Guayra
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Tenencia de gobierno del Guayrá
(14 de octubre de 1575 - 1639)
Actual estado brasileño de Paraná
Entidad subnacional
Republica del Guayra.jpg
Ubicación de Guayrá
Capital Ciudad Real del Guayrá
Entidad Estructura arquitectónica
• País Bandera de Brasil Brasil
Parana in Brazil.svg
División política actual de Sudamérica
[editar datos en Wikidata]
Para el actual pequeño departamento paraguayo, véase Departamento de Guairá.
Para el puerto venezolano, véase La Guaira.
La región del Guayrá, el territorio del Guayrá, la «Provincia de la Guayra»1 o
bien, la tenencia de gobierno del Guayrá desde el 14 de octubre de 1575, fue una
extensa región geográfica conquistada por los españoles en 1554 con la fundación de
la «Villa de Ontiveros», en el oriente de la entonces tenencia de gobierno general
de Asunción que a su vez estaba ubicada en el nordeste de la gobernación del Río de
la Plata y del Paraguay, hasta su fáctica división en 1618, por lo que el Guayrá
quedaba incluido en la nueva gobernación del Paraguay, y que en su conjunto
formaban parte del gran Virreinato del Perú, y por ende, del Imperio español.
Su definitivo abandono por fuerzas españolas fue en 1638, debido a las continuas
malocas de los bandeirantes y mamelucos, ya que se había dejado de tener en cuenta
el antiguo Tratado de Tordesillas debido a una unión dinástica de los reinos de
España y Portugal, con el monarca Felipe II de Habsburgo.
Índice
1 Toponimia
2 Límites
3 Principales características geográficas
4 Historia
4.1 Indígenas
4.2 Descubrimiento europeo
4.3 Poblaciones españolas
5 Tenencia de gobierno del Guayrá
5.1 Misiones jesuíticas
5.2 Invasión portuguesa
6 Territorio portugués del Guayrá
7 Consolidación brasileña
8 Tenientes de gobernador del Guayrá
9 Véase también
10 Notas
11 Referencias
Toponimia
La palabra Guayrá proviene del nombre de un cacique de la zona llamado Guayrá o
Guayracá. La Pinería se debe a que gran parte del territorio se encontraba cubierta
de "pinos Paraná" o "curý" (Araucaria angustifolia); también se le dio –aunque más
difusamente– el nombre de País de los Guayanas o Territorio de los Guayanas, que no
debe confundirse con el territorio llamado Guayana en el norte de América del Sur,
los "guayanas" de la región eran una etnia que parece haber tenido alguna
mixogénesis con los españoles a partir de los primeros viajes de descubrimiento y,
sobre todo tras la fundación de San Francisco de Mbiaza en las costas del
Atlántico.
Límites
Los límites del Guayrá eran por el sur el río Iguazú, al oeste el río Paraná, al
este la línea del Tratado de Tordesillas que la separaba del Brasil junto con la
costa del Océano Atlántico y al norte el río Tiete (o Añemby, río que separaba a
los guaraníes de los tupíes). El ámbito de acción jesuita se desarrolló en el
territorio más reducido entre los ríos Paraná, Iguazú, Tibají (o Tibajiva, que era
el límite efectivo con los portugueses) y Paranapanema.
Historia
Indígenas
Antes de la llegada de los europeos el territorio había estado poblado por la etnia
llamada Kaigang que suele ser adscripta al conjunto Ye, sin embargo cuando se
estaba realizando la primera irrupción europea ya estaba muy consolidada (con
hostilidades mediante) la presencia Avá (o Guaraní) que resultó hegemónica al
poseer una agricultura más desarrollada y con la misma una demografía y cultura
material más evolucionada que la de los Kaigang; sin embargo el conflicto
interétnico fue acicateado tras la presencia de los portugueses quienes hicieron
una alianza expansiva –a costas de territorios Kaigang y guaraníes– con otro pueblo
amazónido muy relacionado con los guaraníes pero en ancestral guerra contra ellos:
los Tupíes. Los Tupíes aliados con los portugueses contra los Avá o Guaraníes, e
incluso contra los Kaigang, invadieron muy violentamente estos territorios desde
fines del siglo XVII.
Descubrimiento europeo
En 1522 Alejo García atravesó la región. En 1537 Domingo Martínez de Irala recorrió
el valle del río Paraná. El límite sur del Guayrá fue explorado por el adelantado
Álvar Núñez Cabeza de Vaca, quien partiendo desde la isla de Santa Catarina
descubrió las cataratas del Iguazú y llegó a Asunción el 1 de marzo de 1542. En
1551 Diego de Sanabria realizó el mismo recorrido desde San Francisco de Mbiaza
(Mbiaza –o "salida"– era el nombre de la zona costera de la Guayrá).
Poblaciones españolas
La villa (con el significado usado entonces de ciudad) de Ontiveros fue fundada por
el capitán García Rodríguez de Vergara por orden de Domingo Martínez de Irala en
1554 en la margen izquierda del río Paraná, entre los ríos Iguazú y Piquirí en el
actual noroeste del Estado de Paraná, unos 50 kilómetros al norte del Salto del
Guairá, en tierras del cacique Canendiyú, con el objeto de servir como enlace con
el Brasil.
La Ciudad Real del Guayrá fue fundada en 1556 por el capitán Ruy Díaz de Melgarejo
en la margen izquierda del río Paraná, sobre la desembocadura del Piquiry a 3
leguas de Ontiveros, en las inmediaciones de la actual ciudad de Maringá. Fueron
trasladados allí los pobladores de la abandonada Villa Ontiveros.
La Villa Rica del Espíritu Santo (Villa Rica del Spírictu Santo) fue la más
oriental de todas ellas. Fundada por Ruy Díaz de Melgarejo en 1570, estando activa
hasta 1622, cuando los bandeirantes paulistas la desalojaron.
Misiones jesuíticas
Aprovechando los bosques densos y las selvas, la región de la Guayrá hacia
principios del siglo XVII se había convertido en un lugar de refugio de los
guaraníes que huían de los encomenderos del Paraguay y de los esclavistas
portugueses quienes aprovechando el período de la unión dinástica aeque
principaliter3 de Portugal y Castilla, traspasaban la línea de Tordesillas en busca
de oro y de esclavos para las plantaciones de caña de azúcar en la Capitanía de San
Vicente.4
Los jesuitas Manuel Ortega y Tomás Fields, conocedores del idioma tupí, similar al
guaraní, por haber predicado antes en el Brasil, se dirigieron a explorar el Guayrá
y luego se establecieron en Villa Rica del Espíritu Santo en 1588. En 1593
exploraron la región los jesuitas Juan Saloni y Marcial Lorenzana, pero poco
después la misión del Guayrá fue abandonada y los jesuitas se trasladaron al
Tucumán.
Luego los jesuitas fueron dirigidos a zonas más alejadas de Asunción, una Real
Cédula del 16 de marzo de 1608 ordenó al gobernador paraguayo Hernando Arias de
Saavedra –Hernandarias– para que los jesuitas se dirigieran al Paraná, al Guayrá y
a la región de los guaycurúes en donde los indígenas quedarían eximidos del
servicio de la encomienda.
En 1612 fueron enviados al Guayrá los sacerdotes Antonio Ruiz de Montoya y Antonio
de Moranta, quien se enfermó y regresó a Asunción desde Mbaracayú. Ruiz de Montoya
continuó hacia el Guayrá y luego se le unió el sacerdote Martín Xavier Urtaner (o
Urtazu). En 1622 Ruiz de Montoya fue designado Superior de la Misión del Guayrá
como sucesor de Cataldino.
Entre 1622 y 1628 los jesuitas fundaron once reducciones más en el Guayrá.
Instaladas en el valle del Paranapanema estaba las reducciones de Nuestra Señora de
Loreto y San Ignacio. En el valle del Tibagy estaban San José, San Francisco
Xavier, Encarnación y San Miguel. En las márgenes del Ivaí estaban Jesús María, San
Antonio y San Pablo y en el río Corumbatai estaban Santo Tomé y Siete Arcángeles.
En las cabeceras del río Piquirí se hallaban San Pedro y Concepción y en el medio
Piquirí la ermita de Nuestra Señora de Copacabana.
Así, además de las ciudades "blancas" de Ontiveros, Ciudad Real del Guayrá y Villa
Rica del Espíritu Santo, existieron las siguientes reducciones o "pueblos de
indios" en soberanía española y con administración misional de los jesuitas:
San Francisco Javier –en grafía arcaica San Francisco Xavier– (1622)
Nuestra Señora de la Encarnación (1625)
San José (1626)
San Miguel (1627)
A orillas del río Ivaí:
Los bandeirantes atacaron en 1631 y 1632 las villas de Ciudad Real del Guayrá y
Villa Rica del Espíritu Santo. Villa Rica fue sitiada por tres meses en 1632 y
luego se trasladó al occidente del río Paraná y en 1682 al centro del Paraguay
actual. Finalmente en 1638 fue arrasada Ciudad Real del Guayrá terminando el
dominio español en el Guayrá.
El avance sistemático de los bandeirantes paulistas por el este y la pasividad de
las autoridades españolas metropolitanas debido a que trataban de evitar conflictos
dentro de la unión dinástica aeque principaliter3 con los demás reinos españoles,
obligó a los españoles del Guayrá a replegarse a la margen derecha del río Paraná,
mudando sus villas.