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La Contabilidad
La Contabilidad
La Contabilidad
La contabilidad
Desde el principio de los tiempos la humanidad ha tenido y tiene que mantener un orden en
cada aspecto y más aun en materia económica, utilizando medios muy elementales al
principio, para luego emplear medios y prácticas avanzadas para facilitar el intercambio y/o
manejo de sus operaciones.
La contabilidad nace con la necesidad que tiene toda persona natural o jurídica que tenga
como actividad: el comercio, la industria, prestación de servicios, finanzas, etc. De poder
generar información de los recursos que posee; y poder entender si llego o no a los objetivos
trazados.
Evolución histórica
Para remontar a los orígenes de la Contabilidad es necesario recordar que las más antiguas
civilizaciones conocían operaciones aritméticas rudimentarias llegando muchas de estas
operaciones a crear elementos auxiliares para contar, sumar restar, etc. Tomando en cuenta
unidades de tiempo como el año, mes y día.
Edad Antigua
En el año 6000 antes de Cristo existieron elementos necesarios para considerar la existencia de
actividades contables, por un lado, la escritura, por otro los números y desde luego elementos
económicos indispensables, como ser el concepto de propiedad y la aceptación general de una
unidad de medida de valor. Entre los años 5400 a 3200 antes de Cristo, se originaron los
primeros vestigios de organización bancaria, situada en el Templo Rojo de Babilonia donde se
recibían depósitos y ofrendas que se presentaban con intereses. Para el año 5000 antes de
Cristo, en Grecia, había leyes que imponían a los comerciantes la obligación de llevar
determinados libros, con la finalidad de anotar las operaciones realizadas. Hacia el año 3623
antes de Cristo, en Egipto, los faraones tenían escribanos que, por órdenes superiores,
anotaban las entradas y los gastos del soberano debidamente ordenados.
Por el año 2100 antes de Cristo, Hammurabi, que reinaba en Babilonia, realiza la celebre
codificación que lleva su nombre y en ella se menciona la práctica contable. Por el año 594
antes de Cristo, la legislación de Salomón, establece jurídicamente que el consejo nombrase
por sorteo entre sus miembros, diez legistas, para construir el «Tribunal de Cuentas»,
destinado a encomendar a funcionarios, diversos servicios administrativos que debían rendir
cuentas anualmente. Entre los años 356 al 323 antes de Cristo, período de apogeo del imperio
de Alejandro Magno, el mercado de bienes creció de tal manera hasta cubrir la península
Báltica, Egipto y una gran parte del Asia Menor, originando ejercitar un adecuado control sobre
las operaciones por medio de anotaciones.
Edad Media
Entre los siglos VI y IX en Constantinopla, se emite el «Solidus» de oro con peso de 4.5 gramos,
que se constituyó en la moneda más aceptada en todas las transacciones internacionales,
permitiendo mediante esta medida homogénea la registración contable. En 1157, ansaldus
Boilardus notario genovés, repartió beneficios que arrojó una asociación comercial,
distribución basada en el saldo de la cuenta de ingresos y egresos dividida en proporción a sus
inversiones.
El celebre juego de libros utilizados por la Comuna de Génova se encuentran llevados haciendo
uso de los clásicos términos «Debe» y «Haber» utilizando asientos cruzados y llevando una
cuenta de pérdidas y ganancias, la que resume el saldo de las operaciones suscitadas en la
comuna.
Del año 1327, se tienen noticias del primer auditor «Maestri Racionali», cuya misión consistía
en vigilar y cotejar el trabajo de los «Sasseri» y conservar un duplicado de dichos libros, uno de
estos se denomina «Cartulari» escrito en pergamino data de 1340 y se conserva en el Archivo
del Estado de Génova.
Edad Moderna
Edad Contemporánea
Es una herramienta clave para conocer en qué situación y condiciones se encuentra una
empresa y, con esta documentación, poder establecer las estrategias necesarias con el objeto
de mejorar su rendimiento económico. La contabilidad es un recurso del que se dispone para
administrar los gastos e ingresos de una compañía. Todas las empresas son conscientes de que
deben gestionar de forma adecuada los parámetros contables. Este concepto involucra tanto a
las denominadas pequeñas y medianas empresas como a las grandes multinacionales.
La ley Orgánica del Trabajo, establece diferentes obligaciones para los patronos que la
contabilidad debe registrar periódicamente, el derecho que adquieren los trabajadores sobre
sus prestaciones sociales, la Ley del Instituto Nacional de Cooperación Educativa, La Ley del
Seguro Social Obligatorio y La Ley de Ahorro Habitacional, entre otras.
El Derecho Tributario, regula todas las obligaciones que tienen las empresas por tributos que
son establecidos en diferentes leyes, como lo son la Ley del Impuesto Sobre la Renta, la Ley del
Impuesto al Consumo Suntuario y a las Ventas al Mayor y las ordenanzas municipales
especialmente las de patente de industria y comercio, para la cual la contabilidad establece los
respectivos registros y tratamientos.
La Informática es la disciplina que auxilia a la contabilidad al poner al servicio de ésta, todos los
avances que proporciona la tecnología para el procesamiento de la información financiera, con
la utilización de los programas de contabilidad.
Importancia de la contabilidad.
La contabilidad, quizás es el elemento más importante en toda empresa o negocio, por cuanto
permite conocer la realidad económica y financiera de la empresa, su evolución, sus
tendencias y lo que se puede esperar de ella.
La contabilidad permite conocer cuánto tenemos, cuanto ganamos, cómo lo ganamos y en qué
nos gastamos lo que ganamos.
Permite tomar decisiones con precisión. Permite conocer de antemano lo que puede suceder.
Todo está plasmado en la contabilidad.
Se ignora que a contabilidad es la herramienta que les permitirá administrar correctamente su
efectivo, sus inventarios, sus cuentas por cobrar y por pagar, sus pasivos, sus costos y gastos y
hasta sus ingresos.
Estas normas fueron emitidas por el Comité de Normas Internacionales de Contabilidad o IASC,
por su nombre en inglés (Internacional Accounting Standards Committee). Institución que
precede a la actual Junta de Normas Internacionales de Contabilidad, o IASB, por su nombre en
inglés (International Accounting Standards Board).
Las NIC fueron emitidas en 1973 y se mantuvieron con su nombre hasta el 2001. A partir de
ese año, el IASC fue reemplazado por el IASB. Dicha entidad adoptó las NIC, ampliando su
desarrollo y elaborando interpretaciones, dando lugar a las Normas Internacionales de
Información Financieras (NIIF).
NIC 2: Inventarios.
NIC 10: Hechos ocurridos después del periodo sobre el que se informa.
NIC 20: Contabilización de las subvenciones del Gobierno e información a revelar sobre ayudas
gubernamentales.
NIC 21: Efectos de las variaciones en los tipos de cambio de la moneda extranjera.
NIC 26: Contabilización e información financiera sobre planes de beneficios por retiro.
Así, se trata de normas propuestas pensando en el inversionista, así como otros agentes
económicos que desean conocer, por ejemplo, cuáles han sido los resultados de una firma en
el último ejercicio.
NIIIF:
Las NIIF son una serie de estándares internacionales o normas básicas cuyo objetivo es que
sean de aplicación mundial, para que en todos los países la contabilidad sea similar. Su
antecedente son las NIC (Normas Internacionales de Contabilidad), que tenían el mismo
objetivo.
Los elementos que tienen que contener los anteriores estados se deben dividir en cinco
grandes masas patrimoniales: activo, pasivo, patrimonio neto, gasto e ingreso.
Objetivo de las NIIF.
El principal objetivo de las NIIF es el armonizar y unificar la normativa contable a nivel
internacional. Se busca este objetivo ya que tiene una serie de beneficios:
Supone una mayor facilidad de acceso a mercados de capitales por parte de empresas. Hay un
mercado mayor de potenciales inversores, ya que pueden provenir de todo el mundo.
Los Estados no aplican directamente las NIIF, sino que adaptan su normativa en base a estos
principios. Por tanto, la normativa interna de cada Estado se ha modificado en sus aspectos
básicos, siguiendo las directrices que marcan las NIIF.
NIIF para Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES): Son similares a las NIIF generales, pero más
simplificadas. Se les exime, por ejemplo, de la obligación de presentar ciertos estados
financieros.
NIIF para el Sector Público: Se han establecido unas NIIF para la contabilidad pública, con todas
las especialidades que ello conlleva.