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El Nacimiento y Evolución de La Zarzuela en El Siglo XIX: Ópera Cómica Española

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Anuario de Filosofía de la Música

2020, páginas 75-91

Jorge Tovar
Universidad Católica de Valencia

El nacimiento y evolución de la zarzuela en el siglo XIX: ópera cómica española

Resumen:
Durante las últimas dos décadas, en el tránsito del siglo XX al XXI, la reciente bibliografía publi-
cada sobre la zarzuela es escasa. Entre las concausas que pueden explicar tal circunstancia se
haya el hecho de ser la zarzuela, desgraciadamente, un género caducado. El agotamiento de esta
manifestación del teatro lírico parece haber contagiado, o bien sumido en el ensimismamiento,
a los investigadores.
Nuestra intención es dar una visión panorámica desde sus orígenes, implantación, evolución etc.,
pasando por los diferentes períodos monárquicos desde Felipe IV, la regencia de María Cristina
de Borbón-Dos Sicilias, el reinado de Isabel II, la monarquía de Alfonso XII y la regencia de María
Cristina de Habsburgo-Lorena y la monarquía de Alfonso XIII.

Palabras clave: Zarzuela, parodias, costumbrismo.

Abstract
Over the past two decades, in the transit from the twentieth to the twenty-first century, the re-
cent published literature on zarzuela is scarce. Among the concausas that may explain such a cir-
cumstance has been the fact that it is zarzuela, unfortunately, an expired genus. The exhaustion
of this manifestation of lyrical theatre seems to have infected, or plunged into self-absorption,
the researchers.
Our intention is to give a panoramic view from its origins, implantation, evolution etc., passing
through the different monarchical periods from Felipe II, the regency of María Cristina de Bor-
bón-Dos Sicilias, the reign of Isabel II, the monarchy of Alfonso XII and the regency of María Cris-
tina de Habsburgo-Lorraine and the monarchy of Alfonso XIII. All this in addition to highlighting
the moments of inflection characteristic of the genre itself such as the construction of the Teatro
de la Zarzuela in Madrid.

Keywords: Zarzuela, parodies, costumbrism.

ANUARIO DE FILOSOFÍA DE LA MÚSICA

Coordina Consejo
Marié Lavandera Piñero Aurelio Martínez Seco
Fernando Torner Feltrer
Francisco Bueno Camejo
Gonzalo Devesa Valera
José Luis Pozo Fajarnés
Manuel Real Tresgallo
Raúl Angulo Díaz
Rufino Salguero Rodríguez

Todos los artículos publicados en este anuario han sido informados anónimamente por pares de evaluadores externos a la Fundación
Gustavo Bueno. Véanse las normas para los autores en: http://filosofiadelamusica.es/afm/normas.htm

http://www.filosofiadelamusica.es/afm ISSN 2695-7906


anuario@filosofiadelamusica.es Depósito legal: AS. 00710-2020

© 2020 Los autores y la Fundación Gustavo Bueno *Avenida de Galicia 31 * 33005 Oviedo (España)
El nacimiento y evolución de la zarzuela
en el siglo XIX: ópera cómica española
Jorge Tovar
Universidad Católica de Valencia «San Vicente Mártir»

§1. El origen de la zarzuela sin incomodarse por secciones complica-


das en letra y forma.
A continuación, realizaremos un ex- Por otro lado, no es menos cierto que
haustivo análisis, una visión global an- el teatro ha gozado de reputación en el
terior y posterior de la misma, para po- solar hispano desde tiempos pasados.
der entender y observar con una buena Así, desde la Edad Media, proliferaron en
perspectiva la evolución de la zarzuela. los reinos hispánicos las representacio-
Ello nos llevará a entender su origen, nes teatrales con acompañamiento mu-
evolución, transformación y decaden- sical. Este es el caso de «El Misteri d´Elx»
cia, imposible de comprender si nos o el «Cant de la Sibila», ambos vivos en la
centráramos sólo en los años de pleno actualidad, el primero de ellos con gran
apogeo del estilo en cuestión. importancia. A ellas se sucederán las
Por tanto, creemos conveniente rea- «Églogas», los «Pasos», espectáculos de
lizar una primera definición de la Zar- palacio y cómo no, las Zarzuelas (nombre
zuela. En palabras del Doctor Francisco proveniente del lugar en donde tenía lu-
Carlos Bueno Camejo, podemos definir gar la representación, rodeado de zarzas,
la misma como: el actual Real Sitio del Pardo). Durante
este siglo XVII, los músicos alternaban
La manifestación hispánica del teatro lí- sus trabajos en el Buen Retiro con los de
rico con partes habladas, equivalente a la Zarzuela, con la expresión «hoy tengo
la opéra-comique francesa, al singspiel zarzuela», designando así a la forma mu-
germánico, a la ballad-opera inglesa y a sical que nacía entonces, la cual arraigó
la ópera buffa italiana. (Bueno Camejo, en las costumbres de Felipe IV. (Figura 1)
1999, pp. 131-140)
§2. El siglo XIX: la zarzuela durante
Como veremos con posterioridad, la regencia de María Cristina de Bor-
obtiene su éxito por el carácter popular, bón-Dos Sicilias
tanto en sus temáticas como por la mú-
sica en sí, fácilmente detectable merced Avancemos al siglo XIX. El inicio de la
a una platea ansiosa por disfrutar per se, décimo-novena centuria se caracteriza
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Figura 1. Retrato de Felipe IV. Velázquez. Museo del Prado

Figura 2. Mª. Cristina de Borbón-Dos Sicilias. Luis de la


Cruz. Casa Consistorial de Sevilla

por la decadencia de las capillas ecle- pp. 161-162), apareciendo poco a poco
siásticas debido a la desamortización aires españoles en diversas ocasiones,
de Mendizábal y por la aparición del lo que dio lugar a que el pueblo siem-
Conservatorio de Madrid, casi exclusi- pre estuviera presente y a la expectati-
vamente dedicado a una sola especiali- va de nuevas representaciones, a pesar
dad, el Canto. de no ser erudito en la materia, como
Será en la década de 1830, a partir de otros estamentos sociales del gran gé-
la muerte de Fernando VII y la amnistía nero del momento. Emilio Casares Ro-
de la regente, Mª. Cristina de Bor- dicio sugiere que la españolidad de la
bón-Dos Sicilias, cuando comenzará un zarzuela fue un factor primordial para
resurgir teatral, ayudado por la llegada su aceptación entre los colectivos so-
de exiliados. (Figura 2) ciales más menesterosos:
Las primeras partituras del siglo
XIX brotan una doble herencia italiana Lejos de las representaciones aplaudi-
y francesa, «queriendo a todo trance das por adinerados, nobles, aristocracia,
ser española […] mezcla incoherente entendidos y con necesidad de aparen-
y extraña de la ópera cómica francesa tar, el nuevo género da cabida al otro
amplificada y de la ópera semiseria ita- sector que no tiene oportunidad de bu-
liana reducida» (Casares Rodicio, 1995, cear en esos ambientes, pero que disfru-

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ta de cada representación, cuyo insisto, 1º- La zarzuela agrada a las clases popu-
siempre alerta, acogía con entusiasmo lares, por el carácter desenfadado de su
todo lo que hacía vibrar su alma neta- música y por estar escrita en castellano
mente española. (op. cit.) 2º- La zarzuela llena un espacio teatral
que está cubierto en el resto de las na-
De esta forma, se irá forjando el es- ciones europeas con formas de teatro
tilo zarzuelístico, puente entre la to- nacional
nadilla del siglo XVIII y el teatro espa- 3º- La zarzuela ha visto sustituir a la ópe-
ñol del siglo XIX, siempre impregnado ra italiana en las preferencias del público
por la ópera italiana, dando lugar al 4º- La zarzuela “moderna” no tiene más
nacimiento de la zarzuela grande en que una relación nominal con la antigua
1851, con el estreno de «Jugar con zarzuela del siglo XVII, y entre ellas no exis-
fuego» de Francisco Asenjo Barbieri te ningún vínculo formal. (op. cit., p. 176)
y Ventura de la Vega; y el nacimiento
de un nuevo género, con obras de un Debido a todo ello se producirán una
acto, recubierto por su parte, de un serie de consecuencias. Una de ellas,
ambiente populista, en el año 1867 en absoluto trivial, es el beneficio que
con el Género Chico. la zarzuela acarreó para el desarrollo
de los Conservatorios de Música, una
La crisis de la primera hornada de circunstancia que no pasó inadvertida
la Zarzuela Grande durante el sexe- para un reputado coetáneo de la época,
nio democrático, muy influida por la Vélez de Medrano:
ópera belcantista italiana, permitió el
nacimiento de una auténtica ópera có- El mejoramiento del gremio musical, las
mica española. Se crea de esta manera bellas producciones que cada día vienen
un nuevo género, que sería defendido a enriquecer el repertorio de la moder-
como la ópera cómica nacional en lu- na escuela de composición, el desarrollo,
gar de zarzuela. desconocido anteriormente, que adquie-
El éxito de la zarzuela durante el re la estampación y venta de la música
siglo XIX descansaba en unos factores española, el bienestar por último, de las
socio-musicales. El compositor Rafael numerosas familias que viven del teatro…
Hernando Palomar nos procura las […]. Su prosperidad y el incremento que
claves de dicho éxito, en su zarzuela va tomando, no solamente en España
«Colegialas y Soldados»: determina- sino hasta en nuestras Antillas […], nos
ción de la forma del género, empresa han traído la reforma y mejoramiento del
teatral para cultivarlo y asidua concu- Conservatorio de Música, han hecho que
rrencia del público. esta escuela dependa actualmente del Mi-
Por su parte, Juan de Castro, en su nisterio de Fomento, […], se considere la
artículo «La zarzuela. Reseña históri- profesión musical como carrera universi-
ca»1, aporta otras premisas; entre ellas taria y el arte musical forme parte de las
el hecho de la sintonía entre la zarzuela Bellas Artes, con sus hermanas la pintura,
y las clases populares, la necesidad del la escultura y la arquitectura. […] Además,
género dentro del teatro lírico español tenga Madrid un teatro de ópera española
y la circunstancia de poseer una rela- que vendrá a ser digno complemento de
ción tangencial con la zarzuela antigua: lo que poseemos en la actualidad.2

1. El artículo: «Reseña histórica de la Zarzuela» de Juan de Castro, es publicado de nuevo en la revista


La Propaganda Musical, en los números 1, 2, 3, 4 y 5 de enero y febrero de 1883.
2. La Descripción del Teatro de la Zarzuela, es decir el artículo publicado en el Álbum de la Zarzuela en 1857
por Vélez de Medrano, es de nuevo publicado en La Propaganda Musical (n.º 15,16,17) en el año 1883.
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§3. El reinado de Isabel II ǧ 1 acto formado por entre 5 a 8
números no extensos.
3.1. La construcción del teatro de la ǧ Alternancia de diálogos y nú-
zarzuela meros musicales.
• Desarrollo tripartito: (embrión
Tras la fundación de la Sociedad Ar- de la Zarzuela Grande)
tística, cuyo empuje fue fundamen- ǧ Presentación (coro general y
tal para la evolución de la zarzuela, presentación de personajes.
merced al banquero Fernando de las ǧ Nudo: concertantes (dúo, trío).
Rivas, se construyó el Teatro de la ǧ Desenlace: coro o tutti.
Zarzuela, «aportó la mayor parte del • Características musicales:
capital, adquirieron unas antiguas
ǧ Desarrollo de un lenguaje mu-
cocheras de la calle Jovellanos. […]
sical populista.
construyendo el Teatro de la Zarzue-
la, llamado mucho tiempo Teatro de ǧ Uso de canciones nacionales
Jovellanos por el nombre de la calle». (Folklore).
(Alier, 2000, p. 54) ǧ Uso de canciones nacionales
El año 1856 fue, entonces, una anua- europeizadas.
lidad memorable en la historia de la zar- • Características ideológicas:
zuela; pues tuvo lugar la inauguración ǧ Caracterización musical de los
del Teatro de La Zarzuela, en la calle Jo- personajes.
vellanos de Madrid, en rigor, auténtico ǧ Elección por parte del especta-
Sancta Sanctorum del género. Muchos dor de personajes afines o no.
pensaron en aquel momento que la zar- ǧ Defensa de valores tradiciona-
zuela iba a convertirse en la ópera na- les españoles.
cional española. Empero, no obstante, ǧ Zarzuelas cercanas, provincia-
fue una vana ilusión; y es que la zarzue- les o locales.
la es un género autónomo, con vida pro-
pia. La popularidad de nuestro género 2. La Zarzuela Restaurada (1849-1856)
se puso de manifiesto con la fundación
de numerosos teatros dedicados a la Podemos decir que se trata de un
zarzuela por todo el solar hispano. período de confrontación entre el nue-
vo género y el gran género de la ópera.
3.2. La evolución: de la zarzuela ro- Mientras la ópera conlleva un gran gas-
mántica a la zarzuela grande to, se nutre de compositores formados
y el público comienza a estar en contra,
Entre la Regencia de María Cristina de la zarzuela se realizará con un menor
Borbón-Dos Sicilias y el reinado de Isabel gasto, se nutrirá de un abanico de jóve-
II, la Zarzuela atravesó tres fases defini- nes compositores y lo más importante
das, a saber: la Zarzuela romántica (1832- tendrá al público a su favor; todo ello
1849), la Zarzuela restaurada (1849- hará de este período un desenlace de
1856) y la Zarzuela Grande (1851-1856), ruptura entre los géneros menciona-
cuyos elementos conviene refrescar: dos. Al mismo tiempo será clave la in-
auguración del Teatro Real en 1850.
1. La Zarzuela Romántica (1832-1849)
• Características generales:
• Características formales:
ǧ Obra escénica. ǧ Zarzuela en dos actos.
ǧ Lengua castellana. ǧ Similitud del teatro clásico
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español transformándolo al • Características generales:
lírico. ǧ Zarzuela de 3 actos.
ǧ Personajes del teatro barroco ǧ Uso de coros como en la ópera
español. seria, principio, final de obra y
ǧ Ideología tradicional. sus intermedios.
• Características formales: ǧ Números a solo como presen-
ǧ Duplicidad de la anterior obra tación de personajes.
en un acto. ǧ Aparición de la figura de barí-
ǧ Cada acto comienza con intro- tono.
ducción instrumental y termina ǧ Números de conjunto.
con número concertante. (In- ǧ Uso del concertante como cie-
fluencia europea). rre ostentoso de la obra.
ǧ Desarrollo de drama completo.
ǧ Números musicales de dos ti- El uso de este último nos deriva a
pos: los que continúan la acción dos tendencias vigentes; una euro-
y los que la detienen. peísta que aboga por la continuación
ǧ Números musicales al servicio de modelos extranjeros y otra hispá-
de la obra dramática. nica, es decir, zarzuela en un acto (en-
ǧ Formas musicales de tradición tremés o sainete), con el uso de for-
musical española. mas españolas, entre las que podemos
• Características vocales: destacar seguidillas, fandangos…; rit-
ǧ Aparición del virtuosismo vo- mos ternarios derivados de fórmulas
cal. hispánicas; melodías en modo menor;
ǧ Tesituras graves (cantantes acompañamientos masculinos; pro-
no profesionales ya que están fusión de voz femenina intermedia;
más especializados en la de- preferencia de oboe frente a clarinete
clamación). y seguridad instrumental cercana a la
ǧ Virtuosismo belcantista sólo banda musical.
en la tiple protagonista.
ǧ Arias de influencia italiana. • Características musicales:
• Características ideológicas: ǧ Uso de la orquesta romántica.
ǧ Personajes con caracteriza- ǧ Combinación de episodios de
ción medida. avance y de contemplación de
ǧ Caricaturización sólo en mo- la acción, (paso de forma ce-
mentos puntuales. rrada a forma abierta).
ǧ Clase media como estrato so- ǧ Orquestación simple a la ita-
cial. liana.
• Características instrumentales: ǧ Armonía uniforma.
ǧ Mejora de la orquestación ǧ Uso de estilo parlante (buscar).
(mejores orquestas). ǧ Melodías sencillas con cua-
ǧ Mayor presencia de viento dratura, fácilmente memori-
metal (auge en la fabricación zables por el público.
de estos). ǧ Colaboración libretista y mú-
ǧ Mayor independencia de las sico.
voces (germen del teatro por • Características ideológicas:
horas y el Género ǧ Temática sentimental de la
Chico 1860). vida humana.
ǧ Uso de los sentimientos para
3. La Zarzuela Grande (1851-1856) involucrar al público.
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ǧ Personajes cercanos con de- sión patriótica, en alusión a las conti-
fectos y virtudes. Identifica- nuas guerras carlistas, mediatizando el
ción con el público. entorno; así también tendrán caracte-
ǧ Personajes de alta posición rísticas literarias heredadas, fruto del
económica rechazados por el éxito del que provienen, excepto un
pueblo. género que quedará excluido del gé-
ǧ Música al servicio de la zar- nero musical zarzuelístico, la tragedia,
zuela y sus personajes. estandarte temático de la ópera que sí
será usada en la zarzuela parodia.
Según la Doctora Ana Galiano Arlan- Se entiende que la primera zarzue-
dis, la Zarzuela se perfila con claridad, la, como tal, representada en Madrid
diferenciada de la ópera cómica, a par- en esta centuria fue «Los enredos de
tir de 1849: un curioso», obra realizada con motivo
del nacimiento de la Infanta Dª. María
• Ópera cómica: Luisa Fernanda y en la que constaban
ǧ Obras líricas a las cuales el au- diez números musicales con el último
tor quiere dotar de un valor en forma de gran cantata, aunque se
especial. presenta como melodrama. (Figura 3)
ǧ Solo excepcionalmente pro-
vienen de la opereta. A mediados de siglo, Europa se con-
ǧ Su procedencia suele ser tra- vulsiona con innumerables actos de
ducción de una obra literaria, sublevación, contagiando una España
o literario-musical francesa, o reivindicativa social y laboralmente
imitación de ellas. en la revolución de 1848. En lo que a la
ǧ Tendrán generalmente dos o zarzuela se refiere, será el período de
tres actos. transición a su formato final a final de
• Zarzuela: siglo. Surgirá, lo que en palabras de
ǧ Obras líricas en uno o dos actos. Ana Galiano es el «costumbrismo»: «La
ǧ De costumbres urbanas o re- transformación de España porque re-
gionales. vela la realidad del pueblo y sobre todo
el cambio que surge con la transforma-
La zarzuela de mediados del siglo ción durante la transición del Antiguo
XIX es una obra escrita en lengua cas- Régimen a la sociedad moderna». (op.
tellana, con diálogos hablados y partes cit., p. 110)
musicales que dependen directamente
del argumento, tiene uno o dos actos Dos regiones en cuanto a temática
y se irá ampliando hasta los tres, con destacarán en la mayoría de las obras,
la denominación de Zarzuela Grande, andaluces y madrileños; la primera
e incluso los cuatro actos hacia 1857. fruto de su propio ambiente cultural
(Galiano Arlandis, 2008, pp. 51-53) de diferentes orígenes, ayudada por
el empuje de la ciudad gaditana como
La zarzuela derivaba del teatro, por urbe floreciente en sus relaciones co-
lo que en una primera fase las voces no merciales con América, y la segunda,
son muy virtuosas, al tiempo que las te- centrada en su propio casticismo.
situras principales son barítono o bajo
y tiple o soprano, para principal y se- En la ciudad del Turia, a su vez,
cundario respectivamente. además por supuesto de representar-
No debemos olvidar que el primer se las obras líricas pertinentes, desta-
tercio del siglo, la música tiene una mi- carán los sainetes líricos, las tonadillas
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Figura 3. Isabel II de Borbón. Luis de Madrazo.
Alcázar de Toledo

escénicas y las comedias con acompa- Pavía, Capitán General de Castilla la Nue-
ñamiento musical. va, ocupando el Congreso de los Dipu-
tados, para impedir que Emilio Castelar
La mitad del siglo XIX, se convier- fuera desalojado del gobierno; y la llega-
te en un periodo de suma importancia da de la Dictadura de Francisco Serrano,
gracias al legado de ilustres compo- en la “Republica Unitaria”.
sitores como Hernando, Gaztambide, El 29 de diciembre de 1874, el general
Barbieri o Arrieta, lo que provoca una Arsenio Martínez Campos Antón forzó los
evolución del público de la ópera al gé- acontecimientos al proclamar en Sagunto
nero nacional, al cual llevan todas las a Alfonso XII como Rey de España, ante los
clases sociales a su período más álgi- alfonsinos valencianos, […], falleció en el
do. «La zarzuela ha tenido vida propia Palacio de El Pardo de Madrid, víctima de
precisamente porque desde el princi- la tuberculosis. (Torner Feltrer, 2017)
pio, en oposición a la ópera impuesta
desde la corte, es un espectáculo de- En este período, emerge la figura de
mocrático, y esto constituye uno de María Cristina de Habsburgo-Lorena
sus mayores timbres de gloria». (Peña en segundas nupcias del malogrado Al-
Goñi, 1881, p. 210) fonso XII, el cual busca un matrimonio
políticamente correcto en la hija de la
§4. La zarzuela durante la monar- Archiduquesa Isabel de Austria y sobri-
quía de Alfonso XII y la regencia de na del Emperador Francisco José.
María Cristina de Habsburgo-Lore-
na: El género chico Una vez contextualizada histórica-
mente la zarzuela de una manera global
El último cuarto de siglo quedará mar- en el punto anterior y pudiendo así en-
cado por una serie de conflictos polí- tender la evolución de la misma, nues-
ticos, tal y como nos detalla Fernando tro período coincide plenamente con el
Torner Feltrer: despertar del «género chico» o del tam-
bién llamado «teatro por horas».
La inestabilidad de la situación política El último cuarto del siglo XIX que-
española favoreció el arribo de la Res- dará marcado por el declive del género
tauración borbónica de Alfonso XII: las cómico nacional, por la irrupción e in-
guerras carlistas y el conflicto cubano teracción del estilo bufo, lo que conlle-
aún seguían en curso; las Cortes de la I va una importante fuga de clientela ha-
República Española fueron disueltas el 3 cia el gran Teatro Real, que, a diferencia
de enero de 1874 por el general Manuel de otros países como Italia, Francia,

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Figura 4. Alfonso XII. Museo del Prado

Alemania o Rusia, han permanecido Como hemos dicho, característica


protegidos por sus gobiernos. (Figura 4) de la misma, la proliferación de ritmos
folklóricos autóctonos en primera ins-
Su propio nombre «Zarzuela», lle- tancia, aunque incluso de tipo interna-
vaba intrínseco un aire peyorativo de cional debido a la contaminación de la
estilo, clase (de chaqueta y gorra) etc… opereta. También el uso del registro de
que no hemos sabido proteger, a pesar barítono en la voz principal, en detri-
de tratarse de unas obras que el públi- mento de la tradicional del tenor; sin
co era capaz de entender lo que se de- olvidar la forma, entre una romanza,
cía, y por consiguiente, le hacía sentir y aria o simple canción, con abundancia
oír la obra en toda su totalidad, a dife- de dúos, tríos, concertantes…. Pero la
rencia del público de ópera, que iba a gran diferencia versa en la extensión
oír cantar. propiamente dicha, zarzuelas grandes
Por tanto, la zarzuela debe evolucio- o género chico, lo que permitió por par-
nar paralelamente a la ópera, necesi- te de la segunda, la liberación o el des
tando de una nueva visión que fortale- encorsetamiento operístico en el cual
ciera el género y consiguiera mantener la zarzuela ansiaba reflejarse. En esta
la atención del público, obnubilado por década el teatro lírico estará conforma-
las obras de Meyerbeer, Rossini y Gou- do por la ópera y la zarzuela, previo a la
nod. Esta nueva semilla vendrá de la moda del teatro por horas.
mano del gran músico valenciano Ru-
perto Chapí, conocido como «El xiquet Consolidada la ópera italiana en
de Villena». nuestro país, para un público elitista,
Son muchos los nombres que se primeramente, estimuló a los compo-
han dado a obras que en realidad eran sitores nacionales, a la creación de una
zarzuelas, que los propios autores no ópera española, si bien, esta no tuvo un
se atrevían a catalogar (juguete cómi- final positivo, si lo hizo el género de la
co, paso cómico etc.) zarzuela recuperando la tradición de
Manteniendo la idea inicial de un pa- nuestro teatro lírico.
satiempo agradable, fácil y entendible Como ya hemos comentado, el teatro
por el soberano, similar a cualquiera por horas surge de la propia decadencia
de nosotros cuando vamos al cine o al de la zarzuela en su afán imitatorio de
teatro en la actualidad, sin más preten- la ópera extranjera, no sin numerosos
sión en muchos casos de un argumento intentos por parte de los compositores
banal pero entendible hasta la última del momento que se empeñaron en in-
palabra de cualquier personaje tercia- tentarlo, a lo que contribuyó la creación
rio o de relleno. del Conservatorio de Música en 1831,
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Figura 5. María Cristina de Habsburgo-Lorena. José Moreno
Carbonero. Palacio Real Madrid

mencionado anteriormente, como can- afianzará hasta conseguir suplantarla


tera de cantantes del más fiel estilo en los dos últimos decenios del siglo
italiano. XIX, período que nos atañe directa-
Recordemos que será en 1849 cuan- mente.
do la zarzuela moderna inicia su anda-
dura emulando la vecina ópera cómica A partir de 1870, con la decadencia
francesa y la bufa italiana con el estre- de la Zarzuela Grande, es cuando cobra
no de «Colegialas y soldados». importancia el género chico y por con-
siguiente el teatro por horas hasta bien
¿Era española una ópera desde el entrada la nueva centuria.
momento en que el libreto estuviera A través de José Subirá y en palabras
escrito en lengua española, o por el suyas:
hecho que los argumentos desarrollaran
un tema español, como “El Barbero El último decenio del siglo XIX viene a ser
de Sevilla” o la “Carmen” de Bizet?, ¿o como el desenlace de este gran drama
finalmente, por el carácter de su música?, histórico y algo determinista de la zar-
¿era la zarzuela el paso previo para zuela que hemos venido reseñando y que
llegar a la ópera española, sustituyendo empieza en 1648 con su alegre nacimien-
las partes habladas por diálogos líricos? to. El resto del siglo XVII y todo el siglo
O sin más ¿era la zarzuela nuestra XVIII forman el primer acto del drama,
genuina ópera nacional? (Espín Templa- que además de ser la juventud del géne-
do, 1995, p. 25) ro es como si dijéramos la exposición del
asunto. El eclipse durante los primeros
No dejando de lado la citada zar- cincuenta años del siglo XIX es el primer
zuela en dos actos, le seguirán otras entreacto. (Subirá Puig, 1958, p. 59)
formalmente estructuradas a seme-
janza de esta, mientras la primitiva Comienza desde entonces un pe-
zarzuela en un acto, derivada de una ríodo de ascensión del género pro-
«tonadilla algo ampliada» o simple «sai- piamente dicho, donde cada zarzuela
nete con música», de forma peyorativa, se estrenada será superada por la inme-
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diatamente posterior, será el gran mo- Organológicamente hablando, la
mento dorado de la misma, y donde los zarzuela fue escrita siempre para una
más aplaudidos compositores anhela- orquesta similar a las de las óperas eu-
rán el estreno de sus obras en los ma- ropeas, con sus restricciones evidentes,
yores teatros europeos, sin darse cuen- por supuesto, sólo con ayuda de algún
ta de la importancia de ser reconocidos instrumento nacional para determina-
en su propio país. dos números musicales.
El género chico disfrutó tanto del
éxito como de su decadencia, en un Otro aspecto característico y muy ne-
corto espacio de tiempo, justo cuando cesario para nuestro género es el libreto.
la ópera italiana vivía unas horas bajas En algunos, igual que en el género gran-
y al mismo tiempo crecía un sentimien- dioso por excelencia de la ópera, por no
to nacionalista en toda Europa, hasta decir en la mayoría, y sin menospreciar,
que el internacionalismo y sus bailes la escritura del mismo apenas tenía un
extranjeros, la volvieron a apartar, en léxico demasiado cuidado y difícilmente
favor de la opereta y la revista. sin la ayuda de la materia musical, podría
Mención digna y necesaria para el en- haber tenido grandes efectos por sí solo.
tendimiento de su evolución creciente, es
la relación compositor, público, empresa- Varias son las etapas o evolucio-
rio, pasando, como no, por los actores. nes del mismo, desde mediados de si-
Terminado el período de mecenaz- glo, siendo traducido o adaptado de la
go, en el cual un autor componía para el ópera-comique francesa.
agrado de un señor, ahora se compone
para el agrado directamente del públi- Para entender la composición o
co, que será el que pagará por ver y te- construcción del género chico debemos
ner las partituras de las obras en sí; hay remontarnos al modelo descrito por
que «mimar», en cierto modo, al públi- Ramón de la Cruz: «Breve y animada
co. Si además añadimos un empresario piececita con cante y baile, apenas dis-
y un buen elenco músico-teatral, el éxi- tinguible del tradicional entremés del
to tanto económico como musical es- siglo XVII, que seguía representándose
taría asegurado; en caso contrario, un entre los actos primero y segundo de la
nuevo proyecto debería realizarse para comedia o del auto sacramental». (Casa-
convencer al respetable. res Rodricio, 1995, p. 195)
Es en este afán de agradar donde se
enmarca el último cuarto del siglo XIX. Ramón de la Cruz (1731-1794) es-
tablecerá los aspectos fundamentales
Zarzuelas madrileñizadas, tanto por su del mismo, manteniéndose dos siglos
argumento y ambiente, como por el em- después.
pleo de ritmos que, aunque inicialmente
exóticos, acabaron siendo curiosamente ǧ Mínimo argumento (incluso
sinónimos de madrileñismo, como la ma- malo), desde charlas callejeras a
zurca polaca y el célebre chotis, que origi- mínimas comedias de costumbres.
nalmente era el schottisch, danza alemana ǧ Uso de aspectos pintorescos lo-
de origen escocés que con el tiempo acabó cales como reclamo y sus ubica-
siendo más madrileña que el Lavapiés. ciones madrileñas de la ciudad
El verdadero mérito de la zarzuela, […], o locales característicos; payos y
estriba en haber servido fielmente a un payas (paletos), frente a usías o
público que sin ella no habría llegado a la petimetres (los señoritos) o ma-
música culta. (Alier, 2002, pp. 21-22 y 24) jos (castizos).
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ǧ Carácter humorístico en todo Existirá gran influencia en el saine-
tipo de escenas típicas de la vida te de los números de baile debido a la
diaria. gran abundancia, forma y demanda de
fiestas, verbenas o bailes reales, lo que
Son piezas de entre 15 y 30 minutos, produce en numerosos compositores la
pues se representa en los descansos introducción de los mismos, como por
de las sesiones teatrales (a veces más ejemplo, polkas, valses, habaneras etc.
esperados que la propia obra en sí), de por Chueca o Valverde entre otros.
ahí su carácter enérgico, como aspecto
clave para llamar la atención de la con- La composición de sus libretos es
currencia. también parte esencial, con texto ar-
gumental y texto para las partes con
La mayoría de los sainetes de Ramón de música, siendo en prosa y verso res-
la Cruz tienen música cantada y/o baila- pectivamente. De ahí, la estrecha rela-
da. Generalmente se trata de seguidillas ción entre músico y libretista en nume-
y fandangos, además de diversas tona- rosas ocasiones de forma forzada. «El
dillas y muchos elementos accesorios objetivo del sainete no es hacer reír, ni
ambientales. Los instrumentos que se tampoco satirizar nada, sino presentar
citan son guitarra, violín, castañuelas y rodeado de comicidad y de pintores-
el pandero. (op. cit., pp. 199-200) quismo popular un argumento muy
sentimental, […] hace al mismo tiempo
Será en 1880, casi un siglo después reír y llorar». (op. cit., p. 235)
de la desaparición de Ramón de la Cruz,
cuando se defina por primera vez el sai- Por el contrario, Enrique Mejías Gar-
nete moderno gracias a «La canción de cía considera una perspectiva diferente
la Lola», de Ricardo de la Vega, música al origen del teatro por horas, ya que
de Federico Chueca y Joaquín Valverde, según dice: «Nace como consecuencia
donde aparecen todos los rasgos del gé- de la realidad sociocultural del último
nero y la denominación de sainete lírico. período de recuerdo de Isabel II». (Me-
jías García, 2017, p. 92)
Por “género chico” se entendía no sólo
el sainete lírico (es decir, con música) Este nuevo género nacido en la capital
sino también una obra breve (sainete o española durante la década de 1870, es
no) sin música; e igualmente géneros di- consecuencia directa de la apertura de
versos con música pero no sainetescos: numerosas salas, debido a la liberaliza-
zarzuelas cortas de toda clase, algunas ción de los teatros, lo que a su vez desem-
de ellas procedentes de la opereta y la bocará en la aparición de nuevos autores
revista. (op. cit., p. 202) en la capital española y la consiguiente
revitalización del sainete. Así podemos
A partir de 1910 el uso del sainete, detallar cuatro etapas del mismo:
propiamente dicho, pierde su lugar en
la escena teatral. El fin del sainete lírico, 1870-1880: Infancia del género
será el fin del teatro por horas: «Recorde- 1880-1890: Formación
mos que el sainete del siglo XVIII incluía
1890-1900: Plenitud
música, pero música tomada de la calle,
de las canciones y bailes de moda en Es- 1900-1910: Decadencia y muerte
paña, y sobre todo Madrid […] el sainete
lírico moderno, arranca en parte de ese «Marciano Zurita consagra “La can-
mismo supuesto». (op. cit., p. 2019) ción de la Lola” como la primera zarzuela
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del género chico, que merece ese honro- «El recreo», del cual se publicaron ya
so calificativo». (Zurita, 1920, p.28) carteleras en la prensa diaria.
Es justo en el año 1885 cuando el Poco a poco y con diferentes recla-
país queda huérfano de Rey, quedando mos en su interior, se llega a las cuatro
la regencia en manos de María Cristina representaciones siendo el pago míni-
de Habsburgo-Lorena la cual aún se en- mo de un real en consumición, lo que
cuentra en cinta como segunda esposa da derecho a una función.
del difunto monarca Alfonso XII. Estos jóvenes teatros dieron buenas
Históricamente el final del siglo y de oportunidades a nóveles artistas, mu-
esta regencia coincide con la pérdida de chos de ellos estudiantes de conserva-
múltiples colonias provocando un choque torio, en ocasiones a la altura de gran-
emocional-intelectual. Todo esto queda des teatros del momento en cuanto a su
reflejado en las manifestaciones cultura- calidad.
les de cualquier país, y por tanto también
del nuestro, donde la zarzuela se convier- Las ventajas del teatro por horas son:
te en un instrumento canalizador de sen-
timientos históricos y nacionalistas. Economía.
La clase piramidal en la que se había Informalidad social
convertido la cultura y por tanto el en-
Programación variada
tretenimiento, tendrán una vía escapa-
toria en este tipo de representaciones Conciliable con la jornada laboral
a las que la pequeña burguesía ahora sí
puede acceder. A esta oferta sumamos la Inevitable fue la lucha por la recu-
de los cafés-teatros en la capital, de los peración de público por parte de los
cuales tres se dedicaban a la zarzuela y grandes teatros utilizando el mismo
en donde esta pequeña burguesía obte- método de los cafés; las representacio-
nía refugio. nes por horas.
Pero, ¿qué es el teatro por horas?
Hoy entra usted en un café y por un par Para entendernos, sería lo que conoce-
de reales le dan una taza de café, una jí- mos hoy por sesión continua, es decir,
cara de chocolate o un sorbete, en fin, lo la posibilidad por parte del público de
que usted pida, y además dos o tres zar- asistir a la obra y hora que más le in-
zuelas con música y todo, o un drama con terese, enmarcándose dentro del tér-
traidor […] En otro tiempo, algunos cafés mino de género chico cualquier obra de
tenían la costumbre de regalar al consu- este formato con música o sin ella.
midor un dulce seco o un pilón de azúcar; El primer sainete musical que triun-
hoy en lugar de eso, dan un drama o una fó fue «La canción de la Lola» (Vega
zarzuela. (Lezama, 1920, p. 1) 1880), a partir de la cual se sucederán
las entregas de obras por horas de dife-
A raíz del café Capellanes que obtuvo rente índole, revistas, juguetes cómicos,
notable éxito en la capital y en el que se cómico-líricos etc. llegando al último
podía pasar un rato agradable, a modo lustro del siglo XIX, en el que el Teatro
de reclamo con un mínimo gasto, surgie- de la Zarzuela apuesta por el género chi-
ron otros con similar funcionamiento. co, estableciéndose las 4 secciones co-
nocidas de este Teatro por horas.
Hay un café-teatro primordial por Poco a poco se irá consolidando la
ser el primero en llevar a cabo un fun- oferta de teatros que ofrecían funcio-
cionamiento de teatro por horas, nos nes por horas, especialmente durante
referimos al Café de la calle Flor Baja la temporada estival.
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Pero fue sin duda el Teatro Apolo el En la zarzuela cómica pueblerina,
abanderado en esta nueva tarea, el que la temática suele versar en la pareja
ya desde 1870 utilizó el género chico de novios cuya relación se haya obsta-
como intermedio de obras dramáticas. culizada por terceros (padres, tíos…),
De ahí a la temporada de 1879-1880 normalmente de índole económica,
donde se plasmaron dos representa- con riesgo de fuga por parte de los ena-
ciones de este tipo, a las 20:30 y a las morados y con desenlace sacramental.
22:00 horas respectivamente, con un Suele ser del gusto popular algún per-
precio de 4 reales la butaca. sonaje militar, lo que facilita la apa-
Este tipo de horario tuvo el beneplá- rición de este ambiente en la escena.
cito del pueblo de manera que tenían Esquema característico de ésta será la
cabida en él, tanto los no muy trasno- zarzuela cómica «Las doce y media y
chadores como los que sí lo hacían. sereno» de F. Manzano y R. Chapí.
En la temporada 1886-1887 encon- En la zarzuela cómica histórica, el
tramos las 4 secciones típicas como evi- enredo amoroso se enmarca en un pe-
dencia el 25 de septiembre (op. cit, 49): ríodo determinado, sin entrar en los
acontecimientos derivados propiamen-
1ª sección «La Gran Vía» te del mismo, pero que sí ensalzaban el
2ª sección «Los Valientes» remarcado carácter patriótico y nacio-
nalista con la exaltación, como hemos
3ª sección «La isla de San Balandrán»
dicho anteriormente, de la figura del
4ª sección «La Gran Vía» soldado y el régimen militar; todo ello
con desenlace similar a la zarzuela có-
Como se observa a este formato de mica pueblerina.
representaciones se le conocerá como En cambio, en la zarzuela melodra-
«la cuarta de Apolo», donde los gran- mática o dramática, se basan en la exa-
des éxitos quedaban para la última se- geración de los elementos sentimenta-
sión, aunque se hacía por duplicado en les de los interesados con final feliz o
la primera para que los no trasnocha- semi-feliz, pues puede haber un precio
dores pudieran disfrutar de ellos. por la felicidad de la pareja, excepto en
Dos serán las temáticas o géneros a las dramáticas.
destacar en este período álgido del Tea- Son muy características por su lo-
tro por horas; la zarzuela cómica pue- calización, es decir, región determi-
blerina y el sainete lírico madrileño, de nada, lo que da pie a sus costumbres,
cuyas obras permanecen títulos tan ca- trajes locales, forma de hablar, acen-
racterísticos como «La Verbena de la Pa- tos. Es una zarzuela romántico-sen-
loma» (1894) y «La Revoltosa» (1897). timental con pinceladas fantasiosas
Un género a tener en cuenta muy del propias de novelas, como bandoleros,
gusto del público fue la parodia, que secuestros etc.
como su propio nombre indica, paro- En todas ellas el espacio donde se
diando con exageración obras exitosas desarrolla la acción podrá ser ambien-
anteriores, pero con un carácter carica- te urbano, rural o marinero; y el tiempo
turesco. establecido de la acción de un día o día
La zarzuela por horas se divide en có- y medio, para mejor lucimiento de de-
mica o, melodramática o dramática pro- corados e iluminaciones.
piamente dicha, dividiéndose la primera En cuanto al tipo de personajes nos
en pueblerina (época actual) o histórica encontramos desde la joven casadera,
(época remota) y en época actual o his- el novio (con frecuencia militar), el
tórica simplemente, la segunda. novio «deseado» (por padres o tíos…),
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el alcalde, el paleto pueblerino etc… forma de entretenerse con poco dinero,
como personajes principales a los que sino lo más importante, un espejo gra-
se sumarán toda índole de secundarios, to y satisfactorio que crea una imagen
necesarios para la ambientación y de- plástica con la que determinada socie-
sarrollo de la propia acción, como cria- dad española se identifica, aferrándose
dos, cantaores, gitanos, chulos… a sus modelos, como las únicas maneras
La mayoría de las estructuras en las de mantener lo español y manifestarse
zarzuelas por horas son con más de un como tal. […] La nueva moda populista
cuadro (normalmente 3). La media de exige un retrato alegre, tópico y típico
las escenas con música es de 6, y ha- de los pobres ociosos de la capital. (Ro-
bladas 18. Son dignas herederas de la mero Ferrer, 1993, pp. 49-51)
tonadilla escénica, en cuanto a bailes y
canciones. Esencia de nuestro propio ser, de
En palabras de María Pilar Espín nuestra cultura, el «cotilleo» sin más
Templado: de la vida privada de las personas, vis-
ta desde fuera o de forma más directa,
Podemos afirmar que el Teatro por ho- tal cual patio de luces, de la vecindad
ras fue un fenómeno teatral madrileñis- o de la corrala, vigente en muchos lu-
ta: en Madrid nace y triunfa, de Madrid gares aún y no sé si erradicado en un
se extiende a las provincias. […] y es futuro. De esta manera realismo y sá-
Madrid el punto geográfico referencial tira dialogan obteniendo un producto
presente en este teatro: un Madrid en- español genuino del agrado del públi-
salzado, y que pese a todas sus miserias, co soberano.
aparece complacido consigo mismo. Fieles a nuestras raíces, cultura
(op. cit., p. 224) e idiosincrasia, nuestro clima, etc.,
«Abundarán en el género todo tipo de
Es un teatro de reacción ante la so- fiestas o acontecimientos de exaltación
lemnidad y complejidad del Gran gé- patriótica o festiva…, escenarios más
nero; una alternativa al público no apto verosímiles y más apropiados…, en el
para el anterior, una vía de escape, una que se sustenta gran parte del hecho o
salida sin ser juzgado social, cultural, hechos literarios, que convergen en es-
económica e incluso estilísticamente. tas piezas…» (op. cit., p. 58)
Además del coste más barato que supo- Siendo esto el típico esquema del sai-
nía ir a una sola representación, el pú- nete dieciochesco que se traslada a una
blico era cambiante en cada una de ellas época más contemporánea, (Madrid
pudiendo así optar a un breve tiempo de castizo o a la típica Andalucía), pero que
esparcimiento, en contraposición a tres continua con esa herencia tonadillera
o cuatro horas de hastío musical, caro e de literatura protesta contra la ópera ex-
incluso difícil de soportar, consiguiendo tranjera, afrancesamiento de la misma e
que estuviera como «en casa». italianismo de la música.
«El Género chico responde a una
La esencia del género chico era la mezcla exaltación nacionalista europea que
de una representación de tipo popular pretende buscar el alma de los pue-
y la visión costumbrista de una ciudad blos». (op. cit., p. 70)
como espectáculo pintoresco del que Así en 1890, Madrid obtiene un gran
los españoles podían sentirse orgullo- resultado artístico y económico conso-
sos. [...] Asistimos a un achulapamiento lidando el género gracias a maestros
de la sociedad, que tiene ahora en las como Chapí, Bretón o Serrano, y sobre
obras del Género chico, no ya sólo una todo gracias al empuje del público que
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lo ensalza como si de una institución Por otra parte, es importante desta-
nacional se tratase, todo ello pese a la car el papel de otras comunidades como
indiferencia gubernamental. la Comunidad Valenciana y Cataluña.
Además, influirá la muerte de los fun- Esta última tiene un papel impor-
dadores de la zarzuela como Mariano tante en la última década del siglo XIX,
Vázquez, Barbieri y Arrieta en 1894, el con numerosos teatros en las principa-
cual es despedido en un emocionante pa- les ciudades, alternando teatro hablado
seo hasta su descanso final donde puede y zarzuela, como el Teatre Fortuny de
leerse «Aquí yace Arrieta, el Zarzuelero». Roses o los de la Ciudad Condal donde
También hay que tener en cuenta la se vislumbraba un estilo diferente al
aspiración frustrada de estrenos euro- madrileño, en definitiva, un estilo «cata-
peos por el idioma español. lán». No lo tuvo fácil debido a lo arrai-
«Ella es nuestra única conquista mu- gado y aplaudido por el público barce-
sical del presente y ella debe ser nues- lonés operístico, no siendo hasta el siglo
tro orgullo porque nos pertenece». (Co- XX gracias a la formación del Teatre Lí-
tarelo y Mori, 2001, p. 849) ric Català, la consolidación de la misma.
El género chico, aglutina aspectos pro- Muchos fueron los autores de pe-
pios de la literatura del momento con queños sainetes líricos con poca fortu-
obras propias de la vida social y cultural. na, excepto el compositor Urbà Fando
Máximo exponente de estas caracterís- con sus éxitos «Lo somni de la ignocèn-
ticas durante la segunda mitad del siglo cia», «L´isla tranquila», «Lo príncep del
XIX será como hemos dicho la capital Congo», entre otros.
de la nación, hervidero todavía hoy de
la política y cultura, y por consiguiente, §5. La monarquía de Alfonso XIII:
siempre ante la reacción de una determi- decadencia del género chico y resur-
nada demanda se genera una reacción de gir de la zarzuela grande
oferta, en este caso por la profusión de
escenarios afianzados en la capital como Todos estos aspectos cambiantes tanto
el Teatro de la Zarzuela, el Teatro de Apo- de la idiosincrasia física de la ciudad
lo, el Teatro-circo del Príncipe Alfonso, el como, como consecuencia de ésta, de
Teatro Eslava, el Teatro de la Alhambra, la forma de vida en la ciudad, así como
el Teatro Romea, el Teatro Recoletos, el los nuevos azotes cinematográficos con
Teatro de los jardines del Buen Retiro y sede en la propia Gran Vía madrileña,
el Teatro Tívoli, estos últimos durante la conducirán al ocaso del género chico,
temporada estival. cuyo punto de inflexión será la desapa-
La zarzuela es un fenómeno eminen- rición del Teatro Apolo en 1929.
temente social. Nacida directamente de Ese gusto modernista sería el cau-
la conjunción o adición de la Restaura- sante de «choques» o contactos con
ción política y del literario drama natu- el jazz, fox-trot etc. materializado en
ralista. Surge un cambio en la temática obras de Francisco Alonso, Pablo Luna,
centenaria: José Serrano… que desembocarán en
el estreno de operetas como «La Corte
Los autores del género chico compren- del faraón» (1910), de Vicente Lleó.
dieron pronto perfectamente que al «La zarzuela del siglo XX mostró las
pueblo no se le podía ir con solemnida- costumbres, los modos y los personajes
des… comprendieron que no deseaba madrileños de su tiempo en un ambien-
lecciones… sólo se preocuparon de ser- te que recogía tanto la influencia del gé-
vir al pueblo lo que el pueblo deseaba”. nero chico como de las nuevas técnicas
(Rodríguez Méndez, 1972, pp. 16-17) musicales». (Andrés, 2008, p. 99)
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Figura 6. Alfonso XIII. Tomás Martín.
Real Academia de la Historia

Todo ello sumó la creación de la zarzue- como Plácido Domingo, Alfredo Kraus,
la Grande del siglo XX, sobre todo, en tres Pilar Lorengar y Montserrat Caballé, en
actos con un aumento de la espectaculari- un intento de desempolvar los grandes
dad escénica y musical que el pueblo an- éxitos zarzuelísticos, guiados por la ba-
siaba. Son obras de estas características, tuta de José Tamayo y su «Antología de
entre otras, «La Marchenera» (1928) y la Zarzuela».
«La Chulapona» (1934). (Figura 6)
§6. Conclusiones
Muchas de las obras de este momento
absorbieron la descentralización madri- Podemos concluir que La Zarzuela, fue un
leña, empapándose de un regionalismo, tipo de teatro musical cuyo momento álgi-
incluso plasmado en las propias lenguas do fueron las postrimerías del siglo XIX y
vernáculas que fueron admitidas en el cuyo género se basaba tanto en fragmen-
propio Madrid castizo. Galicia, Cataluña, tos cantados con la alternancia de instru-
País Vasco y como no, Andalucía, serán mentales.
foco de inspiración en las primeras dé- Es un género autóctonamente espa-
cadas del siglo XX y hasta el declive final ñol cuyas pinceladas lo hicieron similar
con la irrupción de la guerra civil y en su a otros géneros de la época como la opé-
exportación a Hispanoamérica. ra-comique francesa o el singspiel alemán.
Larga vida la de este género operís- Claramente no podemos constatar
tico-nacional o folklórico según contien- un único modelo de zarzuela. Existían
dasy enfrentamientos de compositores. diferentes variantes de la misma, yasean
Será el siglo XX el momento álgido en un acto o varios, tipos de argumentos,
de su fama, pero también su declive, de- formad musicales etc…
bido en gran parte a la aparición de la De una manera u otra está relaciona-
cinematografía, su rápida aceptacióny da con un período de alto nacionalismo
el precio de las entradas anunciadas en español, en este caso musical, que tuvo
cartel. Tímidamente, la zarzuela rebro- gran importancia y cuya rapidez fue igual
tará en la década de 1960, por boca de para encumbrarla y para su posterior de-
las grandes figuras de la ópera española clive al inicio del siglo XX.
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Jorge Tovar Sahuquillo. El nacimiento y evolución de la zarzuela en el siglo XIX: ópera cómica española
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