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Trabajo Final
Trabajo Final
Trabajo Final
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Estudiante:
xxx
Asignatura:
Globalización y Realidad nacional
Tema : Análisis de la Economía mundial y peruana
Docente:
Giovanna Britt Peña
Ciclo:
2
Aula:
TC
Lima, Perú
2022
Actualmente la economía mundial esta en una recuperación luego de la pandemia del
coronavirus, tras un periodo favorable de recuperación económica mundial con un
crecimiento del 5,5% en 2021, el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de
la ONU prevé que la actividad mundial crecerá un 4% en 2022 y un 3,5% en 2023.
Se cree que esta desaceleración en el 2023 se debe a un cuarteto de factores como los
principales causantes de este descenso: las nuevas oleadas de infecciones por COVID-
19, los persistentes retos del mercado laboral, los prolongados desafíos relacionados con
las cadenas de suministros y las crecientes presiones inflacionistas.
Pese a la sólida mejoría de los registros económicos durante el año pasado, impulsados
por un elevado gasto de los consumidores y un cierto repunte de la inversión junto a un
comercio de bienes que superó los niveles anteriores a la pandemia, el crecimiento se
desaceleró considerablemente a finales de 2021, especialmente en China, Estados
Unidos y la Unión Europea.
Esta ralentización se debió en parte a la etapa final de los paquetes de estímulo
económico y fiscal, y a importantes interrupciones en las cadenas de suministros.
En un periodo de recuperación mundial “frágil y desigual”, el informe llama a “tomar
medidas políticas y financieras mejor orientadas y coordinadas a nivel nacional e
internacional", tal y como apunta el Secretario General de la ONU, António Guterres.
"Ha llegado el momento de cerrar las brechas de desigualdad tanto dentro de los países
como entre ellos. Si trabajamos de forma solidaria -como una sola familia- podemos
conseguir que 2022 sea un año de verdadera recuperación para las personas y las
economías", anheló.
Pero también tenemos los efectos de la Guerra entre Rusia y Ucrania que esta
ocurriendo en estos momentos y que actualmente esta afectando la subida de precios de
distintos artículos tales como el combustible, el trigo entre otros; siendo estos países los
productores a nivel mundial de este producto ya que representan el 25% de producción
mundial.
En América Latina y el Caribe, el crecimiento del producto bruto interno se prevé en un
2,2% en 2022, un registro lejano al 6,5% alcanzado en 2021.
La rápida recuperación se vio favorecida por los importantes avances en materia de
vacunación, que permitieron a los gobiernos suavizar las restricciones y reabrir sus
economías.
A principios de diciembre de 2021, dos de cada tres personas habían recibido al menos
una dosis de la vacuna, aunque las disparidades entre países seguían siendo grandes.
Además, la región se benefició de unas condiciones externas favorables, como la fuerte
demanda de China y Estados Unidos, los altos precios de las materias primas y el
aumento de las entradas de remesas. Pero la recuperación no ha sido suficiente para
revertir los daños de la pandemia, que ha empujado a millones de personas al paro y a la
pobreza.
Para este año 2022 y el próximo 2023 se pronostica un “panorama difícil”, con un
contexto internacional menos favorable a medida que se ralentice el crecimiento de los
principales socios comerciales de la región y se endurezcan las condiciones financieras
mundiales.
Al mismo tiempo, muchos de los bancos centrales de la región seguirán subiendo los
tipos de interés para controlar la inflación, mientras que los gobiernos se apartarán cada
vez más del estímulo fiscal.
Ante estos vientos en contra, se prevé que el crecimiento del producto bruto interno en
Sudamérica alcance sólo el 1,6% en 2022. Las perspectivas a corto plazo son más
favorables para América Central y, especialmente, el Caribe, donde la continua
reanudación del turismo apoyará la recuperación económica.
Los mercados laborales regionales experimentaron “una recuperación parcial y
desigual” con tasas de desempleo más altas y de participación más bajas que antes de la
pandemia.
Se estima que por lo menos este año y el próximo, los niveles de empleo se mantendrán
muy por debajo de los niveles anteriores a la pandemia. La participación de la población
activa en Estados Unidos y Europa se mantiene en niveles históricamente bajos, ya que
muchos de los que perdieron su empleo o abandonaron el mercado laboral durante la
epidemia todavía no han regresado.
“La escasez de mano de obra en las economías desarrolladas está agravando los
problemas de las cadenas de suministros y las presiones inflacionistas. Al mismo
tiempo, el crecimiento del empleo en los países en desarrollo sigue siendo débil, en
medio de un menor progreso de la vacunación y un gasto de estímulo limitado”, apunta
el estudio.
Por ello, se pronostica una recuperación lenta del empleo tanto en África, como en
América Latina y el Caribe y en Asia Occidental. En muchos países, el ritmo de
creación de empleo no es suficiente para compensar las pérdidas de empleo anteriores.
En este contexto de escasa recuperación laboral, se prevé que el número de personas
que viven en la pobreza extrema se mantenga muy por encima de los niveles anteriores
a la pandemia, y que la pobreza aumente aún más en las economías más vulnerables.
Además, la recuperación completa del Producto Bruto Interno per cápita durante los
próximos años seguirá siendo difícil para muchos países en desarrollo.
Estas persistentes brechas de producción exacerbarán la pobreza y la desigualdad y
frenarán los avances en la consecución del desarrollo sostenible y la lucha contra el
cambio climático.
Por el contrario, se espera que el PBI per cápita de las economías desarrolladas, en
relación con las proyecciones anteriores a la pandemia, se recupere casi por completo en
2023.
Del mismo modo, la diferente recuperación del empleo y los ingresos entre los distintos
sectores poblacionales está agravando las desigualdades de ingresos dentro de los
países. La pandemia produjo un descenso del empleo femenino, especialmente en los
países en vías de desarrollo.
El apoyo al trabajo doméstico no remunerado, incluyendo como tal el cuidado de los
niños, seguirá siendo un factor fundamental para ayudar a las mujeres a reincorporarse a
la población activa.
El limitado margen fiscal y las limitaciones a la financiación que encuentran muchos
países en desarrollo siguen limitando la capacidad gubernamental de gasto relativa a la
pandemia, como la ampliación de la vacunación y la protección social y el apoyo al
empleo.
En paralelo, todos los bancos centrales han comenzado a retirar su intervención
económica a la crisis en medio de crecientes presiones inflacionistas. Aunque es
necesaria, una retirada rápida del estímulo monetario podría socavar la frágil
recuperación.
Los programas de compra de activos sirvieron para hacer frente a las dificultades
financieras y apoyar la recuperación durante las primeras etapas de la crisis. Sin
embargo, también aumentaron las vulnerabilidades financieras mundiales y ampliaron
las desigualdades económicas.
La situación fiscal y de la deuda es particularmente difícil para muchos países en
desarrollo de bajos ingresos. Las cargas insostenibles de la deuda externa, el
endeudamiento adicional provocado durante la pandemia y los crecientes costes del
servicio de la deuda han situado a muchos de ellos al borde de una crisis de
endeudamiento.
"Las autoridades monetarias de los países desarrollados tendrán que acelerar y escalonar
la reducción de las compras de activos y de sus balances para mantener la estabilidad
financiera, mantener bajo el coste del servicio de la deuda pública, garantizar la
sostenibilidad de la deuda y evitar una consolidación fiscal prematura", subrayó Hamid
Rashid, jefe de la subdivisión de Vigilancia Económica Mundial.
En lo que respecta al análisis de la economía peruana tenemos que El Banco Central de
Reserva (BCR) señaló que el crecimiento de la economía peruana en enero del 2022
habría sido similar a lo registrado en diciembre del año pasado (1.72 %).
Los indicadores de la actividad económica en febrero del 2022 señalan que se mantiene
la recuperación del consumo privado y del empleo con una mayor movilidad de los
ciudadanos.
En cuanto al consumo interno de cemento, señaló que se registra una caída de 2.4 % en
el segundo mes del 2022, respecto a lo alcanzado en febrero del año pasado.
El sector pesca cayó en 21,1%, esto debido al menor desembarque de especies para
consumo humano directo, en especial las destinadas a las industrias de congelado y
enlatado. Asimismo, la pesquería de anchoveta se mantuvo cerrada en la región norte y
centro, debido al período de veda, mientras que en la zona sur las capturas pasaron de
35.000 toneladas en febrero del año pasado a 41.000 toneladas este año.
Finalmente, el sector comercio se habría visto beneficiado del progresivo aumento del
aforo en los locales comerciales luego de la flexibilización de restricciones a la
movilización de personas que se impusieron previo a la llegada de la tercera ola
del COVID-19 en enero del 2022.
El economista Juan Carlos Odar explicó que el paro afecta a la economía peruana entre
US$ 25 millones y US$ 30 millones al día (alrededor de S/ 109 millones como máximo)
, debido al impacto que tiene en los sectores de servicios, agro y transporte que se ha
dado en algunos puntos del país..
Sin embargo, la paralización (paro de transportes) que solo afectaba algunos puntos de
la capital se ha agudizado en el país, debido a la medida de inmovilización por un día
cuyo impacto resultas ser 10 veces más grande.
“Uno de los temas más preocupantes es saber cómo sobrevivirán aquellas personas que
viven del día a día, y no podrán llevar alimento a sus familias...”, expresó.
Además, la norma tenia varios vacíos entre el anuncio del presidente Pedro Castillo que
dijo que las personas podrían comprar sus alimentos, medida que no se dice en la norma
legal publicada.
Con ello, parece que la solución que ha dado el Gobierno tendrá un mayor impacto que
el problema que enfrentaba.
Hoy la economía en el Perú y el mundo juega un rol muy importante, más aún en medio
de una crisis global y local frente al alza de precios, en la que se establecen medidas
para enfrentar esta situación.