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MEMBRANA PLASMÁTICA Y TRANSPORTE - Teoría
MEMBRANA PLASMÁTICA Y TRANSPORTE - Teoría
MEMBRANA PLASMÁTICA Y TRANSPORTE - Teoría
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Las membranas celulares son cruciales para la vida célula. La membrana plasmática envuelve la célula, definiendo
sus límites y manteniendo las diferencias esenciales entre su contenido y el entorno. Dentro de la célula eucariota,
las membranas del retículo endoplasmático, del complejo de Golgi, de las mitocondrias y de otros orgánulos
delimitados por membrana mantienen las diferencias características entre el contenido de cada organulo y el citosol.
Los gradientes iónicos se establecen a través de las membranas, generados por la actividad de proteínas de
membranas especializadas, pueden utilizarse para sintetizar ATP, dirigir el movimiento transmembrana de
determinados solutos o, en células nerviosas y musculares, producir y transmitir señales eléctricas. En todas las
células la membrana plasmática contiene también proteínas que actúan como sensores de señales externas,
permitiendo que la célula cambie su comportamiento en respuesta a indicaciones ambientales; estas proteínas
sensoras, o receptores, no transfieren iones ni moléculas sino información a través de la membrana.
A pesar de que tienes diferentes funciones, todas las membranas biológicas comparten una estructura básica común:
una finísima capa de moléculas lipídicas y proteicas, que se mantienen unidas fundamentalmente por interacciones
no covalentes. Las membranas celulares son estructuras dinámicas, fluidas, y la mayoría de sus moléculas son
capaces de desplazarse en el plano de la membrana.
Las moléculas lipídicas están dispuestas en forma de una doble capa continua de aproximadamente 5nm de grosor.
Esta bicapa lipídica constituye la estructura básica de la membrana y actúa de barrera relativamente impermeable al
paso de la mayoría de moléculas hidrosolubles. Las moléculas proteicas que atraviesan la bicapa lipídica son las
responsables de la mayoría de las demás funciones de la membrana.
Los lípidos de las membranas son moléculas anfipáticas que forman bicapas espontáneamente.
Las moléculas lipídicas –es decir, las grasas– constituyen aproximadamente el 50% de la masa de la mayoría de las
membranas de las células animales, y casi todo el resto es proteína. Todas las moléculas lipídicas de las membranas
celulares son anfipáticas, es decir, tienen un extremo hidrofílico o polar y un extremo hidrofóbico o no polar.
Los lípidos de membrana más abundantes son los fosfolípidos. Tienen una cabeza polar y dos colas
hidrocarbonadas hidrofóbicas. Las colas suelen ser ácidos grasos y pueden tener diferente longitud (normalmente
contienen 14-24 átomos de carbono). En general, una de las colas presenta uno o más dobles enlaces cis (es decir,
es insaturada) mientras que la otra normalmente no tiene dobles enlaces (es decir, es saturada). Cada doble enlace
cis genera una suave curvatura en la cadena. Las diferencias de longitud y de grado de saturación entre las colas
hidrocarbonadas son importantes porque afectan a la capacidad de las moléculas de fosfolípidos de empaquetarse
unas con otras, determinando por tanto la fluidez de la membrana.
Debido a su forma cilíndrica y su naturaleza anfipática, en un entorno acuoso la mayoría de los fosfolípidos de
membrana forman espontáneamente bicapas lipídicas, de manera que sus colas hidrifóbicas se esconden en el
interior de la bicapa y sus cabezas hidrofílicas quedas expuestas al agua.
Polar/hidrofílico
No polar/hidrofóbico
Polar/hidrofílico
Las moléculas lipídicas se agregan espontáneamente (autoensamblaje)de manera que sus colas hidrofóbicas se
esconden en el interior del agregado y sus cabezas hidrofílicas quedan expuestas al agua. Dependiendo de cuál sea
su forma, pueden conseguir esta disposición de una de estas dos maneras: pueden formar micelas esféricas, con las
colas hacia el interior, o pueden formar láminas bimoleculares, o bicapas, con las colas hidrofóbicas entre dos capas
de cabezas hidrofílicas.
Las mismas fuerzas que impulsan a los fosfolípidos a formar bicapas les confieren propiedades de autosellado.
: Core hidrofóbico
Cavidad acuosa
Glucolípido
Exterior
Bicapa
lipídica
Cabezas polares
Max
de fosfolípidos
Esterol Interior
Los fosfolípidos forman una bicapa, en la que las regiones apolares de las moléculas lipídicas de cada capa están
encaradas hacia el centro de la bicapa y sus grupos de cabezas polares están encarados hacia el exterior
interaccionando con la fase acuosa de cada lado.
Las proteínas integrales flotan en este mar de lípidos, sostenidas por interacciones hidrofóbicas con sus cadenas
laterales de aminoácidos apolares. Tanto las proteínas como los lípidos pueden desplazarse libremente en el plano
de la bicapa, pero el movimiento de una cara de la bicapa a la otra está restringido. La orientación de las proteínas
en la bicapa es asimétrica, confiriendo “lateralidad” a la membrana; los dominios proteicos expuestos a un lado de
la bicapa son diferentes a los expuestos al otro lado, lo que refleja una asimetría funcional.
Las porciones de glúcido unidas a algunas proteínas y lípidos de la membrana plasmática están expuestas en la
cara extracelular de la membrana.
Las membranas plasmáticas de células eucariotas contienen cantidades especialmente elevadas de colesterol. Las
moléculas de colesterol refuerzan el carácter de barrera permeable de la bicapa lipídica. Se orientan en la bicapa con
sus grupos hidroxilo próximos a las cabezas polares de los fosfolípidos. En esta posición, sus anillos esteroides,
planos y rígidos, interactúan con –y en parte inmovilizan– las regiones de las cadenas hidrocarbonadas que están
más próximas a los grupos polares de la cabeza.
El colesterol disminuye la movilidad de los primeros grupos CH2 de las cadenas hidrocarbonadas de la moleculas de
fosfolípidos, haciendo que la bicapa lipídica sea más rígida en esa región y se reduzca su permeabilidad a pequeñas
moléculas solubles.
El colesterol tiende a hacer menos fluidas las
bicapas lipídicas, pero a las elevadas
concentraciones a las que se presenta en la
mayoría de las membranas plasmáticas de las
células eucariotas también impide que las
cadenas hidrocarbonadas se junten y cristalicen.
Así pues, el colesterol inhibe posibles transiciones de fase
Los indicios acerca de cuales son las funciones de los glucolípidos proceden de su localización. Así, en la membrana
plasmática de las células epiteliales los glucolípidos están confinados en la superficie apical, donde podrían ayudar a
proteger a la membrana frente a las condiciones adversas que suele haber allí (como pH bajo y enzimas
degradativas). Los glucolípidos con carga, como los gangliosidos, pueden tener importancia debido a sus efectos
electricos: su presencia alteraría el campo eléctrico a través de la membrana y la concentración de iones en la
superficie de esta.
Parece que los glucolípidos participan en los procesos de reconocimiento celular, en los que las proteínas de
membrana de unión a carbohidratos (lectinas) se unen a los azúcares tanto de glucolípidos como de glucoproteínas
en el proceso de adhesión célula-célula.
ESPACIO EXTRACELULAR
CITOSOL
Distribución asimétrica de
fosfolípidos entre las monocapas
interna y externa de la membrana
plasmática de eritrocito.
ao
Glucolípido
g. Fosfatidilserina ya
Difusión lateral sin catalizar Difusión transversal sin catalizar “flip-flop” Difusión transversal catalizada por una
flipasa
Una determinada proteína de interés puede ser marcada con un anticuerpo fluorescente (como se muestra) o puede
ser expresada como una proteína de fusión con la proteína verde (GFP), que es fluorescente intrínsecamente.
En la técnica FRAP, las moléculas Las moléculas fluorescentes son blanqueadas en un área pequeña mediante un
haz de láser. Se sigue la intensidad de fluorescencia a medida que las moléculas blanqueadas difunden fuera del
área blanqueada y las moléculas no blanqueadas difunden al interior del área irradiada (se muestra aquí en vista
superior y lateral). El coeficiente de difusión se calcula a partir de una gráfica de la tasa de recuperación; a mayor
coeficiente de difusión, más rápida será la recuperación.
En la técnica FLIP, un área de la membrana es irradiada continuamente y se mide la florescencia de otra área
diferente. La florescencia de la segunda área se reduce progresivamente a medida que las moléculas fluorescentes
difunden hacia fuera y las moléculas blanqueadas difunden hacia dentro; al final, todas las moléculas proteicas
fluorescentes se blanquearán siempre que sean móviles y que no se encuentren permanentemente ancladas al
citoesqueleto o a la matriz extracelular
Una bicapa sintética, producida a partir de un único tipo de fosfolípidos, pasa de un estado líquido (sol) a un estado
cristalino rígido (o gel) en un punto de congelación característico. Éste cambio de estado recibe el nombre de
transición de fase y la temperatura a la que se produce es más baja (es decir, la membrana resulta más difícil de
congelar) si las cadenas hidrocarbonadas son cortas o tienen dobles enlaces cis. Una menor longitud de la cadena
reduce la tendencia de las colas hidrocarbonadas a interaccionar entre sí y los dobles enlaces cis producen pliegues
en las cadenas hidrocarbonada que dificultan su empaquetamiento, de forma que las membranas permanecen
fluidas a temperaturas más bajas.
El contenido de esteroles (colesterol) de una membrana es otro determinante importante del estado lipídico. La
estructura plana rígida del núcleo esteroideo, insertado entre cadenas laterales hidrocarbonadas, reduce la libertad
de las cadenas hidrocarbonadas vecinas para moverse por rotación alrededor de los enlaces carbono-carbono,
forzando a las cadenas a adoptar su conformación totalmente extendida. La presencia de esteroles reduce, por
consiguiente, la fluidez en el centro de la bicapa, favoreciendo de este modo la fase líquida ordenada, al tiempo que
incrementa, el grosor de la hoja lipídica.
Bacterias, levaduras y otros organismos cuyas temperaturas fluctúan con la de su entorno controlan la composición
de los ácidos grasos de sus lípidos de membrana manteniendo una fluidez relativamente constante. En caso de que
la temperatura disminuya se sintetizan ácidos grasos con más dobles enlaces cis, de manera que evitan una pérdida
de fluidez de la bicapa por efecto de la disminución de la temperatura.
Entre estos dos extremos se halla el estado líquido ordenado, en el que las
moléculas de fosfolípidos individuales pueden difundir lateralmente pero las
cadenas hidrocarbonadas permanecen extendidas y ordenadas.
-
- \
\ I
-
e
Peces tropicales
Latitud
Fluidez
=
Aumento largo cadenas
Disminución % insaturaciones
Fluidez óptima
Tº
10 ºC 20 ºC 30 ºC 40 ºC
↑Insaturaciones ↓Insaturaciones
↓longitud cadenas de las colas de los fosfolípidos ↑Longitud cadenas de las colas de los fosfolípidos
CÉLULA CULTIVADA A 22ºC QUE LA CAMBIO A UN CÉLULA CULTIVADA A 37ºC QUE LA CAMBIO A UN
AMBIENTE CON 37ºC AMBIENTE CON 22ºC
No le doy tiempo para que se adapte, por lo tanto No le doy tiempo para que se adapte, por lo tanto
tiene IGUAL COMPOSICIÓN de su membrana que tiene IGUAL COMPOSICIÓN de su membrana que
cuando estaba a 22ºC cuando estaba a 37ºC
↑FLUIDEZ ↓FLUIDEZ
↑VELOCIDAD de transporte de sust x ↓VELOCIDAD de transporte de sust x
FLUIDEZ = FLUIDEZ
La fluidez de la membrana luego de cierto período de tiempo es la misma. Ambas membranas tiene
IGUAL FLUIDEZ. Luego de un tiempo en la nueva temperatura, la célula recupera la fluidez óptima a
expensas de MODIFICAR la COMPOSICIÓN de su membrana.
DISTINTA COMPOSICIÓN
•
&
Debido a que las moléculas lipídicas son pequeñas en comparación con las proteicas, en todos los casos hay más
moléculas lipídicas –una membrana que contenga un 50% de proteína en masa tiene unas 50 moléculas de lípidos
por cada molécula de proteína–. Como ocurre con los lípidos de membrana, es habitual que las proteínas lleven
adosadas cadenas de oligosacáridos que quedan expuestas hacia el exterior celular (ver más adelante).
Componentes (% en peso)
Muchas proteínas de membrana atraviesan la bicapa lipídica, de forma que parte de su masa se sitúa a cada lado de
la membrana, se denominan proteínas transmembrana, y son anfipaticas, es decir, tienen regiones hidrofóbicas e
hidrofílicas (unipaso, multipaso).
Proteínas periféricas
7 y 8) unidas mediante
interacciones no
6) a través de una unión covalentes con otras
con un oligosacárido, a proteínas de membrana.
un fosfatidilinositol
(siempre cara extrac)
1, 2, 3, 4, 5 y 6: proteínas integrales
Si existiera enlaces
covalentes entre las proteínas
2) múltiples hélices alfa 5) unida covalentemente sería en realidad integral
a un lípido de membrana
(siempre cara citosólica)
Proteínas integrales
Predominan los
aa hidrofóbicos
Los dominios citosólico y no citosólico de la proteína están separados por
segmentos de la cadena polipeptídica que atraviesan la membrana, se hallan en
contacto con el ambiente hidrofóbico de la bicapa lipídica y están formados, en
gran parte, por residuos de aminoácidos de cadena lateral no polar. Como las
uniones peptídicas son polares y de hecho el agua no está presente en este
ambiente, todas las uniones peptidicas de la porción de la cadena embebida en la
bicapa tienden a formar puentes de hidrógeno entre sí. El número de este tipo de
uniones se maximiza si la cadena polipeptidica forma una hélice alfa regular al
cruzar la bicapa. Efectivamente, parece que esta es la forma de la mayoría de los
segmentos transmembrana. En las proteínas transmembrana de paso único, la
cadena polipeptídica cruza una sola vez, mientras que en las proteínas
transmembrana de paso múltiple la cadena polipeptídica cruza múltiples veces
la bicapa.
Básicamente se puede calcular algo llamado “índice hidropático”, que no nos interesa saber cómo se calcula
exactamente pero sí que va de la mano con el carácter hidrofóbico o hidrofílico de los aminoácidos de la cadena
polipeptidica. Cuando el índice es positivo significa que ese segmento de la cadena es hidrofóbico, y en base a esto
podremos inferir cómo se dispondrá la cadena polipeptidica en la bicapa, teniendo en cuenta que los segmentos
hidrofóbicos estarán en el espesor y los hidrofílicos estarán por fuera de la bicapa, en interacción con el agua
circundante.
Gráfico hidropático
Índice hidropático
Hidrofóbico
Hidrofílico
Número de residuo
(a) Glicoforina Unipaso
Índice hidropático
Número de residuo
Multipaso
(b) Bacteriorrodopsina
El barril de las porinas está constituido por 16 cadenas en lámina β antiparalela y es suficientemente grande como
para organizarse como una estructura cilíndrica. Las cadenas polares laterales se alinean en el interior del canal
acuoso, las apolares se sitúan en el exterior, interactuando con el núcleo hidrofóbico de la bicapa lipídica. A menudo,
algunos bucles de la cadena polipeptídica se proyectan hacia el lumen del canal, estrechándolo de forma que sólo
algunos solutos pueden atravesarlo. Así pues, algunas porinas son muy selectivas: la maltoporina permite el paso
preferentemente de maltosa a través de la me,brama de E. Coli.
No todas las proteínas en barril β son de transporte. Algunas forman pequeños barriles que están llenos de cadenas
laterales de aminoácidos que se proyectan hacia el centro del barril. Actúan como receptores o enzimas;
Ejemplos 1 y 2 de la imagen: en este caso el barril a actúa sobre todo como un anclaje rígido que sujeta la proteína
en la membrana y orienta los bucles citosólicos que forman las regiones de unión espeficias para moléculas
intracelulares.
Aunque los barriles β pueden cumplir diferentes funciones, en su mayor parte están restringidos a las membranas
exteriores de bacterias, cloroplastos y mitocondrias. La gran mayoría de las proteínas transmembrana de paso
múltiple de las células eucariotas y de la membrana plasmática bacteriana presentan hélices α transmembrana.
Estas hélices α pueden deslizarse unas sobre otras, permitiendo cambios confirmacionales de la proteína que
pueden abrir y cerrar canales iónicos, transportar solutos o transducir señales extracelulares a señales
intracelulares. En cambio, en las proteínas en barril β las hebras β está unidas a las vecinas mediante enlaces de
hidrógeno, haciendo improbable los cambios conformacionales.
Fuc
GalNac transferasa
Fuc
Gal transferasa
Fuc
Generalmente, las proteínas de membrana no sobresalen al exterior de la célula, desnudas. Están decoradas con
carbohidratos, que recubren la superficie de todas las células eucariotas. Estos carbohidratos se encuentran en
forma de cadenas de olgosacáridos unidos covalentemente a las proteínas de membrana (glucoproteínas) y a lípidos
(glucolípidos). También se encuentran como cadenas de polisacaridos de moléculas de proteoglucanos integrales de
membrana. Los proteoglucanos, que consisten en largas cadenas de polisacaridos unidas covalentemente a un
núcleo proteico, se encuentran principalmente en el exterior celular como parte de la matriz extracelular. Sin
embargo, para algunos proteoglucanos, el núcleo proteico se extiende a través de la bicapa lipídica o está anclado a
la bicapa mediante un anclaje glucosilfosfatidilinositol (GPI)
El término cubierta celular o glucocalix se utiliza a menudo para describir la zona de la superficie celular rica en
carbohidratos.
Una de las funciones probables de la cubierta celular es proteger las células frente a agresiones químicas y
mecánicas, y mantener objetos extraños y otras células a distancia, evitando interacciones proteína-proteína
indeseables.
Pueden mediar procesos de adhesión célula-célula.
Además, la diversidad y la posición expuesta de los oligosacáridos en la superficie celular los hace especialmente
indicados para participar en procesos de reconocimiento celular.
Sin embargo, para poder utilizar esta barrera las células han tenido
que desarrollar sistemas para transportar moléculas hidrosolubles a
través de sus membranas de forma específica y así poder incorporar
los nutrientes esenciales, excretar los productos residuales del
metabolismo y regular las concentraciones intracelulares de iones.
Las bicapas lipídicas libres de proteínas son altamente impermeables a los iones
En genera, cuanto menor es la molécula y más liposoluble (hidrofóbica o no polar) más rápidamente difunde a
través de una bicapa. Las moléculas pequeñas no polares, como el O2 y el CO2, se disuelven fácilmente en las
bicapas lipídicas y difunden libremente a través de ellas. Las moléculas pequeñas polares pero no cargadas, como
el agua o la urea, también difunden.
Por el contrario, las bicapas lipídicas son muy impermeables a todas las moléculas cargadas (iones): su carga y
elevado grado de hidratación les impiden penetrar en la fase hidrocarbonada de la bicapa.
Los transportadores (llamados también proteínas transportadoras o permeasas) se unen al soluto que va a ser
transportado específicamente y sufren una serie de cambios conformacionales que permiten su transferencia.
Los canales no se unen al soluto sino que forman poros hidrofílico que atraviesan la bicapa lipídica; cuando estos
poros están abiertos, permiten que determinados solutos (habitualmente, iones inorgánicos de tamaño y carga
apropiados) puedan pasar a través de ellos. El transporte a través de los canales se produce a una velocidad
mucho mayor que a través de los transportadores.
Un ejemplo de canales son las uniones comunicantes o de tipo gap, entre células adyacentes. Otro ejemplo son
las porinas, proteínas formadoras de canales de las membranas de bacterias, mitocondrias y cloroplastos. Tanto
las uniones comunicantes como las porinas forman unos poros relativamente grandes y permisivos, que resultarían
desastrosos si conectarán directamente el interior de una célula con el espacio extracelular. De hecho, muchas
toxinas bacterianas hacen exactamente eso mismo para matar otras células.
Por el contrario, la mayoría de los canales de la membrana plasmática de las células animales y vegetales que
conectan el citosol con el exterior de la célula han de constituir necesariamente poros estrechos y muy selectivos
que se puedan abrir y cerrar. Éstas proteínas están relacionadas específicamente con el transporte de iones
inorgánicos, por lo que se denominan canales iónicos.
Los canales iónicos son selectivos para el ion transportado y fluctúan entre estados abiertos y cerrados.
Dos propiedades importantes diferencian los canales iónicos de los simples poros acuosos.
Primero, presentan selectividad iónica, permitiendo que algunos iones inorgánicos puedan pasar, pero otros no.
Esto sugiere que sus poros deben ser lo bastante estrechos como para forzar a los iones a entrar en contacto íntimo
con las paredes del canal de modo que sólo los iones del tamaño y carga apropiados pueden pasar. Los iones que
han de ser transportados tienen que deshacerse de la mayoría o de todas las moléculas de agua asociadas para
pasar a través de la parte más estrecha del canal, lo que se conoce como filtro de selectividad.
La segunda diferencia importante entre canales iónicos y poros acosos es que los canales iónicos no están abiertos
continuamente. En lugar de eso, tienen puertas, que les permiten abrirse brevemente y volver a cerrarse de nuevo.
En muchos casos, la puerta se abre en respuesta a un estímulo específico.
En respuesta a una estimulación prologada (química o eléctrica), la mayoría de los canales pasan a un estado
cerrado, “desensibilizado” o “inactivado”, en el que son reacios a volver a abrirse hasta que el estímulo haya sido
eliminado.
Repolarización
Despolarización
DIFUSIÓN SIMPLE: las moléculas atraviesan libremente la membrana, pasan a través de los fosfolípidos
compuestos hidrofóbicos (O2, N2), moléculas pequeñas polares sin carga (agua, urea)
DIFUSIÓN FACILITADA: las moléculas pasan a través de una proteína que “facilita” el transporte.
TRANSPORTE ACTIVO SECUNDARIO: está impulsado por la disipación de un gradiente: una sustancia que
pasa a favor de su gradiente impulsa el paso de otra sustancia en contra de su gradiente. Para funcionar
depende de un transporte primario (que crea el gradiente).
Cotransporte
V0
Vmax
500
F
GLUT1 (eritrocitos)
Transportadores de glucosa
Difusión pasiva
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
Concentración externa de glucosa (mM)
Km
INHIBIDORES: como con las enzimas, la unión del soluto puede ser bloqueada por inhibidores competitvos (que
compiten por el mismo lugar de unión y pueden ser transportados o no por el transportador) o no competitivos (que
se unen a algún otro lugar y que alteran específicamente la estructura del transportador)
Velocidad de transporte
Vmax Vmax
Vmax
Km Km Km
Concentración de X Concentración de X
Cada tipo de proteína transportadora tiene uno o más lugares de unión específicos para su soluto (sustrato). El
transportador transfiere el soluto a través de la bicapa lipídica mediante una serie de cambios conformacionales
reversibles que exponen de manera alterna el centro de unión al soluto, primero hacia un lado de la membrana, y
luego hacia el otro lado de la membrana.
Modelo de cómo un cambio conformacional en una proteína transportadora puede mediar el TRANSPORTE
PASIVO de un soluto:
La proteína transportadora debe ejemplo puede existir en dos conformaciones: en el estado A, los centros de unión
al soluto están expuestos hacia el exterior de la bicapa lipídica; en el estado B, estos mismos centros están
expuestos hacia el otro lado de la membrana. La transición entre ambos estados puede ocurrir aleatoriamente. Es
completamente reversible y no depende de si el centro de unión al soluto está ocupado o no. Así pues, si la
concentración del soluto es mayor en el exterior de la bicapa, se unirán más moléculas de soluto a la proteína
transportadora en la condición A que en la B y habrá un transporte neto del soluto a favor de su gradiente de
concentración (o, si el soluto es un ion, a favor de su gradiente electroquímico).
TRANSPORTE ACTIVO: Si incorporamos una fuente de energía, el transportador podrá mover solutos en contra
de su gradiente electroquímico.
Las células pueden realizar este transporte activo de tres maneras principales:
1) Los transportadores acoplados acoplan el transporte en contra de su gradiente de un soluto al transporte a
favor de gradiente de otro (acoplado a la disipación del gradiente de la sustancia qué pasa a favor)
2) Las bombas impulsadas por ATP acoplan el transporte en contra de gradiente a la hidrólisis de ATP.
3) Las bombas impulsadas por la luz, descritas principalmente en bacterias, acoplan el transporte en contra de su
gradiente a la entrada de energía luminosa como en el caso de la bacteriorrodopsina.
La energía liberada por la hidrólisis del ATP El transporte de un soluto en contra de su gradiente está
impulsa el movimiento del soluto en contra de su acoplado al transporte de otro soluto a favor de su gradiente
gradiente electroquímico. (que ha sido bombeado originariamente en contra de su
gradiente mediante un transporte activo primario)
En células procariotas, generalmente, se disipa el gradiente de protones (H+) para acoplar el transporte activo
secundario de algunas sustancias.
En las células epiteliales, como las que participan en la absorción de los nutrientes del intestino, las proteínas
transportadoras se hallan distribuidas de manera asimétrica en la membrana plasmática, gracias a lo cual
contribuyen al transporte transcelular de los solutos absorbidos.
t
i.
.
.
centro de unión del
Igg
.
1 K+ y la ouabaína
Jajaa
gradiente
a-
gradiente
electroquímico electroquímico
de Na+ de K+
caca Ganare
%aa.BR
y .
ya
ay centro de unión CITOSOL
•
del Na+
Tyra » s .
7 .
En casi todos los tipos de células animales, la concentración de Na+ es menor en la célula que en el medio
extracelular, mientras que la concentración de K+ es mayor dentro. Esta descompensación se mantiene gracias a un
sistema de transporte activo primero en la membrana plasmática: la Na+/K+ ATPasa, que acopla la hidrólisis del ATP
y el movimiento simultáneo de Na+ y K+ en contra de sus gradientes electroquímicos. Por cada molécula de ATP el
transportador mueve 2 K+ hacia el interior y 3 Na+ hacia el exterior.
Por cada 2 cargas + que ingresan, 3 cargas + salen, en consecuencia, queda una carga neta – en el interior
(electrogénica, contribuye al potencial de membrana).
– Este gradiente de Na+ producido por la bomba impulsa el transporte de la mayoría de los nutrientes al interior de
las células animales.
– Desempeña un papel crucial en la regulación del pH citosólico.
– Regula el volumen celular mediante sus efectos osmóticos; de hecho, evita que las células animales revienten.
– Contribuye a mantener el potencial de membrana (la diferencia de cargas entre el interior y exterior celular)
Casi una tercera parte de toda la energía que consume una célula animal típica se utiliza para impulsar esta bomba.
Ei
de la membrana y lo libera en el exterior. (4) En esta
Em-
: 1 -
: 1 .
situación, la unión de K+ a la cara extracelular y (5) la
Stravaganza
Citosol .
1
" '
3
"
posterior de fosforilación devuelven la proteína a su
3 a conformación original; (6) transfiere el K+ A través de la
ai
membrana y lo libera en el citosol. Estos cambios
and
a.
hacen que las transiciones conformacionales se den de una
Moray
→ °
.
.
5
forma ordenada, lo cual permite que la proteína realice un
trabajo útil.
El derivado esteroide ouabaína es un inhibidor potente y específico de la Na+/K+ ATPasa.
La ouabaína se une preferentemente a la forma de la enzima que está abierta por el lado
extracelular; bloqueando dos iones Na+ impidiendo los otros cambios de conformación
necesarios para el transporte.
La importancia clínica de estos transportadores reside en que muchos de ellos son capaces de bombear
fármacos al exterior del citosol.
Uno de estos transportadores es la proteína de resistencia a multidroga (MDR), cuya sobreexpresión en las
células cancerosas humanas las puede volver resistentes simultáneamente a una gran variedad de fármacos
citotóxicos de naturaleza químicas muy diversas que se utilizan ampliamente en la quimioterapia del cáncer.
Otro ejemplo es lo que sucede con el protozoo Plasmodium falciparum, que causa la Malaria. El control de la
malaria se ve obstaculizado por el desarrollo de resistencia al fármaco antimalárico cloroquina; se ha demostrado
que los P. falciparum resistentes han amplificado un gen que codifica un transportador ABC que bombea la
cloroquina hacia el exterior.
V porque están en
compartimientos vacuolares
ÉN µ yo :
'
Regulan el pH
Lisosomas
La reacción catalizada por las ATP asas tipo F es reversible, por lo que un
gradiente de protones puede suministrar la energía para impulsar la reacción
inversa, la síntesis de ATP. Cuando funcionan en esta dirección, las ATPasas
tipo F se llaman más apropiadamente ATP sintasas.
Bomba de ATP sintasa
protones
Las ATPasas son de importancia crucial en la producción de ATP las mitocondrias durante la fosforilación oxidativa.
El gradiente de protones necesario para impulsar la síntesis de ATP en la fosforilación oxidativa se establece por
otros tipos de bombas de protones cuyo poder proviene de la oxidación de sustratos.
Las membranas plasmáticas de todas las células excitables eléctricamente (no sólo las neuronas sino también las
fibras musculares, las células endocrinas y los oocitos) contienen canales iónicos regulados por voltaje, que son
responsables de generar los potenciales de acción.
En las neuronas y otra células con propiedades eléctricas, la señalización ocurre por cambios en las corrientes
iónicas (las células se despolarizan), gracias a la apertura (o cierre) de canales iónicos.
Si nos queramos poner un poco más detallistas, lo que sucede es que el potencial
de acción, al llegar a la terminal nerviosa, provoca la apertura de canales de calcio
regulados por voltaje, el calcio ingresa a la célula y desencadena la fusión de las
vesículas sinápticas con la membrana plasmática de la célula presináptica.
Este canal se abre transitoriamente por unión de dos moleculas acetilcolina liberadas por la terminal nerviosa de la
unión neuromuscular (la sinapsis química especializada entre una neurona motora y una fibra muscular
esquelética). Hasta que la acetilcolina sea hidrolizada, el canal tiene una alta probabilidad de permanecer abierto. Si
la presencia de acetilcolina se mantiene, el canal se inactiva (se desensibiliza). Normalmente la acetilcolina se
hidroliza rápidamente y el canal se cierra en aproximadamente 1 milisegundo. La desensibilización tiene lugar
después de unos 20 milisegundos de presencia continua de la Ach.
Cada una de las cinco subunidades tiene cuatro hélices transmembrana, de M1 a M4. Las hélices M2 son
anfipáticas; las otras tienen principalmentre residuos hidrofóbicos. Las cinco subunidades están dispuestas alrededor
de un canal transmembrana central, que está recubierto por los lados polares de las hélices M2. En la parte superior
y en la inferior del canal hay anillos de residuos de aminoácidos cargados negativamente (es un canal catiónico,
quiere atraer cargas +).
1) Este proceso se inicia cuando un impulso nervioso alcanza la terminal nerviosa y despolariza la membrana
plasmática de la terminal. La despolarización abre transitoriamente los canales de Ca+2 regulados por voltaje de
esta membrana. Dado que la concentración de calcio fuera de la célula es 1000 veces superior a la concentración
de calcio libre en el interior, el calcio entra en la terminal nerviosa. El aumento en la concentración de calcio del
citosol de la terminal nerviosa dispara la liberación localizada de acetilcolina a la hendidura sináptica.
2) La acetilcolina liberada se une a los receptores de acetilcolina de la membrana plasmática de la fibra muscular,
abriendo transitoriamente los canales iónicos asociados a ellos. Como resultado de ello, la entrada de Na+ causa
una despolarización local de la membrana.
3) La despolarización local de la membrana plasmática de la fibra muscular abre los canales de Na+ regulados por
voltaje de la membrana, permitiendo la entrada de más Na+ y aumentando la despolarización de la membrana.
Esto provoca la apertura de los canales de Na+ regulados por voltaje vecinos y genera una despolarización
autopropagadora (un potencial de acción) que se extiende hasta afectar a toda la membrana plasmática.
4) La despolarización generalizada de la membrana plasmática de la fibra muscular activa los canales de calcio
regulados por voltaje de algunas regiones especializadas de la membrana (los tubulos transversos [T]).
5) Esto, a su vez, induce la apertura transitoria de los canales de liberación de calcio presentes en una región
adyacente a la membrana del retículo sarcoplasmático y la liberación del calcio almacenado en el retículo hacia el
citosol. Este incremento repentino en la concentración citosolica de calcio es el responsable de la contracción de
las miofibrillas de la célula muscular.
Todavía no se sabe cuál es el mecanismo por el que la activación de los canales de calcio regulados por voltaje del
túbulo T provoca la apertura de los canales de liberación de calcio de la membrana del retículo sarcoplasmático.
Las dos membranas están muy próximas entre sí y los dos tipos de canales se disponen juntos en una estructura
especializada. Por lo tanto es posible que un cambio en la conformación del canal de calcio de la membrana
plasmática inducido por el voltaje pueda abrir directamente el canal de liberación de calcio del retículo
sarcoplasmático mediante un acoplamiento mecánico.