Cognition">
Entender Historias Juntos - T. Colomer (2013)
Entender Historias Juntos - T. Colomer (2013)
Entender Historias Juntos - T. Colomer (2013)
1
Las
observaciones
expuestas
derivan
de
varios
proyectos
de
investigación
realizados
por
el
grupo
GRETEL,
reconocido
por
la
Agencia
AGAUR
como
equipo
estable
de
investigación
de
calidad
con
financiación
(2009SGR1477),
bajo
la
dirección
de
Teresa
Colomer
como
investigadora
principal.
El
equipo
mantiene
los
sitios:
www.gretel.cat
y
www.literatura.gretel.cat
1
CONGRESO INTERNACIONAL: LECTURA Y ESCRITURA EN LA 2013
SOCIEDAD GLOBAL. Barranquilla, junio 12, 13 y 14
ajenas.
Un
viaje
hacia
la
comprensión
del
texto
a
partir
del
diálogo
cruzado
entre
la
obra,
la
discusión
del
grupo
y
las
propias
experiencia
de
vida,
1.1.
Proyectarse
en
los
textos
Calin:
Si
estás
un
poco
así,
pensando,
se
parece
a
tu
historia…
y
puedes
entender
las
cosas
[…]
compararlas,
sí,
si
piensas
mucho,
todas
las
historias
de
todos
los
que
estamos
aquí
se
parecen
un
poco
a
esa2.
Como
bien
sabemos,
la
forma
principal
en
la
que
los
lectores
responden
a
un
texto
es
proyectándose
en
él.
Los
niños
expresan
respuestas
emocionales
ante
el
texto,
muestran
empatía
con
los
personajes,
sienten
deseos
de
comunicar
las
coincidencias
entre
las
historias
y
sus
propias
vidas,
o
reflexionan
sobre
la
relación
de
la
obra
con
sus
propias
actitudes
y
sentimientos.
Cualquier
discusión
sobre
álbumes
ilustrados
se
inicia
identificando
y
describiendo
lo
que
ocurre
en
las
imágenes,
preguntándose
por
ello
y
respondiendo
especulativamente.
Como
indica
Martina
Fittipaldi
(2008)3,
“parece
que
lo
más
fácil,
lo
más
inmediato,
resulta
siempre
señalarse
en
el
libro”.
La
intensidad
de
la
respuesta
personal
se
traduce
a
menudo
en
gestos,
en
silencios
emotivos.
Lawrence
Sipe
(2008)
lo
documentó
extensamente
en
sus
experiencias
con
niños
de
la
etapa
infantil,
pero
nosotros
también
hemos
constatado
el
uso
abundante
de
este
tipo
de
expresiones
corporales
en
chicos
inmigrantes
con
poco
dominio
de
la
nueva
lengua.
En
algunas
observaciones
con
estos
chicos
usamos
libros
de
temática
migratoria.
Entonces
vimos
que
aportaban
múltiples
informaciones
sobre
su
propio
proceso
migratorio
o
que
tendían
a
evocar
sus
países
de
origen.
Clàudia
(ocho
años,
Senegal)
manifestó
tímidamente
al
ver
una
imagen
de
Dos
hilos,
una
narración
situada
en
África:
“Me
gusta
esta
figura
porque
en
mi
país
también
llevan
jarras
en
la
cabeza”.
Otras
veces,
los
niños
se
situaban
en
una
perspectiva
empática.
Pep,
el
compañero
catalán
de
la
niña
emigrante,
exclamó
con
simpatía:
“Me
gusta
porque
es
negrito
como
Clàudia“.
O
bien
proyectaban
su
empatía
en
una
experiencia
diferida:
Carles
(trece
años,
Barcelona)
dijo:
“si
estuviera
dentro
de
la
imagen
me
sentiría
como
mis
abuelos
cuando
acabó
la
guerra
o
cuando
hubo
democracia
en
España”.
2 Las citas de las enunciaciones infantiles en los capítulos de los miembros de GRETEL pertenecen a
los
protocolos
de
transcripción
de
los
proyectos
citados.
Algunas
de
las
citas
proceden
concretamente
de
los
trabajos
de
final
de
máster
de:
Fittipaldi
(2008);
Amat
(2009);
Rincón
(2010)
y
Reyes
(2011).
Las
conversaciones
en
lengua
catalana
han
sido
traducidas
al
castellano
por
la
autora.
En
algún
caso,
la
conversación
se
produjo
en
lengua
castellana
por
parte
de
los
niños
latinoamericanos,
lo
que
explica
una
mayor
fluidez
lingüística,
al
igual
que
ocurre
en
los
ejemplos
traducidos
de
los
niños
catalanes
procedentes
de
las
aulas
multilingües.
Los
turnos
de
los
niños
se
acompañan
del
seudónimo
utilizado
en
los
protocolos
de
transcripción.
La
inicial
M
indica
siempre
a
la
mediadora/maestra.
2
CONGRESO INTERNACIONAL: LECTURA Y ESCRITURA EN LA 2013
SOCIEDAD GLOBAL. Barranquilla, junio 12, 13 y 14
Vamos
a
ver
algunos
otros
ejemplos
de
discusión
del
libro
Emigrantes
de
Shaun
Tan,
en
los
que
queda
clara
su
efectividad
para
evocar
el
propio
proceso
de
emigración
de
los
lectores
y
para
ofrecer
vías
de
canalización
emotiva
a
los
niños:
a) La
protección
de
la
distancia
ficcional
En
estas
obras,
o
en
otras
obras
que
buscan
el
impacto
emocional
del
lector,
la
apropiación
personal
se
produce
con
lentitud,
se
realiza
desde
una
aproximación
cauta
a
significados
que
resultan
excesivamente
próximos.
Con
frecuencia,
los
niños
tienden
a
crearse
una
zona
de
seguridad,
un
espacio
deliberado
de
distancia.
Incluso,
si
el
mediador
se
desplaza
hacia
la
interrogación
personal
puede
provocar
la
defensa
de
la
propia
intimidad,
algo
a
recordar
en
la
conducción
de
las
discusiones
con
niños
en
las
aulas
para
evitar
que
lo
perciban
como
una
intromisiones
fuera
de
lugar:
M.
¿Y
este
libro
te
recordó
algo
especial,
alguna
vivencia,
algún
libro,
alguna
película,
alguna
música…?
Carles:
No
me
recordó
nada,
porque
son
puras
mentiras,
son
ficción,
esto
no
es
real,
esto
es
pura
ficción.
M:
¿Y
la
ficción
no
nos
puede
decir
nada?
Carles:
A
ver,
sí,
la
ficción
tiene
sus
partes
reales,
pero
esto
no,
esto
hace
como
el
que
explica
que
la
guerra
tuvo
como
que,
como
que
a
lo
mejor
es
que
murieron
veinte
personas,
y
aquí
hace
de
cuenta
que
murieron
mil,
lo
toma
muy
exageradamente
esto,
que
se
destruya
una
sociedad
tan
rápido,
mil,
es
imposible,
y
ellos
tan
felices
y
todo.
M:
¿Hay
algo
más
que
te
gustaría
decirme,
sobre
el
libro,
cómo
te
sentiste
al
leerlo?
Carles:
No,
no
sentí
nada,
porque
es
una
ficción
pura,
no
me
sentía
triste
ni
nada.
A
menudo,
el
alejamiento
se
logra
recurriendo
al
humor.
Y
en
las
tareas
de
escritura
que
realizamos
tras
la
discusión,
observamos
que
los
relatos
trasladaban
el
protagonismo
a
muñecos
o
animales.
Este
recurso
de
desplazamiento
ha
sido
muy
estudiado
en
el
juego
y
en
la
construcción
de
relatos
orales
infantiles
y
se
ha
señalado
como
una
constante
en
la
literatura
para
niños.
Es
interesante
comprobar
ahora
que
este
recurso
se
halla
también
en
la
recepción
como
una
potente
vía
de
la
negociación
personal/ficcional
de
los
lectores,
incluso
en
la
etapa
de
educación
secundaria.
b) La
proyección
empática
La
lectura
de
álbumes
de
tema
migratorio
otorgó
espacio
a
la
verbalización
de
la
perspectiva
infantil
del
desarraigo.
Suscitó
de
inmediato
la
explicitación
de
muchos
detalles
del
proceso
seguido
por
los
niños
desde
su
mismo
punto
de
arranque:
el
de
la
vivencia
de
una
imposición
adulta.
Fue
así
que
los
niños
se
proyectaron
con
especial
intensidad
en
el
relato
sobre
una
familia
que
viaja
para
reunirse
con
el
padre.
Naima
afirmó
con
rotundidad
sobre
su
propia
experiencia:
“me
ha
cogido
él
(el
padre)”;
y
Cristina
explicó:
“A
mi
me
dijeron:
te
vienes
o
te
vienes”,
y
argumentó:
3
CONGRESO INTERNACIONAL: LECTURA Y ESCRITURA EN LA 2013
SOCIEDAD GLOBAL. Barranquilla, junio 12, 13 y 14
Cristina:
Aquí
mayormente
los
padres
te
dicen:
me
voy
a
otro
país,
son
los
que
mandan,
pues
lo
tienes
que
hacer,
tampoco
puedes
quedarte
ahí,
muriéndote
de
hambre
¿no?
porque
tienes
que
acompañar
a
tus
padres,
porque
tus
padres…
haces
lo
que
te
mandan,
entonces
vienes,
y
tus
amigos
y
tu
familia
se
quedan
ahí,
lástima,
mayormente
los
padres
mandan
y
los
hijos
tienen
que
decir
Beatriz:
Es
medio
lógico.
M:
Depende
la
edad
de
los
hijos
también.
Cristina:
No,
a
partir
de
los
dieciocho
puedes
hacer
lo
que
quieras,
pero
yo,
yo
tengo
once.
La
experiencia
del
cambio
resulta
tan
intensa
que
los
niños
la
formularon
reiteradamente
comparándola
con
situaciones
muy
graves,
como
la
orfandad
o
la
muerte.
Sus
interpretaciones
empáticas
sobre
el
personaje
inmigrante
del
álbum
remitieron
con
claridad
a
un
proceso
interno
de
duelo:
Calin:
Porque
la
persona
que
muere
también
te
deja
y
tienes
que
superarlo
(…)
cuando
vienes
aquí
tienes
que
superar
que
ya
no
estás
en
tu
país,
y
tú
estás
aterrorizado.
Reconocer
esa
sensación
de
desarraigo
parece
un
elemento
necesario
para
reconstruir
la
identidad
en
un
nuevo
contexto.
Los
libros
colaboran
de
forma
efectiva
a
ello
porque
ofrecen
a
los
niños
imágenes
para
explicarse
a
sí
mismos
o
para
entender
a
sus
familiares
de
un
modo
más
explícito:
Paola:
Como
vino
mi
papi
también,
casi
la
primera
parte
me
ha
hecho
recordar
“ay.
capaz
mi
papá
también
la
pasó
así”,
capaz
porque,
no
sé,
él
tampoco
me
cuenta
mucho
de
eso,
no
conversamos
así
(…)
me
cuenta,
pero
no
todo,
todo,
no
tan
completo
(señalando
el
libro).
c).
La
adopción
de
nuevas
perspectivas
Los
libros
comentados
aparecen
como
algo
externo
y
objetivo
que
permite
descentrarse
y
ampliar
el
campo
de
visión
sobre
uno
mismo
y
sobre
las
perspectivas
ajenas.
Lo
fue
tanto
en
el
caso
de
los
niños
recién
llegados,
como
en
el
de
los
autóctonos.
Así,
por
ejemplo,
en
la
imagen
a
doble
página
de
Emigrantes
en
la
que
el
barco
llega
a
la
ciudad,
los
niños
inmigrantes
verbalizaron
siempre
la
situación
desde
el
punto
de
vista
de
quien
llega,
se
interesaron
mucho
sobre
lo
que
le
ocurriría
finalmente
al
personaje,
si
permanecería
en
el
nuevo
país
o
si
tal
vez
regresaría
a
su
hogar;
se
declararon
sujetos
de
ese
mismo
viaje,
parte
de
un
colectivo
que
se
encontraba
y
reconocía
mútuamente
en
la
discusión
de
aula.
La
lectura
de
la
imagen
de
llegada
se
produjo
siempre
entre
comentarios
referidos,
en
realidad,
a
los
temores
y
experiencias
propias.
En
cambio,
los
niños
autóctonos
leyeron
la
misma
imagen
desde
quien
ve
llegar
el
barco,
hicieron
comentarios
sobre
la
manera
en
que
los
ciudadanos
de
la
nueva
tierra
acogerían
a
los
emigrantes
y
no
se
interrogaron
nunca
sobre
el
futuro
del
personaje.
Ambas
partes
4
CONGRESO INTERNACIONAL: LECTURA Y ESCRITURA EN LA 2013
SOCIEDAD GLOBAL. Barranquilla, junio 12, 13 y 14
6
CONGRESO INTERNACIONAL: LECTURA Y ESCRITURA EN LA 2013
SOCIEDAD GLOBAL. Barranquilla, junio 12, 13 y 14
8
CONGRESO INTERNACIONAL: LECTURA Y ESCRITURA EN LA 2013
SOCIEDAD GLOBAL. Barranquilla, junio 12, 13 y 14
niños
apelan
a
ellos
a
menudo
para
legitimar
la
existencia
real
de
lo
descrito
en
el
libro:
“no
lo
he
visto,
ni
en
la
realidad,
ni
en
la
televisión”.
Resulta
interesante
observar
que
el
recuerdo
de
obras
y
elementos
visuales
se
produce
sin
intervención
de
la
función
patrimonial
de
la
institución
escolar,
a
diferencia
de
lo
que
parece
ocurrir
con
respecto
de
las
obras
literarias.
Así,
en
el
ejemplo
siguiente,
cuando
la
mediadora
lleva
a
cabo
una
actividad
que
incluye
contar
una
historia
de
terror
en
primera
persona,
los
niños
evocan
motu
propio
una
serie
de
dibujos
animados,
por
una
parte,
mientras
que,
por
otra,
bromean
con
la
referencia
a
un
álbum
leído
en
clase:
M:
[...]
y
me
he
dado
cuenta
de
que
una
bestia
inmensa
y
peluda
me
miraba
subida
en
el
armario.
Niños:
(se
ríen)
M:
Aquella
bestia
tenía
unos
ojos…
David:
Un
lind
gat!
(alusión
a
los
Looney
Tunes)
M:
Un
lind
gat
no.
Una
bestia
te
estoy
diciendo.
Maribel:
Un
escarabajo
gigante!
Niños:
(se
ríen)
M:
He
dicho
una
bestia.
Maribel:
Una
plaga
de
hormigas!
M:
He
dicho
una
bestia.
David:
Debías
haber
terminado
de
leer
Donde
viven
los
monstruos!
Niños:
(se
ríen)
En
cualquier
caso,
si
la
falta
de
comentarios
sobre
la
composición
obedece
a
la
falta
de
conocimiento
literario
o
de
un
metalenguaje
específico,
la
falta
de
comentarios
intertextuales
parece
provenir
de
la
escasa
exposición
de
los
niños
de
determinadas
áreas
socioculturales
a
los
imaginarios
visuales
de
ficción.
Pero
también
de
la
poca
familiaridad
con
actividades
escolares
de
interpretación
compartida,
lo
que
lleva
a
determinados
niños
al
desconcierto
sobre
el
tipo
de
conexiones
y
verbalizaciones
que
se
les
solicitan.
Como
regla
general,
se
puede
afirmar
que
la
respuesta
intertextual
se
favorece
si
el
mediador
recurre
a
preguntas
del
tipo
“¿a
qué
os
recuerda?”
y
que
es
entonces
cuando
los
niños
se
inclinan
por
establecer
conexiones
intertextuales.
Sin
embargo,
la
invitación
del
mediador
logra
ese
resultado
en
los
niños
más
familiarizados
con
los
imaginarios
visuales
y
de
pantallas;
mientras
que
los
niños
de
otros
contextos
socioculturales
tienden
a
responder
a
las
preguntas
del
mediador
manteniéndose
fuertemente
anclados
en
el
terreno
de
las
asociaciones
personales.
2.
El
proceso
de
interpretar
Gisela:
Aquí
se
ve
que
está
nublado
y
que
va
a
haber
truenos,
lluvia.
Adrián:
Qué
dices,
si
no
lo
dice.
Alan:
Bueno,
pero
tienes
que
imaginar.
2.1.
Inferir
más
9
CONGRESO INTERNACIONAL: LECTURA Y ESCRITURA EN LA 2013
SOCIEDAD GLOBAL. Barranquilla, junio 12, 13 y 14
Los
niños
no
leen
primero
literalmente
y
luego
de
modo
inferencial.
Pero
sí
que
existe
un
cierto
proceso
gradual
entre
lo
literal
y
lo
inferido.
Cuando
los
niños
expresan
las
hipótesis
a
partir
de
una
introducción
del
tipo
“yo
creo
que…”
se
evidencia
una
cautela
que
proviene
de
la
conciencia
de
estar
transitando
por
un
terreno
ya
alejado
de
las
certezas
referenciales
del
texto.
Y
sí
que
la
capacidad
de
infererir
evoluciona
a
lo
largo
de
las
discusiones
hacia
la
elaboración
de
interpretaciones
más
hipotéticas
y
reflexivas.
El
análisis
de
esta
evolución
en
los
protocolos
transcritos
de
las
discusiones
ha
revelado
un
patrón
estable
de
desarrollo,
de
modo
que
las
intervenciones
siguen
mayoritariamente
el
siguiente
orden:
1. Denotación
literal
de
elementos
del
libro.
2. Pregunta
puente
por
parte
del
mediador
3.
Formulación
de
inferencias
por
parte
de
los
niños.
4.
Confrontación
de
las
hipótesis
realizadas,
si
se
han
formulado
varias.
5.
Afirmación
consensuada
a
partir
de
elementos
del
libro.
2.2.
Inferir
en
grupo
La
discusión
en
grupo
no
solo
hace
que
los
niños
infieran
más,
sino
que
lo
hagan
de
una
forma
más
autónoma.
La
intervención
del
mediador
resulta
esencial
al
comienzo
del
proceso.
Su
forma
de
preguntar
determina
que
predominen
las
respuestas
literales
o
inferenciales.
Se
trata
de
un
aspecto
ya
constatado
por
la
investigación
educativa
sobre
la
lectura
al
señalar
la
enorme
abundancia
de
preguntas
literales
que
realizan
los
maestros
de
primaria
con
respecto
a
las
inferenciales,
con
lo
que
no
se
favorecería
el
desarrollo
de
la
competencia
interpretativa
de
los
niños
(Fayol,
2009).
Chambers
(2009)
y
otros
autores
han
ofrecido
diversos
procedimientos
de
intervención,
así
como
preguntas
específicas
que
favorecen
los
procesos
interpretativos.
Es
el
caso,
por
ejemplo,
de
la
fórmula
“dime”
señalada
por
Chambers
como
motor
de
la
discusión
que,
en
nuestro
caso,
también
ha
resultado
muy
rentable.
A
medida
que
las
discusiones
avanzan,
el
grupo
es
capaz
de
sostener
el
proceso
por
sí
solo.
Los
niños
se
acomodan
y
construyen
una
auténtica
comunidad
interpretativa.
Las
hipótesis
se
construyen
a
través
de
la
participación
de
diversos
miembros
del
grupo
y
se
parte
de
lo
ya
dicho
para
avanzar
por
las
líneas
de
interpretación
que
han
resultado
más
sugerentes.
Como
es
natural,
las
intervenciones
de
los
niños
ofrecen
abundantes
ejemplos
de
inferencias
fallidas,
inferencias
de
tanteo
e
inferencias
de
mayor
potencia
interpretativa
que
arrastran
la
discusión
del
grupo.
En
cualquier
caso,
la
memoria
de
las
aportaciones
se
mantiene,
de
manera
que
al
cabo
de
un
tiempo
de
discusión,
se
retorna
a
afirmaciones
anteriores
para
confirmarlas
o
revocarlas
definitivamente
o
bien
para
matizarlas
en
afirmaciones
de
conclusión
consensuada
del
grupo.
Veamos
un
ejemplo
sobre
La
luna
de
Juan
comentado
por
niños
de
ciclo
inicial:
2.3. ¿Qué
hacen
los
niños
durante
la
discusión?
10
CONGRESO INTERNACIONAL: LECTURA Y ESCRITURA EN LA 2013
SOCIEDAD GLOBAL. Barranquilla, junio 12, 13 y 14
Los
niños
adoptan
distintas
formas
de
proceder
para
dar
sentido
a
la
historia.
El
análisis
de
las
estrategias
de
comprensión
puestas
en
juego
ha
revelado
que
las
intervenciones
más
numerosas
son:
1. Verbalizar
las
hipótesis:
A) Describir:
identificar
de
forma
denotativa
los
elementos
de
la
imagen
y
establecer
algún
tipo
de
relación
entre
ellos,
es
decir,
contar
lo
que
hay.
B) Narrar:
enunciar
de
forma
narrativa
la
acción
que
parece
dar
sentido
a
los
distintos
elementos,
es
decir,
contar
lo
que
parece
que
ocurre.
C) Dar
voz
a
los
personajes:
los
personajes
son
el
principal
elemento
en
el
que
se
centra
la
atención
de
los
lectores,
se
identifican
con
ellos
y
llegan
a
convertirse
en
sus
portavoces
(“Y
como
aquí,
está
medio
enfadado,
porque
dice:
qué
voy
a
hacer,
estos
no
me
entienden”).
El
hecho
de
partir
de
narraciones
sin
palabras
es
algo
que
propicia
esta
estrategia.
Así,
cuando
la
imagen
no
parece
capaz
de
ofrecer
el
significado
buscado
(por
ejemplo,
en
la
explicitación
de
los
sentimientos
e
intenciones
de
los
personajes)
es
cuando
los
niños
se
ven
impelidos
a
inventar
diálogos
directos,
como
si
fueran
emitidos
por
los
personajes,
para
formular
su
interpretación.
D) Apropiarse
de
la
formulación
del
mediador:
repetir
el
enunciado
de
éste
con
algún
tipo
de
ampliación,
como
por
ejemplo,
un
añadido
de
ejemplos.
Lo
mismo
ocurre
con
el
enunciado
de
hipótesis
de
otros
miembros
del
grupo,
aunque
en
menor
medida,
ya
que
el
mediador
ostenta
en
su
favor
la
presunción
de
autoridad.
2. Buscar
detalles
significativos
en
el
libro
para
comprobar
o
rebatir
las
hipótesis
propias
o
de
los
demás.
El
paso
del
tiempo
narrativo,
por
ejemplo,
es
un
elemento
que
provoca
siempre
una
febril
busca
de
indicios
en
los
libros:
el
tono
de
las
ilustraciones
para
mostrar
el
transcurso
del
día
en
Dos
hilos;
en
distintos
detalles
de
Emigrantes
para
llegar
a
calcular
que
el
tiempo
de
la
hiatoria
“será
un
año
o
así”;
en
las
ricas
discusiones
sobre
el
tiempo
detenido
en
El
sueño
interminable,
donde
los
niños
intentaron
entender
por
qué
en
la
Bella
durmiente
dormían
todos
los
personajes,
pero
no
las
plantas
que
envolvían
el
castillo,
o
por
qué
los
personajes
dormían,
pero
no
envejecían;
o
también
en
la
discusión
sobre
la
cadena
de
fotos
que
parecen
atravesar
distintas
épocas
en
Flotante.
3. Construir
conocimientos
literarios
y
apoderarse
del
lenguaje
metaliterario.
Durante
la
discusión
se
percibe
la
dificultad
infantil
de
expresar
los
conceptos
que
se
construyen
a
causa
de
su
desconocimiento
de
un
vocabulario
específico.
Por
ejemplo,
Ana
se
refirió
a
la
intriga
como
componente
de
una
historia
en
términos
de
“algo
que
atraiga
al
lector”,
“que
dé
ganas
de
leerlo”.
A
veces,
en
estos
casos,
sucede
que
el
mediador
o
algún
miembro
del
grupo
facilita
el
término
y
los
alumnos
se
apoderan
ávidamente
de
él,
de
modo
que
se
utiliza
espontáneamente
en
intervenciones
posteriores.
En
el
fragmento
de
conversación
siguiente
puede
verse
un
claro
ejemplo
de
andamiaje
en
la
adquisición
colectiva
del
término
personaje
“secundario”:
Antonio:
A
los
segundos
del
protagonista,
que
es
la
familia.
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CONGRESO INTERNACIONAL: LECTURA Y ESCRITURA EN LA 2013
SOCIEDAD GLOBAL. Barranquilla, junio 12, 13 y 14
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CONGRESO INTERNACIONAL: LECTURA Y ESCRITURA EN LA 2013
SOCIEDAD GLOBAL. Barranquilla, junio 12, 13 y 14
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