen buscar a la madre para que ella los calme.

Cuando hablamos de la ausencia del padre o padre ausente durante la niñez, nos
referimos al hecho de que esta figura no esté presente en la familia, sobre todo a nivel
emocional. Niños que sienten que sus padres no les saben dar el cariño que necesitan o que
les proporcionan todos los recursos materiales necesarios para crecer, pero no los recursos
emocionales que tanto anhelan.

Para cada niño, esta vivencia será diferente, aunque todos compartirán algo: la sensación de
abandono, de ausencia, de no tener al padre cerca, aunque sí lo esté físicamente.

Los niños que crecen con padres ausente son más propensos a desarrollar problemas de
conducta en cualquier aspecto. Estos problemas suelen ser a menudo un escudo que los niños
usan para proteger sus más profundos sentimientos de abandono, miedo e infelicidad.

Por ejemplo, un niño que vive en un hogar sin su padre puede ser más propenso a desarrollar
una actitud descuidada, a ser arrogante, desconfiado, a tener depresión, a ser impulsivo, etc.
con la intención de ocultar sus verdaderos sentimientos: que quiere tener a su padre -o madre-
en su vida.
III. LAS SECUELAS PSICOLOGICAS DEL ABANDONO DE UN
PADRE

El abandono de uno de los padres es difícil de vivir y comprender para cualquier niño.
¿Cómo puede reconstruirse sin sufrir en cada etapa de su vida?

El abandono de uno de los dos padres puede generar una verdadera lesión emocional difícil
de manejar a lo largo de los años. Sin embargo, esta no es una regla general, porque algunas
personas logran florecer y desarrollarse sin resentimientos ni grandes secuelas, a pesar de esta
ausencia.

Embarazos no deseados, migración a otros países, factores culturales o de personalidad y


problemas de relación con la pareja, pueden ser los detonantes de un abandono, pero, por
supuesto, no justifican la ausencia parental en la vida de los hijos. 

LAS DIFERENTES FORMAS DE ABANDONO

Así como hay muchas maneras de acompañar a un niño, también hay diferentes maneras de
abandonarlo. El padre ausente, en principio, es el que deja a la madre física y
psicológicamente sola en la educación de su hijo. No tiene en cuenta la contribución
económica, las tareas domésticas y no está interesado en el niño o niña, fruto de aquella
relación.

También hay quienes se rinden emocionalmente, pero no físicamente, es decir, sienten que


los niños son asunto de la madre y actúan en consecuencia. Están allí, pero no creen que sean
responsables de la crianza. No les hablan, no pasan tiempo con ellos y no tienen idea de cómo
va su vida. Solo pagan las cuentas y no interactúan con los niños.

También hay quienes no se van emocionalmente, sino físicamente porque formaron otra
familia o están lejos. Sin embargo, intentan ser conscientes de lo que les está sucediendo a
sus hijos. Nunca pueden pasar tanto tiempo como quisieran, pero los tienen en sus mentes y
corazones.

CONSECUENCIAS DEL ABANDONO


Cada modo de abandono genera sus propias consecuencias y también dependerá del carácter
del niño y de la habilidad y fortaleza de la madre para explicar la situación sin victimizarse a
sí misma sino enseñando al pequeño o a la pequeña cómo construirse a sí mismo/a con una
autoestima sana.

En el caso del padre completamente ausente, el niño puede sufrir a medida que crece, porque
tiende a cuestionar su propia vida y su propio valor como persona. Su pregunta más
recurrente es ¿por qué no soy digno/a de amor? Los dilemas emocionales pueden ser
profundos y difíciles de aceptar.

Si la figura paterna es reemplazada por otra persona (familiar, amigo de la familia, etc.) el
efecto es menor y el niño puede llenar este vacío más fácilmente; pero nuevamente dependerá
de la madre marcar límites para que la relación con la nueva figura paterna sea lo más
constructiva y sana posible. 

La ausencia absoluta de un padre que genera una única relación "madre-hijo/a" puede crear
una dependencia importante para el niño porque en su vida adulta tendrá dificultades para
explorar, expandir sus horizontes y confiar en sus habilidades. Esto eventualmente puede
conducir a una sensación de exclusión.

No es conveniente que la madre sea "padre y madre al mismo tiempo" porque puede suceder
que el niño/a presente serias dificultades para adaptarse al mundo y a la realidad (es decir, se
encierra en la relación ideal que encuentra con su madre) o también es probable que
desarrolle el miedo a un apego profundo y, por lo tanto, puede convertirse en un
"abandonado/a".

En conclusión, la ausencia del padre abre una profunda herida emocional, especialmente en
los primeros años de vida. Su vacío nunca se llenará, y la huella de su ausencia será muy
difícil de borrar.

CONSECUENCIAS EMOCIONALES

 Sentimientos de soledad, tristeza y nostalgia

 Sentimientos de culpa y auto reproche

 Sentimientos de enojo, ira y rencor.

 Desarrollo de un apego inseguro y/o de desapego afectivo que genera inseguridad a la


hora de relacionarse con los otros.
 Dependencia y necesidad afectiva hacia los otros.

CONSECUENCIASL RELACIONALES

 Como consecuencia del apego inseguro las personas desarrollan inseguridad a la hora
de establecer relaciones con los otros.

 Relaciones basadas en el temor al abandono, la inseguridad y la falta de confianza en


el otro.

 Posiblemente se desarrolle una grande dependencia a familiares, amistades y parejas.

 Reacciones excesivas cuando las otras personas no están disponibles o no hacen lo


que quieres o esperas de ellos.

 Actitudes y comportamientos de dejarte a un lado o, en segundo término, con tal de


priorizar las necesidades y deseos del otro y así minimizar las posibilidades de que te
abandonen o te dejen o te rechacen.
IV. MOTIVOS POR LOS QUE UN PADRE ABANDONA AL HIJO

En nuestro día a día nos encontramos a menudo con historias dramáticas que nunca

deberían acontecer. A pesar de ser una sociedad cada vez más avanzada, se siguen

abandonando niños.

Los bebés recién nacidos siguen apareciendo en lugares insospechados y gran parte de

los que logran sobrevivir, esconden detrás tristes historias de madres al límite, ahí donde

los servicios sociales no han podido llegar.

Sabemos que hay muchos tipos de situaciones y que algunas son plenamente

comprensibles y otras no tanto. Sea como sea, hay un factor que suele estar presente:  el

abandono de un hijo no es una decisión momentánea, no es algo por lo que se opte en de

un instante a otro. Por lo general, suele haber un largo proceso de meditación y reflexión

en el que, por las razones que sean, se opta por la más dramática. Analicemos los

desencadenantes más habituales.

La pobreza, los bajos recursos y la exclusión social suele ser el desencadenante más
común para que un progenitor (o ambos) opten por el abandono de los hijos. En este
caso, es esencial que la propia sociedad sepa detectar y actuar a tiempo para no llegar a
estas situaciones extremas.

El abuso de las drogas y la exclusión social suelen ir de la mano. No obstante, también


puede darse el caso de una pareja en la que uno de los progenitores ha caído en
el alcoholismo. Como bien suele decirse, los hijos de padres alcohólicos viven dos tipos de
abandonos.

El primero se da en el propio hogar, cuando el descuido, la dejadez o incluso la violencia


puede actuar como prólogo de lo que más tarde puede suceder, que no es otra cosa que el
abandono definitivo del núcleo familiar.

Si nos preguntamos por qué hay padres que abandonan a los hijos es importante hablar de los
embarazos no deseados. En este contexto, pueden darse situaciones muy
diversas. Las violaciones son un factor, así como los embarazos en menores de edad. Son
situaciones límite en las que muchas jóvenes se sienten solas sin saber cómo actuar.
Por otro lado, puede darse otro tipo de situaciones. Hay parejas que acaban teniendo un
hijo sin haberlo previsto. Mientras uno de los progenitores asume con ilusión esa nueva
etapa, la pareja no lo vive de igual modo. Tarde o temprano, puede optar por dejar el hogar de
manera definitiva.

Hay progenitores inmaduros, carentes de instinto de cuidado, que, en un momento dado,


pueden optar por el abandono de un hijo. No todo el mundo está preparado para esa
responsabilidad y aunque se busque de manera voluntaria tener un hijo, la realidad les
demuestra que todo lo que acarrea les supera de manera desesperante.

Por término medio, el abandono siempre es más común durante el primer año de vida, pero el
padre o la madre inmadura puede tomar la decisión en cualquier momento. Sin importar que
sus hijos tengan tres, cinco o diez años. Hay un instante en que la decisión ya está
meditada y se elige huir de cualquier atadura.

A la hora de comprender por qué hay padres que abandonan a los hijos es necesario
profundizar en los problemas de pareja. Las desavenencias, las separaciones, los divorcios
complicados, la dificultad para llegar acuerdos en la manutención de los hijos o en la custodia
abocan a muchos progenitores a la opción más radical de todas: el abandono definitivo.

 Estas realidades son especialmente duras para los niños. No solo son testigos de
todo ese proceso de distanciamiento, de peleas y mal ambiente entre sus padres.
Además, en ciertos casos, pueden llegar a sentirse culpable de esa huida definitiva por
parte de uno de sus padres.

 Por otro lado, suele darse algo común. El progenitor que abandona suele reiniciar
su vida con nuevas parejas formando otras familias. En estos casos, puede darse o
no un nuevo abandono. No obstante, siempre resulta tan dramático como llamativo el
hecho de que a raíz de las desavenencias con las exparejas, alguien opte por dejar de
formar parte de la vida de un hijo.

Para concluir, como bien podemos ver las razones por las que alguien abandona a un niño son
tan complejas como reprochables en muchos casos. Queda claro que hay situaciones que se
pueden comprender. Otras, en cambio, son claramente sancionables. Sea como sea, es
necesario que en la medida de lo posible pongamos medios para que estas situaciones no
ocurran.
La ausencia de un padre es un abismo incurable en la vida de un niño. También, una
herida imborrable en el adulto que ha tenido que crecer con ese vacío.
V. MANERAS EN LA QUE UNA MADRE PUEDE AYUDAR A SU
HIJO A SUPERAR LA AUSENCIA DE SU PADRE

 Ejerce una maternidad realista: No puedes solucionar todos los problemas de la vida
de tu hijo(a)s, no eres responsable de que sienta o deje de sentir dolor, no vas a poder
hacerte cargo de sus emociones y evitar que en cierto punto sienta dolor por esa
ausencia y de que tenga que afrontarla y superarla. Si, puedes ser su apoyo, esa
persona en la que pueda confiar, hablar cuando quiera hablar y de la cual también
pueda recibir espacio cuando necesite estar por su cuenta y no quiera tocar el tema.
Muchos papás o madres quieren darle todo a sus hijos con tal de “suplir” esa carencia.
Pero esa no es la solución, la solución más bien radica en aceptar y ayudarlo a aceptar
que ningún objeto material que le compres o le des va a eliminar ese deseo de querer
un padre o una madre en su vida.

 Ayuda a tu hijo/a que logre no tomarse esa ausencia o esa carencia personal: Ayúdalo
a que la falta de esta figura parental no la internalice como una falta de valor en sí
mismo. Es importante fomentar una alta autoestima para que no se sienta avergonzado
e incluso culpable de esa ausencia. Explícale que no es culpa suya, ni una muerte, ni
un divorcio, ni que su padre/madre haya decidido no formar parte de la familia.
Explícale en caso de divorcio o separación, que han sido las diferencias entre ustedes
como adultos y que no han sido ocasionadas por él.

 Fomenta una comunicación libre: permite que se exprese emocionalmente, busca


ayuda profesional si esto llega a ser necesario. No le envíes mensajes limitantes como:
“no tienes por qué llorar” o “tienes que estar bien”. Se vale llorar, se vale que este
triste, simplemente hay que estar al pendiente de que ese duelo, ese proceso no se
prolongue o vaya empeorando. Es importante que pueda liberar y sacar todo lo que le
hace daño y le genera malestar emocional ante esta ausencia en su vida. La ayuda de
un psicólogo es siempre importante, ayuda a que los menores entiendan de una
manera más objetiva la situación, ayudan a que liberen sus sentimientos y emociones,
a que los menores tengan habilidades y herramientas personales para superar y reparar
el daño y el dolor producto de esa carencia, así previniendo y/o minimizando las
consecuencias a nivel emocional y social en etapas posteriores como la adolescencia y
la adultez.
 Predica y enseña con el ejemplo: un padre o una madre que no perdonan a su ex
pareja, harán difícil también el proceso de perdón de su hijo. Los niños son esponjas y
copian nuestras reacciones y nuestra manera de lidiar y enfrentar las situaciones. Si
nosotros perdonamos y no guardamos rencor y enfrentamos esta ausencia con
resiliencia nuestros hijos reaccionaran de la misma manera, desde una postura más
asertiva y equilibrada.

¿Cómo puedo afrontar una ausencia parental que sufrí en la
infancia y en la adolescencia?

 La clave está en liberarte del rencor y perdonar: no hay mayor liberación que perdonar
al otro y no hay mayor atadura que mantener el rencor.

 Busca entender de donde viene la ausencia: Muchas veces no entendemos que nuestra
madre o nuestro padre también vivieron una infancia dura, una carencia o una
ausencia y que de ahí viene esa incapacidad de ejercer de una manera asertiva y
efectiva su maternidad/paternidad. No te digo que justifiques sus acciones, muchas
personas no tienen la mejor infancia y aun así se convierten en excelentes padres, su
“no tan feliz” historia de vida los motiva para no cometer los mismos errores con sus
hijos y para ser los padres/madres que ellos hubieran deseado tener. Pero, entender de
donde viene esta actitud y esta falta de disponibilidad para ser madre o padre, puede
ayudarte a procesar mejor esa situación. Es muy posible, que un padre/madre ausente
no dispusiera de adecuadas habilidades personales, de una buena autoestima, de un
equilibrio interno que le permitiera ver sus errores, sus miedos y sus propias
carencias.

 Dejar de aferrarte a la idea de lo que hubiera sido: Muchas veces pensamos en ese
ideal de lo que hubiera sido, pero tal vez tener a esa persona en nuestras vidas no
hubiera sido tan bueno como creemos, o tal y como lo imaginamos, a veces las
ausencias suman en nuestra auto-construcción personal. ¡Las cosas pasan por algo!

 Cambia el enfoque de la ausencia por el enfoque de la presencia: Si no tuviste a tu


padre o a tu madre, lo más probable es que tu figura de apego más saludable y
significativa fueran otros: tu madre o tu padre, tus abuelos o incluso tus amigos o
parejas a medida que crecías. Enfócate en esas personas que, si han estado presentes,
que han compartido momentos positivos, que han dado de sí y que han decidido
quedarse a tu lado sumando en tu vida. Reconoce a quienes si han estado y si han
cumplido su rol e incluso han hecho un doble esfuerzo por ayudarte a ser feliz.

 Elimina el estereotipo de que la carencia o la ausencia de un padre generan efectos


negativos: A veces estamos enfocados en esa idea social de que a falta de un padre
generamos carencias, que nos las creamos a nosotros mismos. No siempre es así, a
veces las carencias ayudan, a veces esa falta es más sana para la crianza del niño
cuando ese padre no tiene la salud mental o las capacidades para ejercer una
paternidad positiva.

 Sana la carencia desde ti y para ti: Deja de buscar ese padre ausente en otros (amigos,
parejas) y conviértete en un adulto responsable que satisface sus propios deseos y
necesidades y que de esa manera no espera que otros cubran sus carencias
emocionales y sufre en el proceso de no recibir todo lo que espera.

 Busca construir una personalidad resiliente: Visualiza como la carencia y la ausencia


ha ayudado en tu fortaleza personal, en tu carácter, en quien hoy por hoy eres, sabes
que has sobrevivido esa ausencia, sabes que una ausencia no te mata, ¿duele? sí, pero
no te mata. Esta situación de cierta manera te ha vuelto resiliente, día a día haces todo
para funcionar, seguir adelante y ser feliz, o al menos estas en ese proceso.

En conclusión, lo más importante es que recuerdes no reproducir esa ausencia, no te


abandones a ti mismo, valórate y se una figura para presente en tu propia vida. Muchas veces
en esta intensa búsqueda de reconocimiento, de ser vistos, de ser cuidados y amados, dejamos
de darnos todo eso a nosotros mismos. La búsqueda está dentro de ti, no en los demás, y hasta
que no te cuides y te conviertas en esa figura trascendental en tu vida, no podrás relacionarte
de manera equitativa y satisfactoria con los demás.
3. Metodología de la investigación

3.1 Tipo de diseño

Descriptivo y operatorio

3.2 Población, muestra y selección

El grupo etario al cual se le presento la encuesta fue de entre 16 y 19 años

3.3 Lugar de trabajo

La encuesta presente en el trabajo fue realizada en la localidad de San Justo, La Matanza

3.4 Instrumento de medición

Encuesta

1. ¿Cómo calificas la relación con tu papá?

 Buena
 Regular
 Mala
 N/C

1. ¿Sentís que es importante una figura paterna en la vida de una persona?

 Si
 Tal vez
 No
 N/C
1. ¿Con que frecuencia hablas con tu papá?

 Siempre
 De vez en cuando
 Casi nunca
 Nunca

1. ¿Qué factores crees que es más común que incidan en que un padre sea
ausente?

 Problemas económicos
 Miedo a la responsabilidad
 Problemas con la pareja

Entrevista
Presentación.
Nombre y apellido: Lic. Gomez, Valentin
¿A qué se dedica actualmente?

1. ¿La ausencia del padre impacta necesariamente de manera negativa en el niño/a?

“_La ausencia de la figura paterna en el hogar no necesariamente tiene por qué ser un aspecto
negativo en la vida de los niños. Hay muchos niños que crecen sin papá que son saludables
emocionalmente, tienen una buena vida y desarrollan buenas actitudes sociales. Sin embargo,
durante mucho tiempo ha existido el prejuicio (infundado por el hábito de la generalización)
de que los niños que crecen sin papá terminan siendo “niños problema”.”

2. ¿Por qué se creía esto?

“_Porque se asociaba a la figura paterna con los códigos de conducta, designando así al padre
como una especie de “brújula” o guía moral para establecer y delimitar límites, normas y
patrones de conducta social.”
Sin embargo, hoy en día conocemos que la crianza cuenta con diversas aristas a considerar.
No solo está determinada por la presencia física de los padres, sino también con el
acompañamiento socio-emocional que estos brinden al niño.”

3. ¿Qué causas existen para la ausencia de un padre?

“_Existen diversas causas para la ausencia de figura paterna en el hogar. Desde el


fallecimiento del padre, una enfermedad crónica hasta el abandono. El cual puede suscitarse
por diferencias irreconciliables con su ex pareja, o por abuso de sustancias ilícitas, entre otros
tipos de problemas que puedan presentarse.”

4. ¿Cómo influye la ausencia del padre en los niños?

“_En el caso de que no se brinde el apoyo adecuado al niño, pueden presentarse los siguientes
problemas como consecuencia de la ausencia de la figura paterna en el núcleo familiar:

Depresión, déficit de atención, sentimiento de culpa, sensación de abandono, deterioro de la


autoestima, relaciones sociales pobres, dificultad para tolerar el estrés, desinterés escolar y/o
bajo rendimiento académico, desobediencia, entre otros problemas de conducta.”

5. ¿Cuál debe ser el rol de la madre y demás familiares?

“_Es importante y vital que el niño cuente con el apoyo de un familiar que le brinde
estabilidad emocional, bienestar y salud, así el pequeño podrá desarrollarse sin
problemas. Lo importante es saber cubrir todos los aspectos necesarios para que el niño
tenga un sostén sólido.

Lo mejor que se puede hacer en estos casos, es hacer que el niño se sienta amado y
escuchado. Si bien no se trata de un proceso de recuperación instantánea, mientras más
importancia y seguimiento le demos a la terapia, mejor le irá al pequeño, y por ende, a la
familia.”
4. Análisis de datos

4.1 Análisis cuantitativo

1) ¿Cómo calificas la relación con tu papá?

Opciones Buena Regular Mala N/C


Cantidad 139 95 34 17
Porcentaje 49% 33% 12% 6%

1
49%

6%

12%
33%

Buena mala Regular N/C


2) ¿Sentís que es importante una figura paterna en la vida de una persona?

Opciones Si Tal Vez No N/C


Cantidad 182 81 27 9
Porcentaje 61% 27% 9% 3%

2
61%

3%

9%

27%

Si Tal vez No N/C


3) ¿Con que frecuencia hablas con tu papá?

Opciones Siempre De vez en Casi nunca Nunca


cuando
Cantidad 132 112 31 23
Porcentaje 44% 38% 10% 8%

3
44%

8%

38% 10%

Siempre De vez en cuando Casi nunca Nunca


4) ¿Consideras que tenes un papa presente?

Opciones Si Tal vez No N/C


Cantidad 183 54 55 8
Porcentaje 61% 18% 18% 3%

4
61%

3%

18%

18%

Si Tal vez No N/C


5) ¿Que factores crees que es mas común que incidan en que un padre sea ausente?

Opciones Problemas Miedo a la Problemas con la


económicos responsabilidad pareja
Cantidad 32 148 72
Porcentaje 13% 59% 29%

58%
13%

29%

Problemas economicos Miedo a la responsabilidad Problemas con la pareja


4.2 Análisis Cualitativo

Pregunta 1

En el cuadro y gráfico se puede ver como la mitad (49%) de las personas


mantienen una buena relación con su padre, en cambio la otra mitad está
dividida entre una relación neutra con el 30% y una relación mala con el
12%, esto demuestra que una gran parte de los padres mantiene relación con
sus hijos.

Pregunta 2

A partir de la pregunta 2 se demostró cómo las personas las cuales tienen un


padre presente como las que no, creen que es importante una figura paterna
en la vida de cualquier persona, solo el 9% votó que no era importante.

Pregunta 3

En la pregunta ¿con qué frecuencia hablas con tu papá? Se puede ver como
aunque el 63% considera que tiene un padre presente sólo el 44% habla
todos los días con su papá, y el 18% la cual es la minoría de las persona casi
ni tiene relación y algunas ni siquiera hablan con su papá.
Pregunta 4

Con respecto a esta pregunta se refleja como la gran mayoría de los


adolescentes a los cuales se los encuestó consideran que tienen un padre
presente en su vida, en cambio solo el 18% vive con un padre ausente.

Pregunta 5

Para la mayoría de los encuestados el factor más influyente para la ausencia


de un padre es el miedo a la responsabilidad debido a qué tal vez las
personas se pueden sentir muchas veces sin la compañía, la sincera
preocupación y desamparados por su figura paterna, más allá del sustento
que puede ofrecer, es necesario para una buena relación el compromiso, la
responsabilidad afectiva y compañerismo de un padre.
1. Conclusion

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