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Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación (I+D+i) para La Sostenibilidad Ambiental
Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación (I+D+i) para La Sostenibilidad Ambiental
Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación (I+D+i) para La Sostenibilidad Ambiental
FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN
INTEGRANTES:
BERROCAL HIPOLITO, GABRIELA SOLEDAD
CAMACHO NUÑEZ, BELEN
GARCIA JANAMPA, LEYDI PAOLA
LUYO DAMIAN, ARMANDO AARON
PROFESOR:
LIMA – PERÚ
2023
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
El expositor nos habla de la problemática en las investigaciones que se realizan en las universidades a
nivel nacional, donde manifiesta que es un tema de gran relevancia y preocupación que debe abordarse
con prontitud. A pesar de los avances que se han logrado en algunos campos como en la instauración de
algunas instituciones que apoyen la investigación y los entes rectores que supervisan el cumplimiento
como la SUNEDU, existen diversos desafíos que obstaculizan el desarrollo y la calidad de la
investigación en el país.
Entre uno de los problemas fundamentales que se menciono es la falta de inversión para la investigación
de parte de las universidades y quizá esto de deba al presupuesto asignado a las universidades Públicas
que muchas veces es insuficiente para promover la investigación científica de manera efectiva. Esto limita
la capacidad de las universidades y de los investigadores para llevar a cabo proyectos de largo alcance y
de mayor impacto que pueda beneficiar a la sociedad.
Otro desafío importante es la falta de incentivos y reconocimiento para los investigadores jóvenes.
Muchos profesionales talentosos optan por trabajar en el sector privado o en el extranjero debido a las
limitadas oportunidades y a la falta de reconocimiento y estabilidad laboral en el ámbito de la
investigación en Perú. Esta situación genera una fuga de talentos y dificulta el desarrollo de una
comunidad científica en el país.
El expositor al habla de los programas I-D-i, mencionando que la investigación, el desarrollo e
innovación proporcionan la base teórica y el conocimiento necesario para comprender los problemas y
desafíos existentes dentro de toda sociedad y más aún cuando esta es dinámica. El desarrollo se enfoca en
la aplicación práctica de ese conocimiento, transformándolo en soluciones concretas manifestadas en
programas. Por su parte, la innovación implica la introducción de nuevas ideas, productos, servicios o
procesos que generen valor agregado y mejoren la calidad de vida (valor publico).
En el panorama peruano, la inversión en I-D-i aún es relativamente baja en comparación con otros países
de la región. Existe una necesidad urgente de aumentar el presupuesto destinado a la investigación y
promover una cultura de inversión en ciencia, tecnología e innovación. Esto permitirá fortalecer los
recursos humanos, mejorar la infraestructura y equipamiento científico, así como fomentar la
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
colaboración entre el sector público, el sector privado y las universidades.
(cuadro n° 01)
La investigación universitaria debe trascender los límites académicos y abordar las necesidades y
problemáticas de la sociedad. La responsabilidad social implica que los resultados de la investigación
sean relevantes y aplicables para la solución de los desafíos sociales, económicos y ambientales que
enfrenta el país. La responsabilidad social también implica la promoción de valores éticos en la
investigación. Las universidades deben asegurarse de que los proyectos de investigación se realicen de
manera ética y respeten los derechos de las personas involucradas. Esto implica la protección de la
privacidad, la confidencialidad y el consentimiento informado de los participantes en los estudios.
Asimismo, se debe fomentar la integridad académica y evitar prácticas como el plagio y la mala conducta
científica.
La Responsabilidad Social Universitaria (RSU) en Perú se refiere al compromiso y la contribución activa
de las universidades hacia el desarrollo sostenible y el bienestar de la sociedad. La RSU implica que las
instituciones de educación superior no solo se centren en la formación académica de sus estudiantes, sino
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
que también asuman responsabilidades sociales, éticas y ambientales.
(cuadro n° 02)
La I+D+i (Investigación, Desarrollo e Innovación) con enfoque RSU implica llevar a cabo actividades de
investigación y desarrollo con un compromiso activo hacia la responsabilidad social y el bienestar de la
sociedad. Esta perspectiva busca que los esfuerzos de investigación y desarrollo estén alineados con las
necesidades y problemáticas sociales, y generen un impacto positivo en la comunidad. En este enfoque, la
I+D+i se orienta hacia la búsqueda de soluciones a problemas concretos que enfrenta la sociedad,
abordando desafíos sociales, económicos o ambientales. Se busca que la investigación se realice en
colaboración con diferentes actores sociales, como organizaciones comunitarias, empresas, instituciones
públicas y otros actores relevantes, con el objetivo de maximizar el impacto de los resultados.
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
(cuadro n° 03)
La Dra. Leslie Mahe Collazo Exposito aborda el tema de las Perspectivas actuales de la formación para la
sostenibilidad. Para empezar la expositora nos define que es la sostenibilidad, está refiere a la capacidad
de satisfacer las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para
satisfacer sus propias necesidades. Es un enfoque integral que busca equilibrar tres dimensiones
interrelacionadas: económica, social y ambiental.
La historia de la sostenibilidad se remonta a la década de 1970, cuando se empezó a reconocer la
necesidad de abordar los desafíos globales como el agotamiento de los recursos naturales, la degradación
ambiental y las desigualdades sociales. El informe "Los límites del crecimiento" publicado en 1972 por el
Club de Roma alertó sobre las consecuencias negativas de un desarrollo no sostenible, estableciendo
límites físicos al crecimiento económico. En 1987, la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo de las Naciones Unidas presentó el informe conocido como "Informe Brundtland". Este
informe definió el concepto de desarrollo sostenible como aquel que satisface las necesidades presentes
sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras. El informe destacó la importancia de
abordar la pobreza, la desigualdad social y la protección ambiental de manera integrada.
Las tres dimensiones de la sostenibilidad, económica, social y ambiental, son igualmente importantes y se
complementan entre sí. La dimensión económica busca garantizar la viabilidad financiera a largo plazo,
promoviendo el uso eficiente de los recursos, la creación de empleo y el desarrollo de modelos
económicos sostenibles. La dimensión social se enfoca en el bienestar de las personas y las comunidades,
buscando la equidad, la inclusión y el respeto de los derechos humanos. Implica abordar la pobreza, la
desigualdad, la discriminación y promover la participación ciudadana y la colaboración entre diferentes
actores sociales. La dimensión ambiental se centra en la conservación y protección del medio ambiente,
promoviendo la conservación de la biodiversidad, la reducción de la contaminación y el uso sostenible de
los recursos naturales. También implica abordar los desafíos del cambio climático y adoptar prácticas de
producción y consumo responsables.
La importancia de estas tres dimensiones radica en su interdependencia. Para lograr un desarrollo
sostenible, es necesario equilibrar los aspectos económicos, sociales y ambientales. El enfoque integral de
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
la sostenibilidad reconoce que no se puede lograr la prosperidad económica a expensas del bienestar
social o la salud del medio ambiente. Todos los aspectos están interconectados y deben abordarse de
manera conjunta para asegurar un futuro viable para las generaciones presentes y futuras.
Además, la dra. Leslie Collazo señala que la educación para el desarrollo sostenible se presenta en sentido
general como un enfoque educativo que tiene como objetivo fundamental promover el conocimiento, las
habilidades y los valores necesarios para que las personas se conviertan en agentes de cambio hacia un
futuro sostenible. Este enfoque educativo abarca diferentes niveles y contextos, desde la educación formal
en escuelas y universidades hasta la educación no formal y la educación informal en la comunidad. Su
propósito principal es desarrollar una conciencia crítica sobre los desafíos socioambientales actuales y
fomentar la adopción de prácticas y comportamientos responsables y sostenibles.
La educación para el desarrollo sostenible se fundamenta en principios clave. En primer lugar, reconoce
la interdependencia de los aspectos económicos, sociales y ambientales del desarrollo sostenible,
promoviendo una comprensión integral de estas dimensiones. Además, busca involucrar activamente a los
estudiantes y la comunidad en la toma de decisiones y en la búsqueda de soluciones sostenibles,
fomentando el diálogo, la colaboración y el pensamiento crítico. Este enfoque educativo también
promueve el desarrollo de una mentalidad a largo plazo, instando a considerar las consecuencias futuras
de las acciones presentes y a asumir la responsabilidad intergeneracional. Asimismo, se destaca por su
enfoque interdisciplinario, que busca integrar diferentes disciplinas y enfoques de conocimiento para
abordar los desafíos de manera integral, estimulando la creatividad y la innovación.
De igual importancia la dra. Leslie Collazo destaca que las competencias en sostenibilidad son
habilidades, conocimientos y actitudes necesarios para abordar los desafíos socioambientales de manera
efectiva. En el ámbito universitario, estas competencias se enfocan en preparar a los estudiantes para
contribuir al desarrollo sostenible en su carrera y vida personal.
Un ejemplo de competencia en sostenibilidad en las universidades es la alfabetización ambiental y
científica. Los estudiantes adquieren conocimientos sobre los problemas ambientales y la ciencia que los
respalda, lo que les permite comprender mejor las interrelaciones entre los sistemas naturales y sociales.
A través de cursos, investigaciones y proyectos, los estudiantes pueden desarrollar habilidades para
analizar y abordar desafíos socioambientales específicos. Además, las universidades fomentan la
colaboración y el trabajo en equipo como competencias clave en sostenibilidad. Los estudiantes
participan en proyectos y actividades interdisciplinarias, donde trabajan junto con otros para abordar
problemas complejos. Esto les ayuda a comprender la interdependencia entre diferentes áreas del
conocimiento y desarrollar soluciones integradas y sostenibles.
En resumen, las competencias en sostenibilidad en las universidades abarcan áreas como la alfabetización
ambiental y científica, la colaboración y el trabajo en equipo. Estas competencias permiten a los
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
estudiantes aplicar su conocimiento y habilidades para abordar los desafíos socioambientales y contribuir
a un futuro más sostenible.
Por otro lado, la Dra. Leslie nos explica el modelo de formación de educación en la sostenibilidad, la cual
está compuesta en 3 aspectos: contenido, enfoques teóricos y metodologías docentes.
Respecto a su contenido, la expositora explica que este modelo propone incorporar los principios de
sostenibilidad en la educación en general, abordando los contenidos existentes desde una perspectiva
ambiental, social y económica. Se recomienda incluir temas relacionados con los desafíos actuales de la
sostenibilidad y sus implicaciones a nivel local y global, utilizando enfoques científicos aplicados y
holísticos. Además, se enfatiza el papel de las instituciones universitarias en la promoción de la
sostenibilidad y se abarcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las
Naciones Unidas de manera integral y considerando todas las dimensiones de la sostenibilidad en
diversos ecosistemas y niveles de organización.
En cuanto a los enfoques teóricos, se encontraron enfoques que se caracterizan por ser exocéntricos,
holísticos y coherentes, promoviendo una visión integral de la sostenibilidad. Se destaca la importancia de
la coherencia entre el modelo de formación holística y su implementación práctica, así como entre el
“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”
currículo y las metodologías y estrategias utilizadas. Se reconoce que los profesores son muy importantes
y se les anima a liderar proyectos comunitarios para crear un futuro sostenible.
También se promueve el activismo social y la ecopsicología, reconociendo que tanto los profesores como
el sistema educativo tienen una responsabilidad activa en la promoción de la sostenibilidad.
El enfoque metodológico en la enseñanza se utilizan diferentes métodos según lo que se necesite. Se
promueve el aprendizaje práctico y contextual, y se fomenta la participación de todos los involucrados. Se
utilizan técnicas como juegos, debates y excursiones. También se aplican métodos transformadores que
permiten cuestionar la realidad y trabajar en colaboración. La investigación ayudó a obtener información
valiosa. Este enfoque de enseñanza puede adaptarse a diferentes niveles educativos y busca alinear el
estilo de vida con los valores de la sostenibilidad.
A modo de conclusión la Dra. Leslie Collazo menciona que la formación para la sostenibilidad en la
educación universitaria es esencial debido a los desafíos actuales en términos ambientales, sociales y
económicos. Las universidades tienen la responsabilidad de preparar a los estudiantes con conocimientos,
habilidades y valores para abordar estos desafíos. La formación en sostenibilidad fomenta el pensamiento
crítico, el trabajo colaborativo y la aplicación práctica del conocimiento. Además, mejora la
empleabilidad de los estudiantes y su capacidad para generar un impacto positivo en la sociedad y el
medio ambiente.