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Capítulo 3
Capítulo 3
Capítulo 3
El sacrificio de la misa.
En el siglo XIII se estableció la más Mas “el apogeo del papado fue la media-
terrible de las maquinaciones del papado: la noche del mundo” (Wylie, The History of
Inquisición. El príncipe de las tinieblas obró Protestantism, libro 1, cap. 4). Las Sagradas
de acuerdo con los jefes de la jerarquía papal. Escrituras eran casi desconocidas no solo
En sus concilios secretos, Satanás y sus ánge- de las gentes sino de los mismo sacerdotes.
les gobernaron los espíritus de los hombres A semejanza de los antiguos fariseos, los
perversos, mientras que invisible acampaba caudillos papales aborrecían la luz que
entre ellos un ángel de Dios que llevaba habría revelado sus pecados. Rechazada la
apunte de sus malvados decretos y escribía ley de Dios, modelo de justicia, ejercieron
la historia de hechos por demás horrorosos poderío sin límites y practicaron desen-
para ser presentados a la vista de los hom- frenadamente los vicios. Prevalecieron el
bres. “Babilonia la grande” fue “embriagada fraude, la avaricia y el libertinaje. Los hom-
de la sangre de los santos”. Los cuerpos bres no retrocedieron ante ningún crimen
mutilados de millones de mártires clamaban que pudiese darles riquezas o posición.
a Dios venganza contra aquel poder apóstata. Los palacios de los papas y de los prelados
El papado había llegado a ejercer su eran teatro de los más viles excesos. Algu-
despotismo sobre el mundo. Reyes y empe- nos de los pontífices reinantes se hicieron
radores acataban los decretos del pontífice reos de crímenes tan horrorosos que los
romano. El destino de los hombres, en este gobernantes civiles tuvieron que procurar
tiempo y para la eternidad, parecía depen- deponer a dichos dignatarios de la iglesia
der de su albedrío. Por centenares de años como monstruos demasiado viles para ser
las doctrinas de Roma habían sido extensa e tolerados. Durante siglos Europa no pro-
implícitamente recibidas, sus ritos cumpli- gresó en las ciencias, ni en las artes, ni en
dos con reverencia y observadas sus fiestas la civilización. La cristiandad quedó moral
por la generalidad. Su clero era colmado de e intelectualmente paralizada.
honores y sostenido con liberalidad. Nunca La condición en que el mundo se
desde entonces ha alcanzado Roma tan encontraba bajo el poder romano resul-
grande dignidad, magnificencia, ni poder. taba ser el cumplimiento espantoso e
34 EL GRAN CONFLICTO
impresionante de las palabras del profeta “No hay verdad, y no hay misericordia, y no
Oseas: “Mi pueblo está destruido por hay conocimiento de Dios en la tierra. ¡No
falta de conocimiento. Por cuanto tú has hay más que perjurio, y mala fe, y homici-
rechazado con desprecio el conocimiento dio, y hurto y adulterio! ¡rompen por todo;
de Dios, yo también te rechazaré; [...] y un charco de sangre toca a otro!” Oseas
puesto que te has olvidado de la ley de tu 4:6, 1, 2 (VM). Tales fueron los resultados
Dios, me olvidaré yo también de tus hijos”. de haber desterrado la Palabra de Dios.
Declarada “Reina del Cielo” ella se sienta con su pequeño hijo mirando plácidamente las
almas atormentadas en el infierno. ¡Nada en esta imágen es verdad!