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3 Vasos Limpios
3 Vasos Limpios
3 Vasos Limpios
“Vasos Limpios”
2 Timoteo 2:15-21
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 16 Mas evita profanas y vanas palabrerías,
porque conducirán más y más a la impiedad. 17 Y su palabra carcomerá como gangrena; de los
cuales son Himeneo y Fileto, 18 que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se
efectuó, y trastornan la fe de algunos. 19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este
sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el
nombre de Cristo. 20 Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino
también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. 21 Así que,
si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y
dispuesto para toda buena obra”
15 Procura con “diligencia” (Que se hace con interés, esmero, rapidez y eficacia)
presentarte a Dios “aprobado” (Nivel mínimo de conocimientos requeridos), como obrero
que “no tiene de qué avergonzarse” (No tiene pecados ocultos, ni al descubierto que lo
aflijan), que usa “bien la palabra de verdad” (No acomoda el mensaje de Dios para su
beneficio).
16 Mas “evita profanas y vanas palabrerías”, porque conducirán más y más a la impiedad
(Para evitar profanas y vanas palabrerías, que provocan impiedad, que es una actitud
rebelde, que se opone a la sujeción y al conocimiento de Dios de una manera
consciente, en contra de lo que se le debe como Creador, Sustentador y Salvador,
necesito vivir en el Espíritu Santo, y estudiar constantemente la Biblia).
17 Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, 18 que se
desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de
algunos
(Sabemos que muchos hombres entran encubiertamente a la iglesia y otros se desvían
de la verdad escuchando doctrinas humanas y de demonios, en la cual, sus palabras
corrompen la verdad, provocando dudas, heridas y un desvíos total o parcial de la
verdadera doctrina)
19 “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello” (Dios habla de un sello
de propiedad que viene con el Espíritu Santo cuando aceptamos a Jesús): “Conoce el
Señor a los que son suyos” (Jesús es nuestro Pastor, el conoce a sus ovejas); y: Apártese
de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. (Debemos morir al pecado,
somos crucificados con Jesús y resucitados en victoria, una nueva criatura, viviendo una
vida de santidad)
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Una de las más grandes promesas bíblicas la dijo Jesús, cuando afirmó:
Juan 10:27-28
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna…”
No importa si el hombre no nos conoce, pero debemos saber que este Sello es muy
conocido por nuestros adversarios los demonios, ya que ellos pueden observar quien es
verdadero, en otras palabras, quien es conocido por Dios.
El fundamento firme del que Pablo nos habla tiene este Sello de propiedad, de
legitimidad y de reconocimiento.
El Antiguo Testamento nos muestra a Coré quien incurrió en un gran pecado contra Dios.
Este hombre quiso desconocer la autoridad de Moisés, y al ser confrontado con su
maldad, se le dijo lo siguiente:
Número 16:5 “y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará Jehová
quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a él; al que él escogiere, él lo
acercará a sí” “Coré pereció con todo sus seguidores y familia”
“El Señor conoce a los suyos”, no confundir elección con selección. Lo vimos en el estudio
del Plan de Salvación y en el Orden de nuestra Salvación.
Lo explico de nuevo para todos los oyentes que no estuvieron en esos estudios.
Dios no hizo una selección de personas para salvarse y otras para perderse, el hizo una elección de
salvar al mundo. Pero en su Omnisciencia (Todo lo sabe), él sabe quién aceptaría a Dios es sus
vidas, y a estos los predestinó para salvarse. A esto está referido el concepto “El Señor conoce a
los suyos”
Como el Señor conoce a los suyos, no podemos juzgar tan ligeramente a nuestros
hermanos en Cristo cuando cometen errores. Tenemos que darles la oportunidad de
demostrar que son hijos conocidos por Dios. Sólo Dios sabe si son salvo o no.
Tito 3:10-11 “Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación
deséchalo, sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio
juicio”
¡Sería una tragedia! Lo último que quisiéramos escuchar un día son las palabras de Jesús:
Mateo 7:21-23 “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos,
sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel
día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os
conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”
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Hermanos en Cristo, qué alivio y confianza produce el saber que Dios nos conoce. El
conoce nuestros temores, sentimientos, preocupaciones, soledades, anhelos, deseos
legítimos y fracasos, de los cuales nos levanta y luego nos sostiene.
Pablo supo descansar en la promesa de ser conocido por Dios, cuando tuvo que enfrentar
a los que cuestionaban su apostolado, les dejó un informe completo de cómo era su vida,
y aunque podría ser desconocido para muchos, sabía que era bien conocido por Dios.
2 Corintios 6:3-10
“No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea
vituperado; 4 antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha
paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; 5 en azotes, en cárceles, en
tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; 6 en pureza, en ciencia, en longanimidad,
en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero, 7 en palabra de verdad, en poder de
Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra; 8 por honra y por deshonra, por mala
fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces; 9 como desconocidos, pero
bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no
muertos; 10 como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a
muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo”
LOS VASOS QUE DIOS USA DEBEN SER APARTADOS DE TODA SUCIEDAD
La suciedad es lo que más se pega. Todos los trabajos que realizan nuestras manos están
potencialmente rodeados de suciedad, aún los trabajos que no están expuestos al
contacto de la tierra.
¿Por qué razón?
Porque lo sucio tiene la propiedad de pegarse a todo lo limpio.
1 Juan 1:7
“Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la
sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”
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1 Pedro 1:18-19
“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa
de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”
Apocalipsis 7:14
“Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran
tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”
Efesios 5:1-2
“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también
Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor
fragante”
2 Corintios 2:15-16
“Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se
pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para
vida”
Cuando el apóstol habló del conocimiento que Dios tiene de los suyos, introdujo el otro
Sello que está pegado al “fundamento de Dios”; eso es, el deber que nos asiste:
“Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del Señor”.
“La iniquidad se define como algo que está torcido”. Tuerce el camino recto Dios.
Gálatas 5:16-21
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo
de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen
entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis
bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a
estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”
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Salomón fue un hombre que tuvo dos grandes riquezas: su sabiduría y sus bienes
materiales.
Cuando se menciona los utensilios que había en su casa, resaltan los vasos de oro con los
que sus sirvientes adornaban las mesas y con lo que le servían al rey, demostrando la
grandeza de su reino.
Nosotros somos los súbditos de un reino mayor que él de Salomón. Somos los vasos de
esta Casa grande que es la iglesia del Señor, “columna y baluarte de la verdad”.
1 Corintios 3:16
“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”
1 Timoteo 3:15
“Para que, si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del
Dios viviente, columna y baluarte de la verdad”
La tarea por excelencia de un hijo de Dios es traer honra a su nombre. Los instrumentos
de oro y de plata de esa Casa grande representan la calidad, el prestigio, lo distinguido.
Si los ángeles son los que traen siempre honra y honor en los cielos a su nombre,
nosotros somos llamados para hacerlo en la tierra.
Santiago 4:7
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”
El rey Belsasar fue reprendido por haber usado los vasos santos del santuario para beber
su vino con sus nobles, esposas y concubinas, hasta el punto de haber acabado con su
reino (Daniel 5:1-6).
Así también nuestros vasos deben ser instrumento de juicio contra el pecado, porque no
nos presentaremos para usos viles, sino para honrar y servir al Señor.
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“No confundir con ser barro en las manos del alfarero”, debemos ser barro para que
Dios moldee nuestras vidas, pero vasos de oro para que Dios use con honra nuestras
vidas”
LOS VASOS QUE DIOS USA DEBEN LIMPIARSE PARA UN MEJOR USO
a) Nuestra lengua
2 Timoteo 2:16
“Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad”
Santiago 3:5-10
“Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí,
¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de
maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e
inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda
naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido
domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es
un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios
y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.
De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser
así”
b) Nuestros actos
Santiago 4:7
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”
Mateo 16:24
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, y tome su cruz, y sígame”
1 Tesalonicenses 5:22-23
“Absteneos de toda especie de mal. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y
todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de
nuestro Señor Jesucristo”
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Su condición de limpieza lo deja apto para hacer cualquier cosa en esa Casa grande, que
es la iglesia del Señor. En él fluye la honra, la santidad y la utilidad para el servicio del
Señor.
Escudriñando la Palabra de verdad, queda apto para toda buena obra.
2 Timoteo 3:26-17
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir,
para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra”
¿Por qué muchos cristianos no siempre están dispuestos para el servicio de Dios?
Porque su vaso no ha sido limpiado. Es un hecho que cuando en la vida cristiana hay
impurezas, pecados que todavía dominan el carácter, en ese creyente hace falta
disposición para “toda buena obra”.
Isaías 52:11
“Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella;
purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová”
Hagamos que nuestros vasos sean para usos honrosos. Permitamos al Espíritu Santo que
haga de nuestros cuerpos verdaderos vasos que honren al Señor
Romanos 12:1-2
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta”
“Algunas excusas para justificar los vasos sucios”
Hechos 11:17
Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor
Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios?
Todo el contexto bíblico esta hablando de los primeros discípulos que no estaban de
acuerdo con Pedro en visitar a un gentil, y vemos como es Espíritu Santo fue sobre
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Romanos 9:16, 18
“Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia”
“De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece”
Todo el contexto bíblico está hablando de usar a sus hijos, vasos de honra, hombres y
mujeres humildes. Estamos hablando de Santificados = Apartados (del pecado).
Isaías 6:5-8
“Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y
habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey,
Jehová de los ejércitos. Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un
carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca,
dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado. Después oí
la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí
yo: Heme aquí, envíame a mí”
Si nos damos cuenta, antes que Dios usara a Isaías, limpió sus labios.
Es verdad que Dios usa a quien él quiere, pero son personas limpias, apartadas del
pecado y el Espíritu Santo vive en sus viadas.
Hecho 6:3
“Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del
Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo”
2. Dios no hace acepción de persona, ninguna es mejor que otra. Todos pecamos.
Romanos 2 :9-11
“Tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y
también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío
primeramente y también al griego; porque no hay acepción de personas para con Dios”
1 Juan 3:8-10
“El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto
apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 9 Todo aquel que es nacido de Dios, no
practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es
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nacido de Dios. 10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no
hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios”
Lucas 19:40
“El, respondiendo, les dijo: Os digo que, si éstos callaran, las piedras clamarían”
El texto bíblico está hablando de los gentiles (no Judíos), que predican de su venida, no
de supuestos convertidos dentro de la iglesia.
(Programas de TV seculares como noticias, documentales y personas no cristianas, hablan de la
venida del Señor)
Mateo 7:21-23
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre
hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí (en el original,
aprobé); apartaos de mí, hacedores de maldad”
Hebreos 12:14
“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”
Ezequiel 44:23
“Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a
discernir entre lo limpio y lo no limpio”
Colosenses 3: 5
“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones
desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”
2 Tesalonicenses 3: 6
“Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os
apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que
recibisteis de nosotros”
Debemos tener cuidado con las personas cuando hablan en el nombre del
Señor. No confirmes ni juzgues si no estás seguro de que es el Espíritu
Santo. Ponte en clamor para que Dios responda. Si tienes la confirmación de
Dios en tu vida que lo que está pasando no es de él, coloca tu vida a su
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