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Resumen Unidad 2 Guyton
Resumen Unidad 2 Guyton
Resumen Unidad 2 Guyton
La estructura de la membrana que recubre el exterior de todas las células del cuerpo se puede ver en la
sig. imagen. Esta membrana está formada casi totalmente por una bicapa lipídica, aunque también
contiene grandes números de moléculas proteicas insertadas en los lípidos, muchas de las cuales
penetran en todo el grosor de la membrana.
La bicapa lipídica no es miscible con el líquido extracelular ni con el líquido intracelular. Por tanto,
constituye una barrera frente al movimiento de moléculas de agua y de sustancias insolubles entre los
compartimientos del líquido extracelular e intracelular. Sin embargo, la flecha situada más a la
izquierda, las sustancias liposolubles pueden penetrar en esta bicapa lipídica y difunden directamente
a través de la sustancia lipídica.
Las moléculas proteicas de la membrana tienen unas propiedades totalmente diferentes para
transportar sustancias. Sus estructuras moleculares interrumpen la continuidad de la bicapa lipídica y
constituyen una ruta alternativa a través de la membrana celular. Muchas de estas proteínas
penetrantes pueden actuar como proteínas transportadoras. Proteínas diferentes actúan de una manera
diferente. Algunas tienen espacios acuosos en todo el trayecto del interior de la molécula y permiten
el movimiento libre de agua, así como de iones o moléculas seleccionados; estas proteínas se
denominan proteínas de los canales.
Las proteínas transportadoras, se unen a las moléculas o iones que se van a transportar y cambios
conformacionales de las moléculas de la proteína desplazan después las sustancias a través de los
intersticios de la proteína hasta el otro lado de la membrana. Las proteínas de los canales y las
proteínas transportadoras habitualmente son selectivas para los tipos de moléculas o de iones que
pueden atravesar la membrana.
Transporte activo de los iones sodio y potasio a través de la membrana: la bomba sodio-potasio
(Na+ -K+)
Todas las membranas celulares del cuerpo tienen una potente bomba Na+ -K+ que transporta
continuamente iones sodio hacia el exterior de la célula e iones potasio hacia el interior.
Se trata de una bomba electrógena porque se bombean más cargas positivas hacia el exterior que hacia
el interior (tres iones Na+ hacia el exterior por cada dos iones K+ hacia el interior), dejando un déficit
neto de iones positivos en el interior; esto genera un potencial negativo en el interior de la membrana
celular.
Los nervios se conectan con los músculos en la unión neuromuscular. Allí, las terminaciones de las
fibras nerviosas se conectan a puntos especiales localizados en la membrana del músculo,
denominados placas motoras terminales.
Estas placas contienen receptores que permiten que el músculo responda a la acetilcolina, un
mensajero químico (neurotransmisor) liberado por el nervio para transmitir un impulso nervioso a
través de la unión neuromuscular.
- Cuando el nervio estimula un músculo en esta unión, una señal eléctrica lo atraviesa y
provoca su contracción.
- Después de transmitir el impulso, la acetilcolina se descompone de manera que deja de
estimular al músculo.
Excitación y contracción del músculo liso
Contracción del músculo liso
El músculo liso está formado por fibras mucho menores que en el músculo esquelético, habitualmente
de 1 a 5 μm de diámetro y de solo 20 a 500 μm de longitud. Por el contrario, las fibras musculares
esqueléticas tienen un diámetro hasta 30 veces mayor y una longitud cientos de veces mayor.
Otra diferencia reside en que la mayoría de los filamentos de miosina tienen lo que se denomina
puentes cruzados “lateropolares”, dispuestos de tal manera que los puentes de un lado basculan en una
dirección y los del otro lado basculan en la dirección opuesta. Esta configuración permite que la
miosina tire de un filamento de actina en una dirección en un lado a la vez que tira de otro filamento
de actina en la dirección opuesta en el otro lado. La utilidad de esta organización es que permite que
las células musculares lisas se contraigan hasta el 80% de su longitud, en lugar de estar limitadas a
menos del 30%, como ocurre en el músculo esquelético.
Referencias bibliográficas
- Hall. (2016), “Tratado de Fisiología Médica“. 13a ed. Philadelphia. Editorial Elsevier.
- Costanzo, L. S. (2018). Fisiología (6.a ed.). Elsevier España, S.L.U.