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Textos Comentados 22-23

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1. CONSTITUCIÓN DE 1812.

[...] Las Cortes generales y extraordinarias de la Nación española, bien convencidas, después del más detenido examen
y madura deliberación [...], decretan la siguiente Constitución política para el buen gobierno y recta administración
del Estado [...]:
Art.1. La Nación española es la unión de todos los españoles de ambos hemisferios.
Art.3. La soberanía reside esencialmente en la Nación, y por lo mismo pertenece a ésta exclusivamente el derecho de
establecer sus leyes fundamentales [...]
Art 4. La nación está obligada a conservar y proteger con leyes sabias y justas la libertad civil, la propiedad y los demás
derechos legítimos de todos los individuos que la componen, [...]
Art.12. La religión de la Nación española es y será perpetuamente la católica, apostólica y romana, única verdadera
[...]
Art. 14. El Gobierno de la Nación española es una Monarquía moderada hereditaria.
Art. 15. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 16. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey.
Art. 17. La potestad de aplicar las leyes [...] reside en los tribunales establecidos por la ley [...]
Art. 27. Las Cortes son la reunión de todos los diputados que representan a la Nación, nombrados por los ciudadanos
en la forma que se dirá [...]
Art 34. Para la elección de los diputados de Cortes se celebrarán juntas electorales de parroquia, de partido y de
provincia [...]
Art 258. El Código civil y criminal, y el de comercio serán unos mismos para toda la Monarquía, sin perjuicio de las
variaciones, que por particulares circunstancias podrán hacer las Cortes.

Fuente: De Esteban, J. “Constituciones de España” (Constitución de 1812). Centro de Estudios P. y C.

CLASIFICACIÓN

Se trata de un texto histórico-circunstancial. De naturaleza jurídica o legal, puesto que modifica el marco normativo
de los derechos y deberes de todos los españoles, de perfil claramente liberal; política, pues reorganiza y modela toda
la estructura básica del Estado; social, ya que plantea una sociedad donde prime la defensa de la libertad y la igualdad.

Se puede datar el día 19 de marzo de 1812, pues fue el día en el que se aprobó en Cortes esta Constitución, en la
ciudad de Cádiz.

Es un texto público dirigido a todos los españoles.

Recoge algunos artículos de la Constitución de Cádiz de 1812, por la que España comienza su etapa liberal, rompiendo
las estructuras del Antiguo Régimen.

CONTEXTO

La Constitución de Cádiz se realiza en plena guerra de la Independencia española. Las circunstancias históricas previas
habían hecho que los principios ilustrados se hubiesen extendido en ciertos ambientes de la sociedad y entre algunos
1
ministros de Carlos III. El punto de origen de la Constitución está en las abdicaciones de Bayona (1808), en la que se
había arrebatado la Corona a los Borbones y Napoleón se la entregaba a José I Bonaparte. José I no es reconocido
como rey, salvo por los afrancesados, ni su Estatuto de Bayona, que sería realmente la primera legislación liberal en
España, es considerado, sino que se impulsa la creación de las Juntas Provinciales con los objetivos de expulsar a los
franceses, coordinando la acción del ejército y las guerrillas y gobernar el país, siempre en nombre de Fernando VII,
“secuestrado” en Bayona. En agosto de 1808, las Juntas Provinciales se agrupan tras la victoria de Bailén en una Junta
Central que pretende convocar Cortes, pero el desarrollo de la guerra lo impide. La Junta Central se traslada de
Aranjuez a Sevilla, para finalmente establecerse en Cádiz. La Junta Central se disuelve en un Consejo de Regencia que
finalmente convocará las Cortes en septiembre de 1810 y que funcionarán como Cortes constituyentes hasta 1812,
con varias características significativas: son unas Cortes representativas y unicamerales, ya dejan de ser estamentales;
los representantes de las provincias, ante las dificultades para desplazarse por la guerra, muchas veces eran elegidos
entre la propia población de Cádiz, en calidad de suplentes, normalmente eran comerciantes, más imbuidos en las
ideas ilustradas; se formaron varias familias o grupos identificados ideológicamente, todavía no se puede hablar de
partidos (liberales, quienes imponen su opinión sobre la orientación de las medidas de las Cortes de Cádiz y buscan
romper el modelo de Estado sobre el que se asentaba en Antiguo Régimen; jovellanistas, en muchos casos
representantes de los intereses americanos; absolutistas, llamados también serviles). La legislación de las Cortes de
Cádiz se entiende dentro de un entorno bélico, no se legisla contra los intereses de un pueblo que lucha contra el
invasor.

La legislación gaditana tiene dos caras: la propia Constitución y la legislación que atacaba directamente situaciones
consolidadas por el modelo sociopolítico del Antiguo Régimen. Dentro de estas medidas legislativas tenemos la
eliminación de los privilegios de la Mesta, eliminación de la figura jurídica de los mayorazgos, eliminación del Tribunal
de la Inquisición y de los gremios…

ANÁLISIS

Idea principal

Conformar un marco legislativo de derechos y deberes de los españoles bajo la defensa de los principios del
Liberalismo, rompiendo con los elementos sustentantes del Antiguo Régimen.

Ideas secundarias

a) Reconoce la soberanía nacional (art. 3).


b) Protege los principios básicos del liberalismo: libertad, igualdad (art. 258), defensa de la propiedad (art 4)
c) Establece la religión católica como la religión estatal (art. 12, concediendo cierto margen a la Iglesia española).
d) Además establece el sistema de gobierno como una monarquía parlamentaria o monarquía moderada (art.
14).
e) Defiende la separación de poderes (art. 15, 16 y 17).

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f) Establece la composición de las Cortes, el sufragio indirecto, aunque deja para leyes posteriores el hecho de
definir si sería censitario o universal (art. 27 y 34).

2. FUSILAMIENTO DE TORRIJOS Y SUS COMPAÑEROS

Antonio Gisbert Pérez. Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga.Museo del
Prado.

1. Clasificación.

Es una obra pictórica que representa el fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga.
Podemos considerarla una fuente secundaria, ya que el cuadro fue pintado en 1888, algo más de medio siglo después
del acontecimiento que representa y que tuvo lugar en 1831, durante la Década Ominosa, último período del reinado
de Fernando VII. Es un cuadro de temática histórica, obra del pintor Antonio Gisbert quien destacó dentro de este
género que pretendía representar con realismo hechos históricos de especial significación y que tuvo su período de
auge en la segunda mitad del siglo XIX.

2. Contexto histórico.

El retorno de Fernando VII a España tras la Guerra de la Independencia supuso la anulación de la Constitución
de 1812 y de la obra legislativa de las Cortes de Cádiz y la paralela restauración de la monarquía absoluta y del Antiguo
Régimen. El decreto de mayo de 1814 fue seguido de la represión del liberalismo, calificado de atentatorio contra la
majestad de la Corona. Ello supuso la persecución de los elementos liberales, quienes debieron optar entre el exilio o
la clandestinidad, lo que les obligó a un radical cambio de procedimientos si querían reconquistar el poder.

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El pronunciamiento es la forma específica que los liberales españoles encuentran para combatir el régimen
absolutista. El recurso al ejército como instrumento de lucha es posible porque la oficialidad surgida de la guerra
padece la competencia de los elementos nobiliarios tras la restauración del Antiguo Régimen. Durante el Sexenio
Absolutista (1814-1820) diversas intentonas fracasaron y fueron duramente reprimidas. En enero de 1820 se inició un
pronunciamiento encabezado por Riego que, gracias a los levantamientos en diferentes ciudades, tuvo éxito y
Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución de 1812, lo que suponía la restauración y reanudación de la obra
legislativa de las Cortes de Cádiz y el inicio de una etapa liberal (Trienio Constitucional, 1820-1823).

Fernando VII juró la Constitución de 1812 obligado por las circunstancias, pero desde los inicios del Trienio
conspiró para poner fin a la experiencia liberal en España. Por un lado, ejerció su derecho constitucional al veto para
entorpecer la obra legislativa liberal. Por otro lado, buscó la alianza con las potencias absolutistas europeas para que
éstas invadieran el país y restauraran el absolutismo. El régimen liberal fue derribado por la intervención militar de las
potencias absolutistas europeas, quienes en el Congreso de Verona (1822) encargaron a Francia la intervención en
España para poner fin a la experiencia liberal y restaurar el absolutismo (Cien Mil Hijos de San Luis, al mando del Duque
de Angulema). El resultado final fue la restitución de Fernando VII como rey absoluto a partir de octubre de 1823.

El retorno al absolutismo fue seguido de una feroz represión de los liberales, más sistemática que la
emprendida en 1814, que consistió en la depuración de la administración y el ejército (“purificaciones”) y en la
persecución de los más significados liberales, lo que obligó a muchos de ellos (entre ellos a Torrijos) a exiliarse. La
consecuencia fue el establecimiento de un régimen de terror que perduró durante toda la etapa.

Durante la Década Ominosa (1823-1833) un sector de los liberales intentó en diversas ocasiones resucitar la
vía insurreccional para forzar un nuevo cambio político. El más significativo fue un intento de invasión desde suelo
francés que se saldó con un completo fracaso, debido a las medidas adoptadas por el Gobierno, a la desunión de los
líderes liberales y a la falta de apoyo popular. En este contexto se sitúa el pronunciamiento encabezado por Torrijos,
último intento liberal de derribar el régimen absolutista por la vía insurreccional.

3. Análisis.

El tema principal de la obra es el fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga en las que
habían desembarcado procedentes de Gibraltar para liderar un nuevo pronunciamiento que pretendía acabar con el
régimen absolutista de Fernando VII. Torrijos y sus hombres fueron traicionados y apresados por las tropas
absolutistas, tras lo que fueron fusilados sin juicio previo, momento que recoge el cuadro. Torrijos y otros personajes
del cuadro fueron protagonistas destacados del régimen constitucional durante el Trienio Liberal.

La escena capta el momento inmediatamente anterior al fusilamiento. Los reos están alineados y con las
manos atadas. Tras ellos el pelotón de fusilamiento espera órdenes, mientras que en primer plano yacen ya muertos
algunos hombres. Torrijos se encuentra en el centro de la composición, destacando ligeramente sobre el resto de
personajes y aferrándose a las manos de dos de sus seguidores.

El cuadro tiene una clara finalidad propagandística. Fue encargado por el gobierno de Sagasta, durante la
regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena, con la intención de que sirviera a las generaciones venideras de
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ejemplo del alto precio que, en ocasiones como la protagonizada por Torrijos, hay que pagar en la lucha por la libertad.
Es un documento de alto significado político en el que se exalta la libertad frente al autoritarismo y a uno de los héroes
en el difícil camino en la implantación de un régimen liberal en España.

3. MAPA TEMÁTICO: LA DESAMORTIZACIÓN DE MENDIZÁBAL 1836- 1837.

CLASIFICACIÓN
Estamos ante un mapa temático que hace referencia a las tierras desamortizadas entre 1836 y 1837 durante el
gobierno de Juan Álvarez de Mendizábal. Es un documento de naturaleza historiográfica ya que se trata de una fuente
secundaria. El mapa muestra la venta de las tierras expropiadas al clero regular (conventos, monasterios, propiedades
de órdenes religiosas), tiene por tanto carácter económico.

ANÁLISIS
Vemos el impacto de la desamortización de Mendizábal en casi todas las provincias de España (a excepción de Málaga,
Albacete, Huelva y Álava). Si nos fijamos por regiones vemos como el montante de tierras vendidas es muy escaso en
el litoral cantábrico con la excepción de La Coruña; muy intenso en Castilla y León, Extremadura, Andalucía (menos
Almería), Aragón, Cataluña y Valencia. Madrid y Sevilla son las provincias que presentan un mayor nivel de ventas del
patrimonio del clero regular.
CONTEXTO
Podemos ubicar este texto en la breve etapa como presidente del Consejo de Ministros de Juan Álvarez de Mendizábal.
La Regente María Cristina de Borbón, a pesar de su preferencia manifiesta por los moderados, se vio obligada a
nombrarlo presidente debido a las presiones tras una serie de levantamientos y revueltas urbanas que reclamaban a

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la regente cambios. Estas circunstancias unidas a la necesidad de conseguir recursos financieros para la guerra carlista,
todavía bastante desfavorable a la causa isabelina en este momento.
Los principales problemas en que se encuentra el país incluyen la necesidad de vencer en la guerra carlista, la enorme
deuda nacional (acrecentada por la Guerra de la Independencia, la pérdida de las colonias y la Guerra Carlista) y la
necesidad de una reforma agraria. La desamortización de los bienes del clero regular se produjo en 1836, mediante la
expropiación de los bienes eclesiásticos, preparados para ser vendidos en subasta pública y para que fuesen pagados
por medio de títulos de deuda pública o en efectivo. Estos bienes eclesiásticos habían pasado a ser del Estado poco
antes, cuando en 1835 se abolía la Inquisición y las órdenes religiosas que no se dedicasen a enseñanza u hospitales.
Las tierras de estas órdenes son las que se desamortizaron.
No era la primera desamortización que se llevaba a cabo en España, hubo intentos de desamortización en época de
Godoy o durante el Trienio Liberal. Esta desamortización de Mendizábal formaba parte de la reforma agraria liberal
que se complementaría con la desvinculación de las tierras (con la eliminación de los mayorazgos, que permitía dividir
y vender libremente las tierras de los señoríos) y la supresión de los señoríos. El fin era liberalizar la propiedad de la
tierra, conseguir mayor cantidad de propietarios. Un gran problema de la propiedad agraria española era que la mayor
parte de las tierras pertenecían a una minoría de propietarios, generalmente pertenecientes a la nobleza y al clero.
Con su desamortización, Mendizábal deseaba lograr dos objetivos: conseguir una gran masa de propietarios y, por lo
tanto, mayor número de adeptos o apoyos al régimen liberal. Mendizábal, con lo que recaudase con la subasta de las
tierras reduciría la deuda, se podría invertir en industria y comercio, además de crear fidelidad hacia Isabel y los
liberales.
No obstante, la desamortización no tuvo el éxito esperado. La masa de campesinos españoles no tenía dinero para
poder comprar las tierras que se pusieron en venta. Las tierras fueron compradas por nobles y ricos burgueses, que
dieron lugar a una poderosa burguesía terrateniente, que invierte en tierras más por conseguir reconocimiento social
que por mejorar la propiedad de la tierra. En las subastas se pujó a la baja y la recaudación obtenida fue bastante más
reducida de lo esperado. El descontento de la Iglesia con los liberales progresistas fue manifiesto. Con la década
moderada se frenó la labor de la desamortización, aunque no se devolvieron las tierras. Ya en el bienio progresista se
producirá la Desamortización de Madoz, que afectará principalmente a los bienes comunales y propios de los
Ayuntamientos, principalmente. Con la desamortización de Mendizábal no se pudo solventar el problema de la deuda
pública.
La Desamortización de Mendizábal será una de las medidas económicas, políticas y sociales más importantes del inicio
de la etapa de consolidación del liberalismo en España. Aunque no obtuvo los resultados obtenidos, consiguió afianzar
el sistema liberal (los nuevos propietarios decidieron apoyar el liberalismo para no volver al Antiguo Régimen y tener
que devolver las tierras a sus anteriores propietarios: el clero), además significó la aparición de burgueses
terratenientes que se elevaron a la cumbre de las élites sociales. Además la inversión en tierras por parte de burgueses
restó posibles inversiones a la industria.
La Desamortización de Mendizábal no fue la primera ni la que más recaudó (sería la de Madoz), pero sí que será una
de las que mayor impacto tuvo en la sociedad española, quizás por el hecho de que afectara a la Iglesia, una de las
organizaciones con mayor influencia y poder en España.
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4. MANIFIESTO DE MANZANARES (7 de julio de 1854).
Españoles: La entusiasta acogida que va encontrando en los pueblos el ejército liberal; el esfuerzo de los
soldados que le componen, tan heroicamente mostrado en los campos de Vicálvaro; el aplauso con que en
todas partes ha sido recibida la noticia de nuestro patriótico alzamiento, aseguran desde ahora el triunfo
de la libertad y de las leyes, que hemos jurado defender. Dentro de poco días la mayor parte de las
provincias habrá sacudido el yugo de los tiranos; la nación disfrutará los beneficios del régimen
representativo [...] Nosotros queremos la conservación del Trono, pero sin camarilla que lo deshonre,
queremos la práctica rigurosa de las leyes fundamentales, mejorándolas, sobre todo la ley electoral y la
de imprenta; queremos la rebaja de los impuestos, fundada en una estricta economía; queremos que se
respeten en los empleos militares y civiles la antigüedad y el merecimiento; queremos arrancar a los
pueblos de la centralización que los devora, dándoles la independencia local necesaria para que conserven
y aumenten sus intereses propios; y como garantía de todo esto queremos y plantearemos bajo sólidas
bases la Milicia Nacional [...]. Las Juntas de Gobierno que deben irse constituyendo en las provincias
libres; las Cortes generales, que luego se reúnan; la misma Nación, en fin, fijará las bases definitivas de
la regeneración liberal a la que aspiramos. Nosotros tenemos consagradas a la voluntad nacional nuestras
espadas, y no las envainaremos hasta que ella esté cumplida.
Cuartel General de Manzanares, a 7 de julio de 1854. El General en Jefe del Ejército Constitucional,
Leopoldo O´Donnell, Conde de Lucena.

CLASIFICACIÓN

Estamos ante una fuente primaria, un fragmento del Manifiesto de Manzanares, por haberse redactado en el cuartel
del mismo nombre. Es un texto histórico-circunstancial, de temática política (proclama o manifiesto). Texto público,
de autor individual, en concreto Antonio Cánovas del Castillo, aunque aparezca firmado por Leopoldo O´Donnell. Fue
publicado el 7 de julio de 1854, en el Cuartel General de Manzanares. En este Manifiesto se apoya el pronunciamiento
que había tenido lugar unos días antes en Vicálvaro y se reafirman los objetivos políticos que se buscaba obtener tras
el pronunciamiento.

CONTEXTO HISTÓRICO

Se trata del manifiesto de Manzanares de julio de 1854 que se produce en el contexto histórico de los gobiernos
moderados inestables. Tras una década de gobiernos moderados (Década Moderada), dominados políticamente por
el general Narváez. Durante la Década Moderada, se proclamará la Constitución de 1845, se firmará un Concordato
con la Santa Sede, se creará la Guardia Civil sustituyendo a la Milicia Nacional y se realizará una Ley de Ayuntamientos
centralizada. En los últimos años de gobierno, sobre todo a partir de 1852 con la suspensión de las Cortes y el gobierno
a golpe de decreto que molestará incluso a algunos miembros del Partido Moderado, habrá un descontento
generalizado.
A finales de junio de 1854 se producirá un pronunciamiento en Vicálvaro. Tras un enfrentamiento a las fuerzas reales
que acabó con resultado incierto, a pesar de lo triunfalistas que se muestran en el Manifiesto, en el que celebran su
victoria y el apoyo popular recibido. Acabarán en Manzanares, donde se publica el manifiesto, en él proclaman los
ideales de la revolución de 1854, con la que se pretende la regeneración política de España. El objetivo de este texto
era conseguir apoyos para el levantamiento. O`Donnell y Cánovas del Castillo, a pesar de ser moderados, defienden
en el Manifiesto del Manzanares varios de los ideales políticos del Partido Progresista. Fue decisivo que en el

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manifiesto se mostrase a las claras que se deseara mantener la monarquía, aunque eliminando la camarilla que
acompañaba a la misma, por ejemplo su confesor, el padre Claret o Sor Patrocinio de las Llagas. Junto a mejoras en
los asuntos más controvertidos de la década moderada, en el Manifiesto se fijan como bases de sus ideas políticas la
descentralización de los ayuntamientos (la Ley de Ayuntamientos aprobada durante la Década Moderada hacía que
los regidores de los Ayuntamientos fueran elegidos por el gobierno), la mejora de la ley electoral (muy restrictiva, con
un sufragio censitario muy reducido, por la ley electoral que se aprobó tras la Constitución de 1845), libertad de
imprenta, rebajas de impuestos y el restablecimiento de la Milicia Nacional. El apoyo popular tras este Manifiesto fue
fundamental para que Isabel II aceptase la formación de un gobierno progresista, dirigido por el general Espartero y
con O’Donnell como Ministro de Guerra. Da así comienzo el Bienio Progresista. El gobierno tomó medidas como la
expulsión de la Reina Madre (María Cristina de Borbón) y la investigación de su responsabilidad en algunos casos de
corrupción; el ascenso de los militares sublevados; libertad de imprenta. En este Bienio Progresista, se produjeron
otros acontecimientos destacables fueron un nuevo levantamiento carlista, la desamortización de Madoz (1855) que
afectó además a bienes municipales y que provocó el enfrentamiento con la Santa Sede. Además de la Ley de
Ferrocarriles (1855), fundamental en la economía española. Las Cortes iniciaron la elaboración de la Constitución de
1856, bicameral, que no entrará en vigor (non nata), de carácter progresista, defendía la soberanía nacional, la Milicia,
la libertad de imprenta, religiosa… Se formó el partido de la Unión Liberal de O´Donnell, de carácter centrista, entre
moderados y progresistas.
Sin embargo, el gobierno progresista, se debió enfrentar a numerosos problemas. En primer lugar a una huelga general
en Barcelona, en 1855, debido a la implantación de nuevas máquinas en la industria textil, que dieron lugar a
numerosos despidos. También se da una crisis de desabastecimiento, debido a que se permitió la exportación de trigo
a Europa, por la dificultad de comprar trigo de Rusia durante la Guerra de Crimea. La situación se complica por la
oposición de la Iglesia, que no aprueba el hecho de que la nueva Constitución permitiese la libertad religiosa ni
apoyaba la Desamortización de Madoz, que afectó también a algunos bienes del clero.
O’Donnell, apoyado por Isabel II, provocó la dimisión de Espartero. Isabel II aprovechó para nombrar presidente a
O’Donnell, quien poco después será sustituido por Narváez. Se vuelve así al moderantismo, un período en el que
gobernarán los moderados y la Unión Liberal, de nuevo con la Constitución de 1845.
El Manifiesto de Manzanares, además de dar inicio a un nuevo periodo político en el reinado de Isabel II,
como el Bienio Progresista, muestra una de las realidades políticas de la España del siglo XIX, que es la
influencia del ejército (espadones) en la vida política.

ANÁLISIS

Idea principal:

- Se muestra el apoyo al pronunciamiento de Vicálvaro contra la preferencia de Isabel II por los moderados y
los gobiernos moderados mismos.

Ideas secundarias, que definen los objetivos políticos de dicho pronunciamiento son:
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- Mantenimiento de la monarquía, pero eliminando la camarilla que rodeaba a la reina y que influía sobre ella.
- Medidas descentralizadoras.
- Modificar la ley electoral para que el sufragio censitario fuese menos restringido, haciendo el sistema más
representativo.
- Dar mayor importancia a las Cortes.
- Decretar la libertad de imprenta.
- Algunas medidas económicas que se tomarán, como rebaja de impuestos.
- Restablecimiento de la Milicia Nacional.
- Reconocimiento de la antigüedad y el mérito en los empleos militares y civiles.

5. MANIFIESTO DE “ESPAÑA CON HONRA”.

CLASIFICACIÓN

Se trata de una fuente primaria, es un texto histórico-circunstancial de naturaleza política, pues se trata de un
manifiesto en apoyo a un pronunciamiento militar. El texto se puede fechar el 19 de septiembre de 1868, fecha del
levantamiento contra Isabel II que se inició ese día en Cádiz. Los autores del manifiesto son los generales sublevados,
entre los que nos encontramos al general Prim, Serrano (Duque de la Torre) y el almirante Topete. El destinatario de
este texto será el pueblo español, es un texto público para difundir los motivos e intenciones del pronunciamiento.
Este levantamiento marca el inicio de la Revolución de 1868, conocida como “La Gloriosa”.

ANÁLISIS

IDEA PRINCIPAL:

- Este manifiesto apela al apoyo de la población al pronunciamiento previo en Cádiz, pide que el pueblo se una
al levantamiento, asegurando que se constituirá un gobierno provisional, que introducirá en el país un régimen
democrático.

IDEAS SECUNDARIAS:

- Se da publicidad al levantamiento.
- En el segundo párrafo se justifican las causas por las que el pronunciamiento se produjo: corrupción de
Hacienda, incumplimiento de la Constitución, corrupción en las administraciones, falta de representación
popular y de decisión en los ayuntamientos, sufragio insuficiente, enseñanza monopolizada por la Iglesia y
falta de libertad de prensa, libertad individual constreñida por la voluntad de las autoridades.
- En los siguientes párrafos muestra el sistema de gobierno que se implantará y que corregirá las deficiencias
encontradas durante el reinado de Isabel II. Prometen establecer un sistema democrático con sufragio
universal, libertades, con la participación de todos los liberales, regeneración política, con libertades
individuales, limitar la corrupción.
- Expone los apoyos con los que ya cuentan: los liberales, la burguesía acomodada, la Iglesia, Europa.

COMENTARIO
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El 17 de septiembre la armada naval que estaba anclada en Cádiz al mando del almirante Topete se subleva al grito de
“¡Viva España con honra!”, el pronunciamiento estaba dirigido por Prim (progresista), Serrano (Unión Liberal) y el
mismo Topete (progresista). El levantamiento se extiende por muchas ciudades españolas, donde se organizan juntas
revolucionarias locales. Los revolucionarios se impusieron con facilidad, triunfan rápidamente y las tropas de Serrano
vencen a las del marqués de Novaliches en la batalla del Puente de Alcolea. Isabel II, que se encontraba veraneando
en Guipúzcoa, salió al exilio hacia Francia. Se cumplían así los objetivos del Pacto de Ostente (1866), en el que fuerzas
progresistas, demócratas, republicanas y, tras la muerte de O’Donnell en 1867, también unionistas se conjuran para
derrocar a Isabel II. Este Pacto de Ostende fue promovido por el general Juan Prim tras varios pronunciamientos o
levantamientos fracasados (Villarejo de Salvanés, levantamientos de la Noche de San Daniel, San Gil…). Desde 1856
hasta 1868 se había producido la vuelta al moderantismo con gobiernos de O’Donnell y, posteriormente, de Narváez,
manteniendo la Constitución de 1845, con una vertiente autoritaria muy marcada. El régimen isabelino no extendía la
participación política, se añadía el apoyo y la preferencia de la reina a los moderados. A la muerte de Narváez, El
sucesor de Narváez, González Bravo, acentuó la represión, persiguió y desterró a militares críticos con el gobierno a
Canarias, contribuyendo con ello a que fueran más los que se unían a la conspiración. A todo esto, la crisis económica
y las crisis de subsistencias que por entonces atravesaba España, estaban contribuyendo también a crear un clima
hostil a Isabel II. Con el alzamiento y la posterior revolución, conocida como “La Gloriosa” en septiembre de 1868,
Isabel II abandona España y se exilia en Francia. Se nombra en ese momento un gobierno provisional. El general
Serrano fue declarado regente (la idea era buscar un nuevo monarca) y el general Prim, jefe del gobierno. Se
disolvieron las juntas y desarmaron la Milicia Nacional. Se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio
universal masculino, en las que vencieron progresistas, unionistas y un sector de demócratas. Comienza de este modo
el conocido como Sexenio Democrático. Durante el gobierno provisional de Prim y Serrano se aprobó la Constitución
de 1869 que fijaba España como una monarquía constitucional, se establecía la libertad de cultos, soberanía nacional,
separación total de poderes y sufragio universal masculino. Con esta proclama se abre uno de los periodos más
interesantes de la historia de España, aunque acabara fracasando por la desunión y los diferentes problemas que
surgieron (el cantonalismo, guerra carlista y la cubana, los enfrentamientos con la Iglesia y el movimiento obrero).
Además los sistemas de gobierno serán variados: monarquía constitucional, gobiernos provisionales, república.

El texto es subjetivo, aunque los hechos que revela son ciertos. El texto está escrito en forma de arenga, su tono es
inflamado, busca atraer a la causa revolucionaria a amplios sectores de la población, para lo que busca un lema claro
y pegadizo, “Viva España con honra”, destaca la búsqueda de libertad. A lo largo del siglo XIX se realizaron numerosos
pronunciamientos, serán casi una constante a lo largo del siglo.

6. ABDICACIÓN DE AMADEO DE SABOYA.

Grande fue la honra que merecía la Nación española eligiéndome para ocupar su trono, honra tanto más
por mi apreciada cuanto se me ofrecía rodeada de las dificultades y peligros que lleva consigo la empresa
de gobernar un país tan hondamente perturbado [...]

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Conozco que me engañó mi buen deseo. Dos años largos ha que ciño la corona de España, y la España vive
en constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo.
Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados tan valientes como
sufridos, sería el primero en combatirlos, pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra
agravan y perpetúan los males de la nación son españoles; todos invocan el dulce nombre de la patria,
todos pelean y se agitan por su bien, y entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y
contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública,
es imposible afirmar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar remedio para tamaños males.
Los he buscado ávidamente dentro de la ley y no lo he hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien ha
prometido observarla [...] AMADEO.

Palacio de Madrid, 11 de febrero de 1873.

CLASIFICACIÓN
Estamos ante un texto basado en una fuente primaria, es un texto histórico-circunstancial de naturaleza política, pues
es un fragmento del discurso de Amadeo I de Saboya a las Cortes en el que justifica su renuncia a la Corona española.
Fue escrito por Amadeo de Saboya y está dirigido a las Cortes españolas y, a través de ellas, a todos los españoles. Está
fechado el día 11 de febrero de 1873. En este texto, Amadeo expone las razones que le llevan a abdicar.

ANÁLISIS
IDEA PRINCIPAL

Justificación de las razones que llevan a Amadeo de Saboya a abdicar.

IDEAS SECUNDARIAS

Amadeo desglosa las diferentes razones:

- División entre los liberales españoles.


- Disensiones entre los partidos.
- Brevedad del reinado de Amadeo de Saboya.
- Inestabilidad política.
- Profundas ideas liberales de Amadeo de Saboya, quien prefiere renunciar a la Corona a no ser consecuente
con sus ideales.

COMENTARIO
Tras la revolución de “La Gloriosa”, comienza el Sexenio Democrático (1868-1874). Tras el exilio de Isabel II, se forma
un gobierno provisional, presidido por el general Serrano, con el cargo de regente y por el general Prim como jefe de
gobierno. Convocadas Cortes Constituyentes con sufragio universal, los progresistas se impondrán. La nueva
Constitución de 1869 estableció como forma de gobierno la monarquía constitucional. Por lo que comenzará una
ardua búsqueda de un monarca. Tras sopesar varios candidatos, Amadeo fue el candidato presentado por el partido
progresista y por Prim, quien consideraba que la dinastía Saboya acababa de comenzar a reinar en la nueva Italia
unificada, además su padre, Víctor Manuel II de Saboya comenzó su reinado como rey constitucional, sin tradición

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absolutista, a lo que se suma que Víctor Manuel II de Saboya se enfrentó sin miedo al Papado en el proceso de
unificación italiano. Tras una votación en las Cortes para decidir quién sería el rey de España, Amadeo fue el elegido,
es la primera vez que un monarca es elegido por votación democrática. No obstante, Amadeo de Saboya obtuvo
únicamente 191 votos, el resto de votos suponía 120 y se repartía entre Antonio de Orléans (el duque de Montpensier),
el futuro Alfonso XII, el general Espartero, Luisa Fernanda de Borbón. Incluso 64 votos a favor de la república.

El general Prim, que contaba con el prestigio necesario para poder afianzar la nueva monarquía y que era el principal
defensor de la designación de Amadeo I, moría asesinado el 30 de diciembre de 1870, justo el mismo día en que
Amadeo desembarcaba en España. Su primer acto público al llegar a Madrid fue precisamente visitar la capilla ardiente
de Prim. Amadeo se quedó sin su principal valedor.

Amadeo llegó a un país donde la clase política estaba dividida, en plena crisis económica y sin apoyos. Entre los grupos
que se oponían a su reinado estaban los carlistas, los republicanos, los alfonsinos (representados por Cánovas), la alta
burguesía (pues Amadeo se oponía a la esclavitud en las colonias o al trabajo infantil), la Iglesia (por ser hijo de Víctor
Manuel II de Saboya), el campesinado (por las condiciones económicas desfavorables). Le tocó enfrentarse a dos
guerras, la guerra larga de Cuba (1868-1878) y la tercera guerra carlista (1872-1876). A la agitación política e
inestabilidad, con varios cambios de gobierno en tan sólo unos meses, se le une así la dificultad de los conflictos
armados, a los que Amadeo acusa de “perpetuar con la espada los males de la nación”. No obstante, el detonante de
la abdicación de Amadeo será la decisión del gobierno de suprimir el Arma de Artillería tras no haber acatado el
nombramiento de capitán general de Cataluña. Amadeo no está de acuerdo con esta decisión del gobierno; no
obstante, firma el decreto de disolución del Cuerpo de Artillería, anunciando su decisión irrevocable de abdicar.
Amadeo es un liberal convencido, por lo que prefiere mantener sus ideas y no contravenir ni forzar una decisión de
las Cortes, lo que le empuja a renunciar al trono de España, antes que buscar soluciones fuera de la ley.

Como conclusión podemos destacar que la sociedad española fue incapaz de asumir una forma democrática de
gobierno. La abdicación de Amadeo I dejó a las Cortes una salida inesperada y minoritaria. La república todavía no
estaba desacreditada, aunque heredó la situación de división política y económica que había hecho caer a Amadeo.
La abdicación de Amadeo de Saboya tuvo como consecuencia la proclamación de la I República española, el día 11 de
febrero de 1873. La República tendrá una breve duración, 11 meses. Al igual que el reinado de Amadeo de Saboya,
será un período de gran inestabilidad, con cuatro presidentes. A las guerras carlistas y de Cuba, se le unió el problema
de la división del republicanismo entre unitarios, federalistas e incluso cantonalistas.

7. VIÑETA “LAS LIGAS DE MI MORENA”

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La Flaca, 16 de enero de 1873. Viñeta “Las ligas de mi morena”

1. Clasificación.

En la imagen podemos observar una viñeta titulada “Las ligas de mi morena” publicada en la revista satírica La
Flaca, el día 16 de enero de 1873. Podemos considerarla una fuente primaria, pues se critica un asunto contemporáneo
a la época en la que se publicó esta caricatura. Esta revista satírica fue testigo de numerosos acontecimientos que
fueron tratados desde un punto de vista humorístico, lo que hacía que el sentido crítico fuese más remarcado. Se pude
ubicar en el Sexenio Democrático al final del reinado de Amadeo I de Saboya, pocos días antes de su abdicación.

La Flaca: revista liberal y anticarlista, o simplemente La Flaca, fue una revista española de carácter satírico,
de tendencia política republicana y federal, publicada en Barcelona durante el Sexenio Democrático, momento en que
la libertad de prensa permitió este tipo de publicaciones. La Flaca contaba con el dibujante Tomás Padró y Pedret,
autor de todas las ilustraciones de la revista, incluyendo la viñeta que nos ocupa.

3. Análisis.

El tema principal de la obra es el debate sobre la abolición de la esclavitud en Cuba y Puerto Rico, tras el
estallido de la Guerra Larga de Cuba. En la escena se muestra una mujer negra, con el pecho descubierto, alegoría de
la esclavitud, que enarbola una bandera española en cuya franja central aparece la palabra libertad, posa su pierna
sobre la bandera de Cuba. En el lado izquierdo de la mujer se representan una serie de personajes que se resisten a
liberar de sus grilletes a la mujer, símbolo de la esclavitud. Entre los personajes que estarían en contra de la esclavitud
podemos distinguir en un primer término al general Serrano, el líder de los unionistas y representando al Ejército, así
como a los niños Alfonso de Borbón, futuro Alfonso XII, y Carlos de Borbón, pretendiente carlista bajo el nombre de
Carlos VII. Aparecen junto a ellos otros personajes representados con trajes anacrónicos, como el hombre de la

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armadura situado a la izquierda. Este grupo muestra una bandera en la que se defiende la esclavitud. Al lado derecho
de la esclava, tenemos a varios personajes que defienden la abolición de la esclavitud, principalmente progresistas y
republicanos. Sosteniendo los grilletes, podemos observar a una persona con gorro frigio que bien podría ser Castelar
por su característico bigote, junto a él, de pie, tenemos a Manuel Ruiz Zorrilla sosteniendo su proyecto de abolición
de la esclavitud.

La mano de obra esclava eran la principal fuerza de trabajo en plantaciones e ingenios azucareros, por lo que
diversos grupos políticos y los propietarios de las plantaciones lucharon por retrasar todo lo posible la abolición de la
esclavitud, a pesar de que en otros países, sobre todo en Estados Unidos, ya se había abolido y de que tampoco en el
territorio peninsular existía la esclavitud, desde la Constitución de 1837.

El objetivo de la publicación de la viñeta es claramente reivindicativo, el autor está a favor de la abolición total
de la esclavitud en las colonias. La caricatura buscaba ridiculizar a aquellos que se oponían a la abolición

2. Contexto histórico.

La revolución de 1868 destrona a Isabel II y trae un régimen democrático, en el que se recogen numerosos
derechos importantes, como la libertad de expresión o de asociación. Estos derechos se verán truncados y frustrados
por los intereses particulares de diferentes grupos de presión. Los territorios coloniales no fueron beneficiados en el
marco de la nueva legalidad.
Además de la guerra carlista en el Norte, el otro frente que tuvieron que abordar los gobernantes del Sexenio
fue la Guerra Larga de Cuba (1868-1878). Poco después de la Gloriosa, se produjo en Cuba el denominado Grito de
Yara, rebelión liderada por Carlos Manuel de Céspedes. Aunque en un primer momento estos pidieron la anexión a
Estados Unidos, con la incorporación de Máximo Gómez y Modesto la guerra adoptó un carácter de lucha por la
independencia, quienes solicitaban también la emancipación de los esclavos. Los graves problemas del gobierno
español durante el Sexenio permitieron organizarse a los independentistas. La zona oriental de la isla fue el principal
teatro de operaciones. A partir de 1875, el conflicto se trasladó al occidente de la isla, la parte más rica, donde vivían
los grandes hacendados españoles. La fase más dura del conflicto se desarrolló ya en la etapa de la Restauración hasta
la firma de la Paz de Zanjón en 1878. La guerra no se pudo resolver durante la etapa del Sexenio, y la República se vía
incapaz de abordarla, dados sus grandes problemas internos, especialmente el cantonal y el carlista. Detrás del
conflicto estaba la cuestión social de la abolición de la esclavitud. Castelar nos da las cifras de esclavos en Cuba y
Puerto Rico. En Cuba había 300.000 esclavos frente a 700.000 libres, mientras que en Puerto Rico habría unos 40.000
esclavos frente a 350.000 libres. A lo largo del Sexenio se produjo una división entre los diversos proyectos reformistas
respecto a Cuba y el poderoso grupo propeninsular o españolista, formado por grandes burgueses y propietarios
españoles y criollos, además de comerciantes españoles en Cuba, contrario a la abolición de la esclavitud. El partido
peninsular cubano adoptó una posición intransigente oponiéndose a las conversaciones con los independentistas.
Durante el gobierno provisional, previo al reinado de Amadeo de Saboya, con Prim como Presidente del
Consejo de Ministros, Segismundo Moret, el Ministro de Ultramar, logra la aprobación de una abolición parcial de la
esclavitud, con la llamada Ley de Vientres o Ley Moret, que declaraba libres a los que nacieran de mano esclava, a los
menores de edad, a los mayores de determinada edad y a los esclavos que hubieran servido en el Ejército español.
Más tarde, a finales de 1872 y principios de 1873, Ruiz Zorrilla, el presidente del Partido Radical, realiza un proyecto
de ley de abolición completa de la esclavitud, aunque se aplica ya con la Primera República en Puerto Rico. Contra este
proyecto se desató una feroz oposición. Para coordinar la acción opositora se crearon Círculos Hispano Ultramarinos
y se impulsó también la constitución en varias ciudades de la “Liga Nacional” antiabolicionista. Instigaron plantes de
la nobleza al rey Amadeo de Saboya, conspiraciones, campañas de prensa y manifestaciones callejeras. Precisamente,
la oposición a este proyecto de ley abolicionista fue uno de los elementos más visibles, en la prensa conservadora, de
crítica al rey Amadeo I. Esta caricatura se presenta en pleno debate sobre la abolición de la esclavitud. Finalmente, la
abolición se pudo adoptar en Puerto Rico en marzo de 1873, ya durante la Primera República; en el caso de Cuba, el
sistema esclavista pervivió en la isla hasta 1886, aunque se había abolido por decreto en 1880, durante el reinado de
Alfonso XII. Tanto en Cuba como en Puerto Rico, la abolición de la esclavitud tuvo un impacto significativo en la

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economía y la sociedad. Muchos antiguos esclavos se convirtieron en trabajadores asalariados. Sin embargo, la
abolición de la esclavitud no solucionó todos los problemas de desigualdad e injusticia en estas colonias, y muchos
antiguos esclavos continuaron luchando por sus derechos y libertades durante décadas después de la abolición.
La Guerra Larga de Cuba se alargó más allá de los límites cronológicos del Sexenio Democrático, hasta febrero
de 1878, cuando el general Martínez Campos logró un acuerdo de compromiso con los rebeldes: la Paz de Zanjón. La
guerra supuso para España unas pérdidas humanas superiores a los 130.000 hombres y un coste económico cuantioso.

8. EL TURNO PACÍFICO DE LOS PARTIDOS.

El Buñuelo, 20 de septiembre de 1880. Viñeta “El turno pacífico de los partidos”

1. Clasificación.

En la imagen podemos observar una viñeta titulada “El turno pacífico de los partidos”, publicada en la revista
satírica El Buñuelo, 20 de septiembre de 1880. Podemos considerarla una fuente primaria, pues se critica un asunto
contemporáneo a la época en la que se publicó esta caricatura. Su contenido es político, ya que se trata de una
publicación crítica con el régimen de la Restauración.

La imagen es una sátira política que celebra el acuerdo entre los partidos y la paz en el país. El nombre "El
Buñuelo" se refiere al seudónimo del caricaturista y periodista Eduardo de San Martín, quien trabajó en publicaciones
satíricas en la segunda mitad del siglo XIX. Esta revista tuvo un corto recorrido, sólo se publicaron 53 números entre

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1880 y 1883. El dibujante firma con el nombre de Demócrito. El destinatario es público, todo aquel que compre la
revista.

2. Análisis.

La idea principal es una crítica al sistema canovista o al sistema político de la Restauración. Aunque el título
sería “El turno pacífico de los partidos”, esta alternancia todavía no se ha producido. En la noria que hace rodar un
burro aparece una y otra vez la cabeza de Antonio Cánovas del Castillo sobre los cubos atados a la noria. La viñeta se
ubica temporalmente en los primeros años de gobiernos de Cánovas, en los que organiza todo el sistema político con
el que se gobernará el país. La caricatura critica la inmovilidad de Cánovas en el poder. El Partido Liberal-Fusionista o
Partido Liberal de Sagasta se turnaría en el poder con el Partido Conservador de Cánovas, copiando el modelo inglés,
para asegurar así la intervención del Ejército en la vida política, acabar con la violencia política y dar estabilidad al
sistema. No obstante, en septiembre de 1880 todavía el Partido Liberal no ha asumido el gobierno, no lo hará hasta
que Sagasta encabece su primer gobierno el 8 de febrero de 1881.

El objetivo de esta viñeta es criticar el sistema político, el autor está en contra del turno pacífico de los partidos.
El título de la viñeta se refiere a la idea de que los partidos estaban rotando pacíficamente en el poder, lo que fue una
novedad en la historia política de España en ese momento.

3. Contexto histórico.

El contexto histórico lo podemos encuadrar dentro de la Restauración borbónica, que comienza en 1874 y que
se extenderá, a duras penas, hasta el primer tercio del siglo XX. El restablecimiento de la monarquía borbónica supuso
la implantación en España de un sistema liberal y conservador, no democrático. Uno de sus principales artífices fue
Antonio Cánovas del Castillo, político que procedía de la Unión Liberal y que lideró el partido alfonsino durante el
Sexenio Democrático. Consiguió atraer a las élites políticas y sociales contrarias al absolutismo y al republicanismo y
preparó el retorno de los Borbones: en 1870 logró la renuncia de Isabel II al trono español a favor de su hijo Alfonso,
que en 1874 firmó el Manifiesto de Sandhurst, en el cual aceptaba ser rey de España. El regreso de los Borbones se
produjo tras el pronunciamiento del general Martínez Campos en Sagunto el 29 de diciembre de 1874. El 9 de enero
de 1875, el joven rey entró en España por Barcelona y el día 14 llegaba a Madrid. Entre 1875 y 1880 Cánovas asumió
el gobierno para controlar el nuevo régimen y abrirlo a los sectores desencantados de la inestabilidad política del
Sexenio y a los carlistas más moderados. Para asegurar la estabilidad de la Restauración, Cánovas diseñó un régimen
bipartidista inspirado en el modelo inglés. Los dos grandes partidos que aglutinaron a las diferentes fuerzas políticas
fueron el Partido Conservador, dirigido por el mismo Cánovas del Castillo, y el Partido Liberal, presidido por Sagasta.
El régimen de la Restauración se basó en una nueva Constitución promulgada en 1876, que permaneció en vigor hasta
1931, aunque fue suspendida y vulnerada varias veces. Esta Constitución buscaba garantizar la consolidación de la
monarquía restaurada y construir un sistema político de orden, autoritario y muy centralizado. Se recortaron muchas
libertades, como la de expresión o la de imprenta. También se concluyeron el conflicto carlista y la Guerra Larga de
Cuba con la firma de la Paz de Zanjón (1878). El sistema se consolidará con el turno efectivo tras la etapa liberal bajo
el gobierno de Sagasta de 1881 a 1883. Para garantizar la continuidad del sistema tras la muerte de Alfonso XII, se
firmó el Pacto de El Pardo (1885), por el que Sagasta y Cánovas se comprometieron a apoyar la regencia para defender
la monarquía y aceptaron continuar el turno pacífico en el poder.

El turno pacífico se apoyaba en un sistema electoral corrupto en el que los dos grandes partidos acordaban los
resultados electorales con el siguiente mecanismo: cuando un presidente del Gobierno dimitía, el rey encargaba la
formación de un nuevo gobierno al líder de la oposición, quien disolvía las Cortes y convocaba unas elecciones, que
siempre ganaba por mayoría absoluta, ya que las organizaba desde el Ministerio de la Gobernación con la colaboración

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de los alcaldes, los gobernadores civiles y los caciques de los pueblos y de las ciudades. El hecho de que se turnaran
dos partidos en el poder hizo que quedaran fuera del sistema diferentes opciones políticas, como son los republicanos,
los movimientos obreros y los nacionalismos.

9. LA CARGA (BARCELONA, 1902)

Ramón Casas i Carbó, La Carga (Barcelona, 1902). Museo Nacional Reina Sofía

1. CLASIFICACIÓN

En cuanto a la clasificación, podemos decir que se trata de una fuente primaria, es contemporánea de los hechos. Se
trata, además, de un cuadro de denuncia social, la carga de la Guardia Civil contra una manifestación obrera. El título
de la pintura es La Carga (Barcelona, 1902).
La obra la pudo pintar Ramón Casas unos años antes, pero la actualizó para denunciar los hechos que tuvieron lugar
en Barcelona durante la huelga general de febrero de 1902. El autor es Ramón Casas, un pintor modernista catalán
formado en Barcelona y París donde entra en contacto con la pintura de finales del siglo XIX y principios del XX. El
destinatario es público, pertenece al Museo Nacional Reina Sofía, aunque se expone en el Museo de Arte Moderno de
la Garrotxa de Olot (Gerona).

2. ANÁLISIS

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En las ideas principales, encontramos un cuadro de denuncia social, aunque para algunos autores no era esa la
intención del autor, sino la de hacerse eco de los sucesos que ocurrían a su alrededor. Representa el momento en que
la Guardia Civil, a caballo, disuelve una concentración de obreros en una plaza pública de una indeterminada ciudad
industrial catalana. La acción más intensa se desarrolla en el lado derecho, con la carga a caballo de un guardia civil
contra un obrero que cae a tierra y está a punto de ser pisoteado por el caballo. El centro del cuadro sólo hay un gran
espacio vacío que consigue precisamente completar mejor la acción dramática dándole más dramatismo a ese fondo,
donde la masa es dispersada a golpes. Nos trasmite la sensación de violencia y agitación que producen esos
acontecimientos entre sus contemporáneos. Aunque para algunos autores, Ramón Casas pintaba hechos
contemporáneos como mero cronista, en este caso, la denuncia social y política es evidente.
La brutal carga de la Guardia Civil a caballo sobre una multitud que huye despavorida de los sables y el objetivo captar
la esencia de la violencia ciega con la que el poder reprimía al proletariado.

3. CONTEXTO

La España de fines del siglo XIX es fundamentalmente agraria. No obstante, el desarrollo de la industria en algunas de
sus ciudades, generó una nueva clase social, la clase obrera, cada vez más consciente de su mísera situación y de la
necesidad de la unión para mejorar sus condiciones laborales y, en definitiva, su calidad de vida. La débil y muy
localizada industrialización española explica la debilidad del movimiento obrero hasta el Sexenio Democrático. No
obstante, ya desde la década de 1830 nacieron algunas asociaciones, como las Sociedades de Socorro Mutuo; se
produjeron algunas protestas de carácter ludita, como los conflictos en 1835 en la fábrica “El Vapor” en Barcelona; la
aparición de los primeros periódicos. Estas primeras manifestaciones del movimiento obrero fueron duramente
reprimidas por los gobiernos de la época. A mediados del siglo XIX se desarrollaron las dos principales ideologías
obreras: anarquismo y marxismo. Ambos realizan una crítica al sistema capitalista y buscan una alternativa para
sustituir al capitalismo. Además buscaban devolverle la libertad a la clase trabajadora y destruir la propiedad privada.
Para conseguir estos objetivos los marxistas creían en la formación de partidos políticos para hacer el cambio desde
dentro y, sin embargo, los anarquistas no creían en la política y consideraban que el cambio debía producirse desde
fuera, con acciones pensadas en abolir el poder. Es decir, los marxistas participan en el sistema político, mientras que
los anarquistas no participan ni quieren participar en el juego político ni quieren crear ningún partido que defienda
sus ideas políticas porque no creen en la política. Así pues, los anarquistas no formarán nunca un partido político sino
que su forma de organización será siempre mediante la creación de sindicatos. Los marxistas defienden la llegada al
poder mediante las urnas y, cuando lleguen a obtenerlo, organizar la “dictadura del proletariado”, encargada de
destruir el capitalismo. Los anarquistas consideran que deben destruir el Estado. Ambas ideologías coinciden en buscar
conseguir una sociedad más igualitaria que reconozca los derechos a los trabajadores. Además defienden la abolición
de la propiedad privada.

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A partir de 1868 y hasta comienzos del siglo XX se intensifica el crecimiento y la lucha del movimiento obrero. Las
dos tendencias del movimiento obrero, en la línea de lo que ocurría en el escenario internacional, serían la
anarquista, con los seguidores de Bakunin y Proudhon, y la marxista o socialista, con los seguidores de Marx.
Las libertades políticas permitieron un importante impulso al movimiento obrero durante el Sexenio. En 1864 se
había creado en Londres la Asociación Internacional de Trabajadores (A.I.T.), donde durante un cierto tiempo
convivieron los seguidores de las ideas de Carlos Marx (marxistas o socialistas) y los seguidores de Mijaíl Bakunin
(anarquistas). Las nuevas libertades traídas por la "Revolución Gloriosa" permitieron la creación de la Sección
Española de la A.I.T. Su fundación se debió al impulso del anarquista italiano Giuseppe Fanelli. Desde un principio
en los "internacionalistas" españoles hubo claro predominio de la ideología anarquista, inspirada en el pensamiento
de Bakunin. Como era de esperar por su mayor grado de industrialización, el movimiento anarquista tuvo un mayor
desarrollo en Cataluña. Por otro lado, Paul Lafargue, yerno de Marx, vino a nuestro país a propagar las ideas
del marxismo. En 1872, creó un pequeño grupo madrileño que poco después daría lugar al PSOE (1879).
Los socialistas, PSOE y UGT, se implantaron esencialmente en Asturias, País Vasco, Madrid y zonas del campo
andaluz. Mientras los anarquistas y su sindicato la CNT asentaron su predominio en Cataluña, Aragón, Levante y
Andalucía.
Ya durante la Restauración, si los conservadores solían poner el acento en el orden frente al ejercicio de los derechos
y la defensa del sufragio censitario, los liberales defendían más el reconocimiento y garantía de las libertades y el
sufragio universal masculino. En este sentido, los liberales aprobaron la Ley de Asociaciones en 1887, que permitió
la legalización de sindicatos, como la UGT, así como la celebración de congresos y reuniones sindicales, y del propio
PSOE. La Federación de Sociedades de trabajadores de la Región Española, fue formada en 1900. La organización
adoptó el sindicalismo sobre las bases liberales. Su éxito fue inmediato: huelgas generales afloraron a través de toda
España. Muchas de estas huelgas no tenían un liderazgo visible sino que estallaban directamente por la clase
trabajadora.
A finales de siglo, los anarquistas seguían siendo enemigos de la acción política; pretendían destruir el orden
existente por medio del terrorismo y cometieron una serie de atentados, lanzando bombas en lugares públicos
o bien asesinando al presidente del gobierno, Cánovas de Castillo, en San Sebastián en agosto de 1897.
Dos fenómenos destacan en lo referente a las clases populares: el crecimiento numérico de la clase obrera, cada vez
más organizada en torno a los sindicatos CNT y UGT, y la pervivencia de una amplia masa de jornaleros sin tierra en
el sur del país, en una situación social desesperada que les llevará hacia posturas políticas cada vez más radicales. Las
condiciones de vida de los jornaleros llegaban a jornadas de 18 horas diarias, con unos salarios míseros.

La crisis social, agudizada desde el siglo XX, con la recesión económica y el influjo de la revolución rusa de 1917,
favoreció el crecimiento de los sindicatos. La UGT aumentó su afiliación y la CNT todavía más, siendo Cataluña
la zona de mayor presencia del anarcosindicalismo. En Vizcaya, Asturias y Madrid se producían huelgas, pero era
Barcelona la que más destacaba en conflictividad social. Sin embargo, el conflicto derivó en una auténtica “guerra
social” entre patronos y obreros. La patronal, en efecto, decidió responder con el cierre de empresas (lock-out),
creó un cuerpo armado para defenderse (el Somatén o guardias cívicas armadas formadas por ciudadanos

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voluntarios, dispuestos a frenar el avance de los grupos obreros y sindicalistas de izquierdas) y buscó la
colaboración de los sindicatos libres (contrarios a la CNT). Los actos terroristas y la violencia callejera, fruto del
enfrentamiento entre pistoleros de uno y otro signo, sumieron a Barcelona en una espiral de violencia.

“La carga” es un atrevido acercamiento a uno de los temas más candentes de la Barcelona de finales del XIX y principios
del XX. La ciudad vive convulsa los cambios que la incipiente industrialización conlleva, incluida la consiguiente
conflictividad social derivada de las pésimas condiciones de trabajo de los obreros en las fábricas. En estos centros de
producción se extenderían las ideas revolucionarias que pretendían la revolución social. La lucha obrera encontraba
su vía de escape en la sindicación y en las huelgas y manifestaciones que las autoridades no dudaban en reprimir
brutalmente mediante el uso de una violencia muchas veces desmedida.
El tema es claro y políticamente incorrecto para la época: la brutal carga de la Guardia Civil a caballo sobre una multitud
que huye despavorida de los sable y el objetivo captar la esencia de la violencia ciega con la que el poder reprimía al
proletariado.

10. TRATADO DE PAZ ENTRE ESPAÑA Y ESTADOS UNIDOS

S. M. la Reina Regente de España, en nombre de su augusto hijo D. Alfonso XIII, y los Estados Unidos de
América, deseando poner término al estado de guerra hoy existente entre ambas naciones [...] han con-
venido en los siguientes artículos:
Artículo I. España renuncia a todo derecho de Soberanía y propiedad sobre Cuba. En atención a que dicha
isla, cuando sea evacuada por España, va a ser ocupada por los Estados Unidos [...]
Artículo II. España cede a los Estados Unidos la isla de Puerto Rico y las demás que ahora están bajo su
soberanía en las islas Occidentales y la isla de Guam en el archipiélago de las Marianas o Ladrones.
Artículo III. España cede a los Estados Unidos el archipiélago conocido por Islas Filipinas [...] Los Estados
Unidos pagarán a España la suma de veinte millones de dólares (20.000.000 de pesos) dentro de los tres
meses después del canje de ratificaciones del presente Tratado [...]
Artículo IV. Los Estados Unidos pagarán durante el término de diez años [...] admitirán en los puertos de
las islas Filipinas a los buques y mercancías españolas bajo las mismas condiciones que a los buques y
mercancías de los Estados Unidos.
Hecho público por duplicado en París, a 10 de diciembre de 1898. Firmado: Eugenio Montero Ríos y
William R.Day.

CLASIFICACIÓN
Se trata de un texto basado en una fuente primaria. Es un texto jurídico de naturaleza política, al ser un Tratado
internacional. En el texto se recogen varios artículos del Tratado de Paz de París, por el que se pone fin a la guerra
entre España y Estados Unidos. Está fechado el día 10 de diciembre de 1898. El autor es colectivo, son las delegaciones
diplomáticas que representaban a Estados Unidos y España en las negociaciones que tuvieron lugar en Parías. Aparece
firmado por Eugenio Montero Ríos, como presidente de la delegación española que negoció el Tratado de París, y por
William R. Day, como secretario de Estado de Estados Unidos; ambos en representación de la regente María Cristina
de Habsburgo-Lorena, en nombre de su hijo Alfonso XIII y del presidente de Estados Unidos, William McKinley. Es un
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texto público. Por este Tratado, España reconoce la pérdida de prácticamente las últimas colonias que le quedaban:
Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam.

CONTEXTUALIZACIÓN
Durante el Sexenio Democrático ya se había producido una primera guerra en Cuba, denominada la Guerra Larga o de
los Diez Años (1868-1878). Tras la Paz de Zanjón de 1878, que puso fin a la Guerra Larga, los cubanos esperaban una
serie de reformas dirigidas a conseguir mayor autonomía en el gobierno de la isla, la abolición de la esclavitud, la
libertad de comercio y representación en Cortes españolas. La ineficacia y lentitud de la administración para introducir
reformas, por ejemplo, la esclavitud fue abolida en 1886 (antes el 1880 había habido una ley de abolición, pero los
esclavos debían pagar por su libertad; en 1886, sí que se da la abolición total). Esta tardanza en hacer reformas y la
oposición de los intereses económicos españoles en la isla causaron que el independentismo ganara poco a poco
posiciones. Cuba era una colonia muy rentable para España, al ser el principal productor del mundo en azúcar de caña
y uno de los mayores de tabaco. Además era un mercado privilegiado para los tejidos catalanes y las harinas
castellanas. En Puerto Rico se daban los mismos problemas que en Cuba, contando también con una población
española y criolla importante. Sin embargo, Filipinas era un caso diferente, puesto que tenía una importante presencia
de misioneros y militar, pero muy poca presencia de población civil.
En 1893 José Martí fundó en Cuba el Partido Revolucionario Cubano, cuyo objetivo era claramente la independencia.
Inmediatamente recibió el apoyo de Estados Unidos, quienes importaban grandes cantidades de tabaco y azúcar de
Cuba. Estados Unidos sufría la elevación de los aranceles por la política proteccionista española de este período
(“arancel Cánovas”, 1891).
La guerra entre Cuba y España (1895-1898) comienza con el Grito de Baire, que supone un levantamiento generalizado
contra el dominio español. Estados Unidos apoyó a los sublevados con armas y dinero. Cánovas del Castillo
inicialmente envió un ejército al mando del general Martínez Campos, quien fue incapaz de pacificar la isla. Más tarde,
lo relevó en el mando Valeriano Weyler, quien fue responsable del asesinato de uno de los líderes rebeldes, Antonio
Maceo. Weyler pacificó la región occidental de la isla, pero los mambises cubanos seguían fuertes en la zona oriental,
donde las fuerzas españolas sufrían las enfermedades y las tácticas guerrilleras de los cubanos. Weyler ordenó la
concentración de la población rural de Cuba en núcleos urbanos que se convirtieron prácticamente en campos de
concentración. A la muerte de Cánovas, en 1897, esta política de represión, acompañada por una propaganda
antiespañola por parte de Estados Unidos, hizo que España diese un giro, sustituyera a Weyler por el general Blanco e
iniciara una estrategia de conciliación con los insurrectos: se decretó la autonomía de Cuba, el sufragio universal y
otros derechos; sin embargo ya era demasiado tarde para aceptar tratos, Cuba continuó con la guerra. La prensa
norteamericana de Hearst y Pulitzer reclamaba la intervención de Estados Unidos en Cuba, presuntamente para acabar
con la «matanza de civiles» aunque en verdad sólo pretendían apoderarse de la isla, ignorando la lucha de los
independentistas cubanos.
En 1896 se produjo otra revolución paralela a la cubana en las islas Filipinas, donde se toma el ideario de José Rizal,
por el que se pedía que Filipinas fuese una provincia española y no una colonia o que pudiera enviar representantes a

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las Cortes españolas, además de la igualdad entre filipinos y españoles. La colonia tenía débil presencia militar y los
intereses económicos eran menores (producción de tabaco).
El incidente que el gobierno de EE.UU. utilizó como excusa para declarar la guerra a España fue el estallido del
acorazado norteamericano Maine, fondeado en La Habana, en febrero de 1898, en el que murieron 260 personas. Tras
el presunto atentado (las últimas investigaciones hablan de accidente) mandaron un ultimátum a España para que
desalojara el ejército de Cuba, y aunque el gobierno español sabía que estaba en inferioridad no pudo aceptarlo ya
que su honor estaba en juego. La guerra fue muy breve, la diferencia de armamento era abismal, y Estados Unidos no
tardó en derrotar a las tropas españolas, tanto en Cuba (batalla naval de Santiago de Cuba, en la que se destruyó la
armada naval española a cargo del almirante Cervera) como en Filipinas (batalla naval de Cavite). Una vez consumada
la derrota, el gobierno de Sagasta inició las conversaciones diplomáticas para negociar la rendición, en contra de la
opinión del ejército. Estados Unidos y España firmaron la Paz de París en diciembre de 1898. Ni cubanos ni filipinos ni
puertorriqueños pudieron intervenir en las negociaciones.
Dada la rápida derrota española, el acuerdo es claramente favorable a los intereses norteamericanos. Además de
perder Cuba (Cuba se convirtió en estado independiente, bajo “protección” estadounidense), España cede también a
Estados Unidos, Filipinas, Puerto Rico y Guam. El resto de las Islas Marianas, las Carolinas y Palaos, que también
pertenecían al Estado Español, son vendidas en 1899 a Alemania, debido a su lejanía e imposibilidad de defenderlas.
Las repercusiones del Tratado en España no sólo fueron económicas: la situación ya estaba mal y la pérdida de las
colonias no afectó en demasía al capital del país; tampoco el comercio sufrió demasiado. La mayor repercusión fue
ideológica y moral. En respuesta a esta situación nacieron dos corrientes ideológicas importantes: la generación del
98, corriente literaria, y el regeneracionismo, más objetiva y científica, sobre todo por parte de Joaquín Costa. La
derrota incontestable sumió a la sociedad y a la misma clase política en un estado de frustración y desencanto visibles.
Se había acabado el Imperio español y el propio país despertó sabiéndose una potencia menor, en el que quedaban
bien lejos sus pasadas glorias. España había sido uno de los imperios más poderosos de Europa y del mundo, y a partir
de ese momento era un país abatido y derrotado. La visión de una “nación moribunda” se hizo sentir profundamente
en una parte de la opinión pública española que estimó que había que el sistema debía de cambiar. Finalmente, para
intentar restablecer su imagen internacional, España se embarcó en una expansión colonial hacia Marruecos, a partir
de 1900, que le acarrearía nuevos quebraderos de cabeza (Annual, 1921) y que tampoco lograría el propósito que se
buscaba con ello. Además, la crisis política del 98 será el punto de partida de la larga crisis del sistema de la
Restauración. El intervencionismo militar, aparcado durante la Restauración, volverá a hacer su aparición desde
consignas patrióticas (golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera en septiembre de 1923).

ANÁLISIS
Idea principal:
El texto nos ofrece como idea principal un extracto del conjunto de condiciones que Estados Unidos impone a España
tras la derrota en la guerra hispano-estadounidense por la que España pierde definitivamente sus últimos territorios
coloniales: Cuba, Filipinas, Puerto Rico y la isla de Guam. De las condiciones se extrae una idea clara: la sustitución de
un imperialismo agotado, como era el español, por otro, como el estadounidense.
22
Ideas secundarias:
España concede la independencia total a Cuba. Estados Unidos se encargará de los intereses económicos de Cuba,
pasará a ser autónoma, bajo la protección y el monopolio estadounidense (art. 1)
Respecto a Puerto Rico y la isla de Guam, pasan directamente a Estados Unidos (art. 2).
Estados Unidos compra el archipiélago de Filipinas (art. 3).
España tendrá durante diez años el privilegio de atracar barcos y comerciar en los puertos Filipinos en las mismas
condiciones que los barcos estadounidenses (art. 4).

11. GRÁFICO Y MAPA SOBRE CICLO HUELGUÍSTICO Y CRISIS DE 1917.

CLASIFICACIÓN

Se nos presenta un doble documento:

 Una gráfica con el número de huelgas en España entre 1905 y 1923.


 Un mapa en el que se refleja tanto la incidencia de la crisis de 1917, con los principales focos huelguísticos en
las zonas industriales y urbanas, como la incidencia de las huelgas en el medio rural entre 1918 y 1921, durante
el conocido como Trienio bolchevique.

El gráfico y el mapa son fuentes secundarias (documentos historiográficos). El gráfico alude a la situación social y
económica de España durante el reinado de Alfonso XIII y antes de la dictadura de Primo de Rivera. Es un gráfico lineal,

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en el eje de abscisas (X) tenemos los años y en el que ordenadas (Y) se nos presenta el número de huelgas. El mapa es
un mapa temático que nos muestra la incidencia de la crisis de 1917 en España en el entorno urbano e industrial,
además de la incidencia en el medio rural y urbano de las huelgas agrícolas. Se centra exclusivamente en 1917 para
las zonas industriales y va de 1918 a 1921 para las huelgas agrícolas.

ANÁLISIS

 En el gráfico, se destaca la evolución del número de huelgas, mostrándonos la evolución de la conflictividad


social en el período señalado. En cuanto a la evolución de las huelgas en España entre 1905 y 1923, vemos un
crecimiento importante entre 1909 y 1914, pasando de no superar a las 200 huelgas anuales a tener más de
300 huelgas anuales entre esos años. No obstante, el crecimiento mayor se inicia en 1917 y llega a su punto
culminante en 1920, con más de 1000 huelgas. Baja a partir de 1921, pero se mantiene por encima de las 400
huelgas. El primer auge coincide con la Semana Trágica de Barcelona y el segundo momento con la crisis de
1917 y se prolonga con el Trienio Bolchevique y la crisis que afecta a toda Europa tras la Primera Guerra
Mundial.
En el mapa apreciamos la especial incidencia de los paros obreros en zonas como Valencia, Barcelona y su
cinturón industrial, Vizcaya y Asturias; otros focos menos importantes serían Madrid, Alicante, Linares y La
Carolina en la provincia de Jaén y las minas de Río Tinto en Huelva. En cuanto a las huelgas agrarias, su
incidencia es muy importante en Andalucía, en el Valle del Guadalquivir, y con menor relevancia en el resto de
Andalucía, Extremadura y algunas zonas de Castilla-La Mancha y Castilla y León, siendo muy poco relevante
en Galicia y la cornisa cantábrica, Cataluña, así como en algunos puntos del interior castellano y aragonés y en
los dos archipiélagos. Es evidente que lo que se refleja es un desigual reparto de la propiedad, con su origen
inicial en los diferentes tipos de Repoblación, siendo Andalucía bética la zona con más latifundios de España,
debido a los repartimientos, junto con Extremadura y gran parte de Castilla-La Mancha, aunque en estos
territorios no alcanza la misma intensidad, pues la Repoblación se produjo por medio de las Órdenes Militares.

CONTEXTO

El liberalismo hace que se pase de una sociedad estamental a una sociedad de clases, iguales a nivel legal, pero
con enormes desigualdades sociales y económicas entre las diferentes clases sociales. A principios del siglo XX, dentro
del sistema de la Restauración, se intenta realizar algunas reformas tanto en gobiernos del Partido Conservador de
Maura o del Partido Liberal de Canalejas, lo que Maura llamó “revolución desde arriba”, como fueron instaurar el
descanso dominical, la regulación del trabajo infantil y de las mujeres, la eliminación de la redención del servicio
militar, la creación del Instituto Nacional de Previsión. No obstante, estas reformas fueron insuficientes y no lograron
salvar las desigualdades sociales. Como observamos en el mapa, desde 1909 el número de huelgas aumentó
enormemente, en julio de 1909, se produjo el desastre del Barranco del Lobo en Marruecos, uno de las más
sangrientas derrotas sufridas por el ejército español. Antonio Maura. La crisis de 1909 fue conocida como la Semana
Trágica de Barcelona. Su origen estuvo en el llamamiento a filas de reservistas para cubrir las bajas en la guerra
marroquí. Violentos desórdenes tuvieron lugar en el puerto cuando iban a ser embarcados los soldados, en su mayoría
pertenecientes a las clases populares. A ello se unió una huelga general convocada por los anarquistas y los socialistas:

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sectores urbanos de Barcelona quedaron aislados mediante el levantamiento de barricadas y el conflicto se extendió
a otras ciudades catalanas. Acabó derivando en un motín anticlerical, con el incendio y saqueo de numerosos
conventos. El gobierno conservador de Maura reprimió con dureza el conflicto. El pedagogo anarquista Ferrer Guardia
fue acusado de promover los desórdenes, condenado a muerte y ejecutado. El hecho levantó las protestas de las
izquierdas (a las que se unió el propio Partido Liberal) y dio lugar a una campaña internacional al grito de “¡Maura
no!”. Todos estos acontecimientos obligaron a la dimisión de Antonio Maura. Un año después se fundó el principal
sindicato anarquista, la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), con un número muy considerable de afiliados.
Coincide además con la obtención del primer diputado por parte del PSOE.

La neutralidad española en la I Guerra Mundial produjo grandes beneficios empresariales, pero también carestía y un
aumento de la inflación para la mayoría de la población. España se convierte en el principal abastecedor de productos
agrícolas de los contendientes, además sirve de revulsivo para el crecimiento industrial. Eso generará un aumento
espectacular de los precios (inflación) mientras que nos salarios apenas crecieron, eso será la principal causa de la
explosión social de 1917. En este año se produce una triple crisis: militar, política y social.

Militar, con la creación de las Juntas de Defensa por parte de una parte del Ejército, para controlar los ascensos y las
condiciones profesionales. Como funcionarios les afectaba la carestía de la vida. Pero sobre todo defendían la escala
cerrada: los ascensos por antigüedad, en lugar de por méritos de guerra, siempre difíciles de valorar. Frente a ellos
surgió el grupo de los africanistas. Las Juntas proliferaron y presionaron al Gobierno. Después de varios choques, el
Gobierno se vio obligado a reconocerlas como portavoces.

Política. Los diputados y senadores catalanes se reunieron en la Asamblea de Parlamentarios en Barcelona e invitaron
al resto de parlamentarios españoles, creando un Parlamento en paralelo al de Madrid. Pedían autonomía para
Cataluña y unas Cortes Constituyentes para reformar el Estado. La convocatoria tuvo poco éxito, fue prohibida por el
Gobierno y disuelta por el gobernador civil.

Social, la UGT y la CNT convocaron conjuntamente una huelga general en el mes de agosto. Pedían reformas laborales
(salarios, precios) y políticas. La huelga fue ampliamente respaldada en casi todo el país. Pero la detención del comité
de huelga madrileño, el miedo al contagio de una revolución como la rusa y la represión del ejército la hicieron
fracasar. El saldo fue de unos 2.000 obreros detenidos y un centenar de muertos. El Gobierno quedó seriamente
debilitado como consecuencia del triple conflicto. Y se puso en evidencia la creciente descomposición del sistema de
la Restauración.

El final de la crisis de 1917 no resolvió el problema, sino que las huelgas continuaron y se extendieron por todo el
campo andaluz en lo que se llamó el “trienio bolchevique” (1918-1921), como se puede observar en el mapa, esta
conflictividad social en el entorno rural fue mucho más grave en las zonas donde predominaba el latifundio. En
Cataluña se produjeron enfrentamientos entre obreros y pistoleros contratados por los patronos (pistolerismo), lo que
dejó un reguero de muertos.

Desde el gobierno no se dieron soluciones a los problemas que provocaron la explosión social de 1917. En 1921 se
produce el Desastre de Annual, en una operación militar imprudente -impulsada el general Fernández Silvestre- el
ejército español fue incapaz de contener el ataque de las tropas rifeñas. Su retirada en desbandada dejó sobre el
terreno más de diez mil muertos, la mayor parte de ellos campesinos y obreros.

El impacto del desastre sobre la sociedad española fue grande y tuvo consecuencias profundas: se abrió una
investigación sobre las responsabilidades: el “Expediente Picasso”. Los altos mandos militares, el Gobierno y el propio
rey (cuya amistad con Fernández Silvestre era notoria) quedaron en entredicho. Una razón importante del golpe de
Estado de 1923 fue impedir que se hiciesen públicas las investigaciones.

Estos dos documentos nos dan una visión objetiva de la cantidad de conflictos sociales y levantamientos en ese
período en España.

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12. MANIFIESTO DEL GOLPE DE ESTADO DE PRIMO DE RIVERA.

Al país y al Ejército: Españoles: Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque
hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida española) de
recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos amando la Patria no ven para ella
otra salvación que libertarla de los profesionales de la política, de los que por una u otra razón nos ofrecen
el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan a España con un próximo fin
trágico y deshonroso. La tupida red de la política de concupiscencias ha cogido en sus mallas,
secuestrándola, hasta la voluntad real [...]

Este movimiento es de hombres: el que no sienta la masculinidad completamente caracterizada, que


espere en un rincón, sin perturbar, los buenos días que para la Patria preparamos…

Españoles: ¡Viva España y Viva el rey! [...]

No tenemos que justificar nuestros actos, que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de prelados,
ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e impunes atracos;
depreciación de la moneda; francachela de millones de gastos reservados [...] rastreras intrigas políticas
tomando como pre- texto la tragedia de Marruecos […] descarada propaganda separatista, pasiones
tendenciosas alrededor de problema de las responsabilidades [...]

En virtud de la confianza y mandato que en mí han depositado, se constituirá en Madrid un directorio


inspector militar con carácter provisional encargado de mantener el orden público [...]

La Vanguardia, Barcelona, 13 de septiembre de 1923.

CLASIFICACIÓN
Este texto es una fuente primaria, se trata de un texto histórico-circunstancial, de carácter político. Aparece fechada
el 13 de septiembre de 1923 y su autor es Miguel Primo de Rivera. Este texto recoge un fragmento de la proclama
política de Miguel Primo de Rivera tras el golpe de Estado que encabezó en Barcelona contra el gobierno de la
Restauración, en el marco de la monarquía, con el objetivo de disolver el gobierno y parlamento y, establecer un
gobierno dictatorial presidido por el mismo Primo de Rivera, siempre bajo el reinado de Alfonso XIII. Su destinatario
es el pueblo español.

CONTEXTUALIZACIÓN
Primo de Rivera alcanzó el poder el 13 septiembre de 1923 tras un golpe de Estado iniciado en Barcelona, no combatido
por el gobierno, aceptado por el rey, Alfonso XIII, y con el alivio de gran parte de la sociedad española.

26
El golpe de Estado estuvo apoyado por los terratenientes y los miembros de la burguesía industrial y comercial. Se
opusieron a ella las clases medias urbanas, la intelectualidad y los nacionalismos. Incluso el movimiento obrero se
dividió ante la dictadura, los anarquistas y comunistas se opusieron a la dictadura, mientras que los socialistas (PSOE
y UGT) colaboraron con la misma.

Los años previos al golpe de Estado de Primo de Rivera se caracterizaron por una gran inestabilidad política, económica
y social, como indica Primo de Rivera para justificar su golpe de Estado en la proclama que estamos comentando.
A nivel político, entre 1914 y 1923 hubo seis elecciones generales y hasta doce cambios de gobierno. Se intentaron
crear gobiernos de concentración para poder solventar los problemas. No obstante, el poder siguió recayendo en los
dos partidos dinásticos. Ni siquiera la crisis de la Asamblea de Parlamentarios en 1917 cambió nada del sistema.
A nivel económico, el período de expansión producido por la demanda de productos agrícolas e industriales de la I
Guerra Mundial fue seguido por un período de carestía económica derivada del empobrecimiento de las clases sociales
media y trabajadora.
A nivel social, la crisis económica produjo un profundo malestar social, con crecimiento de los sindicatos y de las
movilizaciones obreras. Los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial, aumentó el paro y la conflictividad social,
llegando a límites como el envío del ejército para sofocar las huelgas, la aprobación de la ley de fugas (por la que se
simulaba la evasión de un detenido para asesinarlo) o el pistolerismo (los patronos contrataban a pistoleros para
reprimir las huelgas).
A estas razones había que añadir que la guerra de Marruecos seguía siendo un problema grave, sobre todo para las
clases populares, sobre las que recaían la mayor parte de los muertos. La guerra sólo beneficiaba a los intereses de
una parte del Ejército, que ascendía por méritos militares, y a los empresarios que obtenían beneficios de la misma.
Los nacionalismos periféricos también seguían sin ser tenidos en cuenta por ninguno de los grandes partidos.
En este contexto tan complicado se puede entender el apoyo que recibió el golpe de Estado, aunque este apoyo fue
disminuyendo con el paso del tiempo.
A estas causas casi estructurales, hay que añadir las enormes pérdidas humanas del Desastre de Annual, en Marruecos,
en 1921, en el que murieron más de 12.000 soldados, por la acción temeraria del general Fernández Silvestre, quien
atacó a las fuerzas rifeñas sin refuerzos en la retaguardia. El gobierno encargo al general Juan Picasso que realizase un
informe para estudiar las causas del Desastre de Annual. El Expediente Picasso salpicaba al Ejército, al rey y a los
intereses económicos de empresarios y políticos. Primo de Rivera dio el golpe de Estado antes de que se publicara el
Expediente Picasso, evitando el descrédito de la monarquía y del Ejército. El rey Alfonso XIII cedió el gobierno a Primo
de Rivera inmediatamente después del golpe de Estado, con lo que su destino quedaba ligado al de la dictadura.
Primo de Rivera inaugurará un régimen político dictatorial, que se extenderá desde 1923 hasta 1930, a pesar de la
provisionalidad de la que habla en su manifiesto. Su gobierno será de corte fascista, con un único líder, partido único,
disolución del Parlamento y de las instituciones constitucionales, suspensión de la Constitución, nacionalismo de
Estado, intervencionismo económico y restricción de libertades.

ANÁLISIS

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La idea principal del texto es responsabilizar a la clase política española de los males que aquejan al país y en
consecuencia justificar el golpe de Estado que el propio general Primo de Rivera encabezó el día 13 de septiembre de
1923.

Como ideas secundarias, Primo de Rivera va desglosando en su proclama los problemas que arrastra y atraviesa el
país:

- Primo de Rivera se remonta al Desastre del 98, culpando a los políticos de la pérdida de las colonias.
- Igualmente acusa a la clase política de no permitir la acción del rey, con lo que Primo de Rivera defiende al rey
de cualquier culpa en los problemas del país. El sistema político que inaugurará será una “dictadura con rey”,
igual que la de Italia entre Víctor Manuel III y Mussolini.
- Igualmente, condena la violencia obrera, sobre todo anarquista (“asesinatos de prelados, ex gobernadores,
agentes de la autoridad, patronos, capataces”), pero también el pistolerismo (“asesinatos de obreros”).
- Culpa del problema marroquí a la corrupción política.
- Ataca al nacionalismo periférico, acusándolo de ser “propaganda separatista”.
- Además critica el Expediente Picasso, cuando habla de las “intrigas políticas” y de búsqueda tendenciosa de
responsabilidades.
- La enumeración de todos estos males de España, es la causa del apoyo popular a este golpe de Estado,
demandado popularmente.
- Primo de Rivera, finalmente, muestra sus intenciones de crear un directorio militar como forma de gobierno
provisional con el objetivo de restablecer el orden público. No obstante lo que tenía intención de ser
provisional se alargó entre 1923 y 1930.

13. DISCURSO DE LA DIPUTADA CLARA CAMPOAMOR.

Señores diputados: se está haciendo una constitución de tipo democrático, por un pueblo que tiene escrito
como lema principal, en lo que yo llamo el arco del triunfo de su República, el respeto profundo a los
principios democráticos [...] Yo no creo, no puedo creer, que la mujer sea un peligro para la República,
porque yo he visto a la mujer reaccionar frente a la Dictadura y con la República [...]
Resolver lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad del género
humano en la política, para que la política sea cosa de dos, porque sólo hay una cosa que un sexo solo:
alumbrar, las demás las hacemos todos en común, y no podéis venir aquí vosotros a legislar, a votar
impuestos, a decir deberes, a legislar sobre la raza humana, sobre la mujer y sobre el hijo, aislados, fuera
de nosotras [...]
Respecto a la serie de afirmaciones que se han hecho esta tarde contra el voto de la mujer, he de decir,
con toda consideración, que no están apoyadas en la realidad [...] ¿quién protestó y se levantó en Zaragoza
cuando la guerra de Cuba más que las mujeres? ¿Quién nutrió la manifestación pro responsabilidades del
Ateneo, con motivo del desastre de Annual, más que las mujeres, que iban en mayor número que los
hombres? [...]
No cometáis, señores diputados, ese error político de gravísimas consecuencias. Salváis a la República,
ayudáis a la República atrayéndoos y sumándoos esa fuerza que espera ansiosa el momento de su
redención.
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Diario de Sesiones de las Cortes Constituyentes. Intervención de Clara Campoamor en las sesiones de
30 de septiembre y 1 de octubre 1931.
CLASIFICACIÓN

Este texto es una fuente primaria por su origen, de naturaleza histórico-circunstancial. Es un texto de carácter político,
pues refleja la argumentación de una diputada en un discurso parlamentario, en las Cortes españolas, y social, ya que
recoge las aspiraciones al voto de las mujeres españolas. El texto es un discurso de la diputada Clara Campoamor en
el Congreso de los Diputados, fechado entre las sesiones de los días 30 de septiembre y 1 de octubre de 1931, en los
debates de la Constitución de 1931, que será aprobada en diciembre de ese mismo año. Los destinatarios son los
diputados de las Cortes, como representantes de los españoles. Es un texto oficial y público.
Clara Campoamor fue la autora de este texto, había sido elegida diputada por el Partido Radical en las elecciones a
Cortes Constituyentes de junio de 1931. Formó parte de la comisión encargada de elaborar el proyecto de Constitución
de la Segunda República española.

CONTEXTUALIZACIÓN

Desde la proclamación de la Segunda República española, se forma un gobierno provisional, dirigido por Niceto Alcalá-
Zamora y formado por el mismo comité revolucionario que había firmado el Pacto de San Sebastián en 1930, en contra
de la monarquía de Alfonso XIII.
Este gobierno provisional convocará elecciones a Cortes Constituyentes en junio de 1931, en las que ganaron una
coalición de republicanos y socialistas. La primera tarea de estas Cortes va a ser la redacción de una Constitución, por
la que se regirían los destinos de los españoles durante la Segunda República. Hasta diciembre de 1931 se celebraron
diferentes debates sobre los puntos más polémicos de la nueva Constitución, a partir de un anteproyecto presentado
por una comisión parlamentaria de la que formaba parte Clara Campoamor y que estaba presidida por el socialista
Jiménez de Asúa. En los debates parlamentarios se trataron temas como la cuestión religiosa o el voto femenino. El
30 de septiembre comenzaron los discursos en las Cortes a favor y contra del sufragio femenino. La principal defensora
del voto femenino fue la abogada Clara Campoamor, quien debió enfrentarse a las críticas y a los argumentos en
contra de numerosos diputados. Una de las diputadas que votó y argumentó en contra del voto femenino fue la
diputada socialista Victoria Kent, quien se oponía al voto femenino por la influencia que podrían tener en las mujeres
la Iglesia a través de sus confesores o sus maridos. Durante el debate se habían escuchado argumentos como que las
mujeres no deberían comenzar a ejercer su derecho a voto hasta los 45 años, “dada la debilidad psíquica y de voluntad
e inteligencia de las mujeres antes de esa edad”. Otros atribuían su oposición a razones biológicas o a las cualidades
con las que se vinculaba a las mujeres en aquella época como el histerismo o la irracionalidad.
Clara Campoamor, Victoria Kent y, unos meses después, Margarita Nelken, fueron las tres primeras diputadas
españolas. Curiosamente, las mujeres podían ser elegidas, pero tenían prohibido el voto. Tras unos debates muy
enconados, finalmente se aprobó la igualdad de derechos efectiva entre hombres y mujeres, incluyendo el sufragio.
Se permitió que las mujeres pudieran votar, tal como se recogió en el artículo 36 de la Constitución de 1931, “Los
ciudadanos de uno y de otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los mismos derechos electorales conforme
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determinen las leyes”. El sufragio femenino fue aprobado por 161 votos a favor, 121 en contra y 188 abstenciones.
Pero detrás de esta decisión de las mujeres por ejercer su derecho a voto se encuentra la gran lucha femenina del
primer tercio del siglo XX por conseguirlo. España lo consigue a partir de 1931, ya en países como Nueva Zelanda,
Reino Unido, Finlandia, Noruega o Alemania ya lo habían conseguido. Las mujeres votaron por primera vez en España
el 9 de noviembre de 1933, en las que hubo una victoria de la derecha, de la que se culpó al voto femenino y, en
particular, a Clara Campoamor, quien no salió reelegida. No obstante, en las elecciones posteriores, las de febrero de
1936, venció el Frente Popular, una coalición de izquierdas. Sin la determinación de Clara Campoamor, las mujeres no
hubieran tenido el derecho al voto en España.

ANÁLISIS

Idea principal
Ideas secundarias
 La mujer ha luchado a favor de la República, en contra de la Dictadura de Primo de Rivera.
 Clara Campoamor defiende que la mujer debe legislar y tomar sus propias decisiones, como parte del género
humano.
 Clara Campoamor contraargumenta las opiniones que se han vertido en las sesiones, sobre el peligro de las
mujeres hacia la República. Clara Campoamor defiende que las mujeres habían luchado por sus derechos y los
de sus familias en diversas ocasiones y manifestaciones: contra la guerra de Cuba, pro responsabilidades del
Ateneo, por el desastre de Annual. Mientras Victoria Kent defendía que las mujeres no estaban preparadas
para votar por falta de conciencia en la República, Campoamor sacó una batería de situaciones en las que,
precisamente las mujeres, habían sido decisivas para llegar a la misma. Demostrando que las mujeres tenían
conciencia suficiente sobre la República y ya merecían ese derecho a votar.

14. TEXTO Y MAPA SOBRE LA REFORMA AGRARIA DURANTE LA II REPÚBLICA

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“Toda la riqueza del país sea quien fuere su dueño, está subordinada a los intereses de la economía nacional y afecta
al sostenimiento de las cargas públicas, con arreglo a la Constitución y a las leyes.
La propiedad de toda clase de bienes podrá ser objeto de expropiación forzosa por causa de utilidad social mediante
adecuada indemnización, a menos que disponga otra cosa una ley aprobada por los votos de la mayoría absoluta de
las Cortes. Con los mismos requisitos la propiedad podrá ser socializada.
Los servicios públicos y las explotaciones que afecten al interés común pueden ser nacionalizados en los casos en que
la necesidad social así lo exija”.
Fuentes: Constitución de 1931 y Pascual Carrión, Los latifundios en España. Su importancia, origen, consecuencias y solución,
Madrid, Gráficas Reunidas, 1932.

CLASIFICACIÓN
Se trata de un documento doble: un texto con fragmentos de la Constitución de 1931 relativos a la posibilidad de
expropiación de tierras si responde a un interés general, y un mapa con las provincias españolas y el porcentaje de
fincas de más de 250 hectáreas con respecto a la superficie agraria total.
En el caso del texto, es una fuente primaria de naturaleza jurídica, aprobada el 9 de diciembre de 1931. Está elaborada
por las Cortes Constituyentes elegidas en junio de 1931, concretamente por una comisión de diputados dirigida por
Jiménez de Azúa. El destinatario es público.

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El mapa es también una fuente primaria, es un documento elaborado en 1932, casi a la vez que la Constitución. Es un
mapa temático de naturaleza económica y social y se sitúa en los primeros años de la Segunda República. Es un mapa
público.
ANÁLISIS
En el texto:
La idea principal es clara: toda la propiedad privada puede ser expropiada si el interés general así lo considera.
Ideas secundarias del texto:
- Prevé también la posibilidad de una indemnización adecuada.
- Habla también de que los intereses económicos particulares están sometidos al interés económico
nacional.
- Otra idea secundaria es que los bienes privados contribuyen al sostenimiento de los servicios
- públicos.
En el mapa:
Se refleja el porcentaje de latifundios con respecto a la superficie agraria de cada provincia, concentrándose
sobre todo en la mitad sur. Vemos la mayor concentración de latifundios (fincas superiores a 250 hectáreas) en gran
parte de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, siendo estas superficies en Sevilla, Cádiz, Jaén, Huelva,
Granada, Córdoba, Ciudad Real y Cáceres más del 40 % de la superficie agraria provincial. Por el contrario, el fenómeno
es muy reducido (en torno al 10 % en Zamora, Valladolid, Palencia, Soria, Guadalajara, Cuenca y Castellón). No
aparecen datos en gran parte del tercio norte peninsular, pero sabemos que el problema no era tan acuciante. Es
evidente que lo que se refleja es un desigual reparto de la propiedad, con su origen inicial en los diferentes tipos de
Repoblación, siendo Andalucía bética la zona con más latifundios de España, debido a los repartimientos, junto con
Extremadura y gran parte de Castilla-La Mancha, aunque en estos territorios no alcanza la misma intensidad, pues la
Repoblación se produjo por medio de las Órdenes Militares. Con los datos de este mapa podemos deducir
aproximadamente las provincias con un mayor número de jornaleros (agricultores sin tierras y que trabajan las de
otros) cuyas condiciones de vida son miserables y se convierten en un potencial foco revolucionario debido a la
expansión de la ideología anarquista que tantos problemas ocasionará a los gobiernos republicanos.

CONTEXTO
El problema del desigual reparto de la tierra en España se remontaba a la Reconquista y a la consiguiente
Repoblación, especialmente en Extremadura, Andalucía y parte de Castilla-La Mancha, como hemos indicado en el
análisis. España era un país eminentemente agrario donde este problema de la desigual distribución de la tierra cobra
especial importancia. Con la llegada de la República, se transmite a los campesinos la idea de que se va a realizar una
reforma agraria que solventará este problema. Extensos latifundios en Extremadura y Andalucía (como se observa en
el mapa), campesinos empobrecidos y arrendatarios explotados demandaban al nuevo gobierno la solución de sus
problemas. Estas promesas que reciben los campesinos sobre una reforma agraria necesaria se van a ver frustradas,
puesto que la reforma va a tener unos efectos muy escasos, va a ser lenta. Se inicia en el gobierno provisional y, sobre
todo en el bienio reformista. En la misma Constitución de 1931 se prevé la necesidad de expropiar e incluso de ocupar

32
tierras, como se indica en los fragmentos del texto que debemos comentar. Sin embargo, el proyecto de reforma
agraria chocaba con la oposición de los latifundistas y de los partidos de derecha y centro que obstaculizaron su
tramitación en el Congreso. Finalmente se aprobó la Ley de Bases de la Reforma Agraria que pretendía la
modernización técnica, acabar con el latifundismo y redistribuir la propiedad mediante el asentamiento de campesinos
en las tierras expropiadas. Para su aplicación se creó el Instituto de Reforma Agraria. Pero sus resultados fueron
limitados, solo hubo 12.000 asentamientos en dos años. Entre las causas del fracaso de la ley hay que señalar su
complejidad técnica, su escaso presupuesto y la oposición de los grandes propietarios. La lentitud en su aplicación, el
paro y la frustración de los jornaleros del campo derivaron en insurrecciones anarquistas que desembocaron en duros
y trágicos enfrentamientos con las fuerzas de orden público, como los graves incidentes de Casas Viejas, en los que la
Guardia de Asalto sitió y mató a un grupo de campesinos anarquistas. Además, con la llegada del bienio radical-cedista,
la reforma agraria se paralizará, con la consiguiente expulsión de las tierras que habían ocupado de miles de jornaleros.
La frustración de los campesinos generará explosiones de violencia inducidas por los anarquistas que pondrán contra
las cuerdas a los gobiernos progresistas. Con la victoria en febrero de 1936 del Frente Popular, se acelera la reforma.
Con la derrota del bando republicano en la Guerra Civil, se acabará el proyecto de reforma agraria.

15. CARTELES DE AMBOS CONTENDIENTES DURANTE LA GUERRA CIVIL

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CLASIFICACIÓN
Se nos presentan dos carteles de la Guerra Civil, cada uno de un bando diferente, el de la izquierda pertenece a los
sublevados y el de la derecha, a los republicanos. La propaganda gráfica se convirtió en un arma poderosísima de
difusión de la ideología política. En la Guerra Civil española adquirirá una importancia y un desarrollo espectaculares.
Se trata de dos fuentes primarias, se elaboraron en el mismo momento en el que se estaba desarrollando la guerra,
son documentos histórico-circunstanciales, con carácter político y propagandístico. El primero es del bando sublevado,
aunque no conocemos al autor, podríamos fecharlo posiblemente entre 1936 a 1939. El segundo fue publicado en
1937, como se indica en el mismo diseño y está firmado por Parrilla, uno de los grandes cartelistas republicanos, de
ideología socialista. En los dos casos el destinatario es público, la masa de población que apoya a uno u otro bando o
la población en general para que apoye a cada bando.
ANÁLISIS

En el cartel del bando nacional se está justificando el alzamiento militar y posterior guerra como una cruzada y España
se erige en “orientadora espiritual del mundo”. Para que un cartel sea eficaz debe haber poco texto y mucha imagen.
Aquí el autor ha querido resaltar dos cosas: en primer lugar, que la guerra está justificada desde el punto de vista
religioso, que tiene la legitimidad de una lucha en defensa de la religión católica, de ahí el término de “cruzada” que
le da la Iglesia católica española a la contienda y que aparece en el cartel con letras grandes. En segundo lugar, España
(se ve el mapa de España destacándose en el globo terrestre) es, además, la “orientadora espiritual del mundo”,
trascendiendo esta lucha a la defensa de los valores de Occidente frente al enemigo de esos valores, suponemos que
el marxismo, el ateísmo... que aparecen frecuentemente en los carteles nacionales.
En la segunda imagen, editada por el bando republicano, vemos un llamamiento a la unidad -muy frecuente en este
bando- en este caso entre las tropas de voluntarios de las Brigadas Internacionales con sede en Albacete, y los propios
españoles contra el invasor, se refiere a las tropas italianas, alemanas y portuguesas que apoyan al bando franquista.
El cartel se divide en varias partes, en la central aparecen dos soldados con fusiles en la mano y avanzando, como
fondo y cerrando la composición triangular, tenemos a una imagen femenina, es la alegoría de la República que asiste
a estos soldados y porta la corona de laurel del triunfo. Entre los dos soldados aparece un círculo donde aparece la
frase “Voluntarios internacionales de la libertad, 1936-1937”. Debajo está la leyenda, el mensaje principal: “Los
internacionales, unidos a los españoles, luchamos contra el invasor”. El objetivo es suscitar apoyo a favor de esos
voluntarios, principalmente comunistas que vienen a España a luchar contra el fascismo.
En los dos casos encontramos dos documentos excepcionales para ver el soporte ideológico de los dos bandos
contendientes.
CONTEXTO
La Guerra Civil Española, acontecida desde el 17 de Julio de 1936 hasta el 1 de abril de 1939, es una de las mayores
catástrofes que podemos recordar a nivel nacional. En esta guerra, se dividieron dos Españas, por un lado, la España
nacional y, por otro lado, la España republicana. Ambos bandos, se apoyaron en la propaganda política para atraer a
la sociedad hacia su bando y recibir apoyo. Una de las mayores formas de propaganda fue el cartel de ambos bandos.

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El 17 de julio se produjo la sublevación en la guarnición militar de Melilla y al día siguiente en numerosas ciudades de
toda España. Franco acudió a Marruecos desde Canarias para ponerse al frente de las tropas sublevadas. El fracaso
del levantamiento en julio de 1936 en las principales ciudades, especialmente Madrid, Barcelona y los grandes núcleos
industriales del norte, por la reacción armada de las organizaciones sindicales y de izquierda y la fidelidad al Gobierno
de parte del ejército, provocó la conversión de aquel golpe de Estado en una guerra civil que duro casi tres años.
La Guerra Civil española pronto tuvo una dimensión internacional, va a ser un precedente de la Segunda Guerra
Mundial. El bando sublevado (nacional) fue el más favorecido por el apoyo militar, económico y financiero extranjero.
Alemania, Italia y Portugal apoyaron con soldados, material armamentístico a este bando. Los republicanos se vieron
perjudicados por la política de apaciguamiento, el Comité de No Intervención hizo que no tuvieran apoyos suficientes.
Sus principales apoyos fueron la URSS y un grupo de voluntarios, las Brigadas internacionales, cerca de 50.000 hombres
hasta 1938.
Las diferencias ideológicas de los dos bandos se reflejarán en los carteles. Para los nacionales, se trataba de una
cruzada contra el ateísmo, el marxismo y el anarquismo, además de una vuelta a la tradición. Para los republicanos,
era una lucha contra el fascismo y la conservación de los logros de la República, para algunos republicanos era, además,
una revolución obrera. Los carteles del bando nacional utilizaron eslóganes sobre la unidad de España, la fe y el
catolicismo, como el cartel de la izquierda refleja. De igual manera, aparece simbología fascista como el águila, el yugo
y las flechas o la esvástica nazi. Por otra parte, en los carteles del bando republicano, se resalta la educación o la lucha
contra el fascismo. En cuanto a símbolos, se utiliza la hoz, el martillo y otras herramientas que daban a entender que
eran un bando obrero y luchador. En este caso, se trata de un cartel con el que se buscan apoyos internacionales.
Además, la Guerra Civil fue un hito en la historia de las comunicaciones, y en el dominio y tratamiento de la información
y la propaganda en distintos soportes: radio, prensa, cine, fotografía o carteles. La propaganda con carteles no será
exclusiva de la Guerra Civil española, sino que ya se había utilizado durante la Primera Guerra Mundial y se utilizará
muy activamente en otras guerras, como la Segunda Guerra Mundial.

16. PAZ, PIEDAD Y PERDÓN.


La guerra civil está agotada en sus móviles porque ha dado exactamente todo lo contrario de lo que se proponían
sacar de ella, y ya a nadie le puede caber duda de que la guerra actual no es una guerra contra el Gobierno, ni una
guerra contra los gobiernos republicanos, ni siquiera una guerra contra un sistema político: es una guerra contra la
nación española entera [...] La reconstrucción de España será una tarea aplastante, gigantesca, que no se podrá fiar
al genio personal de nadie, ni siquiera de un corto número de personas o de técnicos; tendrá que ser obra de la
colmena española en su conjunto, cuando reine la paz, una paz que no podrá ser más que una paz española y una paz
nacional, una paz de hombres libres [...] Este fenómeno profundo, que se da en todas las guerras, me impide a mí
hablar del porvenir de España en el orden político y en el orden moral, porque es un profundo misterio, en este país
de las sorpresas y de las reacciones inesperadas, lo que podrá resultar el día en que los españoles, en paz, se pongan
a considerar lo que han hecho durante la guerra. Yo creo que si de esta acumulación de males ha de salir el mejor bien
posible, será con este espíritu, y desventurado el que no lo entienda así. No voy a aplicar a este drama español la
simplísima doctrina del adagio de que “no hay mal que por bien no venga”. No es verdad. Pero es obligación moral,
sobre todo de los que padecen la guerra, cuando se acabe como nosotros que- remos que se acabe, sacar de la lección
y de la musa del escarmiento el mayor bien posible, y cuando la antorcha pase a otras manos, a otros hombres, a otras
generaciones, que les hierva la sangre iracunda y otra vez el genio español vuelva a enfurecerse con la intolerancia y
con el odio y con el apetito de destrucción, que piensen en los muertos y que escuchen su lección: la de esos hombres

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que han caído magníficamente por una ideal grandioso y que ahora, abrigados en la tierra materna, ya no tienen
odio, ya no tienen rencor, y nos envían, con los destellos de su luz, tranquila y remota como la de una estrella, el
mensaje de la patria eterna que dice a todos sus hijos: Paz, piedad, perdón.

Fuente: Manuel Azaña, Discursos políticos, edición a cargo de Santos Juliá, Crítica. Barcelona, 2003,
pp.489-494.

CLASIFICACIÓN
Es una fuente primaria. Su autor es Manuel Azaña, presidente de la República y sus destinatarios el conjunto de los
españoles por lo que es público. Es un discurso de naturaleza política. Fue pronunciado en Barcelona el 18 de julio de
1938, exactamente dos años después del golpe de Estado contra la República y del inicio de la Guerra Civil. La
intencionalidad del mismo es, muy probablemente, intentar convencer a la opinión pública de la conveniencia de
promover la mediación internacional para acabar con la guerra.

CONTEXTUALIZACIÓN
En julio de 1936 estallaba la Guerra Civil española, tras un golpe de Estado fracasado y que tenía como objetivo acabar
con la II República. Este golpe de Estado se produjo en el seno de una sociedad profundamente dividida y un sistema
político profundamente inestable (desigualdades sociales, intransigencia de las distintas opciones políticas, resistencia
a los cambios por parte de la Iglesia católica, el ejército y las élites del país, contexto internacional caracterizado por
el auge de los totalitarismos, etc.).
El desconcierto general que siguió al estallido de la guerra fue acompañado de la inmediata búsqueda de apoyos
internacionales por parte de los bandos enfrentados (sublevados y autoridades republicanas). Por un lado, la
conspiración auspiciada por el general Mola y que desencadenó el conflicto, pronto concluyó que para tener
posibilidades de vencer en la guerra que habían desencadenado, era precisa la unidad de mando; así, en septiembre
de 1936 la Junta de Defensa Nacional (el órgano colegiado creado por los golpistas para coordinar sus operaciones de
guerra) nombró al general Franco como generalísimo de sus ejércitos. Por otro, las autoridades republicanas y
opciones políticas que apoyaban la II República, profundamente divididas entre sí, se debatían en dedicar todos sus
esfuerzos en compatibilizar un proceso revolucionario con las operaciones de guerra o en concentrarlos el vencer a
unos sublevados cada vez mejor organizados y con importantes apoyos internacionales.
Desde mayo de 1936, el presidente de la República era Manuel Azaña, líder de Izquierda Republicana. Por el contrario,
al frente del gobierno se habían sucedido Casares Quiroga, Martínez Barrio, Largo Caballero y Juan Negrín. Los tres
últimos habían concentrado sus esfuerzos en fortalecer los poderes del Estado y reorganizar el ejército republicano.
Tras dos años desde el comienzo de la Guerra Civil, la zona franquista se había ampliado e incluso había conseguido
dividir en dos la zona republicana, llegando hasta el mar Mediterráneo por Vinaroz, tras las derrotas republicanas en
Teruel y Aragón. En estos momentos las tropas franquistas centraban su ofensiva hacia Valencia, en lugar de hacia
Cataluña.
El distanciamiento entre el presidente de la República, Manuel Azaña, partidario de la negociación con los sublevados,
y el presidente del Consejo de Ministros, Juan Negrín, partidario de prolongar el conflicto hasta que estallase una

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guerra europea, era más que evidente. En abril de ese mismo año, Negrín había hecho públicos sus Trece Puntos. Y
ambas estrategias contaban con firmes partidarios en el seno de la clase política y del ejército republicano. Pese a esa
grave discrepancia, el presidente de la República no retiró su apoyo al gobierno. Y evidentemente, conforme pasaba
el tiempo y el avance y triunfos del ejército sublevado se sucedían, las posibilidades de un final pactado eran menores
mientras que la exigencia de una rendición incondicional por parte del general Franco era mayor. Esta última llamada
pública al cese de la guerra tenía lugar días antes de que tuviese lugar la batalla del Ebro, en el frente este, la batalla
de mayor envergadura de la guerra; antes de que la República tuviese irremediablemente la guerra perdida, tras la
derrota en Teruel. Con este discurso Azaña busca recuperar la concordia nacional, ya la guerra estaba prácticamente
perdida para el bando republicano. En el texto, Azaña rechaza la guerra, sobre todo por ser una guerra entre españoles,
busca una reconciliación. La guerra estaba perdida, se busca que la paz tras la guerra sea lo más benévola posible para
los perdedores, de ahí las tres “Pes”: paz, piedad y perdón. Desgraciadamente, al acabar la guerra no se produjo ese
perdón que solicitaba Azaña ni tampoco la posguerra se caracterizó por la piedad hacia los vencidos.

ANÁLISIS
Las ideas que transmite Azaña en su discurso conducen a una conclusión: la necesidad del final de la guerra, de la firma
de un armisticio e incluso una amnistía. La idea principal es la petición de reconciliación nacional como
argumento tras la Guerra, que ya considera ganada por los sublevados; para evitar futuros enfrentamientos.

Se apoya en varias ideas secundarias:

- El rechazo a la guerra: la barbarie y las barbaridades que se cometen en la guerra.


- La necesidad de evitar conflictos en el futuro y de alcanzar la paz.
- Dificultad en la reconstrucción del país.
- La demanda de aprender una lección de la difícil experiencia y de las muertes debido al conflicto.
- Azaña resume su discurso con tres palabras: “Paz, piedad y perdón”.

17. MUJERES RAPADAS.

Fotografía de cuatro mujeres rapadas en Oropesa, Toledo


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En este caso abordamos una fotografía, se trata de cuatro mujeres rapadas tras la Guerra Civil en el pueblo de Oropesa,
en Toledo. El rapar el pelo a las mujeres se convirtió en una forma especial de humillación a las mujeres de izquierda
o que tenían relación con políticos y soldados de la República por parte de las autoridades franquistas.
CLASIFICACIÓN
Se trata de una fotografía, es, por tanto, una fuente primaria. El momento al que se refiere es o a los últimos meses
de la guerra o durante los primeros años de la posguerra. No conocemos al autor. El destinatario varía en función de
la intencionalidad de la fotografía, posiblemente sería para humillar más a las víctimas y de revancha.

ANÁLISIS
La idea principal es la dureza de la represión franquista. El final de la guerra no supuso, en ningún caso, el perdón, sino
que fue una paz para los vencedores. Además, esta represión fue igualmente penosa en el caso de las mujeres. Cuatro
mujeres, una de ellas con un niño en brazos, rapadas, posan para el fotógrafo. Las caras son de sufrimiento y
resignación, pero también de valentía. A las mujeres que se habían significado o eran familia de conocidos
izquierdistas, se les aplicaban todo tipo de humillaciones: violaciones, palizas, rapado del pelo y paseo público para
humillarlas, encarcelamientos, juicios militares… y también el fusilamiento como a los hombres. Hoy en día la
fotografía, con un lenguaje muy expresivo, habla por sí misma de la brutalidad del vencedor sobre el vencido y la
humillación y vejación del derrotado que sólo le quedaba como salida el exilio o el suicidio. Actualmente, se puede
considerar una fotografía denuncia.

ESTO NO HACE FALTA QUE LO PONGÁIS. Se ha conservado el nombre de estas cuatro personas: Prudencia Acosta,
María Antonia Rubio Alía (Pureza), Antonia Juntas y Antonia Gutiérrez. La primera era esposa de un soldado
republicano. La segunda tenía 16 años al estallar la guerra, la acusaron de tener relaciones con un “chaval rojo”. La
tercera empezando por la izquierda el único delito que había cometido es ser planchadora de los soldados
republicanos. La primera por la derecha nunca se significó políticamente, tampoco su marido, aunque fue acusada de
pertenecer a una familia republicana, conservó toda su vida la trenza que le fue cortada.

CONTEXTO HISTÓRICO
Durante la Guerra Civil, la represión en los dos bandos fue durísima. La zona republicana realizó una dura represión
contra aristócratas, militares y religiosos (Paracuellos del Jarama, Torrejón de Ardoz). La violencia se frenó a finales de
1936 gracias a actitudes como la de Indalecio Prieto y al esfuerzo de los gobiernos republicanos de restablecer el orden
público, con el fin de dar una buena imagen internacional. Se estiman unos 50.000 muertos en dicha represión. La
zona sublevada practicó desde el principio de la guerra una sistemática represión, dirigida a los republicanos con el fin
de sembrar el terror y eliminar a los enemigos políticos e ideológicos. Mientras que la represión republicana se redujo
a finales de 1936, los sublevados nunca redujeron el ritmo de represión. De hecho, se mantuvo el estado de guerra
hasta 1948. Se estiman unos 130.000 muertos. La represión no sólo afectó a hombres, también a mujeres, que fueron
humilladas, violadas y vejadas de múltiples formas. Esta represión fue disminuyendo conforme avanzaba el
franquismo, pero no llegó a desaparecer del todo. Fueron acciones violentas dirigidas directamente por el Estado e
institucionalizadas por medio de leyes: Ley de Responsabilidades Políticas de 1939, Ley de Represión de la Masonería
y el Comunismo de 1940, Ley contra el Bandidaje y el Terrorismo de 1958 y la Ley de Orden Público de 1959.

18. ACUERDO POLÍTICO DEL CONGRESO DE MUNICH EN 1962.


El Congreso del Movimiento Europeo reunido en Múnich los días 7 y 8 de junio de 1962 estima que
la integración, ya en forma de adhesión, ya de asociación de todo país a Europa, exige de cada uno de
ellos instituciones democráticas, lo que significa en el caso de España, de acuerdo con la Convención
Europea de Derechos del Hombre y la Carta Social europea, lo siguiente:

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1. La instauración de instituciones auténticamente representativas y democráticas que garanticen que el
gobierno se basa en el consentimiento de los gobernados.
2. La efectiva garantía de todos los derechos de la persona humana, en especial los de libertad personal
y de expresión, con supresión de la censura gubernativa.
3. El reconocimiento de la personalidad de las distintas comunidades naturales.
4. El ejercicio de las libertades sindicales sobre bases democráticas y de la defensa por los trabajadores
de sus derechos fundamentales, entre otros medios por el de la huelga.
5. La posibilidad de organización de corrientes de opinión y de partidos políticos con el reconocimiento
de los derechos de la oposición.
El Congreso tiene la fundada esperanza de que la evolución con arreglo a las anteriores bases permitirá la
incorporación de España a Europa, de la que es un elemento esencial; y toma nota de que todos los
delegados españoles, presentes en el Congreso, expresan su firme convencimiento de que la mayoría de
los delegados españoles desean que la evolución se lleve a cabo de acuerdo con las normas de la prudencia
política, con el ritmo más rápido que las circunstancias permitan, con sinceridad por parte de todos y con
el compromiso de renunciar a toda violencia activa o pasiva, durante y después del proceso evolutivo”.
Congreso del Movimiento Europeo celebrado en Múnich los días 7 y 8 de junio de 1962.

CLASIFICACIÓN
Se trata de una fuente primaria de naturaleza político-ideológica y de carácter público, redactado entre el 7 y 8 de
junio de 1962 por el Congreso del Movimiento Europeo, celebrado en Múnich. Este fragmento, “La declaración del
Congreso de Múnich del Movimiento Europeo (1962)”, es una resolución aprobada por los 118 delegados españoles
presentes en la misma y remitida al Congreso Europeo. La Delegación Española del Movimiento Europeo estaba
compuesta por miembros de la oposición interior (liderada por José María Gil-Robles) y otros que se hallaban en el
exilio (liderada por Salvador de Madariaga) y adscritos a diversas opciones políticas (monárquicos, nacionalistas,
derecha tradicional, republicanos de izquierda y socialistas, no se invitó ni a comunistas ni a anarquistas). Este
documento se dirige a la opinión pública internacional para denunciar la dictadura franquista y minar el
reconocimiento del franquismo en Europa y a nivel internacional.

CONTEXTUALIZACIÓN
El texto hay que situarlo en el segundo franquismo. En esta etapa se han dado profundos cambios económico y
sociales, pero no políticos. A partir de los años 50, el franquismo comenzaría un período de apertura internacional,
coincidiendo con el contexto internacional de la Guerra Fría. España llegó a un acuerdo bilateral con Estados Unidos,
con la instalación de bases militares norteamericanas en suelo español, utilizando el argumento de ser una dictadura
nacionalcatólica profundamente anticomunista. El régimen de Franco se integró en el bloque occidental, como aliado
de Estados Unidos. Aunque sin proceder a ninguna reforma política. A nivel económico, esto condujo a España a
abandonar, por fin, las cartillas de racionamiento y abrirse al mercado internacional.

A partir de 1959, daría comienzo la denominada etapa del desarrollismo que daría lugar a una época de expansión y
crecimiento económico. En este marco, España, a través de su ministro Fernando Castiella, pidió el ingreso en la CEE

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(Comunidad Económica Europea) lo que llevó a los sectores más moderados de la oposición a participar en el IV
Congreso del Movimiento Europeo que se celebraba en Múnich en 1962. La delegación española estaba formada por
118 miembros, tanto de la oposición interna como la que se encontraba en el exilio. En esta delegación había
representantes de todas las tendencias, excepto comunistas (contexto de la Guerra Fría, además de que Santiago
Carrillo se había manifestado contra la CEE) y anarquistas. Entre ellos, dirigiendo el grupo de la oposición en el exilio
estaba el exministro de la República, Salvador de Madariaga, que presidía el Congreso; como representante de la
oposición interior, el antiguo líder de la CEDA, José María Gil Robles. Reunidos por separado, llegaron a consensuar la
declaración de Múnich. En ella se buscaba obtener unos mínimos comunes de entendimiento entre la oposición
exterior y la interior. Ambos pedían la apertura del régimen franquista y la reconciliación tras la guerra.
La Declaración del IV Congreso del Movimiento Europeo destacaba que España no podía ser admitida en la CEE, para
serlo debían producirse ciertas reformas: cese de la represión, apertura democrática, reconocimiento del pluralismo
político, libertad de expresión y asociacionismo sindical, fin de la censura (que no acabaría hasta la llegada de la
democracia), derecho a la huelga, etc. Tanto la Iglesia española (en pleno Concilio Vaticano II y con aires de cambio)
como Don Juan de Borbón, que esperaba una restauración monárquica, decidieron guardar silencio ante la
declaración. Las conclusiones de las reuniones se pueden sintetizar en dos: petición de democracia para España, en la
que se centra el texto, y la petición de no dejar entrar a España en la CEE hasta que no se restableciera la democracia.
El régimen franquista se indignó por la Declaración, calificó despectivamente el encuentro como de “Contubernio de
Múnich”, como una confabulación de la oposición para fines censurables y perjudiciales a los españoles. Comparó el
Congreso con el Pacto de San Sebastián de 1930 que condujo a la II República. Aquellos integrantes de la delegación
española que regresaron a España fueron encarcelados, depurados o enviados a las Canarias (otros decidieron, por
precaución, no volver). De hecho, se modificó el Fuero de los Españoles, para impedir la libertad a la hora de fijar el
lugar de residencia). La prensa fue muy dura y crítica con todos aquellos que participaron en Múnich tildándolos de
traidores, reavivando los fantasmas de la Guerra Civil, impulsándose manifestaciones de apoyo al régimen y diversas
muestras de adhesión. El intento de reconciliar a las dos Españas fue rápidamente abortado por el franquismo que,
en modo alguno, estaba dispuesto a olvidar la guerra.
El régimen franquista continuó la dura represión, un año después se ajusticiaba al comunista Julián Grimau, a pesar
de no tener delitos de sangre.
Era evidente que, a comienzos de los 60, algo se estaba moviendo en la política española. Los movimientos de protesta
social darían pie a la creación de Comisiones Obreras en 1964. Igualmente aumentó la protesta juvenil universitaria
que provocó altercados. Del mismo modo, se impulsó un movimiento vecinal que reclamó mejoras sociales. También
empiezan a surgir las primeras diferencias entre la Iglesia Católica, hasta entonces fiel aliado del franquismo.
La importancia de la Declaración de Múnich radicó, principalmente, en la demostración de que el
franquismo no estaba dispuesto a perdonar ni a reconciliar España, permitiendo que las heridas de la
guerra civil perduraran. Para el régimen franquista la dictadura era un sistema de gobierno consolidado
y firme que no iba a renunciar a la dictadura, frente a las corrientes críticas internas o externas que
hubieran dado lugar a una transición política.

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También, mostraba la existencia de grupos de oposición que se mostraban conciliadores. Sin embargo,
la actitud y reacción contra aquellos delegados que participaron en el congreso derivó en que España no
fuera admitida en la CEE; no sería hasta 1970 cuando lograría un acuerdo comercial preferente,
retrasándose su ingreso, como país de pleno derecho, el 1 de enero de 1986.

ANÁLISIS
La idea fundamental del texto es la necesidad instauración de un sistema democrático en España, como requisito
obligatorio para el ingreso en la Comunidad Económica Europea, según lo establecido por el Tratado de Roma (1957).
Este proceso de transición a un sistema democrático debía ser de manera prudente, al ritmo permitido por las
circunstancias, sin violencia.
Esta idea fundamental se desarrolla en cinco ideas o puntos consensuados:
 Necesidad de contar con instituciones representativas y democráticas.
 Derechos humanos básicos, sobre todo libertad y de expresión, poniendo fin a la censura por parte del
gobierno.
 Reconocimiento de las distintas comunidades naturales (Cataluña, Galicia y el País Vasco que habían perdido
sus estatutos de autonomía con el franquismo).
 Respeto a las libertades sindicales y al derecho de huelga.
 Organización de corrientes de opinión y de partidos políticos.

19. CONSTITUCIÓN DE 1978.

Art. 1. 1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como
valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo
político.

2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

3. La forma política del estado español es la monarquía parlamentaria.

Art. 2. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común


e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.

Art. 6. Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y


manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política
[...] Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.

Art.14. Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por
razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia
personal o social.

Art.16. 1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto [...] 3. Ninguna confesión tendrá
carácter estatal [...]

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Art. 20. 1. Se reconocen y protegen los derechos: a) A expresar y difundir libremente los
pensamientos, ideas y opiniones [...] b). A la producción y creación literaria, artística, científica y
técnica. c) A la libertad de cátedra. d) A comunicar y recibir libremente información veraz [...]

Art 23. 1. Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por
medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal [...]

Art. 41. Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los
ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de
necesidad, especialmente en caso de desempleo [...]

Art. 66. 1. Las Cortes Generales representan al pueblo español y están formadas por el Congreso de
los Diputados y el Senado. 2. Las Cortes Generales ejercen la potestad legislativa del Estado [...].

Art. 77. Las Cámaras pueden recibir peticiones individuales y colectivas, siempre por escrito,
quedando prohibida la presentación directa por manifestaciones ciudadanas.

Art. 137. El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades


Autónomas que se constituyan. Todas estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus
respectivos intereses.

Art. 147. 1. Dentro de los términos de la presente Constitución, los Estatutos serán la norma
institucional básica de cada Comunidad Autónoma y el Estado los reconocerá y amparará como
parte integrante de su ordenamiento jurídico.

Art. 155. Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras
leyes le impongan, o actuara de forma que atente gravemente al interés general de España, el
Gobierno [...] podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquella al cumplimiento forzoso
de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.

BOE, 29 de diciembre de 1978

CLASIFICACIÓN
Este texto es una fuente primaria. Es una selección de artículos de la constitución española de 1978. Es un documento
de naturaleza jurídico-legal y temática política; tiene como destinatarios al conjunto de los españoles y su autoría
corresponde a la ponencia constituida tras las elecciones de junio de 1977 y en la que estuvieron representados
miembros de todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria (desde Manuel Fraga por la conservadora
Alianza Popular hasta Jordi Solé Tura por el Partido Comunista de España o Miquel Roca por los nacionalistas). Como
toda constitución tiene por finalidad recoger los derechos y deberes de los ciudadanos y articular el funcionamiento
de sus poderes y órganos de gobierno. Fue aprobada en referéndum el 6 de diciembre de 1978 y sancionada por el
Rey en 27 de ese mismo mes.

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CONTEXTUALIZACIÓN
La entrada en vigor de la constitución de 1978 es el acontecimiento que pone fin al periodo histórico denominado
Transición y que se inició con la muerte de Francisco Franco en noviembre de 1975 (aunque hay historiadores que
prefieren ampliarlo hasta el acceso al poder del PSOE en 1982).
Este período (la Transición) supuso el paso de un régimen dictatorial que tuvo su origen en el golpe de Estado de 1936
y la guerra civil (1936-39) a una monarquía parlamentaria que amparaba un régimen plenamente democrático
homologable al de los países más avanzados del mundo. Este cambio de modelo político fue posible por diversos
factores:
• La progresiva transformación de la sociedad española desde la década de los sesenta y el surgimiento de una
amplia clase media.
• Los avances sociales producidos como consecuencia de una mayor apertura al exterior y debido, en parte, a
la emigración y el turismo.
• La voluntad e impulso del rey Juan Carlos I.
 La voluntad de concordia y entendimiento entre sectores aperturistas del tardofranquismo y de la oposición
política en el exilio o la clandestinidad. No obstante, lo dificultaron fundamentalmente la extrema derecha,
sectores del Ejército y el nacionalismo vasco articulado en torno a la banda terrorista ETA.

Tras la muerte de Franco las posibilidades que, teóricamente, se abrían a la sociedad española con respecto a su futuro
político eran tres: continuismo, ruptura o transición. Pese al rechazo de la oposición política, desde la Corona y el
gobierno se optó por la tercera (“de la ley a la ley a través de la ley”) lo que supuso el desmantelamiento de las Leyes
Fundamentales del franquismo, la aceptación del pluralismo político y la aprobación de una constitución democrática,
dentro de la legalidad del franquismo.
En junio de 1976 el Rey nombró presidente del Gobierno a Adolfo Suárez. Mientras, Torcuato Fernández Miranda
quedaba al frente de las Cortes. Tras la declaración programática del gobierno Suárez (defensa de la soberanía
nacional, posibilidad de elecciones libre y concesión de una amnistía), en noviembre de 1976 se conseguía que las
Cortes aprobasen la Ley para la Reforma Política. Esta implicaba la disolución de las Cortes franquistas y la convocatoria
de Cortes constituyentes tras la legalización de partidos políticos.
Las elecciones de junio de 1977 dieron la mayoría (aunque no absoluta) a la UCD (Unión de Centro Democrático) de
Adolfo Suárez. Tras este partido, los más votados fueron el PSOE, PCE, AP, PNV y CDC. De acuerdo al compromiso de
Adolfo Suárez se constituyó una ponencia constitucional en la que estaban representadas todas las fuerzas políticas
parlamentarias con la finalidad de redactar el nuevo texto constitucional. La integraban:
• Gabriel Cisneros, Miguel Herrero y José Pedro Pérez-Llorca (UCD)
• Gregorio Peces-Barba (PSOE)
• Manuel Fraga (AP)
• Jordi Solé Tura (PCE)
• Miguel Roca (CiU)

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La ponencia redactó el primer texto constitucional de consenso en la historia del constitucionalismo español; un texto
inspirado en las constituciones europeas posteriores a la II Guerra Mundial.
El 6 de diciembre de 1978 la Constitución se aprobó en referéndum. El Rey Juan Carlos I sancionó la Constitución el 27
de diciembre del mismo año. El consenso fue una de las características más significativas del proceso constituyente,
aunque también hubo cesiones de las distintas fuerzas políticas (Estado social, monarquía, comunidades autónomas
y aconfesionalidad del Estado).
Su elaboración fue muy larga pues todos tenían claro que esta constitución debía contentar a todas las fuerzas políticas
lo que garantizaría su duración y estabilidad, además tenía que resolver muchas deficiencias y represiones del régimen
anterior. La única fuerza política que se abstuvo fue el PNV.
El contenido de esta Constitución está presentado con las siguientes partes:
Preámbulo: que define el origen del poder y la ideología del Estado.
Parte Dogmática: que incluye la declaración de los derechos individuales.
Parte Orgánica: que abarca los artículos referidos a la forma de gobierno, a los órganos públicos y sus competencias,
así como a su sistema de nombramiento, a sus competencias y relaciones mutuas.
Esta Carta Magna es extensa, consta de 169 artículos, 4 disposiciones adicionales, 9 disposiciones transitorias, una
derogatoria y una disposición final. Es una constitución rígida, de ideología progresista.
Que se trate de un texto constitucional de consenso y que, en ocasiones su redacción sea deliberadamente ambigua,
ha permitido que opciones políticas de muy distinto signo ideológico puedan haberse alternado en el poder a lo largo
de los últimos 40 años y hayan gobernado con comodidad.

ANÁLISIS
Idea principal  La Constitución de 1978 establece un régimen político democrático.
La selección de artículos que vamos a comentar recoge aspectos relevantes de la misma. Así:
1. El artículo 1 dota a España de un Estado social, que reconoce la soberanía nacional y cuya forma política es una
monarquía parlamentaria
2. Los artículos 2º, 137 y 147 abordan el reconocimiento de la diversidad cultural, idiomática, etc. de España,
concretan su división administrativa y garantiza la descentralización del Estado al permitir la constitución de
comunidades autónomas que se regirán por sus respectivos estatutos de autonomía.
3. El artículo 6º configura a los partidos políticos como los instrumentos a través de los cuales los ciudadanos
expresan el pluralismo ideológico y pueden participar en la vida política.
4. El artículo 16º aborda el hecho religioso configurando un Estado aconfesional que, respetando las creencias
individuales y colectivas, colaborará con las distintas confesiones religiosas y especialmente con la Iglesia Católica
al tratarse ésta de la que cuenta con mayor número de fieles en España y mayor presencia en la vida pública.
5. En los artículos 20º y 23º se recogen diversos derechos y libertades de los ciudadanos (libertad de opinión, de
cátedra, a participar en elecciones y ser elegido…).
6. El artículo 41º fija el régimen de la Seguridad Social como garante de las prestaciones y servicios sociales.

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7. Las funciones de las Cortes Generales y su composición se fijan en los artículos 66º y 67º.
8. En el artículo 155º se fijan medidas para suspender las funciones de una Comunidad Autónoma y que reviertan al
Gobierno de España.

20. VÍCTIMAS DEL TERRORISMO DE ETA.

El País, 4 de mayo de 2018.

En este documento nos vamos a basar en el estudio de los 854 asesinatos producidos por la organización terrorista
ETA a través de dos tipos de gráficos, uno de barras y otros dos circulares.

CLASIFICACIÓN
En cuanto a la clasificación del documento podemos decir que es una fuente secundaria (historiográfica) ya que
no es exactamente contemporánea de los hechos, es una recopilación del número de víctimas desde 1968 cuando ETA
produce su primer asesinato, hasta 2010 que es cuando se produce el último. Evidentemente tiene una naturaleza
social, aunque también política. El período de tiempo que abarca va desde el segundo franquismo (ETA se funda en
1958 pero su primer atentado es de 1968) hasta 2010, siendo el 95 % de los asesinatos a la España democrática. En el
documento se superponen dos tipos de gráfico, en el de barras vemos la evolución año a año del número de víctimas
mortales. En los dos sectoriales vemos: en uno de ellos, el número de civiles asesinados y el número de militares y
fuerzas de seguridad del Estado; en el otro, el número de asesinatos por género.

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ANÁLISIS (IDEAS)
Pasando a la identificación de las ideas vemos en el gráfico de barras cuándo se inicia la actividad asesina de ETA: en
1968, yendo creciendo de manera suave el terrorismo hasta 1977.
El número de asesinados hasta la muerte de Franco es de 44, y el resto de los 854, es decir, 810, a la etapa democrática.
Después de 1977 y en plena transición se produce una subida espectacular del número de víctimas mortales, siendo
1978 el año que marca la nueva tendencia, marcando el año 1980 el de mayor número de asesinados con un total de
95. A partir de aquí la tendencia va a ser a la disminución, aunque con altibajos, determinados estos por las actuaciones
policiales, la colaboración con Francia y las treguas provisionales de ETA, así, en 1999 no hubo ningún atentado.
En el siglo actual la tendencia de descenso se confirma y en 2010 se registra el último asesinato.
En uno de los gráficos circulares o sectoriales vemos que los atentados mortales han afectado más a miembros de las
Fuerzas Armadas y cuerpos policiales (501) que a civiles (jueces, profesores, funcionarios…) con un total de 321, aparte
está el número de políticos asesinados: un total de 32. Por sexo el terrorismo se ha cebado principalmente en varones
(771) frente a mujeres (58).

CONTEXTO HISTÓRICO
La organización terrorista ETA (Euskadi Ta Askatasuna, “Euskadi y Libertad”) fue fundada en 1958 como una escisión
del PNV, tras la expulsión de miembros de las juventudes del Partido Nacionalista Vasco. Cometió su primera acción
acción violenta en 1961 (el intento fallido de descarrilamiento de un tren ocupado por voluntarios franquistas que se
dirigían a San Sebastián para celebrar el Alzamiento), su primer asesinato el 7 de junio de 1968 (el guardia civil José
Pardines) y el último el 16 de marzo de 2010. La ideología de ETA se basaba en tres pilares básicos: la defensa del
euskera, el antiespañolismo y la independencia de los territorios de Euskal Herria: Álava, Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra
(en España), Lapurdi, Navarra Alta y Zuberoa (en Francia). Tuvo como principal objetivo la construcción de un Estado
socialista en Euskal Herria y su independencia de España y Francia.
En los primeros años, la policía persigue a sus miembros, que se dedican a colocar pequeños artefactos sin apenas
consecuencias, hacer pintadas de «Gora Euskadi» (Viva Euskadi) y colocar ikurriñas.
La banda terrorista logra su mayor golpe de efecto con el asesinato del almirante Carrero Blanco, el 20 de diciembre
de 1973, en un espectacular atentado en la calle Claudio Coello de Madrid.
El primer atentado masivo se produjo al año siguiente: el 13 de septiembre de 1974, 12 civiles morían y otros 80
resultaban heridos en la explosión de un artefacto en la cafetería Rolando, en la calle Correo de Madrid, situada junto
a la Dirección General de Seguridad. El debate interno sobre este atentado masivo provoca la primera escisión
importante en la organización: los «milis» de ETA militar, partidarios de la insurrección popular, se desmarcan de los
«polimilis» de ETA político militar, que apuestan por la violencia selectiva.
El 95% de los asesinatos de ETA tuvieron lugar después de la muerte de Francisco Franco. A pesar de la amnistía (Ley
de 15 de octubre de 1977), que daba libertad a los presos de ETA ésta continúa atentando. Sus objetivos eran los
militares a los que se les quería provocar para que bloquearan el proceso hacia la democracia: en 1978 ETA mató a 65
personas y, entre 1975 y 1980, a 236. En la década de los 80, ETA recrudece su ofensiva para forzar las negociaciones

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con el Gobierno y los atentados masivos e indiscriminados azotan a la sociedad española como no lo había hecho hasta
entonces. La mayoría de los asesinados fueron guardias civiles, policías y militares, aunque el 41 % de sus víctimas
mortales fueron civiles (gráfico sectorial que nos presentan), entre ellos: jueces, políticos del PSOE y del PP, periodistas,
empresarios y catedráticos, la mayoría vascos, además de otras personas cuya muerte en atentados y explosiones ETA
consideraba como un daño colateral. Entre las víctimas, 22 niños. El atentado más sangriento fue el del Hipercor de
Barcelona, con 21 muertos y 45 heridos, con un coche bomba en ese centro comercial. El secuestro más largo, el del
funcionario de prisiones, Ortega Lara, con 532 días de cautiverio.

La organización se financiaba mediante atracos, secuestros, tráfico de armas y extorsión económica. También
recaudaba dinero mediante la colocación de huchas en herriko tabernas (bares de simpatizantes de la izquierda
abertzale). La organización extorsionó a empresarios personas mediante el llamado «impuesto revolucionario», a
menudo con amenazas de muerte.

Durante el período democrático participó en la política vasca y española a través de una red de varios partidos
políticos, sindicatos y asociaciones, y especialmente a través de Herri Batasuna, partido que llegó a ser segunda fuerza
en las elecciones al Parlamento Vasco de 1980. Desde la década de 1980, ETA declaró y rompió numerosas treguas y
altos al fuego, negociando con el Gobierno de España en varias ocasiones. La impotencia de los gobiernos, durante la
época de los últimos gobiernos de Felipe González, se llevó a organizar un grupo financiado con fondos reservados del
gobierno para luchar ilegalmente contra ETA, el denominado GAL. Hasta 1984, Francia era un refugio para los etarras;
sin embargo, a partir de 1984, comienzan a colaborar con España, extraditando a miembros de ETA. Esto y la unión de
los partidos fueron decisivos para acabar con ETA. Anunció el cese definitivo de su actividad armada el 20 de octubre
de 2011. Desarmada en abril de 2017, el 3 de mayo de 2018 anunció su disolución.

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