Australia logró evitar la recesión de 2007-2008 gracias a su sólida situación económica previa, que incluía bajo desempleo, crecimiento estable y superávit fiscal. La economía australiana se mantuvo en crecimiento positivo mientras otras entraron en recesión, impulsada por la fortaleza del sector minero y la demanda de Asia. La política económica conservadora del gobierno permitió una rápida respuesta fiscal a la crisis.
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Australia logró evitar la recesión de 2007-2008 gracias a su sólida situación económica previa, que incluía bajo desempleo, crecimiento estable y superávit fiscal. La economía australiana se mantuvo en crecimiento positivo mientras otras entraron en recesión, impulsada por la fortaleza del sector minero y la demanda de Asia. La política económica conservadora del gobierno permitió una rápida respuesta fiscal a la crisis.
Australia logró evitar la recesión de 2007-2008 gracias a su sólida situación económica previa, que incluía bajo desempleo, crecimiento estable y superávit fiscal. La economía australiana se mantuvo en crecimiento positivo mientras otras entraron en recesión, impulsada por la fortaleza del sector minero y la demanda de Asia. La política económica conservadora del gobierno permitió una rápida respuesta fiscal a la crisis.
Australia logró evitar la recesión de 2007-2008 gracias a su sólida situación económica previa, que incluía bajo desempleo, crecimiento estable y superávit fiscal. La economía australiana se mantuvo en crecimiento positivo mientras otras entraron en recesión, impulsada por la fortaleza del sector minero y la demanda de Asia. La política económica conservadora del gobierno permitió una rápida respuesta fiscal a la crisis.
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Ensayo sobre la economía de Australia
Introducción.
La crisis financiera de 2007-08, y los problemas de las economías avanzadas que la
siguieron, ha sido el tema más estudiado en el campo de la economía. En general, la gran mayoría de las economías internacionales han sufrido las consecuencias de un colapso del sistema financiero, en forma de crecimiento negativo, aumento del desempleo o déficits estructurales en las cuentas públicas. Sin embargo, Australia logró superar este período sin mayores problemas. El caso de este país del Sur es un precedente importante de cómo las economías avanzadas pueden enfrentar las recesiones internacionales sin implementar políticas económicas no convencionales. El propósito del documento es utilizar una base de datos macroeconómica para revelar las principales razones por las que Australia no está en recesión y explicar las ventajas de una política económica que ha sido elogiada por instituciones y figuras de la comunidad económica. Cuerpo.
La economía australiana se encontraba en un estado muy saludable a principios de la
década de 2000. El fuerte crecimiento económico se combina con un mercado laboral estable, bajo desempleo y altos niveles de productividad. Todos estos factores, junto con la resistencia a la crisis asiática de fines de la década de 1990, generalmente se atribuyen a una serie de reformas en las dos primeras décadas. La inflación y los mercados financieros, que han sido problemáticos en el pasado, continuaron con sus tendencias positivas en la primera mitad del siglo y, si bien muchos indicadores se mantuvieron estables, hubo algunos cambios importantes en la segunda mitad del siglo, especialmente cuando la crisis envolvió una gran parte de la economía mundial cuerpo tiempo. Las principales características de estos años son: la fortaleza del mercado laboral, el desarrollo del sistema financiero, una 'burbuja' inmobiliaria, una evolución ineficaz de la productividad o la importancia de las economías asiáticas en los términos de intercambio de Australia. Este último también contribuyó a un proceso clave que actualmente representa uno de los principales desafíos de la economía, la transición a modelos de producción de commodities, especialmente los provenientes de la industria minera. La industria minera fue un “trampolín” de refugio en años anteriores y durante las crisis, pero hoy es todo lo contrario, un problema de sobrecapacidad de corto plazo que obliga a las empresas de la industria a realizar ajustes de costos e inversiones de capital1. a lo largo de los años por encima de la media de la OCDE. El alto crecimiento económico también va acompañado de un alto crecimiento demográfico. (Datos-Grafico de Fondo Monetario Internacional) Si bien este puede parecer un período "aburrido" en términos de cambios en la fuerza laboral, las diferentes tendencias en la primera década del siglo pueden explicar parte de la modesta respuesta del mercado laboral a la crisis. Si bien el empleo total se ha mantenido estable, los trabajadores se han trasladado de una industria a otra. La agricultura y la manufactura sufrieron grandes pérdidas en la minería, la construcción y otras industrias de servicios. Debido a esta mejora en el empleo y la importancia del sector exterior (que se analiza más adelante), los salarios brutos crecieron un 7% anual hasta 20083. Sin embargo, este crecimiento ha ido acompañado de la desigualdad ha aumentado moderadamente (Fletcher y Guttmann, 2013). En los años que precedieron a la crisis, la principal característica del mercado laboral fue su solidez. Esto se debe a cambios estructurales que se ajustan a los choques de demanda. Si bien los despidos son la forma más rápida y efectiva de ajustar los niveles de empleo en otros países, en Australia es más común reducir la cantidad de horas trabajadas por empleado. En cuanto a la inflación, que ha sido uno de los principales problemas de la economía australiana en las últimas décadas, está evolucionando positivamente. Excepto un pico justo antes de la recesión mundial, durante gran parte del periodo previo a la Crisis se encontró pareja con la tasa inflación media de los países de la OCDE. Este pico en la tasa de inflación se explica por los altos precios de las materias primas. (Datos- Grafico de Fondo Monetario Internacional) El gran beneficiado de todo este proceso de alto crecimiento económico, reducido desempleo y una inflación contenida era el gobierno. En el año 2007, justo antes de la Crisis era uno de los estados con mejor situación financiera en sus cuentas. Esta privilegiada posición financiera sería una de las claves de la rápida respuesta del gobierno a la Crisis y causa principal de que Australia pasara la etapa de incertidumbre internacional sin entrar en recesión. Este aspecto se expone posteriormente, (Datos- Grafico de Fondo Monetario Internacional)
En medio de todo este entorno económico positivo surgía el gran problema de la
economía: la falta de competitividad y el elevado déficit por cuenta corriente Es necesario añadir que el problema de la cuenta corriente no era exclusivamente un problema de estos años. Desde los años 80, en los que las reformas del gobierno laborista abrieron la economía al exterior, la cuenta corriente ha sido uno de las principales preocupaciones de los australianos. ¿A qué se debe este déficit tan elevado en la cuenta corriente? La respuesta se haya en su modelo productivo Las dos principales industrias del país son la financiera y la manufactura, a los que sigue la minería que requiere atención especial. (Datos-Grafico de Fondo Monetario Internacional) Sin embargo, la estructura del sistema productivo sufrió una radical transformación a lo largo de los años 90, (Datos-Grafico de Fondo Monetario Internacional) Entre los beneficiados de las reformas de los anteriores gobiernos están el sector financiero, los sectores tecnológico y científico y la industria minera. Desde 1990, la industria financiera se desarrolló enormemente. La apertura al capital extranjero, así como la liberalización del tipo de cambio, provocó un importante incremento de la competencia en el sector bancario y la entrada de bancos extranjeros. La ciencia y la tecnología sufrieron grandes cambios por el mismo proceso y la adopción de los nuevos sistemas de información. Mientras tanto, la industria minera, que parecía estancada a principios de la década de los 2000, comienza a notar el aumento de la demanda asiática de productos primarios en torno a 2004. Entre las industrias perjudicadas por la apertura de la economía están la manufactura y la agricultura, que tienen que hacer frente a productores extranjeros más eficientes y con menores costes de producción. El sector inmobiliario, tras estar estancado 10 años, comienza un proceso de expansión que se extiende hasta 2007. A continuación, se exponen las principales características del sector exterior, éstas son los principales productos exportados y los principales clientes comerciales. La importancia del sector primario se refleja sobre los principales productos exportados. Excepto los servicios de educación y turismo, los demás productos provienen de la industria minera, energética y agrícola. Por zonas, la demanda asiática supone un antes y un después en el sistema productivo australiano. (Datos-Grafico de Fondo Monetario Internacional) Principales socios comerciales Lo que en 1990 había sido la clave del crecimiento australiano pasó a ser uno de los lastres de la economía. Los datos de PIB por hora trabajada reflejan una ralentización en su tasa de crecimiento a partir de 2002. De 1991 al año 2001 la productividad del trabajo creció a un ritmo del 2.25% anual, mientras que durante los 5 años previos a la Crisis solo lo hizo a un ritmo del 0.9% (Datos-Grafico de Fondo Monetario Internacional)
Pese a la reducción en su tasa de crecimiento, la productividad del trabajo seguía
evolucionando positivamente, todo lo contrario que la productividad del capital y la productividad multifactorial. La productividad multifactorial pasó de crecer a un ritmo medio de 1.5% en la década de los 90, a un ritmo medio de 0.5% anual en los 2000 La explicación a esta reducción de la tasa de crecimiento de la productividad del trabajo se encuentra en la acumulación de capital y trabajo. La creciente competencia de la industria provocó que las compañías concentraran todos sus esfuerzos en mejorar la producción, y no la productividad.
La alta demanda de productos primarios permitió a las compañías mineras incurrir en
extracciones que, a priori, no suponían tan rentables. La práctica más común fue la de incrementar la mano de obra en vez de adaptar las técnicas de producción con nuevas tecnologías. Durante este periodo, el empleo total en el sector aumentó un 67% entre 2000 y 2007 mientras que el Valor Añadido Bruto de la industria solo lo hizo en un 26.5% (Datos-Grafico de Fondo Monetario Internacional)
La mejor forma de entender el impacto de la Crisis sobre la economía australiana es
compararla con otros países similares en desarrollo económico. En este aspecto, incluiré datos de las economías estadounidense, británica y en algunos aspectos, europea. El primer indicador relevante, el PIB, indica que mientras todas las demás economías entraron en recesión, Australia se mantuvo en zonas de crecimiento positivo (Datos- Grafico de Fondo Monetario Internacional) Tasa de desempleo La tasa de inflación sufrió una ralentización parecida a la del Reino Unido, que viniendo desde niveles del 5% llegó a niveles que no se veían desde hacía años, el 1%. A pesar de la caída de ésta, no llegó a los niveles de EEUU o la Eurozona que terminaron algunos trimestres en deflación (Datos-Grafico de Fondo Monetario Internacional) Conclusiones
En primer lugar, es esencial mantener posiciones conservadoras en tiempos de
estabilidad macroeconómica para poder aplicar políticas agresivas ante una posible recesión. Por ejemplo, la situación actual en la Eurozona, en donde la mayoría de las economías conviven con déficits (sólo tres operan con superávit) y niveles de deuda elevados (media de 81% de deuda bruta sobre PIB), no permiten la aplicación de paquetes de estímulos como los previamente expuestos. No solo dan más margen para la aplicación de las medidas, sino que cuentan con una mayor confianza por parte del resto de agentes. La misma situación ocurre con la política monetaria. Con unos tipos de interés oficial por los suelos, sería difícil tomar decisiones expansivas en esta área en el caso de que una nueva recesión amenace las economías occidentales. Las medidas expansivas son necesarias para acomodar una posible caída de la actividad, pero las cuentas públicas deben volver lentamente a niveles sostenibles lo antes posible.
La segunda de las lecciones es el momento de aplicar los estímulos. La rapidez con la
que se aplican es un factor clave a la hora de reinstaurar la confianza en el sistema. Puesto que las estadísticas de actividad suelen llegar con meses de retraso, una gran parte de estímulos no ayudan a sostener una actividad ya sumida en la recesión. Es necesario actuar rápido, en este caso el gobierno australiano supone un claro ejemplo de políticas efectivas. Fuentes:
Bancos centrales u otras instituciones de cada país, Banco Central de
Honduras (www.bch.hn) Fondo Monetario Internacional (www.imf.org), Banco Mundial (www.bancomundial.org), Comisión Económica Para América Latina y el Caribe-CEPAL (www.cepal.org), Secretaría del Consejo Monetario Centroamericano (www.secmca.org), noticias de periódico.