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Capítulo 7 Psicología Del Desarrollo y El Aprendizaje I - Bibliografía
Capítulo 7 Psicología Del Desarrollo y El Aprendizaje I - Bibliografía
Capítulo 7 Psicología Del Desarrollo y El Aprendizaje I - Bibliografía
Una última encrucijada que nos gustaría comentar se refiere a la propia extensión
del campo de estudio de la Psicología Evolutiva.
Si hemos definido la Psicología Evolutiva en función del concepto amplio de
cambio, parecería lógico que este estudio del cambio se extendiera a los cambios
que se dan a lo largo de la vida, y no únicamente a los que acaecen en una
determinada parte de ella.
Sin embargo, tradicionalmente la Psicología Evolutiva ha sido, de facto, una
psicología del cambio en la infancia y la adolescencia, olvidando los cambios que
acontecen más allá de estas edades. Sólo en las últimas dos décadas han
aparecido corrientes importantes (aunque antecedentes tenemos a lo largo de toda
la historia de la disciplina) que abogan por esta extensión de la Psicología Evolutiva
a todo el ciclo vital.
Las razones de esta autolimitación de la Psicología Evolutiva al ámbito de la infancia
y la adolescencia en nuestra opinión estriban en la presencia de cierta noción de
desarrollo, una noción que importa este concepto de la biología y que caracteriza a
los modelos que podemos englobar dentro de lo que llamaremos metamodelo
organicista.
Desde esta perspectiva, el desarrollo se entiende como una secuenciaordenada de
cambios evolutivos que presentan las siguientes características:
• Sólo se entiende por desarrollo aquellos cambios que suponen una ganancia
para el organismo.
• Son cambios en las estructuras y funciones del individuo paralelos a los
cambios biológicos entendidos como maduración o crecimiento físico y muy
asociados a la edad.
• El desarrollo se contempla como un proceso de carácter normativo y universal.
• El desarrollo es un proceso que sigue patrón similar de ganancia en todas las
diferentes estructuras y funciones psicológicas del individuo: el desarrollo
supone el progreso de todas ellas.
• El desarrollo es un proceso de carácter ordenado y secuencial.
• Existe una meta específica hacia la que la persona avanza en su proceso de
desarrollo y que supone la culminación del proceso
Esta concepción maduracionista del desarrollo como proceso paralelo al
crecimiento biológico subyace a concepciones defendidas por figuras de gran
prestigio e influencia dentro de la Psicología. Por ejemplo, Piaget, centrándose en el
ámbito cognitivo, plantea el desarrollo como una serie de etapas normativas que la
persona sigue en su infancia (estadios sensoriomotor, preoperacional, operacional
concreto) hasta llegar, en laadolescencia, a la meta del desarrollo: el estadio de las
operaciones formales, caracterizado por la presencia de un tipo de pensamiento
hipotético-deductivo propio de la ciencia. En su esquema, el acceso a una
determinada etapa tiene como requisito la presencia previa del tipo de pensamiento
propio de la etapa anterior. El trabajo de Freud también podría ser otro ejemplo
paradigmático, esta vez centrado en el ámbito del desarrollo psicosexual y de la
personalidad. Las diferentes etapas, caracterizadas por una fijación de la libido en
unas zonas determinadas (fases oral, anal y fálica), son transiciones que si son
superadas con éxito permiten llegar a una etapa final de madurez, alcanzada en la
adolescencia con la genitalidad. En el caso de Freud, como en el de Piaget, su
formación biológica previa puede de alguna manera explicar o hacer comprensible
esta adscripción a concepciones del desarrollo de corte maduracionista.
El desarrollo se entiende que es propio de unas ciertas fases del ciclo vital y no de
otras. En concreto, se restringe el desarrollo psicológico del individuo a aquellas
etapas en las que se da maduración o crecimiento físico, es decir, a la infancia y
adolescencia. El resultado es una Psicología Evolutiva que se dedica al estudio de
la infancia y la adolescencia, ignorando los procesos evolutivos que más allá de
estas etapas.
Aunque esta separación continúa todavía hoy vigente, algunos teóricos abogan por
una Psicología Evolutiva que sea verdaderamente una psicología del ciclo vital, sin
privilegiar unas etapas de la vida por encima de otras, y que permita reintegrar el
estudio del desarrollo adulto y el envejecimiento dentro del ámbito de la Psicología
Evolutiva. Para permitir esta ampliación del campo de estudio han propuesto un
concepto alternativo de desarrollo que permite esta ampliación. Este nuevo
concepto de desarrollo presentaría, entre otras, las siguientes características
(Baltes, 1987; p. 613):
• Multidimensionalidad: los procesos de cambio no afectan necesariamente a
todas las dimensiones del ser humano. En determinado momento evolutivo
algunas pueden presentar ganancias mientras, simultáneamente, en otras
pueden darse procesos de cambio negativo o pueden permanecer estables.
Por otra parte, se deja de considerar que existen etapas vitales de ‘cambio’
(positivo en la infancia, negativo en la vejez), mientras otras son de
‘estabilidad’ (madurez). Cambio y estabilidad son parámetros presentes a lo
largo de todo el ciclo vital.
• Énfasis en las diferencias individuales: el desarrollo ya no se concibe como
un proceso normativo, sino que, además de reconocer las diferencias
intraindividuales, también se reconocen las diferencias interindividuales,
producto del intento de adaptarse a las condiciones particulares de vida que
afectan al individuo. Esta capacidad plástica del ser humano se mantiene en
todas sus etapas vitales, incluida la vejez.
• Desarrollo como coocurrencia de pérdidas y ganancias: lejos de entenderse
sólo como ganancia, el desarrollo en cualquier momento del ciclo vital es el
conjunto de ganancias (cambios hacia una optimización adaptativa de
determinada dimensión) y pérdidas (cambios que suponen un deterioro o
empeoramiento de la capacidad adaptativa en cierta dimensión). Ningún
cambio evolutivo en ninguna etapa es sólo ganancia o sólo pérdida.
• Énfasis en una multicausalidad en el desarrollo, que permita atribuir
los cambios no únicamente a factores de tipo biológico, sino que tenga en
cuenta también las variables de tipo ambiental, social y cultural y su efecto en
la trayectoria evolutiva de las personas.
El siglo pasado, que prácticamente vio nacer nuestra disciplina, también vió
aparecer y caer grandes teorías y sistemas explicativos de amplio alcance, entre
los que encontramos:
• El psicoanálisis, aunque con gran importancia histórica, es un modelo teórico
que hace años que dejó de estar en primera línea de las investigaciones
evolutivas, debido, entre otras razones a su falta de compromiso con cierto
modelo de ciencia.
• El conductismo, que ejerció gran dominio sobre la psicología (especialmente la
anglosajona) durante la parte central del siglo XX, se ve a partir de la década
de los 50 y 60 de ese siglo seriamente cuestionado, hasta prácticamente
desaparecer como modelo también deprimera línea.
Somos conscientes que estos dos grandes modelos no son los únicos presentes en
la primera mitad de siglo, pero sí, especialmente por lo que respecta al
conductismo, los que tenían voluntad de aportar una versión explicativa global y de
carácter científico del panorama psicológico en general y evolutivo en particular. La
caída de estos grandes modelos dio paso a otros, que podríamos llamar de
segunda generación, unos modelos que han dominado el ámbito evolutivo durante
la segunda mitad del siglo pasado y que, de alguna manera, se han convertido en
esperanzas frustradas de contar con una explicación homogénea del desarrollo.
Son propuestas que han cambiado la faz de la Psicología Evolutiva, pero que no
han conseguido dominarla:
• La revolución cognitiva de los años 50 y 60, que tanto contribuyó a la crisis del
conductismo prometiendo un nuevo estudio científico de las entidades internas
que habían sido vedadas desde la ‘dictadura’ de la conducta, se concretó en un
modelo de procesamiento de la información que equipara a las personas a
ordenadores. Un modelo que, tras unas décadas de popularidad, ha ido
perdiendo fuelle como punto de partida integrador para el estudio del desarrollo.
• La perspectiva de Piaget, que nunca se perdió en la Europa Continental, fue
redescubierta en los países anglosajones en los años 60. Tras una gran
popularidad inicial, en parte debido a su gran consistencia interna y aplicación a
múltiples ámbitos del desarrollo, ha ido mostrando algunas de sus carencias y
rigideces en la explicación de muchos fenómenos de desarrollo.
• Las propuestas de Vigotski y de la psicología sociocultural rusa, que, aunque
también fue redescubierta con entusiasmo en los años 70 por el mundo
anglosajón, se ha hecho un hueco sólido, pero no dominante, en eso que
podemos llamar el mainstream de las Psicología Evolutiva.
¿Dónde estamos?
Los últimos 15 o 20 años han conocido una expansión sin precedentes tanto por lo
que respecta al número de investigadores y publicaciones centradas en el
desarrollo desde todos los puntos de vista, pero desde estos tres grandes sistemas
(en especial de la teoría de Piaget), en opinión de algunos autores la Psicología
Evolutiva se encuentra huérfana no sólo de sistemas teóricos integradores, sino
siquiera de la esperanza de que puedan proponerse algún día
¿Dónde se ha realizado entonces la gran inversión de esfuerzo investigador?
Creemos que en al menos estos aspectos (a modo de síntesis):
• Aparición o auge de modelos relativamente nuevos. En cualquier caso, estos
modelos no tienen la ambición de los que ya hemos mencionado, y se
conforman con especializarse en ciertos ámbitos, generalmente reducidos, de
comportamiento, para los que ofrecen explicaciones y predicciones muy
precisas.
• A veces estos modelos proceden de la evolución de modelos ya existentes.
En este caso encontramos al conexionismo y sus modelos
computacionales que cambiar la metáfora del ordenador por la metáfora
del cerebro y la neurona, o a la teoría de la teoría, que incorpora a unos
fundamentos constructivistas de sabor piagetiano conceptos del
procesamiento de la información e incluso admiten propuestas innatistas
• Por último, encontramos algún modelo con propuestas genuinamente
novedosas (aunque es dudoso que podamos calificar una propuesta de
‘nueva’ cuando toda idea recoge aportaciones de ideas anteriores), como
por ejemplo los modelos de sistemas dinámicos. Estos modelos pueden
ser tanto una fuente teórica que inspire nuevas investigaciones como un
punto de partida para integrar y hacer compatibles modelos diversos que
prestan atención a niveles diferentes de la realidad.
• Auge de la neuropsicología y de la búsqueda en la biología de las causas del
comportamiento y el desarrollo. Este giro hacia la biología se produce a veces a
partir de conceptos psicológicos que se intentan materializar en aspectos
biológicos a veces de forma distal (aludiendo a explicaciones de tipo
evolucionista), otras a partir de la incorporación de conceptos con sabor
biológico en teorías psicológicas
• Expansión de un punto de vista sociocultural sobre el desarrollo que,
inspirado en las ideas de Vigotski y la escuela sociocultural rusa han
profundizado en su explicación y también, como si fuera una subdisciplina, ha
seguido una dinámica propia de especialización y división en ‘escuelas’ o
corrientes. Así, mientras algunos permanecen más fieles a las ideas originales
de Vigotski, profundizando en conceptos como la interiorización o la zona de
desarrollo próximos, otros se muestran más radicales en la ‘culturización’ de la
Psicología Evolutiva, hablándonos de aprendizajes situados, de apropiación de
prácticas compartidas, de discursos y narrativas, etc. Aún otros intentarán
abordar cuestiones que Vigotski abordó, pero no con la suficiente profundidad,
como la fundamentación filogenética e histórica del desarrollo ontogenético.
• Por último, también es necesario comentar que la expansión de la Psicología
Evolutiva no sólo se ha producido verticalmente (en profundidad y
especialización) sino también horizontalmente (a lo largo del ciclo vital). Aquí
cabe destacar el crecimiento absolutamente espectacular que han tenido los
estudios sobre aspectos psicológicos de la adolescencia y, sobre todo, del
desarrollo adulto y el envejecimiento. Aunque no todos estos estudios tienen
una inspiración evolutiva, su relevancia para la configuración de una psicología
del desarrollo que comprenda todo el ciclo vital es fundamental y los debates
que se producen en este ámbito son en gran medida los mismos que los que
podemos encontrar en la Psicología Evolutiva infantil, la tradicional.
Aparte de estos nuevos ámbitos de investigación, dos tendencias subyacen a la
evolución de nuestra disciplina durante los últimos años:
• Por una parte, la cada vez mayor interdisciplinariedad. En concreto, es cada
vez mayor la influencia de disciplinas de tipo bio- médico (especialmente
disciplinas neurológicas), de ciencias computacionales (diseño de cerebros-
ordenadores cada vez más potentes y con mayor posibilidad de simular el
comportamiento humano) y de las ciencias sociales y culturales (lingüística,
antropología, etc.) Esta influencia, sipor una parte sin duda enriquece y aporta
una mayor profundidad a la explicación psicológica, por otra difumina los límites
tradicionales de nuestra disciplina.
• Por otra, un desarrollo muy grande durante los últimos años de las aplicaciones
prácticas de nuestra disciplina. La complejidad de las sociedades occidentales
(donde se produce la Psicología Evolutiva) y las numerosas problemáticas
que esto implica, algunas endémicas y otras de nueva producción que afectan o
que tienen implicaciones para la Psicología Evolutiva (nuevas configuraciones
familiares, cambios tecnológicos que plantean nuevas exigencias, nuevas
enfermedades, mayor contacto entre culturas en un mundo globalizado,
criminalidad y conflicto social, etc.) La PSICOLOGIA EVOLUITIVA se ve urgida
en producir conocimientos relevantes para comprender estas situaciones y para
poder, a partir de ellos, diseñar soluciones y medios para atajar los problemas,
por una parte, para mejorar la vida colectiva e individual por otra.
¿Adónde vamos?
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