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Lengua Literatura

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TEMA 5

LA NOVELA ESPAÑOLA DESDE 1936 A 1974


La novela de posguerra arranca con la pérdida de importantes referentes literarios: bien por
su muerte (Unamuno), bien por el exilio (Ayala) o bien por que en España tuvieron que
escribir bajo censura.
La década de los años 40 es la más dura de posguerra. Se ve condicionada por el exilio de
novelistas y por el “exilio interior”, España permanece aislada del mundo político y cultural
de occidente. Se puede dividir a los novelistas de esta década en tres grupos: la novela de
los vencedores, la de los vencidos (el exilio) y la existencial. La novela de los vencidos la
forman obras de exaltación de la victoria y de los valores del nuevo régimen. El propio
Franco, bajo el apodo de Jaime de Andrade escribe Raza, donde expresa sus ideales. En
cuanto a la novela de los vencidos, la escriben autores exiliados. El tema central es la guerra
y el dolor del exilio. Podemos destacar El laberinto mágico de Max Aub. En España surge la
novela existencial, marcada por la dura vida de posguerra. Destaca la novela de La familia de
Pascual Duarte (1942), de Camilo José Cela.
En la década de los 50, la novela pretende ser testimonio critico de la realidad española, y
servir de denuncia frente a ella. Destaca La Colmena (1951) de Camilo José Cela. Surge
también la Generación del medio siglo. Respecto a la técnica narrativa, la novela social opta
por el objetivismo. Se presentan a los personajes sin un narrador que les juzgue. La novela
más representativa es El Jarama (1956) de Rafael Sánchez Ferlosio. Mucha importancia a los
diálogos y el uso de un lenguaje sencillo y directo.
En la década de los 60 se producen cambios, como el desarrollo económico y la
recuperación de algunas obras de autores exiliados. Es fundamental la influencia de autores
extranjeros y el boom de la novela hispanoamericana, dando lugar a la novela experimental.
La obra que abre esta nueva tendencia es Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín Santos.
En los primeros años de la década de los 70 sigue la tendencia renovadora. En 1975
desaparece la censura y se recupera la obra de los exiliados. Los autores recuperan el gusto
por la trama y la historia. Eduardo Mendoza es el que marca el cambio de tendencia con La
verdad sobre el caso de Savolta (1975).
En conclusión, el panorama narrativo de estos años se caracteriza por su riqueza y por ser
reflejo de las secuelas de la guerra, los problemas existenciales, etc.
TEMA 4
EL TEATRO ANTERIOR A 1939
En las primeras décadas del siglo XX, la escena teatral estaba dominada por el drama realista
y las obras de J. Echegaray. Se produjeron diversos intentos de renovación teatral
(Unamuno, Valle-Inclán, Lorca) sin demasiado éxito. Se desarrollan dos tendencias: una
preferida por un amplio público (teatro comercial) y otra para minorías (teatro renovador).
Dentro del teatro comercial destaca:
a) La comedia burguesa. Su autor más representativo fue Benavente, que ofrece un teatro
con mayor interés por el dialogo y con un tono mas realista. Tuvo una primera época
vinculada con el Modernismo, pero este tipo de teatro no triunfó. Por lo que el autor
evolucionó a un teatro mas conservador en el que se critica de manera superficial las
hipocresías y convencionalismos burgueses. Destacan, Los intereses creados desarrollada en
un tono de farsa el tema del poder, el dinero y el amor; y La malquerida y Señora ama
siguen el modelo de drama rural.
b) El teatro poético. Surgió de la corriente modernista, es un teatro de pura evasión sin
relación inmediata con la realidad, que recupera temas históricos y legendarios. Destacan
Eduardo Marguina con Las hijas del Cid y Francisco Villaespesa (El alcázar de las perlas).
c) El teatro cómico. Su finalidad es entretener al publico. Destacan Pedro Muñoz Seca, con
juegos de palabras, chistes y parodias con La Venganza De Don Mendo y Carlos Arniches,
destacan sus tragedias grotescas, en las que denuncia una serie de lacras sociales como el
atraso de la cultura en España, la injusticia social… (Los caciques).
Dentro del teatro de renovación destaca:
a) Valle-Inclán. Figura central del teatro del 98 que renovó el genero. Sus obras mas
importantes son: Comedias Bárbaras la Galicia mítica y rural es el lugar para desarrollar
historias donde los personajes actúan según su instinto y pasiones violentas; Divinas
Palabras la avaricia y la lujuria desencadenan los conflictos y Luces De Bohemia obra con la
que consagró el Esperpento.
b) Rafael Alberti. Autor de la Generación del 27 contribuyó a la renovación del lenguaje
dramático El Hombre Deshabitado.
c) Federico García Lorca. Sus dramas giran en torno a la frustración, el deseo imposible, el
conflicto entre los anhelos desbordantes del individuo y los limites que les impone la
realidad. Una de sus primeras obras fue El maleficio de la mariposa, simboliza el amor
imposible. Después escribió obras breves como Mariana Pineda de amor trágico. En su
etapa surrealista nos dejó obras como El Público o Así Que Pasen Cinco Años. Su plenitud
como dramaturgo llegaría en los años anteriores a la guerra viajando por el país con su
grupo teatral “LA BARRACA” de esta época son sus obras más conocidas Bodas De Sangre y
La casa de Bernarda Alba, aparecen criaturas marginales fuera de la convención social y
moral, que representan a la vez la inocencia o la pasión elemental pura.
TEMA 3
LA POESÍA DE LA GENERACIÓN DEL 27
La generación del 27 comprende una excepcional promoción de poetas, el año en el que se
celebra el tercer centenario de la muerte de Góngora. A sus componentes le une la amistad,
el intercambio cultural y la influencia de J. Ramón Jiménez (poesía pura), Ramón Gómez de
la Serna (vanguardias) y Ortega y Gasset (visión deshumanizada del arte). Se incluyen en
esta generación a: P. Salinas, J. Guillen, Gerardo Diego, F. García Lorca, R. Alberti, V.
Aleixandre, L. Cernuda, Dámaso Alonso, E. Prados y M. Altolaguirre.
Su obra se puede caracterizar como una mezcla de tradición y de vanguardia. Esta mezcla se
reflejará también en la métrica combinando la tradicional y el verso libre. Los temas
tratados son variados, destacan: los avances técnicos, reflejados en el desarrollo de la
ciudad, con sus ventajas y desventajas; el amor relacionado con la libertad; la naturaleza; el
compromiso. En su evolución se pueden distinguir varias etapas:
A) Primera etapa. Coincide con: el esplendor de las vanguardias, cultivan en esta época la
poesía pura y la vuelta a la lírica tradicional, iniciándose la corriente del neopopularismo.
B) Segunda etapa. Se produce una rehumanizacion poética, defendida por el chileno Pablo
Neruda. Encontrarán en el Surrealismo una forma de reflejar estos conflictos. También
publicando una poesía más social, donde destacará Alberti. Y con unos poemas de tono mas
intimista y personal, cercano a Bécquer, y que hará que se hable de una corriente
neorromántica.
C) Tercera etapa. Fin de la Guerra Civil Española, el grupo se desintegra. Pero los que se
quedaron, serán los grandes protagonistas de la poesía desarraigada como Damasco Alonso
o V. Aleixandre.
Con respecto a los integrantes de la Generación del 27, encontramos:
-Federico García Lorca: plasma en su poesía y en su teatro un tema constante: el
destino trágico que imposibilita los deseos de los seres humanos. Representa la fusión entre
tradición y vanguardia. En su obra poética, busca nuevas formas de expresión literaria. Su
obra poética se puede agrupar en dos etapas: en la primera etapa (1921-28), sus libros
tienen un hondo sabor popular con clara influencia de la lírica tradicional. Representan al
poeta más divulgado y famoso. La obra más importante de esta etapa es el “Romancero
gitano”. En su segunda etapa (1928-35), sin abandonar la poesía tradicional, aparece un
Lorca más universal, más profundo y difícil, que coincide con su aproximación al
Surrealismo. Escribe “Poeta en Nueva York” y “Sonetos del amor oscuro”.
-Rafael Alberti: su obra es extensa y muy variada en estilos y temas. Sus inicios
neopopularista, reflejados en libros como “Marinero en tierra”, dejaron paso a una vena
gongoriana y futurista en “Cal y canto”; aunque el Surrealismo también le sirve de medio de
expresión. Por otra parte, el compromiso político y la nostalgia del exiliado, serán temas
también tratados.
-Luis Cernuda: el tema central de su poesía es el amor insatisfecho y la soledad. Fue
partidario de un lenguaje sencillo y de un tono coloquial. Los placeres prohibidos y Donde
habite el olvido, en las que se manifiesta la influencia del Surrealismo.
-Pedro Salinas: comenzó influido por el Ultraísmo. Sobresale por su
excelente poesía amorosa, que se centra en la realidad cotidiana (“La voz a ti debida”).
Destaca por el uso de un lenguaje depurado (poesía pura).
-Jorge Guillén: busca, aún más que Salinas, una depuración radical del lenguaje. Su libro más
importante es “Cántico”.
-Gerardo Diego: cultiva simultáneamente la poesía tradicional (“Alondra de verdad”) y el
Creacionismo (“Imagen”), con gran maestría técnica.
-Vicente Aleixandre: marcado inicialmente por el Surrealismo (“La destrucción o el
amor”). Con “Historias del corazón”, comienza una etapa más positiva, en la que el estilo se
hace más sencillo, aunque en sus últimos años volverá a una poesía más hermética y
complicada.
TEMA 2
EL NOVECENTISMO Y LAS VANGUARDIAS
Con la crisis se pierde los valores espirituales y hay un rechazo al pensamiento burgués.
También hay un descontento por las promesas incumplidas de un mundo mejor, único a la I
Guerra Mundial. Esto hace que surjan el Novecentismo y las Vanguardias, que son dos
movimientos que responden al mismo sentimiento de rechazo a la realidad de esos años. Se
conoce como Novecentismo a un grupo de intelectuales que comparten inquietudes en
cuanto a la forma de entender la cultura y la literatura. Son universitarios y conocedores de
la cultura extranjera. Se caracterizan por el racionalismo y comparten cierto
antirromanticismo. Defienden el arte puro, como mero placer estético, lo que comparten
con las Vanguardias. En cuanto a la prosa, por un lado la novela lírica, busca la perfección
formal. Destaca Gabriel Miró, con obras como Las cerezas del cementerio. Por otro lado, la
novela intelectual en la que la reflexion cobra un papel protagonista. La figura de Ramón
Pérez de Ayala es la más destacada, con obras como Luna de hiel. El ensayo fue cultivado
por autores como José Ortega y Gasset, destacando La deshumanización del arte. En cuanto
a la poesía, Juan Ramón Jiménez se considera el guía y maestro de los autores jóvenes. Su
obra es amplia y atraviesa varias fases. Comienza con una etapa intimista, más tarde busca
una poesía intelectual y pura y en su última etapa busca en sí mismo el camino hacia lo
absoluto.
Respecto a las Vanguardias, son un conjunto de movimientos, llamados ´´ismos´´ que
aparecen en el periodo de entreguerras. Los distintos ismos se suceden y difunden sus
ideas, a través de manifiestos, que comparten características comunes, como el
antisentimentalismo, el antisubjetivismo y el antirrealismo. Se apuesta por lo irracional, y no
hay reglas para la creación artística. Es propio el experimentalismo, todo vale para crear la
obra, buscando la originalidad. Algunos ismos han aportado novedades que perduran hasta
hoy en día, como el Futurismo: es el primer movimiento de vanguardia, nace de la mano de
Marinetti. Se caracteriza por una reivindicación del dinamismo y la lucha. El cubismo: Nace
de la mano de pintores como Picasso y se caracteriza por la yuxtaposición de planos. El
Dadaísmo: Uno de sus fundadores es Tristan Tzara. Se basa en el rechazo del mundo
racional. El humorismo: el arte es juego, por lo que debe tomarse como broma. El
Surrealismo: es un movimiento artístico que abarca todo tipo de géneros, y es el ismo más
importante. Se considera a André Breton su creador. Nace como una provocación a la
sociedad y pretende cambiarla luchando contra el orden establecido. Marx y Freud serán
figuras claves como teóricos de la libertad social e individual. El Creacionismo: movimiento
creado por Vicente Huidobro, el cual dice que el poeta es como un pequeño Dios, y su
condición es crear.
Las primeras manifestaciones en España de las vanguardias se deben a Ramón Gómez de la
Serna, del que son muy famosas sus ´´greguerías´´. En definitiva, el Novecentismo y las
Vanguardias suponen una renovación total del arte, influyendo en generaciones literarias
posteriores, como la del 27.
TEMA 7
LA POESÍA DE 1939 A FINALES DEL SIGLO XX
La Generación del 36, agrupa a los jóvenes poetas cuyas trayectorias vitales y creativas
quedaron marcadas por la Guerra Civil.
Miguel Hernández: Es un poeta que sirve de puente entre la Generación del 27 y la del 36.
sus características principales son la imaginación metafórica y un tono enérgico y
apasionado. Los temas son el dolor, el amor, la vida, la muerte y la esperanza en un futuro
mejor. Pueden distinguirse dos etapas: Primera, con gran influencia de Góngora y destaca
Perito en lunas. Segunda, mas comprometida políticamente, destaca Viento del pueblo.
La poesía de los años 40 (poesía de posguerra) se divide en dos escenarios: En el exilio,
distintos poetas como Pedro Salinas tratan temas como la patria perdida. España, que
continúa la creación poética de autores de la Generación del 27 como Dámaso Alonso y
Vicente Aleixandre. En España, podemos distinguir dos corrientes:

 Poesía Arraigada: Es una poesía idealista que surge en torno a revistas como El
Escorial o Garcilaso. Los temas son el amor, la familia, la fe católica, el paisaje
castellano. Estilo sencillo y equilibrado y destacan autores como Luis Felipe Vivando,
Leopoldo Panero...

 Poesía desarraigada: Comienza con la publicación de Hijos de la ira de Dámaso


Alonso y gira en torno a la revista Espadaña. Es una poesía realista que busca el
sentido de la existencia humana y trata temas como la muerte o el paso del tiempo.
En este periodo de tiempo aparece el Grupo Cántico, herederos del 27, que cultivaron una
estética sensual de tema intimista y tono vitalista.
La poesía de los años 50 desarrolla una poseía social que refleja la realidad del momento.
Como temas destaca la situación de España, la injusticia social, el deseo de paz y libertad
con un tono llano y conversacional. Destaca Blas de Otero, con distintas etapas: Poesía
existencial, poesía social y nuevas formas expresivas como en Poesía con nombres. Otro
autor es Gabriel Celaya que utiliza un lenguaje intenso para transmitir en sus poemas el
énfasis crítico y social como Cantos íberos o Tranquilamente hablando.
La poesía de los años 60 y 70, tras agotarse la fórmula del realismo social, fracasar como
método de
transformación y el deseo de nuevas formas más ricas y cuidadas, aparece en los años 60
una nueva poesía basada en el compromiso ético con el ser humano. Los temas más
utilizados son la vida, el amor, el paso del tiempo, con un lenguaje personal y un tono cálido
y cordial. Entre la Generación de los 50, destacan autores como:
- José Hierro: En su primera etapa busca la felicidad (Tierra sin nosotros) y evoluciona a la
poesía social (Cuanto sé de mí).
- Claudio Rodríguez: Con obras como Don de la ebriedad en la que aparece la poesía como
don.
- Ángel González: Es el poeta social de la generación y reflexiona sobre el paso del tiempo
(Áspero mundo).
- Jaime Gil de Biedma: Trata temas sociales con ironía (Moralidades) y evoluciona a temas
más íntimos.
- José Ángel Valente: Trata temas existenciales y sociales (La memoria y los signos).
- Francisco Brines: Centra su poesía en asuntos humanos (Palabras en la oscuridad).
En los primeros años de los 70 surge la Generación del 68 o Novísimo, formados por jóvenes
poetas como los que recoge la antología de los Nueve novísimos poetas españoles
(Gimferrer, Leopoldo Mª Panero…). Su poesía se caracteriza por el rechazo del realismo
social, mezclan elementos y culturas diversas, tienen un estilo cuidado y reflexionan sobre el
proceso de creación poética. Destaca Pere Gimferrer, cuyo poemario Arde el mar es el
precursor de este tipo de poesía por las imágenes que utiliza y las evocaciones de lugares y
artistas.
Poesía a partir de los años 80 en adelante; se caracteriza por la renovación de la creación
poética con distintas tendencias como poesía de la experiencia (lenguaje accesible y natural;
el autor transmite su experiencia y destaca Benítez Reyes), neopurismo (poesía cercana a la
mística y destaca Jaime Siles), neosurrealismo (recupera rasgos surrealistas con Blanca
Andreu), nueva épica (indagan en los problemas colectivos y destaca Julio Llamazares),
poesía clasicista (se caracteriza por el anhelo de su belleza con Luis Antonio de Villena),
neoerotismo (renuevan la poesía amorosa; destaca Ana Roset) y el neorromanticismo (trata
temas como la noche, el canto y la muerte y destaca Antonio Colinas).
TEMA 6
TEATRO DE 1939 A LA ACTUALIDAD
Tras la Guerra Civil muchos autores habían muerto o se habían marchado al exilio. El teatro
se vio condicionado por la censura y era consumido mayoritariamente por un público
burgués que pedía trivialidades.
En los años de posguerra resurge la comedia burguesa, un teatro que trata de entretener al
espectador a través de obras bien construidas con diálogos elaborados. En él se censuraron
suavemente las costumbres y vicios de las clases acomodadas y se defendieron los valores
tradicionales. Los autores más importantes son: Torcuato Luca de Tena, José María Pemán,
Alfonso Paso y José López Rubio con su obra Celos del aire. Otra tendencia que destacó fue
el teatro cómico. Sus principales representantes son Enrique Jardiel Poncela con su obra
Eloísa está debajo de un almendro y Miguel Mihura con Tres sombreros de copa, quienes
realizaron un teatro audaz, con un humor disparatado y poético. También surgió una
corriente existencial; se trata de un teatro inconformista, que derivará en el teatro social. En
Historia de una escalera Buero Vallejo hace una crítica social de forma indirecta para burlar
la censura. En Escuadra hacia la muerte, Alfonso Sastre ejerce la denuncia política
directamente.
A mediados de los años 50 la censura se relaja y un nuevo público joven y universitario
comienza a pedir un nuevo tipo de teatro. Surge la tendencia del realismo social, un teatro
con el que se denuncian las injusticias sociales y la alienación. El teatro de Antonio Buero
Vallejo intenta producir un efecto catártico (de liberación) sobre los espectadores. Trata
temas comprometidos. En obras como El concierto de San Ovidio y La Fundación lo hace
desde una perspectiva simbólica, y en Las Meninas o Un soñador para un pueblo lo hace
desde una perspectiva histórica. Alfonso Sastre firmó el manifiesto “Teatro de Agitación
Social”, donde defiende el teatro como un elemento revolucionario y no estético.
En La mordaza denuncia las injusticias y el poder tiránico. Otras obras de esta tendencia son
El tintero de Carlos Muñiz, en la que destacan sus formas expresionistas; Las salvajes en
Puente San Gil de Martín Recuerda, con rasgos esperpénticos; y La camisa de Lauro Olmo,
que se asemeja a los sainetes de Arniches.
A mediados de los años 60 surge el teatro experimental, cuyas obras presentan un enfoque
simbólico y nuevas técnicas de influencia vanguardista como las parábolas, los recursos
esperpénticos para deformar la realidad… Sus temas son la injusticia, la crítica a la dictadura,
la guerra, la falta de libertad y la alienación. Destacan los autores Francisco Nieva con su
obra La carroza de plomo candente y Fernando Arrabal con Pic-Nic. Este autor escribe obras
influidas por el teatro del absurdo; él mismo definió su producción como “teatro pánico”.
A partir de los años 70 surge el teatro independiente, que hace uso de recursos ajenos al
texto como los elementos mímicos y la música, y exigen la participación del público.
Destacan los grupos Tábano, Els Joglars, Els comediants y La Fura dels Baus, que además
renuevan sus espectáculos entre los años 80 y 90. En estas décadas Dagoll Dagom estrena
Mar i Cel, La Fura dels Baus crea La Atlántida y aparecen nuevos grupos como La Cubana,
que crea Cegada de amor.
En los años 80 la censura había desaparecido. Estrenan sus obras un grupo numeroso de
autores que están convencidos de que es necesario crear textos que se acerquen a la
sensibilidad de un nuevo público. Gracias a ellos se renueva el panorama teatral, con obras
que alcanzan bastante éxito. Se trata de dramas o comedias “neorrealistas”. Fermín Cabal
destaca por el humor satírico (Tú estás loco,Briones); José Luis Alonso de Santos por el tono
humorístico y crítico de sus comedias, como La estanquera de Vallecas y Bajarse al moro;
Fernando Fernán Gómez por su drama realista ambientado en el Madrid de la Guerra Civil
Las bicicletas son para el verano y José Sanchís Sinisterra por sus dramas históricos situados
en diferentes épocas, como Ay, Carmela. En la corriente comercial destacan Ana Diosdado
con su obra Los ochenta son nuestros; y Adolfo Marsillach con Yo me bajo en la próxima.
En los años 90 surgen dramaturgos jóvenes que escriben obras que se sirven de materiales
de otras artes y espectáculos. Tratan temas como el racismo, el totalitarismo, la visión
negativa de la sociedad… En sus obras destaca el distanciamiento a través de la fantasía, la
ironía o el escepticismo. El autor más representativo de la generación es Juan Mayorga,
creador de un teatro onírico. Entre sus obras destacamos Cartas de amor a Stalin y El chico
de la última fila. Alberto Conejero es un dramaturgo de éxito ascendente. Destacan sus
obras La piedra oscura, sobre la memoria de la guerra civil, y La geometría del trigo, en
donde se cuestiona cuál es la verdadera esencia de nuestras vidas.
TEMA 8
LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1975 HASTA LA ACTUALIDAD.

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