Apuntes para El Ensayo de Cien Años de Soledad
Apuntes para El Ensayo de Cien Años de Soledad
Apuntes para El Ensayo de Cien Años de Soledad
En ella no se trata de un tiempo cronológico, sino del despliegue envolvente del
transcurrir del tiempo mismo, entendido como el tiempo cíclico que marca la tragedia de
la familia Buendía y en el que se desenvuelve el borrascoso circular de Macondo. El
destino fatídico de sus personajes está sujeto a la constante presencia de un tiempo
circundante y devastador. Cien años indica la perdurable e inseparable soledad
compartida que se extiende por entre toda la dinastía de los Buendía.
Pero, ¿qué podría significar entonces la soledad de los cien años? Ella alude al
ensimismamiento de la familia Buendía, ocasionado por su sentimiento de culpa y por
su fallida apertura al mundo. Su atmósfera solitaria no sólo refleja su incapacidad de
amor y comunicación, sino también, y sobre todo, su impotencia para abrirse a la
posibilidad de la transformación y continuidad de un tiempo histórico, en el que los
hombres puedan ocasionar sucesos no repetibles que los renueven y cambien su
mundo. Los Cien años de soledad de la familia Buendía dan a conocer el tiempo
predestinado de su aparecer en el acaecer reiterativo de su destino.
Apuntes video
Los propios latinoamericanos recalcan su identificación con las obras. Gabriel García
Márquez es el punto más alto dentro de los autores del boom.
El elemento que va a desarrollar Márquez con mucha más fuerza va a tener que ver con
la construcción del espacio.
La propia concepción del paso del tiempo, con sus repeticiones y espirales, refleja una
visión trascendente de la existencia humana. Pocos lectores pueden no confundir a las
decenas de personajes que integran las generaciones de la familia Buendía: José
Arcadios, Aurelianos, Úrsulas se repiten en un juego confuso que nos lleva a pensar que
todos los personajes son encarnaciones de una misma matriz. Es así como García
Márquez construye su mensaje, a través de la sensación en el lector de que no sólo los
nombres se repiten en las distintas generaciones sino que también lo hacen los rasgos
de carácter, los errores y los aciertos. Esto haya su confirmación en las palabras de
Úrsula con la lucidez que le conceden los años. El lector tiene la impresión de que los
prodigios, las batallas de los Buendía son siempre distintas pero que en el fondo todos
viven la misma vida confusa cuyos límites son difíciles de percibir. La repetición mítica
hace del destino de Macondo y de los Buendía un destino dramático, porque todo
avance implica un retorno al pasado y todo destino familiar implica una condena.
Cien años de soledad, mientras dura el embrujo de su lectura, hace creíble lo increíble y
nos devuelve la mirada ingenua de un niño que conoce el hielo por primera vez y acerca
con temor su mano para comprobar que, de tan frío que es, quema. En este episodio,
un fenómeno aceptable y cierto, como es el hielo, recibe un tratamiento sobrenatural.
Sucede lo mismo con otros objetos y conocimientos que son cotidianos para nosotros,
pero que resultan prodigiosos para una mentalidad arcaica: los imanes, las lupas, la
redondez de la tierra, etc, despiertan el asombro de los macondinos. Lo sobrenatural
también puede ser aceptable aunque no sea comprensible.
Tanto los personajes como el narrador, aceptan como parte de la realidad una serie de
fenómenos que, desde nuestro punto de vista, son sobrenaturales e imposibles. Niños
que son capaces de llorar en el vientre materno y nacer con los ojos abiertos, muertos
que siguen viviendo junto a los vivos, epidemias de insomnio y de olvide.
Cien años de soledad fue la expresión más aclamada de una eclosión narrativa que
mostró a millones de lectores, acá y allá, la vigorosa vitalidad de un continente.
Citas textuales:
Desde entonces, durante varios años, se vieron casi todas las tardes.
Melquíades le hablaba del mundo, trataba de infundirle su vieja sabiduría. Melquíades
le hablaba del mundo, trataba de infundirle su vieja sabiduría, pero se negó a traducir
sus manuscritos. “Nadie debe conocer su sentido mientras no hayan cumplido cien
años”, explicó. Melquíades, todo está escrito.