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RESUMEN Unidades - 2 - y - 3 HISTORIA DE LA ELNGUA ESPAÑOLA
RESUMEN Unidades - 2 - y - 3 HISTORIA DE LA ELNGUA ESPAÑOLA
RESUMEN Unidades - 2 - y - 3 HISTORIA DE LA ELNGUA ESPAÑOLA
Unidad 2
Clase nº 11: Constitución de los primitivos romances peninsulares
En las dos últimas clases pudimos observar cómo, a partir de las invasiones
germánicas (siglo V), las barreras políticas que se establecieron en la Península Ibérica
contribuyeron a que surgieran divergencias regionales en el latín vulgar (latín hablado). A
esto podemos agregarle que, con la invasión de los árabes (siglo VIII) el territorio español
queda fragmentado en los reinos cristianos del norte y Al-ándalus, la región dominada por
los musulmanes al sur. Ahora bien, con respecto a la franja norte de la Península, el
distanciamiento y la incomunicación entre los núcleos políticos genera el surgimiento de
distintas tendencias lingüísticas dentro del romance unitario peninsular que van a
evolucionar por su cuenta; mientras que en el territorio ocupado por los musulmanes se
desarrolló, tal como vimos anteriormente, el mozárabe (un latín arabizado; es decir, una
lengua romance, heredera del latín vulgar contaminada con elementos árabes).
Por lo tanto, es posible afirmar que la aparición de los romances peninsulares a
partir del latín está ligada muy estrechamente a la historia de la Península Ibérica de los
siglos VIII al XIII, a la configuración de los distintos reinos cristianos peninsulares y al
proceso de Reconquista, que comienza en el siglo XI y culmina en el siglo XV, cuando los
Reyes Católicos conquistan Granada, el último reducto árabe en territorio peninsular.
Esta peculiaridad se debe al influjo que recibió del vasco, que desconocía este
sonido.
Otros caracteres del castellano son: la fácil acogida de neologismos; por la posición
geográfica adoptó innovaciones que venían de regiones vecinas dándole notas propias; el
factor mozárabe está presente en nombres personales; es un dialecto original e
independiente (se apartaba de los demás romances por el tratamiento de fonemas y grupos
consonánticos latinos); frente al uso de distintas posibilidades, era decidido en la elección
(por ejemplo, entre puorta, puerta, puarta, selecciona puerta).
En la próxima clase veremos cómo se irá modificando el mapa lingüístico de
España en los siglos XII y XIII: los dialectos mozárabes fueron desapareciendo con la
Reconquista; los dialectos del Norte invaden la parte meridional (Sur) de la Península sin
resistencia (la población mozárabe estaba disminuida); la desaparición de las hablas
mozárabes cierra un capítulo de la historia lingüística española. El castellano redujo las
áreas de los dialectos leonés y aragonés y atrajo a gallegos, catalanes y valencianos; se hizo
instrumento de comunicación y cultura válido para todos los españoles.
Se ha considerado que las Glosas Emilianenses (códice fechado en el siglo IX, aunque
las glosas que contiene fueron escritas en el siglo XI) constituyen el primer reflejo escrito
del español; no es posible afirmar con exactitud que sea castellano, aunque sí un romance
con características de diversos romances peninsulares. Además, junto a las glosas en
romance, aparecen también las primeras palabras escritas en vasco.
En la página que se reproduce en la imagen puede apreciarse el texto de una homilía
en latín a la que el monje copista ha hecho sus propias anotaciones (glosas) en castellano
entre líneas y al margen del texto (sinónimos o paráfrasis a palabras del latín que resultan
complejas de entender o que son desconocidas con el objeto de intentar dilucidar el
contenido del texto).
En cuanto a las Glosas Silenses, al igual que las Glosas Emilianenses, son
comentarios aclaratorios a textos latinos y su importancia radica en que son una de las
primeras manifestaciones de un castellano incipiente. A diferencia de las Glosas
Emilianenses, las 368 anotaciones en latín y romance escritas en los 15 folios del
penitencial (que es a lo que se denominan las glosas) fueron escritas por la misma mano
que redactó el texto del libro.
Para conocer más acerca de la historia y el contenido de las Glosas Silenses pueden
acceder al sitio de la Biblioteca monástica de la Abadía Benedictina de Santo Domingo de
Silos, a través del siguiente link:
http://www.bibliotecadesilos.es/es/contenido/?iddoc=20
Lectura de la bibliografía obligatoria
Para ampliar los contenidos explicados en esta clase, se recomienda la lectura de los
capítulos 6 y 7 de Historia de la lengua española de R. Lapesa y las páginas 54 a 65 de El
español a través de los tiempos de R. Cano Aguilar.
Los primeros textos que se conservan en romance español son del al- Ándalus: las
moaxajas y jarchas (cuyas características abordamos en clases anteriores). Más allá de los
arabismos que presentan, su interés radica en que recogen cancioncillas romances
preexistentes.
Por otra parte, durante el período que abarca desde el siglo XI hasta el siglo XV, se
desarrollan las literaturas romances, entre las que se destacan el Cantar de Mio Cid (poema
épico transcripto posiblemente de la tradición oral de los juglares, a fines del siglo XII o
comienzos del XIII y conservado en una única copia del siglo XIV) y el Auto de los Reyes
Magos (fragmento de una obra teatral de fines del siglo XII).
El códice único del 'Cantar de Mio Cid' Cortesía Biblioteca Nacional
Clerecía Juglaría
Escuela poética medieval española formada Escuela poética medieval española de
por clérigos; poesía culta. carácter popular y oral.
Preferentemente religiosa. Primeras manifestaciones en lengua
Siglo XIII romance.
Autores destacados: Berceo y el Arcipreste Siglos XII y XIII
de Hita Romancero
Con respecto al mester de clerecía, Rafael Lapesa (1980) señala que, hacia 1230
empiezan a surgir poemas narrativos, diferentes a los juglarescos. Los poetas del mester de
clerecía eran doctos, con un saber que les permitía tomar de textos latinos los asuntos para
sus composiciones; de ahí que en sus escritos se observe el conocimiento del latín en
abundantes cultismos. La variedad de temas (ya no se limitan a las hazañas guerreras)
favorecía el uso de un vocabulario más amplio que el de los juglares épicos. Estos poetas
componen sus obras para que sean recitadas o leídas ante un auditorio, por lo que no
pierden de vista la meta de esa comunicación oral; por eso emplean algunos recursos de la
juglaría épica, como el uso de epítetos y expresiones formularias.
En este período podemos señalar, además, dos características del español arcaico: la
influencia extranjera y los dialectalismos. Por un lado, se destaca la influencia de Francia,
especialmente en la adopción del gentilicio español que, con los avances de la Reconquista,
designa a la totalidad de los reinos cristianos de la Península. Y por el otro, en estos textos
primitivos, se observan las hablas locales, incluso en territorios de un mismo dialecto; no se
había alcanzado una unificación del castellano literario.
Finalmente, resta referirnos a los comienzos de la prosa romance; las primeras
manifestaciones de la prosa carecen de finalidad literaria: son fueros y documentos en que
el romance se mezcla con el latín. Pero, a comienzos del siglo XIII, aparecen en prosa
romance obras históricas o de asunto religioso (carecen de valor literario, sólo interesan por
sus aspectos históricos o dialectales). La primera obra extensa en prosa castellana es La
Fazienda de Ultramar, compuesta por Almerich por encargo del arzobispo don Raimundo;
se trata de una de las traducciones más tempranas de la Biblia (los pasajes bíblicos están
traducidos del hebreo), que data del siglo XIII, y es también un itinerario por Tierra Santa.
En el siglo XII, el rey Fernando III de Castilla autoriza el castellano para el uso de
las cancillerías (textos administrativos). Pero, será su hijo Alfonso X, también llamado
Alfonso el Sabio, la figura clave para la historia de nuestra lengua, ya que su reinado
(1252-1284) es un período de gran actividad científica y literaria (reúne a juglares,
trovadores, jurisconsultos, historiadores y hombres de ciencia). Los textos en lenguas
orientales son traducidos al romance, absteniéndose de pasarlos al latín.
Como consecuencia, se crea la prosa castellana. Son numerosas las obras que se
producen en la corte alfonsí: Cantigas (cancionero dedicado a la Virgen); Las siete
partidas (obra jurídica); Primera Crónica general (historia de España); la General Estoria
(obra de historia universal), etc.
Como la producción es muy extensa e intervienen numerosos colaboradores, no hay
uniformidad en los criterios lingüísticos utilizados. Alfonso X intervino personalmente en
la corrección del lenguaje y logró la nivelación (uniformidad) lingüística del reino. Así,
queda definitivamente creada la prosa castellana, que se convierte en vehículo de cultura.
Su vasta producción en prosa favoreció la difusión del castellano, elevado al rango de
lengua oficial.
En cuanto a la herencia alfonsí, Sancho IV, heredero de Alfonso X no tiene las
ambiciones de su padre, pero durante su reinado el castellano como norma de la lengua
escrita triunfa definitivamente. Se prepara el camino a grandes escritores, moralistas.
Para finalizar, y en cuanto a los estilos personales, en el siglo XIV surgen en la
literatura castellana escritores que se destacan por su estilo: Don Juan Manuel (se preocupa
por la fiel transmisión de sus escritos; los corrige personalmente; es el primero en tener
conciencia de sus procedimientos estilísticos); Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (Libro de
Buen Amor; gran observador de la vida y la realidad, las plasma en escenas animadas y
enumeraciones pintorescas; iniciador del uso de modismos y refranes); el rabino don Sem
Tob de Carrión (Proverbios morales) y Pero López de Ayala (cronista, poesía satírica).
Alfonso X dictando una de sus obras. Detalle de una miniatura de "Las cantigas de Santa
María". Siglo XIII. Biblioteca de El Escorial.
Para profundizar los contenidos trabajados en esta clase, se sugiere la lectura de los
capítulos 8 y 9 de Historia de la lengua española de Rafael Lapesa y el capítulo V de El
español a través de los tiempos de Cano Aguilar (en este caso les recomiendo centrarse en
los aspectos históricos, políticos y sociales).
Les sugiero, además, que vayan elaborando resúmenes de los capítulos leídos.
Unidad 2
En la clase anterior, nos ocupamos del proceso de Reconquista llevado a cabo por
los reinos cristianos con el fin de recuperar el territorio de la Península Ibérica ocupado por
los moros. Nos centramos, específicamente, en el rol preponderante de Castilla y en la
consecuente expansión del castellano.
Finalmente, abordamos la labor de Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León
(1252-1284), decisiva para la creación de la modalidad estándar del español del siglo XIII.
En esta ocasión, los temas que trataremos se centran en tres hechos decisivos en la
historia de España y del español del siglo XV: en primer lugar, la toma de Granada en 1492
(último reducto de los moros), en segundo término, la llegada de Colón a América; y, por
último, la publicación de la Gramática de Nebrija.
En relación con lo enunciado anteriormente, veremos cuáles son las características
que posee el denominado español preclásico, las variaciones fonéticas, morfológicas y
léxicas que presenta y las influencias que recibe.
A comienzos del año 1492, el rey Fernando, conquista la ciudad de Granada, último
reducto de los moros en España. Finaliza, de este modo, el período de dominación árabe en
la Península Ibérica, que se había extendido durante ocho siglos. De esta manera, se va
consolidando la unidad política de la península, iniciada en 1479 (con la unión de las
coronas de Castilla y Aragón) cuando el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de
Aragón puso bajo sus coronas a toda la España cristiana.
Con la caída de Granada concluía la Reconquista, al mismo tiempo que se produjo
la expulsión de los judíos. Forzados a elegir entre la conversión al catolicismo o la
expatriación, muchos se vieron obligados a abandonar la península y se asentaron en
diferentes lugares: en Portugal (donde también serían expulsados en 1496); en ciudades del
norte de África; en Italia, y, principalmente, en las ciudades del Imperio Otomano (que
incluía, además de Siria y Asia Menor, Grecia, Albania, Bulgaria, la federación yugoslava y
Rumania).
Los judíos españoles o sefarditas establecieron prósperas comunidades y, si bien al
inicio, se distinguían diversas variedades dialectales, producto de la procedencia de
distintas regiones de España, posteriormente se produjo una mezcla de dialectos. El judeo-
español resultante (también llamado “ladino”, “judezmo” o “espaniol”) presenta un
predominio del castellano, mezclado con particularidades de otras zonas de la península
(portuguesas y andaluzas, por ejemplo). (Penny, R., 1993)
El español extrapeninsular
Variaciones fonéticas
La /f/ que seguía apareciendo en la literatura era aspiración en el habla, /h/ e, incluso,
desaparecía en Castilla: ebrero (febrero).
Las consonantes /d/ y /t/ finales se alternaban: vezindat y vezindad.
Los grupos cultos de consonantes se alternaban con la reducción: dubda > duda.
En Castilla se confundían en una misma pronunciación b y v.
En Castilla se producía el ensordecimiento de /dz/, /z/, confundiéndose con /s/, /ts/.
La inestabilidad de los grupos consonánticos cultos se va resolviendo en el sentido de perder
la consonante implosiva o postnuclear: dino > digno.
Variaciones gramaticales
Se siguen usando formas verbales como andude (anduve), prise (prendí), etc.
Sigue la fluctuación de las formas verbales como tenedes junto a tenéis y tenés, entre otras.
Se usan indistintamente los pronombres os y vos, antepuestos o pospuestos al verbo:
daros/darvos.
En el paradigma verbal, -ades, -edes, -ides fueron sustituidos por -ais, -ás, -eis, -ís.
El uso del artículo antepuesto al sustantivo queda reducido al habla popular.
Se siguen utilizando oraciones de infinitivo: Ir conmigo (que venga conmigo).
Todavía perdura el uso medieval de no utilizar la preposición a con verbos de movimiento.
Galicismos
Pertenecientes a la vida militar: brida, gocete, corchete, pabellón, amarrar, cable, alijar,
etc.
Pertenecientes a la vida cortesana: galán, marchán, reproche, jardín, gala, chambrana,
gaje, forjar, trinchar, etc.
Latinismos
Algunos latinismos que se reflejan en las obras literarias del momento son: ofuscar, trucidar, rubor,
ebúrneo, tálamo, belígero, clarífico, piropos, belo, colle, geno, luco, furiente, vacilar, volumen, matrona,
terrible, silvestre, belicoso, etc.
Italianismos
Para esta clase sugiero la lectura del capítulo X, “Transición del español medieval al
clásico” de Historia de la lengua española de Rafael Lapesa.
Unidad 2
Retrato de Carlos V
El español del Siglo de Oro
Durante estos dos siglos, la lengua se afianza y adquiere una forma muy
aproximada a la que hoy conocemos. En ello colaboran dos factores: la enorme producción
literaria y los manuales de gramática, ortografía y diccionarios publicados en el transcurso
de estos doscientos años.
A continuación, se presentan algunos ejemplos de los rasgos que adquiere la
lengua en los aspectos fonético, morfológico y léxico, así como los aportes que recibe de
otros idiomas y que permiten enriquecer el vocabulario.
Actividad
Para esta clase, se sugiere la lectura del capítulo VII: “El español clásico
(siglos XVI y XVII)”, páginas 221 a 255 de Cano Aguilar.
Luego, les propongo que realicen la siguiente actividad y la publiquen en el
foro correspondiente a esta clase:
1) ¿Por qué el español se destaca como lengua de cultura en este período?
2) Expliquen cuál fue el lugar del español en cada uno de los siguientes contextos (escriban
un párrafo para cada punto):
En relación a los reinos de Castilla, Aragón, Navarra, Granada y Portugal
En relación al resto de Europa
En relación al Nuevo Mundo
3) Distingan los dos tipos de normas (cortesana-toledana y literaria) que configuran el ideal
de lengua española.
4) Sinteticen qué características presentan las gramáticas y diccionarios compuestos en este
período y mencionen cuáles son los más destacados.
Unidad 2
Para deziros la verdad, muy pocas cosas observo, porque el estilo que tengo
me es natural, y sin afetación ninguna escrivo como hablo; solamente tengo
cuidado de usar de vocablos que sinifiquen bien lo que quiero dezir, y
dígolo quanto más llanamente me es possible, porque a mi parecer en
ninguna lengua sta bien el afetación; quanto al hazer diferencia en el alçar o
abaxar el estilo según lo que scrivo o a quién escrivo, guardo lo mesmo que
guardáis vosotros en el latín. (Diálogo de la lengua)
El poeta toledano Garcilaso resulta una figura fundamental en las letras españolas,
ya que emprendió una auténtica revolución de la poesía española al adecuarla a los
principios del humanismo, que propiciaban un acercamiento entre la lengua poética y la
coloquial.
Si la poesía que lo precedió resulta dura y áspera (en parte debido a la inclusión de
numerosas palabras latinas que no estaban incorporadas a la lengua española), la suya, en
cambio, resulta libre y fluida por no presentar demasiadas diferencias con el lenguaje
coloquial, del que se distingue por el empleo de algunas figuras de repetición (heredadas de
la literatura medieval) y de algunos cultismos semánticos, poco reconocibles para un lector
medio.
El objetivo de este poeta fue poner a la poesía al alcance de una gran mayoría, que
podía oírla con naturalidad, sin la extrañeza que podría producirles el sonido de los versos
de sus antepasados. (Morros, B.; 2003).
Hacia la segunda mitad del siglo XVI, la literatura religiosa alcanza su máximo
esplendor en España. Las órdenes monásticas producen importantes autores, entre los que
se destacan Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
…La manera del hablar que vaya con simplicidad y llaneza y relisión;
que lleve más estilo de ermitaños y gente retirada que no ir tomando vocablos de
novedades y melindres, creo los llaman…préciense más de groseras que de
curiosas en estos casos.
–dijo don Quijote-, que parece que te vuelves al sicut erat: habla a lo llano,
a lo liso, a lo no intricado, como muchas veces te he dicho, y verás como te
vale un pan por ciento.
Todos los poetas antiguos escribieron en la lengua que mamaron en la
leche, y no fueron a buscar las extranjeras para declarar la alteza de sus
conceptos, y siendo esto así, razón sería se extendiese esta costumbre por
todas las naciones…
Pareceme, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos
son sentencias sacadas de la misma experiencia, madre de las ciencias
todas…
Por otra parte, la mímesis de la realidad que observaba, lo conduce a imitar el habla
de los personajes de distintos lugares y épocas, tanto la jerga de los maleantes (lengua de
germanía) como el habla anticuada y rebuscada de los caballeros andantes. En síntesis,
emplea las variedades lingüísticas con gran habilidad, como no se había hecho hasta
entonces.
Conceptismo y culteranismo
Aquí finalizamos este breve recorrido por algunos de los principales exponentes de
la literatura del Siglo de Oro; quedaron fuera de la exposición figuras como Fray Luis de
León o Lope de Vega, que serán abordados en la bibliografía correspondiente a esta clase.
Unidad 2
Clase nº 16: El español moderno (siglo XVIII)
En las dos últimas clases trazamos un panorama sobre la situación del español y de
la literatura española en el período de mayor esplendor de las letras y las humanidades en
España, es decir el Siglo de Oro.
En la clase de hoy, nos centraremos en el siglo XVIII, que políticamente se
caracteriza por el reinado de la dinastía francesa de los Borbones, que suceden a los
Austria. En cuanto a la lengua, se enfatiza la preocupación por establecer normas para fijar
la ortografía. En este sentido, en 1713, se funda la Real Academia Española (RAE), cuyos
diccionarios y gramáticas, continuamente revisados constituyen un cuerpo de legislación
lingüística.
Al mismo tiempo que se da esta preocupación académica por las normas, nuestra
lengua recibe el aporte de extranjerismos, especialmente galicismos, debido a que Francia
constituía el modelo del que se tomaban modas, comidas, literatura, etc., y tal influencia se
reflejaba en el lenguaje.
En el plano intelectual y filosófico, este siglo se define por el movimiento conocido
como Ilustración (o Iluminismo), caracterizado por la confianza en la capacidad de la razón
para resolver los problemas de la vida humana. En cuanto a la literatura, el movimiento
literario predominante es el Neoclasicismo, que se distingue por buscar su inspiración y
modelos en la Antigüedad clásica.
En síntesis, los temas que trataremos son: una breve descripción del contexto
político en España; las contribuciones de los principales exponentes del Neoclasicismo
español; la fundación de la Real Academia Española y las características de los primeros
diccionarios y ortografías elaborados por esta institución.
Contexto histórico
Al morir Felipe IV en 1665, su heredero Carlos II contaba con cinco años de edad.
Débil y enfermizo, gobernó hasta su muerte acaecida en 1700. Su reinado coincide con el
ocaso de la gloria mundial de España. Mientras tanto, Francia se erigía como potencia en el
panorama político europeo, bajo la dirección de Luis XIV, conocido como el Rey Sol.
Al no tener sucesión, Carlos II, había designado como heredero (por presión de Luis
XIV) a Felipe V, nieto del monarca francés, quien ocupó el trono en 1701. Sin embargo,
como había varios aspirantes al trono de España, se inició la llamada Guerra de sucesión,
que culminó en 1715 (con el Tratado de Utrech) y que confirmó a Felipe V en el trono.
Imagen de Felipe V
Sus obras de teatro tienen la virtud de estar escritas en prosa (el verso resultaba
absurdo en un siglo prosaico), y reflejan la realidad sin especial acentuación, más allá de la
lección burguesa y antipoética. En El sí de las niñas, su obra más perdurable, además del
argumento resulta interesante la crítica de tipos humanos y ambientes que ya comenzaban a
resultar intolerables.
Su creación tiene un doble objetivo: por una parte, cuidar la lengua, en el sentido de
protegerla contra los barroquismos exagerados o contra los extranjerismos; y, por otra
parte, crear una normativa, es decir, un modelo de lengua nacional acorde con las ideas
lingüísticas del siglo XVIII. Para esto, se establecen medidas en torno a la lengua que la
definen internamente (en el léxico, la ortografía y la gramática) y en su entorno social
(desde el comienzo del gobierno de los borbones, se establece que el español fuera la única
lengua de la enseñanza en España).
Una de las primeras tareas de la Academia fue la creación de un diccionario, ya que
había neologismos y extranjerismos, heredados del Barroco, que debían ser integrados o
eliminados de la norma léxica del español.
Entre 1726 y 1739, se publicó el Diccionario de Autoridades en el que, junto a las
definiciones de los términos, se incluyen ejemplos de obras de autores clásicos. Esta obra se
construye considerando que una lengua necesita contar con una norma culta, basada en el
uso de los mejores escritores. En 1770, esta obra tuvo una segunda edición y en el año
2013, con motivo de la celebración del tricentenario de la fundación de la RAE, se presentó
una edición facsimilar del diccionario. En el siguiente video, José Manuel Blecua, entonces
director de la Academia, explica la importancia de esta obra:
https://www.youtube.com/watch?v=d7MTAqGtKFM
Unidad 2
En la clase anterior, trazamos un panorama del español moderno del siglo XVIII,
una lengua estabilizada y con características semejantes a las que presenta en la actualidad.
Vimos, además, el rol que cumplió la Real Academia Española en este proceso de
normativización de la lengua, a través de la elaboración de diccionarios y gramáticas.
En la clase de hoy, continuaremos exponiendo las características de este proceso en
la historia de la lengua y, para ello, describiremos brevemente los principales
acontecimientos políticos y sociales del siglo XIX en España, para detenernos, luego, en: la
relación del español con otras lenguas; los cambios vinculados con el léxico durante este
período; la labor de la Academia y el trabajo lexicográfico extra-académico, y, para
finalizar, los aportes literarios a nuestra lengua que realizan los autores del Romanticismo y
del Realismo.
El Romanticismo y el Realismo
De acuerdo a la Real Academia Española, el Romanticismo puede ser definido
como un “movimiento cultural que se desarrolla en Europa desde fines del siglo XVIII y
durante la primera mitad del XIX y que, en oposición al Neoclasicismo, exalta la libertad
creativa, la fantasía y los sentimientos”.
Sus principales características son: el individualismo (expresión del “yo” en el arte
y la literatura); el irracionalismo (manifestación de los sueños, las fantasías y las
emociones); el idealismo (la búsqueda de ideales inalcanzables); el particularismo
(valoración de lo distintivo, no sólo del individuo sino de cada región); y el exotismo (huida
de la realidad a Oriente y a América y en lo temporal a la Edad Media).
En España, los principales exponentes en la literatura son: Espronceda, Bécquer,
Rosalía de Castro, José Zorrilla, el Duque de Rivas y Mariano José de Larra, entre otros.
Sintetizando los aportes que realizan los escritores románticos españoles (De la
Torre Moral; 2012), en relación a la lengua, podemos decir que se alejan del gusto por la
claridad y elegancia propios del Neoclasicismo y se inclinan por el apasionamiento y la
vehemencia, para lo cual se recurre a las posibilidades connotativas que ofrecen
determinados grupos de términos, relacionados con los siguientes campos semánticos: el
dolor, la insatisfacción, la muerte, el miedo, etc. (por ejemplo, sustantivos como frenesí,
arrebato, ilusión, melancolía…o adjetivos como sombrío, misterioso, lánguido, etc.).
En cuanto a los recursos, se emplean: aliteraciones (figura retórica que consiste en
la repetición de uno o varios sonidos dentro de una frase), por ejemplo: “El ruido con que
rueda la ronca tempestad” (La tempestad, de José Zorrilla); arcaísmos (como acullá, a la
sazón); y vulgarismos (como mollera o jorobar).
En cuanto al Realismo, se trata de un movimiento literario surgido en Europa
en la segunda mitad del siglo XIX, que supuso una ruptura con los principios estéticos
e ideológicos del Romanticismo:
Los teóricos de este movimiento, en su deseo de ruptura con las normas
clásicas, recomendaban la introducción de lo concreto en el arte; la poesía lírica
debía aludir a objetos familiares y llamar las cosas por su nombre; el teatro debía
representar la vida real y no dar de ella una idea esquematizada tras el disfraz
clásico; la historia y la novela no podían dejar de evocar las condiciones materiales
de la vida de épocas remotas o del tiempo presente.
(Lissorgues, Iván; El realismo. Arte y literatura, propuestas técnicas y estímulos
ideológicos; 2008
Unidad 2
Cabe distinguir aquellos territorios en los que el español es lengua oficial, nacional
o general y aquellos en los que su presencia es minoritaria. Con respecto al primer grupo,
los países que lo integran en orden de importancia (por la cantidad de hablantes) son:
México, Colombia, España, Argentina, Perú, Venezuela, Chile, Guatemala, Ecuador,
Bolivia, Cuba, República Dominicana, Honduras, Paraguay, El Salvador, Nicaragua, Costa
Rica, Panamá, Uruguay, Puerto Rico y Guinea Ecuatorial.
En cuanto al segundo grupo, podemos mencionar: el Norte de África o el Magreb,
Estados Unidos y Filipinas.
En el siguiente cuadro, extraído del mencionado Anuario 2019 del Instituto
Cervantes, se puede observar la lista de países hispanohablantes ordenados según la
población que presentan:
Importancia del español en diferentes ámbitos
El informe presentado por el Instituto Cervantes, también se ocupa de presentar
datos relativos a algunos ámbitos de uso de la lengua española. Con respecto a Internet, el
español es la tercera lengua más utilizada y la segunda en las redes sociales (Facebook,
Linkedln y Twitter), siempre detrás del inglés y del chino mandarín. También en Wikipedia,
ocupa ese puesto en relación a la consulta de artículos, no así en la redacción de los mismos
en la que alcanza el octavo lugar.
En lo que hace a la ciencia y la tecnología, el español tiene una presencia limitada,
relegada a un segundo plano en relación al inglés, que constituye el idioma más utilizado
por la comunidad científica.
Mejor es la situación en el plano editorial, ya que España es el tercer país
exportador de libros del mundo, mientras que Argentina y México también ocupan un lugar
destacado (se encuentran entre los quince principales productores mundiales de libros).
Finalmente, en la industria cinematográfica también se destacan estos tres países
hispanohablantes entre los quince productores mundiales de películas.
1923. Se crea la Academia Costarricense de la Lengua, primera de las fundadas en el siglo xx.
1924. Se establece en Manila la Academia Filipina de la Lengua Española.
1926. La Academia Panameña de la Lengua se funda en la ciudad de Panamá.
1926. La Academia Cubana de la Lengua se establece en La Habana.
1927. La Academia Paraguaya de la Lengua se crea en Asunción.
1927. La Academia Boliviana de la Lengua se constituye el 25 de agosto de 1927.
1927. Fundación de la Academia Dominicana de la Lengua en Santo Domingo.
1928. La Academia Nicaragüense de la Lengua se crea en Managua.
1931. La Academia Argentina de Letras se funda, el 13 de agosto de 1931, en Buenos Aires.
1943. Fundación, en Montevideo, de la Academia Nacional de Letras de Uruguay.
1948. Creada la Academia Hondureña de la Lengua en Tegucigalpa.
1951. Del 23 de abril al 6 de mayo se desarrolla en México, por iniciativa del entonces presidente
Miguel Alemán, el I Congreso de Academias de la Lengua Española. Se acuerda la constitución de
la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE).
1955. Fundación de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española.
1956. En el II Congreso de la ASALE, celebrado en Madrid del 22 de abril al 2 de mayo, se plantea
la necesidad de impulsar la unidad de la lengua común, ante el riesgo de una posible fragmentación.
1960. En el III Congreso, celebrado en Colombia entre el 27 de julio y el 6 de agosto, se firma el
Convenio Multilateral de Bogotá, en el que los Gobiernos firmantes reconocen oficialmente el
carácter internacional de la ASALE.
1964. Se celebra en Buenos Aires el IV Congreso de la Asociación, del 30 de noviembre al 10 de
diciembre.
1967. Entre los homenajes tributados en memoria de Rubén Darío, con motivo del centenario de su
nacimiento, tiene lugar en Managua, del 16 al 18 de enero, el I Congreso Regional de Academias de
la Lengua de Centroamérica y Panamá, organizado por la Academia Nicaragüense.
1968. Del 24 de julio al 19 de agosto se celebra en Quito el V Congreso de la ASALE.
1972. Se celebra el VI Congreso de la Asociación en Caracas, del 20 al 29 de noviembre.
1973. Tomás Navarro Tomás, miembro de la Real Academia Española exiliado en Nueva York,
impulsa con diversos colaboradores la fundación de la Academia Norteamericana de la Lengua
Española.
1976. El VII Congreso se celebra en Santiago de Chile del 13 al 23 de noviembre.
1980. El VIII Congreso tiene lugar en Lima, del 20 al 27 de abril. La Academia Norteamericana de
la Lengua Española se incorpora como miembro de la ASALE.
1983. Para conmemorar el I Centenario de la Academia Venezolana, esta corporación convoca, del
26 al 29 de julio, un Congreso Extraordinario de la ASALE.
1985. Entre los días 7 y 11 de octubre, la RAE reúne en Madrid al resto de academias para celebrar
unas jornadas de trabajo sobre «El lenguaje y los medios de comunicación».
1989. Del 8 al 15 de octubre se celebra en San José de Costa Rica el IX Congreso de la Asociación.
1992. Como parte de las conmemoraciones del V Centenario del Descubrimiento de América, y de
la publicación de la primera edición de la Gramática de Nebrija, se organiza en Salamanca un
encuentro extraordinario de academias con el fin de sumarse a la efeméride.
1994. Del 24 al 29 de abril se celebra en Madrid el X Congreso de la Asociación. Durante la
celebración del congreso, Humberto López Morales, académico puertorriqueño, es elegido
secretario general de la ASALE.
1996. La Comisión Permanente de la ASALE reitera la necesidad de elaborar un diccionario
académico de americanismos.
1997. Entre el 7 y el 11 de abril se celebra en Zacatecas (México) el I Congreso Internacional de la
Lengua Española.
1998. Organización en Guatemala el II Congreso Regional de Academias de la Lengua de
Centroamérica y Panamá.
1998. Del 15 al 19 de noviembre se celebra en Puebla de los Ángeles, México, el XI Congreso de la
Asociación. Por iniciativa de la Academia Chilena, la RAE recibe el encargo formal de abordar la
nueva edición de la Gramática, con la indicación de que debe ser consensuada por las veintidós
academias.
1999. Se publica la Ortografía de la lengua española, en la que aparecen por primera vez como
coautoras las veintidós academias.
“El origen de la lengua se pierde en la nebulosa de los tiempos, confundiéndose con las
incertidumbres del origen de nuestra especie”
Moreno Fernández, Francisco
En la clase de hoy haremos un cierre del recorrido que iniciamos en la clase n° 6,
cuando comenzamos a trazar un panorama de los sucesos histórico-sociales, literarios y
lingüísticos más relevantes de los distintos períodos que abarca la historia de la lengua
española.
Vimos que no es posible fijar con precisión la fecha de nacimiento de una lengua,
describir el momento inicial de su surgimiento como podríamos hacerlo en el caso de un
Estado, una institución, etc. Como señala Cano Aguilar1, toda lengua nace de otra (que en
el caso que nos ocupa es el latín), pero establecer cuándo lo que se habla corresponde a la
lengua nueva y cuándo ya no se trata de la lengua vieja no suele resultar nada fácil.
Entonces, las preguntas ¿cuándo desapareció el latín? y ¿cuándo surgieron las
lenguas romances? resultan muy difíciles de responder. Por lo tanto, a lo largo de esta
segunda unidad del programa, hemos intentado realizar una aproximación al origen y
evolución del idioma español, considerando (dado que se trata de un estudio externo a la
lengua misma, lo que no significa que no se consideren cambios lingüísticos internos)
aspectos históricos (relativos a la historia de la Península Ibérica), literarios (en relación a
movimientos, autores y obras literarios destacados) y acontecimientos histórico-culturales
y sociales (como la llegada de los españoles al continente americano), que resultan
fundamentales en la historia que estamos abordando.
En el cuadro que se presenta a continuación, podrán observar una línea de tiempo en
la que se mencionan los momentos más significativos en la historia de la lengua española,
en relación con lo enunciado en el párrafo anterior:
1 1
Las ideas principales desarrolladas en esta clase están basadas en el siguiente texto: Cano Aguilar, R
(1992), “La historia del español”, Boletín informativo de la fundación Juan March,3-18.
Los antecedentes de la lengua española: la prehistoria y el proceso de
latinización de la Península Ibérica
Todo estudio de la historia de una lengua debe remitirse a la prehistoria, entendida
no sólo como un período que carece de documentos escritos, sino como el conjunto de
antecedentes sobre los que la lengua que hablamos se asentó. Dado que el latín no es una
lengua nativa de la Península Ibérica, cabe preguntarnos qué lenguas se hablaban antes de
la llegada de los romanos y cómo estos impusieron el latín.
Respecto al primer punto, como ya señalamos en clases anteriores, antes del siglo
III a. C., la Península estaba ocupada por pueblos de distinto origen (celtas, íberos, fenicios,
cartagineses, griegos, tartesios, vascos, ligures, celtíberos) que hablaban diferentes lenguas
y que no lograron imponer una por encima de la otra.
Con respecto al segundo punto, sabemos que los romanos invadieron Hispania en el
siglo III a. C. y que, con la implantación del latín como lengua oficial (latinización)
comienza el proceso histórico que culminará en el español. La romanización cultural y la
latinización fue un proceso lento, pero total, que comenzó en el sur de la Península y se
extendió paulatinamente hacia el norte. Los romanos no impusieron su lengua, sin
embargo, los nativos pronto comprendieron las ventajas de hablar latín, por lo que todos lo
fueron aprendiendo y éste se convirtió en la lengua para comunicarse con los nuevos
señores, en la lengua de la política, el comercio y la cultura y, finalmente, en la lengua
empleada en la vida cotidiana y en las tareas diarias.
La Edad Media
Con la declinación cultural y política del Imperio Romano, a raíz de las invasiones
de los pueblos bárbaros (siglo V), la división en reinos germanos provocó la ruptura de la
unidad lingüística, ya que el latín hablado sufrió la interferencia de los nuevos modos de
expresión. De ahí que puede decirse que, a partir del siglo V, ya están en germen las nuevas
lenguas romances, en el sentido de que pueden observarse algunas diferencias dialectales,
aunque habrá que esperar algunos siglos para que esas lenguas se consoliden.
De fundamental importancia en la historia de nuestra lengua, resulta la dominación
de la Península por parte de los árabes, desde el siglo VIII hasta el siglo XV, cuando
finaliza la Reconquista del territorio español por parte de los Reyes Católicos. En este caso,
si bien el latín sigue siendo la norma de prestigio, convive con el empleo del árabe; y se
crea, además, el mozárabe, dialecto en el que confluyen elementos del árabe y del latín
arromanzado (es decir, el latín en sus variedades dialectales) y que ha llegado hasta
nosotros a través de las composiciones poéticas llamadas jarchas. Recordemos, además, que
la influencia directa del árabe se dio principalmente en el léxico, pero resulta aún más
decisiva por la forma en que los árabes condicionaron la evolución de las lenguas
romances: el territorio quedó fragmentado en dos partes, al-Ándalus (de dominio
musulmán) al Sur y al Norte los reinos cristianos, de estos últimos surgieron los condados y
reinos de la España del medioevo y en ellos se fueron desarrollando y consolidando las
variedades dialectales que derivaron en el gallego-portugués, el leonés, el castellano, el
navarro-aragonés y el catalán.
Los reinos del Norte lucharon, paralelamente, contra los musulmanes y entre sí. El
reino de Castilla tuvo una gran expansión, por lo que logró someter a los demás y
encabezar el proceso de Reconquista contra los árabes. A partir de esta supremacía política,
el castellano se impuso como lengua de la Península por sobre los otros dialectos.
El español se va desarrollando hasta que en el siglo XIII se convierte en lengua de
cultura. Y gracias a la labor de Alfonso X, el Sabio, se estabiliza como lengua escrita.
Actividad
Para esta clase, les propongo que realicen un cuadro en el que sinteticen todo lo
trabajado en los distintos períodos abordados en la unidad dos. Luego, deberán subirlo al
foro correspondiente a esta clase. Pueden resolver la actividad de a dos.
No se agregarán nuevas lecturas para que puedan releer la bibliografía dada hasta el
momento.
Unidad 3
Cuando hablamos del español americano, estamos aludiendo a una entidad que
puede definirse histórica y geográficamente. Es decir, hacemos referencia a las variedades
dialectales del español habladas en América, que comparten una historia común, dado que
se trata de una lengua trasplantada a partir de la llegada de los españoles. (Palanco López,
N., 2009).
Por lo tanto, en esta unidad del programa, con la que damos cierre a esta materia,
nos dedicaremos a estudiar la historia de la lengua en nuestro continente. En esta clase,
trazaremos un panorama de la distribución del español en América; luego, explicitaremos
cuál es la periodización utilizada para abordar su estudio histórico; y, finalmente, nos
centraremos en el primer período en la historia del español americano, desde la llegada de
los españoles a América hasta mediados del siglo XVI.
La periodización en
la historia del
español americano
Para el
estudio de la historia
de la lengua
española en el
continente
americano,
seguiremos la
periodización establecida por el profesor Guillermo Guitarte (Buenos Aires-1923) en el
ensayo “Para una periodización de la historia del español de América”, incluido en el libro
Siete estudios sobre el español de América del año 1983.
En este texto, el autor propone una división de tal historia en colonial e
independiente. A partir de esto, señala que el período colonial puede subdividirse en: 1)
orígenes o formación del español americano, que abarcaría desde el arribo de los españoles
al continente en 1492 hasta 1550, aproximadamente; 2) corresponde al español de la
sociedad colonial unido a la metrópoli (España), en el que se produciría el florecimiento de
las variedades americanas del español; 3) un período de transición a la etapa independiente,
que comprendería las últimas décadas del siglo XVIII y comienzos del XIX.
Y en cuanto a la etapa independiente, ésta puede dividirse, a su vez, en dos etapas:
1) el siglo XIX, una época de transición en la que conviven los ideales de la época colonial
con los impulsos surgidos a raíz de la independencia, convivencia no exenta de conflictos;
2) el siglo XX, cuando se consolidan y se asumen las consecuencias lingüísticas de la
independencia.
En síntesis, en más de 500 años de historia americana de la lengua española, los tres
primeros siglos se caracterizan por la estrecha vinculación con España, y los siglos
restantes por la evolución de la lengua en contextos sociopolíticos independientes. (Moreno
Fernández, F., 2016)
Los intérpretes
La forma más segura para entenderse fue gracias a la labor de los intérpretes (los
lenguas). Colón seleccionó a un grupo de indios para que aprendieran castellano, pero el
problema era que, debido a la diversidad lingüística, los nativos no lograban entenderse con
los pobladores de lugares que se apartaban de las zonas en las que ellos vivían. La
dificultad de la comunicación directa entre españoles e indios fue permanente hasta el fin
de la época colonial.
Sin embargo, algunos personajes resultan decisivos en la conquista de los que más
tarde serían los dos virreinatos más importantes de América: el de Nueva España y el de
Perú. En el primer caso, Hernán Cortés contó con la ayuda de Malinalli Tenépal, una joven
mexica, hablante de náhuatl y de maya, que le fue obsequiada por un cacique de Tabasco.
Fue amante de Cortés y tuvieron un hijo, Martín, uno de los primeros mestizos mexicanos.
Malinalli fue bautizada como Marina, pero fue conocida como Malinche. Por sus
habilidades lingüísticas se convirtió en la intérprete personal de Cortés: además de los
idiomas mencionados, aprendió español. Gozó de gran prestigio tanto entre los indígenas
como los españoles, a tal punto que estos últimos usaban la forma honorífica “doña” para
referirse a ella como “doña Marina”. De hecho, en la entrevista que mantuvieron Cortés y
Moctezuma, ella fue la encargada de traducirlos a ambos.
Personaje polémico, ha sido reivindicada por algunos como un símbolo del
mestizaje mexicano, mientras que el discurso posrevolucionario mexicano la considera un
símbolo de la traición a un pueblo.
Otra figura que se destaca como intérprete es la de Jerónimo de Aguilar, un fraile
español que había sido hecho prisionero por los mayas entre 1511 y 1519, año en que fue
rescatado por Cortés, a quien sirvió de intérprete en la lengua maya.
Imagen de Malinche
Otro intérprete, ligado en este caso al conquistador Francisco Pizarro frente a los
jefes del imperio inca, fue Felipillo, hablante de quechua y español. También fue un
personaje controvertido, y en 1536 fue ejecutado acusado de traición.
Estos personajes fueron los primeros hablantes bilingües del continente americano,
de gran importancia, puesto que la mayoría de la población española asentada en América
en esta etapa no conoció ninguna lengua nativa, así como los indios tampoco pudieron
valerse del castellano.
A modo de cierre
Como ya mencionamos, la palabra canoa constituye el primer americanismo de la
lengua española; se trata de un término que procede del arahuaco y que fue recogido por
Colón en el diario del 26 de octubre de 1492. Son raras las ocasiones en que es posible
fechar con exactitud la llegada de un préstamo lingüístico a una lengua.
En este caso, esta palabra designaba una embarcación desconocida para los
españoles, por lo que también se la denominaba almadía (una balsa cuya plataforma estaba
hecha con maderos unidos y constituían lo más semejante que conocían).
En 1495, Nebrija incluyó este término en su Vocabulario español-latino, quedando
así registrada en un diccionario. Luego, desde el español, ha pasado a otras lenguas
occidentales, como en italiano canotto; en francés canot; o en inglés canoe.(Moreno
Fernández, F.; 2016)
En junio de este año, se puso en marcha la primera red panhispánica para la
internacionalización de la cultura en español, creada por el Instituto Cervantes (España), el
Centro Cultural Inca Garcilaso (Perú), el Instituto Caro y Cuervo (Colombia) y la
Universidad Autónoma de México (UNAM); la plataforma recibió el nombre Canoa, por
ser la primera palabra de los pueblos originarios de América adoptada por la lengua
española.
Transmisión de la lengua
En la transmisión de la lengua española a los pueblos amerindios, influyó tanto el
modelo de explotación económico impuesto, como el objetivo evangelizador de los
conquistadores, a lo que puede agregarse el modelo urbano implantado. En los tres casos,
se parte de la posición de fuerza y prestigio que poseían los españoles.
Pese a que los españoles constituían un porcentaje muy bajo de la población
americana (entre 1% y 5 %), concentraban el poder social y económico: por un lado, por la
instauración de la encomienda, una institución en la que un español (encomendero) tenía a
su disposición un grupo de indios que debían servirlo o pagarles un tributo; a cambio de
que los indios trabajaran en la tierra, las minas u otras industrias o haciendas, los
encomenderos debían enseñarles la religión católica y los rudimentos de la lengua española.
(Muñoz Machado, S.; 2019). Este servicio personal de trabajo forzoso entró en decadencia
en el siglo XVII y se abolió en el siglo XVIII.
La encomienda: la explotación de los indios
La influencia indígena
Como señalamos en la clase anterior, América puede definirse como un espacio
multilingüe y multicultural. En ese contexto, la lengua española traída por los conquistadores tuvo
que adecuarse a las necesidades comunicativas. Y en ese proceso de americanización del español
fue fundamental la función que desempeñaron los traductores (los lenguas), tanto indígenas que
supieran español como españoles (principalmente los frailes) que conocieran las lenguas nativas.
La influencia indígena sobre el español no es demasiado relevante en el plano de los
sonidos (la pronunciación) y la gramática. Se destaca, eso sí, en el plano del vocabulario:
Si bien es cierto que los españoles que llegaban a América poseían sus
referencias espacio-temporales y las denominaciones de la fauna y flora que les eran
próximas, hemos de constatar que la realidad visualizada en América, sin contar con el
enorme caudal léxico suministrado por las lenguas indígenas: hamaca, barbacoa,
piragua, alpaca, cancha, piraña, mandioca, etc., debió imponérseles para encontrar el
léxico apropiado que marcara un poco sus referencias, al ser tan diferente el paisaje, la
fauna, la flora y las relaciones humanas a las dejadas en su rincón de origen peninsular.
(Lobato, J. S., 1994; pp. 563-564))
http://www.cervantesvirtual.com/portales/inca_garcilaso_de_la_vega/autor_apunte/
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/j/juana_ines.htm
Con estos autores, cerramos esta clase. En la próxima, nos dedicaremos al tercer y
al cuarto períodos en la historia del español en América.
Actividad
Lean el capítulo XVII “El español de América” de Historia de la lengua española de
Rafael Lapesa y expliquen brevemente:
Cuál fue la política lingüística llevada a cabo por la Iglesia para evangelizar a los
indios.
La relación del español con las lenguas indígenas
Compartan la actividad en el foro correspondiente a esta clase.
Unidad 3
Imagen de Carlos IV
Imagen de José Napoleón
La Generación del 37
Se conoce como Generación del 37 al primer movimiento intelectual surgido en
Argentina, conformado por escritores del siglo XIX, tales como: Esteban Echeverría (1805-
1851), Juan Bautista Alberdi (1810-1884), Juan María Gutiérrez (1809-1878), Domingo
Faustino Sarmiento (1811-1888), Vicente Fidel López (1815-1904), Bartolomé Mitre
(1821-1906), José Mármol (1807-1882), Félix Frías (1816-1881).
La Generación del 80
Para este grupo de intelectuales de fines del siglo XIX, la lengua ya no resultaba un
problema; no sólo se reconocen las divergencias respecto del español peninsular, sino que
se valoran como legítimos los rasgos de la modalidad dialectal.
A raíz de las consecuencias de la política inmigratoria, que ellos mismos
propiciaron (inmigración no deseada, crecimiento desmesurado de Buenos Aires, nuevos
“valores sociales”, etc.) su evolución ideológica, se modificó a comienzos del siglo XX. En
relación a la lengua, ante la amenaza de caos cultural y lingüístico, esta élite manifiesta
actitudes de defensa y protección frente a la amenaza de la inmigración: ante el peligro que
supone la “degradación del español”, el hispanismo supuso la respuesta más pertinente para
contrarrestar esos efectos disolventes y el castellano castizo, la norma a la que debían
ceñirse todas las prácticas lingüísticas.
En la próxima clase daremos cierre a esta unidad, trazando un panorama de la
situación del español americano durante el siglo XX y en la actualidad.
En esta ocasión no agregaremos lecturas obligatorias.
Unidad 3
El español caribeño
Las hablas caribeñas, de las Antillas y de la costa, presentan una gran diversidad
interna; no obstante, pueden reconocerse rasgos comunes. Por ejemplo, la tendencia a
aspirar, debilitar y perder consonantes en posición final de sílaba (en especial la s): mesah,
“mesas” o verdá, “verdad”. En lo que hace a aspectos gramaticales, se destacan: la
tendencia a colocar el sujeto antes que el verbo en las interrogativas y los infinitivos (¿qué
tú quieres?, “sonreí al decirme tú eso”). También, como en el caso anterior, podemos
observar el uso de indigenismos, como: guanajo, “pavo”; catire, “rubio”; y, por otra parte,
voces africanas, bemba, “labios gruesos” o gongolí, “gusano”.
En esta área se observan, además, dos casos de lenguas criollas (pueden remitirse
a la primera unidad de esta materia en la que se explican los pidgin y las lenguas criollas):
el palenquero y el papiamento.
El español andino
Aquí podemos observar, respecto a la pronunciación, el mantenimiento de la ese
a final de sílaba y la tendencia a pronunciar la erre y tr- inicial como algo parecido a
carso, “carro” y tses, “tres”. En el plano gramatical, se destaca el uso de muy delante de
superlativos: esta comida está muy riquísima. Y en lo que hace al léxico, podemos hallar
palabras generales en América del Sur (andinismo, “alpinismo”; saber, “soler),
particulares de la zona andina (combazo, “puñetazo”, chongo, “escándalo”) o tomadas de
las lenguas indígenas, especialmente del quechua (china, “india”; guagua, “niño de
pecho”).
El español chileno
En este caso, la s se debilita y se pierde en la pronunciación (loh toro, “los
toros”) y las consonantes velares (c, q, j, g) se hacen algo palatales (quieso, “queso”;
gieneral, “general”). En cuanto al aspecto gramatical, se observa un rasgo particular,
aunque no exclusivo: el uso de se me le (se me le quiso arrepentir). Y, para concluir, en el
léxico, se observan palabras propias de Chile (cototudo, “difícil”, huevón, “estúpido”) y
quechuismos como pololo, “novio”.
Con esta breve caracterización de las diferentes áreas dialectales, concluimos con
la tercera unidad de esta materia.
Unidad 3
Revisión de la unidad 3
En el siguiente cuadro, se encuentran sistematizadas las principales características
de las diferentes etapas de la lengua española en nuestro continente:
Consideraciones finales
Para finalizar, en esta clase se presentan algunas sugerencias y pautas para rendir el
examen final de esta materia.
Cuando decidan presentarse a rendir Historia de la lengua española, se recomienda
que planifiquen el estudio con anticipación (no es recomendable estudiar todo a último
momento), ya que apropiarse de la terminología y los conceptos fundamentales de una
disciplina requiere tiempo y dedicación.
Se sugiere, además, que al estudiar cuenten con el programa de la materia, ya que
ahí encontrarán todos los contenidos que deben saber al momento de rendir el examen. Por
otra parte, también se hallan los objetivos que se espera que alcancen y que reproduzco a
continuación:
Conocimiento de algunos conceptos teóricos y metodológicos claves y
complementarios de la disciplina.
Adquisición de los conocimientos básicos conceptuales, terminológicos y
metodológicos que permitan entender los procesos de formación y desarrollo de la
historia de la lengua española.
Aproximación a los problemas propios de la conformación del español, en el marco
de la evolución de la lengua latina, de la partición de la Romania en general y del
territorio hispánico en particular, anticipando su proyección americana.
Conocimiento de la periodización del español americano, desde los orígenes hasta
la actualidad.
En el programa, además, encontrarán el listado de la bibliografía que trabajamos
durante el año ordenada por unidad. Es fundamental que reconozcan los autores leídos y
que puedan dar cuenta de los temas que aborda cada uno. Para ello cuentan con algunas
actividades realizadas en los foros en las que sintetizaron diferentes textos. En todos los
casos, se recomienda hacer resúmenes. Recuerden que los ejemplos (que son muy
numerosos en la bibliografía que leímos) deben servir para aclarar conceptos. Por lo tanto,
pueden seleccionar aquellos que les resulten significativos.
En las clases se encuentran expuestos los principales conceptos y la periodización
en la historia del español, tanto en la Península Ibérica como en América. Es necesario
que las tengan en cuenta al momento de estudiar. Por otra parte, en cada una de las clases
se encuentra indicada la bibliografía que deben leer para ampliar o reforzar los temas
tratados.
Finalmente, les dejo las pautas para rendir el examen final.