Genetica Mendeliana
Genetica Mendeliana
Genetica Mendeliana
2.1.- Primera ley de Mendel: “ley de la uniformidad de los híbridos de la primera generación
filial (F1)”.
Al cruzar dos individuos distintos, ambos homocigóticos (razas puras) todos los
descendientes de la primera generación filial son idénticos entre sí, con el mismo genotipo y
fenotipo. Su fenotipo es igual al de uno de los padres o intermedio entre ambos parentales o se
manifiestan los fenotipos de los progenitores simultáneamente, dependiendo de que exista un alelo
dominante o no.
Cualquier individuo diploide tiene parejas de cromosomas en sus células somáticas, por lo que
existirán dos alelos para cada carácter, uno en cada miembro de una determinada pareja
cromosómica. Cuando se forman los gametos, cada uno de ellos recibe la mitad de cromosomas y, por
tanto, un alelo del carácter en cuestión. Tras la fecundación, se genera un cigoto que reúne los
cromosomas de ambos gametos y, de esta forma, el individuo que se origina tendrá un alelo de cada
progenitor. En el caso del cruzamiento entre dos individuos homocigóticos, cada uno produce un único
tipo de gameto y, evidentemente, sólo existirá un tipo de descendiente.
2.2.- Segunda ley de Mendel: “ley de la segregación de los caracteres antagónicos en la
segunda generación filial (F2)”.
Cuando se cruzan entre sí los individuos de la primera generación filial (o bien se
autofecunda uno de ellos), se obtiene una descendencia no uniforme, debido a la separación
(segregación) de los alelos implicados en el carácter estudiado, al formarse los gametos.
Como los individuos de F1 son heterocigóticos dan lugar a dos tipos de gametos distintos.
Como consecuencia, al producirse la fecundación, se obtiene más de un genotipo. Reaparecen así el
genotipo y el fenotipo del individuo de la generación parental (P) que había desaparecido en la F 1.
Hay, por tanto, tres genotipos distintos: los dos homocigóticos (que aparecen con una
frecuencia del 25% cada uno) y el heterocigótico (que se da con una frecuencia del 50%).
En cuanto a los fenotipos, hay dos posibilidades. Si un alelo es dominante existirá un 75%
del fenotipo correspondiente a él y un 25% del que corresponde al recesivo (razón 3:1).
En cambio, si existe codominancia o herencia intermedia entre ambos alelos, las frecuencias
fenotípicas corresponden a las genotípicas. (razón 1:2:1).
A partir del hallazgo de los cromosomas fue posible relacionar los principios básicos de la
herencia con su comportamiento.
Tras observar cómo ocurría la meiosis, se sugirió que los genes o “factores hereditarios” de
Mendel estaban ubicados en lugares concretos (loci) de los cromosomas, y son estos los que
experimentan segregación y distribución independiente.
Estos descubrimientos sentaron las bases de la teoría cromosómica de la herencia:
• La existencia de dos alelos (factores hereditarios) para un carácter determinado, cada uno
de ellos heredado de un progenitor distinto, es compatible con la existencia de dos
cromosomas homólogos, que igualmente se heredan de progenitores diferentes.
• La separación de dos alelos que determinan un carácter ocurre durante la formación de los
gametos, al igual que cada uno de los dos cromosomas homólogos pasa a gametos diferentes
durante la meiosis.
• La transmisión independiente de algunos genes que controlan caracteres distintos se
produce porque se localizan en cromosomas no homólogos, y estos cromosomas a su vez se
distribuyen en los gametos independientemente del progenitor del que provienen.
• Durante la fecundación, los dos alelos, cada uno procedente de un progenitor distinto, se
agrupan igual que lo hacen los dos cromosomas para formar la pareja de homólogos.