Love">
Sombra Con Aires de Penumbra
Sombra Con Aires de Penumbra
Sombra Con Aires de Penumbra
Desde que descubrieron el fuego el ser humano quiere estar cerca de él en las noches ¿nos
calienta? No, nos ilumina.
No podemos juzgar a nadie por creer en Buda, ni por creer en Jesús o en Judas.
Entonces despedacé mi cuerpo por voluntad propia antes de que me corten la cabeza y me
pongan una corbata.
lastimosamente.
es provocártelo.
Y luego
sientes diferente.
Museos y terrazas.
Y eras tú.
Arribaron a tu sexo.
Te entregué mi futuro.
Una hoja en blanco es un universo sin explorar,
Un microverso.
Mentiras o verdades,
Arrójame a la soledad,
No dudes, escribe.
Sé besos en aeropuertos.
y hoy es un regalo.
Vive con la alegría de una mosca que zumba en la noche.
Tal vez hay hombres que salten en bondi, que se boten de puentes
Los hombres pájaro rompen esa pequeña soga que les ata a este mundo
Luego,
un sonido atroz,
un impacto corpóreo,
terrenal.
No finjas,
Otra rutina,
Ya ha muerto el poeta.
Y vivo feliz.
Escribir
No mientas,
se ha formado el fuego,
madre golpeada.
Sociedad femicida.
Semen de explotación.
Ya no hay futuro.
Cuenka con k.
Ciudad smog,
ciudad tranvía,
ciudad melancolía.
Santa Ana,
Resplandores en mi habitación.
mis letras.
Ya no hay extintores,
oh fénix,
ya eres libre de morir.
Yo
transformado en palabra,
en infinito.
una brisa,
un futuro,
Aquí no es mi nido.
casi siempre,
encuentro mi muerte.
Me dejo marchar,
de ira y de temor.
Me escondo en mi reflejo,
a media felicidad.
Somos iguales.
El mar de la luna,
ahí estás,
reflejo mío.
por ti,
por mí.
Brindo solo.
Otra vez surgen los mismos versos.
no vivas tu vida.
No sueñes,
No cambies el mundo.
y nunca florecerás.
Viento/Fuego
Solitario,
mi luz se renueva,
II
Me encanta el viento,
algunas tristezas.
El otoño es mi hogar,
las hojas desahuciadas caen felices, abrazadas por el respiro del mundo.
Hija de Saturno,
IV
Quema todo,
V
Ahora es tiempo del Fénix,
de arder y no morir.
los huesos,
que no se venden,
Siento el llamado,
siempre constantes,
Me dice:
Digo:
¿Qué es mi la soledad?
Y encuentro mi inmortalidad.
Maga II
Dime Maga,
por qué llegas si nunca te has ido
por qué vuelves si nunca has partido.
Por qué me abrazas y todo sigue negro.
Ya no eres maga,
ya no soy
ni somos.
Te dejo en este segundo,
en este efímero presente.
Te abandonó Maga
y me abandono.
El hombre que escribía sobre tristeza
Entonces
en las entrañas de la noche
cuando los vampiros van a dormir con la barriga llena
y el corazón muerto,
él,
con los únicos ojos encendidos de la cuadra
muere entre poesía.
Un día de estos
Se sintió con ganas de dejarlo todo por ella, por ver sus ojos o por sentir su cuerpo.
Se entregó sin miedo, sin temores y con toda clase de excesos. Ella por su parte vivía en el
pasado, en amores pasados, camas pasadas. Cuantas veces la vio llorar lágrimas pasadas
que se escurrían negras sobre sus mejillas. Tenía temor, miedo, pánico de entregarse, de
desprenderse, de salir de ese caparazón formado por promesas no cumplidas. Fue por eso
que él lo dio todo, todo su amor y el amor que ella debió entregarle.
Fueron tantas noches pisoteando sus sentimientos que a ella le acabaron por doler
los pies, y a él por rompérsele el alma. Pero el amor seguía, insensible ante el dolor, ante las
lágrimas. Al final se alimentaba de sufrimiento, se nutría con las noches de insomnio que
ella le provocaba, por los días que pasaba ebrio queriendo olvidarla.
la discriminación es tu himno.
ya no piensas, ni vives.
donde habitas
le muestras tu sonrisa.
a orgasmos
pedazos de tu alma.
¿Estás bien?
¿Existes?
¿Cómo te llamas?
Pero me dicen
Maggy.
desastrosamente terrestre,
un poco humano.
mis llantos,
mis manos-alas.
para caminar.
Ya no soy noema.
Muerto el hombre,
muerto el poema.
He sido fuego,
he aprendido a arder.
He perdido las palabras y la voz,
ya no me quedan armas